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Durante la guerra de secesión de América, unos prisioneros de los

sudistas consiguen evadirse y apoderarse de un globo, con el cual


huyen. Pero cuando sobrevuelan el océano, el globo es embestido por
una tromba marina, y sus tripulantes son arrojados a la playa de una
isla desconocida. Desprovistos de toda clase de ayuda, los cinco
compañeros (el ingeniero Cyrus Smith, el cronista del New York
Herald Gedeón Spillet, el negro Nab o Nabucodonosor, el marinero
Pencroff y el jovencito Harbert Brown) hallan los medios más ingeniosos
para hacer frente a la situación.
Para ello cuentan con el liderazgo y guía del verdadero protagonista,
Cyrus Smith, caracterizado como uno de esos ingenieros que han
querido empezar por el manejo del martillo y el pico, al igual que los
generales que han querido principiar como soldados rasos; por ello une
en su persona inteligencia y acción, ingenio y habilidad manual. La isla,
bautizada con el nombre de Lincoln, ofrece insospechados y admirables
medios de vida. Una serie de sucesos inexplicables induce a creer que
hay alguien que socorre generosamente a los cinco náufragos y los
ayuda. Tras construir una embarcación y hallar un mensaje suyo en una
botella, logran rescatar a Ayrton, el ex condenado a trabajos forzados
que lord Glenarvan, jefe de la expedición relatada en Los hijos del capitán
Grant, había abandonado como castigo en una isla vecina.
Finalmente, una exploración les revela el misterio que más les apasiona:
el famoso Nautilus del capitán Nemo se hallaba refugiado desde hacía
algún tiempo en aquellos parajes; su presencia y su intención de
ayudarles explica los numerosos enigmas de la isla. Los cinco
compañeros encuentran al viejo marino y llegan a tiempo para asistir a
su muerte; luego logran ponerse a salvo de una gran erupción que
provoca el hundimiento de la isla, y, tras ser recogidos por un barco,
regresan a su patria llevándose consigo a Ayrton.
Es indudable el parentesco de esta novela con el Robinson Crusoe de Daniel
Defoe; pero si Robinson ante la naturaleza es sobre todo el representante
de la humanidad pensante, estos cinco náufragos, y muy especialmente
el ingeniero Cyrus Smith, son la expresión de la humanidad sabia y
científica. Con ellos la civilización, fundamentada conjuntamente sobre la
ciencia y la moral, encuentra necesariamente su triunfo sobre las fuerzas
ciegas de la naturaleza, y desde este punto de vista la obra es una de
las más representativas de la mentalidad científica de la segunda mitad
del siglo XIX.

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