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LECCION N° 1

EL PESAJ

La Pascua es una celebración judía que recuerda la ocasión en que Dios liberó a los
israelitas de la esclavitud en Egipto en 1513 antes de nuestra era. Dios les mandó a los
israelitas conmemorar ese suceso tan importante todos los años el día 14 del mes judío
de abib, más tarde llamado nisán (Éxodo 12:42; Levítico 23:5).

La palabra Pascua viene de un término hebreo que significa “pasar por alto”. Hace
referencia a la manera en que Jehová protegió a los israelitas de la plaga que mató a
todos los primogénitos de Egipto (Éxodo 12:27; 13:15). Antes de que Dios trajera esta
devastadora plaga, les dijo a los israelitas que degollaran una oveja o una cabra y que
salpicaran la sangre sobre los marcos de las puertas de sus casas (Éxodo 12:21, 22,
primera nota). Cuando Dios viera esta señal, pasaría por alto sus casas y protegería a
sus primogénitos (Éxodo 12:7, 13). Dios les dio a los israelitas instrucciones sobre cómo
celebrar la primera Pascua. Algunos de los aspectos que menciona la Biblia
relacionados con la celebración de la Pascua son los siguientes:

● El sacrificio. El día 10 del mes de abib (nisán), las familias escogían una oveja o una
cabra de un año de edad, y el día 14, la sacrificaban. En la primera celebración de la
Pascua, los israelitas salpicaron sangre del animal sobre la parte superior de la entrada
y sobre los postes de la puerta, lo asaron y se lo comieron (Éxodo 12:3-9).
● La comida. Además de la oveja o de la cabra, los israelitas comían pan sin levadura y
verduras amargas durante la Pascua (Éxodo 12:8).
● La fiesta. Después de la Pascua, los israelitas celebraban la fiesta de las Tortas no
Fermentadas, que duraba siete días. Durante esos días no comían pan con levadura
(Éxodo 12:17-20;2 Crónicas 30:21).
● La educación. Los padres aprovechaban la celebración de la Pascua para hablarles a sus
hijos acerca de Jehová (Éxodo 12:25-27).
● El viaje. Con el tiempo, los israelitas comenzaron a viajar a Jerusalén para celebrar la
Pascua (Deuteronomio 16:5-7; Lucas 2:41).
● Otras costumbres. En el tiempo de Jesús, se bebía vino y se cantaban alabanzas
durante la celebración de la Pascua (Mateo 26:19, 30; Lucas 22:15-18).

Después de celebrar la Pascua el 14 de nisán del año 33 de nuestra era, Jesús dio inicio
a una nueva celebración: la Cena del Señor (Lucas 22:19, 20; 1 Corintios 11:20). Esta
comida reemplazó a la Pascua, ya que conmemora el sacrificio de Jesús, representado
por el cordero de Pascua (1 Corintios 5:7). El sacrificio de Jesús es superior al sacrificio
que se hacía en la Pascua antigua porque libera a las personas de la esclavitud al
pecado y la muerte (Mateo 20:28; Hebreos 9:15).
LECCION N° 2
JESUS EL CORDERO PASCUAL
Muchas personas no saben cuál es el verdadero significado de la Pascua. Algunos piensan que
es un tiempo de vacaciones en el que no hay colegio

La celebración de la pascua no tiene nada que ver con algunos símbolos que conocemos hoy
como los conejitos, gallinas, gansos o los huevos de chocolate.
El verdadero significado de la Pascua lo encontramos en la Biblia, en la Palabra de Dios. La
pascua es con la Navidad la mayor fiesta cristiana.

Al celebrar la última pascua con sus discípulos, nuestro Señor Jesucristo modificó la ceremonia
tradicional para otorgar un nuevo significado a la cena, al pan, y a la copa de vino (Lc.
22:14-21). Ahora damos gracias, no por el cordero que libró a Israel de Egipto, sino por el
Salvador que con su cuerpo y su sangre otorga eterna redención a todo aquél que cree.

La última pascua se convirtió en la primera santa cena, el símbolo de la inauguración del Nuevo
Pacto (Lc. 22:14). Esta cena ya no apuntaría más a la liberación de la esclavitud temporal en
Egipto, sino al sacrificio de Cristo, el cordero de Dios, quien entregó su vida y derramo su
sangre en la cruz para darnos libertad y redimirnos de la esclavitud del pecado.

En la institución de la Cena del Señor, nuestro Salvador escogió utilizar la copa y el pan como
los elementos memoriales de su cuerpo y de su sangre (Lc. 14:19-20). Por esta razón, en la
Santa Cena no sacrificamos a un cordero, ni derramamos sangre. Nuestro cordero fue
sacrificado por nosotros, en aquella pascua, una vez para siempre, y con ello obtuvo eterna
salvación para su pueblo escogido (vea 1 Cor. 5:7 ; Heb. 10:12-14). En la cena celebramos con
gratitud el sacrificio y resurrección del Hijo de Dios y nos recuerda que ahora vivimos una
nueva etapa en el programa del reino de Dios. Ahora somos beneficiarios del Nuevo Pacto
inaugurado en la cruz (Lc. 14:16).

Nos recuerda que nuestra esperanza está en el futuro, en la consumación del reino de Dios (Lc.
14:16). Al comer el pan y beber la copa, esperamos con plena certidumbre el día que el reino
de Dios sea establecido por completo. El día que nuestra redención llegue a su conclusión
gloriosa. Ese día, la celebraremos una vez más en la presencia inmediata de nuestro Salvador.

En la cena, el Señor nos invita a recordar activamente. Hacemos esto en memoria de Él. El
cristiano no celebra con recuerdos pasivos sino con actos significativos. Actos que en el
presente, nos trasladan al pasado y al futuro. Comemos el pan y bebemos el vino, y al hacerlo
regresamos a aquél viernes donde el perfecto amor de Dios por nosotros se desplegó en la
cruz. Pero al mismo tiempo saltamos al domingo, al gozo de la tumba vacía, a la realidad del
Cristo resucitado y glorificado. Y de allí, somos llevados al futuro, a la consumación del reino
cuando nos sentaremos con él y celebraremos su sublime gracia, y adoraremos por siempre a
nuestro Rey soberano.
LECCION Nº 3
DILE NO AL PECADO!
LECCION Nº 4
UNA OFENSA MORTAL

¿Le has dado alguna vez un regalo a alguien al cual no le gustó lo que le diste? ¿Cómo te
sentiste cuando abrieron el regalo y notaste la desilusión en su cara? ¿Cómo lució tu cara en
ese momento? ¿Era una cara alegre? ¿Era una cara triste? ¿Demostraste tener coraje? Las
demás personas pueden con frecuencia saber cómo nos sentimos por lo que demostramos en
nuestros rostros.
Nuestra lección bíblica de hoy trata de dos hermanos de nombre Caín y Abel. Ellos eran los
hijos de Adán y Eva. Caín era el hermano mayor y Abel era el menor. Al crecer, Caín llegó a ser
un agricultor y Abel un pastor de ovejas.
Al llegar el tiempo de la cosecha, Caín trajo parte de sus frutos como regalo al Señor. Abel
también le trajo un regalo al Señor, la mejor oveja de su rebaño. El Señor aceptó el regalo de
Abel, pero no aceptó el regalo de Caín. La Biblia no nos dice por qué el Señor no aceptó el
regalo de Caín. Tal vez Caín no le dio lo mejor que él tenía. O quizás su corazón no estaba recto
con Dios. Pero cualquiera que fuera la razón, el Señor encontró que el regalo de Caín no era
aceptable.
¿Cómo crees que se sintió Caín al ver eso?
La Biblia nos dice que Caín estaba triste y con coraje. El Señor notó la cara de Caín y le
preguntó: “¿Por qué tienes tanto coraje y por qué estás tan cabizbajo?” El Señor continuó
diciendo: “Serás aceptado si haces lo correcto. Y si no haces lo correcto, el pecado estará
esperando por ti, listo para lanzarse sobre ti; estará acechándote, pero tú puedes dominarlo.”
¿Crees que Caín trabajó para controlar su coraje?
¡No, no lo hizo! La Biblia nos dice que un poco más tarde, Caín le dijo a Abel: “Vayamos al
campo.” Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató. El coraje se había
apoderado totalmente de la vida de Caín.
Dios sabía lo que Caín había hecho y sabía que Caín tenía que ser castigado. “La sangre de tu
hermano está en la tierra. Tu castigo será que nada de lo que siembres crecerá. Serás un
fugitivo, irás por la tierra buscando alimento por doquier.”
¿Qué podemos aprender de la historia de Caín y Abel?
Podemos aprender que la desobediencia a Dios trae problemas e infelicidad. Pero si
obedecemos a Dios, estaremos contentos mientras vivamos en esta tierra. Luego podremos
estar con Él en el cielo por siempre. Debemos recordar que a pesar de que Caín fue castigado
por el error que había cometido, Dios todavía lo amaba y protegía. Él no permitiría que persona
alguna le hiciera daño a Caín.
Padre, deseamos que nuestra vida te sea aceptable. Ayúdanos a permitirte estar en control de
nuestros pensamientos y acciones para que nuestros dones o regalos sean agradables a ti. En el
nombre de Jesús oramos. Amén.
c
LECCION Nº 5
LA FE QUE SALVA

¿Qué si te diera un lista de instrucciones y te dijera que deseo que construyas un barco que
fuera 450 pies de largo, 75 pies de ancho, y 45 pies de altura? ¿Crees que lo harías?
Probablemente dirías: "¡De ninguna manera! ¡Eso es más grande que un campo de fútbol! ¡No
puedo construir un barco así de grande!

Bueno, eso fue exactamente lo que le pasó a un hombre llamado Noé. Sé que has oído la
historia, pero cada vez que yo la oigo, aprendo algo nuevo. Tal vez tú aprendas algo también.

Un día Dios miró hacia abajo, observó el mundo que había creado y vio a lo que habían llegado
los seres humanos, las malas intenciones que tenían y cuán malos eran. Le rompió el corazón
ver cómo las personas se comportaban. "Me arrepiento de haberlos creado", dijo. "Saldré de
ellos".

Pero Dios vio que Noé un hombre bueno, así que decidió protegerlo y no destruirlo, ni a él ni a
su familia. Dios le dijo a Noé su plan de destruir la tierra por medio de un gran diluvio. Le dijo a
Noé que hiciera un bote bien grande llamado arca. Dios le dijo a Noé cómo hacerlo
exactamente. (Lea Génesis 6:15-16). Después le explicó que, cuando terminara de hacer el
arca, tenía que llenarla con animales, dos de cada clase. Noé obedeció a Dios, Construyó el arca
y puso pares de animal de cada clase en ella. Entonces Noé y su familia entraron al arca y Dios
cerró la puerta.

Poco tiempo después la lluvia comenzó a caer. Las gotas de agua hicieron pequeños charquitos
y luego charcos de agua más grandes. Éstos se convirtieron en riachuelos, ríos y mares
poderosos. Rápidamente toda la tierra estuvo cubierta con agua. El arca se movía hacia arriba y
hacia abajo con las olas, pero Noé, su familia y los animales estaban seguros y secos dentro del
arca.

Llovió por cuarenta días y cuarenta noches hasta que finalmente dejó de llover. Tomó muchos
días para que las aguas del diluvio bajaran. Después que las aguas bajaran Noé y su familia y
todos los animales pudieron dejar el arca, Dios le hizo una promesa a Noé. Le prometió que
nunca más destruiría la tierra con un diluvio. El hizo algo para recordarle esa promesa a Noé.

Puso un arcoíris en el cielo y le dijo a Noé: "He colocado mi arco iris en las nubes, el cual servirá
como señal de mi pacto con la tierra." Dios dijo que cada vez que viera el arcoíris, recordaría de
la promesa que había hecho.

Dios ha cumplido su promesa, ¿no es así? Dios cumple todas sus promesas; de hecho, la Biblia
dice que: "Todas las promesas que ha hecho Dios son "sí" en Cristo" (2 Corintios 1:20). La
próxima vez que veas un arcoíris, recuerda que Dios tal como ha mantenido esa promesa,
cumple todas las promesas.
LECCION Nº 6
FE PARA LA TRAVESIA

La tierra se recuperó del gran diluvio. La familia de Noé creció y creció y creció. Una vez más la
gente se esparció por todas partes del mundo. La grande y maravillosa visión de Dios seguía
viva. Él tenía planes de formar una nueva nación, y todo comenzaría con un hombre común

Así es Dios, el creador del universo llamó a Abram y le dijo: “Abram, vete de tu tierra y de tu
parentela, y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré. Abram viva con su familia en Ur
de los Caldeos. La Biblia dice que salió, Abram de la ciudad de Ur de los Caldeos, con su padre
Thare, su esposa Saraí, y su sobrino Lot para ir a Canaán (Génesis 11:31), ese era el destino de
Abram. Él no conocía esa ciudad, no sabía que había en ella, nunca antes había estado ahí,
además era un viaje largo, muy largo.

Abram tenía dos opciones: Desobedecer a Dios quedándose en su lugar de nacimiento, u


Obedecer a Dios y salir al lugar que Él le mostraría. ¿Tú qué crees que hizo Abram? ¿Se quedó?
O ¿Salió? ¿Cómo crees que respondió al Llamado de Dios?

¡¡Así es niños!! ¡¡Abram obedeció a Dios!! ¿Por qué lo hizo?: POR FE.

Porque fe es creerle a Dios y hacer lo que te pide, Fe es obedecer a Dios por amor. Es bueno
obedecer a Dios, al obedecer su Palabra aseguras las bendiciones de Dios para tu vida. Las
bendiciones de Dios vienen por medio de la obediencia.

Es asombroso, pero Abram confió en Dios. Él reunió a los miembros de su familia, empacó
todas sus cosas, y comenzó el viaje a través del desierto (Abraham tenía 75 años y Sara años).
No tenía idea de dónde iban. Pero Abram OBEDECIO. Cuando llegó a la tierra de Canaán, Dios
le dijo:

- Puedes dejar de caminar, Abram. Esta es la tierra que yo te daré a ti y a todos tus hijos. Así
que Abram y su esposa Saraí armaron sus carpas y se quedaron a vivir en esa tierra.

Pasaron muchos años. Entonces, una noche, Dios llamó a Abram para que saliera de su carpa.
—Abram, sal afuera —dijo Dios—. Mira al cielo. Cuenta las estrellas, si es que puedes hacerlo.
¡Te prometo que tendrás tantos hijos como hay estrellas en el cielo! (Gn 15:5)
Abram le creyó a Dios. A pesar de que él era un anciano (100 años), y aunque su esposa Saraí ya
era también anciana (91 años) y nunca había tenido hijos, Abram creyó que Dios haría surgir de
él una gran nación.

Pronto Abraham y Sara aprendieron que nada es muy difícil para Dios. Un año más tarde, Sara
dio a luz a un hijo. Abraham le puso el nombre de Isaac (que significa “él se ríe”).

Cuando Isaac creció, se casó y tuvo dos hijos: Esaú y Jacob. ¡Esaú tuvo cinco hijos y Jacob tuvo
doce! Los hijos de Abraham se multiplicarían como las estrellas en los cielos, tal como Dios le
había prometido.
LECCION Nº 7
DIOS CUMPLE LOS SUEÑOS
LECCION Nº 8
DIOS DE ORDEN
LECCION Nº 9
DOS HOMBRES VALIENTES
LECCION Nº 10
UN GUERRERO SUCESOR

¿Tuviste miedo alguna vez? Creo que todos podemos recordar algún momento cuando hemos
tenido miedo. Algunos se asustan tanto que se ponen a temblar; otros se desmayan de miedo.
También el corazón empieza a palpitar muy rápido: ¡pum, pum, pum!
¿Qué te asusta? La oscuridad; un perro grande y bravo; un ratoncito o una araña; algún
borracho...(permítale que le cuenten a que le tienen miedo).
Cuando le tenemos miedo a estar enfermos, en la Biblia nos dice que El Señor es nuestro
sanador, cuando le tengo miedo a la oscuridad la Biblia dice que Ángeles acampan alrededor
mío y me defienden, cuando le tengo miedo a una persona la Biblia dice que él me defenderá,
etc., (puede darle otros ejemplos.)
Realmente, no necesitamos tener miedo ya que la Biblia me dice que El Señor no me va a dejar
solo.

Historia Bíblica
El protagonista de nuestra historia bíblica de hoy es Josué, él fue ayudante de Moisés durante
los 40 años que anduvieron en el desierto. Josué siempre estaba ayudando en todo a Moisés,
pero pasó algo muy triste Moisés murió y Dios escogió a Josué para que fuera el nuevo líder del
pueblo de Israel.
Josué quizás se hizo muchas preguntas y pensaba que no iba a poder dirigir al pueblo, le daba
miedo equivocarse o que Dios ya no estuviera con él. Pero como Dios nos conoce tanto él sabe
a qué le tenemos miedo así que le dijo a Josué que no tuviera miedo que él estaría con el
(Josué) así como estuvo con Moisés.

Pero, había un requisito para que El Señor estuviera con Josué, Dios le dio unos buenos
consejos.
El primer consejo que le dio fue que nunca se apartara del libro de la ley ¿sabes tú cuál es ese
libro? exactamente es la Biblia, Dios le dijo que guardara o sea que obedeciera a todo lo que
está escrito en la Biblia para que pudiera protegerlo. (Josué 1:8)
También le dijo que se esforzará que iban a venir a su vida algunas cosas que lo asustarían pero
que no tuviera miedo que siguiera adelante porque Dios lo protegería. (Josué 1:7)
Y el último consejo que le dio es que fuera valiente que no temiera ni desmayara porque El
Señor iba a estar con el adonde fuera. (Josué 1:9)
Vistes como Dios le prometió a Josué estar con él siempre, ese es nuestro Dios nunca nos va a
dejar solos, siempre nos va a librar del peligro, pero hay un requisito para que esa protección
opere ¿Sabes cuál es? Ser OBEDIENTE si tú no eres obediente a lo que la Biblia te dice que
hagas Dios no va a protegerte porque nos ha dado la libertad de decidir si obedecemos o no
obedecemos, si tu obedeces él siempre va a estar a tu lado ayudándote pero si tú decides no
obedecer él va a respetar tu decisión y se va a hacer a un lado para no molestarte.
LECCION Nº 11
UNA HEROE EXTRANJERA

Josué envió a dos espías que entraran en la tierra de Canaán para espiar la tierra y Jericó, la
primera ciudad que sería destruida. La cual estaba ocupada por los enemigos que moraban en
la tierra.
Ellos espiaron Jericó y aun se quedaron en la casa de uno de su pueblo, Rahab, la ramera.
Ella probablemente era una de las personas más pecaminosas de la ciudad. Pero ella se dio
cuenta que el Señor había dado toda la tierra a los israelitas, así que recibió a los dos espías en
su casa. Esa fue quizá la decisión más sabia que ella hiciera en toda su vida.
El rey oyó que los dos espías estaban en casa de ella y le mandó que los sacara. A riesgo de su
propia vida ella mintió al rey y le dijo que ellos ya se habían ido de la ciudad. Pero en realidad
los había escondido en la azotea de su casa entre los manojos de lino.
Antes que los espías se fueran por su camino, Rahab les hizo jurar por Jehová que ya que ella
había salvado sus vidas, cuando ellos destruyeran la ciudad, la salvarían a ella y a toda su
familia: su padre, madre, hermanos y todos sus hijos. Por su bondad para con ellos,
respondieron a su petición de que así lo harían cuando el ejército de Israel destruyera con
fuego a Jericó.
Después de eso, Rahab habitó en Israel (Jos. 6:25) y se casó con un líder del pueblo de Dios,
Salmón. (Mt. 1:5) ¡Así llegó a ser la antecesora de Cristo!

Los espías fueron bajados desde la ventana mediante un cordón de grana (rojo), y
descendieron por el gran muro de la ciudad donde estaba edificada la casa de Rahab.
Pronto llegó el día de la batalla. Después de rodear a Jericó por seis días con los sacerdotes
tocando sus trompetas seguidos de los ejércitos de Israel que marchaban, toda Jericó se
atemorizó.

El séptimo día dieron vuelta a la ciudad siete veces. En la séptima vuelta los sacerdotes tocaron
sus trompetas y todo el pueblo gritó con gran voz... ¡y las murallas de Jericó cayeron a tierra
arrasadas!.
Sin embargo, la casa de Rahab fue salva. Tal como acordó con los espías, colgó el cordón de
grana por fuera de la ventada de su casa, lo cual era la señal para que los ejércitos de Israel no
destruyeran a la gente que estaba dentro de esa casa.

Esa cuerda rojo escarlata debió haberse visto como sangre fluyendo por el muro hasta el suelo.
Este es un cuadro de cómo Cristo redimiría a Su pueblo pecaminoso y lo llevaría seguros a la
salvación por la fe en El mediante Su preciosa sangre que limpia los pecados.

Josué hizo que los soldados sacaran a Rahab y a toda su familia de la ciudad condenada.
Estuvieron seguros y salvos, así como los espías lo habían convenido. Esa fue su recompensa
por haber escondido del rey de Jericó a los dos espías, salvando así su vida. Después, la cuidad
fue quemada y todo lo que había en ella fue destruido. Sólo Rahab y su familia fueron salvos.
LECCION Nº 12
LOS MUROS CAERAN
LECCION Nº 13
EL FUERTE MAS DEBIL
LECCION Nº 14
EL PEQUEÑO MÁS GRANDE

Lamentablemente en aquellos tiempos las cosas estaban tan mal por el pecado que se estaba
permitiendo que las profecías escasearan, la palabra de Dios se desconocía, no había
revelación de Dios. No había profeta públicamente en quien la gente pudiera confiar, pudiera
creerle. No había nadie en quien morara el secreto de Jehová, en quien pudieran ir en busca de
palabra en caso de duda o emergencia.
Pero Samuel ministraba a Jehová, y realizaba trabajos secundarios en el templo, era un joven
diligente, obediente a las instrucciones de Elí, contrario a sus hijos. Por el pecado de los hijos
de Elí, por su impureza e impiedad hacia lo santo, corrompiendo toda la nación, obligaron a
Dios a irse de ellos, en señal de desagrado el Espíritu de profecía no estaba. Dios no estaba,
había mucho pecado, desde el templo por causa de los hijos de Eli hasta en el pueblo.
(Acuérdense que los hijos de Elí, se aprovechaban que tenían privilegios por ser hijos del sumo
sacerdote. Robaban las ofrendas, se aprovecharon del pueblo, llevaron al pueblo a pecar,
hicieron cosas terribles).
Pero como Dios siempre está buscando corazones fieles, que amen lo santo y aborrezcan el
pecado. Una noche Elí y Samuel se habían acostado a dormir. Cuando de repente el joven
Samuel sintió que lo llamaban, corrió rápido hacia Elí ya que era anciano y tal vez pensó que
tenía una necesidad. Samuel nos deja ver que era diligente, sintió que lo llamaban y fue de
inmediato, no le importó cuanto le pesaban los ojos por el sueño. Pero Elí le dice que se
acueste que él no lo había llamado. Así que Samuel sintió que alguien lo llamaba una, dos, tres
veces.
Samuel por ignorancia, pensaba que era la voz de Elí, por eso iba a donde él. No sabía que era
Dios. Samuel aún no había conocido ni escuchado la voz de Dios anteriormente. En esos
momentos Elí se da cuenta que es Dios mismo quien estaba llamando a Samuel. Elí le da
instrucciones a Samuel. Cuando vuelvas a escuchar la voz de Dios llamándote, tú contestarás:
“Habla Jehová, porque tu siervo oye”.
Entonces Samuel se fue, se acostó y se dispuso a escuchar la palabra de Dios. Qué terrible, aquí
está la degradación del ministerio de Elí, tal y como se lo había dicho el profeta.
Dios le debía hablar personalmente a Elí, no era a Samuel. Por cuarta vez Jehová llamó a
Samuel, lo llamó dos veces: “Samuel, Samuel”. Al Dios llamarlo dos veces significaba que era
algo bien importante. Entonces Samuel entendiendo que era Jehová quien lo llamaba le
contestó: “Habla, porque tu siervo escucha.” Así contestaban los profetas cuando sabían que el
Señor les iba a hablar una revelación especial.
Samuel estaba quieto y atento a la voz de Dios. Dios le dio el mensaje al joven Samuel, un
mensaje amargo y doloroso para Elí (él con sus hijos iban a morir; pagando sus pecados, sus
errores). Siguió pasando el tiempo y todo Israel reconoció que Samuel era un fiel Profeta de
Dios. Samuel se hizo más famoso, más provechoso y servicial para su generación en Israel.
Jehová siguió revelándose a Samuel en Silo. Jehová añadió su parecer a Samuel por el espíritu y
palabra de profecía. El que comienza siendo bueno pronto comienza a hacer lo que es bueno.
LECCION Nº 15
EL PEQUEÑO MÁS VALIENTE

Hace mucho tiempo, en el antiguo Reino de Israel, nació, David, el hijo pequeño de un
pastor de Belén. David era un niño de familia humilde que ayudaba a su padre con las
ovejas mientras sus hermanos mayores luchaban en el ejército del rey Saúl, primer rey
de Israel, contra los filisteos.
Los filisteos tenían aterrorizados a los soldados del rey Saúl, pues entre su filas había
un guerrero de estatura descomunal llamado Goliat. Durante muchos días Goliat gritó a
los israelitas que eligieran a un hombre que peleara con él. Que el más valiente de
entre vosotros, israelitas, luche contra mí. Si él gana nosotros, los filisteos, seremos
vuestros esclavos, pero si pierde, seréis vosotros, israelitas, quienes se sometan.
Nadie quería luchar contra el gran Goliat, el guerrero más grande y temible de todos
los tiempos. Todos los días el joven David llevaba comida a sus hermanos al
campamento. Un día, David fue antes de lo habitual, por lo que escuchó la amenaza
del Goliat. ¿Qué es lo que pasa? ¿Por qué nadie quiere luchar? -preguntó David a sus
hermanos.
Goliat lleva cuarenta días así, pero nadie tiene suficiente valor para enfrentarse a ese
gigante malhumorado -respondió uno de sus hermanos. Si nadie lo hace, entonces iré
yo, dijo el joven David. Los hermanos de David se enfadaron muchísimo. La guerra no
es cosa tuya, niño enclenque -le dijo el mayor de sus hermanos-. Tu lugar está junto a
padre, cuidando ovejas. -Yo derrotaré al gigante -insistió David.
Algunos soldados que oyeron la conversación fueron corriendo a avisar al rey Saúl. El
rey se acercó a ver a David y le dijo: David, no puedes luchar contra Goliat. Eres
pequeño y joven, y Goliat es un gran guerrero con experiencia. Seré pequeño, pero soy
valiente -dijo David-. Yo maté un oso y un león que se llevaron las ovejas de mi padre.
Acabaré con ese filisteo también. Dios me dará ayuda. Ve entonces -dijo el rey Saúl- y
que Dios esté contigo.
David cogió cinco piedras de un río cercano y las metió en su morral, junto a su honda.
Fue entonces hacia donde estaba Goliat, él aceptó el desafío. Yo lucharé por mi pueblo.
Goliat se enojó mucho. No podía creer que el rey Saúl mandase a un joven y pequeño
pastor a luchar. Pero, aun así, aceptó. Acabaré contigo en un abrir y cerrar de ojos,
pequeña alimaña -bramó Goliat. Tú vienes a mí con una espada, una lanza y una
jabalina, pero yo voy contra ti en nombre de Dios. Con su ayuda te derribaré. Entonces,
David cogió su honda, colocó una piedra y la lanzó contra Goliat. La piedra impactó en
la frente del gigante con tanta fuerza y precisión que le hizo caer al suelo, derrotado.
Así fue como el joven y valiente David liberó a los israelitas de los filisteos y dio una
lección de valor, habilidad y fe a todo su pueblo. Años más tarde él seria el rey de Israel
LECCION Nº 16
EL PROFETA DIRECTO

Habían trascurrido casi cien años en el antiguo Israel desde la época del rey David,
quien había fijado un alto estándar de fidelidad e integridad al servir al
único Dios verdadero. Ahora, un rey malvado hizo más para provocar la ira de Dios,
más que todo los demás reyes de Israel habían hecho antes de él.

Nuestra historia bíblica de hoy es acerca de un profeta de Dios llamado Elías. En su


tiempo había un rey muy malo en Israel llamado Acab. Debido a las cosas malas que
Acab estaba haciendo (Construcción de altares y adoración a dioses ajenos). Elías le
indicó que no habría rocío ni lluvia por varios años hasta que él diera el mandato.
Debido a lo que le dijo Elías, Acab lo odió y deseaba hacerle daño.

El Señor le dijo a Elías: “Vete al oriente y escóndete junto al arroyo de Querit, cerca de
su desembocadura en el río Jordán. Bebe del arroyo y come lo que te den los cuervos.”
¿Sabes?, Dios les dijo a los pájaros que le llevaran alimentos a Elías todos los días.

Así que Elías hizo lo que Dios le dijo que hiciera y acampó al lado del arroyo. ¿Adivina
que pasó? Todas las mañanas y tardes los pájaros le traían pan y carne para que Elías
comiera y tenía suficiente para tomar como Dios le habría prometido.

Pregunte: ¿No es maravilloso como Dios cuidó de Elías? Bueno, es todavía más cierto
que Dios cuida de sus hijos hoy. Jesús mismo dijo: “Si Dios cuida de manera tan
maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por
seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? ‘Así que no se preocupen
por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos
pondremos?’” (Mateo 6:30-31).
LECCION Nº 17

Elías fue un profeta de Israel que vivió en una época en la que la adoración a Dios estaba
siendo sustituida por la adoración a dioses falsos o Baales. Elías denunció ante el pueblo esta
práctica y retó a los profetas de Baal a que demostraran cual era el verdadero Dios. En el
Monte Carmelo. Elías demostró que el Dios de Israel era el verdadero Dios, hizo bajar fuego del
cielo quemando el altar y los 400 profetas de Baal cayeron muertos.

Dios le dijo a Elías que Eliseo sería su sucesor.


Elías emprendió un viaje para encontrar a su sucesor. Cuando vio a Eliseo trabajando en el
campo supo que aquel joven sería el nuevo profeta, así que Elías se quitó su capa y la puso
sobre los hombros de Eliseo. Eliseo se despidió de sus padres y acompañó a Elías.

Elías le dijo a su alumno: Te ruego que te quedes aquí, porque Dios me mandó ir a Betel. Pero
Eliseo le dijo: Te juro por Dios, y por ti mismo, que no te dejaré ir solo. Así que los dos fueron a
Betel. Los profetas que estaban en Betel salieron a ver a Eliseo y le preguntaron: ¿Ya sabes que
hoy Dios se va a llevar a tu maestro? Él les contestó: Sí, ya lo sé, pero no digan nada.

Después Elías le dijo a Eliseo: Te ruego que te quedes aquí, porque Dios me mandó ir a la
ciudad de Jericó. Pero Eliseo le contestó: - Te juro por Dios, y por ti mismo, que no te dejaré ir
solo.
Un día cuando estaban en el río Jordán Elías golpeó con su capa el suelo y el río se dividió en
dos y ambos cruzaron por tierra seca. Cuando llegaron a la otra orilla Elías le dijo al joven
Eliseo: "Pídeme lo que quieras que haga por ti antes de que me vaya". Eliseo le pidió "Quiero
la doble porción de tu espíritu". Elías quedó sorprendido con esa petición y le dijo "la tendrás
si me ves cuando yo me vaya, pero si no me ves no recibirás nada"

Eliseo no podía quitarle el ojo de encima a Elías, no quería perderse en momento en el que su
amigo desapareciera. Mientras que iban caminando y conversando un carro en el cielo
apareció repentinamente. El carro era tirado por caballos de fuego. El carro se interpuso entre
los dos hombres y en un abrir y cerrar de ojos Elías se fue en un torbellino.

Eliseo se quedó asombrado, había contemplado toda la escena, veía los carros de Israel como
se habían llevado a Elías. Eliseo agarró el manto de Elías, se acercó al río Jordán y tal y como
había sucedido anteriormente el río se dividió en dos y Eliseo atravesó el río por tierra seca.
Mucha gente vio lo que había sucedido así que reconocieron que el espíritu de Elías estaba
sobre Eliseo.
LECCION Nº 18

SALOMÓN es un jovencito cuando llega a ser rey. Ama a Jehová, y sigue el buen consejo que su
padre David le dio. A Jehová le agrada Salomón, y por eso una noche le dice en un sueño:
‘Salomón, ¿qué quieres que te dé?

A esto Salomón contesta: ‘Jehová mi Dios, yo soy muy joven y no sé cómo gobernar. Por eso,
dame sabiduría para gobernar bien a tu pueblo.’
A Jehová le agrada lo que Salomón pide. Por eso dice: ‘Porque has pedido sabiduría y no larga
vida ni riquezas, te daré más sabiduría que a cualquier persona que haya vivido hasta ahora.
Pero, además de eso, yo te daré las cosas que no pediste, sí, te daré riquezas y gloria.

Poco tiempo después dos mujeres vienen a Salomón con un problema difícil. ‘Esta mujer y yo
vivimos en la misma casa,’ explica una. ‘Yo di a luz un nene, y dos días más tarde ella también
dio a luz un nene. Una noche, el bebé de ella murió. Pero mientras yo estaba dormida, ella
puso su nene muerto a mi lado y se llevó mi bebé. Cuando desperté y vi al nene muerto, noté
que no era el mío.
Al oír esto, la otra mujer dice: ‘¡No! ¡El nene vivo es mío y el muerto es de ella!’ La primera
mujer contesta: ‘¡No! ¡El muerto es tuyo y el vivo es mío!’ Así discuten las mujeres. ¿Qué va a
hacer Salomón?
Pide una espada, y, cuando se la traen, dice: ‘Corten en dos el bebé vivo, y den a cada mujer la
mitad. ‘¡No!’ grita la verdadera madre. ‘Por favor, no maten al bebé. ¡Dénselo a ella!’ Pero la
otra mujer dice: ‘No nos lo den a ninguna de las dos; córtenlo en dos.

Ahora Salomón dice: ‘¡No maten al nene! Dénselo a la primera mujer. Ella es la verdadera
madre.’ Salomón sabe esto porque la madre verdadera ama tanto al bebé que está dispuesta a
dárselo a la otra mujer para que no lo maten. Al oír la gente cómo Salomón ha resuelto el
problema, se alegra de tener un rey tan sabio.
Durante la gobernación de Salomón, Dios bendice al pueblo haciendo que la tierra dé mucho
trigo y cebada, uvas e higos y otros alimentos. La gente lleva buena ropa y vive en buenas
casas. De todo lo bueno hay suficiente para todos.
LECCION Nº 19
LECCION Nº 20

José y María vivían en Nazaret con Jesús y sus otros hijos e hijas. José trabajaba de
carpintero para mantener a su familia. Además, les enseñaba sobre Jehová y su Ley.
La familia tenía la costumbre de ir a la sinagoga para adorar a Dios y de ir a Jerusalén a
celebrar la Pascua todos los años.

Cuando Jesús tenía 12 años, su familia hizo el largo viaje a Jerusalén, como siempre.
La ciudad estaba llena de gente que también había ido a celebrar la Pascua. Al terminar
la fiesta, José y María comenzaron el viaje de regreso a casa pensando que Jesús iba
entre sus familiares. Pero cuando lo buscaron en el grupo, no lo encontraron.

Así que volvieron a Jerusalén y pasaron tres días buscando a su hijo. Por fin, lo
encontraron en el templo.

Allí estaba Jesús, sentado en medio de los maestros, escuchándolos con atención y
haciéndoles buenas preguntas. Los maestros estaban tan asombrados con lo que decía
Jesús que ellos empezaron a hacerle preguntas a él. Se quedaban impresionados con
sus respuestas.

Se dieron cuenta de que entendía bien la Ley de Jehová.

José y María habían estado muy preocupados. María dijo: “Hijo, te hemos estado
buscando por todas partes. ¿Dónde estabas?”. Y Jesús le respondió: “¿No sabían que
tengo que estar en la casa de mi Padre?”.

Jesús regresó con sus padres a Nazaret. Allí, José le enseñó a Jesús el oficio de
carpintero. ¿Qué piensas? ¿Cómo sería Jesús cuando era joven? Jesús siguió creciendo
y haciéndose más sabio. Y por eso Dios y la gente lo querían cada vez más.
LECCION Nº 21

Juan nunca conoció a su Primo Jesús de su infancia nada sabemos. Tal vez, siendo aún un
muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto
con la naturaleza le acercaba más a Dios. Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y
como alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y
principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el Reino de Dios.

Juan no conocía a Jesús; pero el Espíritu Santo le dijo que le vería en el Jordán, y le dio esta
señal para que lo reconociera: "Aquel sobre quien vieres que me poso en forma de paloma, Ese
es".

Habiendo llegado al Jordán, se puso a predicar a las gentes diciéndoles: Haced frutos dignos y
no estéis confiados diciendo: Tenemos por padre a Abraham, porque yo os aseguro que Dios es
capaz de hacer nacer de estas piedras hijos de Abraham. Mirad que ya está el hacha puesta a la
raíz de los árboles, y todo árbol que no dé buen fruto, será cortado y arrojado al fuego". Y las
gentes le preguntaron: "¿Qué es lo que debemos hacer?".

Y contestaba: "El que tenga dos túnicas que reparta con quien no tenga ninguna; y el que tenga
alimentos que haga lo mismo"… "Yo a la verdad os bautizo con agua para arrepentimiento;
pero el que ha de venir después de mí es más poderoso que yo, y yo no soy digno ni siquiera de
soltar la correa de sus sandalias. Él es el que ha de bautizar en el Espíritu Santo…"

Los judíos empezaron a sospechar si él era el Cristo que tenía que venir y enviaron a unos
sacerdotes a preguntarle "¿Tú quién eres?" El confesó claramente: "Yo no soy el Cristo"
Insistieron: "¿Pues cómo bautizas?" Respondió Juan, diciendo: "Yo bautizo con agua, pero en
medio de vosotros está Uno a quien vosotros no conocéis. Él es el que ha de venir después de
mí…"

Por este tiempo vino Jesús de Galilea al Jordán en busca de Juan para ser bautizado. Juan se
resistía a ello diciendo: "¡Yo debo ser bautizado por Ti y Tú vienes a mí! A lo cual respondió
Jesús, diciendo: "Déjame hacer esto ahora, así es como conviene que nosotros cumplamos
toda justicia". Entonces Juan condescendió con El.

Habiendo sido bautizado Jesús, al momento de salir del agua, y mientras hacía oración, se
abrieron los cielos y se vio al Espíritu de Dios que bajaba en forma de paloma y permaneció
sobre El. Y en aquel momento se oyó una voz del cielo que decía: "Este es mi Hijo muy amado,
en quien tengo todas mis complacencias".

Al día siguiente vio Juan a Jesús que venía a su encuentro, y al verlo dijo a los que estaban con
él: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo os
dije: Detrás de mí vendrá un varón, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que
yo"… Él es el Hijo de Dios".

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