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LA INTERCESIÓN

Dn 9:3 "Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio
y ceniza".

En términos bíblicos, la intercesión guarda relación con la súplica fiel y continua que
alguien realiza, particularmente a Dios, en favor de otra persona (o personas). La oración
es para que el Señor obre en su situación. La oración de Daniel en el cap. 9 es una
oración intercesora, en la cual él se identifica con sus hermanos judíos. Él confiesa el
pecado de ellos y suplica a Dios que los perdone, y restaure Jerusalén y a toda la nación.
La Biblia también registra la intercesión de Cristo y el Espíritu Santo, y de numerosos
hombres y mujeres piadosos a lo largo del Antiguo y del Nuevo Testamento.

LA INTERCESIÓN DE CRISTO Y DEL ESPÍRITU SANTO.

1. Durante su ministerio terrenal, Jesús oró por aquellos que estaban espiritualmente
perdidos (aquellos que no tenían una comunión personal con Dios, y no
estaban siguiendo sus propósitos) porque ellos eran aquellos que Él "vino a
buscar y a salvar" (Lc 19:10 Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se
había perdido).

- El tenía el corazón quebrantado, y lloró al entrar en la rebelde ciudad de


Jerusalén (Lc 19:41 Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,).

- Oró por sus discípulos, tanto por cada uno en particular (Lc 22:32 pero yo he
rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.)

- como por todos ellos como grupo (Jn 17:6-26).

- Incluso oró por sus enemigos mientras colgaba moribundo en la cruz (Lc
23:34 Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron
entre sí sus vestidos, echando suertes.).

2. Un aspecto continuo del actual ministerio de Cristo es interceder por nosotros


delante del Padre, (Dios)
- Ro 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también
resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por
nosotros.;

- Heb 7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan
a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.;

- Heb 9:24 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero,
sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;;
Juan llama a Jesús el "abogado" de los creyentes para con el Padre (1Jn 2:1 Hijitos míos,
estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para
con el Padre, a Jesucristo el justo). La intercesión de Cristo es necesaria para nuestra
salvación y permanente comunión con Dios ( Is 53:12 Por tanto, yo le daré parte con los
grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y
fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores.) Sin la gracia de Dios (i.e., favor y bondad inmerecidos), y la misericordia y
la ayuda que están disponibles a través de las constantes oraciones de Jesucristo,
nuestra comunión con Dios fracasaría. Nos apartaríamos de Él y volveríamos a ser
esclavos del pecado.

3. El Espíritu Santo también participa en la intercesión. Pablo declara: "Qué


hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede
por nosotros con gemidos indecibles" (Ro 8:26 Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos,
pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.) El Espíritu
Santo, por medio del espíritu humano de los que conocen a Cristo, intercede
"conforme a la voluntad de Dios" (Ro 8:27 Mas el que escudriña los corazones sabe
cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por
los santos.) Es decir, el Espíritu Santo se comunica con el Padre en perfecta unidad
con los propósitos de Dios. Así, Jesús intercede en el cielo por el creyente, y el
Espíritu intercede dentro del creyente en la tierra.

LA INTERCESIÓN DEL CREYENTE

Con frecuencia la Biblia se refiere a las oraciones intercesoras del pueblo de Dios, y
registra numerosos ejemplos de oraciones notables y poderosas

1. En el AT, reyes (1Cr 21:17; 2Cr 6:14-42), profetas (1R 18:41-45; Dn 9) y


sacerdotes (Esd 9:5-15; Jl 1:13; 2:17-18) dirigieron la oración intercesora por la
nación del pueblo de Dios. Ejemplos sobresalientes de intercesión en el AT
incluyen las oraciones de Abraham a favor de Ismael (Gn 17:18) y de Sodoma y
Gomorra (Gn 18:23-32), las oraciones de David por un hijo (25 12:16; 1Cr 29:19) y
la oración de Job por sus hijos (Job 1:5). En la vida de Moisés, vemos el ejemplo
supremo en el AT del poder de la oración intercesora. Hubo momentos en que él
rogó a Dios por la vida y el futuro del pueblo escogido de Dios. Por ejemplo,
después de que los israelitas se rebelaron contra el Señor y se negaron a entrar en
Canaán, Dios le dijo a Moisés que Él los destruiría y haría una nación más grande
por medio de Moisés (Nm 14:1-12). Entonces Moisés llevó el asunto al Señor en
oración y suplicó por el pueblo (Nm 14:13-19). Al terminar la oración de Moisés,
Dios le dijo: "Yo lo he perdonado conforme a tu dicho" (Nm 14:20; véase también
Éx 32:11-14; Nm 11:2; 12:13; 21:7; 27:5; Otros intercesores poderosos
mencionados en el AT fueron Elias (1R 18:21-46; Stg 5:16-18), Daniel (Dn 9:2-23)
y Nehemías (Neh 1:3-11).
2. El NT presenta aún más ejemplos de oraciones intercesoras. Los Evangelios (los
cuatro relatos bíblicos de la vida de Jesús: Mateo, Marcos, Lucas, Juan) registran
cómo padres y otros intercedieron ante Jesús en nombre de sus seres queridos.
Los padres rogaban a Jesús que sanara a sus hijos enfermos (Mr 5:22-43; In 4:47-
53); un grupo de madres le pidió a Jesús que bendijera a sus hijos (Mr 10:13); un
hombre pidió que su siervo fuera sanado (Mt 8:6-13), y la madre de Santiago y
Juan intercedió ante Jesús por ellos (Mt 20:20-21).

3. La iglesia del NT intercedía con frecuencia por diversas personas. Por ejemplo, la
iglesia en Jerusalén se reunió para orar por la liberación de Pedro de la cárcel (Hch
12:5, 12). La iglesia en Antioquía oraba por el éxito del ministerio de Bernabé y
Pablo (Hch 13:3). Santiago ordena específicamente a los ancianos de la iglesia que
oren por los enfermos (Stg 5:14), y a todos los cristianos a que oren "unos por
otros" (Stg 5:16; cf. Heb 13:18-19). Pablo va más lejos y pide que se presenten
oraciones por todos los hombres (1Ti 2:1-3).

4. El apóstol Pablo merece una mención especial. (Pablo fue un misionero pionero a
los gentiles, i.e..muchas de las cartas del NT). En muchas de sus cartas, habla de
sus propias oraciones por varias iglesias o personas (e.g., Ro 1:9-10; 2Co 13:7; Fil
1:4-11; Col 1:3, 9-12; 1Ts 1:2-3; 2Ts 1:11-12; 2Ti 1:3; Flm 1:4-6). las personas que
no eran judías, y un líder en la iglesia primitiva. Él fundó varias congregaciones, y
escribió ellos su ministerio tendría plena eficacia (Ro 15:30-32; 2Co 1:11; Ef 6:18-
20; Fil 1:19; Col 4:3-4; 1Ts 5:25; 2Ts 3:1-2).

Ocasionalmente incluye sus oraciones en la carta (e.g., Ef 1:15-19; 3:14-19; 1Ts 3:11-13).
Al mismo tiempo, con frecuencia Pablo pide a las iglesias que oren por él, sabiendo que
sólo mediante las oraciones de ellos su ministerio tendría plena eficacia (Ro 15:30-32; 2
Co 1:11; Ef 6:18-20; Fil 1:19; Col 4:3-4; 1 Ts 5:25; 2 Ts 3:1-2).

PROPÓSITOS DE LAS ORACIONES INTERCESORAS. En las numerosas oraciones


intercesoras en la Biblia, muchos de los fieles de Dios le suplicaron que desviara su juicio
(Gn 18:23-32; Nm 14:13-19; JI 2:17), restaurara a su pueblo (Neh 1; Dn 9), librara a
personas del peligro (Hch 12:5, 12; Ro 15:31) y bendijera a su pueblo (Nm 6:24-26; 1R
18:41-45; Sal 122:6-8). Los intercesores también oraron para que viniera el poder del
Espíritu Santo (Hch 8:15-17; Ef 13:14-17), y que las personas fueran sanadas (1R 17:20-
21; Hch 28:8; Stg 5:14-16). Las personas en el AT y NT presentaron oraciones a Dios por
el perdón de los pecados (Esd 9:5- 15; Dn 9; Hch 7:60), y para que las personas en
autoridad gobiernen bien (1Cr 29:19; 1T 2:1-2). También oraron por el crecimiento
espiritual de los creyentes (Fil 1:9-11; Col 1:10-11), por pastores eficientes (2Ti 1:3-7), por
la obra misionera eficaz (Mt 9:38; Ef 6:19-20), por la salvación espiritual itual de los demás
(Ro 10:1), y para que las personas alaben a Dios (Sal 67:3-5). Cualquier cosa que el
Espíritu Santo o la Biblia revele como la voluntad de Dios, como sus deseos, planes y
propósitos, puede ser propiamente el punto central de la oración intercesora. Un principio
invariable que Dios siempre honra es el poder de la oración y la fe que no cesan.

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