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PERICARDIO Y CORAZON

1 CORAZÓN
El corazón, algo más grande que un puño cerrado, es una bomba doble de presión y succión, autoadaptable, cuyas
partes trabajan al unísono para impulsar la sangre a todo el organismo. El lado derecho del corazón (corazón derecho)
recibe sangre poco oxigenada (venosa) procedente del cuerpo a través de la VCS y la VCI, y la bombea a través del
tronco y las arterias pulmonares hacia los pulmones para su oxigenación. El lado izquierdo del corazón (corazón
izquierdo) recibe sangre bien oxigenada (arterial) procedente de los pulmones, a través de las venas pulmonares, y la
bombea hacia la aorta para su distribución por el organismo.

El corazón tiene cuatro cavidades: atrios (aurículas) derecho e izquierdo y ventrículos derecho e izquierdo. Los atrios
son las cavidades receptoras que bombean sangre hacia los ventrículos (las cavidades de eyección). Las acciones
sincrónicas de bombeo de las dos bombas atrioventriculares (AV) (cavidades derechas e izquierdas) constituyen el ciclo
cardíaco. El ciclo empieza con un período de elongación y llenado ventricular (diástole) y finaliza con un período de
acortamiento y vaciado ventricular (sístole).

Con un fonendoscopio pueden oírse dos tonos o ruidos cardíacos: un ruido lub (1.º) cuando la sangre pasa desde el
atrio a los ventrículos, y un ruido dub (2.º) cuando los ventrículos expelen la sangre del corazón. Los ruidos cardíacos se
producen por el cierre súbito de las valvas unidireccionales que normalmente impiden el retorno del flujo sanguíneo
durante las contracciones del corazón.

La pared de cada cavidad cardíaca está formada, de superficie a profundidad, por tres capas:

1. El endocardio, una delgada capa interna (endotelio y tejido conectivo subendotelial), o membrana de
revestimiento del corazón, que también cubre sus valvas.
2. El miocardio, una gruesa capa media helicoidal, formada por músculo cardíaco.
3. El epicardio, una delgada capa externa (mesotelio) formada por la lámina visceral del pericardio seroso.

Las paredes del corazón están formadas en su mayor parte por miocardio, especialmente en los ventrículos. Cuando los
ventrículos se contraen, producen un movimiento de compresión debido a la orientación en doble hélice de las fibras
musculares cardíacas del miocardio. Este movimiento expulsa inicialmente la sangre de los ventrículos a medida que se
contrae la espiral más externa (basales), primero estrechando y después acortando el corazón, con lo que se reduce el
volumen de las cavidades ventriculares. La contracción secuencial continuada de la espiral más interna (apical) alarga el
corazón, que luego se ensancha cuando el miocardio se relaja brevemente, con lo que aumenta el volumen de las
cavidades para extraer la sangre de los atrios.

Las fibras musculares se fijan en el esqueleto fibroso del corazón. Este complejo armazón fibroso de colágeno denso
constituye cuatro anillos fibrosos que rodean los orificios de las valvas, los trígonos fibrosos derecho e izquierdo
(formados por conexiones entre los anillos) y las porciones membranosas de los tabiques interatrial e interventricular.

El esqueleto fibroso del corazón:

• Mantiene permeables los orificios de las valvas atrioventriculares y semilunares e impide su distensión excesiva
por el volumen de sangre que se bombea a través de ellos.
• Proporciona la inserción para las válvulas y cúspides de las valvas.
• Proporciona inserción para el miocardio, que cuando se desenrolla forma una banda continua de miocardio
ventricular, la cual se origina sobre todo en el anillo fibroso de la valva pulmonar y se inserta fundamentalmente
en el anillo fibroso de la valva aórtica.

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• Forma un «aislante» eléctrico al separar los impulsos desde los atrios y los ventrículos conducidos
mientéricamente, para que puedan contraerse de forma independiente, rodeándolos y proporcionando un paso
para la porción inicial del fascículo atrioventricular, parte del sistema de conducción del corazón.

Externamente, los atrios están separados de los ventrículos por el surco coronario (surco atrioventricular), y los
ventrículos derecho e izquierdo se separan uno de otro por los surcos interventriculares (IV), anterior y posterior. En una
cara anterior o posterior, el corazón tiene un aspecto trapezoidal, pero en tres dimensiones tiene una forma similar a
una pirámide invertida con un vértice (orientado anteriormente y hacia la izquierda), una base (opuesta al vértice,
dirigida sobre todo posteriormente) y cuatro caras.

El vértice del corazón:

Está formado por la porción inferolateral del ventrículo izquierdo. Se sitúa posterior al 5.º espacio intercostal izquierdo
en los adultos, generalmente a 9 cm del plano medio (la anchura de una mano). Suele permanecer inmóvil a lo largo de
todo el ciclo cardíaco. Es el punto donde los ruidos del cierre de la valva atrioventricular izquierda (mitral) son máximos
(choque de la punta); el vértice está debajo del lugar donde el latido puede auscultarse en la pared torácica.

La base del corazón:

• Constituye la cara posterior del corazón (opuesta al vértice).


• Está formada principalmente por el atrio izquierdo, con una contribución menor del derecho.
• Se orienta posteriormente hacia los cuerpos de las vértebras T6-T9 y está separada de ellas por el pericardio, el
seno oblicuo del pericardio, el esófago y la aorta.
• Se extiende superiormente hasta la bifurcación del tronco pulmonar e inferiormente hasta el surco coronario.
• Recibe las venas pulmonares en los lados izquierdo y derecho de su porción atrial izquierda, y las venas cavas
superior e inferior al nivel de los extremos superior e inferior de su porción atrial derecha.

Las cuatro caras del corazón son:

1. Cara anterior (esternocostal), formada principalmente por el ventrículo derecho.


2. Cara diafragmática (inferior), constituida principalmente por el ventrículo izquierdo y en parte por el ventrículo
derecho; está relacionada sobre todo con el centro tendinoso del diafragma.
3. Cara pulmonar derecha, constituida principalmente por el atrio derecho.
4. Cara pulmonar izquierda, formada principalmente por el ventrículo izquierdo; produce la impresión cardíaca en
el pulmón izquierdo.

El corazón tiene un aspecto trapezoidal en caras anterior y posterior.

Los cuatro bordes del corazón son:

1. Borde derecho (ligeramente convexo), formado por el atrio derecho y que se extiende entre la VCS y la VCI.
2. Borde inferior (casi horizontal), formado principalmente por el ventrículo derecho y una pequeña porción del
ventrículo izquierdo.
3. Borde izquierdo (oblicuo, casi vertical), formado principalmente por el ventrículo izquierdo y una pequeña
porción de la orejuela izquierda.
4. Borde superior, formado en una vista anterior por los atrios y orejuelas derechos e izquierdos; la aorta
ascendente y el tronco pulmonar emergen del borde superior y la VCS entra por su lado derecho. Posterior a la
aorta y al tronco pulmonar, y anterior a la VCS, el borde superior forma el límite inferior del seno transverso del
pericardio.

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El tronco pulmonar, de unos 5 cm de largo y 3 cm de ancho, es la continuación arterial del ventrículo derecho y se divide
en las arterias pulmonares derecha e izquierda. El tronco y las arterias pulmonares transportan sangre poco oxigenada
hacia los pulmones para su oxigenación.

1.1 ATRIO DERECHO


El atrio derecho forma el borde derecho del corazón y recibe sangre venosa de la VCS, la VCI y el seno coronario. La
orejuela derecha, semejante a una oreja, es un pequeño saco muscular cónico que se proyecta desde el atrio derecho
como un espacio adicional que incrementa la capacidad del atrio cuando se solapa con la aorta ascendente.

El interior del atrio derecho tiene:

• Una porción posterior lisa, de pared delgada (el seno de las venas cavas), donde desembocan la VCS, la VCI y el
seno coronario, transportando sangre pobre en oxígeno hacia el interior del corazón.
• Una pared muscular rugosa compuesta por músculos pectinados.
• Un orificio AV derecho a través del cual el atrio derecho descarga hacia el interior del ventrículo derecho la
sangre pobre en oxígeno que ha recibido.

Las porciones lisa y rugosa de la pared atrial están separadas externamente por un surco vertical poco profundo, el
surco terminal, e internamente por la cresta terminal. La VCS desemboca en la porción superior del atrio derecho a nivel
del 3.er cartílago costal derecho. La VCI desemboca en la porción inferior del atrio derecho casi en línea con la VCS, cerca
del nivel del 5.º cartílago costal.

El orificio del seno coronario, un corto tronco venoso que recibe la mayoría de las venas cardíacas, está entre el orificio
AV derecho y el orificio de la VCI. El tabique interatrial que separa los atrios tiene una depresión oval, del tamaño de la
huella de un pulgar, la fosa oval, que es un vestigio del foramen oval y su válvula en el feto.

1.2 VENTRÍCULO DERECHO


El ventrículo derecho forma la mayor porción de la cara anterior del corazón, una pequeña parte de la cara
diafragmática y casi la totalidad del borde inferior del corazón. Superiormente, se estrecha en un cono arterial, el cono
arterioso (infundíbulo), que conduce al tronco pulmonar. El interior del ventrículo derecho tiene unas elevaciones
musculares irregulares denominadas trabéculas carnosas. Una gruesa cresta muscular, la cresta supraventricular, separa
la pared muscular trabecular de la porción de entrada de la cavidad de la pared lisa del cono arterioso o porción de
salida del ventrículo derecho. La porción de entrada del ventrículo derecho recibe sangre del atrio derecho a través del
orificio atrioventricular derecho (tricúspide), que se localiza posterior al cuerpo del esternón al nivel de los espacios
intercostales 4.º y 5.º. El orificio AV derecho está rodeado por uno de los anillos fibrosos del esqueleto fibroso del
corazón. El anillo fibroso mantiene constante el calibre del orificio (lo suficientemente grande para permitir la entrada
de las puntas de tres dedos) y se opone a la dilatación que puede producirse por el paso forzado de sangre a diferentes
presiones a través de él.

La valva atrioventricular derecha o tricúspide cierra el orificio AV derecho. Las bases de las cúspides valvulares están
unidas al anillo fibroso alrededor del orificio. Debido a que el anillo fibroso mantiene el calibre del orificio, las cúspides
valvulares unidas contactan unas con las otras de la misma forma con cada latido cardíaco. Las cuerdas tendinosas se
insertan en los bordes libres y las caras ventriculares de las cúspides anterior, posterior y septal, de manera similar a las
cuerdas de un paracaídas. Las cuerdas tendinosas se originan en los vértices de los músculos papilares, que son
proyecciones musculares cónicas con sus bases unidas a la pared ventricular. Los músculos papilares empiezan a
contraerse antes que el ventrículo derecho, de modo que tensan las cuerdas tendinosas y mantienen unidas las
cúspides. Debido a que las cuerdas están unidas a los lados adyacentes de dos cúspides, impiden la separación de estas y
su inversión cuando se aplica tensión en las cuerdas durante la contracción ventricular (sístole), es decir, impiden que las
cúspides de la valva atrioventricular derecha sufran un prolapso (se dirijan hacia el interior del atrio derecho) cuando

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aumenta la presión ventricular. Así, mediante las cúspides de la válvula se bloquea el reflujo de sangre (flujo de sangre
retrógrado) desde el ventrículo derecho hacia el atrio derecho durante la sístole ventricular.

En el ventrículo derecho hay tres músculos papilares que se corresponde con las cúspides de la valva atrioventricular
derecha:

1. El músculo papilar anterior, el más grande y prominente de los tres, se origina en la pared anterior del
ventrículo derecho; sus cuerdas tendinosas se unen a las cúspides anterior y posterior de la valva
atrioventricular derecha.
2. El músculo papilar posterior, más pequeño que el músculo anterior, puede constar de varias porciones; se
origina en la pared inferior del ventrículo derecho y sus cuerdas tendinosas se unen a las cúspides posterior y
septal de la valva atrioventricular derecha.
3. El músculo papilar septal se origina en el tabique interventricular y sus cuerdas tendinosas se unen a las
cúspides anterior y septal de la valva atrioventricular derecha.

El tabique interventricular (TIV), constituido por las porciones membranosa y muscular, es una división robusta
dispuesta oblicuamente entre los ventrículos derecho e izquierdo, que forma parte de las paredes de ambos. Debido a la
elevada presión de la sangre en el ventrículo izquierdo, la porción muscular del TIV, que forma la mayor parte de este,
tiene el grosor del resto de la pared del ventrículo izquierdo (dos a tres veces más gruesa que la del derecho) y se comba
hacia el interior de la cavidad del ventrículo derecho. Superior y posteriormente, una fina membrana, parte del
esqueleto fibroso del corazón, forma la porción membranosa del TIV, mucho más pequeña. En el lado derecho, la
cúspide septal de la valva atrioventricular derecha está unida a la parte media de esta porción membranosa del
esqueleto fibroso. Esto significa que, inferior a la cúspide, la membrana es un TIV, pero superior a ella es un tabique
atrioventricular, que separa el atrio derecho del ventrículo izquierdo.

La trabécula septomarginal (banda moderadora) es un haz muscular curvado que atraviesa la cavidad ventricular
derecha desde la porción inferior del TIV hacia la base del músculo papilar anterior. Esta trabécula es importante, ya que
conduce parte de la rama derecha del fascículo atrioventricular, una parte del sistema de conducción del corazón hasta
el músculo papilar anterior. Este «atajo» a través de la cavidad del ventrículo parece facilitar el tiempo de conducción, lo
que permite la contracción coordinada del músculo papilar anterior.

El atrio derecho se contrae cuando el ventrículo derecho está vacío y relajado; así, la sangre es impulsada a través de
este orificio hacia el ventrículo derecho, empujando las cúspides de la valva atrioventricular derecha hacia un lado, como
si fueran cortinas. La sangre entra en el ventrículo derecho (tracto de entrada) posteriormente, y cuando el ventrículo se
contrae, la sangre sale hacia el tronco pulmonar (tracto de salida) superiormente y hacia la izquierda. En consecuencia,
la sangre sigue un recorrido en forma de U a través del ventrículo derecho, cambiando de dirección unos 140º. Este
cambio de dirección viene facilitado por la cresta supraventricular, que desvía el flujo entrante en la cavidad principal
del ventrículo y el flujo saliente en el cono arterioso hacia el orificio pulmonar. El orificio de entrada (AV) y el orificio de
salida (pulmonar) están separados entre sí unos 2 cm. La valva pulmonar en el vértice del cono arterioso está al nivel del
3.er cartílago costal izquierdo.

1.3 ATRIO IZQUIERDO


El atrio izquierdo forma la mayor parte de la base del corazón. En este atrio, de paredes lisas, entran los pares de venas
pulmonares derechas e izquierdas, carentes de válvulas. En el embrión sólo hay una vena pulmonar común, del mismo
modo que hay un único tronco pulmonar. La pared de esta vena y cuatro de sus tributarias han sido incorporadas a la
pared del atrio izquierdo del mismo modo que el seno venoso ha sido incorporado al derecho. La porción de la pared
derivada de la vena pulmonar embrionaria es lisa. La orejuela izquierda, tubular y musculosa, con una pared trabeculada
por los músculos pectinados, forma la porción superior del borde izquierdo del corazón y se superpone a la raíz del

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tronco pulmonar. Representa los vestigios de la porción izquierda del atrio primitivo. Una depresión semilunar en el
tabique interatrial señala el suelo de la fosa oval; la cresta que la rodea es la valva del foramen oval.

El interior del atrio izquierdo posee:

• Una porción más grande de pared lisa y una orejuela muscular más pequeña que contiene músculos pectinados.
• Cuatro venas pulmonares (dos superiores y dos inferiores) que penetran por su pared posterior lisa.
• Una pared ligeramente más gruesa que la del atrio derecho.
• Un tabique interatrial que se inclina posteriormente y hacia la derecha.

Un orificio AV izquierdo a través del cual el atrio izquierdo vierte la sangre oxigenada, que recibe de las venas
pulmonares, en el interior del ventrículo izquierdo.

1.4 VENTRÍCULO IZQUIERDO


El ventrículo izquierdo forma el vértice del corazón, casi toda su cara y borde izquierdos (pulmonares), y la mayor parte
de la cara diafragmática. Debido a que la presión arterial es mucho más alta en la circulación sistémica que en la
pulmonar, el ventrículo izquierdo desarrolla más trabajo que el derecho. El interior del ventrículo izquierdo tiene:

• Paredes que son entre dos y tres veces más gruesas que las del ventrículo derecho.
• Paredes cubiertas con gruesas crestas musculares, trabéculas carnosas, que son más delgadas y más numerosas
que las del ventrículo derecho.
• Una cavidad cónica más larga que la del ventrículo derecho.
• Unos músculos papilares anterior y posterior mayores que los del ventrículo derecho.
• Una porción de salida de pared lisa, no muscular y superoanterior, el vestíbulo de la aorta, que conduce hacia el
orificio y la valva aórticos.
• Una valva AV izquierda o valva mitral, con dos válvulas que cierra el orificio AV izquierdo.
• Un orificio aórtico situado en su porción posterosuperior derecha y rodeado por un anillo fibroso al que se unen
las tres válvulas —derecha, posterior e izquierda— de la valva aórtica; la aorta ascendente tiene su origen en el
orificio aórtico.

La valva atrioventricular izquierda (mitral) tiene dos cúspides, anterior y posterior. La valva atrioventricular izquierda se
localiza posterior al esternón al nivel del 4.º cartílago costal. Cada una de estas cúspides recibe cuerdas tendinosas de
más de un músculo papilar. Estos músculos y sus cuerdas sostienen la valva, permitiendo que las cúspides resistan la
presión desarrollada durante las contracciones (bombeo) del ventrículo izquierdo. Las cuerdas tendinosas se tensan,
justo antes de la sístole y durante esta, impidiendo que las cúspides sean empujadas hacia el interior del atrio izquierdo.
A medida que atraviesa el ventrículo izquierdo, el torrente sanguíneo experimenta dos giros en ángulo recto, cuyo
resultado conjunto es un cambio de dirección de 180º. Esta inversión del flujo tiene lugar alrededor de la cúspide
anterior de la valva atrioventricular izquierda.

La valva aórtica semilunar, entre el ventrículo izquierdo y la aorta ascendente, está situada oblicuamente. Se localiza
posterior al lado izquierdo del esternón al nivel del 3.er espacio intercostal.

1.5 VALVAS SEMILUNARES


Cada una de las tres válvulas semilunares de la valva pulmonar (anterior, derecha e izquierda), al igual que las válvulas
semilunares de la valva aórtica (posterior, derecha e izquierda), es cóncava cuando se ve superiormente. Las válvulas
semilunares no tienen cuerdas tendinosas que las sostengan. Su área es más pequeña que la de las cúspides de las
valvas AV, y la fuerza ejercida sobre ellas es menos de la mitad que la ejercida sobre las cúspides de las valvas
atrioventriculares derecha e izquierda. Las válvulas se proyectan en la arteria, pero son presionadas hacia (y no contra)
sus paredes a medida que la sangre sale del ventrículo. Tras la relajación del ventrículo (diástole), la retracción elástica
de la pared del tronco pulmonar o de la aorta hace retroceder la sangre hacia el corazón. Sin embargo, las válvulas se
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cierran bruscamente, como un paraguas plegado por el viento, y así atrapan el flujo sanguíneo revertido. Se juntan para
cerrar por completo el orificio, apoyándose una en la otra a medida que sus bordes se encuentran y evitando así que
una cantidad importante de sangre retorne al ventrículo.

El borde de cada válvula se engrosa en la región de contacto, formando la lúnula; el vértice del borde angulado libre se
engrosa adicionalmente formando el nodo. Inmediatamente superior a cada válvula semilunar, las paredes de los
orígenes del tronco pulmonar y la aorta están ligeramente dilatadas, formando un seno. Los senos aórticos y los senos
del tronco pulmonar (senos pulmonares) son espacios situados en el origen del tronco pulmonar y de la aorta
ascendente, entre la pared dilatada del vaso y cada válvula de las valvas semilunares. La sangre que se encuentra en los
senos y en la dilatación de la pared evita que las válvulas golpeen contra la pared del vaso, lo que podría impedir el
cierre.

El orificio de entrada a la arteria coronaria derecha está en el seno aórtico derecho; el de la coronaria izquierda está en
el seno aórtico izquierdo, y en el seno aórtico posterior (no coronario) no se origina arteria alguna.

1.6 VASCULARIZACIÓN DEL CORAZÓN


Los vasos sanguíneos del corazón comprenden las arterias coronarias y las venas cardíacas, que llevan sangre hacia y
desde la mayor parte del miocardio. El endocardio y parte del tejido subendocárdico localizado inmediatamente externo
al endocardio reciben oxígeno y nutrientes por difusión o directamente por microvascularización desde las cavidades del
corazón. Los vasos sanguíneos del corazón, normalmente embebidos en tejido graso, recorren la superficie del corazón
justamente profundos al epicardio. En ocasiones, partes de los vasos se integran en el miocardio. La inervación de los
vasos sanguíneos del corazón corresponde tanto al sistema simpático como al parasimpático. Irrigación arterial del
corazón. Las arterias coronarias, las primeras ramas de la aorta, irrigan el miocardio y el epicardio. Las arterias
coronarias derecha e izquierda se originan de los correspondientes senos aórticos en la parte proximal de la aorta
ascendente, justo por encima de la valva aórtica, y pasan alrededor de los lados opuestos del tronco pulmonar. Las
arterias coronarias irrigan tanto los atrios como los ventrículos; sin embargo, las ramas atriales suelen ser cortas y no se
ven fácilmente en el corazón del cadáver. La distribución ventricular de cada arteria coronaria no está claramente
delimitada. La arteria coronaria derecha (ACD) se origina en el seno aórtico derecho de la aorta ascendente y pasa al
lado derecho del tronco pulmonar, discurriendo por el surco coronario. Cerca de su origen, la ACD normalmente da
origen a una rama para el nodo sinoatrial (SA) ascendente, que irriga el nodo SA. La ACD desciende entonces por el surco
coronario y da origen a la rama marginal derecha, que irriga el borde derecho del corazón a medida que discurre hacia el
vértice (aunque no lo alcanza). Después de emitir esta rama, la ACD gira hacia la izquierda y continúa por el surco
coronario hacia la cara posterior del corazón. En la cara posterior de la cruz del corazón —la unión de los tabiques
interatrial e interventricular entre las cuatro cavidades del corazón— la ACD da origen a la rama para el nodo
atrioventricular (AV), que irriga el nodo AV. Los nódulos SA y AV forman parte del sistema de conducción del corazón.

El predominio del sistema arterial coronario viene definido por cuál es la arteria que da origen a la rama interventricular
(IV) posterior (arteria descendente posterior). El predominio de la ACD es lo más habitual (en un 67 % de los sujetos); la
ACD da origen a una rama grande, la rama interventricular posterior, que desciende en el surco IV posterior hacia el
vértice del corazón. Esta rama irriga áreas adyacentes de ambos ventrículos y envía ramas septales interventriculares
perforantes para el TIV. La rama terminal (ventricular izquierda) de la ACD continúa entonces, en un recorrido corto, por
el surco coronario. Así, en el patrón de distribución más frecuente, la ACD irriga la cara diafragmática del corazón.

Habitualmente, la ACD irriga:

• El atrio derecho.
• La mayor parte del ventrículo derecho.
• Parte del ventrículo izquierdo (la cara diafragmática).
• Parte del TIV (normalmente el tercio posterior).

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• El nodo SA (en un 60 % de la población).
• El nodo AV (en un 80 % de la población).

La arteria coronaria izquierda (ACI) se origina en el seno aórtico izquierdo de la aorta ascendente, pasa entre la orejuela
izquierda y el lado izquierdo del tronco pulmonar, y discurre por el surco coronario. En un 40 % de las personas,
aproximadamente, la rama del nodo SA se origina de la rama circunfleja de la ACI y asciende por la cara posterior del
atrio izquierdo hacia el nodo SA. Cuando entra en el surco coronario, en el extremo superior del surco IV anterior, la ACI
se divide en dos ramas, la rama interventricular anterior (los clínicos siguen utilizando el término DAI, abreviatura de
arteria «descendente anterior izquierda») y la rama circunfleja.

1.7 IRRIGACIÓN ARTERIAL DEL CORAZÓN


Arteria/rama Origen Recorrido Distribución Anastomosis
Coronaria derecha. Seno aórtico derecho. Sigue el surco Atrio derecho, nódulos Ramas circunfleja e IV
coronario (AV) entre SA y AV y porción anterior de la ACI.
atrios y ventrículos. posterior del TIV.
Del nodo SA. ACD cerca de su origen Asciende hacia el nodo Tronco pulmonar y
(en el 60%). SA. nodo SA.
Marginal derecha. ACD. Pasa hacia el borde Ventrículo derecho y Ramas IV.
inferior del corazón y el vértice del corazón.
vértice.
Interventricular ACD (en el 67%). Discurre en el surco IV Ventrículos derecho e Rama IV anterior de la
posterior. posterior hacia el izquierdo y tercio ACI (en el vértice)
vértice del corazón. posterior del TIV.
Del nodo AV. ACD cerca del origen de Pasa hacia el nodo AV. Nodo AV.
la arteria IV posterior.
Coronaria izquierda. Seno aórtico izquierdo. Discurre por el surco La mayor parte del ACD.
coronario y da origen a atrio y del ventrículo
las ramas IV anterior y izquierdos, TIV y
circunfleja. fascículo AV; puede
irrigar el nodo AV.
Del nodo SA. Rama circunfleja de la Asciende sobre la Atrio izquierdo y nodo
ACI (en un 40%). superficie posterior del SA.
atrio izquierdo hacia el
nodo SA.
Interventricular ACI. Pasa a lo largo del Ventrículos derecho e Rama IV posterior de la
anterior. surco IV anterior hacia izquierdo; dos tercios ACD (en el vértice)
el vértice. anteriores del TIV.
Circunfleja. ACI. Pasa hacia la izquierda Atrio y ventrículo ACD.
por el surco coronario y izquierdos.
discurre hacia la cara
posterior del corazón.
Marginal izquierda. Rama circunfleja de la Sigue el borde Ventrículo izquierdo. Ramas IV.
ACI. izquierdo del corazón.
Interventricular ACI (en un 33%). Discurre en el surco IV Ventrículos derecho e Rama IV anterior de la
posterior. posterior hacia el izquierdo, y tercio ACI (en el vértice).
vértice del corazón. posterior del TIV.
La rama interventricular anterior pasa a lo largo del surco IV anterior hasta el vértice del corazón. En ese punto, gira
alrededor del borde inferior del corazón y generalmente se anastomosa con la rama IV posterior de la ACD. La rama IV
anterior irriga porciones adyacentes de ambos ventrículos y, a través de ramas septales IV, los dos tercios anteriores del
TIV. En muchas personas, la rama IV anterior da origen a una rama lateral (arteria diagonal), que desciende por la cara
anterior del corazón.

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La rama circunfleja de la ACI, más pequeña, sigue el surco coronario alrededor del borde izquierdo del corazón hasta la
cara posterior de este. La rama marginal izquierda de la rama circunfleja sigue el borde izquierdo del corazón e irriga el
ventrículo izquierdo. Habitualmente, la rama circunfleja de la ACI termina en el surco coronario en la cara posterior del
corazón, antes de alcanzar la cruz del corazón, aunque en alrededor de un tercio de los corazones continúa para emitir
una rama que discurre por el surco IV posterior, o adyacente a él.

Habitualmente, la ACI irriga:

• El atrio izquierdo.
• La mayor parte del ventrículo izquierdo.
• Parte del ventrículo derecho.
• La mayor parte del TIV (normalmente sus dos tercios anteriores), incluido el fascículo AV del tejido de
conducción, a través de sus ramas septales IV perforantes.
• El nodo SA (en un 40 % de la población).

Variaciones de las arterias coronarias. Las variaciones en los patrones de ramificación de las arterias coronarias son
frecuentes. En el patrón dominante derecho, más común, que presenta un 67 % de las personas, la ACD y la ACI
comparten de forma similar la irrigación sanguínea del corazón. En aproximadamente el 15 % de los corazones, la ACI es
dominante en el sentido de que la rama IV posterior es una rama de la arteria circunfleja. Hay codominancia en un 18 %
de las personas, en las que las ramas de la ACD y la ACI alcanzan la cruz y dan ramas que discurren por el surco IV
posterior o cerca de él. Unas pocas personas presentan una única arteria coronaria. En otras, la arteria circunfleja se
origina en el seno aórtico derecho. Un 4 % de las personas tiene una arteria coronaria accesoria.

Circulación coronaria colateral. Las ramas de las arterias coronarias se consideran arterias terminales funcionales
(arterias que irrigan regiones del miocardio que carecen de suficientes anastomosis con otras ramas grandes para
mantener viable el tejido en caso de oclusión). No obstante, existen anastomosis entre ramas de las arterias coronarias,
subepicárdicas o miocárdicas, y entre estas arterias y vasos extracardíacos, como los vasos torácicos. Hay anastomosis
entre las terminaciones de las arterias coronarias derecha e izquierda en el surco coronario y entre las ramas IV
alrededor del vértice en aproximadamente el 10 % de corazones aparentemente normales. La posibilidad de desarrollo
de circulación colateral existe, probablemente, en la mayoría de los corazones, si no en todos.

Drenaje venoso del corazón. El corazón es drenado sobre todo por venas que desembocan en el seno coronario y
parcialmente por pequeñas venas que desembocan en el atrio derecho. El seno coronario, la vena principal del corazón,
es un conducto venoso amplio que discurre de izquierda a derecha en la porción posterior del surco coronario. El seno
coronario recibe a la vena cardíaca magna en su extremo izquierdo y a las venas cardíacas media y menor en el derecho.
La vena posterior del ventrículo izquierdo y la vena marginal izquierda también desembocan en el seno coronario.

La vena cardíaca magna es la tributaria principal del seno coronario. Su primera porción, la vena interventricular
anterior, empieza cerca del vértice del corazón y asciende con la rama interventricular anterior de la ACI. En el surco
coronario gira a la izquierda y su segunda porción rodea el lado izquierdo del corazón con la rama circunfleja de la ACI
para llegar al seno coronario. (Una situación poco corriente se produce aquí: ¡la sangre fluye en la misma dirección en la
arteria y la vena pareadas!) La vena cardíaca magna drena las áreas del corazón irrigadas por la ACI.

La vena cardíaca media (vena interventricular posterior) acompaña a la rama interventricular posterior (que
normalmente se origina en la ACD). Una vena cardíaca menor acompaña a la rama marginal derecha de la ACD. De ese
modo, estas dos venas drenan la mayor parte de las áreas que normalmente irriga la ACD. La vena oblicua del atrio
izquierdo es un pequeño vaso, relativamente poco importante en la vida posnatal, que desciende sobre la pared
posterior del atrio izquierdo y se fusiona con la vena cardíaca magna para formar el seno coronario (delimitando el
comienzo del seno). La vena oblicua es el vestigio de la VCS izquierda embrionaria, que normalmente se atrofia durante
el período fetal, aunque a veces persiste en los adultos, sustituyendo o potenciando la VCS derecha.
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Algunas venas cardíacas no drenan a través del seno coronario. Varias pequeñas venas cardíacas anteriores empiezan
sobre la cara anterior del ventrículo derecho, cruzan el surco coronario y, normalmente, desembocan directamente en
el atrio derecho; a veces lo hacen en la vena cardíaca menor. Las venas cardíacas mínimas son vasos diminutos que
empiezan en los lechos capilares del miocardio y desembocan directamente en las cavidades del corazón, sobre todo en
los atrios. Aunque se denominan venas, son comunicaciones sin válvulas con los lechos capilares del miocardio y pueden
transportar sangre desde las cavidades cardíacas hasta el miocardio.

1.8 SISTEMAS DE ESTIMULACIÓN, CONDUCCIÓN Y REGULACIÓN DEL CORAZÓN.


Sistema de estimulación y conducción del corazón. En la secuencia ordinaria de acontecimientos del ciclo cardíaco, el
atrio y el ventrículo actúan conjuntamente como una bomba. El sistema de conducción del corazón genera y transmite
los impulsos que producen las contracciones coordinadas del ciclo cardíaco. El sistema de conducción está formado por
tejido nodal que inicia el latido y coordina las contracciones de las cuatro cavidades cardíacas, y por fibras de
conducción, altamente especializadas, que las conducen rápidamente a las diferentes áreas del corazón. Los impulsos se
propagan entonces por las células del músculo estriado cardíaco, de forma que las paredes de las cavidades se contraen
simultáneamente.

El nódulo SA está situado a nivel anterolateral justamente profundo al epicardio en la unión de la VCS y el atrio derecho,
cerca del extremo superior del surco terminal. El nódulo SA—una pequeña acumulación de tejido nodal, fibras
musculares cardíacas especializadas, y tejido conectivo fibroelástico asociado—es el marcapasos del corazón. El nódulo
SA inicia y regula los impulsos para las contracciones del corazón, proporcionando un impulso unas 70 veces por minuto
en la mayoría de las personas, la mayor parte del tiempo. La señal de contracción desde el nódulo SA se propaga de
forma miógena (a través del músculo) de ambos atrios. El nódulo SA está irrigado por la arteria del nódulo SA, que se
origina habitualmente como una rama auricular (atrial) de la ACD (en el 60 % de las personas), aunque a menudo se
origina en la ACI (en el 40 %). El nódulo SA es estimulado por la división simpática del sistema nervioso autónomo para
acelerar la frecuencia cardíaca y es inhibido por la división parasimpática para volver o aproximarse a la frecuencia basal.

El nódulo atrioventricular es una agrupación más pequeña de tejido nodal que la del nódulo SA. Está localizado en la
región posteroinferior del TIV, cerca del orificio del seno coronario. La señal generada por el nódulo SA pasa a través de
las paredes del atrio derecho y se propaga por el músculo cardíaco (conducción miógena), que transmite la señal
rápidamente desde el nódulo SA al nódulo AV. A continuación, el nódulo AV distribuye la señal hacia los ventrículos a
través del fascículo atrioventricular. La estimulación simpática acelera la conducción y la estimulación parasimpática la
lentifica. El fascículo AV, el único puente de conducción entre los miocardios atrial y ventricular, pasa desde el nódulo AV
a través del esqueleto fibroso del corazón y a lo largo de la porción membranosa del TIV.

En la unión de las porciones membranosa y muscular del TIV, el fascículo AV se divide en las ramas derecha e izquierda
del fascículo. Estas ramas pasan por cada lado de la porción muscular del TIV profundas al endocardio y luego se
ramifican en ramas subendocárdicas (fibras de Purkinje), que se extienden por las paredes de los ventrículos respectivos.
Las ramas subendocárdicas de la rama derecha estimulan el músculo del TIV, el músculo papilar anterior a través de la
trabécula septomarginal (banda moderadora), y la pared del ventrículo derecho. La rama izquierda se divide cerca de su
origen en, aproximadamente, seis haces más pequeños, que dan lugar a ramas subendocárdicas que estimulan el TIV,
los músculos papilares anterior y posterior, y la pared del ventrículo izquierdo.

El nódulo AV está irrigado por la arteria del nódulo atrioventricular, la más grande y generalmente la primera rama
septal IV de la arteria IV posterior, una rama de la ACD en el 80 % de las personas. Así, la irrigación arterial tanto del
nódulo SA como la del AV procede normalmente de la ACD. Sin embargo, el fascículo AV atraviesa el centro del TIV, los
dos tercios del cual están irrigados por ramas septales de la rama IV anterior de la ACI.

La generación del impulso y su conducción pueden resumirse del siguiente modo:

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• El nódulo SA inicia un impulso que es conducido rápidamente hacia las fibras musculares cardíacas de los atrios
y provoca su contracción.
• El impulso se propaga mediante conducción miogénica, que transmite el impulso rápidamente desde el nódulo
SA al nódulo AV.
• La señal se distribuye desde el nódulo AV a través del fascículo AV y sus ramas derecha e izquierda, que pasan
por cada lado del TIV para dar ramas subendocárdicas a los músculos papilares y a las paredes de los ventrículos.

Inervación del corazón. El corazón está inervado por fibras nerviosas autónomas procedentes del plexo cardíaco, que a
menudo bastante artificialmente se divide en porción superficial y porción profunda. Esta red nerviosa, según se
describe con más frecuencia, está situada sobre la superficie anterior de la bifurcación de la tráquea (una estructura
respiratoria), ya que en la disección se observa habitualmente después de extirpar la aorta ascendente y la bifurcación
del tronco pulmonar. Sin embargo, su relación primaria es con la cara posterior de estas dos últimas estructuras, en
especial la aorta ascendente. El plexo cardíaco está formado por fibras simpáticas y parasimpáticas en ruta hacia el
corazón, así como por fibras aferentes viscerales que conducen fibras reflejas y nociceptivas desde el corazón. Las fibras
se dirigen desde el plexo a lo largo y hacia los vasos coronarios y los componentes del sistema de conducción, en
particular el nodo SA.

La inervación simpática procede de fibras presinápticas, cuyos cuerpos celulares residen en los núcleos
intermediolaterales (astas laterales) de los cinco o seis segmentos torácicos superiores de la médula espinal, y de fibras
simpáticas postsinápticas con cuerpos celulares en los ganglios paravertebrales cervicales y torácicos superiores de los
troncos simpáticos. Las fibras postsinápticas atraviesan los nervios esplácnicos cardiopulmonares y el plexo cardíaco, y
terminan en los nódulos SA y AV, y se relacionan con las terminaciones de las fibras parasimpáticas en las arterias
coronarias. La estimulación simpática aumenta la frecuencia cardíaca, la conducción del impulso y la fuerza de
contracción, y al mismo tiempo aumenta el flujo a través de los vasos coronarios para soportar este aumento de la
actividad. La estimulación adrenérgica del nodo SA y del tejido de conducción aumenta la frecuencia de despolarización
de las células marcapasos mientras aumenta la conducción AV. La estimulación adrenérgica directa a partir de fibras
nerviosas simpáticas, así como la estimulación hormonal suprarrenal indirecta, aumentan la contractilidad atrial y
ventricular. La mayor parte de los receptores adrenérgicos de los vasos coronarios son receptores b2, que al ser
activados producen relajación (o quizás inhibición) del músculo liso vascular y, por consiguiente, dilatación de las
arterias. Esto aporta más oxígeno y nutrientes al miocardio durante los períodos de mayor actividad.

El sistema cardiovascular está formado por el corazón, que bombea la sangre a todo el cuerpo, y los vasos sanguíneos,
que forman una red cerrada de conductos que transportan la sangre. Hay tres tipos de vasos sanguíneos

• Las arterias, que transportan la sangre desde el corazón.


• Las venas, que conducen la sangre al corazón.
• Los capilares, que conectan las arterias y las venas; son los vasos sanguíneos de menor tamaño y constituyen la
localización en la que tiene lugar el intercambio de oxígeno, nutrientes y residuos entre sangre y tejidos.

2 BIBLIOGRAFÍA
Moore k. L., Dalley A. F. & Agur A. M. (2013). Anatomía con orientación clínica. Barcelona, España, Wolters Kluwer.

Moore k. L., Dalley A. F. & Agur A. M. (2018). Anatomía con orientación clínica. Barcelona, España, Wolters Kluwer.

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