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1 CORAZÓN
El corazón, algo más grande que un puño cerrado, es una bomba doble de presión y succión, autoadaptable, cuyas
partes trabajan al unísono para impulsar la sangre a todo el organismo. El lado derecho del corazón (corazón derecho)
recibe sangre poco oxigenada (venosa) procedente del cuerpo a través de la VCS y la VCI, y la bombea a través del
tronco y las arterias pulmonares hacia los pulmones para su oxigenación. El lado izquierdo del corazón (corazón
izquierdo) recibe sangre bien oxigenada (arterial) procedente de los pulmones, a través de las venas pulmonares, y la
bombea hacia la aorta para su distribución por el organismo.
El corazón tiene cuatro cavidades: atrios (aurículas) derecho e izquierdo y ventrículos derecho e izquierdo. Los atrios
son las cavidades receptoras que bombean sangre hacia los ventrículos (las cavidades de eyección). Las acciones
sincrónicas de bombeo de las dos bombas atrioventriculares (AV) (cavidades derechas e izquierdas) constituyen el ciclo
cardíaco. El ciclo empieza con un período de elongación y llenado ventricular (diástole) y finaliza con un período de
acortamiento y vaciado ventricular (sístole).
Con un fonendoscopio pueden oírse dos tonos o ruidos cardíacos: un ruido lub (1.º) cuando la sangre pasa desde el
atrio a los ventrículos, y un ruido dub (2.º) cuando los ventrículos expelen la sangre del corazón. Los ruidos cardíacos se
producen por el cierre súbito de las valvas unidireccionales que normalmente impiden el retorno del flujo sanguíneo
durante las contracciones del corazón.
La pared de cada cavidad cardíaca está formada, de superficie a profundidad, por tres capas:
1. El endocardio, una delgada capa interna (endotelio y tejido conectivo subendotelial), o membrana de
revestimiento del corazón, que también cubre sus valvas.
2. El miocardio, una gruesa capa media helicoidal, formada por músculo cardíaco.
3. El epicardio, una delgada capa externa (mesotelio) formada por la lámina visceral del pericardio seroso.
Las paredes del corazón están formadas en su mayor parte por miocardio, especialmente en los ventrículos. Cuando los
ventrículos se contraen, producen un movimiento de compresión debido a la orientación en doble hélice de las fibras
musculares cardíacas del miocardio. Este movimiento expulsa inicialmente la sangre de los ventrículos a medida que se
contrae la espiral más externa (basales), primero estrechando y después acortando el corazón, con lo que se reduce el
volumen de las cavidades ventriculares. La contracción secuencial continuada de la espiral más interna (apical) alarga el
corazón, que luego se ensancha cuando el miocardio se relaja brevemente, con lo que aumenta el volumen de las
cavidades para extraer la sangre de los atrios.
Las fibras musculares se fijan en el esqueleto fibroso del corazón. Este complejo armazón fibroso de colágeno denso
constituye cuatro anillos fibrosos que rodean los orificios de las valvas, los trígonos fibrosos derecho e izquierdo
(formados por conexiones entre los anillos) y las porciones membranosas de los tabiques interatrial e interventricular.
• Mantiene permeables los orificios de las valvas atrioventriculares y semilunares e impide su distensión excesiva
por el volumen de sangre que se bombea a través de ellos.
• Proporciona la inserción para las válvulas y cúspides de las valvas.
• Proporciona inserción para el miocardio, que cuando se desenrolla forma una banda continua de miocardio
ventricular, la cual se origina sobre todo en el anillo fibroso de la valva pulmonar y se inserta fundamentalmente
en el anillo fibroso de la valva aórtica.
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• Forma un «aislante» eléctrico al separar los impulsos desde los atrios y los ventrículos conducidos
mientéricamente, para que puedan contraerse de forma independiente, rodeándolos y proporcionando un paso
para la porción inicial del fascículo atrioventricular, parte del sistema de conducción del corazón.
Externamente, los atrios están separados de los ventrículos por el surco coronario (surco atrioventricular), y los
ventrículos derecho e izquierdo se separan uno de otro por los surcos interventriculares (IV), anterior y posterior. En una
cara anterior o posterior, el corazón tiene un aspecto trapezoidal, pero en tres dimensiones tiene una forma similar a
una pirámide invertida con un vértice (orientado anteriormente y hacia la izquierda), una base (opuesta al vértice,
dirigida sobre todo posteriormente) y cuatro caras.
Está formado por la porción inferolateral del ventrículo izquierdo. Se sitúa posterior al 5.º espacio intercostal izquierdo
en los adultos, generalmente a 9 cm del plano medio (la anchura de una mano). Suele permanecer inmóvil a lo largo de
todo el ciclo cardíaco. Es el punto donde los ruidos del cierre de la valva atrioventricular izquierda (mitral) son máximos
(choque de la punta); el vértice está debajo del lugar donde el latido puede auscultarse en la pared torácica.
1. Borde derecho (ligeramente convexo), formado por el atrio derecho y que se extiende entre la VCS y la VCI.
2. Borde inferior (casi horizontal), formado principalmente por el ventrículo derecho y una pequeña porción del
ventrículo izquierdo.
3. Borde izquierdo (oblicuo, casi vertical), formado principalmente por el ventrículo izquierdo y una pequeña
porción de la orejuela izquierda.
4. Borde superior, formado en una vista anterior por los atrios y orejuelas derechos e izquierdos; la aorta
ascendente y el tronco pulmonar emergen del borde superior y la VCS entra por su lado derecho. Posterior a la
aorta y al tronco pulmonar, y anterior a la VCS, el borde superior forma el límite inferior del seno transverso del
pericardio.
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El tronco pulmonar, de unos 5 cm de largo y 3 cm de ancho, es la continuación arterial del ventrículo derecho y se divide
en las arterias pulmonares derecha e izquierda. El tronco y las arterias pulmonares transportan sangre poco oxigenada
hacia los pulmones para su oxigenación.
• Una porción posterior lisa, de pared delgada (el seno de las venas cavas), donde desembocan la VCS, la VCI y el
seno coronario, transportando sangre pobre en oxígeno hacia el interior del corazón.
• Una pared muscular rugosa compuesta por músculos pectinados.
• Un orificio AV derecho a través del cual el atrio derecho descarga hacia el interior del ventrículo derecho la
sangre pobre en oxígeno que ha recibido.
Las porciones lisa y rugosa de la pared atrial están separadas externamente por un surco vertical poco profundo, el
surco terminal, e internamente por la cresta terminal. La VCS desemboca en la porción superior del atrio derecho a nivel
del 3.er cartílago costal derecho. La VCI desemboca en la porción inferior del atrio derecho casi en línea con la VCS, cerca
del nivel del 5.º cartílago costal.
El orificio del seno coronario, un corto tronco venoso que recibe la mayoría de las venas cardíacas, está entre el orificio
AV derecho y el orificio de la VCI. El tabique interatrial que separa los atrios tiene una depresión oval, del tamaño de la
huella de un pulgar, la fosa oval, que es un vestigio del foramen oval y su válvula en el feto.
La valva atrioventricular derecha o tricúspide cierra el orificio AV derecho. Las bases de las cúspides valvulares están
unidas al anillo fibroso alrededor del orificio. Debido a que el anillo fibroso mantiene el calibre del orificio, las cúspides
valvulares unidas contactan unas con las otras de la misma forma con cada latido cardíaco. Las cuerdas tendinosas se
insertan en los bordes libres y las caras ventriculares de las cúspides anterior, posterior y septal, de manera similar a las
cuerdas de un paracaídas. Las cuerdas tendinosas se originan en los vértices de los músculos papilares, que son
proyecciones musculares cónicas con sus bases unidas a la pared ventricular. Los músculos papilares empiezan a
contraerse antes que el ventrículo derecho, de modo que tensan las cuerdas tendinosas y mantienen unidas las
cúspides. Debido a que las cuerdas están unidas a los lados adyacentes de dos cúspides, impiden la separación de estas y
su inversión cuando se aplica tensión en las cuerdas durante la contracción ventricular (sístole), es decir, impiden que las
cúspides de la valva atrioventricular derecha sufran un prolapso (se dirijan hacia el interior del atrio derecho) cuando
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aumenta la presión ventricular. Así, mediante las cúspides de la válvula se bloquea el reflujo de sangre (flujo de sangre
retrógrado) desde el ventrículo derecho hacia el atrio derecho durante la sístole ventricular.
En el ventrículo derecho hay tres músculos papilares que se corresponde con las cúspides de la valva atrioventricular
derecha:
1. El músculo papilar anterior, el más grande y prominente de los tres, se origina en la pared anterior del
ventrículo derecho; sus cuerdas tendinosas se unen a las cúspides anterior y posterior de la valva
atrioventricular derecha.
2. El músculo papilar posterior, más pequeño que el músculo anterior, puede constar de varias porciones; se
origina en la pared inferior del ventrículo derecho y sus cuerdas tendinosas se unen a las cúspides posterior y
septal de la valva atrioventricular derecha.
3. El músculo papilar septal se origina en el tabique interventricular y sus cuerdas tendinosas se unen a las
cúspides anterior y septal de la valva atrioventricular derecha.
El tabique interventricular (TIV), constituido por las porciones membranosa y muscular, es una división robusta
dispuesta oblicuamente entre los ventrículos derecho e izquierdo, que forma parte de las paredes de ambos. Debido a la
elevada presión de la sangre en el ventrículo izquierdo, la porción muscular del TIV, que forma la mayor parte de este,
tiene el grosor del resto de la pared del ventrículo izquierdo (dos a tres veces más gruesa que la del derecho) y se comba
hacia el interior de la cavidad del ventrículo derecho. Superior y posteriormente, una fina membrana, parte del
esqueleto fibroso del corazón, forma la porción membranosa del TIV, mucho más pequeña. En el lado derecho, la
cúspide septal de la valva atrioventricular derecha está unida a la parte media de esta porción membranosa del
esqueleto fibroso. Esto significa que, inferior a la cúspide, la membrana es un TIV, pero superior a ella es un tabique
atrioventricular, que separa el atrio derecho del ventrículo izquierdo.
La trabécula septomarginal (banda moderadora) es un haz muscular curvado que atraviesa la cavidad ventricular
derecha desde la porción inferior del TIV hacia la base del músculo papilar anterior. Esta trabécula es importante, ya que
conduce parte de la rama derecha del fascículo atrioventricular, una parte del sistema de conducción del corazón hasta
el músculo papilar anterior. Este «atajo» a través de la cavidad del ventrículo parece facilitar el tiempo de conducción, lo
que permite la contracción coordinada del músculo papilar anterior.
El atrio derecho se contrae cuando el ventrículo derecho está vacío y relajado; así, la sangre es impulsada a través de
este orificio hacia el ventrículo derecho, empujando las cúspides de la valva atrioventricular derecha hacia un lado, como
si fueran cortinas. La sangre entra en el ventrículo derecho (tracto de entrada) posteriormente, y cuando el ventrículo se
contrae, la sangre sale hacia el tronco pulmonar (tracto de salida) superiormente y hacia la izquierda. En consecuencia,
la sangre sigue un recorrido en forma de U a través del ventrículo derecho, cambiando de dirección unos 140º. Este
cambio de dirección viene facilitado por la cresta supraventricular, que desvía el flujo entrante en la cavidad principal
del ventrículo y el flujo saliente en el cono arterioso hacia el orificio pulmonar. El orificio de entrada (AV) y el orificio de
salida (pulmonar) están separados entre sí unos 2 cm. La valva pulmonar en el vértice del cono arterioso está al nivel del
3.er cartílago costal izquierdo.
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tronco pulmonar. Representa los vestigios de la porción izquierda del atrio primitivo. Una depresión semilunar en el
tabique interatrial señala el suelo de la fosa oval; la cresta que la rodea es la valva del foramen oval.
• Una porción más grande de pared lisa y una orejuela muscular más pequeña que contiene músculos pectinados.
• Cuatro venas pulmonares (dos superiores y dos inferiores) que penetran por su pared posterior lisa.
• Una pared ligeramente más gruesa que la del atrio derecho.
• Un tabique interatrial que se inclina posteriormente y hacia la derecha.
Un orificio AV izquierdo a través del cual el atrio izquierdo vierte la sangre oxigenada, que recibe de las venas
pulmonares, en el interior del ventrículo izquierdo.
• Paredes que son entre dos y tres veces más gruesas que las del ventrículo derecho.
• Paredes cubiertas con gruesas crestas musculares, trabéculas carnosas, que son más delgadas y más numerosas
que las del ventrículo derecho.
• Una cavidad cónica más larga que la del ventrículo derecho.
• Unos músculos papilares anterior y posterior mayores que los del ventrículo derecho.
• Una porción de salida de pared lisa, no muscular y superoanterior, el vestíbulo de la aorta, que conduce hacia el
orificio y la valva aórticos.
• Una valva AV izquierda o valva mitral, con dos válvulas que cierra el orificio AV izquierdo.
• Un orificio aórtico situado en su porción posterosuperior derecha y rodeado por un anillo fibroso al que se unen
las tres válvulas —derecha, posterior e izquierda— de la valva aórtica; la aorta ascendente tiene su origen en el
orificio aórtico.
La valva atrioventricular izquierda (mitral) tiene dos cúspides, anterior y posterior. La valva atrioventricular izquierda se
localiza posterior al esternón al nivel del 4.º cartílago costal. Cada una de estas cúspides recibe cuerdas tendinosas de
más de un músculo papilar. Estos músculos y sus cuerdas sostienen la valva, permitiendo que las cúspides resistan la
presión desarrollada durante las contracciones (bombeo) del ventrículo izquierdo. Las cuerdas tendinosas se tensan,
justo antes de la sístole y durante esta, impidiendo que las cúspides sean empujadas hacia el interior del atrio izquierdo.
A medida que atraviesa el ventrículo izquierdo, el torrente sanguíneo experimenta dos giros en ángulo recto, cuyo
resultado conjunto es un cambio de dirección de 180º. Esta inversión del flujo tiene lugar alrededor de la cúspide
anterior de la valva atrioventricular izquierda.
La valva aórtica semilunar, entre el ventrículo izquierdo y la aorta ascendente, está situada oblicuamente. Se localiza
posterior al lado izquierdo del esternón al nivel del 3.er espacio intercostal.
El borde de cada válvula se engrosa en la región de contacto, formando la lúnula; el vértice del borde angulado libre se
engrosa adicionalmente formando el nodo. Inmediatamente superior a cada válvula semilunar, las paredes de los
orígenes del tronco pulmonar y la aorta están ligeramente dilatadas, formando un seno. Los senos aórticos y los senos
del tronco pulmonar (senos pulmonares) son espacios situados en el origen del tronco pulmonar y de la aorta
ascendente, entre la pared dilatada del vaso y cada válvula de las valvas semilunares. La sangre que se encuentra en los
senos y en la dilatación de la pared evita que las válvulas golpeen contra la pared del vaso, lo que podría impedir el
cierre.
El orificio de entrada a la arteria coronaria derecha está en el seno aórtico derecho; el de la coronaria izquierda está en
el seno aórtico izquierdo, y en el seno aórtico posterior (no coronario) no se origina arteria alguna.
El predominio del sistema arterial coronario viene definido por cuál es la arteria que da origen a la rama interventricular
(IV) posterior (arteria descendente posterior). El predominio de la ACD es lo más habitual (en un 67 % de los sujetos); la
ACD da origen a una rama grande, la rama interventricular posterior, que desciende en el surco IV posterior hacia el
vértice del corazón. Esta rama irriga áreas adyacentes de ambos ventrículos y envía ramas septales interventriculares
perforantes para el TIV. La rama terminal (ventricular izquierda) de la ACD continúa entonces, en un recorrido corto, por
el surco coronario. Así, en el patrón de distribución más frecuente, la ACD irriga la cara diafragmática del corazón.
• El atrio derecho.
• La mayor parte del ventrículo derecho.
• Parte del ventrículo izquierdo (la cara diafragmática).
• Parte del TIV (normalmente el tercio posterior).
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• El nodo SA (en un 60 % de la población).
• El nodo AV (en un 80 % de la población).
La arteria coronaria izquierda (ACI) se origina en el seno aórtico izquierdo de la aorta ascendente, pasa entre la orejuela
izquierda y el lado izquierdo del tronco pulmonar, y discurre por el surco coronario. En un 40 % de las personas,
aproximadamente, la rama del nodo SA se origina de la rama circunfleja de la ACI y asciende por la cara posterior del
atrio izquierdo hacia el nodo SA. Cuando entra en el surco coronario, en el extremo superior del surco IV anterior, la ACI
se divide en dos ramas, la rama interventricular anterior (los clínicos siguen utilizando el término DAI, abreviatura de
arteria «descendente anterior izquierda») y la rama circunfleja.
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La rama circunfleja de la ACI, más pequeña, sigue el surco coronario alrededor del borde izquierdo del corazón hasta la
cara posterior de este. La rama marginal izquierda de la rama circunfleja sigue el borde izquierdo del corazón e irriga el
ventrículo izquierdo. Habitualmente, la rama circunfleja de la ACI termina en el surco coronario en la cara posterior del
corazón, antes de alcanzar la cruz del corazón, aunque en alrededor de un tercio de los corazones continúa para emitir
una rama que discurre por el surco IV posterior, o adyacente a él.
• El atrio izquierdo.
• La mayor parte del ventrículo izquierdo.
• Parte del ventrículo derecho.
• La mayor parte del TIV (normalmente sus dos tercios anteriores), incluido el fascículo AV del tejido de
conducción, a través de sus ramas septales IV perforantes.
• El nodo SA (en un 40 % de la población).
Variaciones de las arterias coronarias. Las variaciones en los patrones de ramificación de las arterias coronarias son
frecuentes. En el patrón dominante derecho, más común, que presenta un 67 % de las personas, la ACD y la ACI
comparten de forma similar la irrigación sanguínea del corazón. En aproximadamente el 15 % de los corazones, la ACI es
dominante en el sentido de que la rama IV posterior es una rama de la arteria circunfleja. Hay codominancia en un 18 %
de las personas, en las que las ramas de la ACD y la ACI alcanzan la cruz y dan ramas que discurren por el surco IV
posterior o cerca de él. Unas pocas personas presentan una única arteria coronaria. En otras, la arteria circunfleja se
origina en el seno aórtico derecho. Un 4 % de las personas tiene una arteria coronaria accesoria.
Circulación coronaria colateral. Las ramas de las arterias coronarias se consideran arterias terminales funcionales
(arterias que irrigan regiones del miocardio que carecen de suficientes anastomosis con otras ramas grandes para
mantener viable el tejido en caso de oclusión). No obstante, existen anastomosis entre ramas de las arterias coronarias,
subepicárdicas o miocárdicas, y entre estas arterias y vasos extracardíacos, como los vasos torácicos. Hay anastomosis
entre las terminaciones de las arterias coronarias derecha e izquierda en el surco coronario y entre las ramas IV
alrededor del vértice en aproximadamente el 10 % de corazones aparentemente normales. La posibilidad de desarrollo
de circulación colateral existe, probablemente, en la mayoría de los corazones, si no en todos.
Drenaje venoso del corazón. El corazón es drenado sobre todo por venas que desembocan en el seno coronario y
parcialmente por pequeñas venas que desembocan en el atrio derecho. El seno coronario, la vena principal del corazón,
es un conducto venoso amplio que discurre de izquierda a derecha en la porción posterior del surco coronario. El seno
coronario recibe a la vena cardíaca magna en su extremo izquierdo y a las venas cardíacas media y menor en el derecho.
La vena posterior del ventrículo izquierdo y la vena marginal izquierda también desembocan en el seno coronario.
La vena cardíaca magna es la tributaria principal del seno coronario. Su primera porción, la vena interventricular
anterior, empieza cerca del vértice del corazón y asciende con la rama interventricular anterior de la ACI. En el surco
coronario gira a la izquierda y su segunda porción rodea el lado izquierdo del corazón con la rama circunfleja de la ACI
para llegar al seno coronario. (Una situación poco corriente se produce aquí: ¡la sangre fluye en la misma dirección en la
arteria y la vena pareadas!) La vena cardíaca magna drena las áreas del corazón irrigadas por la ACI.
La vena cardíaca media (vena interventricular posterior) acompaña a la rama interventricular posterior (que
normalmente se origina en la ACD). Una vena cardíaca menor acompaña a la rama marginal derecha de la ACD. De ese
modo, estas dos venas drenan la mayor parte de las áreas que normalmente irriga la ACD. La vena oblicua del atrio
izquierdo es un pequeño vaso, relativamente poco importante en la vida posnatal, que desciende sobre la pared
posterior del atrio izquierdo y se fusiona con la vena cardíaca magna para formar el seno coronario (delimitando el
comienzo del seno). La vena oblicua es el vestigio de la VCS izquierda embrionaria, que normalmente se atrofia durante
el período fetal, aunque a veces persiste en los adultos, sustituyendo o potenciando la VCS derecha.
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Algunas venas cardíacas no drenan a través del seno coronario. Varias pequeñas venas cardíacas anteriores empiezan
sobre la cara anterior del ventrículo derecho, cruzan el surco coronario y, normalmente, desembocan directamente en
el atrio derecho; a veces lo hacen en la vena cardíaca menor. Las venas cardíacas mínimas son vasos diminutos que
empiezan en los lechos capilares del miocardio y desembocan directamente en las cavidades del corazón, sobre todo en
los atrios. Aunque se denominan venas, son comunicaciones sin válvulas con los lechos capilares del miocardio y pueden
transportar sangre desde las cavidades cardíacas hasta el miocardio.
El nódulo SA está situado a nivel anterolateral justamente profundo al epicardio en la unión de la VCS y el atrio derecho,
cerca del extremo superior del surco terminal. El nódulo SA—una pequeña acumulación de tejido nodal, fibras
musculares cardíacas especializadas, y tejido conectivo fibroelástico asociado—es el marcapasos del corazón. El nódulo
SA inicia y regula los impulsos para las contracciones del corazón, proporcionando un impulso unas 70 veces por minuto
en la mayoría de las personas, la mayor parte del tiempo. La señal de contracción desde el nódulo SA se propaga de
forma miógena (a través del músculo) de ambos atrios. El nódulo SA está irrigado por la arteria del nódulo SA, que se
origina habitualmente como una rama auricular (atrial) de la ACD (en el 60 % de las personas), aunque a menudo se
origina en la ACI (en el 40 %). El nódulo SA es estimulado por la división simpática del sistema nervioso autónomo para
acelerar la frecuencia cardíaca y es inhibido por la división parasimpática para volver o aproximarse a la frecuencia basal.
El nódulo atrioventricular es una agrupación más pequeña de tejido nodal que la del nódulo SA. Está localizado en la
región posteroinferior del TIV, cerca del orificio del seno coronario. La señal generada por el nódulo SA pasa a través de
las paredes del atrio derecho y se propaga por el músculo cardíaco (conducción miógena), que transmite la señal
rápidamente desde el nódulo SA al nódulo AV. A continuación, el nódulo AV distribuye la señal hacia los ventrículos a
través del fascículo atrioventricular. La estimulación simpática acelera la conducción y la estimulación parasimpática la
lentifica. El fascículo AV, el único puente de conducción entre los miocardios atrial y ventricular, pasa desde el nódulo AV
a través del esqueleto fibroso del corazón y a lo largo de la porción membranosa del TIV.
En la unión de las porciones membranosa y muscular del TIV, el fascículo AV se divide en las ramas derecha e izquierda
del fascículo. Estas ramas pasan por cada lado de la porción muscular del TIV profundas al endocardio y luego se
ramifican en ramas subendocárdicas (fibras de Purkinje), que se extienden por las paredes de los ventrículos respectivos.
Las ramas subendocárdicas de la rama derecha estimulan el músculo del TIV, el músculo papilar anterior a través de la
trabécula septomarginal (banda moderadora), y la pared del ventrículo derecho. La rama izquierda se divide cerca de su
origen en, aproximadamente, seis haces más pequeños, que dan lugar a ramas subendocárdicas que estimulan el TIV,
los músculos papilares anterior y posterior, y la pared del ventrículo izquierdo.
El nódulo AV está irrigado por la arteria del nódulo atrioventricular, la más grande y generalmente la primera rama
septal IV de la arteria IV posterior, una rama de la ACD en el 80 % de las personas. Así, la irrigación arterial tanto del
nódulo SA como la del AV procede normalmente de la ACD. Sin embargo, el fascículo AV atraviesa el centro del TIV, los
dos tercios del cual están irrigados por ramas septales de la rama IV anterior de la ACI.
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• El nódulo SA inicia un impulso que es conducido rápidamente hacia las fibras musculares cardíacas de los atrios
y provoca su contracción.
• El impulso se propaga mediante conducción miogénica, que transmite el impulso rápidamente desde el nódulo
SA al nódulo AV.
• La señal se distribuye desde el nódulo AV a través del fascículo AV y sus ramas derecha e izquierda, que pasan
por cada lado del TIV para dar ramas subendocárdicas a los músculos papilares y a las paredes de los ventrículos.
Inervación del corazón. El corazón está inervado por fibras nerviosas autónomas procedentes del plexo cardíaco, que a
menudo bastante artificialmente se divide en porción superficial y porción profunda. Esta red nerviosa, según se
describe con más frecuencia, está situada sobre la superficie anterior de la bifurcación de la tráquea (una estructura
respiratoria), ya que en la disección se observa habitualmente después de extirpar la aorta ascendente y la bifurcación
del tronco pulmonar. Sin embargo, su relación primaria es con la cara posterior de estas dos últimas estructuras, en
especial la aorta ascendente. El plexo cardíaco está formado por fibras simpáticas y parasimpáticas en ruta hacia el
corazón, así como por fibras aferentes viscerales que conducen fibras reflejas y nociceptivas desde el corazón. Las fibras
se dirigen desde el plexo a lo largo y hacia los vasos coronarios y los componentes del sistema de conducción, en
particular el nodo SA.
La inervación simpática procede de fibras presinápticas, cuyos cuerpos celulares residen en los núcleos
intermediolaterales (astas laterales) de los cinco o seis segmentos torácicos superiores de la médula espinal, y de fibras
simpáticas postsinápticas con cuerpos celulares en los ganglios paravertebrales cervicales y torácicos superiores de los
troncos simpáticos. Las fibras postsinápticas atraviesan los nervios esplácnicos cardiopulmonares y el plexo cardíaco, y
terminan en los nódulos SA y AV, y se relacionan con las terminaciones de las fibras parasimpáticas en las arterias
coronarias. La estimulación simpática aumenta la frecuencia cardíaca, la conducción del impulso y la fuerza de
contracción, y al mismo tiempo aumenta el flujo a través de los vasos coronarios para soportar este aumento de la
actividad. La estimulación adrenérgica del nodo SA y del tejido de conducción aumenta la frecuencia de despolarización
de las células marcapasos mientras aumenta la conducción AV. La estimulación adrenérgica directa a partir de fibras
nerviosas simpáticas, así como la estimulación hormonal suprarrenal indirecta, aumentan la contractilidad atrial y
ventricular. La mayor parte de los receptores adrenérgicos de los vasos coronarios son receptores b2, que al ser
activados producen relajación (o quizás inhibición) del músculo liso vascular y, por consiguiente, dilatación de las
arterias. Esto aporta más oxígeno y nutrientes al miocardio durante los períodos de mayor actividad.
El sistema cardiovascular está formado por el corazón, que bombea la sangre a todo el cuerpo, y los vasos sanguíneos,
que forman una red cerrada de conductos que transportan la sangre. Hay tres tipos de vasos sanguíneos
2 BIBLIOGRAFÍA
Moore k. L., Dalley A. F. & Agur A. M. (2013). Anatomía con orientación clínica. Barcelona, España, Wolters Kluwer.
Moore k. L., Dalley A. F. & Agur A. M. (2018). Anatomía con orientación clínica. Barcelona, España, Wolters Kluwer.
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