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1. Atractivos turísticos:
Son lugares que despiertan el interés del turista por visitar un destino gracias a sus
características tangibles y/o intangibles destacadas. Un destino para considerarse atractivo
debe ser competitivo y para lograrlo, se debe satisfacer las motivaciones que impulsaron a
los visitantes a viajar a él.
2. Superestructura
Son organizaciones del orden público y privado que representan a prestadores de servicios
de los sectores relacionados a turismo, de la misma manera que establecen políticas, velan
por intereses propios de sus agremiados, desarrollan proyectos y fomentan la inversión.
3. Infraestructura
Definida por el diccionario de la Real Academia Española como el conjunto de elementos,
dotaciones o servicios necesarios para el buen funcionamiento de un país, de una ciudad o
de una organización cualquiera.
En el caso del sector turismo, parte de la infraestructura son las vías de comunicación
indispensables para que el viajero pueda trasladarse dentro y fuera del destino turístico. Son
3 tipos de infraestructura: (1) marítima, (2) terrestre y (3) aérea. Complementan, de acuerdo
con Molina (1997), las redes de agua potable, el drenaje, la telefonía, etc.
4. Servicios
En el sistema turístico encontramos 2 tipos de servicios, los básicos como hoteles, agencias
de viajes y restaurantes, es decir, son aquellos inmuebles que necesita un turista de manera
fundamental al momento de viajar; y los servicios complementarios, que no intervienen
directamente con el turista, pero son necesarios, ejemplo de estos son los bancos, las casas
de cambio o las gasolineras. Te invitamos a conocer las Características de los servicios
turísticos.
5. La demanda (turistas)
Ninguno de los anteriores elementos podría subsistir sin los turistas. Ellos constituyen la
contraparte de la ley de oferta y demanda, es decir, son quienes consumen, utilizan y/o se
ven beneficiados de lo que el destino tiene para ofrecer; además, es a partir de su
experiencia, que dentro del destino se pueden establecer estrategias para satisfacer sus
necesidades de una mejor manera, alentando el desarrollo de la comunidad receptora.
6. La comunidad receptora
Se trata de los residentes locales que de manera directa (como los prestadores de servicios
turísticos) o de manera indirecta (población en general o recurso humano de diversas
empresas) tienen contacto en la comunidad turística.
Las protestas de los residentes son el canario en la mina del turismo. Allí donde se detectan,
es mejor no quedarse de brazos cruzados. En diferentes ámbitos dentro del propio sector, ha
empezado a utilizarse el término saturación o masificación turística. Es un concepto con el
que se llama la atención sobre la necesidad de desarrollar herramientas de análisis,
prevención y corrección de esa saturación. Académicos y algunas voces con visión de
futuro dentro de la industria llevan tiempo elaborando posibles soluciones. Estas son siete
de ellas:
Faltan experiencias prácticas y, por el momento, hay poca información de los resultados
que se pueden esperar.
La promoción puede reducirse afinando el perfil del visitante al que se quiere atraer.
Definir con la mayor precisión al público objetivo permite seducir al segmento de mercado
deseado y desalentar a los otros.
Otra forma de ahorrar con el marketing turístico es evitar las falsas promesas.
Transmitiendo una imagen de calles y plazas apacibles cuando, al llegar, el turista se
encuentra entre mareas de gente, surgen problemas para todos. El visitante acaba
decepcionado, los residentes se rebelan y el operador turístico pierde la confianza del
cliente. El marketing realista, que no crea falsas expectativas que terminan por molestar al
visitante, evita muchos de esos problemas. Hay que buscar la forma de transmitir lo que el
cliente está comprando de verdad.
Los destinos masificados deberían, por ejemplo, informar de las limitaciones de acceso a
determinados lugares antes de la reserva del viaje. Los turistas se amontonan en las
atracciones estrella. Hay que tener cuidado para no crear demanda en ellas mediante la
promoción si luego no se podrá garantizar la visita de forma sostenible.
Con la promoción turística, también se puede educar al visitante y mejorar su actitud. El
consumidor no es plenamente consciente del efecto que puede causar en los lugares que
visita. La publicidad puede prepararle para que respete la cultura local y mejorar de este
modo la convivencia.
4| Esparcir el turismo
Los focos turísticos establecidos buscan formas de esparcir el turismo más allá de los
lugares o las épocas del año con mayor masificación. Esto solo se puede conseguir en parte.
Los lugares icónicos siempre atraen al visitante, aunque los combine con otros menos
conocidos. Independientemente de los esfuerzos por promocionar zonas menos visitadas,
suele ser necesario proteger a las que tienden a saturarse.
Pero, también hay que pensar en qué es lo que estamos esparciendo. Si se trata de un tipo
de turismo molesto e irresponsable, no solucionamos nada, sino que contagiamos los
problemas.
5| Utilizar las métricas apropiadas
La salud del sector turístico se mide con indicadores de crecimiento bruto como el número
de llegadas internacionales o de pernoctaciones hoteleras. Son estadísticas con las que se
toman decisiones políticas y se pone nota a los gobernantes. Se trata de datos fáciles de
obtener, pero no nos dicen nada acerca de los verdaderos impactos del turismo.
Los gobiernos regionales y nacionales tienen prioridades distintas a las locales. Para ellos,
el turismo es la forma de captar financiación o de obtener divisas. La masificación turística
y todos los asuntos de sostenibilidad los gestiona el gobierno local. Los niveles superiores
cometen un error si no reconocen o entorpecen su labor.
La rebelión de los residentes pidiendo un cambio en el modelo turístico que les afecta
también juega un papel. Son quienes detectan la saturación turística. Donde no hay
asociaciones locales organizadas políticamente, el problema pasa inadvertido y no se hace
nada.
7 Que los implicados colaboren
A pesar del rol tan importante que los gobiernos municipales tienen en la gestión del
turismo, su crecimiento está en manos de fuerzas más allá del control local. Los
ayuntamientos no pueden, por ejemplo, influir en el tráfico de los aeropuertos o de los
puertos de cruceros. Son los gobiernos regionales y nacionales —con prioridades distintas a
las locales— los que toman muchas de las principales decisiones.
El turismo es complejo; las relaciones entre los implicados son dinámicas y están en
conflicto. Aún así, es importante que todos los interesados en mejorar el turismo empiecen
a reconocer el problema, se pongan de acuerdo en el diagnóstico —al menos en parte— y
busquen formas de coordinar sus decisiones.
Desarrollo
En cuanto a la industria, se destaca el papel de las micro, pequeñas y medianas empresas
(MIPYMES), que representan una parte importante del sector y generan empleo a nivel
local. También se observa un esfuerzo por parte del gobierno colombiano para promover la
competitividad y la sostenibilidad en el sector, a través de políticas y programas de apoyo a
la industria y al turismo. El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, junto con todas
las entidades que hacen parte de su sector, ha diseñado una política orientada a fortalecer la
capacidad de generación de valor de los sectores de industria y servicios colombianos, y a
contribuir a tener un país con mayor equidad social y sostenibilidad ambiental.
Esta Política parte de tres insumos que orientan su enfoque conceptual y sus derroteros: la
Política Nacional de Desarrollo Productivo (Conpes 3866 de 2016), el Plan Nacional de
Desarrollo 2018-2022 Pacto por Colombia pacto por la equidad y los aportes originados
desde el sector privado en torno al desarrollo industrial del país