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ERES MI ADICCION LEYVA

SINOPSIS

Paula Ricci una hermosa joven de 22 años, sencilla y de buen corazón, una simple mesera, la vida se
ha empeñado en darle pruebas muy difíciles desde que su madre murió cuando aún era una niña,
circunstancias de la vida la llevan a hacer cosas que jamás imaginó, cruzando en su camino a nada
más y nada menos que al arrogante Dante de Luca, un empresario multimillonario de 35 años, que
pensaba que el dinero y el poder lo consigue todo, incluso a ella. ¿Podrá tenerla como tanto lo desea
o Paula pondrá su mundo de cabeza?

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ERES MI ADICCION LEYVA
Capitulo 1 Dolorosa Noticia.
Paula
La ausencia de mi madre duele cada día tanto para mí como para mi hermana Katherine, sin embargo
nos tenemos la una a la otra, por el contrario de mi padre nunca más supe nada, un día se marchó sin
dar explicaciones y jamás volvió, hay veces en la que me siento muy sola, tener que hacer el papel de
madre con mi hermana algunas veces es difícil ya que ella está en una etapa que necesita realmente
una verdadera madre, un ejemplo, yo hago lo que puedo como hermana mayor pero siento que no es
suficiente, pero Katherine es una chica muy comprensiva, nos hemos apoyado mucho en estos
años, yo trabajo en un restaurante de mesera a tiempo completo, no gano mucho, pero me da lo
suficiente para poder subsistir, paso la mayor parte de mi vida en ese restaurante, es decir mi vida es
solo trabajo, nunca he tenido novio, nunca tuve tiempo para eso, siempre me ocupe de trabajar y que
a mi hermana no le falte nada o por lo menos eso he intentado ya que no tengo la vida comprada como
muchos.
Con las locuras de mi amiga Isabela todo es más fácil, Katherine y esa rubia loca hacen mis días
más felices y menos monótona, Isabela a pesar de tener una vida lleno de secretos y complicaciones
siempre está ahí echándome la mano con todo y en todo momento. Es como una hermana para mi,
me ha dado su amistad incondicional.
Me estiro en mi cómoda cama al escuchar sonar mi despertador, ¡mierda! ojala pudiera quedarme a
dormir un poco más, pero eso es algo tan difícil, así que con mucho pesar me levanto aun somnolienta
para caminar hasta el baño y darme una placentera ducha, camino arrastrando mis pies, ¡Doble
mierda! me golpeo el dedo gordo del pie con la puerta, cuando voy a aprender que hay una pequeña
grada ahí.
Al salir del baño me visto con lo primero que encuentro, sí así soy yo, no me gusta mucho arreglarme,
mucho menos llamar la atención, cuanto más paso desapercibida mejor. Al terminar de arreglarme voy
hasta la cocina para preparar un delicioso café, de esos que te alegran el alma, antes de ir a despertar
a mi cosita bella, mi hermana.
Al entrar la veo dormida como un muñeco, suelto una carcajada antes de llegar hasta su cama.

—Vamos Katy levántate dormilona.— la lleno de besos y le hago cosquillas, así ella siempre
despierta riendo.
—Levántate dormilona debes prepararte para no llegar tarde al colegio.
—Mmmm un poquito más Paula por favor.— Pide, yo sigo riendo, siempre es lo mismo.
[—No, levántate y dúchate que ya está el desayuno, y se nos hace tarde, anda te espero abajo.
—Mmmm eres cruel Paula...—Si, aha soy muy cruel, ahora mueve ese pequeño trasero de la cama
y entra al baño que tienes poco tiempo para estar lista.
—Ya, ya, siento que contigo estoy en una academia militar Paula. Ruedo los ojos, siempre tan
exagerada.
—Lo que te hace falta es tener un novio que te haga menos mandona.
¡Kathy! La reprendo mientras que la muy listilla suelta una carcajada.
**
— Katy hoy tengo doble turno en el restaurante, te recogerá Isa y te quedas con Sara.— Hablo
mientras desayunamos... Por cierto Sara es mi vecina una señora ya mayor que vive sola y es una
gran persona siempre me echa la mano con mi hermana, nunca terminaré de pagarle todo lo que ya
me ha ayudado, es como si mi madre me hubiera enviado un ángel para que nos cuide en su ausencia.
Ya empezamos?
—Ok Paula sabes que me gusta estar con doña Sara amo sus gatos.— rio observándola, la verdad
que la quiero mucho, sin ella mi vida sería un completo vacio.
—Bueno señorita hora de irnos o las dos llegaremos tarde.— luego de 10 minutos salimos para el
colegio tomamos el autobús, dejo a Katy en el colegio y voy caminando al restaurante que está como
a cinco cuadras, es por eso que odio usar tacones, pero casi nunca los uso, y no sé de qué me quejo
tanto.
Llego diez minutos después, veo a mi amiga Isabela quien siempre está con una enorme sonrisa,
así esté de buen o mal humor, esta mujer nunca cambia, su entusiasmo me transmite alegría.
—Hola, Isa ¿cómo estás?— Saludo nada más llego junto a ella.
— Hola, Paula súper bien espléndida.— saluda abriendo los brazos dejando un sonoro beso en mi
mejilla, ¿y a esta que le sucede?
— ¿Y a ti que te pasa, porque estás tan contenta, sacaste la lotería o algo?
—Ojalá, pero no, de todos modos, Ay amiga, es que anoche me llamo Santiago, dijo que pasaría por
mí después del trabajo—."Santiago es su, digamos amor platónico", es un cliente de aquí que hace
tiempo viene detrás de mi amiga, pero según ella se está haciendo la difícil para no parecer tan

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desesperada, si en la cara se le nota su desesperación por lanzarse sobre el... ¿y él? uff ¡Dios! ¿Cómo
le explico que ese hombre babea por ella? es más creo que limpiaría el piso por donde ella camine.
—Solo dejen de complicarse la vida y tú dale una oportunidad al pobre y ya para que complicarse si
quieren estar juntos—... ella suelta una risita picara... — Como dice Ricardo Arjona, dime que no,
pensando en un sí y déjame lo otro a mi...suelta una sonora carcajada, yo ruedo los ojos negando.
—Estas mal Isa, en verdad.
—Ah por favor amiga no te olvides de recoger a Kathy hoy por favor, no quiero que ande sola en
autobús es peligroso lo sabes.— Exagero lo sé, pero como les explico que Katherine es mi mundo.
—No te preocupes nena sabes que lo haré, tú tranquila que yo preocupada.— Ruedo los ojos
negando, juro que a Isa su madre la dejo caer muchas veces al suelo, y desde el sexto piso.
—Bien Isa, ahora déjame cambiarme, que ya abrirá el restaurante.— paso de Isa para poder entrar
en los cambiadores cuando me propina tremenda nalgada, me giro a mirarla con los ojos muy abiertos
y ella suelta una carcajada. — ¡Dios! Isa estás loca.
—Pero me deseas con locura Paula.— Ahora soy yo quien suelta una carcajada. ¿Ven a eso me
refiero? Esta desquiciada, pobre aquel que este con ella, lo volverá loco.
Después de ponerme el uniforme, llega Marcos, el dueño del restaurante, saludando amablemente,
la verdad es muy amable con todos los empleados, no hay queja de él como jefe.
— Buenos días, Chicas ¿listas para un nuevo día?.— con esa sonrisa muy característica de él.
—Sí señor, contestamos todas.— Mientras que Isa y yo nos miramos y ella levanta sus cejas varias
veces, yo solo ruedo los ojos.
— ¿Algún problema Paula?— cuestiona Marcos girándose hacia mí, me muerdo el labio negando,
fulminado con la mirada a la loca de mi amiga, si ella no me mete en problemas no es Isabela.
—Bien andando entonces.— comienza a dar palmadas como siempre lo hace cada mañana antes
de abrir el restaurante.
Marcos es un poco más alto que yo es bastante atractivo a decir verdad pero mujeriego por cierto,
no hay mujer que se le resista, bueno eso es lo que dicen de él, no me consta, de pronto gira
nuevamente y fija la vista en mí.
— Buenos días Paula. —Saluda mostrando sus perfectos dientes en una sonrisa de oreja a oreja.
—Hola, Marcos ¿cómo amaneciste?— saludo cortésmente.
—Mejor al verte.—contesta yo ruedo los ojos, negando. —No empieces Marcos, bramo.— Siempre
es lo mismo con él cuando se pone en plan de coqueteo.
— ¿Qué?— Sonríe —Es que me encanta verte todos los días Paula, estás hermosa hoy.— me sujeta
de la mano al pasar a su lado. —Eres mi motivación todos los días para venir al restaurante Paula.—
me zafo de su agarre haciendo un gesto con la mano restándole importancia y me giro… —Mejor voy
a trabajar. Contesto seria, no me gusta su coqueteo de siempre.
—Paula no te olvides que hoy tienes doble turno.
— Noo Marcos, no lo olvido.— pongo los ojos en blanco y me encamino hacia el salón del restaurante.
Hoy está lleno, será un día muy cansador al parecer, ateniendo cliente tras cliente se nos pasa las
horas volando.
Isabela después de un momento se despide diciéndome que acabo su turno y pasará por Katy al
colegio, que irá con Santiago a recogerla y dejarla con Sara. Mmm esta mujer ya cayó redondita por
ese hombre, estoy segura, solo espero que no la haga sufrir porque ella no está sola, me tiene a mí
para defenderla.
—Envíame un texto cuando hayas dejado a Katy en lo de Sara por favor Isa. —Pareces una mamá
gallina, Paula.— Bromea Isa, sé que soy insistente con el tema de Katherine, pero desde que mamá
murió y estoy a cargo de ella, es mi responsabilidad y no la descuido ni un segundo.
— Es broma tontis tú tranquila Paula lo haré, te quiero amiga.—deja un beso y sale del
restaurante, suspiro, es que no sé si Isa es la que debe cuidar a Kathy o al revés.
Voy a la cocina para almorzar con las demás chicas, no somos muchas pero solo me trato con
algunas, con Natalia la verdad no me llevo, más bien ella no me traga y sus motivos son, celos, celos
de Marcos, al parecer está enamorada de él, y el anda detrás de mí, a pesar de que ya le deje claro
mi posición. Él es mi jefe y yo su empleada, una hora de descanso es lo que tengo para poder almorzar
y descansar mis piecitos, y como si lo hubiera llamado con la mente, aparece el susodicho.
— Paula necesito hablar contigo preciosa, ven a mi oficina.— Natalia levanta la vista para asesinarme
con la mirada, siempre es lo mismo cuando Marcos está cerca de mí.
— ¿Es en serio Marcos? estoy en mi hora de almuerzo, todavía me queda diez minutos.—no me
hace caso camina indicando que lo siga, Uy eso me pone furiosa, espero que no me salga con unas
de sus tonterías nuevamente, me levanto de mala gana y voy detrás de él, mantiene la puerta abierta
para que pase.
— ¿Qué quieres Marcos?— Espeto con los brazos cruzados nada más entrar a su oficina.
— A ti.— Contesta burlón.

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—Que chistosito Marcos no estoy para bromas ¿qué quieres? tengo que terminar de almorzar para
volver al trabajo.— es mi jefe lo sé, pero cuando se pone pesado no lo soporto, y ya termina el respeto
que tengo hacia él, porque el también cruza esa línea, se acerca a mí extendiendo su brazo para
acariciar mi mejilla, volteo mi rostro, no me gustan esa clase de acercamiento con él.
— ¿Paula cuando me darás la oportunidad de salir conmigo?
—Marcos no empieces por favor de verdad, ya hemos hablado de esto mil veces.
— ¿Qué no empiece qué?— ahora habla con un tono de voz molesto.
—Paula no te das cuenta de que me muero por ti, eres la única mujer que me rechaza, acaso no te
parezco atractivo, puedo darte muchas cosas Paula para ti, para Katy piensa en ella en su futuro. —
Odio cuando quieran usar a mi hermana de pretexto para acercarse a mí, como si ella fuera un perro
o algo así.
—Marcos te aprecio eres un buen hombre, pero no te veo como algo sentimental solo como mi jefe ya
te lo he dicho muchas veces.— Es la verdad he tratado de hacerle entender de buena manera que
solo le tengo cariño y respeto pero nada más, no me gusta, no me atrae.
—Paula yo... —en eso suena mi teléfono, saco rápidamente de mi bolsillo y veo el número de Isa,
pido a Marcos un momento.
—Discúlpame Marcos debo contestar.
— ¿Qué pasa Isa?— ¡Paula!... Contesta al otro lado de la línea alterada. —Katy ha sufrido un
desmayo la estamos llevando al hospital Santa Mónica.— siento que me falta el aire, el eco de sus
palabras resuenan en mi cabeza, me siento mareada, Marcos me sostiene rápidamente antes de caer,
pues siento débil las piernas.
—¿Qué te pasa Paula?— pregunta Marcos asustado.
— Voy para allá.— contesto rápidamente. Es todo lo que logro a decir y cuelgo rápidamente —
Marcos debo irme Katy se desmayó, Isa la está llevando al hospital.
—Vamos te llevo. —Contesta rápidamente decidido, ya no le espero salgo corriendo de la oficina,
Marcos encuentra a Pablo, su administrador y le dice que saldrá de urgencia conmigo que se haga
cargo. Agradezco porque sin él tardaría más en llegar.
Después de quince minutos llego desesperada al hospital, pregunto a la recepcionista si trajeron a
una paciente de nombre Katherine Ricci, ella revisa en su computador. — Si piso dos en sala de
urgencia. Contesta, solo emito unas gracias y voy corriendo con Marcos detrás de mí, ahí veo a Isa
que se encuentra con Santiago.
—Isa ¿cómo está Katy donde está? —Pregunto desesperada por saber de ella, Isa al verme solo se
acerca y me abraza.
—No lo sé amiga, entro a urgencias hay que esperar a que salga el médico,.—Santiago se acerca a
mí, dejando un beso en mi mejilla.
— Hola, Paula.
—Hola, Santiago, gracias por traer a Katy al hospital.
— No es nada muñeca, tranquila.— Veo como Santiago saluda a Marcos ya que ambos son amigos.
Después de diez minutos aparece el médico.
—Familiares de Katherine Ricci.— yo me acerco a él.
— Yo soy su hermana doctor, ¿cómo está ella, dígame que está bien?— estoy muy angustiada.
—Su hermana está bien.— tuvo un desmayo ahora le estamos practicando los estudios necesarios
para saber qué es lo que tiene, en cuanto tenga los resultados le avisaré.
— Está bien doctor ¿puedo pasar a verla? —Sí, puede pasar un momento.
—Muchas gracias.— Contestó con el corazón en la mano, me indica donde debo ir. Entro a la sala
donde se encuentra Katy, la veo y empiezo a llorar. ¡Hermanita! ella me mira con los ojos llorosos
— ¿Qué me pasó Pauli porque estoy aquí? —No lo sé princesa, te desmayaste e Isabela te trajo
al hospital, ¿cómo te sientes amor?
—Me siento cansada.—Sujeto su mano, sentándome al borde de la cama.
— Tienes que descansar en un momento estará tus resultados y veremos qué es lo que tienes,
seguro no es nada grave ya lo verás.— me quede con ella y volvió a cerrar sus ojitos ya que está
bastante débil, me preocupa en verdad que algo malo pudiera ocurrirle, no soportaría si algo le pasa
a mi hermana, la dejo dormida después de dejar un beso en su coronilla, salgo afuera, cuando me ve
salir Isa se acerca.
—¿Cómo está Katy?—pregunta Isabela muy preocupada.
—Está bien ahora se durmió de nuevo, está cansada.
— Ay amiga ¿qué será que sucede?
— Tranquila ya verás que no es nada Isa, ustedes vayan no se preocupen por mi yo estaré bien. —
¿Estás segura amiga? mejor me quedo contigo, me acerco a su oído. —Mejor ve con Santiago Isa,
que seguro se muere por estar contigo a solas, yo te llamare cualquier cosa rubia ¿bien? ella asiente
un poco sonrojada al voltear a ver hacia donde se encuentra su enamorado.

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—Avísanos cualquier cosa Paula. — Vuelve a hablar Isa antes de retirarse. Marcos se acerca y me
abraza. — Princesa todo estará bien, ya lo verás, es solo una descompensación.
— Ojalá Marcos ojalá, puedes irte si quieres yo estaré bien, no es necesario que te quedes conmigo.
—No me iré hasta saber los resultados Paula, me quedaré aquí contigo.
—Está bien, gracias por estar aquí conmigo de verdad. — Nos sentamos en el sofá a esperar, no
hay nada que hacer, treinta minutos después aparece nuevamente el médico.
—Señorita Ricci ya tengo los resultados pasemos a mi consultorio necesito que hablemos.— mi
corazón empieza a latir con fuerza, siento escalofríos como si algo malo esta por suceder, no pienses
en eso Paula, no seas negativa.
Entramos a su oficina Marcos en ningún momento se despega de mi. —Tomen asiento por favor.—
Indica el médico, ambos lo hacemos.
— ¿Usted está a cargo de ella? ¿No tiene a su madre? Niego triste. —Yo estoy a cargo de ella
Doctor. ¿Dígame que tiene mi hermana? El doctor me mira fijamente antes de dar un gran suspiro.
Capitulo 2. Ojos Cautivadores.
Paula
—Según los resultados que le practicamos su hermana padece de leucemia. Y con eso mi mundo
se derrumbó por completo, esa noticia no me lo esperaba, esperaban cualquier cosa pero no eso.

Estoy en shock, no puedo asimilar lo que el doctor me acaba de decir, mi Kathy no puede estar
enferma, no ella no, las lágrimas no se hacen esperar, me cubro el rostro con las manos, siento las
manos de Marcos acariciándome la espalda.

—No puedo creer doctor ¿cómo es posible?— Hablo entre sollozos, con los ojos totalmente aguados.

—Lastimosamente es así señorita, le recomiendo consultar con el especialista para empezar cuanto
antes su tratamiento, puesto que está en una etapa tratable, según pude constatar en su análisis.— No
sé qué hacer mi cabeza no procesa lo que el doctor me dice.

— ¿Cómo podemos hacer doctor para empezar cuanto antes el tratamiento?— Pregunta Marcos, yo
solo lo observo fijamente en un punto fijo, es como si su voz se oyera tan lejos, estando ahí a mi lado.
¿Por qué a mí, porque a Kathy? ¿Qué mal estamos pagando?

—Le haré una cita con mi colega, el especialista, para que consulte mañana mismo y él le estará
indicando los procedimientos, yo ya no puedo hacer nada.— le miro al doctor sin poder creer, no
asimilo aún lo que dice.

—Vamos cariño.— Marcos me toma de la mano ya que he quedado sumida en una profunda
oscuridad, una terrible pesadilla, de la cual quiero despertar. — Vamos a ver a Katy.— me sostiene de
la cintura y lo agradezco pues mis piernas no reaccionan. Es como si mi cuerpo flotara en el aire y mi
mente en blanco.

Salimos del consultorio y caminamos hasta la sala donde se encontraba Katy, el doctor me
indica que le dará su alta medico y que ya se podía ir, pero que mañana mismo nos esperaba para la
consulta.

Veo a mi hermana y quiero llorar como se lo voy a decir, como decirle que tiene cancer. Esto es
demasiado para ella, para nosotras, mi pequeñita.

—Hola princesa ¿cómo te sientes?— Pegunto intentando esconder mi angustia y desesperación, ese
nudo y opresión que siento en el pecho.

—Bien estoy mejor Paula ¿ya podremos irnos?— Pregunta aún en tono cansado. Y me siento peor,
tal vez ella ya estaba así y yo no me había dado cuenta, tal vez esto es mi culpa.

—Sí, ya nos iremos a casa. — contesto regalándole una sonrisa.

— ¿Qué tengo Pauli, que salió en los estudios?— quería llorar, gritar, pero no podía, debía ser fuerte
por ella, por Katy, la amo demasiado, sin ella no soy nada, solo nos tenemos la una a la otra.

—Nada de qué preocuparse cariño hablaremos en casa ¿sí? — solo intento mantener la calma, lo
que menos quiero es angustiarla.

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—Está bien. — el doctor vuelve a entrar para entregarme el papel del alta médico, algunos calmantes
y salimos del hospital, Marcos se ofreció en llevarnos y se lo agradezco infinitamente. Al llegar a casa
pido a Kathy que vaya a su cuarto a descansar en tanto yo despedía a Marcos.

—Ve a descansar, voy en un rato amor. — Ella lo hace, dejándome a solas con Marcos, volteo hacia
mi jefe para despedirme de él en la puerta y agradecerle por tantas molestias.

—Marcos gracias por todo, quería pedirte que mañana me des la mañana libre para ir a la consulta.

—Por supuesto preciosa sabes que no tienes de qué preocuparte, si quieres me quedo contigo esta
noche y mañana les llevo a la consulta.

—No es necesario Marcos.— contesto presurosa, no quiero abusar de su confianza y mucho menos
aprovecharme de la situación.— No te molestes iremos en taxi te agradezco.

—No me agradezcas nada, yo haría cualquier cosa por ti y lo sabes.— suspiro y solo lo miro, me da
pena no corresponderle, es guapo pero no me atrae ni un poco, que será qué me pasa ¿será que soy
incapaz de sentir algo por algún hombre? ¿Será que soy lesbiana? no creo, solo que no ha aparecido
el hombre indicado, si eso es. Esto es serio tengo 22 años y nunca me ha gustado un hombre. Pero
tampoco he tenido mucho tiempo para eso, entre trabajo y trabajo se me pasa el tiempo, o tal vez sea
de esas personas que nacieron para estar solas, para otro propósito en la vida que no es casarse ni
nada.— me quede pensando de pronto para luego escuchar un carraspeo que me devuelve a la
realidad.

—Me voy preciosa.— se acerca y deja un beso en mi mejilla.

—Gracias de nuevo Marcos.

—De nada preciosa, siempre puedes contar conmigo. — aprieto mis labios con una pequeña mueca
y lo veo girarse. Cierro la puerta apenas Marcos se retira, debo ir a hablar con Katy debo contarle la
verdad, suspiro hondo antes de entrar a su habitación, ahí la encuentro sentada en la cama como si
sospechara que algo ocurre, me acerco a ella y la envuelvo en un abrazo sin poder evitar las lagrimas,
ya no puedo controlarlo.

— ¿Me vas a decir que es lo que tengo Paula? — pregunta mirándome con esos ojitos que me
desarman.

—Sí, te lo voy a decir solo quiero que me prometas una cosa, que pase lo que pase no te darás por
vencida lucharas conmigo y no me abandonaras, eres fuerte Katherine, las dos hemos pasado por
mucho y debemos seguir luchando pase lo que pase. — parpadea una y otra vez.

— ¿Qué ocurre Paula?— Sus ojitos me observan angustiada. —Solo prométeme amor. — Vuelvo a
pedir.

—Te lo prometo Paula, te quiero.— Beso sus manos apretándolas a mi pecho.

—Bien Katy tú...— hago una pausa.— tienes leucemia.— se lleva las dos manos a la boca y empieza
a sollozar, en tanto yo la aprieto a mi pecho mientras lloramos juntas.

— Paula no, no puede ser porque yo, porque yo.

—Sah tranquila, tranquila te vas a curar te lo prometo haré hasta lo imposible para que te cures
princesa.— sujeto su rostro al ver sus hermosos ojos llenarse de lágrimas. —Estamos juntas Kathy,
yo no te dejaré sola, ¿me oíste? Jamás, nunca te dejaré sola, eres lo que mas amo en la vida.

— No me dejes nunca Paula no me abandones por favor, no quiero ser una carga para ti.

—No digas eso, jamás óyeme bien jamás te voy a abandonar.— Así nos quedamos abrazadas por
largos minutos hasta que después de tanto llorar se quedó dormida en mis brazos, la recuesto
suavemente en la cama acostándome a su lado.

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Suena mi despertador como de costumbre me levanto sin perder tiempo, voy a mi habitación a
ducharme, apenas entro debajo me permito llorar como nunca he llorado en mi vida, estoy tan
cansada, he pasado tantas cosas y ahora esto, pero debo ser fuerte por Katy, por ella, y saldremos
de esta, siempre salimos de todos los problemas, pero esto ¡¡Dios!! Esto es demasiado, perder a mi
madre ha sido muy difícil, no me imagino lo que sería perder a mi única hermana. Solo te pido que no
me dejes sola.
Me visto con lo primero que encuentro observándome en el espejo con unas inmensas ojeras. Peino
mi cabello acariciándolo, tengo el pelo negro, amo mi cabello es lo más lindo que tengo, los ojos verdes
como el de mi padre, ese maldito cobarde que nos abandonó un día dejando apenas una carta donde
pedía perdón y diciendo que jamás volvería, creo que jamás se lo perdonare, Katy es todo lo contrario
a mi ella es un poco rubia de ojos azules como mi madre es delgadita también de piel más tostada es
muy parecida a mi madre.

Voy a la cocina preparar el desayuno es aún muy temprano, dejaré que Katy duerma un poco más,
pues la cita con el especialista es a las ocho de la mañana y ella debe descansar, después de haber
preparado todo el desayuno voy a despertar a Katy.

—Kathy despierta, debemos ir al doctor recuerdas ya es hora.— Abre lentamente sus ojos.

— Buenos días Kathy.

—Buenos días Paula… —Levántate y dúchate para desayunar amor, e irnos al medico.— dejo un
beso en su cabeza en tanto ella estira sus brazos, observo como se levanta de la cama para caminar
a paso lento entrando al baño, niego moviendo la cabeza, me siento terriblemente mal, verla así, saber
que sufre de esa terrible enfermedad me hace muy mal. Me froto el rostro para luego salir de la
habitación, dejo que termine de arreglarse en tanto yo la espero en la cocina para desayunar.

—Mmm huele rico por aquí.— Aparece en la cocina ya totalmente lista y un poco mas animada que
ayer.

—Preparé tostadas, tus favoritas. — le regalo una tierna sonrisa, observándola llevar a sus labios la
taza de cafe.

—Umm que delicia, eres la mejor del mundo.— le lanzo un beso al aire. Desayunamos en silencio
las dos. — ¿Paula como haremos para pagar el tratamiento?— Me quedo pensando, es cierto no lo
había pensado. Un nudo se me forma en el estómago, quitándome hasta las ganas de comer.

—No te preocupes Katy, haré lo que sea, cualquier cosa para conseguir el dinero, tu solo quédate
tranquila.— contesto para que no se preocupe por eso. Ahora no solo estoy preocupada por la salud
de mi hermana, si no como pagaré su tratamiento.

Al rato llegamos al hospital, dirigiéndonos hasta la recepción del hospital, ya tenemos una cita previa
con el especialista. Pero en mi cabeza no deja de dar vuelta en como voy a pagar el tratamiento.

—Buenos días.— saludo amable a la mujer que está detrás del escritorio.

— Buenos días ¿en qué puedo ayudarlas?— Pregunta muy amable, regalándonos una sonrisa.

— Tenemos una cita con el Doctor Luis Parissi.— contesto en tanto veo teclea en su computador…
— ¿Señorita Ricci? Asiento…— Pase por favor cuarto piso oncología. — indica y solo sujeto de la
mano a Kathy para subir. Al llegar al cuarto piso nos volvemos a encontrar con una secretaria.

—Buenos días tenemos cita con el Doctor Luis.— digo acercándonos a la joven muchacha.

—Si un momento.—contesta esperamos un rato hasta que nos indica que podemos pasar.

—Pueden pasar señorita Ricci.

—Muchas gracias.— Agradezco amablemente.

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Al entrar al consultorio observo al doctor quien se levanta a saludarnos rápidamente al vernos, una
sonrisa se forma en su rostro, es bastante guapo joven de unos 30 años más o menos, alto, buen
físico, me intimida un poco su mirada asi que evito el contacto con el.

—Un placer señorita Ricci.— extiende su mano en un saludo.

—Gracias doctor igualmente. —Hola, ¿tu debes ser Kathy?— se voltea hacia ella para regalarle una
tierna sonrisa. —Hola doctor si soy yo.— contesta un poco tímida apretando mi mano.—Por favor
tomen asiento.— indica señalando con la mano.

—Bueno a ver por donde empezamos ¿ya sabes tú diagnostico no es así señorita Katherine?— Le
pregunta en forma dulce y cariñosa.

—Si.— contesta Katy cabizbaja. — ¿Dígame doctor que se puede hacer? — inquiero rápidamente
ya que esto me está matando.

— Tengo los resultados de su estudio, ya mi colega me habló de su caso y empezaremos lo más antes
posible su tratamiento.

— ¿Y cuánto costara el tratamiento doctor?— El doctor me mira, tal vez viendo la preocupación en
mis ojos. — Es un poco costoso y usted supongo ¿no cuenta con un seguro medico?

—No doctor, no contamos con ningún seguro médico.— contesto con un gran nudo en la garganta,
las lagrimas amenazan nuevamente en salir pero me contesto, intento mantenerme fuerte, por ella,
por mi hermana.

—Bien, le daré todas las indicaciones, los costos y las espero el viernes para empezar el tratamiento
se quedará internada 3 días cada 1 mes para su tratamiento y le seguiremos haciendo estudios
monitoreando su evolución, ¿bien?

—Está bien doctor aquí estaremos el viernes. — muevo la cabeza repetidas veces.

El médico me dio la indicación y salimos del consultorio, Pero nuevamente antes de salir el doctor se
despide de nosotras con una mirada que no sabría interpretar sujetando mi mano más tiempo de lo
debido, tuve que aclararme la garganta para que soltara mi garganta en tanto Kathy solo enarcó una
ceja, salimos del hospital y me pongo a mirar las indicaciones y mi corazón cae al suelo costara 30 mil
dólares más o menos para su primer tratamiento ¡Dios!!Y eso que solo es una parte, ¿de dónde sacare
esa cantidad de dinero?

— ¿Es mucho dinero?— Me pregunta Katy

—No princesa no te preocupes lo conseguiré tú solo descansa aliméntate y por el dinero no te


preocupes.

**

Hoy es miércoles, de nuevo al trabajo, Katy sigue normal, va al colegio, pude hablar con la directora
comentándole su estado de salud, y me comprendió perfectamente, incluso me dio la opción de las
clases a distancia en caso de que ella no pueda asistir por su estado de salud y creo que sería lo mejor
al menos por ahora, hasta ver como evoluciona con los tratamientos.

—Buenos días— salude a mis compañeros sin muchos ánimos, será tan difícil concentrarme en el
trabajo pensando en la salud de mi hermana.

—Buenos días contestaron.— Isa me abraza rápidamente al llegar junto a mi. — ¿Cómo estás
amiga?

—Bien dentro de todo, Emm pero necesito hablar contigo Isa, ¿podemos en la hora de mi
almuerzo?— Por qué de nuevo hoy hago doble turno y más ahora que necesito el dinero.

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—Si amiga claro que sí, hablaremos después.— en eso llega Marcos saludando a todos,
acercándose a mi.

—Hola preciosa ¿qué tal estas?

—Bien Marcos.

—Sabes que puedes pedirme lo que sea si necesitas ¿verdad?— Asiento sin ánimos.

—Gracias Marcos.

—De nada preciosa.— deja un beso en mi frente y se marcha nuevamente hacia su oficina.

La mañana paso volando, de repente como un espejismo erótico entran en el restaurante tres
hombres guapísimos y la boca se me cae al suelo y no soy la única pues al voltear a mirar a mis
compañeras están igual o peor que yo, Virgen Santísima, vuelvo a mirar a esos hombres, mis ojos se
desvían solitos hacia ellos.

— ¿De dónde salieron estos hombres?— Se acerca Isa, al igual que mis otras compañeras se quedan
embobadas mirándolos, son muy atractivos e imponentes, los veo de reojo, toman asiento en una
mesa en el fondo. Uno de ellos es el más alto y el más atractivo de los tres, mi corazón comienza a
palpitar, me remojo los labios al observarlo, la piel tostada, cabello perfectamente peinado, unos ojos
perturbadoramente hermosos, y uff una sonrisa que me paralizo el pulso.

—Yo los voy a atender.—exclama Isa acomodando su escote y camina decidida hacia la mesa de
esos tres bombones, suelto una risita sacudiendo mi cabeza, mi amiga es una completa loca, y eso
que tiene novio imagínate, yo por mi parte dejo de estar de babosa y sigo atendiendo las mesas
sintiéndome observada todo el tiempo, como si alguien vigilará más movimientos.

—Princesa ¿qué tal estas? —Aparece Marcos frente a mí, posando su vista en la mesa de esos tres
Dioses del pecado.

—Bien Marcos, estoy bien.— volteo hacia ellos y dos de esos hombres me observan pero no puedo
dejar de mirar a uno en particular. —Me alegro, no me gusta verte bajoneada Paula. —Lo siento pero
no puedo estar sonriendo Marcos. —No me refiero a eso, no me malinterpretes, solo digo que me pone
mal a mi verte así.

—Estaré bien no te preocupes.—giro caminando hacia a la cocina dejándolo ahí, traigo el pedido de
la mesa siete, y veo a Marcos hablando con esos hombres, al parecer los conoce pues se están riendo
con él, cuando de pronto cruzo miradas nuevamente con ese hombre, ¡Dios Mío! Que ojos, veo como
frunce el ceño y niega desviando la mirada hacia su amigo, yo sacudo mi cabeza y continuó con mi
trabajo, volteo nuevamente y ahí de nuevo esa mirada, ¿Por qué me mira tanto? ¿tengo algo pegado
en la cara o algo? Mejor dejo de soñar y vuelvo a mi realidad, un hombre como el jamás se fijaría en
una simple mesera como yo.

Entro a la cocina huyendo de ahí gracias a Dios había llegado la hora del almuerzo, hoy le pedí a
Sara si podía recoger a Katy del colegio porque necesitaba hablar con Isa, y la rubia se asoma
también.

—Isa no sé qué hare amiga.— ¿Qué sucedió?— Cuestiona y ambas nos sentamos en la mesa.

—El tratamiento de Katy es muy costoso no sé de donde sacare el dinero.

—Ay cariño ¿y no puedes pedir un préstamo?

—Lo intentare aunque no creo que me den treinta mil dólares jamás.

—¿Y si se lo pides a Marcos? Tú sabes que él está loco por ti.

9 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—No Isa, no me voy a aprovechar de eso, no eso no.— Quedamos pensando en que podía hacer
para conseguir el dinero.

— Hablare con Santiago a ver si te puede ayudar en algo.

—¿Cómo Isa, como podría ayudarme Santiago? Por cierto se están dando una oportunidad con Isa
creo que este par se quedan juntos.

—No lo sé amiga de alguna forma, el tiene muchos contactos.— Estuvimos conversado un poco mas
hasta que volvimos a nuestros deberes.

Al cerrar el restaurante aparece Marcos — Preciosa espérame que te llevo a tu casa, no pude
negarme estaba realmente agotada, así que lo espere y nos fuimos

—¿Qué tal esta Katy? ¿Cómo tomo la noticia?

—Más o menos, está muy triste.

—Me imagino.— hablamos poco durante el camino porque realmente estaba agotada llegamos a la
casa le dije a Marcos que no lo invitaba a pasar porque era muy tarde y estaba cansada en eso me
agarra la mejilla y deja un beso en la comisura de mis labios, pues yo desvíe el rostro, no sabía cómo
reaccionar, se separó lentamente.

—No sabes cuánto quería hacer esto.— suspire y me baje del auto.

—Buenas noches Marcos.— me enojaba su actitud, es que no comprende lo que es no.

Entro a casa, Sara durmiendo en el mueble de la sala con Katy, la despierto despacito y se levanta.

—Gracias Sara. —De nada mi niña sabes que para mí no es molestia.

Le doy un beso, esta mujer es increíble, es como una madre para mí, llevo a Katy a su habitación
y sigue dormida, yo por mi parte entro al baño para tomar una ducha antes de dormir.
Capitulo 3. La única solución.
Paula
—Buenos días chicos.
—Buenos días Paula, Isa me abraza y me dice que me tiene una noticia que necesita hablar
conmigo.
—Hablamos al medio día Isa.
—Está bien es sobre el dinero Paula, abro los ojos como platos. ¿Qué dices Isa? me mira y sonríe.
—Creo que encontré una solución, me quede pensando toda la mañana en eso hasta que llego el
medio día.
—Ahora si Isa ¿qué me tienes que decir? —Mira tú dijiste que harías cualquier cosa ¿verdad por
Kathy no?
—Si así es Isa lo que sea haría por ella —Bueno hable con Santiago y me dijo algo, solo no sé
si quisieras hacerlo.
—Anda Isa dime de una vez por favor, cualquier cosa con tal de pagar su tratamiento.
—Bien como sabrás, él se mueve en un círculo de hombres con dinero y mucho poder.
—¿Y eso qué? Déjame seguir amiga.
—Bien, perdón sigue. —Y me dijo que podrías si quisieras, ser dama de compañía de alguno de
esos hombres y cobrar por eso, me comenta que pagan muy bien por esos servicios — me quedo
atónita por lo que estoy escuchando.
— ¿Qué? ¿Isa, estás loca, te das cuenta de lo que me estás diciendo? —Sí y tú dijiste que harías
cualquier cosa.
—Lo sé amiga, pero eso no lo sé.
—Vamos anda no es que tendrás sexo con ellos es solo ser dama de compañía por una noche y
voila te pagan buen dinero por eso.
—No lo sé Isa tengo que pensarlo.
—Bien piénsalo amiga y avísame., me quedo pensando en lo que me ha dicho Isabela.
— Ok mi turno termino creo que ya nos vemos mañana. Solo la observo agarrar sus cosas para
marcharse, pero aun no asimilo nada de esto.

10 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Está bien Isa nos vemos mañana, deja un beso en mi mejilla para marcharse, me quedo pensando
en lo que Isa me dijo, no puedo hacer eso, sería una puta más o menos solo que sin sexo, eso creo.
Hago una mueca en los labios, recostándome en la pared.
¡¡ Dios!! No creo poder hacerlo, sí, dije cualquier cosa pero no sé si sería capaz de eso.
**
Me despierto al día siguiente, hoy Katy empieza su tratamiento, después de realizar nuestra rutina
diaria, llegamos al hospital. — Buenos días señorita, Saludo al llegar.
—Buenos días, contesta la recepcionista del hospital.
— Tenemos cita con el Dr. Luis Parissi.
—Un momento, revisa en su computador y después de unos segundos nos indica que podemos pasar.
—Pueden pasar tercer piso, subimos y llegamos a su consultorio, de nuevo nos recibe la secretaria del
doctor que nos hace pasar.
—Buenos días, doctor, él sonríe al verme… —Buenos días, contesta con una sonrisa de comercial
de pasta dental, rio mentalmente por mis ocurrencias, pensará que estoy loca por la forma en que me
mira.
—Empezamos hoy el tratamiento Katy, habla y yo solo asiento...— Ella está demasiado asustada
doctor.
— No tienes nada de que asustarte, todo va a salir bien, ¿está bien?
—Bien señorita acompáñenme, iremos a la habitación que le va a corresponder porque se quedara
internada un día para empezar su tratamiento, y veremos cómo evoluciona, seguimos al doctor, yo
también estoy muy nerviosa por como Katy va a reaccionar al tratamiento y por el costo del mismo.
Llame a Marcos para informarle que hoy no poder ir a trabajar, como siempre muy comprensivo, no
quiero aprovecharme de sus sentimientos hacia mí, pero en estos casos agradezco que sea así
conmigo.
Pase el día entero sin despegarme un segundo de mi hermana, esperando en la sala de espera,
estoy muy nerviosa, casi me he comido todas las uñas.
Al pasar una hora aparece el Doctor nuevamente. — ¿Doctor como esta mi hermana?
— Bastante bien Paula, reacciona bastante bien a los medicamentos, estará en observación toda la
noche y le daré de alta mañana de mañana, estos son los medicamentos que debe tomar en su casa
y todas las indicaciones del mismo, y mantenme informado de todo, aquí te dejo mi número llámame
a la hora que sea.
—Gracias en verdad doctor es usted muy amable, me da la mano y no me suelta es más siento que
me acaricia suavemente o es imaginación mía, me siento muy incómoda con su gesto, estiro la mano
con algo de fuerza a lo que él se da cuenta y me regala una pequeña sonrisa.
—Con permiso Paula, asiento, y él se retira.
Después de reaccionar a lo que acaba de pasar fijo la vista en la indicación que me acaba de dejar,
¡¡Dios Santísimo!! Es demasiado de donde sacaré tanto dinero, ya gaste todo lo que tenía ahorrado
para el primer tratamiento, Ay Diosito ¿qué haré ahora?
Solo una cosa que jamás pensé hacer, marco el número de mi amiga, suena y en el segundo tono,
me contesta.
—Isa, ¿amiga como estas, como está Katy?
— Ella está bien Isa, el problema es otro, tengo un gran nudo en la garganta, tengo unas inmensas
ganas de llorar, ni siquiera puedo decirle esto. ¡Mierda!
— ¿Qué pasa amiga? Dime. — Isa necesito conseguir urgentemente el dinero, silencio al otro lado
de la línea.
—Y quieres que hable con Santiago contesta… suspiro, —Si Isa, es la única solución.
Capitulo 4. Comienza el juego.
Paula
Al día siguiente dan de alta a Katy, y nos vamos a casa, de nuevo no iré a trabajar no quiero dejarla
sola, llegamos al departamento y la llevo a su habitación para que pueda descansar — ¿Cómo te
sientes princesa? pregunto.
—Algo cansada, contesta ella cabizbaja…— Bien acuéstate y descansa haré de comer.
La dejo descansar y mientras voy a la cocina a hacerle una sopa de verduras , ahora más que
nunca debe alimentarse bien para soportar el tratamiento y tantos medicamentos que aun no sé como
lo voy a conseguir, me quedo pensando en eso cuando de pronto suena mi teléfono.
¿Hola? contesto dudosa.
¿Paula?
—Si soy yo… — Paula soy Santiago, no sé si respirar o dejar de respirar, no sé qué tan buena sea
su llamada.
— Ho… hola Santiago, tartamudeo, ¿qué tal?

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Bien, llamo para hablarte de lo que te comento Isa.
— ¡Mierda! Si dime… Quiero que vayas a esta dirección que te diré... —Espera un momento, anoto
la dirección que me da con las manos temblorosas, en verdad lo hare ¡por Dios!
—Para las 2 de la tarde pregunta por el Sr. Iam Ricardi… ¿y luego?
— Dile que vas departe de Santiago Lombardi y el resto es cosa de ustedes.
Oh por Dios empiezo a temblar…— Está bien…contesto no muy convencida.
—Aaah y Paula casi lo olvidaba vístete sexy…
— Adiós Paula — Y corta la llamada, yo sigo temblando y procesando lo que me acaba de
decir, "vístete sexy " no lo puedo creer ¿en realidad haré esto? Pero no me queda de otra es la única
manera y todo sea por Katy., preparo la sopa luego voy a pedirle a Sara si hoy puede quedarse con
ella para ir a la dichosa cita, quien sabe que me espera, espero no sea un señor gordo y calvo manos
largas porque le doy una patada en los huevos para que no se le ocurra ponerme una mano encima…
¿qué pretendes Paula, que un apuesto millonario pagaría a una mujer por compañía? obviamente es
un viejo verde y calvo y panzón, me sacudo de tan solo imaginarlo, de todos modos lo hare no hay de
otra.
Ya son las 12 del mediodía, entro a ducharme, pongo crema por todo mi cuerpo, siempre lo hago, me
pongo un vestido negro con tiras con un poco de escote, me llega un poco más encima de la rodilla,
me maquillo solo un poco para que parezca natural y aliso mi pelo, me miro al espejo, creo que estoy
bastante bien espero le guste, me puse tacones altos aunque no acostumbre a usarlos pero esta
ocasión lo amerita, soy más de usar championes o zapatillas, es que a los hombres le gustan las
mujeres de piernas largas que miden dos metros no me considero de baja estatura, pero tampoco soy
muy alta, mejor dejo de pensar en tantas tonterías, creo que eso de que Isa sea mi amiga ya me está
afectando también, mejor ya me voy si no llegaré tarde, déjate de tantas tonterías Paula, tu puedes
mujer, hazlo por tu hermana. Si, si lo hare, bien aquí voy.
Entro al dormitorio de Katy veo que está dormida y salgo sin hacer mucho ruido para poder
despedirme
de Sara. — Bueno Sara ya me voy, ella también sonríe, ruedo los ojos.
— Cuídate… — Igual ustedes avísenme cualquier cosa. — Así será no te preocupes.
Afuera cojo un taxi y voy a la dirección que me dio Santiago, Ay, estoy muy nerviosa, me tiemblan
las piernas — ¿A dónde señorita? pregunta el taxista
—Al edificio De Luca Company por favor.
En 30 minutos llego, es impresionante este edificio, me quedo mirando por unos segundos, luego me
adentro sin perder tiempo ya que soy una persona muy puntual.
— Buenas tardes. Saludo a la que creo es la recepcionista, me da una sonrisa amable.
— Tengo una cita con el señor Iam Ricardi.
—Sí, adelante, me ofrece un carnet de visitante.
— Séptimo piso contesta, asiento y me dirijo al ascensor, subo al piso indicado estoy sudando,
temblando, creo que me dará un colapso nervioso, al llegar al piso indicado me acerco una secretaria,
una rubia que parece una muñeca Barbie, más plástica que las muñecas que le compro a Katherine.
—Buenos días, tengo una cita con el señor Iam Ricardi, ella me observa de pies a cabeza ¿Qué le
sucede a esta?, ¿que soy un bicho raro o tengo algo pegado en la cara o qué? faltaba más esta.
— ¿Nombre? pregunta de forma despectiva — Paula Ricci… marca su teléfono, al segundo me
dice que la acompañe, voy detrás de la plástica, llegando frente a una puerta gigante
—Adelante, me señala con la mano dándome paso, trago grueso, y lo abro lentamente, entro con
miedo y temblando, el tal Iam está parado de espalda mirando el gran ventanal, gira lentamente y Dios
santísimo es bellísimo, mide como dos metros, bueno no tanto, pelo castaño claro ojos color miel,
barba cerrada de 2 días y un cuerpo uff está para comerlo vivo, estos pensamientos ahora mismo no
son nada decentes, la falta de hombres en tu vida ya están haciendo efecto al parecer, sacudo mi
cabeza y saludo para dejar de parecer una tonta.
—B...buenas tardes señor Ricardi, tartamudeo y me odio por eso, levanta una ceja
regalándome una sonrisa de costado y Ay Diosito no debió hacerlo, me siento acalorada, uff, ya basta,
basta compórtate tarada.
— Dime Iam. Pide. "Iam" susurro para mí. -¿Tú debes ser Paula?, asiento no puedo dejar de mirarlo
sus ojos me atraen demasiado, moja sus labios ¡¡oh Dios Mío!! ¿Enserio hizo eso?
— ¿Acaso tu no trabajas en el restaurante de Marcos? Asiento levemente.
— ¿Eso importa? pregunto un poco confundida. —Para nada, a mi eso no me molesta preciosa,
perooo, Santiago me dijo que eras muy hermosa, pero al verte aquí compruebo que tenia razón, no
hay duda de eso. Mi rostro arde de vergüenza, estoy frente a uno de esos tres hombres que
aparecieron el otro día en el restaurante. ¡Dios! que chico es el mundo.
: — Por favor toma asiento, debemos llegar a un acuerdo, me indica y yo solo asiento, creo que me
comió la lengua el ratón, el se sienta con todo ese porte sexy y atractivo es un adonis en verdad.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Bien Paula seré directo, yo necesito una dama de compañía, una que esté dispuesta para mí
cuando yo lo necesite. Habla sin borrar la sonrisa, apoyando los codos en su mesa. ¿No le dolerá la
mejilla de tanto sonreír? O sea Paula, te acaba de hablar y tu solo piensas en que le dolerá el rostro,
tremenda tarada.
— ¿Y eso que conlleva? Pregunto después de recomponerme, suelta una
carcajada, regalándome con una mirada burlona…
— No habrá sexo si no lo quieres, si eso es lo que te preocupa.
¡¡Madre mía!! No puede ser tan directo este papacito.
—Tengo un contrato preparado quiero que lo leas y lo firmes, si no estás de acuerdo con algo lo
cambiamos, me ofrece un folder negro, con las manos temblorosas lo tomo y empiezo a leer, sintiendo
su mirada todo el tiempo, estos hombres sí que saben intimidar.
1—La señorita acompañara al Sr. Ricardi a todos los eventos que él así lo considere, pasara un fin de
semana con él en su casa o donde él lo disponga.
2— Tendrán relaciones sexuales solo si así ella lo desea, y otras cosas más, bajo su total
consentimiento.
3— El contrato durara un mes, si pasado un mes ambas partes deseas alargar el contrato será bajo
expreso consentimiento de ambas partes.
4— el monto que será depositado en la cuenta de la señorita será de 40 mil dólares.¡¡Oh por Dios!! Es
mucho dinero, la primera parte será depositada después de la segunda salida y la otra mitad al finalizar
el contrato… me quedo muda, es mucho dinero con eso ya pago el tratamiento de Katy, y lo mejor no
tengo que acostarme con nadie.
No es tan descabellado el contrato, por lo menos no dice que tengo que tener relaciones con él.
— Bien señor Ricar… digo Iam me aclaro la garganta ¿dónde firmo? El con una sonrisa ladeada
se levanta de su silla se para frente a mí, recostándose en su escritorio y me pasa un lápiz.
— Firme aquí, me señala el lugar donde debo poner mi firma.
Mis manos tiemblan, me debato entre firmar y no hacerlo, al carajo debo firmar, mi hermana
depende de mí y yo necesito el dinero.
—Bien señorita, ahora eres toda mía, sonríe y madre mía yo trago grueso.
¿Toda suya dijo? suelta una risa al ver mi cara de asustada, se acerca a mi poniendo sus manos a
los costados de mi silla acercando su rostro al mío, puedo sentir su respiración, su tibio aliento, esos
ojos color miel que se ven tan transparentes.
—No te asustes Paula yo no muerdo, paso saliva, su voz es tan ronca que me eriza la piel, se aleja
lentamente para luego girarse de nuevo hacia mí.
—Mañana por la noche pasare a buscarla a las 8.
— ¿Mañana? ¡Joder! ¿Tan pronto?
—Si, ¿tiene algún problema con eso? —No ninguna, contesto rápidamente, contrólate Paula… ¿y
cómo debo ir vestida? —En el trascurso de hoy le llegará un paquete, recíbalo es un regalo.
—Pero no sabe dónde vivo, se carcajea una vez más con esa voz ronca y deliciosa para mi gusto.
—Yo lo sé todo mi querida Paula Ricci, tú deja todo a mi cargo.
—Está bien, entonces si no hay más que hablar yo me retiro, me pongo rápidamente de pie, quisiera
huir de ahí, esto es demasiado.
—¡¡Espera!! Hay una cosa más, se acerca a mí, me toma de la barbilla, me escanea todo el rostro,
como estudiando algo…— Eres realmente hermosa, susurra bajito, yo respiro acelerado, deja un
beso en la comisura de los labios y me suelta.
—Hasta mañana Iam, cuando estoy por salir, escucho que habla nuevamente.
—¡¡ Paula!! Volteo, fue un verdadero placer conocerte, asiento y salgo de ahí como si mi vida
dependiera de ello, en menos de 5 minutos ya estaba afuera del edificio respiro y respiro, tranquila
Paula respira ya paso ya paso, me digo a mi misma tratando de calmar estas revoluciones que se han
formado dentro de mí.
Esto es demasiado por Dios presiento que todo esto es una locura, pero no hay marcha atrás, todo
sea por la salud de mi hermana, solo me tiene a mí.
Esa tarde me la pase con Katy hablamos reímos de muchas cosas, de pronto suena el timbre, y voy a
ver quién es.
—Buenas tardes ¿la señorita Paula Ricci?
— Si soy yo, contesto recordando las palabras de Iam, acerca de que me llegaría un paquete… Esto
es para usted, Firme aquí por favor.
— Gracias, el hombre solo asiente con una media sonrisa y se retira.
Abro la caja y lo que veo no lo puedo creer es un vestido color vino hermoso, la tela es preciosa con
un escote madre mía muy profundo con la espalda abierta muy abierta para mi gusto y unos zapatos
alucinantes en color negro. Y otra cajita más que tenía un collar con unos aretes realmente hermosos
y costosos, seguro me tomaría una vida entera pagarlas, con una nota.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Espero sea de su agrado este pequeño obsequio, me encantaría verte lucir este vestido mañana, y
un verdadero placer será llevarla de mi mano. Me dejaste fascinado.
Un beso I.R
¡Dios! esto es demasiado, es todo muy costoso, voy a mi habitación a guardar las cosas, no me
gustaría que mi hermana lo vea y comience a hacer más preguntas.
IAM
Dios, no puedo creer semejante mujer, es tan hermosa, es bellísima esa carita de ángel, esos ojos
esmeralda, esa boquita que muero por probarla, y ese cuerpo uff está más que buena, no pensé que
la chica que me mandaría Santiago estuviera tan buena, creo que ahora si me voy a divertir, marco el
número de Yaneth
— ¡¡Querido!!... Yaneth necesito que me prepares un regalo, le doy todos los detalles y luego pido
a mi chofer que pase por aquí por que escribí una nota especialmente para ella y que lleve al
departamento de Paula, espero le guste, porque a mi ella me encanta.
Escucho que tocan la puerta, adelante, — Señor, estos son los papeles de los clientes que me pidió.
— Gracias Eva puedes retirarte.
— Con permiso señor, asiento.
Debo ir a la oficina de Dante a llevarle estos papeles para que firme.
— ¿Se encuentra Dante? pregunto a su secretaria, hay una gran diferencia entre la recepcionista y
la asistente de Dante.
— Si puede pasar me dice moviendo sus pestañas exageradamente, no me gustan las mujeres
ofrecidas que buscan llamar la atención de todos los hombres.
Toco la puerta de Dante, escucho un adelante…— No puedes buscar una secretaria menos
escandalosa se le está por ver las tetas con su escolte, entro hablando, suelta una carcajada.
— Necesito que firmes estos papeles Dante, son los papeles del nuevo cliente. ¿Lo investigaste
bien?
—Oye ¿desconfías de mí? me ofendes caray, si soy el mejor de toda Italia hombre...
—Así es hermano, me sirvo un trago y le doy otro a Dante, y me siento enfrente.
— Oye ¿a quién llevaras mañana en la gala? —Invite a Carla.
—Esa mujer está loca, se carcajea. — No está loca, solo que a ti no te gustan las fáciles según tu.
— Así es. — ¿Y tú, con quien iras? ¿Con una de tus nuevas " adquisiciones"? Hace un gesto con
las manos, asiento, Dante y Leonardo siempre dicen que me gusta tirar dinero.
—Así es. — Iam, no te das cuenta que cualquier mujer estaría contigo sin necesidad de pagar por
ello.
—Si lo sé. — ¿Y entonces?
— Le quita lo divertido a la vida, me encojo de hombro…—Es absurdos de verdad ¿y ahora quien
es tu nueva adquisición?
—Ay hermano si la vieras, es preciosa, es hermosa, se carcajea de nuevo este hijo de puta, pero
mañana lo dejare con la boca abierta, esa muñequita será toda mía, su rostro de ángel denota
inocencia, esa inocencia que me encantaría corromper.
— De verdad nunca te escuche hablar así de ninguna mujer. —Es verdad Dante seré la envidia de
todos mañana, nuevo mis cejas repetidas veces.
— ¿No me digas? Apuesto que como todas a los quince días ya la mandas a volar y de nuevo
pierdes dinero.
— Hu hu no lo creo, ladeo mi cabeza, esta mujer es diferente, creo que ni en un mes la voy a querer
soltar.
— ¿Y qué tiene de especial? …— No lo sé, es diferente, es tímida, sus ojos, su cuerpo, me remojo
los labios y Dante levanta una ceja. Ella no lo sabe pero muy pronto la tendré debajo de mí gimiendo
y pidiéndome más.
—Vaya hermano, sí que te pego duro. — Me río y me levante, bueno me voy te dejo que revises
esos papeles y me lo mandes luego.
Dante asiente y salgo de su oficina espero con ansias que sea mañana ya quiero ver de nuevo a
esa muñequita de ojos color esmeralda y pelo más negro que la noche, su aroma es fascinante,
adictiva, ya la había visto el otro día en el restaurante, la verdad aunque estaba vestida con el uniforme
se veía preciosa, y como es la vida, me la ha puesto en bandeja de plata.
Capitulo 5. Segundo encuentro.
Paula
Llegó el día de mi salida con Iam, estoy muy nerviosa, no sé a dónde iremos, solo sé que a juzgar
por el vestido a un lugar muy elegante.
Hoy solo hago un turno en el restaurante, Marcos insistió mucho que me quedara como los otros
días no fui a trabajar, pero le puse la excusa de que no quería dejar a Katy tanto tiempo sola, no puedo
contarle la verdad a nadie, esto que haré no se verá nada bien ante los ojos de nadie, incluso yo me

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ERES MI ADICCION LEYVA
estoy juzgando por ello, me siento fatal, tener que hacer esto por dinero, solo que es por fuerza
mayor, por otro lado mi amiga Isa se quedará con Katy para que yo pueda ir a mi cita, de verdad ella
y yo somos como hermanas, siempre estamos ahí la una para la otra.
—¿Ya nos vamos amiga? Pregunta como siempre tan alegre, su efusividad es contagiaste.
—Si Isa, debo llegar temprano para poder arreglarme y quedar bien. —De eso me encargo yo amiga,
déjamelo a mí y estarás para romper corazones.
—Ay Isa no sé qué haría sin ti, me abraza.
— Nada, no eres nada sin mí, se carcajea, y ruedo los ojos, creo que lo de loca ya no le quita a esta
rubia.
*
—Hola Sara ¿Cómo está Kathy? Es lo primero que pregunto todos los días al llegar a casa, nada es
igual desde que supe de su enfermedad, es la única que ocupa mi mente todo el día, no sé qué pasaría
si le llegara a suceder algo.
— Muy bien está descansando en su habitación... —¿Cómo estuvo hoy? ¿tuvo alguna recaída?
—No Paula estuvo muy bien, sin ningún contratiempo... —Muchas gracias Sara.
—Hasta mañana Paula que descansen, yo me retiro. —Hasta mañana Sara.
Observo desde la puerta que Kathy está durmiendo profundamente y me voy a mi habitación,
después llego mi amiga Isa para ayudarme a arreglarme.
—Uf si fuera hombre, amiga, te arrancaría ese vestido y te cogería toda la noche, Isa empieza a reír,
como loca.
— ¡Dios! Isa no digas esas cosas, el vestido me queda súper bien al cuerpo moldea mi figura, Isa me
hizo un pequeño recogido en el pelo, el vestido tiene enfrente un escote que hace resaltar mis
pechos, los tengo de un tamaño un poco grandes, si fuera por mi me lo cambiaria con Isa ya que los
pechos de ella son pequeños y ella siempre se anda quejando que quisiera unos pechos como los
míos, la verdad no sabe lo que cuesta dormir boca para abajo con estos pechos, suelto una carcajada
de pronto e Isa levanta una ceja, negando.
—Ya se me pego lo loca, por juntarme tanto contigo. Bromeo e Isa me lanza una almohada.
Escucho que suena el timbre y mi corazón late frenéticamente, de nuevo ver a ese hombre tan
guapo me gusta.… Isa, ya llego, digo a mi amiga toda nerviosa, ella mueve sus cejas repetidas veces.
— Pues ve a abrir la puerta amiga, que esperas, o quieres que vaya yo en tu reemplazo, bromea riendo.
Voy rápido para no hacerlo esperar, abro la puerta y uff lo que tengo frente a mí es lo más sexy que
vi en mi vida, Iam está vestido en un traje de tres piezas en color negro está hermoso, sacudo mi
cabeza y veo como Iam me observa de pies a cabeza.
—Estas demasiado hermosa Paula, se acerca y deja un beso en la comisura del labio. Trago grueso,
me pone nerviosa, sin embargo no siento ningún cosquilleo en la pansa, Isa siempre dice que cuando
llega el indicado sentirás cosquillitas en el estómago nada más al verlo.
—Gracias, tu igual estás muy guapo, sonríe, esa maldita sonrisa que enamora a cualquiera, menos a
mí, bueno definitivamente no sé si me tengo algún desorden mental o soy inmune a los hombres, no
puede un hombre tan guapo como el no gustarme.
— ¿Nos vamos? Pregunta dándome la mano, sacándome de mis pensamientos.
— Si déjame traigo el bolso y ya podremos irnos.
Me despido de Isa y de Katy — Isa me llamas cualquier cosa por favor, ella rueda los ojos.
—Ay Paula ve y diviértete y disfruta al bombón mm que está buenísimo, me susurra y yo siento el
rostro arder de vergüenza. Adiós dice moviendo sus dedos repetidas veces, salgo encontrándome
nuevamente con Iam quien al verme sonríe, definitivamente este hombre solo sonríe y sonríe.
—Vamos. El asiente y me ofrece el brazo, bajamos del edificio y veo un auto precioso en color negro
estacionado.
Iam me abre la puerta dándome paso a subir al auto, el rodea el mismo y sube a mi lado, no dejaba
de observarme todo el trayecto, y alagarme, ya me estaba sintiendo muy incómoda.
Llegamos y no puedo creer hay miles de fotógrafos, miles de personas, me pongo muy nerviosa e
Iam lo nota… — No estés nerviosa, no te separes de mí y todo saldrá bien, me susurra, levantando la
vista para mirarlo a los ojos y él me regala un guiño.
—No me sueltes le digo bajito y él sonríe, — No podría jamás preciosa. Confiesa seguro.
Entramos y todas las miradas puestas en nosotros… todo el mundo nos mira, le digo a Iam… —
Yo creo que es a ti, no a mí.
Me pongo aún más nerviosa aprieto fuerte el brazo de Iam y él sonríe por mi acto.
— Vayamos a saludar a unos amigos hermosa, asiento y caminamos hasta llegar al grupo de
hombres, una mujer, y por Dios ahí lo veo de nuevo esa mirada, esos ojos que no salen de mi sueño

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ERES MI ADICCION LEYVA
y de mi mente, estaba ahí y mi corazón se comienza a acelerar de nuevo y ahí esta, maldita sea esa
cosquillita que siento al verlo, no sé porque me siento así al verlo.
Iam me presenta… — Buenas noches, caballeros, señorita, ella es Paula mi hermosa acompañante,
yo solo sonrío y el de ojos verdes no dejaba de mirarme, mucho gusto soy Leonardo, un placer, el
hombre besa el torso de mi mano., y me sonríe a lo que Iam estira mi brazo y el hombre solo sonríe,
saludo al otro hombre, un placer Esteban me dice y asiente… — Y él es Dante De Luca— y mi corazón
no dejaba de acelerarse, tiemblo como nunca, él solo asiente, pero no me dice ni siquiera es capaz de
regalarme un saludo, ¿y a este que le sucede? y por último ella es Carla. — Mucho gusto digo a lo
que ella me da una sonrisa fingida, la ignoro, estoy acostumbrada a toparme con esta clase de
personas, en el restaurante van de todo tipo, ya sabré yo.
—Ven preciosa, Iam me sujeta del brazo para llevarme a otro rincón del salón. — Con permiso
señores, que disfruten la noche, habla Iam despidiéndose de ellos, de vez en cuando giro a la
dirección donde se encuentra Dante y veo que no dejaba de mirarme, me observaba fijamente, no
puedo interpretar su mirada, no sé qué le sucede ¿me odia acaso? Pero si no le conozco, ah de seguro
piensa lo peor de mí, pensando que solo quiero el dinero de su amigo.
Le digo a Iam que necesito ir al baño, el asiente y camino hacia los sanitarios, en verdad solo
necesito respirar y asimilar todo lo que está ocurriendo, cuando estoy dentro de un cubículo, escucho
que entra dos mujeres, y comienzan a hablar entre ellas, yo me mantengo en silencio para seguir con
mis necesidades, pero de pronto…
— ¿Ya viste la nueva adquisición de Iam? Ríen… Si ahora ya no es rubia creo que ya cambio de
gustos, vuelven a reír y de pronto ya no escucho hablar a nadie, al parecer ya salieron del baño, no
puedo evitar y unas lágrimas ruedan por mi mejilla, es lo que soy ¿una adquisición? ¡Carajo! nadie
sabe porque lo hago, nadie debería juzgar sin saber la realidad de las personas, solo quiero que
termine esta noche para poder irme de aquí, esto será más difícil de lo que imagine, no estoy
acostumbrada a esto, a toda esta clase de personas, esta no soy yo. ¿Qué hare?
Salí del baño en busca de Iam nuevamente, pero no lo encontraba de repente una voz ronca a
mí espalda me erizo la piel al instante, — ¿Te dejaron sola? Es Dante quien se acerca a mí con una
mano en el bolsillo, con una sonrisa ladeada. ¿Qué es lo que le sucede?
Me aclaro la garganta para hablar. — Si, no encuentro a Iam… Se acerca más a mí y su olor ¡¡Dios!!
Me fascina… No puede estar pasándome esto a mí.
— Tal vez yo pueda hacerte compañía, habla en mi oído en un susurro… — ¿Perdón? Levanto una
ceja en su dirección... sonríe de lado y me vuelve a hablar…—¿Cuánto cobrarías por una noche?
¿Qué carajos le sucede? ¿Quién piensa que soy? lo empujo más no lo muevo ni un centímetro, es
grande.
—No sé quién piensas que soy señor, pero yo no soy una puta… Sonríe. — ¿Ah no? Y es que con mi
amigo ¿Te acuestas gratis? … Lágrimas salen de mis ojos aún tratando de contenerlos, pero no lo
consigo, no puedo creer lo que me dice, me considera una cualquiera, ¿qué cobro por sexo? ¡Maldito!
cuando le iba a contestar una mano se posa en mi cintura.
— ¡Iam! Susurro… —¿Qué sucede? cuestiona mirándonos a ambos. — Nada, solo conversaba con tú,
me mira de pies a cabeza, bella acompañante, exclamó el hombre haciendo un gesto que me da rabia,
solo quiero darle un puñetazo en su cara.
— Con permiso, exclama y se retira de ahí. — ¿Qué sucede preciosa? Iam me sujeta de la mano,
tiemblo de nervios.
— Nada Iam, solo no te encontré y me puse nerviosa entre tanta gente. — Podemos irnos si quieres.
— No Iam, niego, será cuando tú quieras pagaste por eso no es así, él niega con la cabeza, — No
digas eso ¿bien?
— Ya nos vamos, me agarra de la mano y nos dirigimos a la salida, volteo y de nuevo está ahí
observándome, ahora solo quiero no volver a verlo nunca más, no sé por qué sus palabras me
afectaron tanto si ni siquiera lo conozco, no debería de importarme nada, nadie sabe porque estoy
haciendo esto.
Llegamos a mi casa después de un momento, no volvimos a hablar, tengo tantas emociones
acumuladas, que una palabra y rompería en llanto, Iam me abre la puerta del auto ofreciéndome su
mano para bajar, es todo un caballero en verdad, y pensar que solo es una mentira, solo está pagando
por mí, es lo más triste.
— Me encanto esta velada… Yo solo agacho la cabeza y sonrío apenas.
Iam levanta mi rostro con su mano acariciando mi mejilla…— Eres hermosa Paula, y sin aviso
estampa sus labios con los míos, al principio no le correspondo luego intento seguirle el ritmo, nos
separamos después de ese tierno beso, porque no fue más que eso. — Es mejor de lo que imagine,
tus labios son muy dulces, me imagino que todo de ti es dulce. Sus palabras fueron de doble filo, no

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ERES MI ADICCION LEYVA
soy tonta, podre no tener experiencia pero se cuándo un hombre te insinúa algo, yo solo sonrío
intentando hacer pasar su comentario.
—Bueno es hora que te deje descansar preciosa, asiento. —Hasta mañana Paula, fue un placer verte
esta noche.
—Hasta mañana Iam. Me despido levantando la mano, el solo se mantiene parado mirándome con las
manos en los bolsillos.
Subo a mi departamento, al pasar observo que Isa duerme con Katy, entro a mi habitación sin
despertarla y sin hacer ruido, tiro mi zapato al entrar, despojándome rápidamente de mi vestido para
entrar a la ducha, empiezo a llorar, no entiendo ni porque, solo sé que me siento frustrada, y lo peor
de todo es que no sale de mi cabeza ese hombre, es un idiota, ojalá nunca lo vuelva a ver en mi vida.
Capitulo 6. Convirtiéndose en mi obsesión
Dante
Ayer la vi de nuevo, desde que la vi el otro día en el restaurante de Marcos, no me la saco de la
cabeza, no sé qué me pasa, esos ojos verdes me dejaron hechizado, nunca me había sucedido algo
así, y maldita sea no pude creer cuando anoche llegó del brazo de mi mejor amigo, es el mejor, ha
estado conmigo en mis peores momentos, pero no le quita lo hijo de puta con las mujeres, tiene una
obsesión con pagar mujeres para tener sexo durante un mes y acompañarlo a eventos sociales, lo
extraño es que siempre le atraen las rubias y ésta mujer es todo lo contrario, cuando habló el otro día
de la mujer que lo iba a acompañar no imaginé que el mundo fuera tan pequeño y sería la misma
mesera del otro día a quien yo le había fichado. ¡Haaa! Gruño frustrado.
Sin embargo Iam nunca se expresó así de ninguna mujer, pero la verdad cualquiera estaría
embelesado por ella, atraería a cualquier mortal, pondría a sus pies a quien quiera si se lo propone,
¿A ti no Dante? Bufo rodando los ojos. La quiero para una noche, saciar este deseo que tengo, nada
más. Dante D Luca no se enamora de nadie.
Cuando nos presentó a todos se le notaba nerviosa, es tímida se notaba que no asistía a esta clase
de eventos, pero carajo ese vestido moldeaba toda su figura, cada curva de su cuerpo era exquisito,
esos pechos redondos y sensuales, cabría perfectamente en mis manos, esa mujer es un manjar.
Pero debo aceptar que me llevé una gran decepción al imaginarla diferente a las demás mujeres,
pero veo que es igual a todas, acostarse con hombres por dinero, es lo más despreciable, así que no
da para más de una noche.
Estoy muy ansioso y no encuentro el motivo, cierro mis ojos recordando lo sucedido anoche no
podía dejar de mirarla, la seguía con la mirada a todos lados y ella también me miraba lo podía notar,
lo sentía, lo que me jodía era que no era el único que la devoraba con la mirada, todos los hombres
presentes la miraban con deseo, e Iam no la dejaba un segundo, hasta que por fin se despegó de él y
fue al baño.
Me disculpe con Carla mi acompañante y la seguí como un enfermo, ni siquiera la conocía pero ahí
estaba yo al asecho, esperé a que salga recostado en una esquina, cuando salió la vi mirar a todos
lados como si buscara a alguien, con un carajo a quien engaño buscaba a Iam por supuesto, entonces
me acerque por detrás para hablarle.
¿Te dejaron sola?
Se sobresaltó y giro lentamente, diciéndome que no encontraba a Iam, se le notaba el nerviosismo,
solo que no sabía a qué se debía, me acerqué lentamente a ella
─ Tal vez yo pueda hacerte compañía. Susurre muy cerca de su oído. ─ ¿Perdón? Contestó elevando
una de sus perfectas cejas.
─ ¿Cuánto cobrarías por una noche? Pregunté decidido, si quería esa misma noche podría llevarla a
la cama, sin embargo no salió como imaginé, intentó empujarme pero no lo consiguió.— Preciosa lo
que te haría si te tuviera en mi cama. Seguí provocándola.
─No sé quién piensas que soy señor, pero yo no soy una puta, no lo conozco y le agradecería que no
me faltase al respeto. Sonreí irónico.
─ ¿Y es que con mi amigo te acuestas gratis? De pronto comenzó a lagrimear cosa que me produjo
asombro, ¿Por qué lloraría?… Apareció Iam por detrás apoyando una mano en su cintura ese gesto
me molesto bastante, que por cierto fue lo más estúpido molestarme por algo que ni al caso iba.
─ ¿Qué sucede? Cuestionó mi amigo finalmente.
─Nada, solo conversaba con tu bella acompañante. Fue todo lo que dije para despedirme de ellos
regalándole una última mirada a esa mujer y me retire de ahí.
Sé que soy un maldito hijo de puta por comportarme así con ella, ya que no sé nada de su vida, pero
no entiendo como una mujer tan hermosa como ella tenga la necesidad de acostarse con los hombres
a cambio de dinero, tal vez la estoy juzgando mal, pero de tan solo imaginarla gimiendo debajo de
algún imbécil me enferma.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Paso mi mano por mi pelo, necesito saber más de ella sino, me volveré loco, no puedo pedirle a Iam
que la investigue sería ridículo, debo ver por otros medios y se a quien acudir.
De pronto Eva mi secretaria me saca de mis pensamientos al entrar a mi oficina, ni siquiera lo había
notado, la observo mirándome con una ceja enarcada.
—Señor quería recordarle de su reunión a las diez ya todos están en la sala de juntas
— Gracias Eva, ya voy. Contesto olvidando por completo la bendita reunión por andar pensando en
esa mujer.
La junta salió perfecta, los socios conformes como cada mes, mi empresa va creciendo cada día
más, estoy muy contento y orgulloso de mis logros, algo que con tanto esfuerzo lo estoy consiguiendo.
Al terminar la reunión permanecemos Leonardo, Iam y yo como siempre para conversar en la sala de
juntas.
¿Qué tal la muñequita que llevaste anoche Iam? Pregunta Leonardo sonriendo.
─Uf es preciosa. Contestó. ─ ¿No es la misma del restaurante de Marcos? Sigue Leonardo con sus
preguntas, Iam asiente sonriendo. Yo solo me mantengo en silencio.
─Es la misma. ─ ¡Vaya! no sabía que tenía otro tipo de trabajo, comenta Leonardo y sé lo que insinúa
y me enferma.
─ ¿Tuvieron una linda noche? hablo para cambiar de tema rápidamente.
Se carcajea. ─Ojalá hermano, pero no, solo la lleve a su casa un beso y ya, me relajo, por lo
menos no pasó nada entre ellos.
─ ¿Pagas por un beso? Pregunta Leonardo negando y sonriendo a la vez.
─Pago por compañía, contesta Iam un poco serio.
─Aha, si yo tuviera a esa mujer a mi lado la hubiera follado hasta que pierda la conciencia. Leonardo
es todo un personaje también con las mujeres, de hecho creo que los tres lo somos. Pero por alguna
ridícula razón no me gusta que estén hablando de ella.
─Ya deja de molestar Leonardo, tal vez sea una puta delicada, pero con tanto dinero no creo que se
te resista por mucho. Agrego, pero noto a Iam disgustado.

─No seas imbécil, contesta cabreado, si ella no quiere sexo no me importa pagaré igual por su
compañía, pagaría lo que sea por ella.
─Vaya hermano nunca te pusiste así por nadie. Comenta Leonardo, e Iam lo fulmina con la mirada.
No sé ni lo que digo solo tengo tanta rabia de no ser yo quien este a su lado yo también pagaría lo
que fuera por estar con ella.
Cambié de tema, ya no quería seguir hablando de ella, esto se va salir de control, hablamos de otras
cosas triviales un buen rato y volvimos al trabajo, yo sin embargo tenía que averiguar más sobre ella.
Nada más al entrar en mi oficina Llamo a mi contacto. Unos tonos después me contesta.
─Sandro, exclamo cuando escucho un hola Dante al otro lado de la línea. ─ Vaya Dante a que se
debe tu llamada
─Necesito un favor hermano.
─Para que soy bueno– y le empiezo a relatar los hechos.
─ Mañana mismo te tengo toda la información.
—Gracias hermano hablamos.
— Adiós Dante.
Debo dejar de pensar en esa mujer un segundo, necesito desesterarme y solo lo haré follando con
alguna de mis amantes, llamo a Sofía una de las tantas en mi lista, necesito follar a ver si así me la
saco de la cabeza.
PAULA
Hoy hago doble turno aquí en el restaurante, hoy la gente está repleta, anoche dormí muy poco
no dejaba de pensar en ese hombre, sus palabras fueron muy hirientes, piensa lo peor de mí, pero
aun así no dejo de pensar, en su mirada, en sus ojos en su voz, todo de él me llama la atención, Iam
es muy bueno y caballeroso, aunque esté pagando por mí no le saca que sea muy atento, es guapo,
pero no me atrae.
¡Maldición! ¿porque tienes que fijarte en los hombres más idiotas? solo ruego que no se aparezca
de nuevo por aquí o en algún evento no volver a encontrarme con él, porque apenas lo vi dos veces y
siento que nada bueno saldrá si lo vuelvo a encontrar.
Tierra llamando a Paula
— Si Marcos solo estoy un poco cansada por lo de Katy no es nada, ya trabajo.
—Sabes que puedes contar conmigo ¿no es así Paula? –Si Marcos lo sé gracias, iré a atender
aquella mesa digo y me voy rápido de ahí de lo contrario Marcos empezará con su coqueteo de
siempre y no me gusta, ya no sé cómo decirle que solo lo quiero como amigo.
De pronto mi amiga se acerca curiosa...—Paula debemos hablar de lo que pasó anoche. Se que
de ella no me escapo.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Al medio día nos disponemos a almorzar con Isa en la cocina pero más que almorzar Isa solo me
atacaba con preguntas.
— Amiga cuéntame que paso ayer qué tal estuvo la cena.
— Bien amiga pero... —¿Pero qué?
─ ¿Te recuerdas el otro día vinieron tres hombres?
— Como olvidarlo amiga si estaban mejores que el pan con dulce de leche, se carcajea, si ella no
dice una locura no es ella.
—Si esos, me los volví a encontrar anoche en la gala, y uno de ellos es nada más y nada menos que
Dante de Luca.
─No me digas ¿de verdad? Isa chasquea los dedos, sabía que lo había visto en algún lado a ese
ángel caído del cielo para hacer pecar a estas almas pecadoras. Rio y niego, si ésta es mi amiga.
─Si claro Paula ese hombre está buenísimo como no lo reconocí, ¿Bien y que paso con él?
—No sé Isa, creo que me atrae. Confieso haciendo una mueca con mis labios.
—Ay, chilla emocionada.
—No te hagas ilusiones amiga me trato como una puta me pregunto cuánto le cobraría por una
noche.
─¿Qué? ¡¡Maldito!! ¿Como se atreve?
─Sshh Isa no grites. — ¿Dime que le pusiste en su lugar?
─ Es que ese es el problema amiga prácticamente lo soy.
—No digas eso Paula no es así. Nadie sabe lo que haces ni por qué lo haces, eres una increíble
mujer Paula no dejes que ningún hombre te menosprecie y si ese imbécil se vuelve a cruzar en tu
camino patéale los huevo. Me carcajeo sin poder evitarlo. Creo que Isa tiene razón, yo lo hago por una
gran causa, por mi hermana haré cualquier cosa.
Capitulo 7. ¿Deseo o algo mas?
Paula
Al llegar a mi casa en la noche, me despido de Sara, ya Katy está durmiendo, aún no pude comprarle
todas sus medicinas porque ya no tengo dinero, e Iam me depositara en mi cuenta recién después de
nuestra segunda salida, espero que sea pronto porque me urge el dinero, no por volver a salir con él.
Entro a mi habitación, y voy a ducharme, estoy cansada, pero a la vez siento algo que nunca en mi
vida sentí, excitación, nunca me masturbe, nunca tuve esa necesidad, pero desde que ese hombre
apareció en mi vida, solo basto con verlo dos veces para ponerme a dar vueltas la cabeza, me saco la
ropa y siento mis pezones erectos, duros y mi vagina palpitar, llevo mis manos a mis pechos y los
aprieto, ¡Ahh!, imagino que son las manos de él, la que recorren mi cuerpo, que me tocan mientras
me mira con esos ojos grises que me cautivaron desde que lo vi, maldita seas, ojalá estuvieras aquí,
jadeo perdiendo completamente la cabeza, deslizo mis manos por mi vientre hasta llegar a mi
necesitada vagina, esto se siente muy bien, estoy muy mojada, no lo resisto, con mi otra mano sigo
acariciando mis senos.
No paro de gemir, imagino que es él quien introduce sus dedos en mi interior, meto un dedo en mi
vagina, no lo meto profundo porque no quiero lastimarme, es que todavía soy virgen, ojala pudiera
perder mi virginidad con un hombre tan apuesto como él, pero lo que tiene de atractivo lo tiene de
arrogante e idiota. Pero no le quita lo caliente y hermoso.
Ya no puedo más meto un poco más mientras froto suave mi clítoris, y se me contrae el vientre, y
exploto en un increíble éxtasis de placer grito y jadeo apretando mis senos con la otra mano. Solo el
aparece en mis pensamientos.
Tardo unos segundos en reaccionar a causa de mi increíble orgasmo, todavía me tiemblan las piernas,
me sostengo del lavamanos de lo contrario caeré al suelo, me froto el rostro una y otra vez por sentirme
tan tonta.
No puedo creer que ese hombre me produzca tantas sensaciones que antes no conocía, pero que
idiota eres Paula, sentirte atraída por un hombre como él, debes olvidarte de él, solo te traerá
problemas y lágrimas. El no es bueno para mí, no lo es, me repito una y otra vez para convencerme
yo misma de eso.
DANTE
Hoy vine al club, llamé a Sofía una de mis amantes necesito hacer algo para sacarme esta
frustración que me dejo esa mujer.
Estoy en el área vip como cada vez vengo, me encuentro sentado en unos de los sofá bebiendo un
vaso de coñac, dejando que la bebida haga su efecto y me embriague de su exquisito sabor, en eso
observo que una hermosa rubia se acerca muy sensual con una coqueta sonrisa en los labios. La
recorro con la mirada desde sus largas piernas hasta su pelo sujeto en una larga cola.
─ Hola guapo. ─ saluda coqueta al llegar junto a mí.
─ Hola Sofía. ─ contesto seductor, ella es una de mis mejores amantes... ─Pensé que ya no me
llamarías, hace mucho no lo haces.

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ERES MI ADICCION LEYVA
─Estuve un poco ocupado. ─ Contesto mientras ella con una sonrisa me ofrece la mano, entiendo lo
que quiere, ladeo una sonrisa y le sujeto la mano para levantarme, camino detrás de ella observando
su hermoso y gran culo mientras nos dirigimos dentro de una de las habitaciones, Sebastián que es
el dueño de club y muy amigo mío, me tiene reservado un cuarto privado para cuando vengo a disfrutar
aquí de los placeres que me ofrece la menuda vida.
─ ¿Qué quieres jugar guapo? ─ Pregunta mordiendo coqueta su dedo pulgar provocándome una
dolorosa erección, es muy atractiva no lo voy a negar, atraería a cualquiera.
─Tú sabes muy bien lo que me gusta. ─ Espeto con voz ronca… tomo asiento en el sillón mientras
ella automáticamente se arrodilla entre mis piernas, empieza a desabrochar mi pantalón, sacando mi
verga bien erecta y dura. Jadeo al sentir la suavidad de sus manos en mi piel…─Tu verga es la que
más me gusta. ─ Confiesa y sonrío, me gusta lo puta que puede llegar a ser.
─Nadie te va a follar como yo. ─ Oh si tengo el ego bien alto, las mujeres se encargan de subírmelo,
introduce en su boca de golpe para comenzar a chuparlo, suave pero delicioso.
Jadeo echando la cabeza hacia atrás, me permito cerrar los ojos para seguir disfrutando de los
placeres carnales que te ofrece la vida, para que desaprovechar. Ella sigue mamando como si su vida
dependiera de eso. La sujeto de la cola de su cabello y la muevo sacando y metiendo mi tronco de su
boca, observando los hilos de saliva que escurren al sacar y meter mi miembro de su deliciosa boquita.
La aprieto por largos segundos hasta meter completamente en su boca sujetándola ahí por unos
segundos hasta sentir que toco lo más profundo de su garganta. Nada me placería más tener a esa
mujercita aquí hincada frente a mí, observándome con esos ojos verdes, lo que le haría a esa boquita
y el placer que me daría, estoy seguro de eso, sería algo glorioso, te voy a tener Paula, como que me
llamo Dante D Luca.
Rápidamente me incorporo sujetando a Sofía de su coleta para girarla y estamparla contra la pared
sin nada de delicadeza, así con el pantalón hasta mis rodillas refriego mi duro miembro en su culo,
una de mis grandes manos la sujeta del cuello inclinando su cabeza hacia atrás, mientras que con la
otra levanto su vestido para descubrirla como tanto me gusta, sin ropa interior.
─Como me gusta. ─ Jadeo en su oído, ella solo gime excitada, llevando mi mano hasta su vagina y la
palpándola, descubriéndola totalmente húmeda, lista para recibir lo que tanto le gusta, mi verga.
─Siempre lista para mi preciosa. ─ desciendo mi mano hasta sus pechos sacándolas fuera de su
vestido.
─ ¡Dante! ─ Gime totalmente caliente. ─Shh, nena, ya ¿Qué quieres?
─Por favor…­─Pídemelo, suplícame. ─ Me encanta torturarla tomando mi verga desde mi tronco para
pasarla por su bien lubricado coño haciéndola empujar su culo pidiendo verga, pidiendo que la penetre.
─Por favor méteme. ─ Suplica lloriqueando. La torturo, pero yo también me estoy muriendo por
hundirme en ella. Alejo mi polla tomo un preservativo de la mesita para colocarme a lo largo de mi
erecta polla y sin hacerla esperar más la penetro de una sola vez, haciéndola gemir y jadear como
perra en celo.
Comienzo mis embestidas, uff estoy al borde, no sé cuándo más aguantaría, pero quiero más, quiero
cerrar mis ojos e imaginar que es a esa pelinegra a quien me estoy comiendo, quisiera tenerla de esta
manera y hundirme en ella, hasta saciarme de este deseo enfermo que se formó hace unos días desde
que la vi por primera vez.
Sin darme cuenta la estaba cogiendo duro y sin piedad, ella gritaba al punto de llorar, hasta escuchar
cómo se corría gimiendo desesperada. No lo resisto más y un par de estocadas más bastaron para
derramar mi semen dentro del puto preservativo. Gruño extasiado y sin querer grito jadeo su nombre.
No debí hacerlo pero lo hecho, hecho esta, recuesto mi frente en la cabeza de Sofía, para sentir como
su cuerpo se ha tensado.
─ ¿Qué fue eso Dante?, ¿me follaste pensando en otra? ─ Se gira a reclamarme.
Retiro el preservativo alejándome de ella, sin decir nada, no tengo porque dar explicaciones. ─Por
lo menos no hubieras dicho el nombre de otra estando conmigo. ─ Solo la observo por breves segundo
para luego levantar mi pantalón, no estoy para escenitas de celos la verdad.
─Déjate de estupideces Sofía, las escenitas de celos no van contigo, me gusta follarte, pero no quiero
nada más que eso. ─ Me acerco a ella dejando un beso en su frente.
─El dinero está en tu cuenta. ─Hablo para salir de ahí dejándola en la habitación.
**
Al día siguiente me encuentro trabajando en la oficina cuando suena mi teléfono.
¡Dante! Contesto seco. ─Hermano tengo la información que me solicitaste, ahora mismo estoy
transfiriendo a tu correo. ─ escucho al otro lado la voz de Sandro y e ha dado una buena noticia, cierro
los ojos sonriendo, es la información que solicite de esa mujer que no sale de mi cabeza.
─Gracias Sandro, te debo una.
─De nada hermano sabes que el que te debe mucho soy yo. ─ es así le ayude mucho cuando su hija
enfermo, le conseguí los mejores especialistas que pudieron tratar a su hija.

20 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ ¿Y dime Dante, que tiene esta mujer? ─ Sonrío…─Ella aun no lo sabe pero será mía muy pronto. ─
escucho como se ríe al otro lado de la línea…─ Hermano, ten cuidado no salgas con el corazón roto.
─ ahora soy yo quien ríe.
─No se puede romper algo que no se tiene, eso lo sabes. ─ vuelve a reí. ─ Solo la quiero para coger
duro. ─Contesto pícaro, mientras que Sandro soltó un bufido.
─Está bien hermano cuídate y por cierto es muy hermosa. ─ gruño al escuchar eso. ─Adiós Sandro.
─ cuelgo sin más para no seguir escuchándolo.
No me gusta que otro diga que es hermosa, me molesta que otro pueda mirarla, rápidamente entro al
correo, empiezo a descargar toda la información hay fotos de ella, fuera de un edificio, en la entrada
del restaurante donde trabaja, hay muchas fotos y en cada una se ve realmente hermosa como lo dijo
Sandro. Empiezo a leer Información personal…
─ Nombre: Paula Elizabeth Ricci Brambilla
─Edad: 23 años
─ Madre: Elizabeth Brambilla fallecida hace 5 años
─Padre: Giovanni Ricci, los abandono cuando ella y su hermana eran aun pequeñas.
Hijo de puta, gruño y continúo leyendo.
─Única hermana Katherine Ricci Brambilla
Dirección xxxxxx Teléfono:(+39) xxxxxx
─Estado Civil: soltera. No se le ve en ninguna relación actualmente.
Echo la cabeza hacia atrás y cierro mis ojos, nena que tienes que no puedo sacarte de mi cabeza,
esto es una locura, llevo mis brazos detrás de mi cabeza recostándome en mi silla, de pronto escucho
toques en la puerta y es Iam quien se asoma por la misma.
─ ¿Hermano como estas? ─ ¿Bien y tú? ─ Veo como toma asiento, dejo lo que estaba haciendo para
prestarle atención, últimamente todo lo que Iam diga me tiene expectante.
─ Bien.─ ¿Iras a la cena de bienvenida de la hermana de Leonardo? ─ masajeo mi frente.
─No lo sé, ¿y tú iras? ─ Claro, aparte llevare una hermosa compañía.
─ ¿Ah sí? ─ arquee mi ceja. ─ ¿Llevaras a tu nueva adquisición?
─Dante no es mi adquisición, deja de decir eso, es una linda mujer que me hace compañía y ya.
─ Pienso por un momento si ella va a ir será una buena excusa para volverla a ver.
─Además hoy intentare llevarme la a la cama. ─ Me tenso, siento una rabia al escuchar eso, y que
esperaba el pago por sus servicios, maldita sea ojala pudiera evitarlo. ¡Mierda!
─ ¿Qué te pasa, porque te quedaste callado?
─Nada, no sucede nada y si iré hoy, ya déjame trabajar que tengo muchos pendientes.
─ Dios que humor. ─ exclama haciendo gestos para luego ponerse de pie…─Bueno nos vemos en la
cena. ─ Iam niega y sale de la oficina.
¡Maldita sea! golpeo la mesa, ¿qué me está pasando? esa mujer tiene que ser mía, no puede estar
con Iam, con nadie.
Capitulo 8. Nada es imposible.
Paula.
Desde hoy Katherine no va al colegio ya que ha estado un poco débil, entonces tomara clases a
distancia. Yo por mi parte un poco jaboneada llego al restaurante, se me nota en el rostro que ni
siquiera he dormido bien en estos días.
─Buenos días Isa. ─ Saludo viendo a mi rubia.
─Buenos días, amiga, ¿cómo está Katy? ─Pregunta siempre muy atenta.
─Está muy bien. ─ solo que necesito el dinero para sus medicinas
─ ¿Y será que el guapetón de Iam te llamara para una segunda cita?
─Eso espero amiga, de lo contrario tendré que ver otros medios para conseguirlos no puedo demorar
mucho... ─Tranquila ya verás que lo vas a solucionar, tú solo ten fe... suspiro, eso espero, estoy
demasiado angustiada, el tiempo corre para mi hermana y yo sin poder hacer aun nada. Llego la hora
del almuerzo y cuando me disponía a almorzar sonó mi teléfono, es Iam, mi corazón latió, no por Iam,
si no por el hecho de que si me llama es para una segunda cita y es lo que estaba esperando.
─Hola. ─ Contesto no queriendo sonar tan desesperada.
─Hola, preciosa ¿cómo estás?
─Bien Iam, ¿a qué debo tu llamada? ─pregunto ansiosa a que me diga que quiere una segunda salida.
─Llamo para decirte que hoy en la noche quiero que me acompañes a la casa de un amigo. Cierro
los ojos elevando mi rostro hacia arriba.
─Ah ok ¿y para qué hora debo estar lista?
─A las ocho pasaré por ti princesa, ¿te parece bien?
─ Si claro, ruedo los ojos, como si fuera que puedo decidir, él está pagando por mí y aun actúa como
si fuera una cita de verdad. ─ ¿Cómo debo ir vestida? ─Sencilla, es solo una cena de bienvenida nada
muy importante,

21 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─Está bien Iam a las ocho entonces ¿Ah Iam una pregunta? ─ Hablo antes de que cuelgue
─Dime preciosa. ─ ¿El dinero me podrás depositar mañana?
─Se hizo un silencio y solo trague grueso…─Sí, mañana mismo, así quedamos.
─Gracias en verdad.
─De nada, te mando un beso nos vemos en la noche.
Hoy pensaba hacer doble turno, pero le diré a Marcos que no podre, debo ir a la cita, así que con
mucho pesar voy a su oficina para intentar hablar con él ─ ¿Marcos puedo pasar?
─ Adelante Paula, ¿en qué te ayudo? ─ Levanta la vista para posarla en mí.
─Quería avisarte que hoy no haré doble turno porque tengo algo importante hoy en la noche.
─ ¿Una cita? ─ pregunta con el ceño fruncido, claramente molesto.
─No, solo es algo que tengo que hacer. ─ odio mentir, pero no me queda de otra, el no tiene porque
saber la verdad, suspira...
─ Está bien puedes retirarte a las tres que acabe tu turno. ─Gracias Marcos. ─ asiente y salgo de
ahí, al salir me encuentro con Isa, quien me mira achicando los ojos.
─Isa necesito por favor que de nuevo te quedes con Katy esta noche, ¿podrías por favor? Junto mis
manos.
─ ¿Saldrás con Iam? ─ enarca una de sus perfectas cejas. ─Si así es y ya mañana me deposita el
dinero.
Sonríe aplaudiendo…─Si amiga ve, sabes que puedes pedirme lo que quieras para eso estamos
Paula, tú me ayudas, yo te ayudo.
─ Gracias mi rubia pero tengo otra cosa que pedirte ¿me prestas una ropa por favor? Tú tienes
muchas. ─ pone un dedo en su barbilla y piensa... ─ Creo que tengo el vestido adecuado, salgo de
acá y me voy volando a buscar en mí departamento y te llevo a tu casa, que emoción debes
ir espléndida, quien quite y por ahí conozcas al amor de tu vida, como son puros millonarios. Ella brinca
emocionada yo solo quiero vomitar de los nervios.
─ ¡Isa! no empieces, ella solo ríe. ─Ay amiga a ti lo que te falta es un buen hombre que te folle hasta
perder la conciencia me grita. ─Shh Isa por Dios no grites, ¿Qué te pasa?
En mi mente me vino lo que hice anoche pensando en Dante ¡Dios! siento mis mejillas arder.
Al salir de aquí, Isa fue volando hasta su casa para buscar el vestido perfecto y yo a mi casa para
ver a Kathy. Después de una hora y media llega Isa con el vestido, la verdad es muy hermosa, es que
mi amiga siempre se compra ropas y zapatos muy bonitos, dejaría de comer para comprársela, literal.
El vestido que Isa me trajo es precioso es color verde oscuro con un escote no muy escandaloso es
muy ajustado a mi cuerpo me queda por encima de la rodilla, esta vez me aliso el pelo y me maquillo
no muy cargado, unos zapatos negros con tacos finos y usaré el collar y los aretes que me había
obsequiado Iam.
Isa y Katy aplauden porque dicen que parezco modelo de victoria secret, rio por sus ocurrencias,
¿Yo parecerme a una modelo? Si, como no.
Observo el reloj que dan las ocho y como si lo llamara con la mente Iam llego por mí, abro la puerta
uff que hombre ¡Dios Mío! Yo debería pagarle por salir con él, no al revés, está vestido con un pantalón
gris que le queda súper sexy y una camisa blanca con los primeros botones desprendidos, no
entiendo como este hombre paga por salir con las mujeres, cuando las mujeres podrían pagar para
salir con él. ─Hola hermosa ¿lista? Me regala una de sus perfectas sonrisas.
─Si Iam, naci lista. ─ Bromeo para calmar mis nervios.
[10:29 p. m., 18/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: Se acerca a dejar un suave beso en mi mejilla y
solo sonríe travieso. ─Entonces vamos hermosa. ─ Asiento para salir cerrando la puerta.
Uff, que noche me espera, de eso estoy segura.
Todo el camino en el coche Iam me mira y me dice lo hermosa que soy, estoy empezando a creerme
también eso, rio mentalmente, ay Paula.
Llegamos a una hermosa casa, que digo casa, es una mansión, bajamos del coche Iam me ofrece la
mano, y nos adentramos, hay algunas personas pero no muchas, veo a personas que ya vi en la gala
la noche anterior, ay Diosito espero no encontrarme con el arrogante, miro a todos lados buscándolo
con la mirada pero no está. Suspiro aliviada.
─ ¿A quién buscas? ─Los ojos de Iam me observan curioso.
─Emm no, a nadie Iam. ─digo rápidamente por ser tan obvia, ─ Solo miro lo hermosa que es esta
casa, me doy dos cachetadas mentales, hasta que una jovencita abraza a Iam efusivamente, es
una hermosa jovencita y al hombre que recuerdo se llama Leonardo, ─ Bienvenida a Italia habla Iam
dirigiéndose a la chiquilla que a juzgar tendrá sus 19 años, Leonardo me saluda con un beso en la
mejilla y me presenta a la jovencita que es su Hermana, me cuenta que Lidia regreso a Italia después
de haber estado 3 años en Londres
─ ¡oh encantada! ─ exclamo, ella me abraza, es muy linda.

22 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Después nos dirigimos al jardín, estábamos Iam, yo y tres hombres más, ellos hablan yo solo escucho,
cuando de repente ese olor ya conocido inunda mis fosas nasales, y esa voz ronca que me eriza la
piel.
¡Dante! susurro para mí.
─Buenas noches. ─ giro lentamente y está ahí parado a mi costado, esta vestido con un pantalón
negro casual y una camisa color gris desabotonado los primeros botones, y esa maldita sonrisa en sus
labios.
─Buenas noches. ─ saludan todos y se posa a mi lado, el mesero le ofrece una bebida y este lo acepta,
empieza a beber y a hablar con los hombres presentes, mientras mis piernas tiemblan, siento que me
voy a caer en cualquier momento y más con estos tacones, ¿porque debe pararse a mi lado? su aroma
me está matando, y hasta siento el calor de su cuerpo ¿o soy solo yo que me estoy muriendo de calor?
mi estomago da vueltas, de pronto siento las yemas de unos dedos ascender por mi brazo, trago
saliva, no tengo que ser adivina para saber de quién se trata ¿qué está haciendo? , se me eriza la piel
al instante, giro a verlo a la cara y tiene esa sonrisa de lado, bebiendo su copa despreocupado como
si nada ocurriese, llevo mi otra mano y tiro la de él. ─ Con permiso. ─ voy al baño digo a Iam solo para
que el escuche y el asiente.
─ ¿Quieres que te acompañe? ─ susurra, yo solo niego moviendo la cabeza para luego hablar
temblorosa, solo quiero huir de ahí.
─No, no hace falta sabré encontrarlo. ─ giro y me voy rápidamente, buscando desesperadamente el
baño, lo encuentro al final de un largo pasillo, entro y cierro con seguro, me sostengo del lavamanos y
me miro al espejo estoy sonrojada como un tomate, mis piernas tiemblan, un solo toque , un
maldito roce y ya me hizo temblar, ese hombre es una tentación para mi paz mental, respiro una y mil
veces, pasado cinco minutos después de recomponerme, abro la puerta del baño para salir , pero
siento como alguien me empuja de nuevo dentro del baño escucho que cierra con seguro y me pega
a la pared. El hombre de mis tormentos ─¡Dante! ─Exclamo.
─¿Dante que haces? ─ No termino porque lo único que escucho es....
─Ya no lo aguanto ─ Estampa sus labios a los míos, es un beso posesivo, ardiente, al principio no
reacciono, pero luego me dejo llevar y lo beso también, saboreo sus labios ¡Dios! Esto es delicioso,
me agarra con una mano de la cintura y la otra tiene apoyado a la pared, se tiene que inclinar un poco
porque es más alto que yo.
─ ¿Por por qué hiciste eso? ─Pregunto agitada después de alejarlo de mi.
─Porque lo estoy deseando, necesitando desde el día que te vi en ese restaurante. ─ respira agitado
igual que yo, lleva su dedo pulgar a mis labios, luego acaricia mi mejilla, cierro los ojos ante su tacto,
los abro lentamente y él está ahí sonriendo, acercándose de nuevo a mi dejando un beso en la punta
de mi nariz.
─Podrías ser mi adicción. ─ Confiesa y solo me quedo perpleja al escuchar semejante confesión.
─ ¿Qué? ─ Reacciono de repente a lo que está ocurriendo... ─ Yo, yo tengo que irme. ─ digo
tartamudeando apartándolo de mi y gracias al cielo no pone resistencia, salgo no sé cómo pero salgo
corriendo de ahí.
Cuando escucho suena mi teléfono, estoy temblando y apenas reaccionando por lo que acaba de
ocurrir, saco mi teléfono y contesto la llamada sin siquiera mirar de quien se trata.
─ ¿Hola?
─Hola Paula soy Isa. ─ Mi corazón dejo de latir, me quede paralizada temiendo lo peor.
─Paula ven rápido Katy se desmayó la estamos llevando Santiago y yo al hospital. ─ Las lágrimas
no se hacen esperar, empiezan a salir de mis ojos, mi corazón late a prisa siento caer al suelo hasta
el punto que tuve que sujetarme de la pared.
─Voy para allá Isa. ─ solo eso digo cuando corto el teléfono, y en eso aparece Iam… ─Hermosa ¿qué
pasa, que sucede? ─ pregunta al verme así, apenas puedo contestarle, no puedo siquiera hablar por
las lágrimas… ─ Lo siento Iam debo irme... ─ ¿Cómo? ¿Pero qué fue lo que paso?
─No puedo explicarte hablamos otro día. ─No, vamos yo te llevo a donde tengas que ir. ─ acepto
porque no sé dónde estamos y no tengo como irme, salgo corriendo de ahí, Iam me abre la puerta del
auto para luego subirse a mi lado y poner en marcha el auto.
─ ¿A dónde te llevo? ─ Siempre atento conmigo.
─Al hospital. ─ me mira por unos segundos, serio y luego solo asiente, ya no me pregunta
nada, agradezco por qué no sé qué decirle.
Llegamos muy rápido y entro corriendo en el hospital, encuentro a Isa y a Santiago, esperando.
─Isa, ¿cómo esta Katy, que ocurrió? ─ pregunto desesperada al llegar junto a ellos.
─ No se amiga fue al baño y ahí se desmayó, yo la encontré tirada, me asusté mucho llame a Santiago
y llego muy rápido junto a mí y la trajimos y luego te llame, aún no sabemos nada. ─ ella me envuelve
en un abrazo mientras que yo solo siento morir. De pronto escucho la voz de Iam a mi espalda,
saludando a Iam.

23 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ ¿Familiares de Katherine Ricci? ─Aparece finalmente un medico.
─Si yo soy su hermana Doctor. ─ el doctor se acerca y me dice que tuvo una descompensación…
─Pero está bien ya pudimos estabilizarla, ella es paciente del Dr. Luis ¿no es así?... ─ Si doctor así
es.
─Bien, mañana el estará aquí para evaluarla, mientras tanto se quedara en la noche en observación,
asiento. ─ Gracias doctor, ─ el asiente y se retira, respiro un poco mas aliviada, sin embargo se que
todo lo que le sucede es producto de la falta de medicamentos que aun no pude comprarla.
─ ¡Ay amiga!, Isa solo me observa apenada... ─Está bien Isa puedes irte yo me quedo aquí.
─No mejor me quedo contigo. ─Vuelvo a negar, no tiene caso que todos estén aquí, no pueden hacer
nada.
─No Isa, ve a descansar yo te aviso cualquier cosa ¿bien? ─ ¿Estás segura Paula?
─Si estaré bien, ella asiente y finalmente se retiran. ─ Iam solo mantiene sus manos en los bolsillos
observándome con un semblante serio.
─ ¿Por qué no me dijiste que tu hermana estaba enferma? ─ Pregunta en un tono de voz cauteloso.
─ No iré por la vida contándoles todos mis problemas a las personas Iam, es por eso que hago esto. ─
¿Qué cosa?
─Acepte ser tu dama de compañía porque necesitaba el dinero Iam, mi hermana, tiene leucemia, tengo
que pagar su tratamiento y no tengo el dinero. ─ Iam me mira sorprendido y con compasión.
─Lo siento mucho hermosa, sujeta mi rostro entre sus manos y me obliga a mirarlo.
─Necesito el dinero para comprar sus medicamentos. ─Me hubieras dicho para habértelo dado antes.
─No podía, tenemos un contrato Iam. ─Al carajo el contrato Paula, esto es más importante.
─Gracias Iam...─ Mañana mismo te hare el depósito y cuentas conmigo para lo que sea Paula, ¿bien?
Ay Diosito que voy a hacer si le pasa algo a mi Katy ella es todo lo que tengo.
DANTE
Llegue a la cena, salude a Leonardo y a su hermana recién llegada, miro a todos lados para ver si
la encuentro pero no la veo por ningún lado. ─ Qué bueno que viniste hombre, pensé que no vendrías.
─ Saluda Leonardo.
─No me lo perdería ¿porque creíste eso? ─ suelta una carcajada, yo solo volteo mi rostro de un lado
a otro.
─ ¿Iam ha venido? pregunto. ─ Si, acaba de llegar hace un rato muy bien acompañado, está en el
jardín. ─ asiento, se a que se refiere con bien acompañado
─Con permiso. ─ Leonardo asiente y salgo al jardín.
Y ahí la veo de espalda en un vestido ceñido al cuerpo con ese culo más que precioso que me
fascina, lo que daría por tenerla en mi cama.
─Buenas noches saludo. ─ ella se gira lentamente para posar sus ojos en los míos, veo como traga
grueso creo que también a ella le afecta mi presencia.
─Buenas noches saludan todos. Están presentes Iam y otros dos socios más, me poso al lado de
ella, su aroma me embriaga, me enloquece, acepto una copa de whisky que me ofrece el mozo,
hablamos, reímos, mientras se me ocurre una idea que ya no lo aguanto, deslizo mis dedos por su
brazo derecho y siento que se le eriza la piel a mi toque, me mira con esos ojos verdes tan hermosos,
tan brillantes, veo como se sonroja y se altera, parpadea un par de veces, siento como su otra mano
tira de la mía, sonrío sé que la he puesto nerviosa, se excusa rápidamente para ir al baño, Iam le habla
al oído y ella niega, eso me altera no soporto que se acerque a ella, ni él ni ningún otro hombre, ella
es mía.
Se gira rápidamente y se adentra en busca del baño, disimuladamente me disculpo y me retiro, ellos
asienten sin prestarme mucha atención, la sigo, la sigo como un maldito enfermo, toda ella me llama,
su olor, su piel, es como una droga, la veo entrar al baño, la espero recostado a la pared, esperare a
que salga porque de seguro a puesto seguro.
De pronto abre la puerta y en un rápido movimiento la empujo de nuevo cerrando la puerta detrás de
mi, paso seguro y el pego a la pared
─ ¿Dante que estás haciendo? ─ No la dejo terminar pego mis labios a la de ella, y que deliciosa
boquita, sus aliento tibio sus labios suaves, la agarro de la cintura y la pego más a mí para devorarla
completa, gime y mi pene se me endurece al escuchar ese gemido, pego mi otra mano a la pared, ella
me agarra con las dos manos del cuello de la camisa, tengo que inclinarme un poco porque soy más
alto pero maldición lo que daría por tenerla debajo de mí , gimiendo de placer, me genera mucho
morbo, es un beso ardiente, posesivo, necesitado, se está convirtiendo en una maldita necesidad, de
poseerla, de tenerla de tocarla cada segundo, nos separamos y pego mi frente a la de ella, respiramos
agitados los dos.
─ ¿Por qué hiciste eso? ─Habla agitada...─Porque lo estoy deseando, necesitando desde el día que
te vi en ese restaurante. ─ llevo mi dedo pulgar a sus labios, luego acaricio su mejilla, cierra los ojos

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ERES MI ADICCION LEYVA
ante mi tacto, los abre lentamente y sonrío, me acerco de nuevo y le doy un beso en la punta de su
nariz,...─ Podrías ser mi adicción.
─ ¿Qué? ─ Reacciona de repente a lo que está ocurriendo...─ Yo yo tengo que irme, me empuja y
sale no sé cómo pero sale corriendo de ahí.
Suspiro y toco mis labios cierro los ojos y sonrío, sonrío como un maldito enfermo de ella, esto que
me provoca me asusta, me altera, me excita de sobre manera.
Salgo del baño y veo que habla con Iam y ella esta ¿llorando?
Le habla Iam y salen rápido, no sé qué ocurrió, que pudo haberle pasado, eso me inquieta, ¡Carajo!
Digo enojado al saber que va con Iam a quien sabe dónde.
PAULA
A la mañana siguiente, abro mis ojos cuando escucho que alguien me llama, Katy ha despertado,
me levanto del sofá para acercarme a ella.
[10:43 p. m., 18/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: Le habla Iam y salen rápido, no sé qué ocurrió,
que pudo haberle pasado, eso me inquieta, ¡Carajo! Digo enojado al saber que va con Iam a quien
sabe dónde.
─Hola princesa, ¿cómo estás? Le acaricio la frente. ─Bien Paula ¿qué paso?
─ No lo sé cariño, ayer te desmayaste y te trajimos al hospital, ¿te sientes mejor?
─Si Paula estoy bien.
─Bien el doctor vendrá enseguida para evaluarte y saber a qué se debió tu desmayo. Asiente sin
muchas ganas de hablar y es normal. Solo me quedo acariciando su frente. Después de una hora más
o menos aparece el Dr. Luis,...─ Buenos días señoritas.
─Buenos días doctor decimos las dos. ─Bien ¿qué paso ayer?
─Mi hermana se desmayó doctor ¿eso a que se debió?
─ ¿Está tomando todas sus medicinas?
─No doctor todavía no pude comprarle todas sus medicinas pero ya hoy mismo las compro todas. ─
Contesto apenada, mi situación es muy difícil.
Suspira hondo, no le queda de otra que asentir a mis palabras ─Bien eso espero, de lo contrario no
avanzaremos Paula en su tratamiento. ─ asiento muy triste. ─Sí, lo sé doctor.
─Bien ahora le recetare algunas vitaminas que tomara hasta que puedas comprarle todas sus
medicinas.
─Gracias Doctor... él me observa fijamente... ─Y en una hora más o menos ya podrán irse a casa,
miro a Katy ella sonríe y asentimos, el doctor sale y yo aprovecho y visto a Katy para poder irnos.
Al salir del hospital tomamos un taxi, y recibo una llamada
: ─ ¿Hola?
─Hola Paula.
─Hola Iam, ¿qué ocurre? ─ Quería avisarte que el dinero ya está depositado en tu cuenta
preciosa....Me pongo muy contenta, esa noticia es la mejor noticia del mundo, es como si me
devolvieran el alma al cuerpo.
─ ¿De verdad Iam es en serio? ─ Escucho como ríe del otro lado.
─Si preciosa así es, es todo tuyo. ─Gracias Iam en verdad.
─No preciosa gracias a ti por hacerme la mejor compañía y regalarme tu tiempo.
─Adiós preciosa, te hablo más tarde. ─Está bien Iam, besos. ─ Corta la llamada, y yo no puedo e la
felicidad, es la mejor noticia en verdad.
─Katy hoy te comprare todas tus medicinas. ─ Le digo a mi hermana muy contenta. ─ ¿De verdad?
─ Sonríe feliz. ─Si amor, así es.
No todo está perdido.
Capítulo 9. Dispuesta para mí.
DANTE
Estoy hecho mierda , anoche ya no supe nada de ella, se fue con él, se fue con Iam, seguro a pasar
la noche juntos, maldita sea, no debería importarme pero lo hace.
¡Eva! Grito.─ Señor– entra asustada, y no debería rematar mis problemas por nadie pero soy un
cabrón. ─ ¿Ya llego Iam? Pregunto enojado, la verdad no sé ni porque lo estoy, pero el punto es que
si estoy molesto, con esa mujer.
─No señor todavía.
─Está bien, puedes retirarte y cuando llegue dile que lo necesito aquí. — Si señor, permiso. ─ No sé
ni porque tengo que descargar mi mal humor con la pobre de mí asistente pero todos me conocen
saben que cuando estoy de mal humor mejor que ni un perro se me atraviese, necesito saber si
estuvieron juntos anoche, pero lo que me inquieta es porque estaba llorando ayer, ¿será que fue por
lo que ocurrió en el baño?, no no lo creo, no puedo ni concentrarme en todo lo que tengo que hacer,
por estar rompiéndome la cabeza pensando estupideces.

25 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
A los diez minutos aparece finalmente Iam.─ Hermano como estás, ¿que eso tan urgente que
necesitas? Me dijo Eva que querías verme.
Levanto la mirada observándolo. ─ ¿Por qué recién llegas? ─ Levanta una ceja.
─ Tuve algo que hacer pero ya estoy a aquí ¿que se te ofrece?
─Necesito que revises estos papeles para un posible cliente y luego llévale a Leonardo para que se
pongan en contacto con el cliente.
─ ¿Y eso era todo? ─ Pregunta sonriendo de lado.
Lo miro serio, recostándome en mi silla cruzando los brazos sobre mi pecho. ─ ¿Qué tal la pasaste
anoche, te la llevaste a la cama? ─ Pregunto sin pelos en la lengua necesito saberlo, me está matando
la curiosidad, pero tampoco quiero saber la respuesta si la misma fuera sí.
─ ¿A qué viene eso? ─ achica los ojos, y luego niega.
─No sé a qué viene tu pregunta pero igual te voy a contestar, no, no la lleve a la cama, ocurrió algo
y la tuve que llevar. ─ Lo miro con el ceño fruncido. ─ ¿Y qué ocurrió?
─Nada, un asunto personal.
─ Ok, bien. —Si no se te ofrece nada voy a mi oficina, asiento. ─ No, ya puedes irte.
Me quedo pensando, por eso estaba llorando ocurrió algo, pero estoy feliz de que no haya pasado
nada entre ellos, y así debe ser porque ella es mía, todavía no lo sabe pero pronto lo será.
Hoy iré a almorzar en el restaurante necesito verla de nuevo, me está volviendo loco, nunca sentí
esta necesidad por nadie, y esta mujer me produce muchas cosas, necesito tenerla en mi cama para
saciarme esta necesidad que tengo, para dejar de pensar en ella, porque es solo eso, una necesidad
de follarla ¿verdad? Maldición a quien engaño, la quiero una vez y otra y otra, la quiero para mí.
Al llegar el medio día voy con Leonardo a almorzar en el restaurante donde trabaja, solo es una
excusa para verla, llegamos y la busco con la mirada, me siento patético, yo Dante D Luca estar así
por una simple mujer, sin embargo la veo ahí tan hermosa, igual con su uniforme que le queda perfecto,
enmarcando esas hermosas curvas que tiene, está atendiendo una mesa, en eso llega Marcos y nos
saluda, pero yo solo desvío la mirada hacia ella.
─ ¿Dante como estas?
─ ¡Marcos! ─ Exclamo, dándonos la mano al igual con Leonardo se saludan, y nos sentamos en una
mesa en el fondo, Marcos el dueño del restaurante es amigo de Iam y Leonardo, solo es mi conocido,
de hecho no acostumbro a venir a este restaurante, pero de haberlo sabido que encontraría a esta
preciosura aquí hubiera venido hace bastante tiempo, escucho que Marcos nos habla pero yo solo
miro hacia dónde está esa mujer que se adueñó hasta de mis sueños.
─ Ya enseguida les atiende una mesera. ─ indica Marcos pero yo no quiero que nadie más que no
sea ella me atienda.
─ Quiero que me atienda ella. ─ digo señalándola con el mentón, él gira y observa hacia donde
señalé, frunce el ceño y después de un momento finalmente asiente... ─ Ya enseguida les atiende,
con permiso señores. ─ va junto a ella, y veo como se acerca más de la cuenta hablándole al oído y
ella asiente, pero lo que me hierve la sangre es que le pone la mano en la cintura, ¿otro más?
En eso ella se voltea y se dirige hacia nosotros, al verme se sorprende y automáticamente siento
su nerviosismo, se aclara la garganta y saluda, oh si hermosa, te pongo nerviosa, pues tu a mi también.
─ Buenos días señores ¿qué van a ordenar? ─ No me mira, no despega la vista de su agenda para
tomar el pedido, Leonardo ordena y luego levanta la vista para posarla en mí, que hermosos ojos tiene.
─ Y usted señor D Luca ¿que desea? ─ Mala pregunta muñequita.
─ A ti. ─ Contesto descarado.
Ella me mira con los ojos muy abiertos, sonrío y Leonardo se carcajea.
─ Disculpe señor yo no estoy en el menú. ─ me reclamo los labio, pronto lo estarás muñeca muy
pronto lo estarás, pienso.
─Señor puede ordenar no tengo todo el día. ─ Leonardo suelta un silbido, sonrío, toda una fiera la
pequeña, sin hacerla esperar más ordeno pidiendo la especialidad de la casa y una botella del mejor
vino, asiente para girarse, yo solo la sigo con la mirada hasta que se pierde en la parte de atrás.
Leonardo me observa divertido con una ceja levantada. ─ ¿Y eso hermano? ¿Qué, te atrae a ti
también?
Mmm, me encojo de hombro. ─ Es una puta ¿no? porque no puedo pagar también por sus servicios,
está muy buena. ─ El ríe y niega.
— ¿Desde cuándo Iam y tu tienen los mismos gustos? ─Me río. ─Te sorprenderías. ─ seguimos
hablando con Leonardo de los negocios y los posibles clientes en puerta, muchos quieren invertir en
mi empresa y es lógico, pero soy muy minucioso a la hora de captar nuevos socios.
Al rato esa muñequita vuelve con nuestra orden, está totalmente sonrojada, es hermosa no puedo
dejar de mirarla, sin querer me roza la mano al colocar mi comida frente a mí, y siento como se me
eriza la piel al sentir ese roce y al recordar el beso que nos dimos, me remuevo incomodo de tan solo
recordar.

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ERES MI ADICCION LEYVA
─ Que lo disfruten señores, la devoro con la mirada recorriéndola con la mirada, Leonardo solo agacha
la cabeza negando y sonriendo.
─ Después de terminar de almorzar, de ver a esa hermosa mujer ir de un lado a otro atendiendo a
los clientes, pedimos la cuenta y salimos del restaurante para volver a la empresa.
Pero si ya estaba loco, ahora al verla y escuchar de nuevo su voz, estoy más loco aun así que decido
enviarle un mensaje, en el informe que me pasó Sandro estaba su número así que escribo.
Dante: muñeca esta noche te espero al salir del restaurante, debemos hablar─ enviado.
No espero que responda, porque sé que no puede ahora, ni siquiera estoy seguro que contestara.
Ésta noche niña ya no te me escaparas, necesito saborearte de nuevo, pero esta vez te quiero
desnuda en mi cama, abierta y dispuesta para mí.
Capítulo 10. Cambiar de estrategia.
PAULA
Fui un rato al baño y me tomé el tiempo de revisar mi teléfono, por si suceda algo con Katy, pero
encuentro un mensaje de número desconocido, me sorprende así que lo abro.
Desconocido: muñeca esta noche te espero al salir del restaurante, debemos hablar.
Ha de ser Iam, pero que raro que no me haya llamado directamente, aparte no es su número, o tal
vez se haya equivocado, ─Mmm─ me encojo de hombros y guardo de nuevo mi teléfono en mi bolso,
hoy me toca hacer doble turno, ahora más que nunca necesito trabajar, el dinero que Iam me ha dado,
solo servirá para cubrir una parte del tratamiento de mi hermana, no puedo darme el lujo de quedarme
en casa sin hacer nada.
Ya en la noche al finalizar mi turno y el restaurante va a cerrar, me voy a cambiar con los demás
compañeros, me toca caminar para tomar el autobús hasta casa, suspiro hondo, es tan duro ser pobre.
─Hasta mañana chicos. Me despido de todos, levantan la mano despidiéndose ellos de mí también.
─Hasta mañana Paula… Cuando disponía a irme, escucho una voz, y me quedo literalmente
paralizada, díganme por favor que estoy soñando y no es ese hombre. Volteo lentamente intentando
creer que es una alucinación. ¡Mierda! no lo es, Dante De Luca está recostado en su auto con las
manos en los bolsillos, sonriendo, ¿Qué es tan gracioso?
─ Hola muñeca. Saluda caminando hacia mí, es grande, no puedo dejar de detallarlo desde sus
zapatos hasta su cabello, muy bien peinado, es en demasía atractivo e imponente, me altero,
especialmente mis hormonas al verlo ya se alborotan.
─Señor De Luca ¿qué haces aquí? Inquiero sorprendida. ─Te dije que hoy hablaríamos. Levanto
una ceja, no entendiendo cuando fue que quedamos en eso que no recuerde. Luego recuerdo el
mensaje del número desconocido y caigo en cuenta.
─ Ah así que fuiste tú digo bajito sin que me escuche…─ ¿De qué quieres hablar? tartamudeo,
éste hombre me provoca mil cosas que me asusta, sonríe malditamente, sonríe de esa forma sexy,
que me hace temblar, se acerca a mí, muy cerca para ser sincera.
─ Quiero hablar contigo y proponerte algo, vamos te llevo a tu casa y hablamos. Señala con su cabeza,
¿y éste que dijo que me chasquea los dedos y yo voy con él?
─No, no puedo señor De Luca no lo conozco y es bastante tarde y estoy cansada así que si me
disculpas, intento pasar de él, pero me sostiene del brazo.
─ No te vayas, susurra muy cerca del oído.
─ Te deseo como no tienes una puta idea, quisiera tenerte en mi cama y besarte completa, hacerte
gemir de placer, hacerte sentir lo que jamás nadie te ha hecho sentir, puedo pagarte lo que me pidas,
lo único que siento es su respiración y un gran gran coraje que ahora lo único que quiero es lanzarle
una silla, me sacudo bruscamente de su agarre desafiándolo con la mirada, idiota eso es lo que es.
─No sé qué piensa que soy señor, pero no soy una puta que se acuesta con cualquiera por dinero,
se está equivocando de persona, así que con permiso.
De pronto suelta una sonora carcajada que aumenta la rabia en mí. ─ ¿No eres una puta? Ah no,
vaya pensé que acostarte con los hombres por dinero lo era.
¡¡Maldito!! ¿Quien piensa que soy? —Mire señor usted a mi no me conoce, así que mejor cierre la
maldita boca y vaya a insultar a otra persona. Y ni si lo fuera es el último nombre con quién me
acostaría.
Ni yo me creí eso pero joder cuanto lo estoy odiando ahora...
—Usted no tiene una puta idea de lo que yo hago. Bramo con rabia, intentando contenerme
para no llorar aunque tengo un nudo en la garganta...
— Así que deje de molestarme y evíteme y evítese problemas, al girarme de nuevo vuelve a
tomarme del brazo y esta vez con más presión.
Me sacudo bruscamente el brazo, me suelto y con la otra mano le doy una cachetada,
─ No me vuelva a poner una mano encima, que sea la última vez que haga o diga algo así, porque
lo voy a denunciar por acoso ¿me entendió? Le grito totalmente alterada, nunca nadie me había puesto

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ERES MI ADICCION LEYVA
de esta manera, nunca me había atrevido a levantar la mano a nadie, pero él me descontrola y saca
lo peor de mí, ese lado que ni yo sabía que tenía.
Salgo corriendo ahí rápidamente, no miro atrás no quiero verlo, es un completo idiota, ¿Qué piensa
que por su dinero caeré rendida a sus pies? Idiota.
Llego a la parada y al rato me subo al autobús, lloro de la rabia, estará acostumbrado a esa clase
de mujeres, pero yo no soy ni seré una más en su lista de amantes, porque se nota que lo único que
busca es eso.
Llego a mi casa, es muy tarde, al llegar Katy ya está durmiendo, y lo agradezco no quiero explicarle
porque vengo así todo llorosa.
─Hola Sara.
─ Hola mi niña ¿cómo estás? ─ Bien, contento sin muchos ánimos, ya debes irte es muy tarde,
perdóname se me hizo muy tarde.
─No te preocupes mi niña yo vivo acá alado no pasa nada. Además ya estaba durmiendo, me
regala una tierna sonrisa. ─Gracias Sara, le doy un beso…
─ Buenas noches mi reina. ─Buenas Noches Sara.
Entro a dar un beso a Katy, y luego voy a mi habitación, entro al baño a ducharme y a llorar como
una magdalena debajo del agua, y todo por culpa de ese idiota, porque tenías que ser tan idiota y
tenías que aparecer en mi camino. Príncipe azul mis ovarios, si así se comportan los príncipes, mejor
me quedo a vestir santos que estar tolerando a idiotas de ese calibre.
Y lo peor, estoy comenzando a sentir cosas que no debería por él como si eso fuera provechoso para
mí, justo ahora en estos momentos de mi vida tuvo que aparecer para darme más problemas de las
que ya tengo.
Dante
Me dio una cachetada, una maldita cachetada, nunca nadie lo había hecho, llevo mi mano a mi
mejilla sintiendo un leve picor, me merezco por idiota, ella se fue llorando, que imbécil eres Dante, eres
un completo imbécil, así piensas conseguir que se fije en ti ¿que se fije en mí? Por favor yo solo la
quiero para una noche… si a ja para una noche, estúpida conciencia, ¿puedes dejar de molestar?
Paula será una más de mi lista cuando ya la haya hecho mía, la desecharé como a todas, No es más
que una puta, como todas busca dinero ¿y luego la dejaras ir con otro? No, jamás, con otro jamás ella
es mía jamás permitiré que esté con otro─ ¿y así es como dices que solo será una noche? me estoy
volviendo loco mira que hablar solo.

Me subo al auto, a casa le digo a Jorge mi chofer, asiente y pone en marcha, no dejo de pensar en
esa mujer, no sé qué me sucede con ella, todo el tiempo la tengo en mi cabeza, la quiero besar, la
quiero abrazar, sentir, su olor me encanta, su pelo negro es precioso, toda ella me fascina, suspiro
frustrado frotando mi rostro me comporté como un idiota con ella. Eso es característico en mí, al final
no es nada raro, pero con la diferencia que con ella si tengo cargo de conciencia cosa que nunca me
había sucedido con ninguna otra mujer.
Debo cambiar de estrategia si quiero acercarme a ella, debo ser más cuidadoso con mis palabras.
Lo que no entiendo es por qué se altera tanto cuando le ofrezco las cosas, porque a Iam si le acepta
y a mí me rechaza, ¿será que le gusta mi amigo? No, eso no puede ser.
Necesito solucionar esto cuanto antes, mañana hablaré con Iam le pediré que se aleje de Paula,
la quiero para mí, no me importa lo que tenga que hacer ni cuánto debo pagar, pero esa mujer será mi
amante como sea.
Luego de llegar a casa y ducharme unas horas para tratar de organizar mi cabeza, que está hecha
un lio, salgo para adentrarme a la cama, espero que hoy pueda dormir, y ya no aparezca esa mujer en
mis sueños o me volveré loco, si es que ya no lo estoy, suspiro acostado boca arriba mirando al techo,
siento como mi verga comienza a despertar nuevamente, suspiro frustrado, ¡maldición! Golpeo la cama
con mi puño y me tapo el rostro con una almohada, ya tengo la mano adolorida de tanto masturbarme
pensando en ella. En ¡Paula!
Capítulo 11. Segundas oportunidades.
Llego a la empresa, todas las mujeres se quedan mirándome embobadas, sonrío ligeramente
saludando al pasar.
─ Buenos días. Saludo con la voz gruesa, para adentrarme en mi elevador privado, llegando hasta
mi piso.
─Buenos días, saludo a la recepcionista de mi piso a la que Iam no puede ver ni en pintura, según
él, es muy ofrecida, hasta llegar al escritorio de mi asistente Eva.
─Buenos días Señor De Luca, viene detrás de mí, resonando sus tacones en el mármol.
─ ¿Que tenemos para hoy Eva? Pregunto.

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ERES MI ADICCION LEYVA
─A las 9 tiene una video conferencia con el señor Vladimir para concretar puntos sobre el nuevo
proyecto y a las 10.30 la reunión con los socios, a las 12.30 almuerzo con su hermana
Carolina. Suspiro, pasando mi mano por el rostro ¿le confirmo su almuerzo señor?
Miro a Eva. ─ Si confírmame ya la cancelé una vez, pegara el grito al cielo si le vuelvo a cancelar.
─Bien es todo señor por hoy, la tarde tiene libre.
─ Bien ¿Iam ya llego?
─Si señor, acaba de llegar─ ¿lo necesita? ─ Si dile que venga por favor.
─Está bien, con permiso señor, asiento. Debo hablar con él para dejar esto en claro.
─Me ciento es mi silla intentando organizar mis cosas, escucho la puerta, y veo que es Iam
precisamente.
─ ¿Que pasa hermano?
─ Hola Iam. Contesto serio, frunce el ceño y toma asiento enfrente.
─ ¿Que se te ofrece Dante? Necesitamos hablar, suspiro frustrado no sé ni por dónde empezar
para no parecer tan necesitado.
─ Iam esto que te voy a decir te va parecer raro, pero... necesito que te alejes de Paula, abre los
ojos como plato. ─ ¿Y eso porque? ¿Porque me pides eso?, no entiendo.
─La quiero llevar a la cama, pero no podré hacerlo si está contigo por el tema de la exclusividad, tú
me entiendes, lo que pagaste por ella te lo devolveré, él me observa sorprendido
─ Es una estupidez Dante, ¿desde cuándo te gusta la misma mujer que a mí? Así que le gusta a él.
─No me gusta para tener una relación, solo quiero para follarla un par de veces y ya, pero no lo
haré si está contigo, se levanta de un salto caminando de un lado para otro, está nervioso lo sé.
─No lo haré Dante, ella me gusta, no me voy a alejar de ella lo siento, búscate otra a quien follar, a
ella no, ella no es de esa clase de mujeres, suelto una carcajada, ─ ¿Y qué tipo de mujer entonces
es?, ¿una dama que cobra por sus servicios? No me vengas con estupideces Iam, sé muy bien que
es una prostituta que cobra por sus servicios, aprovecha su belleza para agarrar a los hombres.
─Cállate Dante, cállate, no sabes lo que dices, tú no la conoces…
─ Tómalo como quieras, pero te guste o no me llevaré a la cama a esa mujer, así haga lo que sea por
conseguirlo y ni tu ni nadie lo va impedir.
─ No lo voy a permitir, no permitiré que la lastimes, me paro frente a él. ─ ¿Porque te importa tanto
esa mujer Iam─? ¿Te enamoraste? Se sorprende y veo algo en sus ojos, algo que no vi jamás en
él, al parecer si se enamoró.
─No no estoy enamorado, solo me gusta y la quiero cuidar
─ ¿Porque, porque te preocupas tanto por ella Iam? Contéstame. Grito ya hastiado de toda esta
mierda que me esta frustrando cada dia más.
─ Dante, ella no es igual a las demás, ella no es una puta, ella no lo hace por dinero, bueno si lo
hace pero por que necesita el dinero, tiene a su única hermana enferma y necesita pagar su
tratamiento, nunca ha hecho nada parecido, lo hace por necesidad, me grita furioso pasándose la
mano por el pelo varias veces, y yo no puedo reaccionar a lo que me está contando, de repente siento
el peso de mis palabras, por eso se puso mal, por eso estaba llorando, me paso la mano por el rostro
y me vuelvo a sentar en mi silla. Si que fui un completo imbécil.
─ ¿Qué hiciste? Iam me mira más que furioso, por mi repentina reacción.
Agacho la cabeza negando y sonrío nervioso.
─ Anoche le dije que era una puta y que le pagaría por acostarse conmigo.
─Eres un imbécil Dante, no la conoces hombre.
─Es lo que ella me dijo, me pidió que no me vuelva a acercar a ella nunca más y se fue llorando.
─La cagaste hermano, ya te dije ella no es como cualquier mujer, ella es una gran mujer, y la voy a
ayudar a pagar el tratamiento de su hermana, sin recibir nada a cambio, levanto la vista. ─ ¿Porqué
Iam?
─ Ya te dije me gusta y después de saber la verdad me gusta aún más, no solo la quiero llevar a la
cama no te lo voy a negar, quiero algo más con ella, me tenso, eso me altera, quiero que se aleje de
ella.
Ahora me siento fatal por todo lo que yo le dije y lo que me contó Iam, tengo que lograr que me
perdone, sé que va costar, pero lo voy a conseguir, no puedo pelearme con mi mejor amigo por una
mujer, pero es que esa mujer me vuelve loco y sé que a él también, Iam se ha quedado
pensativo mirando un punto fijo.
─ No intentes jugar con ella Dante por qué no te lo permitiré, sale de la oficina, y me quedo ahí
pensando que carajos haré. ¡Mierda! Soy un grandísimo idiota, de talla mundial…
─Señor su videoconferencia es en 10 minutos. Entra Eva avisándome de mi reunión, sigo sin
procesar todo lo que acaba de ocurrir, ¿Tan idiota soy?
─ Si Eva, gracias ya me conecto, tengo que concentrarme porque Vladimir es un cliente muy
potencial para este proyecto que me generara muchos frutos, no puedo perder esta oportunidad.

29 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
PAULA
Hoy desperté temprano, iré a comprarle a Katy sus medicinas estoy muy contenta por eso.
─Cuídate mucho princesa y nos vemos a la noche.

─ También tu Paula, te quiero mucho─. Suena mi teléfono


─ ¿Hola?
─Hola preciosa
─ Hola Iam ¿qué tal cómo estás? ─Muy bien al escucharte, quisiera invitarte hoy a almorzar.
─ Umm ok pero solo tengo una hora de almuerzo.
─No importa con eso me basta, almorzaremos ahí en el restaurant justamente para no quitarte tu
tiempo.
─ Ok Iam te espero a las una.
─ Ahí estaré preciosa, te mando un beso.
─ Adiós Iam.
¡Dios! tengo mucho tiempo todavía con Iam y no quisiera que me pida para acostarme con él
porque no puedo, no quiero estar con un hombre que no me gusta, no sé qué haré, el dinero que me
paga me ayuda para el tratamiento de Katy, ay Diosito ayúdame a que no suceda eso, a Iam se le nota
muy buena persona pero al final de cuentas está pagando por una compañía, el problema es que en
mis planes no estaba perder la virginidad con un hombre que no amo. Pero creo que eso hoy en dia
es una estupidez, mientras tu amas, ellos se burlan de ti. Sacudo mi cabeza para apresurarme en
comprar las medicinas de mi princesa para dirigirme rápidamente al restaurante, no quiero llegar tarde.
Diez minutos más tarde llego al restaurante, no está tan lleno por suerte, me voy a cambiar y en eso
aparece Marcos.
─ Hola Hermosa ¿cómo estás?
─Bien Marcos un poco cansada pero aquí estoy… ¿y Katy como sigue?
─Bien gracias a Dios.
─ ¿Y necesitas algo Paula? Lo que sea, no sientas vergüenza en pedírmelo, se acerca a mí y me
acaricia la mejilla, yo solo agacho la cabeza.
─ Gracias Marcos, pero justo hoy ya le compré sus medicinas, levanto la mirada y él está ahí fijando
sus ojos en los míos, puedo ver ese sentimiento que alberga hacia mí y me siento mal. Se me queda
mirando por largos segundos.
─ Que tengas un lindo día ─ no digo nada, ¡Ay! Marcos, Marcos ¿qué haré contigo? sabe que
nunca le daré una oportunidad, no puedo ilusionarlo tampoco.
Entre trabajo y trabajo saludo a Isa de pasada ya que ella está atendiendo a los clientes, paso a su
lado y sonríe. ─ Luego hablamos susurro y asiento mientras atiendo las otras mesas.
Estoy dando mis pedidos al chef y llega Isa…
─ ¿Amiga que tal?─ sabes que te extraño mucho así que por eso mismo mañana nos iremos de
fiesta.
─Ay Isa no lo sé, sabes que no puedo dejar mucho tiempo sola a Katy, no puedo salir de fiesta y
dejarla sola. ─Mmm no te preocupes Paula ella estará bien, Sara la cuidara, le pagaremos y se queda
con ella y listo, yo le pago no te preocupes por eso, pero anda di que sí por favor. Necesito salir, tu
también nena, tantos problemas te agobian, necesitas relajarte un poco, ya que haces todo lo posible
por que Kathy esté bien, te mereces una distracción, pone su cara de cachorrito, haciendo pucheros,
ruedo los ojos, así no puedo negarle nada a ella, cuando intenta poner los ojitos de gatito todo lo
consigue, pobre Santiago asi seguro lo tiene comiendo de la mano.
─Está bien Isa mañana salimos, pero solo un rato Isa no puedo estar tanto tiempo por ahí ¿Bien?.
─ Siii amiga, mañana saldremos a divertirnos y conocerás hombres que te harán delirar, ruedo los
ojos.
─ Isa no quiero conocer chicos.
─ ¿Qué, eres lesbiana?... ─ Ssh no grites, los compañeros de la cocina voltean a ver. —No Isa no
soy lesbiana, me gustan los hombres todavía pero no voy a ir a ligar con nadie solo a despejarme un
rato y ya.
─Bueno seguimos hablando luego, ella ríe me tira un beso y sale de la cocina, está loca,
definitivamente.
Llegó la hora de almuerzo, e Iam ya me está esperando para almorzar, me saco el delantal y voy a
su mesa.
─ Hola Iam.
─ Hola preciosa, ¿como estás? se levanta dejando un beso en mi mejilla, retira la silla para que
tome asiento, es todo un caballero. ─ Y bien ¿qué me cuentas? ¿Cómo está tu hermana? Ya no
pudimos hablar sobre eso.
─ Bien Iam, está bien, hoy justamente ya le compré sus medicinas…─ Que suerte.

30 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ De eso quería hablarte, sujeta mis manos sobre la mesa, trago grueso, mis piernas comienzan a
temblar, espero no sea lo que temia…─Pero primero pidamos para comer y hablamos mientras ¿bien?
Yo solo afirmo levemente, pedimos nuestra comida, estoy súper nerviosa por lo que me dirá.
-Sabes Paula, yo sé que hay un contrato de por medio, cuando te conocí, no pensé llegar a compartir
estas cosas contigo ─ estoy nerviosa, porque no sé lo que me va a pedir o decir, lo miro fijamente.
─ Paula me gustaría tener algo más contigo que unas simples salidas, sin contrato de por medio, y
por el dinero no te preocupes que yo te ayudare en todo lo que necesites, pero quisiera conocerte más
nena.
─ Iam yo... justo llega nuestra comida, Ay Diosito ¿qué le digo? yo no siento nada por él es atractivo
sí, pero no me gusta, él no es Dante, ¿que que? ¿Que no es quién? Dios creo que ya me volví loca,
ese idiota que piensa lo peor de mí y yo pensando en él, estoy mal.
─Iam me gusta tu compañía no te voy a negar, pero no sé si podría tener algo más contigo, quisiera
terminar el contrato y luego ver qué pasa, el me observa, sonríe y asiente. ─Está bien Paula tampoco
te voy a presionar a nada que no quieras, todo a su tiempo, seguimos el contrato y veremos qué pasa,
¿está bien hermosa? Asiento…─Gracias Iam. Exhalo el aire que tenia retenido. ¿deberia darle una
oportunidad? tal vez si intentara quererlo con el tiempo puedo llegar a hacerlo.
─ Bueno comamos que se enfría, sonríe, es tan tierno, porque no puede gustarme un hombre como
él, porque me tiene que gustar ese completo idiota, arrogante, sexi, caliente, de Dante, Mmm hago
una mueca y me dispongo a comer, debo dejar de pensar en el por un maldito segundo, él no es bueno
para mí, solo quiere llevarme a la cama y nada más, un hombre como el jamás se fijaría en una simple
mesera.
Iam me sigue mirando, como si eso le encantara, a mí me pone muy nerviosa su mirada, terminamos
de comer, y ya de nuevo debo volver al trabajo, él se levanta después de pagar la cuenta, y se despide
de mi con un beso, sonríe, siempre está sonriendo es increíble. ─ Te estaré llamando para volver a
salir, asiento, ─ Está bien Iam estaré esperando.
Llego la noche, y me disponía a salir como siempre para tomar el autobús, y lo veo ahí de nuevo el
idiota arrogante, recostado en su auto con un pantalón negro, con la camisa blanca remangada hasta
los codos, con el celular en la mano, todo en el grita sensualidad, o es que yo estoy tan embobada con
el que todo me parece atractivo en el, camino intentando pasar de largo, pero él me detiene, por
supuesto que eso iba a suceder.
─ Paula, necesito que me escuches. Pide, suspiro manteniéndome quieta.
─ Discúlpeme señor ayer le deje en claro que no tengo nada que hablar con usted, con permiso, me
sujeta nuevamente del brazo.
─ Paula quiero pedirte una disculpa por comportarme ayer así contigo, por haber sido un idiota y
decirte todo lo que te dije, tienes razón no te conozco no sé nada de ti, pero quisiera cambiar eso, lo
miro achicando mis ojos, y a que viene tanto arrepentimiento ahora. ¿de verdad está arrepentido, o es
una más de sus tácticas?
─ ¿Eso es todo? Si eso es todo y ya se disculpó, con permiso… ─No te vayas Paula por favor.
─ ¿Qué quiere de mi señor? Levanto la voz ofuscada.
─Dime Dante por favor, ruega, es totalmente distinto al hombre que ayer me hablo, o por lo menos le
está saliendo muy bien su actuación.
─ Mira Dante no quiero ser grosera, pero yo no tengo intención de conocerte ni hablar contigo, me
muerdo el labio, a lo que el agarra mi mentón.
─ No hagas eso hermosa, no te muerdas el labio, no sabes lo que me provocas, yo tiemblo, sudo,
estoy a punto de caer, en mi estómago revolotea miles de mariposas, que mariposas murciélagos diría
yo, trago grueso, su tacto me provoca mil cosas y su voz Dios esta voz me provoca cosas jamás
pensadas.
¡¡Dante!! y no me deja continuar porque pega sus labios a los míos, al principio no le correspondo,
pero luego ya no pude, soy tan tonta, tan idiota por dejarme besar por el hombre que justo ayer me
estaba insultando, muerde mi labio inferior pidiendo permiso para meter su lengua dentro de mi boca,
y lo logra, bien que lo logra porque mi lengua va a su encuentro, es un beso caliente, ardiente, suave
pero también brusco a la vez, no sé cómo explicar, me encanta, me fascina como besa, me agarra de
la cintura y me pega más a él, y yo ni tonta ni perezosa me dejo hacer, mujer ayer estabas llorando
por su culpa y ¿hoy te derrites en sus brazos?, ay no me culpen, es que este hombre se ha esta
convirtiendo en algo a que no puedo decir que no.
Nos separamo…
─Bien, bien, pero que no se te haga costumbre Dante, será solo hoy y nada más. Sonríe de lado,
virgen bendita que hermoso. ─Sube hermosa. Me abre el auto dándome paso. Que fácil soy, solita mis
piernas se mandan.
Subo y cierra mi puerta, Se gira y se sube en el lado del conductor, no digo nada, él tampoco, va
conduciendo y yo miro por la ventanilla, no quiero mirarlo porque no sé lo que le haría, me lanzaría

31 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
sobre el aquí mismo, siento su mirada sobre mi cuerpo, lentamente giro y efectivamente me está
observando, por breves segundos cruzamos nuestras miradas, luego vuelve su vista al frente.
─ ¿Seguirás viendo a Iam? Pregunta de la nada.
─ ¿Ah? Giro a mirarlo. Mmm si, supongo. Contesto, no tengo porque darle explicaciones de mi vida.
─ No tienes que hacerlo si no quieres. ─Debo hacerlo, digo sin pensarlo, frunce la frente, ─ ¿Y por
qué debes hacerlo?
─Mmm es algo personal, nada que te interese. ─Todo de ti me interesa Paula.
¿Qué? ¡Por qué? de pronto estaciona el auto. ─ ¿Qué que haces Dante? ¿Quieres que me baje
aquí?, se gira sacándose el cinturón, rápidamente libera el mío y lo último que siento son sus suaves
labios nuevamente sobre los míos, le correspondo sorprendida, creo que como que ya se le hizo
costumbre besarme, pero a quien engaño disfruto de sus exquisitos labios.
─Todo de ti me interesa y te lo voy a demostrar Paula, besa la punta de mi nariz y vuelve a ponerme
el cinturón, y de nuevo pone en marcha el auto. ¡Dios! me va a volver loca.
Llegamos a mi casa, que por cierto como lo supo, porque no recuerdo que me haya pedido la
dirección
─ Mmm─ me encojo de hombros, no lo sé, se baja del auto para abrirme la puerta.
─Gracias Dante por traerme.
─ De nada Paula, quisiera verte mañana de nuevo. ¿Puedo pasar a buscarte mañana en la noche?
─Humm, no creo Dante, tengo cosas que hacer, suspira, se pasa la mano por el pelo.
─ Está bien será otro día entonces, anda entra ya es tarde debes descansar, asiento.
─Gracias de nuevo, asiente con una sonrisa y entro al edificio.
Sonrío como estúpida, tan fácil soy, Dios ese hombre va a matarme lo juro, entro a la casa, me
despido de Sara y voy a ver a Katy, está durmiendo como siempre, ya mañana le daré sus medicinas
y le dejare todas las indicaciones a Sara.
Me daré una ducha para calmar estas emociones que siento, no sé qué va a pasar con él, me inquieta,
¿por qué ha cambiado conmigo de la noche a la mañana que habrá ocurrido, o simplemente es una
farsa para llevarme a la cama, como tanto lo desea, ese hombre me hará perder la cordura, estoy
segura, me traerá problemas y muchas lágrimas.
Capítulo 12. Noche excitante
DANTE
Cada vez que la beso, siento más necesidad de ella, necesito más, necesito sus besos, sus caricias
quiero que sean mías, me está volviendo loco, no dejo de pensar en esa mujer.
Escucho que tocan mi puerta, adelante, grito desde mi asiento, y es Iam quien se asoma.
—¿Como estas hermano?
—Bien., Contesto sin muchas ganas.
—No estamos de buen humor hoy parece, levanto la vista que tenía en unos papeles y lo miro,
mientras el se sienta frente a mi escritorio
—Oye, que tal si vamos hoy al club, tu yo y Leonardo, hace mucho no vamos y necesito una
noche de relax sonríe.
—Lo que tú quieres es follar—suelta una carcajada, lo que me hace reír también.
Tiene las piernas cruzadas y una mano lleva al mentón. —Creo que si necesito una buena follada,
hace mucho que no estoy con una mujer.
—Específicamente desde que estas con Paula ¿no?
Asiente, así es, esa mujer me tiene dando vueltas la cabeza. Me tenso al escuchar eso, porque a
mí también me afecta de una manera que ni yo conozco.
—Está bien vayamos hoy al club, también necesito distraerme. Es verdad necesito dejar de pensar
en ella por un instante.
—Bien, perfecto, nos vemos mas tarde. Se pone nuevamente de pie para dirigirse hacia la puerta.
—Hablaré con Leonardo para salir esta noche, asiento. —Ahora déjame trabajar, ríe y sale de la oficina.
Me froto el rostro, así es necesito sacarte de mi cabeza Paula, si no me volveré loco.
**
Llego a mi departamento, me doy una ducha y me visto para ir al club, necesito distraerme esta
noche, me pongo un pantalón casual en color negro y una camisa azul claro, unos zapatos negros,
salgo del departamento y me dirijo al club, al llegar saludo a los guardias quienes me dan paso ellos
ya me conocen, saben que soy un invitado vip aquí.
Me adentro al club está bastante lleno, subo al segundo piso donde Iam ya me está esperando con
Leonardo.
—Vaya por fin llegas hermano, pensé que no vendrías. Es Leonardo quien habla, me siento en
la mesa y hago señas para que me traiga una botella de whisky, dos chicas se nos acerca a la mesa,
una rubia y la otra castaña, muy lindas ambas, Iam al instante sienta a la rubia a su lado mientras que
la castaña se sienta en medio de Leonardo y yo.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Leonardo habla con la castaña mientras que yo, no lo sé me siento inquieto, siento una ansiedad
una corriente eléctrica recorrer mi cuerpo, he venido al club para poder distraerme y sacármela de la
cabeza sin embargo solo pienso en ella, sacudo mi cabeza, para desechar tanta mierda, observo a
Iam que se levanta con la rubia para dirigirse al cuarto privado, sonrío, me guiña un ojo y va con la
mano puesta en la cintura de la rubia.
Giro y veo como la castaña habla y ríe con Leonardo, yo por mi parte me levanto algo me impulsa
pegarme a la baranda y mis ojos se desvían hacia abajo, observo todo, veo a dos mujeres bailar muy
provocativas, una es rubia tiene un vestido rojo que deja muy poco a la imaginación, y la otra es una
preciosidad, tiene el pelo negro como la noche hasta la cintura tiene un vestido negro muy muy
ajustado al cuerpo por debajo dl culo y que culo, desde aquí no distingo su rostro por las luces,
entonces decido bajar, necesito verle la cara, me dirijo hacia dónde están, paso y esquivo entre la
gente, ahí la veo, su amiga está bailando con un hombre muy provocativamente, mientras que ella
esta de espalda a mí moviéndose muy sexy, no se da cuenta de las miradas que tiene encima, como
varios hombres la devoran con la mirada y siento rabia, no sé que me sucede primero con esa mujer y
ahora con esta ¿Que me ocurre,? me acerco lentamente a ella, pego mi pecho a su espalda, pongo
mis manos en su cadera, y acerco mi rostro a su cuello, ese olor, no puede ser es el mismo aroma de
Paula, por más que aquí se huela a alcohol y cigarrillo, puedo oler su olor.
¿Quién eres muñeca? Susurro en su oido.
Deja de moverse, se tensa, girando lentamente hacia mí, no puede ser, ambos nos inervamos
sorprendidos—¿Paula? ¿Que que haces aquí?
—¿Dante? ¿Qué haces tú aquí?
Sus ojos van a salir de su órbita, y yo solo detallo su rostro, es tan hermosa, tan preciosa una
muñeca en verdad, la miro con deseo, lujuria, me encanta, me fascina es por eso que me sentía tan
inquieto, ella estaba aquí, pase de estar sorprendido a estar feliz, emocionado.
—Dan.. No dejo que termine la beso, la beso desesperado con ansias con deseo, al principio se
queda quieta no me corresponde, pero después me sigue el beso, muerdo su labio inferior para que
me de paso a su boca, juego con su lengua, es deliciosa, su boca, sus besos es mi adicción, sus besos
se han convertido en una droga para mi.
Nos separamos después de un instante, mirándonos fijamente sin decir nada, —¿Porque no me
dijiste que vendrías al club nena?
—No tengo por qué darte explicaciones Señor De Luca, suelto una carcajada, acercando mi rostro a
su oído ¿Ahora soy señor De Luca? Pregunto en tono burlón.
—Yo, yo debo irme. Contesta nerviosa. —¿Tan pronto muñeca?
—Si es tarde y yo, yo debo trabajar mañana. Contesta, solo quiero reír. —¿Te pongo nerviosa?
Niega, con el rostro sonrojado, no se si es producto de la bebida, del baile o de mi presencia.
—Entonces yo te llevo nena. Niega rápidamente.
—No, no, pediré un taxi. Contesta, ni loco dejare que vaya en taxi, habla con su amiga y la rubia
solo le hace gestos con su mano, luego se dirige a la salida, la sujeto del brazo sin lastimarla. —No
dejare que andes a esta hora sola, te llevare a tu casa o a donde quieras irte.
Rueda los ojos. — Está bien, solo no te pases de listo se gira nuevamente para caminar, me río y
niego, voy detrás de ella, le miro las piernas el culo, freno bruscamente casi chocando contra su
cuerpo, señalándome con el dedo,. — Te dije que no te pases de listo, deja de mirarme el trasero,
sonrío, me acerco a ella.
—Es que tienes un culo precioso y no puedo resistirme hermosa. Rueda los ojos.— No sea zafado
señor De Luca, ¿su madre no le enseño lo que es la educación? aprieto mis labios en una línea fina,
intentando no reir, salimos del club y la guie hasta mi auto donde ya Jorge me espera. Rápidamente
Jorge intenta abrirle cuando niego. —Yo lo hare Jorge gracias, el hace un gesto de media sonrisa y
asiente para luego subirse al auto, Paula sube y yo a lado de ella.
—¿A dónde hermosa?
— A mi casa.
— ¿No quieres ir a mi casa un rato? Pregunto sabiendo la respuesta, pero no pierdo nada intentarlo.
—Esos ojos me vuelven loco nena, se sonroja completamente agacha la cabeza, le sujeto la
barbilla y hago que me mire de nuevo.
— Paula eres tan hermosa, toda tu, eres perfecta, delineo sus labios con mi pulgar, respira agitada,
mientras que yo siento que mi erección empieza a doler.
¡Dante! intenta reclamar pero no dejo que hable, con rapidez le agarro de la cintura y hago que se
siente a horcajadas sobre mí, da un pequeño grito por lo que acabo de hacer, de seguro siente la
dureza de mi verga debajo de ella, le sujeto de la nuca y la cintura para pegarla a mi.
— Me encantas Paula, susurro en sus labios, la beso con posesividad, quiero consumir todo de
ella, meterme en su piel si eso fuera posible, ella trata de seguirme el ritmo, nuestros dientes chocan

33 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
en ocasiones por la brusquedad del beso, la pego a mi polla dura debajo del pantalón y ella gime, me
excita aún más escucharla gemir.
Bajo mis besos por su cuello, ella inclina la cabeza hacia atrás dándome paso a seguir bajando,
bajo por su hombro, por su brazo, le aprieto las caderas con fuerza, ella no deja de gemir, se agarra
de mi hombro. ¡Dante! exclama cada tanto, sigo besando su cuello acariciándole la pierna, sintiendo
la suavidad de su piel, el vestido se ha subido por la posición en que se encuentra, me encantaría
tocarla ahí abajo, siento la humedad encima de mi pantalón, me gustaría pasar mi dedo entre sus
pliegues, probar sus fluidos que seguro será mi perdición.
—Necesito probarte Paula.
— ¿Que? Jadea sorprendida, pero se le nota lo caliente que se encuentra y no soy el único.
—Yo, yo no puedo Dante, intenta bajarse de mis piernas, pero la aprieto de la cintura para no
dejarla ir.
—Vayamos a mi casa por favor le suplico, nunca me vi en la necesidad de rogarle a una mujer,
pero con ella todo me sale natural.
—No puedo, llévame a casa por favor. Muerdo mi labio, me contengo de hacer una estupidez no
quiero volver a cagarla.
—Con una condición.— ¿Cual? levanta una ceja.
— ¿Que aceptes cenar conmigo mañana? se me queda mirando un segundo. —¿Estas
acostumbrado a salirte siempre con la tuya no es así Dante? sonrío y asiento, mientras que ella solo
pone los ojos en blanco.
— Está bien acepto, sonrío le doy un suave beso en los labios y la suelto para que se baje de mi
regazo.
Llegamos a su casa, ella todavía sigue sonrojada por lo que acaba de ocurrir, fue excitante me
hubiera gustado llevarla a mi departamento y hacerla mía, hasta que ya no pueda más, pero tendrá
que ser otro día, con ella todo es diferente y aun no se por qué.
—Llegamos nena. Comento ya lo obvio, le abro la puerta y la acompaño hasta la entrada del edificio.
— Me encanto verte esta noche hermosa. ella solo sonríe y agacha la cabeza. — Hasta mañana
Dante, esa vocecita tímida me provoca y me excita como no tiene una puta idea.
—Hasta mañana Paula, sueña conmigo, dejo un beso en la mejilla y entra en su edificio.
Yo vuelvo al coche,. — A casa— le pido a Jorge, asiente y nos dirigimos a mi departamento.
Me recuesto en el asiento del auto, acaricio mis labios y sonrío, es tan hermosa, cuando se sonroja
es preciosa, ay Paula, pronto serás mía, completamente mía.
Paula
Me levanto como cada mañana, preparo el desayuno a Katy, le doy sus medicamentos que ya
empezó a tomarlas, encargo a Sara todo respecto a Katy y salgo para dirigirme al restaurante, hoy
quedamos con mi amiga Isa en ir a la noche a un club iremos con Santiago, así que, hare solo un turno
para poder prepararme.
Llego al restaurante y saludo a mi amiga y a los demás compañeros.
—Amiga hoy es noche de fiesta uh uh me dice canturreando, me río, ella es tan divertida, algunas
veces quisiera ser como ella, y divertirme más.
— A ver si esta noche te consigues un papacito que te haga el favor y ya dejas de vestir
santos, ruedo los ojos.
—Ay Isa , tu sabes que eso solo va a pasar cuando llegue el indicado. — Si si , tú y tus cursilerías
de tu príncipe azul ¿no?
Rodea sus brazos por mi cuello—Mira Paula, los príncipes azules son aburridos, mejor búscate un
buen macho que te haga llegar al cielo, suelto una carcajada.
—Isa tu ya no tienes remedio, y tampoco filtro entre tú cerebro y tú boca ¿No es así? Eres una loca
y sucia.
— Y tú una aburrida, me saca la lengua yo solo río.
Me pongo el uniforme y salgo a atender las mesas, el restaurante casi siempre está lleno, nos pasa
volando la hora.
Paula, ¿Hoy no te toca doble turno?. Es Marcos quien llega junto a mí, cuando ya me disponía a
cambiarme el uniforme para salir, mi turno había acabado.
—No Marcos, hoy me toca tarde libre, hoy solo hago un turno, levanta una ceja. Si fuera por él me
quedaría a vivir aquí. —Y además tengo un compromiso. Agrego.
—¿Una cita?
—No, saldré con Isa, hace mucho no salgo y quería distraerme un poco.
—Ah ya veo, contesta de mala gana para girarse e ir furioso de allí.
Isa rueda los ojos. —Está celoso, no le hagas caso, solo niego. —La verdad no quiero que
Marcos mezcle lo personal con lo laboral, hay veces en que su actitud no me gusta.
—Ay amiga, chilla y da saltitos, vamos apúrate que tenemos que ir a escoger la ropa.

34 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Llegamos a su casa y prácticamente me arrastra a su habitación...—Ven que tenemos que ver
que ropa ponernos, si es por mi me voy en jean y remera, pero Isa dice que debo ir como una diosa,
escogemos los vestidos, yo escojo un vestido negro con tirantes un poco escotado para mi gusto, pero
Isa dice que es estupendo porque se me ve un poco los pechos, y muy por arriba de la rodilla, ¡Dios!
esto será toda una odisea, como camino con este vestido y unos tacones de infarto, será estupendo
si no me rompo una pierna si me llego a caer con estos zapatos.
Luego vamos a mi casa, a prepararnos y ver si todo está bien con Katy y Sara, cuando ya son las
9 de la noche Santiago llega a buscarnos, nos saluda e Isa se guinda de su cuello y lo besa.
—Hey, no coman pan frente a los pobres, los dos sueltan una carcajada...—Ya vámonos, contesta
Santiago y nos dirigimos al club.
Un par de minutos después llegamos al club, tiene una laaarga fila para poder entrar.
—Nunca entraremos lsa, avanzamos detrás de Santi el habla con los de seguridad y nos hace un
gesto con su cabeza de que pasemos, escuchamos protestas de las personas que están esperando
en la fila, Santiago tiene muchas amistades y supongo el dueño del club es uno de ellos.
El club es espectacular, es grande con una gran pista de baile, con unas escaleras que da al sector
vip.
Nos sentamos en una de las mesas, y Santiago ordena vodka para tomar.
—Isa yo no bebo lo sabes
—Ay amiga solo por esta noche... No te hará nada, anda bebe un poco.
—Solo no te pases de copas me dice Santiago, en eso bebo de un sorbo una copa, me quema la
garganta, —¡Por Dios Isa! esto quema, Santiago y ella empiezan a reír.
—Bailemos Paula, ven vamos, Isa me agarra la mano y me arrastra hasta la pista de baile, me uno
a ellos, mientras estoy bailando con ellos, mas sola que con ellos, porque Santiago por poco y no se
come a mi amiga, entonces bailo sola, recibo la invitación de algunos pero la verdad no me apetece
bailar con nadie, mejor lo hago sola, solo vine porque Isa me había insistido mucho, al final no se para
que si ella esta con su novio y yo pues, sola.
Siento que alguien me observa, miro a todos lados y no veo a nadie, el club esta oscuro, las luces me
encandilan, es extraño siento una mirada pesada sobre mí, al no encontrar a nadie hago caso omiso
y sigo bailando.
De repente siento la mano de alguien en mis caderas y acerca su rostro a mi cabello, puedo sentir
su respiración y automáticamente me sobresalto.
—¿Quién eres muñeca? Una voz ronca muy conocida. ¡Maldita sea! espero sea solo una
alucinación.
—¡Paula! Dante abre los ojos, como si no pudiera creer que sea yo. ¿Que que haces aquí?
—¿Dante? ¿Qué haces tú aquí?
Lo miro fijamente que hace el aquí, me estará siguiendo, no no lo creo, es mas pensaba que era
otra mujer, Uy estaba aquí para ligar con otra, me mira, no puedo descifrar su mirada, por eso sentía
que alguien me observaba, era él , era Dante, pensaba reclamarle cuando... —Dan.. no me dejó
terminar porque me besa, me besa desesperado con ansias con deseo, al principio no le correspondo,
porque me tomo por sorpresa, pero después le sigo el beso, muerde mi labio inferior, y adentra su
lengua en mi boca, mis piernas empiezan a temblar, Dios besa tan bien, sus labios son tan suaves.
Nos separamos después de un instante, nos quedamos mirándonos. — ¿Porque no me dijiste que
vendrías al club nena?
—No tengo por qué darte explicaciones Señor De Luca, suelta una carcajada, acercando su
rostro a mi oído ¿Ahora soy señor De Luca? Pregunta en tono burlón.
—Yo, yo debo irme. Contesto nerviosa. —¿Tan pronto muñeca?
—Si es tarde y yo, yo debo trabajar mañana. —¿Te pongo nerviosa? vuelve a preguntar, ¿tan
obvia soy?
—Entonces yo te llevo nena. Niego rápidamente.
—No, no, pediré un taxi. Me despido de Isa, ella solo me levanta la mano, ruedo los ojos e intento
caminar hacia la salida cuando una mano grande me sujeta del brazo suavemente. —No dejare que
andes a esta hora sola, te llevare a tu casa o a donde quieras irte. — Está bien, solo no te pases de
listo. Cuando camino siento su mirada sobre mi, específicamente sobre mi culo. — Te dije que no te
pases de listo, deja de mirarme el trasero, sonrío, me acerco a ella.
—Es que tienes un culo precioso y no puedo resistirme hermosa. Ruedo los ojos.— No sea zafado
señor De Luca, ¿su madre no le enseño lo que es la educacion? camino a pasos apresurados y salgo
afuera del club, sabiendo que él me sigue, su chofer está esperando fuera del auto, al verlo intenta
abrirme el auto pero el lo detiene, Dante me abre la puerta para subirme y el a mi lado. siento su mirada
sobre mí en todo momento.
—¿A dónde hermosa?
—A mi casa, contesto

35 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—¿No quieres ir a mi casa un rato? sonríe, maldita sea quiero lanzarme a sus brazos, me viene a
la mente lo que me dijo Isa hoy, que necesito un macho no un príncipe, y este justamente es eso, un
semental no un príncipe, ¿Qué cosas dices? es que este hombre me hace decir y hacer cosas que
nunca pensé, giro y lo miro.
—Estos ojos me vuelven loco— siento la cara arder, agacho la cabeza, me provoca de mil
maneras,
Me agarra la barbilla y hace que lo mire de nuevo...
—Paula eres tan hermosa, toda tu, eres perfecta, delinea mis labios con el pulgar, respiro agitada,
¡Dante! no deja que hable, con rapidez me agarra de la cintura y hace que me sienta a horcajadas
sobre su regazo, me agarra de la nuca y la cintura y me pega mas a él, siento su erección debajo de
mí.
¡Jesucristo! lo siento tan grande.—Me encantas Paula, gruñe y me besa, es delicioso, este beso
no tiene nada de suave, es rudo, brusco y encuentro que eso ¿me gusta? Oh por Dios, nunca había
sentido algo así por ningún hombre, ni siquiera cuando Iam me beso una vez, no sentí nada, pero
este hombre me hace sentir mil cosas, sin darme cuenta estoy gimiendo en sus labios, respira mas
agitado y me aprieta mas a él, me siento muy húmeda, siento que resbala mi humedad por mi muslo.
La posición en la que estoy hace que suba mi vestido, y siento un poco el trasero afuera, Ooh Dios.
Me sigue besando, baja por mi cuello ahí muerde, besa, hace lo que quiere y yo me dejo hacer, inclino
la cabeza hacia atrás, siento que acaricia mis piernas,
—Necesito probarte hermosa me habla con la voz ronca, muerdo el labio.
—Yo yo no puedo— me pongo nerviosa trago, saliva intento bajarme pero él no me deja, no puedo
estar con él, no seré una más en su lista de amantes, el es un mujeriego solo me quiere para una
noche,
—Vayamos a mi casa me dice en un tono suplicante, muero de ganas, en verdad de estar con él,
de hacer el amor por primera vez con un hombre y más si es con él, pero no puedo ser tan tonta, no
caeré en su juego, el me usará y luego me desechará como un trapo viejo, y me quedare sufriendo
por ser tan estúpida, me bajo de su regazo, pero me da un beso suave que me desarma por completo.
—No puedo, llévame a casa por favor, mueve la cabeza en afirmación.
—¿Con una condición? Yo lo miro levantando una ceja
—¿Cuál?
—Que aceptes cenar conmigo mañana, nos miramos un segundo, suspiro. — Está bien acepto le
digo porque sé que no me dejara ir tan fácil, aha si es por eso, o¿ porque te mueres por volver a verlo?,
basta Paula deja de pensar estupideces.
Llegamos a mi casa, de pronto siento que llegamos tan rápido, me hubiera gustado pasar más
tiempo con él.
¿De verdad Paula? Lo rechazaste y ahora querías pasar más tiempo con él, ay mujer quien te entiende.
—Llegamos Paula, sacándome de mi trance momentáneo, me abre la puerta y me acompaña hasta
la entrada del edificio.
—Me encanto verte esta noche hermosa.
Eso me hace sonreír, a mí también me encanto, pero eso no se lo diría jamás, —Hasta mañana
Dante.
—Hasta mañana hermosa, sueña conmigo, me da un beso en la mejilla y entro al edificio, sonrío
como tonta, al subir a mi departamento. Esta noche fue mejor de lo que espere, pero mejor no me
hago ilusiones, se perfectamente sus intenciones.
Entro despacio sin hacer ruido, miro en el dormitorio de Katy y está ahí durmiendo con Sara a su lado,
que haría sin esa mujer, es como un ángel que me mando mi madre desde el cielo, cierro lentamente
la puerta.
Me dirijo a mi habitación, me daré una ducha para calmar esta calentura que tengo, me dejo
queriendo más y más, ay ese hombre será mi perdición.
Me saco la ropa, estoy desnuda, súper mojada y necesitada, sii necesitada de ese hombre que con
solo verlo ya se me cae las bragas, haaaa suspiro.
Me recuesto en el lavamanos y comienzo a introducir mi dedo en mi sexo, comienzo a estimularlo,
siento mi rostro arder, mi sexo palpitar, lo deseo, me dejo super excitada, nunca me habia masturbado
por un hombre, siempre me parecía algo malo, pero desde que conocí a Dante en lo único que pienso
todo el tiempo es tocarme, aprieto mis pechos, masajeo con una mano y con la otra no dejo de tocar
este pequeño botoncito a los que llaman clítoris, de pronto comienzo a sentir contracciones,
comenzando a temblar, sabiendo lo que va a sucederme tendré un jodido orgasmo, Isa me lo explico
con lujo de detalles todo sobre el sexo, y la verdad se siente delicioso.
corro mordiéndome la mano para no hacer ruido y no despertar a Kathy, entro a la ducha y solo sonrio
al recordar lo que acabo de hacer. Estoy loca, ya estoy quedando como Isa.

36 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Después de ducharme salgo envuelta en una toalla y veo la luz de mi teléfono, agarro y veo una
llamada de Dante, mi corazón comienza a martillar nuevamente.
—¿Hola?
—Hola nena, escucho su voz ronca al otro lado, y su respiración, muerdo mi labio recostándome en el
mueble. ¿Que sucede Dante?
—Nada, solo no dejo de pensar en ti Paula, ¿que me haces princesa? Aprieto mis labios, sonriendo
como tonta, al escucharlo. —No te hago nada Dante, eres tu el que me está volviendo loca. Contesto
tapando mi boca por mis palabras tan descaradas. —¿Te vuelvo loca? escucho su voz ronca, áspera,
oscura.
—Tu también me vuelves loco nena. Más de lo que te imaginas, te dejo descansar Paula, pero quiero
que sueñes conmigo así como lo hago yo hace días. No puedo sacarte de mi cabeza.
—¡Dante! por favor. —¿Por favor que Paula?
—No me digas eso... —Es la verdad hermosa, no puedo dejar de pensarte, y sé que tu también
¿verdad?
—Si, contesto sin dudar, sé que luego me arrepentiré pero ya que, ya lo dije.
—Duerme rico nena y nos vemos mañana. —Tu también Dante. Corto el teléfono, sonriendo como si
me hubieran dicho que gane la lotería, bajo mi teléfono en la mesita de luz y me pongo el pijama para
poder meterme a la cama, estoy ansiosa por verlo de nuevo mañana pero lo estoy deseando con
muchas ansias.
Capítulo 13. Quiero ser tuya.
Paula
Hoy definitivamente no iré al restaurante mi cabeza me está matando, no debí beber de esa
manera, me hizo hacer y decir cosas que no se si debí hacerlo, lo que paso ayer con Dante ¡Dios! lo
que nos dijimos los dos no se si estuvo bien, pero no me arrepiento de haberlo hecho.
Toc Toc, ¿hermanita estas despierta? Katy asoma su cabeza en la puerta
—Si princesa pasa, ella corre y se tira en mi cama, comienza a dejar muchos besos y le hago
cosquillas, reímos las dos.
—Que divertido, hoy por fin te quedas conmigo después de mucho tiempo Pauli.
—Lo sé Katy, pero tú sabes que es porque necesitamos el dinero, pero hoy no pude levantarme
para ir a trabajar, Katy levanta sus cejas varias veces.
—Y cuéntame ¿ya conseguiste un príncipe azul? suelto una carcajada
— Que cosas dices Katy, no no conseguí un príncipe azul, pero hoy tengo una cita.
— Paula, chilla Katy emocionada, y yo me cubro la cara con la sabana.
—Cuéntame, cuéntame quien es.
—Es solo un amigo Katy.
—Ummm ¿un amigo? ¿y saldrán en una cita?— ammm si.
— ¿Y por qué estas sonrojada? Río por eso, — No se Katy es que, creo que me gusta.
— Paula por fin alguien te gusta hermanita ya era hora.
—No quiero hacerme ilusiones Katy, el es un hombre mujeriego, que tiene a sus pies miles de
mujeres, y yo pues soy muy poca cosa para él.
—Nunca más digas eso Paula, tú no eres poca cosa, eres la mejor persona del mundo y la mejor
hermana del mundo, y por algo te invito a una cita ¿no te parece?
—Um si creo que tienes razón, pero mejor no me ilusiono, anda vamos a preparar el desayuno.
—Ya Sara preparo todo el desayuno, se acaba de ir, dijo que tenía cosas que hacer que luego
regresaba.
—Ok entonces vayamos a desayunar.
Pasamos todas las mañana juntas hablando, riendo como hace mucho no lo hacíamos, de tanto
que trabajo y con la enfermedad de Katy, ya no podíamos compartir, pero sé que mi hermanita se va
a curar y vamos a salir de esta.
Escucho mi teléfono sonar, voy corriendo a mi habitación a buscar mi teléfono,
—Es Isa, Hola Isa.
—Paula por Dios que pasó contigo mujer, ¿dónde te metiste?
—Ahh ¿recién a esta hora te preocupas por mí, y así dices ser mi amiga?
—Ay amiga recién puedo sacarme esta resaca, hace horas ni yo misma sabia de mí. Reímos a
carcajadas las dos. —Dime ¿qué paso contigo anoche?
— Adivina quién me trajo a casa anoche... —Espera ¿Quien. Me sonrojo y solo rio como tonta.
—Dante. Contesto.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo? Ay amiga cuéntamelo todo.
—Espera, mejor llego ahí en 20 minutos y me cuentas todo ok?

37 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Solo rio de mi amiga, aprovecho mientras llega para ducharme., por que se que me tendrá largo
rato de platica.
Katy entra en su habitación a terminar sus tareas del colegio. Al salir de la ducha encuentro, un
mensaje en mi teléfono.
No dejo de pensar en ti nena, espero con ansias llegue la noche para verte de nuevo.
Un beso, en donde más quieras.
"Dante"
Siento mucho calor de repente, y sonrío como tonta, pero no le contesto, no quiero parecer
desesperada. Solo dejo el teléfono en la cama, para terminar de vestirme.
Llega Isa, y le cuento todo lo que paso anoche, bueno no todo porque no le conté que casi tuve
sexo con Dante en el auto, se volvería loca si le cuento, es capaz de gritar a los cuatro vientos la muy
desquiciada, si así es ella.
Le cuento que tengo una cita con el esta noche chilló emocionada y me dijo que ella se encargaría
de mi ropa y de maquillarme, pero no sin antes decirme que le patearías las pelotas si me lastimaba,
me carcajeo por su comentario, es que de verdad es capaz de hacer eso y más, es de armas tomar,
algunas veces compadezco a Santiago, por soportarla, pero él la adora al parecer.
Dante
Me levanto, no pude dormir mucho por culpa de esa mujer que no deja de rondarme la cabeza,
sus palabras anoche me dejo pensando, sé que al igual que yo no puede sacarme de la cabeza, estas
ganas que nos tenemos cualquiera puede notarlo.
Mi polla se puso dura al escuchar su voz y saber que estaba excitada me prendía de mil formas,
primero el beso que nos dimos en el coche y luego al llegar mi polla no bajaba seguía duro
necesitando de ella, así que la llamé para escuchar su voz. Sus palabras fueron el detonante para
poder masturbarme y correrme como un puto adolescente.
Hoy la veré de nuevo, estoy ansioso, emocionado, hoy quiero hacerla mía, ya no aguanto esta
necesidad de poseerla, agarro mi teléfono y le escribo un mensaje
No espero que conteste, me levanto a darme una ducha y luego ir a la casa de mi madre, ojala pudiera
evitarlo como lo estuve haciendo hace días, pero ya no puedo porque sé que mi madre me arrancaría
la cabeza si no voy, ya la escucho llamarme y mandarme a la mierda.
Salgo de ducharme y salgo para irme a casa de mi madre, hoy a Jorge le di el día libre así que
toca manejar, llego y ya están en la casa, mi madre, mi hermana Carolina.
—Mi amor por fin llegas, me recibe cariñosamente mi madre como siempre,
— Mama nos vimos hace una semana, no es que me haya ido años.
— No seas grosero con tu madre, ¿no puedo demostrar amor a mis niños?— ruedo los ojos. —
¿Y papá? Pregunto para qué mama deje de apretarme.
— Esta en el jardín, vayamos, asiento.
—Hermanito, viniste llega una Carolina efusiva como siempre, a guindarse de mi cuello, ella
es así, tanta energía que desespera
Hola enana, pone los ojos en blanco, odia que le diga así, yo y mi hermano Giancarlo, siempre le
decimos así, Giancarlo es mi hermano menor por dos años, el está en EE.UU administrando nuestra
sede que tenemos ahí, viene cada vez que se acuerda que tiene familia.
Nos llevamos bastante bien, los dos tenemos los mismos gustos, incluso en mujeres y a la
hora de tener sexo, es por eso que es aparte de mi hermano mi mejor amigo, extraño al Cabron.
—Papá, le doy un fuerte abraso.
—Hijo, ¿cómo has estado?
— Bien bien, con mucho trabajo, nos sentamos en el jardín, mi mama se ha encargado de que
el jardín este lleno de flores y un césped hermoso, eso le encanta a mi madre.
Adoro a mi familia es lo mejor que tengo, no se los demuestro pero daría todo por ellos,
siempre está mi familia primero antes que todo, ¿será que les agradaría Paula?
¿Que, que carajos estás pensando Dante? ¿Por qué te importa que tu familia conozca a Paula?
sacudo mi cabeza, no sé porque pienso en eso.
— ¿En qué piensas tanto hijo? miro a mi padre tiene una sonrisa en el rostro y sus ojos me miran,
como queriendo descifrar algo que ni yo mismo sé.
—Nada padre es solo la empresa, hay mucho que hacer nuevos proyectos, es todo.
— ¿En verdad es solo eso? El sonríe burlón.
—Si, por qué piensas que pasa algo más?, me sigue mirando fijamente con una sonrisa, si
supiera que la que me tiene así, es una Paula de ojos verdes, que no sale de mi mente.
—Pasemos al comedor, viene mi madre a avisarnos que pasemos a la mesa.
Almorzamos todos juntos bajo la atenta mirada de mi padre, creo que sospecha que algo me
sucede, y no se creyó el cuento de la empresa, el sabe que a la empresa le va muy bien.

38 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Así paso el almuerzo, como cada domingo, yo me retiro más temprano que de costumbre,
porque estoy ansioso, nervioso por ver de nuevo a mi Paula hoy, demonios, ni yo sé que me sucede.
Saco mi teléfono y le escribo un mensaje.
Nena paso por ti hoy a las 8:00.
Besos
Dante
Al rato me llega un mensaje, saco rápidamente mi teléfono es un mensaje de Paula.
Ok Dante te veo a esa hora
Besos. Paula
Sonrío con un bobo, me despido de mis padres y hermana y me voy al departamento.
Me fui al departamento a descansar un momento y luego pasaría por Paula.
Me pongo un pantalón negro a la medida, una camisa blanca y una chaqueta negra abierta sin
corbata, y me dirijo a la casa de esa preciosura, que tiene mi mundo de cabeza últimamente.
Llego a su edificio, y subo hasta su departamento, toco la puerta y me abre una niña muy
bonita, muy parecida a mi Paula.
—Buenas noches, se encuentra Paula.
—Si pase, yo soy Katy su hermana. Me alarga la mano y con una sonrisa le correspondo.
—Mucho gusto Katy, soy Dante.
—Pase, ya sale en un momento, asiento.
Miro en su sala unas fotos mientras espero, cuando de pronto escucho que alguien carraspea
detrás mío.
—Hola... volteo y wou, esta preciosa, tiene un vestido negro de encajes, por encima de la rodilla,
con un hombro descubierto, el pelo lacio que cae por su espalda, Dios esta preciosa.
—Te ves realmente hermosa Paula, ella se sonroja, y agacha la cabeza.
—Gracias, tú también te ves muy bien.
Le sonrío, gracias, —¿nos vamos? —Sí, se despide de su hermana y yo tambien lo hago. —Hasta
pronto Katy, un gusto conocerte.
—Igualmente Dante, y suelta una risilla, espero verte pronto de nuevo por aquí... ¡Katy! le
reclama Paula, yo sonrío y asiento.
—No le hagas caso Dante. Me pide Paula muerta de verguenza.
¿Porque, si es adorable?
Salimos con Paula, subimos al ascensor, y se siente la tensión entre nosotros, tengo la necesidad
de acercarme a ella, huele delicioso, su olor me encanta.
— ¿Donde vamos Dante?
— A un lugar tranquilo para que podamos disfrutar la noche le digo acercándome más a ella, me
mira, se que está nerviosa y eso me encanta, me encanta saber que mi cercanía le produce cosas,
igual que a mí.
Salimos del ascensor, y agradezco, porque ya no aguantaba estar encerrado con ella en un
lugar así, con ella mi lado animal quiere salir a flote, si pasaba un segundo mas, juro que le arrancaba
ese vestido y la devoraba ahí mismo, siento mi erección dolorosa debajo del pantalón, ajusto mi
chaqueta para que no se note que estoy duro, salgo a lado de ella con mi mano puesta en su espalda
baja, ella está muy callada, es porque está nerviosa al igual que yo.
Le abro la puerta del auto, y subimos, mientras manejo para dirigirme al restaurante, la miro de
reojo, se muerde el labio, es una costumbre que tiene, cuando está nerviosa lo hace y a mí me
provoca eso de mil maneras, quiero agarrarla ponerla en mi regazo y azotar ese culo que me vuelve
loco.
—No hagas eso por favor le digo con la voz ronca
— ¿Qué? me mira sorprendida, agarro su mentón para que deje de morderse.
— Eso Paula no te muerdas el labio. Ya te lo he dicho muchas veces, se que lo hace de forma
involuntaria, pero lo hace.
— ¿Por por qué? tartamudea nerviosa
Sonrío. —No querrás saberlo nena, en mi mente ya pasaron mil cosas sucias que quisiera
hacerle, la quiero atar a mi cama, desnuda sin que pudiera moverse, y comerme su coño, hasta hacerla
acabar mil veces gritando mi nombre, penetrarla sin compasión, hasta dejarle el coño bien rojo, trago
grueso y me remuevo incomodo en el asiento del auto sin que ella se de cuenta lo que está ocurriendo
en mi pantalón, que para mi desgracia me queda ajustado.
No hablamos en el camino, solo nos dábamos una que otra mirada, pero si se siente la tensión, es
como si quisiéramos lanzarnos el uno sobre el otro.
—Llegamos Paula, ella solo asiente, le abro la puerta, baja, entrego las llaves al valet parking,
entramos al restaurante, y nos recibe la recepcionista.
—Bienvenido Señor de Luca, señorita, asiento.

39 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Pase por aquí por favor— nos guía a nuestra mesa, no me pasa desapercibido como me da
miraditas la recepcionista, pero yo solo tengo ojos para mi Paula ¿que que? que carajos estoy diciendo,
digo en voz alta sin darme cuenta.
— ¿Sucede algo?
— Nada, nada, sonrió levemente.
—Estas hermosa hoy Paula, ella sonríe. —Ya me lo has dicho.
— Te lo diré mil veces si es necesario., ella se sonroja hasta el cuello, ya quisiera ver el color de
su precioso culo cuando le de algunas nalgadas.
— ¿Te han dicho que eres adorable cuando te sonrojas? ella niega y sonríe, llega el camarero a
tomar nuestra orden, ordenamos el menú de la casa y el mejor vino.
Nos trae la cena y una botella de vino, y le sirvo una copa. — ¿Me quieres emborrachar hoy?
Levanto mis cejas varias veces, a lo que ella empieza a reír, y me hace reír también.
—Te pones alegre cuando estas borracha nena, ella sonríe.
—Yo no diría alegre se vuelve a sonrojar, y eso que dijo fue como una descarga directa a mi
entrepierna.
—Me gusta cuando te pones así Paula
—El alcohol y yo no somos buena combinación, sonríe, me encanta cuando sonríe. —A mi me
encanta esa combinación.
Cenamos entre platicas y risas, me gusta su compañía, no es como las otras mujeres que de lo único
que habla es de moda, dinero, ropa, eso me aburre, solo queriendo que termine para llevarla a un
hotel y follarla, con Paula es diferente, es decir si la quiero follar hacerla mía toda la noche, pero con
ella todo es diferente, ella es divertida, me gusta conversar con ella, es tan real, no tiene que fingir
nada, Dante estas jodido.
—¿Te gustaría ir a mi casa esta noche Paula?
—Dante yoo, lentamente voy deslizando mi mano por debajo de la mesa y voy acariciando sus piernas,
voy subiendo por su muslo.
— ¿Dante por favor que haces? Se muerde el labio y yo voy subiendo más.
—Dime nena ¿te gustaría hacerlo? Meto la mano hasta su coño, tocando sus bragas
— Abre la pierna nena, ella me mira con los ojos abiertos, nos miramos fijamente, "abre las piernas
Paula" vuelvo a repetir ronco y la abre sin despegar la vista de mi, empiezo a acariciar su coño sobre
su braga, esta empapada, y mi polla empieza a palpitar dolorosamente.
—Dantee poorr faavor me dice con la voz entre cortada, no nos pueden veerr. Tartamudea.
— Ssshhh nadie nos ve nena, introduzco un dedo entre sus pliegues y es la gloria, es caliente está
demasiado mojada, respira agitadamente.
— ¿Te gusta mi muñeca? cierra los ojos y empuña el mantel con las dos manos, introduzco mas mi
dedo.
— ¿Te hice una pregunta te gusta? le susurro.
—Sí, si me gusta Dante por favor. — ¿Por favor que? cuando siento que esta apunto de correrse saco
el dedo de su coño y llevo mi dedo a la boca y lo chupo. — Mmmm delicioso digo con una sonrisa, ella
me mira con los ojos muy abiertos y respira muy agitada.
—De verdad es lo más delicioso que probé en mi vida, me encantaría tenerte en mi cama desnuda y
comerte completa.
Ella me mira sin poder creer lo que acaba de pasar. — ¿En verdad me dejaras así?— suelto una
carcajada.
—Tú me dejaste peor y le señalo el pantalón con el bulto formado.
— Me acerco a ella, le agarro de la nuca y la beso, desesperado, no le doy tiempo a nada, la quiero
comer toda completa y que sea solo para mí.
Nos separamos, fijándonos que muchas personas tienen los ojos puestos en nosotros, vayamos a
casa Paula por favor le digo acercándome a su boca, ella se muerde el labio de nuevo.
—Ya te dije que no hagas eso, estiro su labio inferior con mis dientes. —Lo vuelves a hacer y no
respondo de mí, te aviso.
— ¿Qué? Pregunta sorprendida por mis palabras. Sonrío.
—Lo que escuchaste niña traviesa.
— ¿Te irás conmigo?— mueve la cabeza en una afirmación, mi estómago me da vueltas con su
respuesta, me sentía feliz, nervioso, excitado eso era lo que quería escuchar hace tiempo.
Rápidamente pido la cuenta para salir de ahí, ya no aguanto un segundo mas, necesito tenerla en mi
cama, hundirme lo más profundo dentro de ella.
—Vamos nena, le doy la mano y salimos de ahí, el valet partking me entrega mis llaves del coche, le
pego al coche y la beso, la beso como queriendo consumir todo de ella, ella me lleva a un punto

40 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
desconocido, pone su mano sobre mi pecho, y me sigue el beso, le aprieto la cintura y la pego mas a
mí,—ya no aguanto más Paula, quiero probarte, comerte toda.
— Vamos a casa. Hablo en tono suplicante, no quiero que se arrepienta, le abro la puerta y subimos al
coche.
Estoy demasiado ansioso cuando subo al coche la atraigo hacia a mí de nuevo y la vuelvo a besar con
brusquedad, ella me trata de seguir el ritmo del beso, gime en mi boca, muero por escucharla gemir
cuando este dentro de ella.
—Hoy quiero que seas mía Paula, la suelto y la miro, necesito ver esa confianza, necesito saber que
está dispuesta a estar conmigo, — da un suspiro y me pone nervioso.
—Si Dante, quiero ser tuya.
Mi corazón da un vuelco ante su respuesta, era lo que necesitaba escuchar y ya no hay vuelta atrás.
Sonrío y arranco el coche, solo quiero llegar a mi departamento, ésta noche será muy larga y
placentera. ¡Oh si!
Capítulo 14. También fue mi primera vez.
Llegamos a mi departamento, la sujeto de la mano y subimos al ascensor, apenas se cierra el
elevador la pego a la fría pared para besarla como tanto lo deseo, como lo he anhelado hace tanto
tiempo y ahora nada ni nadie me lo va a impedir, no es un beso suave, es más bien un beso cargado
de lujuria, ese deseo que raya a la locura, ese deseo que aumenta cada día y está latente, paso mis
manos por su espalda y bajo hasta su culo, aprieto con mis dos manos invitándola a rodearme con la
pierna la cintura, ella entiende mi intención y rápidamente lo hace, se aferra a mi cuello rodeándome
con los dos brazos, y nos consumimos en ese beso, sin querer despegarnos bajo mis besos a su
cuello, me encanta el aroma que desprende su suave piel, el olor de su colonia mesclado con el olor
natural de ella, es tan suave, tan delicada, ella me besa desesperada gimiendo en mis labios, la pego
más a la pared para que no pueda escapar de mí, la necesito, me está volviendo loco.
—Nena, no sabes cuánto te deseo, respira agitada, pasando sus manos por mis brazos, mi pecho,
sobre la camisa, me toca desesperada cuanto quiere, yo no me quedo atrás tocando su cuerpo sobre
su ropa, esa que deseo arrancarla y besar su piel completamente, degustando cada rincón de su
hermoso cuerpo.
—Yo también te deseo Dante. Confiesa ansiosa, me gusta porque esta excitada y es otra cuando esta
así, es desinhibida, no se guarda nada, no se controla, no quiero que lo haga, me gusta así.
Salimos del ascensor que da directo a mi departamento, entro con ella colgada a mi cintura, no
quiero soltarla, solo nos separamos un momento, pero no la bajo, nos miramos, ella me sonríe tímida
con un leve rubor en su mejilla que la hace ver preciosa, más preciosa de lo que ya es.
—No sabes cómo desee este momento Paula, ansié cada segundo de mi existencia.
La llevo hasta la sala, ahí la ciento sobre el mueble.
—Dan... iba a reclamar y no la dejo, devoro su boca nuevamente con hambre, sus labios son mi
adicción, ella abre las piernas dándome paso entre ellas, la atraigo hacia mí, el vestido se le sube
hasta sus caderas, bajo a su cuello, dejando besos por todos lados, mientras le acaricio la pierna, ella
no deja su mano quieta mientras juega con los botones de mi camisa, nerviosa, le tiemblan las manos
puedo sentirlo, desprende dos botones e introduce la mano dentro de la camisa, y yo siento como una
especie de descarga eléctrica cuando su suave mano hace contacto con mi piel, me quema, su tacto
me quema.
— ¿Paula que me haces nena?, susurro ronco por lo caliente que me encuentro, sigue con sus caricias
dejando al descubierto mi torso despojándome de mi camisa, observa mi pecho y abdomen como si
le encantara lo que veía relamiéndose los labios.
— ¿Te gusta lo que ves nena? Empieza a bajar con su dedo índice desde mi pecho hasta donde
empieza mi cinturón, sonrío por su acto.
— Eres un poco traviesa nena, sonríe, me encanta cuando lo hace, es demasiado hermosa.
—Eres demasiado hermosa Paula, me estás volviendo loco, la beso de nuevo y esta vez busco el
cierre de su vestido desprendiéndolo lentamente, no dejo de detallarla, su rostro, sus finas facciones,
su piel suave, bajo lentamente el vestido dejando su pecho al descubierto, trago grueso al ver estas
dos montañas más que perfectas, totalmente apetecibles, llevo mis manos a sus senos, los aprieto
suavemente y los masajeo, ella suspira y mi verga duele, me inclino hasta posar mis labios sobre uno
de sus increíbles senos, me permito lamer la fruncida punta que están muy duros, introduzco en mi
boca todo lo que puedo, es delicioso, paso al otro pecho, mientras lo hago aspiro su dulce aroma, se
siente la suavidad de su piel, ella echa la cabeza hacia atrás y siento como introduce sus dedos en
mi cabello, me aprieta hacia ella, gime y sus gemidos empiezan a ser mi música favorita, ese suave
tono que emplea, produce un cosquilleo en mi estómago y mas abajo.
Tengo hambre de ella, de su cuerpo. —¡Dante! susurra, levantando mi vista para mirarla justo a los
ojos, mientras mantengo uno de sus senos en mi boca ,sus ojos me cautivan, subo hasta sus labios
besándola desesperado, sus labios están hinchados, rojos, su carita esta sonrojada por la excitación

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del momento, bajo mis besos a su abdomen ella se sosteniéndose del mueble llevando sus brazos
hacia atrás.
—Preciosa levanta un poco el culo. Pido y ella hace lo que le digo sacándole completamente el
vestido, ¡Dios! tiene una braga de color negro de encaje, me lamo los labios al verla, la levanto de la
cintura y de nuevo hago que me rodee la cintura con las piernas.
—Vamos arriba nena. Necesito comerte completa. Confieso, sin permitirle objetar nada, subo las
escaleras rápidamente con ella en brazos hasta llegar a mi habitación, mientras la sigo besando, la
bajo lentamente en el suelo detallándola, creo que ésta mujer es el infierno, su piel tan blanca, el pelo
negro, esos ojos color esmeralda que me hechizan y me vuelven nada, ella no sabe todo lo que
provoca en mi, como puede doblegarme a su antojo, me tiene en sus manos, y yo no tengo objeción
alguna.
Lleva sus dos manos hasta sus senos apretándola. ¡Carajo! gruño, esos pequeños pero excitantes
actos me desesperan. Esta mujer es preciosa.
—¡Nena! no hagas eso. Pido totalmente excitado, no sabe lo mal que le puede ir si me sigue
provocando así. Mantiene sus labios entre abiertos, como si le faltara el aire, relamiéndose cada tanto
los labios, me saco los zapatos descalzándome bajo la atenta mirada de mi muñeca.
— ¿Te gusta lo que ves nena? sonrío coqueto.
—Me encanta… contesta traviesa, apretando la punta de sus pechos con sus dedos, río negando,
es una puta diosa y no se da cuenta de eso.
Me voy acercando a ella lentamente como un depredador a su presa, con el torso desnudo, solo
con el pantalón puesto, ella retrocede, cuando rápidamente la sujeto de la cintura con un brazo.
La atraigo hacia mí, pegándola a mi duro cuerpo, sus pechos se aprietan contra mi abdomen, es
pequeña, me fascina su estatura. La llevo hasta la cama, inclinándola lentamente hasta recostarla por
completo. Sus ojos están fijos en los míos, sonrío de lado, mientras que el sonrojo de sus mejillas no
la abandona, atrapo su boca en un beso apasionado, saboreando el dulce néctar de sus labios.
¡Dante! Vuelve a gemir y mi miembro está más duro que un hierro, voy bajando hasta su vientre
repartiendo besos por todo su cuerpo, ella está perdida en el placer, mientras voy bajando a su
hermosa vagina, me relamo los labios se ve delicioso, llevo mis manos a ambos lados de las tiras de
su braga, y la deslizo suavemente por sus piernas, hasta sacarla completamente, me alejo un poco de
ella para observarla y detallarla como tanto lo he estado anhelando todo este tiempo, y es justo como
me lo imaginaba, incluso me permito afirmar que es más de lo que esperaba.
—¡Hermosa! Eres exquisita preciosa.
— ¿Que que harás Dante? me pregunta tartamudeando, no sé si es de nervios o por lo que excitada
que se encuentra.
—Saborearte nena, te dije que lo haría hermosa.
—Dante no... intenta cerrar las piernas.
—Ssh quieta nena no te voy a lastimar lo prometo, me acerco a su coño, su olor me fascina, lamo
su clítoris y ella gime
¡¡ Dante!! Jadea, está tan húmeda y lista, me vuelvo loco lamiendo y chupando su coño, mi dedo
se desliza con facilidad en su interior y siento como aprieta, desearía que fuese mi polla que ya esté
dentro de ella, no deja de gemir, jadear y maldecir una y otra vez, muevo suavemente mis dedos en
su interior sin dejar de chupar, sin lastimarla.
—¡Por favor! Suplica.
Levanto mi rostro y ella está a punto de explotar, siento que su cuerpo se tensa, está a punto de
correrse. Ella no se da cuenta de todo lo que provoca en mí.
—Córrete para mi Paula. Necesito todo de ti, y es como si esperara mi aprobación y así lo hace, su
cuerpo se sacude y gime sin parar empuña la sábana y su espalda se encorva, su piel se sonroja, y
explota.
sabor es delicioso, creo que será mi adicción, subo suavemente dejando besos en su vientre,
abdomen, hasta llegar a sus labios, y la beso suave, dejando que se recupere de su espectacular
orgasmo.
Me alejo, ella abre su ojos, mientras voy sacándome el pantalón, ella me mira con lujuria se muerde
el labio y eso me hace sonreír, sin dudarlo más retiro mi bóxer quedando totalmente desnudo frente a
ella.
—Dante... tartamudea, no le salen las palabras.
—¿Que nena? Sujeto mi miembro en mi mano mensajeándolo suavemente.—¿Nunca has visto uno
así? Pregunto sonriendo.
—E... es muy gran grande, no entrara en mí. Puta mierda, niego sacudiendo la cabeza, no sabe los
estragos que produjo en mi al decir esas meras palabras.
— No te preocupes nena, claro que entrara en ti, lo haré lento hasta que te acostumbres, voy
entrando entre sus piernas acercando mi polla a su coño ya súper húmeda, froto su clítoris y ella

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suspira cerrando sus ojos, se siente tan suave y caliente. Juro que será mi muerte. Nunca había
sentido tanta adrenalina, me siento emocionado al estar con ella.
—Dante, yo no uso ningún método para cuidarme... ¡carajo! quería sentirla piel a piel, pero no puedo
ser inconsciente.
Me acerco a la mesita de luz, sacando del cajón un preservativo, lo abro con mi boca, masajeo mi
poll nuevamente, para ponerme el preservativo, me acomodo entre sus piernas, apoyándome sobre
mi brazo para no recargar todo mi peso sobre ella, con la otra mano guio mi polla a su entrada.
— Si te duele parare ¿está bien? ella no dice nada, se muerde el labio y respira agitada, cerrando
sus hermosos ojos.
—Muñeca, mírame ¿Qué ocurre?
— Dante yooo... Veo el nerviosismo en sus ojos.
— ¿Tú que Paula?
—Tengo algo que decirte. ¿Ahora?
— ¿Dime nena? ¿Qué sucede? Pido, si se siente incómoda conmigo prefiero que me lo diga, no la
obligaría a nada.
— No sé cómo lo vayas a tomar pero yo nunca, la miro fijamente a los ojos. —¿Tu nunca que
nena?
— Yo nunca he tenido relaciones con un hombre, me quedo mirándola, parpadeo repetidas veces,
¿Nunca ha estado con un hombre? Debe ser una jodida broma, no puedo creer lo que me está
diciendo. ¿Es virgen? ¿Paula, es virgen?
— ¿Nena estás hablando enserio? asiente nerviosa.
—¡¡Dios!! Por qué no me dijiste antes, yo pensé que.
¡¡ Carajo!! Gruño, pero no molesto con ella, si no conmigo, por hacerle toda esas cosas sin darme
cuenta de su inocencia, soy un animal.
—Dante si estas molesto por eso...
— No, no claro que no estoy molesto, solo no lo puedo creer, me lo hubieras dicho nena, me froto
el rostro alejándome de ella. Trago grueso.
—¿Podemos parar si quieres?
—¿Que?, no Dante no quiero parar, por favor. Sonrío, siento una rara sensación de felicidad en mi
pecho.
¡carajo seré el primero! no dejo que hable más, me acercó nuevamente a ella para recostarla en la
cama, la beso, la beso como si pudiera devorarla completa.
—Paula no sabes cuánto te deseo y lo feliz que me hace saber esto, saber que seré el primero en
tenerte, en hacerte mujer.
Ella no tiene idea de todo lo que me hace sentir, la observo para darme cuenta que es a ella quien
espere toda mi vida, por eso nunca me he enamorado, siento mi miembro y vuelvo a frotarla en su
clítoris, voy penetrándola lentamente, está tan apretada, Esto está delicioso, voy presionando suave,
una, dos tres veces, quedándome quieto
— Mírame Paula quiero que me mires cuando este dentro de ti completamente, siento como sus
paredes me aprietan y entro lentamente hasta romper la barrera de su pureza.
¡Ah! grita, creo que de dolor.
—Sshh tranquila ya paso nena. Beso nariz frente.
— ¿Estás bien mi nena?, Pregunto un poco preocupado ya que no me habla,
finalmente Asiente levemente. —¿Puedo moverme? Pregunto.
—Si Dante muévete, sonrío y empiezo a moverme, entrando y saliendo lentamente de ella. Esto es
una locura, es la primera vez que estoy con una mujer virgen, es el jodido cielo, se siente tan bien.
—¡¡Por Dios Dante!! Gime, sus manos me aprietan la espalda, juro que voy a morir, ella me va
a enloquecer.
— Paula estás tan apretada. Susurro apretando los dientes, estoy haciendo hasta lo imposible por
no correrme aún, no quiero que esto acabe tan rápido.
—¿Estás bien? me toma todo mi jodido auto control para no hundirme fuerte en ella como tanto lo
deseo para no lastimarla.
—Eres tan grande Dante, murmura y se sonroja.
—Eso le hace bien a mi ego nena, ella sonríe.
De pronto la giro hasta quedar ella encima de mí.
—Tú tienes aquí el control Paula, haz lo que quieras, me mira fijamente y en un movimiento se
sienta completamente sobre mi polla, estando así completamente dentro de ella, es la gloria lo juro me
va a matar, gime echando la cabeza hacia atrás cerrando los ojos, la sujeto fuerte de las caderas, es
tan apretada que siento que me voy a correr, se siente tan bien, empieza a moverse despacio y yo la
sigo con mis manos en su cadera la levanto y la vuelvo a bajar para penetrarla hasta el fondo.

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—¡¡ Paula!! Me vuelves loco. Gruño mientras que ella gime, en la habitación solo se escuchan
nuestros gemidos y jadeos, y el choque de nuestros cuerpos, nuestros fluidos que se mezclan, la
aprieto tan fuerte sin darme cuenta que ya le estoy dejando marcas en su cuerpo, la atraigo hacia mí
y la beso.
¡¡ Dante!! Gime — Nena, me estás volviendo loco.
De pronto la giro y le pongo en cuatro en la cama apoya su rostro a la cama y levanto bien su culo
hacia arriba, le doy una fuerte nalgada que la hace gritar.
— Dante por favor
— ¿Por favor qué nena?
— Por favor quiero más, con solo escuchar que Paula me pedía más, la penetre de una estocada.
—Aaahh gimió muy fuerte al igual que yo, empecé a penetrarla una y otra vez, es tan estrecha que
me apretaba la polla, ya estaba cerca ya no lo aguantaba.
—Córrete conmigo nena.
— Dante más rápido. Pide. La penetro tan duro y fuerte que siento que la partiría en dos, en ese
momento sentí como mi semen salía expulsando dentro del jodido preservativo. ¡Mierda! Gruño al
correrme como nunca, es la sensación más exquisita que jamás sentí.
—Dante, gritó ella. Eso fue intenso, más de lo que esperé.
Caí rendido alado de ella en la cama y la atraje hacia mi, respirando muy agitados.
—Hermosa eso fue magnífico, ella ríe y a mí me fascina, está completamente roja, todo el cuerpo
lo tiene sonrojado. Nos quedamos en silencio por largos minutos, solo se escuchaba nuestras
respiraciones agitadas.
—Dante yo debo volver a mi casa. Me habla con esa voz tan dulce que me enloquece.
— ¿No puedes quedarte a dormir conmigo? yo Dante De Luca suplicando a una mujer que se quede
a dormir conmigo, siendo que nunca dormí con una mujer, es más lo odiaba, y ahora ella me hace
rogarla.
—No puedo Dante, mañana trabajo y debo cuidar a mi hermana.
—Por cierto tu hermana es muy bonita pero debo decir que no son muy parecidas. Ella ríe a
carcajadas.
—Si ella es mi razón de vivir Dante, la amo más que a mi vida. Beso su frente suavemente.
— Bien nena vamos a darnos una ducha y luego te llevo a tu casa ¿bien?. Asiente y la cargo en mis
brazos para llevarla a la tina donde volvimos a hacer el amor una vez más.
Fue su primera vez, pero también para mí, tengo que aceptar que por primera vez hice el amor con
una mujer., siempre fueron sexo y desquite y ya, pero ella me hace sentir cosas que ni yo conocía,
llevándome a un punto desconocido.
Era tanto el deseo que sentía por ella y la verdad quede más que fascinado, fue por mucho mejor de
lo que imaginé.
Después de unos largos minutos me encuentro aparcando frente a su casa, ojalá pudiera quedarse
conmigo esta noche, se qué es difícil pero ya tendré la oportunidad de tenerla para mí toda una noche.
Me bajo del auto para abrirle la puerta, la sujeto de la mano para agarrarla de la cintura y apoyarla
en el auto, dejando un suave beso en sus labios permitiéndome disfrutar del exquisito beso
—Gracias por esta noche mi niña hermosa, la pase increíble, me hubiera gustado que te quedaras
conmigo pero no sé puede y lo entiendo ella se sonroja y solo río porque es tan natural. —Será la
próxima nena. La próxima ya no te me escapas.
—Tal vez Dante la próxima. Contesta tímida, hace unas horas gritaba como loca debajo de mí y
ahora es toda una nena tímida, acaricio su rostro, es demasiado bella para mí desgracia.
— Quiero almorzar contigo mañana y conversar de algunas cosas si se puede ¿te parece? Duda
por unos segundos para luego afirmar moviendo la cabeza.
—Iré mañana al restaurante de Marcos ¿está bien?
— Está bien Dante nos vemos mañana, creo que tenemos que hablar definitivamente, asiento.
—Así es, nos vemos mañana. Vuelvo a pegar mis labios a los de ella, devorándola dulcemente,
quiero más de ella, no me basta, la necesito.
—Entra nena, acaricio sus labios con los míos, rozándola suavemente, sintiendo su respiración.
—Si me sueltas voy a entrar. Ríe mostrando sus perfectos dientes y yo hago lo mismo, beso su
coronilla y finalmente la suelto. No quiero pero lo hago, debo hacerlo de lo contrario la volveré a subir
al auto y la llevaré a mi casa nuevamente para hacerle el amor toda la maldita noche.
Veo que entra al edificio, subo al coche, ésta noche fue increíble, la hice mía. Ella es mía y de nadie
más y eso se lo dejaré en claro, a Iam y a cualquier imbécil que la pretenda. Debemos aclarar muchas
cosas entre nosotros, con respecto a esto que sucedió hoy y lo que pasará a partir de ahora, no quiero
verla con ningún hombre, no lo permitiré.
De pronto suena mi teléfono, arrugo el ceño sacando mi celular, ¿quien podrá ser a esta hora? ¿Qué
querrá a esta hora?

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Hola, ¿Qué sucedió?
Capitulo 15. Usada
Paula
Llegue a casa después de pasar una noche maravillosa con Dante, no puedo creer que haya
hecho el amor con él, me entregue a él y no me arrepiento, por lo menos hice con una persona que
me gustaba y Dante es más que eso, me gusta, me encanta, no quiero ilusionarme más de la cuenta,
así que mañana aclararemos esto que paso entre nosotros, no quiero parecer desesperada pero
muero por que sea mañana y volver a verlo.
Entro al departamento muy despacio sin hacer mucho ruido, y encuentro a Isa y Katy durmiendo
en la sala, me acerco lentamente a Isa para hablarle despacio. — Isa despierta, ella se remueve y me
observa con los ojos medio abiertos.
—Paula ya viniste.
— ¿Si te quedaras a dormir aquí y mañana vamos al restaurante?
— ¿Qué hora son?
—Son las 12 de la noche. Contesto
— Oh si claro, dormiré con Katy.
— ok llevare a Katy a la cama.
—Si nos quedamos viendo una peli y nos quedamos dormidas.
—Ya, venga hay que dormir.
— Y tu señorita ¿tienes algo que contarme?— sonríe y mueve ambas cejas, río por ello.
—Sí, sonrío, ya mañana te cuento todo ahora hay que dormir ok.
—Vale, ya mañana me cuentas todo Paula, y si digo todo es todo, ruedo los ojos, sé que no me
escapare de mi amiga.
Isa es como una hermana para mí, la adoro, no sé qué haría sin ella, le doy un beso a las dos y voy
a mi habitación para dormir.
No dejo de pensar en todo lo que paso, en sus besos, en sus caricias, en la forma en que me hizo
suya, fue por muchas la mejor noche de mi vida, sonrío como tonta, no dejo de pensar en él, me siento
tan tonta pero fue mi primera vez, y fue así como siempre lo soñé.
Me despierto al sonar mi despertador, Ay no, ¿tan rápido amaneció?, me levanto, voy a la habitación
de Katy para despertarlas, debe ir al colegio y yo he Isa debemos irnos al restaurante.
Nos duchamos las tres, desayunamos y salimos, Isa y yo para el restaurante, Kathy aun no va al
colegio.
Llegamos y encuentro a Marcos, con una cara de muy pocos amigos, lo saludamos, solo me observa
fijamente para hablarme muy serio.
— Paula necesito hablar contigo, Isa me mira y enarca una ceja.
—¡Ahora Paula! habla en un tono que no me agrada ¿ahora que hice? Asiento y me da paso con su
mano para que pase delante de él, nos dirigimos a su oficina, me abre la puerta y entramos cerrándola
detrás de mí.
— ¿Que sucede Marcos? Me cruzo de brazos.
— No viniste ayer a trabajar.
—Emm si es que me dolía bastante la cabeza Marcos. Te envié un mensaje avisándote.
—Es eso, o es que te divertiste tanto la noche anterior que no pudiste con la resaca.
— ¿Perdón? levanto una ceja sorprendida.
—Lo que escuchaste Paula.
—Y si fuera así, no tiene por qué importarte Marcos, creo que me merezco un descanso, trabajo siempre
hasta los domingos. Hace mucho no me das un día libre.
— ¿Con quién estuviste? ¿Con el imbécil de Iam o con el mujeriego de Dante? lo miro con los ojos muy
abiertos, ¿cómo sabe de Iam o de Dante?. — Ya te he dicho que no tengo por qué darte explicaciones
de mi vida Marcos, tú eres mi jefe y yo tu empleada, va acercándose lentamente a mí, pone un mechón
de mi pelo detrás de mi oreja y acaricia mi mejilla.
— Puedo ser más que eso Paula, no te das cuenta me vuelves loco y me muero de celos el saber que
estas con otro y no conmigo.
Me aparto de él. — Ya lo hablamos mil veces Marcos y eso no va a suceder, con permiso voy a
trabajar, doy la vuelta y salgo de la oficina, ¡¡ Dios!! Por qué me pasa esto a mí, acaso él sabe lo de
Iam, o lo que paso con Dante, no, no hay manera que sepa, sacudo mi cabeza y me voy a ponerme el
uniforme.
¿Que paso amiga? Aparece Isa.
— Nada, como siempre Marcos que anda de intenso.
— ¿De nuevo en su plan de conquista? Asiento y suspiro. —Ese hombre ya no entiende.

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— Me da pena Isa, rechazarlo tantas veces pero es que no puedo corresponderlo.
—Sí y más ahora que otro tiene tu corazón, me codea y ríe. — Isa no digas eso, nadie tiene mi corazón.
—Si aha, como tú digas Paula, eso ni tú te la crees. —Vamos Isa, rio, luego te cuento todo.
—No lo dudes querida, ella va riendo, niego con la cabeza y voy detrás de ella.
Pasó tan rápido la mañana que es hora del almuerzo. — ¿Amiga almorzamos juntas?
—Mmm no puedo Isa, levanta una ceja— ¿y eso por qué?
—Es que Dante me invito a almorzar hoy, me encojo de hombros, Isa chilla emocionada.
— ¿De verdad amiga? ¡Ay! qué emoción, mueve sus cejas divertida.
— Ya basta, déjame cambiarme para esperarlo.
Reviso mi celular, y ni un mensaje, me hubiera gustado que por lo menos me dijera buen día, pero
bueno, hoy hablaremos bien de todo esto que está pasando.
Ya paso media hora que lo estoy esperando y nada que llega, solo tengo una hora para almorzar,
saco y mi teléfono y le marco al número que tengo registrado— nada, me manda al buzón, porque me
dejo plantada, no no Paula, seguro llega en un momento lo esperare un poco más.
Paso una hora y nunca llego, su teléfono apagado, no pude ni almorzar, voy a cambiarme, ya con
los ánimos por el suelo, — ¿Paula amiga que paso?
—Me dejo plantada amiga eso paso.
— ¿Que, y lo llamaste? Debe haber una explicación.
—Si lo llame, pero está apagado su teléfono.
—Tranquila amiga debe haber una explicación por qué no llego.
—Sí, claro que la hay Isa, me uso eso paso, anoche tuvimos sexo, me uso y se burló de mí.
—Amiga no llores, Isa me abrasa, no puedo contener mis lágrimas, se burló de mí, todo era una
mentira y claro y yo voy de tonta y caigo, después de repetirme mil veces que no caería, ahora estoy
aquí de estúpida llorando por él.
Pero se acabó, Dante por mi te puedes ir al infierno, ya no te burlaras de mí. Pasamos toda la tarde
y parte de la noche trabajando, en noche fuimos a mi casa, le comienzo a relatar todo a Isa, y me
sentía peor, porque me sentía más usada, pero yo sabía que él era un maldito mujeriego, que me hace
pensar que conmigo sería diferente.
Santiago acaba de llegar por Isa para llevarla a su casa, por lo menos ellos parecen enamorados,
ojala algún día conozca un hombre así, que me ame.
Entro en mi habitación a encerrarme a llorar no quiero que Katy me vea así, me siento tan estúpida.
Suena mi teléfono, lo agarro inmediatamente, teniendo la esperanza que sea Dante, pero me
equivoque, es Iam.
— Hola Iam— Hola preciosa ¿cómo estás?
—Bien ¿y tú?
—Bien, mejor al escucharte, mmm escucha quiero cenar contigo mañana ¿te parece?.
Por un momento olvide este maldito trato que tengo, por un momento soñé tener una vida perfecta,
por un momento creí importarle a alguien de verdad, y de nuevo me equivoque, y ahora estoy acá,
sufriendo por un hombre que se burló de mi de la peor forma, palabras dulces y bonitas, te bajan el
cielo y las estrellas y todo para conseguir una cosa, llevarte a la cama.
— ¿Estás ahí Paula? — Emm si, si aquí estoy, si Iam me parece bien.
—Genial preciosa, pasare por ti al restaurante mañana ok.
—Si Iam está bien, que descanses preciosa.
—Igual tú, contesto sin ganas, la verdad solo quiero que termine toda esta pesadilla, desde que
mama se fue no he vuelto a ser feliz y lo único que me permite seguir es mi hermanita Katy, a quien
amo con toda el alma.
Veo que de nuevo la luz de mi teléfono se prende y es una llamada entrante de mi amiga.
—Hola Isa. Contesto desganada.
: —Amiga, prende la televisión ahora mismo en el canal 5. ¿Qué paso?
—Solo préndelo amiga.
Tomo el control y lo prendo rápidamente, y lo que escucho y veo en la televisión fue como una
puñalada al corazón.
Y de nuevo el magnate Dante D Luca, es noticia, se lo vio muy sonriente hoy con nada más y nada
menos que la modelo Sara Michael, almorzando muy a gusto en uno de los restaurantes más lujosos
de California, ¿será que esta vez ya robaron el corazón de este apuesto y tan codiciado hombre?.
¿Sera la hermosa modelo quien luzca el anillo muy pronto?
Eso lo averiguaremos próximamente, no se lo pierdan.
Apago rápidamente la televisión ya no quiero ver ni escuchar, si antes estaba mal ahora estoy
destrozada, jugo conmigo, se burló de mí, apenas ayer hicimos el amor y hoy esta con otra.
—Lo siento mucho amiga. Isa seguía en línea.

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—No te preocupes Isa, le digo llorando, yo fui la estúpida que cayó, no es culpa de nadie, debí saber
que él es un mujeriego y que jamás tomaría enserio a una mujer como yo.
— ¿Cómo tu Paula, te estás escuchando mujer? eres hermosa, tiene a muchos hombres esperando
una oportunidad contigo, vales demasiado Paula, no dejes que un imbécil como él te haga sentir de
menos.
—Míralo así, fue un buen polvo y ya ok y se empieza de nuevo amiga, pero no vale la pena derramar
lágrimas por ningún hombre.
—Está Bien Isa, voy a colgar nos vemos mañana en el restaurante ok.
—Ok descansa amiga te quiero.
Me meto a la cama, solo quiero dormir y despertar de esta maldita pesadilla, no soporto, esto duele,
duele mucho, me hizo tan feliz anoche y ahora me destrozo el corazón, lo hizo pedazos en un segundo.
Ya no sabía cuánto tiempo estuve llorando, maldito seas Dante, te voy a olvidar, así sea lo último
que haga, jamás volverás a burlarte de mí.
Capítulo 16. Malos entendidos
Dante
A que debo tu llamada hermano. —Dante tenemos un problema. Giancarlo no me llamaba si es
que no había un problema muy grave y menos un domingo de noche.
— ¿Qué ocurre? — Necesito que viajes a California ya.
— ¿Cuál es el problema?
—Es Thomas.
Ya empiezo a ponerme nervioso, Thomas es uno de nuestros mayores inversionistas, tenemos un
proyecto multimillonario con él, que nos generaría ganancias abismales.
—Quiere retirarse del proyecto.
— ¿Que carajos has dicho?
Si estaba nervioso ahora estoy que me lleva la mierda. — ¿por qué, cómo ocurrió?, ¿Por qué
carajos recién me avisas Giancarlo?
—Trate de solucionarlo por mi cuenta Dante, pero quiere negociar contigo, dice que no negociara nada
si no estás tú presente y te quiere mañana aquí.
—Está bien saldré ahora mismo estaré ahí para el amanecer.
—Bien hermano, nos vemos.
Cuelgo, mierda golpeo varias veces el volante, carajo, no puedo perder este proyecto por el que
hemos trabajado tanto mi hermano y yo.
También está mi nena, quede de almorzar con ella mañana y hablar de lo que ocurre entre nosotros,
no dejaré que este con otro, con nadie que no sea yo maldita sea, ella es mía.
Iré a solucionar esto y vuelvo para reclamar lo que por derecho me pertenece.
Le llamare mañana ahora ya es muy tarde, para molestarla, ella sabrá comprender.
Sí llamare a Iam para que se ocupe de la empresa en mi ausencia y que le comunique a Leonardo
lo que sucede para que se ocupe de los asuntos en mi ausencia, siempre cuento con ambos.
— ¿Dante que ocurre, te paso algo?
—Iam tranquilo no pasa nada quería avisarte que viajo de urgencia a California, surgió un problema
allá debo ir a solucionarlo.
— ¿Es grave?
—Es sobre el proyecto de Thomas, se quiere retirar, lo escucho gruñir al otro lado de la línea.
—Bien Dante, ve tranquilo, cualquier cosa me informas, mantenme al tanto por favor.
—Iam quiero que avises a Eva, que me mande los informes al correo y que me llame, cualquier
cosa y por favor avísale a Leonardo que cualquier cosa me mantenga al tanto de todo, que sea lo que
sea lo solucione por favor.
—Así será Dante tranquilo, cuídate hermano. Cuelgo, hago otra llamada, llamo a mi piloto.
—¡¡Denis!!
—¡¡Señor!! Contesta a la primera, él está 24 horas para mí, —Prepara el jet salimos en 30 minutos.
—Está bien señor aquí lo espero.
Voy a mi casa, a recoger un poco de cosas y voy al hangar donde se encuentra mi jet privado, debo
estar cuanto antes en california a solucionar esta jodida cuestión que me puso de muy muy mal humor,
después de una noche maravillosa junto a esa mujer más que preciosa, que me dejo loco, me vengo
a topar con este problema, maldita sea.
Son las 6 de la mañana, el jet toco tierra Giancarlo ya me estaba esperando, no está con esa sonrisa
que siempre lo caracteriza, eso me inquieta más, Giancarlo siempre está con una gran sonrisa, es un
hijo de puta pero el mejor hermano del mundo, siempre nos hemos apoyado.
—Hermano, que gusto tenerte aquí, me recibe con un abrazo al cual correspondo.
—¡¡Giancarlo!! ¿A qué hora es la junta?

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—A las diez hermano, asiento. — bien vayamos a tu casa me daré una ducha y luego vamos a la
empresa.
Vamos a su casa, hablamos un poco, me comenta que según su fuente, el malnacido de Cristóbal
le está ofreciendo al viejo de Thomas un porcentaje más elevado de las ganancias, para que se aleje
de nuestra compañía e invierta en la de él.
¡¡Maldito Cristóbal!! Es como una piedra en el zapato, siempre ha competido conmigo desde la
universidad, siempre quiso ser mejor que yo en todo, nunca pudo conseguir, y ahora de nuevo se mete
en mi camino, le voy a demostrar quién es Dante De Luca y que conmigo nadie se mete.
Llegamos a la empresa que tenemos aquí en California, todos los empleados nos miran
asombrados, saben que si estoy aquí es por algo importante.
Subimos hasta la sala de juntas donde tendremos la reunión con Thomas, llegamos al último piso,
está Cloe la asistente de mi hermano, mi hermano ha cambiado de secretaria más veces que yo de
ropa interior. Ya tuve el placer hace meses de conocerla, y es la primera vez que me cae tan bien una
mujer, de buenas a primeras, tal vez sea porque se le nota que no es de esas que solo quiere estar
entre las piernas de un hombre o interesada en su bolsillo.
—Buenos días señores. Saluda cortésmente con una sonrisa más que preciosa.
—Buenos días Cloe. Saludo al verla, es una mujer muy hermosa, mi hermano está perdiendo el
tiempo en no hacerla su mujer.
— ¿Señor D Luca cómo está?
—Bien Cloe ¿y tú?
—Bien también.
Giancarlo me ha comentado algo de ella, sé que es muy inteligente, no sé porque la tiene aquí si es
una cerebrito en informática según me ha comentado Rodrigo el jefe de informática. Bueno para que
me hago el tonto, sé perfectamente cuál es el motivo.
—Por favor Cloe prepara la sala de juntas y avísanos cuando llegue el Sr Michael, y llévanos dos
tazas de café por favor, le dice Giancarlo a lo que ella asiente.
Y estos dos se comen con la mirada, pero Giancarlo no quiere mesclar lo personal por eso se
mantiene alejado de ella, “bueno, es lo que dice", pero desde lejos se nota que se muere por lanzarse
sobre ella. Y Cloe no se queda atrás, se le nota muy enamorada de Giancarlo, solo que temo por ella,
mi hermano se ha caracterizado por una larga lista de mujeres, si yo soy mujeriego él es peor, pero
tengo entendido que una vez tuvo un romance con una mujer, no sé de ella, nunca nos ha presentado
alguna mujer como algo serio, pero algo me he enterado por ahí según hablan las malas lenguas, por
supuesto eso es pasado.
Entramos en su oficina, él se voltea a mirarme, y lo observo con una sonrisa.
— ¿Qué ocurre?
— ¿Cuándo se dirán lo que sienten y se darán una oportunidad?
— ¿De qué hablas? levanto una ceja.
— ¿De qué hablo? Cuando están uno frente a otro parece que se lanzaran encima en cualquier
momento ya estaba por huir de ahí, se carcajea. —No seas imbécil, no sé de qué hablas.
— Sigue negando idiota, pero sé lo que pasa.
—Aahh si ¿y según tu qué pasa?
—Te vuelves loco por ella y no eres capaz de admitir, se pasa las manos por el rostro, suspirando
frustrado.
—No es tan fácil. — ¿Aahh no y por qué?
— Está saliendo con alguien, lo miro sorprendido.
— ¿De verdad?
— Si un imbécil que trabaja en informática estoy a punto de despedirlo, me carcajeo.
— ¿Estas celoso? Eso es digno de ver hermano.
—No estoy celoso, solo no lo soporto.
—Si ahora solo es eso. Pero estoy seguro que ella siente algo por ti, solo que por hacerte el tonto
otro se te ha adelantado.
—Ya cállate Dante, me rio sin poder aguantar, su rostro es digno de ver.
Entra Cloe con las dos tazas de café, me deja uno a mí y otro a mi hermano quien no deja de mirarla,
de lejos se nota que él siente más que atracción por ella, y me alegraría mucho que estos dos se
dieran una oportunidad.
—Con permiso señores, ella se retira. Observo como Giancarlo la sigue con la mirada, para que
negarlo, es una mujer exageradamente bella, pocas mujeres conozco con una belleza natural en
demasía y Cloe es una de ellas, cualquier hombre querría estar con ella.
— ¿Y tú que me cuentas? ¿Te quedas unos días aquí y nos vamos a distraernos por ahí con algunas
de las chicas del club?

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ERES MI ADICCION LEYVA
— Mmmmm no creo que pueda ser posible, hago una mueca con la boca, debo volver hoy mismo,
levanta una ceja divertido y con la mano entrelazada y sus codos sobre el posa brazos de su silla.
— ¿Y eso por qué?
—No puedo dejar la empresa tanto tiempo, suelta una carcajada.
— ¿Y eso a tí cuando te importo? ¿Es eso o es que alguien te trae agarrado de las bolas?
Paso mi mano por la cara y suspiro. —Y para que mentirte Gian. Hay una mujer que me trae mi
mundo de cabezas, vuelve a reír.
—Vaya, vaya el gran Dante, está enamorado, esta vez me río yo —No estoy enamorado, solo me
gusta mucho.
—Aha si, lo que tú digas, debo conocer a esa niña como tú la llamas, puede ser que la pueda
conquistar yo, escuchar eso me altera.
—Ni se te ocurra Giancarlo ella es mía y de nadie más, vuelve a reír a carcajadas, — ¿y después
dices no estar enamorado? Levanta una ceja burlona.
Tocan la puerta y entra nuevamente Cloe. —Con permiso señores, ya el Señor Michael está en la
sala de juntas, los está esperando.
Nos levantamos, me ajusto la chaqueta y salimos para dirigirnos a la sala de juntas.
Entramos y estaba el viejo Thomas, David su mano derecha y su hija Sara, a quien no veo hace
bastante tiempo, ella y yo tuvimos nuestra aventura, pero solo fue sexo y nada más, no me interesa
en lo más mínimo, lo único que busca en un hombre es dinero y más dinero.
—Buenos Días señores, señorita saludamos, se levantan a saludarnos, y Sara se acerca a mí de
manera seductora dándome un beso en la comisura de mi labio, trato de alejarla de mí y me sonríe en
forma coqueta, ya se su intención, me aclaro la garganta.
—Tomemos asiento por favor indico, me siento a la cabeza y Giancarlo a mi izquierda, Thomas
¿Cuál es el motivo de querer retirarte del proyecto y de mi compañía?
—Veras Dante no tengo nada en contra de tí, ni de tu empresa, pero como sabrás yo busco
conveniencia como se dice busco el mejor postor., empieza comentando...
Así nos pasamos debatiendo casi por tres horas, hasta que por fin pude convencerle, logramos de
nuevo que Thomas siga con nosotros e invierta en nuestro proyecto. Firmando un acuerdo de cláusulas
que no se podrán cambiar, que elaboro minuciosamente uno de los abogados que trabaja aquí en la
empresa, dejándole una ganancia mayor al que le ofrece el dolor de culo de Cristóbal.
Damos por terminada la junta y nos ponemos todos de pie, para disponernos a salir de la sala de
juntas, se acerca Sara y se agarra del brazo a su padre.
—Padre que alegría que hayas arreglado tus diferencias con Dante, él sonríe y asiente, deberíamos
ir a celebrar. Habla con una sonrisa coqueta.
—Yo tengo otros compromisos hija pero vayan ustedes, la mira y luego me mira a mí y a Giancarlo
—Yo tengo muchos asuntos que solucionar, habla Giancarlo y lo fulmino con la mirada, él sonríe, se
lo que hace este hijo de su madre.
—Entonces quedamos solo tú y yo Dante, se acerca melosa, y yo suspiro, creo que de esta ya no
me escapo, pienso. — Este bien vayamos a almorzar. Espeto sin muchas ganas, la verdad quería
terminar esto de una vez y volver a Italia, pero no quiero ser descortés, eso no está en mí.
[0:16 a. m., 19/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: Bajamos y voy con Sara a uno de los restaurantes
de mi primo Andrew, Sara se cuelga de mi brazo, es realmente empalagosa cuando quiere ser, yo
como un caballero la guio hasta una mesa, nos sentamos, ella me cuenta cosas del modelaje, cosas
que la verdad ya me están aburriendo.
Solo pienso en esa mujercita y ahora caigo en cuenta de que olvide por completo con todo este
tema avisarle ¡Dios!, debe estar pensando lo peor de mí, debe pensar que la deje plantada.
Saco rápidamente mi teléfono para marcarle, pero estoy sin batería, no me di cuenta, con lo de la
junta y toda esta mierda, ni me percate que estaba sin batería, solo quiero que termine esto e irme de
nuevo.
— ¿Dante pasa algo? la miro.
—No nada.
—Te siento muy distante ¿qué ocurre? ella acaricia mi brazo por encima de mi traje, ¿acaso estas
aburrido conmigo?
—No para nada Sara, le digo no muy convincente, es que la miro y la comparo con mi pequeña, son
tan distintas, Paula es hermosa con tan poco maquillaje, es auténtica, es tan agradable conversar con
ella que jamás me aburriría de ella, al contrario cuando estoy con ella quiero más, no me canso ni me
cansaría.¡¡ Estoy más que jodido!! Va que jodido movidísimo por esa mujercita.
Pedí la cuenta para salir de allí, y llevar a Sara a su casa, ya no quiero alargar esto.
—Te llevo a tu casa Sara, ella de forma coqueta me acaricia el pecho con sus dos manos ¿no te
gustaría ir conmigo a otro lado Dante a recordar viejos tiempos? agarro su mano y la apartó.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—La verdad, no estoy interesado ahora mismo Sara, ella se queda con la boca abierta, casi nunca la
he rechazado.
— ¿Qué te pasa Dante? tú nunca me rechazas.
—Estoy cansado Sara, será en otro momento esto ha sido un viaje necesario, debo volver hoy
mismo.
— ¿Y cuál es el apuro? , nunca fuiste así.
—Tengo muchos asuntos que atender Sara, vamos te llevo a tu casa. Insisto, odio cuando las
mujeres son insistentes.
Ella sube al auto de mala gana, creo que esperaba otra cosa.
En el camino trato de ignorarla, ya me está hartando, ya me las pagaras esta Giancarlo, llegamos a
su casa, ella me invita a pasar, pero me niego, cielos esta mujer sí que es insistente.
Me despido de ella y salgo volando de allí. Voy de nuevo a la empresa, llego y subo directo a la
oficina de mi hermano, Cloe no está en su puesto , así que paso directamente, y wow mala idea, Cloe
está en el escritorio de mi hermano y él le está comiendo la boca y es literal.
—Perdón perdón no vi nada, me rio a carcajadas, ahí está una Cloe más roja que un tomate
acomodando su camisa y su pelo para luego pasar frente a mí.
—Debería tocar la puerta señor De Luca. Contesta indignada, yo no aguanto la risa y suelto una sonora
carcajada.
: —Serás imbécil, ¿porque no tocas?
— ¿Por qué no ponen seguro?
— ¿Y que fue eso? ¿No que tenía novio? —Cállate, solo se dio y ya., levanto una ceja ah sí ¿solo se
dio?
—Si fue un desliz, no debió pasar, pasa su mano por el pelo, peinándolo.
—Y tú, ¿qué tal te fue tu cita?,
—No seas idiota, ahora el que se ríe a carcajadas es él.
—Ya solo quería que termine para escapar de ella Dios es desesperante esa mujer.
Ríe más el muy idiota, iré a mi oficina, necesito cargar mi teléfono para hacer algunas llamadas.
Tengo una oficina aquí para las veces que vengo.
—Oye, ¿te quedas hoy o no?
—Ya te dije que regreso hoy, asiente.
—Avísame cuando te vas.
Voy a la oficina, pongo a cargar mi teléfono, reviso algunos correos que me envió Eva como se los
pedí, trabaje toda la tarde, prendí mi teléfono, llamo a Jorge mi chofer para decirle que me espere hoy
en el hangar que llego a la noche, y a Denis para avisarle que me prepare el jet que en un rato salimos.
Miro la hora y sé que si llamo a Paula no me va a atender porque estará trabajando, decido mejor
irme esta noche a su departamento muero por verla.
Me voy de nuevo a la oficina de Giancarlo, paso por donde esta Cloe, sonrío y ella se pone colorada,
rio por ello, entro a la oficina Giancarlo observo que esta con la vista fija en el ordenador.
—Hermano, levanta la cabeza.
— ¿Ya te vas? Asiento. —Así es, se levanta y se para frente a mí, mándale muchos abrazos y besos
a mama y papa y a la enana, reímos por ello, odia que le digamos así.
Nos damos un fuerte abraso con palmadas en la espalda — Iré la otra semana quiero conocer a
esa niña que te tiene así, ríe y yo gruño — serás imbécil.
—Cuídate hermano y nos vemos la otra semana, yo estaré aquí el mes que entra para finiquitar el
proyecto… —Perfecto Dante, estaremos en contacto.
—Damián te llevara, es su chófer, asiento. –Oye Giancarlo… —¿Dime?
—Deja de hacerte el tonto con Cloe, esa mujer vale la pena, si no te pones las pilas otro se te
adelantara y lloraras por los rincones, suelta una carcajada y asiente.
—Gracias y salgo de ahí, solo quiero llegar para ver a mi mujer.
Subo al jet, ya es de noche, pero no me importa apenas toque tierra iré directo a su casa, debo
pedirle disculpas y de paso llenarla de besos.
La televisión esta prendida, y veo una noticia que me deja con la boca abierta, no puede ser, ¡¡
carajo!!
Y de nuevo el magnate Dante De Luca, es noticia, se lo vio muy sonriente hoy con nada más y nada
menos que la modelo Sara Michael, almorzando muy a gusto en uno de los restaurantes más lujosos
de California, ¿será que esta vez ya robaron el corazón de este apuesto y tan codiciado hombre?.
¿Sera la hermosa modelo quien luzca el anillo muy pronto?
Eso lo averiguaremos próximamente. No se lo pierdan.
¿Pero qué es esto? no, no espero que Paula, por favor no la haya visto, y que no sea obra de Sara,
porque juro que si Paula me manda a la mierda por su culpa me va a conocer esa mujer.

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Solo quiero llegar para hablar con ella, estoy desesperado, solo ruego de que quiera escucharme de
lo contrario no sé lo que hare.
Capitulo 17. Eres Mía.
Paula
Despierto por el ruido, alguien está tocando la puerta insistentemente, me pongo mi bata y salgo, por
suerte Katy no ha despertado, miro a través de la mirilla de la puerta, no lo puedo creer ¿qué hace
aquí y a esta hora? Suspiro hondo antes abrir la puerta.
— ¿Dante que haces aquí, y a esta hora? —Necesitamos hablar Paula, déjame explicarte lo que
sucedió, el porqué desaparecí así nena.
—Dante no tenemos nada de qué hablar y te agradecería que te fueras por favor, las lágrimas pican
por salir pero no me permitiré llorar frente a él, ya llore bastante, no merece mis lágrimas.
—Paula todo fue un mal entendido.
—Mira Dante, ahórrate tus explicaciones.— me mira fijamente con esos ojos grises que me desarman,
respira agitado, no volveré a caer en sus mentiras, nunca más.
—Ya conseguiste lo que querías no.
— ¿Qué?
—Ya me usaste Dante, ¿qué más quieres de mí?— se tensa, sus facciones se endurecen.
— ¿Eso es lo que piensas de mi Paula? ¿Qué te use? Te equivocas Paula, jamás te use, no sé por qué
piensas eso, tú no tienes idea... —Y tú no tienes idea de lo que yo sentí Dante, así que vete por favor,
ya no quiero volver a verte nunca más me oyes. —Las lágrimas resbalan por mi mejilla.
—No, Paula por favor déjame explicarte, no me hagas esto.
—Vete Dante, vete o llamaré a la policía.— Me observa triste, no puedo entender su actitud, primero
me usa, me deja plantada para estar con otra, y ahora viene aquí, ¿arrepentido? no, no, el solo quiere
burlarse de mí una vez más, le gusta jugar a eso, sentirse más hombre al tener a varias mujeres a su
disposición y como ya obtuvo de mi lo único que quería, ahora puede sentirse más hombre. Esta clase
de hombre solo quiere una cosa. Nunca tomaran en serio a una mujer.
Ya no lo dejo hablar ni decir nada, cierro la puerta en su cara ya no quiero escucharlo, ya no quiero
verlo, lloro de nuevo sin poder aguantar, verlo me hizo muy mal, voy a la habitación de Katy, ella está
dormida, me acuesto a su lado y trato de dormir, no quiero estar sola, no quiero pensar, pensar en el
me hace mal.
Al día siguiente, me levanto sin muchas ganas, llevo a Katy al colegio y luego voy al restaurante, hoy
tengo una cena con Iam, no sé cómo le hare, anoche ya no pude dormir después de que Dante se
haya aparecido en mi casa.
Llego al restaurante rápidamente saludando a los compañeros y luego a mi amiga sin muchos ánimos
la verdad.
—Hola Isa.
— ¡Amiga!, me abraza y de nuevo quiero llorar — ¿qué tal estas?
—Mal Isa, no pude dormir nada, ¿puedes creer que se apareció ayer en mi casa?
— ¿Qué? y que quería el desgraciado, juro que pateare sus pelotas cuando lo vea.
—"Quería explicarme", las cosas según él.
—Es un imbécil, juro que tengo ganas de decirle sus verdades.
—Me duele Isa.
—Te entiendo, pero tienes que superarlo, tienes que verlo Como un error en tu vida y dejarlo pasar.
—Es fácil decirlo, es la primera vez que alguien me gusta a rabiar y también mi primera decepción.
—La vida es así Paula, pero no por eso nos damos por vencidas.— suspiro y asiento.
—Tiene razón, no va ser la primera ni la última vez, pero como le explico a este tonto corazón que
Dante no es ni será para mí jamás.
Comenzamos a trabajar, no puedo concentrarme al cien, porque no dejo de pensar en él, en la hora
de almuerzo reviso mi teléfono, tengo 10 llamadas perdidas de Dante, con 3 mensajes pidiéndome,
que le atienda el teléfono, y que me deje explicarle las cosas, no sé qué me va explicar, una más de
sus mentiras, ahora si tiene tiempo de llamarme, y ayer no. ¡¡Mira que convincente!!
Estoy nerviosa, porque hoy saldré con Iam, ojala pudiera terminar con este maldito contrato, pero no
puedo, necesito el dinero, me ha ayudado muchísimo el dinero que me ha dado, gracias a eso Katy
está siguiendo su tratamiento, pero no me siento bien haciendo esto, teniendo en mi cabeza y en mi
corazón a otro hombre, porque si, maldita sea me he enamorado de Dante, no quería que pasara pero
paso y ahora ya no puedo hacer como si nada sucedió, porque se me ha metido hasta los huesos ese
condenado, porque tenía que estar tan bueno, Ay Diosito, porque me lo pusiste en el camino.
Llego la hora de la salida, me cambio y salgo, porque Iam me está esperando afuera, lo veo recostado
en su coche, cuando me ve se le forma una gran sonrisa, me acerco lentamente a él.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Hola preciosa, que gusto verte, deja un beso en mi mejilla.
—Hola Iam, trato de sonreír, él no tiene la culpa de mis problemas, se ha portado muy bien conmigo.
— ¿Cómo has estado? me dice suave acariciando mi mejilla, no siento nada con su tacto, si fuera
Dante ya mis mariposas estaría revoloteando como mariposas borrachas en el estómago, sacudo mi
mente, debo dejar de pensarlo, él no es bueno para mí.
—Bien Iam, estoy bien.
—¡Paula!
Y de pronto todo se me paraliza cuando escucho una voz, él está aquí, siento que todo me da vueltas.
Se me erizo la piel completamente, como es posible con solo escuchar su voz todo se me paraliza,
volteo lentamente para observarlo ahí, no está como siempre, con ese porte imponente. —Da… Dante
que ¿qué haces aquí? no puedo hablar coherentemente, no quiero que Iam empiece a hacer
preguntas.
—Necesitamos hablar por favor, suplica acercándose más a mí.
—Dante, ¿qué haces aquí? Es Iam quien inquiere ahora, lo ignora olímpicamente y corta toda distancia
entre nosotros, su aspecto no es el mejor, algo inusual en él, y se nota que estuvo bebiendo, —Ya te
dije que no tenemos que nada más que hablar señor D Luca.
— ¿Qué sucede Dante? replica Iam.
—No te metas, no es asunto tuyo Iam, espeta enojado. —¡¡Paula!! Brama Iam, se estará preguntando
qué sucede entre su amigo y yo observándome en forma inquisitoria, y luego a Dante, quien respira
agitado y nervioso.
—Espérame un momento Iam, le ruego, me mira fijamente sin decir nada, alejándose un poco, Iam es
demasiado caballeroso, ¿Por qué no puedo fijarme en él?
—Dante por favor ya no vuelvas a buscarme, has como si nunca paso nada, déjame por favor, me
giro y me sostiene del brazo.
—Paula si vas con él, se terminó todo entre nosotros, lo miro de nuevo sonriendo con ironía, veo tristeza
en sus ojos, y se me resbala una lagrima por la mejilla.
—Nunca hubo un nosotros y nunca lo habrá, porque así tú lo decidiste, me suelta sin decir nada, no
replica porque es cierto todo lo que le digo, me observa apenado, pero no sabe todo lo que su traición
me ha dolido, me subo al coche con Iam y él también lo hace.
No soporto esto, miro por la ventanilla y lo veo ahí parado mirando en un punto fijo, quisiera correr
a sus brazos pero ya decidí que no volverá a burlarse de mí, y que lo voy a olvidar como sea, nunca
debió suceder nada entre nosotros.
Iam, maneja en silencio, se que algo sospecha sin embargo no pregunta nada, y Dios como lo
agradezco por qué no sé qué decirle sobre lo que acaba de ocurrir.
—Te llevare a tu casa, Espeta serio sin despegar la vista del frente, giro mi rostro para mirarlo.
— No Iam, estoy bien vayamos a cenar, me limpio una lagrima que rueda por mi mejilla.
—No, no estás bien Paula, no te obligare a nada. —No sucede nada Iam, por favor vayamos a cenar,
quiero hacerlo.
— ¿Estás segura?— afirmo moviendo la cabeza. —Si Iam, estoy segura, afirma con la cabeza y vuelve
a conducir. —Lo que menos quiero es presionarte a nada Paula.
—No lo haces Iam, quiero hacerlo, quiero cenar contigo. Sonríe levemente pero algo cambio en él, y se
está contendiendo en preguntarme lo de Dante.
Llegamos a un edificio y me giro hacia él, — ¿no iríamos a un restaurante? frunzo la frente.
—No princesa, hoy cenaremos en mi casa, preparé algo especial para que estemos los dos solos,
¡¡Santa María de Dios!! Trago grueso y mis manos comienzan a sudar de nervios, ¿porque querría
estar a solas conmigo?, ¿no querrá? no no no ojala no sea lo que estoy pensando, él dijo que jamás
me obligaría a nada, y si le digo que siempre si quiero irme a casa.
— ¡Paula! ¡Paula! Escucho que me llama ¿estás bien?
—Si si, ¿por porque en tu casa Iam?
— ¿Te molesta princesa?
— No no, es solo que...— Mmm no te preocupes, sonríe…es solo cenar lo prometo.
Suelto el aire retenido es mis pulmones, que ni sabía que ya no respiraba, asiento no muy segura,
ingresa en el estacionamiento, bajamos del auto para subir a su departamento.
—Pasa Paula, me abre la puerta, dándome paso, es hermoso, muy grande, no tanto como el de Dante
pero igual es hermoso— Dante Dante ¡¡ Basta Paula!! .
—Ponte cómoda, me señala con su mano la sala, me siento observando todo el lugar, lo que hace el
dinero susurro despacio, mientras que él se pierde en lo que creo es la cocina, veo una mesa arreglada

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ERES MI ADICCION LEYVA
con flores y velas, para una cena ¿romántica? ¡¡ Dios!! Viene con una botella de vino y dos copas, me
sirve uno y el otro, tomando asiento a mi lado.
— ¿Que paso hoy hermosa, con mi amigo Dante?, me muerdo el labio nerviosa. Ahí esta no se tardó
demasiado para preguntar.
— Nada Iam, es solo un mal entendido, levanta una ceja.
— Yo vi más que eso, bebe de su vino, yo solo aprieto la copa nerviosa. ¿Acaso pasa algo entre tú y
Dante? ¿Algo que yo debería saber? ¡Jesús bendito! ¿Qué le digo?
—No nada. Contesto, ni yo misma me lo creí, achica sus ojos observándome por un instante… — Mmm
eres una pésima mentirosa Paula, sonríe bebiendo nuevamente de sy copa…pero ya me voy a enterar,
trago grueso.
—Pero esta noche quiero que sea para nosotros Paula, baja la copa en la mesita y agarra la mía
haciendo lo mismo con mi copa, acto seguido me sujeta la mano, yo lo miro con los ojos muy abiertos
y nerviosa.
— Paula me gustas demasiado. Confiesa sincero.
¡¡Ay Jesús Bendito!!— Eres hermosa, sencilla, tierna, sé que hay un contrato entre nosotros, pero me
gustas mucho princesa.
—¡Iam! estiro lentamente mi mano, yo no sé qué decirte, sonríe, es muy atractivo, pero no se compara
con ese condenado caliente de Dante. —Iam yo no puedo corresponderte, lo que hago es porque
necesito el dinero, ¡¡perdóname!!
Asiente sonriendo, —Me quedan quince días Paula, déjame conquistarte en lo que reste del contrato
y si en esos quince días no sientes nada por mí se termina todo, ¿te parece?, lo pienso y no veo tan
descabellada la propuesta, tal vez me ayude a olvidar a Dante, si, sé que está mal, me siento fatal,
pero tengo que olvidar a Dante, él se burló de mí, y haré lo que sea por olvidarlo, ojalá con Iam lo
consiga es un buen hombre ¿no?
—Está bien Iam, acepto, sonríe y agarra de nuevo su copa, entregándome la mía nuevamente, —
Brindemos princesa, por nosotros. Choca su copa con la mía, pero no quiero beber, casi nunca bebo
excepto la otra noche en el club.
—Bien, se pone de pie y me ofrece la mano. — Pasemos a la mesa, prepare algo que te va encantar.
— Mmm delicioso Iam, ¿tú lo cocinaste? Achico mis ojos, mientras que el asiente sonriendo…— Claro
sé hacer muchas cosas me dice levantando las cejas varias veces, suelto una carcajada sin poder
evitarlo.
Me estira la silla y me siento acto seguido él hace los mismo.
—¡Pruébalo! Pide, lo hago de verdad esta increíble, cenamos, luego le ayudo a lavar los trastes,
conversamos un poco más, hasta que le digo que ya tengo que irme ya que es un poco tarde.
: Salimos de su departamento, nos dirigimos a mi casa, cuando llegamos Iam me acompaña hasta
la puerta de mi edificio. — Gracias Iam por la cena, estuvo deliciosa.
—De nada hermosa, sin esperarlo se pega a mi besándome en la boca, no le correspondo me quedo
quieta, finalmente se despega lentamente de mí. —Gracias a ti, por darme tu tiempo, Buenas noches
princesa. Acaricia suavemente mi mejilla y se aleja de mí.
— Buenas noches Iam. Contesto, lo miro hasta que lo veo subir a su coche hasta que se pierde de mi
vista, entonces giro para subir a mi departamento.
— ¿Tan rápido olvidaste todo lo que paso? me quedo hecha piedra. Esta aquí.
¡Dante! Susurro, giro y está ahí, está más desaliñado que hace horas, y esta borracho. Se acerca
a mí completamente.
— ¿Me olvidaste Paula? ¿Olvidaste cuando te hacia mía, cuando gritabas mi nombre debajo de mí? Y
yo me hago nada con solo escucharlo, me sujeta del brazo, acorta toda distancia entre nosotros, su
aliento huele a licor mesclado con su colonia se impregna en mis fosas nasales, es delicioso, me doy
dos cachetadas mentales y reacciono.
—Suéltame Dante, tú te olvidaste primero de mí.
—No carajo, no fue así, empieza a gritar, ¡¡cálmate Dante!!
— No me calmo nada Paula, no lo haré, porque no me dejas explicarte. ¡¡Jamás te deje!! Jamás me fui
con otra, no hay otra, porque solo estás tú, porque... y se calla abruptamente.
— ¿Por que que Dante? me suelta, pasándose la mano por el rostro, niega. ¿Qué me quiso decir? Dios.
—Hablaremos Dante pero no ahora, no hoy, ni en el estado en el que estas, me observa un poco más
calmado.
— ¿De verdad?
— Si.
— ¿Mañana?

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ERES MI ADICCION LEYVA
—No sé Dante, dame tiempo ¿bien?
— No, mañana Paula, me ordena, ¿y este que dijo tu buenita y cooperando? aahh no
— Sera cuando yo lo decida Dante, no estás en condición de ordenarme nada.
—Pasaré por ti al restaurante mañana y hablaremos, tenemos pendiente muchas cosas, ruedo los ojos,
es desesperante, posesivo impulsivo guapo, sexy, todo un Dios griego Paula, decías sus defectos y
terminaste viendo más virtudes en él.
—Bien, está bien, será mañana. Contesto rodando los ojos, pero por favor vete, no estás en todos
tus sentidos, me acaricia la mejilla con su mano, delinea mis labios con su pulgar.
— Te beso, fue más una afirmación que una pregunta, agacho la cabeza.
— Eres mía Paula, nadie puede besarte, tocarte, ni siquiera mirarte. Espeta enojado.
Entra hermosa, deja un beso en mi coronilla, hablaremos mañana, te amo. ¿Qué dijo? ¿Escuche
bien, dijo te amo? No, estoy delirando, él está borracho y yo loca, escucho cosas que no son. Niego
pues se nota que no está bien, me preocupa que maneje así, no sé si estará con el chofer.
Me alejo de él y entro al edificio, ya no quiero verlo, de lo contrario terminare haciendo una locura me
gusta, me gusta demasiado. Estoy perdida por este hombre, y hace horas llorabas por el jurando que
no volverías a caer ¡Dios! Mujer, ¿Quién te entiende? No me culpen, es la primera vez que me gusta
alguien y me vuelve estúpida, completamente estúpida.
Capitulo 18. De vuelta al juego.
Dante
Paula me mando a la mierda , no me dejo explicarle nada, piensa lo peor de mí, piensa que la
use, Dios jamás haría eso, no con ella, ella me importa y mucho, no puedo perderla, no ahora después
de lo que paso entre nosotros, después de que la hice mía, probé su cuerpo y se ha convertido en una
maldita adicción, sus besos una necesidad, que creo nunca podre saciar, cuando la beso quiero más,
salgo de su edificio, furioso, me paso la mano por el pelo mil veces, llego hasta el coche donde me
espera Jorge, pateo los neumáticos.
─ ¿Se encuentra bien señor?
─ No Jorge, nada está bien, nada, Paula no quiere saber nada de mí.
─ Todo se va solucionar señor, ya verá, solo dele tiempo, miro a Jorge. ─Anda llévame a un bar
necesito un trago.
─ ¿Señor seguro que es lo mejor?
─ Ya no sé ni que es mejor, pero necesito desahogarme esa mujer me volverá loco, asiente y me abre
el coche, después de un momento llegamos a un bar, donde entro y me siento en la barra, pidiendo
una botella de whisky, nunca me sentí más furioso y molesto la verdad no sé ni con quién.
─Una botella de whisky por favor, el camarero me la entrega con un vaso y comienzo a beber un vaso
tras otro, quemándome la garganta, el hombre detrás de la barra solo me observa mientras limpia los
vasos.
─ ¿Problemas de amor? lo miro arrugando el ceño.
─ ¿Porque lo dices? Bufa rodando los ojos ─ Todos hacen lo mismo, vienen aquí, beben lloran sus
penas y siempre es por una mujer.
─ Es que esas mujeres son las que nos hacen felices pero también nos hunden si se proponen, con
una palabra, con un solo gesto pueden llevarte al cielo, o tirarte al mismísimo infierno si quieren.
─Wow, sí que estás enamorado, lo miro serio.
─ ¿Porque todo el mundo dice eso?, no estoy enamorado, el chico levanta una ceja.
─ ¿Te gusta estar con ella? Asiento, me encanta estar con esa hermosa mujer ¿te pone furioso verla
o saberla con otro?, jamás permitiría que este con otro, asiente, ¿sientes la necesidad de verla cada
segundo y estar a su lado?
─ Si, es como una droga para mí, necesito verla o si quiera escucharla para sentirme vivo asiente y
sonríe. ─ Hermano eso es estar enamorado, ¿Qué caso tiene seguir negando? lo miro dudoso. ¿Estoy
enamorado de Paula?
─En verdad, creo que el único que no cree eres tú, vuelvo a beber, me volverá loco lo juro, paso
largo rato hablando con él de Paula, hasta que ya no puedo beber más, Jorge me ayuda a ponerme de
pie y salir del bar, un vaso más y no sabré de mí.
─Vamos Jorge a casa estoy muy mareado, santo cielos, hace mucho no tomaba de esta manera.
Al día siguiente me levanto, con una resaca de los mil demonios son las nueve de la mañana tengo
un fuerte dolor de cabeza, no vuelvo a beber así jamás, y debo ir a la oficina, entro a ducharme por
largos minutos para sacar todo el olor a alcohol de mi sistema al terminar de vestirme bajo a la cocina
para encontrarme con Rosa la señora que se encarga de la limpieza de mi casa desde hace años, es
la única a quien permito entrar a mi casa y es de mi entera confianza.
─ Buenos días Señor.
─ Buenos días Rosa.

54 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─Aquí tiene su café señor, me tomo primero unas pastillas para el dolor de cabeza y luego me tomo
el café.
─Gracias Rosa ¿Qué haría sin ti? asiente sonriendo.
─ De nada Señor.
Salgo apresurado para irme a la oficina, Jorge ya me espera como es de costumbre, con mis chicos
de seguridad detrás.
Llego a mi empresa y voy directo a mi oficina.
─Buenos días Señor.
─Buenos días Eva, viene mi asistente a pasos apresurados entrando detrás de mí a la oficina, ¿que
tenemos para hoy?
─Tiene una reunión a las 9:30 con los nuevos inversionistas, ¡carajo! ¿por qué no me llamaste
antes?, me mira con los ojos abiertos.
─ Se...señor, si lo llame muchas veces pero no me atendió la llamada, reviso mi celular y es así,
tengo varias llamadas perdidas.
─ ¿Y después? ─ Una video conferencia a las 11 con el señor Kitayama.
─ Bien, voy en unos minutos a la sala de juntas, prepara todo Eva…─ Si, Con permiso señor.
Saco mi celular y marco el número de mi pequeña dolor de cabeza, la llamo, no me contesta, le envió
un par de mensajes, nada, ojala fuera porque está trabajando y no por qué no quiera hablar conmigo.
Pasó la mañana, concreté algunos puntos en la reunión, también con Kitayama uno de mis
inversionistas, por la tarde me mantuve trabajando en la oficina para ponerme al día con varios
documentos pendientes y dejar de pensar un poco en esa mujercita que últimamente es la única que
ocupa mis pensamientos. Escucho que alguien da dos toques en la puerta para dar paso a Iam.
─ ¡Hermano has vuelto! Levanto la vista y lo miro, sonrío. —Así es volví anoche.
─ ¿Que sucedió con el caso Thomas?
─Todo resuelto.
─Qué alegría escuchar eso, aquí no hubo nada en tu ausencia, asiento, se sirve una copa de mi mini
bar y me sirve otro, extendiéndome la copa.
─ ¿Y qué te hizo volver tan pronto?, generalmente te quedas varios días en California.
─Algunos asuntos, lo miro serio, quisiera saber algo de Paula, si sigue viéndola.
─ ¿Y qué ha pasado con Paula y tu dichoso contrato?
Sonríe, hoy tenemos una cita, y siento que me acaba de echar un balde de agua fría, todo mi cuerpo
se tensa, deje de respirar por un momento apretando mis manos en puños.
─ ¿Ah sí? Y como, es decir ¿dónde irán?
─A cenar, quiero estar a solas con ella, me gusta Dante, esa mujer me gusta mucho.
Mi rostro se ha puesto de colores, ella es mía, jamás dejaré que él me la quite.
─ Ella no es mujer para ti, espeto, mientras que el levanta una ceja, ─Ah sí ¿y por qué?
─Nos conocemos Iam, tu eres un maldito mujeriego, jamás tomas en serio a ninguna mujer─ cambia
totalmente su rostro a uno serio.

─ Igual que tú. Espeta.


─Te equivocas, si alguien me interesa voy con todo, eso lo digo en tono de advertencia, porque así
es, no dejare que nadie me robe a Paula.
─Lo mismo te digo Dante, ella me gusta, y la voy a conquistar, eso no me gusta, Iam es mi mejor
amigo, pero Paula es la mujer que amo ¿qué? ¿La mujer que amo? ¡Oh! Es verdad estoy enamorado,
que estúpido soy en verdad.
─Iam tengo mucho trabajo podrías retirarte por favor, le señalo la puerta, él sonríe y se levanta
dejando su vaso de whisky retirándose, no mi mujer no, ella es mia. No quiero disputar con mi mejor
amigo por una mujer, pero jamás me ha importado nadie como lo hace Paula, no estoy jugando, ella
se me ha metido por los ojos.
Vuelvo a marcar a Paula pero nada, trabaje todo el día, me bebí uno cuantos vasos de whisky,
verifico la hora constatando que Paula ya tendría que terminar su turno de hoy, salgo de la oficina para
dirigirme al restaurante.
Cuando llego no me gusta lo que veo, esta con Iam, él le habla y ella sonríe, maldita sea, solo yo
tengo que sacarle esas sonrisas sin dudarlo me acerco a ellos, ella está de espalda a mí, no se ha
percatado de mi presencia.
¡Paula!─ veo como se queda quieta en su lugar, como asustada por mi presencia
─ Necesitamos hablar, me acerco a ella.
─ Dante viejo, ¿qué haces aquí? escucho que habla Iam, lo ignoro no quiero hablar con él y corto
toda distancia con Paula.
─Ya te dije que no tenemos que nada más que hablar. Podía ver en su mirada tristeza.
─ ¿Que sucede Dante? Replica de nuevo Iam

55 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ Por favor no te metas Iam, no es asunto tuyo, espeto enojado.
─ ¿Paula? le reclama Iam, pero ella sigue mirándome
─Espérame un momento Iam. Iam se mantiene con el ceño fruncido ignorante de lo que sucede
entre nosotros.
─ Dante ya te dije que no tenemos nada que hablar y tengo que irme, se gira y la sostengo del brazo
─ Paula si vas con él, se terminó todo entre nosotros, le digo eso porque no quiero que se vaya con
Iam, ya sé que es una vil mentira, nunca la dejaría, la amo.
─ Nunca hubo un nosotros ni lo habrá, porque así tú lo quisiste, me contesta triste, se le escapa
algunas lágrimas, me dolió mucho, como si para ella no significo nada, no no Paula, eso no, sé que
todavía queda algo. Se aleja de mí y se sube al coche con Iam, me quedo ahí pensando en lo que me
acaba de decir, y que prefirió irse con él.
Me subo a mi auto y manejo hasta un bar, no quiero pensar en nada, en qué momento mi vida se
complicó tanto, no dejo de pensar en que estarán haciendo, no ,no Dante Paula no es así, Paula es
mía, debí seguirla, pero no quiero parecer un loco acosador.
Me pase bebiendo en un bar, varias mujeres se me insinuaban pero no tengo interes en nadie más,
agacho la cabeza negando jugando con mi vaso, no puedo creer como mi vida ha cambiado tanto,
antes eran las mujeres quienes me rogaban por atención y ahora soy yo quién suplica por el amor de
una mujer, Salgo del bar y decido ir hasta su edificio a esperar a que llegue, estoy bastante tomado,
pero todavía se lo que digo y hago.
De pronto la veo bajarse del auto, y me hierve la sangre que sea Iam el que este con ella y no yo,
tiene las manos en su cintura, estoy furioso, quiero romperle la cara por tocar lo que es mío, es increíble
nunca pensé sentir celos de mi amigo, eso es estúpido pero lo hago y mucho.
Veo como se acerca a ella y la besa, maldita sea la besa, pero ella se queda quieta, me estoy
conteniendo todo lo que puedo para no ir a golpearlo y apartarlo de ella.
Se aleja por fin, se sube a su coche y se marcha, yo me acerco despacio, solo quiero abrasarla y
decirle lo que siento por ella.
─ ¿Tan rápido olvidaste todo lo que paso? se queda quieta y voltea lentamente
—¡Dante!─ susurra, pero logro escucharla me acerco completamente a ella, su olor me vuelve loco,
toda ella es hermosa.
─¿Me olvidaste Paula, ¿olvidaste cuando te hacia mía, cuando gritabas mi nombre debajo de mí?
espeto enojado por todo lo que me provoca, Acorto toda distancia y la sujeto del brazo, sentir su piel¡¡
Dios!! Me fascina, se pone nerviosa puedo notarlo, le afecta tanto como a mí.
─¡¡Suéltame Dante!! Tú me olvidaste primero, me dice al borde de las lágrimas
─ No carajo, no fue así, le grito, el alcohol y la rabia de que no quiera escucharme me está llevando
a un punto que no conocía, me hace perder todo mi autocontrol.
— ¡Cálmate Dante!
─No me calmo nada Paula, no lo haré, porque no me dejas explicarte, estoy cansado de toda esto,
solo quiero llevarla conmigo y hacerle el amor hasta que olvide su nombre, despertar con ella en mis
brazos, esta mujer acabará conmigo.
─¡¡Jamás te deje!! Jamás me fui con otra, no hay otra porque solo estás tú , porque... le iba a decir
que solo la amo a ella, pero no es el momento, no así, no sé lo que ella sienta por mí ─¿Por qué
Dante? me cuestiona, niego, no puedo decirle lo que siento.
─Nada─ suspiro.
─Hablaremos Dante pero no ahora, no hoy, ni en el estado en el que estas.
─ ¿De verdad?
─ Si.
─ ¿Mañana?, ya no quiero dar tiempo a esto necesito solucionarlo.
─ No se Dante, dame tiempo ¿bien?
─ No, mañana Paula, le ordeno, y veo por su gesto que no le agrada para nada eso, me es gracioso
sus muecas y los gestos que hace.
─ Será cuando yo lo decida Dante, no estás en condición de ordenarme nada, salió la fiera que tenía
adentro, lo único que me provoca ahora es cargarla en mi hombro, darle una nalgada, llevarla a mí
piso, atarla a mi cama y follarla sin contemplación, hasta dejarla con el coño bien rojo por las
embestidas, mi erección ya empieza a doler dentro de mi pantalón.
─ Pasaré por ti al restaurante mañana y hablaremos, tenemos muchas cosas pendientes. Rueda
los ojos, esta mujer será mi perdición.
─Bien, está bien, será mañana, habla casi gritando, pero por favor vete, no estás en todos tus sentidos,
le acaricio la mejilla, delineando sus labios con mi pulgar.
─ Te beso, fue mas una afirmación que otra cosa, todavía no puedo borrar esa imagen de mi cabeza,
no quiero que nadie toque sus labios más que yo agacha la cabeza. ─Eres mía Paula, nadie puede
besarte, tocarte, ni siquiera mirarte, y eso se lo voy a dejar bien en claro a Iam de una vez por todas.

56 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Dejo un beso en la coronilla ─Entra nena, te amo, ve a descansar y hablaremos mañana, mierda le
dije te amo sin darme cuenta, al parecer ella no lo escucho por que no me dice nada, solo gira para
entrar a su edificio, yo me subo al auto, ya estoy más tranquilo por lo menos hablaremos mañana y
solucionaremos todo.
Llego a mí casa, entro a la ducha necesito sacar todo este alcohol de mi sistema, mi erección duele,
abro la llave de la ducha, el agua fría cae por mi piel, y me enciende más, quiero imaginar que mi niña
está aquí arrodillada frente a mí, con mi polla en su hermosa boquita, chupando todo de él.
Mirándome con esos hermosos ojos que me vuelven loco, con la cara sonrojada, aprieto mi polla, y
recuesto mi frente en la pared del baño, Aahh, siento que voy a explotar en cualquier momento,
imagino a Paula, chupando y lamiendo todo mi glande, sacando lentamente de su boca y lo volviéndolo
a meter hasta su garganta,, respiro muy agitado, necesito volver a tenerla en mi cama, gritando de
placer, agito mi polla unas cuantas veces más hasta explotar en un increíble orgasmo, todo mi semen
sale expulsado en la boca de su boca y ella con gusto lo traga sin desperdiciar ni una gota de él.
Aahh, eso fue intenso, me recompongo y me doy una larga ducha, salgo con la toalla en mi cintura,
me tomo una pastilla para el dolor de cabeza, me acuesto para dormir sin dejar de pensar en mi
hermosa mujer, porque si es mi mujer, pese a quien le pese y no descansaré hasta que sea
completamente mía, viviendo aquí conmigo.
Capitulo 19. Te amo.
Dante
Al día siguiente despierto temprano, tengo asuntos que resolver en la empresa, y una de ellas es
hablar con Iam sobre Paula, no quiero que vuelva a acercarse a ella.
Llego hasta mi piso y Eva como siempre tan puntual y organizada, viene detrás de mí.
— Buenos días, señor, es raro verlo por aquí tan temprano, sonrío. —Buenos días Eva.
—Tengo cosas que resolver, asiente, me giro hacia ella, ¿Eva?
— Dígame señor — Apenas llegue Iam hazlo pasar junto a mí.
—Sí señor. Eva comienza a decirme lo que tengo para hoy y se retira de mi oficina, en cuestión de
unos minutos aparece justamente la persona a quién quería ver.
—Buenos Días Dante. Me necesitabas me informo Eva.
— Buenos días Iam, toma asiento, pido y él se sienta mirándome serio.
— ¿Me puedes explicar que fue lo de anoche?
— No tengo por qué explicarte nada, pero si dejarte algo en claro, me levanto, acto seguido él hace
lo mismo.
—Quiero que te alejes de Paula. Suelto sin más.
Hace una mueca levantando una ceja. — ¿Aahh si, y por qué?
— ¿Por qué? me doy la vuelta y me paro frente a él, con el rostro serio. —Porque es mía Iam, por
eso.
Da una sonora carcajada, algo que me enfurece.
— ¿Tuya, Dante? ¿De verdad?
— Así es Iam y no estoy jugando aléjate de una maldita vez de ella.
—Eres mi amigo Dante, pero eso no te da el derecho de decirme lo que tengo o no que hacer y no
me alejaré de Paula solo porque tú me lo pides.
—Si es por el dichoso contrato te devolveré lo que le pagaste a ella, pero quiero que la dejes en paz.
—No es por el dichoso contrato, es porque la quiero para mí, es más la voy a conquistar Dante y eso
ni tú ni nadie lo va a impedir, eso me enfurece aún más.
— ¿Desde cuándo te gusta Paula?, antes hasta te reías de mí, creías que era una puta.
Escuchar eso me altera, todo mi cuerpo duele.
—No vuelvas en tu puta vida volver a decir eso, ella no es ninguna puta, y si, la juzgué mal, pero
ahora es diferente. — ¿Diferente?
—Me gusta. Confieso serio.
Levanta una ceja y se cruza de brazos. — Ella no es tuya Dante, ella será mía, la tendré en mi
cama, en menos de lo que te imaginas, me acerco a él sujetándolo del cuello de su camisa.
—Escúchame bien Iam, yo no juego, serás mi amigo, pero por esa mujer soy capaz de todo, así que
no me toques las pelotas, porque sabes de lo que soy capaz, se sacude y empuja mis manos.
Me mira sorprendido, respirando agitado no pudiendo creer lo que acabo de decirle, nunca hemos
peleado y menos por una mujer, es mi mejor amigo pero esa mujer me perturba.
— No tienes por qué amenazarme Dante, pero yo también puedo jugar al mismo juego que tú, así
que, que gane el mejor. Diciendo eso sale dando un portazo.
Me paso la mano por el pelo mil veces, sé que Iam es muy competitivo si se lo propone, necesito
solucionar las cosas con Paula, no puedo dejar que esté con otro.
Esperaba ansioso que pasara el día, solo quería verla y tenerla en mis brazos, y por fin llegó la hora
de ir a buscarla al restaurante.

57 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Llego y aún no ha salido, espero fuera del auto recostado, esta vez estaba solo, no necesitaba de
Jorge quería estar a solas con ella.
Y la veo salir, caminando hacia mí, sonrío, mi corazón late desbocado, es increíble lo que siento al
verla, ella está un poco seria, y sé que es por todo lo que está pasando entre nosotros.
— Hola. Saluda tímida.
—Hola nena, ¿Nos vamos?
Asiente abriéndole la puerta del auto, sube y me permito colocarle el cinturón, nuestros rostros
quedan muy cerca el uno del otro, su aliento choca con el mío, no me pude aguantar y le robe un casto
beso de los labios, a lo que ella por impulso cerró los ojos, me separo de ella y la miro, abre
nuevamente los ojos, y veo en ellos mucha ternura como si quisiera decirme tantas cosas que no se
anima, se muerde los labios acto que me enloquece y ella lo sabe.
Me alejo lentamente cerrando la puerta, todo mi cuerpo vibra con su presencia, es increíble lo que me
hace sentir solo con hablarme, con mirarme.
— ¿Do… donde vamos Dante? Tartamudea.
— A mi casa nena.
— ¿A tu casa? se remoja los labios, me está provocando física y mentalmente y no se da cuenta.
—Si nena a mi casa, solo ahí podremos hablar sin que nadie nos moleste.
Asiente, — Bien pero solo hablar Dante. Sonrío de lado.
— Solo hablar nena, y unos que otros besos le digo en un susurro.
— ¿Qué? la miro y sonrío, y logro sacarle un pequeña sonrisa —Eres imposible Dante. Me encojo
de hombros y pongo en marcha el auto para dirigirnos a mi casa.
Llegamos la ayudo a bajar del auto y subimos, en el ascensor el ambiente es tenso, ella pegada a
un lado de la pared metálica y yo parado frente a ella, con las manos en los bolsillo, por las ganas que
tengo de tocarla, se abre la puerta y ella sale presurosa, sé que mi cercanía le afecta igual que a mí.
—Ponte cómoda, ¿quieres tomar algo?
— Nada Dante, solo quiero hablar y terminar con esto e irme a casa por favor, me acerco a
ella acariciándole la mejilla.
—Paula el domingo tuve que irme de urgencia a California, la otra sede de mi empresa está ahí, mi
hermano menor Giancarlo, lo administra, ese día me llamo para informarme que teníamos problemas
con el socio más importante, y tuve que ir de urgencia esa misma noche que estuvimos juntos mi nena,
se sonroja por el recuerdo de esa noche.
—Pero no te dignaste en mandarme un mensaje siquiera.
— No pude nena estuve toda la mañana en la dichosa junta, luego cuando quise avisarte me había
quedado sin batería en el móvil, perdóname hermosa por favor.
—Pero no es lo que yo vi en las noticias, suspiro sabía que la había visto, niego.
— Paula no es lo que estás pensando, esa mujer es la hija justamente de este socio, estaba con
nosotros negociando, cuando termino la junta y todo se resolvió, ella quiso "celebrar" le hago un
ademán con mis manos, a lo que su padre se negó pues tenía cosas que hacer, y el tarado de mi
hermano también, y solo quedamos ella y yo y para no ser descortés la acompañe a almorzar, pero
no pasó nada nena, en ningún momento deje de pensar en ti, ella agacha la cabeza.
— No sé Dante, no puedo creerte, me es difícil.
—Es la verdad Paula.
— ¿Y qué hay de las noticias?
—Pequeña tú sabes cómo es la prensa amarillista, inventas mil cosas, jamás paso nada, es más
hasta creo que fue obra de ella, suspiro, tienes que creerme nena por favor, después de lo ocurrido
vine literalmente volando para explicarte las cosas, y tú no quisiste escucharme.
—Entiéndeme Dante, me dejaste plantada, no me avisaste nada y luego te veo en las noticias con
otra mujer, ¿qué querías que pensara?
— Yo sé Paula, pero te juro que no te miento, eres la única que me importa, la única a quien quiero
en mi vida.— suspiro y tomo aire.
—Te amo Paula
Ella me mira sorprendida —¡¡Dante!! —Me acerco a ella, no espero su respuesta, la beso, solo la
beso como si en este beso le dijera todo lo que siento por ella, mil cosas que no sé explicar, que lo
siento desde que la conocí.
Ella me corresponde de la misma forma, el beso sube de intensidad, con mi brazo la rodeo la cintura
y la pego más a mi cuerpo, ella pega sus manos en mi pecho y empieza a acariciarme por encima de
la camisa, muerdo su labio inferior para darme paso a su boca en busca de su lengua, gime en mis
labios y eso me enciende, mi erección ya se hace dolorosa, bajo mi mano, y meto por debajo de su
vestido, que desde que la vi salir con este vestido negro ajustado a su hermoso cuerpo me volvió loco,
meto mi mano hasta encontrar su coño que siente húmeda, por encima de su braguita, la cual hago a
un lado y meto mi dedo entre sus pliegues, está tan húmeda que mi dedo resbala con facilidad.

58 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Gime ya no pudiendo contenerse, ¡Dante! pronuncia mi nombre en un susurro, yo le devoro la boca
y bajo mis besos a su cuello, si sacar mi dedo de su coño delicioso— pero todo se esfuma al escuchar
sonar su teléfono, la sigo besando — ¿No vas a atender Dante? Susurra en mis labios y yo sonrío.
— Creo que es tuyo nena, reacciona y se aleja de mí, busca su bolso rápidamente y mira su teléfono,
de pronto se empieza a desesperar —No, no ¿qué paso? me acerco a ella.
— ¿Qué ocurrió nena?, me ignora solo marca un número.
— ¿Sara? ¿Qué? no, no, la miro sin entender nada.
— ¿Qué ocurre nena?
—Voy para allá, es todo lo que dice y cuelga el teléfono.
— ¿Qué sucede Paula?
Mi hermana Dante ¿qué sucede?
Se la llevaron al hospital....
Capitulo 20. Novios
Paula
Mi hermana está en el hospital, no lo puedo creer, ¡Dios! solo lloro pensando en lo peor, mientras
Dante conduce a toda velocidad al hospital.
—Todo estará bien nena. Trata de consolarme pero nada logra calmar está ansiedad que tengo.
Llegamos y me lanzo del auto antes que Dante estacione correctamente el auto, y voy corriendo,
pregunto en la recepción por mi hermana, me informan que se encuentra en el segundo piso, subo y
veo ahí a Sara.
— ¡Sara! Las lágrimas no se hacen esperar.
—Mi niña que bueno que llegas, — ¿Que paso Sara, que ocurrió?
—No lo sé Paula, solo que Katy se desmayó, no supe que hacer así que llamé una ambulancia, para
traerla lo antes pronto posible aquí y luego te llame Paula perdóname por no avisarte antes es que me
asusté mucho.
—No, Sara está bien lo que hiciste, actuaste como mejor te pareció. —Gracias, ¿y qué sabes de ella?
—Nada aun, no me han dado noticias de ella. Llega Dante, lo abrazo, sollozo en su pecho. —
Tranquila Amor, va a estar bien ya lo verás.
— ¿Amor? Ay Dios me dijo amor no lo puedo creer, lo abrazo más fuerte y el besa mi cabeza muchas
veces, Dios se siente tan bien, por primera vez no me siento tan sola.
—Sara, te presento a Dante, un amigo, el rostro de Dante se desencajo completamente algo me dice
que no le gusto eso de amigo, pero es que aún no somos nada, si, tuvimos sexo y otras cositas pero
aun no definimos nada.
—Mucho gusto Señora. —El gusto es mío Dante.
De pronto aparece el Doctor, me suelto de Dante para girar hacia él. — Hola Paula.
— ¿Doctor como esta mi hermana? Observa a Dante, no se interpretar su gesto, no sé si le molesta
la presencia de Dante, noto cierta tensión.
—Está estable Paula, se volvió a descompensar, me temo que se quedara internada para hacerle
un tratamiento, si reacciona positivamente le daré de alta en un par de días, lloro sin poder contener
nuevamente, ¡mi pobre hermana!
— ¿Pensé que estaba mejorando Doctor?
—Veremos cómo continua ¿bien?, me aprieta suave el hombro, a lo que Dante no duda en rodearme
la cintura y pegarme a él, en modo posesivo, como si estuviera marcando su territorio.
—Gracias Doctor y le agradecería que nos mantenga informado a mi novia y a mi cualquier
evolución.... yo me quedo con la boca abierta ¿dijo novia? Ay Virgen Santísima, ¿cuándo me lo pidió?
La cara del Doctor era un poema, no sabía que decir, solo se limitó a asentir y esbozar una pequeña
sonrisa, que más bien fue una mueca.
— ¿Puedo pasar a verla? Niega… —Esta sedada Paula, lo mejor será que la veas mañana.
Asiento…—Está bien. — Permiso. Le da una mirada de pocos amigos a Dante, y él no me suelta
ni un segundo al contrario me aprieta más a su cuerpo, Dios este hombre es bastante posesivo.
—Sara, ve a casa a descansar, yo me quedo aquí con ella no te preocupes. Asiente levemente.
—Está bien Paula pero mañana vendré para que tú vayas a descansar mi niña.
—Gracias Sara. Le regalo una sonrisa y veo como se marcha, no sé qué haría sin ella.
Dante se acerca a mí, acariciando suavemente mi mejilla. — Nena vayamos a tomar un café ¿te
parece? asiento, lo necesito para estar despierta y pendiente de mi hermana toda la noche.
—Gracias Dante, pero iré yo ya es tarde, tu deberías irte a descansar.
—No me iré a ningún lado Paula, me quedare aquí contigo. —Está bien vayamos a tomar un café,
me agarra de la cintura, y me susurra al oído. Bajamos a la cafetería del hospital, no sentamos en una
mesa y ordenamos ambos un café negro.

59 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Nena ¿por qué no me dijiste que tu hermana tenía Leucemia? Sabía que estaba enferma por lo
que Iam me llegó a comentar pero no sabía exactamente lo que le sucedía acomoda un mechón de
mi pelo, detrás de mi oreja, mientras yo juego con el vaso de café revolviéndolo.
—No iré por el mundo diciéndole a todos mis problemas Dante.
—Yo no soy todo el mundo amor, me agarra del mentón y nos miramos fijamente, con esos pequeños
actos siento flotar en el aire, tal vez sea demasiado tonta pero así me siento.
—Estaré para ti Paula aunque tú no me quieras a tu lado, no te dejare sola, tengo esa costumbre de
morderme el labio siempre que me pongo nerviosa por algo, el solo ríe y niega, sé que siempre me ha
dicho que no lo haga porque lo provoco, pero juro que no lo hago intencional.
—Ya te dije mil veces que no hagas eso frente a mí, ¿por qué te gusta provocarme nena? Siento el
rostro arder.
—Hay algo de lo que quiero hablar contigo Paula, lo miro fijamente, yo sé que no es el mejor
momento pero ya no puedo más, hoy quería hablar contigo y se dio todo esto, pero ya no quiero
postergarlo más. Parpadeo repetidas veces pero me mantengo en silencio.
—Sé el contrato que tienes con Iam, ¡oh carajo!
—Quiero que lo dejes Paula. —Dante yo... —Yo nada Paula, no necesitas hacer eso.
—Si lo necesito Dante, mi hermana necesita, yo no tengo dinero como tú, trabajo apenas de mesera,
no me alcanza para pagar el tratamiento de mi hermana.
—Yo te ayudare Paula, tengo contactos, especialistas que te ayudaran con la salud de tu hermana y
por el dinero no te preocupes.
—No Dante, no puedo aceptar, no me aprovechare de ti solo porque tienes dinero.
—Jamás pensaría eso de ti Paula, se la clase de mujer que eres.
Agacho la cabeza negando. —Antes pensabas lo peor. Susurro bajito.
—No me lo recuerdes nena que me siento el peor hijo de Puta. Perdóname por eso, déjame
compensarte por los malos ratos que te he hecho pasar.
—No soporto verte con otro Paula ya te lo dije tu eres mía y de nadie más, no quiero que Iam vuelva
a acercarse a ti. Le devolveré todo lo que pago por ti. — ¿Qué? no no no Dante, no hagas eso por
favor.
—No te estoy preguntando Paula.
No sé qué hacer con este hombre, no quiero que piense que solo busco su dinero, porque Dios eso
jamás pero tampoco quiero seguir con el dichoso contrato. —No lo pienses tanto mi niña solo acéptalo.
Me mira con esos ojitos grises que me vuelven nada, suspiro, pensando mil cosas, pero ya estoy
cansada de todo, en verdad necesito una ayuda, pero no quiero aprovecharme de nadie, jamás lo he
hecho, ni lo hare. —Está bien Dante lo acepto con una condición.
Se recuesta con los brazos cruzados en la silla y arquea una ceja. — ¿Cual?
—Que me dejes pagarte hasta el último centavo, así tenga que pagarte toda mi vida. —No necesito
que me pagues nada nena, solo quiero que no te alejes de mí.
—Dante o aceptas esa condición o hay trato, ya te dije no me aprovechare de ti, no acepto eso,
siempre me ha valido por mí misma y ahora no será la excepción.
Suspira frustrado, si sé que soy terca, pero así soy siempre obtuve todo por mi cuenta y esta vez
no será diferente. —Bien, tú ganas, espeta pasándose una mano por rostro.
—Eres imposible ¿sabías? sonríe acercándose a mí para besarme y yo le correspondo.
—Ah por cierto, no me gusta la confianza que te tiene el doctorcito ese contigo.
—¡¡Dante!! Niego, tienes que calmarte no ha hecho nada —Que nada más lo intente a ver cómo le
va.
—Dante ¡¡Basta!! No puedes ir amenazando a la gente así. —Si quieren lo que es mío, sí.
¡¡Dios Dante!! Él sonríe, —Anda vamos de nuevo arriba, le pido el solo asiente con una sonrisa, nos
vamos a esperar noticias de Katy.
Me dormí en el hombro de Dante, el al parecer se mantuvo despierto, no lo sé, a la mañana una
enfermera llega dónde estamos y me dice que Katy ha despertado y ha preguntado por mí, yo voy
corriendo a verla. Entro lentamente a la habitación y la veo ahí y se me estruja el corazón.
—Hola Kathy ¿cómo estas, como te sientes? Me acerco a ella.
—Un poco cansada Paula, empieza a llorar, — No llores princesa le agarro la mano y le beso la
frente, todo estará bien princesa.
—No me dejes Paula, tengo mucho miedo, —No tengas miedo Katy aquí me quedare nada va a
pasarte ok, seca sus lagrimitas, le doy besos en su cabeza.
— ¿Adivina quién está ahí afuera? — ¿Quien?
—¡¡Dante!! Le brillaron sus ojitos al mencionar su nombre, — ¿De verdad Dante está aquí?
—Si se ha quedado toda la noche conmigo, ¿quieres que pase?
— Si por favor Paula, —Espérame un ratito.

60 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Salgo y Dante está hablando por teléfono, literalmente casi gritando, esta de espalda, no se percata
de mi presencia hasta que se da la vuelta de pronto y me mira, hablamos luego espeta y cuelga.
—¿Amor? Ay no me acostumbro a escuchar eso de sus labios, sonrío como boba y se me cae la
baba.
—Quiere verte. Contesto y él sonríe y a mí me encanta, asiente y entramos.
—Hola princesa, ¿cómo te sientes? Es lo primero que dice al entrar.
— ¡Dante! Viniste. —Si princesa claro que vine, deja un beso en la frente y yo me derrito con ese
gesto.
— ¿Dante, a ti te gusta Paula? suelta de repente y yo abro grande los ojos. ¡¡Katy!! La reprendo, Dante
gira a verme
—Me encanta. Confiesa y yo me derrito con eso.
— ¿Son novios? No digo yo, mientras que el contesta con un si al mismo tiempo, nos quedamos
mirándonos.
—¿Sí o no? Pregunta Kathy mirándonos a ambos.
—Bueno princesa veras, comienza a hablar, yo ya me considero su novio pero no se lo he pedido
formalmente, se acerca a mí y mis piernas comienzan a temblar al sujetarme las dos manos.
—Paula, aquí delante de tu hermana de testigo, quiero pedirte formalmente que seas mi novia.
¡Ay Jesucristo! Estoy a punto de desmayar, que alguien me agarre por favor.
—Di que sí Paula chilla Katy.
—Si Dante acepto, muevo mi cabeza repetidas veces. Katy aplaude emocionada y el me da un
suave beso, me observa con un brillo en los ojos que no se descifrar, dejando un suave beso en mi
frente.
—Amor debo atender un asunto en la empresa, asiento. — Está bien Dante.
—Pero volveré apenas termine ¿bien?
—No te preocupes Dante, niega. —Claro que si mi amor, vendré lo más pronto posible, muevo mi
cabeza en afirmación y luego se despide de Katy con un beso en la frente y asegurándole que va a
volver. —Vuelvo en un rato amor. Le hablo a mi hermana.
—Nena no quisiera irme de verdad, no quiero dejarte sola.
—Tienes que irte Dante estaremos bien. Se acerca a sujetarme de la cintura para dejar un
apasionado beso en mis labios que yo correspondo porque sus besos son mi debilidad.
—No quisiera irme Paula. ¡Dios! Susurra en mis labios, rozando levemente sus labios con los míos.
—Te amo. Vuelve a decir y me fascina, su voz, su olor, la forma posesiva que tiene de decirme que
soy suya, debería molestarme pero no lo hace, me gusta.
—Tienes que irte Dante, acaricio su rostro, debes atender tus asuntos ya tendremos tiempo de estar
juntos. —Tienes razón hermosa, ahora que ya somos novios, no me quiero despegar de ti ni un
momento. ¡Cielos! Novios, wow esa palabra no pensé que la escucharía.
—Nos vemos luego, se separa de mi a duras penas y se gira para marcharse y yo me quedo
suspirando, ¡Dios! ¿Me estaré enamorando de él? Ay no lo sé solo sé que ya no sé si poder vivir sin
él, creo que eso es amor ¿no? Vuelvo a entrar en la habitación de Kathy, comenzó su tratamiento con
los nuevos medicamentos, al pasar las horas la veo mucho mejor, incluso el doctor dijo que está
evolucionando, mejor de lo que esperaba, ella ya se levantó, comió con muchas ganas, incluso ya
quería irse a casa, pero no va ser posible ya que el doctor dejo claro que tendría que estar uno días
para completar su tratamiento.
— ¿Iras a descansar Paula? Me pregunta Kathy jugando con su celular, mientras que yo me
encuentro leyendo un libro sentada en el sofá de la habitación.
—No lo sé. Si es que vuelve Sara el probable aunque no me gustaría dejarte sola. Kathy deja a un
lado su teléfono y rueda los ojos.
—Si yo fuera tú, estaría con mi novio, mueve repetidas veces sus cejas y yo solo niego sonrojada.
—Deja de decir esas cosas Katherine, sonrío y ella suelta una carcajada.
—Estas sonrojada. Canturrea y yo muero de vergüenza. Dante es un buen hombre hermana, se nota
que te quiere. Suspiro no se en que acabara esto y no quiero que Kathy se haga ilusiones con Dante.
—Veremos qué pasa amor, no estamos conociendo. —Sí, Uhum, conociendo. Bromea y yo me
cubro el rostro.
En la tarde llega Sara nuevamente y me pide que me vaya a descansar.
—Está bien Sara me iré a dar una ducha, comer algo y regreso ¿bien?
—No Paula descansa un rato y vuelve para la noche, Kathy y yo estaremos bien, ¿verdad princesa?
Kathy sonríe moviendo la cabeza. —Está bien se me portan bien, Bromeo.
—Tu igual. Canturrea Sara y ríen a carcajadas con Katherine. —Nos vemos en unas horas
nuevamente.

61 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Decido llamar a Isa para comentarle todo lo que sucedió y Marcos para decirle que me ausentare
un par de días hasta que Katy salga de alta. Por suerte me dijo que no me preocupe. Espero no
quedarme sin trabajo a causa de esto, ahí estaré perdida.
Cuando voy saliendo encuentro al hombre que me quita el sueño que me vuelve loca, esta cambiado
tiene un pantalón negro con una camisa color vino tinto sin corbata y sin chaqueta, al verme sonríe y
me sonríe.
—Hola tú, me acerco a él.
—Hola amor, me regala un beso suave, ¿A dónde vas?
—Iré a casa a ducharme y a descansar un rato acaba de llegar Sara.
Asiente. — Vamos te llevo, salimos del hospital mientras el conduce en silencio, cada vez que estoy
cerca de él me siento nerviosa, este hombre me supera.
Lo miro de reojo mientras maneja, y es divino, es muy atractivo, me siento afortunada de que un
hombre como él se fije en mí, es perfecto tiene el rostro perfecto con esa barba que me vuelve loca,
sus facciones son tan varoniles, me muerdo el labio repasándolo desde las piernas llegando hasta su
cabello que me encanta como lo trae.
—No me mires así pequeña, o no respondo.
Yo solo me hago la inocente, no sé qué me pasa, yo no era así hasta que lo conocí, ni siquiera sabía
lo que era tener un novio, de pronto para el auto en la acera y me atrae a él, devorándome en un beso
como si dependiera de eso para seguir respirando.
Me besa con voracidad, como si quiera consumir todo de mí, gimo en sus labios y el gruñe al morder
su labio inferior.
—Nena, vamos, a tu casa, necesito hacerte mía una vez más. No me deja hablar porque vuelve a
devorarme la boca con hambre. Asiento débilmente, con mi corazón latiendo a mil por hora.
—Me volverás loco en cualquier momento Paula, en verdad, te deseo demasiado mi nena.
—Yo también te deseo Dante. Madre mía de donde saco el valor de decir eso. Sonríe de lado, de
esa forma tan encantadora que enloquecería a cualquiera, deja un dulce beso en mis labios para
soltarme y poner de nuevo el auto en marcha.
Capitulo 21. Visita inesperada.
Dante
Estoy como un puto adolescente, ésta mujer me dejo caliente y duro, solo quiero llegar para hacerla
mía como tanto lo deseo, la deseo como no se imagina, la miro de reojo no puedo despegar la vista
de ella es muy hermosa. Ésta mujer será mi perdición.
Visualizo su edificio al fin, estaciono y me bajo a toda prisa para poder abrirle la puerta, no dejo
que dé ni un solo paso cuando ya la tengo aprisionada contra el auto devorando su boca, ella no se
queda atrás y su respiración no es mejor que la mía, gime y yo gruño mordiendo su labio inferior para
que me de paso a su hermosa y deliciosa boca. Nos separamos a duras penas aunque niguno de los
dos quiere separarse.
—Vamos Dante subamos. Pide ansiosa no dudo un segundo mas para tomarla de la mano y subir
a su departamento de nuevo al cerrarse el ascensor le devoro la boca tocándole cada parte de su
cuerpo, por encima de la ropa, necesito estar dentro de ella.
Llegamos hasta la puerta, y ella busca la llave en su bolso nerviosa mientras yo le agarro de la cintura
y le devoro el cuello.
—¡¡Dante!! No puedo encontrar así mis llaves. Sonríe y siento como tiembla, aprieto sus pechos
y ella gime echando su cabeza hacia atrás recostándolo en mi pecho le giro el rostro para besarla.
—Mmm Dante—gime en mis labios. —Déjame buscar mis llaves.
Sonrío y me separo un poco aclarándome la garganta observando su hermoso culo, encuentra sus
llaves al fin y apenas abre la puerta la levanto agarrándola del culo y ella rodea sus piernas a mi
cintura, la pego a la pared más cercana, la beso de nuevo con ansias, bajo a su cuello y su aroma me
encanta, siempre la acompaña ese aroma tan suave y adictivo. Acaricio ese espectacular culo que
tiene, y me gano un gemido de su parte.
—Te deseo nena. Confieso, acariciando todo su cuerpo, sus piernas, sus hermosas sus curvas
llegando hasta sus redondos y perfectos pechos, tan suave y delicioso como el resto de su cuerpo.
—Hazme el amor Dante, te deseo... Mi nena está muy excitada, recorro pequeños pasos y me voy
hasta el sofá de su sala y la siento a horcajadas sobre mí, sus manos se pasea por mi cuello y mi nuca
atrayéndome hacia ella, esta tan ansiosa como yo.
Ella se mese sobre mi duro miembro y eso me enloquece, ¿dónde está mi Paula tímida? No
sé, pero esta otra versión de ella me gusta mucho.
Nuestros labios no se separan, solo damos pequeños respiros cuando nos falta el aire, pero es
lo más caliente que viví en mi vida, nunca tuve tanta necesidad de una mujer, Paula me insista a pecar
de mil formas posibles, ningún pensamiento decente tengo con ella en este momento, ni en
ningún otro.

62 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Tomo el dobladillo de su vestido, y la saco…
Sus manos se pasean por mi abdomen, ella desabrocha nerviosa los botones de mi camisa, la ayudo
a sacar porque toda mi ropa empieza a estorbar, y hace algo completamente inesperado para mí y me
deja completamente débil ante ella, lleva su mano a mi polla y lo masajea sobre la tela del pantalón.
Cierro los ojos apoyando mi cabeza en el sofá siento sus labios sobre mi cuello, chupa y muerde
de él, sé que dejará alguna marca pero no me importa, ella sabe que soy completamente suyo.
Sus bragas son de encajes en color negro, que se pierden entre sus nalgas, me fascina el color
negro resalta en su piel blanca y suave, llevo mi mano a su mojado coño lo palpo por encima de su
braga que ya está completamente húmeda.
De pronto se remueve de mis piernas bajándose, se para frente a mí y wow es realmente hermosa,
es preciosa, desnuda solo con su braguita y sus tacones es una verdadera Diosa, lleva sus manos a
las tiras de su bragas y se saca lentamente, mis ojos queman, la recorro con la mirada cada parte de
su piel, su pelo negro largo me vuelve loco, esos ojos verdes tan hipnotizantes, que me atraen cada
día más. Vuelve a sentarse sobre mis piernas abriendo las suyas a cada lado.
—No te imaginas lo que provocas en mi Paula, me vuelves loco. Jadeo excitado.
Sonríe tímida, pero a la vez en su mirada veo lujuria, deseo, ese deseo que nos quema a los
dos, la levanto un poco agarrándola de la cintura, me es tan fácil, tiene un cuerpo tan manejable, es
frágil pero hermosa a la vez, me saco el pantalón junto con el bóxer, lo dejo a mitad de mi pierna, sin
sacarme por completo. Nos volvemos a besar ambos desesperados, los gemidos no se hacen esperar.
—Ya no aguanto amor. Susurro en sus labios.
Sin esperar un segundo más, tomo mi miembro masajeándolo un poco la guio hasta su entrada
y entro en ella con fuerza, sin importarme mi tamaño, o lo apretada que esta, ella saca mi lado animal
y juro que no puedo contenerme.
¡Ah! Grita y gime extasiada ¡¡Dante!! Jadea y a mí me vuelve loco, me encanta ser yo quien la
haga gritar de placer y escuchar mi nombre es lo más excitante.
La empiezo a penetrar sin compasión, salgo y entro de ella, solo escuchamos el sonido de
nuestros cuerpos nuestras respiraciones aceleradas y los gemidos que se quedan ahogados en
nuestros labios.
Mi corazón late desbocado, mis sentidos están aniquilados haciendo que todo se centre en su
cuerpo, en entrar y salir de ella, en disfrutar de sus movimientos tan exquisitos.
Ella sube y baja sobre mi miembro como una jodida diosa, siento que voy a explotar entonces
la detengo, me mira sorprendida la beso suave y le sonrío.

—¿Tu habitación nena? se muerde el labio y me señala la habitación de atrás, la cargo sin sacar mi
miembro de su mojado coño, entramos y la acuesto en la cama, entro entre sus piernas y
empiezo envestirla como un loco, ella me vuelve loco.
Paula se encuentra sumida en placer, con los ojos cerrados, ¡Mírame Paula! Ordeno, ella abre
los ojos que están tan oscuros producto de la excitación, quiero que te corras conmigo amor.
Con los labios entre abiertos es mi jodida adicción, lleva las manos a los pechos y los aprieta y
ese fue el pase a la locura, un par de estocadas más y nos corremos los dos, un balbuceo de nuestros
nombres y un gruñido de parte de mi es lo que se escucha en la habitación.
Salgo de su interior y me acuesto a su lado y la atraigo hacia mí, la pego a mi cuerpo le beso la
frente, ella sonríe girándose a mirarme al rostro.
—Yo también te amo Dante…. Sonrío como un bobo, por sus palabras.
[0:55 a. m., 19/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: —Te amo mi amor te amo, reparto besos en
su rostro, apretándola a mí, es todo lo que necesito en mi vida.
Así nos quedamos un buen rato mimándonos en su cama, me hubiera encantado volver a
tenerla en mi cama, pero por el momento tengo que comprenderla, está pasando por una situación
muy difícil con su hermana y yo estoy aquí para apoyarla, para amarla y sostenerla cada vez que ella
necesite.
Sin darnos cuenta nos quedamos dormidos, después de unas horas despierta ella y comienza
a dejar besos en todo mi rostro, despierto sintiendo sus suaves caricias.
—Mmmmm, mi amor… susurro ronco sin abrir los ojos.
—Tengo que levantarme Dante, tengo mi pierna encima de ella y mi brazo la aprisiona fuerte
como si no quiera que escapara de mí.
—Necesito ir al baño, sonrío. Debo volver al hospital amor. Dios nunca pense que esa palabra
me alegraria tanto escucharla.
—Vamos nena, vamos a ducharnos. Contesto a duras penas, la verdad nunca había dormido
tan delicioso.
Entramos a la ducha, y entre risas y mimos terminamos haciendo el amor de nuevo, le he dado dos
orgasmos de seguido en la ducha.

63 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Primero ella sale de la ducha ya debemos volver al hospital junto a su hermana.
Termino de ducharme y salgo sin encontrarla en la habitación, escucho voces afuera, una de
ellas es de Paula ¿y la otra? Es la voz de un hombre. ¿Quién será?
Siguiente parte
Capitulo 22. Contrato acabado
Fue increíble hacer el amor con Dante, lo amo, y ya para que seguirlo negando, nos dormimos
unas horas, estaba muy cansada, debo volver al hospital a quedarme con Katy para que Sara venga
a descansar nuevamente.
Me visto, mientras que Dante sigue en la ducha, prepararé un poco de café para luego volver al
hospital, escucho que alguien toca la puerta ¿quién será? No será Isa, porque estará en el restaurante.
Me dirijo a la puerta para poder ver de quien se trata y al abrir veo a la persona que menos pensé
¡oh oh!
— ¿Iam? ¿Qué, que haces aquí? Estoy sorprendida y nerviosa a la vez, Iam verá a Dante aquí, no
sé qué pueda suceder, bueno vamos yo no tengo nada sentimental con Iam, es solo un contrato nada
más.
—Hola, preciosa, se acerca a dejar un beso en mi mejilla. —Fui a buscarte al restaurante, me
dijeron que no fuiste a trabajar porque tu hermana estaba enferma, vine para acá.
—Mmm si, Katy está en el hospital, ¿qué qué quieres Iam? Contesto un poco nerviosa.
[0:57 a. m., 19/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: —Verte preciosa y hablar contigo, ¿puedo
pasar? Emmm y cuando le iba a contestar aparece Dante con la toalla cubriendo la parte de abajo de
su cuerpo, con el torso desnudo y con otra toalla secándose el pelo.
— ¿Quién es amo? ... Sus palabras se quedan en el aire, se queda de piedra, Iam y Dante de frente
mirándose fijamente, el rostro de Iam es todo un poema, está más que sorprendido y Dante, frunce la
frente, luego eleva la comisura de su labio formándose una pequeña sonrisa.
— ¿Dante? ¿Qué haces aquí?
Dante se acerca a mí, estoy más pálida como si hubiera visto un fantasma, miro a Iam y su rostro
está totalmente desencajado, está más que enojado, lo puedo notar.
—Estoy con mi novia ¿no es obvio? ¿Y tú que haces aquí?
— ¿Tu novia? Me mira... ¿Cómo que tu novia? ¿Paula?, ¿me puedes explicar que sucede?
Antes de que pudiera hablar, Dante lo hace.— Yo te lo voy a explicar, Paula es mi novia, el contrato
que tienes con ella se cancela Iam, te devolveré el dinero que pagaste.
Iam no podía creer lo que escuchaba, de pronto sonríe, yo lo miro con una ceja levantada.
— ¿Desde cuándo me vez la cara de estúpido?
— ¿Perdón? Yo no te vi la cara de estúpido Iam.
— ¿Ah no? por qué no me dijiste que follabas con mi amigo, te pedí una oportunidad Paula y
aceptaste, eleva la voz. Dante me mira serio, ¿una oportunidad?, me pongo muy nerviosa, porque
carajos tuvo que decir eso.
—Si grito alterada, le dije que si porque estaba dolida cuando me dejaste plantada y creí que podía
olvidarte así Dante.
—¿Encima me pensabas usar Paula? me reclama Iam.
—Iam no pretendía nada, tú pagaste por mis servicios y nada más, yo en ningún momento te dije
que podíamos tener algo más, fuiste tú el que insistió con el tema de conquistarme.
—Servicios que ya no vas a tener Iam, contesta Dante. Iam se pasa la mano por el pelo, está
enojado, cabreado.
—Yo pensé que eras sincera conmigo, pero me equivoque.
—Y lo fui Iam desde un principio, perdóname si te hice creer otra cosa, Dante no decía nada solo
miraba a su amigo, sé que no le gusta esta situación, sé que es su mejor amigo, pero que puedo hacer
¡Dios!
—Ya veo. Es todo lo que contesta.
—Iam por favor. Se gira hacia Dante. —Ahora entiendo tus amenazas, pudiste haber sido sincero
conmigo, pensé que éramos amigos, fija la mirada nuevamente en mí
—Se acabó el contrato, puedes estar tranquila y no necesito que me devuelvas nada. Veo en su
mirada tristeza, y me siento fatal, aunque solo hay sido un contrato me siento mal por el.
Dante lo observa apenado tambien. —Perdón por interrumpir, sale dando un portazo, que me hizo
brincar del susto. Dante suspira frustrado pasándose la mano por el rostro
— ¡Carajo! es mi mejor amigo. Espeta apenado.
— Lo sé Dante y todo esto es mi culpa.
—No amor, no es así, más bien es mi culpa, por haberme enamorado de la mujer que le gustaba a mi
amigo.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Yo me sonrojo por su confesión, enamorado ¡¡Dios!! Que bien se siente escuchar eso, se acerca
a mí, sujetándome el rostro con ambas manos, y me besa, un beso suave y apasionado, como si en
ese beso me prometiera muchas cosas.
—Tienes que arreglar las cosas con Iam, Dante. Hablo despegándome de él.
—Lo sé amor, lo arreglaré, no creo que entienda fácilmente pero, lo arreglaré, te prometo. Nos
damos un beso suave, sigo con el trago amargo de lo que paso con Iam. A pesar de todo es un buen
hombre, un caballero.
Volvemos nuevamente al hospital en un completo silencio, sé que a Dante lo tiene mal lo que
sucedió con Iam, y me pongo en su lugar no sé qué sucedería si fuera mi caso con Isa por ejemplo.
Llegamos y antes de bajar me sujeta de la mano y me regala un dulce beso.
—Te amo nena, pega su frente a la mía. Quiero todo contigo amor y si digo todo es todo Paula, no
quiero juegos, no quiero mentiras. Asiento. —Lo mismo digo Dante, si hay mentiras entre nosotros
esto, señalo con el dedo a ambos, no va a funcionar.
Subimos a donde esta Katy, entro en su sala, y está durmiendo, al igual que Sara en el sofá que se
encuentra alado.
— ¡Sara! Le susurro bajito. —Ya llegue, ve a descansar, ella abre los ojos y sonríe. ¿qué tal esta
Katy?
—Bastante bien Paula, ha venido el Dr. me ha dicho que estará tres días aquí, y que de acuerdo
a como sifgue le dará de alta. Pero ya se encuentra súper bien.
—Qué suerte Sara, sé que mi princesa se va poner bien.
—Yo sé que si Paula, es una niña muy fuerte.
—Gracias Sara por todo, pero ya debes irte, asiente.
— ¿Y el guapo que dice ser tu novio? Sonrío muerta de vergüenza me he puesto roja como un
tomate, siento el rostro arder. —Si es mi novio, digo tímida.

—Ay gracias al cielo dice juntando sus manos al cielo, ya era hora
¡¡Sara!! reclamo riendo apenada. —Es que mi niña pensé que te quedarías a vestir santos.
—Qué cosas dices Sara, estaba esperando al indicado y ya.
—Está bien mi niña, ya me voy, deja un beso en mi mejilla, regresaré mañana Paula, asiento.
—-Gracias por todo Sara, nos vemos mañana. Salgo afuera y veo que Sara se despide de Dante,
acercándome lentamente a el.
—Hola.
—Hola amor. —Debes de ir a tu casa a descansar Dante.
—Me iré, pero más tarde nena ¿o acaso no me quieres a tu lado? Sonrío, claro que si le acaricio
el rostro, él cierra los ojos ante mi tacto, agarra mis manos y los besa primero uno después el otro.
Al rato llega Isa con Santiago.
—Amiga, corre a abrazarme.
—Isa... ¿Cómo están? ¿Cómo está Katy?
—Bien Isa, está dormida. Contesto cuando ella gira a observar a Dante. —Buenas Noches señor
De Luca
—Buenas noches señorita, Isa se gira y me hace un gesto divertido moviendo sus cejas, a lo que
yo quiero reír, y aprieto mis labios en una línea fina.
Dante saluda a Santiago, y creo que si se conocen también, porque hablan por un momento hasta
que Isa se aleja de mí y Santiago me saluda.
—Hola, hermosa.
—Hola, Santiago, gracias por venir, asiente.
—Nena, creo que ya es hora de irme.
—Está Bien, ¿nos vemos mañana?, asiente.
—Así es amor, vendré mañana, cualquier cosa no dudes en llamarme por favor ¿está bien?
—Si Dante, gracias, me muerdo el labio. Se acerca a mi oído lentamente. —Deja de provocarme,
porque me veré tentado a tomarte aquí mismo frente a todos, deja un beso rudo en mi boca mientras
que yo ahogo un gemido, Virgen Santísima este hombre con solo hablarme ya me moja las bragas,
deja un beso en mi coronilla antes de alejarse.
—Buenas Noches, se despide para marcharse. Isa me mira con los ojos abiertos y me sonríe.
—Amiga, chilla emocionada, mientras que Santiago se mantiene ajeno a lo que ocurre.
— ¿Tienes algo que contarme? Levanta una ceja a lo que yo rio... —Si amiga Dante y yo somos
novios.
— ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? no lo puedo creer. ¿ya lo perdonaste? —Si Isa lo hablamos,
creo que fue un malentendido y ayer me lo pidió, me ha dicho que me ama, mi amiga jadea
sorprendida.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Wow no lo esperaba el gran Dante De Luca, el soltero millonario y más codiciado del país,
enamorado de mi amiga.
—Ey tengo lo mío, le doy un golpecito en el hombro.
—Si no he dicho lo contrario amiga, eres hermosa y lo conquistaste.
—¿Y qué va a pasar con Iam? y le empiezo a relatar todo lo que paso, no puede creer que todo
eso haya pasado y que ella no estaba enterada, jadea indignada, y yo ruedo los ojos es demasiado
melodramática, me causa mucha risa. Hablamos un par de horas más hasta que se deciden a
marcharse, porque deben trabajar mañana.
Así paso la noche Isa se marchó con Santiago prometiendo volver mañana, fui a la sala de Katy,
despertó y estábamos conversando, hasta que le aplicaron su medicina y se volvió dormir, Dante me
escribió un par de mensajes, diciéndome que me ama, que lo vuelvo loco, lo hermosa que soy, y para
no salir de costumbre me dijo que soy suya, eso ya lo sabe y lo sé también.
Y así es, soy completamente suya, y no pongo objeción alguna respecto a eso.
Siguiente parte
Capitulo 23. ¿Problemas?
Dante
Hoy trataré de terminar los pendientes en la oficina, para ir al hospital a ver a Paula y a Katy, tengo
muchas ideas en mi mente ojala acepte, desde que la conocí mi mente no hace otra cosa que pensarla.
Tengo intenciones de hablar con Iam, solucionar nuestras diferencias pero no será hoy, no aquí
en la empresa, seguro ha de estar odiándome pero, no renunciaré al amor de Paula la amo, como
nunca amé en mi vida a ninguna mujer.
También tengo la intención de presentarle a mi familia, este fin de semana llega mi hermano y
aprovechando que estará toda la familia quiero hacer formal mi relación.
Mi mamá pegará el grito al cielo de felicidad al igual que Carolina mi hermana, froto mi rostro al
imaginar que hasta una boda de seguro planearán, ojalá mi nena no salga huyendo de mí después de
conocer a mi nada convencional familia. De mi papá no hay nada que decir, es el mejor tipo del mundo,
me ha enseñado tanto, tanto a mí como a mi hermano, todo lo que somos se lo debemos a ese hombre.
Tendré que hablar con mi madre al respecto, Giancarlo por su parte estoy seguro que no dejará de
molestarme a partir de ahora el muy idiota, que bien clavado esta con su asistente, Cloe y se hace el
imbécil, cuándo me coma el mandado tal vez se pondrá abusado. O al menos eso espero.
Entre pápele, reuniones, video conferencia con posibles inversionistas pasó el medio día sin
darme cuenta, ahora me dispongo a salir de la oficina para dirigirme al hospital a ver a mi pequeña,
juro que no pasa un segundo que no la extrañe, a pesar de estar ocupado y tener miles de cosas en
la cabeza, ella siempre está ahí ocupando la mayor parte de mis pensamientos. ¿será que a ella le
pasa lo mismo conmigo? Niego despidiéndome de Eva, quien muy amablemente se despide con una
sonrisa.
Primero paso por una florería, llevare flores para mi cuñadita, la verdad ya le he tomado cariño,
llego al hospital, subo a donde se encuentra internada y lo que veo me hierve la sangre, veo a Paula
hablando y sonriendo con el doctorcito ese, sin dudarlo me apresuro a llegar hasta ella.
Cuando voltea a verme sus ojitos se iluminan y guinda de mi cuello para plantearme un beso,
por supuesto yo no me quedo atrás y la sujeto de la cintura para corresponderle.
—Dante viniste, susurra en mis labios, pero como el maldito posesivo que soy la sujeto de la nuca y la
aprieto aún más.
—Hola amor, sonríe en mis labios, su sonrisa me enloquece, miro al doctorcito ese y su rostro me
da risa, está completamente sonrojado tratando de desviar la mirada hacia otro lado, sé de las
intenciones con mi novia, aahh pero ella tiene dueño y soy yo, que le quede bien claro y se vaya
haciendo la idea.
Con permiso dice de pronto y se retira, Paula asiente y gira de nuevo hacia mí encogiéndome de
hombros.
—Creo que esta celoso. Le guiño un ojo mientras que ella los pone en blanco.
— No es así Dante, es solo amable conmigo, Bufo.
— Ay hermosa eres tan ingenua– Acaricio su mejilla y ella cierra los ojos ante mi tacto.
— ¿Y mi cuñadita como está? — Muy bien Dante hoy ya le dan de alta.
— ¿De verdad? Me alegra mucho eso amor. La beso de nuevo – ¿Te he dicho que me encantan
tus labios?
Ella niega con la cabeza, — También me gusta tus besos amor.
Que bien se escucha de sus labios decirme amor, si eso soy su amor por supuesto que lo soy.
— ¿Esas flores son para mí? achica sus preciosos ojitos, con una pequeñita sonrisa.
—No amor, estas son para tu hermana, sonríe,
bien Dante te estás ganando puntos.

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—Gracias Dante por este detalle con ella, ahora más que nunca creo que necesita algo para
animarla.
—Lo sé hermosa, y nada más me complace en poder darle un poco de ánimos y sacarle una sonrisa.
Paula me observa con ternura.
— ¿Puedo pasar a verla? Asiente, Si pasemos.
—Mira princesa quien vino a verte. Habla Paula al entrar ambos a la habitación, mientras que
Katherine me recibe con una gran sonrisa.
—Dantee, viniste exclama feliz. —Por supuesto que vine, mira lo que te traje.
— ¿Son para mí? sus mejillas se ponen rosadas.
—Si princesa son para ti, bellas como tú. Confieso sincero, ganándome un claro sonrojo en sus
mejillas.
— ¿Sabes Dante que ya estoy bien y me darán de alta hoy?
—Sí así me contaron y justamente vine por ustedes para llevarlas a casa.
— ¿De verdad? —Así es princesa.
Paula me mira con mucha ternura, es obvio que adora a su hermana, es que es una niña
demasiado tierna y adorable, como no quererla.
Conduje hasta el departamento de Paula ya se hizo de noche y Katherine se había dormido en el
asiento trasero, es lógico que duerma mucho porque aún se encuentra débil. Al llegar la cargo en mis
brazos para subirla hasta el departamento, llevándola hasta su habitación acomodándola en la cama,
donde Paula le saca sus zapatos y la cubre con una manta, dejando un dulce beso en su frente. Salgo
primero de la habitación para esperarla en la sala, hasta que Paula llega junto a mi después de cerrar
la habitación de su hermana para dejarla descansar.
Estoy nervioso por todo lo que tengo que decirle ojalá acepte y que no me mande a la mierda y
me diga que voy demasiado rápido. Pero con ella lo quiero todo, rápido o no lo quiero todo con ella.
— ¿Ya se durmió profundamente? Paula asiente sentándose a mi lado. —Son los medicamentos
que la hacen dormir mucho, es normal me lo dijo el especialista. Asiento, sujetando sus manos.
—Hermosa tenemos que hablar.
Ella me observa asustada y sorprendida. —No te asustes amor no es nada malo, es solo que... no
sé cómo decirle me rascó la cabeza en clara señal de nerviosismo.
— ¿Dante que sucede? Aprieta levemente mis manos.
— Paula lo que tenemos ahora para mi es algo muy importante, te amo, eres la primera mujer de
quien me he enamorado, eres muy especial, y quiero tenerte siempre en mi vida, su rostro es un
poema, tiene los ojos muy abiertos, por su mente estará pasando mil cosas, supongo.
—Paula quiero llevarte a conocer a mi familia mañana. Confieso seguro, suelta mis manos y eso
no me gusta.
— ¿Qué? ¿Estás hablando en serio Dante? Parpadea repetidas veces. Mi corazón late muy
rápido, nunca me había sentido tan nervioso por la reacción de alguien.
—Si mi amor, nunca he hablado más en serio en mi vida como ahora, si vamos a estar en una
relación seria, quiero que todos te conozcan y sepas que eres la mujer que amo, mi mujer. Agrego.
—¡¡Vaya Dante!! Se queda mirando en un punto fijo, y eso me asusta. Acaricio su hombro y hago
que me mire nuevamente.
—¿Y si tu familia no me acepta Dante? es decir mírame, no soy nada, una simple mesera, que te
puedo ofrecer aparte de mi amor, agacha de nuevo la cabeza y a mí solo me provoca abrazarla.
—Nena y es todo lo que yo quiero de ti, tu amor es más que suficiente para mí. Es tan autentica que
me vuelve loco ¡¡ Amor!! Agarro su mentón y la hago mirarme
—Mi familia te va a adorar preciosa, créeme, ellos no son pretenciosos, al contrario mi mamá
siempre quiso que me busque una mujer así como tú, que no esté interesada en mi dinero, si no que
me ame como soy, con todos mis defectos y vaya que tengo muchos.
Ella sonríe, y vaya que su sonrisa ilumina todo en mí.
—Está bien Dante, acepto conocer a tu familia, aunque me da un miedo del carajo, se cubre la
boca por la groserías que acaba de decir y yo solo río. Déjame ver quién se queda con Katy y organizo
¿bien?
—Amor, de eso también quería hablarte, me mira nuevamente sorprendida frunciendo el ceño.
— ¿De qué Dante?
—Me gustaría ponerle una enfermera de tiempo completo a Katy, una profesional que se encargue de
ella exclusivamente, para que tu no estés tan preocupada por ella. Parpadea una y otra vez sin decir
nada.
—Mira Dante, yo no creo que pueda pagar una enfermera. Confiesa.
—Ya te he dicho que por el dinero no tienes que preocuparte.

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—Y yo ya te dije que no quiero aprovecharme de ti Dante, necesito sí, eso está claro, pero no me
aprovecharé de eso, ya te debo bastante por lo del tratamiento de Katy, por el hospital, y ahora deberte
por algo más, no me alcanzaría la vida para devolverte todo.
—Yo no necesito que me devuelvas nada, es poco o nada para mí, ¿para qué tengo dinero, si no
voy a gastarlo en algo o alguien que amo?
Suspira, — ¿No aceptarás un no por respuesta cierto? niego con mi cabeza
— uh uh no no, sé que ella no quiere aceptar mi ayuda, pero necesita y yo estoy encantado de
ayudarla y sacarle un poco de esa carga pesada que lleva hace tiempo sobre sus hombros. Es una
mujer increíble, a su corta edad hacerse cargo de una niña, dejando de lado su juventud, su vida es
digno de admirar.
—Te han dicho que eres el hombre más exasperante del planeta, suelto una carcajada, así es soy
Dante De Luca, consigo siempre lo que quiero.
—Mmm si nena me lo han dicho muchas veces, suelto una carcajada y me acerco a darle un
beso tierno.
—Está bien Dante. Sé que contigo o es negro o es blanco y discutir contigo sería como discutir
con la pared ¿Estoy en lo cierto? Afirmo varias veces sonriendo, bueno, salió mejor de lo que esperaba,
pensé que me gritaría mil cosas y me cerraría la puerta en la cara.
—Déjame a mi cargo mi amor yo lo resolveré para mañana ¿está bien?
—Ok Dante.
—Ahora solo quiero una cosa nena, se sonroja, y se muerde el labio, gesto que hace cuando está
nerviosa, y ¡Cielos! Como me provoca esta mujer.
— ¿Qué cosa Dante?
—Quiero tus besos Paula, es todo lo que quiero y deseo, viviría siempre solo de tus besos,
rápidamente la sujeto de la cintura y la siento a horcajadas sobre mí mientras nos fundimos en un
beso para nada suave, quiero consumir todo de ella, toco cuanto rastro de piel haya de ella.
La aprieto muy fuerte, con ella no puedo contener, ella gime sobre mis labios, nos falta aire más no la
suelto, no quiero soltarla, siento que sin sus besos no vivo, no respiro.
Meto mis manos debajo de su blusa, y su piel se eriza al instante, ¡¡Dante!! Gime bajito y a mí me
lleva al infinito y más allá. Mi erección empieza a doler por su encierro, ansío todo de ella y creo nunca
saciarme esta necesidad que tengo.
—Nena te deseo como no tienes idea, te necesito cada segundo de mi vida. Confieso sin despegar
mi boca de su cuello, con la voz totalmente ronca por la excitación.
Ella me acaricia el pecho y metiendo sus manos dentro de mi camisa, su tacto suave me
enloquece, me quema.
—¡Amor! Susurro, la cargo así como estamos y la llevo a su habitación, cierro la puerta de una
patada, y poniendo seguro, la bajo y la recuesto de frente sobre el mueble, mientras que su
impresionante culo me da la bienvenida, tiene una falda que le llega por encima de la rodilla, me
agacho y le beso el cuello, la oreja.
—Nena esto será rápido, no grites por favor que despertarás a tu hermana, ella jadea excitada, y
asiente mordiéndose el labio ,yo solo sonrío nervioso y necesitado mientras que ella esta nublada por
el deseo al igual que yo.
Me desabrocho el cinturón, bajo el cierre sacando mi erección más que dura y lista para entrar en su
apretado coño, levanto su falda, hago a un lado su tanga en color blanco que me fascina que en otra
ocasión lo detallaré minuciosamente como se pierde entre sus pliegues, pero ahora solo quiero
hundirme en ella.
La penetro de una estocada, ella arquea la espalda y gime gustosa, enrollo su hermosa cabello por
mi mano y la jalo un poco hacia atrás y la vuelvo a penetrar como loco, solo se escucha el sonido de
nuestros cuerpos chocándose uno con otro, nuestros fluidos mezclándose, se siente caliente y
delicioso, jadeo en su oído mientras que con la otra mano le cubro la boca para que no grite, solo se
escuchan sus gemidos ahogados.
Es tan delicioso estar en su interior, me fascina, es mi nuevo lugar favorito, la sigo penetrando una
y otra vez sin compasión, sé que quiere gritar y gemir pero no podemos.
De pronto siento su cuerpo tensarse, está a pasos de su orgasmo al igual que yo, unas cuantas
embestidas más y ella se deja ir, yo no espero un segundo más para correrme en su interior, la
sostengo fuerte para que no caiga sin salir de su interior.
Se recuesta completamente sobre el mueble, mientras que su hermosa cabellera le cubre el rostro-
¿Nena te sientes bien? ella no me habla y eso me asusta.
—Vaya que eso estuvo intenso señor De Luca, saco todo el aire que tenía retenido.
—Me asustaste amor pensé que te desmayaste por la sesión extra dura de sexo, empieza a reír a
carcajadas.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Estuvo increíble, deberías cogerme así más de seguido, ahora soy yo quien suelta una
carcajada, esta mujer me sorprende cada vez más.
Se levanta y da la vuelta es ella quien toma de mi cuello y me atrae hacia ella, besándome
apasionadamente le correspondo el beso con la misma intensidad.
—Te amo Dante.
—Y yo a ti mi amor. Eres mía, mi mujer Paula.
—Si, lo soy Dante tuya nada más.
Paula
Dante se ha ido, después de la sesión de sexo duro que me dio y vaya que fue duro, pero ¡¡cielos!!
Me encanto, no sé cómo puede gustarme eso, creo que ya me volveré una adicta al sexo, bueno con
este hombre quien no, y lo mejor es que es todo mío.
Es increíble y a la vez me asusta todo lo que está pasando, creo que vamos demasiado rápido,
pero que importa el tiempo, no hay tiempo ni momento para amar.
Conocer a su familia, no negaré que me gusta la idea, pero wow me aterra en verdad, son personas
de dinero, y yo, pues no soy nada, pero eso a Dante no le importa y me lo ha demostrado, solo espero
que su familia piense igual, no me gustaría que por culpa de su familia nos lleguemos a separar, no
imagino una vida sin él, a pesar de que nunca hay que aferrarse a nada ni a nadie porque todo en esta
vida es pasajero, en esta vida solo estamos de paso.
Por otro lado Dante se ha portado increíble conmigo y con Katy, mira que ponerle una enfermera
a Katy, eso es demasiado bueno para ser verdad, pero vamos estamos hablando de un hombre que
lo puede todo, no de balde tiene todo lo que tiene.
De pronto escucho que suena mi teléfono, lo tomo para ver de quién se trata, sonrío al ver que es
Isa.
—Hola amiga, ¿como estás y Katy cómo sigue?
—Bien amiga ya estamos en casa.
—Oh amiga perdona por no poder ir, hoy es que tuve que hacer doble turno en el restaurante, como
no estás, entonces te cubro.
—Oh amiga tranquila todo está bien y gracias por eso.
Hablamos un rato más, le cuento todo absolutamente todo sobre Dante, bueno no todo, no le
contaré sobre la sesión de sexo que nos damos, pero aparte de eso todo, Isa es mi mejor amiga, mi
hermana, la quiero mucho.
Corto la llamada, entro a la ducha para poder descansar plenamente, la verdad me siento plena
con ese hombre, y quien no, tener a ese semental como diría Isa, no es cualquier cosa.
Entro a la cama para dormir unas horas ya que mañana debo ir a trabajar ya es la media noche
cuando tocan mi puerta, ¿y eso, quien será a esta hora?
No es Isa, ¿será que Dante volvió por que se le olvido algo?
Me levanto nuevamente colocándome la bata, porque ya estoy en ropa de dormir y salgo a ver.
Abro la puerta un poco dudosa y no no es Dante es Iam y al parecer esta borracho, lo que me faltaba,
genial.
—Iam que hace.... no deja que termine pues se abalanza sobre mí, más bien sobre mi boca, me
besa desesperado, me muerde el labio y siento la sangre en mis labios, yo trato de apartarlo, huele a
alcohol y cigarrillo.
—¡Iam basta suéltame!, lo empujo con todas mis fuerzas hasta soltarme. ¿Qué te sucede? le grito, se
pasándose la mano por el pelo, a este Iam lo desconozco, siempre fue tan respetuoso conmigo, un
caballero, pero se que es producto de la bebida.
—Sucede que no soporto verte con Dante, eso pasa, saber que él te folla, te hace suya, y yo
muriéndome de ganas Paula, eso pasa. Levanta la voz.
—Ya te dije el otro día que termino Iam, no puedo darte lo que tú quieres, no puedo seguir con esto,
ríe y a mí me pone nerviosa, está muy tomado con los ojos rojos e hinchados, no me gusta el estado
en que se encuentra.
¡¡ Paula!! Grita de repente, mientras que doy un brinco del susto. Porque carajos tuviste que
meterte aquí y aquí señala su cabeza y luego el pecho.
—Yo, yo no sé qué decirte Iam...
—Tú no sabes nada Paula nada... —Te pido que te vayas de mi casa Iam.
— ¿Por qué? para que tu "novio" no se enoje, habla en forma irónica, lo cual me molesta.
—No Iam, porque es tarde para que estés gritando como loco aquí en mi casa y en el estado en el que
te encuentras. Niega una y otra vez con la cabeza, esta alterado, nervioso.
De repente siento hinchado mi labio, lo toco y me duele, aush intenta acercarse a mí, alargando
su mano.
—Hermosa perdóname, ¿te hice daño? intenta tocar mi labio y yo retrocedo.
—Vete Iam, vete. Pido el me observa dolido.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Me voy Paula, pero no descansaré hasta que tú seas mía, como debió ser desde un principio.
Yo me tenso, no me gusta la forma en la que dijo eso, su voz oscura y cargada de promesa.
—Adiós hermosa descansa, dicho eso se marcha dejándome con esta angustia.
¡¡ Dios!! Porque a mí. ¿No podía ser todo perfecto?
¡Ay Paula!, en que lío te metiste ahora. Espero que Dante nunca se entere de esto.
Capitulo 24. Caliente.
Dante
Desperté ansioso, sentir un montón de sensaciones es algo nuevo para mí, al pensar en Paula solo
me veo sonriendo como tonto, pero es que saber que me ama y que es mía me hace sentir pleno, hoy
la llevaré a casa de mis padres, es la primera vez que les presentaré una mujer, a mis 35 años nunca
lo he hecho.
Me levanto y antes de ducharme bajo al gimnasio que tengo dentro del departamento, luego iré a
ver a Paula, quisiera almorzar con ella hoy no creo aguante hasta la noche sin verla.
Y más después de lo que paso anoche, me encanto, verla ahí a mi merced, ¡¡cielos!! Solo de
recordar lo que hicimos anoche la forma tan sublime en la que se entregó, comienza a causar una
dolorosa erección.
Sé que está nerviosa por conocer a mi familia, lo noté ayer después de lo que hablamos, tiene sus
dudas y es lógico, pero ellos la harán sentir parte de la familia, les va a encantar a todos estoy seguro
de eso en especial a mi querida madre.
Después de un intenso entrenamiento para descargar tanto estrés y darme una larga y placentera
ducha, pido a Jorge que me lleve al restaurante, quiero sorprenderla, compre unos chocolates
deliciosos que se le encantaran y quisiera disfrutarlo con ella, a pesar de que solo quiero disfrutar de
su cuerpo, que es delicioso, Es tan hermosa, tan perfecta con ese cuerpo menudito que me lleva al
cielo. Suspiro frotándome el rostro, quien podría imaginar que el gran Dante De Luca estaría
enamorado. Hasta yo no me lo puedo creer.
Le envió un mensaje avisándole estoy afuera esperándola, sé que ya es hora de su almuerzo, ojalá
pudiera convencerla de que deje este trabajo, pero sé que no lo voy a conseguir es tan testaruda ya
lo comprobé, hay ciertas cosas que no podré cambiar tratándose de ella.
La veo salir, pero esta con la cabeza agachada, arrugo el ceño, se acerca lentamente,
definitivamente algo le sucede, solo levanta un poco la cabeza evitando mirarme a la cara.
—Hola amor.
—Hola, susurra despacio.
Levanto su mentón, y la observo fijamente, ¿Que te ocurrió en el labio? Pregunto alterado. No me
contesta.
—¡Paula! Bramo un poco molesto, la idea de que alguien pudo hacerle daño me hierve la sangre.
—Na nada. Tartamudea. Es una pésima mentirosa.
— O me dices que ocurrió o lo averiguaré por mi cuenta Paula. Advierto...— Y créeme será peor.
—Está bien te lo diré, pero prométeme que no te alteraras por favor.
—No puedo prometerte nada Paula, cuando se trata de tí, no puedo prometerte nada. Confieso ya
alterado.
—Dante por favor, no sucedió nada, solo... —¿Solo qué?
—Solo que ayer cuando tú te fuiste Iam se fue a mi casa, escuchar el nombre de Iam, me altera de
una manera que ni se imagina.
— ¿Que te hizo? Silencio. — ¿Paula que carajos sucedió?
—Llego un poco ebrio y me beso a la fuerza, pero no pasó nada Dante, luego se fue.
Ya no la escuche más, juro que ya no quería escuchar, me di la vuelta dejándola ahí porque es con
otra persona quién debo ajustar cuenta, salí de ahí, estaba alterado, furioso, le pedí que se alejara de
ella, juro que no me interesa si se trata de mi amigo. Paula es solo mía, nadie le puede poner un solo
puto dedo encima.
¡Dante! Escuchaba el grito de Paula, mas no me detuve... —Jorge a casa de Iam ahora.
Espeto enojado, furioso.
En menos de quince minutos llegamos a su edificio, no dejo que Jorge estacione bien cuando me
lanzo de la camioneta para adentrarme en el edificio, mi mente esta nublada por la rabia, solo quiero
partirle la cara por imbécil. Si no entiende por las buenas, será por las malas entonces.
Golpeo su puerta furioso, apenas abre la puerta me voy encima de él, lanzando un puño,
golpeando su rostro, sin importarme nada.
¡Qué carajo! no dejo que reaccione me abalanzo nuevamente sobre él, él me responde de la misma
manera. Comenzamos una pelea. ¡Genial! Nunca he peleado con mi mejor amigo.
Iam me golpea en mi estómago, causándole un fuerte dolor, cuando intento ir nuevamente sobre
él para devolverle el golpe aparece Jorge con otros dos de mis hombres.

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—Señor cálmese por favor. Jorge me sujeta y también sujetan a Iam del brazo. Ambos tenemos el
rostro golpeado.
—Déjame partirle la cara a este imbécil.
— ¿Qué coño te sucede Dante? grita Iam furioso.
—Eres un hijo de Puta, te dije que te alejaras de Paula, y en lugar de eso vas a querer pasarte de
listo con ella. Su cara denota mucha molestia.
—Y yo te deje en claro que no me alejaría de ella Dante, ella es mía, cuando dijo eso intenté
zafarme para volver a golpearlo, pero Jorge me detuvo.
—Iam, me importa una mierda que seas mi amigo y si quieres seguir manteniendo nuestra relación
laboral, es mejor que te alejes de una puta vez.
— ¿Me estas amenazando? pregunta molesto.
—No Iam, es una advertencia, la próxima ya no serán solo golpes.
Dicho eso, me zafo sacudiéndome, me ajusto la chaqueta y doy vuelta para salir de ahí, Jorge y
mis guardias vienen detrás. Bajo a pasos apresurados nuevamente para dirigirme a la camioneta.
Al subir Jorge me observa a través del retrovisor, negando.
—No quiero reproches, advierto
—Señor, el joven Iam es su amigo, no debería pelear con él.
—Jorge, no permitiré que nadie me robe a mi mujer, ella es mía.
—Lo sé, nunca lo había visto así por ninguna mujer, sonrío. — Así es Jorge esa mujer llego para
poner mi mundo de cabeza.
—Anda llévame a casa, luego iremos a buscarla nuevamente.
Asiente y pone en marcha el auto, me recuesto en el asiento suspirando, ¡Dios! Como ha cambiado
mi mundo desde que Paula apareció. Donde estuviste nena todo este tiempo.
Paula
Isa estoy nerviosa. Camino de un lugar a otro en la cocina, no puedo mantener mis pies quietos.
—Cálmate mujer ¿qué sucedió?, estás demasiado alterada.
—Es Dante, ha venido, y le tuve que decir la verdad de lo que sucedió anoche.
—¡¡ Ay madre mía!! Dice Isa tocándose la frente.
—Lo sé, lo sé
— ¿Y? ¿que sucedió?
—Dante se fue furioso, estoy segura que fue a buscar a Iam, me estoy por acabar las uñas, muero
de nervios ojalá no haya sucedido nada, no me perdonaría si sucede algo por mi culpa, ya de por sí
me siento fatal con todo este lío con Iam. ¿En que momento mi vida se complicó tanto?
— No le hubiera dicho la verdad, hubiera dicho no sé, que me he caído, por culpa del gato o
algo. Isa empieza a reír a carcajadas. —Ay ¿de qué te ríes? Yo muriéndome y ella riendo.
-Tú no tienes gato Paula, Empiezo a reír también.
—Lo sé, no sé pero tenía que haberle dicho otra cosa.
—Tranquila amiga si no pasará nada, solo que estos dos machotes se agarraran a golpes.
— ¿Qué? Isa estás loca, ay no por favor que nos sea así...Estoy dando vueltas en un lugar hace
media hora.
—Mujer deja de dar vueltas, me estas mareando y dejarás un hoyo en el restaurante de Marcos.
Ríe sin parar.
—Ven vamos a trabajar, que hoy tienes una cena con tus suegros. a Isa, más nerviosa todavía-
—Isa creo desmayar, suelta una carcajada.
—No no desmayaras vamos a trabajar, me da un beso en la mejilla.
—Todo saldrá bien, ya veras, tu tranquila que yo nerviosa. Rio por su ocurrencia, mi rubia que
haría sin ti. —Lo sé, soy única, niego riendo, es imposible.
Cayó la noche, son las 7 pm, salgo del restaurante, y está ahí, tan guapo como siempre, mi
novio, corro literalmente junto a él y lo abrazo. Lo extrañe mucho aparte de estar preocupada el resto
de la tarde por él.
— Mi amor, deja un beso en mi cabeza, para luego pasar a mis labios, y ¿ahora el también tiene
el labio partido? solo que el de él se ve peor.
— ¿Dante que te sucedió? Ajuste de cuentas. Lo miro seria levantando una ceja.
— ¿De verdad Dante? ¿Hiciste lo que creo que hiciste? Se encoge de hombros, ¿Por qué hiciste
eso? Pregunto molesta.
—Tenía que dejarle claro quién es tu dueño, me agarra de la cintura y me pega a su fornido cuerpo,
Ay madrecita ya se puso caliente el ambiente, ¡¡Jesús!! Es que nunca dejará de afectarme este
hombre.
—Dante, no puedes ir por la vida golpeando a todo el mundo.
— Cuando se meten contigo si. Ruedo los ojos. —Eres imposible.

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—Amor vamos necesito cambiarme para la cena. Mmmmm de eso quería hablarte, Amor lo
dejaremos para mañana, llamé a mi madre para avisarle, le dije que estabas indispuesta.
— ¿Y por qué hiciste eso Dante?
— ¿No es obvio? Levanto una ceja.
—Esto, señala su boca y la mía. Proceso por un instante y caigo, Ohh ya lo entiendo, le digo
sonriendo.
—Pensarán que nos agarramos a golpes, suelto una carcajada y él hace lo mismo.
¡¡ Dios es tan hermoso!! Basta Paula.
Me acerco a él, apoyando ambas manos sobre su pecho, acariciándolo por encima de su suave
y delicada camisa. —O pensarán que tuvimos una noche intensa amor. Dante suelta una tremenda
carcajada. —Paula, Paula que haré contigo amor. — ¿Dante?
— ¿Qué amor? cuando me dice amor, me vuelvo nada, este hombre me tiene y me puede de
mil formas.
Me muerdo el labio nerviosa, mientras que el solo observa mis labios, llevando una de sus manos
para delinearlos suavemente.
—¿Te quedas conmigo hoy? Sonríe de lado, esa sonrisa me provoca demasiado.
Me aprieta de nuevo a su cuerpo con una mirada oscura y lujuriosa. ¿Y qué haremos amor si
me quedo contigo?
—Haremos todo lo que tú quieras Dante, todo lo que se te ocurra. Muevo mis cejas repetidas veces.
Se carcajea echando la cabeza hacia atrás, mis pezones se han puesto duro, erizándome la piel.
— Nena eso es excitante. Tengo tantas cosas en mente, vamos amor no perdamos el tiempo,
necesito estar contigo en privado. Trago grueso, su voz a cambiado a una más ronca. Me abre la
puerta del auto permitiéndome subir. Dando una ligera palmada a mi trasero.
—¡Dante! Exclamo y escucho que gruñe en respuesta. Se adentra a mi lado. —Tu me provocas
nena.
—¿Yo? Le hago la inocente jugueteando con su camisa, me atrae sentándome sobre su pierna,
nos miramos fijamente, sus ojos son dos esferas grises que me fascina, tiene tantas emociones, no
necesita decirme nada, con la mirada lo dice todo.
—Primero llevaremos pizza ¿Te gusta la idea? Habla intentando calmar esa tensión que se forma
cada vez que estamos juntos.
— Si Dante me gusta mucho. Confieso dejando un suave beso en sus labios, me quiero alejar
pero él me aprieta la nuca para profundizar el beso. Sin querer separarnos lo hacemos al no poder
respirar por falta de aire.
—Mira nena te traje algo. — ¿Qué es?
Me entrega una caja de chocolates, y estoy como niña chiquita con un regalo nuevo.
—Ay Dante ¿son para mí?
— No, es para Jorge pero no quiso y te lo doy a ti, lo golpeo en el brazo.
— Vaya Paula, sí que pegas fuertes. —Que chistosito señor De Luca. Achico mis ojos.
Escucho a Jorge reír bajito, lo miro achicando mis ojos, y carraspea poniéndose muy serio
manteniendo la vista al frente.
—Gracias amor, me encanta el chocolate, pero creo que mi niña glosita me la va a robar toda.
—Oh lo había olvidado amor, le hubiera traído otro, será la próxima.

Llegamos a casa después de un momento, llevamos pizza para la cena Katy estaba encantada con
Dante, le pidió que se quede incluso a dormir, a lo que el sonríe, porque ya era un hecho que se
quedaría está noche. Si aha dormir Paula, a dormir, cállate subconsciente, por supuesto que solo
dormir, Naaa a quien quiero engañar, con este papacito en mi cama semi desnudo, como podría
dormir, ya me dio calor madre mía.
Después de reír, contar algunos chistes e historias Kathy estaba agotada, había hablado tanto
con Dante mientras yo solo los observaba. La llevo a su habitación para que se acueste a dormir, le
doy sus medicinas, deposito un beso en su frente para luego salir cerrando su puerta.
Me dirijo a la sala pero Dante no está, Mmm que raro, voy a mi habitación pensando que podría
estar ahí y no estaba equivocada, lo encuentro sentada en mi cama.
—¿Qué haces aquí? Pregunto acercándome a él.
Me palmea la pierna. —Ven aquí amor, yo muy obediente, mis pies se mandan solita, me acerco
a él y trato de sentarme en una pierna, pero él hace girarme hasta quedar sentada a horcajadas sobre
él, siento su duro miembro debajo de mí, soltando un gemido involuntario.
Nos besamos, apasionadamente, sin importarnos la cortadura que ambos tenemos en los labios, duele
pero que importa.
Comienzo a desprender su camisa lentamente con su ayuda, él hace lo mismo con mi blusa, me
besa el cuello, baja a mis pechos, me acaricia con ambas manos la espalda, hasta llegar al broche de

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mi brasier, lo desprende y mis pechos saltan a la vista, sus ojos se oscurecen, y mis pezones se ponen
duro solo con el roce de sus dedos y su mirada tan profunda puestas en ellos.
—Eres tan hermosa Paula, y eres completamente mía.
—Si tuya Dante.
No duda en llevarlo a la boca, lo chupa, lame, luego pasa al otro, y yo gimo este hombre va a
matarme lo juro.
En un rápido movimiento me tira a la cama, me jala de ambas piernas hasta quedar en la orilla,
está siendo bruto, y encuentro que eso me gusta, que me pasa, como puede gustarme eso.
Me saca el pantalón y las bragas, cierro mi pierna automáticamente porque se lo que pretende
haber.
—Dante necesito darme un baño. Mientras que él está ahí parado mirándome fijamente sonriendo
de lado, con esa sonrisa malditamente sexy. Así está perfecto Paula, no necesitas nada.
Se arrodilla entre mis piernas, nuestras miradas siguen conectadas. Hasta que siento su lengua
rozar mi sexo, me estremezco por la sensación tan deliciosa y placentera.
Lame y chupa como un completo experto, sabe lo que hace, sabe cómo llevarme a la locura, no
contengo mis gemidos, con el es imposible, me vuelve loca.
—Dante, voy a correrme. Confieso.
— ¡Hazlo amor ! córrete en mi boca, te quiero solo para mí. Se despega de mi boca para hablar
para luego volver a su delicioso trabajo. Yo ya no lo resisto más me dejo llevar por el orgasmo, exploto
en un universo inimaginable de sensaciones.
Todavía sigo perdida en el placer, abro lentamente los ojos y lo veo parado sonriendo de lado,
ay Dios como lo amo.
¡Delicioso! Exclama sin borrar la sonrisa, me sonrojo más de lo que ya estoy, lentamente
comienza desabrochar el cinturón sacándose el pantalón junto con el bóxer, está completamente
desnudo, y su cuerpo es magnífico; cielos y es todo mío.
Apoya su gran cuerpo sobre mí uniendo nuestros labios, sus besos son rudos, posesivos, me prenden
me enloquecen. Siento mi sabor en su boca, pero igual me gusta.
—Eres hermosa Paula, toda tú eres perfecta y me vuelves loco. Al decir eso se introduce de una
sola estocada, que me hace arquear la espalda.
Gimo por la rudeza que emplea en sus penetraciones sus embestidas eran rápidas, fuertes,
respirábamos agitados, excitados, no podíamos dejar de besarnos, en ningún momento bajo la
intensidad de sus embestida, yo no quería que lo hiciera, siento que me parte en dos, ya mañana
sufriré las consecuencias.
—Di que eres mía Paula. Ordena con esa voz tan sexy, tan sensual como nadie.
—Dilo. Me vuelve a ordenar, y me encanta cuanto me ordena y saca su lado posesivo.
—Soy tuya Dante, completamente tuya amor. Contesto y eso lo provoca aún más, en lugar de
parar aumenta sus embestidas.
En un rápido movimiento, me pone en la cama en cuatro y me penetra, sale completamente y
vuelve a entrar, repito este hombre sabe hacer su trabajo.
Enrolla mi cabello en su mano y me arquea la espalada, me he dado cuenta que eso le fascina.
¡Córrete amor! Córrete para mí. Pide suplicando, como si se estuviera conteniendo todo lo que
pide.
Yo ya no lo aguanto, y como si fuera una orden me dejo ir en un glorioso orgasmo, unas cuantas
embestidas más y también se corre en un gruñido animal.
—Nena eso estuvo increíble.
— Si Dante, nuestra respiración es un desastre, mi pecho sube y baja al igual que él, mientras
ambos nos encontramos tirados en la cama uno alado de otro.
—Ahora llévame al baño necesito una ducha urgente. Suelta una ronca carcajada, y me volví a
excitar.
¡Dios Paula! Este hombre te pone insaciable. Me cargó en sus brazos como a una princesa
metiéndole al baño, en la tina volvimos a hacer el amor, a follar a coger, ya no se lo que es pero este
hombre me descontrola.
Terminamos de ducharnos para volver. Ala habitación y adentrarnos a la cama. Es la primera vez que
un hombre dormirá en mi cama, pero es el hombre que amo y quisiera dormir toda la vida con él.
—Buenas Noches amor. Deja un beso en mis labios, cierro mis ojos disfrutando de ese beso con
sabor a cielo.
—Buenas Noches amor. Susurro acomodándome en su pecho, Dante me cubre con la sábana,
abrazándome y susurrando cuanto me ama.
Siguiente parte
Capitulo 25. En aprietos.
Dante

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Despertar con Paula en mis brazos es lo mejor, hace mucho no me sentía tan bien, nunca he
amanecido con ninguna mujer, por las noches era sexo en algún hotel, y luego cada uno a su casa,
nunca lleve mujer a mi casa y mucho menos a mi cama, a la única que tuve en mi cama es a Paula, y
la quiero durmiendo conmigo cada noche.
Hoy la llevaré a conocer a mi familia, todos están emocionados especialmente mi madre, cuando
le mencioné sobre eso, creo que se puso a saltar de la felicidad, también cité a la enfermera que se
encargará de cuidar a mi cuñadita para que Paula esté tranquila cuando salga a trabajar o se quede
conmigo. Sé que su mayor preocupación es su hermana y aliviarle un poco esa carga pesada no está
mal.
Kathy está muy emocionada, al comentarle que tendría su propia enfermera, brincó de la emoción,
la enfermera es la señorita Ruso, es muy buena amiga de mi hermana y sé que estaba necesitando
trabajo así que cuando Carolina me hablo de ella, al instante sabia donde la emplearía, y ella por
supuesto acepto con gusto el trabajo.
Hablamos los tres, desde hoy se instala aquí, su departamento no es muy grande pero se acomodaran
bien, si fuera por mí ya se mudaban a un departamento en mi edificio, pero cuando le dije eso a Paula
casi me lanza el vaso que tenía en la mano.
Es una fiera cuando la saco de sus casillas, me encanta ponerla nerviosa, verle sonrojada me
fascina. Solo la molesto de vez en cuando para verla enojada y luego poder hacer las paces con ella.
Ahora estoy en mi departamento, vine a ducharme un momento y a cambiarme para ir con Paula,
a la casa de mis padres, pasaremos la mañana ahí y mi madre ha preparado un almuerzo, me he
puesto unos pantalones azules oscuros casuales, con una remera gris con cuello y salgo en buscar a
mi novia.
Al llegar a su edificio ella ya me está esperando, está bastante nerviosa, ¿que como lo sé? pues
desde que llegué no se ha dejado de morder los labios, eso solo lo hace cuando está nerviosa, y con
una mierda es lo más excitante que puede haber.
Tiene puesto un vestido en color verde musgo, sin mangas y con un pequeño escote, por encima
de la rodilla delineando todas sus curvas, está demasiado hermosa, tiene unas piernas largas blancas
hermosas, lleva el pelo suelto, y juro que es la mujer más hermosa que conocí en mi vida. Me tiene
loco, mal muy mal, la amo en verdad.
Desde que la ví con ese vestido, solo quise arrancarle, llevarle en mi casa y cogerla, hasta saciarme
de ella, aunque no creo que eso suceda jamás, bueno ya habrá tiempo de eso cuando nos casemos.
¿Que he dicho? ¿he dicho casemos? Dante, estás realmente mal, si alguien hace un mes atrás
me hubiera dicho que estaría así por una mujer, me hubiera reído en su cara, pero no, aquí estoy
conduciendo alado de mi mujer.
Siento su mirada todo el tiempo, pues yo también lo hago, miro sus piernas, sus pechos detallo
casa parte de su cuerpo.
—Paula esta hermosa mi amor. Se muerde el labio automáticamente sonrojándose hasta su
pecho...
—Tu también estás muy guapo amor. Sonrío me encanta que me diga amor, entrelazamos
nuestras manos, hasta llegar a nuestro destino.
Llegamos y se abren unos portones grandes, Paula observa en todos lados, todo le es fascinante
puedo notarlo porque sus ojitos le brillan cuando algo le gusta mucho.
—Que hermoso jardín. Susurra, pero logro escucharla.
— ¿te gusta?
—Si me encanta las flores, tomo nota mental, le gustan los jardines con flores. ¿Tomo nota mental?
suspiro ¡Dios! Estoy perdido.
Estaciono el coche, me bajo y me apresuro a abrirle la puerta, ella baja, y sigue mirando
asombrada, la casa de mis padres es muy hermosa en verdad.
Nos acercamos a la entrada, y es mi madre quien sale a recibirnos.
—Madre ella es Paula, mi novia
Mi madre me da un beso y un abrazo, luego se vuelve hacia Paula.
—Mucho gusto señora, encantada de conocerla. Mi nena le extiende la mano, mi madre la observa
de pies a cabeza, y no toma la mano de Paula, si no que la abraza, Paula se queda sorprendida, si así
es mi madre y sabía que la adoraría.
—El gusto es mío cariño, bienvenida a la familia, eres mucho más hermosa de lo que mi hijo me
ha dicho. Ella se sonroja... — Muchas gracias señora, es muy amable.
—Nada de Señora, dime Catalina, o Cata por favor.
—Está bien Catalina.
—Ay pero entremos por favor, no nos quedemos aquí afuera, pasen pasen.
Una efusiva Calorina baja, cuando nos ve que entramos, se lanza en los brazos de Paula, si
así es en los brazos de Paula, como si la conociera de años. —Cuñadita por fin te conozco, aahh vaya

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ERES MI ADICCION LEYVA
ya sé por qué trae loco a mi hermano, eres muy hermosa, no como las modelos porno a que está
acostumbrado.
—Carolina, le reprendo.
— ¿Que? ¿A poco me va a negar que no es así?
Paula, solo ríe... —Perdón soy Carolina, tu cuñada y hermana de este tarado.
—Mucho gusto Carolina, el gusto es mía guapa, por fin tendré una hermana.
Ahora si hermanito saluda a tu hermana como corresponde, se lanza a mis brazos.
— Hola enana- rueda los ojos- odia que la llame así.
—Vaya vaya vaya, así que tú eres la famosa Paula, que le tiene bien tarado a mi hermano.— dice el
imbécil de Giancarlo.
—Serás imbécil.— Se acerca y nos damos un fuerte abrazo. —¿cómo estas, cuando llegaste?
—Ayer por la noche no podía perderme por nada del mundo esto, verte agarrado de las bolas.—
se carcajea, y luego se dirige a mi hermosa Paula, quien mira todo esto complacida.— ¿Así que tú
eres la novia de Dante.?
—Hola, si mucho gusto. —El gusto es mío hermosa, y le besa el torso de la mano, carraspeo, y
jalo la mano de Paula.— Deja de coquetearle a mi novia.
Se carcajea.— Vaya nos salió celosito el señor Dante. —Deja de molestar a tu hermano Gian.— dice
papa detrás.
— Hola Papa, le doy un fuerte abrazo, me da un beso en la cabeza
— ¿Cómo estas hijo?
—Bien papa. — Bueno ahora apártate y déjame ver a esta hermosa jovencita, que tiene
cautivados a todos. Paula se sonroja como nunca por las palabras de mi padre.
—Mucho gusto señor De Luca, soy Paula Ricci.
—Encantado de conocerte jovencita, bienvenida a la familia le vuelve a decir mi padre y la recibe
con un fuerte abrazo a lo que ella responde a su saludo.
—Bueno, ya que estamos todos pasemos a la mesa.—dice mi madre, todos asentimos, mientras
todos van al comedor, yo abrazo a Paula y le doy un beso.
—Que tal estuve?— Está muy nerviosa.
— Excelente amor, ya los tienes a todos comiendo de la mano, le guiño un ojo, ella sonríe y me pega
en el brazo. —Vamos amor pasemos al comedor. Le beso la frente y nos reunimos con mi familia en
la mesa.
Giancarlo no deja de mirarla, y eso ya me está incomodando, nunca pensé que sentiría celos hasta
de mi hermano. Me mira y niego con la cabeza mientras que el sonríe, sé que lo hace solo por molestar,
porque sé que el está enamorado, lo puedo ver en sus ojos, tiene algo distinto.
—Querida, espero que vengas muy a menudo a la casa, ya que a partir de ahora eres una más
de la familia, habla mi madre.
—Si señora Catalina, vendré a visitarlos cada vez que pueda, y me mira; asiento.
—Y cada vez que mi hermano te deje respirar, bromea Carolina, a lo que ruedo los ojos, y ella
ríe.
—Y qué hay de tu familia hija. Ahora era mi padre quien le hablaba a Paula.
—Bueno, mi madre murió hace 5 años y mi padre, pues, nos abandonó cuando yo era aun
una niña; sé que le cuesta hablar del tema.
—Oh entiendo, ¿y tienes hermanos?
—Sí, tengo una hermana menor. Contesta Paula. — Ella es la niña que Katia cuidara papa
contesta Carolina. Yo asiento. —Asi es papa, su hermana esta enferma. Agrego.
—Ya veo. Contesta mi padre apenado.
—Bueno bueno hablemos de otra cosa dice mi madre, asentimos todos, solo que mi nena quedo un
poco bajoneada, si no estuviéramos frente a toda mi familia la abrasaría y la llenaría de besos. Sé
cuánto le afecta hablar de su familia.
—Por ejemplo cuando se van a casar o darme nietos, justo cuando mi madre dijo eso, Paula se
atraganto con el jugo que estaba bebiendo, empezó a toser a lo que todos nos levantamos para
auxiliarla.
— ¿Niña estas bien? Pregunta mi madre. —Si si dice en un susurro luego de que se recuperara,
sabía que mi madre diría algo así.
—Perdónenme por favor. Paula se disculpa apenada.
— Tranquila cariño no pasa nada, le contesta mi madre y ríe.
—¡Madre por favor! le doy una mirada, ella levanta ambas manos. —Ya no digo nada. Contesta
riendo Giancarlo y Carolina también empiezan a reír.
Solo niego y me vuelvo a sentar en la mesa, después de que Paula ya estuviera mejor, pero aun
sonrojada, sujeto su mano encima de su regazo y ella me regala un leve apretón.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Seguimos con pláticas y preguntas hasta que ya era hora de irnos, Paula de seguro está cansada,
más por lo de anoche, Dante no vayas por ahí o tendrás serios problemas en tus pantalones y tu
familia lo notara. Salimos de casa, prometiendo que volveríamos a reunirnos en otra ocasión.
¡Dante! Me llama Giancarlo, ¿estarás ésta noche en tu casa para poder conversar de algunas
cosas? Asiento, así es, —Dejo a Paula en su casa y ya voy al departamento.
—Bien, nos vemos en algunas horas.
—Paula, un gusto conocerte, besa sus mejillas y ella se sonroja. Me doy cuenta que Gian le pareció
atractivo.
Ya le enseñare a esta mujer, a no mirar a otro hombre que no sea yo, la voy a castigar y coger tan
duro que no podrá levantarse en semanas. Le hare saber quién es su dueño.
—Vamos nena, subimos al auto y nos dirigimos a su casa. —La pase muy bien Dante, habla de
pronto giro a mirarla, es tan hermosa.
No aguanto, aparco el coche a un costado…. —¿Qué sucede Dan...? No la dejo terminar por que
devoro la boca con hambre, con deseo, ella me corresponde y gime en mis labios, —Te amo nena,
toda la tarde quise hacer esto, ya no lo soportaba.
—Yo también amor.
— ¿Nos vamos a mi casa nena? Aun sabiendo que Giancarlo iria a casa, quise que ella me
acompañe.
—No, Dante de verdad necesito descansar, suspiro. —Está bien amor tienes razón debes
descansar; te llevare a tu casa, afirma con su cabeza, pero la vuelvo a besar un rato más, ¡carajo!
como me encanta sus besos, sus labios.
—Mmm Dante, me separo lentamente.
—Vamos nena de lo contrario terminaré comiéndote en el auto.
Gime bajito, — Nena no hagas eso por favor le suplico con la voz ronca ya estaba caliente el
ambiente.
Acaricio su mejilla y la suelto, pongo en marcha el auto y retomamos la marcha.
Llegamos a su casa, le abro la puerta, al bajar la pego al auto y de nuevo la beso apasionadamente.
—Me encantaría seguir Dante, pero debo entrar amor, pego mí frente a la de ella. Asiento
moviendo la canbeza. —Lo sé amor, suspiro hondo. Anda entra, dejo un suave beso en sus labios.
— ¿Nos hablamos más tarde? Le pregunto.
—Si Dante llámame más tarde.
—Te amo nena.
—Yo te amo a tí.
La observo entrar a su edificio embebido, Dante, estas jodido por esta mujer, tengo que dejar de
pensar en ella un momento o me volveré loco.
Sonrío al recordar cuando mi madre habló de casamiento y de hijos, sé que la puso nerviosa, sabía
que mi madre haría ese tipo de comentario.
Es que cada vez que tiene oportunidad nos reclama lo mismo, que ya esta vieja, que quiere nietos,
que morirá sin conocer a sus nietos y ya se pone a llorar.
Solo mi padre la comprende, porque ninguno de los tres estamos en planes de casarnos y tener hijos,
bueno no todavía en mi caso, pero si se trata de Paula no sería mala idea, ¿verdad?
Paula, Paula, ¿Que estás haciendo conmigo?
Llego a casa me daré una ducha a esperar a Giancarlo para hablar de negocios, antes de que
regrese a California.
Capitulo 26. Arrepentido.
Paula
Hoy me voy temprano al restaurante, estoy feliz de que Katy tenga su propia enfermera, siempre
estuvo bien cuidada por Sara, pero que le cuide una enfermera es otra cosa, le agradecí demasiado a
Sara por estar siempre para mí, ella me ha dicho que todo lo hace encantada porque Katy y yo somos
como sus hijas, siempre estará al pendiente de nosotras.
Llego al restaurante, saludo a los compañeros quienes siempre son muy amables conmigo, los
quiero a todos, excepto Natalia quien siempre fue no sé si decir mala, pero siempre está queriéndome
hacer quedar mal, Isa dice que es porque está enamorada de Marcos y Marcos de mí, pero es ridículo
no tengo culpa en eso, nunca le dí oportunidad a Marcos, solo que él siempre está ahí insistiendo.
Dante me llamo muy temprano para desearme los buenos días y decirme lo mucho que me ama.
Yo también lo amo, al poco tiempo de ser novios ya lo he aprendido a amar como no se imaginan.
Hoy desperté con un poco de malestar, seguro que la comida de ayer me cayó pesada, aunque estuvo
deliciosa.
La señora Catalina es muy buena, de hecho toda la familia de Dante lo es. Ayer me sentí muy
querida por todos.

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¡¡Cielos!! Giancarlo, el hermano de Dante es divino, con un cuerpo de infarto, un poco más blanco
que Dante, y con el pelo más claro y un poco largo, pero igual de divino.
Cuando Dante se dio cuenta que lo observaba demasiado pude sentir sus celos, como si no supiera
eso de mi hombre, pero sentir celos de su hermano, hummm eso es demasiado.
No me pasó desapercibido también como Giancarlo no dejaba de mirarme, y las miradas que
Dante le lanzaba, me había causado mucha gracia, Dante no sabe que yo solo lo amo a él y nadie
más, jamás lo cambiaría por nadie.
La señorita Carolina es muy alegre, y efusiva diría yo, es hermosa y elegante ya quisiera llegar a
ser como ella, uff para eso tendría que volver a nacer diría yo, no es que me menosprecie pero se nota
la clase entre ella y yo.
Pero cuando mi suegro tocó el tema de mi familia, fue muy duro para mí, no me gusta hablar del tema,
gracias a Dios la señora Catalina supo cambiar el tema en el momento correcto.
Y ¡¡Dios!! Cuando comentó al respecto de casarme y tener hijos, casi muero asfixiada no es que
no quiera casarme o tener hijos, la verdad casarme con Dante es lo que más anhelo, aunque no creo
que él quiera eso, somos novios sí, pero no creo que sea un hombre para casarse, no lo sé, pero tener
hijos, no está en mis planes ahora mismo la verdad.
—Tierra llamando a Paulaa, amiga te estoy hablando y no me prestas atención.
— Cielos perdóname Isa.
—Desde que estas con Dante andas en las nubes amiga. Isa solo rie como siempre.
—No digas tonterías Isa. ¡Amiga! La llamo, ella voltea a verme ¿te puedo pedir un favor?
—Amiga tu pide que yo estaré ahí. ¿A quien debemos enterrar? Suelto tremenda carcajada. Por
Dios Isa a nadie, como se te ocurre.
—Aah uff bueno, menos mal, ya está a pensando en donde la enteraríamos, ya va desembucha
mujer.
—¿Me acompañarías esta semana al hospital? Isa me observa sorprendida
—¿Porque amiga, sucedió algo con Katy de nuevo?
—No, por Dios no, no es por Katy
—¿Y entonces amiga? Quieres ir a ver al doctorcito guapo ese, levanta sus cejas repetidas veces.
—Isa basta deja de decir tantas locuras, deberías ser millonaria si te pagarán por cada tonterías
que dices.
—No Isa, necesito hacerme algunos controles.
—Aha, ¿Y como de que o que? ¿Te sientes bien?
—Si amiga, solo que quiero ir, observo a los costados, a la ginecóloga. Hablo despacio. Isa sonríe
picarona y siento el sonrojo en mi rostro.
—¿Quieres follar como conejo con Dante verdad? Dios Paula, no pensé que fueras así. Lleva sus
manos a su pecho amagando indignación. —Ya tonta, claro que sí iremos te llevaré con la mía, bien.
—Gracias amiga, la envuelvo en un abrazo y dejó un beso en su mejilla.—Bien a trabajar rubia.
—La que tiene que trabajar eres tú Paula, te pasas en las nubes pensando en ese papacito De
Luca.
Suelto una risita empujándola, y ella como siempre se carcajea, tan sutil.
A la hora del almuerzo, salgo afuera a llamar a Katia para saber de Katy. No puedo dejar de
preocuparme de todas maneras. Soy intensa lo sé.
De pronto escucho pasos detrás de mi, giro rápidamente para ver de quién se trata.
—Hola Paula. Es Iam con un hermoso ramo de rosas en las manos, agachando la cabeza.
—Hola Iam, se acerca lentamente.
—Preciosa, quiero disculparme contigo, por la noche anterior, por favor, bebí más de la cuenta y
no sabía lo que estaba haciendo.
Suspiro...— La verdad que estabas muy tomado Iam, y no me gusta tu actitud respecto a todo
esto.
—Lo sé, lo sé, solo discúlpame por favor, mira esto es para ti, acéptalo por favor. Dudo por unos
segundos en tomar las flores, pero no puedo ser tan descortés con el despues de todo lo que ha hecho
por mí.
Agarro las flores son hermosas. — Gracias Iam, mira te aprecio mucho, eres un buen hombre, mereces
una mujer que te valore y te quiera como te mereces, y esa mujer no soy yo.
Tiene la mirada triste, en verdad siento mucho por él. —Es difícil Paula, cuando tienes un amor
no correspondido, pero prefiero tu amistad antes de no tener nada de ti, total cuando el imbécil de
Dante haga alguna cagada, estaré yo ahí.
Rio por ello, el también lo hace. — Gracias Iam por todo de verdad, me ayudaste cuando más lo
necesite.
—De nada Paula, gracias a tí, por aparecer en mi vida y regalarme momentos a tu lado. Se acerca
a mí dejando un beso en mi mejilla que alarga más de lo normal.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Estaremos hablando hermosa, cuídate y no dudes en llamarme sea lo que fuere, ¿está bien?
No digo nada, solo asiento, mientras el da vuelta y se sube en su coche marchándose.
Es raro, será que de verdad quiere ser mi amigo Ooh, no no sacudo mi cabeza de malos
pensamientos, lo poco que pude conocer a Iam sé que es un buen hombre.
Dante
Estoy trabajando en la oficina, cuando escucho la puerta abrirse, levanto la vista y es quien menos
lo imagine. Iam.
—¿Tienes un momento Dante?
Me recuesto en mi silla. —Si, pasa. Contesto serio, se acerca sentándose frente a mi escritorio.
—Escucha Dante, lamento todo lo que ocurrió ayer, y lo que ocurrió con...se aclara la garganta...con
tu novia.
—Te comportaste como un imbécil, sonríe de lado un poco apenado.
—Si, lo sé, pero compréndeme Dante, me quitaste a la mujer que me gustaba.
—Solo se dieron las cosas Iam, no lo planee, tu sabes que no era de compromisos hasta que...
—Hasta que conociste a Paula. Completa la frase por mi. —Si, así es. Afirmo con la cabeza.
—Esa mujer llego para meterse en nuestras vidas, dice Iam sonriendo, también sonrío ante sus
palabras. —Así es hermano.
—Mira, lo que ocurrió el otro dia espero que no vuelva a ocurrir, y también quiero discuparme por la
forma en la que me comporte, me segué por los celos y pues, ya sabes...
—Tranquilo Dante, no volverá a ocurrir, me di cuenta que ella te interesa en serio, solo te pido una
cosa, lo miro fijamente...no la lastimes Dante, ella vale mucho, es una gran mujer.
—¿Crees que eso ya no lo sabía?, asiente.
—Si, me di cuenta que la amas y se que serán felices, ambos se merecen, bueno te dejo trabajar
nuevamente. Se levanta para caminar hacia la puerta.
—Aaah viejo, si que pegas fuertes, se toca la barbilla, mientras que yo suelto una carcajada.
—Te lo merecías por cabrón. Contesto mientras que él sale riendo de mi oficina, suspiro,
recostándome en mi silla, bueno por lo menos Iam se dio cuenta de que estaba actuando mal, me
duele por mi amigo, sé que Paula le gusta, pero yo la amo, y por ella no me importa a quien llevo a mi
paso. Pero Iam es mi mejor amigo, no me gustaría disputarme con él, pero tengo que reconocer que
es tu buen amigo.
Suena mi teléfono, es Christopher uno de los guardaespaldas que le puse a Paula, ah no les
conté, si le puse unos hombres que velan por su seguridad, solo que sin que ella lo sepa, ahora que
es mi novia, estará en el ojo de muchas personas. Me castrará si se entera, de eso estoy seguro.
—Christopher ¿qué sucede?
—Señor disculpe, usted dijo que le llame si había algún movimiento extraño.
—Si, así es dime que sucede, ya comienzo a preocuparme, me levanto de mi silla mirando hacia el
ventanal.
—Hace días, desde que seguimos a la señorita Ricci, también hay otros hombres siguiéndola, sin
acercarse, solo la vigilan desde una camioneta. Comienzo a alterarme, esto no me gusta.
—¿Y que más Christopher?
—Por el momento solo eso señor, la seguiremos vigilando.
—Bien, no despeguen la vista de ella, ni un segundo, síganla a todos lados, y no dejen que nadie
se acerque a ella.
—Así será señor. —Mantenme al tanto de otra novedad. Corto la llamada y llamo rápidamente a Iam
quien llega en cuestión de segundos
— ¿Que ocurre Dante?
— Iam necesito que investigues a fondo la vida de Paula. Iam levanta una ceja. —¿Y eso por qué?
—Alguien la está siguiendo y necesito saber específicamente, quien es su padre y a que se dedica.
Sé que las había abandonado de niñas pero no sé nada más, no sé el motivo, no sé si seguirá vivo,
necesito saberlo Iam.
Iam me mira tenso y sorprendido. —Lo voy a investigar Dante, hoy mismo tendremos la información.
—Ah ¿Iam? lo llamo... Otra cosa. – Dime, voltea de nuevo, ni una palabra de esto a nadie por
favor.
— Hermano me conoces, sabes cómo trabajo, y más si se trata de Paula.
Asiento, sé que Iam es el mejor en lo que hace, necesito saber todo de ella, necesito saber quién
la sigue, no soportare si alguien intenta hacerle daño.
Marco mi teléfono, después de que Iam se marcha de la oficina. ¡Jorge!
—Señor dígame.
— Necesito que refuerces la seguridad de Paula.
—Así será señor, no se preocupe, Jorge es aparte de mi chofer y custodio, mi mano derecha desde
que soy un adolescente, cuidaba a mi padre y ahora a mí, es muy fiel.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Corto la llamada, ya me siento intranquilo, la buscaré en su trabajo, necesito saber que está bien y
solo teniéndola conmigo la sentiré protegida y yo estaré tranquilo.
Capitulo 27. Advertencia.
Dante
Fui a buscar a Paula al restaurante hoy planeo llevarla a mi casa, quiero pasar la noche con ella,
ella acepto gustosa, avisando a Katia y a su hermana Katy que dormiría fuera de su casa.
— ¿Nena? me mira con esos ojitos que me vuelven nada…Te amo. Exclamo, ella sonríe tímida, es
perfecta.
—Yo también Dante, te amo.
Llegamos al estacionamiento, y me bajo rápidamente a abrirle la puerta, caminamos hasta el
ascensor y subimos, apenas lo hacemos la pego a la pared y le devoro la boca.
— Siente lo duro que me tienes nena, susurro en su oído mordiendo su oreja suavemente mientras
que ella gime sin poder controlarse, bajamos del ascensor entre besos, tropiezos y risas subimos a mi
habitación, muerde como siempre su labio.
— Ya no sé cuántas veces debo decirte que no hagas eso Paula, porque contigo no me puedo
controlar.
—Tal vez no quiero que te contengas, contesta coqueta. Amo cuando se comporta así, en realidad
amo todo de ella.
—No sabes lo que estas pidiendo. Sin esperar más rompo con mis manos la camisa que trae
puesta también su sostén, ella grita por mi arrebato.
¡Dante! Jadea, intenta reclamar pero su voz queda ahogada, porque me llevo uno de sus senos
en mi boca y el otro lo aprieto con mis manos.
¡Aahh Dante! muerdo su pezón y gime más alto, mi otra mano va descendiendo hasta llegar al
dobladillo de su falda, metiendo mi mano debajo, y mis dedos van directo a su deliciosa y húmeda
vagina. Esta súper mojada.
— Mi amor, mira nada más como estas nena, digo sonriendo e introduciendo dos dedos en su
interior ella gime sin parar separando más las piernas invitando a pecar aún mas, sigo devorando sus
pechos que son una delicia. De pronto saco mi dedo de su interior y ella gime frustrada. —Dante Noo...
Sonrío por lo excitada que encuentra, yo también estoy muy caliente por ella , pero quiero hacer esto
más placentero y jugar un poco, hacer que me desee más, así como yo a ella, si eso fuera posible.
Me alejo, voy hasta una gaveta, ella no despega la vista de mis movimientos, mientras yo saco un
juguete.
—Da Dante ¿qué es eso? Pregunta asombrada y porque no, asustada.
—Estos mi amor, levanto a la altura de su rostro, te darán más placer, de la que jamás
experimentaste.
Está nerviosa, lo puedo notar, llego junto a ella levanto mi brazo para acariciar su mejilla y la
beso.
—No te voy a lastimar Paula, solo hare que disfrutes amor.
— ¿Sabes que son estos? Niega, con su cabeza, son pinzas para el pezón. Ella abre grande los
ojos.
— ¿Son para mí? Suelto una carcajada.
—Si amor son para ti, vuelvo a chupar sus senos y morder la punta están súper duros, pongo la
primera pinza y ella jadea, echa la cabeza hacia atrás y mientas con mi mano le acaricio su clítoris,
gime.
—¿Te gusta amor? Pregunto, deleitándome con la visión que tengo frente a mi, Paula perdida en el
placer.
— S si me gu… gusta, tartamudea excitada, pongo la otra pinza en su otro pezón y meto mis
dedos en su coño. ¡Dante!, gime, siento que sus fluidos corren por mi mano, esta mas mojada aun, y
mi pene duele, demasiado. Me incorporo y veo sus pechos duros con las pinzas en ambos pezones,
ella abre los ojos.
— ¡De rodillas! ordeno.
—¿Qué?
—Lo que escuchaste nena, duda por uno segundos hasta que se arrodilla lentamente frente a mí,
mientras me desabrocho el cinturón y luego el cierre, ella se lame los labios resecos, me agacho a
darle un beso.
—Dante, nunca lo he hecho.
— Imagina que es una paleta amor, lame y chupa todo lo que quieras ¿Podrás?
Ella asiente, sonrío, o eso intento, mi corazón late a mil por hora, mi pulso completamente
acelerado, paso saliva mientras saco mi erección lo siento tan dura, apuntando hacia ella, Paula no
deja de observar mi polla y lentamente va acercándose chupando la punta y me va matar lo juro…

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ERES MI ADICCION LEYVA
Va introduciendo poco a poco mi erección en su boca, me mira con esos ojos preciosos y estoy a
punto de mandar todo a la mierda y tomarla duro, muy duro.
Arrodillada, sonrojada a más no poder y con las pinzas en sus pezones y con mi polla en su
boca, es lo más excitante.
Empuño su cabello y meto más mi miembro en su boca hasta su garganta, jadeo de placer, me
fascina. Chupa y lame como me gusta, para ser su primera vez, lo hace demasiado bien.
La aparto de mí, y ella me mira sorprendida… —Me correré Paula. — Hazlo en mi boca Dante, la
miro sorprendido.
—Quiero probarte Dante por favor. ¿Suplica? ¡mierda! Si pensé que ya había probado todo en el
sexo, me equivoque, con una mierda, no puedo creer lo que estoy escuchando.
— ¿Estás segura amor?
—Muy segura Dante, no dudo más y vuelvo a introducir de nuevo mi erección en su boca,
penetrándola más rápido, más fuerte, siento que llego hasta su garganta, y de repente sucede, me
corro en su boca.
Paula! Gruño ronco, echando la cabeza hacia atrás y sujetando su pelo en puños, no mido mi fuerza,
no se si la estoy lastimando, con ella me vuelvo un completo animal.
Abro mis ojos, ella sigue lamiendo mi miembro que aun yace duro, en un rápido movimiento la
levanto la hago girar y la pongo por el posa brazos del sofá, esta agachada con el culo apuntando
hacia mí, levanto su falda rompo su braguita, y la penetro sin compasión. Creo que nunca fui tan rápido
en el sexo, ella saca lo más perverso de mi.
Gime fuerte, yo la penetro sin compasión, esta mujer es mi jodida adicción, salgo completamente
y la vuelvo a penetrar, su vagina me aprieta, observo su vulva apretar mi polla al entrar y salir. Me
encanta, me calienta, la deseo, ella es mía.
— ¡Más por por favor! la follo como un animal, si mi nena quiere más le daré más.
Siento como sus paredes me aprietan y sé que está próximo a su orgasmo, lo sé.
Acelero mis embestidas y la levanto haciéndola soltar un grito porque ha llegado a su orgasmo,
en ese preciso momento estiro las pinzas de sus pezones y Dios, creo que tuvo un segundo orgasmo.
¡Dante! grita y yo me dejo ir junto con ella en un fabuloso orgasmo.
Respiramos y jadeamos agitados ambos. Eso fue glorioso, la amo.
Cuando me recupero reviso sus pezones para ver si no le hice daño, pero esta perfecta, acaricio
sus pechos y los chupo lentamente para calmar el ardor en ellos.
— ¿Te duelen nena? Pregunto acariciándolos, niega. — No amor estoy bien.
—Eso fue intenso. —¿Te gusto? Se guinda de mi cuello.
— Me encanto amor, fue magnífico, todo un Dios del sexo. Suelto una ronca carcajada apretándola
más a mí. Ahora, quiero una ducha amor.
—Lo que la princesa pida. Dejo un beso en su coronilla.
—Te amo Paula, dejo un beso en la punta de su nariz.
—Yo te amo a tí Dante. Te amo mucho. Siento una explosión en mi estómago al escucharla
decirme que me ama.
Despierto sintiendo un vacío a mi lado y es porque Paula no está en la cama, me coloco mi bóxer
y bajo las escaleras, escucho que alguien canta, me dirijo a la cocina y está ahí, cantando y preparando
el desayuno, se ve tan sexi, y apetecible con mi camisa puesta.
Me recuesto en el marco de la puerta a observarla, se ve hermosa en mi cocina.
—Que canto más bonito. Exclamo cuando ella da un brinco del susto.
—Dante, que susto me diste, llego hasta ella, la hago girar de espalda a mí, lentamente voy
quitando los botones de mi camisa que trae puesta y le acaricio sus pechos.
—Me gustaría desayunar amor.
—Ya ya está listo el desayuno, contesta sin ninguna malicia.
—Yo quiero comerte a ti. Contesto mordiendo su cuello ligeramente, ella gime muy despacio,
rápidamente la levanto haciendo que enrede sus piernas a mi cintura para besarnos, camino con ella
hasta la sala, donde tomo asiento en el sofá, saco mi miembro de mi bóxer, se encuentra caliente,
dura y lista para ella, sin dudarlo y al estar sin ropa interior se encaja mi polla dentro de ella.
Ambos gemimos sin control, el deseo y la pasión esta presente y el amor es el ingrediente
principal.
—Paula, te deseo tanto nena, te necesito como un maldito adicto, susurro en sus labios, ella no
habla, solo gime en respuesta, no necesita hablar para expresar todo lo que siente, lo puedo ver, en
sus ojos. Un par de embestidas más y los dos nos corremos los dos, atrayéndola a mí para besarme.
—Me fascina estar así contigo amor, pero tengo que irme a mi casa a cambiarme e irme a trabajar.
—Lo sé amor, pero pediré a Jorge que vaya a tu casa a traerte ropa, te cambias y te llevo al
trabajo ¿te parece amor?
—Si está bien, le llamare a mi hermana para saber como están.

80 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Bien amor ahora desayunemos porque me dejaste con hambre Paula, ella suelta una carcajada.
—Y tú me dejaste molida.
—Es tu culpa señorita no te contengas, ríe a carcajadas. Es preciosa.
Después de desayunar cambiarnos de ropa, le dejo en el trabajo, yo debo ir a la oficina a ver si
Iam ya me tiene información sobre lo que le pedí, eso me tiene un poco angustiado.
Llego a la oficina apurado, apenas llego a mi piso le hablo a Eva. — Buenos días Eva dile a Iam
que venga a mi oficina urgente, paso de ella entrando a mi oficina.
—Buenos días Señor, si en un momento. Contesta rápidamente. Ya en cinco minutos aparece
Iam.
Estoy parado mirando en el gran ventanal de mi oficina, giro cuando lo escucho entrar.
—¿Dime que ya tienes la información que te pedí? Es lo primero que digo al voltear.
—Por supuesto hermano, y es una joyita su padre te diré. Agita un folder en su mano
ofreciéndome. Arrugo la frente extendiendo mi brazo para tomarlo.
Empiezo a leer aquí dice que el padre de Paula está metido en el negocio de la droga, me paso
la mano por el pelo, nervioso.
—Y no es todo. Levanto la vista observando a Iam, está metido en uno de los carteles más
peligrosos de Italia, viejo, y al parecer debe mucho dinero, ya lleva tiempo metido en estas clases de
negocios, por supuesto es solo un peon.
— ¿Es por eso que las abandono? Inquiero observando a mi amigo… Iam se mantiene pensativo.
— ¿Para protegerlas dices? Pregunta con las cejas levantadas.
—No lo sé, Iam, solo que esto no me gusta para nada.
—Que la estén siguiendo es muy raro. —No se hermano, esto no me huele bien.
—No la dejes sola Dante, ni un momento…—Ella está bien vigilada, nada le sucederá, no lo
permitiré Iam.
—Bien, si tengo más información te estaré comunicando. Asiento suspirando.
— Gracias Iam… —No tienes nada que agradecer Dante, sabes que Paula me importa mucho.
Veo a Iam salir, mientras que yo me siento en mi silla, lanzando la carpeta sobre mi escritorio. No sé
qué haría si te llega a suceder algo muñeca, me volvería loco.
Paula
¡Dios! Anoche pase increíble con Dante, lo amo demasiado, y esto en verdad me asusta, sentir
todo esto que siento me abruma.
—Isa, ya saque cita para mañana en el hospital, ¿me acompañaras? Hablo al ver a mi amiga.
—Por supuesto mujer, sabes que para eso estoy. Me acerco a Isa para abrazarla, la quiero
mucho, ha estado conmigo en mis peores momentos. La verdad hemos hablado muy poco ya que hay
mucha gente hoy en el restaurante.
Dante quiso pasar por mí de nuevo, pero le dije que me iría con Isa, no quisiera depender todo el
tiempo de Dante, además el es un hombre demasiado ocupado.
Pero la condenada cambio de planes a último momento y se fue con Santiago dejándome tirada,
pero ya me cobrare esta rubia. No me imagino lo que harán estos dos.
Bueno, seguro que a lo mismo que hacemos yo y Dante, a tener sexo duro y desenfrenado,
bueno quien no si mi novio está bien bueno.
Debo dejar de pensar en Dante, voy a tomar el autobús, por fin llegue a la parada.
Bajo del autobús y tengo que caminar 4 cuadras de mi casa, siento que alguien me sigue, tengo
esa sensación, no me atrevo a girar solo apresuro mis pasos, hubiera aceptado que Dante me trajera.
Cuando giro en la segunda cuadra alguien me jala del brazo.
—¡Paula! me quedo de piedra, esa voz Dios esa voz, giro y es él.
— ¿Padre? Parpadeo sorprendida, me sacudo para soltarme de su agarre. ¿Que hace aquí?
—Escúchame Paula, no tengo mucho tiempo. Mi padre me habla alterado mirando a todos lados
como si huyera de alguien.
— ¿Qué quieres, porque me buscas?
—Paula, deben huir de aquí.
— ¿Que?, ¿qué te sucede apareces después de 5 años a decirme eso?
—Paula perdóname, sé que fui lo peor por haberlas abandonado, pero fue para protegerlas.
— ¿Protegernos? ¿De qué?
—Paula no puedo decirte, solo te pido que se vayan de aquí, tú y tu hermana están en peligro.
Mi corazón siento que saldrá de mi pecho por lo rápido que late, no puedo creer después de
tanto tiempo aparece y lo único que dice es que estamos en peligro, que le pasa.
—Déjame en paz, Katy y yo estamos muy bien sin ti, no vuelvas a aparecerte en nuestras vidas.
—Vete así como lo hiciste una vez.
—Paula escúchame por favor, te pido.

81 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—No, ¡Basta! No quiero escucharte, vete de una puta vez. Grito demasiado dolida, aparecer
después de tantos años de esta manera para decirme que estamos en peligro. Está demente.
Corro, hasta llegar a mi casa, ¿Por qué, porque se aparece ahora?, ya no le basto habernos
abandonado, haber dejado sola a mi madre.
Me siento fuera de mi edificio, tengo que calmarme no puedo dejar que Katy me vea así ni se
preocupe, ni que me haga preguntas.
Jamás le diré que ese señor, ha vuelto a aparecer.
Ida.
Capitulo 28. Completamente embarazada.
Paula
Me levanto muy temprano, hoy es mi cita con la ginecóloga sin embargo anoche no pude pegar
un ojo, pensando en ese hombre que se hace llamar padre, ¿Debemos huir, estamos en peligro? ¿Que
le sucede? Se alejó para protegernos, ¿Protegernos de qué? Abandono a mi madre cuando más
necesitaba, nos dejó solas. No puede aparecer ahora después se tanto tiempo como si nada.
Voy al cuarto de Katy y sigue dormida, le doy un beso, voy a la cocina donde encuentro a Katia.
—Buenos Días Katia.
—Buenos Días Paula, ¿cómo amaneciste?
—Bien ¿Y tú?
—Me alegro mucho; ¿tienes prisa?
—Si así es Katia, tengo consulta en el hospital.
—¿Te sientes mal? Pregunta observándome dudosa.
— Oh no no, solo es de rutina.
—Aahh ya no dudes en decirme cualquier cosa Paula, recuerda que soy enfermera, se muchas
cosas.
—Te lo agradezco Katia, eres muy dulce.
—De nada Paula. Sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Le regalo una sonrisa cuando
pensaba hablarle, suena mi teléfono, anunciando un mensaje.
—Preciosa mueve tu trasero, que estoy esperándote aquí abajo en un taxi, sonrío es un mensaje
de Isa.
—Bien Katia, me voy, cuida mucho a Katy, y avísame cualquier cosa, por favor, Katia asiente, y yo
salgo del edificio apresurada para no escuchar el plagueo de Isa, que se plaguea por todo, porque si
porque no y por si acaso.
— Hola rubia, le saludo dejando un beso en su mejilla.
— Hola guapa, ¿cómo estas hoy? - Al hospital Santa Mónica le dice al chofer del taxi, ¿y siguen
los malestares? Continúa con su pregunta viendo cómo saca sus maquillajes del bolso para comenzar
a arreglarse.
—Mmm sí, no pude desayunar mi café mañanero, de solo imaginarlos me da nauseas, deja de ponerse
el rímel para levantar una ceja y observarme interrogante.
—¿Que?, ¿porque me miras así?
—Mira Paula, no es por asustarte perooo.... ¿Ya te ha venido la regla? Ahora soy yo la que levanta
una ceja y la mira raro.
—Emm, si me ha bajado hace días, pero apenas manchas, no como siempre pero si me ha bajado.
Isa asiente. —¡Por qué? ¿que ocurre?
—Nada, solo podrías no se... Mmmm...¿Estar embarazada? Abro los ojos como platos —
¿Queeee? ¿estás loca?
—Mmmm no sé Paula, podría ser, pero si dices que te bajo la regla no se, hace un gesto con su
mano.
—Ay Isa, no digas esas cosas, por supuesto que no estoy embarazada...
—¿Uummm y las veces que tuviste relaciones te has cuidado?
Ahora caigo en cuenta... Me aprieto la cabeza y respiro agitada... Isa abre muy grande los ojos.
—Tranquila Paula, ya consultaremos y saldremos de dudas ¿ok?
Asiento...— Isa no quiero estar embarazada...
—Tranquila amiga, no lo estas, ya lo verás, de seguro es algo que comiste y te cayó mal.
Llegamos al hospital subimos al 4to piso sin perder tiempo donde se encuentra la doctora Morel,
es quien nos va a atender.
—Buenos días, saludo a la secretaria.
—Buenos días en que puedo ayudarlas. Saluda una amable mujer.
Me aclaro la garganta. —Eemm si tengo consulta con la doctora Morel, revisa en su computador.
—¿Paula Ricci? —Así es.
—Si adelante, pasa, la doctora la está esperando, asiento, y pasamos con Isa. Al entrar la doctora
nos recibe amablemente.

82 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Buenos Días doctora.
—Buenos días señoritas, pasen tomen asiento.
—Gracias decimos al unísono, -¿Y bien quien es la paciente? Nos mira a ambas.
—Aahh sí, yo doctora, contesto.
—Bien, ¿Tú eres Paula?
—Así es Dra.
—Y cuéntame, ¿tienes algún problema, o es de rutina?
—Vera doctora, es de rutina, pero también tengo un problema, la doctora sonríe.
—Bien te escucho. Contesta preparándose para tomar nota de lo que le contaré.
—Hace días, estoy con malestares al levantarme, tengo nauseas, la doctora escucha
atentamente, mientras que Isa permanece en silencio.
—Y también quería hacerme un control.
—Bien, dime ¿cuándo ha sido tu último periodo?
—Hace como días doctora, asiente mientras toma nota.
—¿Ha sido normal?
—No doctora la verdad es que fue solo manchas por dos días, no fue normal.
—Bien Paula, haremos algunos análisis de control, ¿pero estas consciente que
probablemente, estas embarazada?
—¿Que? Doctora, eso no puede ser...
—Mmm, ¿toma algún método anticonceptivo? niego.
—Bien haremos esa prueba y en veinte minutos estará, y luego veremos si sale negativo,
veremos algún método para regular tu periodo y un método anticonceptivo. Asiento... —Esta bien
doctora.
—Bien acompáñeme, Isa solo se mantiene en silencio, las salimos del consultorio síguenos a la
doctora vamos al laboratorio donde me sacan las muestras de sangre, luego salimos a esperar a que
estén los resultados.
—Isa, ¿qué haré si estoy embarazada? ¿Qué hare por Dios? —Pues, decírselo al padre.
—¡Dios! Isa, Estoy muy nerviosa. ¿Tú crees que lo tomara bien?
—Amiga, es su hijo, no puede ser tan hijo de puta y no hacerse responsable.
—Esperemos, no nos precipitemos Isa, puede ser solo problema hormonal. —Si claro amiga
puede ser solo eso, mantengamos la calma, pero debes decírselo a Dante. Ruedo los ojos.
—Isa dijimos que mantendríamos la calma y tú me pones más nerviosa.
—Lo siento cariño... pasó los veinte minutos, la doctora aparece con unos papeles en la mano, lo
que parece ser mis resultados... ¿Paula? Me llama nuevamente, me levanto, pasa por favor.
Entramos de nuevo al consultorio, mi corazón late a mil, mis manos sudan, Isa me regala un apretón
en el brazo tratando de calmarme, ella me conoce sabe cuándo estoy a punto de un colapso nervioso.
—Paula estás embarazada, la doctora soltó sin más y fue como un golpe.
—Paula necesitamos hacerte una ecografía para saber de cuantos meses estas. La doctora
hablaba pero yo estaba en shock.
Tardó en reaccionar a lo que me dijo, miro que Isa y la doctora se han quedado mirándome
fijamente.
Está bien doctora. Contesto después de reaccionar. Isa me observa con ternura y le agradezco
tanto que este aquí conmigo.
—Pasemos a la camilla por favor pide la doctora.
Me cambio colocándome una bata para luego subir a la camilla donde la doctora vierte un líquido
sobre mi vientre y comienza a pasar el aparato para hacer la ecografía.
Comienzo a oír los latidos de su corazón y una lágrima traicionera escapa se mis ojos. Nunca
imaginé que sería madre tan joven.
—Estás de un mes y unos días Paula, tu bebé aún es muy pequeñito.
¡¡Diiooss!! Que haré si Dante, no quiere a este bebe.
Después de la ecografía la doctora me recetó las vitaminas y los días de consulta nuevamente.
Salimos del consultorio y me desplomo, lloro mientras que Isa me abraza.
—Tranquila amiga todo saldrá bien, no llores, mira un hijo es una bendición y Dante amará a su
hijo ya verás.
La miro con los ojos llorosos. —Tienes razón Isa debo decírselo.
—Por supuesto que debes decírselo Paula, es su hijo, tendrán un hijo juntos y si el te ama como
dice estará feliz de ser padre, ya lo verás.
—Ay seré tía, no lo puedo creer. Isa comienza a aplaudir como niña pequeña. Comienzo a sentir
un poco de felicidad. Al final terminamos riendo. Estoy con sentimientos encontrados, estoy feliz por
que seré mamá, pero asustada por lo que pueda decirme Dante.

83 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Isa iré a la oficina de Dante, no quiero esperar más necesito saber si quiere o no este hijo, Isa
asiente... —Está bien amiga, ve, y nos vemos luego en el restaurante.
Nos despedimos y yo voy a la empresa de Dante, estoy muy nerviosa, llevo la ecografía en mi
mano, estoy temblando, riendo y llorando a la vez, no sé cómo va a tomar la noticia pero debo
decírselo, necesito hablar con él... rápidamente llego a su edificio, y al entrar para mi buena suerte
encuentro a Iam, en recepción.
—¡Iam! gira y me mira de pies a cabeza.
—Preciosa ¿qué haces aquí? Se acerca a abrazarme, las recepcionistas me miran como si fuera
un bicho raro.
—Vengo a ver a Dante, rueda los ojos y yo sonrío.
—Claro no vendrías a verme a mí...Es una broma princesa, vamos te llevo a la oficina de don
gruñón.
— Gracias Iam.
Subimos en el ascensor, es el último piso en presidencia, llegamos y no está nadie en recepción,
Eva debió ir al sanitario o algo así, pero tú no necesitas que nadie te anuncie mi amigo estará
encantado de verte. Es la última puerta, me señala y asiento.
—Ve a darle una sorpresa a tu amorcito. Sonrío y el también lo hace. —Gracias Iam.
El asiente y se va, apresuro mi paso para llegar a la puerta estoy demasiado nerviosa, abro
lentamente y entro y por Dios la que se lleva la sorpresa soy yo, Dante besando a una mujer, que tiene
sentada en sus piernas.
Y no es cualquier mujer, es la misma con quien estuvo en california. El corazón se me estruja,
siento un dolor en el pecho que no se compara con nada, Dante al verme empuja a la mujer y ella cae
literalmente al suelo.
—¡Paula!, mi vista se nubla, ya no puedo respirar, como pudo engañarme de esta manera.
Salgo de ahí rápidamente, jamás lo imaginé, Dante me engaña, me mintio todo este tiempo,
logra alcanzarme para sujetarme del brazo.
—Amor por favor déjame explicarte, me sacudo bruscamente.
—¿Que Dante? que me vas a explicar, si ya vi todo lo que pasa.
—No amor, no es así, es un error.
—¿Un error? Un error es haberte dado una oportunidad, un error fue haber creído en ti, se acerca
la mujer a Dante, y pone las manos en el hombro de él mientras que Dante tira la mano de la mujer,
y a mí me duele aún más.
— Vete Sara. Gruñe rabioso.
—No, no te preocupes la que se va soy yo. Pueden seguir en lo que estaban.
—Si querida, mejor vete porque estábamos ocupados mi novio y yo, me dice la estúpida mujer.
—¿Tu novio? levanto una ceja hacia Dante, él la mira furioso.
—Adiós Dante... Giro sobre mi talón dando la vuelta y me meto al ascensor, pero antes de hacerlo
le tiro el papel de mis resultados ennsu cara y logro cerrar el ascensor antes de que me detenga
nuevamente, ya no quiero estar ahí, respirar su mismo aire duele. Como pudo hacerme esto, como
pudo mentirme de esta forma.
Me engañó y ahora todo se acabó, tendré a este bebe sola, y juro que no permitiré que se acerque
a él jamás.
Voy corriendo, tomo un taxi, no puedo ir así a trabajar, estoy deshecha, Dios esto duele, no puedo
dejar de llorar.
Mi teléfono suena sin parar, veo y en la pantalla aparece el nombre de Dante, apago mi teléfono,
¿para qué me llama? Apagó el teléfono, no quiero escuchar su excusa barata, no quiero que ahora
me reclame que estoy embarazada y que fue un error, no soportare una decepción más.
Lo amo tanto, lo creí sincero, creí en su mentira, en sus palabras cuando me decía te amo y que
era la única, pero fui una tonta, solo a mi se me ocurre que un hombre como él se fijaría en mí.
Llego al edificio, no quiero que Katy me vea así, y voy al departamento de Sara, apenas me abre
me lanzo a sus brazos.
—Mi niña ¿qué ocurrió?
Dante
Vine temprano a la oficina, necesito poner todo en orden aquí, porque estoy preparando una
sorpresa, para mi nena, quiero llevarlas a ella y a Katy a la playa, quiero llevarlas a Hawái, será
espectacular, le va encantar, quiero tenerla unos días para mí. Dios amo a esa mujer, cada día la amo
más.
Salgo de mi letargo al escuchar sonar mi teléfono.
—Dime Eva.
—Señor, la señorita Sara Michael se encuentra aquí, y quiere verlo. Que carajos hace aquí.
¡Mierda! Lo que menos quiero es ver a esa mujer.

84 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Hasla pasar Eva. Contesto sin muchos ánimos. —Sí señor.
—¡Dante! entra por la puerta, tan escandalosa como siempre, como carajos llegue a tener algo
con esta mujer.
—¿Sara, que haces aquí? Ni siquiera me levanto para saludarla, para que se dé cuenta que no me
agrada su presencia aquí.
—Amorcito, se acerca melosa, nunca me volviste a llamar bebé.
—No me digas así, se para frente a mí, intento levantarme, pero es mas rápida y se sienta en mis
piernas.
—¿Sara que haces? La sujeto de la muñeca, su actitud me está hartando.
—Vine para recordar viejos tiempos amorcito, te acuerdas lo bien que la pasábamos en esta
oficina, agarra mi cara con sus manos.
— Eso es pasado Sara, ahora no me interesa nada que venga de ti.
—Mmmm amorcito no me digas eso, intenta besarme, esquivo mi rostro.
—¿Porque me rechazas Dante?, antes me llamabas cada rato para pasarla bien juntos y ahora
me rechazas.
—Ya te dije Sara lo nuestro es pasado, ahora tengo un presente, suelta una carcajada.
—¿Tu presente? Ya te cansaras de tu nuevo presente y me buscaras de nuevo como siempre. Es
patética de verdad.
Intento levantarla pero ella me planta un beso, cuando escucho que la puerta se abre, y lo que veo me
deja hecho nada.
¡Paula!
Empujo a Sara, cae al suelo no me importa nada más que mi mujer, estará pensando lo peor de
mí, veo como salen lágrimas de sus hermosos ojitos.
Sale de la oficina y voy tras ella, la sostengo del brazo antes de que huya de mí, pero ella se
sacude.
—Mi nena déjame explicarte, intento explicarle con un carajo pero ella me grita mil cosas, no
quiere entenderme.
Siento la mano de Sara en mi hombro, retiro inmediatamente, que le sucede a esta mujer.
Cuando menciona que somos novios me hierve la sangre, quien se cree que es.
—Adiós Dante, me dice se da la vuelta y antes de subirse al ascensor se gira y me lanza un
papel por mi cara marchándose sin darme tiempo a nada y yo me quedo ahí hecho una mierda, agarro
con manos temblorosas el papel que me lanzo por la cara no comprendo que es, cuando leo y veo
que es una ecografía me quedo de piedra, estoy helado ¿Pero qué? ¿Paula está embarazada?
—Dante cielo, me dice Sara, giro la sujeto del cuello, no me importa nada, estoy más furioso aun, no
puedo perder a Paula y más ahora que espera un hijo mío.
—No vuelvas a aparecerte en mi vida jamás, porque la próxima que te vea, te pegaré un tiro en
tu cabeza hueca.
Escucho como Iam, me dice que la suelte y yo solo quiero ahorcarla, Sara esta con el rostro ya
azul por la falta de aire, Iam pone su mano en mi brazo y la suelto, ella se agacha intentando retomar
aire, tosiendo.
—Iam, giro hacia mi amigo, que saquen a esta mujer de aquí y que se le prohíba la entrada, no
quiero volver a verla.
Diciendo eso me adentro a mi oficina, busco mi teléfono, marco el número de Paula, la llamo me
desvía la llamada, vuelvo a marcar y ya la tiene apagado, lanzo mi teléfono, ¡carajo, no, no!
—¿Que sucedió hermano?
— La perdí viejo, ahora si la perdí.
—¿Qué hiciste Dante?, Iam se acerca furioso.
— Nada que por culpa de esta estúpida mujer, Paula piensa que le fui infiel.
—¡Dante! Iam gruñe furioso, sabes que esta no te la perdonara tan fácil, si es que lo hace.
—No me digas. Contesto irónico, respiro agitado, suspiro una y otra vez, no se que hacer.
—¿Y si sabes que esto puede perjudicar el negocio que tenemos con el padre de Sara verdad?
—Me interesa una mirda Iam, si pierdo a mi mujer todo me importa una carajo.
Iam palmea mi espalda...—Tranquilo viejo la recuperarás, le muestro el papel a Iam, él lo toma
con el ceño fruncido. —¿Qué es esto?
—Seré padre, Paula está embarazada, Iam abre muy grande los ojos, quedándome un momento
sin decir nada, solo observando el papel.
—Felicidades viejo... contesta finalmente, sonríe yo también lo hago, el hecho de saber que seré
padre me llena de felicidad, no espero mas, agarro mi chaqueta y salgo en busca mi mujer, así tenga
que arrastrarme por ella, conseguiré que me perdone y me crea.
Marco el número. ¿Christopher, donde se dirigió Paula? —A su edificio señor...
—Bien. Es todo lo que digo cortando la llamada.

85 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Llego a su edificio, toco su puerta y después de un rato me abre Katia. —Señor De Luca. Saluda
sorprendida.
—Katia, necesito hablar con Paula, me observa más sorprendida aún. —Pero señor ella no ha
vuelto aquí.
Frunzo la frente, ¿no está aquí?
—No señor. Me quedo pensando por un momento. —Esta bien gracias Katia. Adiós
Marco nuevamente a Christopher...— Ella no está en su casa. Hablo apenas me contesta.
—Señor, la vimos entrar y no ha vuelto a salir, de verdad no despegamos la vista del edificio.
Corto la llamada, ya sé dónde está, voy al departamento de al lado
Toco la puerta y me abre Sara, la señora que cuidaba a Katy. —¿Señor De Luca que hace aquí?
—Hola Sara necesito hablar con Paula ¿está aquí? —Si señor pero, ella no quiere hablar con
usted...
—Sara por favor necesito que me escuche.
—Mira Dante dale tiempo, no la atosigue ella hablará con usted pero no será hoy, está bastante
mal, dele tiempo. Suspiro frustrado, paso la mano por el pelo.
—Sara dile que la amo más que a nada, más que a nadie. Es la verdad la amo solo a ella, estoy
sufriendo igual que ella. Asiente, se lo diré Dante.
—Gracias.
Sara vuelve a cerrar la puerta, no se que hacer, me siento fatal, si la pierdo no se lo que haré,
ella debe escucharme, ella debe creerme, no he hecho nada malo, no le fui infiel, necesito hablar con
ella, pero se que eso ahora será difícil como lo dijo Sara. Dejare que se calme un poco y la volveré a
buscar. Necesitamos hablar de nuestro hijo. Sonrío al recordar la ecografía. Jamás imaginé que esa
noticia me daría tanta felicidad.
Capitulo 29. Secuestro y dolor.
Paula
Me dormí toda la mañana, es pasado el mediodía, llore tanto que me quede dormida, ahora me
duele la cabeza de tanto llorar y pensar en Dante, cuando reacciono vuelve todos los recuerdos a mí,
ya no quiero llorar, prendo mi teléfono y tengo miles de llamadas perdidas de Isa, de Dante y también
de ¿Iam?
Y varios mensajes de Isa y Dante, abro un mensaje de Isa
Amiga, que pasó de ti, porque no viniste a trabajar, estoy preocupada, te he llamado mil veces y me
da apagado. Cuando termine mi turno voy a tu casa.
Haaaa, suspiro, ¡¡Dios!! Mi vida nunca estará bien al parecer, pero ahora tengo un angelito
creciendo dentro de mí, desde ahora mi bebe y Katy son lo más importante para mí.
Abro otro mensaje del imbécil desagraciado de Dante, lo odio, a quien quiero engañar jamás lo
odiare, lo amo con todas mis fuerzas y más ahora que llevaré un pedacito de él en mi interior.
Amor, escúchame por favor, te amo, no te fui infiel, jamás lo sería, te amo tanto mi amor. Dame la
oportunidad por favor, dame el beneficio de la duda.
¿Paula, estas embarazada amor? Contéstame por favor.
Aaah, tiro mi teléfono en la cama, todavía es tan cínico al pedirme eso después de que lo encontré
con otra en una situación comprometedora, y todavía se atreve a decir que no me fue infiel, que cara
dura por Dios.
—Mi niña, ya despertaste, se asoma Sara por la puerta.
—Si Sara... Sara necesito contarte algo.
—Dime mi niña, toma asiento en la cama mientras me sujeta de la mano. La quiero como a una
madre en verdad, siempre digo que ella fue enviada por mi madre para que me cuide en su reemplazo.
—Sara, estoy embarazada, ella me mira sorprendida, para luego regalarme una enorme sonrisa.
—Mi niña, no lo puedo creer ¿de verdad?
—Si Sara, hoy me hice la prueba y si estoy embarazadísima. Ella suelta una carcajada, cargada
de alegría.
—¿Y Dante es el padre verdad? Asiento, agachando la cabeza... —Mi niña debes hablar con él, se
nota que él te quiere.
—No Sara, el solo se burló de mí, no le importo en lo más mínimo.
—No seas cabeza dura Paula, él te ama mucho.
— ¿Ya te lavo el cerebro a tí también? Niega.
—No Paula, se nota en su mirada. Puedo ver cuando alguien es sincero através de los ojos, y
yo no veo malicia en los suyos.
—No Sara, esta vez no lo perdonare, me lastimó y me engaño no se lo perdonaré y este bebe lo
cuidaré sola. Que se ponga en mi lugar, no creo que el piense nada bueno de mi sí me encontrará en
una situación comprometedora con otro hombre, jamás me lo perdonaría Sara.

86 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Sara suspira alzando las manos al cielo, como pidiendo paciencia... —Ojala no te arrepientas
luego Paula y sea tarde, recuerda que ahora no solo eres tú, ahora este bebé los necesita a ambos.
—Pues si no me quiere a mí, no creo que quiera a este hijo que espero tampoco Sara, debo ir a
casa, me apresuro a decir, Sara aprieta mi mano y asiente.
—Esta bien Paula pero si necesitas cualquier cosa llámame mi niña, no dudes de eso ¿Bien?
—Gracias Sara, eres la mejor, te quiero. Le envuelvo en un cálido abrazo para luego salir de su
departamento.
Me dirijo a la mía, al entrar encuentro a Kathy viendo la televisión. —Hola amor. Saludo al entrar,
al verme corre a abrazarme. Le correspondo dejando besos en su cabecita.
—Has vuelto temprano,
—Emmm sí, no me he sentido bien y me vine temprano, miento, no quiero que Katy sepa nada.
—¿Que pasa Paula? Pregunta Katia al escuchar lo que me acabo de decir a Kathy.
—No es nada Katia, solo me descompense y tuve que venir para descansar.
—Bien te preparare una sopita de verdura ahora mismo.
—No te molestes Katia por favor.
—No seas necia, te prepararé y te lo tomarás todito.
Sonrío y asiento, la verdad tengo muchas nauseas, pero también tengo hambre, mi bebe está
hambriento.
Pasamos toda la tarde viendo películas con Kathy y asi me distraje un poco, de lo contrario estaré
llorando por todos los rincones de la casa y no quiero que mi hermana se preocupe por mí.
Tocan la puerta, y yo me pongo nerviosa, no quiero que sea Dante, Katia abre la puerta pero
escucho la inconfundible voz de mi amiga, es Isa.
Entra como un huracán en la habitación —¡Paulaa!
Le hago señas con el ojo para que no diga nada frente a Katy, ella lo entiende, saluda a Katy con
un beso y me dice que necesita hablar conmigo, yo me levanto para poder irnos a mi habitación.
—Ahora si me vas a decir que paso, entramos cierra la puerta y nos sentamos en la cama y me
desplomo en los brazos de Isa. —¡Isa! De nuevo comienzo a llorar.
—¿No me digas que ese hijo de Puta no quiere a su hijo? Niego con la cabeza.
—No amiga, no se si esto es peor pero lo vi con otra mujer en su oficina....
—¿Que? ¿Cómo que con otra, pero que Paula, y que hiciste?
—Nada, salí de ahí ya no quería verlo amiga, me lo negó puedes creerlo el muy cínico me negó,
Y lo peor no es eso...
—¿Hay algo peor?
—Si Isa, con la mujer que estaba no era cualquier mujer, era la misma por la que me dejo plantada
aquella vez ¿recuerdas?
—Claro amiga, que le creíste el chorizo de mentiras que te dijo y le diste una oportunidad.
—Si amiga, aquella vez le creí, pero ya no más...
—¡Ay amiga! lo siento mucho, ¿Entonces no le dijiste que estas embarazada?
—Le lancé mis resultados a la cara, Isa me mira sorprendida. —¿Y qué hizo?
—No le di tiempo a nada, no quiero saber nada de él Isa, no necesito de él para criar a este hijo.
—Bien amiga, no necesitas de él para criar a ese bebe, me tienes a mí, a Katy a Sara, que te
queremos mucho y también a ese bebé que viene en camino. Si él no quiere hacerse responsable
pues lo afrontamos solas y ya está, siempre salimos adelante Paula, y esto es sólo uno más, ve el lado
positivo de estar embarazada, ya no estarás sola, llevas un hijo dentro Paula, un regalo de Dios.
—Lo sé Isa, pero ¿cómo le digo a mi corazón que lo olvide?
—Pues se lo dirás y punto, uno no muere de amor Paula, sé que duele, lo admito pero no acaba
el mundo porque un hombre no nos quiere.
—Pero me duele amiga... — Lo sé Paula, me lo puedo imaginar.
Isa se quedó un momento más a consolarme, me siento patética la verdad tener que llorar y
sentirme así, no le hará nada bien tampoco a mi bebé, después de cenar Isa se retiró, yo solo quería
dormir para poder olvidar.
Dante no ha vuelto a buscarme, la verdad esperaba que por lo menos me buscara pero creo que es
mejor así, así me doy cuenta que nunca le importe.
Salgo de la ducha para entrar a la cama cuando suena mi teléfono, voy corriendo a ver si es
Dante; y mi corazón da un vuelco al ver su nombre en mi pantalla; soy una gran tonta, ¿así piensas
olvidarlo Paula, brincado de alegría cada vez que te llama?
Pienso si contesto o no la llamada, no atiendo, al rato vuelve a llamar y que, contesto finalmente...
— ¿Hola?
— ¡Nena! escucho un susurro, cierro mis ojos al escuchar su voz... — ¿Dante que quieres?
—A ti, mi amor, Paula solo quiero que sepas que te amo con toda el alma, eres lo mejor que me
ha pasado en la vida, escucho en silencio mientras una lagrima rueda por mi mejilla, nunca he conocido

87 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
una mujer como tú, Te amo, a ti y a ese bebé que viene en camino, los amo más que a nada, como
nunca como a nadie amor.
—Dante yo.. Amor no digas nada, solo escucha... y de pronto escucho una canción en el teléfono....
TU ERES LA VELA, EL AMOR ES LA LLAMA
UN FUEGO QUE QUEMA A TRAVÉS DEL VIENTO Y LA LLUVIA
BRILLA TU LUZ EN ESTE CORAZÓN MÍO
HASTA EL FINAL DE LOS TIEMPOS
LLEGASTE A MÍ COMO EL AMANECER LLEGA A LA NOCHE
BRILLANDO COMO EL SOL
FUERA DE MIS SUEÑOS Y DENTRO DE MI VIDA
TU ERES LA ÚNICA, TU ERES LA ÚNICA
DIJE QUE TE AMABA PERO MENTÍ
PORQUE LO QUE SIENTO ADENTRO ES MÁS QUE AMOR
DIJE QUE TE AMABA PERO ESTABA EQUIVOCADO
PORQUE EL AMOR JAMÁS PODRÍA SENTIRSE TAN FUERTE
DIJE QUE TE AMABA PERO MENTÍ
CON TODA EL ALMA HE INTENTADO INÚTILMENTE
¿CÓMO PUEDEN MERAS PALABRAS EXPLICAR MI CORAZÓN?
ESTE SABOR A CIELO, TAN PROFUNDO TAN REAL
HE ENCONTRADO EN TI
POR TANTAS RAZONES, EN TANTAS MANERAS
MI VIDA ACABA DE EMPEZAR
TE NECESITO PARA SIEMPRE, NECESITO QUE TE QUEDES
TU ERES LA ÚNICA, TU ERES LA ÚNICA
DIJE QUE TE AMABA PERO MENTÍ
PORQUE LO QUE SIENTO ADENTRO ES MÁS QUE AMOR
DIJE QUE TE AMABA PERO ESTABA EQUIVOCADO
PORQUE EL AMOR JAMÁS PODRÍA SENTIRSE TAN FUERTE
Escuche atentamente cada letra de la canción, la conozco, siempre me ha gustado esa canción.
—Paula es lo que siento por ti, perdóname por todo, si te lastimé, no fue mi intención.
—Que descanses mi amor, te amo.
Corto la llamada lanzando mi teléfono a la cama, cubro mi rostro con mis manos sintiendo las
lágrimas correr entre mis dedos, ¿Que es lo que quiere de mí, porque me hace esto?
Dante
No pude pegar un ojo en toda la noche, me vine temprano a la empresa para tratar de distraer mi
mente, no quiero perderla, necesito que me perdone, me volveré loco.
— Eva ven un momento, aprieto el comunicador llamando a mi asistente. Mientras me recuesto en
mi silla.
—Dígame señor, entra una Eva apurada.
—Quiero que envíes un ramo de rosas a esta dirección y con esta nota por favor, Eva asiente.
—Señor, en media hora es la junta con los socios.
—Si Eva, lo recuerdo, gracias.
—De nada señor, ¿Necesita algo más?
—No prepara y deja todo listo la sala de juntas para la reunión. Asiente... —Permiso.
Veinte minutos después voy a la sala de juntas, ya se encuentra Iam, Leonardo y los demás
socios, me dieron los informes mensuales, hablaron sobre nuevos proyectos, la verdad no puedo
concentrarme al 100 por que no dejo de pensar Paula
Termina la reunión, convocando a otra reunión para la siguiente semana, salen todos los socios
excepto Iam y Leonardo quienes permanecen sentados...
—¿Ya conseguiste que te perdone?, habla Iam, yo solo muevo mi cabeza negando.
—No es tan fácil.
—Si no te pones las pilas, iré yo a consolarla, sus palabras me tensan.
—No te atrevas Iam, amenazo, él suelta una carcajada.
—No lo hará Dante, contesta Leonardo, pero habrá otros que te la quieran robar.
—Eso ni en sueños, mato a todo aquel que se atreva a ponerle una mano encima, ambos ríen a
carcajadas burlándose de mí.
—Vaya hermano sí que estás enamorado. Observo a Leonardo suspirando hondo.
—¿Tanto se me nota? Ellos ríen y también me hacen sonreír.
—Seré padre Leonardo. Confieso formándose un gran silencio en la sala, el me mira sorprendido,
Iam solo sonríe…
—¡Vaya! ¿De verdad? Asiento…

88 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Muchas felicidades Dante en verdad, me alegro por ti, y espero que recuperes a Paula y puedan
estar juntos.
—Eso espero Leonardo, porque no sé qué haría si ella ya no quiere estar conmigo.
—Eso no pasara Dante, hombre, ella te ama... Iam trata de consolarme, ambos son buenos
amigos.
Suena mi teléfono, frunzo el ceño a ver quién llama, atiendo rápidamente. ¿Christopher?
—Señor... —Dime... —Se la llevaron señor.
—¿Que? Me levanto bruscamente intentando procesar lo que me acaba de decir... ¿cómo que se
la llevaron? ¿Qué carajos estás diciendo Christopher?
—Llevaron a la señorita Paula, nos tendieron una emboscada, y no pudimos hacer nada, mi
mundo se cayó en pedazos al escuchar eso, Iam y Leonardo me miran preocupados.
—¿Quién fue?
—No sabemos señor, no pudimos hacer nada. No no no noo grito, lanzando la silla.
— Cálmate Dante que sucede pregunta Iam alterado.
—Se la llevaron Iam, se llevaron a Paula.
— ¿Que? ¿Quién se la llevo?
— No lo sé, no se grito de la desesperación.
—Dante tú crees que... miro a Iam interpretando lo que quiere decirme.
—No, no Iam, me paso la mano por el pelo, camino de un lado a otro. Nunca sentí esta
desesperación está impotencia.
—Dante tranquilízate vamos a encontrar la solución... Escucho que habla Leonardo pero nada
puede calmarme, agarro mi teléfono llamo a Jorge.
—¡Jorge!
— ¿Señor?
—Se llevaron a Paula.
—¿Qué? ¿Cómo sucedió?
—No lo sé, necesito que reúnas a los chicos en media hora los quiero a todos aquí, en el
estacionamiento, a todos Jorge digo exaltado.
—Si señor así será.
—¿Dante que harás? me pregunta Leonardo....
—Se metieron con lo que más amo en mi vida , debo saber quién fue y acabar con el hijo de
puta que se llevó a mi mujer.
—¿Estás seguro? Pregunta Iam con el ceño fruncido.
—Sí Iam, necesitare de su ayuda, no creo que pueda hacer nada yo solo. Asiente.
—Entonces llámalo.
Marco su, jamás pensé necesitar de este hijo de puta, pero lo necesito, sin él no podré
encontrarla, si las personas que secuestraron a Paula son peligrosas, no podré solo, la matarán antes
de que pueda encontrarla.
Suspiro hondo, escuchando que suena su teléfono.
—Hola.... —Eres un maldito imbécil. Contesta al otro lado en un tono de burla.
—¿A qué debo tu llamada? Escucho como se carcajea.
Fabrizzio, necesito tu ayuda..... Silencio…
—Te escucho....
Capitulo 30. No puedo perderte.
Dante
Fabrizzio, sabes que no te llamaría si no se tratara de algo de vida o muerte.
—Eso lo sé hermano, no tienes que decirlo( Fabrizzio, es como un hermano para mí, somos amigos
desde la secundaria, luego de la Universidad, solo que él siguió los pasos de su padre, esta en el
mundo de la mafia, de hecho Fabrizzio es el líder de una de las mafias más grandes de Italia en el
narcotráfico y contrabando de armas ilegales, cuando su padre el líder en ese entonces fue asesinado,
yo estuve a su lado, se había hundido en la droga y alcohol, y lo ayude de salir del pozo donde había
caído y desde ese entonces se convirtió en el líder de la mafia había juro dar su vida por mí si alguna
vez lo necesitaba), pues llego ese día, solo que no espero que de su vida por mí, solo su ayuda.
—Y sabes que siempre estaré para ti hermano, sea lo que sea, donde sea, estaré ahí, lo sabes
—Lo sé Fabrizzio y por eso te llamo, necesito tu ayuda; —Bien, ¿A quién debemos matar?
—Espero que a nadie, pero si es necesario a muchos. — ¿Fabrizzio? se llevaron a mi mujer,
silencio.
— ¿Quien?, responde después de un momento.
—Ese es el problema viejo, no sé, esperaba que tu pudieras ayúdame con eso según nuestras
investigaciones creemos que se trata de una mafia, su padre está involucrado en eso y creo que es
por ajuste de cuentas o algo así, no lo sé con exactitud, necesito tu ayuda.

89 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Dame un momento, lo averiguaré. ¿Nombre?
—Paula Ricci... —¿Hace cuánto ocurrió el secuestro?
—Hace un momento según me informaron mis guardias. —Ok dame tiempo Dante.
— ¿Cuánto tiempo Fabrizzio? no puedo dejar pasar mucho tiempo, el tiempo corre para ella.
—Dame tiempo Dante, esto no es fácil, cuando se trata de un secuestro no lo resolvemos tan
rápido.
—Lo se Fabrizzio pero debo encontrarla por favor, ayúdame, haz todo lo que puedas, contacta a
quien sea.
—Espera mi llamada viejo, es todo lo que dice cortando la llamada. Se que Fabrizzio hara lo imposible
por averiguar algo. Suspiro frustrado, pasándome la mano por el pelo mil veces, Iam y Leonardo me
miran preocupados.
— ¿Que te dijo?, habla de pronto Iam... Lo miro...
—Lo averiguará, espero que logre algo, sé que en su mundo todo se sabe, y para Fabrizzio nada
es imposible. Maneja prácticamente todo. Iam asiente. Leonardo se acerca y me palmea la espalda.
—La encontraremos, te prometo, lo miro preocupado...—Eso espero hermano, porque si no, no
sé lo que haría.
—Todo saldrá bien, Iam me mira con compasión pero también sé que está muy preocupado por
Paula es la mujer que quiere también.
Paula
Lentamente abro los ojos, estoy en una habitación oscura amarrada de pies y manos, recuerdo lo
que sucedió, cuando estaba caminando una camioneta negra me interceptó y me metieron a la fuerza
luego me durmieron poniéndome un pañuelo en la nariz, después de eso ya no recuerdo nada, estoy
desesperada, lloro, trato de desatarme pero no puedo, solo termino lastimándome la muñeca ¡¡Dios
mío!! ¿Quien quiere hacerme daño?, viene a mi mente mi princesa, no, no Katy, no ojala este bien
¡Dios! Por favor debo salir de aquí.
Dante ayúdame, espero que me busque, aunque sé que no lo hará, no tiene motivos para hacerlo, en
la habitación solo se escuchan mis sollozos pero de pronto me callo al escuchar pasos detrás de la
puerta, la abren lentamente y por ella veo entrar a dos hombres vestidos de negro, al entrar cierran la
puerta, estoy muerta de miedo, que es lo que van a hacer conmigo.
— ¡Vaya, por fin despierta la muñequita!, es realmente hermosa. Su voz es de burla. — ¿Qué es
lo que quieren de mí? les grito llorando, ambos tienen una sonrisa que me provoca miedo.
— Verás muñequita, teníamos problemas con tu padre, nos debía mucho dinero, y pues sabemos
que tú puedas saldar una parte de su deuda.
—¿Mi padre?, yo yo no sé nada de mi padre él nos abandonó. El hombre se inclina hasta mi
altura, agarrando un mechón de mi pelo y lo huele, yo solo quiero llorar, baja su mano por mi cuello
hasta mi pecho, me muevo para que no me toque, forcejeo empiezo a llorar más. ¡Déjame! grito.
—¡Suélteme! ya le dije que no sé nada de mi padre, porque no arreglan con él, el otro hombre
suelta una carcajada cargada de maldad.
—Ya lo arreglamos preciosa, está más que muerto, eso le pasa por meterse con nosotros. Y tu más
vale que cooperes o terminarás igual que él.
—¿Que? no, no, sé que mi padre nos abandonó, pero saber que está muerto me duele.
—Les puedo pagar el dinero, miren mi novio tiene mucho dinero, si les pido les puede pagar,
miento, la desesperación que siento me hace decir cualquier cosa, ambos ríen a carcajadas,
obviamente no creen nada de lo que digo.
—No preciosa, tenemos otros planes para ti, por ti nos darán mucho más, contesta el otro, sujeta
mi rostro con ambas manos apretándolo, dejando un beso en mi boca que me produce azco, lucho
con todas mis fuerzas para alejarme, sus dedos se clavan en mi mejilla y duele.
Me suelta bruscamente —Mañana estarás muy lejos de Italia preciosa, tu nuevo dueño te está
esperando.
Y así como entraron rápidamente volvieron a salir ¿un comprador? ¿Me venderán? Que alguien
me ayude, cualquiera pero necesito que me saquen de aquí, lo único que me queda es pedirle a Dios
ya que no creo que nadie se moleste en buscarme.
¿Este será mi destino, así acabaré?
Dante
Después de más de una hora cuando ya me estaba por volver loco, intentamos averiguar algo
por nuestros medios pero nada, no dimos con nada. Suena mi teléfono, veo que es Fabrizzio.

— ¡Hermano! contesto presuroso, ansioso, nervioso.


— Esto no te va gustar Dante.
—Dime con una mierda quien tiene a mi mujer.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Uno de los grupos criminales de aquí de Italia, trafican con mujeres y droga, secuestran
mujeres y luego las vende en Rusia, o en América Latina. Un amigo pudo rastrear algo, solo que no
estoy seguro de que se trate de tu mujer Dante.
—Tiene que ser ella Fabrizzio, tengo que encontrarla. ¿Dime dónde está?
—Estoy rastreando viejo dame tiempo, dame tiempo.
—Fabrizzio no hay tiempo... Grito desesperado, ella puede estar en peligro. Necesito recuperarla
sana y viva por favor, tiene que ser ella.
—Ya sé hermano, cálmate la encontraremos. No puede ir lejos aún, debe estar por aquí.
— Así será... Es todo lo que digo para luego cortar la llamada con Fabrizio.
— ¿Que sucede Dante? pregunta Iam, la tiene una de las mafias. O eso es lo que Fabrizio
sospecha, nada es seguro, nada ¡Carajo! Grito rabioso.
—¡Mierda! Exclama Iam pasándose la mano por el pelo y caminando de un lado a otro.
—Sabía que esto es culpa de su padre Dante, yo te dije que estaba metido en cosas turbias,
estoy seguro que llevaron a Paula por ajuste de cuentas con su padre. —Si, lo sé debo irme. Contesto.
— ¿Dónde vas Dante?, me sujeta del brazo. Lo miro... —A traer de vuelta a mi mujer conmigo.
—Iremos contigo esta vez quien habla es Leonardo.
—No, esta es mi lucha, no quiero que se metan. —Lo siento mucho, por que quieras o no iremos,
espeta Iam enojado.
— ¿Están seguros? puede ser un viaje de ida y no haber vuelta.
— Pues iremos contigo donde sea Dante, lo sabes exclama Leonardo, somos amigos, hermanos,
jamás te dejaremos solo Dante.
—Si tu mujer es importante para ti, para nosotros también, somos hermanos…los miro a ambos.
—Gracias de verdad, los dos asienten, y salimos apresurados.
Digo a Eva que cancele todo lo que tenía para hoy, porque nos ausentaremos y que sea lo que
sea lo resuelva, ella es una extraordinaria empleada, sé que es capaz de solucionar cualquier cosa en
mi ausencia.
Bajamos al estacionamiento ya todos mis hombres esperando mis órdenes.
¡Señor! se acerca Jorge a mí.
—Jorge, iremos a una cacería. Prepara a todos.
— Que bien hace mucho no tenía acción en mi vida, rio por el comentario de Jorge para tratar
de aplacar un poco está desesperación que siento ante toda esta situación, Jorge es mi más fiel
empleado, es leal y un buen amigo si se puede decir.
Nos subimos todos a las camionetas que son cinco en total, nos dirigimos a la casa de Fabrizzio,
espero que ya tenga noticias de Paula si no juro me volveré loco, ahora mismo quiero matar a
cualquiera que se interponga en mi camino.
Llegamos a la mansión, nos abren el gran portón y entramos, este hijo de puta tiene rodeado la
mansión, tiene más seguridad que el presidente, y no es para menos, tiene muchos enemigos que
quieren su cabeza todo el tiempo. Bajamos de la camioneta, es el mismo Fabrizzio quien nos recibe.
—El gran Dante D Luca en mi casa después de tanto tiempo. Su sonrisa es de oreja a oreja se
acerca y nos abrazamos en un fuerte abrazo, en verdad hace tiempo no nos vemos. Al soltarme hace
lo mismo con Iam y Leonardo, todos somos amigos desde la secundaria, solo que en la Universidad
cada uno tomo rumbos diferentes, excepto yo y Fabrizzio que seguimos juntos hasta el final.
—¿Ya sabes donde la tienen? Pregunto rápidamente ya que es a lo que vinimos.
Asiente...— Entremos y les explico mejor, hago señas a mis hombres que se queden afuera y
entramos, solo Jorge nos acompaña.
—La tienen en uno de los depósitos aquí a diez manzanas, todavía la tienen aquí ya que es reciente
su secuestro, pero te aseguro que para mañana ya no estará en Italia, es la mafia de los Capelli, uno
de mis peores enemigos, siempre quiso adueñarse de mis territorios, he matado a muchos de sus
hombres. Capelli tiene muchos peones que venden las drogan en grupos, de seguro el padre de tu
mujer era uno de ellos, es imposible ubicarlos a todos.
—Lo entiendo Fabrizio. —Como te dije Dante, no estoy segura de que sea ella, pero tengo datos
de que tienen a una mujer y a juzgar por la casualidad podría ser ella.
—¿Y qué haremos? Estoy preocupado, espero que se trate de Paula, debe ser ella. Fabrizzio
suelta una carcajada, que eriza la piel del mismísimo diablo.
—Iremos de cacería y acabar con ese maldito que es como una piedra en el zapato, hace mucho
le piso los talones ya me tiene jodido, y por supuesto recuperar a tu mujer, eso haremos.
Nos da chalecos antibalas, armas de distintos calibres, afortunadamente todos y cada uno de
nosotros sabemos usar armas, Alonzo su mano derecha comienza a hablarnos de un plan, de cómo
entrar y da coordenadas a sus hombres al igual que a los míos sin perder tiempo, para ellos esto es
como el pan de cada día.
—Es todo, debemos irnos... Fabrizzio, le sostengo del hombro.

91 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Gracias Hermano.
—Lo que sea por la familia tú lo sabes, si esa mujer te importa tanto, hasta para dar tu vida por
ella; es por qué vale cada puto rasguño.
— Lo vale hermano, vale más que cualquier golpe, asiente, mirando a Iam y a Leonardo, levanta
una ceja finalmente con una sonrisa burlona.
—Lo perdimos. Confiesa y se carcajean, Fabrizzio ni en los peores momentos pierde el sentido
del humor.
—¡Vamos! todos vienen detrás de mí, salimos de la mansión siguiendo a Fabrizio.
Paula
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero tengo mucha sed, mucha hambre, me duelen mis brazos
y mis piernas de estar amarrada, de nuevo escucho voces, y entran dos hombres en la habitación, no
son los mismos que vinieron al principio.
—Mira nada más, que hermosa princesa tenemos aquí, podemos divertirnos un rato con ella,
dice uno de los hombres, que me dan nauseas, por como miran mi cuerpo.
Uno de ellos me da de beber agua...—¡Bebe! Me ordena de mala gana, bebo un sorbo porque
me estoy muriendo de sed, mientras que el otro me desata las manos, ya me dolía todo el brazo, el
hombre empieza a manosearme, yo trato de empujarlo, rompe mi blusa, y me intenta tocar los pechos
—¿Que carajos haces? Brama molesto el otro hombre, yo estoy desesperada, trato de zafarme,
lo empujo lo golpeo el sostiene mis manos.
—Quieta o te volveré a atar. —¡Suéltame!
—¿Que mierda creer que estás haciendo? Vuelve a hablar el otro sujeto.
—¡Cállate. Contesta, solo quiero divertirme un rato con ella.
— Si el jefe sabe te mata y lo sabes.
—No se va enterar que toque la mercancía dice el cerdo asqueroso, solo me causa repulsión.
—No puedo resistirme es una preciosura, intenta besarme y le muerdo el labio a lo que él me
responde con una bofetada... sollozo por el golpe maldito, como duele, arde, sollozo y aprovecha para
tocarme los pechos... Por favor, suéltame te suplico.
—¡Ya basta! le grita el otro, salgamos de aquí o le diré al jefe, el hombre que me estaba tocando,
lo mira mal, pero finalmente deja de tocarme, levantándose.
—La próxima nadie te salva zorra, es lo último que dice antes de que ambos abandonen la
habitación, me quiero morir, quiero salir de aquí, cualquier cosa pero ya no quiero estar con estos
hombres aquí, solo pienso en Katy y en mi bebe, espero que Katherine se encuentre bien, que no esté
pasando por lo mismo que yo, no quiero que nadie le haga daño. Mi padre me lo advirtió, y no le di
importancia y ahora estoy aquí.
De pronto escucho ruidos, muchos ruidos, disparos y explosiones, estoy más asustada aún que
estará pasando, son disparos cada vez más cerca, de pronto ingresa a la habitación el mismo hombre
que se quiso propasar conmigo, me sujeta del pelo y haciéndome levantar del suelo.
¡Suéltame maldito! ¡Suéltame! Grito, pataleo, trato de golpearlo...
—Apúrate, vámonos...le grita otro hombre me carga en su hombro y salimos rápidamente de la
habitación, los disparos no cesan, veo hombres tirados en el suelo, me muevo tratando de soltarme
pero es inútil- —Por el pasillo del fondo le grita un hombre, sácala de aquí, ya, ya... salimos de ahí
rápido entre ráfagas de balas volando por todos lados, me sube nuevamente a una camioneta, pataleo
para que me suelte sin éxito alguno y de nuevo uno de ellos me golpea dejándome inconsciente.
Dante
—¡Llegamos! Estén todos atentos. Escucho cómo Fabrizzio habla por el auricular. Todos paramos
en uno camino y bajamos de las camionetas.
—¿Que sucede Fabrizzio? Pregunto acercándonos mientras que el ajusta su chaleco y recarga
su arma. —Entraremos a pie desde aquí. No podemos dejar que nos vean.
—Sigan el plan por favor, y si tienen miedo mejor quédense aquí. Nos observa a los tres. Yo solo
niego.
—Nadie tiene miedo Fabrizio, contesta a lo que Iam y Leonardo asienten también.
—Bien. Estén atentos, no se acerquen y esperen mi señal. Ordena.
Fabrizio es otro cuando está en combate, es un sujeto intimidante, no pierde tiempo.
—¡No quiero fallas! Habla por el auricular, y todos escuchamos. Nos adelantaremos Alonzo y los
demás nos seguirán, habla con su mano derecha, mientras que hace señas con su mano que solo
ellos entienden.
Primero son sus hombres y Fabrizio quienes entran a la propiedad, nosotros nos cubrimos detrás
de ellos ya que no tenemos experiencia en esto, de pronto comienzan los disparos y mis manos sudan,
nos observamos con Leonardo e Iam.
—Me siento todo un mafioso. Bromea Iam en medio de los disparos, mientras que Leonardo suelta
una carcajada, vemos la señal de Fabrizio para entra en los depósitos, y comenzamos a disparar, mis

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ERES MI ADICCION LEYVA
hombres nos cubren las espaldas, disparamos a todos los que se crucen enfrente, logramos entrar,
Fabrizzio hace detonar unos explosivos que causa muchos destrozos, y empiezan los disparan de
todos lados.
¡No quiero a nadie vivo! Ordena nuevamente Fabrizio.
De pronto escucho unos gritos distintos a nosotros, volteo hacia un pasillo para ver a un hombre
sacando a Paula en su hombro, eso fue todo maldita sea, sabía que era ella.
—Fabrizzio es ella. Grito.
—Vamos por tu mujer entonces, grita, corremos detrás ellos, salimos por el mismo pasillo por
dónde sacaron a Paula, los hombres de Fabrizzio no deja nada vivo a su paso, vemos como la adentrar
a una camioneta para luego perderse a toda velocidad, sin tiempo a nada, rápidamente subimos a la
nuestra y los seguimos, vienen más de nuestros hombres detrás y los otros también.
—¡Acelera Fabrizzio!! Pido desesperado, él acelera todo lo que puede.
—Dispara maldita sea para que tienes el arma. Salgo por la ventana y disparo, también los otro si
empiezan a dispararnos.
Cuando nos doblamos en una curva Fabrizzio dispara a una de las ruedas de la camioneta donde
llevan Paula. La cual por la velocidad en el que iban hace volcar la maldita camioneta.
¡Noo! Paula no. Grito desesperado, solo quiero lanzarme del auto.
Fabrizzio para la camioneta, y solo Alonzo con otros hombres más nos seguían.
—Cálmate Dante, pueden estar vivos, mantente atento...yo solo quiero llegar donde esta Paula,
para saber si está viva.
—Necesito sacarla de ahí le grito desesperado. Mientras bajamosde la camioneta apuntando con el
arma, nos acercamos lentamente, de pronto uno de ellos sale, intenta disparar pero Fabrizzio es más
rápido y le dispara en su cabeza. Los demás que iban están muertos.
Veo a Paula atrapada entre los asientos.
—Ayudame Fabrizio. Vuelvo a gritar para poder sacar a mi mujer de ahí. El levanta lo más que
puede el auto que ya comienza a incendiarse, con cuidado logro zafar a Paula y la saco finalmente.
Inconsciente, totalmente golpeada, con sangre saliendo de su frente.
—Amor, despierta por favor, tienes que estar bien. Comenzó a llorar. No puedo perderte amor.
De pronto escucho un disparo, Fabrizio mato a uno de los hombres que aún no había muerto,
salvando me de un disparo.
Comienza a disparar a cada uno vivos o no.
—Por si no están bien muerto. Se encoje de hombros.
Fabrizzio se acerca a Paula, le toca la muñeca.
—Aun tiene pulso Dante tenemos que llegar al hospital ya ya.
Subo con Paula en mis brazos mientras que Fabrizzio acelera y llegamos en un segundo al
hospital
— ¡Un doctor por favor!, grito entrando al hospital, los doctores y enfermeras llegan junto a mi,
ponen a Paula en la camilla y la llevan no quiero dejarla pero no me dejan pasar, así que debo quedar
esperando.
—Señor debemos llevarla adentro me ataja uno de los doctores, ¿qué sucedió? me pregunta.
—Tuvo un accidente, asiente. La enfermera tomará sus datos por favor acérquese a recepción
para dejar sus datos correspondientes. Pide, mientras que yo afirmo con la cabeza.
—Le avisaremos cualquier cosa y se va el doctor por la misma puerta donde entraron con Paula.
Me tapo el rostro con la mano, y me derrumbo, siento lagrimas bajar por mi rostro nunca pensé que
lloraría por una mujer pero es que esa mujer lo es todo para mí. Fabrizzio me agarra del hombro.
—Estará bien hermano ya lo verás, lo importante es que la pudimos rescatar viva, asiento.
—Gracias Fabrizio, sabes que haría cualquier cosa por ti, que siempre estaré para ti Dante, eres
mi hermano.
Llegan Iam y Leonardo deseperados. —¿Como está Paula Dante? Es Iam quien está
desesperado por ella, lo veo en sus ojos. —Esta muy herida. Contesto deshecho.
—Estara bien Dante, ya verás. Es Leonardo quien trata de consolarme dejando un apretón en
mi brazo.
—Yo me tengo que ir. Confiesa sincero Fabrizio. asiento, avísame lo que sea, la hora que sea.
—Gracias nuevamente Fabrizzio... Se acerca a dejar un fuerte abrazo para luego salir de ahí.
—No se qué haré si la pierdo a ella y a mi hijo. Mi corazón se estruja, me duele, mi pecho duele.
—En verdad la amas. Afirma Iam levanto la vista.
—No te imaginas cuánto Iam, daría mi vida por ella.
—Saldrá de esta ya lo verás, solucionaran toda la mierda que tienen, te arrastras le pedirás
perdón y estarán juntos, porque si no yo mismo te pego un tiro.
—Gracias por todo Iam, Leonardo, solo espero que mi hijo este bien al igual que ella porque si
algo les pasa me muero les juro que me muero.

93 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Nada va a suceder Dante, ella estará bien, ten fe.
Capitulo 31. Una ultima oportunidad.
Dante
Ya ha paso treinta minutos y aún no tengo noticias de Paula.
—No lo soporto más necesito saber de ella. Camino de un lugar a otro bajo la mirada de Iam y
Leonardo quienes no se despegan de aquí
—Calmate Dante por favor, ya nos darán noticias, Pide Iam.
Había dado los datos solicitados por la enfermera solo que tuve que mentir respecto a nuestro
parentezco el decir tuve que decir que Paula era mi esposa de lo contrario no me darían información.
En eso escucho que uno de los doctores menciona el nombre de mi mujer. Porque si ella es mi mujer.
—Familiares de Paula Ricci, rápidamente me levanto, —Aquí doctor, yo soy su esposo.
—Bien… — Dígame doctor ¿como esta?...
—Le seré sincero, contesta observándome apenado y eso me desespera temiendo lo peor.
—La señora se encuentra muy débil, está muy golpeada por el accidente, pero...
—¿Pero que doctor? Me apresuro a preguntar.
—El problema es que no sabemos si su hijo se va a poder salvar… —No no, no puede decirme
eso doctor por favor tiene que salvarlo es su obligación debe hacerlo. Hablo desesperado cuando
siento la mano de Ian en mi hombro.
— ¿Y ella doctor? pregunta Iam
— Está muy delicada, está sedada por el momento, veremos cómo reacciona.
—¿Ha sido un accidente de tránsito? pregunta el doctor, nos miramos entre los tres y afirmo
finalmente con la cabeza, no puedo decirle la verdad ya que podría cambiar muchas cosas.
— Bien le estaré informando cualquier cosa señor.
—¡Doctor!, lo llamo nuevamente antes de marcharse...—Le suplico haga lo que esté en sus
benditas manos para salvar a los dos por favor, ellos son mi vida. El doctor deja un apretón en
mi brazo. —Haré todo lo que esté a mi alcance.
—Por favor haga hasta lo imposible, le suplico.
Las lágrimas no se hacen esperar, nunca pensé que dolería tanto perder a una mujer y a un
hijo. Pero es que ella se ha convertido en mi todo. No hay amor más grande que el de un padre o una
madre a un hijo, eso es verdad.
—Estará bien hermano ya lo verás, ella y tu hijo estarán bien... Leonardo se acerca a mí
ofreciéndome un abrazo que lo acepto mientras me permito llorar. Yo Dante D Luca, llorando es digno
de ver, pero no puedo evitarlo este dolor.
Pasa mucho tiempo y el doctor vuelve, supongo que con noticias nuevas, Iam recibe una llamada
y se aleja un poco
—¿Doctor como está? Me apresuro a llegar hasta él.
—Está estable, un poco mejor. Siento un poco de alegría en mi alma al escuchar eso, yo sé que
Paula es fuerte, yo sé que se va a poner bien, tiene que ponerse bien.
—¿Y mi hijo doctor?
—Esta luchando. Contesta clavando sus ojos en los míos. Pero créeme que ambos son fuertes,
roguemos que salgan de esta. Afirmo.
—Necesito verla por favor. —No creo que sea lo más conveniente en estos momentos. Contesta.
—Por favor, algunas veces necesitamos sentir la presencia de ese ser amado para volver a la
vida. El doctor se queda por unos segundos observándome hasta que finalmente Asiente.
—Bien pero solo usted... posa su vista en Leonardo y luego nuevamente en mi...Asiento.
—Venga conmigo.
Isa
Ya llame mil veces a Paula, no contesta mis llamadas, no se presentó de nuevo a trabajar, esto ya
me está preocupando, tengo un mal presentimiento.
Llamé a Santiago y estamos yendo lo más rápido posible a la casa de Paula, llegue pero lo que
más me preocupo fue cuando Katy me dijo que salió muy temprano para el trabajo, pero que no ha
vuelto, esto ya no me gusta para nada. Llama a Iam, amor.
—¿A Iam? ¿Para qué? Ruedo los ojos, quiero a mi novio pero hay veces que es tan bruto el pobre.
— Por si sepa algo de Paula llámalo, Santiago marca el número de Iam, mientras yo abrazo a Katy
que ya se puso a llorar. Trato de tranquilizarla, porque esta delicada de salud, no puede ponerse de
esta manera.
— Tranquila princesa ella está bien ya lo verás, nada malo sucedió ¿Vale? Santiago corta la
llamada y me observa. —No te va gustar mi rubia.
—¿Que pasa Santiago? habla de una maldita vez. Ya estoy alteradísima, con los nervios de punta
y el que no habla.

94 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Paula está en el hospital. Mi corazón late a mil, escuchar eso no me lo esperaba, en realidad
no esperaba nada malo.
—¿Que? ¿Cómo, pero qué paso?
—Tuvo un accidente al parecer, es lo que me dijo Iam.
—Noo, no mi hermana noo grita llorando Katy al escuchar que Paula estaba en el hospital.
—Tranquila princesa, estará bien, la abrazo muy fuerte dejando besos en su cabeza... quiero
verla, necesito saber de ella. Me pide.
—No Katy, tú no puedes irte a esta hora al hospital y menos en tu condición de salud, te quedaras
aquí con Katia y yo iré con Santiago y te aviso ¿Vale?
—No quiero que le pase nada a Paula, dice Katy desconsolada...
— Tienes que tranquilizarte, ella es fuerte, estará bien. Me levanto girando hacia Katia que
también se encuentra en shock por la noticia.
—Cuídala Katia... —Le daré su calmante para que duerma, esto le hará mal a su salud.
—Hazlo Katia, deja de que descanse, yo te llamo ¿ok? Asiente. —Llámame sea lo que sea por
favor.
—Claro que si, no te preocupes. Dejo un beso en la mejilla de Kathy y arrastro a Santiago conmigo
para correr hacia el hospital. El pone en marcha el auto para conducir a toda velocidad.
—¿Que habrá pasado Santiago? Pregunto preocupada, mordiéndome las uñas de la angustia.
— No sé amor. —¿Por qué Iam está con Paula? eso es raro.
—No solo Iam... Contesta observándome por breves segundos para volver su vista al frente.
—¿Y quien está también con ella? enarco una ceja. Ruedo los ojos...—Ya ya no me contestes,
ya lo sé Dante. Santiago asiente, esto no me gusta y si él tuvo algo que ver juro que lo mato.
Luego recuerdo que Paula está embarazada, llevo mis manos a la cabeza.
— ¿Qué, que sucede amor? Santiago me mira como si me hubiera salido tres cabezas.
—El bebé de Paula, exclamo.
—¿Que bebe?..
—Amor, Paula está embarazada.
—¿De verdad? Santiago habla sorprendido.
—Sí, ayer lo supimos para eso fuimos al hospital.
—Ojalá este bien.
—Ojala nene, ojalá.
Llegamos al hospital y preguntamos por Paula, en eso vemos a Iam, y a otro hombre con él,
rápidamente llegamos junto a ellos.
Santiago saluda a Iam y al otro hombre que no se su nombre realmente, solo se que está
buenísimo el condenado, Dios, no puedo estar pensando en eso teniendo a mi novio aquí a mi lado,
pero es que no puedo evitarlo y más si ese hombre me mira como si yo fuera lo más exquisito que vio
en su vida, si así es, puedo darme cuenta cuando un hombre me devora con la mirada. ¿Se relamió
los labios? ¡Joder! Paula es la embarazada y soy yo la que estoy con las hormonas alborotadas.
Sacudo mi cabeza para dejar de mirar a ese hombre ya que Santiago achica los ojos.
—¿Que sucedió? como esta mi amiga le pregunto a Iam finalmente, él solo suspira.
—Hola tú debes de ser Isa, asiento.
—Esta delicada. Contesta sincero. — ¿Y dónde está?
—Está en terapia intermedia. Solo Iam es el que habla el otro habla con mi novio, de vez en
cuando desvío la mirada hacia él y lo observó mirándome de reojo, por Dios juro que tiene los ojos
más bellos del mundo. Es el mismo que siempre va al restaurante, ya lo había visto varias veces al
parecer son amigos con mi novio. —¿Y el desgraciado de tu amigo? pregunto nuevamente saliendo
de mi letargo sexo so.
El me mira con los ojos abiertos.— Si te refieres a Dante está con ella.
—Si él ltuvo algo que ver, lo mato juro que lo mato, le pateare sus bolas y luego lo mato de nuevo.
El abogado sexy me observa serio. —No tuvo nada que ver, es más él la rescato.
—¿Que que? ¿Cómo que la rescato? De que o que, no me dijiste que fue un accidente.
—La secuestraron Isa, Jesús, María y José, yo me quedo pasmada. —¿La secuestraron? Pero
como, o sea quien quiso hacerle daño a Paula por Dios.
—Si y al parecer su padre tuvo que ver.
—Virgen Santísima, no puedo creerlo, y dices que Dante la rescató, asiente. —Si no fuera por él,
tal vez tu amiga no estaría viva o aquí en Italia.
—Dios Mío, esto es gravísimo. Pego la mano en la frente.
—¿Tú sabías que Paula estaba embarazada? Pregunta Iam mirándome fijamente...
—Sí. Contesto bajito y derramo lagrimas temiendo lo peor.
—¿Dime que el bebe está bien? Suspira hondo.

95 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Eso esperemos, dijo que era difícil mantenerlo con vida.
Pobre Paula, no puede irle peor. Ruego que mi amiga esté bien y su bebé también.
Paula
Abro lentamente los ojos, trato de recuperarme por estar tanto tiempo dormida o eso creo, ya no
se ni en donde estoy, intento moverme pero no puedo, mis manos están conectadas a unos ¿Cables?
Recuerdo mi secuestro y comienzo a desesperarme temiendo lo peor. Cuando siento que unas manos
me sujetan y ese rostro tan bello que me causa tranquilidad está aquí.
Paula, amor despertaste... Intenta acercarse pero no lo hace.
—¿Dante?
—¿Da Dante que ocurrió?
—Todo está bien amor. Es todo lo que dice.
— Estoy muy asustada Dante...¿Que fue lo que sucedió, quienes eran esos nombres?
—Shhhh ya no hables amor, esos desgraciados están muertos ya no te harán daño, ya no permitiré
que nadie te haga daño preciosa. Comienzo a llorar y es entonces que Dante se acerca a mí para
envolverme en sus brazos. Yo me sujeto muy fuerte de él.
—Perdóname Paula, fui un imbécil amor lo sé pero jamás de falle mi amor, jamás te seria infiel, te
amo y a ese bebé que viene en camino, rápidamente caigo en cuenta cuando Dante dijo bebé y aprieto
mi vientre.
—Estará bien amor, ya lo verás, sigue vivo, luchando por seguir vivo, es fuerte al igual que tú, Dante
lleva mi cabello detrás de mi oreja acariciándome la frente, quisiera odiarlo por lo que me hizo pero no
puedo, lo amo demasiado, es el padre de mi hijo, pero también me cuesta creer en sus palabras…
— No quiero que le pase nada Dante, esos desgraciados…
—Shhh no hables amor, no digas nada por favor, ya no te dejaré sola amor nunca más, aunque tu
no quieras que esté a tu lado no te dejaré. Te protegeré con mi vida si es necesario mi nena.
—Mi amor perdóname juro que nunca te fui infiel, nunca lo haría y más ahora que sé que estás
embarazada mi niña y por sobre todo porque te amo tanto Paula y a este bebe lo amare más que a mi
propia vida, todo fue un malentendido, giro mi rostro de él, que ni piense que me he olvidado de eso.
—¿Dante? Lo miro, él se sienta en la cama a mí lado sostiene mi mano.
—¿Qué fue lo que paso realmente?
—Te secuestraron unos mafiosos, te pudimos rescatar a tiempo. ¿Tú sabías que tu padre estaba
metido en algo de eso? Niego una y otra vez.
—No supe de mi padre hasta hace unos días en que apareció advirtiéndome que huyera.
Mataron a mi padre Dante, le digo recordando lo que me dijeron esos hombres, Dante me observa
apenado.
—Lo siento mucho amor en verdad. La verdad me duele, era mi padre a pesar de todo.
—Si, lo sé nena. No es fácil. Pero ya nadie te hará daño. Ni siquiera él.
—Gracias Dante porque sin ti no estaría acá.
—Por ti haría lo que sea, daría mi vida si es necesario.
—Me querían vender Dante, sacarme del país, empiezo a llorar de nuevo.
—Ya ya mi vida, ya paso, nadie te hará daño amor. No pienses más en esas cosas por favor Paula.
Me aferro a sus fuertes brazos, mientras él me abraza dejando besos en mi cabeza y en mi frente. A
su lado me siento protegida en verdad.
En eso entra un doctor... —Permiso, veo que ya despertó la paciente, sonríe...—Eso es muy
bueno. Sigue hablando el doctor, Dante se levanta y se coloca a mí lado. Asiento levemente ya que
estoy muy débil.
— Le haremos una ecografía a la señora para ver nuevamente el estado de su bebe.
Solo asiento recostándome nuevamente para que el doctor realice la ecografía.
—Bien empecemos.
Empieza con la ecografía Dante aprieta mi mano y mira la pantalla, escuchamos sus latidos y
Dante sonríe, no puedo contener las lágrimas, miro a Dante y también tiene lágrimas en los ojos.
—Aquí está el pequeñito, y es más fuerte que nosotros juntos, al parecer y está todavía con muchas
ganas de vivir. Dante sonríe de oreja a oreja, creo está feliz por la noticia que será padre, pensé que
no lo aceptaría
—Bien, al parecer todo marcha bien, como le dije señor, la señora y su hijo son muy fuertes aquí
está el resultado de ello, el doctor limpia mi abdomen, y me bajo nuevamente la bata para cubrirme.
Sale nuevamente de la habitación, Dante me mira con mucho amor, lleva mi mano a sus labios y
deja besos ahí en mis nudillos.
—Te amo Paula, tú y este angelito serán mi vida, así tu no quieras estar a mi lado, yo no te dejaré
Paula.
—Hablaremos cuando salga de aquí Dante.
—Así es, lo hablaremos Paula y resolveremos este mal entendido amor, te prometo.

96 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
De pronto caigo en cuenta que no sé nada de Katy.
¡¡Dante!! —Aquí estoy amor. — Mi hermana Dante, necesito saber si está bien, me desespero.
—Tranquila, amor, la llamaré. Dante llama a Katia para saber de ella y avisarle que estoy bien.
Ella confirma que todo está bien, agradezco a Dios, que está bien, era lo que más me preocupaba.
De pronto una rubia, asoma su cabeza en la habitación.... — Hola, puedo pasar dice bajito, sonrío
al verla.
—Hola mi rubia, ¿Te dejaron pasar? Pregunta Dante, ella voltea a mirarlo enojada.
—Como está señor D Luca, por supuesto que me dejaron entrar. Dante suspira y asiente.
—Saldré un momento, volveré después. Me habla mirándome fijamente y yo no dejo de observarlo
es demasiado hermoso y sexy este hombre. Lo miro hasta que sale de la habitación.
—Ya concéntrate, Isa me chaquea los dedos. Negando una y otra vez. —¡Paula! Me envuelve en
un abrazo, no sabes lo asustada que estuve al saber lo que te pasó, Dios, nena no vuelvas a hacerme
esto por favor.
—Lo sé Isa pero ya estoy aquí, estoy bien, no paso a mayores y fue gracias a Dante, ella agacha la
cabeza tomando mi mano. ¿Que fue lo que sucedió Paula? hablamos largo rato le relato todo lo que
sucedió, en como Dante me rescató y de esos hombres que me secuestraron.
—No se lo pongas fácil, hazlo sufrir amiga... Es imposible Isa, lo amo demasiado además Dante
me rescato, se arriesgó por mí.
—Lo sé, creo que deben hablar Paula se le nota muy preocupado en verdad, y según me comentó
Iam fue gracias a él que estás aquí viva, eso habla bien de él, eso demuestra que si le importas, solo
que es hombre y como hombre siempre la cagan.
Sonrío por que Isa tiene razón, tal vez no me fue infiel como dijo, pero igual duele y esa duda está
ahí.
Dante
Pasaron 3 días, Paula que Paula salió del hospital, y la muy necia no quiso irse conmigo a casa,
pero que creen, si ella no quiso ir pues me vine yo, así es no la dejaré ni un segundo sola, ya no más
y más ahora que espera un hijo mío, que pudo salvarse y según el doctor todavía tiene muchas ganas
de vivir.
Isabela la miga de Paula por su parte todos los días viene a ver a Paula, apenas y me saluda es
comprensible de seguro sabe todo lo que pasó y la rubia me odia. Hasta le tengo miedo a decir verdad,
creo que es de armas tomar esa mujer.
Entro a la habitación de Paula observo el lugar y no está, frunzo el ceño, escucho la ducha y veo
la luz del baño. Me encantaría entrar ahí y hacerle el amor, pero estoy seguro me sacaría a patadas,
uummm me encojo de hombros y me arriesgo, entro lentamente y la veo ahí completamente desnuda,
con el agua cayendo sobre su hermosa piel, al girar brinca del susto al verme.
—¿Qué haces aquí Dante? sal de aquí me grita pero no le hago mucho caso.
—No Paula también me quiero bañar.
— ¿Y por qué no esperas a que me termine de duchar?
—Me creerías si te digo que avisaron que cortarían el agua en un rato, intenta sonreír para luego
ponerse sería nuevamente.
—Está bien entra, contesta finalmente, me deshago de mi ropa lentamente ella no deja de ver mis
movimientos, se limpia el rostro para escurrir el agua para seguir observándome.
Cuando estoy desnudo entro a la ducha pero ella gira para salir, pero la sujeto del cuello y la atraigo
hacia mí.
—¿Dónde vas nena? pego su boca a la mía, su respiración es agitada y la mía no es mejor.
—Sueltame. Pide sin embargo no hace nada por alejarse.
—No, lo siento, vuelvo a pegar mis labios a los de ella, la beso y ella se resiste pero solo un poco
porque ya no puede más y me sigue el beso, nos besamos como si quisiéramos entrar en la piel del
otro, de pronto ella se aleja y me empuja.
—Déjame Dante, exclama.
—No nena, nunca más, necesitamos solucionar esto que tenemos. La sujeto antes de que salga
del baño.
—No puedo volver a confiar en ti Dante, me engañaste, cierro la ducha.
—Se que viste eso Paula, sé que te lastime amor, pero jamás, jamás te fui infiel, jamás te falle,
perdóname y dame una oportunidad por favor. Déjame demostrarte que tú eres la única mujer que
amo y amare el resto de mi vida, bueno, dentro de poco habrá otra mujer, a quien amare más que a ti,
levanta sus cejas, acaricio su abdomen.
— ¿Y Cómo sabes que será una niña?
—Lo será, ya lo verás, será la niña de papá y la amaré tanto que ningún hijo de puta se acercará
a ella.

97 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Ella sonríe, y esa sonrisa me vuelve nada. —Dame una oportunidad Paula y te juro que no te
volveré a fallar nunca, ella llora y no me gusta verla así, luego recuesta su cabeza en mi pecho…
—Juro que será la última Dante.
—Te prometo amor, ya no quería hablar, no necesitábamos hablar, solo la necesitaba a ella, la
cargo, hago que enrede sus piernas por mi cintura y la pego a la pared, la beso, nos besamos
desesperados, nos consumimos en ese beso, beso su cuello, su suave piel, bajo a su cuello, ella se
agarra de mi hombro tan fuerte para no caer, jamás la dejaría caer.
—Te amo Paula, te adoro mi cielo, la beso ella gime, yo muerdo su pezón, y ella grita mi nombre,
y me fascina mi nombre en su boca es tan sexy. Ella cierra sus ojos y arquea su espalda. Lentamente
entro en su deliciosa vagina.
Agarro mi miembro masajeo de arriba abajo lubrico con mi líquido y empiezo a penetrarla de
apoco, ella gime ¡Dante!
¡Paula! jadeo demasiado excitado.
Entro completamente en su interior, y la penetro llegando bien adentro, sus paredes me aprietan
y es lo máximo. —Cógeme más duro Dante, me pide más y yo acelero mis embestidas, chupo sus
pechos y la aprieto tan fuerte que sé que dejare marcas en su cuerpo, sé que le encanta eso igual que
a mí, quiero marcarla, saber y que sepan que es mía.
Un poco más y siento como aprieta mi polla, como queriendo exprimir todo de él.
Y se deja ir, mi nena gime, jadea mi nombre y me clava sus uñas, yo hago lo mismo me dejo ir en
una maravilloso orgasmo.
—Te amo amor. Confieso... —Y yo a ti Dante, te amo. Eso necesitaba escuchar de sus labios.
La bajo lentamente y empiezo a lavar su cuerpo que me fascina, sus pechos están un poco más
grandes y muy apetecibles. Nos bañamos entre besos y caricias.
La envuelvo con una toalla, y al cargo en mis brazos, la llevo a la habitación la dejo sentada en
la cama, y se comienza a secar y a ponerse su ropa de dormir.
—Gracias Dante.
—Gracias a ti Paula, por darme este hermoso regalo, los amare tanto amor.
Nos besamos con amor y nos adentramos a la cama, la atraigo hacia mí, y que bien se siente,
me encanta, quiero esto el resto de mi vida, nunca la dejaría ir.
No veo la hora de que sea mi esposa, porque así sera, ella será mi esposa.
Capitulo 32. Una nueva vida.
Paula
Ya paso una semana, desde que salí del hospital, y viviendo literalmente con Dante, porque así
es, desde que salí del hospital y como no quise irme a vivir con él se instaló aquí en mi casa, este
hombre es un dolor de dientes en verdad.
Y sumarle que éste bebe me está volviendo loca, tengo náuseas y antojo de todo, cuando termine
el embarazo, Dante tendrá que llevarme en una grúa, de tanto que engordare por todos los antojos
que tengo, espero que me siga amando igual.
Pero hay un problema mayor y eso si no pienso negociar con ese hombre y es el hecho de que
quiero volver al trabajo, yo no soy una mantenida y no lo seré, así que cuando llegue por la tarde
tendremos que conversar.
Espero que no se desate la tercera guerra mundial por que Dante pegará el grito al cielo, pero
como yo soy tan terca no cederé. Esta noche vienen mis suegros, estoy cocinando algo para la cena.
Cuando mi suegra se enteró de lo que ocurrió, primero se asustó mucho, y se puso a gritar como loca
por todo lo que sucedió, lo que no sabe todavía es que será abuela, creo que para ella será la mejor
noticia del mundo.
Dante por su parte no deja de tocar mi vientre, cuando duermo o mejor dicho hago que duermo,
Dante le habla a su hijo está convencido que será niña, hasta nombre le ha puesto, se llamara
Valentina, si así es, ya tiene nombre, espero que sea niña por que no sé qué pasará si es un niño.
Luego deja un beso en mi vientre, y susurra bajito lo mucho que le ama, no me imagino lo que
será cuando mi pansa haya crecido.
Escucho el ruido de la puerta sé que mi hombre ha llegado, salgo de la cocina y voy a la sala.
Dante me ve y sonríe yo corro junto a él salto rodeando mi pierna por su cintura y el me sostiene, me
besa como si no hubiera un mañana y yo le correspondo igual, mmm amo a este hombre.
—Hola mi nena. Me sostiene con sus fuertes brazos. — Hola mi amor. Contesto dejando un beso
en sus labios.
— Que recibimiento, mmm me encanta llegar a casa así.
—A mí me encanta que llegues a casa, no sabes cuánto te extrañe Dante.
—Y tu ni te imaginas cuanto te extrañe mi pedacito de cielo, me besa de nuevo, nos consumimos en
un beso, primero suave hasta que se vuelve pasional, sensual y sexual, Dante me sienta en el mueble
más próximo de la sala.

98 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
— ¡Mmm Dante! Digo gimiendo bajito Todavía tengo mucho que hacer antes que lleguen tus padres,
y no podemos, puede vernos alguien.
El solo contesta un Mmmm y sigue besando mi cuello, recorriendo mis muslos con una suave
caricia con sus grandes manos, hasta que alguien carraspea detrás de nosotros, es Katy, y está
mirándonos con una sonrisa pícara con la Tablet en la mano.
Si así es Dante le compró una computadora y una Tablet, la consiente en todo, y ella está súper
feliz y yo con eso no puedo, verla a mi princesa feliz es lo que me da vida.
—¡Princesa! Dante sonríe me baja del mueble, y se gira hacia Katy. — Hola princesita.
—Hola Dante ¿y no hay cariñito para mí? Habla haciendo un puchero, Dante abre los brazos en señal
de un abrazo y ella corre en los brazos de Dante, él, la carga y la hace girar a lo que ella ríe sin parar.
La baja dejando un beso en su cabeza. —Bueno princesa termina la tarea para que luego puedas
acompañarnos a la cena, Katy asiente y va de nuevo a su habitación.
—Que rico huele aquí amor, Dante vuelve a acercarse a mí en forma sensual e intimidante, yo me
muerdo el labio. — Huele rico y también sabe rico le digo dándole un beso fugaz en los labios y voy
corriendo a la cocina.
Dante suelta una carcajada y sube a la habitación. — Te amo grita yo solo sonrío emocionada y
voy de nuevo a la cocina.
Ya estaba listo la mesa, la cena, voy a la habitación a bañarme y a cambiarme la ropa, cuando
entro escucho que Dante sigue en el baño, y yo me empiezo a quitar la ropa quedando en ropa interior.
Dante sale del baño, con una toalla arrollada a su cintura, con el pelo mojado y gotas cayendo por
todo su cuerpo, cuando lo veo quedo con la boca abierta, es hermoso, su cuerpo sus músculos, su
abdomen bien marcado y esa v que me provoca de mil maneras, y me fascina, voy acercándome
lentamente a él, Dante me recorre de pies a cabeza y levanta la ceja, me acerco a él observando las
gotas de agua que caen desde su pelo hasta que se pierde en la toalla, me muerdo el labio y lo toco,
no lo aguanto y lo acaricio, el gruñe.
— ¡Paula Basta! Reclama, lo ignoro, sigo tocándolo hasta que me sujeta de las muñecas y me pega a
la pared, aprisiona mis brazos por encima de mi cabeza con una mano y con la otra me aprieta el
cuello, sin lastimarme pero me aprisiona sin poder moverme.
— Te dije nena, que no me provoques, porque contigo no puedo controlarme, y no quiero lastimarte,
te estás recuperando, muerde mi labio inferior con fuerza, gimo, y me besa rudo, no puede controlarse
y yo tampoco así que le correspondo de la misma forma.
Me suelta, ya el aire se me hacía escaso. —Dante, hazme tuya por favor, ¡Dios! estoy suplicando
por sexo.
— Me encantaría amor pero tenemos la cena, mis padres llegaran en cualquier momento y si te hago
el amor, ya no quiero parar, te querré comer toda la noche y no se puede.
Mmm hago un puchero, él sonrió y Dios es hermoso, deja una suave caricia en mi mejilla.
— Cuando termine la cena, pequeña, te haré el amor toda la noche, la madrugada y la mañana, no
podrás dormir ni sentarte al otro día, porque te comeré por el coño, el culo, la boca, por donde se me
ocurra nena, muerde mi labio inferior y yo me derrito, mi coño está chorreando solo al escucharlo decir
eso con voz ronca, me prende, este hombre sabe cómo volverme loca.
—¡¡Me vuelves loco Paula!! Me besa pero es un beso suave y tierno, anda nena báñate ya es tarde,
me da una fuerte nalgada en la cola y lo meneo aun mas entrando al baño, escucho como mi hombre
gruñe y suelto una carcajada adentrándome en el interior del baño.
Cuando salgo de bañarme él ya está vestido, es muy guapo, tiene puesta una camisa verde musgo y
un pantalón vaquero en color negro, pasándose sus dedos por su sedoso cabello peinándolo, yo al
ver eso me quedo embobada mirándolo, él al darse cuenta sonríe
— ¿Que ves nena? ¿Te gusta tu novio guapo? Ruedo los ojos.
— Bájale a tu ego señor, el suelta una carcajada, acercándose a mí para dejar un beso en mis labios,
yo trato de profundizar pero él al darse cuenta, corta el beso y termina suspirando para dejar un mojado
beso en mi frente.
Dante sabe cómo bajarme de mi nube, es que todo el tiempo estoy caliente, jamás imagine que
terminaría así… — Anda amor vístete que mis padres están por llegar. Pide con voz suave y llena de
amor saliendo de la habitación y yo me quedo ahí necesitada de sus besos, de sus caricias y de tenerlo
dentro de mí.
¡¡Jesucristo Paula!! Qué cosas dices, sacudo mi cabeza de esos pensamientos nada decentes y me
visto, me pongo un vestido azul ceñido al cuerpo, con encajes en la espalda y los brazos, suelto mi
pelo largo y me maquillo un poco.
Cuando salgo de la habitación escucho voces y veo que ya mis suegros han llegado, bajo de la
escalera y mi suegra al verme se levanta acercándose a mí para regalarme un fuerte abrazo. —
¿Querida, como has estado? mi Dante me conto todo lo que ocurrió.
— Así es señora Catalina. — ¿Que te he dicho de decirme señora? Sonrío, perdón Catalina.

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ERES MI ADICCION LEYVA
También se levanta mi suegro a saludarme con un beso y un abrazo, y observo a mi Katy
sentada alado de Dante. —Veo que ya conocieron a mi hermanita.
—Si así es contesta Catalina, y es tan hermosa y dulce como tú… — Gracias Catalina.
Dante me hace señas que me siente a su lado, me agarra de la mano dejando un beso en mi
frente. — Mamá, papá, dice mirando a sus padres, ésta cena es muy especial para nosotros, porque
queremos darle una noticia, Dante me aprieta la mano, está nervioso, su mamá lo mira fijamente, y su
padre tiene una media sonrisa, creo que ya se dio cuenta por donde va la cosa.
— ¡Paula está embarazada! Suelta de repente, mi suegra solo lo mira con los ojos muy abiertos,
nosotros también esperando su reacción, de pronto empieza a llorar, Dante se levanta rápidamente
para ver que le sucede a su madre… — ¿Que tienes mamá, que sucede, no te gusto la noticia?
Su mama ríe y llora, yo no entiendo si está feliz o triste…
—Estoy feliz tonto, contesta de pronto, estoy tan contenta que seré abuela, abraza fuerte a Dante y
el ríe.
Luego se levanta a abrazarme a mí…. — Hija ya te lo he dicho bienvenida a la familia y a este nuevo
integrante de la familia, será un niño muy querido…. — Niña, mama, será niña contesta Dante, su
madre lo mira y moviendo la cabeza en negación yo solo me encojo de hombros.
— Está convencido de que será niña. Contesto
—Su madre rueda los ojos, la verdad espero que sea niña y lo haga sufrir, lo mujeriego que fue con
las mujeres me susurra al oído y reímos las dos por el comentario.
Veo a Katy que no dice nada, me acerco a ella, ¿Princesa que pasa? ella niega con la cabeza
agachada. -—A ver ¿qué sucede dime?
—Es que.... es que ya no me vas a querer cuando venga ese bebe… Aw mi vida…— No es cierto
Katy tu eres mi gran amor juntas vamos a criar a este bebe, las dos lo vamos a querer
muchísimo, levanta su cabecita.
—¿De verdad? ¿Me prometes? Claro que si princesa, jamás dejaré de amarte.
Dante se hinca a mi lado al igual que yo sujetando la mano de Katy. — Tú eres muy importante
para nosotros Katy y somos una familia ahora, te queremos muchísimo y con este nuevo integrante
seremos una familia más grande, a Katy le brillaron los ojitos al escuchar hablar así a Dante, y nos
abraza a los dos.
—Qué alegría por fin tendré un hermanito sobrinito. Contesta Kathy riendo finalmente.
— Y yo tengo otro anuncio que dar digo y Dante me mira sorprendido, sonrío, agarrando su mano...
—No Paula, eso de pedirte matrimonio lo iba a hacer yo, reímos todos y lo golpeo en el brazo.
—No es eso tonto.... — Ahh me asustaste amor.
—¡Amor! agarro su mano de nuevo, quiero decirte que estuve pensando y si, es hora de mudarme
contigo, Dante sonríe de oreja a oreja... —¿Es en serio amor?
—Si Dante estoy muy segura, todos sonríen y Dante me besa y me abraza, no puede con
tanta felicidad.
—Porque mi departamento es muy chico Dante ya no cabemos digo y reímos todo.
—Viviría hasta debajo de un puente contigo amor, ¡Aaaa que tierno!.
Después pasamos todos a la mesa, hablamos de todo un poco, hasta que se hizo tarde Katy fue a
su habitación, y despedimos a mis suegros.
Rodeo mis manos por el cuello de Dante… —¿Necesitas ayuda nena? Se burla por mi baja
estatura… — Si necesito mucha ayuda, le digo devolviéndole sus palabras.
—Ven aquí, me levanta de las nalgas y rodeo mis piernas a su cintura, llevándome a la habitación,
nos besamos desesperados mientras me tocaba todo el cuerpo. — Eres mi perdición Paula
susurra… Te amo, sentí espasmos en el estómago, escuchar su te amo con voz ronca me pone a mil,
este hombre acabara con mi cordura.
—Nos mudaremos mañana mismo Paula, sonrío, dándole suave beso y asiento... Lo que tú digas
amor.
— Pero ahora Dante necesito tenerte dentro, hablo mientras el devora mi cuello, me
baja sentándose en el sofá, y me quita el vestido, sus ojos me recorren con lujuria, besa mi abdomen,
me despoja rápidamente el sostén y mis pechos saltan al aire.
—Si antes me volvían loco, ahora me hacen delirar estas preciosuras dice Dante ronco y totalmente
excitado, agarra con sus manos apretándolos y los lleva a la boca ahí lame chupa, muerde hace lo
que se le antoja con ellos mientras yo echo mi cabeza hacia atrás disfrutando del placer de sentir su
boca en mis pezones, baja su mano por mi vientre y mete su mano dentro de mi braga, introduce
un dedo y yo abro más mis piernas…
—¡Ah Dante no pares! gimo, introduce dos dedos mas en mi interior mientras sigue devorando mis
pechos.
De pronto sus dedos de mi coño y los lleva a su boca. — Mmum deliciosa amor, realmente
adictivo, rápidamente le desprendo la camisa, quiero tocar su cuerpo delicioso mientras nos

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ERES MI ADICCION LEYVA
devoramos en un beso caliente y para nada suave, me ayuda a sacar la camisa, y dejo besos desde
su cuello y voy bajando hasta quedar de rodillas frente a él, sus ojos son dos pozos oscuros que me
miran con adoración.
— ¡Mi amor! Susurra, pasando sus dedos por mis labios, desprendo su cinturón y su cremallera.
— Quiero comerlo todo y él sonríe excitado
— Todo tuyo mi amor, me lo llevo a la boca sin mucho preámbulo ya no lo soportaba necesitaba
probarlo, comerlo completo.
Dante me sujeta del pelo y me empujaba contra su erección, gemía sin parar, y susurraba palabras
que no alcanzaba a escuchar, lo miro mordiéndose el labio y echando su cabeza hacia atrás, tensa mi
cabello y me sujeta. — Detente nena, me correré en tu boca.
— Hazlo necesito que me llenes toda la boca, gruñe inclinándose a mi altura y me besa la boca rudo,
sin soltar mi pelo.
— Comételo todo me dice y así lo hago, cuando lo escucho gruñir y empujarme hasta la garganta su
polla, ahí me sostiene hasta que se corre en lo más profundo de mi garganta, es delicioso, su sabor
me encanta.
—Me vas a matar Paula. Limpio de forma sexy mis labios y chupo mis dedos.
— Tu sabor es delicioso amor.
El me sienta ahorcajadas sobre él hace a un lado mi tanga y me penetra de una estocada, ¡Ah! gimo
al igual que él estoy demasiado excitada, chorreo.
Dante me coge sin piedad siento que me partirá en dos, mientras nos besamos desaforados.
—Me voy a correr le digo. Jadeo
—Hazlo nena, dame todo, eres mía exclama excitado y yo me dejo ir en un glorioso orgasmo.
Al minuto él también se deja ir, se corre como nunca mientras me sigue penetrando hasta que para
completamente.
Respiramos agitados y sudados. — Eres mi adicción Paula, y nunca tengo suficiente, cada día
quiero más, te has vuelto una droga para mí, una completa necesidad, y no sé qué tan bueno sea eso.
—Para mí, muy bueno le contesto, suelta una carcajada besando suave mis labios…
—Te amo mi niña hermosa, acaricia mi mejilla y el pelo, nunca me dejes por favor. Sus palabras me
vuelven nada. Lo beso trasmitiéndole todo lo que siento.
Después de un momento así sin salir de mí me carga y me lleva al baño, después de ducharnos
nos metemos a la cama.
—Dante lo llamo… ¿Que sucede amor?
—Necesitamos hablar de algo, pero será mañana.
Me mira con una ceja levantada… — ¿De qué? Que sucede? Te siente bien, ¿te ocurre algo? Ruedo
los ojos, noo Dante, no me pasa nada bájale dos rayita le digo.
—Es sobre mi trabajo, siento como se tensa… — De eso no quiero hablar, no trabajaras más y
punto.
¿Y este que dijo, que podría mandarme? ha pero quien se cree… —Hablaremos mañana.
—Ni hoy ni mañana ni nunca, duérmete.
Ya mañana verá, le dejare sin sexo dos meses si es que me lleva la contraria, claro que trabajaré
eso no está en discusión ya lo verá como que me llamo Paula Ricci.
33. No te quiero volver a ver.
Dante
Amo a Paula, pero debo decir que es una terca, no entiende razones, quiere volver a trabajar y
no se da cuenta que no necesita trabajar, entiendo que no quiera estar sin hacer nada pero volver a
trabajar de mesera no está en mis planes, pero como a ella no le puedo ganar jamás, pero jamás
jamás, volví a acceder, es que esa niña juega sucio, sabe mi debilidad, sabe convencerme, sabe
volverme loco, y aquí estoy en mi oficina sin poder sacarme a esa mujer de mi cabeza, hace dos días
tuvimos una discusión sobre volver a trabajar y que creen, ¿adivinen dónde está? pues claro
trabajando.
En fin mejor me pongo a trabajar, he recibido mil llamadas de Giancarlo y es que eso se veía venir,
desde el percance que tuve con Sara, todo se complicó ahora Thomas, quiere cancelar todo tipo de
relación en la empresa, y lo peor es que debo viajar a california a solucionar esto porque Giancarlo
está por enloquecer .
No le dije exactamente lo que ocurrió, el por supuesto me pregunta que ¿carajos ocurrió? Si, son sus
palabras, cuando este allí le contare con lujos de detalles lo que ocurrió, el punto era que quería llevar
a Paula conmigo, no quiero dejarla sola mucho tiempo, ni a ella ni a mi hija, pero con este tema de
que volvió a trabajar me pone de muy mal humor pues no podrá viajar conmigo y no sé cuánto tiempo
estaré fuera del país.
Escucho toques en mi puerta, entra Iam… — ¡Hermano!
— Hey ¿qué tal?

101 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Bien, me recuesto en mi silla, ¿qué te ocurre?
— ¿Problemas con la fiera? Suelta una carcajada, que hasta a mí me provoca reírme.
— Si es difícil, me rasco la nuca… — ¿Y ahora qué hizo? levanto una ceja y suspiro.
— Y la muy terca que se empecinó en volver a trabajar, Iam me mira fijamente… ¿Y?...
—¿Y qué?
—¿Volvió?
—Y tú qué crees, si es más terca que tú y yo juntos, bufa y luego ríe.
—¿Pero solo eso te tiene así?... — No, también está el tema del proyecto con Thomas…
—¿Quiere retirase, no es así?, afirmo con la cabeza.
— Así es, Giancarlo está como loco, debo viajar esta semana a solucionar el tremendo
problema.
—¿Pero? Ruedo los ojos, ¿para todo debe haber un pero? Iam sonríe negando. -—Viejo, cuando
se trata de Paula todo tiene un pero. Me paso la mano por el pelo. —Si tienes razón y ese pero es que
quería llevar a mi mujer conmigo y ahora con su estúpido trabajo no podrá ir.
—El tonto de Marcos no le dará permiso, Iam levanta una ceja y agacha la cabeza.
—¿Qué ocurre? Hace un gesto con su boca y niega… —¿Iam? Suspira, algo sabe que no quiere
decirme. ­¡Iam! vuelvo a reclamar en tono alto… —Es que Marcos ha estado interesado en Paula hace
mucho tiempo, me tenso, no lo sabía.
Me levanto de mi silla, voy a servirme una copa, esto me puso nervioso, sirvo uno me bebo de un
solo trago, vuelvo a servir otro y le sirvo otro a Iam… — ¿Porque nunca me lo comentaste?
—Apenas lo supe por Santiago… —Más vale a ese imbécil que no se atreva a intentar algo con mi
mujer, porque juro que le partiré la cara.
—Oye, calma… me paro frente al gran ventanal de mi oficina con las manos en el bolsillo, y bebiendo
de mi copa… — Es que tienes que aceptar Dante, Paula es hermosa por donde la mires, atrae a
cualquier mortal, suspiro frustrado. —Esa mujer me sacara canas verdes sin ni siquiera intentarlo.
Confieso. Iam, suelta una carcajada
— Es tuya hermano, tranquilo te ama demasiado, no creo que tenga ojos para nadie más.
Sonrío, me acuerdo de las noches de sexo que tenemos, y cuando la hago mía, cuando gime mi
nombre y me dice que me ama, es verdad Paula me ama, y debo confiar en ella, aunque haya miles
de imbéciles detrás de ella.
—Bueno me voy, Iam se pone de pie… —Avísame si necesitas cualquier cosa, me habla antes de
caminar hacia la puerta.
— Necesito que me prepares todos los documentos legales del proyecto Iam, asiente…
— Los tengo todo en el despacho del bufete los lleve el fin de semana para revisarlos, asiento, esta
noche pasaremos para recogerlo, mueve la cabeza afirmando. —Bien nos vemos en la tarde entonces
viejo.
Suspiro frustrado, hoy hablare con mi mujer sobre el viaje.
Paula
Estoy en el restaurante, desde hoy empecé a trabajar de nuevo, después de casi un día de
discusión con mi señor gruñón y de convencerlo con mucho sexo y besos y mimos, acepto, por
supuesto no iba a dejar de trabajar.
Marcos me recibió de nuevo sin problema, es más creo que estaba feliz porque volví, mis
compañeros también, yo también los extrañaba mucho especialmente a Isa, por más que siempre nos
veamos, porque siempre me visita.
Katy por su parte está siguiendo su tratamiento, Katia se encarga de eso, y estoy muy feliz porque
según su doctor está bastante bien, su tratamiento está haciendo efecto. Es una gran noticia en medio
de todo este desastre de hace unos días.
El restaurante está lleno, Isa me dice que esta así casi todos los días, topándome siempre con todo
tipo de clientes, asquerosos, babosos, que piensan que porque eres mesera abrirás las piernas a
cualquiera.
Hoy hice doble turno, y ya son las siete de la tarde, fui a cambiarme el uniforme y cuando estoy
por salir Marcos me detiene… —¿Paula?
—¿Marcos que ocurre?
—¿Podemos hablar? —Oh sí, claro… —¿Mmm es cierto lo que se comenta?
—¿Que se comenta? Pregunto sorprendida, el parece nervioso, y ¿enojado?
—¿Que eres novia de Dante? me observa fijamente… —Mmm, si así es, sonríe irónicamente
negando y eso ya no me está gustando… — Era por eso, dice como afirmando algo.
—¿Era por eso qué? Cuestiono levantando una ceja. — Que nunca me diste ninguna oportunidad.
Jadeo sorprendida. — ¿Que dices? — Que es porque no tengo suficiente dinero como el señor De
Luca, hace ademan con su mano sarcásticamente.

102 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
— Mira Marcos, no sé qué te ocurre, pero siempre te deje en claro que no tenía sentimientos por ti,
antes de conocer a Dante, no sé a qué viene tu reclamo de ahora
Se acerca más a mí, y huelo que ha bebido un poco.
—Pensé que eras diferente Paula, pero veo que eres una zorra igual que todas, jadeo horrorizada
por sus palabras, no dudo en levantar mi mano de darle una bofetada, automáticamente siento mi
mano arder, se toca la cara, y rápidamente me sujeta del brazo en forma brusca.
—¿Sabes qué? No quiero verte nunca más aquí Paula, mi corazón late errático, las lagrimas no se
hacen esperar…
—Total dinero a ti no te falta ahora.
—¡Suéltame Marcos! Me lastimas, en lugar de soltarme me sujeta el rostro con su otra mano y me
aprieta muy fuerte, jadeo de dolor y sollozo, no conozco a este Marcos, no tiene ni una pisca del
hombre que conocía.
—Nunca debí fijarme en ti, no eres más que una puta, que se vende por dinero al mejor postor.
—Repite una vez más lo que dijiste y estas acabado, escucho la voz de Dante detrás de mí, está
furioso, Marcos me suelta de pronto para voltear a ver a mi novio mas enojado que nunca, de hecho
nunca lo vi así en un segundo me aparta de él y lo empuja con todas sus fuerzas, Marcos
ríe irónico.
— ¡¡Vaya!! Sí que defiendes a tu zorrita, sin mediar palabra Dante le da un golpe de puño en su
cara, y se balanza sobre el propinándole una serie de golpes…
—¡¡Basta Dante!! grito mientras que Iam aparece en la escena y me sostiene de la cintura…—
¡suéltame Iam!, tienes que detenerlo, lo va a matar.
— Se lo tiene merecido, por ser un hijo de puta. Contesta Iam, mientras observamos como Dante
golpea una y otra vez a Marcos.
—Iam por favor. Suplico al ver que Iam no hará nada, veo a Jorge y le grito, llegan rápidamente con
los otros guardias de Dante y lo separan Marcos tose lleno de sangre en el suelo.
— Nunca en tu puta vida vuelvas a acercarte a mi mujer, porque serás hombre muerto, Dante grita
furioso apuntándolo con el dedo.
Iam me suelta y corro junto a Dante, lo abrazo mientras no paro de llorar; Dante me besa la cabeza y
me acaricia.
— Vamos amor, vamos a casa.
Iam, se despide de Dante, se sube al auto de atrás y nosotros subimos a la camioneta, subo con Dante
y me sienta sobre sus piernas, mientras que Jorge maneja.
—¿Se encuentra bien señor? Pregunta su chofer un poco preocupado.
—Si Jorge, vayamos a casa.
Abrazo a Dante, y él hace lo mismo, acariciándome la espalda y besa repetidas veces mi cabeza.
—Ya mi amor, ya paso tranquila, ese imbécil no se acercara de nuevo a ti.
— No sé qué ocurrió Dante, él no era así…
— Solo no lo conocías realmente Paula, que es diferente. Recosté mi cabeza en su pecho mientras
él me abrazaba fuerte.
Llegamos a casa, bajamos y entramos a la casa, al entrar Katy me ve, y corre junto a mí.
— ¿Que ocurre Pauli? ¿Porque estas llorando?
—No es nada Kathy, estoy cansada solo es eso, Katy me observa y luego a Dante…
—¿De verdad? Pregunta dudosa, Dante solo asiente… —Así es hermosa, no le pasa nada, solo está
cansada y le duele la cabeza, ahora ira a descansar, Katy mueve la cabeza afirmando… — Está bien
descansa hermanita.
Katy está triste por la forma en que estoy, iba a subirme a la escalera cuando giro y el doy un fuerte
abrazo, ella sonríe…— Te amo princesa estoy bien, le acaricio la mejilla, y se relaja más dejando un
beso en su frente…. — Descansa Paula…— Tu igual amor, descansa tú también.
Nos subimos a nuestra habitación, entro y me siento al borde de la cama, Dante solo se limita a
observarme, de pronto de hinca frente a mí agarrando mis manos, y los besa repetidas veces.
—Perdóname Dante debí hacerte caso y no volver al restaurante, él niega con la cabeza.
— No mi amor no te disculpes, ese tipo es un imbécil, ¿porque no me dijiste que el tenia sentimientos
por tí?
—Era sin importancia Dante, siempre le deje en claro que no pasaría nada entre nosotros, siempre
lo tomó de buena manera... me callo un momento... hasta ahora susurro.
—Mi amor, si quieres trabajar, puedes trabajar en mi empresa Paula, me mira con esos ojitos que
me vuelven nada en cuestión de segundos.
— ¿De verdad Dante? Asiente… —Claro es más quería hablar contigo sobre eso....
—¿Sobre qué? me observa fijamente mordiéndose los labios…—Quiero que estudies algo amor,
algo que te gusta y emplearte en mi empresa, porque sé que no quieres estar sin hacer nada, así que
será una decisión tuya, si quieres esperar a tener a nuestro bebe y lu…

103 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—¿Si a esperar o si a hacer todo al mismo tiempo? Levanta su ceja y sonríe, esa maldita sonrisa que
me acelera el corazón y me moja toda…—Si a hacer todo al mismo tiempo;, estar embarazada no será
impedimento para mí.
Deja miles de besos en mi rostro que me producen cosquillitas…— Ay Paula, tú eres tan especial,
ríe y esa voz me provoca de mil formas, me excita, me calienta.
—Te amo, te amo, el también me corresponde con un beso.
—Yo te amo más Paula.
—Aparte mi novio es el dueño de la. Empresa, tal vez me de permisos especiales, cuando no pueda
ir, digo haciendo pucherito y jugando con el cuello de su camisa, el suelta una carcajada… — Por
supuesto todo lo que la reina pida. Su voz se ha vuelto oscura y lujuriosa acompañado de esa mirada
tan penetrante que me eriza la piel al instante.
—Bien, ahora hazme el amor, como si fuera la primera y la última vez, levanta una ceja…
— ¿Cómo quieres que te lo haga?
—Como se te venga en gana… suelta otra carcajada. — No se diga más, me lanza a la cama y sube
sobre mí y en cuestión de segundos somos todo besos y lenguas.
[9:32 a. m., 19/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: —Te haré el amor hasta el amanecer amor, tanto
que mañana no podrás pararte y mucho menos sentarte.
¡¡Virgen santísima!! Ya lo estoy esperando con ansias.
Siguiente parte
Capitulo 34. No todo es perfecto.
Dante
Veo dormir plácidamente a Paula en mi gran cama, en nuestra cama, donde pertenece, está
completamente desnuda con su piel blanca y suave, y por fin se ha decidido a dar ese gran paso y vivir
conmigo, es realmente hermosa, un ángel, me hierve la sangre al recordar lo que sucedió ayer, ese
maldito hijo de puta de Marcos se atrevió a ponerle la mano encima y no se lo perdono, nadie tiene
en derecho de tocarle un solo pelo, solo yo pero para amarla y adorarla como se merece y vaya que
si la toco, pero a ella la vuelve loca, anoche me pidió que la cogiera como si no hubiera un mañana y
así lo hice, le hice el amor hasta casi entrada la madrugada, le bese todo el cuerpo y me encanta, le
comí el coño, y eso la llevo a explotar de placer, mientras gemía y gritaba mi nombre y eso sin duda
aumenta mi ego, sonrío por ello, que mi mujer grite mi nombre mientras llega a su increíble orgasmo
es lo máximo, quiere decir que hago un buen trabajo y tengo satisfecha a mi mujer.
Luego ya no aguante y la penetre sin compasión, es que con ella no puedo controlarme, ella me
provoca de una y mil maneras.
Mi nena despierta mis más bajos instintos, con ella no puedo controlarme, de hecho no quiero
controlarme.
Pero la cuido mucho, porque nuestro hijo se encuentra en su pancita y jamás la lastimaría, ni me
perdonaría si la lastimo, así que por ahora tendré que controlarme más a la hora de hacerle el amor.
Paula se remueve en la cama, estirando su brazo y lleva su delicada mano hasta mi abdomen
— Hola, susurra, aun con los ojos cerrados.
—Hola amor, contesto, besando su espalda sintiendo como se estremece
—¡Dante! gime bajito… —Despiértate amor. Susurro en su oído, mordiendo ligeramente su oreja.
— Mmm no, me encanta dormir, ésta cama es tan cómoda.
—¿Sabes que es lo mejor?
—¿Qué? Pregunta… —Es muy grande y en ella te puedo comer de todas las formas posibles, ella
esconde su rostro entre mi cuello y yo meto mis manos abajo de la sabana para acariciar su hermoso
cuerpo, hasta que en un movimiento rápido me subo sobre ella, sujeto sus dos manos y las elevo
sobre su cabeza ahí la aprisiono y la beso, mientras que mi otra mano llevo directo hasta su exquisito
coño que ya está demasiado mojada y lista para mí.
— Mmm pequeña siempre lista para mí, agarro mi miembro desde su troco masajeo de arriba abajo y
la guio a su entrada y voy entrando lentamente dentro de ella.
— ¡Ah! Ella gime y yo gruño. ¡Deliciosa!
—¡Dante!
— Si amor, así di mi nombre bebe, así, le muerdo la oreja y se le eriza la piel…
— Dante más más duro suplica, y quien soy yo para negarle eso.
La embisto más y más fuerte, los dos jadeamos sin poder controlarnos, mi polla entra y sale de su
coño fácilmente de tan lubricada que esta, siento que me aprisiona con sus paredes en su interior y
ya no lo soporto mas. Esta mujer me puede de mil formas.
—¡¡Dante me voy a correr!!
— Hazlo bebe, hazlo amor, ya no aguanto más y cuando me aprieta, grita y gime muy fuerte yo la beso
desaforado callando sus gemidos y también me dejo ir.

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ERES MI ADICCION LEYVA
— Eso estuvo caliente, jadeo con la respiración agitada, mi pecho sube y baja.
Me bajo y me acuesto a su lado, ella recuesta su cabeza en mis brazos y me acaricia el pecho.
— Que delicioso si todas las mañanas serán así. Suelto una carcajada. —Si nena es lo mejor.
—¡Dante! me llama. Bajo mi rostro para mirarla. — Te amo amor. Susurra y me vuelvo nada. Dejo un
beso en su frente y otro en su nariz. —Yo te amo mas mi amor.
—¿Paula? Soy yo quien la llama ahora gira su rostro para mirarme con sus hermosos ojitos. —
Tengo que decirte algo amor. Hablo esperando su reacción. Se levanta y me mira… —¿Qué pasa
Dante?
— Debo viajar a California. Confieso y solo me observa parpadeando.
—¿Y eso?
—Tuve problemas con un proyecto, ella levanta una ceja, te acuerdas cuando me encontraste con esa
mujer en la oficina y tú pensaste que te fui infiel. Se muerde el labio y asiente.
—Es la hija de uno de nuestros socios mayoritarios, con quien tenemos un proyecto millonario… El
punto es que después de lo ocurrido eche a esa mujer de mi empresa, la trate mal y le dije que no se
vuelva a aparecer nunca más. — Y por supuesto se fue a llorarle a papi ¿verdad? Agrega mi nena.
Muevo mi cabeza afirmando. — Efectivamente.
— ¿Y qué harás Dante? ¿Perderás el proyecto?
—No amor, si el viejo de su padre se quiere retirar ya no insistiré, lo conozco, también a su hija, sé que
es una caprichosa y usa a su padre para agarrarme, pero ya no, si quiere salir del proyecto buscare
otro, hay miles de empresarios que me han llamado queriendo invertir en mi empresa.
—No dejaré que nadie me chantajee y menos por culpa de una mujer caprichosa como es su hija. Pero
para eso necesito viajar y solucionar este problema, porque mi hermano está que echa humos por las
orejas. De pronto Paula se carcajea ¡¡Dios!! Es hermosa, verla así tan natural es preciosa.
—Está bien Dante, ve y resuelve que yo te estaré esperando y extrañándote amor, acaricia mis labios.
—Mmmmm… Pequeña la verdad tenía otros planes. Enarca una de sus hermosas y perfectas cejas.
¿A qué te refieres? — ¿Que planes? —Que tú vengas conmigo a California. Se hace sorprendida
abriendo los ojos muy grandes.
— ¿Yo Dante?
—Si tu amor, quiero que me acompañes... Mmm se muerde el labio. —¿Pero y dejare sola a Katy?
—Es solo unos días amor, Katy no está sola, se queda con Katya y estará Jorge y Rosa, reforzare la
seguridad. No sucederá nada amor, unos días nada más.
Mi nena se queda pensando por un momento, moviendo sus labios de un lado a otro…
— Está bien Dante hablare con Katy y le diré que saldremos de viaje por unos dias.
Paula se lanza a mis brazos rodeándome mi cuello y me besa, le correspondo el beso porque me
encanta, son muy adictivos.
Un día después estamos aterrizando en California con mi hermosa mujer, que esta súper emocionada
pues es la primera vez que viaja a otro país.
Llegamos y el chofer de Giancarlo nos espera. — Buenos días Señor, buenos días señorita, me
saluda y luego a Paula.
—Buenos días, contestamos, llévanos a la empresa por favor. Pido, el chofer asiente y nos dirigimos
a la empresa; quedamos con Paula que iríamos primero ahí porque ella no quería quedarse sola en la
casa de Giancarlo, por que no conocía nada ni a nadie, fueron sus palabras.
Después de un momento llegamos a la empresa, Giancarlo estaba al tanto que llegaríamos hoy, y
esta vez no pudo ir a recogernos ya que tenía varios pendientes hoy, ni siquiera sabía a qué hora, ni
que vengo con mi mujer.
Subimos hasta el último piso donde se encuentra presidencia, todos los empleados nos observan
puedo darme cuenta de las miradas, las mujeres me comen con la mirada y a mi mujer porque es la
primera vez que me ven con una mujer de la mano entrando a la empresa.
Paula mira todo muy emocionada, es increíble el brillo que adquiere sus ojos cuando algo le gusta o
le sorprende, subimos al ascensor, acercándome a su oído y le susurro…—¿Te gusta todo lo que ves?
siento como se le eriza la piel… — Si me encanta me susurra, y me muerde el labio inferior.
Mi miembro ya se empezó a emocionar, gruño y Paula me reta…—¿Algún problema que debas
resolver Dante?
La sostengo fuerte de la cadera la pego a mi dura polla… — Si, y tú eres la que tendrá que
solucionarlo, apenas lleguemos al piso de Giancarlo, de esta no te salvas.
Ella gime bajito, y menos mal se abre la puerta, ella sale y yo detrás de ella, se ha sonrojado y eso
me hace reir.
Cuando llegamos al piso donde esta Giancarlo, está vacío… — ¿No tiene secretaria? Pregunta Paula.

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Levanto la ceja, si y espero que no esté donde creo que este y haciendo lo que creo que está
haciendo.
Mi nena no entiende y me dirijo a la oficina, sin tocar la puerta la abro y lo que veo me hace rodar
los ojos…—Lo que imaginaba, Giancarlo con Cloe, teniendo sexo.
Si sexo en su escritorio, solo que no están completamente desnudos…
—Creo que interrumpimos.— ¡¡Carajo!!—Grita Giancarlo.
— Hola cuñadito.— Saluda Paula.— ambos reímos por la situación.
— Le damos un minuto digo cerrando la puerta.
—¡Dios! Tu hermano es todo un don Juan.— dice Paula.
— Igual que el hermano.— digo moviendo mis cejas repetidas veces, Paula me golpea en el brazo y la
atraigo hacia mi abrazándola dejando un beso en sus labios.
De pronto sale Cloe totalmente sonrojada y con el pelo ligeramente revuelto con cara de recién follada
— Buen día señor disculpe el bochornoso momento y para la próxima tenga la decencia de tocar.—
Suelto una carcajada ya que ella está muy indignada por la interrupción.
— Por lo menos pongan seguro.— sigo bromeando.
Observo como se acomoda bien la ropa… —¿Y ésta mujer tan hermosa?— pregunta Cloe sonriendo
ya recuperada del momento.
— Cloe te presento a mi mujer y madre de mi hija Paula Ricci.— la presento mientras que Cloe abre
los ojos en demasía.
—¡¡Vaya Dante!! Por fin te castraron.— se acerca a Paula para dejar dos besos en su mejilla.
—¡Hermosa! soy Cloe la secretaria de Giancarlo…
— Mucho gusto Cloe. —Contesta mi mujer.
—Bien ahora si ya podemos entrar.— bromeo riendo, mientras que Cloe rueda los ojos, esta mujer es
tremenda, sé que trae muy enamorado a mi hermano, ya por fin son novios, por fin mi hermano la tomó
en serio. Es un bellísima mujer, inteligente pero con un carácter de los mil demonios. Compadezco a
mi hermano en verdad.
— Si serás imbécil.— gruñe Giancarlo cuando entramos.— ¿Este era el pendiente que tenias por eso
no pudiste ir a buscarnos? ¿Ya no se cansan de follar todo el tiempo en su casa como para venir a
follar aquí también? Es una pérdida de tiempo.— Bromeo riendo.
— Créeme amor, que lo que menos estaban haciendo es perder el tiempo. —Agrega Paula y me
carcajeo.
—¡¡Vaya!! Cuñadita hermosa a que debo el honor de tenerte aquí.— ruedo los ojos cuando él se
acerca a dejar un beso en el torso de su mano, acto que no me gusta, porque no quiero que nadie
toque a mi mujer.
—Ya suéltala, no seas imbécil.— Ahora era Giancarlo quién soltaba una carcajada…
—¿Celosito hermanito?
—Sí, ¿algún problema con eso?— Mi mujer nos mira con una sonrisa.
—Bueno ahora vamos a lo serio ¿Qué sucede? para poder solucionar este problema Gian
Observo como toma asiento en su silla y suspira antes de hablar… —Y como te comenté, que el
imbécil de Thomas se quiere retirar.
— Pues si se quiere retirar adelante.— hablo haciendo gestos con mis manos.
— Estás loco, ¿acaso te volviste un demente? Espeta furioso, ¿se te olvida lo mucho que trabajamos
por este proyecto?
—Mira hermano, sé que trabajamos mucho, lo sé perfectamente pero no me dejaré chantajear por
un hombre que cumple todos los caprichos de su hija.
Gian me observa sorprendido, — ¿Qué ocurrió Dante, ahora me contaras todo?
— No hay mucho que contar Gian, solo que eche a Sara de mi empresa cuando se apareció ahí
queriendo seducirme y hacer creer y aparentar algo que no es, y jamás será.
Y más ahora que le tengo a mi mujer a mi lado y tendremos un hijo, acaricio la mano de Paula y ella
me sonríe tímida, Gian me observa sorprendido y luego a Paula… —¿Que dijiste? — ¿Un que, un
hijo? Sonrío y asiento… —Así es hermano seré papa.
— Vaya, wow eso si es una sorpresa, ¿y cuando pensabas decírmelo?— Se levanta de su silla y se
nos acerca.
—Esperaba, decírtelo en persona hermano. — me levanto y el me envuelve en un abrazo.
—Felicidades a los dos.— se acerca a Paula y la abraza también. — Seré tío.
—Así que Gian, ya sabes convoca una reunión mañana mismo con Thomas y si sigue con la absurda
idea de retirarse, puede irse por donde vino, porque tengo muchas personas que quieren invertir con

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nosotros asique no te preocupes por eso, que este proyecto lo hacemos con o sin Thomas. Gian
asiente más tranquilo… — Está bien hermano, como tú digas.
—Bien, entonces mi mujer y yo nos retiramos, iremos a que Paula conozca la cuidad.— nos
levantamos, rodeo a Paula de la cintura dejando un beso en su coronilla.
—Ya te dejamos cuñadito, para que sigan ocupando su valioso tiempo.— Habla mi mujer mientras
que Giancarlo bufa rondando los ojos… —¿Ya no dejaran de molestarme cierto?— Reímos con Paula,
saliendo de la oficina.
— ¿Salimos a cenar hoy?— pregunta Giancarlo.
Asiento abriendo la puerta. — Nos veremos más tarde hermano.
— Quieres ir a comer algo y a recorrer la cuidad un poco o quieres ir al piso de mi hermano y descansar
un poco.— pregunto tomándola de la cintura y pegándola a mí.
—Comer algo y luego ir al piso, necesito una ducha y un rico masaje. — dice mordiéndose el dedo
pulgar en forma traviesa.
— Mmmmm nena, te daré todos los masajes que quieras.
Fuimos a almorzar, luego la lleve al piso de Giancarlo, ahí nos duchamos y hicimos el amor, la verdad
al estar con ella en lo único que pienso es en cogerla, ésta mujer me vuelve loco.
Al llegar la noche vamos a cenar con Giancarlo y su novia Cloe a un restaurante, Paula está más que
preciosa, tiene un vestido negro de una sola manga, en la otra el hombro descubierto con encajes en
la espalda y un poco más arriba de la rodilla, el vestido se le ajusta a su hermosa figura, ya se le va
formando un bultito en la pancita pero casi no se le nota con ropa, lleva el pelo suelto. Ya la imagino
cuando se le note la pansa se verá preciosa, con mi bebe adentro.
Giancarlo la ve y se le queda mirando, carraspeo llamando su atención. — Creo que estas mirando
demasiado. Espeto el muy idiota suelta una carcajada… — No es mi culpa que tu mujer sea una
tentación andante me dice, mientras que Cloe lo golpea en el estómago, el se gira a sujetarla de la
cintura para dejar un beso en sus labios, susurrando un te amo.
Llegamos al restaurante, la mesera nos guía a nuestra mesa y pedimos vino y para mi mujer solo jugo
de fruta, no puede tomar bebidas por mí princesa que está dentro.
Sonrío como bobo al recordar que seré papá muy pronto.
Pedimos la cena, pasamos una noche muy amena con mi hermano, su mujer y la mía, pero como
no todo tiene puede ser tan perfecto.
¡Vaya vaya! Que sorpresa, hola Dante, que sorpresa volver a verte aquí.
Capitulo 35. Infraganti.
Escuchar esa horrible y chillona voz a mis espaldas era lo último que esperaba esta noche, en todo
California tuve que venir a encontrarme a esta mujer que últimamente no ha hecho otra cosa que
traerme problemas.
¡¡Que sorpresa Dante!! la insoportable de Sara, que esta parada mirándonos a todos especialmente
a mi mujer, con una sonrisa sarcástica para disimular la rabia que siente obviamente.
Giro mi cabeza y la saludo sin hacer un solo amago de ponerme de pie a saludarla.
—Buenas noches Sara digo cortante… — ¿Así saludas a tu amor? miro Paula quien tiene las cejas
levantadas y mirándome.
—Mira Sara, tú no eres nada mío, creo que la última vez ya te deje en claro y por favor puedes dejarnos
tranquilos disfrutar esta noche con mi mujer.
—Hola Giancarlo lo saluda, mi hermano asiente levantando su copa, sin perderse ningún detalle de lo
que ocurre, ignorando completamente a nuestras mujeres.
—Ay Dante y pretendes dejarme por esta insignificante dice mirando con desprecio a Paula, eso me
enfurece y me intento levantar cuando mi mujer me sostiene de la mano.
—Déjala Dante, no te estreses por esta mujer, que claramente no sabe cuándo no es bienvenida en un
sitio dice mirándola de pies a cabeza.
A lo que Sara se ha puesto roja de la rabia.
— Mira mosquita muerta, tú no eres nadie para decirme nada, ni me llegas a los talones.
—Tal vez sea una insignificante como dices, pero déjame decirte que no soy yo la que está haciendo
el ridículo aquí, frente a todo el mundo y soy yo quien esta alado de Dante no sé si te diste cuenta que
estas sobrando.
—Eres una maldita, cuando Dante se canse de ti vendrá corriendo a mí, levanto una ceja, y quien dice
eso, ésta mujer está loca, jamás dejaría a mi nena y menos por ella.
—Me la pagaras Dante, ya le dije a mi padre que deje de invertir en tu empresa, me puse de pie ya
cansado de esta mujer…— Mira Sara tú no me conoces, ni tú ni tu padre me conocen, solo con tronar
los dedos puedo bajarte de tu nube así que no me provoques y déjame en paz de una puta vez.
Su cara era de furia y rabia, agarra del brazo a su amiga –Vámonos. Escupe con rabia girándose para
alejarse de nuestra mesa.

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Las personas observaban todo lo que pasaba, les di una mirada a todos y volvieron a lo que estaban
haciendo.
—Ya Dante cálmate cielo, Paula me acaricia el rostro me acerco a ella y dejo un suave beso en sus
labios.
—¿Ya arreglaste la reunión con Thomas para mañana le hablo a Giancarlo?
Asiente… —Si, no te preocupes por eso.
—Bien, quiero solucionar esto de una maldita vez. Pasó un rato más hasta que pedimos la cuenta y
salimos del restaurante, ya nada era igual con esa odiosa mujer aquí.
Agarro a mi Paula de la cintura, Sara nos observa desde su mesa con mucha rabia.
Subimos al auto, Giancarlo de copiloto y nuestras mujeres atrás, la miro por el retrovisor, se nota
pensativa no me gusta verla así, es por lo que ocurrió con esa estúpida mujer.
De pronto fija su vista también en el retrovisor, y nos miramos fijamente un momento, le guiño un ojo
y ella se muerde el labio, me remuevo incomodo, Giancarlo me mira y frunce el ceño, luego observa
mi pantalón que ya empieza a parecer casa de campaña.
—Acelera hermano, o te correrás en los pantalones susurra bajito sin que Paula no escuche, y suelta
una carcajada. —¡imbécil! Gruño.
Llegamos al edificio de Giancarlo, le abro la puerta a Paula y la atraigo hacia mí la beso sin importarme
nada, le devoro la boca.
— ¡¡Dante!! Gime, Giancarlo ríe a carcajadas…—Y después dicen que somos nosotros los que follamos
todo el tiempo. Suelta una carcajada nuevamente observo que sujeta a Cloe de la cintura e ingresan
al ascensor
— No hagan mucho ruido por favor grita Gian, cuando llegamos a su piso y subiendo las escaleras.
—Ustedes tampoco por favor. Contesto…—Eso será difícil señor D Luca. Contesto coqueta Cloe
girándose sobre su hombro riendo coqueta.
Subimos a la habitación ansioso, desesperado, estoy demasiado excitado, esta mujer me provoca
mucho, entro a la habitación cerrando la puerta con el pie, nada más al entrar la pego a la pared le
devoro la boca bajo a su cuello, ella gime, le aprieto de la cadera bajo mis manos a su pierna, llevo
mis manos a su culo la aprieto, ella jadea.
Paula jala de mi cabello y me pega más a ella, nuestras lenguas bailan una con la otra.
Meto mi mano debajo de su vestido llegando hasta su braga y hundo uno de mis dedos en
su hermoso, lubricado y caliente coño, ella gime.
—¡Dante! más por favor.
Saco mis dedos de su coño y la llevo a la boca, Mmm ¡¡ es delicioso!! Paula gime y salta por mi camisa
desprendiéndolo no sé cómo pero lo hace demasiado rápido.
Lleva su boca a mi pecho y lo besa muerde y lame, eso me excita demasiado, lleva su mano a mi
pantalón y desprende el cinturón y la cremallera, sacando mi polla de mi bóxer y lo masajea con su
mano de arriba a abajo.
Cuando me doy cuenta
de lo que hará hincándose a mis pies la detengo. — Quítate el vestido le ordeno.
Lo desprende lentamente y lo desliza hacia abajo me pierdo admirando su belleza, su piel es hermosa,
su cuerpo es exquisito.
La pego a mí y de nuevo de devoro la boca, ¿Estuviste toda la noche sin sosten niña? Ella se muerde
el labio y asiente.
—Ahora si de rodillas nena. Ordeno y ella gustosa lo hace, es una sumisa innata y no se da cuenta de
eso la sujeto del pelo y ella lame mi polla.
—¡Ah! Si mi amor así. Jadeo y gimo excitado. ¡Dios! Esto es delicioso, sigue mi amor no pares sigue.
Pido echando la cabeza hacia atrás.
Ella intenta meter toda mi polla en la boca y no puede, sonrío de lado mirándola con mi erección en su
boquita, es jodidamente caliente.
—Amor me voy a correr tienes que parar, ésta condenada me ignora y sigue chupando como una puta
Diosa. ¡Me encanta!
Y un par de mamadas más y me corro, suelto un gruñido, y me corro derramando toda mi leche en su
boquita, ella intenta tragar hasta la última gota.
Se lame los labios, yo la levanto del brazo y la beso rudo, fuerte, la llevo a la cama y la
acuesto…— Abre las piernas mi amor, le ordeno, ella lo hace, veo la humedad de su coño, sobre su
braga, la palpo y está totalmente mojada, le arranco de una vez la braguita y la llevo a mi nariz,
parezco un maldito enfermo, pero ella me pone así, bajo mi cabeza y le devoro el coño haciéndola
retorcer de placer.
¡Dante! gime y a mí me fascina escuchar cuando grita mi nombre, la siento mía.

108 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Ella me sostiene del cabello y me pega más a su coño, y de pronto grita jadea y se corre, es delicioso,
su sabor es exquisito, me vuelve loco.
Me coloco entre sus piernas, apenas se recupera no le doy tiempo y la penetro
¡Dante!! Amor, nunca me cansaré de ella, en verdad es deliciosa, apretada, caliente, la amo.
La penetro muy duro, tratando de controlarme pero una fuerza extraña me lo impide aumentando mis
embestidas y ella no ayuda en nada cuando grita “ más por favor Dante mas” jadea y yo le doy más
de mí, mis embestidas son certeras, saco y luego vuelvo a meter.
En un rápido movimiento me siento en la cama y hago que siente sobre mi verga dura, muy dura,
ahora entra mucho más fácil porque está demasiado lubricada.
— ¡Se siente tan rico mi amor! Confieso, ella empieza a montarme y me vuelve loco, unos cuantos
movimientos mas y nos corremos los dos gritando el nombre del otro.
Cansada se recuesta sobre mi pecho, me permito acariciarle la espalda.
— Te amo amor. Confieso. — Yo te amo a ti Dante.
—¿Nos bañamos? Pregunta ella con esa vocecita tierna y suave. — No. Contesto ronco.
— ¿Noo? Pregunta curiosa… — Quiero que duermas así amor con mi semen dentro de ti, mi olor en ti
y tu olor en mi, mi amor... — Lo que mi rey diga. Contesta acomodase sobre mi pecho y al rato nos
quedamos dormidos..
Al día siguiente, me levanto sin hacer ruido, la reunión es a las ocho de la mañana, no quiero
despertarla así que entro a ducharme sin mucho escándalo y luego me visto, ella sigue dormida,
completamente desnuda, la observo frotándome el rostro, ¡carajo! es muy hermosa.
Antes de salir me acerco a ella dejando un suave beso en su frente, pero ella me sujeta la mano.
— ¿Ya te vas? Habla con su voz aun adormilada. Trago grueso al ver la punta de sus pezones y piel
tersa y blanca. Quiero sacarme la ropa y fundirme en su piel nuevamente.
—Si mi amor, debo ir a la reunión apenas termine vengo a verte ¿sí? Sonríe… — Si, te estaré esperando
amor. Por Dios que enamorado estoy pensé, acariciando su rostro suavemente.
—Bien mi nena, descansa y luego baja a desayunar y nos vemos para almorzar mi niña hermosa.
Beso castamente sus labios y salgo de la habitación porque de lo contrario la haré mía de nuevo y no
poder salir de aquí ni en un mes.
Giancarlo junto con la hermosa Cloe ya me estaban esperando. —¿No pudiste salir de la cama?
Pregunta sonriendo al igual que Cloe, estos dos son tal para cual, su sentido del humor negro solo
ellos dos se entienden.
Llegamos la empresa, tuvimos la reunión con Thomas, al principio se mostró negativo a negociar,
quería que cediera a sus exigencias, le di a entender que si el proyecto no seguiría así como estaba,
dábamos por terminado el contrato, al final termino aceptando todo, sonriendo victorioso, sabiendo
que todo era capricho de su insoportable hija, pero que él tampoco quería perder dinero así que, está
solucionado esta.
Estamos en la oficina de Gian, me ofrece una copa, brindamos porque todo ha salido bien.
—Y bien ¿cuándo piensas hacer público tu relación con Cloe? Ya viven juntos y mama aun no sabe
que tiene nueva nuera.
Suspira hondo…—Estaba pensando irme este fin de semana para presentarla a mama, que estoy
más que seguro que pegar el grito al cielo y hasta una boda organizara, reímos por ello, si mama es
así, con lo de Paula está demasiado emocionada ya solo espera el sexo del bebe para comprarle todas
las cosas, fueron sus palabras.
—Me alegro hermano Cloe es una buena chica, no la hagas sufrir…
— No, no será así, pase demasiado tiempo enamorado de ella y no querer aceptar lo que sentía por
ella, ahora que la tengo créeme no la dejare ir, me gusta demasiado, hasta el punto de volverme loco.
Sonrío, se lo que se siente pues así me siento yo con Paula.
—Te entiendo perfectamente Giancarlo, creo que por fin encontramos el amor.
— Pero por favor pongan seguro a la puerta, le digo y río.
—Y tú serás papa quien iba a decirlo el gran Dante será padre se carcajea, asiento con la cara de bobo
sonriendo…— Así es pasaron demasiadas cosas, pero por fin la tengo conmigo y la amo.
Paula
Despierto feliz, anoche fue tan caliente nuestro encuentro como siempre que estamos juntos, entro a
ducharme y bajo a desayunar, me encuentro en la cocina con una señora de unos 60 años
aproximadamente.
­— Buenos días saludo, gira de pronto ya al verme sonríe. — Buenos días señorita, siéntese le serviré
el desayuno, ya el señor Dante me dijo que le gustaba y le he preparado, sonrío, Dante siempre
adelantándose a todo, es tan posesivo pero algunas veces me gusta mucho.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Asiento moviendo la cabeza. — Gracias, ¿Giancarlo y Cloe también se han marchado? pregunto, se
limpia la mano con su delantal para voltear a hablarme. — Si señorita se han ido juntos.
— Dime Paula por favor, pido y ella solo sonríe. —Está bien lo intentaré, contesta.
—Uhum, me gustaría hacer el almuerzo hoy si es que puedo meterme en su cocina.
—Lo que usted quiera señorita, está en su casa. Afirmo levemente. De pronto suena mi teléfono,
anunciando un mensaje.
Mi Dante: hola mi niña hermosa, ¿ya te levantaste?
Paula: mi amor, si ya estoy levantada y con ganas de verte, te extraño.
Cuando le envío ese mensaje, siento que mi intimidad se contrae y siento cosquillitas en mi bajo
vientre, este hombre me hace alucinar.
Mi Dante: Mmm amor, yo también te extraño, no puedo estar sin ti ni un momento, todo el tiempo
quiero tocarte, besarte, comerte.
Santo cielos, no puede decirme eso por mensaje, uff me siento acalorada.
Paula: a mí me pasa lo mismo todo el tiempo te quiero tener dentro de mí.
Mi Dante: es mi lugar favorito niña traviesa.
Suelto una carcajada, sí que soy golosa y estas hormonas me tienen al borde todo el tiempo.
Paula: culpa a estas hormonas.
No espero más mensaje de Dante, marco el número de Katia para saber de Katy, me dice que todo
está bien, Katy está perfectamente bien, pedí hablar con ella, hablamos un buen rato, está muy
contenta por mí pero también me extraña, ya que es la primera vez que estamos tan lejos una de la
otra, luego corto y me pongo a cocinar porque de lo contrario no haré lo que planeaba hacer. Haré,
lasaña es la comida favorita de mi hombre.
Ya es el medio día, y quedamos que Dante y Giancarlo vendrían a almorzar. No estoy segura que
vendría la novia de Giancarlo.
—Hola amor, saluda Dante apretándome a él, rodeando mi cintura con un brazo, me da un beso
apasionado, y luego toca mi vientre yo me hago nada.
Giancarlo bufa, y yo río… — Ven aquí cuñadito para tí también hay cariño, Dante rueda los ojos, le
doy un abraso y un beso en la mejilla. Cloe aparece sonriendo detrás.
—¡Dios! ¿Qué huele tan delicioso aquí? Pregunta. -Hice pasta espero les guste.
­—¿Ves amor? Ella si cocina ¿y tu? Giancarlo le habla a su mujer con una mueca divertida.
—Mmm, de que te quejas, si cada dia comes algo delicioso. Bromea y camina moviendo sus perfectas
curvas, dirigiéndose hacia el comedor coqueta. Gian se rasca la nuca, mientras que Dante le palmea
la espalda.
—Mejor aprende a cocinar tu de lo contrario te dejaran en abstinencia con ese tipo de comentarios.
Bromea Dante riendo y tomándome de la mano para caminar al comedor.
Cloe nos espera con una sonrisa, mi cuñado llega hasta ella hundiendo su rostro entre su cuello
abrazándola de la cintura y comienza a susurrarle algo que no alcanzamos a oír. Ella se sonroja
automáticamente y como mujer me doy cuenta que se estaba excitando. Gira a tomarlo del rostro y le
susurra un te amo. El hace lo mismo, veo tanta ternura en ellos.
—Ya búsquense un cuarto. Contesta Dante, Gian deja un beso en su frente y ambos toman asiento.
Definitivamente este hombre está enamorado, lo veo en su mirada.
—Esto se ve delicioso comenta Gian cuando observa la comida servida.
—Todo lo que mi mujer hace lo hace delicioso contesta Dante y entiendo que es en doble sentido, me
pone colorada y acalorada su comentario.
—Si me imagino que si dice Gian y reímos.
Cuando pasamos a la hora del postre pido a Dante que me ayude a servir, nos vamos a la cocina,
cuando entramos cierra la puerta y me agarra de la cintura sentándome en la encimera rápidamente.
—Huele tan delicioso aquí dice hundiendo su rostro entre mis pechos, ¡Dante! gimo, echo mi cabeza
hacia atrás abriendo mis piernas, dando paso a Dante para entrar en medio.
Llega a mi boca y me besa como solo él sabe hacerlo y me vuelve loca me lleva a otra dimensión,
muerdo su labio y el gruñe. — No hagas eso princesa, porque me descontrolas.
Bajo mi mano a su erección y esta tan dura y grande… — Así me pones nena todo el tiempo.
—Eso lo puedo arreglar Dante, me deslizo entre sus brazos y bajo de la encimera para hincarme frente
a Dante.
—Nena no podemos, lo ignoro no me importa no lo aguanto necesito su polla en mi boca.
Desprendo su pantalón y bajo hasta su rodilla, saco su duro miembro, grande apuntando hacia mí,
expulsando ya pequeñas gotas.
—Haremos esto rápido nena, yo sonrío, llevo su polla en mi boca y comienzo a chupar y lamer todo de
él.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Es delicioso. Me encanta su sabor.
¡Paula!, gime, sigue bebe, no pares y eso me motiva más, ver a Dante así rendido ante mí me vuelve
loca.
Echa su cabeza hacia atrás sujeta mi cabello en puño y me empuja a su miembro, llega hasta mi
garganta, me falta el aire pero Dante no da tregua, no me suelta es tan rudo y me vuelve loca estoy
tan empapada, si me tocara sus dedos se deslizarían tan fácilmente.
¡Paula! Es todo lo que gruñe.
De pronto ocurre lo peor que pudo ocurrir.
Se abre la puerta viendo a Giancarlo mirarme con los ojos más que abiertos. Yo con el miembro de
Dante en mi boca.
— ¡Carajo! Gruñe Dante… —Sal de aquí idiota grita Dante... me ha visto haciéndole una mamada a
Dante.
Dante me levanta rápidamente…—Te lo dije nena, te dije que podían vernos, yo estoy muerta de la
vergüenza.
Dios yo no era así, este hombre me hace hacer mil locuras, como veré a mi cuñado de nuevo a la cara.
Siguiente parte
3
Capitulo 36. Celoso
UN MES DESPUES
Paula
Hoy, empecé a trabajar en la empresa de Dante como auxiliar en el departamento de marketing,
también empecé mis estudios en la Universidad, estoy demasiado emocionada, en la Universidad voy
hace dos semanas, me instalé, me adapté y ahora empiezo a trabajar, le pedí a Dante que no diga
nada de nuestra relación no quiero que nadie haga diferencia porque soy la novia del dueño, después
de discutir con Dante calurosamente accedió de mala gana.
Le dije que quería conseguir mis méritos por mis propios medios, y aquí estoy, esperando al Jefe
de Recursos Humanos para firmar mi contrato, es el único que sabe que soy la mujer de Dante pero
no debe decir ni una sola palabra a nadie, Dante confía mucho en el por algo es su jefe en recursos
humanos.
El Departamento de marketing esta un piso más abajo que el gran jefe D Luca, en su piso no hay
otra oficina solo la de él y la sala de juntas según lo que me había comentado en una noche que
estuvimos hablando y me conto gran parte de lo que era su empresa, ellos se dedican a la fabricación
de grandes maquinarias industriales, también es dueño de cadenas hoteleras en todo el mundo, en fin
tiene demasiado dinero a decir verdad, pero nada de eso me interesa yo solo lo amo a él y lo que es
para mí como hombre, su dinero, su poder o su fama me da completamente igual.
He firmado el contrato de trabajo por 6 meses, es porque después tendré a mi bebe, y retomaré
una vez que haya nacido mi bebe, que por cierto se comporta de maravillas últimamente ya no me da
tantas nauseas, pero si me da hambre y ganas de llorar, Dante algunas veces no sabe qué hacer
cuando estoy híper sensible, solo me consiente me mima, me compra chocolates y me hace el amor
y así se me pasa, volveré loco a mi hombre y falta aún mucho porque nazca este bebe.
El jefe de recursos humanos que se llama David, le llama a Sebastián que según me comento será
mi jefe directo, estaré a su cargo en el departamento con otros compañeros más.
Tocan la puerta y David da paso para que entre, por la puerta entra un hombre alto un poco más
bajo que Dante, buen físico cabello castaño casi rubio de ojos verdes, es precioso a decir verdad
¡Paula! ¿Qué estás pensando? si Dante se entera te corta en cachitos.
—Buenos Días, saluda con voz gruesa, oh por Dios, que voz… Dios Paula calma esas hormonas
calenturientas, estas hormonas me tienen al borde de la locura, y lo descargaré en la noche con mi
hombre quien está más que encantado que este así de caliente.
Alguien carraspea y salgo de mi ensoñación… — eh si perdón… — Como te decía Paula él es
Sebastián Farcinni será tu jefe inmediato, trabajaras para él.
Me levanto y le extiendo la mano…— Buenos días Señor Farcinni mucho gusto, soy Paula
Ricci, el me toma la mano y no me suelta…— El gusto es mío señorita Ricci y es un placer que trabaje
con nosotros a partir de hoy, sus ojos verdes me miran fijamente y yo siento que me sonrojo, no le
puedo sostener la mirada, así que agacho la cabeza y suelta por fin mis manos.
—Bien si ya no queda nada, ya puedo disponer de la señorita pregunta Sebastián, David asiente… —
Si puede retirarse, Sebastián asiente…— Muy bien. Contesta sonriendo me mira y levanta ambas
cejas. —Eres toda mía.
Y yo trago grueso, no sé por qué me pareció que lo dijo en doble sentido, me dio paso y el salió
detrás de mí, fuimos a nuestro respectivo departamento, por el camino sentía la mirada de Sebastián
todo el tiempo sobre mi cuerpo especialmente, uummm guapo si supieras que este cuerpecito ya tiene
dueño y es nada más y nada menos que el jefe jefe de todos y que encima llevo a su hijo en mi vientre,

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ERES MI ADICCION LEYVA
ni siquiera me mirarías, pero eso nadie lo puede saber. ¡Dios! esto será complicado con lo celoso y
posesivo que es ese hombre.
Llegamos al departamento de marketing, Sebastián me presenta a todos son tres en total, dos
compañeros y una compañera llamada Ana… —Bienvenida Paula me dicen todos.
—Gracias a todos, espero poder trabajar en conjunto con ustedes, Sebastián me pide que pasemos a
su oficina y luego me mostrará donde estaré.
Entramos a su oficina y cierra la puerta ¿con llave? Levanto mi ceja confundida…
— Para que nadie nos moleste exclama al ver mi cara de sorprendida.
—Bien Paula, toma asiento por favor, lo hago dudosa y él hace lo mismo, trabajaras con los
compañeros, aquí cada uno tiene una función, dime ¿tu trabajaste en algo así ya antes?
—Oh no señor Farcinni es la primera vez, pero empecé en la Universidad con la carrera de marketing,
asiente… —Bien si David te contrato ha de ser por algo ¿no? No creo que sea solo por tu
impresionante belleza.
—¿Perdón? Enarco una ceja, su comentario no me gusto para nada…—A mí nadie me contrato por mi
belleza ni nada de eso como usted insinúa, traje mis papeles y me aceptaron… asiente nuevamente
sonriendo…— Bien Paula, te explicaré tus funciones y trabajaras en conjunto con Ana, ella te enseñara
todo lo que necesitas saber y cualquier consulta o duda no dudes en venir a mi ¿bien? Aquí estamos
para aprender y ayudar y crecer no para hacer rivalidad. Asiento, en eso estamos de acuerdo.
: —Bien, vamos me dice sonriendo, me levanto y cuando pasa a mi lado para abrirme la puerta me
roza el brazo con la mano. Suspiro hondo porque conozco a esta clase de hombres, se sus intenciones,
me está probando para saber qué clase de mujer soy.
Fue intencional, lo sé, no tendría por qué rosarme el brazo, si piensa que soy una cualquiera está
completamente equivocado.
Me asigna un escritorio alado de Ana, ella se nota muy buena, me habla amablemente.
— ¿ Estas feliz por trabajar en esta empresa tan importante como esta? Pregunta mirándome
expectante.
—Sí, la verdad si me gusta mucho…— Bien te explicaré lo que hacemos todos y te diré lo que harás
¿vale? Asiento.
Así paso el medio día, trabajando con los tres compañeros son muy amables todos, Sebastián cada
vez que sale de su oficina me mira más de la cuenta y se acerca junto a mi escritorio y me sonríe, yo
no le presto mucha atención, no quiero que se me relacione con él y para colmo llegue a oídos de
Dante, se arma la grande de eso estoy segura.
De pronto por la puerta aparece el hombre que me roba toda razón, que me nubla cualquier
raciocinio.
— Buenos días, saluda con esa voz ronca y sexy…— Buenos días Señor De Luca contestan mis
compañeros, yo solo me quedo callada observándolo, todavía verlo me afecta de sobre manera por
más que duerma todas las noches con él. Al verlo siento esas cosquillitas en el estomago, en verdad
muero por él.
— Él es el mero jefe, dice Luis uno de los compañeros acercándose a mi oído a lo que Dante lo mira
con cara de pocos amigos, si esta celoso, lo sé, solo espero que no haga ninguna tontería.
Carraspea, — Señor…. hace silencio esperando a que Luis conteste… Ruso, señor…
—Bien señor Ruso, aquí no venimos a socializar, venimos a trabajar y mantener distancia con las
compañeras de trabajo, usted conoce las reglas de mi empresa ¿no es así?
—Sí señor, contesta Luis asustado, que digo asustado creo que se meo en los pantalones, ¡¡Dios!! Mi
hombre ¿es así con todos sus empleados? Uy los compadezco, bueno yo también soy su empleada
desde hoy.
— ¿El señor Farcinni se encuentra en su oficina? pregunta… —Si señor contesta Christofer mi otro
compañero, Dante asiente, no sin antes darme una mirada fija, no sé si quiere asesinarme o comerme,
uumm ojala sea lo segundo, y no sea porque esta celoso, ruedo los ojos observando que se pierde en
la oficina de mi jefe.
—Es mi amor platónico, dice Ana, pongo los ojos en blanco, haaaa suspira poniendo su cara sobre su
mano sosteniéndose sobre su codo, ojala algún día me registrara, dice con cara de enamorada… Si
querida, así estaba yo de embobada por el cuándo lo conocí, pienso, pero no lo digo.
—No te parece tan sexy, hermoso con ese cuerpo uf de infarto, es todo un adonis, un dios griego
sigue diciendo, yo solo rio, si supiera que a ese dios griego me lo como cada noche y llevo a su retoñito
dentro de mí, me carcajeo mentalmente.
[9:52 a. m., 19/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: Christofer le lanza un papel para que se
despierte de su ensoñación...— Sueña querida, trabajas aquí hace tres años y nunca te dirigió la
mirada, es más ni siquiera acostumbra a venir aquí.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Eso es cierto. Contesta Ana, el no viene a hablar con ningún jefe, él los manda llamar… Yo solo
quiero morir, es por mí que vino a este departamento, ¡Ay! Dante, no puedes dejarme pasar
desapercibida.
A la que le miro más de un segundo fue a la querida compañera nueva insinúa Luis…
—¿Qué? no digas tonterías, apenas y me miro le dije tratando de parecer normal.
Ana me mira sonriendo. — Creo que si te miro más de un segundo, levanta las cejas repetidas
veces…— Ya no digan tonterías, y mejor trabajemos que no salga de nuevo y nos cache hablando.
—Sí, es cierto dicen los tres y seguimos en silencio, en eso de nuevo salen Dante y Sebastián, al salir
Dante me vuelve a mirar, levanto la vista y me está mirando fijamente, Sebastián también lo hace.
— Aprovechando Dante, habla Sebastián, quería presentarte a una chica nueva que empezó hoy y
yo solo quiero que me trague tierra.
—Ella es la señorita Paula Ricci, Dante asiente… — Un placer conocerte, contesta con esa voz ronca,
es tan sexy y yo solo quiero morir. Sebastián lo mira fijamente y luego a mí. Yo solo vuelvo mi vista
a los papeles que tengo en el escritorio.
—Bien, envíame apenas tengas los papeles Sebastián habla Dante…— Si por su puesto contesta, y
cuando está a punto de salir voltea nuevamente hacia mí.
— ¡Sebastián! lo llama, antes del mediodía envía a la señorita Ricci a mi oficina por favor.
Sebastián lo mira como si sus ojos se salieran de su órbita… — ¿Algún problema Dante?
— Ninguna, solo quiero conocer a los nuevos empleados. Diciendo eso sale de la oficina.
Sebastián se queda parado con la boca abierta sin emitir una palabra, y los chicos aun mas. ¿no
entiendo qué pasa?
— ¿Qué? Pregunto… — Ya escuchaste Paula, a las 11: 30 sube a la oficina del señor De Luca, yo
solo asiento.
Entra a su oficina y cierra la puerta furioso ¿Qué rayos le ocurre?
Ana me mira con una risa burlona… — Si, y ahora me dirás que el jefe no te miro más de la cuenta?
Yo siento mi cara arder… —No sé qué querrá el jefe les digo…
—Mmm yo si se contesta Christofer… —¿Ah si? Y que quiere pregunto.
—Te quiere follar duro en su oficina, sueltan una carcajada, a lo que yo le lanzo una bola de papel.
—Umm mira querida, llevo tres años aquí y nunca me registro el jefazo, y a ti apenas llevas un día y
ya te quiere conocer, y no creas que es así con todos los empleados nuevos, ni siquiera sabe nuestros
nombres, Yo trato de ignorarlos porque Dante me las va a pagar le dije que no hiciera nada y ya lo
hace el primer día. Esto será difícil.
Llegado las 11.30 miro la hora, y Ana se da cuenta de eso… — Es hora niña mueve ese lindo culo
y sube a ver que quiere el jefazo sexy, ruedo los ojos…
— Si voy. — Ah y si no tardas, si el jefe te suelta rápido estaremos en la cafetería de abajo,
acompáñanos a comer me dice Luis.
— Gracias, si bajaré junto a ustedes chicos.
Salgo de la oficina y subo al último piso, cuando llego está sentada una mujer rubia, debe ser la
secretaria de Dante.
Me acerco, me aclaro la garganta estoy demasiado nerviosa y no sé por qué.
— Señorita le podría anunciar al señor De Luca que me encuentro aquí el pidió verme.
. —Hola, ¿Tú debes ser Paula? Pregunta sonriendo, asiento.
—Soy Eva, soy la asistente del señor D Luca, puede pasar lo está esperando.
—Gracias contesto caminando hacia la puerta de Dante, golpeo una vez y entro lentamente, primero
meto la cabeza y veo a Dante sentado como todo un rey en su gran silla detrás de su escritorio, al
verme sonríe y yo entro completamente, cuando cierro la puerta él se levanta y camina hacia mí.
—Hola dice ronco
—Hola, contesto
— ¿Porque tienes miedo de entrar? no te voy a comer me dice con una sonrisa oscura, yo me muerdo
el labio y agarra con su mano y suelta mi labio que acababa de morder.
Pasa de mí y se va a la puerta para ponerle seguro camina hasta su escritorio de nuevo y levanta el
teléfono.
— Eva, que nadie me moleste, sea quien sea no estoy para nadie ni llamadas. La asistente creo le dice
algo. —Cancélalo, dice eso último y cuelga.
Camina de nuevo hacia mí y se pone detrás, sujeta mi pelo y lo suelta porque lo llevo atado en una
cola…— Odio que lleves el pelo atado me susurra al oído.
— Es la regla señor, contesto tímida… a él le fascina que le diga señor…— Mmmm lo odio en ti, lo
peina con su mano y siento una suave caricia en mi pelo.
—Que bien te queda el uniforme. Susurra hundiendo su rostro entre mi cuello.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Mi uniforme consiste en un vestido negro al cuerpo dos dedos sobre la rodilla con cuello alto y un
pequeño escote que no deja ver nada, con letras grises y tiras grises en las mangas y la cintura, la
verdad me queda muy bien, ajustado al cuerpo, con unos tacones un poco altos para mi gusto, pero
es el uniforme de aquí.
Dante empieza a dejar besos húmedos por mi cuello, ¡Dante! jadeo en un susurro…
—Eres mía Paula que no se te olvide, trago grueso, sigue apretándome la cadera y me pega a su
enorme cuerpo.
—No quiero que hables con nadie, que rías con nadie me oíste dice con la voz ronca, estamos
excitados los dos.
Me aprieta las nalgas. — Da Dante, tartamudeo. —No puedo no hablar son mis compañeros.
— No me gusta que miren lo que es mío.
—No podrás evitar eso Dante, siempre miraran, gruñe y me aprieta más fuerte, siento su erección en
mi espalda, ¡¡Virgen Santísima!!
Me gira rápidamente y me besa, su beso es demandaste, posesivo, como si quisiera marcarme,
muerde mi labio inferior.
¡Dante! le reclamo, el sonríe sobre mis labios… —Para que sepan que eres completamente mía.
Le acaricio las mejillas con mis dos manos, y me besa la mano…— Dante, no puedes demostrar que
nos conocemos y mucho menos que somos pareja.
Gruñe enojado. — No entiendo porque Paula eres mi mujer, se aleja enojado pasándose la mano
por el pelo.
—Ya te lo dije cariño, no quiero que piensen que consigo las cosas solo por ser la novia del jefe, ni
que me traten con privilegios por eso.
—Y con lo que hiciste hoy, empezaran a especular cosas… — Me vale una mierda Paula lo que
piensen, y que nadie se atreva a mirarte o insinuarte algo por qué no respondo, te aviso.
Ruedo los ojos…— Bien señor, ahora si ya no tienes nada que decir, me voy a almorzar y nos vemos
a la noche en casa. Se acerca rápidamente y tomándome de la cintura.
Me gustaría almorzar contigo mi amor dice hundiendo su rostro entre mi cuello nuevamente, acaricio
su pelo…— No podemos Dante, la gente empezara a hablar cosas y ya te lo he dicho no quiero eso.
Se separa bruscamente de mí…—Está bien ya lo dejaste en claro, ahora ve a almorzar ya no te
quito tu tiempo.
¡¡Dante por favor!!... —No Paula, ya está claro no quieres que nos vean juntos, voy a respetar eso, y
mejor vete tengo mucho trabajo.
Dante está enojado, lo miro fijamente y me giro para salir de su oficina. ¿Por qué tiene que ser así,
tan posesivo?
Me voy a mi oficina, los chicos se disponían a salir para ir a almorzar, cuando llego me miran
fijamente… — ¿Y? Es Ana quien habla ¿Qué sucedió con el jefazo?
—Nada, solo me pregunto algunas cosas, nada importante digo, trato de sonar convincente…
Ana levanta la ceja… —Bueeno digamos que te creemos dice, andando contesta Luis antes que se
llene la cafetería..
Bajamos los cuatro, siento algunas miradas cuando bajamos a la cafetería, tanto de mujeres como
de hombres, me ven como bicho raro, pedimos nuestra comida y nos sentamos en una de las mesas
vacías.
De pronto se acerca un chico muy atractivo. —Hola saluda. — Hola Santiago contesta una Ana
ruborizada, huelo enamoramiento en el aire.
— ¿Eres nueva? me pregunta sentándose a mi lado. — Mmm si, empecé hoy le contesto.
—Qué bien caras nuevas y hermosas contesta. Solo intento ignorar su comentario.
— Yo soy Santiago de Finanzas, si necesitas algo solo pídelo dice mirándome fijamente, yo agacho
la cabeza, su mirada es muy penetrante... —Gracias, soy Paula por cierto, asiente y sonríe.
Ana agacha la cabeza…— oh oh creo esta celosa, mejor lo ignoro no quiero que Ana se ponga
celosa, no quisiera conflictos con mi compañera.
Terminamos de almorzar y subimos de nuevo, Ana está muy callada, la sujeto del brazo y le hablo…
— Oye Ana ¿sucede algo? Después de que Santiago me haya hablado te quedaste muy pensativa.
Ella agacha la mirada…— Es que… se muerde el labio… —El me gusta mucho hace bastante
tiempo, pero….
—Pero es un mujeriego, nunca se ha fijado en mí, no puede ver una chica bonita y tú pues.
— ¿Yo qué?
—Mírate Paula eres hermosa, tienes un cuerpo de modelo, cualquiera se fijaría en ti, mientras que
yo… — ¿Tu qué Ana? No digas esas cosas, tú eres hermosa, mira te doy un consejo nunca te
rebajes por nadie ni ante nadie ¿bien?

114 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Y por mí no te preocupes, que yo tengo novio y lo amo demasiado como para fijarme en otros
hombres... ella me sonríe tímida…— Gracias Paula eres una chica increíble.
Anda vamos que tenemos trabajo le digo, entramos a la oficina y terminamos los pendientes hasta
que llego las 17 horas y ya es hora de retirarnos.
No he vuelto a ver a Dante, tampoco me escribió ningún mensaje, asique subo a mi auto y voy a
casa.
Llego cansada, es Katy quien llega corriendo a abrasarme... –Princesa, la abrazo y le lleno de besos…
— Pauli te extrañe, ¿qué tal tu primer día?
—Muy bien mi amor, muy cansada, pero bien...
—¿Y mi sobrinita como esta? Ruedo los ojos ella también dice que será niña, luego rio.
—Bien se ha portado súper bien... — ¿Y dime Dante ha llegado?
—Mmmm no todavía pensé que trabajan juntos.
—No, él está en otro lado y yo en otro lado. —Hola Paula saluda Katia, llegando junto a mí.
—Hola Katia…—¿ Cómo estuvo tu día Paula?, pregunta
—Bien, esa empresa es una locura le digo, ella ríe...
Escucho que la puerta se abre y por ahí entra un Dante con cara de pocos amigos.
—Hola Katy saluda, deja un beso en su cabeza, también saluda a Katia, y a mí ni me hablo...
Rápidamente subió las escaleras. — ¿Que sucedió? Pregunta Kathy al ver a Dante molesto.. Me
encojo de hombros. —Está enojado el señor gruñón porque esta celoso le digo y Katy ríe.
Lo voy a solucionar no te preocupes, le doy un beso y subo las escaleras.
Entro a la habitación y Dante se está desvistiendo, entro y lo ignoro, me voy sacando lentamente el
vestido, soltando el pelo, siento su intensa mirada sobre mi cuerpo, me saco el sostén y me quedo con
mi tanga muy diminuta.
Sigo ignorándolo y me giro para irme a la ducha entro y dejo la puerta semiabierta, yo sé jugar
también, abro la ducha y me saco la braguita y entro en la ducha.
De pronto escucho la puerta abrirse, y siento su respiración en mi oído, de pronto desliza su dedo
por mi espalda hasta donde empieza mi trasero.
—Nena eres una manipuladora, susurra ronco en mi oído, me giro y lo miro fijamente.
—¿Yo? Le digo inocentemente, no hago nada solo entre a bañarme.
Me agarra de la nuca y me devora la boca yo elevo mis manos hasta su cuello y lo rodeo con mis
brazos, me agarra del trasero y me levanta rodeando mis piernas a su cintura.
—¡Ah! jadeo y gimo al sentir su dura erección rozarse en mi vagina.
—Paula, no sabes cómo te desee todo el maldito día, estuve como loco, y con esta maldita erección
todo el día
—Dante hazme tuya, te necesito amor, te necesito dentro de mí. —No me digas eso que me pones
a mil. Gruñe.
En un rápido movimiento me empotra contra la pared y me penetra.
­ ¡Ah! gimo al sentirlo adentro de mí, empieza a cogerme duro con cada embestida me levanta.
Nos besamos desesperado, me muerde y chupa mis labios, baja a mi cuello y a mis pechos donde
chupa y muerde uno a uno.
—Eres deliciosa amor y eres solo mía.
—Di que eres mía Paula, dilo, me ordena y yo no puedo pensar ni hablar coherente, me penetra más
fuerte.
—Soy tuya Dante, toda tuya… Dame más por favor le pido. Gruñe y cogiéndome más duro hasta
que exploto en un súper orgasmo.
Y el gruñe y grita ronco derramándose dentro de mi completamente. Nos besamos largo rato, y nos
bañamos ambos él me bañaba y yo a él.
En verdad lo amo demasiado, jamás tendría ojos para nadie, pero sé que trabajar para él en su
empresa no será nada fácil.
Veremos qué pasa mañana.
Capitulo 37. Marcando territorio.
Dante
Hoy Paula ha empezado a trabajar aquí en mi empresa, no sé porque la muy terca no quiere que
todos sepan que ella es mi mujer, si por mí fuera todos lo sabrían, es más me gustaría gritarlo a los
cuatro vientos.
Le pedí a David mi jefe en recursos humanos que la pusiera en marketing, ya que empezó la
universidad en esa carrera y que le gusta mucho al parecer.
El problema es que ahí el jefe es Sebastián, es un hijo de puta mujeriego que no puede ver una
mujer bonita, y andará detrás de Paula como garrapata, intentara seducirla y eso me hierve la sangre,
tendré que marcar mi territorio cuanto antes, así Paula me lo prohíba, este lado posesivo mío puede
más que cualquier cosa.

115 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Entra Iam de pronto a mi oficina, dando dos toques antes de entrar, levanto mi vista para posarla
en él.
─ ¿Hermano que te sucede porque estas tan alterado y bebiendo a esta hora, sucedió algo con
Paula? Solo lo observo y me froto el rostro.
─ Sí y no. Contesto y el levanta la ceja.
─ ¿Si y no? Explícate porque no te entiendo.
─Paula empezó a trabajar desde hoy aquí. ─ ¿De verdad? Asiento. ─Si así es.
─Pero si eso es una buena noticia Dante, ¿cuál es el problema?
─Que está en el departamento de marketing, trabajará con Sebastián, y para colmo ella no quiere
que se sepa de mi relación con ella. De pronto Iam comienza a sonrojarse para echarse una tremenda
carcajada. ─ De que te ríes idiota. Bramo rabioso.
─ De ti cabron, ¿de quién más?
Yo me levanto furioso… ─ No seas imbécil Iam, te lo estoy diciendo de verdad y tú te burlas de mí.
Vaya amigo tengo.
─ Es que... sigue riéndose... no puedo creer que celes de Sebastián, y que Paula te haya pedido eso.
En verdad solo quiero darle un puñetazo por no para de reír.
─ ¿Y? Sabes cómo es Sebastián.
─ Si lo sé, pero no puedes tener miedo de que él te quite a tu mujer, ni yo pude, arqueo una ceja…
Ya párale a tus celos, tienes que confiar en Paula, ella solo tiene ojos para ti y debes confiar en ella.
─Lo sé Iam, trato de verdad pero que ella no quiera que nadie sepa que es mi mujer, me jode, no te
imaginas cuánto.
─Quiere que le reconozcan por sus méritos no por ser la novia del jefe. Según la condenada esa.
Iam asiente ya dejando de reír al fin. ─ Me parece bien Hermano, ella siempre fue una mujer
independiente, trabajadora y eso ni tu ni nadie se lo va quitar.
─En fin, solo vine para avisarte que hoy tenemos el almuerzo con los Sabatini, para cerrar el trato de
la compra del nuevo hotel.
─Sí, tienes razón lo había olvidado por completo, ¿A qué hora es? La verdad hasta ya olvido lo que
me dice Eva por estar pensando todo el tiempo en esa mujer.
─Iam suspira con una mueca burlona, la reunión es para las una ¿te espero o vas solo?
─No, vamos juntos, nos vemos a esa hora en el estacionamiento. Afirma levemente retirándose de la
oficina, yo no puedo estar tranquilo, aprovechare para ir a hacer una visita a Sebastián con la excusa
de ver la nueva publicidad, que tampoco es mentira pero es más para verle a mi mujer.
Bajo al departamento de marketing con las miradas de las personas sobre mí, ya que nunca bajo
por estos departamentos, escucho murmullos, les regalo una mirada a todos y agachan la cabeza para
seguir con sus funciones entro a la oficina y ahí la veo ¡Dios! es tan hermosa, me encantaría tocarla,
besarla, me jode que no pueda…
─Buenos días. Saludo, todos me saludan cortésmente, ella me observa por un rato luego agacha
nuevamente la mirada mordiéndose el labio.
¡Mierda! Sabe bien lo que le sucede cuando hace eso, y aun así lo hace, de pronto veo que su
compañero le habla al oído y eso me enfurece, quien se cree para hablarle así a mi mujer.
Entonces frunzo el ceño y lo miro fijamente. Carraspeo, señor…. Hago silencio esperando a que
conteste… Ruso señor… ─ Bien señor Ruso, aquí no venimos a socializar, venimos a trabajar y
mantener distancia con las compañeras de trabajo, ¿usted conoce las reglas de mi empresa no es
así? Espeto furioso de que se acerque a mi mujer.
─Sí señor, contesta asustado, porque eso es lo que yo provoco en ellos, miedo y respeto.
─ ¿El señor Farcinni se encuentra en su oficina? Pregunto serio e intimidante… ─Si señor contesta
el otro muchacho, asiento no sin antes darle una mirada nuevamente a Paula, que me excita de sobre
manera verla así con su uniforme. Sacudo mi cabeza entrando a la oficina de Sebastián de lo contrario
haré una locura.
─ ¡Dante! Exclama al verme Sebastián levantando la mirada.
─ Sebastián necesito saber cómo va la campaña de la nueva publicidad.
─ Estamos trabajando en eso Dante este fin de semana te presentamos la propuesta...
─Bien, esperare por qué no puede demorar mucho.
─ Así será Dante, tú me conoces.
─ Bien, solo venia para eso... Sebastián asiente, y esta vez el sale detrás de mí.
─Aprovechando Dante, habla Sebastián, quería presentarte a una chica nueva empezó hoy yo me
giro para mirar a mi muñeca como si no la conociera, si supiera que la hago mía cada noche, como
gime debajo de mí. No pienses en eso Dante o terminaras con una tremenda erección y cómo
demonios la bajaras.
─Ella es la señorita Paula Ricci. Me presenta Sebastián automáticamente ella se sonroja.

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ERES MI ADICCION LEYVA
─ Un placer conocerla señorita. Sin despegar la vista de sus hermosos ojos mirándola, me encanta
como se sonrosa, especialmente todo el cuerpo cuando está sumida en el placer, contrólate Dante,
controla tus impulsos. Observo como Sebastián la mira fijamente y eso me molesta, tengo que hacerle
saber que ella es mía.
─Bien, envíame apenas tengas los papeles Sebastián. Espeto serio antes de salir de ahí, ya la vi por
hoy sin embargo… ─ Sebastián, antes del mediodía envía a la señorita Ricci a mi oficina por favor.
Sebastián me mira como si sus ojos se quisieran salir de su órbita. ─ ¿Algún problema Dante?
Niego levemente. ─Ninguna, solo quiero conocer a los nuevos empleados. Bufo internamente, no
quiero conocer a nadie, solo a ella, pero no precisamente conocerla si no cogerla. Ni yo me creí esa
tonta excusa, pero es que necesito verla, besarla, tocarla.
Subo nuevamente hasta mi pis, necesito concentrarme en otra cosa o me volveré loco y vendré a
llevarla de aquí sobre mi hombro como un animal.
Miro y miro el reloj cada tanto esperando que llegue la hora para que mi mujer suba. Porque si carajo
ella es mi mujer.
Suena mi teléfono de pronto. ─Eva. Contesto rápidamente.
Era para informarme de algunos pendientes. ─Eva una cosa, cuando la señorita Ricci aparezca hazla
pasar sin ningún aviso la estoy esperando.
─ Sí señor, por supuesto. Corto la llamada esperando ese momento tan anhelado como si no la viera
hace años. Me siento como un adolescente enamorado.
Estoy nervioso, como siempre cuando la voy a ver y eso que vivimos juntos.
De pronto escucho que golpean la puerta levanto la vista sonriendo para observarla asomar su
cabecita, sonrío ¿a qué le tiene miedo?
─Hola. Saludo
─Hola, contesta. Me levanto para acercarme a ella.
─ ¿Porque tienes miedo de entrar? no te voy a comer Paula, sonrío y ella se sonroja mordiéndose
nuevamente el labio. Estiro sus labios y me tomo un segundo para llamar a mi secretaria. ─ Eva, que
nadie me moleste, sea quien sea no estoy para nadie ni llamadas... Eva me dice que tengo un video
llamado en treinta minutos. ─ Cancélalo, no quiero interrupciones.
Camino de nuevo hacia ella y me pongo detrás, sujeto su pelo y lo suelto porque lo lleva atado en
una cola… ─ Odio que lleves el pelo atado, susurro en oído, sintiendo como se le eriza la piel al
instante.
─ Es la regla señor me dice fingiendo inocencia y el hecho de que me llame señor me calienta de una
forma que no imagina, saca mi lado dominante y posesivo.
─ Mmm lo odio en ti, es verdad amo su pelo negro suelto, es tan hermoso, suave y sedoso y tiene un
olor riquísimo que me encanta, en las noches cuando se duerme en mi pecho, no dejo de olerlo, meto
mi mano dentro de él y lo peino suavemente.
─Qué bien te queda el uniforme susurro ronco estoy completamente excitado apoyo mis dos manos
sobre su cadera y lo aprieto.
Es verdad, su uniforme le queda demasiado bien para mi desgracia, se adhiere a su cuerpo
perfectamente, con estas curvas más que preciosas.
Hago a un lado su pelo y hundo mi rostro en su cuello, empiezo a dejar besos húmedos ahí ¡Dante!
jadea en un susurro… ─ Eres mía Paula que no se te olvide, soy un maldito posesivo, la aprieto más
a mi cuerpo.
─No quiero que hables con nadie, que rías con nadie me oíste le digo completamente excitado.
Le aprieto el hermoso culo que tiene... ─ No puedo dejar de hablar son mis compañeros. Contesta.
─ No quiero que miren lo que es mía Paula.
─No podrás evitar eso Dante, siempre miraran, gruño y la aprieto aún más fuerte, le pego mi polla a
su espalda por su baja estatura aun con sus tacones altos apenas me llega a los hombros.
La giro rápidamente y la beso, mi beso es demandaste, posesivo, como si quisiera marcarla, muerdo
su labio inferior muy fuerte.
¡Dante! Gime y sonrío sobre sus labios.
─ Para que sepan que eres completamente mía.
Me acaricia las mejillas con ambas manos y besos sus preciosas manos… ─ Dante, no puedes
demostrar que nos conocemos y mucho menos que somos pareja.
Gruño enojado. ─No entiendo porque Paula, eres mi mujer me alejo enojado pasándome la mano
por el pelo.
─Ya te lo dije cariño, intenta acercarse, no quiero que piensen que consigo las cosas solo por ser la
novia del jefe, ni que me traten con privilegios por eso.
─Y con lo que hiciste hoy empezaran a especular cosas.
─ Me vale una mierda Paula lo que piensen, y que nadie se atreva a mirarte o insinuarte algo por
qué no respondo, te aviso. Espeto furioso, ella rueda los ojos.

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ERES MI ADICCION LEYVA
─ Bien señor ahora si ya no tienes nada que decir, me voy a almorzar y nos vemos en la noche en
casa. Me acerco rápidamente tomándola de la cintura.
─Me gustaría almorzar contigo mi amor le digo hundiendo mi rostro nuevamente entre su cuello, me
permito acariciar su largo y suave cabello.
[10:08 a. m., 19/7/2021] Mony Libro Grupo Caliente: ─No podemos Dante, la gente empezara a hablar
cosas y ya te lo he dicho no quiero eso.
Me separo enojado. ─ Está bien ya lo dejaste en claro, ahora ve a almorzar ya no te quito tu tiempo.
Espeto dolido, molesto, celoso, no entiendo su postura y eso me jode.
─Dante, por favor. Pide pero ya no quiero hablar, ella me enloquece, acabara con mi cordura.
─ No Paula, ya está claro no quieres que nos vean juntos, voy a respetar eso, y mejor vete tengo
mucho trabajo, gruño enojado apretando los dientes, ya no la vuelvo a mirar, me duele eso, quiero
comer con ella que todos sepan que es mi mujer de una vez por todas.
Sale de mi oficina y yo estoy bastante cabreado, si ella quiere que mantenga la distancia, bien así lo
hare, no la molestare más aquí.
Ya es hora de bajar para poder ir a la reunión con Iam quien ya me espera en el estacionamiento.
Así entre reuniones y llamadas, documentos que revisar pasó la tarde, ya no volví a saber de Paula,
miro la hora y veo que ya son las cinco de la tarde, ya se habrá ido a casa, espero un rato más para
salir yo también, para no encontrarme con ella.
Llego a casa, y ella ya está ahí, hablando con Katy, saludo a la pequeñita y a Katia solo paso de ella,
sé que me estoy comportando como un cabron, pero estoy molesto y no le daré atención esta vez.
Subo cabreado hasta la habitación hasta que escucho que entra, la observo de reojo, no habla no
dice nada, solo me mira y yo trato de ignorarla lo juro pero…veo como se saca lentamente la
ropa... ¿Qué hace, me quiere volver loco esta mujer?
Se saca toda la ropa y mis ojos no pueden dejar de mirar su hermoso culo y sus preciosas tetas
¡¡Dios!! Quisiera comerla completa, se lo que está haciendo, me está provocando física y mentalmente.
Veo que sonríe ligeramente y yo gruño apretando mis manos en puños.
Camina moviendo su hermoso culo y su hermosa pancita donde está mi princesa y entra al baño y
dejando la puerta semiabierta, y juro que trate de resistir a su encanto pero no puedo, no me aguanto,
me desnudo con rapidez y entro al baño, ella está debajo de la ducha de espalda, la observo como un
maldito enfermo.
Me acerco a ella y con mi dedo índice delineo su espalda... ─ Nena eres una manipuladora, susurro
ronco en su oído, ella gira lentamente con una sonrisa traviesa.
─ ¿Yo? contesta inocentemente, no hago nada solo entre a bañarme. Mi nena es una bruja, sabe
cómo manipularme y engatusarme, intento ignorarla pero ella me recorre con la vista todo el cuerpo
mordiéndose los labios.
: Ya no lo soporto la sujeto de la nuca y devoro sus labios con hambre, es tan deliciosa, de pronto
llevo mis manos hasta su culo y la levanto, hago que rodee sus piernas por mi cintura.
─ ¡Ah! y gime al sentir mi polla dura rozarse en su vagina.
─Paula, no sabes cómo te desee todo el maldito día, estuve como loco, y con esta maldita erección
todo el día
─ ¡Dante! hazme tuya te necesito amor, te necesito dentro de mí. Suplica con esa vocecita que me
vuelve nada. ─ No me digas eso que me pones a mil.
En un rápido movimiento la pego contra la pared y la penetro sin compasión y tregua, que rica esta,
empiezo a cogerla duro. Nos besamos desesperados ella muerde y chupa mis labios, bajo a su cuello
y a sus pechos donde chupo y muerdo uno a uno son mi jodida debilidad, es mi adicción, ella es mi
maldita adicción.
─Eres deliciosa amor y eres solo mía. Exclamo
─Di que eres mía Paula, dilo, le ordeno mientras la penetro duro.
─Soy tuya Dante, toda tuya, dame más por favor suplica y claro que le daré más duro.
Gruño y me la cojo más duro hasta que explota en un súper orgasmo. También me dejo ir y derramo
todo mi semen dentro de ella, es delicioso…Nos besamos largo rato, y luego nos bañamos, salimos
del baño, y nos vestimos y bajamos a cenar con Kathy.
Al otro día….
Ayer después de bajar cenar volvimos a nuestra habitación a terminar lo que apenas
empezaba, es que ese hombre me vuelve loca, ¿y a quien no? me di cuenta lo poco que pude observar
como las mujeres se le queda viendo cada vez que camina aquí por los pasillos, que según me
comento Ana, Dante nunca baja casi en los departamentos, solo trata con los altos jefes y los manda
llamar a su oficina o se reúnen en la sala de reuniones y que es raro que ayer haya bajado hasta
nuestro departamento y hoy haya bajado otra vez aquí pero no entro precisamente en nuestra oficina.
Ay si supieran que Dante es un celoso posesivo que solo quiere marcar su territorio por eso viene
aquí, me muerdo el labio negando al ver a mi compañera suspirar por mi hombre.

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ERES MI ADICCION LEYVA
: ─Oye, ya viste al jefazo, esta tan sexy, tan delicioso con ese traje uff, esta para alucinar es Ana
quien no dejaba de suspirar por él, yo me sonrojo y solo niego Luis la mira serio y niega, no sé si es
su forma de ser o que pasa con este chico. Me cae bien pero siempre esta serio.
─ ¿Ya sabes con quien vas a ir a la gala del viernes? Pregunta Luis de pronto.
─ ¿Mmm que gala? Pregunto girando mi rostro para mirar a Ana.
─Ay tonta explícale es nueva cómo quieres que lo sepa, contesta Cris y Ana comienza a hablar, el
aniversario de la empresa es el otro viernes, siempre se hace en el hotel Delux, uno de sus más
grandes hoteles. Estoy sorprendida Dante no me menciono nada al respecto de la gala ni de nada de
eso, ¿se le olvido o no piensa llevarme?
─No, no lo sabía y no creo que vaya, contesto porque la verdad no sé si iré.
─ ¿Y eso porque? pregunta Luis, me encojo de hombros… ─ No lo sé no tengo invitación.
─No seas tonta, todos los empleados deben asistir, contesta Ana. Me quedo pensando en lo que eso
implicaría.
Veremos a quien lleva el jefe este año como su acompañante, la miro como queriendo saber más,
ella continua, el año pasado llevo a una mujer hermosa y sexy exclama Cris… Ana bufa y rueda los
ojos, es una perra. ─ Si pero no le quita lo hermosa... Aquí Paula es mucho más hermosa contesta
Ana.
─Por lejos contesta Luis mirándome fijamente, ¿qué le pasa a este chico?
─ ¿Y quién es esa mujer?
─Es la modelo Sara Michaell, ruedo los ojos... Ah esa mujer, de escuchar su nombre se me revuelve
las tripas.
─¿La conoces?... ─ Si la he visto en revistas de farándulas, algo así contesto sin muchas ganas...
─Pues sí, y quién sabe si este año de nuevo la lleve, se rumora que tienen una relación. ─Dante no
tiene nada con esa zorra. Contesto sin darme cuenta, observo como los tres se me quedan viendo.
─Digo o sea, yo siempre leo revistas sociales y al parecer no hay nada entre ellos. Intento disimular la
metidota de pata agachando la cabeza para teclear.
─A mí me encantaría que me llevara. Contesta Ana sonriendo.
Sera que a Dante se le paso mencionar lo de la gala o es que no piensa llevarme... me quedo
pensando, es como una espinita que quedo ahí en mi pecho.
─Señores menos charla y más trabajo, recuerden que tenemos hasta el viernes para entregar la
propuesta de la campaña publicitaria, dice Sebastián saliendo de su oficina.
─Sí señor, contestamos al unísono y el queda observándome por más tiempo, eso me incomoda un
poco solo agacho la cabeza y me concentro en mi trabajo sin prestarle atención.
Al medio día, bajamos a almorzar, estamos en la cafetería con los chicos, de pronto me llega un
mensaje.
Mi Dante: mi amor no sabes las ganas que tengo de verte un momento.
Paula: uff, no puede decirme eso, está loco... Yo también muero por verte.
Mi Dante: sube
Abro los ojos como platos, quiere que suba está loco. Paula: No puedo Dante estoy almorzando.
Mi Dante: entonces bajo yo
Paula: No Dante, ya hablamos de eso por favor.
No vuelve a contestar, que no se le ocurra hacer nada, suspiro hondo porque sé que lo hará si no
subo.
Me disculpo con los compañeros y digo que iré al baño, asienten, sin prestarme mucha atención. Subo
a mi departamento para pensar qué demonios haré. Entro a la oficina y me encuentro con Sebastián...
─ ¡Paula! Exclamo sorprendido… Señor, solo venía a buscar algo. Conteste. De pronto se acerca a
mí y no sé qué carajos pretende, su cercanía me incomoda.
─ ¿Estas saliendo con alguien? Pregunta de pronto.
─ ¿Perdón? No sé a qué viene su pregunta, sin verlo venir agarra un mechón de mi cabello y lo pone
detrás de mi oreja, yo retrocedo un poco, su acto es inapropiado.
─No sé si estas enterada que el otro viernes es la gala de la empresa. Solo lo observo un poco
incomoda, está demasiado cerca de mí y no debería.
─ ¿Tienes con quien ir? ─No señor, no sé si iré... ─ Claro que debes ir Paula ahora eres una empleada
más.
─Bueno el punto es que quería saber si... se queda callado un momento yo solo estoy confundida y
un poco asustada.
─Si te gustaría ser mi pareja ese día... me encantaría que me acompañaras.
Lo miro sorprendida no sé qué contestar cuando de pronto una voz gruesa y sumamente molesta
contesta por mí.
─ ¡No!... Giro lentamente y sus ojos son dos esferas de fuego que miran fijamente a Sebastián.
Capítulo 38. Grita para mí.

119 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Dante
Quería bajar a la cafetería donde todos los empleados almorzaban, pero algo me decía que ella huiría
de ahí y se dónde estará, bajo hasta el departamento de marketing, cuando voy acercándome a su
oficina escucho dos voces, que creo es de Sebastián y el otro muy bajito es de Paula.
Me acerco más y más cuando de pronto escucho que le está invitando a ser su pareja para la Gala de
la empresa, me hierve la sangre, me acerco completamente a la puerta cuando ella tartamudea para
contestar me adelanto yo, sorprendiéndolos.
—No…
—Y si quieres seguir trabajando aquí, es mejor que te mantengas alejado de ella, los dos me miran con
los ojos abiertos, especialmente Sebastián, se cómo es con las mujeres, si le gusta una no la deja en
paz hasta conseguir lo que quiere pero con ella no, está muy equivocado.
—Yo solo le invitaba a la Gala, contesta…—Y yo he dicho que no, levanta una ceja con una mueca
de sonrisa.
—¿estas celoso? Me desafía sin bajar la mirada, se toma demasiada confianza.
—Cuida tus palabras Sebastián, no somos amigos para que me hables así.
—Yo no he dicho nada malo, solo pregunte si estabas celoso, porque no dejas que la señorita aquí
presente conteste.
—Discúlpeme señor, pero yo no acepto ser su pareja, ni siquiera iré a la gala, pues no tengo invitación
espeta enojada mi nena y me regala una mirada un poco triste. Sé lo que estará pensando.
—Y con permiso, voy a salir, la detengo de su brazo cuando pasa en medio de nosotros.—Paula
hablemos en mi oficina, por favor, le ruego, no sé cómo lo logra pero esta mujer me hace rogarle todo
el tiempo.
Ella se sacude. —No tengo nada que hablar con usted señor.
¡mierda! ¿y ahora que hice? Esta mujer acabará conmigo lo juro. : —Con permiso. Pasa en medio de
los dos, quedando Sebastián y yo mirándonos fijamente.
— No vuelvas a acercarte a ella Sebastián, se cuáles son tus intenciones.
—¿Y las tuyas? Contesta irónico.
—Eso no es de tu incumbencia solo mantén la distancia de Paula, si quieres seguir teniendo tu puesto
de jefe.
—Me vas a despedir Dante? ¿Por ella?
No contesto solo me giro, y le doy una mirada. —Por ella soy capaz de cosas que ni te imaginas,
sonrío, el me observa con cara de sorprendido.
Dicho eso lo dejo ahí, y voy de nuevo a mi oficina.
Mi mujer estará furiosa, porque hice eso, pero al carajo todo ya no me importa, que sepan que ella
es mi mujer. Y en la gala por supuesto que iremos juntos.
¡¡Ooh si!! Es de tarde, y sé que Paula sale a las 17 horas, estoy esperando afuera cerca de su auto,
pedí a Jorge que lleve su auto a casa, porque yo y mi nena tenemos algo que resolver.
La veo bajar al estacionamiento, veo también a otros empleados y todo eso me importa un pepino
cuando ella me ve se sorprende y frunce el ceño.
Se acerca a su auto y yo me acerco a ella. —Dante me habla nerviosa no dejo que diga nada la sujeto
del brazo sin lastimarla, ella da un grito sorprendida y la meto en el auto, cierro la puerta y me subo en
el lado conductor.
Observo los empleados que nos observaban literal con la boca abierta
—¿Se les perdió algo? Espeto furioso rodeando el auto para subir. Mis empleados solo retoman su
andar sin volver a mirarnos.
Nada más al subir al auto Paula me grita molesta.
—¿Que te sucede Dante, por qué hiciste eso? todo el mundo nos vio.
Me importa una mierda Paula, que nos vean ya no pienso esconderme de nadie.
—¿Dónde me llevas? Quiero ir a casa. —Iremos a otro lugar. Contesto enojado pero a la vez excitado.
—¿A dónde? Pregunta parpadeando ya más calmada. Suspiro hondo, giro lentamente sonrío de lado.
—A un hotel, te llevaré a un hotel, porque te quiero coger sin piedad, te quiero castigar por hacerme
enrabiar siempre Paula, y ya no lo aguanto.
Ella no dice una palabra solo me observa parpadeando como no pudiendo creer lo que le acabo de
decir.
—¿Y para eso no podemos ir en casa?
—No, porque no quiero que nadie escuche tus gritos y gemidos de la tremenda follada que te daré.
Y ella maldita sea se muerde el labio y se sonroja.— No sabes cómo me tienes Paula.
Mi nena me miraba sorprendida y claramente excitada y mentiría si dijera que yo no estoy deseando
cogerla sin piedad.

120 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Llegamos a un hotel, tengo reservado una habitación, llegamos hasta la recepción me entrega la llave
y subimos.
Nos adentramos en el ascensor y apenas se cerró al estar solamente ella y yo, la pego en la fría pared
metálica y le devoro la boca, ella me intenta seguir pero mi beso es demandante, posesivo quiero
devorar todo de ella.
Me encantan sus labios, ella gime y me sujeta del cuello de la camisa pegándome más a su cuerpo,
siento como se excita y pierde el control.
Llegamos al piso indicado, y rápidamente abro la puerta, le doy paso, ella entra y se queda mirando
todo muy curiosa, no dejo que dé un paso más cuando me encuentro devorando su cuello, le aprieto
los senos con mis grandes manos, ella recuesta su cabeza en mi pecho gimiendo sin contenerse.
—Preciosa no sabes cuánto te deseo y como me pones loco, se gira quedando de frente y la levanto
de su hermoso culo rodeándome la cintura con su pierna y la pego a mi duro miembro, ella gime y yo
estoy igual que ella.
La llevo hasta la habitación, la bajo despacio en el suelo, voy sacando su vestido para ver sus pechos
bajo ese sexy y caliente brasier, lo desabrocho y empiezo a chupar de sus pechos, ella no tarda en
jadear y gemir como perra en celo.
—¿Estas mojada mi amor? Mi voz no la reconozco.
—Mmm. Es todo lo que logra decir al estar perdida en el placer que le estoy dando.
Me arrodillo frente a ella y solo me observa con esos hermosos ojos el vestido cae hasta sus pies y la
saco completamente, jadea despacio, me vuelve loco.
—Shh tranquila amor, quiero disfrutarte toda, solo relájate mi amor.
Ha quedado solo con sus bragas, pego mi nariz a su coño y su olor me encanta y su sabor mucho
más, pasó mis dedos por encima de ella y está completamente empapada, ella solo acaricia mi cabello,
ese gesto me enloquece.
En un rápido movimiento me levanto y la guio hasta la cama, la recuesto. Comienzo a desatar mi
corbata y desprendiendo mi camisa para doblarla hasta mis codos. Ella solo observa fijamente sin
perder detalle de mis movimientos.
Me acomodo sobre ella y agarro sus manos para amarrarla a la cama.
—Dante ¿Que haces? Forcejea trata de zafarse pero la sostengo más fuerte.
—Shh Paula cálmate jugaremos un poco. Susurro sobre sus labios.
La amarro a la cama, y sonrío es hermosa, esta solo con su braguita negra que me está haciendo
delirar, su pancita ya está haciéndose notar y eso me vuelve loco de felicidad.
Soy el hombre más afortunado del jodido mundo.
Comienzo a desprender lentamente la camisa y me la saco ella no pierde de vista mis movimientos,
luego me desabrocho el pantalón y la escucho suspirar, está demasiado ansiosa, lo puedo ver en sus
ojos por el brillo que adquiere.
—¿Ansiosa muñeca? ella se muerde el labio sin decir nada. Llevo mis manos a mi cinturón comienzo a
sacarla para terminar sacándome por completo el pantalón.
Deslizo mi boxer hasta mis pies quedando totalmente desnudo frente a ella, me recorre con la mirada.
Sus hermosos ojos me observan con adoración. La amo.
Parecemos dos adolescente apunto de tener sexo por primera vez, y es que con ella todas las veces
son como la primera vez.
—Abre las piernas para mí amor, le susurro acercándome a su coño, deslizo su braguita sacándola y
dejándola desnuda y atada de manos, ella me abre las piernas.
—¡Más! Demando, ella un poco tímida lo hace, le abro más con mis manos y no dudo ni un segundo
en meter mi cabeza entre sus piernas y saborear todo su excitación.
Es deliciosa, empieza a gemir y jadear yo no le doy tregua, lamo y chupo su coño, me bebo sus jugos,
chupo y muerdo su clítoris, ella arquea su espalda en clara señal de que esta por explotar en un
orgasmo, y así lo hace gritando mi nombre mientras se deja ir.
¡¡Dantee!! Y yo me bebo todo de ella, es deliciosa.
Rápidamente me acomodo entre sus piernas, primero beso su pancita donde está mi princesa y luego
la penetro con fuerza haciéndola prácticamente gritar, es la única que aguanta mi forma de follar, más
cuando tengo mucho estrés encima, una mujer tan frágil y delicada como ella puede soportar mis fuerte
embestidas, me acuesto sobre ella y le devoro la boca en un beso cargado de pasión, deseo pero
sobre todo amor, ¡¡Paulaa!! Te amo mi niña, juro que cada día que pasa te amo mas. Confieso sincero.
Ella sonríe haciendo esos gestos que me derriten, totalmente sonrojada.
—También te amo Dante. Su voz es apenas audible por la fuerza de mis embestidas. Dije que debía
controlarme pero no puedo.
—Grita mi amor, no te contengas preciosa. Exijo porque quiero que grite mi nombre una y otra vez.

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ERES MI ADICCION LEYVA
La giro poniéndola en cuatro haciendo retorcer mi corbata al girar, masajeo y empiezo a dilatar su
apretado anillo y siento como se tensa.
—Tranquila amor, seré delicado, pero necesito probarte toda, necesito todo de ti, cuando te dije que te
haría gritar no estaba bromeando, cuando te dije que te follaría duro, no estaba jugando Paula.
Escucho cómo suspira, sonrío levemente.
—Dante, me va doler. Es más una afirmación que una pregunta. Puta mierda, no debió decir eso. Me
he puesto más duro aún.
—No te lastimaré Paula lo haré despacio amor hasta que te acostumbres.
Empiezo a dilatar su ano con mi dedo, lubricándola muy bien, escucho que suspira, y me es gracioso
tiene miedo, pero jamás la lastimaría, primero muerto, solo quiero que sienta mucho placer.
Guio mi miento hasta su apretada entrada, lubrico con mi líquido y comienzo a meter poco a poco.
—Relájate amor, así no te dolerá tanto, te gustará. Hablo totalmente ronco.
Voy metiendo mi verga poco a poco en su culo, y se echa hacia delante, le sostengo fuerte de la
cintura.
—Quieta nena. No puede moverse mucho ya que está atada de manos.
Meto poco a poco, y veo como se abre dando paso a mi enorme polla.
—Me duele. Jadea, solo un poco más, y voy metiendo más, me muevo lento hasta que se adapte, y lo
va haciendo poco a poco hasta que mi polla va entrando más y más. Grita fuerte.
Es ella quien se mueve ahora más para atrás y adelante, no pensaba introducir toda mi polla pero ella
no está ayudando en nada.
Gime, grita, se retuerce de placer y se mueve buscando su orgasmo, bajo a su espalda y dejo besos
húmedos, mordisqueo y lamo su hermosa piel.
Y nos dejamos ir rápidamente, su culo es demasiado apretado y me estaba matando. Paula grita de
placer como nunca y yo gruño en respuesta derramando todo mi semen en su interior que ahora es
otro de mis lugares favoritos.
Saco mi verga de su culo y observo el tremendo agujero que le deje. Me muerdo el labio al ver como
expulsa mi semen. Ella respira agitada, la sostengo de la cintura para que no caiga. Rápidamente la
desamarro acariciando sus muñecas.
—¿No te lastime amor? Pregunto.
Sonrío y ella también. —No amor, me encantó, jamás pensé hacerlo por ahí, pero es otro tipo de
placer. Es otro nivel. Sonrío besando su frente.
—Si mi amor. Es lo mejor. ¿Sabes que te amo Paula? Ella me mira enamorada. —Lo sé y yo te amo a
ti Dante de Luca, confiesa recostándose en mi pecho. Aspiro el aroma de su pelo, acariciando su
espalda.
—Ahora me dirás ¿Por qué no me comentaste nada acerca de la dichosa gala?
—Amor, ¿me creerías si te digo que se me olvido? Sabes que tengo muchas cosas en la cabeza y se
me paso, pero sabes que tú serás mi acompañante, eso que ni te quede dudas.
Se levanta y me mira enarcando una ceja. —¿De verdad Dante? Afirmo con la cabeza…—Y no quiero
escuchar eso de que no quieres que sepan que eres mi mujer porque ese día todo los sabrán.
—Dante no puedes hacer eso… —Oh si preciosa claro que si y lo haré… así que ya no tienes por qué
ocultarlo.
Paula
Llegamos a casa después de una tarde intensa con mi Dante y tenía razón nos hubieran escuchado
aquí en la casa, mis gritos especialmente… No puedo creer que me haya dejado coger el culo… ¡Dios!
Paula sí que te has vuelto loca, mira que tragarte semejante polla, nunca pensé compórtame así.
Y no quiero ni imaginarme lo que pensaran en la empresa cuando me vean llegando en la gala del
brazo de nada más y nada menos que el jefe, ya me imagino todo lo que dirán. Esto será un caos.
Cuando llegamos a casa, me encuentro con mi loca amiga Isa.
—¡Isa! grito y corro a abrazarla, hace días que no nos vemos hablamos un par de veces por teléfono
pero con todo y mi trabajo nuevo ya no nos veíamos.
—Cuanto te extrañe enana. Sonríe
— Y yo también mi rubia, seguimos sin soltarnos. Dante carraspea detrás de nosotras.
—Hola Dante saluda Isa.
—Hola Isa ¿como estas?
—Bien. Asiente moviendo la cabeza.
—Estaré en el despacho mi nena. Se acerca a dejar un beso en mi frente y observó cómo sube las
escaleras. Ummm y pensar que hace algunos minutos estaba gritando debajo de él.
Isa y yo nos ponemos al día le cuento todo lo que estoy viviendo en la empresa.
—¿Y mi sobri como esta? Acaricia mi vientre.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Súper bien, se está portando muy bien.
—¿Y Dante, como se comporta? Ella levanta la ceja y yo ruedo los ojos, es tan posesivo, pero lo amo
Isa es tan bueno conmigo.
—¿Y tú como andas con Santiago?
: —Mmm mueve su cabeza no muy convencida… —mmm ¿que pasa amiga?
—No lo sé, agacha la cabeza, creo que estoy sospechando que tiene otra mujer.
—Isa ¡¡Diooos!! ¿Por qué dices eso?
—No lo sé, anda muy raro y ya no es el mismo de antes, pone mil excusas, creo que le pediré tiempo,
o mejor terminar, no quiero sufrir amiga…
—¿Por qué no hablas con él?
—No sé, ya te digo está muy cambiado y siento que lo mejor será dejarnos.
—Cuanto lo siento amiga de verdad, estabas muy ilusionada con él.
Isa levanta los hombros, vaya, no pensé verla así por alguien, pero si ese imbécil no sabe apreciar a
mi amiga, no la merece.
—Ven aquí mi rubia, la abrazo, todo se va arreglar mi rubia ya lo veras.
—Paula, tengo que hablar contigo de algo.
—¿Qué pasa Isa?
—Es Marcos… me tenso al escuchar su nombre, la verdad desde la última vez que sucedió todo no he
sabido de él.
—Solo… ¿solo qué?
—Me dijo que te diga algo…
—¿Qué cosa Isa? Que tarde o temprano serás su mujer quieras o no, así sea lo último que haga.
Mi corazón empieza a latir muy acelerado…
—Que le pasa a ese imbécil…—No se Paula, solo quiero que tengas cuidado, después de lo que
sucedió con él, está más obsesionado.
—Está loco querrás decir.
—Solo cuídate amiga… —Si Isa, gracias por contarme, tendré cuidado.
—¿Se lo dirás a Dante?
—NO claro que no, es capaz de ir el mismo a matarlo.
Dios que le ocurre a ese hombre, porque no puede entender que yo no tengo interés en él.
¿No me hará daño verdad? No creo que sea capaz de llegar tan lejos ¿o si?

Ay Paula, mejor ten cuidado, no sabemos de qué puede ser capaz Marcos.
No se pierdan el próximo capítulo.
Capitulo 39. Problemas y celos.
Paula
Ya ha pasado dos semanas desde que trabajo en la empresa de Dante, todo marcha bien,
demasiado bien y mucha calma ya es muy raro en mi vida, mi bebé está sano y creciendo súper bien
según la doctora que me está tratando mi embarazo, por parte de Katy su tratamiento está marchando
muy bien según el doctor y eso es muy esperanzador si sigue así su tratamiento puede durar menos
de lo que pensábamos y podría curarse completamente.
Dante es lo máximo, se ha preocupado tanto por ella apenas y siente algo la lleva corriendo al
hospital, no le hace faltar sus medicamentos, y compra comida especial y vitaminas para mi princesa.
El doctor dice que la buena atención que recibe es la que la ha ayudado a mejorar tanto en su
tratamiento.
Y sobre mi embarazo Dante es un exagerado, un obsesivo, pero está tan feliz cada noche le habla
y le dice lo mucho que la ama y cuanto anhela su llegada, yo por mi parte no puedo evitar derramar
algunas lagrimitas cuando lo escucho hablar de esa manera tan tierna, tan cariñosa, nadie lo creería
si no lo viera.
Mi suegra por su parte siempre viene a verme y esta tan feliz que será abuela, juro que entre Dante,
mi querida suegra y Carolina mi cuñada me volverán loca.
Isa por su parte termino definitivamente con Santiago, al parecer veía a otra mujer, mi amiga lo
mando a la mierda, él está arrepentido pero conociendo a Isa, no da segundas oportunidades por más
que le duela.
El muy idiota hasta me pidió ayuda para que Isa lo perdonara pero yo no traicionaría a mi amiga
jamás y si ella no quiere saber nada de el pues no voy a interferir, conozco a Isa, ella no perdona una
infidelidad.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Lo que me ha preocupado mucho son los mensajes que me ha llegado de un número desconocido
y por lo que sospecho son enviados por Marcos, porque desde que Isa me confesó lo que le dijo de
mí he estado muy preocupada.
No quiero contarle nada a Dante porque sé que pegara el grito al cielo que iría a matarlo con sus
propias manos, y la verdad no quiero meter a Dante en problemas porque lo necesito aquí a mi lado
ahora, no encerrado entre barrotes.
Mensajes como "Serás mía tarde o temprano"; Si no es por las buenas será por las malas".
ignoro, no sé qué le sucede nunca conocí ese lado de Marcos, no creo que sea capaz de hacerme
daño, creo solo quiere llamar mi atención. Pero lo único que logra en mí es miedo.
Desecho ese pensamiento y me concentro en encontrar un vestido para la gala.
Ahora estoy con mi cuñada Carolina y con Isa comprando vestidos para la Gala de mañana según
ellas mañana tengo que deslumbrar porque iré con nada más y nada menos el dueño de la empresa
y de muchas más, y por supuesto el hombre más codiciado y millonario de Italia.
Y es todo mío, ya estoy cansada de recorrer tantas tiendas me duelen los pies y para rematar vine
con dos locas obsesivas por las compras, me estoy probando un súper vestido en color verde
esmeralda, a Dante le fascina ese color.
Es muy abierta para mi gusto y es como un corte sirena muy pegado a mi cuerpo, donde mi pancita
ha empezado a notarse pero todavía muy poco, según Carolina no solo Dante babeara por mí en la
gala, ruedo los ojos por eso, sé que Dante pegará el grito al cielo por eso, estará pegado a mí toda la
noche, lo cual por un lado estaré agradecida habrá tantas personas que no conozco y tantos pares de
ojos puestos en mí, que me sentiré muy avergonzada.
Llegaré un poco más tarde al trabajo porque debía venir a comprar el vestido, Sebastián está al tanto
porque Dante le informó.
Desde el percance que hubo con mi jefe directo el señor Farcini cuándo me invito a la gala, trata
de evitarme, Dios sabe que le habrá dicho Dante, tampoco quise preguntar, solo sé que le dijo algo
porque no me insinúa nada solo me da miradas y luego nada.
Por otro lado me he hecho amiga de Ana, es una chica alegre divertida, aun así no tengo confianza
de contarle que soy la novia de Dante cuando se entere se caerá de espalda, Christofer por su parte
es todo un don Juan trae a muchas compañeras enamoradas y Luis es raro, todo el tiempo lo veo
observándome más de la cuenta y es atento conmigo, siempre está pendiente de mí, ojala y solo sea
amable y no haya una doble intención.
Después de mucho probar, me quede con ese vestido súper sexi y unos zapatos de infarto, por
suerte porque ya me estaba muriendo de cansancio.
Son las diez de la mañana y voy llegando al fin a la oficina. —Buenos días— saludo al entrar a la
oficina— Buenos días saludan mis compañeros.
— ¿Y qué tal te fue?—me pregunta Ana. — Bien, el bebe está bien— tuve que mentir dije que fui a
consulta.
— ¿Cómo están chicos, mucho trabajo? —Uf ni que lo digas dice Christofer —Sebastián esta con un
humor de perros.
— ¿De verdad?
—Si así es— contesta Luis— Desde que llego solo está gritando y maldiciendo.
— Creo que alguien ha tenido poca acción en su vida. — Nos carcajeamos.
En eso sale justamente Sebastián con cara de muy pocos amigos. — Por fin ha llegado señorita
Ricci.
—Así es señor, buenos días.
—A trabajar entonces. — Exclama antes de volver a entrar.
Paso gran parte del día, no he sabido de Dante, seguro tiene bastante trabajo ni siquiera me ha
llamado, lo cual es raro.
— ¡Paula! — De pronto escucho gritar a Sebastián. —Señor. — Contesto. — Necesito que vayas a
presidencia el señor De Luca quiere que le lleves estos papeles.
— ¿Yo? — pregunte. — Así es, lo pidió ahora, ve antes de que se ponga a gritar.
—Ok, agarro los papeles. — ¡Suerte! — susurro Ana y siento mi cara arder de vergüenza, de nuevo
Dante hace de las suyas.
Llego a presidencia, la secretaria de Dante me saluda y me hace pasar directamente, aclarando que
Dante ya me esperaba. Entro lentamente. —Hola saludo bajito.
Dante se levanta y se acerca a mí. — Hola amor, me besa y yo le correspondo me agarra de la cintura
y profundiza el beso.
—¡Dante! —Exclamo sobre sus labios—. Te extrañe amor pega su frente a la mía.
— Hoy estuve de aquí para allá, con mil reuniones no tuve tiempo ni siquiera de llamarte, perdóname.

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Aww que tierno, me guindo de su cuello. — No tengo nada que perdonarte mi amor, sé que tienes
trabajo, no te preocupes.
—Ven aquí. — me lleva hasta su silla sentándome en sus piernas.
—¿Compraste el vestido? —pregunto Dante.
— Si, después de que mis pies me hayan dolido por fin Carolina encontró un vestido adecuado para
mí.
Dante suelta una carcajada que eriza mi piel y automáticamente eriza mis pezones. — ¿Es intensa
no?
—Ni que lo digas amor y junto con Isa ¡¡ Dios!! Ni te imaginas a ese par-—. ¿Nos vamos juntos hoy
amor? —pregunta hundiendo su rostro en mi cuello.
—Ok, porque no traje coche vine con Carolina, amor Sebastián me pidió que te traiga esto.
Agarra los papeles y los lanza en el escritorio. —Era una excusa preciosa, solo quería verte, y no
quería bajar a tu departamento. — ¿Esto es muy convincente verdad? Pedir que venga a tu oficina,
que genio es mi novio—. Bufo y a él solo de causa gracia.
—Que te preocupa más si mañana todos sabrán qué eres mía mi amor. —¡Jesús bendito! Lo que me
espera.
Al día siguiente, día de la gala
Hoy todo el mundo tiene el día libre, es el gran día, estoy nerviosa es solo una bendita gala, pero
siento que esta noche será una noche de sorpresas.
La gala se realizará en uno de los hoteles de Dante, desde temprano Carolina ha venido para irnos
a un spa junto con Isa.
De verdad a esta mujer le encanta gastar dinero, y como es tan consentida tanto por sus padres
como Dante, todo le da igual. Es una chica estupenda, pero no me gusta que despilfarre tanto dinero.
Pasamos todo el día en el spa, arreglándonos el cabello, maquillaje y solo Dios sabe cuántas cosas
más, no estoy acostumbrada a tanto lujo y mimos.
Ya regresando a casa y llegando la hora me dispuse a ponerme el hermoso vestido, Dante por su
parte se está poniendo su traje que le queda precioso ¡¡Dios!! Este hombre es hermoso.
El me mira embelesado como si fuera la cosa más bella del mundo, se acerca colocándose a mi
espalda a mí y comienza a dejar besos en todo mi sensible cuello, apoyando sus grandes manos en
mi vientre.
¡Dante! — jadeo. — Estas hermosa Paula, me gustaría arrancarte el vestido y hacerte el amor
hasta que pierdas la conciencia.
—Cielos amor, no digas esas cosas, porque tengo ganas de violarte. —contesto picara.
Dante suelta una carcajada. — Amor te amo. — me giro hasta quedar de frente. —Yo te amo más
de lo que puedas imaginar Dante nunca lo olvides eres el hombre de mi vida.
— ¡Vamos! — me ofrece la mano. — Es hora amor. — decir que estoy nerviosa es poco, muero de
nervios, vamos en el coche de Dante, el no suelta mi mano en ningún momento tratando de
tranquilizarme cada rato.
—Todo saldrá bien Paula. — me da un casto beso en los labios, llegamos y hay una inmensa cantidad
de reporteros con sus cámaras enfrente y una larga alfombra roja, esto es como Hollywood, me siento
una estrella, cielos Paula que tonterías piensas mujer.
Baja Dante rodeando el auto, nunca permite que Jorge su chofer me abra la puerta, siempre es él
quien se adelanta.
Me sostiene fuerte de la mano y yo rodeo mi brazo a la de él, siento mis piernas temblar y
agradezco que me sostenga fuerte, de lo contrario me daba de bruces contra el suelo.
Caminamos y los flashes nublan mi vista y preguntas de aquí a allá.
Preguntas como. — Señor De Luca. — ¿Es su nueva conquista?, ¿es su novia?
Dante se detiene de un momento a otro ya justo en la entrada y gira hacia ellos.
— Buenas noches a todos solo quiero decir que esta hermosa mujer que me acompaña esta noche es
mi prometida y próximamente la mama de mi futuro hijo, muchas gracias por estar aquí todos esta
noche. —voltea nuevamente y nos adentramos en el gran y lujoso salón de eventos del hotel más
lujoso de Italia, decir que estoy asombrada es poco, y aun no he salido de mi shock momentáneo por
el comentario que hizo a los reporteros.
Entramos al salón y todos los presentes nos observan solo quiero que me trague la tierra, observo
a todos mirándome de pies a cabeza, y mis suegros sonriéndome, el resto está con la boca abierta,
si, de seguro dicen, miren a la nueva del brazo del jefe.
De pronto visualizo a mis compañeros quienes están perplejos, los tres están en blanco, tal vez no
pueden creer que hago entrando del brazo del jefe no sé cómo lo tomarán ahora que sepan que soy
su novia, ojalá no cambie la relación que tenemos, también veo a Sebastián que nos mira frunciendo
el ceño creo que ya sospechaba o Dante le dejo en claro quién soy, o eso creo.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Nos acercamos a saludar a mis suegros quienes están impecablemente vestidos, el señor Antonio
me abraza dejando un beso en mi mejilla al igual que Catalina mi suegra, Carolina por su parte esta
despampanante con su vestido rojo, no podía ser menos esta bellísima, también ha venido Giancarlo
como también es dueño de las empresas no podía faltar, acompañado de su hermosa novia Cloe
ambos están guapísimos, esa mujer definitivamente es una verdadera belleza.
— ¡Cuñada! — Giancarlo tan caballeroso toma mi mano y deja un beso en él, Dante gruñe en respuesta
a lo que él se carcajea. — Estás bellísima cuñadita. —yo me sonrojo. —Hola ¿Cloe verdad?
—Hola Paula. —se acerca a saludarme luciendo un magnifico vestido en color azul que resalta el color
de sus ojos y su hermosa piel también aparece Iam quién está guapísimo igualmente.
—Iam, que gusto verte hermano. — saluda Giancarlo dándose un fuerte abrazo. —Wow estos dos sí
que se extrañaron. Bromeo. —Voltea a dejar un beso en mi mejilla. —Y si mantienes tus manos y ojos
alejados de mi mujer no pasa nada. — responde Dante, ruedo los ojos. — No seas celoso hermanito,
para que eso no suceda aquí esta dama presente lo hará compañía toda la noche. — dice Carolina
agarrando del brazo a Iam, el cual ríe y asiente.
—Bien bella dama será un placer que me acompañes toda la velada. —contesta guiñándole un ojo.
Dante bufa todos soltamos una carcajada.
—Bien, pasemos a la mesa creo empezara los agradecimientos. — dice el señor Antonio.
Todos asentimos y nos dirigimos a nuestra mesa, incluido Iam que se sienta en la misma.
El que habla es nuestro jefe de recursos humanos, agradeciendo a todos los presentes, mencionando
las obras y proyectos de la empresa y las grandiosas donaciones que hace la familia D Luca a muchas
fundaciones y familias dentro de la corporación.
—Pedimos al señor Dante de Luca nos pueda dirigir algunas palabras. Dante se pone de pie y se
dirige al pequeño escenario montado, las miradas de todas las mujeres no se hacen esperar.
—Buenas noches damas y caballeros, a todos los presentes, para mí es un honor que estén todos aquí
en esta noche maravillosa.-— ¡Dios! esa vos ronca me eriza la piel, sigue afectándome como la
primera vez, y creo que no soy la única porque todas las mujeres están embobadas mirándolo.
—Sin ustedes la empresa no sería nada, por eso cada año organizo esta gala para celebrar con todos
mis empleados los logros que es de todos.
—Quiero agradecer a mi familia que siempre me apoya en todo y que sin ellos no sería posible nada, a
mí hermano como todos saben él es el representante de la empresa en california.
—Pero esta noche quiero agradecer a una persona muy especial para mí. — ¡Dios! Ahí viene la parte
que mas temía, mi rostro empieza a arder, literal, es el momento y solo quiero que me trague tierra. —
A una mujer que me ha enseñado lo que es el amor, con paciencia, con cariño, muchos ya la conocen
pero hoy oficialmente quiero presentarla.
—Amor, puedes venir un momento. —reclama, tiemblo, todo mi cuerpo tiembla.
Me levanto lentamente siento que me voy a caer, todas las miradas sobre mí, de toda la empresa.
Me acerco al escenario, Dante toma mi mano para ayudarme a subir. — Esta mujer aquí presente
es la dueña de mi corazón, de mi vida, y la futura madre de mi hijo que viene en camino, escucho los
murmullos y cuchicheos de todos, Dante gira hacia mí, sujetando mi mano. — Gracias amor por estar
conmigo, por tu paciencia, te amo. — y me besa, yo me quedo de piedra estoy más que sorprendidas
y de pronto se escuchan los aplausos y silbidos.
—Que disfruten la noche, gracias a todos. — termina Dante.
Bajamos y todos siguen aplaudiendo, Dante saluda muchas personas que se le acercaron y yo
aprovecho para escabullirme e irme junto a mis compañeros.
Llego donde están y los tres me miran más que sorprendidos. — ¿Chicos puedo sentarme?
—Adelante habla Christofer—. ¿Con que la novia del jefe eh? dice Ana levantando una ceja.
—Chicos perdón perdón. — junto mis manos. — No quería contar eso, no quería que me vieran y me
hicieran sentir diferente solo por ser la novia del jefe. Quería pasar desapercibida ante todos y lograr
mis propios méritos por favor no me juzguen por eso ¿sí?. — Pongo cara de cachorrito.
Al principio los tres me miran fijo después se empiezan a reír, menos Luis ue se mantien serio. —Ay
tonta hubieras dicho desde un principio no cambiaría nada. —Contesta Ana.
—Gracias Ana no sabes lo feliz que me hace escuchar eso.
—¿Y en verdad estas embarazada? —Me muerdo el labio. — Uhum así es.
—Ay qué emoción seré tía. — grita Ana emocionada, Luis rueda los ojos. — Con razón el jefe quería
matarme cada vez que nos veía hablando. — me dice de pronto Luis.
—Perdón Luis de verdad.
—Tranquila cariño con el jefe no puedo competir. — dice y ríen, abrazo a Ana emocionada por saber
que no están enojados conmigo, eso hubiera sido lo peor.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Y, ¿asique tu eres la afortunada que se come al sexy y delicioso jefe todas las noches?— Ana mueve
las cejas, yo rio con la cara roja de la vergüenza. — Bien escondidito te lo tenías.
—El afortunado aquí es él. — dice Luis. —Tener a una mujer como tú a su lado uf.— comenta de
pronto y todos lo miramos, y en serio trágame tierra.
Seguimos entre pláticas y platicas, volví a mi mesa, cenamos, Dante no paraba de darme besos y
hacerme cariñitos.
Bromeamos con su familia y de pronto Dante me pide que baile con él, y no puedo negarme, vamos
a la pista de baile donde hay más parejas, se nos une Iam con Carolina y Gian con Cloe. Dante, me
agarra de la cintura pegándome más a el.
—No sabes las ganas que tengo de desnudarte y hacerte mía mi amor. — susurra en mi oído.
— ¡Dante! —jadeo bajito y él me aprieta más de la cintura pegándome a su gran y tonificado cuerpo
sintiendo su erección en mi vientre.
—Así me tienes Paula deseoso de ti a cada momento. — Te amo Dante demasiado diría yo. — Y yo a
Ti mi amor cada segundo, cada día.
Bailamos mucho, ya mis pies comienza a dolerme, Dante me vuelve a llevar a la mesa donde me
sujeta del rostro para besarme en un exquisito beso, amo sus besos, amo todo de él, me enloquece
cada día, jamás dejare de amarlo.
Cuando llegamos a la mesa Dante comenzó a hablar con su padre, el señor Antonio, se enfrascan
en una conversación, así que aprovecho para escabullirme e ir al baño.
Cuando llego al pasillo del baño siento que alguien me sigue y me observa pero no veo a nadie,
creo solo son estupideces mías.
Cuando salgo para dirigirme de nuevo a la mesa donde están todos una mano me jala hasta un
pasillo aprisionándome con su cuerpo, observo a la persona que me tiene acorralada y comienzo a
temblar.
— ¿Hola preciosa, me extrañaste?
— Marcos ¿que que haces aquí?. — Dios que hace aquí, que es lo que quiere.
— ¿Qué quieres? — pregunto asustada, con mucho miedo.
—A i hermosa, siempre te lo dije—. Contesta sonriendo.
—Suéltame Marcos. —pido tratando de zafarme pero no lo consigo.
— ¿Así que estas embarazada? Mmm ojala ese hijo fuera mío, no sabes cuánto te deseo Paula. —
susurra en mi oído, y apretándome la cintura, temo que me haga daño.
—Suéltame por favor. —comienzo a sollozar por la forma en la que me aprieta el rostro.
—Te soltare porque todavía no es el momento, pero serás mías Paula por las buenas o por las malas
pero serás mía, te lo juro, baja a mi cuello dejando besos, siento mucho asco.
— ¡Suéltame! Por favor. — suplico con lágrimas en los ojos.
—Suéltala imbécil. — es Iam quien está ahí furioso, rápidamente lo jala del brazo para que se aparte
de mi, intenta golpearlo pero me pongo en medio.
—No, Iam no por favor, no quiero problemas esta noche por favor.
—Vete de una puta vez. —espeta Iam furioso mirando a Marcos con rabia y odio.
El solo sonríe, esa sonrisa que me eriza la piel y no de buena manera. — Recuerda princesa lo que
te dije. — se gira dejándome aturdida, temblando.
— ¿Qué te dijo, te hizo algo el imbécil, Paula? —Iam se acerca a mi preocupado.
Solo tiemblo de miedo y empiezo a sollozar, Iam me envuelve en sus brazos y sin darme cuenta me
apoyo en el tratando de calmarme. — Tranquila hermosa ya paso no volverá a acercarse a ti te
prometo, hablare con Dante.
Toma mi rostro entre sus manos dejando un beso en la frente y lo abrazo. — Tenía tanto miedo,
Marcos ya sabe que estoy embarazada y no quiero que le haga daño a mi bebe ni a Dante.
—Tranquila hermosa no le hará daño a nadie, Iam me acaricia el pelo sin soltarme.
— ¿Así es como dices amarme Paula, en brazos de otro?
— ¡Dante!
Capitulo 40. No volveré a llorar por ti.
— ¿Así es como dices amarme Paula, en brazos de otro?
—¡Dante!-— me separo de Iam, veo el rostro de Dante totalmente rojo con la mandíbula apretada y
sus manos en puño.
—No es lo que piensas Dante, no pienses cosas que no son, no no es lo que parece. —contesta Iam.
—¿Y que es entonces? — Mis ojos pican por seguir llorando, Dante no puede pensar que le estaba
engañando con Iam, acaso no confía en mí.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Dante se agacha negando intenta girarse pero lo sostengo del brazo. — ¿Dante podemos hablar? —
pido, ahora me siento peor, Dante piensa que lo estaba engañando con Iam.
Me mira fijo, está dolido puedo verlo en sus ojos. — Déjame explicarte lo que sucedió.
—Hablaremos en casa. — mira a Iam. — aquí no es el lugar ni el momento. — estoy dolida por su
actitud.
—Bien quiero irme a casa. — le digo seria con el corazón latiendo a mil por hora.
Ya no quiero seguir aquí, después de lo que paso con Marcos y ahora Dante, le diré al chofer que te
lleve.
— ¿Y tú? ¿No vienes conmigo? — Niega, aun no-—. Es todo lo que dice sin dejar de mirarme fijamente.
Asiento pasando a su lado sin volver a mirarlo.
— ¡Paula!-—me llama pero yo sigo caminando hacia la salida, si piensa que le rogare está muy
equivocado, si no confía en mí es su maldito problema.
Escucho que Iam le dice algo, yo no me detengo salgo afuera mis ojos se empiezan a llenar de
lágrimas, salgo y veo a Jorge recostado en el coche.
— ¡Señorita! ¿Sucede algo? —yo solo niego. — Anda Jorge llévame a casa. —pido.
Jorge mira por encima de mi hombro, y me giro veo que Dante asiente y Jorge abre la puerta para
dejarme entrar.
Jorge se gira para adentrarse en el auto y miro por la ventanilla, veo a Dante parado observando
fijamente hacia el auto, tiene una mano en el bolsillo y la otra se pasa por el pelo.
Cuando Jorge arranca, ya no lo aguanto y suelto en llanto. — ¿Se encuentra bien señorita Paula? —
pregunta Jorge mirándome por el retrovisor.
—Si contesto apenas—. ¿Problemas con el Señor?
—No te preocupes Jorge estoy bien anda llévame a casa estoy muy cansada. — asiente y nos vamos
en silencio.
Llego a casa, y me subo directo a mi habitación, me saco el vestido y me meto a la cama, no puedo
parar de llorar, Dante es un idiota si no confía en mí.
Estuve toda la madrugada despierta esperando a Dante pero él jamás llego, lloro aún más, de seguro
ya se cansó de jugar a la casita feliz conmigo y se fue a buscar a alguna de sus amiguitas con la
excusa de que le estaba siendo infiel con Iam, sin dejarme explicarle nada.
En la mañana, despierto con un fuerte dolor de cabeza por el llanto de casi toda la madrugada,
sumándole que dormí apenas unas horas, miro a mi lado y nada, Dante no llego a dormir. Estoy más
convencida aun de que paso la noche con otra mujer...
Miro mi teléfono, ni una llamada, ni mensaje, nada, observo el reloj y son las nueve de la mañana.
Marco su número pero está apagado, lanzo mi teléfono dolida, entro a ducharme para bajar a ver si
ya llego y saber de mi princesa.
Bajo y no encuentro a nadie, escucho voces y veo que se encuentran afuera, cerca de la piscina,
salgo y voy junto a ellas.
—Hola. — saludo sin muchos ánimos.
—Hola Paula. — Katy me saluda emocionada, corre hasta mí para abrazarme al igual que yo, dejando
un dulce beso en su cabeza.
—Hola Katia. — Hola Paula ¿cómo estás?
—Bien, mmm ¿Katia no has visto a Dante?
—Mmmm no Paula, no lo he visto, ¿no está en tu habitación?
—No. — contesto triste. — no llego a dormir.
—Ah, entiendo. — contesta Katia apenada.
Me siento un rato con ellas, sin muchos ánimos, lo único que quiero saber es de Dante.
Después de una hora escucho la puerta abrirse, entro a dentro y veo que es Dante, esta con su
misma ropa de anoche, pero desaliñado, mi corazón late precipitado.
Me observa con la cara de pocos amigos pero no dice nada, se sube a nuestra habitación, voy tras
él. — ¿Dante podemos hablar? Digo entrando y cerrando la puerta.
El solo me observa. —Ahora no tengoo tiempo Paula. —espeta con voz fría. — Tengo algo importante
que hacer, hablaremos cuando vuelva, y se mete al baño cerrando de un portazo la puerta.
Fue como si me clavara un puñal en el pecho, mil cosas pasan por mi mente, y una de ellas es que
Dante ya no me quiere, ni aquí ni en su vida. Salgo de la habitación y voy a la de Katy ahí me pongo
a llorar a mares sin que nadie me vea.
Después de no sé cuánto tiempo, salgo de la habitación de voy de nuevo a mi habitación pero el ya
no está, se ha ido de nuevo, y quien sabe a dónde y con quien.
Y no pienso quedarme a hacer el papel de tonta, si él no me quiere más, ya no tengo nada que hacer
aquí.

128 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Marco el número de mi única amiga, apenas contesto y de nuevo comienzo a sollozar.
— ¿Que paso? ¿Porque estas así? Tranquilízate que le harás daño a tu bebe, cuéntame que hizo el
mal nacido de Dante esta vez. —Le empiezo a contar todo, entre llantos y sollozos.
Ella maldice a Dante, una y otra vez y jura cortarle las bolas.
—Isa, necesito que me dejes quedarme en tu casa, hasta que consiga un lugar por favor.
—Ni lo digas amiga tu sabes que tú y Katy son bienvenidas aquí siempre.
—Gracias Isa, no sé lo que hare sin ti. — De nada amiga, nos vemos dentro de un rato.
Cuelgo el teléfono para bajar, encontrándome con Katia y Katy que me miran fijamente.
—¿Sucede algo Paula? — pregunta Katia, el señor acaba de salir furioso azotando la puerta.
—Si Katia, ya no podemos quedarnos aquí. —contesto y ella me mira asombrada. Katy me abrasa
fuerte y de nuevo salen las lágrimas.
—Yo iré contigo donde sea Paula. — me dice también llorando.
—Lo sé Katy, anda ve a empacar tus cosas. — asiente y sube corriendo.
—Katia no puedo pedirte que sigas trabajando para mí si no quieres, pero si quisieras seguir cuidando
a Katy me alegraría mucho.
—Por supuesto Paula, no te preocupes claro que me iré con ustedes, no te preocupes lo
solucionaremos esto ok.
Se acerca a abrazarme, le he tomado cariño a esta mujer. — Y no llores por qué le hará mal a tu
bebe.
—Gracias Katia. — me agarra de las manos.
—No las dejaré sola, Katy es muy importante para mí, por el dinero no te preocupes veremos cómo
solucionamos ok?
—Gracias, no sabes cómo me tranquiliza tus palabras.
—Si lo solucionaré, no hay cosa que yo no pueda, esto solo es una prueba más de la vida.
Subimos empacamos y pido un taxi, no pienso llevarme nada de lo que me dio Dante, así vine y así
me iré de nuevo, no lo necesito ni a él ni a su dinero, mi bebe, yo y Katy saldremos de esta, siempre
lo hacemos.
Agradezco que no se encuentra tampoco Jorge no quiero que nadie sepa donde me voy, aunque a
Dante no creo que le importe.
Se terminó Dante, esto se terminó nunca más volveré a derramar una lagrima por ti.
Capitulo 41. Separados
No puedo creer lo que mis ojos ven, a Paula en brazos de Iam, le pedí que se mantenga alejado de
ella, ¿porque no puede resignarse a que Paula me ama a mí? Que es mi ¡joder! o es lo que pensaba
pero verla así con él me hace dudar, no Dante no saques conclusiones precipitadas, cuando llego
junto a ellos, Paula me mira sorprendida no puedo descifrar su mirada, ¿estuvo llorando?
Que le dijo Iam para que se ponga así, salen palabras de mi boca que solo digo por la rabia y los
celos que siento, cuando pasa por mi lado, la sostengo del brazo pero se sacude.
Pediré al chofer que la lleve a casa no quiero ir detrás de ella porque sé que discutiremos y no quiero
que ella se ponga mal porque está embarazada.
—No cometas una estupidez Dante, escucha lo que tenga que decirte, no te arrepientas luego. — me
habla Iam, yo lo miro sin decir nada y luego voy detrás de Paula, salgo afuera y veo que le habla al
chofer, El por su parte me mira como pidiendo mi aprobación a lo cual asiento, sabiendo que es
porque quiere que le lleve a casa.
Maldita sea, sé que está llorando, ¿porque soy tan celoso? soy un idiota ojala pudiera irme detrás de
ella y escuchar lo que tenga que decirme pero los celos pueden más que yo.
De nuevo cuando veo que se ha marchado entro al salón, muchas personas se han ido, me acerco
a mis padres que ya se retiran. Me despido de ellos preguntando si quería que uno de mis muchachos
los lleve pero mi padre odia eso. Odia depender de otros, me despido de mis padres y de mi hermana
quedamos solo Giancarlo, Cloe y yo, al parecer los demás ya se retiraron.
Giancarlo me pide ir a tomar unos tragos en su departamento que tiene aquí cada vez que viene, no
le gusta quedarse en la casa de nuestros padres.
Cuando nos disponemos a salir recibo una llamada. — ¿ Iam?
¿Porque me llama? Giancarlo me mira frunciendo el ceño. —¿ Qué ocurre? —pregunta.
Le hago un gesto con la mano para que espere un momento. —¿ Iam que sucede?
—Dante, es Leonardo, sufrió un accidente.
—¿Qué? ¿Qué carajos sucedió?
—No lo sé, solo me aviso su hermana está en el hospital.
—Ok voy para allá. — corto y Giancarlo me pregunta preocupado que ocurre.
—Es Leonardo, sufrió un accidente.

129 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Leonardo, viajo hace unos días a Londres tenia algunos asuntos que resolver en la clínica con su
madre, no llegaría si no hasta mañana por eso no sé qué ocurrió.
—Sufrió un accidente de ida a su casa, está hospitalizado. —contesto.
—Vamos para allá. —contesta mi hermano.
Asiento, me subo a mi coche, Gian hace lo mismo con Cloe y nos dirigimos al hospital.
Llegamos en contados minutos, vemos a la hermana de Leonardo junto con Iam.
— ¿Qué ocurrió? — pregunto llegando donde ellos se encuentran.
Su hermana Lidia llora, aferrándose a Iam. — No lo sé solo me llamaron del hospital a avisarme y
luego llame a Iam, no sabía a quién mas llamar. —contesto Lidia sollozando.
—¿Y ya saben algo de él? —es Giancarlo quien hablaba preocupado.
—Aún no, nadie nos dice nada. —habla Iam.
Esperamos unas cuantas horas hasta que un doctor al fin aparece a darnos noticia.
—Familiares de Leonardo Greco. — todos nos levantamos
—Yo soy su hermana. — contesta Lidia. — ¿Como esta mi hermano, doctor?
—Lastimosamente tengo que decir que no está nada bien.
—Tiene muchos cortes y fracturas, ahora tratamos de normalizarlo, pero me temo que tendremos que
hacer una cirugía para sacar un coagulo en la cabeza.
Me sostengo la cabeza con ambas manos, no puedo creer
— ¿Pero se va a recuperar Doctor? —pregunto.
El médico fija su vista en mí. — Trataremos de hacer todo lo posible señor, todo lo que está en
nuestras manos.
—Por favor Doctor, haga todo lo posible. — exclama Lidia con llanto, Iam se pasa la mano por el pelo
mail veces no está mejor que yo, todos estamos mal con esta noticia.
Siempre fuimos unidos, somos como hermanos, siempre estuvieron conmigo cuando más necesitaba,
ahora no lo dejare solo cuanto más me necesita.
—Lo que si necesitaremos son donadores de sangre en caso de que se practique la cirugía. —dice el
doctor.
—Solo pídalo doctor aquí estamos muchos para donar. — contesta Iam, el doctor asiente.
—Bien, le estaré avisando alguna novedad o evolución del señor, con permiso.
Abrazo a Lidia, quien está destrozada, es su único hermano, su madre está internada en una clínica
psiquiátrica en Londres. Su padre murió cuando apenas eran unos niños.
—Tranquila todo saldrá bien, ya verás tu hermano se recuperará, saldrá de esta.
La abrazo fuerte, Iam le acaricia la espalda dándole fuerzas.
Lidia se sienta en los sillones que están en la sala de espera, Giancarlo se acerca a mí, me palmea
la espalda. — Estará bien viejo ya lo veras, asiento. — Iré a dejar a Cloe en el departamento y vuelvo.
—Gracias Gian, pero no es necesario yo me quedare aquí por si necesitan algo.
—Bien volveré en la mañana para que puedas irte a casa. —contesta.
En ese momento me acuerdo de Paula me gustaría llamarla y contarle todo, pero estará dormida y
también muy molesta conmigo, creo que lo mejor será que hablemos mañana.
Iam había ido por un café para Lidia, se la entrega, y Giancarlo se ha marchado con Cloe hace un
rato. Iam se acerca a mí. — Dante podemos hablar un momento.

—No es el momento Iam. — espeto enojado.


Estoy enojado conmigo, con él, amo demasiado a Paula, no quiero perderla, no quiero que nadie me
la robe, sé que Iam sigue enamorado de ella, y eso es lo que me provoca muchos celos.
—Dante, no es lo que tú piensas. — continua de igual forma.— No quiero escucharte Iam.
—Con una carajo, si me vas a escuchar, porque por tu estupidez y tu cabeza dura, pondrás en peligro
a Paula. Todas mis alertas despertaron, me acerco más a Iam desafiante.
—¿A qué te refieren con que está en peligro?
—Ayer cuando nos encontraste abrazados, y no dejaste que Paula te explicara lo que paso, yo la había
encontrado con el idiota de Marcos que le tenía amenazada y estaba lastimándola.
Todo mi cuerpo se tensa, sentía una furia inmensa que no poda explicar, ese idiota se atrevió a
ponerle una mano encima a mi mujer, después de que le haya dejado bien en claro las cosas la última
vez.
—¿Y qué carajos hiciste? — Espeto furioso
—Solo porque Paula me pidió, no le rompí la cara al imbécil ese. — escupe Iam. —es por eso que
ella, tenía los ojos como si estuviera llorando.

130 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Al parecer no es la primera vez que sucede algo con Marcos Dante, según logre escuchar y según
me dijo Paula que quería hacerle daño a ti y a su hijo.
Siento que me hierve la sangre, eso jamás se lo permitiré, jamás le hará daño a mi hijo ni a Paula,
primero lo mato al hijo de puta ese.
—Necesitan hablar Dante, algo ocurre. — ahora estoy más que furioso con Paula,¿ porque no me lo
dijo?
—¿Por qué carajos no me conto nada sobre lo que estaba ocurriendo?
—Tranquilo Dante, seguro que todo tiene una explicación.
—Sí y ella es una inconsciente, si estaba en peligro debía decírmelo. No piensa en mi hijo.
—Escucha Dante, debes confiar más en ella, tiene que haber confianza en su relación. — lo miro fijo,
sé que tiene razón.
—No te lo voy a negar Dante, sigo enamorado de Paula y no creo poder superarlo así nada mas, pero
jamás óyeme bien, jamás te traicionaría, eres mi hermano, desde que supe lo de ustedes me aleje y
cerré con candado esto, no creas que es fácil para mí ver a la mujer que amo con mi mejor amigo.
—Pero contra eso no puedo luchar, Dante eres mi hermano lo sabes, tú y Leonardo son mis mejores
amigos.
Me acerco a Iam y le palmeo la espalda, Iam es un hombre noble y con un corazón gigante, se
merece una mujer que lo ame así como el se merece. — Lo sé viejo y perdóname, la verdad debo
confiar más en Paula, solo que estos celos no los puedo controlar, soy muy impulsivo.
—Ella estará muy molesta conmigo, pero yo igual porque me oculta cosas, y creo debería confiar en mí
y contarme todo lo que ocurre para así protegerla.
En eso sale el doctor nuevamente vemos que habla con Lidia.
No acercamos rápidamente. —¿Sucede algo? —pregunto.
—Sí, me temo que debemos practicar la cirugía urgente y necesitamos que dos personas donen sangre.
—Si doctor nosotros lo haremos. — decimos con Iam.
—Bien acompáñenme adentro. — Asentimos y seguimos al doctor.
Después de un rato salimos, nos dimos cuenta que ya es de mañana. Giancarlo ha vuelto, esta vez
vino solo.
—¿Que sucedió?-—pregunta. — Leonardo se someterá a una cirugía. — contesto.
— Dante necesitas ir a ducharte y comer algo. — me dice Gian. — Es cierto Dante tienes que descansar
un poco. —ahora era Lidia quien me hablaba.
Niego. — iré a casa a darme una ducha y luego vuelvo para que tú te vayas a descansar. — le digo
a Lidia.
Ella asiente, me despido de ellos e Iam hará lo mismo, luego volveremos.
Jorge no se ha movido de aquí, le pido que me lleve a casa, estoy demasiado preocupado y furioso
con Paula por ocultarme cosas como esa.
Trataré de calmarme para poder hablar con ella de lo contrario esto reventara, no estoy nada bien,
con lo que le sucedió a Leonardo y con lo de Paula estoy que me lleva la mierda.
Llego a casa, escucho voces afuera, luego veo a mi nena entrar, pero no le presto atención subo a
darme una ducha y volver al hospital par a ver como salió Leonardo de la cirugía.
Paula viene detrás de mí. — ¿Dante podemos hablar?
La miro, quiero agarrarla y besarla y hacerla mía, pero estoy tan furioso con ella y eso me frena.
Y también está lo de Leonardo, que no quiero preocuparla por su embarazo así que mejor se lo
cuento a la noche cuando este mejor la situación.
—No tengo tiempo, tengo algo importante que hacer, hablaremos cuando vuelva. —solo digo eso y me
meto al baño.
Me doy una ducha rápida y salgo, Paula ya no está en la habitación, supongo que estará con Katy.
Me visto rápido y salgo, bajo queriendo encontrarla pero no está. Suspiro me paso la mano por el
pelo y salgo.
—Jorge llévame de vuelta al hospital. — le digo, el asiente y nos vamos al hospital...
Cuando llego pregunto a Gian que sucedió, me dijo que aún no tiene novedad alguna.
Miro mi teléfono, marco el número de Paula, pero me da apagado. ¡Mierda! Debí hablar con ella y
no dejarla así, estaba tan enojado que no quise hablar con ella.
Después de dos horas, de nuevo aparece el doctor, ya Iam había llegado, nos informa el doctor que
la cirugía fue un éxito, que ahora lo trasladaron a una sala, pero solo podía parar una persona junto a
él. Por supuesto que sería su hermana…
—Iam, creo que necesito ir a casa y hablar con Paula. —el solo me observa fijo y después asiente. —
Creo que es lo mejor viejo ve a solucionar las cosas con tu mujer.

131 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Me acerco a Gian y le hablo, me dice lo mismo que no me preocupe que él se quedaría con Iam y
que cualquier cosa me avisaría.
—Está bien me iré y luego vuelvo.
Salgo del hospital y pido a Jorge que me lleve de nuevo a casa, estoy nervioso, sé que Paula estará
furiosa, pero le explicare todo, y ella a mí también que sucede con el hijo de puta de Marcos me debe
una explicación.
Y luego comerla a besos, que la necesito, no se imagina lo que me cuesta mantener distancia de
ella.
Bajo rápido del auto y entro buscándola, no hay nadie silencio, voy a muestra habitación y nada, voy
al cuarto de Katy y nada, esto ya me está preocupando, ¿dónde estarán?
La busco por toda la casa y no la encuentro, subo de nuevo a la habitación y veo el armario, y mi
mundo se cae encima, sus cosas no están, reviso el cuarto de Katy tampoco están.
No, no carajo donde se fue. No mi amor no pudiste dejarme.
Bajo rápido llamando a Jorge, él está igual de sorprendido que yo.
Llamo a Christofer que es el que se queda encargado de cuidarlas.
Y me dijo que Paula pidió un taxi ya se fueron hace como cuatro horas.
—¿Y porque carajos dejaste que se fuera? grito furioso…— Perdón señor, no pude detenerla.
—¿Y porque no me avisaste? Grito y tirando un jarrón que estaba sobre el mueble.
—Son unos idiotas. —grito furioso, fuera de mis cabales.
Marco el número de Paula, una, otra y otra vez. Nada, apagado…
Me siento en el suelo con las rodillas dobladas y mi cabeza entre mis manos.
— ¿Paula dónde estás? No me dejes por favor— grito. — Sin ti no soy nada bebe.
Capitulo 42. Estoy mejor sin ti.
Estamos en la casa de Isa, la verdad que estoy deshecha, me duele tanto esto, lo amo y el a mí no,
Katy se da cuenta de lo que sucede, pero mi princesa no dice nada, solo la noto muy triste ella quiere
mucho a Dante. Porque tiene que ser tan imbécil y un idiota.
—Amiga, todo tiene que tener una explicación lógica a todo lo que me contaste, deberías hablar con
Dante. — se sienta Isa a mi lado. — Eso quise Isa, quise hablar con él pero me ignoro, no le importo.
—De seguro lo que paso con Iam solo uso de excusa, porque ya estaba cansado de jugar a la casita
feliz conmigo.
—¿Paula te estás oyendo? Ese hombre se muere por ti, y van a tener un hijo por Dios.
—No Isa, ya te he dicho yo quise hablar, solucionar las cosas y el no quiso escuchar mi explicación,
como dijo tenías cosas más importantes que yo, de seguro alguna de sus tantas amantes lo estaba
esperando y yo Isa no seré la estúpida que se queda esperando a que él decida hablar conmigo.
—No lo sé amiga, pero creo que te precipitaste en las cosas, me alegra que estés aquí conmigo, pero
creo que él estará como loco buscándote.
—No creo Isa, y si es así no me importa el solo se buscó esto, y ya no daré mi brazo a torcer, muchas
veces lo he perdonado pero esta vez ya no.
—Y volviendo a lo de Marcos amiga, ¿qué piensas hacer?
—No se Isa, está loco.
—Creo que hablaré con él. —No Isa ni se te ocurra perderás tu trabajo por mi culpa
— ¿Y entonces que haremos? tampoco me quedare tranquila Paula, el saber que el muy idiota puede
hacerte daño y a tu bebe.
—No lo hará Isa, tendré cuidado, no te preocupes.
—¿Y con tu trabajo que piensas hacer?
—No pienso volver a trabajar ahí
—¿Qué?, estás loca Paula, no eso sí que no estoy de acuerdo, claro que seguirás trabando ahí.
—Estás loca Isa, ¿sabes quién estará ahí? ¿Sabes de quien es la empresa?
—Y después de todo lo que paso en la Gala, todo el mundo me mirara como si fuera la mujer de Dante,
y ya no lo soy.
—No me importa Paula, no dejaras ese trabajo y punto. Ahora más que nunca lo necesitas, por Katy y
tu bebe.
—Tendrás que llevar la fiesta en paz con él, van a tener un hijo juntos, si no vas a darle la oportunidad
de arreglar con él las cosas, por lo menos lleven la fiesta en paz.
Pienso lo que mi amiga dice y creo tiene razón, solo que será tan difícil verlo ahí, saber que es mi
jefe, el papa de mi hijo y estar lejos de él.
Pero tú lo quisiste Paula, tú huiste sin esperar a hablar con él, me recrimina mi conciencia.
Lo hecho hecho esta y ya no hay marcha atrás, seguiré mi vida sola, con Katy y mi bebe.

132 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Mi princesa viene junto a mí en la sala donde estamos, se recuesta en mi pecho, acaricio su cabecita.
—¿No volveremos con Dante verdad? — Me mira con esos ojitos que me vuelven nada.
—No estés triste mi niña, estamos juntas eso es lo importante.
—¿Se ha portado mal?
—No corazón, solo tenemos diferencias de adultos ok
—¿No podré volver a verlo?
—Miro a Isa. — No se princesa veremos más adelante ¿vale? —Katy solo asiente.
—¿Paula, me das permiso de llevar a Katy al parque? —es Katia quien me pregunta para animar un
poco a mi princesa.
—Oh claro vayan, solo tengas cuidado.
—¿De verdad Paula puedo ir? —me pregunta ella emocionada.
—Si peque ve y juega un poco, lleva la bici.
—Gracias, gracias. — me da muchos besos, a lo que rio con ella.
—¿ Y tú? ¿Cómo vas con Santiago? —volteo nuevamente hacia Isa, ella bufa. — Ni me lo recuerdes
que de ese idiota no quiero saber nada. Se pasa mandándome flores, yendo al restaurante, es un
imbécil.
—¿No le darás una oportunidad?
—No Paula, lo que me hizo me lastimo mucho, no lo perdonaré. Abrazo a mi amiga, las dos estamos
mal en el amor.
De pronto suena el teléfono de Isa, ella me suelta para contestar, frunce el ceño mirándome.
—¿Qué ocurre?
—Un número desconocido, mi corazón empieza a latir. —No espera no contestes. —exclamo
rápidamente. — ¿Qué, por qué? —pregunta Isa.
—¿Y si es Dante?
—Pues habla con él. —contesta yo ruedo los ojos.
—No Isa no quiero hablar con él. Isa rueda los ojos, y al fin contesta y lo pone en alta voz
— ¿Hola?
—¿Isa? —escuchar esa voz hizo que me revolviera el estómago.
—Si soy yo, ¿quién habla?
—Isa, soy Dante. —mi respiración de paralizo. Isa me mira, y yo le hago señas con la mano.
—¿Paula se encuentra contigo? ¿Dime la verdad por favor? —escucho su voz dolida.

—Mmmm si Dante, está aquí conmigo. —mi amiga confiesa sincera sin dejar de mirarme.
Suspira fuerte en el teléfono. — Quisiera hablar con ella por favor. —le hago señas , no quiero hablar
con él.
—Lo siento, pero ella no quiere hablar contigo Dante.
—Por favor. —vuelve a suplicar.
Ambos se quedan en silencio. — Está bien Isa, por lo menos dime si está bien. —pide con la voz
bajoneada. — Si Dante, ella está bien no te preocupes.
—Dile que quiero hablar con ella y que la amo Isa por favor, recuérdale que la adoro.
—Está bien, se lo diré. —Isa me observa con una mueca.
—Adiós.
Isa me mira, y yo rompo en llanto. — Amiga tienes que hablar con ese hombre por favor; se volverá
loco ahora que sabe dónde estás vendrán aquí y con Santiago y él creo que esto será un caos.
Rio entre llantos por el comentario de mi amiga, ella con el idiota de su ex y yo con el idiota de mi
Dante.
Al día siguiente
Isa me convenció de seguir trabajando aquí, no sé qué tan buena idea sea, pero aquí estoy, llegue
muy temprano antes que todos, con el corazón latiendo a mil.
Ojalá no encuentre a Dante por ningún lado, solo eso pido a Dios, porque no sé qué hare si lo
encuentro.
Llegan mis compañeros. — ¡Oh! que hace aquí tan temprano la jefa. — bromea Ana en todo de
burla.
—Que chistosita. —digo, se acerca a dejar un beso en mi mejilla y un abrazo, lo mismo hace Christofer
y Luis.
—Hola linda. —saluda Luis

133 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Hola chicos como están. — Súper ahora más que te veo. — dice y yo me sonrojo a más no poder.
Ana bufa, — Ándale ándale coquetéale a la novia del jefe y estarás de patitas en la calle.
Yo ruedo los ojos. — Podemos dejar ese tema por favor.
—Ya ya está bien. — entonces entra Sebastián por la puerta. — Buen día. — saluda con cara de pocos
amigos.
Entra cerrando la puerta de un portazo.
—Uyy que humor trae el jefe. —Habla Chris, creo que esta así porque ya no tiene oportunidad con
Paula. Bromea Ana.
— Ya basta Ana no digas eso por favor, tampoco hables así del Señor Sebastián, estás loca para decir
que está interesado en mí.
—Eres la única que no se ha dado cuenta. —exclama Luis.
—Ven por eso no les dije nada, ni quien era ni nada.
—Y para que dejen de estarme molestando con Dante. — me callo un momento. —yo y el ya no estamos
juntos.
—¿Qué? —Gritan Ana y Cris, solo Luis me mira fijo.
— ¿Como, por qué, que paso?
—Después de la gala tuvimos problemas y se terminó y ya no diré más nada ¿ok?
—Peroo. — No Ana he dicho que no diré más nada.
—Ok ok, ya no preguntare nada, pero si tienes ganas de hablar aquí estoy.
—Gracias Ana.
—Ahora si tengo oportunidad. — dijo Luis, y yo solo quería que me trague tierra.
— ¿Y es cierto que estas embarazada? —pregunta mirándome con ternura.
Asiento, si así es…
—¿Yo puedo ser el papa? —bromea Chris burlón.
—Gracias Cris pero no busco papa para mi hijo.
Ha pasado una hora trabajando y doy gracias a Dios de que Dante no se haya aparecido por aquí.
—Buenos días. —¡ Oh carajo! Para que abrí mi boca.
—Buenos días Señor. — saludamos todos, Dante no deja de mirarme, se le nota cansado con los ojos
hinchados.
—Paula, quiero hablar contigo. —confiesa de pronto y se forma un silencio incomodo entre nosotros,
yo no sé qué hacer tampoco montar un espectáculo frente a mis compañeros.
—Está bien. — me levanto lentamente y el abre la puerta para dejarme pasar.
Detrás de mí, muy cerquita para ser verdad. — En mi oficina. —habla en tono ronco, yo trago grueso.
Voy yo enfrente, el viene detrás, subimos a su ascensor privado.
Ay Diosito estar encerrada con él en un lugar, no saldrá anda bueno de esto.
Cuando entro me pego a la pared como si pudiera escapar.
Dante se para frente a mí, como si la caja no fuera lo suficientemente grande.
Se nota sus ojeras, como si no ha dormido.
—¡Paula! —exclama acercándose más a mí, invadiendo todo mi espacio. Pongo mi mano en su pecho,
y me quema sentirlo.
—Hablaremos Dante solo eso. —contesto seria sin levantar la vista para mirarlo.
Sus ojos denotan tristeza, y es por eso que no quiero volver a verlo, no entiendo por qué hace cosas
y luego se arrepiente.
Llegamos, salgo disparada del ascensor, y viene detrás de mí.
—No quiero interrupciones Eva, ¡¡nadie!! Demanda con su voz gruesa. Se me puso la piel de gallina al
instante, Dante es un gruñón, todos le tienen miedo, pero a mí me trata como si pudiera romperme.
Abre la puerta y me deja pasar.
Entramos y yo solo le doy la espalda. —Pasemos a la salita por favor. —me pide, yo solo camino.
Me siento sin objetar, solo quiero salir de aquí, estar a su lado me afecta, me hace nada.
—¡Paula!-— dice pasándose la mano por el pelo… ¿Porque te fuiste nena?
—¿Y que querías? Que me quedara a esperarte a que te dignaras a querer hablar conmigo.
—Pasó algo—. Levante la mano callándolo. — No quiero saber Dante, así como tú no dejaste que te
explicara nada y sacaste tus conclusiones, eso mismo hago yo.
—Paula, se lo que paso esa noche Iam me lo explico. — Ah. — rio irónicamente. — ¿Hablaste con Iam
pero no quisiste hablar conmigo?
Intenta agarrarme la mano, me sacudo al instante poniéndome de pie.
—No Dante, soy yo la que ahora no quiere escucharte.

134 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—¿Porque Carajos no me dijiste lo de ese imbécil? —espeta de pronto alterado.
Trago saliva. —No quería preocuparte, no le tome importancia.
—Eres una testadura inconsciente, no piensas en mi hijo.
—Ahh tu hijo, ¿ahora te importa? después de que pasaste la noche quien sabe dónde y desaparecer
sin dar explicaciones de nuevo, dices importarte tu hijo.
—No Dante, el paquete viene completo, si no me quieres a mí tampoco a tu hijo.
—No digas eso Paula, yo te amo más que a mi vida.
Mis ojos pican, no puedo contener las lágrimas y Dante también tenía los ojos cristalizados.
—Te necesito mi amor a mi lado a ti y a mi hijo, también a Katy, tienen que volver.
—No Dante, estamos mejor sin ti, estoy mejor sin ti. Dante me mira derramando una lágrima.
—¿Ahh si? ¿Estás mejor sin mí? Giro mi rostro para que no me vea llorar.
—Es una maldita mentira Paula, tú me amas igual que yo a ti, los dos somos testarudos, orgullosos,
pero nos amamos.
—Creo que será mejor dejar esto Dante.
—No, no lo acepto. —grita de pronto, mi corazón late muy aprisa.
—Pues tendrás que aceptarlo.
—Y será mejor que deje de trabajar aquí también para no tener que vernos más las caras.
—No Paula. —intento pasar de él pero me sostiene de la cintura y me pega a él.
Me besa, intento no corresponderle pero no puedo, lo amo, lo amo demasiado, nos besamos y
nuestro besos se vuelve salado por nuestras lágrimas.
—No Dante. —lo empujo y el no pone objeción. — ya no me busques más. —paso de largo saliendo
de esa oficina, con el corazón hecho pedazos.
: Y él se quedó con todos esos pedacitos porque siempre será de él.
Aunque ya no estemos juntos.
Siguiente parte
Capitulo 43. Tiempo para pensar las cosas.
Dante
Desde que Paula se marchó, estoy de muy mal humor, la buena noticia es que Leonardo salió de
terapia, su cirugía fue todo un éxito y está fuera de peligro según los doctores, estoy desesperado por
mi mujer pero no puedo dejar solo a mi amigo tampoco, por su parte Lidia su hermana no se ha
despegado del hospital.
Iam y yo quedamos en tomar turnos para reemplazar a Lidia para que pueda ir a descansar y
tomar un baño por más que no quiera moverse de ahí.
Me entere que Paula está en la casa de Isa, por una parte me tranquiliza saber que está bien, al
principio me volví loco cuando no la encontré, me lamente por horas hasta que pensé en donde podía
estar, se me ocurrió que podía estar con Sara su antigua vecina de piso, así que fui a su casa pero
ella no sabía nada, sintió mucho lo que paso pues le había comentado cómo sucedieron las cosas,
luego me dijo ella que podría estar en la casa de una amiga que siempre estaba con ella y ahí recordé
que era Isa, pero no sabía dónde vivía, ni su número.
Así que me comunique con Santiago, que por cierto ya no son novios porque él le había sido infiel
yo por mi parte jamás le seria infiel a Paula, ella es el amor de mi vida, y si me comporte como
un idiota pero quiero enmendar mi error y dejar de lado estos celos posesivos que se que será difícil,
pero si quiero tener a Paula a mi lado haría lo que fuera.
Llamé a Isa con el corazón latiendo tan fuerte dentro de mi pecho, pero al saber que mi nena no
quería hablar conmigo me dolió mucho, no quería perderla.
Le conté todo a Iam lo que sucedió y me dijo lo idiota que había sido con ella, y si lo sé, fui un idiota
que se dejó llevar por los celos y la rabia que termine cegándola más grande.
Me aconsejo que le dé tiempo para que ella se calmara y luego tratara de arreglar las cosas con ella,
pero que le dé su espacio.
Así que eso hice, en verdad deje que pasara hasta el lunes, llegue temprano a la oficina, pero nada
me calmaba lo único que quería era verla, me estaba volviendo loco, ella me vuelve loco.
Sé que Sebastián esta cabreado porque Paula es mi mujer, claro que es mi mujer, ni él ni nadie
se acercara a ella.
Con un carajo ya no lo aguante y baje a su departamento, cuando salude con voz gruesa ella levanta
la vista y esos preciosos ojos se posan fijamente en mí.
Se sonroja y es más que preciosa, cuando le pido para hablar ella no pone resistencia, y doy
gracias porque no quiero montar un espectáculo aquí frente a todos.
Ella pasa cerca de mí, y su olor con una mierda me vuelve loco, esa adicción que tengo hacia
ella se apodera de mí, quiero tomarla ahí mismo sin importarme quien nos vea.

135 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Pongo todo mi autocontrol para no hacerlo, cuando le digo que en mi oficina ella se tensa sé que le
afecta tanto como a mí, se dirige a mi ascensor y se adentra apenas se abre, me paro frente a ella y
veo como se muerde el labio, muero por besarla por abrazarla, necesito de ella.
Intento acercarme pero ella me frena poniendo una mano en mi pecho, su solo tacto me enloquece,
me puede, puede hacer conmigo lo que se le antoja ahora mismo si así se lo propone, porque ésta
mujercita me tiene en sus manos completamente y ella no lo nota aun.
Cuando llegamos a mi piso, sale rápidamente sin dar oportunidad a nada, eso me duele por que
huye de mí, y era lógico ¿que esperaba que se tire en mis brazos después de cómo me comporte con
ella?
Digo a Eva que no quiero que nadie nos interrumpa, y entramos a mi oficina, pido que pasemos a la
pequeña sala que tengo, toma asiento sin objetar, no dice nada y eso me altera, por sus gestos y sus
hermosos ojos sé que quiere llorar.
─ ¡Paula! ─ Exclamo pasándome la mano por el pelo. ─ ¿Porque te fuiste nena? ─ Le reclamo.
─ ¿Y que querías? Que me quedara a esperarte a que te dignaras a querer hablar conmigo─. Me
enfrenta dolida y la comprendo.
─Paso algo.­─ intento explicarle pero me frena levantando la mano. ─ No quiero saber Dante, así
como tú no dejaste que te explicara nada y sacaste tus conclusiones, eso mismo hago yo.
─ Iam ya me explico lo que pasó en la gala. ─Ah─ dice y ríe dolida. ─ Hablaste con Iam pero no quisiste
hablar conmigo. ─ Espeta irónica y la comprendo, fui un idiota de talla mundial.
Intento sujetar su mano pero ella huye de mí y se levanta alejándose. ─No Dante, soy yo la que
ahora no quiere escucharte.
─ ¿Porque carajos no me dijiste lo de ese imbécil? ─ Le reclamo también poniéndome de pie, era por
eso que estaba furioso porque me lo oculto.
─No quería preocuparte, no le tome importancia. ─ Grita enojada.
─Eres una testadura inconsciente, no piensas en mi hijo. ─ Hablo sin pensar preso de la rabia y el
dolor, intentado hacerle entrar en razón.
─Ahhh tu hijo, ¿ahora te importa? después de que pasaste la noche quien sabe dónde y desaparecer
sin dar explicaciones de nuevo, dices importarte tu hijo. ─ Me duele porque se lo que piensa de mí,
piensa que le he sido infiel, y eso jamás haría, ella es todo lo que necesito, ninguna mujer jamás
ocupara su lugar.
─No Dante, el paquete viene completo, si no me quieres a mí tampoco a tu hijo.
─No digas eso Paula, yo te amo más que a mi vida. ─ Le confieso al borde de la locura
Ella intenta controlar las lágrimas al igual que yo, me duele tanto esto, y en parte es mi culpa.
─Te necesito nena a mi lado a ti y a mi hijo, también a Katy, tienen que volver. ─ Le suplico
─No Dante, estamos mejor sin ti, estoy mejor sin ti.
Eso fue como un puñal clavado en mi pecho, no ella no puede estar mejor sin mí, carajo, no.
─ ¿Ahhh si? ¿Estás mejor sin mí? ─ Se gira dándome la espalda, para que no mirarme a la cara, pero
me acerco a ella y le giro el rostro, la obligo a mirarme.
─Es una maldita mentira Paula, tú me amas igual que yo a ti, los dos somos testarudos, orgullosos,
pero nos amamos. ─ Le digo levantando la voz, derramando lágrimas, sin poder contener.
─Creo que será mejor dejar esto Dante. ─No, no lo acepto, eso jamás lo aceptaré.
─Pues tendrás que aceptarlo, y será mejor que deje de trabajar aquí también para no tener que vernos
más las caras.
─No Paula, no permitiré que se marche de aquí, lo nuestro no tiene nada que ver con su trabajo, ella
es buena en lo que hace. Intenta alejarse de mí pero la tomo de la cintura y la pego a mí, pegando mis
labios a los de ella, no me corresponde e insisto sin darme por vencido y por fin me besa, siento sus
lágrimas caer al mismo tiempo que nos consumimos en un beso, sé que me ama y la voy a recuperar
así sea lo último que haga.
─No Dante, ya no me busques más. ─ Me empuja de pronto y sale casi corriendo de la oficina, quiero
seguirla pero mejor no, dejare que se calme al igual que yo.
Ese día tenia mil cosas que hacer, reuniones, conferencia, tuve que concentrarme maldita sea en
todo, también estuve pendiente de Leonardo y pensando en ella.
Hice cancelar todo a Eva para las cinco de la tarde, hora en que sale Paula porque, necesito verla
e intentar de nuevo hablar con ella.
Ansioso miraba la hora, apenas eras las cuatro y cincuenta, yo ya estaba en la entrada por donde
tendría que salir Paula.
Cuando eran las cinco y diez aparece por fin, pero lo que veo no me gusta para nada, uno de sus
compañeros le hace caricias en su mejilla, me hierve la sangre solo quiero partirle la cara, no puede
ponerle siquiera un dedo encima.
Ella sonríe por algo que le dice, su sonrisa debe ser solo para mí, si sé que sueno como un maldito
posesivo pero es que ella es mía.

136 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Cuando ella me ve en la entrada, cambia su rostro, se le borra la sonrisa que tenía, y agacha la
cabeza, su estúpido compañero me observa asustado, si niño mejor que me tengas miedo y no
vuelvas a poner tus manos sobre mi mujer.
Intenta pasar de mí, pero me planto enfrente… ─Señor necesito pasar me está tapando el camino.
─¡¡Nos vamos ahora!! ─Ordeno y es que ardo en celos. ─ Yo no voy a ningún lado contigo me enfrenta.
─Deja de llevarme la contra y sube al bendito auto te llevo a tu casa. ─ Espeto ya cansado.
─ ¿Y usted que dijo, que podría ordenarme así como así?, Ah no señor déjame decirle que no tengo
por qué hacer lo que me dice, fuera de la empresa ya no es mi jefe, así que con permiso. La sostengo
del brazo cuando intenta pasar. ─ ¡Paula! ─ Ella se sacude.
─ Suéltame Dante, déjame en paz.
─Si vas con el niñato ese, esto se termina para siempre, su rostro cambia completamente por lo que
dije, poniéndose triste pero rápidamente cambia y me enfrenta la muy testaruda.
─Ya todo termino entre nosotros Dante.
Estoy que me muero de rabia, golpeo el auto, Jorge se mantiene serio sin decir nada, veo marchar
a esa condenada, necia. ¡Maldita sea! Si ella se pone en ese plan esto será difícil pero no imposible.
Me adentro en el auto…─ ¿A dónde señor?
─Sigue a mi mujer Jorge, ni loco la dejo sola con ese idiota─. Jorge suprime una sonrisa, apretando
los labios, sé que le causa gracia esta situación, es más de seguro está feliz de que ésta mujer del
demonio me tenga así.
Veo que está en la parada del autobús, mientras que el niñato ese se despide de ella para ir por
otro lado, uf bufo más tranquilo, por lo menos ya no estará cerca de ella.
Ah pero mañana le hare saber quién soy y que debe mantenerse alejado de ella si quiere seguir
trabajando para mí.
Veo a mi nena subir al autobús, y maldigo porqué tiene que andar así estando embarazada todo es
mi culpa, y ella por ser tan cabeza dura.
Después de treinta minutos de seguir el autobús se baja y camina en dirección al edificio de su
amiga, también le digo a Jorge que pare el auto y me bajo, caminando detrás de ella.
De pronto para y gira lentamente, y al verme abre los ojos como plato, se gira de nuevo y apura el
paso, a lo que yo prácticamente corro hasta alcanzarla, la tomo de la cintura a lo que ella patalea
golpeándome en el pecho.
─¡¡Suéltame Dante!!
La beso, la beso sin poder contenerme sosteniéndole los brazos para que no me siga golpeando,
saboreo sus labios, es como la miel, es adictiva, la pego más a mí y ella gime en mis labios. ─¡Amor!
─gimo y ella aprieta mis brazos, fundiéndonos en un beso apasionado.
─Te extraño amor, no tienes idea, ya no duermo, nuestra cama te extraña, ella me mira con sus ojos
llorosos.
─Paula vuelve conmigo, te necesito a mi lado. ─Dante déjame ir por favor.
Y se aleja me deja ahí con el corazón en la mano, no me puede dejar tiene que volver conmigo. La
pierdo de vista, la dejo ir, le daré tiempo como dice Iam aun así no me alejare de ella.
─Vamos Jorge. ─pido adentrándome en el auto, llévame al hospital, Jorge gira a observarme ¿se
siente bien señor?
Estoy hasta la mierda, esa mujer me trae loco. ─ Pero lo ama señor, espero que arreglen sus
diferencias, pronto tendrán un hijo.
Sonrío como bobo al recordarlo, es cierto, mi mujer debe volver conmigo, para que estemos juntos
y formemos una familia.
Paula
Llego casi corriendo al departamento de Isa, no me puede hacer eso, ese hombre me volverá loca,
sus besos saben a gloria, entro muy bajoneada, al parecer no está nadie, escucho un ruido en la
cocina. ─ Hola digo encontrándome con Katia haciendo algo con mi princesa.
─Hola Pauli ya llegaste. ─ Katy me abraza
─Hola Paula. ─ saluda Katia con una sonrisa. ─ ¿Hola que están haciendo?
─Estamos haciendo un pastel.─ ¡oohh! que delicioso. ─Si Paula, te va a encantar.
─Bueno les dejo que sigan con su pastel.
Salgo de la cocina para dirigirme a mi habitación y entra una Isa súper furiosa, lanzando su cartera
y zapatos en la sala.
─ ¿Que sucede amiga, porque estas así?
─Es de nuevo el imbécil de Santiago, me tiene cansada, viene prácticamente todos los días, ya me
tiene harta ya le deje en claro que ya no quiero nada con él pero sigue de insistente.
─Tal vez se merece una oportunidad, no se, digo. ─ me encojo de hombro.
─No Paula no insistas tú también, yo no perdono y punto.
─Vale vale ya no digo nada, digo levantando la mano. ─ ¿Y tú?

137 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ ¿Yo qué?
─ ¿Qué tal te fue hoy?
Ruedo los ojos, y bufo. ─Mal─. digo sentándome en el sofá e Isa hace lo mismo a mi lado.
─ ¿Hablaron?
─Si, contesto triste... ─ ¿Y?
─Y nada Isa, yo tampoco volveré con él.
Isa rueda los ojos. ─Paula estas siento testaruda amiga. ─No Isa entiéndeme tú también, las dos
estamos así por culpa de ellos.
─No Paula, no los compares, Dante no te fue infiel, levanto una ceja… ─ Aahh ¿y quién me asegura
eso?
─No se Paula, ese hombre besa el suelo por donde caminas, seguro tiene una buena explicación a lo
que sucedió.
─Pues, no le creo mucho su arrepentimiento.
─Ay amiga espero no estés equivocada y luego lo lamentes.
Al día siguiente
Hoy fue un día muy movido, Sebastián nos dijo que para mañana debemos presentar los bocetos
de la nueva publicidad.
Dante por su parte y gracias al Dios no se ha aparecido por aquí, creo que será lo mejor, ¿verdad?
Ay Paula, ¿porque te mientes a ti misma? te mueres por él, lo que me pareció raro fue que le
mandaron llamar a Luis en presidencia y a rato que volvió estuvo serio y me habla poco, espero que
Dante no le haya dicho nada de mí porque me molestare mucho por eso.
Quedamos con Ana a la tarde luego del trabajo a tomar un café, y la verdad que me hace falta salir un
poco todo este tema me está matando.
Voy un rato a la sala de descanso a preparar un café y me encuentro con Iam.
─Hola hermosa.
─ Iam ¿qué tal? ─ deja un beso en mi mejilla.
─Bien digo mintiendo. ─ la verdad estoy mal.
─Escucha Paula Emm. ─se rasca la nuca. ─ Deberías hablar con Dante… ─No lo dejo terminar de
hablar. ─ Mira Iam yo no tengo nada que hablar con él, es un idiota.
─Paula no seas tan cerrada, escúchalo tiene sus motivos por el cual se comportó así.
─Iam, él no confía en mí, ¿y cómo quieres que confíe en él?
─¡Dio! dice Iam apuntando sus manos hacia arriba. ─ ustedes dos sí que son tercos.
─Bien cuídate hermosa. ─ me vuelve a dar un beso y se va.
En la hora del almuerzo, estamos en la cafetería, con Ana y los chicos, por su parte Luis se porta
distante conmigo. Siento que vibra mi teléfono y veo que es un mensaje.
Dante: Hola mi amor, espero que estés bien, he decidido darte tu espacio, no sabes cuánto me cuesta
eso pero tienes razón debo dejar de molestarte, solo quiero que sepas cuanto te amo y que te esperare
princesa, una vida entera si así lo quisieras, solo no dejes de amarme, porque sin ti moriré en vida.
Rueda una lagrima traicionera por mi mejilla. ─ Con permiso. ─ digo y voy corriendo al baño,
encerrándome en uno de los cubículos.
Me vuelvo un mar de lágrimas, soy una estúpida, escucho que alguien golpea mi puerta.
─Paula, soy Ana ¿estás bien? ─ me limpio mis lágrimas... ─ Sí Ana no te preocupes ya salgo. ─Salgo
del cubículo y esta Ana esperándome ahí. ─ ¿Amiga que te sucede?
─Nada, no es nada.
─Mmmmm confía en mí.
─ Es Dante... ─ ¿Cariño que pasa con él?
─Me ha dicho que me dará mi espacio, lo perderé Ana,
─No Paula, mira cálmate no lo perderás cariño ¿ok?
─Mira hoy nos iremos después del trabajo a tomar un café y ver cómo arreglar esta situación ¿te
parece? Muevo mi cabeza afirmando, y Ana me abraza, ya no se qué hacer me siento fatal.
Terminamos nuestra jornada laboral, he estado un poco bajoneada, no le conteste a Dante su
mensaje, debo pensar bien lo que haré.
─ ¿Nos vamos? ─Aparece Ana para salir. ─ Si vamos. ─ contesto.
Caminamos un rato hasta que llegamos a una cafetería que está cerca de aquí.
Llegamos y pedimos café con unos bollitos de miel.
─Amiga creo que debes hablar con el jefe. ─ río por la forma en que se refiere a Dante.
─Sí creo que nos debemos ambos una explicación.
─ Si, no dejes que alguna zorra barata ocupe tu lugar Paula, tendrán un hijo juntos y tienen que estar
juntos, sea lo que sea deben hablarlo.
Así pasamos un buen rato hablando, Ana se ha vuelto una buena amiga, es una buena chica, me ha
contado gran parte de su vida, y tampoco la vida ha sido justa con ella, según me cuenta.

138 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
No ha tenido suerte en el amor, y es una pena porque es una chica preciosa, tiene unas curvas bien
definidas el cabello castaño y unos ojos cafés preciosos, creo que solo no ha llegado la persona
indicada para ella.
Nos disponemos a salir de la cafetería, ella va por otro lado y yo tomo otro camino, decido caminar
un poco para tomar un autobús antes de que sea muy tarde.
Nos despedimos y cada uno va por su lado, camino un poco nerviosa, ha oscurecido y la calle no es
muy segura, solo a ti se te ocurre andar sola por la calle Paula, sabiendo lo que está ocurriendo. ─me
recrimino.
Debo caminar como cuatro cuadras para la parada del autobús, cuando voy por la segunda cuadra
alguien camina detrás de mí, pienso que de nuevo es Dante que me sigue, sabía que eso de darme
mi espacio no le duraría mucho.
Freno y me giro de golpe...
─Tan poco te.... ¿Marcos?
Capitulo 44. Advertido
─Marcos.
─ ¿Que que quieres?
─Ya te lo he dicho muchas veces, pero te lo diré una vez más, a ti. ─ se acerca y yo retrocedo. ─ Que
raro que tu novio te haya dejado solita.
─Déjame en paz Marcos.
─ Mmm que lastima que eso no se podrá, porque fíjate que me debes algo.
─Yo no te debo nada, nada, déjame en paz, entiende que no te quiero.
Suelta una carcajada, que me causo miedo. ─ Me importa un carajo que me quieras o no, serás mía
Paula de cualquier forma y me encargare de que ese bastardo que llevas dentro de ti no nazca.
Me agarra del brazo y me pega a él. ─ Suéltame, me estas lastimando. ─me besa a la fuerza, intento
forcejear con él pero es más fuerte que yo, muerdo su labio para que me suelte.
─¡¡Maldita perra!! ─ Me grita seguido de una bofetada que me tira al suelo, sollozo de dolor, me agarra
del pelo.
─ Suéltame Marcos, ¡suéltame! ─ Le grito. ─ Ahora pagaras por haberme rechazado tantas veces. ─
de nuevo levanta su mano para golpearme, cuando lo hace cierro mis ojos y me cubro esperando de
nuevo el golpe que jamás llego, por el contrario me suelta el pelo, abro los ojos y veo a un hombre
golpeándolo en el suelo y otro que le apunta con una pistola.
Otro hombre me da la mano para levantarme y lo conozco es Christofer el guarda espalda de Dante.
─ ¿Está bien señorita? ─ Asustada le digo que sí, el otro hombre dejo de golpear a Marcos y lo sujeta
del brazo. ─ Saca a la señorita de aquí, llevaré a esta basura de aquí, avisa al jefe. le dice el otro
hombre a Christofer.
─Vamos por favor te llevare a tu casa. ─ yo asiento, no pienso discutir después de lo que paso.
─Por favor, no le digas nada a Dante te suplico le digo. ─Lo siento señorita debo informar a mi jefe
esto.
─ ¿Ustedes, ustedes me estaban siguiendo? ─pregunto ya lo obvio.
─Órdenes del jefe señorita.
Me duele el rostro y el labio que lo tengo partido, y rápidamente llegamos al edificio de Isa. ─ ¿Se
encuentra bien señorita no quiere que la lleve en un hospital? ─pregunta nuevamente.
─No, no estoy bien no se preocupe gracias por todo.
El hombre asiente y salgo disparada adentrándome rápidamente en el edificio, estoy aterrada, si le
pasaba algo a mi bebe, jamás me lo hubiera perdonado.
Entro en el departamento llorando Isa al verme corre junto a mí.
─ ¿Paula que te sucedió? ¡¡Por Dios!!
─Isaaa, la abrazo llorando…─ ¿Quien fue Paula, mírame quien fue?
─Marcos... ─Lo voy a matar maldito, juro que lo voy a matar es un enfermo.
─No Isa, no paso a mayores, los guarda espaldas de Dante ya lo llevaron a la estación de policía, por
suerte me seguían y pudieron defenderme de él.
─ Es un desgraciado Paula.
─Lo que me preocupa es cuando Dante se entere. ─ Pues mejor, es lo que quiero porque nada más
me gustaría que Dante le dé su merecido.
Jadeo por ello. ─No Isa no quiero que Dante haga una tontería ni tenga problemas por mi culpa.
─Querida prepárate porque cuando se entere ese hombre vendrá como un huracán aquí, y Marcos se
arrepentirá de haber nacido.
─Vamos a mi habitación para que Katy no te vea y se preocupe vamos a curarte está herida y ponerte
una pomada para este moretón que se está formando.
Dante

139 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Estoy ansioso, y no sé porque, también algo me preocupa e inquieta, hoy me vine temprano al
hospital, Lidia me dijo que Leonardo despertó, avise a Iam y vinimos a verlo, y así fue, despertó y está
bien este hijo de puta, tremendo susto que nos dio.
Estamos conversando con él, nos alegra mucho que este mejorando bastante.
No he dejado de pensar en Paula, decidí darle su espacio y su tiempo, pero eso no quiere decir
que la dejare desprotegida más sabiendo que ese hijo de puta de Marcos anda detrás de ella.
Christofer y dos más de mis muchachos la siguen a todos lados esa es la indicación que les di, no
dejarla ni un solo momento.
─ ¡Tremendo susto nos diste idiota! Reímos… ─ Si, aun no es tiempo todavía tengo mucho por vivir.
─ Bromea Leonardo. ─en eso suena mi teléfono.
─Cuando veo el número de Christofer mi corazón late frenéticamente, solo puede llamarme por una
sola razón y esa es Paula.
─Dime. ─ espeto con voz gruesa
─Señor, la señorita Paula fue agredida.
─ ¿Qué carajos has dicho? ¿Quién fue? ─ Ya no proceso lo que acabo de escuchar todo mi cuerpo
tiembla de rabia.
─ Fue Marcos.
─ ¿Qué? ¿Y qué carajo sucedió? ─ mi sangre hierve de coraje, Iam y Leonardo me miran fijamente.
─Pudimos detenerlo a tiempo señor, Sandro lo ha llevado a los depósitos, mientras que yo deje a la
señorita en el edificio de su amiga.
─ ¿Le hizo algo?­─ Silencio. ─Habla. ─ordeno.
─La golpeo señor. ─cuando escuche eso, apreté el teléfono a punto de romper, no quería escuchar
más, no necesita saber más, solo necesitaba saber de ella.
─No dejen que escape ese mal nacido. ─ Esperen ahí. ─ les ordeno.
─ ¿Que sucede Dante? ─ pregunta Iam. ─respiro agitado, todo mi cuerpo duele. ─ El hijo de puta de
Marcos golpeo a Paula. ─ Iam gruñe furioso. ─ juro que se va arrepentir. ─ dice Iam, está igual de
enojado que yo, se cuánto le importa Paula.
─Tengo que irme. Hablo furioso. ─ iré contigo. Contesta Iam.
─Vayan los dos. ─dice Leonardo yo estaré bien. ─ asentimos.
─Dante. ─me llama Leonardo, me giro, haz que ese hijo de puta se arrepienta de haber nacido.
─ Asiento y salgo hecho furia con Iam detrás de mí. Quiero ver a mi mujer necesito saber de ella.
Conduzco como loco, Iam viene detrás, llego al edificio de Isa, voy directo a su departamento, se cual
es porque mis hombres averiguaron todo.
Llego a su puerta y toco como loco. ─ cálmate hermano. ─Iam pide que me calme pero no escucho
razones, toco mil veces hasta que alguien me abre, es Isa.
─ ¿Dónde está? ─ es todo lo que pregunto, Isa me mira fijamente, finalmente suspira y me deja pasar.
─Está en mi habitación, la puerta del fondo me indica. ─ señalando con el dedo, voy casi corriendo,
entro lentamente y lo que veo me deja más loco de lo que ya estaba.
Paula envuelta solo en una toalla, con el pelo mojado, al verme se queda de piedra al igual que yo.
─ ¿Da Dante que haces aquí? ─ Me acerco a ella, veo su rostro hinchado y con un moretón, siento
que exploto de rabia, la sangre me sube a la cabeza.
─Esto no se lo perdonare Paula, se va arrepentir de ponerte la mano encima, la primera vez lo deje
pasar, esta vez no.
─Dante por favor no. Ya tus guardias lo llevaron a la estación de policía. ─ sonrío internamente, no
perderé mi tiempo llevando a ese hijo de puta a la policía, esto lo solucionare por manos propias, pero
eso ella no lo sabe.
─Paula no concibo que te haya golpeado, acaricio su rostro, ella hace un gesto de dolor.
─ ¿Te duele?­─Agacha la cabeza... ─tienes que irte Dante.
─No quiero que vayas a trabajar así mañana Paula ¿ok? Quiero que descanses.
Me mira con esos hermosos ojos y se muerde el labio, maldita sea sabe provocarme.
Estiro su labio con mi mano. ─Te amo mi nena. ─ la sostengo de la cintura. ─ Te necesito. ─susurro
sobre sus labios, ella se deja hacer, entregándose a mis brazos completamente, dejo besos en su
cuello, aspiro su delicioso aroma.
─ ¡Dante! ─gime bajito.
─Volveré mañana. ─ Beso su hombro, se le eriza la piel.
Beso sus labios delicadamente, ella cierra sus ojos y acaricio su mejilla que no está golpeada.
─Te amo Paula, volveré mañana amor. ─ No dice nada. Salgo de ahí porque si no, la haré mía aquí
mismo.
Tengo cuentas que ajustar, con un hijo de puta, salgo e Iam está hablando con Isa.
─Iam debemos irnos. ─ asiente.
Me acerco a Isa. ─Isa cuídala mucho y no dudes en llamarme sea lo que sea por favor.

140 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─Así será Dante descuida.
─Hora de divertirnos. ─ Iam sonríe.
Capitulo 45.Necesitamos hablar
Llegamos al depósito donde tienen al bastardo hijo de puta, no concibo que haya golpeado a mi
mujer, si mis muchachos no hubieran cuidado de Paula, tal vez otra sería la historia, pero Paula está
bien, junto con mi hijo.
Son mis depósitos donde se guardan grandes maquinarias importadas y contenedores de la
empresa, entramos y están mis hombres custodiando la entrada y otros cuidando de que ese
malnacido no escape, lo cual dudo mucho porque lo tienen amarrado completamente a una silla
De solo verlo lo quiero matar, recordar cómo le dejo el rostro a mi mujer me enfurece, cuando me
ve abre sus ojos sorprendido y como una rata asustada.
No conocía mi lado malo, de hecho solo algunos lo conocen y no soy nada compasivo.
Me acerco a él agarrándolo del pelo y hago que me mire. ─ Eres un maldito bastardo te dije, te lo
advertí una vez, que no vuelvas a molestar a mi mujer pero creo que no te quedo claro verdad.
Lo golpeo con mi puño directo en su rostro, como si fuera mi saco de boxeo, el jadea, y escupe sangre.
─Esto es por atreverte a ponerle la mano encima a mi mujer, otro golpe que lo deja semi inconsciente,
y otro golpe en el estómago.
Cuando se trata de dañar a mi mujer despierta lo peor en mí, saca mi lado violento, agarro el arma
que tenía Sandro y le apunto en la cabeza, Marcos ensangrentado tiembla de miedo.
─Por favor no me mates Dante, perdóname por favor. ─ahora suplica el hijo de puta este.
Iam se divierte a lo grande. ─No debiste meterte con ella Marcos, te lo advertimos. ─ dice Iam.
─ Lo siento. ─ grita...
─ ¿No es muy tarde para que lo sientas? ─pregunto jugando con su cordura.
─Prometo nunca más molestar, lo juro...
Disparo una vez a lado de sus pies, el muy imbécil jadea de miedo.
─No por favor, ya no lo volveré a hacer.
─Eres un maldito bastardo, un cobarde no te enseñaron que a una mujer no se le toca ni con el pétalo
de una flor, imbécil.
─Lo siento, lo siento. ─ exclama llorando el muy cobarde.
─Ya dispárale Dante. ─ dice bromeando Iam detrás de mí.
─No, no lo hagas Dante, por favor. ─suplica la rata.
Llego junto a él y lo vuelvo a golpear con la pistola. ─Ups se me resbalo. ─ bromeo. Lo odio, lo
juro, vuelvo a apuntarlo con el arma.
─Quiero que desaparezcas Marcos de Italia, no quiero volver a verte ¿me entendiste? Porque si te
vuelves a cruzar en mi maldito camino, si te vuelvo a ver en mi maldita vida, tirare del gatillo, y no lo
dudare ni un segundo.
─Si, si Dante, me iré lo juro.
─Bien maldito bastardo, estas más que avisado, ni siquiera tu sombra quiero volver a ver.
Doy a Sandro de nuevo el arma, diviértanse un rato con él y luego que desaparezca de mi vista.
Iam sale detrás de mí. ─Le hubieras disparado. ─ dice riendo. ─No me ensuciare las manos por él.
─contesto con una mueca burlona.
─Solo le di un buen susto, y vaya susto si casi se orina en los pantalones.
Nos carcajeamos por ello. ─ ¿Tomamos una copa en mi piso? ─ le pregunto.
─Pensé que nunca me lo pedirías. ─ Me carcajeo. ─eres un imbécil.
─ Pero no puedes vivir sin mí. ─bromea riendo.
Llegamos a mi piso, y nos servimos unos tragos. ─ ¿Y crees que solucionaran sus diferencias con
Paula?
─Esperemos que sí, le he dicho que le daría tiempo, espero que recapacite y podamos hablar.
─Ya verás que sí, ella te ama viejo. ─Y yo a ella Iam, la amo mucho, esa mujer me tiene loco. ─Salud
por eso hermano. ─ Sonrío negando.
─Le pediré matrimonio. ─Hablo de pronto.
─Iam me mira sorprendido, dejando a medio camino su vaso de whisky.
─Vaya, Wow, el gran Dante casado, eso es digno de ver. ─ Reímos… ─Si viejo ya tengo dueña.
─Y vaya dueña. ─contesta Iam.
Paula
─ ¡Amiga! ─ entra Isa por la puerta, ¿qué paso?
─Nada, que Dante está furioso y temo lo peor.
─Yo espero que le dé su merecido, a ese idiota, por hijo de puta. ─Isa y su bocota.
─ ¿Y Dante, que te dijo? ─Que volvería mañana... ─ ¿Y cómo te sientes Paula?
─No sé amiga, tengo sentimientos encontrados.
─Isa me mira, ¿qué sucede Isa?

141 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ ¿Sabías que el guapetón, el amigo de ellos, sufrió un accidente el día de la gala?
Llevo mis manos tapando mi boca ahogando un jadeo, no puede ser, no lo conozco casi pero si lo
vi un par de veces en varias ocasiones.
─ ¿Que dices? ─Si estuvo muy grave a punto de morir, después de la gala Iam y Dante fueron al
hospital, a donar sangre y a estar con su única hermana al parecer.
─ ¿Y cómo, cómo está? ¿Cómo lo sabes?
─Me lo conto Iam, también vino con Dante. ─ ¿Iam estuvo aquí? ─pregunto sorprendida.
Isa asiente. ─ Si estaba con Dante en el hospital cuando Dante recibió la llamada de su seguridad.
─¡Dio! Me llevo la mano a la cabeza.
─ ¿Pero está bien?
─Si al parecer justamente hoy despertó.
─Soy una tonta, tonta Isa, por eso Dante no llego a dormir después de la gala, estaba mal por su amigo
y yo empeore la situación.
Isa mueve su cabeza afirmando... ─Te dije que le dieras la oportunidad de que te explique.
─Ay Isa, no quiero perderlo.
─No lo harás tonta. ─ Isa le dije muchas cosas, no lo sé.
─Él te ama Paula...
─Tienes que ayudarme a hacer algo.
─ ¿Hacer qué? ─ Tengo que darle una sorpresa, y pedirle perdón...
Isa sonríe de oreja a oreja. ─Mmm creo que tengo un plan.
Al día siguiente
Isa ya no fue a trabajar, no quiere volver a pisar el restaurante, dijo que buscaría otro trabajo, sé que
lo encontrara ella es muy hermosa e inteligente.
Yo no fui a trabajar, mi rostro esta con un moretón y el labio partido y todavía duele, pero con la
crema milagrosa de Isa ha bajado un poco.
Isa llamo a Iam para pedirle que nos ayude en la sorpresa, que saque a Dante de su piso para que Isa
y yo podamos entrar
Prepare una cena romántica y el dormitorio con rosas y velas, al principio no estaba muy convencida
pues me parecía muy cursi pero Isa me convenció de hacerlo y aquí estoy, vestida con un baby doll
en color negro de encajes, abierto en el abdomen y atado en mis senos con una ligera cinta, debajo
solo tengo una braga de color negro de encajes apenas y tapa mi intimidad, con porta ligas y unos
tacones del mismo color. Todo comprado por mi mejor y única amiga Isabela Silva, la rubia bomba,
que se merece el mundo por ser como es, una mujer extraordinaria, el que la tenga será muy
afortunado.
Todo lo eligió Isa, la mesa esta con velas y flores todo esta hermoso, espero le guste y no me eche
a patadas de aquí. Estoy muy nerviosa, demasiado diría yo.
Iam, me aviso hace treinta minutos que estaba viniendo para acá, fueron al hospital, de seguro está
por llegar.
Cuando escucho la puerta abrirse mi corazón late a una velocidad increíble.
Entra Dante sin darse cuenta todavía de mi presencia.
De pronto levanta la vista y me observa de pies a cabeza, abre sus ojos, creo que se saldrá de
orbita, ─ ¿Paula? ¿Que que haces aquí? ─tartamudea.
─Quiero pedirte perdón Dante, y quiero que hagamos las paces, creo que fui una tonta.
Él sonríe de lado, creo que ya me moje solo con esa sonrisa.
Se acerca lentamente a mí, delineando mis labios con su pulgar, examina mi rostro aun un poco
hinchado y me mira fijamente.
─No quiero hablar Paula. ─ contesta serio.
─ ¿Qué? ¡Mierda! lo perdí, agacho la cabeza triste.
─No quiero ni necesito hablar mi amor, solo necesito besarte y hacerte mía una y otra vez hasta que
te grabes en la cabecita cuanto te amo. ─ sonrío y no me da tiempo a nada cuando ya tengo sus labios
devorando los míos.
Me observa de pies a cabeza nuevamente mordiéndose el labio. ─Estas demasiado hermosa, y
demasiado deliciosa. ─confiesa sonrojándome. ─sonríe de lado sabiendo lo que provoca en mi,
sacando de pronto su teléfono, teclea algo en su celular ¿a quién llamara?
─ ¿Qué haces Dante? ─ No me contesta, solo sonríe.
─Jorge, apaga las cámaras del interior de la casa. ─habla de pronto y siento todo mi cuerpo temblar,
corta y lanza su teléfono.
─ Ven aquí mi amor. ─ me alza y enredo mi pierna a su cintura, me besa, me devora la boca como si
necesitara mis besos para vivir.
─Te extrañe un infierno mi amor. ─confiesa.
─Aquí estoy mi amor, y soy toda tuya... gruñe mordiendo mi labio inferior.

142 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─Pero amor hice la cena. ─jugueteo coqueta.
─Mmm primero comeré el postre... ¡Ay Dios!
Oh por Dios, estos dos incendiaran la habitación, en su plan de reconciliación, ¿o ustedes que opinan?
Capitulo 46. Noche apasionada
Al día siguiente, tenía demasiados pendientes en la empresa, he dejado muchas cosas de lado por
lo ocurrido con Leonardo y lo de mi mujer, tratare de resolver todo para terminar temprano y poder ir
a ver a Paula, que me vuelve completamente loco, ayer cuando la encontré solo con una toalla, mi
polla salto de la emoción, es hermosa, con su pelo negro y sus hermosas curvas, que ahora que está
embarazada se le nota aún más. Nunca tengo suficiente de ella y saciarme de ella es algo
absolutamente imposible.
Acomodo mi erección que ya se empieza a notar y a poner duro, debo tranquilizarme pues hoy tengo
una reunión importante con nuevos inversionistas que ya no podre posponer, debo dejar de pensar un
rato en Paula y concentrarme en la empresa.
También estoy un poco más tranquilo sé que el hijo de puta de Marcos ya no molestara, es un
cobarde, odio a los hombres que golpean a las mujeres, es un imbécil, a las mujeres se les trata con
amor, no se les maltrata jamás.
Solo en la cama, ahí no hay límites tocando y saboreando todo del cuerpo de una mujer, pero
haciéndolas gemir pero de placer, llevándola a un mundo desconocido.
Después de largas reuniones, y video conferencia con inversionistas del exterior, donde he ganado
nuevos socios Iam llega a mi oficina, ¿viejo iremos a ver a Leonardo?
Mmm pienso un momento.
─ Ve tú, yo iré primero a ver a mi mujer, quiero saber cómo esta.
Iam me mira fijo. ─ Anda vamos primero al hospital y luego vas en lo de tu mujer. ─ Eres más insistente
que mi mama. ─ Bromeo, mientras que Iam suelta una carcajada. ─ Bien iremos juntos y luego iré a
ver Paula.
Bien, nos vamos en una hora. ─ Si mamá, contesto burlón. ─ ¡Carbón! Contesta saliendo de la
oficina.
Unas horas más tarde llegamos al hospital con Iam, Leonardo está bastante bien, hablamos con el
doctor, si todo sigue así mañana ya le podría dar el alta, está contento, odia estar aquí, se pasa
quejándose todos los días.
Iam por su parte, creo que el único motivo por el cual quiere venir al hospital es para ver a la hermana
de Leonardo, río por ello, espero que sea en serio, si no Iam es hombre muerto, si Leonardo se llega
a enterar que ha jugado con su hermana, pero me alegro por una parte porque sé que sufre al no ser
correspondido.
─Oye compórtate bien con la niña si no quieres que tus pelotas sufran las consecuencias.
─Que chistosito me saliste, deja de decir tontería...─ Por eso te apuraste tanto en venir. ─ me sigo
burlando de él. ─ Cállate y mejor ve corriendo junto a Paula, o voy yo en tu reemplazo.
Cambio mi rostro de burla que tenía a una seria ─ Ni lo sueñes. ─espeto.
Ahora es él quien ríe. ─Bien me despediré de Leonardo y me voy. ─ Iam asiente.
Me estoy yendo al departamento de Isa, ayer le prometí que iría, debemos hablar de una vez y
solucionar esta mierda entre nosotros, ya no me iré hasta que me escuche, cuando llego Isa me dice
que ella fue para mi casa, que quería hablar conmigo. ¡Mierda!
Salgo rápidamente de ahí y me dirijo a mi edificio, llego pero no está nadie, ¡carajo! Al no encontrarme
se habrá ido de nuevo.
Abro mi puerta, adentrándome a mi casa, levanto la vista lentamente y ahí la veo. ¡Dios! Si esto no
es la cosa más hermosa, divina y excitante no sé qué sería. Paula con un sexi baby doll de encajes
negro con una diminuta braguita del mismo color unas ligas de infarto y sus zapatos de tacón altos, mi
polla brinco de la emoción al verla, trago grueso acercándome a ella. ─ ¿Paula? ¿Que que haces
aquí?
─Quiero pedirte perdón Dante, y quiero que hagamos las paces creo que fui una tonta. ─habla con
esa carita de niñita buena que me excita de mil formas.
Sonrío y voy acercándome más lentamente a ella veo como se pone nerviosa, me acerco
completamente y delineando sus labios con mi pulgar, observo su hermoso rostro, aún está un poco
hinchado, maldito Marcos.
─No quiero hablar Paula. ─contesto
─ ¿Qué? pregunta confundida y un poco triste... ─No quiero ni necesito hablar, solo necesito besarte
y hacerte mía una y otra vez hasta que te grabes en la cabecita cuanto te amo.
Sin esperar más la sujeto de la nuca y la beso, la beso como si mi vida dependiera de ello. Me separo
nuevamente un poco de ella para observarla.
Muerdo mi labio, estoy demasiado caliente ésta mujer me tiene mal, muy mal... ─Estás demasiado
hermosa, y demasiado deliciosa. ─ Le digo, y es la verdad se ve deliciosa así, saco mi teléfono

143 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
marcando el número de Jorge, no quiero que nadie vea como le como a mi mujer, oh no eso no está
en mis planes... ─¿Qué haces Dante? ─pregunta un poco confundida, solo sonrío.
Jorge, apaga las cámaras del interior de la casa.
Corto y lanzo mi teléfono. ─ Ven aquí mi amor, la levanto del culo y ella enreda sus piernas a mi
cintura la bajo sobre mi erección y ella gime, y a mí ya me prendió completamente escuchar eso.
Sé que necesitamos hablar aclarar todo pero antes necesito tenerla, amarla, adorarla, la necesito
como no tiene una puta idea...
─Te extrañe un infierno. ─confieso sincero.
─Aquí estoy mi amor, y soy toda tuya. ─ al escuchar eso, ya todo me importaba un mierda, quería
cogerla, estar dentro de su deliciosa vagina, y devorar cada parte de su cuerpo.
─Pero amor hice la cena. ─juguetea de forma juguetona… ─Primero comeré el postre...
─ ¡ay Dios! ─contesta y eso se me hizo gracioso.
Subo las escaleras a pasos apresurados, necesito de ella, de su cuerpo, de sus besos de su olor de
su sabor, todo lo que es me provoca y despierta mis más bajos instintos.
─¡Dante! ─ Gime mi nombre, mientras devoro su cuello, abro la puerta ella sigue en mis brazos,
─Dante por favor. ─ jadea y gime sin poderse contener.
Gruño. ─ ¿Por favor qué?
─Follame Dante. ─Pide y me está matando.
La recuesto en la cama quitándolo los zapatos, ella lleva una de sus manos entre sus piernas y se
acaricia por encima de su braguita, sudo, respiro extasiado, es una Diosa, se muerde el labio y con la
otra mano se aprieta sus pechos.
Me saco la camisa y los zapatos quedando solo con mi pantalón, me recuesto sobre ella y la beso
ahora soy yo quien lleva una mano en su coño, la toco haciendo a un lado sus bragas e introduzco
dos dedos en su interior.
─¡Aahh Dante!, sigue por favor, no pares.
Muerdo y chupo sus labios y cada rastro de piel, no dejo nada sin besar, sin tocar, toda ella me
pertenece, rompo la fina cinta que ataba su baby doll y descubro sus senos, son deliciosas, chupo
ambas, sus pezones duros, ella gime sin parar arañándome la espalda, saco mis dedos de su coño y
me la llevo a la boca.
—Tu sabor es una delicia amor. ─confieso totalmente caliente.
Me saco rápidamente el pantalón y el bóxer quedando totalmente desnudo, ella me observa con los
ojos oscuros, deseosa de probarme, si mi amor yo también te extrañe.
─Quiero probarte Dante. ─confiesa, se lo que quiere, y me encantaría meter mi polla en su boquita
pero, quiero estar dentro de ella, así que sin esperar más rompo sus bragas y me posiciono entre sus
piernas.
La beso de nuevo... ─Lo siento nena. ─ me mira confundida, cuando la penetro de una estocada.
─¡Aahh!, como te extrañaba mi amor. ─confieso ─Dante sigue, no pares. ─pide presa del placer y así
lo hago, la penetro sin compasión, la necesitaba demasiado, la beso como loco al igual que ella a mí,
gemimos los dos sin parar, salgo de ella y me siento al borde de la cama, haciéndola que se siente
horcajadas sobre mí es ella quien se sienta de nuevo sobre mi dura verga que está caliente y palpitante
por ella.
─ ¡Mírame Paula! ─ ordeno, así lo hace nos miramos mientras la penetro sin parar, chupo sus pechos,
ella me acaricia el pelo, gime en mi oído y me eriza la piel, esta tan caliente como yo.
─No sabes cuánto te extrañe amor. ─confiesa. ─Y yo a ti mi vida. ─contesto.
─Perdóname por ser tan tonta. ─ Que me pida perdón mientras la follo duro es el sueño de todo
hombre. ─ Perdonada amor. ─Sonríe en mis labios, es realmente preciosa, meto mis dedos entre su
hermoso cabello y la sostengo fuerte, duro y la embisto tan fuerte que ya no resisto más.
─Dante ya no, aguanto, me voy a... a correr. ─jadeaba totalmente excitada.
─Aguanta un poco más amor, solo un poco más, quiero llenarte ese delicioso coño que tienes, la
aprieto tan fuerte de la cintura que se dejare unas preciosas marcas ahí.
─Ahora bebe córrete conmigo. ─exijo y como si esperara mi aprobación así lo hace, gimiendo como
loca, saltando sobre mi verga y yo gruñendo como loco me derramo en su interior, ella cae sobre mi
hombro agotada, y yo acaricio su espalda.
─Te amo Paula, te amo, te amo. ─repito una y otra vez.
─Yo te amo a ti mi amor, te adoro Dante.
Hago que me mire, sosteniendo su rostro en mis manos, ─Perdóname por ser tan idiota amor,
prometo intentar controlar mis celos mi amor. ─deja besos suaves en mi rostro.
─Y yo prometo confiar más en ti. ─. Sonrío como bobo.
─ ¡Amor!, la llamo, ella pone un dedo sobre mis labios, aún estoy en su interior... ─Ya lo sé todo Dante,
se lo que paso con tu amigo, discúlpame por haberme ido sin hablar contigo.

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ERES MI ADICCION LEYVA
Niego, ─No Paula, la culpa es mía por ser tan celoso e impulsivo y no hablar contigo de las cosas. ─
Nos volvemos a besar y de nuevo mi polla se empieza a poner dura.
Paula se remueve de mi regazo... ─¿Qué harás? ─pregunta, se arrodilla frente a mí. ─Quiero darle
placer señor. ─ dice coqueta.
Mi polla está más que lista para ella de nuevo, Paula se lo mete a la boca y yo solo me permito
deleitar con su tibio aliento y lo bien que lo hace, llevo mis manos a su cabeza y la empujo, se lo mete
todo hasta la garganta y lo vuelve a sacar
─ ¿Le gusta así señor? ─ Se muerde el labio... la miro, me está provocando como no tiene idea.
─Lo haces de maravilla pequeña, se lo vuelve a meter, ¡Ah! echo mi cabeza hacia atrás cerrando los
ojos, esto es lo máximo... lo chupa, lo lame, lo araña, malditamente sabe lo que hace, ha aprendido
tan rápido que me vuelve loco.
Me mira con esos hermosos ojitos cuando está mamando de mi polla, como si se tratara de una rica
paleta...
De pronto lo suelta y se levanta, la miro embobado, camina hasta el sofá y se recuesta en el dejando
su culo a mi vista bien levantado.
Como un adicto a ella, camino hasta ahí me arrodillo en una pierna y la otra la tengo doblado, sin
dudarlo ni un segundo abro su coño con mi mano y me lo como completo, exquisito, delicioso.
Lo chupo, lamo todo de él, mi nena gime sin parar moviendo su culo hacia atrás. Muerdo sus labios
vaginales, y vuelvo a chupar todo de ella, lamo hasta su ano y vuelvo hasta su clítoris, empieza a
temblar sé que está a punto de correrse, no se lo permito.
Me incorporo y sin darle tiempo la penetro. ─ ¡Dante! ─ grita, mientras la embisto una, dos, mil
veces... estiro de su pelo, y arquea su espalda levantando más su hermoso culo.
Sin aviso, empieza a temblar y a apretarme la polla, y se deja ir en un maravilloso orgasmo.
Sin darle tiempo a reaccionar la giro, y de su hombro la bajo hasta que quede de rodillas, ella entiende
lo que deseo y sonríe.
─Abre la boca mi amor, quiero darte todo de mí. ─me estoy muriendo.
Y así lo hace abre la boca y me pajeo uno, dos, tres hasta correrme en su rica boquita, derramo
hasta la última gota en su boca, ella lo traga ¡mierda! No contenta mete mi polla en su boca limpiando
todo resto de semen.
─Delicioso, me gustaría más señor. ─dice coqueta, gruño y la levanto... ─Amor me vas a matar.
─confieso totalmente debilitado.
Ella ríe, se guinda de mi cuello…─Hora de la ducha amor, camina hasta el baño contoneando las
caderas, y solo la observo pasándome la mano por el pelo, esta será una de mis mejores noches, lo
presiento.
─ ¿Vienes? Pregunta coqueta esde la puerta del baño, chupando un dedo y apretando un pezón.
─No tienes que preguntarlo dos veces.
Capitulo 47. Muy enamorado
Paula
Después de una larga y placentera noche con Dante, después de mucho hablar y solucionar
nuestras diferencias, decidí volver a casa con Dante, Katy estaba más que feliz y Dante también,
prometimos dejar de ser impulsivos ambos y hablarlo todo cuando haya problemas, no distanciarnos
porque eso no trae nada bueno, Dante me regaño mucho cuando le comente que no fui estos días a
la Universidad, es que estaba demasiado triste y con ganas de nada, y además no creía que podía
seguir pagándolo… Por supuesto el pego el grito al cielo y me advirtió que hoy mismo retomaría las
clases y que el mismo me llevaría…
3 Meses después….
Hoy es mi cita con la ginecóloga, hoy sabremos el sexo de mi bebe cuando se lo dije a Dante no
cabía de la emoción, es más ni pudo dormir, ya estoy con 6 meses de embarazo, mi vientre ya es muy
notoria, todo ha marchado de maravilla, Dante se ha portado todo estos meses maravilloso conmigo,
yo por mi parte siempre sufro de desajuste hormonal, hay días que lloro sin motivo algunos y otros
estoy muy feliz, creo que volveré loco a mi hombre pero lo adoro, cada día lo amo más, y el sexo, uff
eso cada día es mejor, con este hombre soy una enferma sexual, hasta durmiendo de madrugada me
despierto con apetito sexual y ya me encuentra montando sobre su rica polla… si así de pervertida me
he vuelto.
Estamos en la sala de espera con Dante. ─ ¿Mi amor puedes calmarte?─ Está caminando de un lado
a otro hace como 30 minutos, le harás un hoyo al piso.
─No puedo amor, esto de saber el sexo del bebe me está matando… ─Cariño todo va salir bien.─ me
levanto y le sostengo del rostro.─.¿Pero si es niño igual lo vas a querer?
Me acaricia la mejilla. ─ Mi amor sea lo que sea lo voy a amar más que a mi vida, tú y mi hijo serán
lo más importante en mi vida.
Ya se me salen lagrimitas del ojo, es tan lindo. Lo beso sin poder contenerme y él me corresponde.

145 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─Ya pueden pasar nos avisa la secretaria de la doctora.
─Buenos días doctora, saludo al igual que Dante al entrar al consultorio.
─Paula, Dante pasen por favor, ¿ya están listos para saber el sexo de su bebe?
─Si doctora más que listo, contesta apresurado Dante, a lo que reímos. ─Creo que alguien está muy
ansioso, dice la doctora.
─Ya lo creo doctora, digo mirando a Dante, quien está muy nervioso.
─Bien querida, ponte la bata y sube a la camilla por favor.
Así lo hago, me pongo la bata y me acuesto en la camilla, Dante a mi lado sosteniendo mi mano.
La doctora pone el gel en mi vientre y empieza a pasar su aparato, se escucha fuerte los latidos se
su corazón.
Dante sonríe, siempre es así, no se pierde ninguna ecografía. ─Bien veamos que eres cosita linda.
Mueve su aparato muchas veces, hasta que nos mira, ¿ya quieren saber?
─Si doctora, decimos ella ríe sin poder evitar.
─Bueno, tendrán una hermosa niña.
─Bieenn, Si, Grita Dante y reímos a carcajadas con la doctora.
─Lo sabía, yo lo sabía, es mi bebe hermosa, mi valentina, exclama Dante.
Me besa la frente varias veces y la mano. ─¡¡Gracias Doctora!!
─No me agradezcas nada Dante, ustedes lo hicieron posible, dice picara.
Me limpia y me ayuda a levantarme para vestirme de nuevo.
─Bien Paula, te pediré unos estudios de rutina, por el momento todo está muy bien, tu bebe está
creciendo muy sano. ─ Sana, contesta Dante, es niña.─ Reímos de nuevo por ello. ─Si cierto es una
niña dice la doctora.
─Bien tu hija está muy sana al igual que tú, así que te harás los estudios y te veo la semana siguiente
¿te parece?
─Si doctora aquí estará.─ se apresura Dante a contestar, ruedo los ojos, Dios este hombre nunca
dejara de ser posesivo.
Salimos del consultorio. ─ Amor necesito ir a la empresa, tu ve en casa a descansar ¿ok?
─No Dante debo ir a trabajar. ─ Paula no seas terca, ve a descansar, ruedo los ojos.
─ Está bien, pero que no se te haga costumbre, tengo trabajo… ─Vamos te llevo a casa mi amor.
─ ¿Y no podemos un rapidito?─ le digo moviendo las cejas, se carcajea y mis pezones se pusieron
duros al instante, ¡Dios! es hermoso cuando ríe así… me sujeta de la cintura pegándome a su cuerpo.
─ ¿Un rapidito? Acerca su labio a los míos sin besarme, solo lo roza… ─mmm suena delicioso.
Subimos al auto, y sube el vidrio de atrás, para que el chofer no pueda vernos, pero oírnos si, oh
claro que si, como cada vez que follamos en el auto.
Me subo a sus piernas a horcajadas, al traer un vestido holgadito facilita todo, Dante no espera para
devorarme la boca. ─ Amor, cuanto te deseo. ─ susurra, besando mi cuello y yo gimo, introduce su
mano debajo del vestido y hace a un lado mi braguita, al sentir su mano siento morir.─ ¡Ah! jadeo.
Llevo mis manos hasta su cinturón para desabrochar su pantalón, y sacar su enorme polla.
─Paula me vuelves loco, gime en sin dejar de besarme el cuello, rápidamente me encajo en su
polla.─¡Ah! jadeo.
─Amor, mmm que apretada estas, me vas a matar.─ Empiezo a saltar sobre su verga sin parar, el me
aprieta de las caderas y con la otra mano de la nuca pegándome a su boca, no deja de comerme la
boca y morderme el labio. Sin poder contenerme más, siento mi orgasmo y aprieto más y mas su duro
miembro. Dante gruñe en respuesta, y gemimos los dos dejándonos ir, derramándose todo dentro de
mí. Respiramos tan agitados, el pega su frente a la mía.
─Paula, mi amor, eso fue jodidamente delicioso.
─Mmmmm y lo que te espera hoy a la noche. ─confieso sexi.
Gruñe apretándome de las nalgas. ─Nena deja de provocarme, que así solo quiero castigarte pero
con mi beba ahí adentro no puedo, así que no me provoques.─ muerde mi labio.
─¡Dante!─ lo reprendo por morderme muy fuerte.
Sentimos que el auto se detiene. ─ Justo a tiempo mi amor ─ me retiro de sus piernas no sin antes
Dante darme un beso apasionado, se acomoda el pantalón, pero su polla sigue parada, suelto una
carcajada, Dante se da cuenta y al bajarme me propina una nalgada.
─Te amo amor, nos vemos a la noche.─ nos damos un apasionado beso y luego Dante se sube de
nuevo a la camioneta.
¡Ay! Dios ya lo extraño de nuevo, suspiro… Dios estoy tan enamorada de ese hombre.
Dante
Le dije a Paula que tenía mucho trabajo, en realidad quede con mi hermana y mi madre en un
restaurante, para pedirles algo muy importante… como pedirle matrimonio a Paula, cuando se lo diga
a mi mama, puede y se desmaye de la emoción, han pasado tres meses desde que volvimos juntos,
cada día ha sido maravilloso, cada día estoy más enamorado de ella si eso fuera posible, y el sexo

146 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
con ella Dios es espectacular, mi nena es toda una puta en la cama y me vuelve loco, su cuerpo cada
día me fascina más, con su pancita está más que preciosa.
Aunque ella me dice cada día que esta gorda, que seguro después ya no la voy a querer y cosas sin
sentidos, lo que ella no sabe es que yo cada día la amo más y su embarazo lo único que logra es
dejarla más sexy y deliciosa, con esas deliciosas curvas.
Nunca me cansaría de ella, es más cuando vamos por ahí, los hombres babean al verla pasar y me
entra unos celos y una rabia de querer matar a todos los imbéciles, es más hasta Iam que todavía
sigue más que enamorado de Paula, lo puedo notar babear por ella al verla, se queda mirándola por
largos minutos y cuando ella sonríe, a él le brillan los ojos, me da pena por mi amigo, no quisiera estar
en su lugar, si el caso fuera distinto y Paula no fuera mía, estaría perdido en el alcohol, él está digamos
que saliendo con Lidia la hermana de Leonardo, no es que le agrade mucho a Leonardo, pero como
ya es mayorcita no puede prohibirle nada, solo que Leonardo lo trae entre ceja y ceja, porque no quiere
que juegue ni la lastime, porque el también se da cuenta que Iam sigue muy enamorado de Paula.
Pero solo salen como amigos, es lo que él dice, aunque la niña creo se ha enamorado de Iam, Iam
es un buen hombre, nunca ha tenido suerte en el amor tampoco y no es su culpa haberse enamorado
de la mujer equivocada.
Llego al restaurante, mi madre y mi hermana Carolina ya están, al verle se levanta Caro a abrasarme,
─¡Hermanito!─dejo dos besos en su mejilla y me acerco a mi madre también dejando dos besos en
su mejilla.
─ ¿Cariño que es eso tan importante que tienes que decirnos? ─mi madre toma asiento en la mesa
y mi hermana al otro lado.
─ Bueno lo primero es que serás abuela de una hermosa niña. ─confieso.
─¡Ay! ─ grita Carolina y se lanza a mis brazos, que me hace reír a mí también y mi mama empieza a
llorar.
─ Mama no llores. ─me acerco a ella y la abrazo. ─ Es de felicidad cielo, nunca pensé que serias
padre y me darías una nieta. ─ Dice secándose las lágrimas, tengo una sonrisa de oreja a oreja, la
felicidad no cabe en mi pecho.
─Bien ¿y lo segundo? ─ Me pregunta Carolina emocionada, no dejo se sonreír.
─ Vaya por la sonrisa de bobo que tienes creo que estas perdidamente enamorado hermanito.
─ No estás lejos hermanita, bien déjenme hablar, lo segundo que quiero es pedirle matrimonio a Paula
pero no sé cómo. ─ ¡Ay! ─grita de nuevo Carolina y aplaude como niña chiquita, me rio a carcajada
porque mi mama también lo hace.
─Y quiero que me ayuden a planearlo por favor.
─ ¡Ay! hijo no sabes lo feliz que me siento al escuchar eso, tu padre estará más que contento.
─Bien, a ver tengo una grandísima idea. ─ empieza a hablar con Carolina, escucho atentamente como
me cuenta el plan.
Así paso casi media tarde, y lo que resta voy a la empresa a checar que todo esté bien en eso Iam
y Leonardo me invitan a tomar una copa, acepto y vamos a un bar cerca, aviso a Paula que pasare
por ella a la universidad, es más muero por verla pero sé que ahora está en clases y no quiero que
pierda ninguna.
─ ¿Oye hermano y en serio te casaras? ─pregunta Iam, bebo de mi copa, asintiendo.
─ Así es Iam ya no hay marcha atrás.
─Vaya, te felicito hermano. ─contesta Leonardo. ─Gracias estoy muy feliz, ¿saben una cosa?
Ambos me miran fijamente. ─ Seré papa de una hermosa niña.
─Vaya eso sí que es una buena noticia. ─ exclaman los dos, asiento varias veces. ─ Si es la mejor
noticia de mi vida.
─De verdad estoy feliz por ustedes. ─ dice Iam con un deje de tristeza, se merecen ser felices, Paula
te ama y tú a ella, no habrá mejor mujer que ella. ─ Leonardo mira serio a Iam por su forma de hablar
de Paula por el hecho de que tenga algo con Lidia.
─Lo sé Iam, por eso la amo demasiado porque se la clase de mujer que es y todo lo que ha sufrido y
la admiro demasiado por eso.
─Eso sí, es una mujer luchadora. ─contesta Leonardo. ─¿Oye y esa amiga suya que era la novia de
Santiago? ─Pregunta Leo bebiendo de su copa, lo miramos levantando la ceja.
─ ¿Isabela? ¿Que con ella? ─contesto, y él se encoje de hombros. ─ Nada solo que Santiago, es un
imbécil, me entere que le fue infiel con una mujer que ni le llega a los talones.
Iam y yo sonreímos, creo que a Leo le gusta Isa. ─ ¿Y a que viene ese interés? ─ Pregunta Iam
sonriendo de lado.
─Es muy hermosa y sexi, quien quita y ahora que está soltera pueda intentar conquistarla, lastima yo
no la vi primero que el idiota de Santiago. ─mueve sus cejas llevando su copa hasta los labios
encogiéndose de hombros. ─ soltamos una carcajada.

147 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
─ Viejo ahora tienes el camino libre, tengo entendido que la rubia es una fiera y que no perdona una,
yo que tu mejor me cuidaba las bolas y no la hagas enojar.
Reímos los tres, hace mucho no nos reuníamos a beber en un bar. ─ Creo que aquella morena no
te saca el ojo de encima. ─ me giro a mirar y la verdad se ve hermosa, me giro y me encojo de hombros.
─ Lo siento ya tengo dueña no la cambio por nadie.
─Yo tampoco la cambiaria. ─ contesta Iam, y lo fulmino con la mirada, ─Ya ya es una broma, no
exageres dice levantando la mano.
Miro la hora y veo que ya es hora de ir a buscar a mi mujer que pronto será mi esposa.
─ Bueno yo los dejo. ─ ¿viejo dónde vas? ─pregunta Leonardo.
─Debo ir a buscar a Paula, lo siento, véanse ustedes que no tienen nadie con quien dormir de noche.
Sueltan una carcajada…─Tengo muchas Dante. ─ contesta Leo, y dentro de poco, tendré a una rubia
sexi gritando en mi cama. ─contesta burlón.
─Suerte con eso viejo, luego no te enamores. ─suelta tremenda carcajada. ─ ¿Enamorarme yo?
Debes estar demente, solo la voy a follar duro para que sepa que es una verga de verdad. ─ Niego
riendo, eso también decía y, y ahora estoy más que jodido por una mujer.
Los dejo ahí y salgo del bar. ─ Jorge a la universidad vamos a buscar a Paula. ─hablo nada más al
subir al auto. ─ Sí señor. ─contesta.
Llegamos y esperamos un rato, hasta que la veo salir, mi corazón se acelera, nunca dejara de pasarme
eso cuando la veo, y está hermosa, lleva un vestido holgadito en color azul, se ve demasiado hermosa
con su pancita ¡Dios! Estoy muy enamorado de esa mujer.
─Hola guapo. ─saluda coqueta dejando un suave beso en los labios.
─Mmm hola mi amor. ─ la sujeto de la cintura pegándola más a mí. ─ ¿Me extrañaste mi amor?
─Muchísimo Dante, mucho mucho ¿y tú?
─Cada segundo que pasa mi amor, te extraño y te amo más.
─ ¡Dante! ─ me golpea suave el pecho. ─No seas tan lindo. ─suelto una carcajada.
─Anda llévame a cenar que me muero de hambre. ─Claro mi amor, alimentemos a la reina y al
princesa.
Capitulo 48. Muy agradecida
Esta por ser mi cumpleaños, es la semana que viene y no lo sé por primera vez desde que mi mama
murió, estaré feliz en ese día, de nuevo tengo un sentido para seguir viviendo.
Tendré una hermosa hija que ya Dante desde que se enteró de mi embarazo le puso el nombre de
valentina, es un bonito nombre también me gusta, solo espero que no sea uno de los nombres de su
ex amante por que le corto en pedacitos.
Estoy con Katy en el hospital, la semana pasada se practicó todos sus estudios, estamos esperando
a consultar con su doctor para saber cómo salieron los resultados.
—Pueden pasar señorita— habla la secretaria sacándome de mi ensoñación, asiento y pasamos. —
Vamos princesa. — Katy me agarra de la mano y entramos junto al doctor.
—Hola Paula. — se levanta y me da besos en la mejilla, lo saludo también, que gusto verte, me sonríe
y me mira, sé que le gusto pero trato de hacer como si no me doy cuenta de nada, es mejor así, estoy
demasiado enamorada de Dante.
—Hola Katy— la saluda, Katy está muy nerviosa.
—Hola Doctor. —saluda apenas en un susurro.
—Bueno tomen asiento, vamos a ver sus resultados.
El doctor toma los resultados de los análisis y empieza a mirar uno a uno, mientras nosotras
permanecemos en silencio esperando.
—Bueno bueno Paula, Katy tengo excelentes noticias. — las dos sonreímos, agarro a Katy de la manito
y aprieto un poco dándole a entender que estoy con ella y siempre estaré para toda la vida.
—Díganos doctor. —pido.
— Bien creo que su enfermedad ha retrocedido bastante Paula, no solo ha frenado sino que ha
retrocedido.
—Eso es una excelente noticia doctor. — Así es hermosa. — me sonrojo por su apelativo, carraspeo.
— ¿Y ahora qué sigue?
—Bien disminuiremos la dosis de los medicamentos Paula por un mes y de acuerdo al avance
volveremos a repetir los estudios.
—Excelente doctor muchísimas gracias, sin ti esto no iba a ser posible.
—Gracias a ti Paula, esto es posible por cuidar tanto de Katy, y también tú Paula que eres muy fuerte.
Salimos del consultorio felices. — Vamos te llevaré a casa para irme al trabajo.
Le doy un beso en la cabeza y le pedí a Christofer que nos llevara, él es mi chofer y mi guardaespaldas,
va donde voy, es exagerado de parte de mi hombre posesivo pero después de todo lo que paso meses
atrás, me siento segura y creo que Dante tiene razón al exagerar las cosas.

148 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
De Marcos no he vuelto a saber, cerro el restaurante que tenía, siento mucho por los chicos que eran
mis compañeros de trabajo cuando trabajaba en el restaurante.
Isa, desde que Marcos me ataco no volvió al restaurante, Isa está sin trabajo y se está volviendo loca,
así que pienso hablarle a Dante para que le dé un puesto en la empresa de lo que sea, pero quiero
que mi amiga que tanto me ha apoyado pueda salir adelante y ser feliz como lo soy yo.
Ya no volvió con Santiago, y al mes que paso dejo de insistir y lo último que supimos fue que se
fue a New york, y al parecer no volvió.
Isa cree que era lo mejor así, eso la ayudara a olvidarse más rápido de él, sé que ella se enamoró,
hasta pensaba que este par quedarían juntos pero no fue así, y por más que Isa esté siempre sonriente
sé que mi rubia la ha pasado mal, he sido testigo de sus llantos.
Llegamos a casa Katy le doy un beso antes de que baje, ya Katia le está esperando.
—Adiós Paula— se despide con la manito desde la distancia, me despido de ella también.
—A la empresa Cris por favor.
—Muy bien señorita. — pone de nuevo en marcha el auto.
Llego a la empresa, el día pasó volando, con mis compañeros cada día me llevo mejor.
Ana es increíble, Cristofer también es todo un caso serio y Luis si se alejó bastante de mí, solo me
habla temas de trabajo anqué a veces lo pillo mirándome y luego agacha la cabeza.
Sebastián mi jefe se ha portado bien conmigo, a pesar de saber que soy la novia de Dante y de estar
embarazada no desaprovecha la oportunidad de decirme apelativos como hermosa, princesa, niña.
Lo ignoro porque no quiero crear problemas, tampoco le comento nada a Dante, cuando me pregunta
cosas de mi departamento le comento solo de trabajo, pero sé por dónde va su insinuación.
Al llegar la tarde, Dante me manda llamar a su oficina, cuando llego Eva ya me deja pasar ha cambiado
muchas cosas, muchas personas me tienen respeto, y "algunas" me miran con desprecio, con envidia
diría yo.
Toco la puerta una vez y escucho un pase con esa voz ronca que me excita al instante.
—Hola— digo al asomar mi cabeza.
—Mi amor. — empuja su silla atrás y me palmea la pierna para que me siente en su regazo.
Me siento en sus piernas, rodeo mis brazos a su cuello y nos besamos. — ¡Dios! — que delicia son
sus labios.
Nos separamos a duras penas.
— ¿Mi amor, que tal les fue hoy? ¿Qué ha dicho el doctor con respecto a la salud de mi princesa? —.
Sí así es Dante adora a Katy, la quiere como a su hija.
—Muy buenas noticias amor, ha dicho que su enfermedad se detuvo y está retrocediendo.
Me besa la frente feliz. —Eso es excelente mi amor.
—Si amor es la mejor noticia que me pudieron dar.
—Estoy feliz amor. —me acaricia el vientre. — ¿Y mi beba revoltosa como está?
—¡Ay! Dante, le gusta bailar al parecer, no se queda quieta.
Suelta una carcajada, y yo la miro embobada Dios es tan hermoso.
No aguanto uno mis labios a los de el, mordiéndole el labio inferior.
Dante gruñe. —Amor no hagas eso, sabes cómo eso me provoca. Deslizo mis manos por su pecho.
Dante me mira fijo, pego mí frente a la suya y nos quedamos un momento así.
No necesitamos hablar, con la mirada decimos tantas cosas. Dante me agarra de la nuca y me besa,
me besa como si quisiera consumirle el alma.
—Te amo Paula, más de lo que te imaginas.
—Y yo a ti Dante, te amo.
—Dante amor, quiero pedirte algo.
—Lo que quieras mi cielo, pídeme lo que quieras. —Mmm, que rico escuchar eso, basta Paula estas
yéndote por otro camino. — No quiero abusar de ti pero. — Dante levanta las cejas divertido, lo golpeo
en su pecho Dante, sonríe. — No, no abusar así de ti, así quiero abusar todo el tiempo, Dante me
besa. —Basta amor necesito hablar.
El ríe. — Ya ya amor habla perdón.
—Quisiera pedirte un puesto aquí en la empresa para Isa, junto mis manos y le hago un pucherito como
niñita, moviendo mis pestañas repetidas veces.
Dante suelta una carcajada. — ¿Y es solo eso?
—Si Dante, Isa la está pasando mal no quiere decirme por ser tan necia pero no le está yendo bien,
quisiera ayudarla sabes...
Dante levanta las cejas. — Y creo que tengo el lugar perfecto para ella. — sonríe con esa sonrisa
pícara, como si estuviera planeando algo.
— ¿Qué planeas Dante?

149 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Ya lo verás mi princesa, ya lo verás.
—Ay amor gracias gracias lo beso por todo el rostro y lentamente me deslizo hacia abajo, hasta quedar
de rodillas entre sus piernas.
— ¡Paula! — gruñe bajito. — Eso merece un premio amor— voy desprendiendo su pantalón.
— ¡Paula! — solo dice mi nombre y me acaricia el pelo. — Quiero agradecerte por eso.
Y me meto su polla en la boca, Mmm me encanta.
—¡¡Paula eres mi puta adicción...!!
Siguiente parte
Capitulo 49. Final
Hoy es el cumpleaños de Paula, con ayuda de mi madre, Carolina, Isa y Katy le organizamos una
fiesta sorpresa en la casa, en el jardín específicamente; pero este día es más que especial, le pediré
matrimonio.
Ella ni se imagina y yo estoy demasiado nervioso, a la mañana salimos juntos para ir a la empresa,
al llegar ahí cada uno por su lado. Solo le he dicho ¡feliz cumpleaños amor! Y nada más, sentí un deje
de tristeza en su mirada. Solo dijo un “Gracias”; quise reír porque ella piensa que no le doy importancia,
lo que no se imagina ella es que este día lo vengo planeando hace más de una semana.
La idea fue de Carolina, le comente que hoy era su cumpleaños entonces ella dijo que era el
momento perfecto para hacerlo.
Yo al dejarla en la empresa y revisar algunas cosas volví a la casa para organizar todo, solo estarán
toda la familia y amigos incluidos mi hermano Gian que cuando le comente me dijo que este día no se
lo podía perder, y ha llegado hace un hora con Cloe.
También pedí a Isa que me ayudara, y sobre les cuento que cuando mi nena me pidió un puesto para
su amiga le dije que sí y a que no adivinan ¿donde la puse?
Bueno les cuento, es la asistente personal de Leonardo, quedo sin asistente y Eva le organizaba su
agenda también, como estaba bien así no busco más asistente.
Y cuando se lo comente casi se infarto el pobre, se negó completamente alegando de que ella que
sabría de eso, al parecer le tiene miedo a la fiera.
Pero la rubia tiene carácter, es una fierecilla, palabras textuales de Leo, pero se que le gusta más de
la cuenta, estos dos tendrán tela que cortar para rato.
En fin como no sabíamos que hacer para que Paula vaya directo a la casa hoy al salir de la empresa,
Katia le llamara para que llegue rápido a la casa, que sucedió algo urgente.
Espero no asustarla ni nada, Christhofer la traerá ya que no trajo auto.
Estamos todos reunidos, mi madre, mi padre mi hermana y hermano con Cloe, Leonardo, Iam, Katy,
Katia, Isa, la señora Sara era un momento muy íntimo y estaba demasiado nervioso esperando a mi
mujer, mi tortura y el amor de mi vida.
Paula
Estoy muy triste, nadie se ha acordado de mi cumpleaños, Dante apenas y me dijo Feliz cumpleaños
con un beso en la boca y nada más, Isa que es mi mejor amiga siempre se ha acordado de mi
cumpleaños ni siquiera me ha enviado un mensaje saludándome, Katy seguía dormida cuando salí de
casa solo por eso, sé que mi princesa es la única que siempre se acuerda de mi cumpleaños.
Pero pensé que sería el día más feliz de mi vida pero la verdad no, en todo el día no vi a Dante, solo
unas palabras y nada más, solo aquí mis compañeros me pusieron globos en la oficina y me dieron un
pequeño detalle, aunque sea eso.
Estoy saliendo de la oficina cuando me entra una llamada, es Katia, ya empiezo a preocuparme por si
le paso algo a Katy.
—Ho Hola. —contesto con las manos temblorosas.
—Paula, ¿ya estás por venir? —Sí, ¿qué ocurre Katia? ¿Sucedió algo con Katy, Ella está bien? —la
ataque con preguntas.
—Si Paula ella está perfectamente pero necesito que vengas urgente a la casa por favor.
— ¿Dime Katia que sucede? —pido nuevamente desesperada.
—No puedo decirte por teléfono debes venir.
—Ok voy para allá. —cuelgo rápidamente bajando rápidamente en el ascensor.
Al bajar al estacionamiento, esperaba ver a Dante, pero no fue así, de nuevo estoy decepcionada.
—Señorita, la llevaré a casa. —es Christofer.
Asiento. —Si está bien, llévame rápido.
— ¿No sabes del señor Cris? —pregunto al subir.
Cris me mira por el retrovisor fijamente.
—No señorita, no he sabido nada de él.
Me recuesto en el asiento y suspiro, solo quiero llegar a casa para saber que ocurrió.
Llego quince minutos después pero no hay nadie, que raro, entro a la casa y nada.

150 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Hola. —hablo pero nadie contesta. Escucho ruidos en el jardín voy hacia ahí.
Cuando llego, oh por Dios, me llevo la mano a la boca, ¡¡Dios Mío!! Esto es hermoso.
—¡¡Sorpresa!! —gritan y vaya están todos aquí…
Y al decir todos es todos, primerita es Katy quien corre a mí y me entrega un presente
—¡¡Feliz cumpleaños Hermana, Te quiero!!
Yo sonrío como tonta. —Wow pensé que se habían olvidado de mi cumpleaños— les digo.
Todos ríen y se acercan a saludarme uno por uno, todos deseándome feliz cumpleaños y
entregándome un presente.
—Todo está hermoso Gracias a todos en verdad. —Y es verdad está hermoso, lleno de rosas blancas
y rojas con globos de corazones y velas.
Pero no veo a Dante... — ¿Y Dante no saben que pasó de él? —pregunto angustiada.
Todos se miran entre sí sin decir nada. —¿Qué ocurre, donde esta Dante? Ya pregunto desesperada,
por si algo ocurrió.
Y todos miran atrás, cuando escucho que alguien canta detrás de mí.
Me giro lentamente y está ahí, lo veo con un traje negro impecable con una camisa blanca, con un
ramo de rosas rojas en sus manos y una sonrisa de oreja a oreja.
Con dos personas cantando detrás y es esa canción que una vez me había hecho escuchar por
teléfono lo recuerdo muy bien.
Tú eres la vela, el amor es la llama,
un fuego que arde entre el viento y la lluvia,
haz brillar tu luz en este corazón mío,
hasta el fin de los tiempos.
Viniste a mí como el amanecer a través de la noche,
brillando como el sol,
salida de mis sueños, entrando en mi vida,
tú eres la única a la que quiero, tú eres la única.
Dije que te quería, pero mentí,
porque esto que siento por dentro es más que amor.
Dije que te quería, pero estaba equivocado,
porque el amor nunca jamás puedes ser así de fuerte,
dije que te quería, pero mentí.
Con toda mi alma, lo he intentado en vano,
cómo pueden meras palabras explicar mi corazón,
este sabor a paraíso, tan profundo y tan cierto,
que he encontrado en ti.
Tanta razones, de tantas formas,
mi vida acaba de empezar,
te necesito para siempre, y necesito que te quedes,
tú eres la única a la que quiero, tú eres la única.
Dije que te quería, pero mentí,
porque esto que siento por dentro es más que amor.
Dije que te quería, pero estaba equivocado,
porque el amor nunca jamás puedes ser así de fuerte,
dije que te quería, pero mentí.
—Paula, feliz cumpleaños amor— lagrimas ruedan por mi mejilla sin poder contener, todo esto es
hermoso, se acerca a mi lentamente me entrega el ramo en mis manos, pensé que me besaría pero
no, y hace algo que jamás imagine en mi vida, se pone de rodillas en una pierna abriendo una cajita
frente a mí con un precioso anillo de diamante.
—Mi amor, mi vida, mi niña, eres todo lo que una vez soñé en mi vida, eres esa razón que me permite
seguir cada día, te amo con todos tus defectos y virtudes, te amo cada día más por esa y por muchas
razones quisiera que fueses mía hoy y siempre.
— ¿Paula Ricci aceptas ser mi esposa para toda la vida?
Juro que es lo más hermoso que me paso en la vida, no puedo contener las lágrimas y ver a Dante
ahí de rodillas es todo lo que quiero en mi vida.
Muevo mi cabeza repetidas veces, cubriendo mi boca con las manos. —Si amor, acepto una y mil
veces.
Dante saca el anillo y me coloca en el dedo, y yo me tiro en sus brazos, todos ríen por eso.
Y nos besamos sin importarnos nada, como si solo fuéramos él y yo.
—Te amo Paula, demasiado.
—Y yo a ti Dante.

151 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
— ¿Me concedes este baile mi Reina?
—Claro que si mi rey, esta y muchísimas más, bailaría contigo gasta el final de mis días.
—Y bailaremos juntos entonces, porque jamás te soltare mi amor.
—Siempre serás Mi adicción…
FIN
EPILOGO
Dante
—Tranquilo señor venga con nosotros, llevan a mi mujer a la sala para que nazca mi princesa, a mí me
hacen ponerme la bata y entro con Paula a la sala tiemblo de nervios, siento que puedo desmayarme
en cualquier momento. Dante deja de ser un cobarde, me reprendo mentalmente ya que Paula es la
que se lleva la peor parte en esto.
—Mi amor aquí estoy, Dante no me sueltes. Pide entre sollozos, se lo doloroso que se ha de sentir, no
quiero ni imaginarlo, las mujeres son tan valientes al traer al mundo a hijos de puta como nosotros que
lo único que hacemos es burlarnos de ellas.
De pronto siento morir pero literal, Paula me aprieta tan fuerte de la mano que siento me romperá un
hueso. ¡Mierda! ¿Quiere vengarse no es así? Por todo lo que le hice alguna vez en su vida.
—Bien señora tendrá que pujar todo lo que puedas. Exclama el doctor.
—Puja mi amor... Pido pero me vuelvo nada al ver su rostro totalmente sonrojado, sudando y
apretando muy fuerte los dientes, las manos ya no las siento en verdad...Dios verla así me rompe el
corazón.
De pronto escucho el llanto de mi hija, y siento morir poco a poco cuando la veo Por Dios es la cosa
más hermosa que vi en mi vida, toda empalagosa y moradita pero preciosa.
—Ya nació la hermosa niña. Habla el doctor sonriendo. Paula por fin comienza a regular su respiración.
La enfermera nos acerca, y es una cosita divina Paula llora de la emoción y yo no puedo evitar las
lágrimas también, beso una y otra vez su frente.
—Te amo, te amo.
—La bañaré y ya te la traigo enseguida— dice la enfermera y Paula no quiero separarse de su hija.
Me piden que salga un rato para poder llevar a mi mujer a su sala mientras esperamos a mi Valentina.
Cuando por fin nos la traen de vuelta, mis ojos se iluminan, la cargo primeramente, está dormidita.
—Hola mi beba, mi pedacito de cielo, sabes cuánto te esperamos mami y yo. Le susurró, si alguien
me viera unos meses atrás no creerían.
—No tienes idea cuanto papá te ama corazón.
—Dámela Dante, me pide Paula se la doy y le agarra su manita, comienza a dejar besos en su cabecita,
en su frente, en sus manitas. La felicidad no cabe en mi pecho, soy el hombre más jodidamente
afortunado del mundo al tener a dos mujeres maravillosas a mi lado.
—Hola mi amor, te espere tanto amor, te adoro tanto… la miro embobado no puedo pedir nada más, lo
tengo todo a mi mujer y a mi hija…
Y por su puesto toda la familia tenía que estar presente, han venido todos, mi familia y amigos, fue la
niña más esperada y será la más amada de todas.
6 meses después
Les relato todo lo que ocurrió en 6 meses, nos casamos después de un mes que mi princesa nació,
Dante se ha vuelto loco desde que Valentina nació, hasta ya planea como asesinar a los futuros novios
de su hija, si así es señores, no solo sigue siendo un maldito posesivo conmigo, no, también ya lo es
con su hija.
La boda fue algo realmente emotiva, fue algo muy íntimo, fue hermoso todo lo que un día soñé en mi
vida. Acompañada de mi hermana Kathy y de mis amigos.
Ojalá mi mamá estuviera aquí conmigo, pero sé que me cuida desde el cielo, se que estará muy
orgullosa de mí.
Katy esta maravillosamente bien, ya casi no consume medicamentos, y si sigue así de bien en 6 meses
más le darán el alta, estoy más que feliz.
He vuelto a la empresa a trabajar, es maravilloso cada día me siento mejor estando ahí, cada día
avanzo y aprendo más, he retomado la universidad también.
Valentina tiene su niñera, pero no sé para que lo necesita si mi suegra esta todo el día en la casa, no
se despega de ella jamás, nunca, dice que nadie cuidara mejor a su nieta que ella, y ni que decir de
mi suegro jamás pensé que el señor Antonio seria así con los niños, adora a su nieta.
Katy consiente demasiado a Valentina también, en fin todo el mundo está loco por ella.
A los cinco meses bautizamos a Valentina, los padrinos fueron Isa y Fabrizzio el amigo de Dante; y
contándole un poquitito sobre Isa y Leonardo, creo hay algo entre ellos aunque Isa no quiera admitirlo
todavía sé que ya paso algo y Leonardo está más que prendido por ella. Espero que estos dos se

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ERES MI ADICCION LEYVA
queden juntos definitivamente hacen bonita pareja, cuando se miran se siente el amor y la tensión
entre ellos, solo que como Dante me había comentado, Leonardo es un gran idiota y espero que no
lastime a mi amiga.
Iam es un caso aparte sigue solo, siempre va a la casa a ver a Valentina, a veces Dante siente celos,
ya nunca va a cambiar, solo deseo que Iam encuentre una buena mujer, porque con la hermana de
Leonardo no pasó nada al final.
Salgo del baño con una bata de seda, debajo completamente desnuda, Dante se ha quedado dormido,
creo que tarde mucho en el baño.
Me acerco lentamente a él y lo veo solo en bóxer, semidesnudo, me muerdo el labio, mi esposo es tan
divino, nunca me cansaría de él.
Me subo a horcajadas sobre el bajando su bóxer y su miembro ya se puso duro aun estando dormido.
Me abro la bata, y me meto su polla toda adentro de mi vagina, aaahhh gimo y Dante despierta.
—¿Mi amor que haces? me agarra de la cadera y me mira con deseo.
—¿Te gusta? Pregunto jadeando, al borde de la locura.
—Me encanta nena.
—¿Quieres que pare?
—¡¡Noo sigue no pares!
Sonrío— No pienso hacerlo amor, esta noche seré toda tuya.
—Mi amor, Eres mi adicción.
—Hazme el amor Dante, como solo tú sabes hacer por favor.
—A sus órdenes mi reina, hagamos más bebes , intento reír pero solo me sale un mueca por lo excitada
que estoy, ¡Dios! Este hombre me vuelve loca, cabalgo sobre él como una completa amazonas.
Esto es felicidad, estar el alado del hombre que amo, con una hermosa familia. ¿Se puede pedir más?
No lo creo.
La boda.
Paula.
Estamos en un club privado, la loca de Isa me organizó mi despedida de solteras con mis compañeras
de trabajo que también se prestan para estas cosas.
Hace un mes que nació mi Valentina, y es la primera vez que la dejo sola una noche.
—Relájate amiga disfruta que ésta es tu noche. Isabela mueve amabas cejas repetidas veces, yo ruedo
los ojos, observo mi celular por si haya tenido una llamada de Dante pero nada, tengo una pequeña
punzada de celos, ya que hoy también es su despedida de solteros y saldrían con los muchachos, y
conociendolos de seguro están en un club de putas.
—Deja de pensar en papacito D Luca y diviertete ¿Bien? — Isa me quita, no, me arranca el teléfono, lo
apaga y lo guarda en su bolso.
—¡Isa! No hagas eso, mi suegra podría llamarme si sucede algo con Valentina.
—No pasará nada Paula, tranquilizate, Valentina está con sus abuelos, mejor cuidada imposible.
De pronto las chicas empiezan a gritar cuando salen dos hombres encuerados. ¡Madre del cielo! Abro
los ojos muy muy grandes al ver a estos dos chocolatito a en barra meneando su cadera de un lado a
otro con un moñito en el cuello y apenas una ¿Tanga? O que demonios tienen puesto.
Isabela comienza a gritar como loca y aplaudir.
Ana mi amiga y compañera de trabajo se pone de pie para acariciar a uno de ellos y el hombre la toca
de todas las formas posibles, ella salta por su cintura y yo echo una tremenda carcajada.
Isabela se une al show con otra más amiga de la empresa, tocándole al hombre que las recibe
gustosas.
Yo muerta de vergüenza bebo de mi tequila porque ver a estos hombres encuerados me dio mucho
calor.
Por Dios si nunca he visto otro cuerpo que no sea el de Dante y no quisiera ni imaginar si se llegase a
enterar de lo que estoy haciendo.
Mi amiga también es una loca, sabiendo como el Leonardo de posesivo.
—¡Anda Paula ven!— Grita Isabela, yo solo me cubro el rostro negando. De pronto siento la presencia
de alguien y es uno de los encuerados, pegándome su enorme arsenal en mi rostro, me echó hacia
atrás y el comienza a menear en mi rostro, comienzo a hiperventilar.
Solo se escucha el griterío de las chicas, el hombre levanta una de sus piernas en el sofá donde estoy
sentada meneandome su pelvis.
De pronto me jala del brazo poniendome de pie.
Comienza a pegarse a mi espalda, tocándome la cintura, espujo su mano cuando quiere tocarme más,
no dejaré que nadie me toque, nadie que no sea Dante. El alcohol hace efecto en mi sistema, siento
mis piernas acaloradas, mi rostro también, es efecto del tequila.
Ana me ofrece otro vaso de tequila y lo bebo de un sorbo, siento quemarme la garganta, ¡Por Dios!

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ERES MI ADICCION LEYVA
El sujeto me volteo de la cintura e intento besarme.
—Oiga que le pasa, suelteme.— Le grito empujándolo, sus fuertes músculos hacen que no lo mueva ni
medio centímetro, cuando de pronto sucede todo tan rápido, mi futuro esposo golpeando al hombre
en el suelo, volteo mi rostro al ver a Leonardo quien sujetaba a Isa del brazo para sacarla del club,
mientras que Iam, Fabrizio el amigo de Dante y mi cuñado Giancarlo reían como locos alentando a
Dante para que lo siga golpeando.
Todo me da vueltas de un momento a otro, tanto griterío y el alcohol no me dejan ver ni pensar con
claridad, es Iam quien sujeta a Dante para que deje de golpar al hombre, observo el rostro de mi
prometido y padre de mi hija, sus ojos son dos esferas de fuego.
—oh, oh.— Retrocedo y a pasos gigantes llega junto a mí.
Levanto mi dedo para hablar... —En mi defensa, yo no sabía nada de esto.— Hablo enredando mi
lengua.
Dante gruñe y me levanta de la pierna para ponerme sobre su hombro y en un rápido movimiento me
saca del club. Propinándome una fuerte nalgada.
—¡Dante! —Exclamó. —Bájame voy a vomitarte encima. Y no miento, todo me da vueltas.
Me baja pegándome al auto aprisionándome con sus fuertes brazos, colocándola a los lados de mi
rostro, su altura me intimida.
—Estoy molesto Paula, muy molesto. —Yo suelto una risita llevando ambas manos a su pecho para
acariciar encima de su camisa.
—Soy una niña mala.— Hago un puchero con mis labios jugueteando con los botones de su camisa.
Fija sus ojos en mis labios, repasándome con la mirada... —Sé que tú no lo planteaste Paula, tienes
unas amigas desquiciadas, pero ¡Mierda! Ese tipo en pelotas con la verga parada te quería follar.
—Ay señor gruñón no es cieeerrtooo. Estás exagerando.
—Nena, por favor, me volví loco al verte así con él,.—se frota el rostro y yo solo observo sus
movimientos tan sexys, es un hombre sumamente atractivo, y es completamente mío.
—Eres mi mujer Paula, mía, y en dos días serás mi esposa para toda la vida.
Me coloco de puntitas dejando un piquito en sus labios, lamiendolo luego, me sujeta muy fuerte de la
cintura pegándose más a mí, es decir pegando su dura arma letal a mi vientre.
—No necesitas que ningún hombre más te toque, ni te refriegue la verga, para eso estoy yo, tu hombre.
—Lo sé. —Contesto acariciando por encima de su pantalón. Me he vuelto tan descarada últimamente.
Y lo provoco cada día, ya que no hemos podido tener relaciones, ya que hace poco nació Valentina y
además quiero que nuestra luna de miel sea especial, lo tengo al pobre en abstinencia, aunque yo
también me muero porque me tome como solo él lo sabe hacer. Ya no soporto tenerlo cerca, verlo
todos los días con el miembro duro y erecto, con el cuerpo desnudo o semi desnudo, con el pantalón
ajustado y sin camisa, no sé si quién sufre más, ¿Si él o yo?
Aún con la ropa puesta me vuelve loca, su cuerpo es una verdadera obra de arte. Cada día entrena
en el gimnasio, creo que es para descargarse el no poder tenerme, y mis hormonas cada día están
más alborotadas, pero como no estarlo con semejante hombre, Dante es el sueño húmedo de cualquier
mujer.
—¡Paula!— Susurra rozando sus labios a los míos.
—¿Me seguirás torturando nena?
—Falta poco. —Comento rozando también sus labios.
—¿Y si hacemos una previa, o mejor aún hagamos la luna de miel antes de la boda?
Suelto una carcajada al escucharlo. Acaricio sus labios con mi dedo índice.
—Nuestra noche de bodas será como si nunca hemos tenido sexo. — Hablo coqueta, descarada.
—En nuestra noche de bodas te partiré en dos. Contesta sonriendo de lado, me hace tragar grueso,
¿No hablará en serio o si?
—No me podré contener contigo Paula, más de un mes sin tocarte, sin estar dentro de ti, sin joderte,
no sabes como estoy. No sabes lo que me está doliendo.
Me muerdo el labio, y avasalla mi boca como un hambriento, no me deja respirar, me consume como
si mis labios fueran su fuente de vida.
Me hace gemir, y jadear, cuando escuchamos un carraspeo detrás. Dante gruñe despegandonos a
duras penas.
Voltea y vemos a los tres parados ahí, Leonardo creo ya se llevó a Isa, umm el castigo que le espera
a esa pequeña rubia. Peor que mi señor gruñón.
—Consiganse un hotel.— Comenta Fabrizio sonriendo y llevando un cigarro a sus labios. Oh por Dios
es tan sexy ese hombre.
—Sabes Paula que aquí tu amorcito no aceptó el baile de una sensual mujer. —Bromea Fabrizio
mientras que Giancarlo ríe, achico mis ojos mirándolo.

154 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Ustedes no dejaron que yo termine mi baile con el estreper ese, me la deben muñecotes. —Contesto
mientras abro la puerta del auto.
Dante gruñe en respuesta. —Sube al auto ahora nena.— Exige y suelto una risita adentrándome.
Veo como mi hermoso hombre se acerca a sus amigos y hermano, cruzan palabra para finalmente
despedirse. Suspiro al verlos a todos. ¡Dios! No sé si es el alcohol en mi sistema, las ganas inmensas
de saltar sobre la verga de Dante o es que estos hombres de verdad son unos Dioses del Egipto. Están
para chuparse los dedos.
Dante
—¡Dante! Viejo cambia esa cara, pareciera que estás en un velorio. —Es Fabrizio quien bromea,
estamos en un club nos reunimos con los muchachos ya que las chicas le harían su despedida de
soltera a Paula y pues Leonardo e Iam me organizaron uno.
Es un club de putas, definitivamente, no quería venir pero no podía decirles que no. Observo mi
teléfono pero Paula no me ha enviado ni un solo mensaje.
Gruño molesto guardando mi teléfono en el bolsillo del pantalón, mientras bebo de mi whisky.
—De seguro las chicas están pasándola bien con tipos encuerados bailando, bromea Giancarlo
llevando una copa a sus labios, observando a Fabrizio.
Leonardo tampoco está muy contento, ya que la rubia bomba fue la que organizó la despedida y
conociéndola de seguro que si hay hombres encuerados.
Una mujer llega hasta nosotros, semi desnuda.
—¿Quién es el que se casa? —Pregunta coqueta y todos me señalan con el dedo.
Se acerca a mi colocándose entre mis piernas y comienza a bailar sensual, quitándose el sujetador.
—¡No! Basta. —Hablo, pero ella no hace caso.
—¡Anda Dante! Disfrútalo.— grita Iam, y todos rien, yo la verdad no quiero esto. No quiero a otra mujer
que no sea Paula entre mis piernas.
Comienza a hincarse entre mis piernas.
—¿Que piensas hacer?— Pregunto viendo lo que hace. No habla solo muerde sus labios intentando
desabrochar mi pantalón.
—Ah no muñeca, Este paquete es solo de mi mujer. Contesto levantándola de la mano.—Aquí tienes a
cuatro hombres más quienes te pueden dar lo que quieres.
—No, yo no, yo no... —Todos dijeron lo mismo y suelto una carcajada. Aquí el único soltero es Iam.
—¿Ahora no son tan machos verdad? —Soy yo quien bromea y ríe ahora al ver la cara de los tres.
Iam solo ríe a carcajadas, pero no acepta la mamada tampoco.
—Tal vez en privado y otro día muñeca. —Comenta él, l guiñandole un ojo. La mujer solo sonríe y se
retira, exclamando un "que se diviertan".
—¿Leonardo tu sabes dónde sería la despedida de Paula?— Pregunto ya inquieto, ansioso y nervioso
por saber de esa mujercita, ya no quiero seguir aquí, quiero ver qué tanto hacen.
Leonardo sonríe y asiente. —Vamos, que también quiero ver lo que hace la loca esa. —Comenta y se
que se refiere a Isa. Le palmeo la espalda.
—¿Donde van?— Pregunta Fabrizio.
—A buscar a nuestras mujeres.— Contesta Leonardo.
—Ah pues vamos con ustedes, queremos ver cómo sus mujeres manosean hombres encuerados. —
Bromea Fabrizio y al final todos salimos del club.
Llegamos en cuestión de unos minutos al dichoso lugar. El guardia intentó atajarnos diciendo que es
una fiesta privada pero con dinero todo se resuelve.
Entramos y había un tremendo alboroto proveniente de un lugar. Me acerco con el ceño fruncido y
veo a Paula siendo manoseada por un tipo desnudo y luego ella intenta apartarlo. Me hierve la sangre
al ver eso y me abalanzo sobre el sujeto, el también se defiende pero soy más rápido y lo golpeo.
Escucho cómo los muchachos me alientan a seguir golpeándolo, hasta que Iam me detiene dejándolo
tirado ahí para acercarme a esa mujer que me vuelve loco y de todas las formas posibles, ella solo
abre grandes los ojos retrocediendo, mientras yo en un dos por tres ya estoy frente a ella mirándole
fijamente.
Te voy a castigar nena, oh sí.
**
Hoy es mi boda, hoy me caso, ¡Mierda! Estoy nervioso, ansioso. Exhalo el aire retenido, vuelvo a
inspirar, me estoy volviendo loco.
—Hola mi amor, cómo estás. —Es mi madre quien entra con una agradable sonrisa en la habitación
donde me estoy vistiendo. Se acerca para arreglar mi corbata.
—¿Así te sentías el día de tu boda mamá?— Ella sonríe mientras me arregla la corbata y yo solo la
miro, mi primer amor.

155 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—Con decirte que un día antes lloré todo un día de los nervios amor. Estaba tan nerviosa de casarme,
hasta tuve pesadillas. —Sonrío. — Pero todo saldrá bien cariño, Paula está en la otra habitación, peor
que tú, está ansiosa, nerviosa.
—Y de seguro bellísima.— Termino diciendo, mi madre asiente. —Es la mujer más bella que conocí
amor, es perfecta para ti, y tú perfecto para ella.— Te mereces eso y más mi amor.
Sujeto sus manos y dejó dos besos en ellos.
—Gracias mamá por tanto, te quiero, tu y papá son los mejores padres.
—Haa, cariño me harás llorar, mi mamá abre los brazos para envolverme en un abrazo.
—¿Y mi princesa?— Pregunto por Valentina.
—Está durmiendo tranquilita, se está portando de maravillas. — Asiento. —Bien amor ya es hora ¿sí?
Debes bajar para que Paula baje luego.— Asiento.
Mi madre deja un beso en mi mejilla y me deja solo nuevamente, me observo una vez más en el espejo,
no puedo creer, estoy emocionado en verdad, es algo que deseo desde que supe que estaba
enamorado de Paula, ella es la única mujer a quien amo en verdad.
Y la deseo como no tiene idea. Hace más de un mes que no la toco, no recorro su cuerpo con mi boca,
primero porque mi princesa nació hace poco y segundo porque ella me lo pidió, disque para que
nuestra primera noche juntos sea especial.
Lo que no sabe es que para mí cada noche es especial, y que me está matando ésta abstinencia, debo
descargar todo esto que siento en el gimnasio todos los días para no masturbarme todos los días cómo
un jodido adolescente.
Pero ésta noche le haré el amor hasta que ya no pueda más, hasta saciar esta necesidad que tengo
por ella.
Suspiro hondo y bajo las escaleras para esperar a mi hermosa mujer al final del camino de flores, en
el altar donde nos juraremos ante Dios, amor eterno.
Todos están aquí, mis amigos, mi familia, mi padre quien me abraza muy fuerte, palmeándome la
espalda para luego colocarse alado de mi madre.
Observo a mi amigo Leonardo parado a mi lado.
—Felicidades viejo, te llegó tu hora.— Bromea, yo sonrío pero es más por nervios que cualquier otra
cosa.
De pronto comienza a sonar esa hermosa canción que es especial para Paula y para mí, la letra de
esa canción expresa todo lo que ella significa para mí, todo lo que siento por ella. En todo lo que se
ha convertido para mí.
Y ahí la veo, y es la puta gloria, es la mujer más perfecta y hermosa. Ella sonríe al verme y yo solo
quiero correr a su encuentro. No puedo evitar derramar unas lágrimas. Aprieto mis ojos con mis dedos,
no me importa que todos vean al gran Dante D Luca llorando por su mujer, por esa maravillosa mujer
que está caminando hacia mí, para unir su vida a la mía.
Llega junto a mí, la tomo de la mano y comienza la ceremonia, no dejo de observarla todo el tiempo.
No escucho nada de lo que dice el padre, solo me limito a observarla, a detallar su rostro, cuando
mueve sus hermosas pestañas y sonríe de vez en cuando.
Termina la ceremonia y la beso, me deleito del sabor de sus hermosos labios.
—Te amo tanto Paula Ricci, ahora sí nada ni nadie nos va a separar, serás mía para toda la eternidad.—
Ella sonríe. Si sonó posesivo, lo sé.
—Y tu mío para toda la vida Dante.
—Solo quiero que termine la boda Paula para llevarte conmigo y hacerte el amor hasta volverte loca.
—Yo muero por estar debajo de ti o encima o en cualquier posición.— confiesa picara.
¡Maldición! Gruño porque mi miembro comienza a sentir pequeñas cosquillas y con mi traje a medida
será muy notorio una erección.
—¿Sabes?— Voltea a mirarme antes de caminar.
—No traigo ropa interior, solo unas medias y ligas blancas.— Confiesa y me quedo de piedra al
imaginarla desnuda debajo del vestido. Muerde su labio coqueta y se retira sonriendo. Maldigo una y
otra vez, solo quiero que acabe esto necesito devorar a mi mujer, a mi esposa. La amo.

FIN
Extra

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ERES MI ADICCION LEYVA
Les recomiendo mis demás libros de la serie “Adicción". Todos mis libros los encontrarán en mi perfil
de Booknet.
Libro 2 "En las Manos del Italiano" la historia de Fabrizzio, el mafioso Italiano.
Libro 3 "Deseo Prohibido" la historia de Iam. ¿Encontrará el amor?
Libro 4 "Renacer en ti" la historia de Kathy ¿Podrá superar su terrible enfermedad y encontrar el amor?
Libro 5 "El placer en tus Manos" la historia de Isa y Leonardo. ¿Podrá Leonardo domar a Isabela?

Capitulo Extra
Luna de miel
Dante
No quisimos despegarnos de Valentina ni un solo día, decidimos llevarla con nosotros a la luna de
miel, porque ahora no somos dos, somos tres, una familia y quiero a mis dos mujeres conmigo todo el
tiempo, tanto Paula cómo yo nos volveriamos locos si no la vieramos por tantos días.
Mi madre insistió en que la dejáramos con ella, pero ambos tuvimos la misma respuesta, un no rotundo.
No pudimos con eso de llevar en brazos a la novia para hacerle el amor, no, a quien traje en brazos y
subí al jet fue a mi princesa Valentina quien ahora duerme en la otra habitación, Paula me ha pedido
un momento y se la di. Sabe Dios para qué.
Para esta ocasión no quise seguridad, no quise que nadie nos acompañe, quiero mi privacidad.
Muevo el vaso de coñac en mi mano, observando la ventanilla, ahora mismo ya es la media noche y
estamos yendo rumbo a Miami donde pasaremos una romántica semana en familia.Desprendo los
botones de mi camisa y enrollo la manga de mi camisa hasta mis codos para darme más comodidad.
De pronto escucho unos pequeños pasos, volteando mi rostro para suspirar hondo y tragar grueso.
Me relamo los labios observandola de pies a cabeza, mi esposa, mi pequeña Paula con un vestido
blanco muy muy corto para mí desgracia. Sonríe traviesa, coqueta, sensual, sabe lo que provoca en
mí, sabe lo que su sola presencia causa en mi cuerpo.
Camina a paso lento hasta posarse frente a mí entre mis largas piernas abiertas dándome así un poco
más de comodidad.
—No es mi vestido de bodas pero lo cambié por algo más...—muerde su dedo coqueta.— más sencillo.
Contesta como si su voz no me causara nada, como si su largo pelo que cae sobre sus nalgas no
fueran mi mayor debilidad, como si sus pechos de un tamaño exquisito no me provocara una tremenda
necesidad de poseerla.Bajo mi vaso a mi costado inclinándome hacia delante, recorro mi mirada desde
sus pies calzados con unos zapatos de tacón alto también en color blanco. —Ya no traes medias.—
reclamo recorriendo mi dedo índice desde sus pies subiendo hasta sus piernas, tiembla, se le eriza la
piel y yo exhalo aire.
Voy subiendo más queriendo saber que me voy a encontrar. —¡Mierda!— gruño al tocar las ligas,
muerdo mi labio inferior muy fuerte. Introduzco aún más mi mano debajo de su diminuto vestido para
seguir mi recorrido hasta llegar a ese infinito de locura y placer.
Y sí me he vuelto loco al sentirla así desnuda sin ropa interior, sin ninguna barrera que me impida
sentirla.
—¡Dante!— gime apretándome el brazo.
—¡Paula! — jadeo al deslizar uno de mis dedos entre sus pliegues. —¡Ah! — vuelve a gemir y estoy
muriendo poco a poco lentamente.
Acerco mi rostro hasta su intimidad aspirando el olor por encima de su vestido. Gruño, tiemblo, aprieto
mis dientes entre sí volviendome loco.
De pronto un ruído llama mi atención obligándome a levantar la cabeza, era la azafata que al parecer
venia a ver si necesitabamos algo, pero al ver la situación se sonrojó, agachó la cabeza y giró sobre
sus talones ingresando nuevamente a la cabina.Solo pedí un piloto, el copiloto y una azafata, nada
más, no quiero gente a mi alrededor, nadie que nos interrumpa.
—¡Dante!— jadeó nuevamente cuando levanté su vestido hasta su cintura dejandola expuesta así,
perfecta. Solo unas ligas cubren su perfecta piel, no hay bragas, no hay nada, solo un hermoso coño,
que incita a pecar.
Acerco nuevamente mi rostro a su intimidad introducciendo mi nariz disfrutando de su olor, el olor de
mi mujer, de mi esposa, de mi amor.
Siento como vibra, todo su cuerpo, su ser vibra por mí, la deseo, la necesito, saco mi lengua llevándola
hasta su sexo, recogiendo un poco el sabor de su excitación.
Sujeta mi cabeza introducciendo sus dedos entre mi cabello, me encanta que lo haga, me fascina,
todo lo que Paula hace me tiene enamorado, no entiendo que es lo que me ha hecho ésta mujer para

157 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
tenerme de esta manera, a sus pies, y en sus manos, tal vez nadie entenderá lo que yo siento por ella,
el amor que le profeso.
Lamo entre sus pliegues, mis labios degustan el dulce sabor de su interior, ella se retuerce cuando
aumento mis lamidas, abre más las piernas dándome acceso a ella. Más de un mes sin saborearla,
esto es lo que causa. —¡Dante me voy a...! Gime y antes de que diga otra palabra más, mordí su
clitoris y la lleve al cielo, me apretó tan fuerte del cabello hasta el punto de dolerme pero la verdad
nada de eso importa, sólo ella, solo Paula. Me bebí todo lo que pude, y me quedé con ganas de más.
—¡Dios!— exclamó y sonreí tomándola de las caderas para sentarla sobre mí. Mi miembro duele,
palpita duro, tieso caliente por ella, por mi hembra.
No deje que hable, no necesito que lo haga, solo necesito de sus besos, la tomé de la nuca apretándola
a mi boca, dándole de beber su dulce néctar. — ¡Me vuelves loco!— susurré en sus labios y me gane
una mordida que le costó una nalgada.
—¡Por favor — lloriqueo moviéndose sobre mi miembro, acaba de tener un orgasmo y ya quiere más.
—Eres insaciable.— bromeo riendo de lado, apretándola muy fuerte de la cadera, guiando su
movimiento de adelante hacia atrás.
—¿Qué quieres mi amor?, pídeme y te lo daré.— contesté intentando jugar como si pudiera
contenerme más. Si supiera que con solo pentrarla me correría.Sujeté su pequeño rostro en una de
mis manos y la obligue a que me mire, sus ojos, esos ojos maravillosos que me hipnotizan se clavan
en los míos, parpadea, tiembla y entre abre los labios para tomar aire.
—Tomame, cógeme, hazme lo que quieras.— contestó y solo acerqué mi rostro al de ella para
morderle el labio inferior.
Con la otra mano fui desprendiendo mi cinturón y la cremallera de mi pantalón, sin soltar su rostro, en
tanto sus pequeñas manos apreasaban mis hombros.
Liberé mi miembro y salto tan duro, que sentía explotaría en cualquier momento.— Mira lo que me
provocas pequeña traviesa, mira lo que te comerás nena.

Cerró sus ojos mordiéndose los labios al sentir como froté mi verga en su delicado y húmedo coño.
—Quiero que poco a poco vayas introduciéndote.— pedí porque sabía que ella no podría contenerse.
Abrió los ojos y fue sentándose sobre mi verga, entendí que quería encajarse de una vez y no se lo
permití, sujetándola de las caderas.
—Lento y sin prisa, disfrútalo Paula, como la primera vez. — Asintió suave, fue bajando poco a poco,
torturandome, retorciendo todo mi cuerpo, y enviando una descarga que aniquilaba todos mis sentidos.
—Por favor, por favor.— suplico queriendo hundirse completamente, aún no se cómo alguien tan
pequeña ante mí tamaño puede aguantar tanto.
Lo hice, la ayude y la encaje por completo.
—¡Ah! Gimió alto.
—¡Ah! Jadee ronco.
—¡Dios! Paula, creo nunca saciarme de ti mi amor.— confesé perverso, mientras ella movía su pelvis
en círculos para luego saltar sobre mi duro miembro, la sujeto muy fuerte de la cadera para intentar
pararla porque me correré si no lo hago, y aún no quiero correrme, aún quiero sentirla.—Quiero
tocarte.— pidió desesperada llevando sus temblorosas manos hasta los botones de mi camisa y eso
hizo que se me encienda más el cuerpo entero.
—¡Tranquila mi amor! Con calma.— pedí ronco mientras seguía moviéndola de la cadera para
hundirme fuerte en ella.
Con fuerza jaló mi camisa a los lados con sus manos y lo abrió sin tomarse el tiempo de quitar los
botones.
Metió sus manos palpando mi pecho y se inclinó a dejar besos húmedos y pasar su delicada y traviesa
lengua por él, gruñí al sentir como me quemaba por dentro y por fuera, quiero desnudarla, quiero
dejarla sin nada pero no estamos en un lugar apropiado. Intento calmar mi necesidad de ella tocándola
por encima de su delicado vestido blanco. Esos pechos que son magníficos y ahora dando de mamar
lo es aún más.
—Te amo Dante.— musitó mientras nuestras bocas danzaban en un baile de lujuria y pasión, nuestros
labios ya dolían de tanto amarnos pero quería más, más de ella, no quería parar.
Paula es la mujer más hermosa y sensual que se me cruzó en mi camino, recordarla tan tímida,
sonrojándose ante mis palabras y verla ahora así, tan desatada me puede y mucho.Comenzó a gemir
y a retorcerse, sabía que había llegado al clímax y solo dejo que haga lo que quiera, montándome
como se le antoja.
Porque no existe otra, no existirá jamás nadie más que llene mi vida por completo.
Solo levanto mi pelvis una y otra vez para rocar lo más profundo de su ser, intentando llenarla tanto
como sea posible.

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ERES MI ADICCION LEYVA
—Eres mi muerte.— susurré mordiéndole el hombro, corriéndome en un brutal gruñido saliendo desde
lo más profundo de mi ser.
Quedamos así, unidos en cuerpo, así como si pertenecieramos al otro, y es que era así, ella era mía
como yo era tan suyo.
—Deliciosa luna de miel nos espera.— susurró en mi cuello erizándome la piel con su tibio aliento.
—Te espera toda una vida.— confesé apretándola de la cintura mientras seguía con sus piernas a
cada lado de las mías, su interior apretándome aún y su cabeza descansando en mi hombro.
Unas horas más tarde, muchas para ser exacta pero junto a mi mujer y a mi hija el tiempo para mí vale
oro, cada minuto a su lado vale más que cualquier cosa.—Buenos días señor, ¿Tiene una
reservación?— pregunta la recepcionista del hotel donde ya había reservado una de sus mejores
habitaciones.
—Buenos días reservación para Dante D Luca, la suite presidencial.— contesté en tanto la mujer
rápidamente tecleo en su computador y sonrió prontamente ofreciéndonos la llave.
—Aqui está señor D Luca.— sonrió coqueta en tanto escuché un gruñido de burla de mi mujer, sonreí
levemente entendiendo, tenía a mi mujer a mi lado y a mi hija en brazos y aún así intento coquetear.
Fue Paula quien tomó rápidamente la llave de la mano de la mujer emitiendo un "Gracias" mostrando
una perfecta sonrisa.
—Estamos de Luna de miel.— agregó y apreté mis labios para no reír.
—¡Oh!— exclamó la mujer.
—Aja, nos acabamos de casar.— volvió a agregar y la mujer agachó la cabeza.
—Pequeña, creo que ya entendió.— susurré en su oído sonriendo.
—¡Vamos!— dije suavemente dejando un beso en la cabecita de Valentina. Subimos a la habitación,
muy hermosa pero nada de eso me impresionaba como la sonrisa de Paula al acercarse al balcón
observando maravillada.
—¿Te gusta?— pregunté recostado en la puerta aún con mi hija en brazos, ella giró hacía mí con un
brillo maravilloso en sus ojos.
—Me encanta.— confesó caminando hacia nosotros, acariciando la cabeza de Vale.
—¿Quieres ir a la playa y conocer un poco la ciudad?— mueve la cabeza sonríendo, tomando a mi
hija en sus brazos.
—Si playa sí, ¿Verdad mi amor?— me habla a Valentina quien sonríe como si entendiera lo que si
madre le había dicho.
—Vamos a ponernos nuestro traje de baño.— arrugué el ceño. Negando, cálmate Dante es solo un
bendito traje de baño y saldrá contigo, sí, saldrá conmigo.
Hice lo mismo colocándome una playera blanca con un pantalón bastante fresco especial para la playa
y unas sandalias y no diré nada si mi mujer quiere usar un traje de baño, no no celaré, ambos tenemos
plena confianza en el otro y... ¡Joder Paula! — exclamé al verla. —¿No piensas salir así? ¿Donde
quedó tu confianza Dante?
—¿Qué, que tiene?— preguntó mirando su atuendo en tanto Valentina estaba en su cochecito.
—¿No te gusta, me queda muy feo?— pregunto con el rostro descompuesto.
—¡No, joder, no! Te queda uff.— pase las manos por el pelo peinándolo nervioso. Ver a Paula con un
traje de baño en color rojo, con sus hermosos senos más grandes aún, con ese diminuto bikini que
pareciera que no ha tenido un bebé hace algunos meses.
—Estas... Eres, muy hermosa.— me acerqué hasta ella, un hermoso sonrojo tiñó sus mejillas, ese pelo
negro que contrasta con el color de su piel.

—Deberia ser delito que lucieras así.— confesé tomándola de la cintura. —Ahora tendré que golpear
a todo aquel que se atreva a mirarte.
—Dante, no hagas una locura.— aclaró y solo gruñí sujetándola de la cintura más fuerte aún.
—Me volverás loco si pudiera encerrarte a ti y a Valentina en una caja de cristal y no dejarlas salir lo
haría mi amor, para tenerlas solo para mí.— sonrió guindandose de mi cuello poniéndose de pinturas.
—Te amo Dante D Luca y me gusta lo celoso que eres, pero sabes bien que soy solo tuya y me vuelvo
loca por ti. — mordí su labio ligeramente.
—Y yo te amo a ti Paula.
Bajamos de la habitación, mi princesa Valentina estaba hermosa también con su trajecito se baño que
estoy segura es obra de mi madre, Catalina D Luca, esa mujer sí que sabe cómo sacar de quicio a los
hombres de la familia.
Bajamos y las miradas tanto de los hombres como de las mujeres se posaban en Paula, si jodida
mierda, en ella, la sujete de la mano mientras empujaba el cochecito de Valentina saliendo del
hotel.Paula no se percataba de nada, solo admiraba a su alrededor todo con absoluto asombro, tal
vez su inocencia no le permitía ver más allá de las cosas, mientras yo me estaba muriendo.

159 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
Caminamos hasta la playa, donde ella tomó asiento en uno de las reposeras, quitándose la pequeña
tela que cubría su impresionante culo, tomó a Valentina en sus piernas y comenzó a colocarle
bronceadoer, mi princesa es hermosa igual que su madre.
—A ver colocarme el bloqueador amor, no quiero cocinarme y que luego no puedas tocarme en la
noche.— insinuó travieza ofreciendome el frasco.
—Ni que lo digas muñeca.— contesté comenzando a untar por toda su blanca y suave piel dejando
ligeras caricias en su espalda y unos que otros besos.
—¿Quieres tomar algo mi amor? Iré a traer algo de tomar.
—Lo que tú quieras Dante está bien.— contesto mientras señalaba la playa mostrándole a Valentina.
Caminé hasta la barra de una de los bares ahí en la playa, son chosas que la verdad me
encantan.Algunas chicas del lugar me miraban sonriendo yo solo negué tomando las bebidas que
pedí, girandome para volver a caminar hacia mis mujeres cuando vi a un hombre hablando con Paula.
Arruge el ceño y mi corazón comenzó a bombear más rápido aún.
Llegando hasta ellos, el hombre al verme solo clavó sus ojos en mí. —¿Todo bien mi amor?—
cuestioné mirando al sujeto.
—Si todo bien. — contestó ella.
—¿Se te perdió algo?— bramé celoso enfrentandolo.
—Nada, solo la saludé perdón ya me iba.— es todo lo que dijo regalándole una última mirada a Paula
y entonces girar sobre sus talones.
—¿Que quería ese imbécil?— bramé molesto, celoso, con el pulso acelerado.
—Nada mi amor, solo cálmate Dante, solo me saludó.
—No puedo dejarte sola ni un segundo Paula, Dios esto será mi muerte. ¿Volvemos al hotel? Mira que
divertido será si nos quedamos ahí toda la semana.
Paula echó una carcajada.— Me encanta cuando celas Dante, me encanta que seas así de
posesivo.Pasamos día tras día recorriendo Miami, haciéndole el amor cuándo podíamos y peleándome
con uno que otro idiota que miraba de más a mi mujer.
Por supuesto la prensa no podía faltar y más de una vez los pille tomandonos fotos y es que de eso
en mi posición era difícil evitarlo. Nunca podíamos pasar desapercibidos sea donde sea que vayamos.
*
Dos semana había pasado, recordando ese hermoso momento que pasé junto a Paula en Miami fue
lo mejor. Tuvimos sexo cuanto pudimos ya que Valentina estába de por medio y no pudimos como
quisimos pero si pasamos unos días maravillosos en familia. La verdad cada día es maravilloso junto
a mi mujer y mi hija, se dice que la vida de casados o el nacimiento de un hijo te cambia, pero no es
así, cuando existe amor, nada de eso cambia al contrario fortalece más los lazos, esos lazos de amor
inigualable. Ese amor incondicional que le tengo a Paula y ella estoy segura también a mí.
Debo decir que me fascina la vida de casado, vivir con ella y el sexo, uff es lo que más me gusta de
todo, ella es hermosa en todos los sentidos, tiene un cuerpo que me hace alucinar, nunca tengo
suficiente de ella y tenerla a Paula a mi merced, despertar con ella en brazos, haciendo el amor hasta
cansarnos en la noche cuando se despierta juguetona, esos momentos son únicos.—¡Dante!— gimió
al sentir mi dedo índice deslizarse por su espalda bajando hasta su hermoso culo, con las manos
amarradas a unas esposas colgadas del techo.
—¡Shhh! Tranquila.— susurré moriendo su hombro, mi corazon palpitaba muy fuerte, aspiré el dulce
aroma de su pelo que llegaba hasta su cintura, amo su pelo suelo.
Me planté frente a ella, una verdadera obra se arte, sus mejillas sonrojadas, sus labios entre abiertos,
sus ojos brillantes parpadeando una y otra vez y su pecho solo subía y bajaba.
Deslicé mi mano desde su cuello bajando por sus impresionantes pechos. —No sabes cuánto te deseo
Paula y las ganas que siempre tengo se ti desde que te conocí.
—¡Ah!— gimió cuando llevé una de mis manos hasta su vagina húmeda, caliente, sentir como
palpitaba por mí me excitaba aún más.
Ahí comencé a mover desde adentro hacia afuera, lento, suave mientras mordía su labio infieror y ella
no dejaba de gemir.
Hermosa, pequeña, entregada a mí, Paula es mi debilidad y ella lo sabe. Me tiene en sus manos, me
tuvo desde el día que vi sus hermosos ojos, escuche su angelical voz. Aunque haya sido el idiota más
grande del mundo, me enamoré de ella sin darme cuenta y lo volvería a hacer una y mil veces, en esta
y en la otra vida.—¡Dante por favor!— gimió respirando agitada, ardiendo por dentro.
—¿Por favor que?— intenté mostrar que estaba calmado pero la realidad era otra, me estaba muriendo
por penetrarla.
Comencé a mover mi mano más fuerte, abarcando toda su preciosa vulva, húmeda, caliente así
estaba.

160 ERES MI ADICCION LEYVA


ERES MI ADICCION LEYVA
—¡Córrete para mí corazón!— exclamé y no necesito más nada para comenzar a mojar toda mi mano
retorciendose de placer, escuchando el sonar de la esposa que sujetaba su mano, impidiendola
tocarme, solo lo hago para torturarla aún más, que quisiera tocarme y no pueda, desearme así como
yo lo hago con ella. Llevé mi mano hasta mi boca lamiendo todo su corrida, siempre me encantó su
sabor, dulce como ella.
Su pecho subía y bajaba, agitada, loca, deseosa, preciosa y era toda mía.
Bajo su atenta mirada sonreír para comenzar a desprenderme la camisa lentamente torturandola aún
más.
Me despojé de mis zapatos, llevé mis manos hasta el cinturón sonriendo de lado.— Déjame tocarte.—
pidió y solo negué chasqueando la lengua.
—No será así Paula D Luca.— aclaré. Sonreí más al ver su rostro de frustración al querer soltarse
jalando la esposa.
Su cuerpo se estiraba hacia arriba, sus pechos lucían más grandes al estar en esa posición.Me
acerqué a ella incliné mi cabeza para tomar uno de sus pezones en mi boca, pirmero jugué con unos
de sus pezones y luego me deleité con el otro.
Abarque con toda mi mano uno de sus pechos.
—¡Dios!— gimió temblando, sonreí sobre sus pezones.
—¡Deliciosa!— exclamé. Ya no podía más, mi hombría palpitaba, apunto de explotar dentro de mi
pantalón.
—Dante cógeme por favor.— suplicó y ya no podía más. Desprendi completamente mi pantalón
bajándolo hasta mis pies sacándolo, quedando totalmente desnudo, la sujeté del culo subiéndola a mi
cintura, donde ella estaba loca moviendo su pelvis contra mi erección.
—No es justo, quiero tocarte Dante.— eche una carcajada al escucharla lloriquear.
—Asi soy yo, lo sabes.— Jadee ronco, encajándome en ella de una sola vez.
—¡Mierda!— gritó alargando la "a".
Mordí su mentón, bombeando una y otra vez sin parar, todo el puto día estuve con los huevos
cargados, porque solo pensar en ella, saber que la tendré en la noche apenas llegué a casa me prendía
y mucho, tenía una obsesión con ella, hasta el punto de rayar la locura. Tal vez necesite tratamiento,
tal vez, no, no, nada de eso, solo necesito cogerla así justo como ahora todos los días para saciarme
de ella.La tomé de la nuca y la besé con hambre y con esa posesividad que me caracteriza. Explorando
toda su deliciosa boquita.
—Te amo, te amo.— susurré una y otra vez hasta que se grabe en su cabeza y en su alma cuanto es
que la amo, y que soy suyo.
—Tambien te amo.— exclamó gritando nuevamente explotando en un maravilloso orgasmo.
Aceleré mis penetraciones hasta el punto de romperla si quisiera acabando en su interior.
—Esto es maravilloso.— exclamó sonriendo yo solo trataba de recuperarme.— Si lo es.— contesté
apenas ya que hablar se me hacía dificultosa.
—Te voy a bajar para buscar la llave de las esposas mi amor.— susurré.
—La verdad no sé donde las dejé.— bromee.
—¡Dante!— reclamó.— te cortaré los huevos si me dejas esposada aquí. — eché una carcajada
tomando la llave liberando sus manos, al hacerlo rápidamente comenzó a tocarme todo el cuerpo
desesperada.
—¡Dios! Era esto justo lo que quería.— Todo tuyo mi amor, soy tuyo en cuerpo y alma.—Si Dante D
Luca por supuesto que eres mío, puedo hacer contigo lo que quiera.— exclamó riendo burlona e intentó
alejarse de mí en tanto la tomé muy rápido de la cintura atrayendola nuevamente hacia mí, rebotando
su pequeño cuerpo contra mi gran cuerpo.
—Si, tienes razón puedes hacer conmigo lo que quieras, puedes destruirme con una sola palabra,
puedes mandarme al infierno, con solo decir que ya no me amas, porque me tienes postrado a tus
pies Paula, y es lo que más temo en la vida, que un día te vayas de mi lado, o tan siquiera intentes
hacerlo, ese día... Ese día me enviarías al mismo infierno Paula Ricci.

161 ERES MI ADICCION LEYVA

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