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ÉTICA PROFESIONAL

¿DE QUÉ MANERA NUESTRAS EMOCIONES POLÍTICAS INCIDEN EN


NUESTRAS DECISIONES DEMOCRÁTICAS?

NRC: 58889
MARÍA ALEJANDRA ROJAS YARA
ID: 833784

NRC: 5524
SERGIO ANDRÉS ROA DAZA
ID: 828525

DOCENTE
CARLOS AUGUSTO ROJAS MUÑOZ

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS


GIRARDOT, CUNDINAMARCA
2023
¿De qué manera nuestras emociones políticas inciden en nuestras decisiones
democráticas?

Las emociones políticas son respuestas afectivas a eventos, ideas o figuras en el ámbito
político. No son simples reacciones subjetivas; son el reflejo profundo de nuestra
conexión con la comunidad y el sistema que gobierna nuestras vidas.

Nuestras emociones políticas desempeñan un papel fundamental en la toma de


decisiones democráticas, ya que influyen en la forma en que percibimos la información,
evaluamos a los candidatos y nos relacionamos con los temas políticos. En lugar de ser
seres puramente racionales, los seres humanos son criaturas emocionales, y nuestras
emociones juegan un papel crucial en la formación de nuestras opiniones políticas y, en
última instancia, en la manera en que ejercemos nuestro derecho al voto.

En primer lugar, nuestras emociones políticas afectan la forma en que procesamos la


información. La confirmación emocional, por ejemplo, puede llevarnos a dar más peso a
la información que respalda nuestras creencias preexistentes y a ignorar o minimizar la
información que las contradice. Esto puede crear burbujas informativas donde las
personas se rodean de perspectivas que refuerzan sus emociones políticas, perpetuando
así sus opiniones y creencias.

Además, nuestras emociones influyen en cómo evaluamos a los candidatos políticos.


Las respuestas emocionales a la apariencia, el tono de voz, el carisma y la retórica
pueden eclipsar a veces la evaluación objetiva de las políticas y habilidades de
liderazgo. La conexión emocional que sentimos con un candidato puede ser
determinante en nuestra decisión de votar por él, independientemente de sus propuestas
concretas o de su capacidad para llevar a cabo políticas efectivas. Las emociones
también pueden impactar en nuestra participación cívica y en la manera en que nos
relacionamos con otros ciudadanos. El enojo, la frustración o la apatía pueden llevar a la
polarización y a la falta de diálogo constructivo, dificultando la construcción de
consensos y compromisos necesarios para el funcionamiento efectivo de una
democracia.

Martha Nussbaum, en su obra "Emociones, mente y cuerpo", aborda la relación


compleja entre las emociones y la toma de decisiones, destacando cómo estas influyen
en la construcción de nuestras convicciones políticas.
Nussbaum sostiene que las emociones son fundamentales para nuestra comprensión y
evaluación de la política, ya que no solo reflejan nuestro estado interno, sino que
también informan sobre nuestras percepciones y juicios. En el contexto democrático,
nuestras emociones políticas pueden moldear nuestras opiniones sobre candidatos,
partidos y políticas públicas. Por ejemplo, el miedo puede llevar a la preferencia por
líderes autoritarios, mientras que la esperanza puede impulsar el apoyo a cambios
progresistas.

En su obra posterior, "Emociones políticas ¿Por qué el amor es importante para la


justicia?", Ramirez A. M. amplía la perspectiva de Nussbaum al explorar el papel
específico del amor en la esfera política. Argumenta que el amor, entendido no solo
como un sentimiento personal, sino también como una disposición ética, es esencial
para la construcción de sociedades justas. El amor, según Ramirez, puede motivar la
búsqueda del bien común y fomentar la solidaridad, aspectos cruciales en el contexto de
la toma de decisiones democráticas.

En el ámbito democrático, nuestras emociones políticas, incluido el amor, pueden


influir en nuestras decisiones al afectar la percepción de la justicia y la equidad. El amor
por la justicia puede impulsar el compromiso cívico y la defensa de valores
democráticos. Asimismo, las emociones negativas, como el odio o la ira, pueden sesgar
nuestra toma de decisiones y llevar a la adopción de posturas extremas o exclusiones
injustas.

En conclusión, nuestras emociones políticas, según la perspectiva de Martha Nussbaum


y Ramirez A. M., desempeñan un papel central en nuestras decisiones democráticas.
Estas emociones influyen en cómo percibimos la realidad política, evaluamos a los
actores y participamos en el proceso democrático. Reconocer la complejidad de esta
interacción entre emociones y decisiones es esencial para fortalecer la salud de nuestras
democracias y promover sociedades más justas y equitativas.

La educación cívica y la promoción de un pensamiento crítico pueden ayudar a los


ciudadanos a ser conscientes de sus propias emociones y a tomar decisiones informadas
y reflexivas. La democracia florece cuando los ciudadanos son capaces de sopesar
objetivamente la información, considerar diferentes perspectivas y participar en un
diálogo respetuoso.
Referencia bibliográfica

• https://www.researchgate.net/publication/285618899_Emociones_politicas_Por
_que_el_amor_es_importante_para_la_justicia_por_Martha_Nussbaum
• https://institucional.us.es/revistas/themata/46/art_56.pdf

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