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Se considera que el origen de la IA se remonta a los intentos del hombre desde la antigüedad por incrementar sus
potencialidades físicas e intelectuales, creando artefactos con automatismos y simulando la forma y las habilidades de
los seres humanos. La primera referencia escrita a un sistema artificial inteligente ocurre en la mitología griega. En ella
se atribuye a Hefestos, dios del fuego Y las forjas, la fabricación de "dos sirvientes de oro macizo y con inteligencia en su
mente y capacidad de hablar". En la Edad Media, San Alberto Magno construye un "mayordomo" que abría la puerta y
saludaba a los visitantes. Ya en la Edad Moderna (S.XVII), los Droz, famosos relojeros de Centroeuropa, construyeron
tres androides: un niño que escribía, otro que dibujaba y una joven que tocaba el órgano y simulaba respirar. Esta
realización, basada en mecanismos de relojería, les costo ser detenidos y encerrados por la Inquisición. En cuanto a los
avances del Siglo XIX y del Siglo XX, hay que destacar los trabajos de Pascal, Leibniz, Babbage y Boole. También es
importante la aportación de Ada Lovelace, colaboradora de Charles Babbage y esposa de Lord Byron, que en el
conocido "régimen de Lovelace" establece lo siguiente: "las maquinas solo pueden hacer todo aquello que sepamos
como ordenarles que hagan. Su misión es ayudar a facilitar lo ya conocido". Esto que esta todavía vigente en la
"informática convencional" fue superado por los avances en IA. También cabe destacar y es revelador el hecho de que
varios de los padres indiscutibles de la ciencia de la computación, como son Turing, Wiener y Von Neumann, dedicaran
un gran esfuerzo al estudio de la inteligencia humana.
La contribución del matemático ingles Alan Turing al mundo de la computación en general, y al de la IA en particular,
fue muy considerable. Turing participo en el diseño de uno de los primeros computadores que existieron, desarrollado
para el ejército ingles, entre los anos 40 y 50 del siglo XX. Además de aportar los conceptos básicos de la arquitectura
secuencial de los computadores, publico en 1950 un provocador articulo que tiene por título "Computer Machinery and
Intelligence", que comienza con la no menos provocadora pregunta: ¿Pueden las maquinas pensar? En dicho articulo el
autor intenta abordar formalmente acciones consideradas hasta ese momento propias de los seres humanos, de forma
que después pudieran implementarse en las maquinas, dotándolas así de capacidades como: aprender, crear, etc.