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LOCALIZACIÓN

Puerto Príncipe es la capital de Haití, que es un país que está ubicado en la parte
occidental de la isla La Española. La otra parte es República Dominicana.

1. HISTORIA DE PUERTO PRÍNCIPE

Puerto Príncipe fue fundada en 1749 por la Administración del Imperio colonial francés.
En sus orígenes, fue una ciudad repleta de cultura, gracias en gran medida a que la
llegada regular de barcos mercantes provenientes de Europa, Norteamérica y África la
mantenía conectada al mundo atlántico.

No obstante, la historia de Puerto Príncipe no puede comprenderse si no analizamos

brevemente el contexto geográfico, político y social de Haití.

Cristóbal Colón llega a América en 1492, y una vez colonizada la isla, se importaron
esclavos africanos para seguir explotando las minas de oro y el cultivo de caña de
azúcar. Sin embargo, la región, concretamente esta parte occidental, fue perdiendo
importancia y los colonizadores se volcaron en la conquista de otros territorios. De este
modo, Haití va a estar bajo dominio español hasta 1667 y a partir de ahí va a pasar a los
franceses. Luis XIV asumió directamente su gobierno, de manera que pasó a llamarse
desde entonces «Saint Domingue», con Puerto Príncipe como nueva capital a partir de
1770.

Gracias a la producción de caña de azúcar y café, los franceses la convirtieron en una de

las colonias más ricas del mundo y en la más productiva de las Antillas, pero todo en
base a este sistema esclavista. La estructura social de esta parte de la isla se conformó
así en tres estamentos: los blancos, los mulatos y los negros. Esto es importante para
comprender la historia de Puerto Príncipe, ya que desde principios de la década de 1790
en adelante, la violencia en la capital tiene su explicación sobre todo en los petits
blancs, las personas blancas de clase baja, que atacaban a las personas negras por
racismo. En Puerto Príncipe, la violencia se sumaba además a una tradición de
insumisión a pesar de la presencia del Gobierno, y ya había sido el centro de una
revuelta organizada por los colonos contra el intento de reforzar la autoridad entre los
años 1768 y 1769, antes incluso de ser la capital.

En 1789, la Revolución Francesa tuvo una gran repercusión en las colonias francesas
del Caribe, y en 1790 llegó a la isla mucha propaganda metropolitana. Además, durante
la Revolución Francesa, Puerto Príncipe aparece en los escritos bajo el nombre de
«Puerto Republicano», en conmemoración del derrumbamiento de la Monarquía en
Francia. Finalmente, en 1804 se proclama la independencia, se abolió la esclavitud, la
capital se vuelve a llamar Puerto Príncipe, y el país toma el nombre de «República de
Haití». Haití se convierte así en el primer Estado independiente de América Latina y, al
mismo tiempo, en la primera república negra del mundo.
A finales del siglo XIX, Haití vivió una etapa de crecimiento económico y estabilidad
política, pero en el siglo XX volvió a entrar en un periodo de crisis y con ello Puerto
Príncipe va a entrar en una espiral de caos, destrucción y violencia que llega hasta
nuestros días. Desde finales de los ochenta, el Estado ni siquiera tiene control sobre
Puerto Príncipe, y se produce un deterioro de la infraestructura y de los servicios
públicos.

En 2004, Haití se encontraba en una situación tan vulnerable que se tuvo que recurrir a
la ayuda de la Comunidad Internacional, y se crear la Misión de Estabilización de las
Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH). Se vivió un periodo de cierta estabilidad
política, pero el 12 de enero de 2010 tuvo lugar un terremoto muy fuerte que tiene lugar
muy cerca de Puerto Príncipe: destruyó la ciudad y dejó miles de muertos y heridos.

Desde entonces, la reconstrucción de Puerto Príncipe ha sido muy difícil sobre todo por
la falta de políticas de desarrollo urbano. Tras el terremoto, y debido a la gran cantidad
de desastres naturales que han sacudido Puerto Príncipe se estuvo barajando la
posibilidad de trasladar la capital de Haití más al Norte, pero eso se quedó ahí. Además,
en 2020 también tuvo lugar otro terremoto y todo mínimo avance que se había hecho
hasta ese momento no sirvió para mucho.