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Recibo de Condominio

La contribución a los gastos comunes que deben hacer los propietarios (o


copropietarios) que residen en edificios, conjuntos residenciales, o conjunto de
viviendas, bajo el régimen de Propiedad Horizontal, se refleja en un formato llamado
Recibo de Condominio.

Este formato debe recoger los gastos causados por el mantenimiento de las cosas
comunes de un conjunto residencial o de viviendas, en un periodo determinado, y en
el mismo se deben plasmar las erogaciones por concepto de consumo de agua y
electricidad del edificio, mantenimiento de ascensores, artículos de limpieza, entre
otros. Debe también reflejar el sueldo del personal de conserjería y sus prestaciones
sociales. Con relación a estas últimas, la forma de cálculo debe ajustarse al contenido
del artículo 108 de la la Ley Orgánica del Trabajo. El apartado para el Fondo de
Reserva también debe cargarse a esta relación de gastos.

El Recibo de Condominio consta básicamente de tres partes. La primera, o


encabezado del formato, debe contener lo siguiente:
 Identificación o nombre del Edificio o Conjunto Residencial
 Identificación del Propietario del inmueble, o apartamento
 Número del apartamento o inmueble
 Periodo al que corresponde el pago
 Alícuota (*) del inmueble que se aplica a los gastos comunes (artículos 7 y 26
de la Ley de Propiedad Horizontal)
 Monto a cancelar
La segunda parte, o cuerpo del formato, contiene la relación de gastos causados
durante un periodo determinado (de preferencia mensual). Los gastos que se reflejan
en esta parte son los comunes y no comunes (I). Los gastos comunes tipo, fueron
mencionados en el párrafo anterior. Los no comunes (se explicarán más adelante)
pueden ir relacionados a la par de los comunes, o posteriores a éstos, pero antes del
final del recibo de condominio.

La tercera parte, o final del formato, normalmente se utiliza para información general,
como por ejemplo el monto del Fondo de Reserva, el de las Prestaciones Sociales del
personal de conserjería y de mantenimiento (si lo hubiere), y cualquier otra
información de interés para la comunidad de propietarios. Esta última parte también
debe reflejar la forma de cancelación del Recibo, que de preferencia debe hacerse
con depósito bancario, transferencia bancaria o cheque, cualquiera de éstas, a
nombre del condominio del edificio o del conjunto residencial; nunca a nombre
de algún miembro del condominio en particular, o persona natural. Si se va a pagar en
la oficina del administrador o de la junta de condominio, se recomienda no hacerlo
en efectivo.

Una vez elaborado el Recibo, el mismo debe entregársele a cada propietario, para
que esté informado de la deuda con el condominio, y para su posterior cancelación,
en concordancia con los artículos 7, 12 y 13 de la Ley de Propiedad Horizontal (LPH).
De acuerdo con el artículo 14, de la LPH, el Recibo de Condominio tiene fuerza
ejecutiva; es decir, ante situaciones de impagos o retrasos en los pagos de algún o
algunos propietarios, el administrador o la junta de condominio podrán ejercer
acciones legales contra el moroso o los morosos que incurrieran en estos hechos.

Recuerde que los condominios son organizaciones sin fines de lucro, cuyo objetivo es
percibir los pagos de los copropietarios para aplicarlos al mantenimiento,
conservación y embellecimiento del edificio, para mantener y aumentar la calidad de
vida de los residentes. Por eso la importancia de pagar a tiempo el Recibo, ya que la
morosidad es un enemigo mortal que atenta contra la conservación de las cosas
comunes a todos los propietarios.

(*) La alícuota (art.7 de la LPH) aplicable a los gastos comunes, es un porcentaje que
se establece en el Documento de Condominio, en función del valor del inmueble que
se posee. Este valor viene dado por la cantidad de metros cuadrados del mismo. Se
supone que a mayor cantidad de metros cuadrados, mayor valor. El cálculo de la
alícuota se obtiene de dividir el valor de cada inmueble entre la totalidad del valor del
edificio o conjunto residencial donde se reside. En otras palabras, se divide el valor de
cada apartamento o dependencia, entre el valor total de la comunidad residencial; el
resultado se multiplica por cien. Este valor o indicador será aplicable a los gastos
comunes causados durante un periodo determinado, reflejados en el Recibo de
Condominio.

(I) Los Gastos no Comunes son todos aquellos que no se reparten entre el total de la
comunidad de propietarios, sino que se cargan o imputan al propietario o propietarios
que lo originen. Ejemplo de ello pudiera ser la filtración de un apartamento que
perjudique un área comun como son los pasillos. Si la administración del condominio
efectúa estas reparaciones, el costo de las mismas debe ser aplicado al propietario
que haya causado tal situación, y debe reflejarse en el Recibo de Condominio de este
propietario.

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