LOS UNIVERSOS INTERNOS DE DIOS:

Por: George A. Jones, representante del Maestro KIRPAL SINGH para INGLATERRA hasta 1974.

Cosmogonía de los Maestros del Verbo (Luz y Sonido).

Exploración del espacio Interior. Una vista al Macrocosmos
Espiritual.

Imagen tomada de Internet

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 EL SENDERO POR LOS REINOS ASTRALES
George Arnaby Jones, Litt. D. Ph. D.

De acuerdo a las nuevas enseñanzas de los Adeptos Místicos, hay siete planos cósmicos y
nueve inmensas divisiones de nuestro universo de universos. Estas divisiones, (mansiones en la
casa del Padre), pueden ser convenientemente divididas en cuatro Grandes Divisiones en el
esquema cósmico de la creación:

1ª: La región puramente espiritual 3ª: La región materia-espiritual

2ª: La región espiritual material 4ª: La región material.

Los Adeptos Místicos nos dicen que la exploración de los reinos internos (compuestos por las
primeras tres grandes divisiones) es la herencia de cada alma, y que si no vamos internamente y
atravesamos estas regiones es nuestra propia culpa. Es en verdad la expresión más completa de
lo que se denomina liberación; ascenso a mundos superiores de mayor Vida, Luz y Amor. Kabir,
el poeta santo de la India, probablemente describió muy completamente estas regiones en sus
escritos, pero también han sido descritas por Gurú Nanak (el primer gurú de la religión Sikh),
Swami Ji y Baba Yaimal Singh Ji, los más grandes Adeptos Místicos del siglo XIX, y en el
presente siglo por Sawan Singh Ji y su sucesor espiritual, Sant Kirpal Singh Ji Maharaj.

La tercera y más baja región interna, la región materio-espiritual es la gran división más cercana al
universo físico. La fuente central de poder de esta región materio-espiritual se conoce en la
terminología oriental como Sahana- Dal- Kanwal (Loto de mil pétalos), y es desde esta fuente de
poder de donde todo el universo físico deriva sus energías motoras. Esta tercera región materio-
espiritual también se conoce como plano astral en la literatura oculta de occidente y en las
escrituras teosóficas. La escala de tiempo en la región astral es más corta que en la segunda
región, la espíritu-material, pero es todavía más larga que en el universo físico. El reino astral,
incluyendo la región de la mente universal, entra en la disolución al final de un pequeño ciclo de
vida (cósmico), que dura muchos millones de años. Los cielos de la mayoría de las religiones del
mundo están localizados en esta región. Aquí se puede encontrar el cielo del cristianismo, el
paraíso del islamismo, y el Swargas del Hinduismo. Estos cielos son muy lindos, pero ellos
mismos están sujetos a la disolución final.

El comienzo del Camino Místico del Amor, (el camino de regreso a nuestro Verdadero Hogar),
se realiza en la cuarta y más baja región de la creación, la cual comprende todo nuestro universo
físico: todos los planetas, soles, estrellas, sistemas solares, galaxias y esquemas cósmicos
conocidos y desconocidos a la astronomía moderna. La materia de nuestro universo físico está en
su forma más tosca y más densa, con una limitada mezcla de sustancia espiritual, la suficiente
para vivificar la materia y mantener la vida. La estructura física de nuestro universo es la
proyección más baja de una idea cósmica canalizada a través de la mente universal. Todo el
universo físico con sus millones de galaxias, separadas por inmensurable número de años luz, es
una partícula de polvo comparado con los Reinos Internos más allá de él.

El comienzo del Sendero Místico del Amor se lleva acabo dentro de la conciencia humana,
cuando el aspirante ha enfocado su atención en el centro del Tercer Ojo, entre y detrás de las dos
cejas. El Tercer Ojo tiene su propia iluminación, siendo vivificado por la luz del alma, y así no
depende de las formas externas de luz como sucede con nuestros ojos físicos. Por la gracia de un

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Adepto Místico al aspirante se le ha dado una técnica sencilla para trascender la conciencia del
cuerpo y elevarse a los reinos internos. Primero, él cierra sus ojos externos y ve con su ojo
interno. También cierra sus oídos externos y oye con su oído espiritual. Cuando estas cosas son
alcanzadas, la corriente de la conciencia del cuerpo se retirará y se concentrará en el centro del
Tercer Ojo. El cuerpo en sí no sentirá, pero la conciencia del alma del aspirante, su verdadero
ser, se agrandará. Esta es la etapa inicial de lo que llaman los adeptos Turrilla PAD; el cuarto
estado de existencia, que es un estado de conciencia trascendental o de Súper Conciencia.

Al discípulo del Adepto Místico se le ha dado previamente un Simran (práctica de repetición) de

cinco cargadas palabras como el primer paso para elevarse a los reinos espirituales. El recoge
toda la corriente de conciencia, mente y alma en el centro del tercer ojo y la repetición de las cinco
sagradas palabras mentalmente le ayuda a obtener el resultado requerido, encontrándose
conciente al retirarse del mundo físico. Su primera visión de la región astral puede ser diferente en
ocasiones. Puede contemplar un bello ojo azul, una ventana muy iluminada o un resplandor
radiante ante sí. Pasa por este camino y ve una simetría colorada, con un punto astral de luz
brillante en su centro. El iniciado entonces medita en esta gloriosa luz y pronto se encuentra a sí
mismo impulsado a un cielo azul que aparece a su visión interna como un disco o un chakra.

Por la amorosa gracia y protección del Adepto Místico, el devoto puede sobrepasar los bajos
niveles astrales; aunque algunas veces estos son revelados a él para su propia instrucción. El más
bajo nivel astral es un lugar de descarriados deseos, una región verdaderamente infernal donde
gentes no regeneradas y carnales gravitan después de la muerte. En estos oscuros y aterradores
alrededores, entidades malignas recogen la cosecha de sus malas obras en la tierra. Este no es el
infierno interno de las escrituras, sino un lugar de corrección y de una libertad eventual. Hay
otros niveles que gradualmente mejoran su alrededor en este bajo plano astral; algunos son
extremadamente placenteros, con un paisaje maravilloso y Hoteles de descanso para la gente
ordinaria que espera la reencarnación en la tierra.

El aspirante, habiendo trascendido rápidamente estos niveles bajos se encuentra viajando por una
verdadera región astral, adornada con estrellas y soles brillantes. Escucha la Corriente de Sonido
como una melodía sin fin y, ascendiendo por el cielo estrellado, pasa por un sol y una luna, que
parecen disolverse o estallar cuando pasa a través de ellos. Estos cuerpos estelares no son como
las estrellas, planetas y satélites físicos con los cuales somos familiares en nuestro universo físico,
sino esferas que son mucho más luminosas y brillantes que nuestras luminarias físicas. El
aspirante ahora escucha la melodía de una campana Celestial y empieza a ser absorbido en sus
tonos sonoros; luego escucha la melodía de una concha y empieza a ser saturado con su música.

Mientras progresa hacia adelante y hacia arriba, la ansiosa alma es más conciente de la Corriente
de Sonido o Corriente Audible de Vida; la intocada e insondable Palabra que sostiene a toda la
creación desde el Reino del Espíritu Puro hasta el plano de la materia. Como un río de vida, este
poder de Dios en expresión existe en un estado fluido, alterando la naturaleza de sus tonos de
nivel a nivel, permaneciendo, no obstante, igual en su esencia primaria. La práctica de unirse con
esta inefable palabra es un prerrequisito para ascender por el místico Sendero del Amor, tal
como ha sido dicho por el Gurú Nanak:

Por la práctica de la Palabra, uno va rápidamente a los más Altos Planos

Espirituales sin impedimento alguno.
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 Por la práctica de la Palabra, uno entra a los planos espirituales abierta y honorablemente.
Por la práctica de la Palabra, uno escapa de las sendas descarriadas de Yama, el rey de la
Muerte.
Por la práctica de la Palabra, uno entra en cercano contacto con la Verdad.
Oh!, grande es el poder de la Palabra, pero pocos hay que lo saben.
EL JAP JI.

A medida que el aspirante va ascendiendo más en los reinos astrales se encuentra ante tres
senderos: El sendero de la izquierda es una región oscura y prohibida, donde abundan rishis raros
y yoghis adeptos de un orden más bajo. Este sendero de la izquierda es la morada de Kal, el
poder Negativo; Señor de los reinos de mente y materia. A Kal también se le conoce como Brahm
en algunas de las enseñanzas orientales, y él es el que gobierna en la cuarta y en los más bajos
niveles de la Tercera División de la creación. A pesar de que Kal domina sobre los más bajos
niveles de la creación, Él trabaja bajo las leyes divinas del mismo Supremo Señor. La teosofía
moderna y otros ocultos místicos del presente, afirman que hay un gobierno interno del mundo, y
que su tarea primaria es controlar la corriente de influencia evolucionaria entre las razas y
naciones, mientras que también sirve a la causa del mejoramiento del mundo. Este gobierno
oculto está bajo la jurisdicción de Kal.

El término Kal literalmente significa tiempo, y comprende en su esencia el pasado, el presente y el

futuro, como son comúnmente entendidos por los seres humanos. Sin embargo, es imposible fijar
una fecha cósmica al origen de Kal, o predecir cuando terminará. Comienzos y finales son
conceptos irreales creados por los sentidos exteriorizantes del hombre, que ven un aparente
comienzo y un aparente final a todo lo que transcurre en su ambiente. Desde el punto de vista de
una conciencia más alta, aquello que puede ser visto como el comienzo de un suceso en el mundo
físico, ha estado ocurriendo previamente en forma invisible como una idea en los reinos mental y
astral; y más allá de estas regiones hay regiones que trascienden el tiempo o Kal. No obstante, se
puede decir que la duración de Kal se extiende de un ciclo mayor a otro, durante el cual el
universo, compuesto de mente y materia, permanece en su forma manifiesta hasta su disolución.

El deber primario de Kal, como Poder Negativo de la creación, es atar a la humanidad a la Rueda
de Nacimientos y Muertes; y la larga lucha de la humanidad contra la fuerza del Poder Negativo
es determinada por el Supremo Señor para purgarnos de nuestros pecados e impurezas y
hacernos aptos para nuestro viaje a nuestro Verdadero Hogar, la morada de todo Amor y toda
Bienaventuranza. Una vez que la evolución del hombre a través de la Rueda del Renacimiento
se lleva a cabo, su trabajo en el universo físico debe ser completado; pero el tirón hacia abajo del
Poder Negativo mantiene el alma del hombre en una esclavitud material.

Kal es el autor de las leyes de la naturaleza, las cuales todos deben obedecer mientras vivan en
una encarnación física. Como es el creador de los mundos más bajos, se le reconoce como a
“Dios” en la mayoría de las religiones sociales y es servido fielmente por los agentes jerárquicos
de los niveles del mental más bajo, del astral y del físico. Solamente los Adeptos Místicos y sus
discípulos conocen a un Dios más alto que Kal, y el Poder Negativo es, sin embargo, adorado
por millones como Señor Supremo de la creación. Comparado con el verdadero Supremo Señor
del Amor (conocido como Sat Purush en la terminología oriental), Kal es solamente un
subordinado en la jerarquía del Universo Cósmico; y como subordinado que es, no esta

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totalmente libre de imperfecciones. No obstante, comparado con la mayoría de la humanidad, Kal
es un ser exaltado, es una personificación de luz, sabiduría y poder.

Los representantes jerárquicos de Kal, conocidos en el oriente como encarnaciones de Brahm,

son los avatares y profetas, cuya misión es la de encarnarse en cada edad para abolir la maldad y
perversidad, proteger a los buenos, castigar a los malhechores, y establecer la justicia en el
mundo. Tales encarnaciones tienen la promesa de la redención a los buenos pero tal redención
aún está sujeta por la escala de tiempo de los mundos más bajos y no es por tanto permanente.
La corriente de Kal o tiempo es para la humanidad indefinida en su curso, pero las almas con
ayuda de un Adepto Místico del más alto orden pueden trascender el tiempo y el espacio y
ascender al reino sin tiempo del Supremo Señor del Amor. Tal Adepto Místico no hace parte del
gobierno interno de Kal, aunque el tiene gran deferencia por todos los que tienen su trabajo en el
manejo de la creación. El Adepto Místico es un emisario del Supremo Señor y está comisionado
para salvar las almas y llevarlas a su Verdadero Hogar.

El dominio interno de Kal es entonces el sendero de la izquierda entre los tres caminos que el
aspirante contempla en la jornada hacia arriba por los reinos astrales. En este dominio miles y
miles de hombres puros, esclavizados por los engaños y halagos del Poder Negativo, se
encuentran absortos en profunda meditación. Personificaciones de los más bajos poderes
espirituales, conocidos en la terminología oriental como riddhis y siddhis (poderes milagrosos) son
los guardianes de esta región que se dirige hacia la izquierda. Estas personificaciones son
concretas y visibles y están dotadas de una conciencia avanzada. Actuando como implacables
centinelas de estas regiones, con el propósito de obstruir el ascenso del alma, ofrecerán al
aspirante gran conocimiento y poder psíquico, pero no pueden permanecer ante el Simran de los
Cinco Sagrados Nombres dados por el Adepto Místico y desaparecerán antes de pronunciar
estos nombres.

Personas que han viajado por estas regiones astrales sin la guía de un Adepto Místico
competente, muchas veces han sido descarriadas por estos poderes sobrenaturales; y muchos de
los cultos secretos que han surgido en los siglos XIX y XX derivan su inspiración de los sidhis y
ríddhis. También hay millones de profetas, de grados altos y bajos, junto a encarnaciones de
deidades menores y de eremitas espirituales, que se hayan extraviados en estas regiones. Hasta
cuando sean liberados por un Adepto Místico del más alto orden, de la atadura de Kal, ellos son
incapaces de seguir por regiones de Espiritualidad pura. Ningún alma que haya viajado por este
camino sin ayuda de un Adepto Místico ha alcanzado los planos espirituales de Amor Puro que
están más allá de los planos materio-espirituales. No obstante, para el aspirante que ha sido
iniciado por un Adepto Místico competente, el camino de ascenso yace libre de cualquier
obstáculo.

El sendero hacia la derecha, al frente del aspirante, permite el ingreso a universos mucho más
altos; pero el verdadero camino de los Adeptos Místicos es el sendero del centro, un camino
inmensamente iluminado que conduce al reino del Supremo Señor. El aspirante asciende por
este brillante camino hasta llegar finalmente a la región de Bankanal, que es el vestíbulo de las
regiones mentales o causales. En el nivel más alto de Sahans-dal-Kanwal, en las más altas
regiones del reino astral, es donde el aspirante contempla la forma radiante espiritual del Adepto
Místico, y esta es su primera revelación interna de la verdadera naturaleza de su Guía Espiritual
a quien solo ha visto hasta ahora en la investidura física.

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Tulsi Sahib, un Adepto Místico del más alto orden, declaró que: En los reinos internos una luz
enceguecedora surge de las uñas de los pies del Maestro e ilumina el alma del devoto.
Maulana Rumi habló de la experiencia de haber visto la forma luminosa del Adepto Místico de
esta manera: Mientras la luz del Maestro empieza a brillar en el alma, uno llega a conocer los
secretos de ambos mundos. El Guru Arjan ha dicho: La bendita forma del Maestro está en mi
frente. Cuando miro hacia adentro Le veo allí. Y Khawaja Moeen-ud-Din Chisti habló de su
contacto interno con el Adepto Místico en estas poéticas palabras: Oh Maestro, el sol no puede
soportar el resplandor de vuestra faz. La luna también se ha cubierto con una nube para
escapar de vuestra deslumbrante luz… En la persona del Nabi, o profeta, la luz de Dios ha
tomado una forma material, como la luz del sol lo hace en el cuerpo de la luna. Las escrituras
cristianas también han descrito en detalles gráficos la experiencia de ver la forma luminosa de un
Adepto Místico: …Y me volteé para ver a la voz que habló conmigo y encontré a uno como
el hijo del hombre, vestido con una prenda hasta los pies y sujetada alrededor del pecho
con un cinturón dorado. La faz y cabellos eran tan blancos como la lana, tan blancos como
la nieve, y sus ojos eran como unas llamas de fuego. Y sus pies como fino bronce, como si
estuvieran quemándose en un horno, y su voz como el sonido de muchas aguas…
Revelación 1: 12-15

La forma luminosa del Adepto Místico revela ahora, a la mirada del aspirante, los niveles mas
altos del plano astral, y en la compañía del Adepto Místico, el aspirante se encuentra a sí mismo
en la región de Sahans-dal-Kanwal, el loto de mil pétalos de energía cósmica, y la fuente de
poder de ambos universos, el astral y el físico. Sahans-dal-Kanwal es un Glorioso Cosmos
Pulsátil en sí mismo. Esta radiante región está iluminada por una llama central de la más intensa
radiancia de todos los reinos astrales. Incontables melodías y armonías de una belleza
encantadora proceden de esta gran llama, y aquellos que moran en esta región creen que ellos
están verdaderamente en el más alto cielo. Y sin embargo, solamente se encuentran en el primer
peldaño del gran camino real ascendente de los Adeptos Místicos del Sagrado Shabd, porque
es desde este plano de donde el verdadero viaje del alma en compañía del Adepto Místico
realmente comienza.

Al llegar a la región de Sahans-dal-Kanwal, la mente humana despierta al conocimiento de que

verdaderamente ha estado durmiendo durante incontables encarnaciones, y que ahora está
concientemente despierta a la realidad de los reinos más altos del cosmos interno. Sahans-dal-
Kanwal es el ultimo y el plano mas alto alcanzado aun por los yoghis mas avanzados, porque las
corrientes de vida llamadas pranas por los místicos del oriente, que son necesarias en las
prácticas yoguisticas, no pueden ir mas allá de allí. Este nivel astral es increíblemente extenso e
impresionante, y los seres puros que moran allí no pueden comprender que existen incontables
lugares más bellos y reinos espirituales más altos, más allá de Sahans-dal-Kanwal. Pero el
discípulo de un Adepto Místico tiene que ascender mucho más alto para poder obtener la
verdadera Liberación Espiritual.

EL SENDERO A TRAVÉS DE LOS REINOS MENTALES (CAUSALES): Cuando el aspirante

asciende más allá de Sahans-dal-Kanwal, el Poder Negativo, trabajando bajo el comando de Kal,
ataca con la mayor fuerza. Kal no puede ni crear ni destruir un alma, pero puede mantener almas
atrapadas en los reinos causal, astral y físico. El aprisiona las almas de los hombres con las
cadenas de los placeres mundanos. Cuando un alma aspira regresar a su verdadero hogar, Kal

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auna sus fuerzas para impedir el ascenso de esa alma; pero el Supremo Señor de Amor, Sat
Purusha, que es la más alta deidad entre todas y es el creador de todos los universos, acude en
ayuda a esa alma que aspira regresar a su Verdadero Hogar. El Adepto Místico perfecto es Su
encarnación y puede escoltar al alma a través de las regiones de Kal con toda seguridad.

En los planos astrales más altos, inmediatamente antes de que alcance el vestíbulo de los planos
causales, el aspirante se encuentra con mujeres y hombres de una belleza indescriptibles, y estos
ofrecen encantos increíbles para prevenir que el alma tenga un mayor ascenso. Sin embargo, el
poder protector del Shabd (corriente de sonido) del Adepto Místico convertirá a estos
seductores seres astrales en invisibles para el aspirante. Ningún poder negativo de ninguna clase
en absoluto puede acercarse a la radiación del Shabd dado por un Adepto Místico Perfecto.
Maulana Rumi ha hablado de la gracia protectora del Adepto Místico así: ¡Oh brava Alma!
Agárrate de la vestimenta de uno que está bien versado en los planos físico, mental,
supramental y más allá, y quien es capaz de permanecer contigo como un Verdadero
Amigo, ya sea en la vida o en la muerte, en este mundo o en el próximo.

Ahora, el aspirante se prepara para pasar a la segunda etapa de su viaje ascendente; pero antes
de poder entrar en las regiones mentales tiene que pasar a través de un camino increíblemente
angosto, un túnel torcido o en forma de pipa curva, conocido como el Bankanal por los Adeptos
Místicos del oriente. Kabir ha descrito este túnel a los mundos mentales como el tamaño de la
décima parte de una semilla de mostaza, y compara el tamaño de la mente al tamaño de un
elefante en su lucha por lograr la entrada en este túnel. Gurú Nanak también ha descrito este
túnel comparándolo con un sendero cuyo ancho sería igual a la décima parte del espesor de un
cabello.

Otros Adeptos Místicos lo han comparado con el ojo de la aguja más fina. Es imposible para el
aspirante pasar a través de este túnel sin la ayuda de un Adepto Místico competente; pero con la
ayuda de tal Maestro de la Espiritualidad el sendero es agrandado, y el aspirante puede
entonces ascender y descender sin mayor dificultad. Así, el iniciado, discípulo de un Maestro
Perfecto, entra en los reinos causales a través de un túnel de forma del Bankanal. El sendero del
progreso se extiende en forma recta y horizontal por cierta distancia, y de pronto asciende.
Después de la curva descendente el sendero asciende otra vez y el iniciado atraviesa un camino
nivelado o recto que conduce a una región que se ha denominado el Séptimo Cielo en la literatura
Sufi. Cuando el iniciado ha viajado hasta el final más alto del túnel Bankanal, su visión y
perspectiva parecen entrar al revés, y ve todo como si fuese el lado opuesto de un velo o espejo
que él ha penetrado.

El aspirante está ahora en la segunda Gran División de la Creación conocida como Brahmanda
(el huevo de Brahm) en las enseñanzas místicas del oriente. También se le ha llamado
Brahmanda debido a su forma aparentemente elíptica. Abarca dentro de su totalidad tanto los
universos materio-espirituales como los universos físicos, pero es mucho más vasta que la
combinación de éstos. En efecto, las tres divisiones más bajas de la totalidad de la creación
cósmica podrían considerarse como un todo cuya cima de esta región es Brahmanda, la división
materio-espiritual y la sección más baja como el universo físico mismo.

Los habitantes de las regiones causales están inexpresablemente felices, pero ellos están todavía
sometidos a un eventual renacimiento en el universo físico, después de una larga estada en
Brahmanda. Así pues, ellos no son inmortales como lo son las almas liberadas que habitan las
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regiones puramente espirituales, pero ellos si viven en una escala de tiempo mucho más basta de
lo que permanecen los seres en los universos astrales y físicos. Brahmanda está gobernada por
Maha-kal también llamado Par-Brahm en las enseñanzas orientales. Maha-Kal es el aspecto más
alto de Kal y reside en las regiones más altas y más espirituales de Brahmanda, como Kal mismo
reside en las regiones más bajas y más materiales. En las regiones más bajas de Brahmanda, la
materia mental es lo supremo, porque este es el plano de la mente, y la mente misma está
compuesta de una forma sutilizada de materia con cierta mezcla de espíritu.

El aspirante asciende a los planos más bajos de Brahmanda y se encuentra el mismo en el reino
de la Mente Universal, conocido en las enseñanzas orientales como Trikuti. Este reino de la
mente universal se ha concebido erróneamente como Dios por muchos meta-físicos y teólogos
místicos, pero este es solamente la etapa inicial del segundo escalón del camino ascendente de
los Adeptos Místicos y sus discípulos. A medida que asciende a través de la región de Trikuti, el
aspirante escucha una exaltada melodía, que se parece a la enunciación tonal de la palabra OM.
Es un sonido resonante y retumbante, recordatorio de los truenos de las fuertes tempestades en la
tierra, pero con una dulce y armoniosa melodía extraterrestre. En mi libro El viaje a través del
Fuego retumbante publicado en 1956, me referí al descenso del alma a reencarnar, a través de
los planos de la mente universal, en las siguientes palabras: “Así, regresé a Myalba (tierra), a
través del retumbante sendero planetario, recogí la entumecida vestimenta de deseos de
los seres sensibles, para tomar una vez más mi viaje del Sonido de Fuego”.

Trikuti es un plano por donde el alma puede viajar a través de un retumbante sendero
planetario, literalmente un sendero a través de planetas pulsantes. Cuando el Alma del iniciado
avanza hacia arriba en la dirección del sendero planetario retumbante pasa a una región de
edificios como fortalezas, con torres altas y torrecillas. Permanece por cierto periodo de tiempo en
esta región y, llevado con los atributos de devoción y fe, se ve él mismo como el Señor de los
planos mentales. La región de fortalezas es el depósito de los Karmas humanos, el archivo de las
acciones y reacciones del pasado y el presente. La ley del Karma, la inmutable ley de causa y
efecto gobierna la totalidad de la creación triple de los universos causales, astrales y físicos. El
archivo particular de cada persona ha determinado su destino. En la manera que un hombre haya
actuado durante su vida presente, y durante su ciclo de vidas pasadas, determina lo que es en el
presente. La ley Kármica trabaja continuamente, porque: así como un hombre piensa en su
corazón, así es.

¿Cómo pueden las deudas kármicas ser saldadas o convertidas en inefectivas, sino sería a través
de un largo y aparentemente interminable ciclo de nacimientos y renacimientos? Parte de la
respuesta a esta pregunta se encuentra en la región–fortaleza de los mundos causales, pero
nadie puede llegar allí sin un guía espiritual competente. En el nivel físico parece que tan pronto
un hombre ha expiado sus errores pasados, el crea nuevos Karmas y la justa ley de acción y
reacción debe exigir su pago. Kal mantiene la corte suprema de juicio en los universos causal,
astral y físico; él es el Señor del Karma y solo una Encarnación Superior puede ser investida de
suficiente poder para cambiar ciertos decretos de Kal con el propósito de liberar un alma de la
Rueda de la Vida y de la Muerte. Tal Encarnación Superior es el Adepto Místico Perfecto del
más alto orden, conocido en la terminología Oriental como un Sant Satguru. Una vez que un
Adepto Místico de esta clase ha tomado un aspirante bajo su protección, el aspirante queda
liberado de las ataduras de Kal, (el Poder Negativo), y de sus deudas karmicas (parte de las

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cuales se disuelven en el momento de la iniciación y subsiguientemente disueltas a través de la
gracia del Adepto Místico).

Cuando por medio de la Gracia de un Adepto Místico, el discípulo llega a la región fortaleza de
Trikuti, las semillas de sus Karmas pasados eventualmente se van marchitando aunque el alma
todavía retiene la mancha de mucha impureza recogida en muchas encarnaciones. Durante su
estadía en el reino–fortaleza, el discípulo observa hacia arriba las altas torres y ve nubes oscuras
de gran vastedad, de las cuales truenos resuenan constantemente. Entonces, cuando el propósito
de su estadía en el reino-fortaleza se ha completado, el alma del iniciado asciende más allá de
las nubes oscuras y observa que la totalidad de la esfera es un cosmos sublime de un color rojo
vibrante, con un sol rojo glorioso en el centro del cielo, impartiendo sus tonos carmesies a la
totalidad de la región.

Trikuti, además de ser el gran almacén del Karma humano (una vasta reserva que se ha estado
acumulando por millones de vidas), es también la región del conocimiento. Es dentro de esta
esfera que los tres atributos cósmicos: Armonía, Acción e Inercia, tienen su origen, y la creación
de los universos astrales y físicos se hizo posible por su interjuego. Estos tres atributos están
personificados en las escrituras Hindúes como Brama, Vishnu y Shiva, quienes colectivamente se
denominan Mahadev (Gran Dios). Bajo los radiantes cielos rojos de Trikuti, reminiscencia del más
hermoso atardecer que pudiera verse sobre la tierra, la forma radiante del Adepto Místico
(Maestro Perfecto), se ve en una aun mayor gloria, y el iniciado experimenta mayores impulsos
del sonido celestial en una manera que opaca todas sus previas experiencias en las regiones
astral y física.

El iniciado ve la forma cósmica de un resplandeciente loto de cuatro pétalos y su predominante

color rojo varía en exquisitos detalles y múltiples tonos radiantes, haciéndose mas y mas
pronunciado a medida que el se le acerca. El, ahora escucha el magnificente sonido de un tambor
colosal, redoblando incesantemente, y sus profundos tonos lo acompañan en esta etapa de su
viaje ascendente. A medida que el iniciado progresa hacia delante, da una vuelta a través del
espacio profundo de las regiones causales, con la melodía del tambor sonando a todo el rededor.
El ahora conscientemente capta la significación del Sonido Celestial, la Corriente Audible de
Vida, del cual el poder primario de la creación llego a ser. El iniciado, a través de un estelar y
pulsante sendero, va siempre hacia adelante y hacia arriba, con innumerables soles, lunas y
estrellas apareciendo y desapareciendo. Las palabras son totalmente inadecuadas para describir
esta experiencia, porque el discípulo ahora realiza totalmente su separación completa del universo
de materialidad y de las lenguas del mundo físico.

Elevándose hasta las regiones superiores del reino causal, el iniciado se intoxica con la alegría y
bienaventuranza de su, nuevamente encontrada, libertad. Pasa a través de radiantes montañas
cósmicas y llanuras gloriosas. Debajo de el, ve maravillosos jardines en donde flores vibrantes
están arregladas en modelos simétricos por todas partes, en una sinfonía de color y sonido. Ríos
radiantes y canales que conducen el etereo Néctar de Brahm fluyen abundantemente por esta
región; y por ultimo, el iniciado se acerca al gran océano de radiancia y lo cruza por un majestuoso
puente de luz. El ahora observa delante de el las prominencias, inspiradoras de reverencia, Mer,
Sumer y Kailash, las increíbles montañas cósmicas de donde deriva la región de Trikuti su
nombre.

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Este nivel de conciencia es el final último en el logro espiritual, según las enseñanzas vedicas de
los viejos rishis (Hombres sagrados), quienes meditaron sobre la naturaleza del universo cósmico
desde sus montañas copadas de nieve en el Himalaya. Pero este no es sino la segunda etapa en
el Sendero Místico del Amor.

El gran Nanak ha descrito este reino de Brahmanda de la siguiente manera:

Incontables los Campos de Acción, incontables las montañas doradas, incontables los Dhrus
(santos) que allí meditan.
Incontables los Indras, incontables los soles y lunas, e incontables las regiones
terrenales y estelares.
Incontables los Sidas, los Buddhas, los Naths, e incontables los dioses y diosas.
Incontables los Danus (semidioses) y sabios, e incontables los enjoyados océanos.
Incontables las fuentes de creación, incontables las armonías, incontables aquellos que las
escuchan.
E incontables los devotos de la palabra, sin final de finales, ¡oh Nanak! ¡Este reino!
EL JAP JI.

Este glorioso reino, entonces, es el plano de la mente Universal, a través del cual el Señor
Supremo ha creado los universos cósmicos. Sin embargo, el Señor Supremo no es la mente
universal, a pesar de las expresiones contrarias expuestas por muchos metafísicos modernos y
muchos místicos. La mente universal es una proyección de la voluntad del Señor Supremo para
manifestar parte de el mismo en su creación. El hombre mismo, hecho a la imagen de su
creador, también crea por intermedio de su propia mente, pero el no es esa mente. El hombre es
un alma viviente, una entidad espiritual que es la esencia de Dios, y en su camino ascendente el
iniciado aspirante ve que la mente humana esta todavía muy por debajo en la escalera de los
universos internos donde se manifiestan los aspectos espirituales del ser humano, a pesar de las
maravillosas funciones de la mente y su creatividad. Mas allá del reino de la mente universal esta
la región de la cual Cristo dijo: “No hay nada escondido que no sea revelado, ni nada cubierto que
no sea conocido, (Mateo 9:26).

El aspirante debe permanecer en esta región causal, un reino de inmezclable deleite, por un
periodo de tiempo, durante el cual la totalidad de su carga karmica es liquidada dentro de los
dominios de la región fortaleza. El es instruido por el Adepto Místico para que medite por un
largo tiempo en este reino causal, de tal manera que su alma sea limpiada del mayor número de
impurezas. Cuando se logra esta purificación, el Adepto Místico urge al iniciado para que siga
adelante a las más altas regiones por encima de Brahmanda. Ese ascenso debe ahora ser hecho
al reino supercausal, conocido como Par-Brahm (mas allá de Braham) o Daswan Dwar (La
Décima Puerta) según los místicos orientales.

EL SENDERO A TRAVES DE LOS REINOS SUPER-CAUSALES: Cuando el iniciado abandona

la región de Brahmanda, atraviesa una gran porción de espacio interior para poder alcanzar el
reino Súper-Causal de DASWAN DWAR, donde la purificación final de la aspirante alma debe
tomar lugar. En Daswan Dwar todos los velos y envolturas son levantados al alma, quien
entonces brilla en su Prístino Esplendor. Es en esta región inmensa donde el alma se baña en el
lago cósmico de inmortalidad, conocido en la terminología oriental como Mansarovar ó Amritsar.
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Una vez limpiada de sus últimas impurezas, el alma añora la bienaventuranza de la union con el
Señor Supremo del Amor. De este maravilloso reino Guru Nanak ha escrito:

Luego, el Reino del Éxtasis, donde la Palabra es cautivante,

todo lo creado aquí es maravillosamente extraño y más allá de descripción;
quién trate de describirla debe arrepentirse de su necedad.
Aquí la mente, la razón y el entendimiento se autorealizan; el ser llega a si mismo,
y desarrolla la penetración de los dioses y los sabios…
EL JAP JI.

Guru Nanak manifestaba que el lago espiritual de Amritsar era el único verdadero lugar de
sagrada peregrinación, donde se encuentran los Hindúes, Cristianos, Mus linees, Sikhs y
creyentes o no por igual. Es un centro cósmico de espiritualidad, donde la investigante alma puede
lavarse de sus pecados. Algunas pocas religiones han tenido su inicio en el reino super-causal,
pero son excepciones a la regla general, ya que la mayoría de la fe ó creencias sociales han
emanado del reino causal, con Kal o Brahm (bajo varios nombres) como su deidad suprema.
Místicos y discípulos que hayan ascendido a este rarificado plano, donde el espíritu se
entremezcla con materia muy sutil en varios grados, son en verdad muy pocos. La totalidad de la
región cósmica de Daswan Dwar tiene la configuración de un loto de ocho pétalos, que está
permeado con melodías divinas que nos traen reminiscencias de aquellos instrumentos de cuerda
tocados en la tierra. Sin embargo, aquí otra vez cualquier comparación o analogía es totalmente
inadecuada, porque los sonidos de nuestro plano físico no pueden en ninguna manera
compararse con la grandeza de la MUSICA INTOCABLE, el Anahad Shabd, que toca
ininterrumpidamente en este exaltado reino.

El lago espiritual de Amritsar se conoce también como TRIBENI, la union de los tres ríos de
energía espiritual. Estas tres corrientes de Amor, Luz y Poder descienden del Señor Supremo
para sustentar y soportar el universo de universos. Este es el verdadero Santuario de
Santidades, donde la aspirante alma se hace inmaculada e inmortal después de su baño de
purificación. Ahora ya ha transcendido sus envolturas causal, astral y física, y no posee ninguna
de las cualidades de estas tres regiones de mente y materia. La Inmaculada Alma, radiante y
refulgente, ahora brilla con la luminosidad de doce soles juntos. No tiene que reencarnar otra vez
en los planos inferiores, a menos que se le comisione, ó que lo haga por orden del Señor
Supremo mismo.

El alma ha probado el néctar de la música intocable y tiene una visión completa en lo que respecta
a la verdadera naturaleza de la creación. En la región de Daswan Dwar, el alma liberada se da
ahora cuenta de que en esencia es Amor, la misma del Supremo Señor del Amor. El alma sabe
ahora verdaderamente donde es que El Supremo Señor reside, y su más sublime deseo es la
completa union con El.

Acerca de este estado de conciencia los Adeptos Místicos han manifestado que nadie es un
verdadero teísta a menos que haya realizado esta esencia de Dios dentro de si mismo. Hasta
cuando esta gran realización llegue, El aspirante confía en el testimonio de los santos y sabios.
Tal testimonio ha sido registrado en la gran mayoría de las escrituras del mundo, pero el leer los
libros sagrados -aunque vale la pena estudiarlos- nunca le darán al individuo una experiencia
consciente ni el despertar del Señor Supremo dentro de si. Refiriéndose a las prácticas
espirituales externas y comparándolas con la búsqueda interior, Guru Nanak ha dicho:
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 Las peregrinaciones, austeridades, misericordia, caridad y
limosnas dejan de tener alguna consecuencia útil,
cuando se entra en el Til –El ojo interno-;
la comunión y práctica de la Sagrada Palabra,
con el corazón lleno de devoción, procura la
admisión dentro de los Reinos Espirituales Internos,
lavando el sucio de los pecados en la Sagrada Fuente Interna.
EL JAP JI.

Cuando el alma ha sido bañada en la Fuente Sagrada Interna -el lago De Amritsar-, ésta se junta
a la compañía de otras almas puras conocidas como HANSAS (cisnes) en la literatura esotérica, y
goza de las maravillas y encantadoras bellezas de este reino, entonces el alma asciende a los
niveles mas altos de Daswan Dwar y, en cierta etapa, observa a su derecha el Inconcebible Reino
de la Isla (Inconceivable Island Kingdom), The Anchint Dip, que es una configuración radiante de
un loto de doce pétalos; y hacia su izquierda observa la región de la bienaventuranza (Sehaj Dip)
con su configuración magnificante de un loto de 10 pétalos. Entonces el alma alcanza el primer
vestíbulo de la terrificante TIBAR KHARD o el MAHA SUNNA, la región de la oscuridad.

En el vestíbulo del Maha Sunna, al alma se le da el conocimiento más esotérico sobre la creacion.
Este conocimiento solamente puede ser impartido a este alto nivel espiritual, nunca podra ser
revelado en palabras habladas o escritas a los niveles inferiores de la creación por debajo de esta
region. Cuando el alma se ha imbuido de este conocimiento, comienza a cruzar el Maha Sunna,
que es un vasto y profundo vacío de una oscuridad inexpresable. En esta sombria region
Mahakal, la forma mas alta del Poder Negativo, ha colocado una serie de obstáculos
aterrorizantes en el sendero de la aspirante alma.

Solamente aquella alma que ha cruzado este negro vacio por una vez, con la ayuda de un Adepto
Místico, queda libre de poder cruzar el Maha Sunna a voluntad, desde ese momento en adelante.
Incontables almas cada una brillando con la luminosidad de doce soles, habitan en esta región,
pero son incapaces por ellas mismas de librarse de sus ataduras, porque aún cuando el alma
tiene tal radiancia, se encuentra tremendamente imposibilitada por la punzante oscuridad, y ella no
puede atravesar este negro vacío sin la gracia benigna y protectora de un Adepto Místico del
más alto grado.

Antes de que el alma inicie su viaje a través del Maha Sunna se hace participe de la existencia de
cuatro regiones espirituales secretas, que no son mencionadas en las enseñanzas externas de los
Adeptos Místicos. Estas regiones secretas son los planos de los prisioneros espirituales más
altos, conocidos como el BANDIVAN en la terminología oriental. Estos prisioneros no se
encuentran bajo ningún encierro en sus propios reinos, pero no pueden viajar más allá de estos.
Algunos de ellos algunas veces podrían ver a un alma que está ascendiendo en la compañía de
un Adepto Místico, y ellos le imploraran a esa alma que abogue por su causa, de manera que
ellos también puedan ascender a los reinos espirituales más altos. Solamente el Adepto Místico
puede acceder a esta petición si ve que quien lo pide ya esta listo, ya que el es el guía
indispensable del alma quien hará un viaje seguro a través de la expansiva y oscura región del
Maha Sunna y las otras regiones secretas.

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Más allá de la región de Maha Sunna hay cinco reinos espirituales inmensos, cada uno de
creciente importancia a medida que el alma asciende. El mas bajo de estos es BHANWAR
GUPHA (la cueva giratoria), la ultima región antes de que el alma llegue al reino del Supremo
Señor, el verdadero hogar del espíritu. A medida que el alma se acerca a la región inefable de
BHANWAR GUPHA, esta escucha las melodías de cuatro corrientes de sonido, cada una
emanada de fuentes invisibles. Una de estas melodías cósmicas es inefable e indescriptiblemente
hermosa. El alma también observa cinco universos en forma ovalada, siendo todos ellos
macrocosmos de otras creaciones cósmicas. Cada uno de estos sistemas cósmicos tiene un color
predominante, como amarillo o verde, y cada uno es permeado y gobernado por un espíritu del
tipo de Brahm. En comparación con estas regiones, la totalidad del universo por debajo de este
reino de la causalidad es insignificante en tamaño, como un puñado de polvo.

EL SENDERO EN SU ETAPA FINAL: Después de emerger del oscuro vacio, del MAHA SUNNA,
el alma llega al nivel interior conocido como Bhawar Gupha (la cueva o caverna giratoria) en la
terminología de los Adeptos Místicos orientales. Esta es la cuarta región o plano interno por
encima del plano físico, y es una región o sustancia espiritual entremezclada con muy poca
materia. A medida que el alma progresa hacia adelante, esta cruza un paso o desfiladero
altamente luminoso por encima de un vértice o poder espiritual conocido como el túnel Hansni;
entonces el alma entra por la sólida boca del glorioso túnel PUKMINI, y allí observa una estructura
increíblemente hermosa. La radiación de esta estructura choca con la vista del alma y por
consiguiente hace que el NIRAT (poder para ver) del alma y EL SURAT (poder para oír) alcancen
una consumación completa y una paz verdadera.

El alma entonces trasciende a un nivel mas alto de este reino espiritual, viendo a su lado derecho
islas cósmicas de insondable belleza, y a su lado izquierdo muchos continentes con palacios
radiantes, que parecen como si hubiesen sido construidos de perlas con sus pisos mas altos
adornados con rubíes y sembrados con esmeraldas y diamantes. La belleza de todas estas
escenas cósmicas llena el alma de una intoxicación maravillosa. Bhanwar Gupha está gobernada
por un gran señor espiritual, cuyo nombre se traduce como Ese soy yo en la terminología utilizada
por los Adeptos Místicos tanto en el medio como en el lejano este. En efecto, los Adeptos
Sufies conocen la región en su totalidad como ANAHU, que otra vez tiene el significado de ¡Ese
soy yo!

Es dentro de la región de Bhanwar Gupha donde el alma llega a la más completa realización de su
parentesco con el Creador, conociéndose a si misma conscientemente como una gota de esta
Esencia Divina en el océano del todo (espíritu). Maulana Rumi ha escrito acerca de los
quejumbrosos acordes de una flauta, tocada en la cima de la montaña, que habla acerca de la
separación del alma de su fuente. La música que permea toda esta región es la de una flauta
sobrenatural, y era esta música la que sonaba en la conciencia del gran Rumi. Sin embargo, aquí
también no hay nada en el mundo físico que se pueda comparar con los hermosos acordes de
Bhanwar Gupha. Este sonido encantador emana desde la gloriosa montaña cósmica que se eleva
majestuosamente por encima de esta región, y por encima de la cual el alma observa un inmenso
sol que brilla con una luz blanca deslumbrante, miles y miles de veces mas brillante que el sol
físico de nuestro sistema solar. De esta región Guru Nanak ha cantado:

Más alto aún está Karma Khand, el reino de gracia,

aquí la palabra lo es todo en todo, y nada mas prevalece.

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 Aquí habitan los más valientes de los valientes: los conquistadores de la mente,
llenos de Amor Divino.
Aquí habitan devotos con devoción, incomparables como Sita
iluminados con belleza inefable.
Todos los corazones llenos de Dios, ellos viven mas allá del alcance de
la muerte y la disolución.
EL JAP JI.

Bhanwar Gupha es verdaderamente un reino de luz y belleza, y las almas que habitan allí beben
del elixir de la corriente de sonido de la misma manera que nosotros en el plano físico tomamos
nuestra diaria bebida y nuestra diaria comida. Sin embargo, Bhanwar Gupha y todas las regiones
por debajo de esta (supercausal, causal, astral y física) deberán eventualmente entrar en
disolución, de acuerdo con los Adeptos Místicos. Disoluciones de una duración relativamente
más cortas se extienden hasta la cima del causal, mientras que las grandes disoluciones abarcan
el reino supercausal de Daswan Dwar incluyendo también el reino de Bhanwar Gupha, y por
consiguiente el alma aspirante debe seguir a un nivel aún más arriba para poder alcanzar a la
verdadera liberación espiritual, porque solamente Sach Khand, la quinta región interna por
encima del plano físico, no esta afectada por ninguna de las disoluciones cósmicas, grandes o
pequeñas y Sach Khand es el verdadero hogar del alma.

Esta región, permanente-espiritual, se denomina como Sat-lok en el Hinduismo, Mugam-i-Hag

(Reino de la Verdad) en las enseñanzas de los sabios sufíes del Islam, y Sach Khand (el nombre
utilizado por los Adeptos Místicos indios o Satgurus) en el sikhismo. Sach Khand está totalmente
libre de materia física, mental o materia espiritualizada. En las palabras de los Adeptos Místicos
es incambiable y eterna; toda alegría, toda bienaventuranza, toda sabiduría y todo Amor: la
morada de Dios. Aquí, en esta maravilla inefable, habitan los Seres Espirituales Perfectos, los
Santos Supremos de todos los tiempos. Gurú Nanak ha dicho: Aquí habitan los Bhagats ó
sabios venidos de todas las regiones, quienes se regocijan en el Uno Verdadero y viven en
una eterna bienaventuranza.

En Bhanwar Gupha, la región por debajo de Sach Khand, hay ochenta mil universos, y los
habitantes de esos universos son seguidores de algún Adepto Espiritual que han alcanzado por
ellos mismos el acceso a esa región. Pero en la misma Sach Khand, millones de esferas están
bajo el gobierno del Verdadero Señor, y las islas cósmicas del Bendito Señor giran alrededor de
este reino, de la misma manera que nuestra diminuta tierra gira alrededor de su propio sol. Estas
esferas son las moradas de los Hansas, almas puras que nunca han descendido a los planos más
bajos.

En las palabras de Gurú Nanak:

Sach Khand o el Reino de la Verdad es el asiento del Sin Forma.

Aquí El crea todas las creaciones, regocijándose en crear.
Aquí hay muchas regiones, sistemas celestiales y universos,
contarlos sería contar lo incontable; aquí, de lo sin forma,
la altiplanicie celestial y todo lo demás tomó forma,
todo destinado a moverse de acuerdo a su voluntad.
Aquel que es bendecido con esta visión, se regocija en su contemplación.
Pero ¡Oh Nanak!, tal es su belleza que tratar de describirla es
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 intentar lo imposible.
EL JAP JI.

El Señor de Sach Khand se conoce en la terminología oriental como SAT PURUSH, el

Verdadero Ser. Las escrituras esotéricas establecen que este Señor de Amor irradia una luz que
es equivalente a la luz de billones de soles, aunque esto es todavía una descripción pobre de El,
porque Él está más allá de la descripción del lenguaje humano o intelecto para describirlo. SAT
PURUSH dirige y controla la creación y disolución de la totalidad del sistema cósmico de
universos por debajo de Él, pero su propio reino es inmune a tales cambios. Este Verdadero Ser
extrae en última instancia su poder del Señor más alto de todos, conocido por los Adeptos
Místicos como el Anamí Purush, el Sin–nombre.

Sach Khand solo puede describirse inadecuadamente con el lenguaje poético y el simbolismo, ya
que los Adeptos Místicos manifiestan que no hay comparación posible que pueda ser hecha aún
con las cosas más hermosas de la tierra. Sach Khand es la CASA DEL PADRE y el Padre es
SAT PURUSH, y el alma es una emanación del Sat Purush, de quien emanó hace milenios. De
acuerdo con los Adeptos Místicos, el alma tiene la luz de dieciséis soles y lunas combinadas
cuando alcanza este reino (la quinta región). Gurú Nanak ha contado acerca del Reino de Sat
Purusha en un inspirado himno:

Qué hermosas son tus puertas, qué maravillosa tu mansión,

desde aquí observas tú Gran creación.
Incontables los instrumentos y armonías tocadas aquí,
incontables los compases, incontables los cantantes que cantan tus alabanzas.
EL JAP JI.

Swami Ji también ha descrito el palacio del Sat Purush como una estructura en forma de fortaleza
de belleza inefable. En la descripción de Swani Ji, el alma peregrina debe localizar el Señor
Supremo de Amor en su trono cuando llegue a esa región, y debe conocer al Señor de Amor
como al Verdadero Señor de la totalidad del universo de universos. Swami Ji ha descrito los
maravillosos campos y parques en las afueras del palacio de Sat Purush, pero otra vez repite que
el escenario allí es indescriptible e inexpresable en términos de la tierra. Reservas de Néctar
Espiritual abundan en este plano de donde fluyen por debajo abundantes ríos de luz para
suministrar con sustento espiritual regiones distantes. Palacios dorados parecen suspenderse por
encima de jardines cósmicos de luz plateada, y la belleza de las Hansas, las almas puras que
habitan allí, es incomprensible.

El alma peregrina avanza hasta el vestíbulo del palacio del Señor de Amor, SAT PURUSH, y un -
Hansa guardián pregunta al recién llegado cómo se las arregló para llegar a esta región sublime.
El alma responde que fue a los pies de un Adepto Místico ó Satgurú, cuando habitaba en la
tierra, y el Adepto Místico le otorgó el conocimiento interno sobre este alto reino. El alma es
entonces conducida al palacio, donde se encuentra con un loto brillante de belleza inefable. Una
voz suena desde la luz central del loto y pregunta al alma por su identidad y con qué propósito u
objeto ha ascendido hasta esta región. Swami Ji describe la respuesta del alma como: Yo conocí
a un Satgurú y él me dio instrucciones completas y a través de su bondad tengo ahora el
privilegio de recibir vuestro Darshan (mirada bendecida). Se le revela ahora al alma que está
verdaderamente en la presencia del Sat Purush, a quien reconoce ahora como el poder espiritual
personificado en el Adepto Místico en la tierra y en los reinos espirituales más bajos. El alma
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ahora se regocija con su suprema buena fortuna y obtiene gran placer de la mirada espiritual, o
Darshan del Señor de Amor.

Entonces el Señor Supremo informa al alma de los misterios de las regiones más altas, y con su
propio poder espiritual de Amor, Él ayuda al alma en su ascenso a través de las regiones más
altas. Los Adeptos Místicos han dicho que la música de Sach Khand se puede comparar con la
música de la VINA (parecido a la gaita); todos los Maestros Espirituales que han hablado de
Sach Khand han sido testigos de lo maravillosamente embriagante que es su música. Igual que
su música celestial, la luz de Sach Khand es inexpresable en lenguaje humano, aún en términos
de billones de soles.

El Adepto Místico que inició al alma aspirante en los misterios del más allá tiene el deber de
acompañar al alma sin peligro hasta su verdadero hogar, Sach Khand. De allí en adelante, es el
Sat Purush quien infunde su propia Energía Divina en el alma y la envía a las regiones más altas
de ALAKH LOK (región invisible), AGAM LOK (Región inaccesible), y ANAMI LOK (Región sin
nombre, que es el reino espiritual más alto de todos). Para todos los intentos y propósitos el
aspirante espiritual puede solamente asimilar el concepto de Sach Khand como el reino espiritual
más alto, y es ciertamente una región de Espíritu Puro y el verdadero hogar del alma. Sin
embargo, los Adeptos Místicos hablan de las tres regiones más altas por encima de Sach
Khand, aunque ellos estiman completamente sin sentido buscar descripciones o explicaciones de
estos reinos de espiritualidad.

Es suficiente decir que, a través de la gracia del Sat Purush, el alma es impulsada a la próxima
región espiritual de Alakh Lok, y entonces prosigue al palacio cósmico de Alakh Purush, Señor
de este reino. Cuando el alma ha recibido el Darshan de Alakh Purush, va más alto a Agam Lok,
donde observa al Señor de esa región, Agam Purush, y recibe su Darshan. Otra vez los Adeptos
Místicos tratan de describir la radiancia de estas regiones en términos de billones de billones de
soles. En lo que concierne a la región final de Anami Lok, los Adeptos Místicos permanecen en
silencio. En pocas palabras Swami Ji ha dicho: De un nivel al otro el alma observa extrañas
cosas que no pueden ser descritas en el lenguaje humano. Cada región y todo allí está
completamente más allá de las palabras. ¡Qué belleza y gloria! ¿Cómo puedo describirlas?
No hay nada aquí que pueda ser expresado en ideas. ¡Estoy imposibilitado!. El alma ahora
ha observado al Señor gobernante de cada región más allá de Sach Khand, y ha unido a su
propio ser con ellos. Este es el summun bonum del Sendero Místico del Amor, ya que los
Adeptos Místicos han dicho que el Amor es el poder supremo en estas sagradas regiones.
Cuando se le preguntaba acerca de Anami Lok, Swami Ji simplemente contestaba: “¡Es todo
Amor!”.

Así, en el Sendero Místico del Amor, la combinación del Adepto Místico y el Shabd conducen al
JIVAN MUKTI, o liberación espiritual, y al ascenso del alma a su verdadero hogar. Si el aspirante
espiritual sigue fielmente los mandamientos del Adepto Místico (Maestro Perfecto), si vive
completamente el camino del Amor, esta liberación espiritual puede conseguirse en una vida. El
aspirante escuchará la continua sinfonía del amor, la sobrenatural música de las esferas, y se dará
cuenta que su verdadero ser y la Divina PALABRA son uno y de la misma esencia. La música es
tan gloriosa que las fuertes oscilaciones de la alocada mente se aquietan y la atención del alma se
absorbe totalmente dentro de la Corriente Audible de Vida, y es por consiguiente arrastrada
hacia arriba más allá de los planos de mente y materia.

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En la medida que el alma asciende a los reinos más altos de vida, descubre que ésta es de veras
la verdadera libertad a la que un ser humano pueda aspirar. Es la liberación de las ataduras de su
ser más bajo, de sus temores, fantasías, odios, preferencias y sueños que nos persiguen a
medida que caminamos en el largo camino de nacimientos y muertes. El hombre individualmente
ó colectivamente, solo, podrá liberarse, si cuenta con la ayuda y la compañía protectora de un
verdadero y autentico Guía Espiritual (un Sant Satguru) que haya logrado ya su verdadera
herencia espiritual y haya alcanzado la libertad en el sentido más completo de la palabra. El alma
liberada nunca más podrá ser esclavizada por los falsos apetitos del ser inferior o por las
maquinaciones de aquellos que creen controlar el transitorio mundo del hombre por virtud de su
propio temporal.

La Conciencia Espiritual es tanto la razón como la cima de la evolución del hombre, y su

naturaleza está más allá de las palabras, que son meramente símbolos inventados de la ideación
humana, porque es un estado de beatitud verdaderamente sin palabras y sin tiempo. Aquel que ha
alcanzado esta Conciencia Espiritual conoce en el mismo centro de su Ser que es un Espíritu
Libre, viviendo en los Reinos Eternos de Liberación Espiritual. El se ha elevado en esa
Sinfonía Celestial del Espíritu como Gurú Nanak lo ha reiterado.

Imagen tomada de Internet

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