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La palabra astral, que comenzó a ser utilizada por alquimistas de la Edad Media,
significa estelar, y nos da a entender que está referida a la luminosidad de la materia del
ser humano, parecida a la de una estrella.
El estudio de este mundo o plano es uno de los más complejos, pero, afortunadamente,
se ha avanzado mucho en él, actualmente se han descubierto muchas cosas que, en su
mayor parte, parecen haber sido comprobadas por personas ya tan evolucionadas que
pueden ser tenidas como Guías o Maestros.
Se han logrado experimentos relacionados con la vista astral, también llamada vista de
la cuarta dimensión debido a que, ciertamente, sus alcances sobrepasan los habituales de
la vista que vamos a llamar "normal", o sea, la de la persona corriente. Los chakras o
centros de fuerza también son conocidos, y además, de muy antiguo. Pueden ser vistos a
través del aura o bien de la vista astral.
Proyección voluntaria
Obviamente es la que realizamos por deseo propio y consciente. En todo momento hay
que tener en cuenta las circunstancias o factores que propician la proyección, ya que,
evidentemente, siempre debemos procurar que concurran los máximos factores
favorecedores de la misma.
Tales factores, bien se entiende que además del que implica saber lo que se está
haciendo, suelen ser:
1º Auténtico deseo consciente de efectuar la proyección astral.
2º Compromiso de contacto astral o necesidad de sustraerse a sufrimientos físicos.
3º Visualización previa de la proyección astral. Se trata de "ver" el viaje astral
previamente, digamos que con la imaginación. Estos viajes imaginarios preparan la
mente, la acomodan a lo venidero. Es claro que quien no haya realizado previamente un
viaje o proyección astral difícilmente podrá imaginarse lo que es en realidad, pero puede
imaginarse (para empezar) que viaja entre las estrellas y que accede al espacio exterior.
Si además de imaginación y cierta documentación, dispone de un guía, no va a tener
especial dificultad en realizar las visualizaciones.
4º Anteriores experiencias que han proporcionado lo que podemos definir como
"entrenamiento" que progresivamente va facilitando la previa visualización y la
proyección astral propiamente dicha.
Proyección involuntaria
También obviamente es la que se realiza sin que intervenga ni el deseo ni la voluntad
del sujeto proyectado. En este caso, es evidente que el control sobre la proyección será
escaso, por no decir nulo. Suele ocurrir que se confundan estas proyecciones astrales
con los sueños, y hay quien incluso dice que son la misma cosa, es decir, que lo que
"soñamos" no son más que "vivencias astrales".
Se conocen casos de grandes temores e incluso perturbaciones de índole mental tras
haber realizado una proyección astral involuntaria, y no saber qué ha podido provocarla.
Incluso, muchas personas jamás han oído hablar de este tema, y, consecuentemente,
ignoran qué es una proyección astral, por lo que su desconcierto y su temor ante hechos
tan impresionantes como los que nos ocupan pueden alcanzar grados perjudiciales de
enfermedad física o alteraciones nerviosas. Como sea, conviene conocer las más
importantes de las muchas causas que pueden provocar una proyección astral
involuntaria, y que son:
1º Dolencias o alteraciones nerviosas, como precisamente la catalepsia, y otras como
epilepsia, letargo, histeria, etc.
2º Traumas físicos como conmoción cerebral, recepción de descargas eléctricas, asfixia,
congelación, y una amplia gama de shocks mentales: ausencias, éxtasis, inhibiciones,
síncopes, etc.
3º Infecciones de tipo vírico, como tétanos, cólera, peste, y otras.
4º La acción de agentes tóxicos como son los narcóticos en general, la ingestión
desmesurada de alcohol (el famoso "delirium tremens" de los alcohólicos no sería más
que una supuesta y distorsionada proyección astral), la anestesia general, y otros.
El cordón de plata.
Cuando el cuerpo astral es proyectado al plano astral, por supuesto se separa del cuerpo
físico, pero siempre queda unido a éste por medio del llamado Cordón de Plata.
Los clarividentes suelen describir este "cordón" como una especie de hilo muy elástico,
cuyo tono plateado es debido a estar compuesto por partículas de todos los colores, que
vibran a una frecuencia tan alta que los colores parecen mezclarse hasta producir un
color único, de tono plateado.
Este hilo elástico es extensible hasta el punto de que por mucho que se separe el cuerpo
astral del cuerpo físico, el cordón siempre da de sí lo necesario, ya que precisamente
este es su cometido: facilitar al cuerpo astral una movilidad ilimitada en el plano astral.
Haciendo un símil, podríamos decir que el Cordón de Plata puede ser considerado como
el cordón umbilical que une a la madre y a su bebé hasta el momento del nacimiento de
éste. Los nombres que en ocultismo recibe la esencia del cuerpo físico que sobrevive a
la muerte son numerosos. Desde simplemente espíritu a cuerpo astral, pasando por
cuerpo etéreo, ka, espectro, cuerpo mental, cuerpo de deseos, cuerpo de luz, cuerpo
espiritual, cuerpo luminoso, fantasma, ectoplasma... Sea cual sea el nombre que
elijamos, lo que parece cierto es que existe esa esencia del cuerpo físico extinto o en
suspensión de sus constantes vitales. Nosotros le estamos llamando cuerpo astral.
Tradicionalmente se cree que el Cordón de Plata se alarga hasta grandes distancias
cuando el doble viaja lejos del físico. No siempre se ve pero puede sentirse como si
tirara del cuerpo. Cuando la muerte sobreviene naturalmente, el cuerpo astral se afloja
poco a poco, elevando el físico y luego se rompe para permitir que los cuerpos
superiores se eleven.
Esto quiere decir que te debería importar tener una buena opinión de las
personas que permites entrar a tu vida, procura que sean gentes libres y de
buenas costumbres.