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4.- Comentario morfosintáctico.

Sustantivos.

1. Género y número: En primer lugar vamos a comentar el género, debemos destacar


que los sustantivos tienen concordancia de género con la palabra que le acompañada,
por ejemplo podemos ver en la línea 3 “aquel fecho” hay concordancia entre el
demostrativo y el sustantivo, al igual que podemos ver en la línea 2 “alguna cosa”
tenemos concordancia de género femenino entre el indefinido y el sustantivo. Es
interesante destacar “señor conde” aquí tenemos una concordancia de género, pero
también nos permite ver que “señor” es una forma de tratamiento que ya se usaba en
el siglo XIV. (¿Debería aquí de hablar de casos que no tenemos en el texto pero que
hemos visto en la teoría, por ejemplo: los sustantivos que se usan en masculino y
sustantivo “valle o puente” o hablar de sustantivos masculinos acabados en –a
“propheta”?)
Con respecto al número, debemos saber que el singular es la forma no marcada y el
plural es la forma marcada. En este texto no tenemos sustantivos en plural. Podemos
ver la palabra “rey”, estas palabras que tienen un diptongo decreciente en el final,
tenemos una alternancia en el plural, puede ser reies o reyes, lo mismo ocurre con las
palabras buey o ley.

2. Determinantes (artículo, demostrativo, posesivo e indefinido):


Sobre el artículo, tenemos la forma “el” que en este caso tiene concordancia en
género y número con el adjetivo y sustantivo que acompaña. Tenemos en la línea 2 el
artículo “lo” que es neutro y es una escaza pervivencia del neutro en castellano. Luego
tenemos el artículo “lo” que aparece acompañado del “que”, creo que esto junto al
que es el nexo de una oración subordinada adjetiva sustantivada. (Digo creo porque no
estoy seguro).
Después tenemos el demostrativo: tenemos escaza presencia del demostrativo en el
texto, solo podemos encontrar la forma “aquel” en la línea 3.
En texto tenemos presencia de varios indefinidos, como por ejemplo “alguna cosa” o
“un omne”. Sobre las aposiciones tenemos la forma de tratamiento señor, suponemos
que esta forma de tratamiento se usaba para hacer referencias a personas de una
clase social alta, debido a que en este caso se usa para hacer referencia a un conde.
3. Pronombres personales: Hay que diferenciar los pronombres tónicos de los átonos. Los
tónicos tenemos dos casos “mí” y “vós” este segundo es una forma de tratamiento
muy utilizada en la EM se usa como pronombre de respeto o no confianza, estas
formas de tratamiento van a entrar en decadencia, debido a la llegada de los indianos
a España, estos indianos vienen de América con una óptima situación económica y van
a reivindicar el uso de nuevas formas de respeto, ya que las actuales se están
generalizando. Tenemos el pronombre persona de 3 persona “quel” que aparece junto
a “que” este él procede de ILLE y tiene valor anafórico, hace referencia a un ente ya
mencionado en el texto, en este caso hace referencia al hombre que se menciona con
anterioridad.
Luego tenemos los pronombres personales átonos, sobre estos, podemos observar
que aparecen enclíticos al verbo, como tenemos “começasse” “fuesse” “ruegovos” y
“plazerme”, todos estos funcionan como complemento indirecto, están haciendo
referencia a persona. También tenemos los pronombres “me” que funcionan como
complemento directo y estos no aparecen enclítico al verbo.
Con respecto a los relativos podemos destacar el que aparece en la penúltima línea
“quel” aquí como ya comentamos anteriormente tenemos una unión de que y él, ese
que es un pronombre relativo, que en este caso tiene como antecedente a “un omne”
y funciona como sujeto.
4. Preposiciones y locuciones preposicionales: Podemos destacar la preposición “en” que
tiene un claro valor estativo durante la EM. La preposición “por” se suele utilizar en la
EM en lugares donde hoy día usamos otra, aunque en el texto está usada en un
contexto habitual. Aquí también tenemos el uso de la preposición “para” que tiene
una función de finalidad. La preposición “a” que tenemos en la primera línea tiene
valor direccional, dice que vino a mí.
5. Adverbios y locuciones adverbiales: En este texto podemos ver una escasa presencia
de adverbios, por lo que no tenemos nada que comentar con respecto a estos.
Tenemos en el texto un más que es adverbio de cantidad.
6. Adjetivos: En cuanto a los adjetivos ocurre lo mismo que con los adverbios, en este
texto encontramos poca presencia de adjetivos. En don Juan Manuel es habitual
encontrar pocos adjetivos, es un autor que no despliega un uso abundante de
adjetivos. Tenemos adjetivos como grand y buen, no hay muchos más, estos adjetivos
son manisqueístas. Aquí podemos observar que no tenemos adjetivos sintéticos, es
decir que en lugar de aparecer grandísimo, tenemos muy grand, esto es lo normal en
el siglo XIII y XIV. Con respecto a la posición de los adjetivos no tienen un
posicionamiento fijo con el sustantivo al cual acompañan.
7. Verbos: Debemos destacar las formas del imperfecto de indicativo que a lo largo de la
EM se da una alternancia entre ía/ ié. En los siglos XIII y XIv es más habitual la variante
ié, pero ya en el siglo XIV se impone la variante –ía, como podemos ver en este texto
ejemplos como “avía”, “avría” o “sabía”.
En cuanto a la desinencia de segunda persona del plural, -des, vamos a tener casos de
pérdida ya en algunos ejemplos del siglo XIV, aunque es estable durante la EM, en este
texto tenemos casos como “fagades”, “digades” en estos casos se mantiene porque la
sílaba anterior es átona.
Vamos a encontrar que para expresar duda o eventualidad que hace referencia al
pasado, encontraremos el imperfecto de subjuntivo, como podemos ver aquí en el
texto “catasse” o “començasse”.
Tenemos también formas compuestas que suelen estar formadas por el verbo ser o
haber + participio, aquí tenemos un ejemplo como puede ser “fuesse acabado”. La
lengua española se decanta por la pasiva analítica, pero debemos saber que en
determinados textos se conserva el valor etimológico de la construcción ser más
participio como podría ser “fuesse acabado”.
8. Conjunciones: Tenemos la conjunción copulativa “et”, está conjunción es propia del
siglo XIII, “e” es más propia del siglo XIV y XV y la conjunción “y” es propia del siglo XVI,
aunque si encontramos et o e en textos de años posteriores no podemos hablar de
grafías conjunciones conservadoras porque es habitual encontrarlas en los textos.
9. Sintaxis interoracional: En este texto tenemos varias subordinadas, en primer lugar
debemos hablar del nexo “para que” que nos está introduciendo una subordinada
adverbial de finalidad, el “desque” también nos introduce una subordinada adverbial.
Luego tenemos tenemos en la primera línea un “que” que introduce una subordinada
de sustantivo, que funciona como complemento directo. También podemos hablar de
la presencia de los nexos “lo que” que introducen subordinadas adjetivas
sustantivadas.
10. Sintaxis extraoracional: tenemos los pronombres personales de tratamiento como vós
que tienen una función anafórica, ya que hacen referencia a un elemento ya
mencionado en el texto, ejemplo “vós” hace referencia a Patronio. Podemos tener
repetición del “que” o de “para”.
11. Léxico.

El léxico de Don Juan Manuel es conciso, selecto en muchas ocasiones. A veces tiene una gran
precisión. La mayoría de las palabras de este texto son de origen latino pero también
aparecen arabismos, como puede ser “alquimia”.

Algunos cambios semánticos importantes en este texto son los que vemos en las formas de
tratamiento: señor pasa de ser lo que significa en latín ('más viejo') a ser una forma de
tratamiento.

En cuanto a la prefijación y sufijación este texto no tenemos muchos ejemplos.

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