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CÓDIGO: 911
INSTRUCTOR: Tcrn. EM AVC. Edmundo Polo
FECHA: Enero de 2024
FUNDAMENTOS Y BASES DE LA ESTRATEGIA AÉREA
AEROESPACIAL
GIULIO DOUHET
“La defensa nacional no puede ser asegurada más que por una fuerza aérea apta
BIOGRAFÍA
graduación en la Academia Militar de Génova. A los 19 años era oficial de artillería, y poco
después asistió al Instituto Politécnico de Turín para completar sus estudios de ingeniería.
Asignado al Estado Mayor poco después del comienzo del nuevo siglo, Douhet
publicó conferencias sobre mecanización militar. Con la llegada de los dirigibles
y luego de los aviones de ala fija a Italia, rápidamente reconoció el potencial
militar de la nueva tecnología. Douhet vio los peligros de permitir que el poder
aéreo estuviera limitado por los comandantes terrestres y comenzó a abogar
por la creación de un brazo aéreo separado comandado por aviadores. Se
asoció con el joven ingeniero aeronáutico Gianni Caproni para ensalzar las
virtudes del poder aéreo en los años venideros.
Douhet continuó escribiendo sobre el poder aéreo desde su celda, terminó una
novela sobre el poder aéreo y propuso una enorme flota aliada de aviones en
comunicaciones a los ministros. Fue liberado y volvió al servicio poco después
de la desastrosa Batalla de Caporetto en 1917. Douhet fue llamado al servicio
en 1918 para servir como jefe de la Oficina Aeronáutica Central Italiana.
Fue exonerado en 1920 y ascendido a oficial general en 1921. Ese mismo año,
completó un tratado de enorme influencia sobre bombardeos estratégicos, El
mando del aire y se retiró del servicio militar poco después. Excepto unos
pocos meses como jefe de aviación en el gobierno de Benito Mussolini en
1922, Douhet pasó gran parte del resto de su vida teorizando sobre el impacto
del poder aéreo militar.
Estrategia aérea
Douhet argumentó que el poder aéreo era revolucionario porque operaba en la
tercera dimensión. Los aviones podrían volar sobre las fuerzas de la superficie,
relegándolas a una importancia secundaria. La inmensidad del cielo hacía casi
imposible la defensa, por lo que la esencia del poder aéreo era la ofensiva. La
única defensa fue un buen ataque. La fuerza aérea que pudiera lograr el control
del aire bombardeando el brazo aéreo enemigo hasta extinguirlo condenaría a
su enemigo a un bombardeo perpetuo. El dominio del aire significaba la
victoria.
Douhet creía en los efectos morales de los bombardeos. El poder aéreo podría
quebrar la voluntad de un pueblo al destruir los “centros vitales” de un país. Los
ejércitos se volvieron superfluos porque los aviones podían sobrevolarlos y
atacar estos centros del gobierno, el ejército y la industria con impunidad, un
principio que más tarde se denominó "El bombardero siempre logrará pasar".
La selección de objetivos era fundamental para esta estrategia y creía que los
comandantes aéreos demostrarían su valía mediante la elección de objetivos.
Estos variarían de una situación a otra, pero Douhet identificó los cinco tipos
básicos de objetivos: industria, infraestructura de transporte, comunicaciones,
gobierno y "la voluntad del pueblo".
A nivel táctico, abogó por utilizar tres tipos de bombas en rápida sucesión;
explosivos para destruir el objetivo, incendiarios para encender las estructuras
dañadas y gas venenoso para mantener alejados a los bomberos y equipos de
rescate. (AcademiaLab, 2024)
En su libro “El dominio del aire” en el año 1921, en el que postuló que “Poseer el
dominio del aire significa estar en la posición de evitar que el enemigo pueda volar,
mientras las fuerzas propias retienen la habilidad para hacerlo” (Douhet, 1921). De la
misma forma, su convicción sobre la importancia de lograr este dominio era tal, que a
continuación indicó: “Conquistar el dominio del aire significa victoria; ser vencido en el
aire significa derrota y aceptación de cualquier término que el enemigo desee imponer”.
(Douhet, 1921)
Para lograr esto, sería necesario desarrollar una fuerza aérea separada de la marina y del
ejército, así como también generar dos tipos de aeronaves. La primera con la capacidad
de bombardeo y la segunda del tipo “caza” para proveer protección de la anterior.
Asimismo, se debía perseguir el control del aire por medio de la destrucción de las
capacidades aéreas del enemigo. En palabras de Giulio Douhet: “Por estas razones, se
puede indicar sobre la composición de una Fuerza Aérea independiente únicamente que:
(1) las fuerzas de combate debieran apuntar a ser más fuertes y poderosas que las del
enemigo; y (2) los medios de bombardeo debieran luchar para lograr el máximo de
poder para producir los efectos más devastadores, siempre recordando que una Fuerza
Aérea independiente no puede ser dispensada de ninguno de los dos aviones y debe a
toda costa se debe prevenir de ser dejada sin uno o el otro”. (Douhet, 1921)
Esto queda más claro cuando se analiza el concepto operacional que proponía Giulio
Douhet, indicando que “Una Fuerza Aérea independiente debiera siempre operar en
masa” (Douhet, 1921), esto principalmente para asegurar alcanzar el objetivo y poseer
un poder de fuego a través de armas convencionales suficiente para lograr provocar un
mayor daño y terror en la población en forma simultánea. (Revista de Marina, 2024)
“Conquistar el dominio del aire significa victoria; ser vencido en el aire significa
1921)