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Pablo y Silas fueron encarcelados después de compartir el evangelio en Filipos. A pesar de estar exhaustos y azotados en una celda sucia y oscura, comenzaron a alabar a Dios en oración. Esto provocó un terremoto que liberó sus cadenas y abrió las puertas de la cárcel. Aunque los cristianos enfrentan tribulaciones al compartir la palabra, Dios los fortalecerá y defenderá a los que le temen. La lección es que alabar a Dios puede derribar cadenas op
Pablo y Silas fueron encarcelados después de compartir el evangelio en Filipos. A pesar de estar exhaustos y azotados en una celda sucia y oscura, comenzaron a alabar a Dios en oración. Esto provocó un terremoto que liberó sus cadenas y abrió las puertas de la cárcel. Aunque los cristianos enfrentan tribulaciones al compartir la palabra, Dios los fortalecerá y defenderá a los que le temen. La lección es que alabar a Dios puede derribar cadenas op
Pablo y Silas fueron encarcelados después de compartir el evangelio en Filipos. A pesar de estar exhaustos y azotados en una celda sucia y oscura, comenzaron a alabar a Dios en oración. Esto provocó un terremoto que liberó sus cadenas y abrió las puertas de la cárcel. Aunque los cristianos enfrentan tribulaciones al compartir la palabra, Dios los fortalecerá y defenderá a los que le temen. La lección es que alabar a Dios puede derribar cadenas op
Bendeciré a Jehová en todo tiempo; Su alabanza estará de continuo en mi boca.
Busqué a Jehová, y él me oyó, Y me libró de todos mis temores. Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias.
Una victoria gloriosa
Sabemos que en el mundo hay mucha necesidad como en aquellos tiempos en donde Pablo fue enviado a Macedonia para compartir del evangelio. El Espíritu Santo los había guiado a aquel lugar porque Dios le había revelado la necesidad tan grande de aquella ciudad. Entrando a Filipos, una mujer creyó y se bautizó para después ofrecerles un lugar donde descansar. Hermano, todos nos sabemos esta historia; el cómo Pablo y Silas fueron encarcelados y cómo Dios los libró. Cuando nosotros recibimos a Jesús en nuestro corazón, recibimos la salvación de parte de Dios, pero también somos más atacados. Vivimos en constante guerra de parte de nuestros enemigos. A veces decimos; “no voy a orar porque si oro e intercedo por tal persona, me va mal”. Pablo sabía que él estaba haciendo la voluntad de Dios al ir y compartir del mensaje de salvación, pero no se imaginó que iba ser encarcelado junto con Silas en aquel lugar, pero sabe hermano, creo que si Pablo hubiera sabido que ocurriría tal cosa, habría querido ir de todas maneras porque lo que pasó esa noche en la cárcel fue una victoria gloriosa. Imagínese a un Silas cansado, exhausto; los habían azotado. La celda oscura, sucia y llena de barro. Creo que todos en aquella situación tendríamos miedo, no dudo que ese haya sido el caso para Pablo y Silas. Un escenario que no favorecía la fe de ambos, quiero imaginarme que al ver esto, ambos cerraron sus ojos y comenzaron a alabar a Dios, ¡Qué poderosa alabanza!, la palabra dice que vino un terremoto que sacudía toda la cárcel y que rompió las celdas y todas las cadenas. Victoria tras victoria les iba a dar el Señor esa noche, porque viendo el guardia que había pasado todo esto pensó en suicidarse porque imagínese hermano, le habían encargado que custodiase la celda de los presos y pues, ¿qué cuentas iba entregar?, pero escuchó la voz de Pablo y se calmó y les dijo: “Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?” por supuesto, ellos le hablaron de la palabra para después bautizarlo junto con todos los suyos. Como crsitianos, pasamos muchas tribulaciones, lo mencioné al principio, estamos en constante guerra. Creo que todos nos hemos llegado a sentir como Pablo; cansado, exhausto de todo, pero recordemos que el compartir de la palabra vale la pena, siempre lo fue. Para Jesús lo valió todo. Vale la pena hermano, porque cada alma para Dios es sagrada, y es verdad, pasaremos angustias a causa de compartir la palabra, pero Dios nunca nos dejará solos, ¡qué hermosa promesa!, nos fortalecerá porque somos privilegiados, somos sus hijos. Su palabra dice que Dios defiende a todo los que le temen. ¿Qué aprendimos de este capítulo? que sólo basta levantar himnos, cantar a nuestro Dios para que las puertas y cadenas sean rotas. “Confiar en Dios quiere decir ver más allá de lo que podemos, hacia lo que Dios ve.” Hermano, “¿Levantará su voz como Pablo y Silas para anunciar la victoria que viene en camino?”
Libre Para Alcanzar Su Destino: De haber sido la corredora más veloz de la fuerza militar, se tornó en una adicta al crack, y ahora pastorea una iglesia diversa y multicultural.