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Galvan, Felipe. Claroscuro
Galvan, Felipe. Claroscuro
“CLAROSCURO”
DRAMATIS PERSONAE:
ESCENA 1:
Aparece en escena un taxi modelo americano de principios de los
cuarenta. Se ha escuchado música de época desde la tercera llamada. El
taxi se detiene. El chofer dirige la vista hacia la parte trasera, adonde
viaja una mujer madura que parece dormir.
Vittorio asiente.
Salen los tres, el cadáver de Tina queda solo y las luces acentúan su falta
de compañía. Pausa. De pronto Tina cobra vida, sentándose en la plancha
para desperezarse sensualmente.
TINA.- Edward.
Silencio.
TINA.- Edward.
Nuevo silencio.
Tina hace mutis. Weston recoge su cámara de algún lado y corre tras ella.
WESTON.- Voy por ti.
TINA.- (En off) Estoy muerta.
WESTON.- (En off) Eso es. No te muevas. Así.
ESCENA 2:
ESCENA 3:
WESTON.- ¡Salud!
ESCENA 4:
Silencio.
Xavier recoge la prenda del suelo. Dos militantes traen una falda gris,
neutra, triste. Se la ponen a Tina. Ella va al escritorio, se sienta frente a la
máquina y empieza a escribir. Desaparece la foto de la pantalla.
Desaparece Xavier.
MILITANTE 3.- Compañera Modotti, este artículo tiene una frase que
debo consultarle. No sé si sea consciente.
TINA.- ¿Cuál, camarada?
MILITANTE 3.- Aquí compañera.
TINA.- ¿Andiamo?
MILITANTE 3.- Realmente no es la frase, es sólo la palabra.
TINA.- ¿No la entiende?
MILITANTE.- Perfectamente.
TINA.- Los lectores la entenderán igual.
MILITANTE 3.- Pero no se trata de ellos.
TINA.- ¿Entonces?
MILITANTE 3.- Sería delatarla.
TINA.- ¿Por qué?
MILITANTE 3.- Sólo a un o a “una italiana” se le escaparía una palabra I-
ta-lia-na… ¿quién anda cercana a los comunistas mexicanos? La Modotti:
caso resuelto.
TINA.- ¿Y usted cree, camarada, que no lo saben?
MILITANTE 3.- Sí, pero no lo pueden comprobar. Imagínese si leen esto.
Es darles la prueba. ¡Extranjera y mujer!
TINA.- ¿Tiene algo en contra?
MILITANTE 3.- El partido no tiene nada en contra.
TINA.- Le pregunto a usted, no al partido.
MILITANTE 3.- Yo no soy yo, soy una pieza en la maquinaria. El “yo” es
de individuos, en el partido no hay individuos.
TINA.- Permítame cambiar el “andiamo”.
MILITANTE 3.- Ya está cambiado, compañera. Nuestra prensa se
encuentra bien aceitada.
TINA.- Nuestra prensa… gracias, camarada.
MILITANTE.- De nada, futura camarada.
XAVIER.- ¡Tina!
TINA.- ¿Sí?
XAVIER.- Esa blusa, Tina.
TINA.- No me he fijado mucho en ella.
XAVIER.- Es demasiado provocativa.
TINA.- ¿Provocativa?
XAVIER.- Tus pechos, tus pechos.
TINA.- Die sachlage von arbeiterer ist dringend, aber nicht hoffenungslos.
La situación obrera es apremiante, no desesperada.
Weild der geist von klasse hat der gewissene geimprägniet.
Porque el espíritu de clase ha impregnado las conciencias.
Aber heute, der deutsche proletarier ist hier in der vorhut, schanze der.
Hoy por hoy, el proletariado germánico está presente en le trinchera de la
vanguardia.
MILITANTE 3.- Creo que está completa.
TINA.- ¿Desea que se lo traduzca de corrido?
MILITANTE 3.- No es necesario compañera. Está claro, limpio y
subversivo. Hizo un buen trabajo.
TINA.- Gracias camarada, yo sólo traduje. El mérito es de los camaradas
alemanes y de los correos.
MILITANTE 3.- Está entregada por completo a la causa.
TINA.- No hay nada más importante en la vida.
MILITANTE 3.- ¿Ni su familia?
TINA.- La organización es mi familia.
MILITANTE 3.- Muy bien, compañera; creo que no tardaremos en
llamarla camarada.
TINA.- Lo deseo fervientemente.
MILITANTE 3.- ¿Ya lo solicitó?
TINA.- Desde el primer día de mi llegada.
MILITANTE 3.- ¿Ya insistió?
TINA.- No, la organización sabrá cuando otorgarme la militancia.
MILITANTE 3.- Usted trabaja más que muchos militantes.
TINA.- No hay tiempo para descansos, camarada. Sólo si ahora nos
entregamos por completo, se puede aspirar a heredar un mejor mañana.
VOZ.- ¡Tina!
Tina busca tratando de ubicar el lugar de origen de la voz.
VOZ.- ¡Tina!
Mismo juego.
TINA Julio.
VOZ.- Sí, Julio, tu Julio.
TINA.- No, no eres mío; y yo no puedo ser tuya.
VOZ.- Estás aquí para mí.
TINA.- Es imposible. Yo lo amo.
Julio se congela en la cuerda. Tina habla una carta que leerá Xavier bajo
un cenital frío.
TINA.- Querido X: Esta es la carta más difícil, penosa y terrible que habré
escrito en mi vida. He tardado mucho en escribirla porque quería estar
segura de lo que te diré, y por el terrible efecto que tendrá en ti. Puedo ver
que te pareceré un monstruo, pero también es posible que sea víctima de la
terrible fatalidad que me hace actuar como actúo en la vida. Creo,
sinceramente, tener sentimientos básicamente buenos y haber buscado
siempre el bien para los otros, antes que para mí; por eso ahora no quiero
ser cruel contigo. Yo sufro más que tú. Pero ya es tiempo que diga lo que
debo decirte: quiero a otro hombre, lo quiero y él me quiere a mí. Este
amor ha hecho posible lo que nunca creí que pasara; dejar de quererte a ti.
XAVIER.- Recibí tu carta. Adiós.
SEGUNDO
ACTO.
ESCENA 6:
DIEGO.- Ja, ja, ja, ja, ja. Es usted ridículo hasta la carcajada.
ESCENA 7:
Tras la mesa hay una pared con varias fotos de Tina. El mueble es ahora
un “presidium”. Desaparece la máquina. Estamos en la inauguración de
la exposición fotográfica de la Modotti en la Biblioteca Nacional de
México de la Universidad.
Ambos van con distintos asistentes y toman datos. Uno de los camaradas
llega con un acompañante.
ESCENA 8:
TINA.- ¡Enea!
ENEA.- (En off) Cuídalo.
TINA.- Cuídate.
El sonido de dínamo cesa bruscamente, igual que las voces de Tina y Enea.
El ambiente varía. Varios hombres de gabardina entran al escenario.
ESCENA 9:
ESCENA 10:
Se escucha el sonido de un vapor a punto de zarpar. Esta llamando. A lo
lejos se escucha música típica huasteca. Aparece en escena la cubierta de
un barco. Se escucha un gran escándalo de voces. A este, después de unos
momentos, acude el capitán del barco. Se asoma hacia el muelle, el cual no
alcanzamos a ver.
TINA.- No te muevas.
VITTORIO.- ¿Qué pasa?
TINA.- Quieto ahí. Voy por la cámara.
ESCENA 11:
Un hotel moscovita. Tina revisa un gran paquete que tiene en las manos, su
actitud es de enamoramiento y cierta tristeza. No está sola, frente a ella
una mujer, Jay Leyda.
TINA.- Casi las había olvidado. Está mal que yo lo diga, pero creo que son
muy bellas.
JAY.- Por supuesto. Por eso su valor es alto.
TINA.- Su valor artístico.
JAY.- No sólo ese. También hay otros. El de la amistad. Son las de Alma
Reed.
TINA.- Hace mucho tiempo que no trabajo con la cámara. Pero tengo
algunas cosas que pueden interesarle. Yo voy a pedir un favor muy grande:
¿se las puedes llevar?
JAY.- ¿A Alma?
TINA.- Sí, a ella. ¿Puedes Jay?
JAY.- Claro que sí.
Entra en escena Vidali. Tina va a refugiarse en sus brazos. Jay lo ve, busca
entre las fotos. Compara.
ESCENA 12:
ESCENA 13:
La soledad de Tina y “La internacional” se invaden poco a poco por la voz
de un fiscal. Es un juez moscovita, al cual descubrimos con un jurado
alrededor de una silla vacía. Hacia esta se dirige Tina como “juzgada”,
estableciendo la situación que parece resultar desconcertante para ella.
Silencio. Pausa.
TINA.- No.
FISCAL.- ¿Por qué?
TINA.- El diagnóstico que diferentes médicos me han dado, tanto en
México como en los Estados Unidos, es que poseo cuello estrecho, matriz
infantil. Lo sé desde los dieciocho años.
FISCAL ¿Nunca le ha interesado tenerlos?
TINA.- Sí, algunas ocasiones lo he deseado vehementemente, pero por
desgracia, como ya lo he manifestado, no puedo; y estoy perfectamente
consciente de esa imposibilidad. He asumido que nunca los tendré. Hace
tiempo que esa situación dejó de angustiarme.
FISCAL.- O sea que el problema de su infertilidad ha llegado a causarle
angustia.
TINA.- Quizá hasta la edad de treinta años. Entonces me causó cierta
desazón.
FISCAL.- ¿Cuántos compañeros ha tenido?
TINA.- Un esposo, un maestro y tres compañeros.
FISCAL.- En México llegó a decirse que usted tuvo una larguísima lista de
amantes. ¿Es eso verdad?
TINA.- En México se dijeron muchas cosas más de mí.
FISCAL.- ¿Y en Estados Unidos también tuvo muchos amantes?
TINA.- En Estados Unidos era una actriz joven y aun carente de conciencia
revolucionaria. En cuanto a México quiero aclarar que…
FISCAL.- Dejemos eso, camarada, sus actividades sexuales no son lo toral
en esta plática.
TINA.- ¿Perdón camarada?
FISCAL.- Que los reportes sobre su sexualidad están perfectamente
abundados en el informe y no son lo de mayor trascendencia por ahora.
TINA.- Está bien, pero quiero aclara respecto a México que de ahí me han
acusado de todo, hasta de implicada en la muerte del camarada Mella.
FISCAL.- ¿En dónde conoció al camarada Mella?
TINA.- En una manifestación por la libertad de Sacco y Vanzetti.
FISCAL.- ¿Iba usted como comunista?
TINA.- No, en esa ocasión iba como miembro del Socorro rojo además de
como fotógrafo.
FISCAL.- ¿Cuándo dejó la fotografía?
TINA.- Cuando el trabajo prioritario de mi vida me impidió tener cualquier
otra actividad.
FISCAL.- ¿Cuál es ese trabajo prioritario?
TINA.- La lucha por el socialismo.
FISCAL.- ¿Sabe lo que le pasa a quien se le encuentra responsable de
desviacionismo?
TINA.- Sí, y si soy culpable estoy dispuesta a afrontarlo.
FISCAL.- Gracias camarada.
Mutis del juez. Sobre la pantalla portada del periódico “Ayuda” del
18/VII/ 1937.
ESCENA 14:
GUARDIA.- ¡Cuidado! Cuidado con la señora, por favor; ¿no ven que es
una anciana?
Con ayuda del guardia termina de bajar. Al estar en “tierra firme” ambos
asumen el papel correspondiente, ella de pasajera entrando a México, él
de guardia.
Ella los busca con cierto nerviosismo. Los encuentra tras complicada
tarea. Él los revisa.
GUARDIA.- Doña Carmen Ruiz Sánchez.
TINA.- A sus órdenes, señor.
GUARDIA.- Eso no parece español, señora; más bien me suena a paisano
nacional.
CARLOS.- La señora tiene mucha familia en México, por eso habla así, mi
estimado señor.
GUARDIA.- Con razón. ¿Usted viene a recogerla?
CARLOS.- Sí.
GUARDIA.- Llévela con mucho cuidado, por favor.
CARLOS.- Gracias por sus atenciones.
GUARDIA.- De nada señor.
CARLOS.- ¿Acaso falta algo, Carmen?
GUARDIA.- No, todo está en orden. Bienvenida a México, doña Carmen.
TINA.- Gracias.
CARLOS.- Tenga buen día señor guardia.
Ambos se alejan.
ESCENA 16:
HOMBRE 1.- Los aviones alemanes que nos bombardearon tantas veces,
son ahora detenidos en serio por el ejército rojo.
HOMBRE 2.- Claro, esos terrenos no son España; ahí no es un día de
campo para esos nazistas.
VITTORIO.- Paciencia camaradas, paciencia. Las cosas nos aseguran que
pronto retornaremos al viejo continente.
MUJER.- Y podremos bailar una jota en Aragón, ¿verdad?
HOMBRE 1.- ¿Tú te atreverías?
MUJER.- Contigo sí.
HOMBRE 2.- ¿Y tú Tina?
TINA.- Vittorio siempre ha sido duro para el baile. Primero habría que
ensayar.
VITTORIO.- Por ahora debo bailar una jota, pero en el periódico. Los
dejo divirtiéndose.
TINA.- Me voy contigo.
VITTORIO.- ¿Para qué te vas a aburrir? Ensaya tu jota aragonesa para que
después puedas quitarme la dureza enseñándomela bien. Cuando acabes te
vas en taxi a casa.
HOBRE 1.- ¡Vale! Yo la mando.
VITTORIO.- Hasta pronto.
Mutis de Vittorio. Los cuatro permanecen en silencio. Pausa. Empiezan a
verse buscando qué decirse.