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Dos tipos siniestros

de César Genovesi

PREMIO “MEJOR OBRA” OTORGADO POR LA COMEDIA


MUNICIPAL DE LA PLATA AÑO 1998
FINALISTA DEL PRIMER CONCURSO NACIONAL DE OBRAS DEL
TEATRO “BAJO CORRIENTES”

PERSONAJES
RIZO
TURCO
VECINA
VECINO
Es una habitación sencilla de un viejo hotel. Hay una cama, una mesita de luz, una ventana al frente.
Se oye en algunas circunstancias una pareja discutiendo y otros sonidos sin relevancia, esto dará la
idea de movimiento de gente en el lugar. Con respecto a la pareja oficiará como obra paralela
interrumpiendo el clima de los protagonistas. Uno de los tipos se llama Rizo, le gusta jugar con una
moneda entre los dedos, es el jefe del dúo y es verborrágico. Al otro le dicen el “Turco” y es mas
introvertido. Cuando el público vaya entrando los personajes ya estarán en escena, Rizo cerrando un
trato por celular y el Turco a un costado fumando, se los vera sometidos a iluminación de flash. Se
oirán ruidos de calle y en un momento escuchan el grito “Diariooo” Rizo le hace una seña al Turco
que sale a atender, cuando entra lo golpea con el diario en la cabeza, este corta la comunicación y se
ponen a forcejear hasta que Rizo derriba al Turco, entre risas lo ayuda a levantarse, se quedan
midiéndose, la luz se centra en ellos y Rizo le dice en voz muy baja y casi inentendible la primera
palabra : “Alber... 1456, pan y lamparita” Se va, el Turco queda mirando la escena pensativo, agarra
un bolso y sale a la calle. Se apagan la luces.
En la oscuridad se oye la discusión de la pareja, paulatinamente la luz nos muestra a Rizo con un
delantal y cocinando. Escucha atento el griterío y sonríe.

VOZ MUJER.- Ya estoy cansada de vos, siempre lo mismo. Me prometés


que vas a cambiar y nada, volvés a lo mismo.
VOZ HOMBRE.- Pero dejate de romper las bolas. ¿Qué querés que haga?
¿Qué le diga: Si, si señor, como usted diga señor? (Se lo empieza a
ver a Rizo)
VOZ MUJER.- Sos un vago, eso es lo que sos! Pero yo no te voy a dar
mas de comer. (Rizo mira hacia el segundo piso)
VOZ HOMBRE.- Qué no me vas a dar de comer! ¿Cuánto te aguante
yo? ¿Cuánto, eh?

VOZ MUJER.- Sos una porquería, una basura de tipo. ¡No me toqués!
¡No me toqués te digo! (Se oye los gritos de la mujer. Rizo
destapa una botella. Se sienta en la silla y mira hacia
la puerta -lateral izquierdo- está esperando a alguien
y se le nota.) Andate porque te denuncio. ¡Mira lo que
me hiciste! Andate, andate. (Se oye un portazo. Entra el
turco)

RIZO.- ¡Por fin! (Se alegra al verlo, en cambio el turco está shockeado) ¿Algun

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problema? (Responde negativamente con la cabeza)¡Perfecto! (El Turco deja
el mismo bolso con el que salió antes, saca una lamparita y la coloca en una
lampara de pié, se sienta en una banqueta. Rizo charla mientras va sirviendo
la comida. Todo es absolutamente real) ¿Compraste pan? (El Turco asiente
con la cabeza y lo saca del bolso, lo pone sobre la mesa) ¿Te dijo algo el
paraguayo?
TURCO.- No, ¿Por qué?
RIZO.- No porque ayer fui a comprar un cuarto de pan y arriba del mostrador tenia
esos bizcochitos de grasa ¿Como se llaman esos que son gorditos, de grasa?
TURCO.- Cuernitos.
RIZO.- No, los otro, mas gorditos.
TURCO Y RIZO.- ¡Los libritos!
RIZO.- Si, los libritos, bueno, los vi ahí y me dieron unas ganas de comerlos y digo
“¡Ma! los llevo” y los manoteé. Cuando llego a la caja el paragua me dice “Son
tres pesos” -¡Eh! ¿Qué rompí – le digo y me dice “ Y... el cuarto de pan y los
libritos” - ¿Qué libritos? - le digo.
TURCO.- Los que tenias en la mano.

RIZO(con aire sobrador)- ¿Qué libritos? (Ambos estallan en carcajadas y chocan sus
manos. Rizo sirve la comida y el vino, propone un brindis no sin antes
cerciorarse que todo anduvo bien. Levanta su copa)
TURCO.- ¡Por los libritos! (Se ríen y celebran. Aquí viene un momento donde ambos
personajes disfrutan del almuerzo. El Turco por sus características comerá
nerviosamente. En un momento Rizo toma el teléfono celular. Intenta
comunicarse con alguien pero no lo logra.) No me contesta. Bueno no
importa. (llama nuevamente)¿Hola? Si, señor. Recién intenté comunicarme
con usted. Todo bien. (Con tono confidencial) El fax fue enviado. (con doble
intención) Esperamos el correo. Adiós (Festeja eufórico) Yo soy como
Eddie Bunker, un profesional, un realizador. ¿No lo conocés? Lo llamaron
Para hacer una película ... no me acuerdo cual ... me parece que
“Tiempos violentos” ¡No! No era esa ... ¿Cual era? ¡Ah, creo que la que hizo
antes! “Perros de la no... ”no, no era esa, “Perros de la calle” creo que era.
Una película muy hablada, hecha con poca guita, y a Eddie lo llamaron
para asesorarlos. ¿Entendés lo importante que es el tipo? Fue el más joven
en la prisión de San Quintín y Tarantino lo llama para hacer una película de
cuatro perfectos asesinos. (Se toma un respiro para comenzar a tomar y
comer, pero se interrumpe nuevamente) Algún día van hacer una película
sobre mí y sobre “La jugada de la calle Alberdi...”
TURCO (saliendo de su estado de shock).- ¿Cómo dijiste?
RIZO.- Una película sobre mí...
TURCO.- No. La calle. ¿Qué calle dijiste?
RIZO.- La calle Alberdi
TURCO.- ¿Vos estás hablando de lo que hice hoy?
RIZO.- Sí.
TURCO.- ¿Yo escuche mal o vos dijiste la calle Alberdi?
RIZO.- No escuchaste mal dije la calle Alberdi.

TURCO.- Cuando me mandaste dijiste Alberti.


RIZO.- No, señor. Dije Alberdi.
TURCO.- No mientas, dijiste Alberti.
RIZO.- Dije Alberdi, Alberdi con D, con D de dominio, de dominó, de dormitorio, de...
TURCO.- Dijiste Alberti, con T, con T de tarado, de tarado por no haberlo escrito en un
papel como te dije yo.
RIZO.- ¡AH, Sí! Y que si te agarraban con el papelito se fuera todo a la mierda.
TURCO.- ¿Quién va a desconfiar de una dirección en un papelito?
RIZO.- En un tipo como vos, sí. Porque te gusta ir a esos antros y revolcarte con esas
mugrientas y llenarte de alcohol y que después te pregunten: (hace voz de

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mujer) ¿Y esa dirección, mi amor? Y vos para hacerte el macho le digas:
(Imposta la voz) Es de un boludo que mañana es boleta. Y a los dos minutos
está toda la federal ahí afuera, ¿Entendés?
TURCO.- El punto es que vos dijiste la calle Alberti, y yo puse la bomba...
RIZO.- ¡Shshshshs! Habla bajo ¿Querés?
TURCO.- Puse la bomba en la calle Alberti al 1456, como habíamos quedado.
RIZO (desesperado).- ¡Me muero! Pusiste la bomba en cualquier lado.
TURCO.- ¡Cualquier lado no, la puse donde me dijiste!
RIZO.- ¡Habla bajo te dije!
TURCO.- ¡Vos también habla bajo, entonces! (Pausa)
RIZO.- Tengo que llamarlo a Bosi (Se miran)
TURCO.- ¿Así se llama el fulano?
RIZO.- Vos no escuchaste nada, además dije... Tosi, Tosi, con T.
TURCO.- Con T de calle Alberti. (Rizo marca un número en el celular y espera, pero
abruptamente corta.)
RIZO.- ¿Qué mierda le digo?
TURCO.- La verdad.

RIZO.- ¡Por supuesto! ¿Cómo no se me ocurrió? (Imita una conversación) Señor : Mi


socio se ha equivocado de lugar y la bomba en vez de explotar donde le
prometimos, lo va hacer en otro lado. ¡Ah! Pero no se preocupe, el precio es el
mismo.
TURCO .- Dije que dijeras la verdad, no eso que estas diciendo.
RIZO.- La única verdad es ésta y no hay otra. (Interrumpen la discusión los vecinos)

VOZ HOMBRE.- ¡Mi amor!


VOZ MUJER.- Te dije que te fueras porque te voy a denunciar.

TURCO.- ¿Y eso?
RIZO (Restándole importancia).- Son los vecinos del segundo.
TURCO.- ¿Y éste era el lugar seguro?
RIZO.- ¡Los vecinos son seguros, vos no sos seguro!
TURCO.- ¿Yo? ¿Quién no quiso escribir la dirección en un puto papel?
RIZO.- No empecemos.

VOZ HOMBRE.- No empecemos a discutir otra vez.


VOZ MUJER.- Mira como me dejaste la cara (Los hombres se miran y
dirigen sus cabezas hacia el segundo piso.)
VOZ HOMBRE.- Esta bien, esta bien. Reconozco. Se me fue la mano.
Pero es porque te quiero. Me pongo loquito y...
VOZ MUJER.- No te me acerqués porque grito.

TURCO.- Esa mujer necesita ayuda.


RIZO.- ¡No te metás!
TURCO.- Vos no sos mi papá.

RIZO.- Yo te conozco. Así empieza todo y después...


TURCO.- Después me arreglo yo, carajo.
RIZO.- ¡Turco, por favor, entendeme, estamos en un quilombo enorme!
TURCO.- ¿Y por eso vas a dejar que la cague a trompadas?
RIZO.- Problemas de ellos. No nuestro (En un grito)¿Te das cuenta que tenemos
que solucionar el quilombo que tenemos? (Pausa. Mira el celular y le habla
como si fuera Bosi) Hola señor, soy yo. (El turco se empieza a reír) Hola señor,
soy Rizo. Tuvimos un problema ¿De qué te reís, boludo? Hola señor, le habla
quien usted ya sabe ¿Pero de qué carajo te reís?
TURCO.- Pareces un mogólico hablándole a un teléfono.
RIZO.- Al menos este mogólico piensa como salir del despelote que armaste vos.

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TURCO.- Pero dame ese teléfono.
RIZO.- ¿Qué hacés? Dámelo.
TURCO.- Yo lo llamo y le digo que pasó y si no le gusta que se vaya bien a la mierda.
RIZO ( le quita el celular).- Vos no llamás a nadie.
TURCO.- Dámelo.
RIZO.- No te lo doy nada
TURCO.- Te dije que me lo deeees.
RIZO.- No te lo doy naaaaaada.
TURCO.- Te vas a arrepentiiiiir.
RIZO.- ¿Me estás amenazando?
TURCO.- Te lo estoy advirtiendo.
RIZO.- ¿Vos me estás amenazando, a mí?
TURCO (saca un arma plateada y enorme. Apunta al pecho de Rizo).- Ahora te estoy
amenazando.
RIZO.- ¡Ja, ja ,ja! Al turco le salieron una canas y ya piensa que tiene huevos.
TURCO.- Dame el teléfono.

RIZO.- No te lo doy nada. (Se desprende la camisa a la altura del pecho) Tirame si
querés, dale, acá me tenés.
TURCO.- Lo único que quiero es el teléfono. Dámelo y terminemos con esto.
RIZO.- ¡No terminamos nada! ¡Vos sacaste un arma y ahora tenés que usarla! (Se
saca la camisa y los pantalones, quedando con un calzoncillos erótico)
Dispará te digo (El turco se le acerca dispuesto a matarlo, le pone el arma en la
cabeza. Rizo cierra los ojos y tiembla)
TURCO (lo lleva al punto máximo de nervios a su compañero para luego quitarle el
arma de la cabeza).- Después que cobre las diez lucas haceme acordar que
te mate.
RIZO (suspira y se cambia rápidamente) ¡Por eso soy el jefe! ¡Porque tengo huevos ...
huevos de ... huevos de ... ¡Huevos de acero! Eso tengo. Y cuando hagan una
película sobre mí ¿Sabés cómo le van a poner? “Rizo, coma, el de los huevos
de acero”.
TURCO.- Llamalo a Bosi antes que descargue todas mis balas en tus Importantes
huevos de acero.
RIZO (hablando por teléfono).- Hola, señor, habla Rizo (Corta.)
TURCO.- ¿qué hacés?
RIZO.- Corté.
TURCO.- Ya veo que cortaste. ¿Pero estás loco? Hablale.

VOZ HOMBRE.- Hablale a ese hijo de puta si querés. Pero yo no vuelvo


mas a ese trabajo.
VOZ MUJER.- Entonces te vas de esta casa.
VOZ HOMBRE.- Yo no me voy nada. Esta casa también es mía.

TURCO (asomándose por la ventana).- ¡Porque no te hacés el macho conmigo que


me tenés repodrido!
RIZO (metiéndolo adentro de la pieza).- ¡Ya te dije que no te metás!
TURCO.- ¡Y yo te dije que no sos mi papá! Vos hablale a Bosi.
RIZO (toma coraje y habla nuevamente).- Soy yo, señor. No sé que pasó que se
cortó, mire lo llamo porque hemos tenido un pequeñísimo inconveniente. El fax
que enviamos se desvió para otro lugar. (Se aleja el celular del oído como si le
estuvieran gritando) Por supuesto que lo vamos a solucionar, por supuesto.
TURCO (que se quedó observando por la ventana).- No me contesta el muy cagón.
Sabe que si se asoma le vuelo la cabeza de un tiro.
RIZO (desesperado).- ¡Estoy-hablando-con-Bosi!
TURCO.- Y yo-con el cagón-de tu vecino.
RIZO.- No, señor, no estoy hablando con nadie. Estoy absolutamente solo. Necesito
un poco de tiempo y... dinero (Se aleja otra vez el celular del oído)

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TURCO.- (mirando por la ventana) Ya te vas a asomar y vas a ver quién es el turco.
(Gritándole) ¡Te callaste la boca, eh!
RIZO.- Ya lo llamo, señor. (Corta la conversación y saca un arma pequeña de la
media del pie derecho. Le apunta al turco) Te digo en serio, turco. Terminala
con el vecino porque sino te limpio acá nomás.
TURCO.- Ja, ja, ja. A Rizo le salieron unas canas y ya piensa que tiene huevos.
RIZO.- Turco, turco, turquito. No sé si te queda claro en el despelote que estamos
metidos.
TURCO.- Por supuesto que me queda claro. No soy tarado. (Intenta calmarse y se
sienta) No soporto que le peguen a una mujer.
No me lo banco. Mi abuelo le pegaba a mi abuela, mi viejo a mi vieja, yo a mi
hermana. Estoy harto de ver mujeres golpeadas a mi alrededor.
RIZO.- ¿Le acabo de cortar a Bosi por teléfono para discutir con vos de mujeres
golpeadas?
TURCO.- Te estoy explicando porque no soporto a tu vecino.

RIZO (hablándose a sí mismo).- Un jefe debe saber como manejar estas situaciones,
y como yo lo soy debo saber como manejarla... Pero no se me ocurre nada.
¿Que carajo me estará pasando, entonces?

VOZ MUJER.- (llorando) ¿Por qué no le pegás a un tipo si sos tan macho?

TURCO.- Ahí tenés, le volvió a pegar.


RIZO (con el arma en la mano).- Te movés y te limpio.

VOZ HOMBRE.- ¡Porque te hacés la viva te pego!

RIZO.- Dale, movete y pasás a mejor vida. (El turco le hace seña que se queda
tranquilo. Los hombres toman asiento, Rizo en un momento toma un diario y
sale de escena. El turco saca un muñequito a cuerda y lo hace andar. Con su
arma toca melodías)
RIZO.- ¡Porque nunca hay papel en este baño! ¡Traeme una servilletita! (El Turco
descuelga un repasador y se lo alcanza. Vuelve a entrar a escena. Luego
entra Rizo contento) Te hago un trato. Ayudame a arreglar este quilombo.
TURCO.- ¡Trato hecho (Chocan sus manos)
RIZO.- ¡Otro trato! Vos me ayudas a salir de este quilombo y yo te juro que en
persona, subo a ese departamento y lo cago a tiro a ese hijo de puta. ¿Esta
bien?
TURCO.- Trato hecho. Pero subo y lo mato yo. (Suena el celular)
RIZO.- ¿Hola? Si, señor, soy yo. Ahora sí, podemos hablar tranquilo. Necesito un
adelanto ... ¿Cuánto? ... Bueno, diez mil. Lo que pasa es que surgieron
cambios de último momento. Vea el lado positivo de esto, señor, cuando el fax
llegue a un lado y todo los medios y policías estén en ese lugar ¡Bum! Llega un
fax a otro lugar. ¡Qué sorpresa! ¡Imagínese! (Se aleja el celular del oído. El
turco se cansa y le saca el celular) Dame eso.
TURCO.- Hola, habla el turco, señor Bosi o como quiera llamarse. Habla el socio de
Rizo.
RIZO (no puede sacar el arma de la media).- ¡Pero la gran puta dame ese teléfono,
turco.
TURCO.- Por supuesto que lo conozco. Para eso somos socios. A mi no
me importa que arregló con Rizo. Necesitamos la guita. Diez mil (Pausa para
escuchar. Le pregunta a Rizo) ¿Para qué queremos la guita?
RIZO (deja de buscar el arma y lo parodia).- ¿Para qué queremos la guita? ¿Y para
qué mierda la vamos a querer?
TURCO (a Bosi).- ¿Y para que mierda la vamos a querer ? (Escucha a Bosi, luego
pregunta a Rizo) ¿Para qué era?
RIZO (mientras destraba el arma de su media).- Lo mato, lo mato (se oye un disparo y

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Rizo que pega fuertes alaridos. Se acaba de disparar en el pie)
TURCO.- ¿Te lastimaste?
RIZO.- No. Me corte las uñas de un tiro, pelotudo. (Grita como loco) ¡Dame ese
teléfono!
TURCO.- Es mi compañero que está practicando tiro al blanco. ¡Mire. No me importa
sus problemas! Si no nos da algo de plata el asunto no se termina...
escúcheme... escúcheme le digo... ¡Me cortó!
RIZO (dolorido).- Estamos muertos.
TURCO.- Se puso como loco. (Pausa) ¿Quién es excalibur?
RIZO.- ¡Dios mío! Tiene razón. Nos pueden descubrir rastreando la llamada.
TURCO.- ¿Pueden hacer eso?
RIZO.- Por supuesto que pueden hacerlo.
TURCO.- Entonces para que mierda hablas por teléfono.
RIZO.- No hubiese necesitado hablar si vos hubieses hecho bien las cosas.

TURCO.- Si mal no recuerdo lo llamaste para decirle que todo había salido bien.
RIZO.- ¡Es cierto, es cierto, es cierto! ¿Y qué? El celular me lo entregaron hace poco y
lo quería usar. (Se retuerce del dolor)
TURCO.- Vamos a tener que llamar a un médico
RIZO.- Traeme unas vendas del baño. (Suena el celular y atiende el turco) Es para
vos. (Sale)
RIZO.- Si, señor, soy yo. Esta bien, esta bien. Todo va a salir como se pacto. Ahora lo
mando. Adiós.
TURCO (entrando).- ¿Qué dijo?
RIZO.- Que en una hora vayas a la esquina de Caseros y Urquiza. Te van a dar la
plata.
TURCO.- ¡Ah, sí! Y como sé que no me van a boletear.
RIZO.- ¡No te van a boletear porque saben que me harían el hombre más feliz del
mundo y a el señor Bosi no le gusta que la gente este contenta!
TURCO.- Esta bien. Voy a ir. Pero anotame la dirección en un papelito. (comienza a
sacarle el zapato) Tenés el dedo gordo hecho pelota. Mira, mira como lo
tenés.
RIZO.- No puedo ver sangre, me descompongo, no me mostrés.
TURCO.- Es una lástima pero no vas a poder usar mas ojotas. No tenés donde
enganchar la tirita.
RIZO.- Deja de hablar boludeces y vendame el pie.

VOZ HOMBRE.- ¡Así que me dieron el trabajo porque vos te encamabas


con el dueño del negocio!
VOZ MUJER.- Por lo menos me trata bien. Y me paga.
VOZ HOMBRE.- Yo barriendo la vereda y vos atrás del mostrador
traca y traca con ese gordo inmundo. ¿Y después
querés que no te faje?
VOZ MUJER.- Si vos me regalaste al tipo para que me diera mas plata
y vos no trabajaras mas. “Tratalo bien” me decías “Tratalo
bien”. Ya te olvidaste.
VOZ HOMBRE.- Así que para vos “Tratalo bien” es bajarse la bombacha.

TURCO (asomándose por la ventana).- Estos tipos son terribles. (A Rizo) ¿Estará
buena la minita? (Suena el celular. Atiende Rizo)
RIZO.- Sí, hola. (Pausa) ¿Quién habla? (Pausa) ¿Quién? (Lo mira al Turco) ¿Melody?
¿Quién mierda sos?
TURCO.- ¿Melody? Es para mí (Le quita el celular) ¡Hola mi cosita, habla tu “Li”.
RIZO.- ¿Tu “Li”?
TURCO (alejándose del tubo y hablándole a Rizo).- Ella me dice licenciado.
RIZO.- Licenciado.

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TURCO.- No sé si voy a poder ir esta noche, pero mañana voy seguro. Si mi amor, si
mi amor. No puedo hablar mucho porque hay un tal excalibur no se cuánto
que escucha lo que hablamos. Bueno, chau, chau. ¿Qué? No puedo
decírtelo ahora hay gente. Te dije que no. (Se aparta y en tono bajo)
Mañana te lo digo. Bueno, una sola vez, ¿Eh? : “Donde quieras que estés,
yo estaré muy cerca. Siempre estate fresquita que te depilo
con la lengua.”
RIZO.- Vaya, vaya, no sabía que eras poeta.
TURCO.- Un hombre no debe saber solamente manejar un arma. Debe también saber
manejar las palabras.
RIZO.- Manejar las palabras. Asi que para vos “Te depilo con la lengua” te parece una
frase exquisita ¿No es cierto?
TURCO.- ¡Sublime, diría yo! Las mujeres se derriten apenas la escuchan.

RIZO.- ¿Qué mujeres? Esas atorrantas se derriten con una frase tan...¡Grasa!
TURCO.- Perdón. No sabía que estaba hablando con Samuel Beqcar.
RIZO.- Becar es la localidad, animal. El poeta era Samuel Becquet.
TURCO.- Bequet, beqcar, baguet, lo que sea. Mi novia se muere con esa frase.
RIZO.- ¿Tu novia? Pero no me hagas reír que me duele el pié. Todas las semanas
tenés una atorranta nueva...
TURCO.- No la llamés atorranta a mi novia.
RIZO.- ¡La llamo como quiera! Por otra parte, ¿Por qué le das mi número de teléfono a
esa atorranta?
TURCO.- ¿Y el de quién querés qué le de? ¿El de Videla?
RIZO.- Dale el que quieras, pero no el mío. Bastante causas tengo para que me
también, me acusen de proxeneta.
TURCO.- ¿Qué querés decir? ¿Qué mi novia es una puta?
RIZO.- Sí. Turco, por favor, se cae de maduro. A una mujer que el piropo que mas le
gusta es: “Te depilo con la lengua” no vas a pretender que sea una licenciada
en historia del arte.
TURCO.- Estás muy equivocado con lo que pensás de las mujeres. Te sorprendería
saber que hay cada abogada, arquitecta, mujer fina dirías vos que hace
cada chanchada. Acordate de tu “Mery An”.
RIZO (cambiando de conversación).- ¡Lo importante es que no quiero que utilices mi
teléfono para tus relaciones amorosas! (Se oye griteríos de la vecina. El Turco
se asoma) ¡Te caga porque no se te para, maricón!
RIZO.- Mejor anda a buscar la guita. Y traeme un médico (El turco agarra el papel) Me
duele un montón.
TURCO.- Si te quedaras quietito (Rizo lo mira amenazante) Es una jodita. Al menos
estás mejor que al que le lleve el regalito.
RIZO.- Eso es cierto. ¿A quién le habrá caído la bomba de regalo, no?
TURCO.- No es la casa de un tipo.
RIZO.- ¿Ah, no? Dame un poco de vino.
TURCO.- No. (Le alcanza un vaso con vino)
RIZO.- ¿Y vos sabes donde...?
TURCO.- Por supuesto. Si yo la puse ¿Qué preguntás?

RIZO.- ¿Y... digo yo... no me lo querés...


TURCO.- ¿Decir? Sí, porque no. Es un jardín de infantes.
RIZO.- ¿Cómo?
TURCO.- Un jardín de infantes.
RIZO.- ¿Y así tan tranquilo me lo decís?
TURCO.- ¿Y cómo querés que te lo diga? Un jardín de infantes. un lugar donde van
chiquitos...
RIZO.- Ya sé lo que es un jardín de infantes. Ya sé, ya sé, ya sé. Lo que no puedo
entender es como no te diste cuenta que ese no era el lugar indicado.
TURCO.- ¿Y por qué no?

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RIZO.- ¡Porque no nos dedicamos a volar chiquitos por los aires! Por esa sencilla razón.
TURCO.- ¿Y quién dijo eso?
RIZO.- ¡Yo! Que para eso soy el jefe y tengo huevos de acero.
TURCO.- Ay, Rizo, Rizo. Me parece que el tiro en la gamba te está poniendo sensible.
RIZO (cada vez mas dolorido).- Nunca mataría a un niño ¿Entendés? Secuestrarlo,
venderlo, prostituirlo, todo lo que quieras, pero matarlo jamás.
TURCO.- Si mal no recuerdo. ¿No fuiste vos el que amenazó al jardín de infantes con
ponerle una bomba si no echaban al hijo del fiscal?
RIZO.- ¡Sí! Pero bien dijiste. amenacé.
TURCO.- ¿Y si el padre no lo hubiese sacado? ¿Qué hubieses hecho? (Pausa.
Mientras el turco se prepara para irse, Rizo toma el celular, pero toca el
timbre. Rizo se levanta como puede y con el arma en la mano se acerca a
la puerta) ¿Quién es?
VOZ EN OFF.- ¡Helado!
TURCO.- ¡Ah! Es para mí. (Sale y entra con el helado)
RIZO.- ¿Pediste helado para que la trajeran acá?
TURCO.- Esto de que te lo traigan a domicilio es bárbaro. (Se pone a comer) Servite.
RIZO.- Estas completamente loco. Buscamos un lugar para que no nos encuentren y
vos después pedís helado a domicilio.
TURCO.- No hagas un escándalo ¿Querés? Ya nos dejaron el helado y no pasó nada.
Ahora comé.
RIZO.- ¿Nada? No sabés. Tal vez el pibe era un policía...
TURCO.- ¡No empecés con la fantasía del agente encubierto y de esas cosas que
solo ves en las películas!
RIZO.- Siempre sos el mismo, no pensás, no pensás.
TURCO.- ¿Qué hay que pensar? ¿Qué por que vino ese flaquito ahora está
toda la federal en la puerta? (Sale de escena)
RIZO.- ¡No salgas, no salgas! (El Turco entra asustado, agitado, apenas puede hablar)
TURCO.- ¡No lo vas a poder creer!
RIZO.- ¿Quiénes están, quiénes están? (El Turco se recupera) ¡Habla, carajo!
TURCO.- Está la federal, la bonaerense, gendarmería, infantería de marina, la
aviación y ... ¡LOS GOSBASTER! (Larga una estrepitosa carcajada)
RIZO.- Sos un imbécil (El Turco está descompuesto de la risa)
TURCO.- Los gosbaster (Se tienta nuevamente y canta la canción de la película para
ponerse a bailar. De pronto se corta la luz) ¿Y eso?
RIZO.- Deben ser los ghostbaster.
TURCO.- No te hagas el boludo que esto no es una joda. ¡No se ve nada! ¿Dónde
estás?
RIZO.- No te escucho cantar la cancioncita de los ghostbaster ¿Cómo era? (Canta)
TURCO.- ¿Dónde hay velas?
RIZO.- No hay. Este no es un lugar romántico.
TURCO.- ¡No soporto la oscuridad, entendés! De chico siempre dormí con la luz
prendida.
RIZO.- ¿Pero ahora quién te manda a dormir? Quedate despiertito y no vas a tener
miedo. (Se ríe)
TURCO (gritando).- ¡Qué alguien prenda la luz! (La luz vuelve y lo vemos a Rizo
sentado y al Turco todo desaliñado)
RIZO.- ¿Con quién estuviste peleando?
TURCO.- No jodas, esto no es normal.
RIZO.- Vos no sos normal. Cuando hay mucho quilombo en la pensión la dueña corta
un rato la luz así las fieras se calman un poco. No tuvo en cuenta que tenía un
paranoico en una de las piezas. (Toma el celular)
TURCO.- ¿A quién llamás?
RIZO.- A cualquier persona para avisar que hay una bomba en el jardín de la calle
Alberti.
TURCO.- ¿Te volviste loco?
RIZO.- ¡No soy criminal de chiquitos! (Grita de los dolores)

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TURCO.- Explicame la diferencia entre poner una bomba en una casa de familia
y en un jardín de infantes. Por favor, Rizo, somos profesionales.
RIZO (aterrado se va arrojando a los pies del turco) .- No quiero tener cientos de
caritas que me persigan por todos lados, o que se me aparezcan en sueños a
cualquier hora de la noche con sus caras demacradas y sus labios partidos y
me canten el elefante trompita. No, no quiero.
TURCO.- Te estas poniendo sentimental e ignorante. Ahora crees en fantasmas.
RIZO.- ¡Siempre creí en fantasmas! Desde que vi el espíritu de mi madrina bailar
arriba de mi tocadiscos Winco, siempre creí en fantasmas.
TURCO.- ¿Bailar arriba de tu tocadiscos? Estarías drogado.
RIZO (muy dolorido).- No te permito. (busca el arma con su mirada) Te mato ya mismo si
encuentro mi pistola. Jamas me drogué.
TURCO.- Decime Rizo ¿Vas a ladrar todo el día o vas a morder?
RIZO.- ¿Cómo dijiste?
TURCO.- ¿Si vas a ladrar todo el día o...
RIZO.- Ya escuché, ya escuché. Esa frase es demasiado inteligente para que sea
tuya. ¿De dónde la sacaste?
TURCO.- No soy como vos que me la paso mirando películas. Yo por las noches me
pongo a escribir. “Te depilo con la lengua” “¿Vas a ladrar o vas a morder?”
RIZO.- ¡Pará, pará! Una frase no tiene nada que ver con la otra.
TURCO.- ¿Por qué?
RIZO.- Una es un hipérbaton y la otra es una metáfora.
TURCO.- ¿Y qué es un hipérbaton?
RIZO (dudando).- Y... bueno... es un... ¡Pero instruite! ¿Qué te tengo que explicar?
(Agarra el celular)
TURCO (saca el arma y apunta a Rizo).- Dejá ese teléfono.
RIZO.- Dejate de joder, voy a avisar de la bomba.
TURCO.- Vos no vas a avisar a nadie.
RIZO.- ¿A sí? ¿Y quién me va a detener?
TURCO.- Yo. (Lo derriba de la banqueta y le golpea el pie herido. le quita el teléfono)
¡No puedo creer que me esté pasando esto! (A medida que va hablando
eleva el tono de voz) Me mandan a hacer un trabajito y se equivocan con la
dirección, por lo tanto el trabajo no está realizado, por lo tanto no hay plata,
pero sí la hay si voy a buscarla a Caseros y Urquiza pero nadie me asegura
que no me llenen de plomo y me tiren en el Río de La Plata.
Mi socio se pega un tiro en el pie porque quería matarme y tras de eso
quiere llamar a alguien para que avise que hay una bomba en un jardín de
infantes sin importarle mi trabajo artesanal de preparación de un explosivo y
que cuando la pongo quiero que explote, explote. ¡Bum, bum, bum! Que
explote ¿Qué mas puedo pedir para el día de hoy? ¿Qué más? (Se oyen
los vecinos. Los hombres miran hacia el segundo piso. El turco
pausadamente se pone una abrigo preparándose para salir. Rizo lo observa
con desconfianza.)

VOZ MUJER.- No te aguanto más, vago de mierda. Dejame tranquila


(Ambos hombres dirigen sus miradas al segundo piso)
VOZ HOMBRE.- Claro, conmigo te hacés la fina y con el gordo no te
quejás. (El turco se prepara para salir)
VOZ MUJER.- ¿No ves que sos un ordinario? ¡No me toqués, te digo!
Estoy harta, te voy a denunciar. Dejame, dejame. (El
turco va a salir, sigue el griterío de fondo)

RIZO.- ¿A dónde vas?


TURCO.- A buscar la guita. ¿No dijiste que fuera ahora?
RIZO.- No te vas a mandar alguna cagada ¿Eh?
TURCO.- ¿Estás loco? ¿Qué voy a hacer? (Sale. Se oyen los gritos de la pareja. Rizo
dolorido mira sobre la mesa y ve el papel con la dirección, se desepera y como

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puede le grita por la ventana mirando al segundo piso al turco.)

VOZ HOMBRE.- Pero dejame de joder. Yo de aca no me voy.


VOZ MUJER.- Pero vos que te pensas, que te voy a dar de comer, de dormir (Se oyen
Golpes en la puerta de los vecinos) ¿Y eso?
VOZ HOMBRE.- ¡Y eso qué! ¡Anda a atender!
VOZ MUJER.- ¡Andá a atender vos! Que te pensas que soy tu exclava, querido.
VOZ HOMBRE.- ¡Debe ser ese gordo mugriento! Ahora me va a escuchar. ¿Sí? ¿Y
Vos quien sos? (Se oye una ráfaga de tiros)

VOZ MUJER.- ¡Estas loco! ¿Qué haces, que haces? (Rizo desde abajo le grita.)

RIZO.- ¡No lo hagas! (Se escuchan una lluvia de disparos y silencio) ¡No lo puedo
creer! ¡Lo hizo, lo hizo! ¡La puta madre que lo parió! (Rizo sale y toda esta discusión
sucede en el pasilloa sin decir palabras saca su arma y vuelve a cargarla) ¿Estás
loco? ¿Cómo vas a hacer eso? Ahora van a venir todos los canas. Casi no
tenemos tiempo de juntar todo y rajarnos. Para colmo no doy mas del dolor.
¿Cómo pudiste?¡Nunca más hago un trabajo con vos! (Se oyen disparos. El turco
entra a escena, toma el celular, la dirección, bebe un poco de agua, apaga una
luz y se marcha)

FIN

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