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A.

BUERO VALLEJO

Este autor considera que la tragedia es el subgénero teatral más adecuado a su visión de

la sociedad y a los temas que a él le interesaban (así lo dice él mismo en su artículo “La

tragedia” de 1958). Su obra es una reflexión sobre el hombre y el mundo con la

intención de “inquietar y curar”. No se trata de una visión meramente pesimista, sino

que invita a la reflexión y a la superación de los problemas, en aras de un mundo más

humano y justo. Buero pretende mover a pensar, a conocer los problemas del hombre,

limitándose a plantearlos sin imponer una respuesta o solución, la cual deja en manos

del lector/espectador. Por otro lado, apunta a superar los conflictos y las fuerzas que no

permiten el desarrollo de la dignidad humana y de una sociedad justa en que sus

individuos se comporten bajo parámetros morales de respeto. Así, sus obras son una

lección de humanidad y una llamada a la esperanza por un mundo más humano y justo.

Buero Vallejo se alejaba así del teatro frívolo, de evasión, cómico de la época de

posguerra, para instaurar la tragedia.

Temática : en general gira en torno al choque entre el deseo de encontrar la felicidad, la

libertad y la verdad, y el mundo real concreto que impide su realización, en el que

encontramos toda una serie de limitaciones sociales e individuales.

Suele hablarse de diferentes planos temáticos en la obra de Buero:

- Existencial: se cuestiona sobre el sentido de la vida (dónde vamos, de dónde

venimos...); la condición humana (quiénes somos), la soledad, el amor, etc.

- Social: denuncia de injusticias, de las formas de poder opresivo (haciendo

hincapié en la alienación que conlleva el sistema capitalista), y de una estructura

social que no permite el desarrollo de la persona humana.


- Individual: problemas concretos de la persona (diversas formas de

comportamiento), aunque tales conflictos suelen estar relacionados con una

significación social.

En el fondo de todos estos temas late una ética que defiende por encima de todo los

valores de la honradez, verdad, amor, justicia, responsabilidad y libertad.

Puede hablarse de un teatro ético por tal propósito. Se plantea un problema moral, una

crisis de valores éticos que lleve a una transformación del hombre y la sociedad (por

ejemplo: El tragaluz y La fundación). Buero suele plantear un problema que parte de

una transgresión moral: un personaje comete un “delito, falta amoral” que va contra los

valores antes citados. Esto desencadena un conflicto en el seno de un grupo de

personajes. El “amoral” debe asumir su falta de la que es responsable. Se pretende

alcanzar la verdad, desenmascarando la mentira para alcanzar un mundo más humano.

(Así en El tragaluz).

Buero no da respuestas, sino que plantea interrogantes que cada uno debe resolver en la

vida (función moralizadora del teatro paralela a la del teatro épico de B.Brecht). La

sociedad, el mundo aparece como el reino de la mentira, el egoísmo, la explotación y la

opresión, al que los héroes buerianos deberán enfrentarse en su lucha por alcanzar la

verdad, el amor, la solidaridad y la libertad.

El trasfondo histórico y social de la época es el de la sociedad española de la posguerra,

en pleno franquismo, y, posteriormente, el de la transición democrática. En este sentido,

Buero se sitúa en el lado de los derrotados, de la izquierda marginada y derrotada,

aunque su obra no esté politizada pues lo importante para este autor es la restauración

de los valores humanos, lo cual corresponde a una exigencia ética más que política.
Como ya hemos dicho, adopta el género de la tragedia pues cree que es el medio

más eficaz para conseguir el perfeccionamiento ético. El destino trágico es causado

por los errores y culpas del hombre, quien no sabe enfrentarse a ellas. La sociedad actúa

como un obstáculo, condiciona al hombre, pero no lo determina. Así, es la libertad

humana (de los personajes y los espectadores) la que nos hace responsables de nuestro

destino. La tragedia plantea un conflicto entre libertad y necesidad; cada uno sufre las

consecuencias de sus actos, de ahí el “final abierto” de sus obras: no hay una

respuesta concreta, sólo interrogantes que debe resolver el espectador. Ahí deposita

Buero la esperanza, que deja en manos del espectador (purificado por la “catarsis”),

pues en él puede producirse el cambio, según el cual la libertad humana debe vencer

al destino y a los condicionamientos histórico-políticos.

El estilo de Buero suele caracterizarse como de “realista-simbolista”:

- Lenguaje verosímil, realista.

- Personajes realistas

- Pero teatro simbólico:

- Espacios escénicos simbólicos (como el del “tragaluz” o el de la

fundación)

- Objetos, sonidos.... con valor simbólico

- Personajes que, al mismo tiempo encarnan valores simbólicos (la locura,

la confusión entre realidad e ilusión, por ejemplo, en La fundación, etc.)

Evolución de su obra: acorde con la época, con otros autores tanto teatrales como

novelistas.

- Primera etapa (década de los 50): predomina el enfoque existencial con una

estética realista en la que va introduciendo elementos simbólicos. Se centra en el


individuo concreto y sus facetas morales, problemas humanos como la verdad, la

frustración, las ilusiones y esperanzas, el comportamiento moral, la lealtad....

(Téngase en cuenta la censura). Es la etapa de la llamada “construcción cerrada”:

espacio único (tradicional), progresión lineal de la acción,,. etc. Obras: Historia de

una escalera (1949), En la ardiente oscuridad (1950), Hoy es fiesta (1956) y Las

cartas boca abajo (1957); estas dos últimas obras marcan ya una transición hacia

la siguiente etapa.

- Segunda etapa (1958-68/70): los problemas humanos se sitúan ahora en unos

condicionamientos sociales concretos, planteando conflictos en relación con lo

histórico y social. Los actos individuales quedan enmarcados en un tiempo

histórico y unas estructuras sociales que lo condicionan. Buero observa ahora las

posibles raíces sociales del problema individual, así como las consecuencias sobre

la sociedad de los actos individuales. En definitiva: interacción individuo-

sociedad, “de qué manera actúa uno sobre el otro”, con el propósito de hacer del

escenario una plataforma crítica de la sociedad contemporánea y enfrentar al

espectador con los problemas reales de su entorno.

Problema: la censura, la cual sorteará escribiendo una serie de dramas históricos

en los que los problemas actuales se sitúan en un pasado histórico

(distanciamiento). Obras: Un soñador para un pueblo (58) –Esquilache, ministro

de Carlos III, que representa una forma de poder-, Las Meninas (60) –Veláquez-,

El concierto de San Ovidio (62), El sueño de la razón (70) –Goya-. En ellas

muestra al intelectual enfrentado con el poder (paralelo a Larra).

El tragaluz (67), la cual se sitúa como obra de transición entre estas obras y la

experimentación de la tercera etapa, es una especie de drama histórico en el que la

perspectiva no es desde un presente que mira el pasado, sino desde un futuro


(presente de los “investigadores” quienes presentan la obra como un experimento,

especie de “narradores”) que observa y analiza nuestro presente (que es el pasado

para los investigadores). En la técnica de esta etapa, Buero pasa en los años 60 de

una “construcción cerrada” a una “abierta”. Se produce una superación de la

estética realista. En este sentido El tragaluz representa ya una incorporación de

técnicas renovadoras y experimentales (con el precedente de La doble historia del

doctor Valmy). Características de la construcción abierta:

- Escenario múltiple: representación de lugares distintos en un mismo escenario

(interés por las técnicas de decorado y el juego de las luces).

- Ruptura en el desarrollo temporal: no lineal, saltos en el tiempo hacia delante y

hacia atrás, sincronías...

- Construcción más compleja de la acción: acciones paralelas a veces.

Fragmentación en cuadros o secuencias dentro de cada parte (no en tres actos

clásicos). La fundación consta de dos partes que tienen, a su vez, dos cuadros

cada una (simetría).

- Recursos experimentales de participación: “efectos de inmersión”,

procedimientos como ruidos, luces, etc., que nos producen la sensación que el

mismo personaje tiene. Ceguera-luces. Obsesión por el suceso del tren-ruido

de éste en momentos clave. ESTE RECURSO ES MUY IMPORTANTE EN

La fundación PUES LOS ESPECTADORES VEMOS EXACTAMENTE EL

MUNDO ILUSORIO DE TOMÁS, QUIEN CREE QUE NO ESTÁ EN LA

CÁRCEL SINO EN UNA FUNDACIÓN DONDE VAN A INVESTIGAR. A

medida que va transcurriendo la obra, vamos viendo cómo cambia el

escenario y, lo que nos parecía una fundación, se va convirtiendo en la prisión

donde están.
- Tercera etapa (década de los 70): intensifica y continúa la experimentación y

renovación técnica de la 2ª, “constante ejercicio de experimentación (se habla de El

tragaluz como de transición por su audacia técnica). Temática: temas sociales y

políticos ahora explícitos (afloja la censura), sin olvidar la problemática de la

existencia humana y de los valores morales. Desarrollo de los efectos de inmersión

en que se expresa el interior de los personajes: conciencia, trastornos, etc. Obra

clave: La fundación (74), que transcurre en una celda de presos políticos y que

denuncia un claro compromiso con la realidad y una lucha por transformarla.

Esta obra es, en parte, autobiográfica ya que Buero es procesado después de la guerra

civil, por “adhesión a la rebelión” (pertenecía al bando de los vencidos, los republicanos

y, además, participó en actividades clandestinas del Partido Comunista) y lo condenan a

muerte. Durante ocho meses, Buero creyó que cualquier día podía cumplirse la condena,

pero se la conmutaron por 30 años de prisión, que después se rebajaron a 6.

La fundación fue la última obra de Buero que se representó antes de la muerte de

Franco, por lo que se enfrentaba también a la censura, quien impuso algunos cortes.

¿CÓMO CONSIGUIÓ PODER SORTEAR ESTA CENSURA UNA OBRA QUE

DENUNCIA LA VIOLENCIA, LA FALTA DE LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y LA

PENA DE MUERTE?

La inconcreción de las coordenadas espacio temporales donde transcurría la obra 1, así

como su carácter de “fabulación” 2 (“fábula en dos partes”) proporcionó a la censura un

argumento válido para la aprobación de la obra. VÉANSE APUNTES SOBRE LA

OBRA.

1
En la página 56 del libro, cuando se presentan los personajes, el autor especifica: “En
un país desconocido”.
2
Invención o imaginación de una historia.

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