Está en la página 1de 3

REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA RELACIONES EXTERIORES


INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS DIPLOMÁTICOS “PEDRO GUAL”
INTRODUCCIÓN A LAS TEORIAS DE LAS RRII

Analizar la Teoría de las Relaciones Internacionales y el fenómeno de la


guerra dentro del estudio de la política internacional y como se desarrolló
entre los factores de poder EEUU-URSS

Prof. Miguel Ángel González Caro


Alumna: Migdalia Garay
C.I. 3692342
INTRODUCCIÓN

La “Guerra Fría” consiste según el Diccionario Oxford Languages “al


enfrentamiento político e ideológico que hubo entre Estados Unidos y la Unión
Soviética o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), por querer
imponer sus hegemonías en el resto del mundo”. Esto permitió que emergiera un
“nuevo orden mundial” en las Relaciones Internacionales, pasando de un mundo
multipolar a un mundo bipolar, cuya característica fue la constante amenaza de los
dos polos de poder (EEUU-URSS) y finalizó con la disolución del bloque soviético,
según el consenso de la mayoría de los autores. Con esta caída Estados Unidos
quedó como “la única y gran potencia” promoviendo políticas de dominación
global. Las Relaciones Internacionales, brotan por la inquietud de los pueblos
sobre la existencia de la guerra entre los Estados, que se eleva por la experiencia
de las dos guerras mundiales y el surgimiento de las armas nucleares.

Se analiza la documentación sobre la Guerra Fría y las Relaciones Internacionales


para abordar el estudio indicado en el desarrollo y la conclusión con la posición de
la autora al respecto.

DESARROLLO

El concepto de Relaciones Internacionales según Truyol, como se citó en Barbé


(1995) “aquellas relaciones entre individuos y colectividades humanas que en su
génesis y su eficacia no se agotan en el seno de una comunidad diferenciada y
considerada como un todo, que fundamentalmente (pero no exclusivamente) es la
comunidad política o Estado, sino que trascienden sus límites. (p. 19). Sobre la
Teoría de las Relaciones Internacionales, señala Hoffman citado por Barbé (1995),
entendida como “mis estudios sistemáticos de fenómenos observables, que
intenta descubrir las variables principales, explicar el comportamiento y revelan los
tipos característicos de las relaciones entre unidades nacionales” (p.12). La Teoría
Idealista o Liberal plantea que la guerra debe ser utilizada únicamente como última
medida, así como el Estado tiene la responsabilidad de establecer la paz a través
de la diplomacia y otros recursos políticos. La Teoría Realista aborda el estudio de
la realidad nacional desde la política exterior de los Estados, partiendo de actos
lógicos, donde los tomadores de decisiones tienen como único interés lograr,
conservar y fortalecer su poder por encima de los otros actores internacionales.

La “Guerra Fría” fue simplemente un nuevo reparto del mundo de la misma forma
que ocurrió antes de la primera conflagración, toda vez que el mundo existente
hasta el Siglo XIX había sido un espacio con varios factores protagónicos del
poder mundial. O sea, era un espacio multipolar. El asunto es, que después de
1945 el globo comenzó a vivir una situación bipolar con dos factores protagónicos
EEUU Y URSS y arrancó “la guerra fría”, así llamada porque lejos de reproducirse
las dos guerras europeas que no mundiales a inicios y mediados del Siglo XX, la
guerra propiamente tal continuó por otros medios convirtiendo al planeta en un
gran escenario a la de manera de tablero de ajedrez, en que emergieron las
confrontaciones regionales en los distintos continentes, especialmente América
Latina, África y Asia en que la práctica normal entre los poderes mundiales pasó a
ser la estrategia, la táctica y las maniobras y consignas, mecanismos con lo que
se buscaba posicionarse mejor internacionalmente, mientras proseguía el proceso
armamentista, atómica y espacial con el que se buscaba acumular fuerzas
suficientes para derrotar al adversario ideológico, político y geopolítico Por este
camino, sobrevenida la Revolución China en 1949, vino el choque en Corea en
1952 y seguidamente en 1954 derrotada Francia en Vietnam, EEUU se involucró
en esta confrontación asiática que terminó siendo de toda Indochina, porque se
extendió a Laos y Cambodia. Lo que vino después fue una gran lucha por el poder
mundial en que cada potencia con base en sus áreas de influencias peleaba por el
mantenimiento de sus posiciones respectivas, de hecho, seccionando o separando
el mundo existente bajo los conceptos adulterados de democracia y comunismo,
hasta que se produjo el desplome de la URSS a inicios de los años 90 que quedó
suficientemente graficada con la caída del Muro de Berlín. El equilibrio de terror,
característico de la Guerra Fría por el sentido atómico que EEUU impuso desde el
letal bombardeo de las japonesas Hiroshima y Nagasaki, que la impronta de esta
etapa en que con mucha fuerza también comenzó a hacerse intensa la lucha de
los pueblos por la paz hoy en boga.

CONCLUSIÓN

En la actualidad el esquema bipolar va quedando atrás, no porque llegamos al fin


de la historia, mucho menos porque Europa es el ombligo del mundo, sino, porque
simplemente el cuadro mundial apunta el retorno del mundo multipolar y
pluricéntrico que durante el Siglo XX fue aplastado por la política imperialista de
los EEUU apoyado por Inglaterra, Europa y la OTAN, hoy en caída. El dato final de
este siglo sangriento dramáticamente, vapuleado por el hambre y el cambio
climático, entre otros, ha sido la presente Guerra de Ucrania, un choque
promovido por las fuerzas imperiales ya citadas contra Rusia sólo que, usando
como escudo a la sacrificada Ucrania, a través de su régimen fascista.

BIBLIOGRAFIA

Barbé, E. (1995). Relaciones Internacionales. Madrid. Tecnos, S.A.

Barbe, E.(1987). "El papel del realismo en las relaciones internacionales (La teoría
de la política internacional de Hans J. Morgenthau)". Revista de Estudios
Políticos (Nueva Época). (57), 149-176. Recuperado
de https://recyt.fecyt.es/index.php/RevEsPol/article/view/48299

Diccionario Oxford Languages

Hobsbawm, E. (1998). Historia del Siglo XX. Buenos Aires. Crítica.

También podría gustarte