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LA CUESTIÓN AMBIENTAL EN MARX

Guillermo Foladori*

En tercer lugar, está la crisis ambiental.


También ésta constituye un reto al materialismo
Todo cambio significativo ocurrido› en la realidad histórico como método y a la teoría del valor-
constituye el verdadero examen para las teorías y plus valor-ganancia que desarrolla Marx en El capi-
métodos científicos. Por ello el reto de confrontar tal. ¿O no está en La garante oposición a la
Estas con la realidad; polemizar en torno a sus concepción marxiana la posibilidad de que el capi-
modificaciones o rechazos, debe sur recibido con tal en su desarrollo, se tope con límites naturales
beneplácito. En este sentido las tres últimas décadas antes que con la oposición de la clase obrera’! En
han constituido el examen más duro para el este artículo establecemos un diálogo en torno a
pensamiento marxista desde su origen. este último aspecto, con analistas que han visto en
Primero por los significativos cambios en los problemas ambientales una comprobación
cl mundo del trabajo desde mediados de los setenta. contundente de “las patas cortas” del pensamiento
El crecimiento de los sectores de servicios, la marciano, y también con quienes defienden con
expansión de la flexibilización laboral, los procesos diversos argumentos la vigencia del marxismo.
automatizados, el trabajo de tiempo parcial. etc.,
son cuestionadores evidentes de la vigencia del 2. La crítica ecológica al Marxismo
trabajo asalariado y del papel de la clase obrera,
como central en la explicación marxiana de las Las críticas al marxismo desde una perspectiva
contradicciones internas del sistema capital ísta y ecológica son variadas, y son muchos quienes las
sus tendencias de evolución. sostienen. No obstante, tal cual señala en un artículo
En segundo lugar, por el derrumbe del muy esclarecedor John Bellamy Foster ( 1995),
socialismo real a fines de la década pasada, que éstas pueden ser agrupadas en dos grandes temas:
fue entendido por muchos como la comprobación el de las fuerzas productivas, y el del valor. Bajo el
más contundente de 1 os errores de la teoría primero se incluirían las críticas dirigidas a mostrar
marxiana. aunque debemos manifestar que quienes que Marx consideraba el desarrollo de las tuerzas
eso argumentan confunden las cosas de cabo a rabo, productivas como benéfico de por sí. que entendía
ya que Marx dedicó su vida al análisis y crítica del la producción desde una perspectiva prometeica.
funcionamiento del sistema capitalista, mientras
poco y nada dijo sobre el socialismo. No obstante,
e1 derrumbe de una sociedad que pretendía *QepartpmerJto de 5ociologín, Facultad de Ciencl¡ts 5ociBl*s,
convertirse en una etapa de desarrollo superior a Licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Universidad de
la capitalista, ciertamente cuestiona la posibilidad la Republica: Montevideo. Departamento de Sociología.
de que esto ocurra, o al menos mata la utopía de Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas. Universidad
aquellos de ideales poro arraigados. Estaduat ‹k Campines; 5ae t zvlo.

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que repamba en la natrales tan sólo como un
objeto a ser dominado, y que al utilizar los con- ‘ “El hombre’ ... prometeico de Marx es
ceptos de producción o productividad no tomaba un ser que no está en su casa en la natu-
en cuenta los pejuicios que la acción humana podía raleza, que no ve la Tierra com ’ o el hogar
provocar sobre la naturaleza, El segundo tema de la ecología. Es un espíritu indomable que
incluye la crítica a Marx por desconocer el papel debe someter a la naturaleza en su búsqueda
de la naturale za en la teoría del valor-trabajo. de la autorealización. .. Para tal ser, las
fuerzas de la naturaleza, sea en la torma de
x) ¿@ué zcH Peoouctivisa ruE Mxex? su propia naturaleza interna ingobernable
o de 1 os pode res ame naz a ntes de 1 a
Este primer tema tiene, a su vez, las vertientes. naturaleza exterior, Jeben ser sojuzgadas. ’
Por un lado, lo que puede considerarse como el den Bellamy Foster, 1995 :109L
fondo filosófico de Marx. donde se le critica una
posición productivista, coincidente con el espíritu Aunque Bellamy Foster seiiala que dicho mito
del mito de Prot: ríete o', o el considerar a la reivindica tanto la tecnologia, como la creatividad
naturaleza tan sólo como el objeto de trabajo y y liberación de las ataduras religiosas. ‘ Más aún.
explotación económica. Una concepción según se considerara el mito en la utilización que
antropocéntrica común a la época. que no podía le diera Platón o Esqui lo su significado ser ía
entender la liberación del ser humano si no era en diametralmente opuesto.
función de la dominación del resto de la naturaleza
t Benton, 1992 ; G iddens. 198 1 : Ferkiss, 1 993 : C “Tan importante era el mito de Prometeo
lark, 1 989 ; Bobbio, 1987). Por otro lado, para la antigua Grecia, que la oposición de
podemos agrupar los planteamientos en torno a clase en la democrae ia enire los ciudadanos
los posibles Iímices físico.s al desarrollo trabajadores y los aristócratas oponentes a
económico. En este contexto la ciencia y la la demoe ras ía, puede ser v ista en 1 os
tecnología tendrían. para Marx. capacidad tratamientos radicalmente diferentes de este
ilimitada, negando la vista a lo que hoy se llama mito. representados respectivamente por
“resultados imprevistos” del uso tecno- lógico y Prometeo Encadenado de Esquí lo, y el uso
también a los potenciales límites físicos del desarrollo del mismo mito por Plaiún en su Hombre
económico. incluimos también aquí el tratamiento político. Marx, comprendiendo el carácter
indistinto que dió Marx a los recursos naturales reno de clase revolucionario del conflicto en la
vables y no reno vables (Benton, 1 989. O‘ Con nor. antigüedad. se identificó claramente. con el
1991 ; Naredo. 1987: Martínez Alier. 1993). Prometeo de Esquilo. antes que con el de
Respecto al mito de Prometeo , como Platón.” í Bellamy Poster. 1995 :1 1 1 ). '
reificador de la tecnología. Ted Benton critica a
Marx su “v isión prometeica y productivista de la Más allá de la reificación de la tecnología en el
historia" 1989); u Viccor Ferkiss: mito de Prometeo, será dificil alcanzar la ansiada
armonía con la naturaleza sin un desarrollo
“La actitud de Marx hacia el mundo siem- tecnológico; claro esté que no como la actual
pre conser va aquella creencia prometeica tecnología capitalista, que en lugar de liberar al
glorificadora de la conquista humana de la ser humano del trabajo lo convierte en su esclavo,
naturaleza.” (en Bellamy Foster, 1995: 109). y en lugar de aplicarse al uso planificado de los
recursos se dedica a esquilroarlos y despilfarrarlos.
f3 también John Clark: En este sentido la crítica de Marx a la acumulación
de capital, que constituye el centro de su trabajo
científico, está mucho más cerca de una armonía
' “El crimen de Prometeo. a los ojos de Zeus, fue haber con la naturaleza que el dominio prometeico que
levantado a la humanidad de su degradación y miseria pnmiñ va
hasta un nivel donde pudiese intentar nvaiizar con los dioses.
algunos lectores equivocadamente resaltan; o.
fue apropiadamente ccsógado pam cada la eternidad" (I lisboa, como dice Marshal Berman,
! 985:32).
' Bellamy Foster retoma aquí los investigaciones históncas de “Finalmente. es estimable que Marcuse
1.Briard P. Wessell Jr. Promeineiu Bound: The Mytlilc Struc• proclame, como siempre ha proclamado la
ture ot karl Marx‘s Scientific Thlnhing t 1984. Louisiana
Stato University Pase): y, Linda M. Lewis The Prometheen Escuela de Francfott, el ideal de armonía
Polítics et Milton, BlnLe and Shelley ( 1922. Univcniy of entre el hombre y la naturaleza. Pero para
Missouri Press ). nosotros es igualmente importante com-

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REVISTA DE CIENCIAS SOCIADEL

prender que, cualquiera que sea el contenido "Nodebemos, sin embargo, lisonjeamos
concreto de este equilibrio y armonía — demasiado de nuestras victorias humanas
cuestión de por sí bastate espinosa—, su sobre la naturaleza. Esta se venga de
creación requeriría una gran cantidad de nosotros por «ada una de las derrotas que
actividad y lucha prometeica." ( Berman, le inferimos. Es cierto que tcdas ellas se
t988:127) traducen principalmente en los resultados
previstos y calculados. pero acarrean.
,1.as palabras están. hoy en día. empañadas por una además, oCosimpe vistos, conlosqueno
peculiar subjetividad que tiende a rechazar ciertas con‹ábamos y que, no pocas veces.
expresiones más por su significado literal o vul- contrarrestan 1 os pr ime ros. Q uiene s
gar, que por eÍ contexto en que fueron empleadas, desmontaron los bosques de Mesopotamia.
por ejemplo dominio sobre la numrale a como Grecia. el Asia Menor y otras regiones para
opuesto z equilibrio o amionía con la naturaleza. obtener tierras rolurables no soñaban, con
Bellamy Foster hace mención al trahajo de William que, al hacerlo. echaban las bases para el
Leis The Domination o£ Nature. donde demuestra estado de desolación en que actual mente .se
que expresiones como "control de la naturale za" o hallan dichos paises, ya que. al talar l os
"dominio sohre la naturaleza" eran corrientes en bosques. acababan con los centros de
los pensadores del siglo XIX. Más. al contrario de condensació n y al macenam ie nto de la
un dominio unilateral sobre la naturaleza, tanto humedad.” (Engels. 196 1 : 1511.
Marx como Engels criticaron al capitalismo por
su soberbia trente a ella; ya en los Manuscritos ¿Cómo reconciliar las críticas que se le hacen a
económico-filosóficos de 1844 Marx reclamaba Marx, de una supuesta mentalidad productivistu
l a nec es idad de una rec onc i l iac i ón en un a que considera el avance tecnológico positivo de
formación económica futura (Marx. 1966). Por su por sí. con planteamientos como el siguiente'?
parte Enge ls inc Ius ive consideró los e fectos
secundarios no deseados de la tecnología. La ”Y todo pro greso de la ag ric ul t ura
siguiente cita bien podría haber sido un párrafo del capitalista no es sólo un progre5"o en el arte
libro de Alfred Crosby Imperiaiismo ecológico. de esquilrnar al obrero. sino a la vez en el
La expansión biológica de Europa, 900- t900 arte de esquilmar el suelo.
( 1988) donde el autor muestra lex tr.insformaciones
ecológicas no buscadas de la e xpansión de la La producción capitalista. por cons i-
población europea, no obstante t”ue escrita cien años guiente. no desarrolla la té «nica y la
antes: combinación del proceso social de pro-
dución sino socavando, al mismo tiempo.
“Los introduciores de la patata en Europa los dos manantiales de toda rique za: lu
no podían saber que. con el tubérculo fariná- tierra y el irabujuJor. “ (Marx. 1979: b 12-
ceo. propagaban también la enfermedad de 6 13 j.
la escrofulosis. Y. de la misma o parecida
manera. todo nos recuerda a cada paso que Por cierto que de los dos resultados de la pu-
el hombre no domina. ni mucho menos, la ducción capitalista, el esquilmar al obrero y al
naturaleza a la manera com‹› un conquista- suelo. Marx dedica su atención al primer término.
dor domina un pueblo extranjero. es decir, Su objeto de estud io fue el análisis del sistema
como alguien que es ajeno a la naturaleza, capitalista y sus efectos en la cfase obrera. Su
sino que formamos parte de ella con nuestra método, no obstante, le permitió ver más allá del
carne, nuesira sangre y nuestro cerebro, que uhjeto de estudio. apuntando a los impactos
nos hallamos en medio de ella y que todo concomitantes de la producción capitalista sobre
nuestro dominio sobre la naturale za y la la naturaleza. Engels fue explícito en su Anti-
ventaja que en esto llevamos a las demás dükring, cuando ccmparó el uso capitalista de la
criaturas consiste en la posibilidad de llegar ciencia con el aprendiz de brujo, que desencadena
a conocer sus leyes y de saber aplicarlas fuerzas de la naturale za pero es incapa z de
acertadamente.” (Engels, 1961 : [ 5 1- l 52J. controlarlas (Prestipino, 1977). Pero de all í a que
Marx sostuviera una defensa acrítica del desarrollo
Y también estuvo atento a lo que hoy en d ía de las fuerzas productivas hay un gran salto.
11 amar íamos resultados no previstos de la La magnitud de la crisis ambiental actual
tecnología: no podía haber sido prevista por Marx, y no la fue.

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Peto tampoco puede achac4rsele un desintcres por del contrapuesto crecimiento geométrico de la
el futuro del mundo natural: todos sus plantea- población y el aritmético de los alimentos. El
mientos panen de una filosofía de reunión del ser infomie para el Club de Roma Los límites del
humano con la namraleza, al decir de Marx, crecimiento ( 1973) podría entenderse como una
confirmaci ón moder na de las aseveraciones
“La naturaleza es el cuerpo inorgónico malthusianas. Pero mientras en cualesquiera de los
del hombre; es decir, la naturaleza en cuanto dos casos se pone el énfasis en posibles barreras
no es el mismo cuerpo humano. Que el físicas, a partir del análisis de Marx podemos,
hombre vive de la naturaleza quiere decir entender por qué, en la sociedad capitalista,
que la naturaleza es su cuerpo, con el que imponentes volúmenes de alimentos son anual-
debe mantenerse en un proceso constante, mente desperdieiados cuando sus precios no lrgran
para no morir. La afirmación de que la vida c ubrir los costos de producción; por qué en la
física y espiritual de1 hofnbte se halla Comunidad Económica Europea se alimenta a las
entroncada con la naturaleza no tiene más varas con la lerhe en poJvo que previamente las
sentido que el que la naturaleza se halla mismas produjeron en forma l íquida; o en los
entroncada consigo misma, y que el hombre EEUU se destinan millones de ddlares para que
es parte de la naturaleza.” (Marx, 1966:67L los agricultores no siembren y, todo e)Io, mientras
otros millones, pero de personas, mueren de
En Las formas que preceden a la producción hambre. La contradicción entre el valor de uso y el
capitalista (Marx. 1984) Marx busca entender las valor de las mercancías, qug es el punto de partida
razones por las cuales el ser humanu se ha de la exposición marxiana del capitalismo, es
divorciado de sus lazos con la naturaleza y consigo también el «omienzo para entender estas
mismo, y reívindica una práctica para recuperar contradicciones.'
aquella unidad. En los iiltimos años de la vida de Marx,
El concepto que hoy en día se utiliza como ya en la década de los 80 del siglo pasado, una
arAumento de conc ientizac ión ace re a de l a serie de trabajos quo hoy pueden ser considerados
importancia de la armonía con la naturaleza, el de como de economía ecológica ñicron publicados en
garantizar a las geaerQCfOnfli futuras un medio üi versos idiomas y pafses europeos. Gracias al
ambiente mejor al ex istente, fue inclusive con cuidadoso libro de Joan Manlnez Alíer La ecología
iguales palabras utilizado por Marx, a tal grado y la economía f 1984) tenemos hoy en dia acceso
que la siguiente frase podría pasar por parte de un a la e volució n del pensamiento en ec onomía
discurso o escrito de estos días y no de hace ya ecológica. Martínez Alier reseña a autores como
más de 100 años como fue: Pedolinsky y Sacher quienes realizaron, tal vez,
los pnmeros pasos en la medición físico/energética
“Desde el punto de vista de una formación
económico-social superior, la propiedad
privada del planeta en manos de individuos
aislados parecerá tan absurda como la ' A pesar de que la actuni cfisis ambiental parece pener por
prnpiedad privada de un hombre en manos delinte los limites físicos ar ‹teseriollo del cupitniiiino. y fisss
a la propia existencia humano. rio se puede dejar de considerar
de otro hombre . Ni siquiera toda una los siguientes elementos: a) el mundo no es finito en cusnto a
sociedad, una nación o, es más, todas las energia, la energía solar puede considerazso a los efectos
sociedades contemporánea.s reunidas, son humanos como infirú1a: b) la entropía (aumento de la cncrgia
propietarias de la tierra. Sd lo son sus no u*lizable) se resuelve en un proólcmc de ritmos. Si lo
entropfa gcncrm3o por la producción han y la vidn en today
poseedoras, sus usufructuarias, y deben
sus fonnos es compensodn con lo energía recibida díanamtnte
le g ar1 a mejorada, como boni patres
del +° . no iene Por q«é «urrir «ne cñsii entrdpico. La idra
familias. a las generaciones venideras. ”
(Marx, 198 I:987).

¿Es pertinente criticar a Marx por no haber previsto


los límites ambientales. que cien años después de °J• 9*°. de la luna' a) iapoaibilia»d de que s»cumba ía cspcie
escrito El capital se le presenta a la producción h’mcnc paz una czisis amóim g es cx dra más viebic, ,—
capitalista ? Por cierto que algunos autores en
M*^ !!^8^ e di* en que un sector zducido de csl¢ pla¢cta
preocuparon por las baircr;tS físicas al desarrollo
‘““‘radioactivo Por ello problgmp 5oc$e y @gl{tigo es)
capitalista. Maltlius, por ejemplo, elaboró su teoria

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(kilocalońas).‘ Podolinskș tuvo inclusive corres- En el libro antes eitado, Mariíntz Alier
pondencia con Marx, donde le anunciô su interćs de realiza una comparación de la actividad agrícola
combinar la teoría del plusvalor con su contabilidad en España en 1950/J 1 versus [978 obteniendo el
energética. Todo indica. a juzgar por el seguimiento siguiente resultado:
que realizó Manínez Alier de estos planteamientos,
que rń Marx, y menos Engels, considemronde interćs “Mientras que en 1950 y 1951 una caloría
csia posibilidad. La contabilidad energćtica puede de encrgîa i:node ma’ contribuía a
ser importance como criterio planificador de ciertas ’producir seis calorías de producción vege-
ramas de la activìdad econórrúca. en tanto permite tal, esta relación está a finales de los setenta
discernir la orientación económica de aquella por debajo de una calońa por caloría. ¿Las
acti vidad energćticamente más redituable, y nue vas téc nicas han au mentad o la
constitute iambiën un elemenio objetivo de crítica a productividad'?” (Martínez Alier, ł993:53).
las bases energéticas de los actuales sistemas
eeonömicos.' Pero no podemos estar de aruerdo con La pregunta de Marıfeez Alter es pertinente. ya
Slartínez Alier en su rechazo aI marxismo. entre otras que mientras en términos energéticos la modema
razones, por no haber incorqorado la contabilidad agricultura represents una pćrdida, en términos de
energética a la teoría del plusvalor. val or impl ica importantes au mentos e n 1 os
rendimientos; y todo ello porque la moder na
“La contabilidad energética proporcio- agricuJcura invierte insumos como petrôleo.
naba una base cientifica a la teoría del valor- fertilizantes. maquinaria, etc., cuya producción
trabajo, un punto de vista que ni Marx ni insume más energía que la que luego logra
Eng o1s apree iaron.” lMart ínez A1 iet, descontar al poner todo ello a producir. Martinez
I P9I :69j. Alier se hace la siguiente pregunta Iógica. ¿han
aumentado la productividad las nuevas técflicas
Los planteamientos criticos aJ marxismo de Maztfnez agrícolas‘? 5i reparamos en la contabil idad
.'Alier no dan en el blanco. Una cosa es considerar la neocläsica la respuesta es positiva; si prestamos
necesidad de tener en uenta la contabiłidad atención a la contabilidad energética, negativa.
cneryéticc como un elemento más en IapIaniti«ación Aplicando la contabilidad energética a la
de la futura sociedad, otra muy distinta es investigar produce ión campesina dt muchos países de
los mecanismos socio/económi«os a \ravés de los Amćrica Latina, en especial a aquella que utíliza
cuaJes la sociedad capMałista se organiza. Lo último, en forma priorilaria tracción humana y animal.
y no Io primers. fue el propósito de Marx. seguramente obtendremos saldos positi vos. y
mucho mayores que los que ofrecería la misma
contabilidad aplicada a los desarrollados/ormers
’ Con cl fin de ompamr Ic potencialidad dc los di fercn •s
ttpos dc energc ëstos pucden str convertTdo,s en calor. Al
e*iadounidenses. Pero, en la realidad capitalists «n
mccanismo conxist en aislar la magna a fHen\e energética en que vi vimos, ¿quién se enr iquece y quičn se
un rcctpiente suspendido en una cancjdad de agua a lemperatura empobrece'? obviamente el proceso de di feren-
conocida. La di ferenc a dc \empcratura cada I0Ü0 gramos +4e c iac ió n soc ia1 no pasa por la eontabi1 idad
agua. una vez que se somere a ccmbustióna cjcrce su luz la energética, y sí por la de valores de mercado, De
fpu$engtpepe$nqergética. constiiuye el indice que se conuce como
manera que mientras Marx se preocupaba por
‘ Lc si guŁcnîe citc țnucstra unú I”aceta Ji fercnte de la entropía: estab lecer c ufil era e1 real funcio nami e nto
“¿quč dec\r de la act\'yidaJ t nTelcccua l? ¿Cuznto descenso de económico de la sociedad capitalista, cuáles eran
¢ntropia mplica la confers ón de unos col‹›res despcrdigados las ca usas de 1 a d i ferenc iac ión soc ia1, los
un hçrmoso cuadro. o unos sonldos cao ticos en una magni-
fica sinloním a unos palabras sucltas en una gran obm literaria,
mecanismos de extracción del e xcedente y ia
o unos pensarruentos conFusos en un mevo y sorpreedente formación de las modern as clases sociales, las
¢ q¢¢p .J preocupaciones de los precursores de la economic
Los físicos no quieten satier nada de esto. Aplican ec ológica pod ían, e n e1 mejor de 1 os casos.
ct concepto de entropía a la uansferencia de energía y a riada de most rar q ue la prod uc c i ón ag ríco ía e ra
inźs. La rransfercncja de energis inhcrcnce a la conversiön tJc
unas pzlabms desordcnadas en El res' Leur es aJgo que no puede energéticamente más productive que la industria,
inedirse con 10s meiodos fís icos comentes. ( S in embarg0. una o que e I asalar iado rec i b ía un eq uival erite
nusv a rama de I as mate maticas. I I am‹\da ‘teoric de Ïa energé tic o al sa1 ario menor al producto q ue
lnformaciõn ' , emplea el concepto de entropía de nuevas y generaba. Pero estas investi gaciones, por muy
sorprenderiies rnanera8. En definitive, esto puede llevamos a
impor tantes que puedan ser tan to pat a la
iáeterminai st la acuvidad iruelectual de In Hum idad pucdn
considerarse que llegará a v iolar la segunda Icy de la organización de futuras sociedades, como inclu-
tezznodinămica)." (Asimov. 1980: I fi6). sive para la denuncia del despilfarro energćtico de

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US DI CWCIAG GAIALÆ

la actual, nada explican acerca del real mecanismo Por el contrario, el método dc Marx se
de funcionamiento de la sociedad capitalista. En basa en la conexión entre cl proceso técnico mate-
resumidas cuentas, las críticas de los modernos eco- rial y la forma social que asume. Supongamos el
nomistas ecoldgicos al marxismo confunden cómo anáłisis de )a tecnología; o dc una máquina en par-
son las cosas, con su ideal de cómo debieran ser. ticular. En una prïmera instancia, en el análisis en
Por cierto que Marx no consideró posibles sí de la máquina, ésta representa un mecanismo
trabas ffsicas al desarrollo capitalista. por el que cumple una determinada función. En este
contralto, supuso que con el desarrollo tecnológico sentido suplanta fuerza de trabajo, aumenta su
se iban a poder superar. Pero ni siquiera hoy en produCti vidad, y su utili zación implica una
día, en que las barreras físicas están más presentes liberación del trabajador respecto de la actlvidad
que nunca, es obsoleto el planteamiento de Marx que realizaba. Si el an$lisis hubiese quedado allí,
de centrar el análisis en la contradicción capital/ la crítica de Martínez Alter de que eI concepto de
trabajo. y en explicar las cnsis capitalistas a pariir Marx de producción o fuerzas productivas es
de esta contradicción. La discusión de la necesidad metafísico, hubiese sido pertinentc. Sin embargo,
de una renta como derecho de vida independiente Marx continua su análisis y se ñala cómo. bajo
del salario, por ejemplo, encierra el reconocimiento relaciones capitalistas. la mäquina asume el
explícito que el capitalismo actual no es capaz de carãcter de eapltal constante. Ello significa que se
dar trabajo permanente a toda la población. contra relacíona con el trabajo como trabajo asalariado:
tos augurios de la economía neocłüaica primero y de manera que ia liberación de la actividad Jel
de las medidas keynesianas posteriormente. trabajador se convierte en desempleo. 0, por el
También es un hecho objetivo que las cri- conttario, la mãquina se mantiene al margen de la
sis capítatistas desde principios de los secenta no produeeión mientras la fuerza de trabajo está en
se han logrado superar măs que transitoriamente cantidad y precio, por debajo de las necesidades y
(años de recupørac ión seguidos de años de el costo de uso de la mäquina; como sucede en
recesińn), al margen de los problemas ambientales muchos ingenios cańeros, donde las cosechadoras
que por cierto la agravan y son imprescindibles de mecănicas son un medio de control del alza de los
considetar. salarios. o los vaivenes de la oferta de fuerza de
La construcción de las categorías para el trabajo, y penanecen normalmente paradas en los
anälisis de la sociedad es uno de los problemas garajes a disposición. Lo que en términos más
metodológicos claves en las ciencias sociales. La abstractos aparec ía como liberación de cargas
distinción que realiza Marx entre las categor ízs físicas, en un nivel măs concreto y ajustado a la
históricamente deteiminadas como valor, plusvalor. forma históricamente determinada del trabajo, es
ganancia, o modern a renta del suel o, y 1 os un elemento material que relega al trabajo vivo del
conceptos mäs generaies de trabajci, producción o proceso productivo. o bien compile directamente
tiqueza, cs fundamental para entender la dialéctica regulando los salarios y la oferta de fuerza de
de las contradiccions sociales. C ierto es que en su trabajo. Tampoco termina allí el anälisis de Marx,
apariencia los conceptos de/uereas productivas, o prosig ue y señala cómo d ic ha máquina, al
de pmducción, resultan ahistóńcos. comunes a todo intereambiarse por trabajo asalariado, al adquirir
momento de la sociedad humana; y en ese sentido la forma de capital constante, sirve a los efectos de
contrastan con los de mercancía o valor. De allí valorizar el propio capital, mistificando el origen
que pueda parecer q ue tienen un grado de del trabajo exccdente, al hacerlo aparecer como
independencia que, por cierto. Mar.x no les otorgó. resultado indistinto de todos los factores de la
Martínez Alier, por ejemplo, escribe: producciõn. No satisfecho prosigue. En una tercera
instancia la mäquina también asume la forma de
“Por el contrario. el discurso marxista un elemento en la composición orgánica del capi-
so‘bre la producciòn’ y las lïierzas produc- tal; esto es, en la propotción en que se intereambia
tivas es históricamente no específico y con ei trabajo vivo en la rama en que está actuando.
pretends ser aplicable a todas las épocas." Con ello partieipa en la competcneia interramal por
(Martínez Alíer, 1993:269). Ía nivelacíón de Ías ganancias. Colabora en el
aumento generalizado de la composición media del
Con ello pretende identifiear la causa de la capital y la caída de la tasa media de ganancia.
predisposición de Marx a eonsiderar oI desarrollo Descenso de la ganancia que es el arranquc de la
de las fuerzas productivas como benéfico de por crisis capiialista. De manera que en ningún
st. No obstante, no es éste ct eamino que siguió momento el análisis mar xiano de las fuerzas
Marx en el proceso de investigación. productivas es un anãlisis per se, sino un recorder

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NVGGTA DE C 1ENCGA$ SOCGA£Efi

las diferentes fases que asume bajo relaciones nueva sociedad comunista corrieran a
sociales históricamente determinadas. chorro Ileno las fuentes de riqueza. Y su
Cierto es que Marx y Engets no previeron visión pretendidamente materialista de lo
la posibilidad de la escasez de materiales, o no económico aparece desconectada del afán
d istin g uier on c ntre los rec ursos naturales de otros autores de su época de desvelar,
renovables y no renovables, como asienta Martínez con la ayuda de las ciencias de la naturaleza,
Alien el funcionamiento de los ciclos de energía
y de materiales que mantienen la vida en el
"Pero no hay en Marx ni en los econo- planeta y de orientar sobre este cono-
mistas o historiadores marxi.stas, un análisis c imiento una gestión económica de 1 os
de la reproducción o sustituci‹in de los recursos.” (Naredo. 1987: 17).
medios de producción utilizados en una
economía basada en recursos aeocables, es No nos vamos a extender en todos los elementos
decir, en recursos que n‹› son reproduc hles de la cita.' Esta crítica que toma como parámetro
o suscitufbles, por lo inen‹›s en el sentido central el carácter renovable o no de los recursos
que la semilla de tri•_o u una mula pu«dcn energéticos tiene la debilidad en su propiu virtud.
ser reproducidos o sustituidos. La virtud cons iste en considerar a la eciinomía
desde la perspectiva energética de los recursos y
‘Los esquemas marxisias de reproduc- los desechos. Es una viriud porque trasciende las
ción simple” y de ”reproducción ampliad: cont rad icciones social es prop ias del sistema
no tienen en cuenta si la l'alta de recurs‹›s capitalista. y pone el acento en el nivel y orientación
agotables puede poner un I ímite incluso a del desarrollo tecnológico. Un anél isis de lo.s
la ‘ reproduccicJn simple' . Eso refleja cl materiales y de la energía desde esta perspec li v a
estatus metafísico que e I concepto de lle v ar ic fúci lmente c demostrar que el pro«cü‹›
producción ha tenido en la economia económico más productivo es aquel basado en lu
mar x ista, al i gual gus cn la c iene ía energía solar (ésta no debe considerarse f'inita.
cconómica convencional.” (Martínez Alier, aunque en sí misma lo es, debido a que su duración
I993:270). estimada de otros 5 000 000 000 de años rebasa
cualquier perspectiva histórico-humana. y debidt›
José M. Naredo en un libro imprescindibl* sohre a que la Tierra recibe energía solar que se di.si pa
la relación entre la historia del pensamiento independientemente de que se utilice o no. por ello
econo mico y la ec olo gía ( La econo mía en la luz solar se considera la única fuente energética
evolución I acompaña la misma crícica: realmente inagotable). En este sentido la econom ía
ecológica es capaz de criticar no sólo el sistema
“La idea presente en estos autores de capitalista sino cualquiera, y especialmente todo
buscar el origen de la riqueza y del talor desarrollo industrial basado en recursos naturale.s
—ya sea de uso o de cambio— en el trabajo, no renovables. La debilidad, cal cual lo señalamos
con independencia de las caracter ísiicas de arriba, consiste en su propia viriud: ul tratarse de
la actividad a la que se haya destinado, con una crítica desde la racionalidad energética del
tal de que acabe apareciendo al yún objeto I”unc ionamiento económico, ol v ida có m‹› I a
material útil, contribuye a dar un tratamiento sociedad realmente se organi za: colocando la
indiferenciado a todas las actividades que discusión política de las alternativas y las críticas
se cncubren bajo la no«ión unificadora le
producción, como de hecho ocurre en el En pnmer lugar para Marx el origen de la riquezn en euanio
mercado capitalista. Lo cual supone hacer valor de uso esi* no sólo en el trabajo sino tambi én en la
abstracción de la viab ilid,id física y del naturaleza. El trubujo. por tanto. er› es fe buen te úníc'‹i ‹fe tr› i
impacto que puedan tener tales actividades vulibres de u.tr› que yr‹'diice. de la riyoero mcrr riul. El irabaJo
cs el padre do esta, como di¢e William Petty. y la fierm. »u
sobre el medio en el que se desenvuelven, madre." fMarx, I 977:5ñ). En segundo Iugar ya ano«tmos más
que vienen condicionados por la forma en wiba la cuefusión entre cómo funciona la realidad y la idea
que captan. transforman y de gradan 1 os que algunos economistas ecológicos sosti•nsn de cómo debiera
materiales y la energía. Como no podía ser ser. lo se trata de buscar el ongen del yalor donde parezca
más acenado. o de crear otro concepto de vaior. sino de develar
menos dentro de estas coordenadas. Marx las cat¢gori 8s hi stóricamen le determi nadtts del sistema
y fingels no se preocuparon de cuáles habían capitalista. En éste, el valor no reconoce la diferencia entre
de ser los manantial es de energía y de materiales renovables y no renovables. ni entre actividades que
materiales capaces de asegurar que en la gengran r€stiltndos ericrgetÍcos positivos 0 negativos.

91
a la situación actuxl, en un terreno enteramente “, ..la pol ítica de los capita listac
discursivo sin arraigo con las bases materiales de individuo les para ba jar los costoc ha
los intereses de clase. resultado est mayores costos paro el capi-
Un planteamiento autollamado “eco- tal en sti conjunto.” (O’Connor, 1991: 125).
marxismo”, que pretende brindar instrumentos
teóricos para analizar la contradicción entre las A diferencia de la primera contradicción (capital
barreras físicas y 1as crisis de valor en el capitalis- constante/v ariable ) que pro vocaría, según
mo, es el realizado por James O’Connor.. O’Connor O'Connor, crisis de sobreproducción. esta segunda
desarrolla lo que denomina “la segunda contra- contradicción genera crisis de costos.
dicc ió n de1 c ap ita1 ismo”. La base de su
argumentación consiste en que el capital funciona “La segunda contradicción ataca por el
inmerso en condiciones de producción que no son lado de los costos. Señala que cuando los
creadas como mercancías. tal como la propia fuerza capitalistas individuales rebajan costos, por
de trabajo, el espacio urbano. el medio ambiente ejemplo cxtemalicen los costos hacia las
natural, etc. Ahora bien, mientras el funcionamiento condici ones de produceión (naturales o de
interno del capitalismo genera lo que O’Connor la fuerza de trabajo o urbanas ) con la
llama la primera contradicción (valot/plus valor, intención de mantener las ganancias. e l
capital constante/variable), que íue el centro de las efecto no deseado es aumentar los cosios
in vesti gacio nes de Marx, la relac ión entre el de otros capitalistas (y en eí Iímíte para
funcionamiento del capitalismo y sus condiciones todo el capital), bajando las ganancias
eeternas de producción provoca una segunda obtenidas en la producción. La primera
contradicción, sobre la que Marx nunca desarrolló contradicción se manifiesta en su forma más
una teoría.' En palabras de O'Connor. pura como una crisis de reali zación : la
segunda, como una crisis de liquidez. ”
“La causa básica de la segunda contra- (O'Connor. 1992: 112).
dicción es la apropiación autodestructiva
por parte del capitalismo, y su uso, de la Que el movimiento individual de los capitales en
fuerza de trabajo, del espac io y de la busca de abaratar los costos. por ejemplo con el
naturale za e xterior, o sea del med io empleo de materias primas de espacios naturales
ambiente.” IO’Connor, 1991 : 12 l ). no monopolizados. conlleve un alza generalizada
de esos mismos productos, y una traba para las
El resultado de esta segunda contradicciõn sería posteriores inversiones de capital es, efectivamente,
que el capital se encuentra con límites físicos una tendencia del capitalismo; pero no es ninguna
meados por êl mismo. novedad, ya la explicó Marx en su teoría de la renta
diferencial I del suelo, muy a pesar de O' Connor.
“...1ímites de espacio, l ímites de fuerza de Lo que no queda claro es por qué esta llamada
trabajo disc ip l inada y sociali zada. de “seg unda contrad icc ión del caprealismo ” es,
b ue nas t ierras, de a g u*i pura, etc. ” efectivamente. una contradicción de la misma
(O’Connor, 1991 : 122). jerarquía que la contradicción capital-trabajo.
El argumento de O'Connot es que el alza
Estos límites físicos son relativos, pero la lucha de creciente de. por ejemplo, las materias primas,
los capitalistas individuales por abaratar sus costos conllevaría a una caída de las ganancias. Esto no
de producción accediendo, por ejemplo. a recursos es más que una exposición confusa de la teor ía de
naturales que no son mercancía, generalizar la Ricardo de la renta del suelo.
propiedad privada sobre éstos, los convierte en Contra Ricardo, Marx e xplicó, en su
mercancia y, como consecuencia, pro voca e l teoría de la renta capitalista del suelo, que a
incremento de los precios, lo cual significa un límite pesar de los aumentos en los precios de las ma-
para el capital en su conjunto; el resultado son terias primas las ganancias pod ían crec er a
barreras económicas en forma de crisis. expensas de:
a) un aumento mayor de la productividad del
’ Dice O'Connor: “Cucndo el capital se amenaza a si nusmo. trabajo;
faltando o dcsg•uyendo sus propias condiciones de producción b) una disminución de los salarios (sea por
(una posibilidad sobro la cual Mazo nunca elaboró Ona T¢or4a) disminución dot vaJor de la fuerza de
se amenaza a sí nusmo con una cnsis económica del tipo de trabajo, sea por pagar la fuerza de trabajo
las de ’empuje de costos'. (O'Connor, i9s i:I23). por debajo de su valor).

92
Pero si O*Connor quiere iiegar a que el Que Marx no considera a la naturaleza
incremento de los coscos conduce al capitalista a en sus teoría del valor-trabajo, o que la naturaleza
reducir los salarios y, con ello. se reduce la no está presente en el valor “marxista” de las mer-
demanda, entonces habría que ver si el capital no cancías son ambas aseveraciones incorrectas. Para
tiene una alternativa incrementando la demanda de Marx, la base de toda riqueza y de todo excedente
otros sectores, como planteó Marx en sus esquemas y, por tanto, de la e xistencia de mercancías y
de reproducción. producción capitalista, es la productividad natural
Una serie de preguntas quedan sin de la tierra, entendida en el sentido amplio de
respuesta: j Implica el incremento de la tasa de espacio de vida y producción.
entropía necesariamente una caídii de la tasa de
ganancia?, ¿quién paga los «ostos de la disminución “Como en el primer día de la producción.
de la tasa de entropía?, ¿cuáles s‹›n los sectores convergen aquí el hombre y la naturaleza,
más interesados en una disminución de la tasa de esto es, los creadores ori g inar ros del
entropía'!, ¿representa fa crisis ambiental una producto, y por tanto los creadores tambien
restricción al capitalismo o a la vida de la sociedad de los elementos materiales del capital.
humana'! En nuestro entendido la crisis ambiental
no os une restricción a) capitalismo ; éste puede Resultado general ' el capital. al incor-
superar los problemas de escasez o incremento de porarse los dos creadores originarios de la
costos con sustitución de productos, aumentos de riqueza —Ia fuerza de trabajo y la tierra—
la productividad de1 trabajo en las ramas de adquiere una fuerza e xpansiv a...” (Marx,
energéticos, de materias primas y de recic laje de 1979:747).
productos, o bien disminuyendo los salarios. S í es
un problema para cl capital la disminución perma- “Esta producti vidad natural del trabal‹›
nente de la tasa de ganancia por efectos del aumento agrícola (en el cuai se incluye aquí el me re
de la composic ión org ánic a; y la eonstan te trabaj o de rec o l ección, c aza, pesca o
profundización de las diferencias sociales que se ganader ía) constituye la base de todt4
manifiestan en diversas modalidacles de lo lucha pluslrabajo,...” (Marx, 1981 :813).
de clases. La supuesta segunda contradicción del
capitalismo siempre se reduce a la primera, Pero Más aún, el su pue sto de la ex istencia del ser
mientras el capital encuentra en la práctica salidas humano es la productividad de la naturaleza. En
a sus barreras físico/económicas, la población en las sociedades m ás primitivas el amb ien ie es
general, y las clases trabajadoras con mayor razón, asumido como una extensiéin del propio c uerpo
se ven sometidas, crecientemente. a vivir en un físico de sus integrantes. En estas primeras formas
mundo cada vez más inhóspito por causa princi- de organización social la relación con la naturaleza
pal, aunque no e xc lusiva. de las re l act ones surge como algo espontáneo. que brinda tanto cl
mercantiles y capitalistas. alimento, como el resguardo y el espacio vital en
ge nera 1. Por e1 lo las pri meras lo t mas d e
e) VALOR Y NAIUgALEZ organización de la sociedad, señala Marx,

Muchos autores pretenden demostrar el desinterés “...no aparece {n1 como resultado sino como
de Marx por la naturaleza, argumentando que la supuesto de la apropiación colectiva del
teoría del valor, eje central sobre el que gira todo suelo y de su utilización.” (M art. 1973 :
el análisis del sistema capitalista, estú basada en el 434).
trabajo humano y no considera la naturaleza como
fuente de valor (Daly y Cobb, 1993: Naredo, 1987 ; i Cómo contrasta esto con la situación actual, donde
Grundmann, 199 l:‘ Schumacher, 1974). en lugar de tener acceso al suelo por el sólo hecho
de ser miembro de la comunidad, primero se debe
comprar un pedazo de la naturaleza. para que ello
’ El caso de Grundrnnnn es diferenie si resto. En su Msrxism le strva como credencial de ciudadanía! En Ius
and I2cology desarrolla convincenternente la intencTaciÓn entre Formas que preceden a la producción capitalista
les relaciones tñcniczs y la naturaleza, proft ndizando con ello Marx señala la manera cómo las propias relaciones
en el concepto de alienación de Mary. Ko obstante en las
entre los seres humanos van creando formas de
conclusioncs de su libro considem que ta lcy dcl valor no jucga
ningún papel importante y puede ser rcfutada tanto teórica organización que constituyen. a un tiempo, medios
como prácticamente, siguiendo en ello la moda dcl marxtsmo que trastocan aquel la re lación prístina que
}HC0. representaba la unidad indistinta entre el ser

93
humano y su entorno natural. En la sociedad También Marx analizó. en el torno IH de
capitalista es donde las mediaciones se vuelven más El capital, este problema; llegando a la conclusión
intrincadas, donde el valor actúa como mediador de una tendencia descendente de la tasa de ganan-
de las relaciones entre los humanos, y del acceso cia, aunque debido a la disminución de la tasa de
al resto de la naturaleza, biótica y abiótica. Pero plusvalor por efeeto del aumento de la composición
este cúmulo de mediaciones nunca oculta, en el orgânica del capital, y una serie de resultados
pensami ento mar x iano. e1 hee ho de que la concomitantes. Pero. 1 o que aquí nos interesa
naturaleza constituye la base de toda actividad resaltar es que, no conforme con visualizar la ten-
humana. Y una base diferenc i ad a, tal c ual la dencia de largo alcance, también estudió una serie
diversidad de todos los elementos naturales. que de causas contrarrestantes que pueden retardar
pro voca en e1 trabajo h umano rendimiento s- d dicha tendencia a la baja.
iferentes, y t iempos de transporte tamb ié n di Pues bien, entre éstas, como puede leerse
versos, todo e11 o ref 1 ejado e n 1 os valores en el capítulo XIV del torno III, pueden incluirse
mercantiles, y a partir de los cuales ios propietarios las que surgen de las economias de escala, como la
de las ventajas naturales reclaman una parte del reconversión de los desenhos industriales en nuevos
producto de dicha riqueza natural en forma de renta elementos de la producción. y las economías por
del suelo. la utilización más eficiente t menor desperdicio i de
El punto de parr ida del análisis marx iano la materia prima. También las material primas de
del capital es la comparación entre el fin último de origen natural y la apropiación de espacios vírgenes
todas las formas económicas precapitalistas con la de la naturaleza constituyen elementos sin precio
capitalista. Mientras en las primeras el objetivo de que tienden a disminuir los costos de producción
la producción era el obtener valores de uso. en la y, con ello, a elevar la tasa de ganancia. O el efecto
segunda el objetivo es la valorización del propio contrapuesto. cómo la expansión de las inversiones
capital (D-M-D‘). Al decir de Marx, de capital en úreas nuevas, o la apropiación de
nuevas materias primas, establecen una nueva
“La circulación del dinero como capital es, frontera para el capitnl. al elevar el precio del suelo
por el contrario. un fin en sí... ” (Marx, o de 1 as n ue vas me reanc ías inc orporad as,
1977: 186). provocando, con ello, una disminución de la tasa
media de ganancia. Lo que era una ventaja indi-
“Nunca, pues, debe considerarse el rotor vidual se transforma en una barrera social para la
de uso como fin directo del capitalista. clase capitalista en su conjunto.
Tampoc o l a gananc ia ai.s lada. sino e1 Los dos polos en que pueden agruparse
movimiento infatigable de obtención de todos los problemas ambientales, problemas deri-
ganancias.” (Marx, 1977: 157). vados de la depredación, o problemas derivados
de la contaminación, fueron considerados por Marx
Se trata de una diferencia radical. Mientras la como esenciales para la dinámica de la tasa de
producción precapitalista de valores de uso tiene ganancia. Con ello estamos señalando una serie de
su límite en la satisfacción de las necesidades; la derivaciones directamente realizadas por Marx,
prod ucc ión cap it al ista de me rcanc ías para como las que tienen que ver con el incremento del
incrementar la ganancia no tiene límite alguno. Esta comercio internacional para la obtención de mate-
diferencia, tan sencilla y general, está en la base rias primas o alimentos más baratos, o la expan-
del agotamiento de los recursos naturales a un riimo sión política y militar, y otras para las cuales Marx
nunca sospechado en la historia de la humanidad: da innumerables elementos metodológicos para
pero también está en la base de la utilización abordar el papel de los recursos naturales en el
irracional de cualquier forma de energía y/o de proceso de acumulación de capital. Claro está que
materiales y seres vivos. todas las referencias a la naturaleza dentro de su
La economía política chica se preocupó teoría de la ganancia y la crisis fueron secundarias.
considerablemente del futuro de la tasa de ganancia No fue así con las mãs de trescientas páginas dedi-
bajo el aumento de la acumulación capitalisca. cadas a la teoría de la renta capitalista del suelo.
Tanto Adam Smith, como David Ricardo. para citar Eu este último caso la naturaleza es el tema explí-
sólo a los puntales del pensamiento económico cito y central.
anteriores a Marx, coincidían en la tendencia Marx destinó toda la sección sexta del
descendente de la tasa de ganancia, aunque por torno III de El Capital a analisar los efeitos de la
diferentes motivos (Smith por la competencia, inversión de capital en un medio natural, hetero-
Ricardo por el rendimiento decreciente de la tierra). géneo, y monopolizable; llamó a ello la teoría de

94
SE*'IGTA DE CtENCIGG DIA

la renta capitalista del suelo. Se frat‹i de una aplica- montos de capital sólo que de diferente manera,
ción de la le y de! valor a aquella parte de la en un caso de forma extensiva, eh otro de manera
naturaleza que puede ser monopolizoble. intensiva. Supongamos dos ciudades de la misma
La teoría de la renta del suelo explica có- extensión, ubicación, fertilidad etc., con iguales
mo parte de la ganancia global es derivada, para inversiones de capital, pero en una de ellas se
pagar por el uso de un pedazo del planeta. Esto construyeron casas para la vivienda, mientras que
constituye una irracionalidad dentro de la propia en la otra toda la in versión se orientó a la
lógica del capital. Irracionalidad que queda en evi- construcción de edificios de apartamentos, dejando
dencia, por ejemplo, en las ciudades capitalistas en este último caso, más tierra libre. Pues bien, el
más avanzadas donde el suelo ya ha sido munici- prec io del suel o, q ue se mide por la re nta
palizado. Al tratarse de una ganancia extraor- capitalizada sobre unidad de suelo, será más alto
dinaria, la renta del suelo, que escap.i a la nivelación en el segundo caso que en el primero (una de las
de la ganancia media, constituye un objetivo en sí posibilidades de la renta diferencial II). También
de los capitales, como lo demuestra el crecimiento esto lo conocen per fectamente aque llos q ue
sostenido durante este siglo de los capitalistas que trabajan en inversiones inmobiliarias. Y aquí se
son a un tiempo terratenientes, lo cual puede manifiesta palpablemente cómo el tipo de rela-
confirmarse en la mayoría de las estadísticas de ciones sociales puede modificar el resultado de la
los países desarrollados; esro es, que han dejado el acii vidad econ ómica, creando arti ficialmente
papel de arrendatarios para con vertirse ellos diferencias semejantes a las naturales. De manera
mismos en dueños del suelo. Con esto el suelo, que Mary no sólo contempló el papel de la
que constituye el medio obligado de buena parte naturaleza en la formación de los valores, sino que
de los recursos naturales, tiende forzosamente a fue más allá. explicando cómo estos valores son el
convertirse en el monopolio de ciida vez menos resultado de múltiples combinaciones, (que analiza
gr upos ecoriómicos. ¿Có mo legis lar so bre detalladamente), entre la fsriilidad y diversidad de
depredación y contaminación cuando la propiedad la naturaleza y las distintas inversiones de capital.
privada se impone como barrera'? Todo el proceso de conversión de los
A través de la teoría de lo renta del suelo terrenos agrícoJas en urbanos significa alcanzar un
podemos entender por qué, de no ser por la nuevo nivel de renta diferencial 11, lo cual explica
propie dad pri vada deI sue lo. Ios produc tos lo irracional del sistema capitalista que monta la
agrícolas bajarían de valor. lo que inclusi ve mayoría de sus ciudades sobre terrenos aptos para
beneficiaria a la clase capitaIisl‹; así como la la agricultura. También es mediante el instrumen-
posibilidad de extender la producción a tierras tal analítico de la renta diferencial II que se expl ica
menos lertiles. que no aicanzan a pagar ren ra y por qué, en las principales ciudades, es común
quedan fuera de l merc ado, crin 1 o c ual se encontrarse con viviendas antiguas cerradas o aban-
incrementaría la riqueza social. donadas en áreas céntricas y con buenos servicios.
Toda la teoria de la renta diferencial I del mientras se abren barrios residenciales en las
suelo está destinada a mostrar, entre otras cosas, afueras de las ciudad con costos sociales mucho
cómo la naturaleza con sus diferencias de fertilidad mayores, y ocupando áreas muchas veces de alta
convierte aÍ trabajo hu mano en más o menos fertilidad agrfcola.
productivo. El trabajo humano genera más o menos La posibilidades teóricas y metodológicas
valor según la fertilidad natural del suelo en que se de la renta diferencial II para el análisis de los
aplique. Explica, por ejemplo. que dos inversiones problemas reiativos a los recursos naturales, son
iguales de capital. y destinadas a la producción de tan amplias que resulta imposible resumir. Pero
la misma mercancía, sobre dos parcelas de la misma baste tan sólo un último ejemplo por demás elo-
eprensión, in nden un vaÍor de producto diferente cuente. Desde fines de los ochenta ha habido unu
según las diferencias de fertilidad de cada una de tendencia bastante clara en los países desarrollados
dichas parcelas ; al go que, por lo demás, cualquier por modificar su política respecto de los problemas
agricultor sobradamente conoce. ¿Qué es esto sino ambientales. De medidas de control y punición se
incorporar el elemento naturaleza en el valor'? ha pasado a instrumentos de mercado para enfrentar
Además muestra también, cómo el trabajo la depredación y la contaminación.’
humano crea diferencias de valor en suelos de igual
fcrt il idad y u bicación, a un co n las mismas ’ Un resumen sencillo de les diferencias entre tas politicas 8*
planificación y control y los medidas de mercado puede versc
inversiones de capital. Por ejemplo, cuando en en: Balde, Jean-Phillips, y Bagtist Opschocr. Johaccs. «From
superficies iguales en e xtensión, topografía, Stick lo carroc in tbe cnv\ronmcntn. pp.23-31 .Tbe OECD
fenilidad y ubicación, se invierten también iguales Observen No. 186. Febrzra/mazzo 1994. Paris.

95
Pues bien, Marx ya demostró cómo, aun Las criticas a Marx tanto por s\fi antro•
con una disminución de los precios reguladores de pocentrismo, como por un supuesto productivismo
mercado, (podemos suponer que un impuesto, un están fuera de lugar. Lo primero porque abso-
depósito re•mbolsable o un permiso comcrcia- tuiamcnte todas las posturas humanas son siempre
lizable sobre el uso de recursos naturales actúe, antropocentristas, aun cuando se oculten bajo una
para el capitalista, igual que una disnnución del supuesta neutralidad o racionalidad ecológica per
precio de venta de la mercancía derivada de la Se.'' Lo segundo porque tanto las barreras, como
inversión de cagi\al), pueden comúnmenfs realizarem los acicates al desarrollo de las fuerzas productivas
inversiones suplementarias de capital, con rendi- fueron siempre, para Marx, las relaciones sociales
mientos constantes (en lo que a las inversiones de producción.
suplementarizs se refiere), que permiten pagar los Por cierto que puede discutirse si la causa
cánones de renta (lo cual significa obtener no sólo la principal de la crisis ambiental radica en el uso
renta sino la ganancia media) y lograr. además. tecnológico o en el tipo de relaciones de producción
ganancias extraordinarias (renta diferencial fl). Y aun o en ambas a la vez, u otras muy distintas. Marx se
en algunas situaciones, colocfindon‹is en el peor de orienta por la segunda alternativa. pero una cosa
los casos, con un aumento de los costos tpor las es el resultado al que llegó a partir del anãlisis del
medidas de control ecológico), se pueden realizar capitalismo en su momento. y otro el método que
inversiones suplementarias relativamente menos utilizõ. Como bien seiialó Engels, lo importante
producti vas y, así y todo, obtener ganancias de Marx tadica en el método.
extraordinarias. Se trata de la explicación más
contundente de la inviabilidad del manipuleo de los “.. . toda la manera que ten ía Marx de
precios como medida de defensa del medio ambiente. concebir las cosas no es una doctrina. sino
al menos en lo que tiene que ver con los problemas u n mé todo. No proporc io na dog mas
derivados de la depredaci6n. acabados, sino puntos de apoyo para la
La teoría de la renta absoluta permite investigación ulterior y el m‹itodo para la
entender por qué. cuando propietario y capitalista investigación.” (carta a Werner Sombart,
son la misma persona, se pueden trabajar tierras 11/03/1895. Citado por Scaron, 1979: x v 1.
relativamente más fértiles, con rendimientos decre-
cientes hasta anular la renta, lo que tiene efectos En este vencido las posibilidades de utilizar el
negativos sobre la fertilidad de dichas tierras. En- macerialismo histórico, para profundizar en las cau-
tonces i,dónde está la validez de esas afirmaciones sas y fuerzas que guían el comportamiento humano
en el sentido de que Marx no consideró a la natu- con su ambiente, estãn abiertas. Reiner Grund-
raleza en su teoría del valor'? No solamente la con- mann, aun rechazando la teoría del valor. propone
sideró, sino que elaboró una teoría específica que una interpretación de la alienación por efectos del
muestra las peculiaridades que tiene la inversión de uso de la tecnología y sus repercusiones en el medio
capital en los espacios naturales monopolizables. ambien te, q ue demuestra c 1 arame nte esta
posibilidad. La conclusión a que llega Grundmann,
3. @•ONCLUSIONES a partir de una concepción marxista, es que la causa
principal de la crisis ambiental proviene de las
Una revisión cuidadosa de Jos planteamientos relaciones técnicas, del uso de la tecnología. Por el
teóric os de Marx so bre la re lai iñn soc iedad/ contrario, oiros marxisfas sostienen, como única
naturaleza permite llegar a varias conclusiones. causa, las relaciones sociales capitalistas (Leff.
Marx era evidentemente antropocentrista. 1094),’2 siguiendo la orientación explícita de Marx.
Con ello entendemos que el interés por la naturaleza La distinción entre recursos naturales renovables y
radica en la imponancia que tiene para la realiza- no renovables, que cimamenie Mazx no consideró.
ción de la especie humana. Ahora bien, la visión puede, también, ser contemplada dentro de esta
antropocéntrica de Marx otorgaba al tipo de lógica y metodología.
relaciones sociales la causa principal del distan-
ciamiento del ser humano con la naturaleza, lo que "' Para una lectura metodológica de gran actualidad véase los
implicaba una utilización clasista de los recursos cnpitulos XLI al DLII dcl Tomo III de El capital.
naturales, y un derroche irracional del mundo natu- ' ' Esto ya lo ha malizado convincenicrrcntc Rainer Grundrmrm
ral. Con ello sometia a la tecnología, y al desarrollo en su Msmism end Ecolo .
de las fuerzas productivas en general, a una crítica " En otro trsbojo fF•oledori, 1996) pretendemos profundizar
en la gropucsta de Grundmann, aunquc sin otorgarlc, a los
histórica; esto es, a una consideración de su uso rclccio es técnicas, el carácter es clusivo o pfioritado. como
bajo determinadas relaciones sociales.

96
Rnvlsr* Df clEHcixs soDíAfiEs

Marx mostrd en su teor ía de la renta CLARK, John. 1989. “M ark‘s Inorganic Body”.
capitalista del suelo cómo, tanto la propiedad, como Environmental Ethics 11. No. 3.
la heterogeneidad de este elemento natural, implica CROSBY, Alfred. W. 1988. Imperielisi o ecoló•
que parte del valor se derive haria el propietario gico. Le expansión biológico de Europa, 900-
de la tierra o bien hacia el arrendatario cuando 1900. Editorial Crítica. Grijalbo. Barcelona.
logra, durante el plazo del contrato de arren- DALY, Herman & COBB, John (Jr.). 1993. Para
damien1o, obteaer tendimientos superiores a los el bienestar común. Reorientendo la economía
cãnones establecidos o representados formalmente. hacio la comunidad, el ambiente y un tuturo
De manera que prestó especial atención al et‘ecto sostenible. Fondo de Cultura Económica.México.
de la naturaleza sobre el valor. Mãs aún, mostró ENGELS, Frederich.1961. Dialectica de la natu-
que la fertilidad natural, o nua ubicación natural raleza. Grijalbo. México D.F.
privilegiada, podia convertir al trabajo en mãs FERKISS, Victor.1993. Nature, Technology and
productivo, generartdo mayor valor, Por último, Society. New York University Press. New York
mostró cómo parcelas de ía naturaleza exclusivas, FOLADORI. Guillermo.1996. “La tecnología y sus
cuando eran monopolizadas, obtenian un precio en implicaciones en el «omportamiento humano «on
el mercado sin ser producto del trabajo hiimano. su ambiente”. Revista de Ciencias Sociales. FCU.
De manera que lus ase verac*o nos le ul gun os Monievideo.
críticos, en el sentido de que la teoría del valor- GIDDENS, Anthony.198 I . A contemporary critic
trabajo de Marx no contempló a la naturaleza, están of historical materialism. McMillan, London.
fuera de lugar. GRUNDMANN, Reiner. 1991. Marxism and
Puede, por último, realizarse una pregunta ecology. Clarendon Press. Oxford. New York,
que está por detrás tanto de las diferentes políticas LEFF. Enrique. 1994. Ecología y capital. Siglo
respecto del medio ambiente, ccmo de los análisis: XXI. México.
¿Lus Iímices a la supervi venc ía de la especie M A RTÍNEZ ALIER, Joan: SCHL ÜPM ANN.
humana, son físicos o sociales? Exca pregunta no Klauss. 1993. La ecología y la economía. Fondo
se la planteó Marx, que consideraba al capitalismo de Cultura Económica. México.
como un modo de producción transitorio. una cala- MARX, Karl. 1966 “Manuscritos económico-
midad para las clases exploca‹Jas. pcro no un limite filoso ficos de 1844 ” Marx-En ge ls. Escritos
al género humano ccmo tal. Tumpoco se planteõ ecoaémicos varias. Grijalho. México.
que el grado de con1aminación \/o depredación del 1977 El capital. Tomo I. v 1. 1. Siglo XXI. México.
medio físico pudiese crear 1 ímiies lis icos a la vida 1978 El capital. Tomo III vol.6. Siglo XXI. México.
del ser humano en el globo. Se trata de tenias de 1979 El capital. Tomo I vol.2. Siglo XXI.México.
actualidad. No obstante, la explicación marxiana 1951 El capital. Tomo Ill. Vol. 8. Siglo XXI.
del funcionamiento del sistema capitalista México D.F.
brinda elementos inigualables para explicar las 1984 Elementos fundamenteles gara la crítica
trabas sociales a las posibilidades de regular o de la economía política (Grundrissel 1857-1858.
planificar el uso de los recursos naturales. Tomo 1. Siglo XXI. México D.F.
NAREDO. José Manuel. 1987. La economía en
evolución. Siglo XXI. Madrid.
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