Las manzanillas (Matricaria chamomilla) son una hierba medicinal que se ha utilizado

desde la antigüedad para tratar diversos problemas de salud. Algunas de sus propiedades
curativas incluyen:

1. Ansiolítica: Ayuda a reducir el estrés y la ansiedad, promoviendo la relajación y el

sueño.
2. Antiinflamatoria: Alivia la inflamación y el dolor en el cuerpo, especialmente en el
sistema digestivo.
3. Antiespasmódica: Relaja los músculos y alivia los calambres, especialmente en el
estómago y los intestinos.
4. Sedante: Induce un estado de calma y somnolencia, lo que puede ser útil para tratar
problemas de insomnio.
Las manzanillas pueden ser utilizadas por diferentes tipos de personas, pero es
importante tener en cuenta que algunas precauciones deben tomarse para evitar efectos
secundarios. Algunas poblaciones que pueden utilizar las manzanillas son:

1. Personas con problemas de ansiedad, estrés o insomnio.

2. Personas con problemas gastrointestinales, como diarrea, estreñimiento o dolor
abdominal.
3. Personas con problemas menstruales, como dolor o espasmos.
4. Personas con alergias o asma.

Sin embargo, las manzanillas no deben ser consumidas por niños menores de 5 años,
personas alérgicas a las manzanillas o a otras plantas de la misma familia, ni por
mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Para preparar una infusión de manzanilla, sigue estos pasos:

1. Calienta agua hasta que hierva.

2. Ponga 1-2 cucharadas de flores de manzanilla en una taza.
3. Vierta el agua hirviendo sobre las flores de manzanilla.
4. Cubra la taza con un plato o una tapa y deje infusionar durante 5-10 minutos.
5. Cola la infusión y sirva.
6. Puede endulzar con miel o stevia, si lo desea.
Listo, ya tienes una deliciosa y relajante infusión de manzanilla! 🍯