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PRESENTACIÓN
Lección 1
CUANDO DIOS LLAMA. .
................................................. 3
Lección 2
ABRAHAM, LLAMADOS A LA FE RADICAL. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.............6
Lección 3
MOISÉS, LLAMADOS A LA VICTORIA DIARIA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.............8
Lección 4
ELISEO, LLAMADOS AL
SEGUIMIENTO. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Lección 5
ESTER, LLAMADOS A BENDECIR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . 14
Lección 6
MARÍA, LLAMADOS A
SERVIR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Lección 7
LOS DISCÍPULOS, LLAMADOS AL LIDERAZGO APOSTÓLICO. . . . . .
. . . . . . . . . . . . . 20
Lección 1:
CUANDO DIOS LLAMA.
OBJETIVO:
Que los asistentes reflexionen acerca de que el llamado que se ha recibido de Dios, es para decidir
tanto el sentido de la persona en su vida, como su destino en la eternidad.
BASE BÍBLICA:
“ Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que
justificó, a éstos también glorificó.”
Romanos 8:30.
INTRODUCCIÓN.
Elegir es una decisión de Dios, apartar a una raza especial que le conozca para de allí acompañar los
planes eternos. En esta serie veremos la contraparte de esa elección, el factor humano. El texto que nos
concentra ahora, dice que a los que ya había elegido, los llamó, los justificó y los glorificó. Al leer el pasaje,
inmediatamente sentimos el proceso por el que pasan los elegidos. Es curioso que si ya eres elegido, Dios
tenga que llamarte, de allí podemos entender el propósito de toda la serie que sigue.
Llamar, es un término cuyo significado bíblico implica una invitación de parte de Dios; es decir, Dios
elige pero invita. No te obliga a que le sigas por haber sido elegido, te invita a que le conozcas, te enamores de
sus propósitos y le sirvas. Eso lo vemos de manera colectiva en Israel. Dios lo llama y lo separa de entre otros
pueblos, a fin de que le sirva y goce de su especial atención, (Isaías 43:1-5ª). También lo vemos de manera
personal en 1Samuel 3:20: “y todo el pueblo de Israel, conoció que Samuel era fiel profeta de Jehová” en el
que se describe una relación directa entre Dios y la persona que es llamada por Él.
Hoy podemos entender que Dios llama al hombre para darle a su vida sentido y destino. Su sentido
correcto para el que fue creado solamente será posible en Dios mismo, y su destino dependerá si acepta y cree
en el llamado que el Señor le hace.
En este estudio veremos los efectos que tiene el llamamiento de Dios en la vida de los elegidos.
Había una mujer que tenía doce años buscando su sanidad. Había gastado su dinero en el intento y
nadie podía curarla. Imagínate doce años de tu vida enfermo de algo. Esta mujer hizo de su enfermedad un
estilo de vida, una forma de relacionarse con los demás, más que entre los judíos conservadores, se piensa que
una mujer con flujo de sangre se le debe considerar impura y no se le debía ni tocar. Ella tuvo la valentía de
tocar el manto de Jesús, no soportó el llamamiento poderoso de Dios, le ardía el corazón por ir a Jesús, venció
sus miedos y entonces recibió la sanidad. Jesús se detiene por la fe de esta mujer y le dice: “Tu fe te ha
salvado” (Lucas 8:48) no le dice: “tu fe te ha sanado”, y esto se entiende perfectamente porque Jesús con la
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sanidad también cambió su estilo de vida, sus finanzas y su relación con la comunidad. Dios desea que los
hombres gocen de vida eterna, sean liberados del pecado y la muerte.
Cuando Dios llama, también llena del Espíritu Santo a sus llamados. Él hace habitación con el ser
humano, y la naturaleza pecaminosa que nos ha distinguido desde que nos apartamos de Dios, va
transformándose por su presencia. La santificación es tener una vida consagrada a Dios, esto implica apartarse
del pecado en todas sus formas y dejarse usar por Dios desarrollando una vida de servicio y entrega total.
Jesucristo es nuestro gran modelo de una vida santa. No es apartarse de la gente a quien debemos
servir, es apartarse de lo malo e injusto, de lo perverso y satánico. De esta manera es como Dios quiere tener
una relación personal y directa con nosotros. Esta relación se da en el ejercicio de la piedad que consiste en:
Vivir una vida de consagración, la práctica de la oración y ayuno, lectura bíblica diaria, congregándote para
adorar, involucrándote en la evangelización y desarrollando el ministerio según hayas sido llamado.
En este tiempo, la iglesia tiene un lema de trabajo muy desafiante: “llamados a servir, llamados a
proclamar.” “Llamados a proclamar” implica que debemos poner el nombre de Jesucristo muy en alto, y decir
a las personas que Cristo les ama y viene pronto. Pero debemos estar conscientes que también somos
“Llamados a servir”. Y en este llamado están implícitos los diferentes ministerios que desarrolla la iglesia.
El Nuevo Testamento nos habla de los dones espirituales (1Corintios 12:4-11). Cada creyente tiene la
responsabilidad de ministrar o servir a las personas conforme el don o dones que el Espíritu Santo le ha dado.
No hay persona que no tenga cuando menos un don espiritual o ministerio con el cual pueda servir a Dios y
cumplir su misión en el mundo. Servir en los propósitos eternos de Dios es el más alto honor jamás vivido por
un ser humano.
CONCLUSIÓN.
Dios llama a servir con un propósito específico a cada una de las personas. También el llamado de
Dios es para que disfrutemos de una relación personal con Él, a fin de que le sirvamos y nos realicemos con
eso.
Hoy el Señor está tomando la iniciativa y tiene abierta la invitación. Todos los que ha elegido también
son llamados. Este es un tiempo especial en la historia de la iglesia porque Dios está multiplicando a sus
servidores. Te invito a contestarle a Dios como el profeta y juez Samuel cuando Dios le llamó: “Heme aquí
¿Para qué me llamaste?... Habla Señor porque tu siervo oye.”
OBJETIVO:
Que cada persona comprenda que al ser llamados por Dios, espera de nosotros una fe que no se
doblegue ante ninguna adversidad.
BASE BÍBLICA:
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió
sin saber a dónde iba.”
Hebreos. 11:8
INTRODUCCIÓN.
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Abraham es nombrado Padre de la fe. No lo vemos cuestionando a Dios en ninguna de las situaciones
adversas que enfrentó. Para nosotros aún en nuestro tiempo es un gran ejemplo a seguir de confianza plena en
Dios. Alguien dijo: Cuando conocí a Cristo me pareció que mi vida anterior era como andar en bicicleta.
Cuando yo tenía el control de la bicicleta sabía el camino, era un poco aburrido y predecible; pero cuando Él
tomó el mando era el único en quién me podía sostener. Mi compañero constante es Jesucristo. En este estudio
veremos cómo es la fe que Dios espera cuando nos llama.
2. DECIR QUE SÍ A DIOS SIN CONTAR CON TUS FAMILIARES . Génesis 13:6-
12.
Abraham salió de su tierra pero no había dejado totalmente su parentela, su sobrino Lot todavía lo
acompañaba. Cuando hubieron prosperado, tuvieron rencillas los pastores de ellos porque los pozos no eran
suficientes para dar de beber al ganado. Abraham tomó la decisión de separarse de su sobrino Lot y confió en
Dios al permitir que su sobrino escogiera lo mejor de la tierra.
¿Qué hubiera hecho usted en esta situación? La mayoría de nosotros hace de la familia el nicho seguro
para la vida y es que cuando nacemos y nos desarrollamos, no contamos con nadie más, de allí que las deudas
emocionales son naturales. Abraham recibió la demanda de dejar la casa de sus parientes para empezar a
caminar con Dios. De alguna manera cuando sientas el llamado por Dios, estarás en la encrucijada si agradas
más a la familia que a Dios.
Piense en un hombre cuya esposa no podía engendrar hijos, Dios le concede procrear uno y cuando el
padre está feliz con su hijo, se lo piden en sacrificio. Qué gran dilema cuando las promesas parecían
cumplidas, ahora todo parece desvanecer.
Abraham había hecho de un pequeño paso de Dios, su proyecto personal. Su hijo Isaac sólo era una
pequeña parte del camino que le había pedido recorrer. Así nos pasa también a nosotros, nos esforzamos tanto
para cumplir nuestros sueños personales que olvidamos de pronto que ese proyecto personal es sólo un
ladrillo, de todo el edificio que Dios quiere que construyamos. Cuando nos pida el ladrillo será porque quiere
que vayamos por el edificio. ¿Le diremos que sí cuando toque nuestros estudios, negocios y sueños
personales? Abraham confió plenamente.
CONCLUSIÓN.
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DILE QUE SÍ SIEMPRE, DILE QUE SÍ HASTA EL FINAL. Génesis 12:2-
3.
Dios le hace a Abraham esta promesa: “Haré de ti una nación grande”, humanamente no era posible ya
que tenía sesenta y cinco años de edad, su esposa era estéril, se veía una misión imposible. Pero él confió sin
objetar, y todo fue realizado conforme a la palabra dicha por Dios, engendró a Isaac el hijo de la promesa, y
Abraham se constituyó en padre de una nación grande.
Dios le declara: “Te bendeciré y engrandeceré tu nombre”. Podemos descubrir en la historia de
Abraham que fue prosperado en todo lo que emprendió. En ocasiones Dios nos llama a realizar un trabajo que
no nos gusta, en un lugar que consideramos no es conveniente a nuestros intereses, con personas que no nos
agradan, en un ambiente que no quisiéramos y nos preguntamos: ¿Es Dios quién me llama? ¿O serán los
hombres conforme a sus pensamientos? No dudes, es Dios quién te llama con un propósito bien definido para
el trabajo en su obra.
Cuando confiamos plenamente en Dios nuestra actitud es positiva y desaparecen los temores
Lección 3:
MOISÉS, LLAMADOS A LA VICTORIA DIARIA.
OBJETIVO.
Alentar a la victoria diaria de los desafíos que se encuentran cuando se decide responder al llamado de
Dios.
BASE BÍBLICA.
“Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de
Israel?...Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?...He aquí que ellos no me
creerán, ni oirán mi voz;…!!Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú
hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.”
Éxodo 3:11-13, 4:1-10.
INTRODUCCIÓN.
Alguna vez Albert Einstein escribió: “sin desafíos la vida es una rutina, no pretendamos que las cosas
cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede suceder a personas y países,
porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la
crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis, se supera a
sí mismo sin quedar 'superado'.
Responder con un “sí, aquí estoy” al llamado de Dios, es una decisión que trastoca toda la vida de las
personas en las diferentes facetas del diario vivir. El llamado necesita ser afrontado con objetividad y
conciencia de los desafíos que se vivirán en el ministerio. Es importante observar para nuestra enseñanza, los
periodos de crisis que vivieron hombres de Dios cuando respondieron positivamente al llamado y dedicaron
sus vidas sirviendo en el ministerio. Ahora sólo nos referiremos a Moisés. Desde su vida y llamamiento,
De impulsivo a manso, de cuidar ovejas a líder visionario, de pastor a caudillo de un pueblo, de temeroso a
audaz, entre otros. Viviría una vida de obediencia, pues no sería guiado ahora por sus impulsos, sino por la voz
de Dios. Desarrollaría la capacidad de organización dada la complejidad de guiar a un pueblo tan numeroso.
Adoptaría un gran sentido de responsabilidad, pues no solamente estaba en juego su respuesta y fidelidad a
Dios, sino también la libertad y la vida de miles de personas.
Moisés desde su llamado y durante todo su ministerio, experimentó estos sentimientos. La base bíblica de
esta lección nos habla claramente de ello, pues no encontramos en él un superhombre ajeno a estos
sentimientos, sino alguien que experimenta temor al enfrentar su misión. Su humanidad se hace presente y el
temor a lo desconocido se apodera de él, quizá dentro de su corazón al escuchar ese llamado, está reviviendo
aquel deseo de justicia que habitó antes en su corazón. Otro sentimiento que uno percibe en la vida de Moisés,
es la inseguridad. Se miró pequeño ante una misión tan grande. En la inseguridad humana termina
reconociéndose que es Dios el que produce, el que ejecuta y el que convence.
Moisés lo sintió, lo entendió y lo vivió así, siempre que la inseguridad se hizo presente en él, se sobrepuso
viendo la grandeza de Dios y de sus hechos.
Humilde ante las recomendaciones de Jetro, su suegro que le dijo: “No está bien lo que haces,
desfallecerás del todo, tú, y también el pueblo que está contigo” (Éxodo 18:17-18.). Pero con temple y carácter
cuando respondió ante la murmuración del pueblo diciendo: “Esta tarde el Señor les dará a comer carne y
mañana les saciará de pan”. “¡Ustedes no están murmurando contra nosotros sino contra el Señor!”
(Éxodo16:8)
OBJETIVO.
Que cada integrante del grupo de estudio piense que Dios no llama a los más capaces, pero si te llama,
buscará que estés capacitado y tendrás que dejarte discipular por alguien.
BASE BÍBLICA.
“Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo:
Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré.
Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo?
Y se volvió, y tomó un par de bueyes y los mató,
y con el arado de los bueyes coció la carne, y la dio al pueblo para que comiesen. Después se levantó y fue
tras Elías, y le servía”
1Reyes 19:20-21.
INTRODUCCIÓN.
Eliseo fue un profeta del que pocos hablan, y sin embargo, gozó de la doble porción que Dios puso en
un profeta más famoso que él: Elías. Todos gustan hablar del fuego en el altar en el monte Carmelo, del
milagro de la lluvia y del profeta que fue llevado al cielo en un carro de fuego; pero pocos hablan de la
influencia que tuvo Eliseo en los reyes de Israel y los imperios paganos, de la escuela de profetas y de la gran
cantidad de milagros que Dios obró a través de Eliseo. Cuando Dios nos llama, no escogemos la influencia
que tendremos sobre los demás, eso viene con la porción que Dios pone en cada uno, y en la vida de Eliseo
podemos distinguir más concretamente esa carga que es propia de todos los llamados de Dios: el seguimiento
o discipulado.
Repasemos la vida de Eliseo y encontremos en ella aquellos aspectos que ilustran cómo un llamado de
Dios es necesariamente un buen discípulo.
Los miembros cuestionan, se molestan cuando no se les trata como ellos piensan y hasta amenazan
con cambiarse de congregación si no se sienten tratados bien. El seguidor o discípulo es como Eliseo, Elías no
tuvo que darle un discurso, ni explicarle las cosas para convencerlo que lo siguiera, simplemente Eliseo
experimentó el llamado como de Dios, y a Dios no hay nada que reclamarle ni exigirle, simplemente es el
Señor de nuestra vida.
Aquí te damos unas notas que te mantendrán avisado a la hora de vivir el discipulado en el llamado de
Dios.
a) Ningún un discipulador te considerará su esclavo, te tratará como colaborador del mismo Dios.
b) Ningún un discipulador te dirá que le perteneces a él aunque trabaje contigo como un padre espiritual,
te liberará y te dirá que perteneces a Dios porque el llamado es de Dios.
c) Ningún un discipulador abusará de tus recursos económicos, porque es una persona que primero
depende de Dios para servir, en vez de hacerte pagar tu formación.
d) Ningún un discipulador se aprovechará de tus dolores emocionales, más bien te sanará para que sanes
a otros.
Eliseo fue liberado por Elías antes de partir, pero Eliseo iba por más, era un discípulo que seguiría el
camino marcado por Elías hasta las últimas consecuencias. Elías le decía ya quédate aquí porque me toca
partir y Eliseo le contestaba: Vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré, en otras palabras si vive Dios y
vives tú, no me apartaré de ti.
Cuando Dios pone su Espíritu en una persona no lo pone para que sea como alguien si no para
capacitarlo para algo. Dios le había dicho a Elías que Eliseo ocuparía su lugar, fue decisión de Dios al fin.
CONCLUSIÓN.
Cuando sientas el llamado de Dios, probablemente sea sencillo o a lo mejor sea espectacular, eso no
será lo más importante en tu futuro ministerial; lo más importante será, que distingas que al ser llamado por
Dios, Él mismo te pondrá en un proceso que te preparará para cosas grandes. No te aprontes ni busques el
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momento, Dios ya lo preparó; no pidas explicaciones ni condiciones, Él te revelará sus propósitos al corazón;
no abandones tu proceso, espérate, al final viene una gran bendición, una gran responsabilidad pero con ella
un gran honor: representar al Dios vivo.
Lección 5
ESTER, LLAMADOS A BENDECIR.
OBJETIVO.
Que los participantes acepten que es tiempo de ejercer, cumplir y accionar, como respuesta al llamado
de Dios para bendecir.
BASE BÍBLICA.
Porque si callas absolutamente en este tiempo,
respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos;
mas tú y la casa de tu padre pereceréis.
¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
Ester 4:14.
Nuestro llamado tiene siempre el enfoque de cumplimiento y bendición. Cuando determino que Dios
me llamó para este tiempo, en la circunstancia que ahora vivo y con las capacidades, habilidades o virtudes,
pero además con el sello de su unción, es definitivo que yo estoy aquí para bendecir a otros.
Este estudio nos llevará a reconocer lo que tenemos que entregar para ser bendición, nos sentiremos
motivados y comprometidos para cumplir con la misión del llamamiento. Es momento de decir: ¡Yo lo haré!,
de tomar el compromiso y de gozarnos con la bendición que otros reciben a través de nosotros.
Bendecir, es una oportunidad de vida. Muchos de nosotros quizá nos hemos enfrascado en la idea de
no haber hecho algo impactante en nuestra historia. ¿Sabes qué sucede con aquellos que no valoran sus
acciones como importantes? Terminan agotados, rendidos y sin logros. Aunque la frase está fuerte, es muy
real. Ahora que has entendido que fuiste elegido, es vital que entiendas que el propósito de esa elección es
para bendición y es necesario que lo cumplas.
a) No te quedes callado.
“Porque si callas absolutamente en este tiempo”. A veces postergamos una acción, porque nos
invade el miedo. Nos asaltan las preguntas de ¿Qué dirán?, ¿Lo haré bien?, ¿La gente me lo va a
reconocer?, etc. La motivación que tenemos para hacer algo, nos dirigirá a una interrogante como las
que hemos leído, pero piensa en lo importante que es para otros tu vida. Si en tu boca está la bendición
para los demás, entonces deberás responder oportunamente. Muchas bendiciones se pierden porque no
se toman en el tiempo en el cual Dios las envía. Y muchas otras porque no respondemos como
debiéramos.
El llamado tiene una preparación, a la que le sigue la acción. Tu llamado es resolver algo para
alguien, en algún lugar y en un momento específico. Saber que bendices a los demás, le da valor a tu
existencia, promueve tu vida, te da satisfacción, pero sobre todo, pone en un lugar de honor el nombre
de Aquel que te eligió y llamó. Nunca te quedes con la bendición que es para los demás.
Si el proyecto de Satanás es destruir, el tuyo es bendecir. Ser responsable significa dar cuentas de nuestros
actos; nunca pierdas la oportunidad de decirle al Señor: ¡Estoy cumpliendo!
¿Qué te motiva a trabajar todos los días? En primer lugar, si amas lo que haces, te satisface el
resultado de ello; segundo, el pago que recibes ¿Verdad que valoramos mucho nuestro sueldo? El trabajo es
parte de nuestros roles como seres humanos, pero el llamado es cuestión de vida o muerte. Si no cumples te
sientes improductivo, si lo haces tienes satisfacción.
La obediencia es una clave para abrir puertas de bendición permanente. La lista de bendiciones es
interminable cuando le precede la actitud de obediencia. La actitud de obediencia y humildad de Ester salvó a
su nación. La liberó, le otorgó tiempos de refrigerio, después de lo pesado que había sido su existencia.
Cuando decides bendecir a otros, lo haces a pesar de tu propia vida. Nuestros propios intereses nos privan de
la oportunidad de ser bendición. Tanto que nos olvidamos que todo llamado tiene su recompensa. Y no estoy
hablando de la recompensa que recibirás en el cielo solamente, te estoy hablando de las bendiciones que
traerás a tu vida aquí, en este tiempo. El relato bíblico, que te invito a que leas detenida y completamente;
tiene un desenlace así: “La ciudad de Susa entonces, se alegró y regocijó. Y los judíos tuvieron luz y alegría, y
gozo y honra”. Todo habla de bendición. Te lo voy a escribir así: “Y luego que Ester fue obediente a su
llamado y todos lo que a su alrededor moraban hicieron lo que les correspondía; recibieron bendición a manos
llenas”. Nunca desobedezcas, menos cuando el resultado sea bendición.
CONCLUSIÓN.
Reservé esta palabra para el final del estudio de hoy; “Si obedeces al Señor tu Dios, todas estas
bendiciones vendrán sobre ti y te acompañarán siempre”. Es tiempo de bendecir, escucha el llamado y haz lo
que Dios te está diciendo.
OBJETIVO.
Que los asistentes a la célula, sean desafiados al servicio disponiendo cuerpo y alma al llamado del
Señor.
BASE BÍBLICA.
“Dijo Entonces María dijo:
He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra.
Y el ángel se fue de su presencia.”
Lucas 1:38.
INTRODUCCIÓN.
Cuando éramos niños queríamos ser millonarios para ayudar a muchos niños, y queríamos ser
Presidente para que no hubiera hambre y queríamos tener muchas fuerzas para sostener al mundo en nuestras
manos y que no hubiera dolor, miedo y muerte ¿No es cierto?, bueno eso pensé en mi niñez, y creo que es algo
que pasa en la mayoría. Uno se pregunta ¿Y cuándo desaparecen esas aspiraciones? Lo cierto es que ya
crecidos, nos dimos por bien formados en las realidades que enfrentamos. Nos acostumbramos a los dolores, a
ver el hambre y permanecer impasibles ante los demás. Cuando observamos a un adulto vivir con un corazón
así de sencillo, entonces lo rechazamos o nos burlamos como de alguien que está mal de la cabeza y tomamos
distancia de él. ¿Qué pensarías si de pronto se aparece un ángel y te dice que quiere que dispongas tu vida toda
porque vas a bendecir al mundo? Eso le pasó a María la madre de Jesús, y creerle al ángel la hizo disponer su
vida no sin eso evitar todos los rechazos y sinsabores que le suceden a una persona que corre semejante riesgo.
Ser llamado por Dios significa que le serviremos a pesar de los riesgos en el tiempo y las formas que Él
indique. Enseguida quiero mostrarte los desafíos combinados con los honores que se enfrentan por alguien que
ha sido llamado por Dios para servirlo en base a la historia de María.
1. DESAFÍOS.
a) La Entrega De La Corporalidad.
María era una doncella, muy joven, virgen y además limpia en sus valores. Vivimos un tiempo
de culto al cuerpo, de modo que lo que importa hoy es desgastarse lo menos posible.
El ángel le dijo a María que su vientre iba a ser ocupado con un bebé engendrado por el
Espíritu Santo. Palabras extrañas pero eso no era lo desafiante, lo desafiante era que su cuerpo iba a
ser de otro.
María como todas las mujeres judías, estaba guardando su virginidad para no ser rechazada y
así poder casarse. El matrimonio era la única vía de seguridad para una mujer en el judaísmo. Tenían
nombre y posesiones si estaban casadas. Quedar encinta sin haberse casado era lo mismo que negarse
a toda posibilidad de reconocimiento social, si no se le apedreaba quedaba como lápida social pero sin
nombre, sin posición y sin herencia. Fue un gran riesgo decirle que sí a Dios, pero gracias a ese riesgo
nosotros podemos ver la cercanía de Dios ahora. Es cierto que al servir a Dios pones en riesgo todo lo
que has logrado con tu esfuerzo, pero servir a Dios es la inversión más grande que puedas hacer.
Pedro estuvo muy preocupado por su futuro económico al entregarle al Señor su vida al servicio de los
demás, sin embargo el Señor le responde diciéndole que Dios no se queda con el sufrimiento de sus
siervos sin darles cien veces más de lo que han sacrificado por servirlo. María quedó en la memoria de
Dios y en la memoria de todo aquel que ama a Jesucristo.
Es cierto, serás desafiado a valientemente entregarle al Señor tu seguridad social, pero tienes
la bendición de que Él tome tu vida en sus propias manos.
María se quedó sin más sueños que ser la sierva del Señor, así se presentó con Dios, y así
proyectó su vida. Cuando experimentes el llamado de Dios, tus sueños personales quedarán
suspendidos y empezarás a soñar con las cosas de Dios. El hará habitación en tu cuerpo y empezará a
tomar tu mente y corazón hasta hacerlo uno con el Señor.
Jesús oró porque tú y yo nos hiciéramos uno con El y eso implica que los sueños de Dios serán
tus propios sueños de tal modo que no puedas distinguir las fronteras, tus sueños serán los de Dios.
2. HONORES.
a) La Colaboración Con Dios En Bendecir Al Mundo.
Dijo María cuando habló por el Espíritu: “Entonces María dijo: Engrandece mi alma al
Señor; Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues
he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.” (Lucas 1:48)Supo María la
trascendencia de su servicio a Dios, todavía le llamamos bienaventurada y es cierto, las obras de los
que sirven a Dios los acompañan hasta la eternidad. (Apocalipsis 14:13) La palabra dice: “…
Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu,
descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.” Nadie que colabore con Dios en la
salvación de otros quedará sin el reconocimiento de Dios. La gente busca reconocimiento.
Mira, si nadie te reconoce pero al final el Señor te dice: a él sí lo conozco, no querrás más
reconocimiento que ése.
María vio el primer y último milagro de Jesús. Estuvo con Él cuando convirtió el agua en vino
en las bodas de Caná de Galilea, y lo vio morir y resucitado. Este es otro honor que viven los que
sirven al Señor o ven de cerca sus milagros, o son protagonistas de esos milagros. Hay mucha gente
que sueña con los milagros pero no le importa estar al servicio de Dios. Aquí inicia realmente la
aventura de una vida de milagros, cuando una persona por fin le ha dejado a Dios la vida para que la
use como Él quiera.
Levántate valiente como María, inicia un ministerio lleno de milagros, sé protagonista de los
hechos de Dios.
CONCLUSIÓN.
A estas alturas de tu proceso en el camino del Señor, te sabrás llamado o llamada por Dios. Tu
decisión de servirlo marcará también tu forma de caminar con El, puedes ver de lejos lo que otros están
haciendo en el nombre de Jesús, o puedes representar los hechos de Dios si te animas a servirlo.
Que no te gane el miedo, no sólo podrás escuchar ángeles como le pasó a María, ni sólo verás los
milagros de Dios, pasarán cosas más grandes aún, sólo repite la respuesta de María al llamamiento de Dios:
"Yo soy la servidora del Señor, o yo soy el servidor del Señor, hágase en mí tal como has dicho”.
Lección 7:
LOS DISCÍPULOS, LLAMADOS AL LIDERAZGO APOSTÓLICO.
OBJETIVO.
Que los participantes en el grupo asuman su llamado y liderazgo para este tiempo.
BASE BÍBLICA.
“Entonces llamando a sus doce discípulos,
INTRODUCCIÓN.
En este estudio anhelamos que comprendas que todos de alguna manera somos llamados para liderar.
Jesús llama, comisiona y envía a doce discípulos dándoles una misión especial. Les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad y para la predicación. Es
inevitable mencionar que en el llamado a los discípulos, las circunstancias no fueron las más favorables. Por
ejemplo para que alguien sea llamado a representar un país, sea para olimpiadas de deportes, de
conocimientos, destrezas u otros, siempre les precede una preparación y además un tiempo de victorias
¿Cierto? En la elección que hizo el Maestro de los discípulos, encontramos a personas diferentes en carácter,
posición económica, preparación académica, etc. El propósito de Dios es definitivo, lo cumplirá llamando a
quien él quiera.
a) Comunicación de la Palabra.
“Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les hablo diciendo:
Varones judíos y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras” (Hechos
2:14).
En la introducción enlistamos una serie de vivencias que experimentarían los doce al aceptar
el llamado, y como consecuencia de la autoridad que Dios les delegó. Entre ellas observamos que les
dio autoridad para comunicar su Palabra.
Cuando tienes el llamado a liderar, fluyen las palabras con denuedo y convencimiento. Algo
que debe quedar muy claro en el llamado a predicar y debe observarse, es que aunque Dios les dé
dones espirituales a los hombres para desarrollar el ministerio, ello no excluye la importancia del
aprendizaje humano (2ª. Timoteo 2:15). Nadie a quien le es encomendado algún don o dones de parte
de Dios, puede tener su capacidad demasiado cultivada como para no ser enseñado por otros.
Es muy importante ver que Jesús tenía una palabra general para la multitud, pero algo
específico para sus discípulos, y la razón es que, debía haber firmeza en lo que se creía porque les
tocaba motivar a los demás en el ideal del llamamiento. La riqueza del pueblo de Dios se vive en la
unidad. Entonces no bastaba sólo entregar la palabra, había que motivar para perseverar en ella.
Imagínate la noche en la que Jesús viéndolos desesperados y sin resultados en su trabajo, tiene que
tomar el lugar de motivador para decirles, ¡Vuelvan a echar la red! ¿Qué?, ¿Otra vez?, deben haber
respondido las mentes de ellos. Entonces la respuesta de Jesús es “háganlo para que vean lo que voy a
hacer”. En el llamado al liderazgo apostólico tendrás que motivar y soltar palabras de fe.
Cumplir con una tarea asignada nos da tranquilidad. Los líderes comparten su responsabilidad y
autoridad; eso les da un sentido de pertenencia y visión a los demás. Jesús el líder por excelencia
siguió este principio. Es emocionante entender que luego que Dios quitó nuestra vergüenza (de
pecado) rompe con nuestro pasado y levanta nuestra vida, todavía le añade la delegación de poder.
Ésta tiene sentido en el nombre del Señor, todo lo haremos en su nombre.
“Cuando terminó de hablar, dijo a Simón boga mar adentro,…respondiendo Simón, toda la noche
hemos estado trabajando,… mas en tu palabra echaré la red”. (Lucas 5:4-5)
La influencia del Espíritu Santo no está destinada a hacer inútiles los conocimientos humanos. Así como
estos no deben ser considerados como substitutos de la necesidad de la inspiración divina. Entonces la realidad
del llamado para desempeñar algún ministerio, así como el enseñar o predicar, debe de contener: instrucción,
oración, llamamiento y llenura del Espíritu Santo.
CONCLUSIÓN.
Hoy Dios hace el llamado, comisiona y envía a las personas que se dejan enseñar y conducir. Si tienes
las capacidades para desarrollar el liderazgo, no omitas el llamado y no postergues tu acción, porque el tiempo
es corto, y todavía la tarea por cumplir es grande. Vive la emoción de ser parte de la historia de los que
aceptaron el llamado apostólico.
OBJETIVO.
Que los asistentes al estudio valoren el tiempo que tienen para responder al llamado de Dios.
BASE BÍBLICA.
"El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el evangelio”...
“y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres.
Y dejando luego sus redes, le siguieron.”
Marcos 1:14-18
INTRODUCCIÓN.
Estamos cerrando con este estudio una serie de ocho estudios en los que pensamos sobre el llamado
que Dios nos hace a pertenecerle y a servirle. Las mujeres y los hombres que comprendieron el llamado,
hicieron la diferencia en la época que vivieron porque sirvieron a Dios conforme a su generación.
Los que saben de este llamado de Dios, tienen diferentes actitudes, algunos piensan que es algo
interesante que intentarán comprender mejor, otros piensan que habrá muchas oportunidades y entonces
postergan las decisiones, otros simplemente esperan otros llamados, otras vocaciones humanas y encajonan el
llamado de Dios como algo puramente de las religiones.
Este estudio habla de esa llamada final de Dios y te invita a aprovechar el tiempo que tienes viviendo
su llamamiento.
Algunos están tan esperanzados de tiempos nuevos que no es tan difícil para ellos subirse a cualquier
moda, y viceversa, algunos están acomodados a su tiempo que no les importa nada diferente.
Dios llamó al hombre para pertenecerle, le llamó de muchas formas y en diferentes épocas hasta que
se encarnó en Jesucristo. Jesucristo ha venido para hablarnos del cumplimiento del tiempo de Dios, vivimos el
tiempo de Dios, el tiempo de su reino y el ser humano ya no tendrá otros llamados ni otras formas
espectaculares y diferentes de lo que ya vimos en Jesucristo. Estamos en la llamada final, por eso le
predicamos a Él y compartimos su camino porque ya no hay otra forma.
CONCLUSIÓN.
Estás viviendo el tiempo de Dios para ti. La última llamada a vivir el reino de Dios ya fue hecha y
ahora tienes la oportunidad de escucharla, creerla, seguirla y dedicarte a ella.
Eres elegido de Dios, ahora sentirás su llamado personal, habitará en tu vida y proyectará sus sueños
en tu corazón; cuando despiertes a su llamado, ya jamás querrás apartarte de Él.