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CAPITULO 2 RUSIA FRENTE AL ORDEN INTERNACIONAL BASADO EN REGLAS NICOLAS DE PEDRO. RODUCCION F124 de febrero de 2022, Vladimir Putin cruz6 su particular Rubicén para barcar a Rusia en una guerra con multiples frentes y sin un final claro. Por lado, una agresion militar a gran escala con el objetivo de forzar el someti- iento estratégico de Ucrania 0, alternativamente, su destruccién politica, ‘onal o, incluso, fisica, con vistas a imponer un nuevo orden de seguridad peo con Rusia en una posicién dominante. Por otro lado, un intento de rar e] orden internacional basado en reglas y de superar los valores libe- que lo sustentan para propiciar el advenimiento de un mundo multipolar ie ponga fin a lo que Rusia percibe como inaceptable y peligrosa hegemonia bal de EE. UU. y sus aliados europeos, 0 vasallos, segiin la retorica oficial actual. Esta deriva de Moscti ha agudizado el ya de por si intenso desconcierto y la mprension que genera Rusia en la mayor parte de Europa y EE. UU. La ncia con la que se repite en la conversacién publica el famoso aserto de ston Churchill caracterizando a Rusia como un «acertijo envuelto en un terio dentro de un enigma» es un buen indicador de ese desconcierto. Con iencia se recurre también a la segunda parte de la cita del legendario pre- ier britanico en la que alude al interés nacional como posible clave para des- rar ese acertijo. Sin embargo, dado que el proceso de pensamiento en el mlin y sus percepciones suelen diferir radicalmente de las predominantes Occidente, esa clave resulta con frecuencia elusiva y conduce a los mismos res de clculo y de comprensién sobre Ja politica exterior rusa. Que la inva- de Ucrania resultara inconcebible para el grueso de gobiernos y analistas eos es un buen ejemplo de ello. £131 de marzo de 2023, en plena guerra contra Ucrania, Rusia hizo publico nuevo Concepto de Politica Exterior. Se trata de un documento oficial de laneamiento estratégico que ofrece «una vision sistematica de los intereses (57) RACIAS ¥ AUTOCRACIAS FREN 5g DEMOCK Ja Federacion Rusa one. Snbte de la politica eXte . es estratégicos, objetivos principal, A cipios bisicos ne* t Exteriores de la Federacion Run sa eerie jerta grandilocuencia enalgunos puntos, se trata ne 8 vagued ble, de tono inusitadamente franco y explicito, y ques oie des significativas con respecto a versiones Precedenteg tip, dirs si esta franqueza contribuye a despa acertijo o, Por ¢| a complicarlo ain més, De momento, tiene el val oe Aue —tal y com tH, tado alga observador— en esta ocasion, Mosc ha optado apoyo alta» (Ignatoy, 2023) lo que antes de la ae Unicamente sugeria «My mente 0 reservaba para algunos foros y canales oficiosos MUY selec; Entre las novedades, cabe destacar, al menos, dos fundamentale, 2 lugar, Rusia se arroga una «posicion especial» en tanto que milenarig eet Giilizacion tnico>" y «gran potencia Eurasiatica y Fro Pacica Bae diferencia de los paises europeos, Rusia no se ve a si misma como un Fy, nacin, sino como una civilizacion singular con un alcance territorial tn propio al frente de un tercer continente distinto de Europa y de Asia, de limites imprecisos. En segundo lugar, el documento adopta un tong explicito de confrontacién y denuncia del «Occidente colectivo» y su a politica antirrusa que supone el origen de los principales riesgos para ji ridad de la Federacién Rusa y de la paz internacional». Segin Moscti el «Oc3. dente colectivo» actua asi porque el «fortalecimiento de Rusia como uno ely principales polos de desarrollo del mundo moderno y con una politica exter independiente representa una amenaza para la hegemonia occidental, de EEUU y de sus satélites [quienes] han usado las medidas adoptadas por la Federaci Rusa para proteger sus intereses vitales en Ucrania como pretexto paraagrant | su politica antirrusa de larga data y desatar un nuevo tipo de guerra hibri. Su objetivo es debilitar a Rusia de todas las formas posibles, incluido el socavamix de su constructivo papel civilizatorion?. Esa es la evaluacién del Kremlin deb sucedido en los primeros quince meses de guerra. Asimismo, el documento describe un contexto internacional cara Por unos «cambios revolucionarios para la humanidad» que vincula co formacién de un orden mundial multipolar més justo». ¥ pese a quelosa | a coats pr oduciendo son, para Moscti, «generalmente ie nei esado aE UU ony nena syeeics dela dominacién global y el neocolonialis a a aeEsatee ieee i prueba el sistema legal internacional: un vi vent zarlo por el eae ‘el Occidente colectivo”) esté tratan ito con Imposicién de re h : S orden basado en reglas» que es dest la Participacién j a aa ee se nant ae jet Bualitaria de todos los estados interesados». Es deci" nacionales de * scamo6urmuoro e rocynaperna. Cursivas afadidas por dann UMBHANZAND, adidas por el auto 7 en esta cita y las siguientes. Rusia se defiende o reacciona frente al supuesto ataque de ese erspectiV Occident jominar a e colectivo» que es quien trata de imponer unas reglas injustas para [resto e impedir el advenimiento de un orden multipolar. Esa con {posicion entre derecho internacional y orden basado en reglas ya habia sido nticipada en algunos discursos —significativamente en el del ministro de Fxteriores Sergei Lavrov ante la Asamblea General de Naciones Unidas en sep » 2021— y ahora se introduce oficialmente en la politica exterior rusa. tambien de apelar al resto del mundo con vistas a recabar sim vatias y apoyos en ‘el denominado Sur Global. La guerra se circunscribe hasta nora a Ucrania, pero la partida rusa es global. Este documento es un buen reflejo de la evolucién del pensamiento estraté- jco ruso de las ultimas décadas y del deseo de Mosc de poner fin al orden de isguerra fria en Europa y restaurar lo que percibe como igualdad perdida con Jilisis permite comprender mejor —no legitimar, ni justificar— por in decidié lanzar su «operacién militar especial» contra Jerania y por qué, por chocante que pueda parecer para las audiencias europeas Jaluz dela brutalidad rusa, Moscu sigue convencida de estar actuando legitima justificadamente y de que, ademas, el tiempo histérico corre a su favor. RUSIA EN EL LUGAR QUE LE CORRESPONDE: LA VISION ESTRATEGICA La vision estratégica rusa se construye sobre una serie de premisas amplia- ente asumidas como axiomaticas tanto por las élites politica, militar y aca- jémica, como por el grueso de la ciudadania. La proposicion basica e nnegociable desde la dptica de Mosct es que Rusia es una gran potencia que ebe ser siempre tratada como tal y debe ocupar el lugar preeminente que le orresponde en el concierto internacional. Eso supone que Rusia considera ue debe ser siempre consultada y participar si lo desea en cualquier asunto elevante de la agenda internacional, tenga 0 no relacion directa con intere- es rusos. Y siguiendo esta légica, Mosca considera que le corresponde 0 bien in veto de facto o bien el derecho de ignorar la norma internacional. Lo con- rario supondria no respetar ese estatus inherente de gran potencia de Rusia una posicién equivalente a la de EE. UU. A partir de ahi se articula una vision jerarquica del orden (0 desorden) mundial en el que solo un pequeno selecto grupo de actores disfrutan de verdadera soberania e independencia Nun entorno estratégico moldeado por la fuerza y la permanente compe- encia descarnada. erritorio, En perspectiva historica, Rusia ha perdurado como el ultimo impe- ‘0 continental europeo y no muestra, como se ha visto, ninguna vocacién por ‘oncebirse a si misma como un estado-nacion més. El proceso de configura- waa de expandirse desde los tiempos de Ivan el Terrible y habia alcanzado maxima expresion territorial con la URSS. Desde esa perspectiva no habia ig ninguna ruptura historia. Y de ahi el trauma y a frustracion no con fin del gobierno € ideal comunista, sino con la quiebra de lo que era perci 9 como la expresion territorial del Estado ruso. Esa es la motivacidn de las hres palabras del presidente Putin en abril de 2005 cuando dirigiéndose a samblea federal afirmo que «el colapso de la Unién Soviética fue un gran astre geopolitico Y para la nacion Tusa, se convirtié en un verdadero drama. -enas de millones de nuestros conciudadanos y compatriotas se encontra fuera del territorio ruso. Es mas, la epidemia de la desintegracién infect propia Rusia» (Putin, 2005). fe ese sentimiento de agravio nace el deseo por restaurar el equilibrio per- lo y la vision amarga sobre el final de la URSS y de la Guerra Fria. Desde la ica rusa, pese a que habian derrotado al régimen comunista, no podian sen- vencedores porque ese nuevo orden mundial «ya no era un acuerdo entre les {es decir, entre la URSS y EE. UU,] sino el triunfo de los principios y la encia occidental» (Lukyanoy, 2016: 32). Y la unipolaridad o la hegemonia ntestada de EE. UU. sera crecientemente percibida como una amenaza tencial no solo para la posicién internacional de Rusia, sino también para égimen politico interno. Otra variable importante a tener en cuenta y que, evo, distingue nitidamente a Rusia de cualquier pais europeo, es que la epcidn sobre la correlacion entre la fortaleza interna y externa se produce inversa. Es decir, a diferencia de los paises europeos (o EE. UU.) que entien- ue para proyectarse con fuerza hacia el exterior es condicion sine qua non hesion interna, en Rusia la percepcidn es que no es posible ser fuerte en sino se ocupa internacionalmente el lugar que a Rusia le corresponde por ndicién de gran potencia. De ahi esa obsesién por revertir el orden de erra fria y recuperar la posicion de igualdad perdida con Washington. afora Yalta (Claudin, 2022). Es decir, sentarse a la mesa en la que un ido numero de potencias deciden y se reparten el mundo. Esa es la igual- ue exige restaurar Moscd, una igualdad entre iguales, no igualdad para porque la soberania real, como se mencionaba mis arriba, no es un dere- herente sino el privilegio de quienes tiene la capacidad de ejercerla de independiente. Es decir, de quienes disponen de la voluntad, los medios erza para ello. merma territorial y de estatus es percibida, pues, como un deterioro grave seguridad y la propia supervivencia de Rusia. Contar con un amplio buffer osc y las fronteras rusas es otra idea firmemente fijada en el pensamiento ‘gico ruso y conforma lo que Stephen Kotkin denomina «geopolitica per- de Rusia (Kotkin, 2016: 3). La ausencia de claras fronteras naturales, exclu- los océanos Artico y Pacifico, alimenta desde el inicio de la expansion rial del Gran Principado de Mosct la obsesién por dominar territorios ‘ez mas extensos y alejados para proteger Moscu. Este anhelo por la pro- ad estratégica para evitar posibles invasiones a través de la planicie cen- jad Nad a partir del siglo XVI se desarrolla €N paralelo sion imperial por territorios contiguos. Y, conviene no olvidar, aes Nap, did un estado en esencia imperial por mucho que la ideo Petig ra como antiimperialista. Esto supone que, a Jo largo q Bong ha sido un imperio y, para muchos en Moscii, se le su; sustancial y, en consecuencia, irrenunciable a cién estatal ruso le su se definie! Rusia siempre de un elemento consustancia’ Js dae ; cién de «estado-civilizacion nicoy Sao la nee arriba es buen ae 7 vigencia de un agudo sindrome posimperial resul tado del Colapso pot Soviética y de las dificultades posteriores para construir y legitin, camente un nuevo estado TUso. ; Desde la optica del acionale Tuso, la experiencia SOViéticg ;, empero, ambivalente. Por un lado, el propio Lenin recelaba de lo que sth, naba chovinismo gran ruso y resulta revelador que entre las quince reps soviéticas que conformaban la URSS, la Tusa fuera la tinica que no oe surama particul jar del partido comunista © su propia academia de las jen Tanto es asi que «Rusia» ni siquiera formaba parte del nombre oficial aes Union de Republicas Socialistas Soviéticas (URSS). Es decir, un intento ciente por parte del primer lider de la URSS por reducir el peso Nacional ng Ese fue el germen de una tension latente entre «internacionalistas» y «nay. nalistas rusos» dentro de la clase dirigente soviética. Asi, estos tiltimos artic, Jaron un relato de agravio frente a las «nacionalidades subvencionadss promocionadas» por la URSS en detrimento de los rusos (étnicos). De hi por ejemplo, las ambivalencias del nacionalismo ruso en las postrimerias soviet. cas, Su disolucién podia suponer la pérdida del imperio, pero oftecia una ope. tunidad Gnica para construir una nacién verdaderamente rusa. Esta percepcita facilité que el nacionalismo ruso aceptara —e incluso forzara sin pretendeth- la independencia de las reptiblicas centroasidticas y caucasicas, tenidas enton: ces por un lastre econémico para la naciente Federacién Rusa. Este enfoqe no incluia a Bielorrusia y a Ucrania, consideradas ambas por el nacionalism | ruso —del moderado al mas extremo— una parte consustancial ¢ irrenuns ble de la civilizacién rusa. Sin embargo, por otro lado, tampoco habia ninguna duda dela dominante de los rusos en la direccién de la Unién Soviética. El nso lengua vehicular de forma natural y eso era extensible al conjunto ¢° © cultural ruso, La ausencia de una rama propia del partido mencionadt arriba acabé reflejando la definitiva fusién de lo ruso con lo sovietico. °° asumian con naturalidad su posicién como «hermanos mayors» dele d foaeeetien la célebre formulacién de Stalin. Esa es la misma na verity aa a i: rein) asume hoy que esta en su derecho de «somete junto del ae hee exsoviéticos y «dominar estratégicameni e aa a eal forma, la continuidad terior le ‘ral en Cre ee snldad aerieees alizado y dirigido desde Mosct reforzabal Rusia? cia y natural dominio ruso. A fin de cuenta aU ar ie as de Napoleon 0 Hitler— anida firm, trOeUrOpe nO ete eens la perspectiva del recniin =“ fed imaginarie onstruye sobre la supuesta deslealtad occidental ante sy ‘tari, agravig aera Ja Europa central que formaba Parte del blogue sonata at 0 a del propio Putin: «la Guerra Fria termind, pero no Jo hizo cuttca palal is atado de paz con acuerdos claros y transparentes sobre ¢] a h fn ee ue Pstentes ola creacién de nuevas reglasy estandares, Esto gener joy regs none Jos asi denominados “vencedores en la Guerra Fria habjan _ presionar para remodelar el mundo para satisfacer Sus propias neces intereses» (Putin, 2014b). De nuevo eee ancora sobre deg legitimidad de Jos resultados del final de la usta tia, ‘Asi, en Mosct, el relato no es que se vieran forzados aretirarse Porsup derrota interna, sino que lo hicieron volunterts y magnanimamentey, en cing Occidente se ha aprovechado de la buena fe rusa para sexpandir» |, a Obviamente, en este relato todas las naciones entre Berlin y Mosca voluntad y de derecho a elegir su destino. Y, de igual forma, ernie presencia del Ejército Rojo como instrumento coercitivo para garantizar control estratégico resultaba perfectamente legitima tanto por la Vision descig en la que un puriado n yk de grandes potencias dominan grandes dreas como ser el resultado de la victoria soviética frente a la Alemania nazi en la Gray Guerra Patria, segtin la denominaci6n rusa. De ahi la virulencia con lagu reacciona Moscu ante el mas minimo cuestionamiento en Europa de su reaty oficial sobre la Segunda Guerra Mundial. Y también el insistente empetio dd Kremlin estos tiltimos veinte aftos por celebrar desfiles de la victoria intimids- torios ya que no se trata de conmemorar la gesta de aquella generacién, sino de exigir la vigencia de la recompensa geopolitica por aquel triunfo. 1 Todas estas cuestiones y debates subyacen con diferentes matices e intens- dad en las tres escuelas o grandes corrientes ideales en las que se suele agrupat_| el pensamiento ruso en politica exterior (Kuchins y Zevelev, 2012). En prim | lugar, una muy menguante categoria de liberales que apuestan por un acerca | miento e integracién de Rusia en el espacio occidental. Herederos en parte los zapadniki (occidentalistas enfrentados a los eslav6filos) decimonénicos mejor representante, y acaso tinico en cuanto a ostentar un alto cargo ene tos exteriores, fue Andréi Kézyrey, ministro de Exteriores desde la indepet dencia y hasta 1996, Las opciones de esta escuela estin seriamente limita as el hecho de que Occidente es siempre el «Otro», frecuentemente pene jue se sucle articular la identidad nacional y estratégit ae Firchavnlraee ortpendy la posicién central del sistema pol ei 5 eens se 0s que articulan su vision alrededor de la co! i Mologade tte nacional yapuestan por un enfoque PE influyente y de fs = eae el equilibrio de poder. Se trata de la oe aca ee a sie Beurad como Eygeniy Primakoy o, hasta ¢! a pa diltimo, una ¢. “acimir Putin eran tenidos por tipicos representan ras et? "tn constelacién variopinta de ultranacionalistas y eurasia' SiV ERENTE AL ORDEN INTERNACIONAL BASADO EN REGLAS 63 ber consenso en 1a necesidad de revisar las fronteras heredadas del cxico, pero no en el mapa ideal que debe surgir de esa revision. Asi ahiras los nacionatistas han apostado por la «reuntheacionn de la nacion ysentido etnice exeluyente, los curasianistas y los imperisy (campeones imperio) apuestan por fronteras mas extensas Jo que entraia un imperio inmacional Y multietnice. Mas alls de matices y, en ocasiones, rivalidades gnadas. el papel dominante de Moscu sobre sus vecinos y en la geopolitica legropea no esia. cn) CuesTION. De ahi que no sorprenda que, en estas tiltimas dos cacias, los derchaviiki se hayan alejado, quizas de manera irreversible, de iniquier veleidad liberal democratica y haya una creciente convergencia con Jtranacionalista y eurasianista. Japso Sov! pa er pensamiento u! LA POLITICA EXTERIOR DE PUTIN estas mas de dos décadas al frente de Rusia, la politica exterior de Vla- mir Putin ha evolucionado notablemente, pero sin dejar de resultar cons- ite en sus objetivos y consistente con los parametros de la visién estratégica descritos en el apartado anterior. Asi, desde su Iegada al poder y hasta dia su principal objetivo ha sido y es el de restaurar a Rusia en el lugar considera que le corresponde. Es decir, revertir el agravio resultante del so sovietico o lo que es lo mismo reformular el orden de posguerra fria ercibido por Moscu como ilegitimo e inestable. La evolucién de la politica jor adopta, pues, un mayor énfasis y acentos en algunos puntos y una d mas o menos beligerante con Occidente, pero no entraiia cambios su aGiales en los fines y objetivos. En algunos periodos, Moscu ha estado mas erta a buscar un acomodo con Europa y EE. UU,, pero los pronuncia- Jesgos cognitivos y la mentalidad de fortaleza asediada dominante en el blin han truncado cualquier posibilidad de éxito y alimentado un pro- ndp resentimiento en Moscii. De ahi que, parafraseando el aserto de Chur- ueda caracterizarse la politica exterior de Putin como un agravio dentro sesgo envuelto en resentimiento. fiste, asimismo, una evidente correlacion con la evolucidn de la politica gir. En Rusia, de hecho, cuando se trata del Kremlin, suele ser dificil trazar frontera nitida entre ambas dimensiones. E] régimen de Putin puede divi- n tres claros periodos en funcién de sus mecanismos y fuentes de legi Gidn doméstica. Asi, una primera fase, con Putin como modernizador fitario, abarcaria desde su llegada al poder hasta el inicio de su tercer man- 2012. Un periodo en apariencia mas liberal en el que se busca ese aco- con Occidente, pero en el que el objetivo principal es recuperar el Is de gran potencia y lo que conlleva. Asi, por ejemplo, en los albores del 000, en su condicién de primer ministro a punto de convertirse en pre- en funciones, Putin publicé un largo articulo en la Nezavisimaya Gazeta, Mees periddico independiente de referencia para la intelligentsia rusa, en MOCRACIAS 1 &” of mpromiso con la renqueante democr, oepuen derzhavinik, advertia sobre el inminente y 70 ye Rusia Ya que «por Primera vez en los iltimos doscig 80 ge anos, Rusia afronta el riesgo real de convertirse en un enn mo & Bind, atizacign 1 que mostraba su co pero, cd secerni cientos aio incluso tercer rango en la jerarquia mundial» (Putin, 1999), se erstos primeros afios, marcados internacionalme ea ae trata de utilizar la lucha contra el enemigo cone tituye el terrorismo: internacional como vector de acercamiento ae sae mbargo, la invasion de Lrak en 2003 y, sobre todo, el ciclo de pre WU populares que llevaron a la sucesiva caida de regimenes en Serbia (2099) ¢3'% gia (2003), Ucrania (2004) y re G f OF ae ese acercamienta a el prisma crecientemente oe : = ne U, estas protestas con, popularmente como revoluciones 4 le i lo , ‘no son mas que golpes de inducidos por Occidente, disfraza es eal tuls lemocratico, pero con geopoliticos y con Rusia como gran 0 Nae as rovolucioass de colores desen, pefardn un papel central, casi obsesivo, en la evolucién reciente del i militar ruso y su percepcion de que las fronteras entre la guerra y la Paz seein difuminando y de que es posible alcanzar objetivos estratégicos sin recur empleo masivo de la fuerza (Kilcullen, 2020; Jonsson, 2019; Galeotti, 2019) 55 decir, esas revoluciones eran percibidas por Mosctt como una injerencia host] e inaceptable que representa una amenaza para el estatus y la seguridad de Rusa, Esa irritacin conduce al célebre discurso de Putin en febrero de 2007 ante Conferencia de Seguridad de Munich en el que manifiesta su preocupacién ane «el creciente desprecio por los principios basicos del derecho internacional [algo) extremadamente peligroso y que conduce a que nadie se sienta seguro [ademis de] estimular la carrera de armamentos» (Putin, 2007). Sin embargo —y por mucho que el Kremlin esté genuinamente convencido de lo contario— el nudo gordiano del asunto no son esas supuestas injerencias 0 provocaciones de Occidente, sino la incapacidad o falta de voluntad de Mosci para reformular la relacién con sus vecinos, exsoviéticos 0 no, sobre la base dd reconocimiento real, no solo formal, de su plena soberania e independencit Desde la 6ptica rusa, los lideres y poblaciones locales en una larga serie dep que incluyen, entre otros a Bielorrusia, Ucrania, Moldavia, Georgia 0 Kazai son poco o nada relevantes y, desde luego, ilegitimos e inaceptables si dest el derecho de tutela estratégica sobre sus paises que se arroga a aa se complies atin mas porque, al contrario de lo que se a —, cs H ae cones poco y mal las percepciones y las ci eae For os fee : es cuando lo hace su comprensién suele ee ly cratic eS que aplica. La confianza de las autori jac primes Aa Saat luerzas de ocupacién iban a ser recibidas Se yuki Mane en ciudades ucranianas de mayoria rusdfona En cualquier cago lo ea lem de ello. gaa no ora ae et pseptn ra ela guy EE ‘araciones recurrentes y amenazantes efectuadas Por item, econ, ENTE eee jevante por sus consecteencias que el discurso de Miinich en 2007, ,,inas soles) fntervencion del mandatario ruso en la cumbre dela OTAN abril de 2008, Putin, participando como invitado, advierte cruda ae elas eonisecuencias que podrian afrontar Georgia y Ucrania, sspiracion de convertirse en miembros de la Alianza Atlantica, En este Ja stasP nscripel0n oficial disponible, pero en la versién oliciosa ono hay una NN Imente aceptada como valida por quienes participaron onion, el presidente ruso indicé que Ucrania no era un pais sino ston estatal compleja» cuyo acercamiento a la Alianza podia lle- de su existencia (Putin, 2008). Las divisiones entre los aliados greso durante la cumbre propiciaron una declaracion final igua que, pretendiendo contentar a todos (Ia puerta esta y seguird abierta, no podeis entrar aun), dejé a Ucrania y Georgia en el peor de los mundos bles: en el limbo fuera de la OTAN para siempre a ojos de los aliados eu- a -Francia y Alemania en particular—, pero peligrosamente cerca de sear en la organizacion a los de Mosc. Como resultado de esto, apenas meses despues de aquella cumbre, los tanques rusos a punto estuvieron de r hasta ‘Tbilisi, la capital georgiana. Seis anos después, Rusia se anexionaba a y el propio Putin alentaba publicamente la llamada «primavera rusa», practica, una intervencion militar encubierta en el este de Ucrania ejecu- parcialmente por grupusculos ultranacionalistas coordinados por los ser- s de inteligencia rusos. obstante, la respuesta occidental a la guerra de Georgia en agosto de 2008 propuesta de reset o reinicio de la administracion Obama al Gobierno ue la acogié muy favorablemente. Tanto que, en tiempos de la presiden- terina de Dmitri Medvédev, Moscui propuso la firma de un nuevo tratado ticulara una nueva arquitectura integral de seguridad europea. El lado nvocaba la cooperaci6n «sobre la base de los principios de seguridad sible, igualitaria y sin menoscabo» para que esta no se alcance a «expen- otros», en una referencia poco velada a la ampliacion de la OTAN (Minis- le Asuntos Exteriores de la Federacin Rusa, 2009). A partir de ahi, el jado resulta particularmente confuso y abierto a interpretaciones diver- luyendo la posibilidad, por ejemplo, de que permita legitimar intentos in o injerencia en asuntos internos de otro firmante sin ninguna jus- jon clara (art. 3)’ o de enmaranar o paralizar la actividad diplomatica y de los firmantes por razones de dificil comprensién (art. 5)*. Esa ten- be mene B xplicitat faquella r a forma fe al borde re su posible in Party to the Treaty shall be entitled to request, through diplomatic channels or the ry, any other Party to provide information on any significant legislative, administrative ational” measures taken by that other Party, which, in the opinion of the Requesting phit affect its security »uld a Party to the Treaty determine that there exists a violation or a threat of violation paty by any other Party or Parties, or should it wish to raise with any other Party or y issue relating to the substance of the Treaty and requiring, in its opinion, to be con- intly, it may request consultations on the issue with the Party or Parties which, in its dencia del Kremlin a enmascarar sus demandas de soberania }; vecinos bajo formulaciones confusas 0 ambiguas — indivisibiin dag {», alos legitimos intereses rusos en el espacio Postsovietieg 4 del, Coy por derecho le corresponde»— suele confundir a sus interlocura

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