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aiien Freund, Lessence de économique, Ss ‘Universitaires de Strasbourg, Estras- argo 1993161 pp» ISBN: 2-86820-441-1 ‘como generadora de falta de libertad y por ende generadora de escasez. Es muy certero también su | comentario a la obra de Marshall Sahlins, Edad | ode piedra, edad de abundancia, pues la edad de 1 politdlogo francés Julien Freund no es ain to sufcentemente bien conocido entre nosotros, fp psa de st extensaY brilante obra que cubre todo elespectzo de las ciencias socials, El pro- de investigaciOn de Freund intent6 pene- frar en {a esencia de las grandes ciencias sociale, muy especialmente en la politica, su monumental ‘Lacsencia de lo politico es buena prueba de ello, y ‘nla economia con el libro que comentamos que porcierto ya ha merecido un estudio del profesor Jerénimo Molina El libro es un excelente ensayo «que trata de pensar cuales son los rasgos defini- dores dela acci6n econémica y es uno de los més {importantes ensayos sobrela filosofia dela econo- mma desde la publicacién de La filosoffa del dinero de Simmel. Sin embargo no comparto algunas de las visiones del profesor Molina, de ahi que muy amablemente y demostrando la acitud que debe tener un verdadero intelectual me haya instado a ponerlas por escrito, lo que haré esperando no ser redundante con lo que él ya ha escrito al respecto, EI método de Freund, si lo entiendo bien, consiste en buscar Jos presupuestos definido- res esenciales de las distintas expresiones de la acci6n humana, En la politica los encontré prin- cipalmente en torno a la distincién de origen Schmitiano amigo/enemigo y en la economia los encuentra en torno a los presupuestos de itil/per judicial; exasez/abundancia y seforlesclavo. Estos presupuestos definidores nos merecen una muy desigual valoracién. El tratamiento de la diada ‘scasez/abundancia es para nosotros convincente pues la economia es precisamente el estudio de | Ia gestion de lo escaso y es especialmente afortu- | nada su referencia a la planificacién econémica | Piedra fue efectivamente una edad de pura esca- sez y de miseria pues el ser humano primitivo a pesar de disponer infinitos recursos a su disposi- cién como metales, petréleo,o tierras fértles no sabla ni podia hacer nada con ellos La distinci ‘ti/perjudicial es en cambio menos clara y mis sujeta a interpretaciones contradictorias, pues ‘esta distinci6n es s6lo vilida al nivel de cada indi- vviduo y no se puede establecer de forma objetiva, aspect este que entiendo que Freund no aclara bien. Lo mismo valdria para las definiciones que Freund realiza de lo intl y lo superfiuo, que son absolutamente subjetivas o de su definicién del interés individual diciendo que hay personas que bbuscan la satisfaccién de sus intereses personales cn la austeridad. Este ltimo aspecto es muy inte- resante pues es muy usado por austriacos como Rothbard para demostrar la imposibilidad de establecer una redstribucién scientiica» y obje- tiva de los recursos econémicos de una sociedad, ues no se podria establecer de forma tajante que 1 euro extrafdo al mas rico valga mas que el del pobre. Donde estoy en completo desacuerdo es con 1a definicin como un presupuesto esencial de la economia a la diada sevior/esclavo a menos no en una economia de mercado y esto nos leva a resaltar la inexplicable ausencia de una explica- cin dela diferencia entre los medios econdmicos basados en el intercambio y el beneficio mutuos y los medios politicos basados en el uso de la fuerza y de la coercién para alcanzar determina- dos fines. Jacob Viner escribié en una ocasién que La riqueza de las naciones de Adam Smith conve- nientemente expurgada daria lugar a un excelente libro socialist muchos aspectos pero lo es en concreto cuando Smith propaga la especie, después repetida hasta dl infinito y adoptada como un dogma de fe por casi todo el mundo, de que hay una relacién de subordinacién en el intercambio econdmico, en concreto que una de las partes tiene més poder ‘ala hora de negociar que la otra.Y esto no es ast, ‘© mejor dicho no es ni siempre as, ni lo es con respecto a quien sea la parte débil en el pacto. Esto necesita una breve explicacién pues como bien apuntaba Hayek la economfa es una ciencia contraintuitiva. En primer lugar una empresa, y ‘muy en especial las modernas empresas que pro-

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