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UNIVERSIDAD HUMANITAS

PROFESOR: EDWIN BERNARDO ONEY LOPEZ


ALUMNA: NAYELLI PAULET OCHOA MARTINEZ

TRANSMISION DE LAS OBLIGACIONES E


INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES
DERECHO CIVIL II
TRANSMISION DE LAS OBLIGACIONES
CONCEPTO
Obligación viene de la palabra latina obligatio, y esta, de obligare (de ob, alrededor, y ligare, ligar o
atar). Significa, pues, ligadura, sujeción física, y por traslación al lenguaje jurídico, sujeción moral.

La obligación puede definirse como el vinculo establecido entre dos personas (o grupo de personas),
por el cual una de ellas puede exigir de la otra la entrega de una cosa, o el cumplimiento de un
servicio (hacer) o de una abstención (no hacer).

El derecho de obligaciones es el que regula las relaciones jurídico-privadas y contenido es el


siguiente.

La teoría general de las obligaciones. Esta teoría contempla un reducido número de efectos
comunes a todas las variedades de obligaciones, tanto si son contractuales como si no lo son.

Las fuentes de las obligaciones. Las fuentes son contempladas desde dos puntos de vista: primero,
el estudio de cada una de las fuentes en si misma y en cuanto a su influencia en el régimen de las
obligaciones procedentes de ella.

Artículo 2216.- En la relación obligacional que se establece entre el acreedor y el deudor, el


primero tiene la facultad de poder exigir del segundo y éste el deber de cumplir a favor de aquél,
una prestación que puede ser de dar, de hacer o de no hacer.

CARACTERISTICAS Y EFECTOS JURIDICOS


Toda obligación presenta un aspecto activo: un poder o facultad de exigir algo; y uno pasivo: un
deber de dar, hacer o no hacer. Se trata de aspectos diferentes de un concepto unitario, que es la
obligación. Son el anverso y reverso de una misma moneda, puesto que no se puede concebir un
crédito sin deuda y una deuda sin crédito.

El acreedor es titular de un derecho subjetivo (derecho de crédito), que le faculta para exigir al
deudor el cumplimiento de la prestación debida, como medida complementaria, el acreedor se ve
investido de la posibilidad, en caso de incumplimiento, de proceder contra los bienes del deudor.

El deudor está sujeto al cumplimiento de un deber jurídico (deuda), que le impone la observancia
del comportamiento debido -la prestación- y le sitúa en el trance de soportar, en otro caso, las
consecuencias de su falta (la responsabilidad).

Toda obligación comprende, como fenómenos separados, la deuda y la responsabilidad. La deuda


indica el deber de realizar una prestación, el deber de cumplimiento que nace junto con la
obligación. La responsabilidad es la sumisión o sujeción del patrimonio del deudor al poder coactivo
del acreedor ante el incumplimiento de aquel.

Artículo 2253.- Si el obligado a prestar un hecho, no lo hiciere, el acreedor tiene derecho de


pedir que a costa de aquel se ejecute por otro, cuando la substitución sea posible.
Esto mismo se observará si el deudor no hiciere el hecho de la manera convenida. En este caso
el acreedor podrá exigir que se deshaga lo mal hecho.

Artículo 2254.- El que estuviere obligado a no hacer algo, quedará sujeto al pago de daños y
perjuicios en caso de contravención. Si hubiere obra material, podrá exigir el acreedor que sea
destruida a costa del obligado.

Artículo 2255.- Si de dos obligaciones recíprocas nacidas de un mismo negocio jurídico, la de


hacer o de no hacer se extingue porque una causa fortuita o de fuerza mayor hace imposible su
ejecución, la obligación de la otra parte queda también extinguida, salvo convenio en contrario.

CESION DE DERECHOS
La cesión de derechos es un acto jurídico mediante el cual un acreedor denominado cedente
transfiere a otra persona, llamado cesionario, los derechos, créditos y obligaciones que tiene contra
su deudor o socio a través de un contrato. Para esta transferencia no es requerido el consentimiento
del deudor, quien, sin embargo, debe ser notificado de dicha modificación.
La cesión de derechos debe hacerse manifiesta en el contrato, con igual importancia si se trata de
un contrato comercial de carácter internacional o de otro tipo.

Artículo 2375.- Habrá cesión de derechos cuando el acreedor transfiere a otra persona los que
tenga contra su deudor.

Artículo 2376.- Para la cesión de derechos no se requiere el consentimiento del deudor, a quien
debe dársele oportuno conocimiento en los términos del artículo 2385, para los efectos legales
precisados al respecto en este capítulo.

Artículo 2377.- En principio, todo derecho puede cederse a terceros, a menos que la cesión esté
prohibida por la ley, se haya convenido en no hacerla o no la permita la naturaleza del derecho.

CESION DE DEUDA
La cesión de deuda es una figura jurídica que consiste en realizar una transferencia de la obligación
cambiando al deudor, sin realizar cambios en la relación jurídica establecida desde un principio. Es
un método de transmisión de las obligaciones, pero no de extinción. El efecto de la cesión de deuda
es que permite el cambio de persona del deudor, sin que la obligación se extinga o deje de ser la
misma y subsiste el mismo derecho personal con el mismo objeto y mismo acreedor. Es un acto
jurídico plurilateral donde intervienen tres voluntades, la del deudor original, la del tercero y la del
acreedor sin la cual no puede entenderse la situación del deudor, en atención al interés que tiene
en la seguridad de su crédito que depende de la solvencia, responsabilidad y honorabilidad del
deudor, o de la eficiencia con que sea cumplida la prestación cuando la obligación es intuito
personae.

Artículo 2400.- Para que haya substitución de deudor es del todo indispensable que el acreedor la
consienta expresa o tácitamente.

Artículo 2401.- Si por convenio con el acreedor un tercero asume la deuda substituyendo al deudor
primitivo, bien que éste intervenga o bien que no intervenga en la celebración del convenio, la
substitución surte todos sus efectos a partir del momento en que la acuerden el acreedor y el
tercero que asume la deuda y si la transmisión se conviene entre el tercero y el deudor sin que
intervenga el acreedor, la substitución sólo producirá sus efectos si posteriormente éste la consiente
expresa o tácitamente.

Artículo 2402.- Se presume que el acreedor consiente en la substitución del deudor, cuando permite
que el substituto ejecute actos que debía ejecutar el deudor, como pago de réditos o pagos parciales
o periódicos de la suerte principal, siempre que lo haga en nombre propio y no por cuenta del
deudor primitivo.

SUBROGACION
La subrogación es el cambio de uno de los titulares en un contrato. De común acuerdo o por
circunstancias sobrevenidas, una persona física sustituye a otra. También puede tener lugar la
sustitución de una persona moral por otra similar. Así como que lo sustituible sea una cosa (objeto)
de similar cuantía y que cumpla la misma función. La subrogación real se produce cuando lo que se
sustituye es un bien o una parte de este dentro de un patrimonio personal. De esta forma, un objeto
reemplaza a otro, siempre que ocupe exactamente el mismo lugar dentro de un régimen
patrimonial. Para que lo anterior tenga lugar, debe existir en primer lugar una relación de
causalidad. Un nexo directo entre determinada acción (voluntaria o involuntaria) y los daños y
perjuicios que esta produce. De allí surge la obligación en el causante de reparar oportunamente al
afectado.

Artículo 2368.- La subrogación personal, que es la subrogación por antonomasia, se verifica por
ministerio de la ley y sin necesidad de declaración alguna de los interesados:

I.- Cuando el que es acreedor paga a otro acreedor preferente, en la inteligencia de que si quien
ha concertado hacer este pago no es el acreedor que se encuentra, en la progresión del rango,
inmediatamente después del acreedor a quien se desea pagar, se le dará conocimiento al
acreedor preferente en dicha progresión y en su caso y por su orden a todos los que figuren
antes del que desea pagar, para que, si lo desean, hagan uso del derecho del tanto. Se aplicará
al respecto y en lo conducente, el artículo 1999;

II.- Cuando el que paga tiene interés jurídico en el cumplimiento de la obligación;

III.- Cuando careciendo el que paga de dicho interés, el deudor no se opone a que aquél haga el
pago porque lo consienta expresa o tácitamente o porque lo ignore. Si se opone, el caso
quedará encuadrado dentro de lo dispuesto por el artículo 2261;

IV.- Cuando un heredero paga con sus bienes propios alguna deuda de la herencia;

V.- Cuando el que adquiere un inmueble paga a un acreedor que tiene sobre él un crédito
hipotecario anterior a la adquisición; y

VI.- En cualquier otro caso en que la ley expresamente establezca la subrogación.


INCUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES

EJECUCION FORZADA
Si el deudor cumple voluntariamente su obligación, esta se extingue por pago; pero no se aviene a
respetar su compromiso, el acreedor puede forzarlo a pagar con el auxilio de la fuerza pública, esa
es la ejecución forzada.

La ejecución forzosa puede cumplirse de dos maneras:


A) En forma específica, o sea, mediante el denominado cumplimiento in natura. Este sería el
caso en el que una empresa constructora condenada a demoler un edificio procediese a ello
utilizando los medios materiales de que dispone.
B) En forma genérica o mediante el cumplimiento por equivalente pecuniario. En este caso se
sustituye la actividad de demolición por lo que su coste en dinero.

La denominada ejecución forzosa en forma específica o cumplimiento in natura, consiste en obtener


judicialmente la prestación tal y como quedó prefijada en el título constitutivo o programa de la
obligación. Es decir, consiste, en restablecer la situación que existía con anterioridad a la producción
del daño, lo que se consigue normalmente reparando o enmendando el bien dañado, pero también,
cuando lo anterior no es posible, sustituyéndolo por otro igual al destruido. Por este motivo, la
reparación en forma específica no se concreta necesariamente en una obligación de hacer, sino que
también puede consistir en obligaciones de dar. La expresión cumplimiento in natura proviene del
hecho de que, finalmente, el acreedor consigue en tal caso el cumplimiento o ejecución de la
prestación de idéntico modo en que se previó en la obligación.

EFECTOS PROTECTORES DEL ACREEDOR QUIROGRAFARIO


ACCION PAULIANA
Surge en Roma hacia finales de la República, en el ejercicio del pretor Paulus, como un remedio
contra los actos de enajenación, gravamen o renuncia de bienes efectuados realmente por un
deudor para eludir el pago de sus obligaciones.

Tiene por objeto reconstruir el patrimonio del deudor para que salga de la insolvencia parcial o total
en que se encuentra fraudulentamente y en perjuicio del acreedor, por lo que se instituye en
defensa de este último y es de carácter conservativo y no ejecutivo, dado que su fin, una vez
declarada la nulidad del acto materia de la acción, es que el tercero beneficiario devuelva al deudor
el bien recibido, y no que se ejecute en esa vía el crédito que legitima al actor para ejercer dicha
acción.

La doctrina jurídica explica que el deudor que sustraía sus bienes de la persecución de sus
acreedores de manera intencional, incurría en el delito reprimido penalmente y sancionado en
condenada pecuniaria por el valor de los bienes.
La acción Pauliana como institución tutelar del acreedor quirografario: El deudor que pretende
eludir el cumplimiento de sus obligaciones se produce o aparenta un estado de insolvencia,
mediante actos reales de enajenación o gravamen de sus bienes (ventas, donaciones, hipotecas,
prendas, etc), de renuncia de derechos (repudiación de herencia, rechazo a una recompensa, etc),
o sustituyendo bienes de fácil embargo (como los inmuebles) por otros que sean inmunes a la
persecución de los acreedores. Para neutralizar dichas acciones o hacer inoponibles las maniobras
del deudor, y para conservar su garantía de pago, el acreedor dispone de la acción Pauliana.

La doctrina establece tres requisitos indispensables si el acto atacable es gratuito, y uno más si es
oneroso.

a) Si el acto combatido es gratuito, la acción presupone:


1. Un acto real de enajenación, transmisión o gravamen de bienes, o de renuncia de derechos
o facultades de contenido económico. También es atacable el acto que conceda preferencia
indebida a un acreedor en perjuicio del otro.
2. Que dicho acto produzca o acreciente la insolvencia del deudor.
3. Que el acto atacable sea posterior al nacimiento del derecho del acreedor demandante.
b) Si el acto que se va a combatir es oneroso se necesita, además de lo anterior:
1. Que exista mala fe por parte del deudor y del tercero que contrato con él.
2. Tales requisitos se exigen en los siguientes artículos;

Artículo 303.- Si la enajenación mencionada en la fracción I fuere onerosa, la nulidad sólo podrá
tener lugar cuando haya mala fe tanto por parte del deudor, como del tercero que contrató con
él.

Artículo 305.- Si la enajenación fuere gratuita, tendrá lugar la nulidad aun cuando haya habido
buena fe por ambas partes.
La acción Pauliana que ha sido declarada procedente origina como efecto fundamental una invalidez
muy peculiar, ya que no anula el acto en si y solo alcanza al deudor y al acreedor demandante – un
efecto relativo a su persona y hasta el monto de su interés en juego -. El acto cuestionado continúa
siendo válido y eficaz, produciendo consecuencias de derecho para todas las demás personas, y es
oponible a todos salvo a aquel que lo ha combatido con éxito: constituye una acción de
inoponibilidad en relación con el acreedor que la ejercito y limitada al monto de su crédito. La idea
moderna de la inoponibilidad es la que mejor responde a las exigencias de la situación. El acreedor
que intenta la acción pide que, con respecto a él, el acto fraudulento sea considerado como no
ocurrido, para poder embargar el valor enajenado como si siguiera encontrándose en el patrimonio
del deudor. Pero el acto así atacado no queda aniquilado totalmente, subsiste con respecto a todos
los demás y especialmente en las relaciones entre el deudor y el tercero adquirente. La revocación
opera solamente en beneficio del acreedor que actúa y en la medida en que le permite obtener su
pago. Tal es la concepción que permite traducir mejor las soluciones del derecho positivo.
El acto combatido sigue siendo plenamente valido respecto de cualquier persona, pero es
inoponible al acreedor demandante, que por ello podrá desentenderse de el y embargar los bienes
enajenados hasta el importe de su derecho. En congruencia con tal solución, el tercero a quien
pasaron los bienes puede hacer cesar los efectos de la acción al satisfacer el crédito o dar garantías
de pago integro.
ACCION DECLARATORIA DE SIMULACION

La simulación en vez de celebrar un acto real, el deudor puede realizar de manera ficticia algunos
negocios que disminuyan su activo patrimonial o aumenten su pasivo, a fin de dar una imagen de
insolvencia que le permita rehuir el cumplimento de sus obligaciones. Hay simulación cuando se
declara una cosa distinta de lo que se quiere, en forma consiente y con el acuerdo de la persona a
quien esta dirigida esa declaración. Es una discrepancia deliberada entre lo que se quiere realmente
y lo que se declara querer; entro lo primero (que mantiene en secreto el simulador y su cómplice) y
lo segundo (que se hace publico y ostensible con el propósito de engañar a tercero).

En toda simulación hay dos acuerdos, dos actos de voluntad. En el primero, secreto, confidencial y
verdadero -que puede ser verbal pero que ordinariamente se formaliza en escrito privado-,
convienen que van a fingir un acto dispositivo de bienes o derechos y declaran que carece de
existencia real o tiene naturaleza diversa de la aparente, por lo que no habrá de producir los efectos
jurídicos correspondientes, y que, en su caso, será destruido a petición de cualquiera de las partes;
el documento donde se consigna se conoce como contradocumento o contraescritura. El segundo
es el acto publico y aparenta que ha sido simulado por los actores de tal representación y que no
contiene realidad alguna o tiene una naturaleza diversa de la que ostenta; es el disfraz o la máscara
destinada a engañar a los terceros. No todas las simulaciones buscan rehuir de acoso de los
acreedores. Los propósitos que inducen a las partes a celebrar actos ficticios pueden tener una
variedad infinita y no todos ellos son ilícitos, sino únicamente los que fueren contrarios a las normas
de orden público, a las buenas costumbres o vulneren derechos de tercero.

Clases de simulación. Puede ser absoluta o relativa. Es absoluta cuando, detrás del acto ficticio, no
existe ningún acto jurídico en realidad; es relativa cuando el acto simulado encubre a otro acto que
las partes quisieron ocultar bajo el ropaje de aquel.

Artículo 314.- Es simulado el negocio jurídico en que las partes declaran o confiesan
falsamente lo que en realidad no. ha pasado o no se ha convenido entre ellas. También es
simulado el negocio celebrado por interpósita persona para ocultar al verdadero interesado.

Artículo 315.- La simulación es absoluta cuando el acto simulado nada tiene de real y sólo en
apariencia produce efectos.

Artículo 316.- La simulación es relativa cuando a un negocio jurídico se le da una falsa apariencia
que oculta su verdadero carácter.

Diferencias entre la acción de simulación y la acción Pauliana:

1. La acción Pauliana combate efectos efectuados realmente; la acción declarativa de


simulación ataca actos ficticios.
2. El ejercicio de la acción Pauliana se reserva a los acreedores. En cambio, la acción de
simulación puede ser intentada por cualquier tercero interesado, aunque no sea acreedor.
3. La acción Pauliana requiere que el deudor se encuentre en estado de insolvencia y que el
crédito sea anterior al acto fraudulento. La acción declarativa de simulación no exige tales
requisitos.
4. La acción Pauliana no anula el acto combatido; solo lo hace inoponible al acreedor
demandante. La acción de simulación priva totalmente de efectos al acto combatido
mientras no se perjudique a tercero de buena fe.
5. La acción Pauliana no trae los bienes de nuevo al patrimonio del deudor; la acción
declarativa de simulación repone las cosas en congruencia con la realidad y declara que los
bienes permanecen en el patrimonio del deudor.

ACCION OBLICUA

Se llama acción oblicua, por oposición a la acción directa que el acreedor tiene contra su deudor: en
la oblicua alcanza al deudor de su deudor, el acreedor solo llega alcanzar al tercero por intermedio
del deudor. También se le conoce como acción subrogatoria, por que produce el efecto de subrogar
(sustituir) al deudor por el acreedor que va a ejercitar los derechos de este frente a un tercero,
aunque esa sustitución tiene efectos muy limitados. Esta acción permite inmiscuirse en los negocios
de un deudor indolente a fin de apremiarlo para que ejerza sus acciones, haga valer sus derechos e
impida el deterioro o mengua de su eficacia, proveniente de la inactividad o desatención en que se
hallan, todo aquello en función de que mejore fortuna y adquiera nuevos bienes que acrecientan su
patrimonio, que es la garantía del acreedor. Si el deudor asume una actitud pasiva y se abstiene de
ejercitar sus derechos, dejándolos caducar o prescribir, sea por tratarse de un sujeto descuidado y
abúlico o por haber perdido interés en preservar su patrimonio ante el acoso de los acreedores,
estos pueden sustituirlo y hacer valer por el esas facultades jurídicas.

La acción oblicua se da para contrarrestar actitudes pasivas del deudor; supone que este ha omitido
atender sus propios intereses y que se ha abstenido de obrar. La acción Pauliana y de simulación
combaten conductas activas, hechos positivos del deudor, reales o ficticios, respectivamente. La
acción concedida para invalidar una repudiación de herencia que hiciere el deudor es la acción
Pauliana y no la oblicua.

Artículo 2354.- El acreedor, para poder cobrar algún crédito cuyo pago no puede obtener
directamente de su deudor, puede ejercitar la llamada acción oblicua, o sea la que, sin poderse
referir a derechos exclusivamente inherentes a la persona del deudor, un acreedor entabla
contra el deudor de su deudor cuando excitado éste para deducirIa, se rehúsa a hacerla dentro
del plazo que fije al efecto el Código de Procedimientos Civiles.

El propio Código señalará los requisitos que para poner en ejercicio dicha acción debe llenar el
crédito que mediante ella se pretenda cobrar, la forma de hacer la excitación y la manera como
el deudor o el tercero demandado pueden paralizar la acción referida.

Requisitos de la acción oblicua. De la disposición legal transcrita se desprenden tres requisitos:

1. La naturaleza autentica del documento comprobatorio del crédito: debe existir un crédito
que conste en titulo ejecutivo. Se llama así al documento que trae aparejada ejecución, es
decir, que puede provocar inmediatamente una orden judicial de coerción sobre los bienes
del deudor. El artículo 443 del código de procedimientos civiles señala cuales son los titulo
ejecutivos; entre ellos figuran los convenios judiciales, el primer testimonio de una escritura
pública, cualquier documento privado reconocido por el autor, etcétera.
2. Que el deudor omita ejercitar sus acciones, es decir, que mediante su inactividad este
dejando perecer sus derechos y que mantenga esa actitud pasiva pese a ser reconvenido a
ejercitarlos, perjudicando a sus acreedores.
3. Que los derechos descuidados por el deudor no sean personalísimos. Hay ciertos derechos
vinculados estrechamente a la persona, y respecto de ellos no puede pretenderse el
ejercicio de una acción oblicua.

El ejercicio de la acción oblicua o subrogatoria por parte del acreedor esta condicionado a que el
titular del derecho que se va a demandar se resista a intentarlo el mismo; el acreedor debe
requerirlo a actuar en tal sentido, intimándolo a que proceda a incoar su acción. La utilidad de la
acción oblicua es sumamente limitada en razón de la exigencia del título ejecutivo como condición
de su ejercicio. Si el acreedor posee un titulo ejecutivo, le conviene más ejercitar una acción
ejecutiva directa contra su deudor y embargarle el crédito (en manos del deudor de su deudor) que
iniciar una acción oblicua, la cual, por añadidura, es una simple preparación del embargo y no del
aseguramiento en sí. Cuando el crédito a reclamar por medio de la acción subrogatoria es de dinero,
esta resulta absolutamente inútil. Si se quisiera remozar la acción oblicua y proporcionarle nueva
utilidad, seria indispensable eliminar el requisito de que el acreedor disponga de un título ejecutivo,
pues como se ve, tal exigencia inutiliza la acción.

DERECHO DE RETENCION

Este derecho es otra posible defensa del acreedor y consiste en la facultad que, de negarse a
devolverle una cosa, propiedad de deudor, mientras este no le pague lo que le debe en relación con
esa misma cosa.

La utilidad que esta medida tiene para el acreedor es doble. Por una parte, ejerce presión sobre el
deudor, quien estará privado de la cosa retenida y de los beneficios o provechos que le puede
proporcionar mientras no pague la deuda. Por la otra, la posesión de ella da al acreedor una mayor
seguridad, al facilitarle su embargo y remate para obtener el pago del crédito.

Elemento de la retención;

1. Tenencia de una cosa ajena.


2. Un crédito del tenedor de la cosa contra quien exige la entrega.
3. Cierto vinculo o conexión entre los dos elementos anteriores, o sea, entre el crédito y la
cosa.

Efectos del derecho de retención: El derecho de retención no concede mas atributos que la tenencia
de la cosa. El retenedor no podrá usarla ni obtener ningún provecho de la misma. Esa tenencia y la
negativa a prescindir de ella se oponen frente al propietario (deudor del tenedor), pero también son
efectivas ante los acreedores quirografarios de este, aun frente a los acreedores privilegiados cuyo
crédito fuere posterior a la retención; no impide el embargo (aunque si la toma de posesión por un
tercero) ni aun el mismo remate, pero puede hacerse valer ante el embargante y el adjudicatario,
denegándose la entrega de la cosa mientras no se pague el crédito.

Artículo 2355.- Existirá el derecho de retención cuando la ley autorice al detentador o poseedor
de un bien ajeno a conservado en su poder hasta que el dueño de él le pague lo que le adeude,
por concepto del bien o por otro motivo.

Artículo 2357.- El acreedor no podrá ejercer el derecho de retención, si ha obtenido del deudor
el bien a base de engaños, maquinaciones o artificios, o con la promesa de devolverlo
inmediatamente.

Artículo 2359.- El derecho de retención es oponible al deudor y a los terceros que no tengan
adquirido un derecho real sobre el bien, anterior a la fecha en que se ejercita el citado derecho.
Los que tengan derechos reales anteriores, podrán perseguir el bien para asegurado o tomar
posesión del mismo, según la naturaleza de tales derechos,

Artículo 2362.- El que ejerza el derecho de retención puede entablar los interdictos,
tratándose de inmuebles; o perseguir el bien mueble, cuando haya sido despojado de él.

Artículo 2363.- El derecho de retención es oponible a los acreedores que, sin garantía real,
embarguen o secuestren el bien u obtengan el remate del mismo.

Comprobada la existencia de tal derecho, el juez no podrá dar posesión al adquirente en


remate.

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