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UNIVERSIDAD TECNICA PARTICULAR DE LOJA

Tema:

MI PROYECTO DE VIDA

Autor:

DANNY ADRIAN BENITEZ BENITEZ

Año
2023 – 2024
Loja-Ecuador
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Introducción

En el corazón de mi proyecto de vida como docente de inglés reside una conexión

profunda con mi fe y una convicción arraigada en la idea de que la enseñanza puede ser
una expresión tangible del amor divino. Mi camino como educador de inglés se
enriquece con la creencia de que, al ser un instrumento de Dios en el aula, puedo
impactar las vidas de mis estudiantes de una manera única y significativa.

Desde la perspectiva espiritual, considero que cada palabra pronunciada, cada lección
compartida y cada momento de inspiración en el aula es una oportunidad divina para
sembrar semillas de conocimiento y amor. La enseñanza del inglés se convierte así en
una misión más amplia, una herramienta para construir puentes entre culturas, fomentar
la comprensión y difundir los valores que reflejan la luz divina.

Mi compromiso como docente de inglés se va a nutrir de principios fundamentales

arraigados en mi fe, como la compasión, la paciencia y la empatía. La lengua inglesa, en
este contexto, se convierte en un vehículo para transmitir no solo conceptos
gramaticales y lingüísticos, sino también principios éticos y morales que encuentran su
raíz en mi conexión espiritual.

A medida que emprendo este viaje, busco crear un espacio en el aula que refleje la
gracia divina, donde los estudiantes no solo adquieran habilidades lingüísticas, sino
también experimenten un crecimiento personal integral. Mi proyecto de vida como
docente de inglés, imbuido de la presencia divina, se convierte en un testimonio vivo de
la capacidad transformadora de la educación cuando se fusiona con la sabiduría divina.

Así, apegado a mi fe, aspiró a ser no solo un educador de inglés, sino también un guía
espiritual que inspire a mis estudiantes a explorar el mundo con una mirada llena de
gratitud, humildad y un profundo entendimiento de la maravilla del aprendizaje y el
descubrimiento. En esta unión entre mi carrera y mi conexión con Dios, encuentro un
propósito más elevado que trasciende las aulas y se convierte en una expresión de
servicio a los demás en el camino de la iluminación y la comprensión.
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¿Quién soy?

Soy un joven luchador, con ganas de triunfar y salir adelante, con ganas de cada día ser
mejor persona de servir al prójimo, quizás no con los mismos privilegios que otras
personas, pero si con la capacidad de lograr lo que me proponga. Con la ayuda de Dios,
mis padres y mi abuelito en el cielo cumpliré con mi meta profesional.

Datos personales
Mi nombre es Danny Adrian Benítez, tengo 20 años y nací en el cantón Loja

Metas personales
La meta que me he propuesto es crecer espiritualmente, porque estoy convencida que el
ser humano necesita de Dios en sus vidas

El tiempo para desarrollar esta meta, será durante toda mi vida

La estrategia que utilizaré será leer de forma constante la palabra de Dios

Metas académicas
Mi principal apoyo será Dios
Mi meta es terminar mis estudios, y poder lograr mi sueño que lo postergué por varios
años, ahora estoy muy feliz porque tengo la oportunidad de cumplir mi más anhelado
sueño.
El tiempo para desarrollar está meta será en 4 años.
Las estrategias que utilizaré es esforzarme en el desarrollo de mis deberes y exámenes .
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Metas familiares
Principalmente me apoyaré en mí misma y en mis docentes quienes serán mi guía para
afianzar mis conocimientos académicos.

Mi meta es que siempre permanezca unida mi familia.

El tiempo para desarrollar esta meta, será a largo plazo es decir para toda mi vida.

Metas laborales
La estrategia que utilizaré es fomentar un buen ambiente de confianza, respeto y
solidaridad entre todos los estudiantes.
Desempeñar mis conocimientos académicos y cada día ir innovando con mejores
estrategias de aprendizaje

Conclusión
Mi proyecto de vida como docente de inglés, arraigado en mi conexión con Dios,
trasciende más allá de la enseñanza convencional para convertirse en una manifestación
de servicio guiado por principios espirituales. La integración de mi fe en mi carrera no
solo impulsa el deseo de impartir conocimientos lingüísticos, sino también de sembrar
semillas de amor, comprensión y respeto en el corazón de mis estudiantes.

A medida que avanzo en esta travesía educativa, reconozco que ser un docente de inglés
apegado a Dios implica asumir la responsabilidad de ser un canal de gracia y luz en el
aula. Mi compromiso va más allá de la transmisión de información; se trata de inspirar a
los jóvenes a descubrir su potencial, honrar la diversidad cultural y cultivar una
apreciación por el aprendizaje como un regalo divino.

En la intersección de mi carrera y mi fe, encuentro un propósito mayor que da

significado a cada lección, cada desafío y cada logro. Al abrazar la misión de ser un
educador imbuido de principios espirituales, busco ser un faro de esperanza, amor y
sabiduría en la vida de mis estudiantes. Esta conexión con Dios no solo enriquece mi
labor como docente de inglés, sino que también fortalece mi compromiso de ser un
agente de cambio positivo en la vida de aquellos a quienes tengo el privilegio de
enseñar.

En última instancia, mi proyecto de vida como docente de inglés apegado a Dios es una
invitación a participar en la obra divina de iluminar mentes y corazones a través del
poder transformador de la educación. En este viaje, confío en que cada palabra
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pronunciada y cada lección compartida se conviertan en testimonios vivos de la gracia y

la bondad divina, dejando una huella perdurable en las vidas de mis estudiantes y
contribuyendo al florecimiento de un futuro lleno de esperanza y comprensión.

Reflexión personal

En el camino de ser un docente de inglés apegado a Dios, he aprendido que la

enseñanza es una vocación que requiere humildad, servicio y un compromiso constante
con el crecimiento personal. Me siento agradecido por la oportunidad de ser un canal de
luz y amor en la vida de mis estudiantes, y esta reflexión fortalece mi determinación de
seguir siendo un educador que impacta no solo las mentes, sino también los corazones
de quienes tienen el privilegio de cruzar mi camino.