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Así, entre los principales beneficios de los jabones artesanales naturales de hierbas se
destaca poder ayudar en el tratamiento de problemas en la piel deforma natural, así
como mantenerla sana, evitando el uso de productos excesivamente químicos sintéticos
y, además, ahorramos dinero y cuidamos de nuestro planeta.
A continuación, te damos recetas de jabones artesanales naturales con hierbas para que
elijas el que mejor te va a servir según tu tipo de piel o el problema dermatológico que
presentes y, a la vez, ayudes a cuidar el entorno.
Ingredientes
Preparación
1. Calienta el agua en una olla y cuando empiece a hervir retírala del fuego.
2. Agrega las hierbas (saponaria y romero), tapa la olla y permite que repose unos
30 minutos o 1 hora. También puedes hervirla por 15 minutos, en vez de hacer
infusión, pues es el tiempo mínimo para extraer las saponinas que tienen efecto
de limpieza como el jabón. La saponaria es la planta jabonera más común para
hacer jabones artesanales, pero se pueden usar otras plantas con saponinas.
3. Cuela la infusión y viértela en un bowl o recipiente grande.
4. Añade el gel de aloe vera o sábila y el aceite de oliva y remueve bien. Si no has
comprado el gel, puedes sacarlo directamente de las pencas u hojas si tienes
sábila en casa.
5. Cuando esté toda la mezcla bien integrada viértela en un molde.
6. Permite que se endurezca en la nevera durante el tiempo necesario, hasta que
tenga la consistencia deseada, y luego desmóldalo y córtalo como quieras.
7. Puedes añadir, en el momento de hacer la infusión, más hierbas medicinales,
como lavanda, tomillo, menta, etc., a tu gusto. Para darle más aroma y que este
dure más, puedes añadir unas pocas gotas de aceites esenciales que te gusten,
incluido el del propio romero.
Además, los aceites vegetales, como el de oliva, se añaden por sus propiedades, pero
también cuando buscamos hacer jabón en pastilla y no líquido, pues con la saponaria
sola queda más bien líquido y, en cambio, con el aceite se solidifica.
Ingredientes
Preparación
1. Hierve el agua en un cazo u olla, añade las dos hierbas en cuanto comience la
ebullición y tras un minuto a fuego alto, retira el cazo del fuego y tápalo.
2. Deja que estando bien tapado el cazo, la infusión repose durante 30 o 45 minutos,
como máximo. En vez de infusión, puedes hervir la saponaria como se ha
comentado en el apartado anterior, por 15 minutos mínimo.
3. Cuela el líquido en un recipiente o bol grande para retirar las hojas grandes, pero
si quieres que en el jabón haya trozos de hojas y flores deja algunas en la infusión.
4. Añade el aceite de oliva y mezcla bien hasta que quede integrado. Si te cuesta un
poco, puedes calentar la mezcla en el cazo por unos pocos minutos y a fuego bajo
para que los ingredientes se integren bien.
5. Deja que se enfríe un poco y cuando esté tibio vierte la mezcla en el molde,
dejándola en la nevera el máximo de horas posibles para que, cuando tenga la
textura y consistencia adecuadas, lo puedas desmoldar y cortar bien.
Ingredientes
Preparación
1. Pon a hervir el agua en un cazo con el fuego alto, cuando rompa a hervir agrega
la saponaria y las hojas y las flores de lavanda para hacer el jabón casero.
2. Pasados 15 o 20 minutos, retira el cazo del fuego y tápalo para que repose 10
minutos más.
3. Cuela la infusión, pero no retires todas las hojas y flores de lavanda.
4. Añade el aceite de oliva y remueve bien hasta que quede integrado todo y
recuerda que, si es necesario, puede calentar un poco más la mezcla.
5. Deja que se enfríe todo cuando la mezcla esté lo más homogénea posible, mejor
si la guardas en el frigorífico cuando esté tibia o ya algo fría, nunca caliente.
6. Pasadas unas cuantas horas, según vayas viendo la consistencia del jabón, ya
podrás desmoldarlo y cortarlo a tu gusto.
Ingredientes
Preparación
1. Calienta, con fuego alto, el agua en una olla para que cuando alcance el punto de
ebullición la retires del fuego.
2. Añade las hierbas y tapa la olla, deja que repose unos 30 o 60 minutos.
3. Cuela la infusión y pásala a un bowl grande.
4. Agrega el gel de sábila y el aceite y remueve bien. Recuerda que si no tienes gel
comprado, puedes obtenerlo de las hojas si tienes la planta de sábila.
5. Cuando esté toda la mezcla bien integrada ya la puedes verter en el molde.
6. Deja que se endurezca en el frigorífico, hasta que veas que tiene la consistencia
que buscas.
7. Desmolda y corta el jabón de caléndula con la forma que quieras.