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ARTE PRERROMÁNICO

1. CONTEXTO HISTÓRICO.
El Imperio Romano de Occidente desapareció en el año 476 cuando Odoacro, jefe de la
tribu germánica de los hérulos, venció al último emperador romano, Rómulo Augústulo.
Desde entonces, el centro de la política romana se desplazo hacia Constantinopla y el
Imperio Romano de Oriente se erigió en heredero de la cultura antigua. Luego, una serie
de invasiones de pueblos germánicos dio lugar a la creación de nuevos estados en
Europa Occidental, todos ellos teniendo en común su germanismo y ser territorio de
difusión del cristianismo.

En el siglo V, los francos, uno de los pueblos que se disputaron el dominio de la Galia, se
constituyeron en fuera hegemónica de este territorio. Siglos más tarde, en el año 732, el
noble franco Carlos Martel venció a los musulmanes en la batalla de Poitiers, y en el año
751 su hijo Pipino el Breve se coronó rey con ayuda del Papa y fundó la dinastía
Carolingia, siendo su hijo Carlomagno, quien reafirmó la política de alianza con el Papa
León III, quien el día de Navidad del año 800 le coronó emperador y restauro así el
imperium christianum que desde entonces fijó la política de occidente.

En la Península Ibérica, en el siglo V se instalaron los visigodos, consolidándose su


presencia tras vencer a los suevos en el año 585. En el año 589 impusieron el
cristianismo en el III Concilio de Toledo, y la invasión islámica en el año 711 puso fin a su
poder. Durante la Reconquista de la Península, se formaron los nuevos reinos cristianos,
siendo el primero de ellos el reino de Asturias. Los reyes asturianos Alfonso I, Alfonso II y
Ramiro I consolidaron el reino, construyéndose un gran número de pequeñas iglesias.

A partir del siglo X, la ocupación musulmana de la Península Ibérica junto a la


Reconquista tuvo como consecuencia el nacimiento del arte mozárabe, nacido de la
convivencia entre los ocupantes musulmanes y las comunidades cristianas.

Así pues, la etapa prerrománica abarca todo el mapa de Europa: países centroeuropeos,
islas Británicas, Galia y la Península Ibérica. Cronológicamente, las manifestaciones
artísticas del llamado prerrománico se sitúan entre el siglo V y el siglo XI, momento en el
que se consolidan los nuevos reinos surgidos tras el largo periodo de las conquistas. En la
Península Ibérica, el periodo prerrománico se divide en tres etapas: la visigótica entre los
siglos V y VI; la asturiana -también llamada ramiriense- entre los siglos VIII y X; y la
mozárabe entre los siglos X y XI.

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2. CARACTERÍSTICAS GENERALES.
El arte prerrománico no es un arte uniforme ni claro; es en general un arte rústico y pobre,
en el cual se unen diversas influencias: por un lado, la herencia romana del Bajo Imperio
que ya valoraba más el contenido que la forma -estatua de Constantino-; por otro lado, los
elementos cristianos, con sus símbolos e iconografía; y por último, las aportaciones
germánicas y celtas, destacadas sobre todo en la decoración sobre objetos de metal o
piedra, donde destacarán los elementos geométricos y muy dinámicos, como espirales o
curvas. Estas tres influencias se podrán al servicio del arte cristiano, principal tema del
arte prerrománico, y la función principal del arte en este momento será exhibir poder y
riqueza, por lo que sus dos grandes clientes serán la Iglesia y el Estado. Como hemos
señalado, es un arte técnicamente pobre, buscando imitar en ocasiones monumentos
romanos e incluso reutilizando materiales del mismo. Fraguado mientras el imperio de
Justiniano creaba espléndidas obras como Santa Sofía de Constantinopla, el arte de este
periodo en occidente fue como decíamos pobre, base del estilo románico, y muy alejado
del esplendor bizantino.

En arquitectura, al no existir una tradición germánica, la inspiración vendrá de los


modelos romanos, imitando tanto sus órdenes arquitectónicos como su forma de construir,
además de ser pueblos que carecían de medios económicos por lo que los materiales se
empobrecieron. En la escultura, se olvidó la tradición romana y aparecen los relieves
planos y esquematices con mucho expresionismo y simbolismo acorde a la iconografía
cristiana, apareciendo bajo su influencia la forma humana en la escultura de nuevo,
existiendo un marcado horror vacui. Aparece una nueva tipología en Irlanda, la de la
cruces junto a los monasterios, con un círculo uniendo los brazos. La orfebrería es la
principal aportación y el arte más auténtico del prerrománico, ya que los bárbaros estaban
muy interesados en los objetos de uso personal, armas y adornos. Usaban oro, y
buscaban la policromía con esmaltes o piedras semipreciosas, siendo los temas
geométricos, vegetales o zoomorfos estilizados. Y la miniatura, un arte monacal propio del
occidente, consistente en iluminar manuscritos con colores vivos y motivos variados:
iniciales y mayúsculas, figuras humanas estilizadas…Destacó el Evangelio de Durrow, y
destacó también Canterbury como importante foco miniaturista.

3. EL ARTE PRERROÁMICO VISIGÓTICO.


Fueron un pueblo germano procedente de Escandinavia que había llegado a Hispania tras
pactar con los romanos para expulsar a suevos y alanos, a cambio de tierras en la Galia
donde ellos crearon el reino visigodo de Tolosa. Sin embargo, una vez logrado el trato, los
francos les expulsaron al otro lado de los Pirineos en el año 507, creándose el reino
visigodo de Toledo. Los visigodos se fundieron con la población hispanorromana tras
convertirse al cristianismo romano -ellos eran arrianos-, llegando el fin del reino visigodo
en el año 711 con la invasión musulmana, facilitada por los problemas internos del reino.
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Sus producciones artísticas tienen un carácter propio, pese a no ser demasiado
originales, ya que mezclan lo germano con los elementos hispanorromanos, bizantinos e
incluso norteafricanos. El lugar donde más aparecen sus manifestaciones artísticas es la
zona castellano-leonesa, entre los siglos VI y VIII.
.Arquitectura: utiliza la piedra mediante sillería a hueso -esto es sin nada que
mantenga pegadas las piedras entre sí-, usa de forma sistemática el arco de herradura de
dovelas pares y en ocasiones enrejado; cubiertas abovedadas, techos de madera,
soportes inspirados en los clásicos que a veces incluso reutilizan, de capiteles corintios y
unos paralelepípedos encima que recuerdan a los cimacios bizantinos; los volúmenes
exteriores tienden a ser cúbicos, con pocos vanos, y el interior se divide en naves, ya que
su principal manifestación artística fueron las iglesias. Cuentan con todos los elementos
típicos -naves, transmito, altar- pero se les suman dos nuevas estancias a ambos lados
del presbiterio: el diaconicón y la prótesis, utilizadas como salas para preparar la
eucaristía. Además, cuentan habitualmente con un vestíbulo a los pies que recuerda al
nartex. Suelen ser de pequeñas dimensiones, los ábsides son cuadrangulares en lugar de
redondeados, y a veces aparece iconostasio. Las plantas, aunque suelen ser basilicales,
pueden ser también centralizadas. Los principales ejemplos son San Juan de Baños en
Palencia, San Pedro de la Nave en Zamora, Santa Comba de Bande o Quintanilla de las
Viñas en Burgos.

-Escultura: tuvo poco desarrollo y siempre en función de la arquitectura:


decoración de pilastras, capiteles, dinteles… no se ha conservado nada de escultura
exenta. Por ello, lo que más destacó fue el relieve en capiteles y arcos, tallas a bisel de
formas geométricas, vegetales y temas figurativos cristianos, así como abstractos de
origen germánico. Los relieves figurativos son muy expresivos, destacando los capiteles
de San Pedro de la Nave como el de Daniel entre los leones y el Sacrificio de Isaac, o las
improntas de Quintanilla de las Viñas con el sol, la luna, los ángeles y Cristo bendiciendo.

-Orfebrería: fue muy representativa, destacando objetos litúrgicos, joyas, fíbulas


en forma de águila con pasta vítrea dentro del metal, coronas votivas como la de
Recesvinto, con mucho gusto por el oro, las piedras preciosas y los vidrios de color como
se ve en el Tesoro de Guarrazar, hecho para colgar sobre los altares, o en el de
Torredonjimeno.

4. ARTE PRERROMÁNICO ASTURIANO Y MOZÁRABE.


Con la invasión musulmana de la Península en el año 711, y el fin del reino visigodo, una
minoría se refugió en el norte, en la cordillera Cantábrica y en los altos valles pirenaicos,
siendo este el origen de los núcleos de resistencia de la Reconquista: los reinos astur-
leonés, de Navarra, Aragón y los Condados Catalanes. Otro grupo, aun permaneciendo

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bajo el dominio musulmán, conservó su religión y sus costumbres: fueron los mozárabes.
Así nacieron los dos estilos prerrománicos españoles:

-ARTE ASTURIANO: el reino de Asturias surgió tras la invasión musulmana


tras la coronación de don Pelayo en el siglo VIII, durando hasta el siglo X cuando se unió
con el reino de León. Su arte tuvo una clara influencia visigoda y también carolingia,
considerándose el precedente del románico. Fue un arte propiciado desde la monarquía,
con una situación muy difícil, aislado entre el mar y la montaña y en lucha continua por la
supervivencia. Sus características básicas incluyen elementos áulicos, medios pobres y
cierta tosquedad.

-En arquitectura, que fue su principal manifestación, tiene influencias


visigodas en los pórticos a los pies de las iglesias, carolingias en las plantas y en los
arcos, orientales por su sistema de contrafuertes y celtas en sus materiales y en su
decoración. Destaca la mampostería repellada -esto es, con yeso o cal entre las piedras-,
los contrafuertes, los arcos de medio punto a veces peraltados, los soportes sogueados
con capiteles troncocónicos -es decir, con pirámides invertidas como los cimacios-, las
cubiertas planas o con bóvedas de cañón con arcos fajones, y una decoración interior de
pinturas, sogueados, animales fantásticos o personas. Los edificios suelen ser pequeños,
altos, con interiores diáfanos, vanos pequeños, con celosías de piedra y planta basilical.
Además, es común que bajo el ábside aparezca una cámara secreta donde se solía
ocultar el tesoro. Es común que las columnas se sustituyan por pilares. Se distinguen tres
etapas:
-Prerramiriense, durante el reino de Alfonso II en la primera mitad
del siglo IX. Se trasladó la capital a Oviedo y se iniciaron gran cantidad de construcciones
buscando hacer de Oviedo una nueva Toledo, pero la mayoría han desaparecido. Destacó
la influencia visigoda y romana como se ve en los restos de la iglesia de San Tirso, en la
Cámara Santa de la Catedral de Oviedo y en San Julián de los Prados.

-Ramiriense, de mediados del IX, del que destaca Santa María del
Naranco, un aula regia -palacio con baño- que se transformó después en iglesia; San
Miguel de Lillo, del que solo queda una parte y del que destacan las celosías de las
ventanas; y Santa Cristina de Lena, iglesia de una sola nave con iconostasis.

-Posrramiriense, segunda mitad del siglo IX. Ahora el reino se ha


expandido y la capital se ha trasladado a León, y van llegando los mozárabes desde Al-
Ándalus. Ahora aparecen más monasterios que encargos reales. Destaca San Salvador
de Valdediós o la Basílica de Santiago, cuyos restos están bajo la actual catedral.

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-En escultura no hubo mucho desarrollo, siendo escasa, de talla plana y
ejecución tosca, como las jambas de San Miguel de Lillo o los medallones de las enjutas
de Santa María del Naranco con temas célticos.

-En orfebrería destacaron mucho los objetos litúrgicos con múltiples


influencias, destacando la Cruz de los Ángeles, la de la Victoria y la Caja de las Ágatas.

-Y en pintura, utilizada para decorara los muros de las iglesias, solo quedan
los frescos de la iglesia de San Julián de los Prados.

-ARTE MOZÁRABE: el propio de los grupos cristianos que se quedaron a


vivir con los musulmanes pero conservando su religión y sus costumbres. En el siglo IX
protagonizado una grave rebelión contra el poder de Al-Ándalus, sofocada por
Abderramán III, y desde ese momento emigraron hacia el norte cristiano como fuerzas
repobladoras. Traían consigo una serie de manifestaciones artísticas propias
caracterizadas por su base hispanorromana y visigoda, influencias orientales,
musulmanas y bizantinas y una vocación de poner todo esto al servicio de la función
religiosa cristiana. Floreció especialmente en el siglo X en las zonas cristianas a repoblar,
siendo un arte poco homogéneo pero con algunos rasgos que se repiten.

-En arquitectura usaban arenisca y mampostería para crear muros fuertes


de estructura simple, usando pilares y columnas de tipo visigodo con capitel corintio y con
cimacio, los arcos de herradura con alfiz, con cubiertas planas o abovedadas de diverso
tipo: cañón, de nervios cruzados… Su especio interno estaba muy dividido y los
volúmenes exteriores eran muy puros, sin fachadas destacados y con cornisas salientes
con modillones de lóbulos. Destacan las iglesias en las que el ábside por fuera es
cuadrado, pero por dentro tiene forma de arco de herradura con iconostasio. Destacan la
iglesia rupestre de Bobastro, la de Santa María de Melque, San Miguel de la Escalada,
Santiago de Peñalba, San Millán de la Cogolla, San Baudelio de Berlanga o San Juan de
la Peña.

-En escultura destacó el trabajo de la eboraria, es decir, la talla en marfil,


como se ve en altar de San Millán de la Cogolla, con mucha influencia de los marfiles
califales cordobeses.

- Y en miniatura se destacó especialmente, teniendo mucha importancia en


los monasterios durante la segunda mitad del siglo X. Su influencias eran orientales, con
una composición simple, sin perspectiva, con colorido brillante, mucha expresividad y
simbolismo, animales fantásticos, mucho dramatismo, no hay interés por individualizar los
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rostros… las obras más importantes fueron las de los Beatos, como el Beato de Liébana
con sus comentarios del Apocalipsis, influenciados por el terror del año 1000.

5.ARTE PRERROMÁNICO EUROPEO

A comienzos del siglo VIII, Europa estaba fragmentada y sometida a múltiples ataques:
musulmanes al sur, avaros al este y sajones al norte. A finales de siglo, sugirió un intento
de resucitar en esplendor imperial de Roma, pero esta vez en base al cristianismo: el
imperio Carolingio. Duró poco, ya que desde el Tratado de Verdún del año 843 se dividió
entre los nietos del emperador. Llegará una nueva oleada de invasiones de normados y
húngaros, y Germania, germen de lo que sería el Sacro Imperio Romano Germánico, la
zona menos castigada por estas oleadas invasoras, consiguió revivir la herencia
carolingia a través del imperio de los Otones.
Las características generales de este arte son complicadas de unificar, ya que sus
manifestaciones artísticas fueron muy variadas, pero sí se puede asegurar que sus
aportaciones fueron fundamentales para sentar las bases del arte cristiano medieval.
Vamos a estudiar las aportaciones artísticas de dos estilos:

-ESTILO CAROLINGIO. Se dio entre los siglos VIII y IX, floreciendo durante el
reinado de Carlomagno un arte y cultura basados tanto en el pasado romano como en la
tradición bizantina. Fue un arte cortesano que pretendía mostrar el esplendor de un
imperio próspero. Su principal zona de actuación fue la zona franco-germánica -en
contraposición con el Mediterráneo bizantino y musulmán-, una zona de base agrícola y
autárquica, con muchas contradicciones internas que facilitaron su caída. Destacó, eso sí,
su aportación a la unidad del Imperio y el Papado, su gran desarrollo cultural y la creación
de un estilo artístico propio.

-En arquitectura se dio una intensa actividad, de la que solo queda una
mínima parte. Fue un arte oficial inspirado en Roma y Bizancio, con materiales nobles,
colinas y pilares como soportes, arcos de medio punto, bóvedas y cúpulas, plantas
basilicales, sillarejo…Crearon el pórtico occidental, una construcción de dos torre y un
cuerpo de varios pisos, entre ambas, formando un bloque, y que pasó al estilo otoniano.
Entre sus obras destacan la Capilla Palatina de Aquisgrán de planta centralizada
coronada con cúpula y con un deambulatorio, con materiales expoliados de Rávena y
Roma; el monasterio de San Gall en Suiza o el Pórtico de Lorsch.

-En escultura se dio poco desarrollo, se conserva la estatua ecuestre de


Carlomagno, un retrato simbólico de la dignidad imperial inspirado en el de Marco Aurelio
ecuestre. Destacan más los relieves sobre marfil o sobre oro, que buscan cierto
naturalismo de corte clásico.
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-En miniatura se hizo una gran producción aunando influencias clásicas,
bizantinas e irlandesas.

-ESTILO OTONIANO. Su origen es carolingio, ya que el imperio Germánico


nació tras el Tratado de Verdún al partirse el imperio carolingio en tres partes primero, y
luego en dos. Pasado el tiempo, Otón I de la casa de Sajonia se impuso como emperador,
creando una teocracia de estilo bizantino con apoyo de la iglesia que propició un
florecimiento cultural y artístico que duró hasta el siglo IX. Sus manifestaciones artísticas
fueron muy ricas y refinadas, enlazadas con la tradición carolingia y continuadas durante
el románico.

-En arquitectura se creó un estilo homogéneo con volúmenes claros, arcos


de medio punto, soportes clásicos, iglesias con doble ábside con un crucero marcado y
pórtico occidental. Destaca la iglesia de San Miguel de Hildesheim.

-En escultura destacaron las artes menores de tipo aristocrático, aunando


las influencias clásicas con un sentido expresionista muy germánico, destacando los
relieves de San Miguel de Hildesheim, en bronce, con un estilo sobrio y refinado con
temas del Antiguo y el Nuevo Testamento. Fueron abundantes también los relieves sobre
marfil.

-En orfebrería destacó la zona renana con la Cruz de Lotario.

-En miniatura fue llamativa su expresividad y su espiritualidad, apareciendo


a veces los emperadores como figuras simbólicas, no como retratos.

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