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LA OCUPACIÓN

6.1 EVOLUCION HISTORICA DE LA OCUPACION EN EL DERECHO


GUATEMALTECO:

En el Código Civil de 1877 en su título V se regula lo relativo a “EL


MODO DE ADQUIRIR EL DOMINIO POR OCUPACIÓN E INVENCIÓN.”

En el artículo 557 se establece que por ocupación se adquiere el


dominio de las cosas que son de ninguno. Según el artículo 558, la caza y
pesca son especies de ocupación por las cuales se adquiere el dominio de los
animales bravíos. Se llaman animales bravíos o salvajes, los que viven
naturalmente libres e independientes del hombre como las fieras y los peces:
domésticos, los que pertenecen a especies que viven ordinariamente bajo la
dependencia del hombre como las gallinas, las ovejas, y domesticados, los que
sin embargo de ser bravíos por su naturaleza se han acostumbrado a la
domesticidad y reconocen en cierto modo el imperio del hombre. Éstos últimos
mientras conservan la costumbre de volver al amparo o dependencia del
hombre, siguen la regla de los animales domésticos y perdiendo esta
costumbre, vuelven a la clase de los animales bravíos(Artículo 559).

No se puede cazar si no en tierras propias, o en las ajenas con permiso


del dueño. Pero no será necesario este permiso, si las tierras no estuvieran
cercadas, ni plantadas, ni cultivadas, a menos que el dueño haya prohibido
expresamente cazar en ellas y notificado la prohibición(Artículo 560). De
acuerdo al artículo 561, si alguno cazare en tierras ajenas sin permiso del
dueño, cuando por la ley está obligado a obtenerlo lo que cace será para el
dueño, a quien además indemnizará de todo perjuicio. Se podrá pescar
libremente en los ríos y en los lagos de uso público(Artículo 562). Los
pescadores podrán hacer de las playas del mar el uso necesario para la
pesca, construyendo cabañas, sacando a tierras sus barcos y utensilios y el
producto de la pesca, secando sus redes, pero deben abstenerse de hacer uso
de los edificios o construcciones que allí hubiere sin permiso de sus dueños y
de embarazar el uso legítimo de los demás pescadores(Artículo 563).

Podrán también para todo lo expresado en el artículo anterior, hacer


uso de las tierras contiguas hasta la distancia de ocho metros de la playa, pero
no llegarán a los edificios o construcciones dentro de esa distancia hubiere, ni
atravesarán las cercas, ni se introducirán en las arboledas, plantíos o
siembras(Artículo 564). Los dueños de las tierras contiguas a la playa, no
podrán poner cercas, ni hacer edificios, construcciones o cultivos dentro de los
dichos ocho metros, sino dejando de trecho en trecho, suficientes y cómodos
espacios para ejercer la pesca. En caso contrario ocurrirán los pescadores a
las autoridades locales para que pongan el conveniente remedio(Artículo 565).
A los que pesquen en los ríos y lagos no será ilícito hacer uso alguno de los
edificios y terrenos cultivados en las riberas, ni atravesar las cercas(Artículo
566).

Se entiende que el cazador o pescador se apodera del animal bravío y


lo hace suyo, desde el momento en que lo ha herido, de manera en que ya no
le sea fácil escapar y mientras persiste en perseguirlo; o desde el momento en
el que el animal ha caído en sus trampas o redes con tal que las haya armado
o tendido en paraje que le sea lícito cazar o pescar(Artículo 567), salvo en
cuanto las ordenanzas de policía rural o urbana establecieren lo contrario.

En el Código Civil de 1933, en su artículo 791 se establece la definición


de ocupación en los siguientes términos: “Por la ocupación puede adquirirse el
dominio de las cosas muebles que no tienen dueño.”

De acuerdo al artículo 792, los inmuebles no reducidos a propiedad


particular pertenecen a la Nación.

El artículo 793 indica que la ocupación de las embarcaciones, de su


carga y de los objetos que el mar arroja a las playas, o que se recogen en alta
mar, se rige por leyes especiales. También se sujetan a leyes especiales, la
ocupación bélica o aprhensión en guerra nacional.

Del artículo 794 al artículo 804 se regula la caza y la pesca como


especies de ocupación por las cuales se adquiere el dominio de los animales
bravíos.

En el artículo 895 se establece que el hallazgo es una especie de


ocupación por la cual el que encuentra una cosa inanimada, que no pertenece
a nadie, adquirie su dominio, apoderándose de ella.

El artículo 806 indica que pueden ser objeto de hallazgo, las piedras,
conchas y otras sustancias que se encuentran en las riberas del mar, de los
ríos y arroyos de uso público y que no presentan señales de dominio antertior.

Tambien pueden ser objeto de hallazgo las cosas cuya propiedad


abandona voluntariamente su dueño (artículo 808).

El descubrimiento de un tesoro es otra especie dee hallazgo (articulo


809).
Por otro lado, en el artículo 814 se indica que el que encontrare un
mueble que no sea tesoro, al parecer extraviado y cuyo dueño se ignore,
deberá presentarlo al juez inmediato del lugar en que se encontrare.

La persona que hallare cosas perdidas y no las manifestare al jue,


perdera su porción en favor de los fondos de justicia y quedará sujeto a la
acción de daños y perjuicios; y según las circunstancias, a la pena
correspondiente a la apropiación indebida (artículo 816).

En la Exposición de motivos del Código Civil vigente, se establece que


el Capítulo VI trata de la apropiación por ocupación. Los artículos 589 y 590
declaran que las cosas muebles o semovientes que no tengan dueño, pueden
adquirirse por ocupación, de conformidad con lo dispuesto en leyes especiales;
no así los inmuebles, pues los que no estén reducidos a propiedad particular
pertenecen a la nación. La ocupación puede referirse a bienes muebles
abandonados, animales salvajes o bravíos y a tesoros ocultos.
En cuanto a bienes muebles perdidos, la propiedad puede adquirirse
por ocupación, en los casos que señala la ley de hallazgo de bienes
mostrencos. Los animales salvajes, que son los únicos susceptibles de ser
apropiados por ocupación, pueden ser amansados o domesticados; pero la
reivindicación en caso de pérdida, queda sujeta a ciertas limitaciones que
establecen los artículos 605, 606 y 607. Los animales domésticos, Que son
los que nacen y se crían bajo el dominio del hombre, se rigen por las
disposiciones de la propiedad ordinaria. Estos animales no se adquieren por
ocupación, pues se presume que son de propiedad particular y si se
extraviaren, el propietario puede reclamarlos de cualquiera que los tenga en su
Poder, pagando los gastos de su alimentación si se hubieren causado. Las
leyes especiales de caza y de pesca completan esta materia. En cuanto a
tesoros ocultos, su ocupación queda regida por los artículos 593, 594 y 595.
Reunimos en un solo capítulo el contenido de los tres capítulos del Código
anterior por tratarse de una misma materia como es la ocupación" en sus
diferentes modalidades y fuera de este nuevo ordenamiento y de la aclaración
y nueva redacción de algunos artículos, hemos conservado el contenido de
aquél.

6.2 DEFINICIÓN DE OCUPACIÓN1:

Hay ocupación cuando una persona se apropia de la denominada res


nullius que son aquellas cosas que no tienen dueño, ya sea porque este se
ignore porque los haya perdido o los haya abandonado.“La ocupación es la
toma de posesión, animo domini, de una cosa susceptible de propiedad
privada y que no pertenece a nadie”.2

“Es un modo de adquirir el dominio de las cosas que carecen de dueño,


consistente en su aprehensión material con la intención de adquirir la
propiedad. Es este el modo de adquirir más antiguo y natural, y, por o mismo,
más independiente de una consagración legal.

La ocupación “Es el medio de adquirir la propiedad de manera


originaria,3 a título gratuito y particular y entre vivos, de una cosa que no
1
Hay ocupación cuando alguien toma una cosa para sí, que no pertenece a nadie o pertenece a dueño ignorado o éste la ha abandonado.
A continuación se analizarán los requisitos generalmente necesarios para que jurídicamente pueda hablarse de ocupación, los que se
estudian en relación al sujeto y en relación al objeto. En relación al sujeto, se requiere capacidad para adquirir y propósito o intención de
apropiarse de la cosa. En relación al objeto, se requiere que la cosa no pertenezca a nadie o que pertenezca a dueño ignorado o a dueño
que la haya abandonado. Originalmente, la ocupación se entendió en relación a las cosas que no tenían dueño. En la actualidad, se ha
reducido enormemente ese supuesto porque es muy difícil encontrar cosas sin dueño y porque las legislaciones, en especial en cuanto a
bienes inmueble; tienden a conceder al Estado la propiedad de las cosas en tal situación. El Código Civil admite los siguientes casos de
ocupación: A. Ocupación de Bienes Muebles: dispone que pueden adquirirse por ocupación, las cosas muebles o semovientes. Especifica
el Código que son bienes muebles que pueden ser objeto de ocupación, las piedras, conchas y otras substancias que se encuentren en las
riberas del mar, de los ríos y arroyo de uso público y que no presenten señales de dominio anterior; y que pueden también ser objeto de
ocupación las cosas cuya propiedad abandona voluntariamente su dueño. B. Ocupación de Tesoro: el tesoro encontrado en terreno propio,
pertenece al descubridor (o sea al mismo dueño del terreno). Si el tesoro es encontrado en terreno ajeno, fortuitamente o con permiso del
dueño del terreno, el tesoro se dividirá por partes iguales entre el propietario del terreno y la persona que haya hecho el descubrimiento.
Código Civil Ocupación de Bienes Mostrencos: según el Código Civil, es bien mostrenco todo bien mueble o semoviente (ganado de
cualquier especie), al parecer extraviado y cuyo dueño se ignore. El Código regula esta clase de ocupación obligando a informar a la
autoridad municipal más cercana sobre el encuentro de uno de esos bienes, para que haga pública esa circunstancia, fije un término a fin
que se presente el dueño, y si no apareciere proceda a la venta en pública subasta de lo encontrado. A la persona que hubiere encontrado
el bien, corresponde el diez por ciento del valor de la venta, más el pago de los gastos.
2
PETIT EUGENE.“Tratado elemental de Derecho Romano”. Editorial Nacional, México, D.F. 1971. Traducido de la 9ª. Edición
francesa. Página 245
3
Nos parece sumamente valiosas las palabras de Von Ihering en su obra clásica “Bromas y Veras en la Jurisprudencia”, al referirse a la
poca aplicación de dichas figuras jurídicas y casi su extinción cuando afirma que “Tengo la desdichada costumbre de compararlo todo, lo
pertenece a nadie, mediante la detentación de la misma cosa en forma
permanente y con el ánimo de adquirir el dominio. Supone la concurrencia de
dos grandes elementos: la detentación de la cosa permanentemente, es decir,
la posesión de ella, y la carencia de dueño”.4

“La ocupación es el hecho jurídico que originariamente determina el


derecho de propiedad. Consiste en el apoderamiento de una cosa que carece
de dueño, con la intención de apropiarla.

“En las épocas primitivas la forma común de adquisición de la


propiedad fue la ocupación, la cual se consideró como un título de propiedad.
Actualmente la ocupación ha quedado relegada a un segundo término. Sin
embargo, existe aun como medio de adquirir bienes muebles. Para que exista
la ocupación es necesario que el bien apropiado carezca de dueño, pues en
caso contrario se cae dentro de los otros medios de adquirir la propiedad. “5

Para Flavio Herrera, la ocupación “Es la adquisición de una cosa sin


dueño, por medio de la toma de posesión.”6

Para que haya ocupación se requiere:1º.Que haya toma de posesión;2º.


Que la cosa que se adquiere sea sin dueño”.7

La Ocupación se define como “La aprehensión de una cosa corporal


que no tiene dueño, con ánimo de adquirir la propiedad, o el modo de adquirir
la propiedad de una cosa que no pertenece a nadie o sobre la cual nadie
formula reclamación por medio de la toma de posesión, acompañada de la
intención de hacerse propietario de ella.”8

En la antigüedad la ocupación recaiga presentemente en los bienes


inmuebles, en la actualidad en cambio es prohibida con relación a los bienes
propio con lo ajeno, lo de ayer con lo de hoy. Y digo desdichada porque el resultado que arrojan mis comparaciones no es siempre grato.
Sería mejor que, en vez de meditar tanto, gozara cándidamente de lo que la vida me depara. Así he comparado el derecho romano antiguo
con el derecho romano nuevo, buscando poner en claro para mí y para otros qué diferencias hay entre ellos. Con esa finalidad escribí el
Espíritu del Derecho Romano. Si sois observador atento de la evolución histórica del derecho habréis llegado como yo al triste
convencimiento de que en materia de adquisiciones a título gratuito, las cuales, como afirman los psicólogos, tienen para los humanos un
encanto seductor muy especial, hemos sufrido un lamentable retroceso con relación a los romanos. ¡Cuán ricos eran estos en ese aspecto,
cuan larga lista de las cosas sin dueño, cuan amplio el campo de juego que tenía en su derecho la ocupación! Los animales salvajes de
toda clase: aves, peces, cuadrúpedos o como dicen nuestras fuentes; los animales que nacen en las aguas, en el cielo y en la tierra (in
coelo.... nascuntur) podían ser cazados sin restricciones. La naturaleza misma ha dispuesto que así sea; así está escrito en el derecho
natural, congénito del hombre. En aquel entonces si quedaba placer ser cazador, rampero o pescador. También el ámbar, las perlas y las
piedras preciosas eran del que las encontraba. Se podía llegar a millonario sin poner un céntimo de capital. Nadie se preocupaba tampoco
por las fresas, frambuesas, zarzamoras y demás bayas silvestres, ni tampoco por las setas; en Prusia, últimamente, todas estas cosas han
sido objeto de regulación legislativa. Incluso los tesoros, hacia los cuales hoy muchos Estados el fisco tiene ávidamente sus huesudas
manos, para quitárselos, se repartían en aquella época entre éste y el propietario del fundo. He perdido el agrado por el derecho y me
alegro de no ser ya niño. Digo, como el carpintero del drama Maria Magdalena, de Hebbel: ya no entiendo el mundo ¡Ay! Si no hubiera
dado lecciones de pandectas. A cada uno de los bellos ejemplos de ocupación romana debo colocarles una cruz: mortuus est, y tengo que
advertir a mis alumnos que no se les ocurra ponerlos en práctica si no quieren entrar en conflicto con el Código Penal. La poesía ha
desaparecido del derecho y así entorno a mi lamento con los versos de Schiller (A los dioses de Grecia), ligeramente modificados a
propósito del caso: Bello mundo, ¿dónde has quedado? ¡Retorna, derecho de natura! Solo en el mundo fantástico de la doctrina tu huella
fabulesca aún perdura. La campiña, yerma, está de duelo, el acecho estoy en vano, cuando trato de coger setas o bayas, ruge la ley: ¡quita
la mano! IHERIN VON R. “Bromas y Veras en la Jurisprudencia”. Ediciones Jurídicas de Europa América. Buenos Aires, Argentina.
1974. traducción de la obra pública en Leopzig 9ª. Edición de 1904. páginas de la 137 al 139.
4
GONZALEZ, JUAN ANTONIO. “Elementos de Derecho Civil”. Editorial Trillas. México. D.F. 10ª. Edición. 1988. Pàgina 120.
5
MOTO SALAZAR, EFRAIN. Ob. Cit. Página 203.
6
HERRERA FLAVIO. Ob. Cit. Página 179.
7
HERRERA FLAVIO. Ob. Cit. Página 179.
8
HERRERA FLAVIO. Ob. Cit. Página 179.
inmuebles considerándose incluso como delito, conforme al artículo 256 del
Código Penal.

La razón por la que no se pueden ocupar los bienes inmuebles radica


fundamentalmente en el hecho de que aquellos bienes que no se encuentran
abandonados se consideran bienes de la nación o inscritos a favor de un
particular en el Registro de la Propiedad y son del Estado.Adquisición de la
propiedad por la aprehensión o toma de posesión de una cosa con intención de
hacerla propia.

De conformidad con Alfonso Brañas, "Hay ocupación cuando alguien


toma una cosa para sí, que no pertenece a nadie o pertenece a dueño ignorado o
éste lo ha abandonado. Se consideran objeto de ocupación las cosas sin dueño
(res nullius) o las cosas abandonadas por su dueño (res derelictae).

Los requisitos para adquirir por ocupación son: a) Que el sujeto tenga
capacidad para adquirir; b) La intención de apropiarse de la cosa, y c) Que ésta
no pertenezca a nadie, que su titular se ignore o que la haya abandonado.

De conformidad con el artículo 589 del Código Civil, se pueden adquirir


por ocupación las cosas muebles o semovientes. Los bienes inmuebles no se
pueden adquirir por ocupación, conforme al artículo 590 del Código Civil.9

Para don José Castan Tobeñas, la ocupación “Es el modo de adquirir la


propiedad que consiste en la aprehensión material de una cosa que no tiene
dueño con el ánimo de hacerla suya”.10

Para Diego Espín Cánovas la ocupación “Es la aprehensión de una


cosa corporal que no tiene dueño, con ánimo de adquirir la propiedad”.11

9
Nos parece sumamente valiosas las palabras de Von Ihering en su obra clásica “Bromas y Veras en la Jurisprudencia”, al referirse a la
poca aplicación de dichas figuras jurídicas y casi su extinción cuando afirma que “Tengo la desdichada costumbre de compararlo todo, lo
propio con lo ajeno, lo de ayer con lo de hoy. Y digo desdichada porque el resultado que arrojan mis comparaciones no es siempre grato.
Sería mejor que, en vez de meditar tanto, gozara cándidamente de lo que la vida me depara. Así he comparado el derecho romano antiguo
con el derecho romano nuevo, buscando poner en claro para mí y para otros qué diferencias hay entre ellos. Con esa finalidad escribí el
Espíritu del Derecho Romano. Si sois observador atento de la evolución histórica del derecho habréis llegado como yo al triste
convencimiento de que en materia de adquisiciones a título gratuito, las cuales, como afirman los psicólogos, tienen para los humanos un
encanto seductor muy especial, hemos sufrido un lamentable retroceso con relación a los romanos. ¡Cuán ricos eran estos en ese aspecto,
cuan larga lista de las cosas sin dueño, cuan amplio el campo de juego que tenía en su derecho la ocupación! Los animales salvajes de
toda clase: aves, peces, cuadrúpedos o como dicen nuestras fuentes; los animales que nacen en las aguas, en el cielo y en la tierra (in
coelo.... nascuntur) podían ser cazados sin restricciones. La naturaleza misma ha dispuesto que así sea; así está escrito en el derecho
natural, congénito del hombre. En aquel entonces si quedaba placer ser cazador, rampero o pescador. También el ámbar, las perlas y las
piedras preciosas eran del que las encontraba. Se podía llegar a millonario sin poner un céntimo de capital. Nadie se preocupaba tampoco
por las fresas, frambuesas, zarzamoras y demás bayas silvestres, ni tampoco por las setas; en Prusia, últimamente, todas estas cosas han
sido objeto de regulación legislativa. Incluso los tesoros, hacia los cuales hoy muchos Estados el fisco tiene ávidamente sus huesudas
manos, para quitárselos, se repartían en aquella época entre éste y el propietario del fundo. He perdido el agrado por el derecho y me
alegro de no ser ya niño. Digo, como el carpintero del drama Maria Magdalena, de Hebbel: ya no entiendo el mundo ¡Ay! Si no hubiera
dado lecciones de pandectas. A cada uno de los bellos ejemplos de ocupación romana debo colocarles una cruz: mortuus est, y tengo que
advertir a mis alumnos que no se les ocurra ponerlos en práctica si no quieren entrar en conflicto con el Código Penal. La poesía ha
desaparecido del derecho y así entorno a mi lamento con los versos de Schiller (A los dioses de Grecia), ligeramente modificados a
propósito del caso: Bello mundo, ¿dónde has quedado? ¡Retorna, derecho de natura! Solo en el mundo fantástico de la doctrina tu huella
fabulesca aún perdura. La campiña, yerma, está de duelo, el acecho estoy en vano, cuando trato de coger setas o bayas, ruge la ley: ¡quita
la mano! IHERIN VON R. “Bromas y Veras en la Jurisprudencia”. Ediciones Jurídicas de Europa América. Buenos Aires, Argentina.
1974. traducción de la obra pública en Leopzig 9ª. Edición de 1904. páginas de la 137 al 139.
10
TOBEÑAS CATAN, JOSE. Ob. Cit. Página 458.
11
ESPIN CANOVAS, DIEGO. Ob. Cit. Página 103.
Para Federico Puig Peña la ocupación “Es el modo de adquirir la
propiedad de una cosa que no pertenece a nadie, o sobre la cual nadie formula
reclamación, por medio de la toma de posesión, acompañada de la intención
de hacerse propietario de ella. Es aquel modo de adquirir la propiedad
consistente en la aprehensión de una cosa nullius con la intención de hacerla
para sí.”.12

“Son requisitos del acto de la ocupación: a) La toma de posesión de la


cosa; b) La intención de hacerla propia. No hace falta para el primer requisito la
aprehensión material, ni para el segundo una voluntad específica de adquirir el
dominio; así desde el momento que caen los peces en la red del pescador,
adquiere no solamente la posesión, sino también la propiedad. Tampoco hace
falta que coincidan ambos requisitos, bastando que exista, aunque sea
sucesivamente; así el que recoge una cosas nullius, sin intención de
apropiársela, por creerla extraviada, puede adquirir su propiedad si con
posterioridad tiene intención de apropiación. “13

6.3 ELEMENTOS DE LA OCUPACION:

Dentro de los elementos de la ocupación, destacan los siguientes:

6.2.1 ELEMENTO FORMAL:

Que exista la aprehensión de una cosa mueble o semoviente y la


sometamos a nuestro poder de un modo evidente.

6.2.2 ELEMENTO REAL:

Que la ocupación se haga de una cosa nullius, es decir, que no


pertenezca a nadie, puesto que si tuviere dueño se estaría atentando contra
el derecho de propiedad. Las cosas pueden tener el carácter de nullius, ya
sea porque habiendo tenido dueño, éste las haya abandonado (res
derelicta) o porque las cosas nunca tuvieron dueño.

La doctrina moderna acepta, que se adquieren por la ocupación, los


bienes apropiables que por su naturaleza carecen de dueño, como los
animales que son objeto de la caza y la pesca, el tesoro oculto y las cosas
muebles abandonadas.Pueden ser objetos de ocupación, los bienes
muebles, los semovientes, los tesoros ocultos, los animales bravíos o
salvajes, los peces14, etc.

También pueden ser objeto de ocupación las cosas cuya propiedad


abandona voluntariamente su dueño.El cazador es propietario por
ocupación de la caza que ha realizado y de la cual se ha amparado, sin
distinguir si el hecho ha ocurrido en su terreno o en un terreno ajeno.

12
PUIG PEÑA, FEDERICO. Ob. Cit. Página 172.
13
ESPIN CANOVAS, DIEGO. Ob. Cit. Página 105.
14
Los animales salvajes, la caza y la pesca, todo esto no pertenece a nadie; así que el primero que llega puede apropiárselo y hacerse
propietario. Poco importa que el cazador cace en su terreno o en el de otro; no sería menos propietario por ocupación, puesto que la caza
es res nullius. El amo del fundo, lo único que puede hacer es prohibir el acceso. PETIT EUGENE. “Tratado Elemental de Derecho
Romano”. Editorial Nacional, México, D.F. 1971. Traducido de la 9ª. Edición francesa. Página 245
En cuanto la captura de los peces y demás animales que habitan en
las aguas son susceptibles de adquirirse por ocupación, ya sea esta a
través de la pesca marítima, que es la realizada en el mar o en las
corrientes de agua que se vierten en él y la pesca fluvial que tiene lugar en
las corrientes de aguas navegables y flotables el derecho de la pesca
pertenece al Estado, a los ribereños.

6.2.3 ELEMENTO PERSONAL:

Es indispensable que el sujeto que ocupe el bien mueble o


semoviente, tenga capacidad civil y la intención de apoderarse del bien.

6.4 CLASES DE OCUPACION:

La ocupación puede recaer:

6.3.1 OCUPACION DE BIENES MUEBLES:

De conformidad con el artículo 589 del Código Civil, las cosas


muebles o semovientes que no pertenecen a ninguno, pueden adquirirse
por ocupación. Dentro de dichos bienes tenemos: las piedras, conchas y
otras sustancias que se encuentren en las riberas del mar, de los ríos y
arroyos de uso público y que no presenten señales de dominio anterior, así
como todas aquellas cosas cuya propiedad abandona voluntariamente su
dueño.

6.3.2 OCUPACION DE BIENES MOSTRENCOS:

El Código Civil define los bienes mostrencos como aquellos bienes


muebles o semovientes, al parecer extraviado y cuyo dueño se ignora. De
conformidad con el artículo 1 del Decreto número 1835 del 9 de junio de
1936, la persona que encontrare un bien mueble o semoviente al parecer
extraviado y cuyo dueño se ignore está obligada a proceder de conformidad
con dicha ley.

Manuel Ossorio los define como “El bien mueble o semoviente, que
por no tener dueño conocido, puede ser objeto de apropiación por cualquier
persona mediante el simple acto de aprehensión. En sentido restrictivo son
los muebles o semovientes que, por no tener dueño conocido, se adjudica
al Estado éste se atribuye”15

Se consideran bienes mostrencos a los semovientes, o sea,


aquellos que pueden moverse por sí mismos, como en el caso de los
animales, o sea, el ganado de cualquier especie; o como lo define el Código
Civil Español, son todas aquellas cosas muebles que pueden transportarse
de un lugar a otro sea moviéndose por sí mismas, sea que solo se muevan
por una fuerza externa, con excepción de las que sean accesorias a los
inmuebles”.16
15
OSSORIO MANUEL. Ob. Cit. Página 8.
16
OSSORIO MANUEL. Ob. Cit. Página 8.
En cuanto al procedimiento en el caso de hallazgo de bienes,
mostrencos, podemos sintetizarlo en los siguientes términos:

Los bienes que se encuentren dentro del departamento de


Guatemala se entregan a la Policía Nacional Civil y esta lo remite al Juez
de Transito (ya no existe); si el hallazgo ocurre fuera de este departamento
se entregarán a la autoridad municipal más cercana del lugar del hallazgo o
al alcalde municipal auxiliar si es un lugar alejado.La autoridad municipal
levanta un acta haciendo constar el hallazgo, en la que comparece el
hallador y el alcalde.Se publica avisos del hallazgo, de los cuales se
mandarán avisos a los municipios circunvecinos del lugar donde ocurrió el
hallazgo, dejando de toda razón en el expediente.

En la publicación de avisos se previene al dueño del bien mostrenco


de que, si pasa el término de ocho días sin que aparezca o justifique su
dominio, se ordenará la venta del bien en subasta pública.Si el dueño no
justifica su derecho se acordará su venta en subasta pública, anunciándola
en un plazo no menor de ocho días ni mayor de quince días. El bien será
rematado al mejor postor, teniendo preferencia el hallador sobre cualquier
otro postor, en iguales condiciones.

El juez de Asuntos Municipales levantará el acta correspondiente y


la certificación del mismo servirá de titulo de transferencia del bien
vendido.Si no se presentara postor alguno, se remitirá a la casa de
beneficencia pública del departamento y si hay varias el gobernador
designará a cuál de ellas se destinará su aprovechamiento.

El dueño del bien podrá rescatar el mismo, pagando


anticipadamente los gastos ocasionados, comprobando su titularidad, así
como el derecho de recompensa al hallador.Si los bienes mostrencos son
documentos deben entregarse a la Policía Nacional Civil (departamento de
Guatemala) o autoridad municipal más cercana del lugar del hallazgo; se
remite a la autoridad judicial para que ésta localice al dueño; si aparece se
le hace entrega formal de los documentos, levantando el acta
correspondiente; si no aparece el dueño, pasados treinta días se remitirán
los documentos a la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia para el
depósito que proceda. El dueño en cualquier momento podrá recobrarlos
con las formalidades legales antes indicadas;

6.3.3 HALLAZGO DE TESORIOS OCULTOS:

De conformidad con los artículos 592 al 595 del Código Civil, se


puede adquirir el dominio de tesoros por ocupación, cuando éstos se
encuentren en terreno ajeno. Para que una cosa sea considerada como
tesoro debe llenar como condiciones esenciales: ser mueble; estar oculta;
ser distinta de la cosa que la contiene y no pertenecer a nadie actualmente.

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