ORACIÓN Y DEVOCIONAL DÍA #66 COLOSENSES 1:16

ORACIÓN Y DEVOCIONAL DÍA #66 COLOSENSES 1:16

EL INICIO DE TODO ES DIOS

Porque, por medio de él, Dios creó todo lo que existe en los lugares celestiales y
en la tierra. Hizo las cosas que podemos ver y las que no podemos ver, tales como
tronos, reinos, gobernantes y autoridades del mundo invisible. Todo fue creado por
medio de él y para él (Colosenses 1:16)
Cada inicio de año, se vuelve una costumbre para muchos, proponerse metas,
establecer objetivos, para muchos representa un buen momento para evaluar la vida y
determinar cambios. Para nadie es tampoco algo nuevo, que muchos metas, anhelos y
objetivos propuestos en años anteriores, no han sido alcanzado. Por lo cual conviene
reflexionar en cuantos, de esos inicios de año, los iniciamos preguntando a Dios, su
voluntad, que es lo que él desea cumplir en mí. Siendo disciplinados y con mucho
esfuerzo podemos lograr muchas cosas, claro a la manera del mundo, pero finalmente
poder concluir otro año más con un vacío y una insatisfacción.
Es posible finalizar un año en victoria, satisfecho y con gozo, no por logros en
términos materiales, sino más bien con la satisfacción que durante un año cumplimos el
propósito de Dios para nuestra vida, que permitimos ser vasos útiles, que nos dejamos
usara para llevar a otros no solo a conocer el camino, sino a consolidarlos en el camino
con Cristo. ¿Por qué todo lo que hago debe relacionarse con Dios? La respuesta sencilla
es que él hizo todo lo que existe, los lugares celestiales y la tierra, tanto aquello que
podemos ver, como lo que no podemos ver, por medio de él y para él (Colosenses 1:16).
Significa que mi vida tiene un propósito en Dios, viviendo fuera de ese propósito no tiene
ningún sentido, es una real pérdida de tiempo, solo es un constante desgaste e
insatisfacción.
Cuando reconocemos que todo inició con Dios y que todo lo creado es para su
gloria, lo que quiera llegar a realizar irá encaminado en lograr alcanzar los propósitos de
Dios en mí, no importa si en camino tenga tropiezos o incluso llego a caerme, no importa
las dificultades o momentos de dolor, en Cristo los aparentes fracasos y tribulaciones, no
son más procesos de aprendizajes, donde él espera que una vez nos levantemos y
continuemos peleando la buena batalla de la fe, de algo debemos estar seguros, sin
importar lo que suceda, si estoy en Dios y dispuesto a obedecerlo, él cumplirá su propósito
en mí. (Salmos 138:8).
Hacer su voluntad, es lo que debo perseguir, conocer su Palabra y vivir conforme
a ella es mi deber, la Biblia y su Espíritu Santo son mi guía, pues requiero de una constante
búsqueda y direccionamiento de mis pasos, es como ir a hacia un destino, debemos
conocer la ruta o ser guiados por un mapa, en la actualidad existen aplicaciones, que
facilitan llegar a un lugar, en este sentido Jesucristo él es camino, el cual se revele por
medio de su Palabra y la iluminación de su Espíritu puesto en cada creyente, el destino es
el Padre. Ese caminar es un día a día, un día a la vez, con pequeñas metas, algunas más
grandes, enfocadas a cumplirse a corto, mediano y largo plazo, sin embargo, siempre que
seguimos el camino, tenemos la certeza que estaremos en obediencia y podremos ser
útiles para lo que fuimos creados.
Enfocarnos en nosotros mismos, nunca podrá revelarnos un propósito de vida,
pues no se trata de nosotros, se trata de Dios. Fuimos creados por Dios y para sus planes,
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hasta que lo entendemos, nada de lo que hagamos tiene valor. No se trata de lo que yo
quiero hacer o de lo que debo hacer, se trata de lo que Dios quiere que hagamos, pues en
su mano se encuentra la vida de todo ser viviente ( Job 12:10) y tiene planes para uno,
pero cuando nos fijamos en lo que el hombre común hace y en lo que la sociedad
determina, corremos el riesgo de imitar este comportamiento y acomodarnos, de manera
que terminaremos persiguiendo nuestros propios intereses y no los de Dios, el apóstol
Pablo nos advierte de esto: No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo,
más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera
de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es
buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2 NTV).
Hay una voluntad y propósito de Dios para cada ser creado, esperando ser
descubierto, cada hombre sobre la faz de la tierra es único, irrepetible, con propósitos
únicos e irrepetibles. ¿Estoy despuesto a descubrirlos? O por el contrario quiero metas y
objetivos que traerán satisfacción temporal. Nuestro mayor propósito de vida es, servir
para los planes de Dios y finalmente vivir una vida eterna y plena con él, todo inició con
Dios y termina en él, en su gloriosa presencia, en un día cada vez más cercano, pues él es
principio y el fin, el primero y el último (Apocalipsis 22:12-13)

Canto recomendado: Se trata de ti – Julio Melgar

Oración guiada: Señor, quiero pedirte que me ayudes a encontrar mi propósito de vida
en ti, quiero ser parte de tus planes, entender para que fui creado, se útil en tus manos,
pues de lo contrario viviré una vida vacía e insatisfactoria. Dios reconozco que todo fue
creado por ti y para ti, para cumplir los propósitos de tu reino, guíame e ilumíname para
hacer tu voluntad, quiero servir a tus planes y propósitos. Ore por alguien más y
finalmente añada su petición personal. En el nombre de Jesús, amén.