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resultante por defectos en la secreción de insulina, en la acción de la insulina o ambas . Esta enfermedad
está caracterizada por una deficiencia absoluta o relativa de la secreción de insulina, por las células beta
pancreáticas (DM insulino-dependiente o tipo 1), o una sub-respuesta de los tejidos a la insulina circulante
(Diabetes no insulino –dependiente o tipo 2)
Historia médica: realizar una buena historia clínica y evaluar el control glicémico en la primera cita. Se
debería preguntar al paciente acerca de sus recientes niveles de glucosa y la frecuencia de los episodios
de hipoglicemia. Medicaciones antidiabéticas, dosis y tiempo de administración deberían ser determinadas.
Horario de Consulta: En general, las citas en la mañana son recomendables, ya que los niveles
endógenos de cortisol son generalmente mas altos en este horario (el cortisol incrementa los niveles de
azúcar en sangre). En el caso de ser o padecer DM insulino-dependiente debemos tener en cuenta el tipo
de insulina prescrita y la frecuencia de su aplicación, ya que existen picos de alta actividad insulínica,
durante los cuales es preferible no efectuar ningún tratamiento odontológico, es decir las citas deberían ser
en el horario que no coincidan con los picos de la actividad insulínica, ya que ese es el período de máximo
riesgo de desarrollar un episodio de hipoglicemia.
La insulina mas frecuentemente utilizada es la de acción intermedia, que se hace activa aproximadamente
a las 2 horas después de la inyección, y alcanza el pico de actividad máxima entre 8 a 12 horas y se
administra en una única dosis por la mañana, por lo tanto, en estos pacientes es aconsejable que los
tratamientos sean matinales, ya que por la tarde el nivel de glucosa en sangre es baja, y la actividad de la
insulina alta, y el riesgo de presentarse reacciones hipoglicémicas es más alto
Dieta: asegurarse de que el paciente haya comido normalmente y aplicado o tomado su medicación usual.
Si el paciente no se desayunó antes de su cita odontológica, pero si se aplicó su dosis normal de insulina,
el riesgo de un episodio hipoglicémico está incrementado. Para ciertos procedimientos (por ejemplo
sedación consciente), el Odontólogo puede requerir que el paciente altere su dieta normal antes del
procedimiento. En esos casos, la dosis de la medicación puede necesitar ser modificada en consulta con
el médico tratante del paciente.
Monitorear los niveles de glucosa en sangre: Dependiendo de la historia médica del paciente, régimen
de medicación y procedimiento a ser ejecutado, el Odontólogo puede necesitar medir los niveles de
glucosa en sangre antes de empezar un procedimiento. Esto puede ser llevado a cabo usando un aparato
electrónico comercialmente disponible para monitorear la glucosa en sangre. Pacientes con bajos niveles
de glucosa en sangre (<70 mg/dL) deberían tomar un carbohidrato oral antes del tratamiento para
minimizar el riesgo de un evento hipoglicémico. El Odontólogo deberá referir a los pacientes con niveles
significativamente elevados de glucosa en sangre para una consulta médica antes de ejecutar un
procedimiento dental. Se consideran como pacientes diabéticos a aquellos que presentan niveles de
glucosa en plasma (tomados a cualquier hora del día) por encima de 200 mg/dL y en ayunas por encima
de 126 mg/dL. Si los valores de glucosa en sangre son de 200 mg/dL o mayores, cuando se miden en el
intervalo de 2 horas posteriores a su ingestión por vía oral, se considera como intolerancia a la glucosa.
El control del dolor en el paciente diabético es muy importante, ya que se ha comprobado que en todas las
personas el estrés agudo aumenta la liberación de adrenalina y la eliminación de glucocorticoides y la
disminución de la secreción de insulina. Todas estas alteraciones provocan un incremento de la glucosa
sanguínea y de ácidos grasos libres que pueden descompensar una DM, ya que la adrenalina tiene efecto
contrario a la insulina. La presencia de un proceso infeccioso bucal puede alterar el equilibrio glucémico
del paciente y descompensar la DM, por lo que se deberá aumentar la dosis de insulina hasta lograr una
perfecta normalización de la glicemia, y una vez logrado esto, podrá realizarse el tratamiento odontológico.
Dado que en estos pacientes el riesgo de infección está considerablemente aumentado y que además la
cicatrización de la mucosa bucal está retardada, es aconsejable la profilaxis antibiótica en los tratamientos
que comprometan algún riesgo quirúrgico.
A los pacientes diabéticos se les debe colocar anestésicos locales sin vasoconstrictor, a menos que tengan
que realizarse tratamientos agresivos como exodoncias y endodoncias. En esos casos podría colocarse un
anestésico local con vasoconstrictor a bajas concentraciones
Acta odontol. venez v.41 n.1 Caracas ene. 2003"CONSIDERACIONES A TOMAR EN CUENTA EN EL MANEJO
ODONTOLÓGICO DEL PACIENTE CON DIABETES MELLITUS."
Clasificación
Enfermedad periodontal
Los pacientes diabéticos tienen más probabilidad de presentar enfermedad periodontal que
los pacientes sin patologías de base debido al estado de hiperglucemia, que favorece la
formación de AGE. Además, los pacientes diabéticos son más propensos a la inflamación y
las infecciones porque presentan alteraciones en la estabilidad del colágeno,
microangiopatías, reducción de la quimiotaxis y fagocitosis, incremento de la producción de
metaloproteinasas (MMP) y muerte intracelular de neutrófilos, lo cual favorece la
persistencia bacteriana en el surco gingivodentario, generando un microambiente
anaerobio que permite el crecimiento de las bacterias periodontalmente patógenas. 14
Se recomienda disminuir la carga bacteriana bucal, sobre todo en los pacientes que serán
sometidos a procedimientos quirúrgicos invasivos (cirugía oral o tratamiento periodontal, por
ejemplo); esto puede hacerse mediante el uso de colutorios con clorhexidina, destartraje y
eliminando las caries.
Emergencia Diabética
Los signos y los síntomas de la hipoglucemia son taquicardia, náuseas, sudor frío, hambre,
peristaltismo aumentado, confusión mental y letargo. Cuando este cuadro no es tratado
oportunamente, puede derivar en la pérdida de la conciencia e, incluso, la muerte. Su
reconocimiento y tratamiento dependerá del estado de conciencia del paciente.
En el caso de que se encuentre consciente y alerta, hay que ubicarlo en una posición confortable
y suministrarle hidratos de carbono orales de consistencia líquida (jugo de naranja, bebida,
glucosa) hasta que desaparezcan los síntomas, mantenerlo en observación por 30 minutos y
medir la glucemia capilar. Si los carbohidratos por la vía oral no hicieren efecto, se recomienda
solicitar apoyo médico de urgencia, suministrar una solución de glucosa al 25% (ampolla de 10
ml) por la vía intravenosa y controlar los signos vitales cada 5 minutos hasta lograr estabilizar al
paciente.37