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Este libro es una novela basada en la vida real del autor, que aparenta ser un simple cuento

para niños, pero en realidad va dirigido a los adultos, con la finalidad de hacernos reflexionar
en la belleza y la hermosura de esa etapa tan maravillosa que es la niñez, en la forma en que
veíamos las cosas y la gran imaginación que solo un niño puede llegar a tener.

CUERPO La dedicatoria a León Werth, donde el autor se excusa por dedicar el libro a una
persona mayor, “tengo una seria excusa; esta persona mayor es el mejor amigo que tengo en
el mundo”, “tengo otra excusa; esta persona mayor es capaz de entenderlo todo, hasta los
libros para niños”, “tengo una tercera excusa; esta persona mayor vive en Francia, donde pasa
hambre y frio, verdaderamente necesita consuelo”.

En efecto León Werth fue el mejor amigo de Antoine de Saint-Exupery y según mis
investigaciones, fue novelista, ensayista, crítico de arte y periodista, y una de sus principales
características es que era muy observador y por eso estoy de acuerdo con el autor cuando
dice que era una persona capaz de entenderlo todo.

El autor escribió este libro durante la segunda guerra mundial, pensando en sus amigos, en
especial en León Werth que paso la guerra en Saint-Amour, su aldea en jura, una región
montañosa cerca de suiza, donde él estaba solo, con frío y hambriento.

El autor narra un aspecto que es muy realista en nuestra vida diaria, y es que las personas
mayores no vemos más allá de lo que ven nuestros ojos, y nos muestra un ejemplo sencillo,
“un sombrero”, cuando un niño ve una serpiente que se tragó un elefante. Algo que para
muchos es insignificante, pero que nos demuestra la capacidad de imaginación y creatividad
que hemos perdido con el paso de los años.

“Las personas mayores le aconsejaron abandonar el dibujo y poner más interés en la geografía,
la historia, el cálculo y la gramática”. “Tuve pues que elegir otro oficio y aprendía a pilotear
aviones”.

En esta parte del libro entro un poco en la vida del autor para corroborar si realmente le
gustaba la pintura, y me doy cuenta de todo lo contrario, ya que él tenía un gran interés desde
su infancia en la mecánica y la aviación, lo cual no abandono nunca y pudo aprender el oficio
de piloto durante su servicio militar en la aviación, pero la familia de su novia se opuso a que
se incorporara al ejército del aire, por lo que se resignó a aprender diversos oficios y al mismo
tiempo frecuentaba los medios literarios.

Todo lo anterior nos da la experiencia de que muchas veces dejamos de hacer cosas que
nos gusta hacer por las críticas y por complacer a otras personas.

CONCLUSIÓN

El ser humano se plantea muchos ideales y proyectos que quisiera alcanzar, pero no falta
quien nos desvíe de la ruta con sus comentarios o críticas, porque no ven más allá de lo que
sus ojos miran y solo buscan imitar a los demás para estar a su altura.

Una enseñanza más de este brillante libro, es que el ser humano al ir pasando por todas
sus etapas de la vida va perdiendo el interés y la capacidad de imaginación y creatividad que
tenían cuando eran niños.
Nos falta ejercitar nuestra imaginación, y creo que el mejor ejercicio es la lectura, quien no
lee un cuento y no es capaz de irse imaginando todas y cada una de las acciones de los
personajes, no es capaz de tener ese talento llamado creatividad.

El principito

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