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@STUDYTOCKERS-LORENA LIMA
PRÓLOGO
MI NOMBRE ES LORENA LIMA, AUTORA MATERIAL DE
"STUDYTOCKERS".
CONSEJOS
"LOS APUNTES SE REALIZAN DE MANERA MUY RESUMIDA, Y SE
OFRECEN COMO UN COMPLEMENTO AL ESTUDIO, PARA PODER
FACILITAR UN POQUITO MÁS LAS COSAS, EN ESTA CARRERA SIN
FONDO CUYO OBJETIVO ES PODER ALCANZAR NUESTRO SUEÑO"
@STUDYTOCKERS
CON CARIÑO, LORENA LIMA.
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL ROL DE AUXILIAR DE ENFERMERÍA
Dos de los aspectos fundamentales de la relación profesional son el trabajar buscando la eficiencia y el tener en cuenta la
actitud, los valores y las habilidades personales del auxiliar de enfermería en la prestación de cuidados, (respeto,
autenticidad, congruencia, aceptación incondicional del otro, solidaridad, capacidad de ponerse en el lugar del otro para
comprenderlo, pensamiento positivo) etc...
Un modelo conceptual es la estructura básica en la que se unen un conjunto de ideas que reflejan un pensamiento, del que
dependen las acciones posteriores. Puede ser fruto del trabajo sistemático o de una investigación. No son inalterables, sino
que se modifican con nuevas teorías y aportaciones teórico-prácticas.
Entre los modelos existen diferencias, pero actualmente en ellos se incluye cuatro elementos conceptuales que son comunes
en todos ellos:
• Persona.
• Entorno.
• Salud.
• Cuidados de enfermería.
Un modelo se define por los objetivos que se pretenden conseguir, el concepto que se tiene del paciente, el rol del
profesional, las dificultades y el método que se utiliza.
• Naturalista: Se atienden las necesidades higiénicas y se permitía que la naturaleza actuara. Representado por
Florence Nightingale.
• De adaptación: El objetivo es la adaptación y la consecución en las necesidades fisiológicas, el autoconcepto, las
funciones o papeles y la interdependencia.
• De sistemas: Los profesionales intervienen desde su relación para fomentar la salud y el funcionamiento personal
satisfactorio.
• De suplencia o ayuda: Modelos humanistas, el objetivo es la consecución de los autocuidados por parte del paciente
(crear independencia), para mantener un estado óptimo de salud o ayudarle a perecer con tranquilidad. Centrado en
las necesidades humanas. Representado por Virginia Henderson, Nancy Roper y Dorothea Orem.
• Cuidados de estimulación: Despertar capacidades, sentidos, motricidad, desarrollo psicomotor. Muy importantes en
niños.
• Cuidados de confirmación: animan, crean seguridad, favorecen el cambio, la integración, fortalecen el autoestima y
autoconcepto.
• Cuidados de conservación y continuidad de la vida: Conservan y mantienen las capacidades para conservar la
autonomía.
• Cuidados de autoimagen: Contribuyen a construir la imagen de uno mismo.
• Cuidados de compensación: Suple lo que no se tiene.
• Cuidados de sosiego: Aportan tranquilidad, serenidad, liberación. Ayudan a calmar el dolor.
El conocer en profundidad las necesidades de los pacientes es de gran utilidad en la práctica de los cuidados. Nos proporciona
una base a partir de la cual podemos establecer un plan correcto de cuidados.
Todo este proceso, queda registrado de manera escrita en la historia de enfermería, que forma parte de la historia clínica
del paciente.
• Recogida de datos.
• Interpretación de los datos y diagnósticos de enfermería.
• Plan de actuación o planificación.
• Ejecución.
• Evaluación.
NOTA: El proceso es circular ya que en cuanto se acaba la quinta etapa comienza de nuevo con el primer paso, para poder crear una nueva ejecución.
Todo este proceso termina una vez que se ponga fin a la relación enfermero/a-paciente.
Se recoge la información con el propósito de identificar las necesidades, problemas y respuestas del paciente. Las fuentes
más valiosas de información son el paciente y su familia. La forma más evidente de conseguir la información deseada son la
observación directa y la entrevista. Esta última puede estar preparada o no, y dirigida con o sin la ayuda de un cuestionario.
Los datos que se recogen pueden ser objetivos, subjetivos, actuales y antecedentes o hábitos. La recogida de datos debe
hacerse dentro de las primeras 24 horas.
En las preguntas preparadas (cuestionario), se consideran más útiles las preguntas abiertas que las cerradas. Ejemplos:
“¿Qué puede decirme sobre sus costumbres en cuanto a sus comidas?.” (Pregunta cerrada).
“¿Come usted bien?”. (Pregunta abierta).
El TCAE, debe conocer y colaborar en la VALORACIÓN, con una presencia activa tanto en la entrevista como en la exploración,
el registro de datos y en el establecimiento de una relación terapéutica.
Es la conclusión y el análisis de las necesidades y problemas del paciente, que culmina en la elaboración del diagnostico de
enfermería. La información debe ser analizada e interpretada para llevar a cabo una actuación efectiva. Aquí se identifican las
necesidades concretas del paciente.
Hay diferentes clasificaciones de diagnósticos de enfermería, siendo la más utilizada la NANDA (North America Nursing
Diagnosis Asociation). En la fase de diagnóstico dentro de la NANDA existe el formato PES que significa:
• P (PROBLEMA).
• E (ETIOLOGÍA).
• S (SIGNOS Y SÍNTOMAS).
Existe un lenguaje estandarizado en el que junto con la clasificación NANDA, se han asociado criterios NIC (intervenciones de
enfermería) y NOC (objetivos de enfermería.
En esta fase se desarrollan estrategias para evitar, reducir o corregir los problemas identificados en los diagnósticos de
enfermería. Una vez identificada una necesidad no resuelta, debe planificarse la intervención de enfermería, identificando
objetivos, estableciendo prioridades y registrándolas en el plan de cuidados.
Cuando el paciente no puede resolver un problema por si mismo quiere decir que tiene un problema de dependencia , (puede
ser pequeña o temporal), esta dependencia es el objetivo de actuación del equipo. El modo de actuación, refuerza, repone,
añade, completa, sustituye o aumenta. Se considera todo lo anterior para poder planificar la actuación, siendo el tercer
eslabón de la cadena.
Los planes pueden ser individuales o estandarizados. Los realiza el enfermero/a, y con ellos colabora el TCAE.
D) “EJECUCIÓN”
Estamos en el cuarto eslabón, siendo de gran importancia. Una detallada recogida de datos, una identificación precisa de las
necesidades y la más cuidadosa planificación no son nada si no van seguidas por una actuación ejecutada de forma
competente, respetando la dignidad y la sensibilidad del paciente. Durante la ejecución debe efectuarse una valoración
continua, ya que las reacciones del paciente son variables. Las acciones comprenden las delegadas (directas del facultativo) o
las propias (equipo de enfermería). Las tareas se realizaran las veces que indique el plan de cuidados y de la forma que
indique el procedimiento o el protocolo hospitalario.
E) “EVALUACIÓN”
La evaluación es el proceso para determinar hasta qué punto se han logrado los objetivos, con el fin de trazar las
conclusiones y modificar, si procede, el plan de cuidados. La evaluación se realiza intencionadamente y de forma organizada.
Es una actividad intelectual en la que los resultados deben compararse con los propósitos establecidos.
Se realiza en cada turno, se lleva a cabo en la hoja de evolución en los registros de enfermería y en los informes de traslado
y alta. El auxiliar evalúa las actividades que realiza y colabora en la evaluación del alta, traslado o exitus.
En el año 1960, el Gobierno de Gobernación (actual Ministerio de Sanidad), crea la figura del “Auxiliar de clínica” por
decreto. Este personal pasará a denominarse Auxiliar de Clínica y tras un período de prueba de seis meses desempeñando las
funciones, se le dotará de un certificado de aptitud válido para el organismo o institución que lo expidió. El 23 de Febrero de
1963 se publica otra orden donde se les autoriza a trabajar en centros sanitarios no hospitalarios, después de reconocer que
estos facilitan el trabajo de otros profesionales, garantizando el buen funcionamiento de los centros sanitarios.
En el año 1974, con la Ley de Educación vigente, el Ministerio de Educación creó el título académico de Auxiliar de Clínica,
quedando enmarcada dentro de la formación profesional. El 26 de Diciembre de 1986, el Ministerio de Sanidad y Consumo, la
introduce con el título de Auxiliar de Enfermería, sustituyendo al anterior. A partir del año 1987, el título de Auxiliar de
Enfermería será un requisito imprescindible para solicitar plaza en la sanidad pública. La LOGSE, (aprobada en el año 1990),
reformó los estudios de formación profesional y con ellos los de Auxiliar de Enfermería, constituyéndolo como Ciclo Formativo
de Grado Medio denominado Técnico en cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE).
El auxiliar de enfermería debe proporcionar cuidados auxiliares al paciente, actuar sobre las condiciones sanitarias del
entorno como miembro de un equipo de enfermería en los centros de atención primaria y especializada, bajo la dependencia
del enfermero/a o baja la supervisión correspondiente.
Las funciones se clasificaría de la siguiente manera:
Desde el Real Decreto del Título 549/1995, el auxiliar de enfermería puede trabajar en:
• Atención primaria y comunitaria: Atención domiciliaria, promoción de la salud, salud bucodental, consultas,
residencias y centros geriátricos.
• Atención especializada: Hospitalización, consultas externas, urgencias, unidades de cuidados intensivos, quirófanos,
salas de parto, centros de esterilización, salud mental y geriatría.
• Otros centros sociosanitarios: Asuntos sociales, CC.AA, ayuntamientos y balnearios.
Considerando a la persona como un ser bio-psico-social (paradigma de la integración), surge el concepto de cuidado integral,
que ofrece la enfermería a las personas que lo necesitan, teniendo en cuenta que su entorno y su estado de salud van a
condicionar estos cuidados que irán encaminados a:
Cuando el equilibrio de la persona se rompe por la enfermedad y el auxiliar de enfermería (TCAE) presta sus cuidados,
existen dos aspectos que son fundamentales en la relación profesional y que deben ser las directrices fundamentales que
orienten la actividad profesional:
• La eficiencia y la actitud.
A) COMUNICACIÓN
Una buena comunicación con el paciente permite alcanzar con éxito los objetivos profesionales sanitarios:
• Capacidad para detectar los problemas psicosociales del paciente.
• El cumplimiento del tratamiento.
• El estado de salud general.
• El pronóstico.
• La satisfacción y la percepción.
• Problemas legales por una mala praxis.
El tipo de discurso que debemos utilizar es de tipo ASERTIVO, veamos sus características:
• Considera que las opiniones de los demás son iguales que las mías.
• Digo con sinceridad lo que pienso y lo que digo y espero que los demás también lo hagan, para poder negociar y
llegar a un acuerdo.
• No busco culpables sino soluciones.
• Critico de forma constructiva y recibo las críticas del mismo modo.
Debemos seguir un modelo de comunicación cooperativo, valorando la opinión del paciente, pedirle que participe, manteniendo
la coherencia y marcando límites si es necesario. Debemos valorar la relación con el paciente.
Debemos trabajar como miembros activos, compartiendo nuestros conocimientos y habilidades de forma común para conseguir
el objetivo que nos une.
A) TIPOS DE EQUIPOS
• Según su naturaleza pueden ser secundarios: Mismos objetivos bajo normas y estructuras.
• Según su composición pueden ser: Interdisciplinarios: Distintas categorías e Intradisciplinarios: Misma categoría.
• También podemos encontrarnos con equipos básicos, funcionales y completos.
La calidad puede definirse como el conjunto de propiedades y características de un servicio que le confieran la aptitud para
satisfacer las necesidades implícitas o explícitas de los clientes o usuarios o, dicho de otro modo, la prestación de los
mejores servicios posibles, con un presupuesto, trabajo y gasto justo, cubriendo todas las necesidades, con efectividad y
eficiencia.
El modelo EFQM, fue creado en 1988, pone el énfasis en la satisfacción de los clientes y empleados. Basado en la
autoevaluación, que se realiza de forma periódica. Permite conocer los puntos fuertes y débiles de una organización.
Bibliografía
Evangelina Pérez de la Plaza, Ana María Fernández Espinosa. Auxiliar de enfermería. “Técnicas básicas de enfermería e
Higiene del medio hospitalario. Sexta edición. Editorial McGraw-Hill. Año 2013. Madrid.