JESÚS Y LOS JÓVENES
(2ª Sesión)
Palabras de bienvenida
La juventud, actualmente ha estado enfrentándose a
una gran lucha de constantes cambios, y nuevos
retos, derivados de la globalización. Sobre todo, en
un mundo tan apresurado, inmerso en el
materialismo y hedonismo, ofreciendo una felicidad
engañosa; olvidándose de Dios y de su maravillosa
promesa de darnos vida perdurable y dicha plena.
Animemos a los jóvenes a no perder esa esencia de
su existir, a ser portadores de la Palabra de Cristo.
Principalmente en la Eucaristía que alimenta, da
valor, fortalece y vitaliza, aumentando la
espiritualidad.
Canto “Cristo Horizonte Del Joven”
Recordar el nombre y objetivo del tema.
Lectio Divina
1º Pedro 5, 5-8
Vivencia del Tema-Palabra
Sal 119,9
Tito 2, 6-8
Mt 19, 16-22
Desde la Palabra de Dios, ¿Cómo ilumina esta
catequesis mi vida?
¿En lo afectivo?
¿Familiar?
¿Social?
¿Apostólico?
¿A qué me invita esta catequesis a partir de hoy?
Oración unos por otros
Señor, ante tu presencia amorosa, los jóvenes y en
general todos los hombres y mujeres de fe, aquí
reunidos, te pedimos bendigas nuestra juventud.
Ayúdales a ser siempre nuevos. Asístelos con la
fuerza de tu Espíritu para que reestrenen la vida
recibida de ti y por ti la hagan siempre buena.
Dales un recto pensar y un actuar acorde.
Abre los ojos, los oídos y el corazón de cada joven
para que todos vivan en paz, con la conciencia
limpia de mancha, aceptando las penas y los
sinsabores de la vida. Dales fortaleza para seguir
transformando nuestro mundo, dales una vida nueva
cargada de amor y amistad. Concédeles ser tus
amigos y hacerte muchos amigos más.
Da tu amor y tu gracia que le ayude a sembrar cosas
nuevas, pero dales también la esperanza de cosechar
el futuro y gozar lo sembrado. Concédeles ser
felices con lo que son y tienen, sin dejar nunca de
ser mejores que el día de ayer.
Déjalos, Jesús Eucaristía, sentirse tus hermanos y
amigos. Dales Señor, el sentirse por ti y en ti,
siempre llamados a vivir contentos su destino y sus
años mozos, sabiendo que al final del caminar te
encontrarán, como todos nosotros a ti, con los
brazos abiertos para recibirnos.
Amén