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Irene Castells. La revolución francesa jacobinos y jacobinismos.

1789 origen jacobinismo europeo del que surgieron modelos políticos y referencias ideológicas de toda la historia
contemporánea.

Hasta el año II de la revolución (1793-94) los jacobinos se denominaban a si mismos patriotas y o republicanos.

Convencion jacobina, se les empezó a identificar con los partidarios del gobierno revolucionario forjándose el concepto
de jacobinos y jacobinismos que la historiografía ha perpetuado hasta la actualidad.

Desde 1794 se produce un uso y abuso del termino, identificándolos con anarquistas, terroristas o sanguinarios y
atribuyéndole el giro inhumano que había tomado la revolución desde el terror.

La montaña era la representación parlamentaria de los jacobinos, pero la originalidad d ela misma fue su
heterogeneidad política del grupo como demostraron sus divisiones. Por ello hay que entender la diversidad política de
los jacobinos. Al grupo de la montaña y jacobinistas se los denomina robespierristas, y fueron importantes en tanto los
únicos capaces de teorizar y formular un proyecto de sociedad coherente y de dar soluciones a las necesidades que iban
surgiendo con la radicalización de la revolución, dando impulso revolucionario. Pero también hay un aporte fundamental
del grupo de los cordeleros. No todos los diputados de la montaña eran jacobinos. El jacobinismo robespierrista fue
evolucionando desde 1789 y es en este donde se encuentran las máximas expresiones de la corriente jacobina que
aspiraba en su lucha contra el absolutismo crear una sociedad fundada sobre la libertad y la igualdad. Se puede
considerar jacobinismo a la estructura asociativa de clubs y sociedades populares que se fue creando desde 1789,
generadora de una opinión publica crecientemente democrática y republicana. A pesar de matizaciones, sigue siendo
apropiada la definición gramsciana al considerarlo como la primera manifestación histórica de la política como ciencia
autónoma apostando a la regeneración de las sociedades, el mensaje utópico y el contenido moral de la política. El
objetivo del terror no era solo táctico sino altamente filosófico: la regeneración de la humanidad, una forma de hacer y
entender a la política que no ha perdido vigencia.

El jacobinismo se inserta plenamente en la historia del liberalismo, entendiendo este como una doctrina que considera
al individuo como fin y al estado como un medio. Liberalismo político que no se identifica con lo económico ni con la
burguesía.

Michelet utilizo por primera vez la terminología maquinaria jacobina para definir a las red de sociedades y clubs
jacobinos asociado al club madre de parís, recogiendo estudios que hablaban de un aparato partidario de instrumento
unido por el ejercicio del terror. Elabora una cronología del fenómeno jacobino (años fundadores 1789-1791) una
segunda etapa mas girondina y una tercera después de la ejecución del rey en 1793 dominado por el jacobinismo
coercitivo de los robespierristas).

En versalles durante la reunión de los estados generales surgio la primera sociedad política que prefiguro el club de los
jacobinos. Los diputados del tercer estado fundaron el club breton el 30 de abril de 1789 tras el rechazo de su
participación. Alli anunciaron las orientaciones de los futuros jacobinos: luchar contra los privilegios, reagrupar a los
patriotas sobre una base nacional, respetar la soberanía mediante correspondencia entre los diputados y sus
mandatarios. En octubre al trasladarse la corte a parís se reunieron en la sala de la biblioteca del convento de los
jacobinos. Aquí la asociación no tenia ya el carácter de la sociabilidad del siglo XVIII: no era ni un salón ni un club
literario sino que su motivación principal era directamente política.

Diputados de las provincias solicitaron establecer clubes parecidos pero no como un conjunto homogéneo controlado
por los jacobinos del año II como vio tradicionalmente la historiografía. Sino que el mecanismo de afiliación y
correspondencia fue voluntario, creándose relaciones multiples. No es una organización política dirigente, implantada a
nivel nacional y con un programa de gobierno para la conquista del poder, sino una red de sociedades afiliadas con
corresponsales. Sociabilidad política revolucionaria no un partido, anacrónico.

9 de Thermidor. El gran club jacobino se disolvió el 12 de noviembre de 1794 y el jacobinismo histórico murió.

Del tronco común de la ilustración partieron a la vez, en los 10 años de lucha revolucionaria, una corriente liberal y una
revolucionaria. Pero esta fractura no era real en sus orígenes: la lectura liberal contrapuesta a la jacobina de la
revolución fue una creación de la historiografía del siglo XIX. A suvez, la revolución invento a la ilustración en el sentido
de haber logrado trasformar una herencia ideologica plural en practicas políticas diferentes. Asi surgieron distintas
lecturas de rosseau como la aristocrática, liberal, girondina y jacobina.

La corriente liberal se distingue de rosseau y las utopías sociales. El primero porque considera que la naturaleza del
hombre no se realiza por completo en el estado de naturaleza sino en y mediante la sociedad. El hombre cuando ingresa
a la sociedad renuncia a sus derechos naturales y es la voluntad general del pueblo soberano, expresada mediante la ley,
la que garantiza a todos la seguridad y libertad. En cambio para la teoría liberal de los derechos naturales del hombre, la
sociedad política es un perfeccionamiento del estado de naturaleza y la ley esta para proteger los derechos naturales y
el de transferir el poder en manos de un soberano o cuerpo político, siendo un doble contrato. El propósito de rosseau
no era separar al pueblo del gobierno, defendiendo la democracia directa y no la representatividad. La clase política
revolucionaria llego a 1789 provista de una cultura política común caracterizada por una concepción de la historia
dominada por la teoría de los derechos naturales y por una concepción de la soberanía muy influida por el concepto de
voluntad general rosseauniana. Y los principios constituyentes del derecho natural son la libertad y la igualdad. Con la
declaración de los derechos del hombre y el ciudadano se crea una teoría política nueva que no se reducia al
legicentrismo sino que permitia a los protagonistas de las luchas revolucionarias ampliar sus reivindicaciones en nombre
de los derechos naturales, como efectivamente ocurrio.

Desde 1789 hubo 2 desarrollos del liberalismo humanista del siglo XVIII: uno el que acabara dominando desde 1795 que
define el carácter burgues de la revolucion al anteponer el liberalismo económico a la libertad política, y otro que recoge
la práctica no burguesa de la revolución, que incluye al movimiento jacobino, las reivindicaciones populares y del
campesinado.

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