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SOBRE LA MUERTE FISICA DE JESUCRISTO

por William Edwards ; Wesley Gabel ; Floyd Hosmer - (traducción : Luis Simpson)

Jesús de Nazaret pasó por el juicio judío y el romano, fue azotado y sentenciado a muerte por
crucifixión. La flagelación produjo laceraciones en forma de rayas y considerable pérdida de
sangre, y probablemente contribuyó al shock hipovolémico, como se evidencia por el hecho de
que Jesús estaba demasiado débil para cargar la cruz (patíbulum) hasta el Gólgota. En el lugar de
la crucifixión, sus muñecas fueron clavadas al patíbulum, y, luego que el patíbulum fuera alzado
hasta el poste (estípite), sus pies fueron clavados al estípite.

El mayor efecto patológico de la crucifixión era la interferencia con la respiración. Así la


muerte
resultaba básicamente de shock hipo-volémico y asfixia. La muerte de Jesús fue asegurada por
una
punzada de lanza en su costado. La interpretación médica moderna del evento histórico indica
que
Jesús estaba muerto cuando fue bajado de la cruz.

La vida y enseñanzas de Jesús de Nazaret han formado la base para una de las principales
religiones mundiales (el cristianismo), han influido apreciablemente en el curso de la historia de
la humanidad, y, en virtud de una actitud compasiva hacia los enfermos, también han contribuido
al desarrollo de la medicina moderna. La eminencia de Jesús como figura histórica así como el
sufrimiento y la controversia asociados con su muerte, nos han estimulado a investigar, de
manera interdisciplinaria, las circunstancias que rodearon su crucifixión. En este tenor, es
nuestra intención presentar, no un tratado teológico, sino más bien un recuento médico e
histórico preciso de la muerte física de Jesús.

FUENTES

El material de referencia relativo a la muerte de Cristo se compone de un cuerpo de literatura


y no de un cuerpo físico o sus restos. En este tenor, la credibilidad de cualquier discusión sobre
la muerte de Jesús será determinada básicamente por la credibilidad de las fuentes. Para este
repaso, el material de referencia incluye los escritos de antiguos cristianos así como autores no
cristianos, los escritos de autores modernos y el Sudario de Turín. Utilizando el método
histórico-legal de investigación científica, los eruditos han establecido la confiabilidad y
precisión de los manuscritos antiguos.

Las descripciones más extensas y detalladas de la vida y muerte de Jesús han de ser
encontradas en los evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Los otros 23 libros del Nuevo
Testamento soportan pero no amplían los detallados registros de los evangelios. Algunos autores
contemporáneos cristianos, judíos y romanos proveen información adicional sobre los sistemas
legales judíos y romanos del Ier siglo así como detalles sobre flagelación y crucifixión. Seneca,
Livy, Plutarco y otros se refieren a las prácticas de la crucifixión en sus trabajos.

GETSEMANI

Luego que Jesús y sus discípulos celebraron la Pascua en el aposento alto de una casa ubicada
en el suroeste de Jerusalén, viajaron al Monte de los Olivos, al noreste de la ciudad. (Debido a
varios ajustes del calendario, los años del nacimiento y la muerte de Jesús permanecen
controversiales. Sin embargo, es muy probable que Jesús naciera en el 4 o el 6 AD y que muriera
en el 30 DC. Durante la celebración de la Pascua en el 30 DC, la Ultima Cena se habría
observado el jueves 6 de abril [Nisan 13], y Jesús habría sido crucificado el viernes 7 de abril
[Nisan 14].) En el cercano Getsemaní, Jesús, aparentemente sabiendo que el tiempo de su muerte
se acercaba, sufrió una enorme angustia mental, y, como describe el médico Lucas, su sudor se
volvió como gotas de sangre.

Aunque es un fenómeno muy raro, el sudor sangriento (hematidrosis o hemohidrosis) podría


ocurrir en altos estados emocionales o en personas con desórdenes sanguíneos. Como resultado
de hemorragias en las glándulas sudoríficas, la piel se vuelve frágil y tierna. La descripción de
Lucas
soporta el diagnóstico de homatidrosis en lugar de cromidrosis ecrina (sudoración amarillenta-
verdosa o marrón) o estigmatización (sangre brotando de las palmas de las manos u otro lugar).
Aunque algunos autores sugieren que la hematidrosis producía hipovolemia, concordamos con
Bucklin que la pérdida real de sangre que experimentó Jesús fue mínima. Sin embargo, en el aire
frío de la noche pudo haber producido escalofríos.LOS JUICIOS

Juicios Judíos

Poco después de la medianoche, Jesús fue arrestado en Getsemaní por los guardias del templo,
y fue llevado primeramente ante Anas y luego ante Caifás, el sumo sacerdote judío ese año.
Entre la una de la mañana y el amanecer, Jesús fue juzgado ante Caifás y el Sanhedrín político, y
fue hallado culpable de blasfemia. Luego los guardias lo vendaron, le escupieron, y le pegaron
en el rostro con sus puños. Poco después del amanecer, presumiblemente en el templo, Jesús fue
juzgado ante el Sanhedrín religioso (fariseos y saduceos), y de nuevo fue hallado culpable de
blasfemia, un crimen castigable con la muerte.

Juicios Romanos

Debido a que el permiso para una ejecución tenía que provenir de los romanos gobernantes,
Jesús fue llevado temprano en la mañana por los guardias del templo al Pretorio de la Fortaleza
Antonia, residencia y asiento de gobierno de Poncio Pilato, el procurador de Judea. Sin embargo,
Jesús fue presentado a Pilato, no como un blasfemo, sino como un rey autoproclamado que
rechazaría la autoridad romana. Pilato no presentó ningún cargo contra El y lo envió a Herodes
Antipas, tetrarca de Judea. Herodes tampoco presentó ninguna acusación oficial y lo devolvió a
Pilato. De nuevo Pilato no pudo encontrar base alguna para un cargo legal contra Jesús, pero la
gente demandaba la crucifixión con persistencia. Pilato finalmente cedió a su demanda y entregó
a Jesús para ser flagelado y crucificado.

La Salud de Jesús

Los rigores del ministerio de Jesús (esto es, sus viajes a pie a través de la Palestina) habrían
excluido cualquier enfermedad física de importancia o una constitución débil. En este sentido, es
razonable suponer que Jesús gozaba de buen estado de salud antes de su caminata a Getsemaní.
Sin embargo, durante las 12 horas entre las 9 pm del jueves y las 9 am del viernes, El sufrió una
enorme tensión emocional (como se evidencia por la hematidrosis), abandono de sus más
cercanos amigos (los discípulos) y el castigo físico (luego del primer juicio judío). Además de
esto, en el escenario de una noche traumática y desvelada, El había sido obligado a caminar más
de 4 kilómetros de uno a otro local donde se celebraron los juicios. Estos factores físicos y
emocionales podrían haber dejado a Jesús particularmente vulnerable a los efectos adversos y
hemodinámicos de la flagelación.

FLAGELACIÓN

Prácticas de Flagelación

La flagelación era un preliminar legal para toda ejecución romana, y solo las mujeres, los
senadores romanos y los soldados (con excepción de casos de deserción) estaban exentos. El
instrumento usual era un azote corto (flagrum o flagellum) con varias tiras de cuero sencillas o
entrelazadas, de diferente longitud, en las cuales se ataban pequeñas bolas de hierro o trocitos de
huesos de ovejas a varios intervalos. Ocasionalmente se utilizaban barrotes. Para la flagelación,
el hombre era desnudado, y sus manos eran atadas a un poste. Las espaldas, las nalgas y las
piernas eran azotadas, bien sea por dos soldados o por uno que alternaba la posición. La
severidad de la flagelación dependía de la disposición de los verdugos y su objetivo era debilitar
a la víctima a un estado próximo al colapso o la muerte. Después de la flagelación, los soldados
solían burlarse de sus víctimas.

Aspectos Médicos de la Flagelación

Cuando los soldados azotaban repetidamente y con todas sus fuerzas las espaldas de su
víctima, las bolas de hierro causaban profundas contusiones, y las tiras de cuero y huesos
desgarraban la piel y el tejido subcutáneo. Al continuar los azotes, las laceraciones cortaban
hasta los músculos, produciendo tiras sangrientas de carne desgarrada. El dolor y la pérdida de
sangre usualmente creaban las condiciones para un shock circulatorio. La cantidad de sangre
perdida podía muy bien determinar cuánto tiempo sobreviviría la víctima en la cruz.

La Flagelación de Jesús

Jesús fue severamente azotado en el pretorio. (Aunque la severidad de la flagelación no se


describe en los cuatro evangelios, queda implícita en una de las epístolas [1 Ped 2:24]. Un
estudio detallado del antiguo texto griego indica que la flagelación de Jesús fue particularmente
fuerte.) No se sabe si el número de azotes se limitaba a 39, de acuerdo a la ley judía. A este
hombre debilitado que reclamaba ser rey, los soldados comenzaron a escarnecer colocando una
túnica sobre sus hombros, una corona de espinas sobre su cabeza, y un palo como cetro en su
mano derecha. A seguidas le escupían y le golpeaban en la cabeza. Más aun, cuando le
arrebataron la túnica, probablemente reabrieron las heridas.

La flagelación severa, con su intenso dolor y apreciable pérdida de sangre, probablemente


dejaron a Jesús en un estado casi de shock. Más aun, la hermatidrosis había dejado su piel muy
sensible. El abuso físico y mental descargado por los judíos y los romanos, así como la falta de
alimentos, agua ydescanso, también contribuyeron a su estado general de debilidad. Por tanto,
aún antes de la crucifixión, la condición física de Jesús era por lo menos seria si no crítica.

LA CRUCIFIXION

Prácticas de Crucifixión

La crucifixión probablemente comenzó entre los persas. Alejandro el Grande introdujo la


práctica en Egipto y Cartagena, y parece ser que los romanos aprendieron de ella de los
cartaginenses. A pesar de que los romanos no inventaron la crucifixión, la perfeccionaron como
forma de castigo y tortura diseñada para producir una muerte lenta con máximo dolor y
sufrimiento. Fue uno de los métodos de ejecución más crueles y degradantes, y se reservaba
únicamente para esclavos, extranjeros, revolucionarios y los más viles criminales. La ley romana
usualmente protegía a los ciudadanos romanos de la ejecución, con excepción tal vez de los
soldados desertores.

En su forma inicial en Persia, la víctima era atada a un árbol o a un poste, usualmente para
evitar que sus pies tocaran tierra santa. Luego se comenzó a usar una verdadera cruz. Esta se
caracterizaba por un poste (estípite) y un travesaño (patíbulum), y tenía algunas variaciones. A
pesar de que las evidencias arqueológicas e históricas indican fuertemente que la cruz baja tipo
Tau era preferida por los romanos en la Palestina en el tiempo de Jesús, las prácticas de
crucifixión variaban frecuentemente en una región geológica particular y de acuerdo con la
imaginación de los verdugos, y la cruz Latina y otras formas pudieron haber sido usadas.

Se acostumbraba obligar al hombre condenado a cargar su propia cruz desde el poste de


flagelación al lugar de la crucifixión fuera de los muros de la ciudad. Este usualmente iba
desnudo, a menos que fuera prohibido por las costumbres locales. Debido a que la cruz pesaba
más de 300 libras (136 kilos), solo se llevaba el travesaño. El patíbulum, que pesaba entre 75 y
125 libras (34 a 57 kilos), era colocada sobre la nuca de la víctima y se balanceaba sobre sus dos
hombros. Usualmente se ataban los brazos extendidos al travesaño. La procesión al lugar de la
crucifixión era precedida por una guardia romana completa, comandada por un centurión. Uno
de los soldados cargaba un letrero (titulus) en el cual se exhibía el nombre y el crimen del
condenado. Más adelante el titulus sería colocado sobre la cruz. El guardia romana no dejaría a
la víctima hasta estar segura de su muerte.

Fuera de los muros de la ciudad estaban localizados, de manera permanente, los pesados
estípites de madera sobre las cuales se asegurarían los patíbulum. En el caso de la cruz tipo Tau,
esto se lograba mediante una junta de muesca y espiga, con o sin refuerzo de sogas. Para
prolongar el proceso de crucifixión, un travesaño o viga horizontal frecuentemente se fijaba a
mitad del estípite, sirviendo así como asiento (sedile o sedulum). Solo raras veces, y
probablemente luego del tiempo de Cristo, se empleó un bloque de madera adicional
(suppedaneum) para la transfixión de los pies.

En el lugar de la ejecución, por ley se le daba a la víctima un trago amargo de vino mezclado
con
mirra como leve analgésico. El criminal era luego tirado al suelo sobre sus espaldas, con sus
brazos
extendidos a lo largo del patíbulum. Las manos podían ser clavadas o amarradas al travesaño,
pero el clavado era preferido por los romanos. Los restos arqueológicos de un cuerpo
crucificado,
encontrados en un osario cerca de Jerusalén y fechados para el tiempo de Cristo, indican que los
clavos pinchos de hierro de punta agudizada de aproximadamente 5 a 7 pulgadas (13 a 18
centímetros) de longitud con sección cuadrada de 3/8 pulgadas (1 centímetro). Más aun, los
descubrimientos de osarios y el Sudario de Turin han documentado que comúnmente los clavos
atravesaban las muñecas en vez de las palmas de las manos.

Luego de fijar los brazos al travesaño, el patíbulum y la víctima eran levantados juntos al
estípite. En una cruz bajita, cuatro soldados podían lograr esto con relativa facilidad. Sin
embargo, en una cruz alta, los soldados utilizaban ganchos de madera o escaleras.

A seguidas de esto, los pies eran fijados a la cruz por medio de clavos o sogas. Los
descubrimientos de osarios y el Sudario de Turin sugieren que el clavado era la práctica
preferida por los romanos. A pesar de que los pies podían ser fijados a los lados del estípite o al
descanso de madera (suppedaneum), usualmente eran clavados en el lado frontal. Para lograr
esto, habría sido necesario flexionar las rodillas, y las piernas dobladas podían ser rotadas
lateralmente.

Cuando se completaba el clavado, el títulus era fijado a la cruz, por clavos o cordones, sobre
de la cabeza de la víctima. Los soldados y los espectadores a menudo hacían burla y escarnio al
condenado; y los soldados acostumbraban a dividirse las ropas entre sí. El lapso de
supervivencia
generalmente fluctuaba desde tres a cuatro horas hasta tres o cuatro días, y parecía inversamente
proporcional a la severidad del flagelo. Sin embargo, aun cuando la flagelación pudiera haber
sido
leve, los soldados romanos podían apresurar la muerte al partirle las piernas debajo de las
rodillas
(crurifragium o skelokopia).

Era común que insectos se aposaran y se metieran dentro de las heridas abiertas o los ojos,
oídos y nariz de la víctima moribunda, y que las aves de rapiña desgarrarían las carnes en esos
lugares. Más aun, era costumbre dejar los cadáveres colgados de la cruz para ser devorados por
animales salvajes. Sin embargo, según la ley romana, la familia del condenado podía tomar el
cuerpo para ser enterrado, luego de obtener permiso del juez romano.

Como no se suponía que nadie sobreviviera la crucifixión, el cuerpo no era entregado a la


familia
hasta que los soldados romanos estuvieran seguros de que la víctima estaba muerta. Se
acostumbraba que uno de los guardas romanos clavara el cuerpo con una espada o lanza.
Tradicionalmente esto se había considerado como una herida de lanza al corazón a través del
lado
derecho del pecho -una herida fatal enseñada a la mayoría de los soldados. El Sudario de Turín
documenta esta forma de herida. Más aun, la lanza estándar de infantería, de unos 5 a 6 pies (1.5
a
1.8 Mts) de longitud, podía fácilmente alcanzar el pecho de un hombre crucificado en la
acostumbrada cruz baja.

Aspectos Médicos de la Crucifixión

Con conocimientos de anatomía y de prácticas antiguas de crucifixión, uno podría reconstruir


los
aspectos médicos probables de esta forma de ejecución. Cada herida tenía la intención de
producir
intensa agonía y las causas que contribuían a la muerte eran múltiples.

La flagelación antes de la crucifixión servía para debilitar al hombre condenado, y, si la


pérdida de sangre era considerable, producir hipertensión ortostática y aún shock hipovolémico.
Cuando la
víctima era lanzada al suelo sobre sus espaldas, las heridas del azote se reabrirían y se
contaminarían con lodo. Más aun, con cada respiración, las dolorosas heridas de las espaldas
rozarían contra la tosca madera del estípite. Como resultado de esto, la pérdida de sangre de las
espaldas continuaría probablemente durante la crucifixión.

Con brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas al patíbulum. Se ha
demostrado que los ligamentos y huesos de la muñeca pueden soportar el peso de un cuerpo
colgando de ellos, pero no las palmas de las manos. De esta forma, los clavos eran
probablemente clavados entre el radius y los carpales o entre las dos hileras de huesos carpales,
ya sea cerca o a través del fuerte flexor retinaculum y los varios ligamentos intercarpales. A
pesar de que un clavo en cualquiera de los dos sitios en la muñeca podría pasar entre los
elementos óseos y así no producir fractura alguna, la posibilidad de una herida periósea dolorosa
es grande. Más aun, el clavo penetrado destruiría el largo nervio sensorial motor. La afección de
este nervio produciría tremendas descargas de dolor en ambos brazos. Aunque la laceración del
nervio resultaría en parálisis parcial de la mano, las contracciones isquémicas y el empalamiento
de varios ligamentos por los clavos podría provocar fuertes contracciones de la mano.

Comúnmente, los pies eran fijados al frente del estípite por medio de un clavo de hierro
clavado a través del primer o segundo espacio intermetatarso, justo al lado de la junta
tarsometatarso. Es
probable que el profundo nervio peroneo y ramificaciones de los nervios medianos y laterales de
la
planta serían heridos por el clavo. A pesar de que la flagelación producía considerable pérdida de

sangre, la crucifixión por sí misma era un procedimiento poco sangriento, ya que ninguna de las
arterias principales, excepto tal vez la del arco de la planta, pasaban a través de los sitios
anatómicos favoritos de la transfixión.

El efecto principal de la crucifixión, aparte del tremendo dolor, era la marcada interferencia
con la respiración normal, particularmente con la exhalación. El peso del cuerpo, jalando hacia
abajo por los brazos y hombros extendidos, tendía a fijar los músculos intercostales en un estado
de inhalación y por consiguiente afectando la exhalación pasiva. De esta manera, la exhalación
era primariamente diafragmática, y la respiración muy leve. Es probable que esta forma de
respiración no sería suficiente y que pronto se produciría la hipercarbia. El desarrollo de
calambres musculares o contracciones tetánicas, debido a la fatiga y la hipercarbia, afectarían
aun más la respiración.

Una exhalación adecuada requería que se incorporara el cuerpo empujándolo hacia arriba con
los pies y flexionando los codos y aductando los hombros. Sin embargo, esta maniobra colocaría
el peso total del cuerpo en los tarsales y causaría tremendo dolor. Más aun, la flexión de los
codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro, y provocaría enorme
dolor a través de los nervios lacerados. El levantar el cuerpo rasparía dolorosamente las espaldas
contra el estípite. Los calambre musculares y la parestesia de los brazos abiertos y doblados
agregarían al malestar. Como resultado de esto, cada esfuerzo de respiración se volvería
agonizante y fatigoso, y eventualmente llevarían a la asfixia.

La causa real de muerte por crucifixión era multifactorial y variaba en cada caso, pero las dos
causas más prominentes eran probablemente el shock hipovolémico y asfixia por agotamiento.
Otros factores contribuyentes incluían la deshidratación, arritmia causada por tensión, y paro
cardíaco causado por congestión con rápida acumulación de efusiones pericardias o pleurales. La
crucifractura (quebrando las piernas debajo de las rodillas), si se ejecutaba, resultaba en muerte
por asfixia en pocos minutos. La muerte por crucifixión era, en todo el sentido de la palabra,
intolerable.

La Crucifixión de Jesús

Cerca de las 9 am, luego de la flagelación y el escarnio, los soldados romanos volvieron a
poner las ropas a Jesús y le llevaron a El y a los dos ladrones para ser crucificados.
Aparentemente Jesús
estaba tan debilitado por la flagelación que no podía cargar el patíbulum desde el pretorio al
lugar de la crucifixión, a un tercio de milla (600 a 650 metros) de distancia. Simón de Cirene fue
llamado a cargar la cruz de Cristo, y el procesional se dirigió al Gólgota (o Calvario), un lugar
establecido para crucifixión.

Una vez allí, se le removió la ropa a Jesús, con excepción de un taparrabo de lino, de esta
manera reabriéndole las heridas de azote. Luego se le ofreció un trago de vino mezclado con
hiel, pero, luego de probarlo, lo rechazó y no quiso beber. Finalmente Jesús y los dos ladrones
fueron crucificados. A pesar de que se hacen referencias bíblicas de clavos en las manos, estas
no contradicen las evidencias arqueológicas de heridas de muñecas, ya que los antiguos solían
considerar la muñeca como parte de la mano. El títulus fue colocado sobre la cabeza de Jesús.
No esta muy claro si Jesús fue crucificado en una cruz tipo Tau o en una cruz latina; los
descubrimientos arqueológicos favorecen la última, y la antigua tradición la primera. El hecho de
que a Jesús más tarde se le ofreció un trago de vinagre en una esponja colocada en una vara de
una planta de hisopo (unas 20 pulgadas o 50 cms de largo), fuertemente sugieren que Jesús fue
crucificado en una cruz baja.

Los asistentes civiles escarnecían a Jesús durante la crucifixión, y los soldados echaron suertes
sobre sus ropas. Cristo habló siete veces desde la cruz. Debido a que el habla ocurre durante la
exhalación, estas frases cortas deben haber sido particularmente difíciles y dolorosas. A eso de
las 3 pm del viernes, Jesús clamó a gran voz, inclinó la cabeza y murió. Tanto los soldados como
los testigos presentes reconocieron el momento de su muerte.

Como los judíos no querían que los cuerpos permanecieran en la cruz después del atardecer, el

comienzo del día de reposo, pidieron a Poncio Pilato que adelantara la muerte de los tres
crucificados. Los soldados quebraron las piernas de los dos ladrones, pero cuando se acercaron a
Jesús y vieron que ya estaba muerto, no le partieron las piernas. En lugar de esto, uno de los
soldados le atravesó el costado, probablemente con una lanza de infantería, lo cual produjo un
flujo
repentino de sangre y agua. Más tarde, ese mismo día, el cuerpo de Jesús fue bajado de la cruz y
colocado en una tumba.

LA MUERTE DE JESUS

Dos aspectos de la muerte de Jesús han sido causa de una gran controversia. Uno es la
naturaleza de la herida en el costado, y el otro es la causa de muerte luego de solo varias horas en
la cruz.

El evangelio de Juan describe la herida en el costado de Jesús y enfatiza la súbita efusión de


sangre y agua. Algunos autores han interpretado la efusión de esta agua como ascites u orina, de
una perforación de la vejiga a nivel abdominal medio. Sin embargo, el término griego (pleura)
usado por Juan claramente denota lateralidad y frecuentemente implica las costillas. Por tanto,
parece probable que la herida fue en el torax y muy distante a la línea media abdominal.

A pesar de que el lado donde se produjo la herida no fue indicado por Juan, tradicionalmente
se ha mostrado en el lado derecho. En apoyo a esta tradición esta el hecho de que una gran
efusión de sangre es más viable con una perforación del atrium o ventrículo derecho distendido.
A pesar de que el lado de la herida nunca podrá ser establecido con seguridad, el derecho es más
probable que el izquierdo.

El escepticismo en aceptar la descripción de Juan ha surgido por la dificultad de explicar, con


precisión médica, la efusión tanto de sangre como de agua. Parte de esta dificultad se crea al
asumir que la sangre apareció primero, y luego el agua. Sin embargo, en el griego antiguo, el
orden de las palabras generalmente denotaba prominencia y no necesariamente secuencia en el
tiempo. Por tanto, parece probable que Juan estaba enfatizando la prominencia de la sangre en
lugar de su aparición antes del agua.

Por consiguiente, el agua probablemente representaba fluido pleural y pericardial, y habría


precedido la efusión de sangre, siendo también menor en volumen que esta. Tal vez, en la
generación de la hipovolemia y el inminente paro cardíaco, se habrían desarrollado efusiones
pleurales y pericardias y habrían agregado al volumen del agua aparente. La sangre, por
contraste, podría haberse originado del atrium o ventrículo derecho, o tal vez del
hemopericardium.

La muerte de Jesús luego de solo tres a seis horas en la cruz sorprendió hasta Poncio Pilato. El
hecho de que Jesús clamara a gran voz y luego inclinara la cabeza y muriera sugiere la
posibilidad de un evento catastrófico terminal. Una explicación popular es que Jesús murió de
ruptura cardíaca. En el escenario de la flagelación y la crucifixión, con estados asociados de
hipovolemia, hipoxemia y un estado coagulable alterado, se habrían formado vegetaciones
trombótica no infectivas en la válvula aórtica o mitral. Estas podrían haberse filtrado por la
circulación coronaria, produciendo así una aguda infarción transmural del miocardio. Aunque
poco común, podría haber ocurrido una ruptura de la pared libre ventricular en las primeras
horas luego de la infarción.

Sin embargo, hay otra explicación más probable. La muerte de Jesús pudo haberse precipitado

sencillamente por su estado de agotamiento y por la severidad de la flagelación, con su


consecuente pérdida de sangre y estado preshock. El hecho de que El no pudo cargar su
patíbulum apoya esta interpretación. La causa real de la muerte de Jesús, así como la de otras
víctimas de crucifixión, pudo haber sido multifactorial y relacionada primariamente a shock
hipovolémico, asfixia por agotamiento, y agudo paro cardíaco. Una arritmia cardíaca fatal pudo
haber sido la causa del evento catastrófico terminal.

Por tanto, no se puede dejar por sentado si Jesús murió de ruptura cardíaca o falla
cardiorespiratoria. Sin embargo, el hecho a resaltar no es cómo El murió, sino si murió. Esta
claro que el peso de las evidencias históricas y médicas indican que Jesús estaba muerto antes de
producirle la herida en su costado, y soporta el punto de vista tradicional que la lanza clavada
entre sus costillas derechas, perforó no solo el pulmón derecho sino también el pericardio y el
corazón, asegurando así su muerte. Por consiguiente, las interpretaciones basadas en la
suposición de que Jesús no murió en la cruz parecen estar en contraposición con los
conocimientos médicos modernos.

La Muerte De Cristo Y Sus I.


Consecuencias

IMPUTACIÓN

Ro 4:8 “Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado”

1. La definición de imputación: La imputación es la acción de una persona de agregar


algo bueno o malo a la cuenta de otra persona.

2. Tipos de imputación. En la Biblia hay tres imputaciones teológicas principales:

a. La imputación del pecado de Adán a la raza humana Ro 5:12 “Por tanto, como el
pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó
a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”

A primera vista esta primera imputación parece totalmente injusta ¿Por qué debería
imputárseme a mí el pecado de Adán cuando ocurrió en una parte remota del mundo
miles de años antes de que yo naciera? Si la historia terminara ahí podría ser injusta,
pero ahí no termina.
b. La imputación del pecado de la raza a Cristo. (Is 53:5 “Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él,
y por su llaga fuimos nosotros curados)”
La primera imputación fue involuntaria (ningún ser humano aceptaría voluntariamente la
culpa de Adán), pero la segunda imputación se efectuó en un voluntario completamente
dispuesto.

c. La imputación de la justicia de Dios al pecador creyente. Fil 3:7 – 9 “Pero cuantas


cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo 8 Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo
por basura, para ganar a Cristo”
Esta imputación, como la segunda, debe ser voluntaria. Dios no le impone la justicia de
Cristo a nadie.

3. Ejemplos de la imputación.
1. a. Abraham Stg 2:23 ”Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a
Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios”
2. David Ro 4:6 – 8 “Como también David habla de la bienaventuranza del hombre
a quien Dios atribuye justicia sin obras,…”

LECCIÓN VIII

II. REGENERACIÓN (NUEVO NACIMIENTO)


Jn 3:1 – 15

El nuevo nacimiento, junto con el gran amor de Dios (vv 16,17) es la revelación más
importante realizada en toda la historia de la humanidad. Jesús reveló el nuevo
nacimiento.

El nuevo nacimiento es una vida cambiada, una vida totalmente nueva. Una persona
muestra que ha nacido de nuevo:

a. Al realizar actos justos (1 Jn 2:29 “Si sabéis que él es justo, sabed también que todo
el que hace justicia es nacido de él”)
b. Al no practicar el pecado (1 Jn 3:9 “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica
el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios”)

c. Al amar a otros creyentes (1 Jn 4:7 “Amados, amémonos unos a otros; porque el


amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios”)

d. Al conquistar el mundo (1 Jn 5:4 “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al


mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe”)
e. Al cuidarse a sí mismo (1 Jn 5:18 “Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios,
no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno
no le toca”)

f. Al poseer la simiente o la naturaleza divinas (1 Jn 3:9 “Todo aquel que es nacido de


Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede
pecar, porque es nacido de Dios”)

1. (3:3) Es una necesidad, algo imperativo. Hay dos hechos que lo demuestran:

1.1. La firme afirmación: “El que no naciere de nuevo”


1.2. La importancia de las palabras “no puede ver el reino de Dios” ni “entrará” (v
5). Es absolutamente imperativo que una persona nazca de nuevo.

2. (3:4 - 8) Es un nacimiento espiritual. Nicodemo se sintió confundido por las


palabras “nacer de nuevo.” No sabía qué quería decir Jesús. Le pareció que Jesús quería
decir que un hombre debe nacer “una segunda vez.” Jesús le contestó a Nicodemo
haciendo cinco cosas:

2.1. Jesús dio la fuente del nuevo nacimiento. Era el nacimiento del agua y del
Espíritu.

2.2. Jesús repitió la importancia de nacer de nuevo. Cabe advertir que el v.3 dice
“no puede ver” (comprender, experimentar) el reino de Dios; en el v. 5 dice que un
hombre “no puede entrar” (ingresar) en el reino de Dios.

2.3. Jesús habló sobre la naturaleza del nuevo nacimiento. Es espiritual, no físico ni
material. La carne no puede acortar la brecha entre la carne y el espíritu. La carne es sólo
carne; no tiene poder de nacer de nuevo, de convertirse en espíritu

2.4. Jesús volvió a acentuar la absoluta necesidad del nuevo nacimiento “Os es
necesario nacer de nuevo.” Significan un deber, imperativo.

2.5. Jesús ejemplificó el tema describiendo el viento. El Espíritu de Dios obra tal
como el viento. Puede que no sepamos cómo obra el viento, pero podemos ver los
efectos. Lo mismo sucede con el Espíritu de Dios: puede que no sepamos cómo obra,
pero podemos ver los efectos de su obra.

Una persona nace de nuevo espiritualmente:


a. Por medio de agua, y el Espíritu (Jn 3:5 “Respondió Jesús: De cierto, de cierto te
digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”)
b. Por voluntad de Dios (Stg 1:18 “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra
de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas”)

c. Por la simiente incorruptible, y la Palabra de Dios (1 P 1:23 “siendo renacidos, no


de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y
permanece para siempre”)

Por Dios desde lo alto (1 P 1:3 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos”).

Jn 1:12, 13 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio
potestad de ser hechos hijos de Dios 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de
voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”

3. Es una experiencia verdadera, una experiencia definida. El corazón de Nicodemo


era conmovido por lo que Jesús le estaba diciendo, y él quería saber qué quería decir con
“nacer de Nuevo”. Nota: él no lo sabía, pero quería saberlo. 1 Co 2:14

Advierta la gran tragedia de Nicodemo. Él era el maestro de Israel y sin embargo, no


sabía acerca de cosas espirituales. Advierta la firma afirmación de Jesús “Lo que
sabemos… lo que hemos visto”

Ro 8:16 “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios”

4. (Juan 3:11, 12) Es rechazado. Hay dos hechos trágicos aquí


1.1. Están las afirmaciones “no recibís nuestro testimonio” y “no creéis”. Parece
que Nicodemo no creyó ni recibió a Jesús en este momento de su vida. Hizo lo que
tantos otros: rechazó a Jesús

1.2. natural incredulidad del hombre (1 Jn 5:10 “El que cree en el Hijo de Dios,
tiene el testimonio en sí mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no
ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo”)

2. (Juan 3:13) El nuevo nacimiento es revelado solo por Jesús. El dijo dos cosas:
2.1. Él descendió. Sin embargo, Jesucristo era diferente de todos los demás
hombres. Su origen era fuera del cielo, fuera del mundo espiritual y de la dimensión del
ser.
2.2. Él es eterno. “El hijo del Hombre que está en el cielo”

Jn 6:33,38 “Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
38
Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que
me envió”

3. (Juan 3:14,15) El nuevo nacimiento es garantizado por dos acciones

3.1. Primera acción es la muerte de Jesús. Dios los disciplinó enviando feroces
serpientes a modo de plaga. La persona que miraba la serpiente levantada se sanaría.

Jesús dijo que Él debía ser levantado al igual que la serpiente ¿Qué quiso decir? Hay
varias figuras aquí.

a. El pueblo de Israel tenía una gran necesidad

b. La serpiente es un símbolo de lo maldito. Satanás (Gn 3:1 “Pero la serpiente era


astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo
a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”).
Jesucristo destruyó las obras del diablo al ser levantado (He 2:4, 15); por lo tanto la
serpiente colgando simboliza la derrota de Satanás.

Al mirar la maldad vencida. Hoy día el hombre se sana mirando al Hijo del Hombre que
fue levantado en la cruz.

c. Desde el principio, la serpiente era una criatura maldita (Gn 3:14,15 “Y Jehová Dios
dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre
todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días
de tu vida…”). Jesús se convirtió en una maldición para el hombre (Gá 3:13)

3.2. La segunda acción es la fe del hombre en Jesús. El hombre que cree en el Hijo
del hombre levantado
Este tema también incluye las siguientes doctrinas:
 la fe
 arrepentimiento
 conversión
 bautismo en agua en el nombre de Jesucristo
 la obra del espíritu santo
 la comunión

LECCIÓN IX

III. ADOPCIÓN
GÁLATAS 4:5 – 6

La palabra “adopción” significa ocupar el lugar de un hijo. La imagen de la adopción es


una imagen bella de lo que Dios hace por el cristiano. En el mundo antiguo la familia se
basaba en una ley romana llamada ‘patria potestad’, el poder del padre. La ley le daba al
padre autoridad absoluta sobre sus hijos mientras viviera. Podía trabajar, esclavizar,
vender, y sí quería, podía pronunciar la pena de muerte. Independientemente de la edad
adulta del hijo, el padre mantenía todo poder sobre los derechos personales y a la
propiedad.

Por lo tanto, la adopción era un asunto serio. Sin embargo, era de práctica común
asegurar que una familia no se extinguiera por no tener hijos varones. Y cuando se
adoptaba a un niño, se tomaban tres pasos legales:

1. El hijo adoptivo era adoptado permanentemente. No podía ser adoptado hoy y


desheredado mañana. Se convertía en el hijo del padre para siempre. Estaba eternamente
seguro como hijo.

2. El hijo adoptivo inmediatamente tenía todos los derechos de un hijo legítimo en la


misma familia

3. El hijo adoptivo perdía por completo todos los derechos de su antigua familia. Al
hijo adoptivo también se lo consideraba como una nueva persona, tan nueva que las
antiguas deudas y obligaciones relacionadas con su familia anterior eran canceladas y
anuladas como su nunca hubieran existido.

La biblia dice varias cosas sobre la adopción del creyente como un hijo de Dios.
1. La adopción del creyente establece una nueva relación con Dios, para siempre. Él
está eternamente seguro como un hijo de Dios. Pero la nueva relación se establece solo
cuando una persona viene a Cristo a través de la fe. (Gá 3:26 “pues todos sois hijos de
Dios por la fe en Cristo Jesús”)

2. La adopción del creyente establece una nueva relación con Dios como padre. El
creyente tiene todos los derechos y privilegios de un hijo genuino de Dios (Ro 8:16 – 17
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios 17 Y si
hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que
padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”)

3. La adopción del creyente establece una nueva experiencia dinámica con Dios como
padre, un acceso momento tras momento ante su presencia (Ro 8:14 “Porque todos los
que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”)

4. La adopción del creyente le otorga una relación muy especial con otros hijos de
Dios, una relación familiar que lo vincula con los demás en una unión espiritual sin
paralelo. Mt 12:46 – 50

5. La adopción del creyente lo convierte en una persona nueva. El creyente fue


rescatado de la autoridad y poder del mundo y de sus pecados. El creyente es tomado
como un hijo en la familia y autoridad de Dios. La antigua vida con todas sus deudas y
obligaciones es cancelada y borrada (2 Co 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo,
nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”

6. La adopción de creyente y su gozo serán compartidos por toda la creación en una


escala cósmica (Ro 8:21 ”porque también la creación misma será libertada de la
esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios”)

El espíritu adopta al creyente.


Note dos hechos significativos:

1. El Espíritu libera al hombre de un espíritu terrible “el espíritu de esclavitud” Jn 1:12


“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios”; Ro 8:15 “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para
estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual
clamamos: !!Abba, Padre”; 2 Co 6:17 – 18; Is 63:16

2. El Espíritu da acceso a la presencia de Dios. El creyente tiene acceso a la presencia


de Dios porque ha sido adoptado como hijo de Dios. Note que el Espíritu es llamado
“Espíritu de adopción”. Así la adopción es una obra importante del Espíritu Santo que es
llamado “Espíritu de Adopción”

1. Rom 8:16 – 17 Otro poder del Espíritu es el de dar testimonio a nuestro espíritu. Da
testimonio de cuatro verdades gloriosas.

1. El Espíritu Santo da testimonio de que somos hijos de Dios


2. El Espíritu Santo da testimonio de que somos herederos de Dios. Si Dios es
verdaderamente nuestro padre, entonces heredamos lo que Él posee.
3.1. Somos herederos de la vida eterna (Tit 3:7 “para que justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”)

3.2. Somos herederos de la salvación (He 1:14 “¿No son todos espíritus
ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la
salvación?”)

3.3. Somos herederos de la gloria (Ro 8:17; Ef 1:18; Col 1:12 “con gozo dando
gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en
luz”)

3.4. Somos herederos de justicia (He 11:7 “Por la fe Noé, cuando fue advertido por
Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se
salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene
por la fe.”)

3.5. Somos herederos de la gracia de la vida (1 P 3:7 “Vosotros, maridos,


igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil,
y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo”)

ROMANOS 8:17
Herencia
El creyente es coheredero con Cristo. Esta es una verdad y promesa sorprendente.
Heredaremos todo lo que Dios tiene y todo lo que Cristo es y tiene. Ser coheredero de
Cristo quiere decir por lo menos tres cosas gloriosas:

Significa que compartiremos la naturaleza, posición y responsabilidad de Cristo:

COHEREDEROS POR NATURALEZA

1. La adopción como hijo de Dios (Gá 4:4 – 7; 1 Jn 3:1 “Mirad cuál amor nos ha dado
el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce,
porque no le conoció a él.”)

2. Una naturaleza sin pecado, un ser sin culpa (Fil 2:15 “para que seáis irreprensibles
y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa,
en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”)

3. Vida eterna (Jn 1:4; Jn 10:10 “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir;
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”)
4. Un cuerpo glorioso (Fil 3:21 “el cual transformará el cuerpo de la humillación
nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual
puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”)

5. Gloria, honra y paz eterna (Ro 2:10 “pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo
bueno, al judío primeramente y también al griego”)

6. Descanso eterno y paz (Hch 4:9; Ap 14:13 “Oí una voz que desde el cielo me decía:
Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí,
dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”)
7. Un cuerpo incorruptible (1 Co 9:25 “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene;
ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible”)
8. Un ser justo (2 Ti 4:8 “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la
cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los
que aman su venida”)

COHEREDEROS POR RESPONSABILIDAD

9. La ciudadanía en el reino de Dios. Stg 2:5 “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha
elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino
que ha prometido a los que le aman?”; Mt 25:34

10. Inescrutables riquezas (Ef 3:8 “A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los
santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las
inescrutables riquezas de Cristo”)
11. La posición de un rey (Ap 1:5 “y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los
muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros
pecados con su sangre”; 5:10)

12. La posición de un sacerdote (Ap 20:6 “ 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en
la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que
serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”)
13. La posición de gloria (1 P 5:4 “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”)

LECCIÓN X

IV. SANTIFICACIÓN

1. Definición: Apartar, separar, consagrar


1.1. Días. Gn 2:3
1.2. Objetos

a. Monte Sinaí. Ex 19:23 “Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte
Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo”

b. Ofrendas Ex 29:27 “Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la


ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de las
consagraciones de Aarón y de sus hijos”

c. Campos Le 27: 22 “Y si dedicare alguno a Jehová la tierra que él compró, que no


era de la tierra de su herencia”

d. Tabernáculo Ex 29:44 “Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar;


santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes”
e. Casas Lev 27:14 “Cuando alguno dedicare su casa consagrándola a Jehová, la
valorará el sacerdote, sea buena o sea mala; según la valorare el sacerdote, así
quedará”

2. Personas. Lv 11:44 “Porque yo soy Jehová vuestro Dios; vosotros por tanto os
santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo; así que no contaminéis vuestras
personas con ningún animal que se arrastre sobre la tierra”
3. Dios a Cristo Jn 10:36 “¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís:
Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?”

4. Cristo se santifico Jn 17:19 “Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que


también ellos sean santificados en la verdad”

5. Los creyentes a Dios 1 P 3:15 “sino santificad a Dios el Señor en vuestros


corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y
reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”
6. Cristo – Iglesia Ef 5:26 “para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento
del agua por la palabra”

2. El contraste de la santificación

Puede ser útil hacer un contraste ahora entre la santificación y la justificación

a. La justificación tiene que ver con nuestra posición, mientras que la santificación
tiene que ver con nuestro estado.
b. La justificación es lo que Dios es lo que Dios hace por nosotros, mientras que la
santificación es lo que Dios hace en nosotros.
c. La justificación es el medio, mientras que la justificación es el fin
d. La justificación declara que somos buenos, mientras que la santificación hace que
seamos buenos.
e. La justificación quita la culpa y la pena por el pecado, mientras que la santificación
controla el crecimiento y el poder del pecado
f. La justificación provee los rieles que conducen al cielo, mientras que la
santificación provee el tren.

3. El logro de la santificación

En Romanos 6, Pablo expone claramente el programa que lleva el proceso del


crecimiento en gracia y madurez espiritual que es la santificación y que dura toda la
vida. El plan incluye cuatro mandatos sencillos.

1.1. Saber (Ro 6:1 - 10)


a. Que hemos sido “sepultados juntamente con él (con Cristo) para muerte por el
bautismo (6:4)” Aquí Pablo dice que Cristo no sólo murió por mí sino en mi lugar. La
palabra “bautismo” sencillamente significa “identificación”. Está identificación con
Cristo en el Calvario es uno de los muchos “bautismos secos” de la Biblia. Otros
incluyen:

El bautismo del pecado y del sufrimiento con que fue bautizado Cristo (Mt 20:22
“Entonces Jesús respondiendo, dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que
yo he de beber, y ser bautizados con el bautismo con que yo soy bautizado? Y ellos le
dijeron: Podemos”)
El bautismo del Espíritu Santo a los creyentes en pentecostés (Hch 1:5)
El bautismo de los creyentes en el cuerpo de Cristo (1 Co 12:13 “Porque por un solo
Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o
libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu”)

El bautismo “por los muertos” (1 Co 15:29)


El bautismo “en Moisés” (1 Co 10:2)
El bautismo del juicio durante la tribulación (Mt 3:11, 12 “Yo a la verdad os bautizo en
agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de
llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego 12 Su aventador
está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja
en fuego que nunca se apagará”)

b. Que hemos sido “plantados juntamente con él en la semejanza de su resurrección”


(6:5). El creyente ha sido pues “transplantado” tres veces:
Al huerto del Edén, donde pecó con Adán
A la cruz, donde murió con Cristo
A la tumba, donde resucitó con Cristo

c. Debido a estos dos hechos, el creyente está:


“Muerto al pecado” (6:2)
“Justificado del pecado” (6:7)
La mujer cancela todas las obligaciones. Aquí la muerte es personificada como un tirano
cruel que impone contribuciones insoportables en sus súbditos. La única forma de
evitarlas es la muerte. Esto vuelve el cuerpo del pecado inactivo e impotente (Ef 4:22 -
24)

1.2. “Considerar” (Ro 6:11,12)


Esto sencillamente significa que por la fe hemos de actuar según estos hechos a pesar de
cualquier sentimiento personal.

1.3. “Someterse” (Ro 6:16 - 23)


a. Hemos de dejar de someter los miembros de nuestro cuerpo como instrumentos de
injusticia

b. Hemos de someter de una vez por todas los miembros de nuestro cuerpo como
instrumentos de justicia.

1.4. “Obedecer”
¿A quién hemos de obedecer?
a. El cristiano ha de obedecer a su nuevo Señor e ignorar al viejo. Sólo podemos servir
a un señor a la vez (Mt 6:24 “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá
al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas”)

b. El cristiano ha de obedecer la forma de doctrina a la cual ha sido entregado.


Originalmente fue salvado al ser vestido en el molde de la salvación. Ahora ha de
obedecer los preceptos de este molde y permitir que forje y forme su nueva vida.
¿Por qué hemos de obedecer?

a. Porque hemos sido liberados del pecado (6:22). Hay tres términos teológicos latinos
que pueden clarificar esta preciosa doctrina:

Pasado: Incapaz de no pecar. Esto se refiere a los creyentes antes de la salvación

Presente: Capaz de no pecar. Esto se refiere a los creyentes después de la salvación.


Ahora tienen el poder de vivir vidas victoriosas.

Futuro: Incapaz de pecar. Esto describe la existencia después del arrebatamiento.

b. Porque Dios desea los frutos de la justificación de los creyentes que sólo pueden
resultar de la obediencia (6:21, 22)

2. Se dice que Jesucristo es santo de una manera muy especial

a. Antes de su nacimiento el ángel le dijo a María. (Luc 1:35 “Respondiendo el ángel,


le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”)
b. María lo adoró con canciones y alabanzas antes de su nacimiento diciendo (Lc
1:49). Él era Santo, reverenciado y digno de veneración y adoración.
c. La gente reconoció que él fue santificado (Jn 10:36)
d. La iglesia lo adoró como el Santo (Hch 4:27,30)

3. Pero hay algo incluso más precioso y sagrado para los creyentes verdaderos. El
cuerpo físico del creyente en lo individual se vuelve santo, porque el Espíritu de Dios
mora allí dentro (1 Co 6:19 - 20). El cuerpo del creyente en Cristo se convierte en el
lugar donde habita la presencia misma de Dios. Por esta razón, los creyentes son
llamados santos (Hch 9:13 “Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos
acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén”)

LECCIÓN XI

V. GLORIFICACIÓN

Ro 8:30 “Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos
también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó”
Ro 5:2

1. El significado de la glorificación. Se refiere a las perfecciones físicas, mentales y


espirituales finales y absolutas de todos los creyentes. (Ro 8:22, 23)

2. El momento de la glorificación. Comenzará con el arrebatamiento y continuará por


toda la eternidad (1 Co 15:51 - 53)

3. El propósito de la glorificación. La glorificación es el lado final tanto lógico como


necesario del gran triángulo de la salvación. Completa la justificación y la santificación.
a. En el pasado, Cristo el Profeta nos salvó de la pena por el pecado por medio de la
justificación.
b. En el presente, Cristo el Sacerdote nos salva del poder del pecado por medio de la
santificación.
c. En el futuro, Cristo el Rey no salvará de la presencia del pecado por medio de la
glorificación.

4. Los resultados de la glorificación


¿Qué tipo de cuerpo tendrá el creyente?
a. Será un cuerpo como el de Cristo (Fil 3:21 “el cual transformará el cuerpo de la
humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder
con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”)

b. Será un cuerpo reconocible (1 Co 13:12 “Ahora vemos por espejo, oscuramente;


mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré
como fui conocido.”)
c. Será un cuerpo en el cual predominará el Espíritu (1 Co 15:44,49)

d. Será un cuerpo no limitado por el tiempo, la gravedad ni el espacio. En por lo menos


tres ocasiones durante los primeros días después de su resurrección, nuestro Señor
desafió todas las leyes naturales al aparecer repentinamente dentro y fuera de las
habitaciones cerradas para consolar a sus discípulos. (Lc 24:31)

e. Será un cuerpo eterno (2 Co 5:1 “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre,
este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de
manos, eterna, en los cielos”)
f. Será un cuerpo glorioso (Ro 8:18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del
tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse”; 1 Co 15:43)

La palabra griega para gloria es doxa que significa literalmente “mantener una opinión
honrosa”
Ambas palabras sugieren la luminosidad y el brillo de una luz sobrenatural. Juntando
todos estos significados, se puede sugerir que el cuerpo glorificado del creyente estará
sobrenaturalmente enriquecido y facultado para servir a Dios en una posición señalada
irradiando el brillo de la gracia a los ángeles y al universo.

II Parte - Lección 1

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

Introducción

Después de analizar brevemente los hechos anteriores ahora analizaremos también de manera breve los
resultados o consecuencias de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
A esto también se le llama LAS RIQUEZAS DE SU GRACIA (Ef 1:3 – 14) indispensables para la
salvación y que se aplican como un regalo de Dios a la humanidad y sobre todo a los que han creído.

En el orden que se presentan aquí, no tiene que ser el orden cronológico, pueden tener otro orden; pero lo
importante es hacerle un repaso a nuestra edificación y para enseñanza de la iglesia.

I. SALVACIÓN

1. El significado de la salvación. Salvación significa liberación exitosa de alguien o algo de un


peligro inminente. La palabra misma conlleva una implicación doble:

1.1. Que alguien o algo necesita ser salvado

a. Sólo una persona enferma necesita un médico. El hombre está gravemente enfermo (Is 1:6 “Desde la
planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están
curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite”)

b. Sólo una persona acusada necesita un abogado. El hombre está condenado en el tribunal de Dios (Ro
3:10 - 19

c. Sólo una persona que se está ahogando necesita un salvavidas. El hombre está anegado por las aguas
del pecado(Sal 69:1, 2 “Sálvame, oh Dios, Porque las aguas han entrado hasta el alma Estoy hundido en
cieno profundo, donde no puedo hacer pie; He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha
anegado”)

d. Motivos por los cuales alguien se encuentra perdido:


 Están perdidos por su rechazo a la revelación Bíblica (Sal 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de
Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos”; Hch 14:17)
 Están perdidos por desobedecer a su propia conciencia (Ro 2:14 – 16 “Porque cuando los
gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley,
son ley para sí mismos 15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio
su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos…”)
 Están perdidos por su relación con el mundo (Ef 2:2 “en los cuales anduvisteis en otro tiempo,
siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu
que ahora opera en los hijos de desobediencia”)
 Están perdidos por su relación con Satanás (Mt 4:8,9)
 Están perdidos por su relación con el pecado (Gn 2:17 “mas del árbol de la ciencia del bien y
del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás”)

El pecador no necesariamente es todo lo malo que puede ser, pero sí está todo lo perdido que puede estar.
El hombre está tanto muerto (espiritualmente) como moribundo (físicamente) (Gn 2:17). Esto se puede
comprar con un criminal condenado a muerte que espera ser ejecutado en una silla eléctrica y que al
mismo tiempo sufre de un cáncer incurable.

 Están perdidos por su relación con Dios (Jn 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero
el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”)

2. Que alguien tiene la capacidad y la disposición para salvar. Tal salvador debe cumplir ambos
requisitos:

2.1. Debe ser capaz de salvar. Es posible que alguien tenga el deseo de salvar pero no sea capaz de salvar
a otro. Muchos médicos han esperado en frustración absoluta al lado de la cama de un paciente
moribundo deseando ayudar, pero totalmente incapaces de hacerlo.
2.2. Debe estar dispuesto a salvar. Es posible que alguien tenga la capacidad de salvar a otro pero no el
deseo de hacerlo.

3. La fuente de la salvación. Jesucristo es la fuente de la salvación. Cumple con los dos requisitos

3.1. Puede salvar: (He 2:18 “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer
a los que son tentados”) (He 7:25) (Jud v 24)

3.2. Quiere salvar (Mr 8:2, 3 “Tengo compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo,
y no tienen qué comer 3 y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino, pues algunos
de ellos han venido de lejos”; 1 Ti 2:3, 4)

4. El costo de la salvación.

4.1. Según David y Moisés, la creación fue efectuada por los dedos de Dios, y sucedió por su palabra
hablad. Gn 1:3 Sal 8:3,4 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú
formaste 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo
visites?”; Sal 33:6,9

4.2. Según Isaías y Pedro, la salvación fue efectuada por el brazo de Dios, y ocurrió a través de su sangre
derramada. (Is 53:1 “¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de
Jehová?”)

5. Los tipos de salvación en el Antiguo Testamento

5.1. Adán y Eva, ilustrando que la salvación nos viste (Gn 3:21 “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su
mujer túnicas de pieles, y los vistió”)

5.2. Caín y Abel, ilustrando que la salvación nos garantiza aceptación. (Gn 4:4 “Y Abel trajo también de
los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su
ofrenda”)

5.3. El Arca y la pascua, ilustrando que la salvación nos protege de la ira de Dios (Gn 7:1 “Dijo luego
Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta
generación”)

5.4. Abraham e Isaac; ilustrando que la salvación nos provee un sustituto aceptable (Gn 22:12 – 14 “Y
dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios,
por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único 13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus
espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció
en holocausto en lugar de su hijo…”)

5.5. El maná y la roca golpeada, ilustrando que la salvación nos satisface (Ex 16:14 “Y cuando el rocío
cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una
escarcha sobre la tierra”)

5.6. La serpiente de bronce, ilustrando que la salvación nos cura (Nm 21:9 “Y Moisés hizo una serpiente
de bronce, y la puso sobre una asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente
de bronce, y vivía”)
5.7. Naaman, Ilustrando que la salvación nos limpia (2 R 5:1 – 14 “Naamán, general del ejército del rey
de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había
dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso…”)

5.8. El tabernáculo, ilustrando que la salvación restaura la comunión perdida (Ex 25:22 “Y de allí me
declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el
arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel”)


I Parte - Lección 2

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

I. REDENCIÓN
ROMANOS 3:24

La perla de gran precio

Mateo 13: 45 También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca
buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que
tenía, y la compró.

Temario

1. Qué es
2. Quién redimia
3. Qué se redimia
4. De qué nos redimió
5. Como nos redimió
6. Para qué nos redimió
7. Qué se recupero con la redención
Desarrollo

1. QUE ES

Rescatar, liberar por medio del pago de un precio. La palabra se usa en tres formas en el
Nuevo Testamento.

1.1. Redimir: liberar, dejar libre del mercado de esclavitud al pecado, la muerte y el
infierno 1 Co 7:23 “Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los
hombres”

1.2. Redimir de: Liberar de la esclavitud al pecado, la muerte y el infierno. Significa ser
liberado de ello para no volver jamás. Gá 3:13
1.3. Rescatar: Liberar mediante el pago de un precio; comprar Tit 2:14 “quien se dio a sí
mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo
propio, celoso de buenas obras.”

La redención es “en Cristo Jesús”, obrada por medio de su sangre y sus sufrimientos.
Acerca de esto no puede haber dudas; el hecho es crítico para el destino de una persona.
La redención no la produce:

 La vida de Cristo
 El poder de Cristo
 El ejemplo de Cristo

Las escrituras son bastante claras al respecto. Su cruz y su sacrificio mortal es lo que
trajo la redención. La redención ha sido…

 Consumada
 Una realidad
 Cumplida
 Producida
 Efectuada
 Obrada
 Una verdad
 Un hecho

… por la sangre derramada de Cristo 1 P 1:18 – 19 “sabiendo que fuisteis rescatados de


vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas
corruptibles, como oro o plata 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un
cordero sin mancha y sin contaminación”

En Resumen Redimir es:

1.4. Comprar esclavos en el mercado

1.5. Comprar y dejar libre

1.6. Adquirir mediante el pago de un precio

1.7. Rescatar

2. QUIEN PODIA REDIMIR

2.1. Pariente cercano

2.2. Tener capacidad para redimir

2.3. Tenía que ser libre de la DESGRACIA de quien iba a redimir


2.4. Tener deseo de redimir

2.5. Tener con que hacerlo.

3. QUE SE REDIMIA.

3.1. Tierra

3.2. Casas

3.3. Personas

3.4. Herencias

3.5. Esclavos

En Levítico 25 estas son algunas cosas que se redimían:

 Día de reposo
 Año sabático
 Año de jubileo
 Cristo es el real jubileo. Mt. 11.25-28
 Su venida a la tierra, fue de liberación luc. 2.10-11.

4. DE QUE NOS REDIMIO

De Algo:

4.1. De la ley

4.2. De la maldición

4.3. Del pecado

4.4. Del mundo

4.5. De la muerte

4.6. Del diablo

4.7. Del infierno

4.8. De la gran tribulación

4.9. Las enfermedades

4.10. La ira de Dios


4.11. La circumcision

4.12. Las transgresiones

4.13. Quito la pared intermedia de separación

4.14. Anuló los decretos que había contra nosotros

4.15. Las enemistades

4.16. La cautividad

4.17. La tentación

Para Algo Ef 1:12 “a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que
primeramente esperábamos en Cristo”

Para alabanza de su gloria

Para Alguien

Para Dios Ap 5:9 “y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro
y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para
Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación”

5. COMO NOS REDIMIO

5.1. Pagando el rescate con su sangre

5.2. Con su muerte

5.3. Anulando el expediente

6. PARA QUÉ

6.1. Ser posesión de Dios

6.2. Para hacernos pueblo escogido. 1. Ped. 2.9 “Mas vosotros sois linaje escogido,
real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable”

6.3. Gloria y alabanza de Cristo

6.4. Ser la esposa del cordero. Apc.19.7-8


6.5. Hacernos ciudadanos del cielo Col 3:20 “Hijos, obedeced a vuestros padres en
todo, porque esto agrada al Señor”

7. QUE SE RECUPERO EN LA REDENCION (PARA EL HOMBRE)

7.1. El poder, para la iglesia Mt. 28.18-20

7.2. Las riquezas

7.3. La sabiduría

7.4. La Fortaleza

7.5. La honra

7.6. La Gloria

7.7. La alabanza.

7.8. CRISTO ESTA SOBRE TODO

a. Principado
b. Autoridad
c. Poder
d. Señorío
e. Sobre todo nombre

Estos cinco Ministerios representan la Diestra de Dios Ef. 1:21-22 “sobre todo
principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo
en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y
lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”

II Parte - Lección 3

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

I. JUSTIFICACIÓN
Justicia – Nueva Creación
ROMANOS 4:1 – 25
1. Ejemplos
ABRAHAM

Abraham tenía una posición única en la nación judía porque fue el fundador de la
nación. El era el hombre a quien Dios desafió para que fuese testigo ante las demás
naciones del mundo, un testigo del único Dios vivo y verdadero.
Dios había aparecido a Abraham y lo había desafiado a dejar su hogar, sus amigos, su
empleo y su país. Dios hizo dos grandes promesas a Abraham si le seguía en forma
incuestionable: Abraham sería el padre de una nueva nación, y todas las naciones de la
tierra serían venditas en su simiente (Gn 12:1, 5; 13, 14 - 17)

Las escrituras dicen que Abraham hizo lo que Dios le pidió. Salió sin saber a dónde iba
(He 11:8). Confió en Dios y acepto su palabra en forma incuestionable. No fue el hecho
de que Abraham guardara la ley lo que agradó a Dios. En efecto, la ley aún no había
sido dada (Gá 3:17 “Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para
con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para
invalidar la promesa”).

Lo que agradó a Dios y lo que hizo que Dios justificara a Abraham fue el hecho de que
Abraham hizo lo que Dios había dicho. Abraham sencillamente creyó a la promesa de
Dios en el sentido de que le daría una nueva vida, en una nueva nación, con un nuevo
pueblo.

Note varias cosas:

1.1. Abraham y su simiente fueron los únicos a los cuales Dios dio las promesas. Esto se
afirma en forma enfática (Ro 4:13, 25 “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a
su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la
fe 25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación.”; Gá 3:6 - 16)

1.2. Solamente una promesa fue dada a Abraham (Ro 4:13 – 21; Gá 3:14 “para que en
Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe
recibiésemos la promesa del Espíritu”). No se le dio otra información. Dios no
identificó el país ni Abraham dijo que no iría. Tampoco dijo Dios a Abraham cuando
iba su mujer (Sara) a darle la simiente (el hijo varón) de quien nacería la nación
prometida. Dios hizo una simple promesa, y todo lo que Abraham tenía que hacer era
andar conforme a esta simple promesa, esto es, la pura palabra de Dios

1.3. A la promesa se le agregó una sola condición. Abraham tenía que creer a Dios.
Ningún tipo de obras tenía parte en esto.

1.4. Abraham creyó a Dios (Gn 12:4 – 5 “Y se fue Abram, como Jehová le dijo; y Lot
fue con él. Y era Abram de edad de setenta y cinco años cuando salió de Harán 5 Tomó,
pues, Abram a Sarai su mujer, y a Lot hijo de su hermano, y todos sus bienes que
habían ganado y las personas que habían adquirido en Harán, y salieron para ir a
tierra de Canaán; y a tierra de Canaán llegaron”; Ro 4:3, 11 - 22)

1.5. Abraham fue tenido por justo porque creyó a Dios (Ro 4:3 – 5; Ro 9:13 “Como está
escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí”). Dios no le atribuyó justicia por lo que era
ni por lo que había hecho. Simplemente creyó a Dios. Así que Dios tomó su fe y la
contó por justicia
1.6. La prueba de que Abraham realmente creyó a Dios es que hizo lo que Dios le dijo.
La fe precedió a su obediencia. Creyó a Dios y luego obedeció a Dios. Si no hubiera
creído a Dios no habría salido de su hogar ni de su empleo. No habría dejado su
ambiente familiar, las relaciones significativas ni los compromisos personales. El hecho
de que hizo lo que Dios le había pedido era evidencia de que creyó la promesa de Dios.

1.7. El hombre que cree a Dios es el que recibe las promesas de Dios (Ro 4:5 “mas al
que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”;
12; Ro 16 - 17). Pablo afirma que no es la herencia ni la nacionalidad, los meritos ni las
obras, la ley, ni los preceptos de la ley lo que tiene que ver con las promesas de Dios
(Gá 6:6 - 7).

Los verdaderos hijos de Abraham son los que creen a Dios, cualquier persona de
cualquier nacionalidad, la promesa de Dios de que una nación se originaría de Abraham
y su simiente era la promesa de una nación eterna. Esta nación eterna iba a ser de otro
mundo, otra dimensión del ser: La dimensión espiritual, una dimensión tal real como la
dimensión física.

Pero debe tener una distinción, cada ciudadano debe ser un creyente, uno que cree a
Dios y su palabra. Esto es exactamente lo que el pasaje dice: “Los que creen son los
hijos de Abraham, hijos de la promesa de Dios. Son bendecidos con el creyente
Abraham, son ciudadanos del reino de Dios” (He 11:8 - 18)

2. Justicia y justificación

OBRAS VS FE

2.1. Abraham no fue justificado por las obras, porque las obras no pueden dar derecho a
una persona para gloriarse delante de Dios.

2.2. Abraham fue justificado por haber creído a Dios. Ocurrió lo siguiente: Abraham
creyó a Dios, y Dios acepto la creencia de Abraham y contó su fe como justicia.

3. ROMANOS 4:4 – 5

OBRAS – JUSTICIA

3.1. Las obras indican que hay una deuda. Cuando un hombre trabaja, alguien le debe.
Si el hombre pudiera trabajar para ganar su justicia, esto es obrar de modo que Dios le
quedara debiendo la justicia, entonces Dios estaría en deuda con el hombre

3.2. Creer a Dios es justicia

4. ROMANOS 4:17
FUENTE DE LA FE

La fuente de la fe de Abraham fue Dios y Dios solamente

4.1. Fue a Dios mismo a quien Abraham creyó: “Te he puesto por padre de muchas
gentes” (v. 17). Abraham nuca había tenido un hijo, no de Sara, ahora tenía alrededor de
100 años y Sara estaba cerca de esa edad. Ambos estaban muy lejos de la edad de tener
hijos.

Piense un momento en ello y se comprende inmediatamente lo imposible de la


situación. Si Abraham iba a tener un hijo, ese hijo tendría que venir de Dios. Dios
tendría que ser la fuente, porque solamente Dios puede hacer lo imposible. Tome nota:
Pese a la imposibilidad Abraham cree a Dios. La fuente de la fe de Abraham era Dios

4.2. Abraham creyó en el Dios que resucita a los muertos. La fuente de la fe de


Abraham fue: El Dios vivo y verdadero: El Dios que es omnipotente, que tiene todo
poder, el poder de dar aliento de vida a la materia muerta.

La fuente de la fe de Abraham era Dios: Dios que tiene el poder de vivificar, hacer
vivir, revivir, animar, rejuvenecer y animar lo que había estado muerto. No importa
cuán imposible pareciera la promesa, Dios podía cumplirla porque él es Dios, el que
tiene todo el poder (omnipotente). Dios puede vivificar y resucitar a los muertos; por lo
tanto, es poderoso para cumplir su promesa.

4.3. La fuente de la fe de Abraham fue el Dios creador. Porque Dios es Dios, esto es
omnipotente, que puede crear. El puede hacer algo de la nada. No necesita tener algo
para creer. Puede traer cosas a la existencia con sólo hablar como lo hizo cuando creo el
mundo. (Gn 1:1, 3 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra 3 Y dijo Dios: Sea la
luz; y fue la luz”). Abraham creyó esto; creyó que si era necesario Dios podía crear vida
en los órganos de su cuerpo y en el de Sara. Abraham confió y creyó la promesa de
Dios. Dios era la fuente de su fe.

5. ROMANOS 4:18 – 22

FE – ABRAHAM

5.1. La fe de Abraham estaba en lo que Dios dijo; la promesa de una simiente o de un


hijo. No tenía que hacer otra cosa que seguir sino la palabra de Dios: “Lo que se le
había dicho”.

La frase “creyó en esperanza contra esperanza” significa que Abraham estaba fuera de
esperanza, más allá de toda ayuda humana y de cualquier posibilidad de tener un hijo.

a. Abraham no se debilitó en la fe, a pesar de pensar en su propia incapacidad física. Su


cuerpo estaba “ya como muerto”; el y Sara tenían casi 100 años. La palabra “muerto”
es un participio perfecto en el griego, lo que significa que sus órganos reproductivos
habían dejado de funcionar y estaban muertos para siempre y no podían volver a
funcionar.
Abraham no podía jamás tener un hijo; no era humanamente posible. El y Sara tenían
casi 100 años. Ya sexualmente “muertos”.

b. Abraham fue fuerte en la fe; no vaciló ante la promesa de Dios. En cambio caminó
glorificando y alabando a Dios por su gloriosa promesa. La palabra “dudó” indica que
no vaciló, no se desequilibró, no cuestiono la capacidad de Dios para cumplir su
promesa

c. Abraham estaba completamente convencido de la habilidad de Dios y de su podes.


Sabía que Dios podría vencer la incapacidad de su cuerpo “ya muerto”, y creyó que
Dios podría – resucitar su cuerpo y lo haría ó – recrear sus órganos reproductivos (v 17).

No sabía que método usaría Dios, pero sabía que Dios podría hacer lo prometido.
Abraham creyó a Dios; estaba plenamente convencido de que la promesa iba a ser
cumplida.

5.2. La fe de Abraham le fue contada por justicia (Ro 4:22 “por lo cual también su fe le
fue contada por justicia”)

6. ROMANOS 4:22

Cuando una persona cree realmente que Jesucristo es su Salvador, Dios toma la fe de
esa persona y se la cuenta por justicia (Ro 4:3 “Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó
Abraham a Dios, y le fue contado por justicia”). La persona no es justa; no tiene justicia
propia. Todavía es imperfecto, todavía es pecador, todavía es corruptible, todavía está
destituido de la gloria de Dios como ser humano pecaminoso. Pero creer que Jesucristo
es su salvador.

En consecuencia esa persona llega a ser aceptable ante Dios.

La narración de la fe de Abraham tiene dos objetivos:

6.1. Que los hombres puedan leer el relato. No fue escrito para que los hombres den
honra a Abraham como un gran hombre. Fue escrito para que podamos leer y entender
cómo podemos ser aceptados por Dios. Jn 20:31 “Pero éstas se han escrito para que
creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su
nombre”

6.2. Que los hombres puedan creer y ser contados y ser contados por justos. Es
necesario creer dos cosas.

5.3. Que Dios resucitó a Jesús nuestro Señor de entre los muertos

5.4. Que Jesucristo murió por nuestro pecados y fue resucitado para nuestra justificación

7. ROMANOS 4:25
Cristo se ofreció a sí mismo como nuestro sacrificio, como nuestro sustituto, como la
cubierta para nuestros pecados. Dios aceptó la ofrenda y el sacrificio de su vida por
nosotros. La resurrección lo demuestra.

7.1. La resurrección proclama a gran voz claramente que Dios está satisfecho con el
pago que Cristo hizo por los pecados.

7.2. La resurrección declara justificado al creyente, libre del pecado y justo delante de
los ojos de Dios. Hch 2:23 – 24 “a éste, entregado por el determinado consejo y
anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos,
crucificándole al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era
imposible que fuese retenido por ella”

8. RESULTADOS DE LA JUSTIFICACIÓN

8.1. PARA QUÉ ES NECESARIA LA JUSTIFICACIÓN

a. La justificación es necesaria a causa del pecado y de la enajenación del hombre. El


hombre se ha rebelado contra Dios y ha tomado su vida en sus propias manos. El
hombre vive según sus propios deseos…

 Satisfaciendo la concupiscencia de los ojos y de la carne


 Aferrándose a la soberbia de la vida y a las cosas del mundo.

El hombre se ha hecho pecador e impío, enemigo de Dios, ha desechado a Dios de su


vida, y no quiere tener nada que ver con Dios. El hombre ha separado y enajenado a
Dios.

b. La justificación es necesaria debido a la ira de Dios. “Sal 7:11”. El pecado ha


suscitado la ira y el enojo de Dios. Dios está airado con el hombre por su:

 Rebelión
 Pecado
 Injusticia
 Impiedad
 Hostilidad
 Deserción

9. POR QUÉ JUSTIFICA DIOS AL HOMBRE

Cuando un hombre cree en Jesucristo, Dios toma la fe de ese hombre y la cuenta como
justicia. El hombre no es justo, pero Dios considera la de ese hombre y la cuenta como
justicia.
10. CÓMO JUSTIFICA DIOS AL HOMBRE

La palabra justificar es una palabra legal tomada de los tribunales. Presenta al hombre
en un juicio ante Dios. Se ve al hombre cometiendo el más infame de los delitos; se ha
rebelado contra Dios y ha roto su relación con Dios.

¿Cómo puede restaurar esa relación? En los tribunales humanos si un hombre es


sobreseído, es declarado inocente, pero no es así en el tribunal divino.

Cuando un hombre comparece ante Dios, es cualquier cosa menos inocente; es


completamente culpable y en consecuencia está bajo la condenación.

Para cuando un hombre confía sinceramente en Cristo, entonces Dios toma la fe de ese
hombre y la cuenta como justicia.

11. ROMANOS 5:1

11.1. Paz – Justificación

El primer resultado de la justificación es la paz con Dios.

El significado de la paz con Dios es sorprendente. Paz con Dios no es escapismo, ni


atmósfera tranquila, ausencia de problemas, el control de la situación por medio del
pensamiento positivo, la negación de los problemas, la capacidad de no enfrentar la
realidad. Paz con Dios es el sentido y conocimiento…

 De que uno ha restaurado la relación con Dios


 De que uno ya no está alejado y separado de Dios
 De que uno ahora está reconciliado con Dios
 De que ahora uno ha sido aceptado por Dios
 De que uno ahora está libre de la ira y del juicio de Dios
 De que ahora uno agrada a Dios
 De que ahora uno está en paz en Dios.

11.2. Acceso – gracia Romanos 5:2

El segundo resultado de la justificación es el acceso a la gracia de Dios.

La persona justificada….

 Está en la presencia de Dios


 Está salvada delante de Dios
 Está en el favor de Dios
 Está en los privilegios de Dios
 Está en las promesas de Dios.
Ef 2:13 “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis
sido hechos cercanos por la sangre de Cristo”

11.3. Esperanza – Romanos 5:2

El tercer resultado de la justificación es la esperanza, esperanza de la gloria de Dios.

a. Cuando las Escrituras hablan de la esperanza del creyente, no quiere decir lo que el
mundo entiende por esperanza. La esperanza del mundo es un deseo, un querer. El
mundo espera – quiere, desea- que algo ocurra. Pero esa no es la esperanza del creyente.
La esperanza del creyente es certeza: es la seguridad, confianza y conocimiento
perfectos. ¿cómo puede esperar en forma tan absoluta y segura? Por tener una posesión
interior. La esperanza del creyente está basada en la presencia del Espíritu Santo que
mora dentro del creyente.

b. La gloria que espera el creyente va a sobrepasar con exceso a la más maravillosa


experiencia que pudiéramos pedir o imaginar. Gloria es poseer y estar lleno de la
perfecta luz; habitar en el perfecto esplendor y magnificencia de Dios. Fil 3:21 “el cual
transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de
la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las
cosas” ; Col 3:4

11.4. Tribulaciones – Sufrimiento Romanos 5:3 - 5

El cuarto resultado de la justificación es el gloriarse en las tribulaciones y sufrimientos.


Cuando un hombre es justificado verdaderamente, ya no es derrotado por las
tribulaciones y sufrimientos. Las tribulaciones ya no lo desalientan ni lo abruman, ya
no lo echan en las mazmorras de la desesperación y de la falta de esperanzas. Lo
opuesto es la verdad. Las tribulaciones y sufrimientos llegan a tener propósito y
significación.

Lección 4

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

I. PROPICIACIÓN
Sangre de Jesucristo
ROMANOS 3:25

La justicia es por un acto de Dios solamente, el acto de propiciación. Propiciación


significa ser un sacrificio, una cubierta, una satisfacción, un pago, una conciliación por
el pecado. Note dos puntos muy significativos:

1. Dios es el que “puso” a Cristo para ser la propiciación por los pecados del hombre.

a. Dios propuso “poner” a Cristo: Dios determinó, resolvió, ordenó que Cristo fuese la
propiciación o el sacrificio por los pecados del hombre.
b. Dios puso a Cristo “ante” el mundo como la propiciación por los pecados del
mundo.
Dios puso a Cristo antes Él mismo con el propósito de que fuese la propiciación o el
sacrificio por los pecados del hombre.
Dios puso a Cristo públicamente ante el mundo, mostrando que Él es definitivamente la
propiciación por los pecados del mundo.

2. Es Cristo mismo quien es la propiciación por los pecados del hombre. Pero note: no
son sus enseñanzas, su poder, su ejemplo o su vida lo que hacen de Cristo la
propiciación. Es su sangre, su sacrificio, su muerte, sus sufrimientos, su cruz lo que
hace que Dios acepte a Jesús como la propiciación. Es la sangre de Cristo la que acepta
como…

El sacrificio por nuestros pecados


La cubierta para nuestros pecados
La satisfacción por nuestros pecados
El pago por la culpa de nuestros pecados
La reconciliación de su ira contra el pecado

¿Qué quiere decir la Biblia por “la sangre de Cristo”? Quiere decir la voluntad de Cristo
de morir (derramar sangre) por el hombre. Significa el sacrificio supremo pagado por
Cristo por los pecados del hombre. Indica los terribles sufrimientos por los que pasó
Cristo por los pecados del hombre. He 2:17 “Por lo cual debía ser en todo semejante a
sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios
se refiere, para expiar los pecados del pueblo”

1 Jn 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los


nuestros, sino también por los de todo el mundo”

Significado:
1. Significa sacrificarse para apaciguar, para satisfacer, para cubrir, para pagar la pena

En el Antiguo Testamento cuando un hombre pecaba o algo salía mal, le llevaba un


sacrificio a Dios. La idea era que el sacrifico apaciguara y satisficiera a Dios. Él
confiaba en que Dios le prodigara su gracia y colocara el castigo por su pecado sobre el
animal.

Es verdad que Dios le dijo a Israel que ofreciera sacrificios. Pero Él lo hizo por una
razón: enseñar a Israel, y a través de ellos al mundo, que la respuesta no descansa en el
sacrificio animal o humano. Un sacrificio humano ni puede causar una relación correcta
con Dios.

El problema del hombre es demasiado profundo para el sacrificio humano; su


contaminación es demasiado severa; su enfermedad es demasiado terrible; su infección
es mortal. La parafernalia del sacrificio terrenal nunca puede arreglar las cosas con
Dios.
Lo que el hombre necesita es ser desinfectado y cubrir sus pecados. Él necesita saber sin
lugar a dudas que Dios lo acepta y está satisfecho con él. Y luego necesita poder para
vivir para Dios.

2. El método de la propiciación. Ro 3:24,25 “siendo justificados gratuitamente por


su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús 25 a quien Dios puso como
propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”; Ef 2:13

3. La necesidad de la propiciación. Era necesaria por la ira de Dios (esa reacción


severa de la naturaleza divina ante el mal en el hombre) Jn 3:36 “El que cree en el
Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la
ira de Dios está sobre él”

4. El lugar de la propiciación
1. El lugar temporal del Antiguo Testamento: el propiciatorio en el tabernáculo
(típicamente) Ex 25:22 “Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre
el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del
testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel”
2. El lugar permanente del Nuevo Testamento: la cruz central del Gólgota
(realmente) (Ro 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con
Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos
salvos por su vida”)

5. Los resultados de la propiciación.


a. Dios está justificado al perdonar el pecado
b. Dios está justificado al otorgar la justicia.

6. Es necesario mencionar tres cosas sobre la propiciación

a. Dios es el único que debe ser satisfecho y propiciado. La Biblia nunca dice que
Dios tiene que reconciliarse con el hombre.

Dios ya es amigo del hombre. El ama al hombre. Es el hombre quien necesita


reconciliarse con Dios. El hombre es el que mantiene la enemistad, quien ignora, niega
y rechaza a Dios. Así, Dios es el único que debe ser apaciguado o propiciado.

b. Jesucristo es la propiciación, la satisfacción de los pecados. Cristo fue


completamente justo y santo, por lo tanto, Él fue el hombre perfecto e ideal. El
sacrificio perfecto de Jesucristo satisfizo y apaciguó su justicia completamente. (1 Jn
4:9 – 10 “En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a
su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. 10 En esto consiste el amor: no
en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a
su Hijo en propiciación por nuestros pecados”)

c. La propiciación encuentra su lugar en el asiento de la misericordia (el


propiciatorio), es decir, sobre la cobertura del arca (He 9:5 “y sobre ella los querubines
de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar
en detalle”).
Dios ha dicho que el hombre debía acercarse a Él mediante el sacrificio de un animal,
por medio del derramamiento de sangre. La cobertura o tapa del arca se rociaba una vez
al año con la sangre de un animal perfecto. Esto significaba que la gente ofrecía su vida
a Dios en la sangre de la víctima. Dios quedaba apaciguado y satisfecho (Lc 18:13
“Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se
golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador”)

Lección 5

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

I. SUSTITUCIÓN

1 P 3:18 “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado
en espíritu”

A. Sustitución temporal. En los días del Antiguo Testamento, antes del calvario, las
ovejas morían por el pastor

B. Sustitución permanente. He 10:4 “porque la sangre de los toros y de los machos


cabríos no puede quitar los pecados” En la época del Nuevo Testamento, después del
Calvario, el pastor murió por las ovejas. Jn 10:11

Entonces, en la cruz Cristo se convirtió en lo que no era – es decir, pecado – para que
nosotros pudiéramos convertirnos en lo que no éramos- es decir, justicia.

Sustitución:
1. Adán. Vestidos de pieles. Gn 3:21 “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer
túnicas de pieles, y los vistió”

2. Abel y su ofrenda Gn 4:4 “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas,
de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda”

3. Isaac Gn 22:13 “Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas
un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo
ofreció en holocausto en lugar de su hijo”

4. Israel - La pascua: Ex 12:3 – 7

5. Israel – expiación. Lev 16:21 “y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del
macho cabrío vivo, y confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel,
todas sus rebeliones y todos sus pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho
cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre destinado para esto”

6. Cristo – Iglesia Jn 10:11 “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las
ovejas”; Is 53:6; 2 Co 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado,
para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”; 1 P 1:18 – 19
a Muerte De
Cristo Y Sus
Consecuencias
Lección 6

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

I. RECONCILIACIÓN
ROMANOS 5:10

1. El significa de la reconciliación.
1. El significado en Antiguo Testamento. La palabra hebrea kaphar, que significa
cubrir algo, se encuentra unas ochenta y tres veces en el Antiguo Testamento, en
general traducida por “expiación” y unas pocas veces con reconciliación.
2. El significado del Nuevo Testamento. La palabra griega allasso significa cambiar
de enemistad en amistad. Ef 2:16 “y mediante la cruz reconciliar con Dios a
ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades”

2. Las implicaciones de la reconciliación.


1. Que existía una animosidad previa
2. Que la parte ofendida ahora ve las cosas de otro modo.

3. Las dos fases de la reconciliación


1. Dios a reconciliado al mundo consigo mismo por medio de Cristo (2 Co 5:18,19
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo,
y nos dio el ministerio de la reconciliación…”).
2. Ahora el hombre ha de reconciliarse con Dios por medio de Cristo. (2 Co 5:20
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por
medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”)

4. La cronología de la reconciliación.
a. En el Edén Dios y el hombre estaban en comunión
b. Después de la caída, Dios y el hombre se alejaron el uno del otro
c. En el calvario Dios volvió su rostro hacia el hombre
d. En la conversión (por medio del arrepentimiento y la fe) el hombre vuelve su rostro
hacia Dios.

5. En cuanto a la reconciliación hay que destacar tres puntos.

1.1. Lo que rompió la relación entre Dios y el hombre fue el pecado. Se dice que los
hombres son enemigos de Dios (Ro 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados,
seremos salvos por su vida”) y la palabra “enemigos” se refiere a los pecadores y a los
impíos (Ro 5:6, 8).

Los “enemigos” de Dios son los pecadores e impíos de este mundo. Esto significa
sencillamente que cada hombre es un enemigo de Dios, porque cada hombre es un
pecador e impío. Esto parece poco cortés y rudo, pero es exactamente lo que la Biblia
está diciendo. El hecho se ve claramente al pensar un rato en el tema.

No se puede decir que el pecador es amigo de Dios. Es antagonista de Dios y se opone a


lo que Dios tiene como plan.

El pecador…

Se rebela continuamente contra Dios


Desobedece constantemente a Dios
Mantiene una actitud de rechazo contra Dios
Lucha contra Dios
Se lo pasa maldiciendo a Dios
Persiste en negar a Dios
Ignora permanentemente a Dios
Se resiste a vivir para Dios.

Cuando alguno de nosotros peca, trabajamos contra Dios y promovemos el mal por
palabra y ejemplo.

Cuando el pecador vive para sí mismo, se convierte en enemigo de Dios porque Dios no
vive para sí mismo. Dios se entregó a sí mismo del modo supremo en que ello podía
hacerse: Dio a su hijo unigénito para que muriera por nosotros
.
Cuando el pecador vive para el mundo y las cosas mundanas, se convierte en enemigo de
Dios porque escoge lo temporal- lo que perece – y no a Dios. Escoge lo temporal
cuando Dios ha provisto vida eterna por la muerte de su Hijo.

Este es el sentido del gran amor de Dios o reconciliación. Él no nos reconcilió y nos
salvó cuando éramos justos y buenos. Nos reconcilió y salvó cuando éramos enemigos,
lo ignorábamos y lo rechazábamos. Como se dijo antes, es porque éramos pecadores y
enemigos que necesitábamos ser reconciliados.

1.2. El método por el cual los hombres son reconciliados con Dios es a través de la
muerte de Cristo. Dicho en forma sencilla, cuando un hombre cree que Jesús murió por
Él…
Dios acepta la muerte de Jesucristo en lugar de la muerte de ese hombre
Dios acepta los pecados llevados por Jesucristo como los pecados cometidos por ese
hombre
Dios acepta la condenación que cayó sobre Cristo como la condenación que merecía ese
hombre.

En consecuencia, el hombre es liberado de sus pecados y del castigo que sus pecados
merecían. Cristo llevó tanto los pecados como el castigo en lugar del hombre. El hombre
que verdaderamente cree en Dios le ama así tanto – tanto como para dar a su Hijo
unigénito - llega a ser aceptable a Dios, reconciliado para siempre jamás.
1.3. Dios es el que reconcilia, no los hombres. Los hombres no se reconcilian a sí
mismos a Dios. No pueden hacer suficientes obras ni pueden llegar a ser suficientemente
buenos para hacerse aceptables ante Dios. La reconciliación es enteramente un acto de
Dios. Dios es el que busca a los hombres y los reconcilia consigo mismo. Los hombres
reciben la reconciliación de Dios. 2 Co 5:18 “Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación”

Parte - Lección 8

Preparado por:
Pastor: Jairo Antonio Marín Leiva (Secretario General)

VIII. SU EXALTACIÓN
1. El significado de la exaltación de Cristo

Por exaltación de Cristo nos referimos al estado y lugar donde Cristo está en este momento en el lugar de
honor y poder a la diestra de la majestad. Esta verdad se enseña en muchos lugares en el Nuevo
Testamento.

 Por Lucas: “Hch 2:33”” Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre
la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís” “Hch 5:31”

 Por Pedro: “1 Pd 3:22” “quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están
sujetos ángeles, autoridades y potestades”

 Por Pablo: “Ef 1:20” “la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su
diestra en los lugares celestiales”

 Esteban: vio al Señor glorificado poco antes de su muerte, por eso exclamó, “Hch 7:55, 56
“Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a
Jesús que estaba a la diestra de Dios…”” “La diestra de Dios” indica un lugar de honor y de
poder “Fil 2:9 - 11”

 “Ef 1:21” Cristo se sentó sobre todo:

Principado
Autoridad
Poder
Señorío
Nombre

2. Resultados de la exaltación de Cristo

 El que es ahora nuestro sumo sacerdote: Cristo es ahora nuestro sumo sacerdote,
intercediendo ante Dios a nuestro favor “Heb 9:24” “Porque no entró Cristo en el santuario
hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por
nosotros ante Dios”

 Nos asegura el acceso a Dios: La exaltación de Cristo asegura a los creyentes un acceso libra a
la presencia de Dios. Heb 4:14 – 16; I Ti 2:5 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
 Cristo cabeza de la iglesia: “Ef 1:22” “Col 1:18” “y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia,
él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia”

 Derramamiento del Espíritu: El ha derramado el Espíritu Santo sobre aquellos que creen Jn
16:7 “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el
Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.”; Jn 14:16; Hch 2:33

 Dios dones a los hombres y a la Iglesia: I Cr 12: 8 – 19; Ef 4:8 – 13 “Por lo cual dice:

Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres …”

 Él está preparando un lugar para los suyos: Jn 14:3 “Y si me fuere y os preparare lugar,
vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”

3. Los valores prácticos de las doctrinas de la ascensión y glorificación de Cristo.

Los siguientes cinco valores prácticos e inspirantes para darnos cuenta de que nuestro Señor y Salvador
ha ascendido y está sentado en el lugar de honor.

 Un incentivo a la santidad: La conciencia del Cristo ascendido, a quien esperamos ver un día,
es un incentivo a la santidad (Col 3:14). La mirada hacia arriba contrarrestará la fuerza hacia
abajo

 Una correcta concepción de la iglesia: El conocimiento de la ascensión proporciona una


correcta concepción de la iglesia. La creencia en un Cristo meramente humano causará que la
gente considere a la iglesia como una sociedad humana solamente, útil para propósitos
filantrópicos y morales, pero sin poseer ningún poder o autoridad sobrenatural. Por otro lado, un
conocimiento del Cristo ascendido resultará en el reconocimiento de la iglesia como un
organismo sobrenatural que emana vida divina de su cabeza exaltada.

 Una correcta actitud hacia el mundo: La conciencia de Cristo ascendido producirá una actitud
correcta hacia el mundo y las cosas mundanas “Fil 3:20” “Mas nuestra ciudadanía está en los
cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;”

 Un profundo sentido de responsabilidad personal: La fe en el Cristo ascendido inspirará a un


profundo sentido de responsabilidad personal. La creencia en el Cristo ascendido lleva con ella
el conocimiento de que vamos a tener que rendirle un día cuentas a Él “Rom14: 7 - 9”. El
sentimiento de responsabilidad a un amo en los cielos actúa como una disuasión del pecado y un
incentivo a la justicia “Ef 6:9 “Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las
amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay
acepción de personas””

 La gozosa esperanza de su regreso: La fe en el Cristo ascendido es conectada con la gozosa y


bendita esperanza de su regreso “Jn 14:3” “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y
os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”

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