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UNA IMAGINARIA ALEGORÍA DE LA CREACION DESCRITA EN GÉNESIS 1

UNA IMAGINARIA ALEGORÍA DE LA CREACIÓN DESCRITA EN GÉNESIS

HERMES DE JESÚS MARTÍNEZ ARROYO

TUTOR: JORGE MURILLO

2o SEMESTRE DEL PROGRAMA LICENCIATURA EN TEOLOGÍA


MODALIDAD VIRTUAL

MÓDULO ANTROPOLOGÍA
SEMINARIO REFORMADO LATINOAMERICANO
PEREIRA, 28 AGOSTO, 2020
UNA IMAGINARIA ALEGORÍA DE LA CREACION DESCRITA EN GÉNESIS 2

ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 3

II. QUE LOS ALEGORISTAS HABLEN _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 4

III. LA DEFENSA BÍBLICA DE LA LITERALIDAD DE LA CREACIÓN _ _ _ _ _ _ 6

A. Una apreciación sobre la mención de Adán en el resto de la Biblia _ _ _ _ _ 6

B. Una apreciación sobre la mención de Eva en el resto de la Biblia _ _ _ _ _ _ 7

C. Una apreciación sobre la mención de la serpiente en el resto de la Biblia_ _ 7

D. Una apreciación sobre la mención de la creación en el resto de la Biblia_ _ 7

E. Una apreciación sobre citas directas de los pasajes de Génesis en el resto de


la Biblia _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 8

IV. SUPUESTAS OBJECIONES A LA LITERALIDAD DE LA CREACIÓN _ _ _ _ 10

V. CONCLUSIÓN _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 12

VI. REFERENCIAS _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 13
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I. INTRODUCCIÓN

El Génesis inicia con las sencillas palabras: “En el principio creó Dios los cielos y la
tierra”, a las cuales Matthew Henry hace el siguiente comentario: “El primer versículo de
la Biblia nos da un relato satisfactorio y útil del origen de la tierra y de los cielos. La fe
del cristiano humilde entiende esto mejor que la fantasía de los hombres más doctos”
(Henry. Matthew, 1999), dicha percepción es eco del pensamiento que debiese
caracterizar a todo cristiano que con espíritu confiado se acerca a las Escrituras, en quien
no habría lugar para entender como ficción la narración de la creación referida en el
primer capítulo del libro uno de Moisés ni en los restantes, no así en la medida que el
hombre ha realizado una exégesis científica del texto se ha creído en la libertad de ver en
los primeros once capítulos (para el catolicismo), y para otros, en los dos primeros (caso
como el de los alejandrinos: Filón, Orígenes, Clemente y más) una alegoría con contenido
teológico, de la que es menester extraer el mensaje Divino en medio de la fantasía
adaptada del autor. Por ello, ocuparemos el presente estudio en responder la pregunta
¿Describe el relato de la creación del Génesis solo un cuadro alegórico o por el contrario
se debe entender como un hecho histórico-literal comprobable por las mismas Escrituras?
Que seamos iluminados por el santo Espíritu en esto, y de esa forma la Palabra sea
glorificada (1 Tesalonicenses 3:1).
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II. QUE LOS ALEGORISTAS HABLEN

Orígenes, en su libro De Principiis, se expresa en los siguientes términos sobre el asunto:

Ahora bien, ¿quién hay que ore y posea entendimiento, que


considere apropiada la declaración de que el primer día, y el
segundo, y el tercero, en los que también mencionan la mañana y
la noche, hayan existido sin sol, luna, y estrellas; el primer día
incluso sin cielo? Y ¿quién es tan ignorante como para suponer
que Dios, como si fuera un granjero, plantó árboles en el paraíso,
en el Edén hacia el este, y el árbol de vida en él, esto es, un árbol
de madera visible y palpable, de manera que cualquiera que
comiera de él con dientes corporales obtuviera la vida, y, del
mismo modo, comiendo de otro árbol llegara al conocimiento del
bien y del mal? Nadie, pienso, puede dudar que la afirmación de
que Dios anduvo al atardecer en el paraíso, y que Adán se
escondió bajo un árbol, se narra en sentido figurado en la
Escritura, y que algún significado místico puede ser indicado por
ello. (Orígenes, siglo III, 16)

La escuela de Alejandría era versada en la defensa del carácter alegórico del


Antiguo Testamento, o por lo menos la mayor parte de él, de ellos destaca Filón, un judío
helenista convencido que la filosofía griega era congruente con las Escrituras, por lo cual,
en miras a que el registro Bíblico no se contrapusiera le dio un carácter mitológico a
hechos que según su parecer era más concordante tomarlos así; la influencia sobre los
pensadores de su región la encontramos en los escritos de Orígenes, quien sin reparos
interpreta el registro de la creación como en “sentido figurado” y “místico”, lo que ha
sido acogido por gran número de personajes.

Así mismo en la introducción al Génesis, los comentarios de los profesores de


Salamanca, de índole católica, dan su propio parecer:

Respecto a los 11 primeros capítulos del Génesis, la dosis


imaginativa y aún legendaria es mayor, si bien haya un cañamazo
de verdades históricas que dicen relación a verdades dogmáticas.
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Incluso podemos admitir que los hagiógrafos hayan utilizado


formas de decir que tengan originariamente resabios mitológicos,
si bien en el juicio formal del autor sagrado no hay ninguna
afirmación mitológica. En los escritos bíblicos hay a veces frases
menos exactas alusivas a hechos históricos que son puro relleno
literario, es decir, sobre las que no recae el juicio formal del autor
sagrado, que es esencialmente de índole religiosa (Colunga.
Alberto, 1960, p. 36).

Sorprende encontrar en un comentario serio de la Palabra de Dios términos como


“dosis imaginativa”, “legendaria” y “relleno literario” para aludir a porciones de los textos
Sagrados (cf. 2 Timoteo 3:15), de lo que no escapamos en cuestionarnos ¿Cómo es que
un relleno literario puede ser a la vez escritura inspirada y por tal la revelación confiable
del Único Dios?
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III. LA DEFENSA BÍBLICA DE LA LITERALIDAD DE LA CREACIÓN

A fin de proseguir sin obstáculos, nos corresponde entender lo que se entiende por
alegoría, el Diccionario Vine indica que la palabra “Vino a significar hablar, no según el
sentido primario de la palabra, sino que los hechos afirmados se aplican a ilustrar
principios” (Vine. William, 1980), de allí que sea la expresión más adecuada para lo que
algunos ven en el relato de la creación, puesto que los acontecimientos no deben (según
ellos) ser vistos como algo real, sino que la esencia básica es afirmar lo que Dios en su
acto creador hizo sin que los pormenores por los cuales llevo a cabo su obra nos hayan
sido revelados.

Respecto a ello se debe advertir que no existe una pista ni directa ni medianamente
cercana en las Escrituras a que lo descrito en Génesis deba ser entendido de una forma
diferente a la literal, si se hallase, daríamos como posible tal idea y no la censuraríamos
con vehemencia. Proponemos entonces, abordar el tema, aunque de forma corta, con un
pronunciamiento autoritario del libro Santo que deje en claro lo que del asunto se debe
creer.

A. Una apreciación sobre la mención de Adán en el resto de la Biblia

Se reconoce el carácter antiguo del Libro de Job, ya en su narración se da por sentado la


realidad de que Dios creó a Adán siendo éste el primer hombre, por ello puede preguntar
a sus acusadores ufanados de sabiduría “¿Naciste tú primero que Adán?” (15:7); el mismo
sentir está en Pablo cuando escribe a los de Corinto: “Fue hecho el primer hombre Adán
alma viviente” (primera carta, 15:45), también subraya similar en su carta a Timoteo:
“Porque Adán fue formado primero, después Eva” (primera carta, 2:13), así, los autores
inspirados admiten y ratifican que el primer hombre formado fue Adán, siendo esto un
testimonio interno de que lo que en Génesis se afirma: “Y creó Dios al hombre a su
imagen… Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre,
a semejanza de Dios lo hizo” (1:27, 5:1), concuerda con lo que Dios ha revelado como
verdad, no dando lugar, por lo menos en cuanto a la literalidad de que Adán fue el primer
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hombre1, a figuras borrosas cuya causa de mención es solo como una realidad cercana a
los hechos originales.

B. Una apreciación sobre la mención de Eva en el resto de la Biblia

Similar a lo expuesto sobre Adán ocurre con Eva, Pablo una vez más, exhortando a los
corintios, les alerta sobre las maquinaciones del enemigo en el Edén, sobre las fauces del
cual cayo Eva: “Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros
sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo” (segunda
carta, 11:2), solo un lector predispuesto vería en la referencia del apóstol una Eva
imaginaria, inexistente en todo el sentido que en Génesis se detalla, es suficiente con
analizar el verbo “engañó”, cuyo modo es indicativo, que remarca la acción como algo
real, además el tiempo es un pretérito perfecto, esto es, un acontecimiento del pasado
terminado, el autor entonces no especula sobre posibilidades, en cambio se expresa de
ellas en términos de hechos veraces.

C. Una apreciación sobre la mención de la serpiente en el resto de la Biblia

De la serpiente también se admite que tuvo parte en el huerto, no podemos pensar que
Juan haga una referencia distinta, o que en su libro interprete los personajes y detalles del
primer pecado como algo ficticio, más bien al llamar al enemigo como la serpiente
antigua, fundamenta que Satanás tomó lugar en la caída del hombre y no se contrapone a
la forma como ocurrió el evento, antes lo ratifica, por consiguiente tal personaje se hace
acreedor al castigo de parte del Legislador del mundo: “Y fue lanzado fuera el gran
dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás” (Apocalipsis 12:9).

D. Una apreciación sobre la mención de la creación en el resto de la Biblia

Volvamos a un libro inspirado cuya escritura se remonta a tiempos antiguos, Job (no
especularemos sobre la discusión de su fecha), quien escribe lo que sigue sobre la
creación: “pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; a las aves de los cielos, y
ellas te lo mostrarán; o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar te lo
declararán también. ¿Qué cosa de todas estas no entiende que la mano de Jehová la hizo?”
(12:7-9), que significativo es que haga mención de lo que en Génesis se describe como el

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Se aclara esto porque no desconocemos el sentido tipológico de algunos personajes, elementos o
sucesos del AT, para más detalles sobre el particular ver el ensayo: Cristo descorre el velo por el mismo
autor del presente estudio.
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producto de la obra creadora: bestias (1:24), aves (1:20), cielo (1:1), tierra (1:1), peces
(1:26) y mar (1:10), esto no extraña a quien da como un hecho la descripción que inicia a
partir del primer verso de la Biblia, pero quienes con ojos velados teorizan diferente
alegaran que la tradición conservo múltiples registros de lo que los pueblos creían sobre
las formas como fue hecho el mundo, así Job puede expresarse en forma semejante a la
del Génesis, a lo cual respondemos con palabras de Gleason Archer:

El origen de la raza humana pertenece necesariamente al ámbito


de la revelación de Dios, puesto que ningunos documentos
escritos pudieran remontarse a un tiempo anterior a la invención
de la escritura. Se concibe que el verdadero relato del origen del
hombre se perpetuo por tradición oral. Pero aparte de la
revelación, escrita como escritura inspirada, no habría ninguna
certeza en cuanto a saber cuál, entre la asombrosa variedad de
leyendas sobre el origen del hombre conocida por las diversas
culturas de la tierra, sería el relato verdadero y confiable (Archer.
Gleason, 1964, p. 221).

E. Una apreciación sobre citas directas de los pasajes de Génesis en el resto de la Biblia

Una evidencia digna de consideración es aquella en la que en el Nuevo Testamento se


hace una referencia directa a los acontecimientos descritos en Génesis 1 y 2, en los que
difícilmente se podría objetar que la alusión contiene una idea de irrealidad, casos estos
como:

1. Santiago (3:9) afirma que la lengua es un miembro cuyo fluir puede ser en dos sentidos,
uno de ellos es maldecir a los hombres que fueron hechos a semejanza de Dios (una cita
explícita de Génesis 1:26-27), por qué deberíamos aceptar que la descripción que se hace
respecto a la imagen del Dios de amor puesta en el hombre sea una verdad y el resto de
detalles solo ficción, qué aspectos son los que evocan símbolos para nublar la mente del
creyente vislumbrando solo leyendas difíciles de creer, no habrá respuesta para esto, por
lo menos no una confiable y digna de considerarse.

2. Afín a esto, Mateo (19:4) también corrobora el relato de la creación de Génesis 1:27,
igual hace Marcos (10:6) remarcando las mismas palabras de Jesús; el Maestro fue
intervenido por los fariseos sobre una asunto con el que esperaban acusarle, estaba
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relacionado con el matrimonio, para defender su posición recurre a lo que las Escrituras
afirman del tema, que Dios (en su sentido plural Elohim, describiendo la trinidad) hizo al
hombre varón y hembra, y añade, que los dos se unirán siendo una sola carne, que es una
cita directa de Génesis 2:24 (otras referencias directas al mismo pasaje las encontramos
en 1 Corintios 6:16 y Efesios 5:31), una vez más nos preguntamos sí debemos entender
esto como literal, es decir, un evento que realmente ocurrió, pero de los restantes solo
podemos decir que son alegóricos, si fuese así cabe interponer a los que tienen tal postura
que nos den los mecanismos a través de los cuales debemos discernir entre lo literal y lo
alegórico, puesto que las normas que usamos en la llamada tipología no dan cabida a
dicha apreciación, esto es, la palabra solo es usada en una ocasión en el NT, en Gálatas
4:24, siendo que Pablo está afirmando que Sara y Agar evocaban a dos pueblos podemos
estar seguros que esto es así, pero nada de eso encontramos con la creación, es decir, el
Nuevo Testamento enmudece respecto a interpretar como místico los primeros capítulos
del libro con que inicia el Pentateuco.

3. Otras alusiones directas las vemos en Hebreos 4:4 citando Génesis 2:2, también 1
Corintios 15:45 (y 47) citando el pasaje 2:7, y Apocalipsis 2:7 aludiendo al capítulo 2,
verso 9.
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IV. SUPUESTAS OBJECIONES A LA LITERALIDAD DE LA CREACIÓN

Algunos consideran incongruente con la ciencia y la lógica entender de forma real todo
lo que hemos defendido, se presentan algunas de esas acusaciones:

A. Existen discrepancias entre el primer y segundo capítulo de Génesis

Baste decir que el segundo amplia el primero, o lo detalla, sin que todos los acabados
sean expuestos (no se menciona la creación de las lumbreras ni las estrellas y otros), el
relato de éste centra su atención en el hombre, el del primero en la creación de todo lo
existente, un cuadro semejante encontramos en los evangelios sinópticos, por ello hubo
tanta disputa de parte de opositores gnósticos y paganos en su aceptación, pero sabemos
que son complementados los unos con los otros, las adiciones no son contradicciones.

B. La cronología de la creación no tiene sentido lógico

Dicha noción se sustenta por la mención de la luz desde el primer día y solo hasta el cuarto
la creación de las “lumbreras” que servirían para separar el día de la noche, no creemos
tener una respuesta que satisfaga a sus proponentes, pero se debe recordar que el sol no
es la única fuente de luz, aunque ciertamente es la más evidente.

C. Los días no son literalmente de 24 horas

No es nuestro objetivo defender una u otra idea: la literalidad de los días en 24 horas, o
periodos de mayor tiempo, solo se debe decir que el aceptar alguno de dichos
pensamientos no se contrapone en nada a todo el registro que Moisés hace de la labor
creadora de Dios.

D. La ciencia ha develado lo que es la realidad

Una vez más los profesores de Salamanca en su comentario al Génesis afirman que
existen anacronismos respecto a la profesión de Caín y Abel y otros datos (Colunga.
Alberto, 1960, p. 37), pero recuérdese las múltiples ocasiones en que hallazgos
arqueológicos han disipado las dudas que antes de dichos descubrimientos recaían, por
ejemplo sobre el diluvio, las ciudades mencionadas en la Biblia, reyes paganos y otros.
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Nuestra norma de verdad es la Biblia, ella no se debe amoldar a lo que el hombre


proponga, todo lo contrario, quizás llegue el momento en que otros hallazgos revelen la
realidad de lo que ahora rechazan, mientras eso ocurre afirmamos lo que Dios ha mostrado
de las formas como llevo a lugar todo aquello que le rendiría gloria, y nos unimos al coro
del salmista cuando dijo: “Reconoced que Jehová es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a
nosotros mismos; pueblo suyo somos, y ovejas de su prado” (Salmo 100:3).
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IV. CONCLUSIÓN

No existe norma hermenéutica que apruebe el uso de la alegoría en el relato de la creación,


el Nuevo Testamento nada dice de ello, pero todo lo opuesto ocurre, vez tras vez remarca
los hechos como verídicos, Adán, Eva, la serpiente y la caída en pecado, además de citas
que de forma directa son tomadas para hacer alusión a algún tema, en las cuales no hay
lugar para supuestas dosis imaginativas o místicas, solo un predispuesto lector vería lo
que de otro modo no se podría proponer, así estamos confiados en que las formas que
detalla Génesis sobre la obra creadora de Dios son tal cual están expuestas, que las
discusiones tengan otro centro, pero no la literalidad de la creación.
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V. REFERENCIAS

Archer, Gleason. (1964). Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento.


Grand Rapids: editorial portavoz

Colunga, Alberto. (1960). Biblia comentada. Profesores de Salamanca. Pentateuco.


Salamanca. La editorial católica

Vine. E. William. (1999). Diccionario Expositivo de Palabras del NT. Nashville:


Editorial Caribe

Henry, Matthew. (1999). Comentario de la Biblia de Matthew Henry. Miami: editorial


Unilit

Orígenes. (Siglo III). De Principiis. Libro IV

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