Mundo Universitario, Nº 38, 45-58, 2011

Comunicación y Educación en el Proceso Bolivariano:

El modelo Iconofónico Contrarrevolucionario *
Ovidio Andrés Charles Van Glover **
ancharles69@gmail.com , ancharles@eresmas.com

RESUMEN
Se abordan algunas aristas de la Educomunicación y su expresión en el proceso socio-político que
se adelanta en Venezuela conocido como Revolución Bolivariana, proceso este cuyo objetivo es
reducir a un valor cero las inequidades, las injusticias, las asimetrías sociales por la vía de vencer la
exclusión - en todos los órdenes – a la cual han estado sometidas las grandes mayorías
históricamente; asunto este que lleva implícita la construcción de una nueva ciudadanía. Para tal
cometido la Educación y la Comunicación son piezas claves y por ello hay disposiciones, de orden
constitucional y legal que permiten avanzar hacia el objetivo. Sin embargo, en virtud de que tales
disposiciones, así como el proceso político en sí, coliden con intereses de las históricas clases
dominantes en el país, el modelo iconofónico a través del cual se han transmitido los valores e
imaginarios de estas clases, en detrimento de los menos favorecidos, ha sido reformulado
parcialmente otorgándosele el papel de “aparato” para la abierta confrontación, invisibilización,
negación y discriminación de todo aquello que signifique reconocimiento de la otredad, de la
inclusión, de que los “otros” también son ciudadanos; la educación, la educomunicacion son - en
este contexto - espacios para la abierta lucha ideológica por su carácter de modelador de conciencia
en la confrontación Capital-Trabajo.

1.- ALGUNOS RASGOS DEL CONTEXTO SITUACIONAL

En este trabajo, variación del que presentase en la Universidad de San Luis (Argentina) en el año
2009, se abordan algunas aristas de la Educomunicación y su expresión en el proceso socio-político
que se adelanta en Venezuela conocido como Revolución Bolivariana, proceso este cuyo objetivo es
reducir a un valor cero las inequidades, las injusticias, las asimetrías sociales por la vía de vencer la
exclusión - en todos los órdenes – a la cual han estado sometidas las grandes mayorías
históricamente; asunto este que lleva implícita la construcción de una nueva ciudadanía. Para tal
cometido la Educación y la Comunicación son piezas claves y por ello hay disposiciones, de orden
constitucional y legal que permiten avanzar hacia el objetivo. Sin embargo, en virtud de que tales
disposiciones, así como el proceso político en sí, coliden con intereses de las históricas clases
dominantes en el país, el modelo iconofónico a través del cual se han transmitido los valores e
imaginarios de estas clases, en detrimento de los menos favorecidos, ha sido reformulado
parcialmente otorgándosele el papel de “aparato” para la abierta confrontación, invisibilización,
negación y discriminación de todo aquello que signifique reconocimiento de la otredad, de la
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inclusión, de que los “otros” también son ciudadanos; la educación, la educomunicacion son - en
este contexto - espacios para la abierta lucha ideológica por su carácter de modelador de conciencia
en la confrontación Capital-Trabajo.

El énfasis discursivo de esta ponencia reside en lo iconofónico y en la protopática. El primer

concepto, aunque pudiera asumirse como sinónimo de Audiovisual, es preferido a este ultimo en
razón de la connotación de signo que aquel posee. “En estricto sentido es el signo que mantiene una
relación de semejanza con el objeto representado. Mientras que lo visual como el audio pudieran
referir sensaciones directas e inmediatas del ojo y del oído, el termino iconofónico nos conduce a
semejanzas y representación, haciéndose mas clara la condición de medio” (Carrillo: 2008) [inédito]
La protopàtica, por su parte, “Es un termino que se refiere a todo un conjunto de fenómenos
psíquicos donde lo irracional se impone a lo racional. Primero el cine y la radio luego la televisión,
ahora también Internet, ellos son los vehículos fundamentales para que este proceso se experimente
en forma masiva y continua” (Ibíd.). En esta perspectiva, es necesario tener presente lo que refiere
Luís Britto García de Marx y Engels en La Ideología Alemana: “...las ideas de la clase dominante son
en toda época las ideas dominantes, porque así como la clase dominante posee los instrumentos de
producción material, posee también los de producción intelectual: academias, editoriales, escuelas.
En su arrolladora marcha hacia la concentración absoluta, el capital no sólo acapara medios de
producción industrial, comercial, financiera: también acumula aparatos económicos, políticos,
ideológicos hasta reducir todas las manifestaciones de la civilización distintas a un solo monopolio
verdadero. En Venezuela, como en todas partes, el gran capital posee la gran mayoría de los
medios de comunicación”. (Britto, 2006)

Sin dudas, existen diversas definiciones de educomunicacion, entre ellas: a) "todas las formas de
estudiar, aprender y enseñar, a todos los niveles y en toda circunstancia, la historia, la creación, la
utilización y la evaluación de los medios de comunicación como artes prácticas y técnicas, así como
el lugar que ocupan los medios de comunicación en la sociedad, su repercusión social, las
consecuencias de la comunicación mediatizada, la participación, la modificación que producen en el
modo de percibir, el papel del trabajo creador y el acceso a los medios de comunicación".
(UNESCO, 1979); b) “….un espacio teórico-práctico formado por las interrelaciones entre dos
campos muchas veces separados: la educación y la comunicación (con especial hincapié en su
vertiente mediática; un espacio de trabajo con un fin muy claro: extraer todo el potencial de la unión
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de estas disciplinas al servicio del desarrollo social e individual del ser humano, con la vista puesta
en la consecución de un mundo más habitable para todos” (Aire Comunicación1, 2004)

Sin embargo, la realidad de Venezuela y América Latina en su conjunto exigen reconceptualizar el

asunto con la intención de superar visiones románticas o condicionadas por el encantamiento
tecnotrónico que producen los medios, la permanente novedad de sus dispositivos y su creación de
“culturas replicantes” (Esté, 1997); es decir, reconceptualizar la Educomunicación a partir de que
ésta debe ser entendida como dispositivo tecno-político-ideológico articulado a un especifico modelo
iconofonico que sirve de sostén a un determinado modelo de desarrollo y, como tal, a un
determinado tipo de Estado para la construcción de ciudadanía mas allá de la clásica concepción de
civitas2. En breve, la educomunicaciòn debe ser asumida como una cuestión de Estado. En este
sentido, y desde las concepciones clásicas del marxismo, la educomunicacion, como dispositivo
ideológico, no tendría como locus solo la superestructura sino también la estructura (la base
económica) en tanto que mensaje-signo/mercancía producible y apropiable, ya en la condición de
producto, ya en términos de la posesión de los Medios de Producción, incluidos los de comunicación
y los de “Recursos Humanos”. Es moneda corriente que, dialécticamente hablando, se plantee que
la superestructura juega un papel nada desdeñable tanto en el sostenimiento de la estructura -
cuyas relaciones de producción evidencian relaciones antagónicas e irreconciliables - como en la
creación de imaginarios virtuales y en la re-creación/reproducción “adecuada” de imaginarios
colectivos que constituyen reales mecanismos de sujeción a los intereses de las clases dominantes.
Pudiera inferirse, desde este razonamiento, que la educomunicacion es una especie de bisagra
(“apropiada”, es decir, confiscada por el sector privado) entre la llamada educación formal y la
informal.

Asumiendo que la Educación es una forma de comunicación de alta cualidad podemos plantear que
si la educación es comunicación y esta a su vez es educación, entonces es dable suponer que, si la
primera puede ser confiscada, suplantada y/o condicionada por la Información, entonces es
altamente probable que también la segunda lo será. Si este supuesto es valido habría que suponer,
asimismo, que ambas son o pueden ser encubiertas por la información en el ámbito de lo que se ha
dado en llamar Sociedad de la Información, con fuerte énfasis en la privatización de la información
en cuanto que mercancía simbólica que vehicula ideología funcional los intereses del capital en sus
distintas expresiones. Siendo así, la educomunicacion no es un asunto neutro, sino un espacio
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relacional condicionado por las contradicciones Capital/Trabajo y, por tanto, no puede ser mirado o
conceptuado desde una óptica romántica o aséptica política o ideológicamente. Cabe acotar, que
hay investigadores quienes sostienen que “se habla de Sociedad de la información, pero en ningún
sitio se dice qué es la información” (Mattelart, 2002). Esto evidencia la existencia de juegos
nugatorios y de ocultamiento que forman parte de la ofensiva ideológica con el cual se pretende
imponer, en unos casos o de re-afirmar, en otros, el concepto de “democracia del mercado” 3. En
esta perspectiva, cobra fuerza lo planteado por Emir Sader, quien afirma que no habrá democracia
en América Latina sin la democratización de los medios de comunicación porque estos ejercen un
“totalitarismo brutal”. Al respecto, señala: “Los grandes medios de la iniciativa privada representan
“la dirección de la derecha en el mundo y los gobernantes tienden a dejarse atrapar y a gobernar
para la pantalla chica; incluso, utilizan frases adaptadas a lo que los medios van a difundir y los que
no lo hacen sufren ataques y discriminación. Por ejemplo, no se ha hablado lo suficiente de cómo
los medios venezolanos montaron el golpe contra Hugo Chávez”, afirmó el también colaborador de
este diario” (Sader, 2008).

En esta contexto debemos preguntarnos ¿Es posible la democratización de los medios de

comunicación, de la educación y por tanto, de la educomunicaciòn en Venezuela, y en América
Latina, dentro del capitalista si uno de sus rasgos es mas visibles y crueles es la monopolización? El
actual proceso revolucionario bolivariano en Venezuela constituye una experiencia interesante. Para
abordar el asunto, no se pretende acá dar respuestas ni prescripciones absolutas sino analizar el
asunto con una mirada critica. No es un secreto el monopolio de los medios, máxime en la
mediocracia4 imperante. Al respecto, hay quines afirma que “Diez mega grupos controlan la prensa,
radio y televisión de EEUU e influyen en América Latina” y al respecto afirma: “Cientos de millones
de estadounidenses, latinoamericanos y ciudadanos de todo el planeta consumen a diario -directa o
indirectamente- los productos informativos y culturales de los holdings AOL/Times Warner, Gannett
Company, Inc., General Electric, The McClatchy Company/Knight-Ridder, News Corporation, The
New York Times, The Washington Post, Viacom, Vivendi Universal y Walt Disney Company,
propietarios de los medios más influyentes”. (Carmona; 2007). Estos mismos ejercen control –
directa o indirectamente - sobre los diarios de mayor circulación tanto en los Estados Unidos de
Norteamérica como en los países que conforman la América Latina y El Caribe. “Quienes manejan
estos medios adquirieron una importante cuota de poder que no emana de la soberanía popular,
sino del dinero, y responde a una intrincada madeja de relaciones entre los medios informativos y de
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comunicación y las más grandes corporaciones transnacionales estadounidenses como la

controvertida petrolera Halliburton Company, del vicepresidente Dick Cheney; el Carlyle Group, que
controla negocios de la familia Bush; la proveedora del Pentágono Lockheed Martin Corporation,
Ford Motor Company, Morgan Guaranty Trust Company of New York, Echelon Corporation y Boeing
Company, para citar pocos” (id).

Como puede inferirse, los medios del llamado “Patio Trasero del imperio norteamericano” están
cooptados, mediatizados, secuestrados por los precitados grupos y, por tanto, lo que se informa a
través de los medios privados es lo que educa en términos de construcción de ciudadanía, identidad
nacional/regional latinoamericana, de modelos idiosincrásicos autóctonos o enajenados, modelos
iconofonicos revolucionarios o contrarrevolucionarios como es el caso venezolano. En este sentido,
es necesario señalar que, a partir fundamentalmente de la posguerra, se ha venido construyendo un
modelo iconofónico que oculta o estigmatiza lo nacional-regional-latinoamericano pero que hoy -
ante la emergencia de nuevos movimientos sociales y de la reorientación de la mirada hacia el Sur
como nuestro verdadero norte, de acuerdo con el ideario revolucionario bolivariano, se proponen,
desarrollan y avanzan nuevos modelos político-integracionistas desde la matrices indígenas,
bolivarianas y martianas principalmente, así como desde el concepto de democracia participativa –
que chocan con el modelo de democracia representativa, con el stablishment liberal-burgués el cual
reacciona incorporando claras estrategias clasistas, racistas y contrarrevolucionarias cuyo propósito
principal es obstaculizar, negar, y suprimir la participación popular por la vía de practicas nugatorias,
de la invisibilización y estigmatización de los referentes icónicos autóctonos de la sociohistoria
nacional y regional (indígenas, negros o mestizos) que constituyen los soportes idiosincrásicos mas
profundos, en términos de la identidad cultural de nuestro pueblo y nuestros pueblos. Ese modelo
iconofonico contrarrevolucionario apunta hacia la disolución progresiva de la organicidad de lo social
en cuanto que espacio relacional fundado en practicas solidarias desde la asunción de conciencia
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de clase. Por ello, puede decirse que en el contexto “en-red-ado” en el cual estamos inmersos, el
ser mediático social determina una conciencia de clase troquelada por cuanto los medios, como
soportes de la educomunicacion, organizan la sociedad en términos solo de emociones y no de
relaciones.

El modelo iconofònico vigente en el país, de claro corte contrarrevolucionario (diseñado por

instancias foráneas) apunta hacia la modelación de conductas contrarias a los aspectos teleológicos
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contenidos en el Artículo 3º de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. Más aun,

se observa que, aun existiendo disposiciones expresas en materia
comunicacional/informativa/educativa que incluyen las responsabilidades que los medios de
comunicación deben asumir ante la ciudadanía, estas son obviadas por los propios funcionarios del
Estado responsables de su ejecutoria. El artículo 101 de la prenombrada Constitución, señala que
“El Estado garantizará la emisión, recepción y circulación de la información cultural. Los medios de
comunicación tienen el deber de coadyuvar a la difusión de los valores de la tradición popular y la
obra de los o las artistas, escritores, escritoras, compositores, compositoras, cineastas, científicos,
científicas y demás creadores y creadoras culturales del país. Los medios televisivos deberán
incorporar subtítulos y traducción a la lengua de señas, para las personas con problemas auditivos.
La ley establecerá los términos y modalidades de estas obligaciones.” El artículo 108 establece:
“Los medios de comunicación social, públicos y privados, deben contribuir a la formación ciudadana.
El Estado garantizará servicios públicos de radio, televisión y redes de bibliotecas y de informática,
con el fin de permitir el acceso universal a la información. Los centros educativos deben incorporar
el conocimiento y aplicación de las nuevas tecnologías, de sus innovaciones, según los requisitos
que establezca la ley.” El Artículo 110 establece: “El Estado reconocerá el interés público de la
ciencia, la tecnología, el conocimiento, la innovación y sus aplicaciones y los servicios de
información necesarios por ser instrumentos fundamentales para el desarrollo económico, social y
político del país, así como para la seguridad y soberanía nacional. Para el fomento y desarrollo de
esas actividades, el Estado destinará recursos suficientes y creará el sistema nacional de ciencia y
tecnología de acuerdo con la ley. El sector privado deberá aportar recursos para los mismos. El
Estado garantizará el cumplimiento de los principios éticos y legales que deben regir las actividades
de investigación científica, humanística y tecnológica. La ley determinará los modos y medios para
dar cumplimiento a esta garantía”.

Asimismo, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones CONATEL posee un conjunto de

dispositivos tales como: a) Decreto sobre Internet; b) Ley Orgánica de Telecomunicaciones; c) Ley
de Responsabilidad Social en Radio y Televisión así como también el Reglamento de Radiodifusión
Sonora y Televisión Abierta Comunitarias de Servicio Público Sin Fines de Lucro. No obstante, esta
Comisión, hace mutis ante los desafueros sistemáticos de los propietarios privados de los medios.
En este orden de ideas, habría que mencionar el Decreto 3390, el cual indica que en la República
Bolivariana de Venezuela debe darse prioridad al uso del software libre; sin embargo, ha habido una
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marcada resistencia, en prácticamente todos los organismos públicos, para migrar hacia el Software
Libre. Mas aun, es importante destacar situaciones derivadas del marco del llamado Convenio
Integral de Intercambio Energético, suscrito el 2 de marzo de 2005, entre los gobiernos de
Venezuela y Uruguay, así como también del Acuerdo de Cooperación en Materia de Tecnologías de
Información entre el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI - organismo adscrito al
Ministerio de Ciencia y Tecnología) y la empresa Langecor, S.A. (ARTECH) del Uruguay, quienes
firman un contrato que en el cual se establece la instalación de un Laboratorio de Investigación y
Capacitación en Tecnologías Genexus - Software Libre, en el que, según los términos del Convenio,
se realizará la capacitación a profesionales venezolanos incorporando las cooperativas, PYMES,
universidades y personal del sector gubernamental. Sin embargo, según denuncias formuladas por
el ciudadano Feijoo Jiménez publicadas el 14/04/07 con el titulo: “Genexus” un engaño Capitalista
del MCT en pleno Socialismo del Siglo XXI” en el cual afirma que “el sistema NO CORRE en
Software Libre y, además “…el Software no podrá ser utilizado por las instituciones hasta que no
compren las 100 licencias del convenio” razón por la que todos los cursos lo están llevando a cabo
sobre plataformas propietarias (Windows) (Sic).

Por todo lo se ha venido señalando, en esta sucinta contextualizaciòn, es dable formular la

interrogante ¿Que es lo que ocurre en realidad? Habría que considerar que a la propuesta
educomunicativa, contenida en la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, se opone
e impone la mediocracia mediante el intento de sustituir la democracia (participativa en el caso
venezolano) por un modelo político, en el cual los medios no solo suplantan a los clásicos
sociomediadores políticos (los partidos) sino a la educación misma. De allí que puede afirmarse que,
si el sistema democrático peligra en la sociedad de la información y la educomunicacion es asumida
en términos de esa democracia (de equidad y de justicia) entonces la educomunicacion también
peligra.

Sin lugar a dudas se ha ido produciendo, lo que ya Mattelart advertía en cuanto una progresiva
sumisión a las tecnologías y al mercado, más allá de cualquier proyecto social y político; de allí que
pareciera establecerse y consolidarse la dialéctica del Amo y el Siervo, en términos hegelianos,
donde la verdad del amo impide todo acceso al saber, en cambio, en la posición del esclavo, está
toda la promesa de adquisición del Saber Absoluto; sin embargo, ese saber esta contenido en la
información mas como deformación que como formación. Se hace necesario, entonces, rescatar la
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idea de Mattelart en cuanto que la llamada Sociedad de la Información no es algo que surge, de
forma repentina, en la segunda mitad del siglo XX, sino que dispone de unos antecedentes que
podrían empezar a datarse en la Época Moderna, “La idea de la sociedad regida por la información
se inscribe, por así decirlo, en el código genético del proyecto de sociedad inspirada por la mística
del número” …“El paradigma tecnoinformacional se ha convertido en el pivote de un proyecto
geopolítico cuya función es la de garantizar la reordenación geoeconómica del planeta en torno a los
valores de la democracia de mercado y en un mundo unipolar (Mattelart, 2002). Es insoslayable,
precisamente en este punto, señalar que no es un secreto que el proceso político venezolano (en su
dimensión de política exterior particularmente) se ha planteado desde sus inicios revertir la
unipolaridad, priorizando la multipolaridad como vía necesaria para practicas societales en términos
de equidad, respeto y equilibrio. Tal propuesta ha acentuado la puesta en marcha de la llamada
Guerra de Cuarta Generación en la que, por su fuerte connotación mediática, cobra fuerza el
concepto de “Superioridad de la Información” y el de “Guerra Cibernética” en las cuales las
operaciones psicológicas (PSYOP) juegan papel estelar6 . El desafío que esto supone para la
revolución pareciera no estar siendo discutido al interior de los órganos del Estado, como la ya
mencionada CONATEL aunque sí, en alguna medida, dentro de ciertos colectivos revolucionarios,
Consejos Comunales, y Medios Alternativos. Sin embargo, los medios privados – como unidades de
combaste y/u operadores políticos de la mencionada Guerra de Cuarta Generación, fundados quizás
en el razonamiento que “el ojo cree en lo que ve” y haciendo gala de la imbricación “imagen
teledirigida y poder”, persisten con sus mensajes para el arraigo de una cultura - en nuestra
sociedad - cuyos rasgos son la apatía, frivolidad, corrupción, banalidad (sobre todo la llamada
banalidad institucionalizada). En ese proceso, se instala y afianza el menosprecio al campesino, al
indígena convertido en uno de los tantos elementos exóticos a fotografiar por los turistas nacionales
o foráneos, carentes ontológicamente - según tales ópticas colono/fascistas - de la condición de
ciudadanos. Sobre la discriminación al negro basta con observar la publicidad y la información -
trastocadas en propaganda - para percatarse de la estigmatización a este sector. Los medios
privados distorsionan la historia para favorecer no los valores contenidos en la Carta Magna, sino la
visión estadounidense o europea en desmedro de nuestros imaginarios sociohistoricos autóctonos
cuyo impacto en la esfera educativa no es nada desdeñable.

Alo largo de estas líneas se ha aludido, reiteradamente, lo regional en la convicción de que la

Educomunicacion debe ser materia de los procesos de integración regional puesto que el papel de la
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integración, mas allá de los aspectos económicos, energéticos o alimentarios, debe ser –
fundamentalmente – de carácter educomunicativo, como una manera eficaz y eficiente de reorientar
y re- situar nuestros rasgos culturales identitarios como latinoamericanos y caribeños para responder
a la imposición de modelos iconofonicos que se vehiculan a través de programas educativos y
mediáticos que crean una realidad ficcional, mientras que la verdadera es rechazada, negada, tal
como ocurrió con la Propuesta Curricular Bolivariana.

Siendo constatable que los medios han venido ganando la batalla educativa, aun representando la
vida absolutamente falsificada, se hace imperativo la toma de conciencia revolucionaria en lo que
respecta a la hipercomunicacion que, como fenómeno global y local ha ido dando lugar a la
globalización y que esta se expresa en que las tecnologías de la información y comunicación (la
multimedia, telefonía celular, Internet, televisión digital, televisión satelital, televisión hertziana,
prensa globalizada, radio, cine, registros audiovisuales, entre otros) constituyen un agregado
mediático comunicacional eficaz y eficiente que, en manos de minorías propietarias de los mismos,
han ido dando lugar a un monstruoso proceso de confiscación de la psiquis colectiva, a la
generación de colapsos dubitativos y aun, a estallidos del pensamiento lógico. Las complicidades del
gran capital y su gigantesco aparato mediático convocan y establecen comanditas con castas
políticas de viejo y nuevo cuño (nacional) que monopolizan importantes niveles del Estado. En este
sentido, es necesario tomar conciencia de que “Las nuevas tecnologías generan una fascinación
que anula el cuestionamiento. Es necesario adueñarse del uso de lo digital desde una perspectiva
social y cultural. Si no se crea una disconformidad constructiva en defensa de los intereses y de los
derechos humanos quizá, “la guerra es la paz, la libertad es la esclavitud y la ignorancia es la fuerza”
se conviertan en consignas no muy alejadas de nuestra realidad. …El futuro se va a jugar en parte
no sólo en el déficit cualitativo sino incluso en el cuantitativo de los contenidos. Hasta ahora existía
un tabique que salvaguardaba la educación, aunque es verdad esa afirmación de que la televisión
destruye por la noche lo que la escuela enseña por el día. Pero progresivamente con la presión
tecnológica y para amueblar estas tecnologías con contenidos se empieza a producir una ofensiva
de los fabricantes de tecnología frente al campo de la educación. Esto es debido a la necesidad de
las empresas de tener nuevos campos de explotación. Por primera vez en la historia se acaba de
celebrar una feria del mercado de la educación en Vancouver, donde se han reunido todos los
fabricantes de productos educativos junto a las universidades y representantes del mundo educativo.
Cuando lees las declaraciones de los participantes se te ponen los pelos de punta al ver como
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avanza la idea de industrializar, de tomar el campo de la educación para someterlo a lo que llaman
las transacciones comerciales. Eso no quiere decir que la lógica del mercado no haya llegado antes
a las escuelas. He leído un artículo sobre la publicidad en las escuelas norteamericanas, donde
ahora utilizan spot financiados por empresas para enseñar a los niños” (Mattelart, 2002). Se ha
recurrido a esta cita, aunque extensa, con la intención de referenciar de manera sustantiva la
gravedad del contexto situacional expuesto.

2.- ¿QUE HACER?

Como atrevido préstamo al famoso titulo del desafiante opúsculo de V. I. Ulianov (Lenin) y sin
pretensiones prescriptivas, en términos absolutos, pareciera imperiosa la búsqueda de respuestas a
esta solitaria pregunta sobre el farragoso escenario de la educomunicacion en Venezuela. Por ello,
las siguientes propuestas para el debate:

1.- En Venezuela - ante la dictadura mediática - se hace ineludible plantear y poner en marcha la
Reforma Educativa a través del Currículo Bolivariano. Pero también es imperativo reformar la Ley de
Telecomunicaciones de manera que haya real articulación entre educación formal e informal. De allí
que para el ámbito estrictamente mediático luce necesario introducir la redistribución del espacio
radioeléctrico, con el otorgamiento – como mínimo- de un 33,33 % del mismo a las comunidades
organizadas y a los movimientos sociales.

2.- Abrir el debate sobre la Educomunicacion, tomando en consideración la protopatica y lo

iconofonico y, por tanto, pasar de la candidez a la reflexión crítica y a la praxis transformadora en tan
sensible y estratégica materia.

3.- Diseñar políticas y estrategias que permitan superar la "tecnoutopía", en el entendido, como dice
Petrella, que la "sociedad de la información" es la tecnoutopía explicativa y legitimante del
capitalismo mundial. Su objetivo no es otro que la creación de un espacio mundial del mercado
único, (the global market place), la coartada técnica del "régimen globalitario".

4.- Luce imperativo precisar, comparar y formular estrategias y tácticas en torno a los contextos
mediático y educativo en Venezuela con el propósito de establecer la características articulantes, así
como la condición dialéctica que contiene la Educomunicacion en nuestro país; pues de lo que se
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trata es de la construcción de una nueva ciudadanía en la acepción guevarista del Hombre Nuevo,
dentro de una escala axiológica totalmente diferente a lo convencionalmente establecidos por
modelos de desarrollo foráneos impuestos no solo en la dimensión económica sino
fundamentalmente en lo histórico-cultural mediante lo que llama Bourdieu la “violencia simbólica”.

5.- Tomar conciencia de que la educomunicaciòn tiene que ver con una deformación en la educación
que se imparte en el país por su acento en antivalores, que estimula la llamada viveza criolla que
conduce hacia obviar los principios y al desprecio por el Estado de Derecho y de Justicia, por la ley y
a las instituciones. Esta toma de conciencia contribuirá a enmendar el error de no haber
profundizado en al sustitución del sistema educativo formal, vía currículo bolivariano, obstaculizado
este por las clases dominantes.

6.- Fortalecer e incrementar plantas como Vive TV, Telesur, Catia TV, así como plantear la urgencia
de la construcción de Radiosur como estrategia necesaria, dentro del marco de la integración ALBA,
para responder al monopolio estadounidense de los contenidos en una televisión latinoamericana y
caribeña que transmite cerca del 60% de su material importado de Estados Unidos. En este sentido,
el Satélite Simón Bolívar, próximo a ser orbitado, constituye una herramienta clave.

7.- Reconociendo que la Educomunicacion es un espacio susceptible de la Guerra Cultural es dable

comprender que, como sostiene el ya mencionado Luís Britto García, En nuestra América casi cada
pantalla, cada micrófono es un púlpito que predica el modo de vida americano veinticuatro horas al
día. En los documentos de Santa Fe, los asesores de la política exterior de Estados Unidos
reconocen que este país está empeñado en una “guerra cultural” por ganarse la intelectualidad y las
instituciones culturales de América Latina. Debemos responderles en los mismos términos”.

8.- Asimismo, se debe fortalecer las políticas y práctica de creación y administración popular de
medios comunitarios y alternativos propiciando la participación colectiva del pueblo en la producción
artística y educomunicativa.

Finalmente, considero imprescindible tomar nota de la contundente frase premonitoria del gran líder
revolucionario Malcom X:

"Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar
al oprimido”. 55

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NOTAS

1.- Es esta una Asociación formada por profesionales de la comunicación y profesores de diversos
niveles educativos que trabajan desde hace un mínimo de 10 años en el campo denominado “Media
Literacy” (“Alfabetización en medios”)

2.- Sin dudas, la ciudadanía constituye concepto nodal de los sistemas sociopolíticos
contemporáneos entorno al cual se ha intentado, desde las ciencias sociales, la construcción de un
consenso teórico básico acerca del uso y contenido del término “ciudadanía”. Sin embargo, luce
necesario plantear si es procedente un consenso conceptual siendo que es este un concepto clave
en términos de las contradicciones igualdad- desigualdad, entonces ¿Será lo mismo “ciudadanía” en
las “democracias liberales”, “liberalismos democráticos”, “poliarquías”, que en las democracias
participativas como las que se ensayan y desarrollan en países emergentes de América Latina, Vg.
Venezuela?. Para aspectos de este asunto se sugiere ver el trabajo de Luciano Andrenacci “De
Civitas Inaequalis. Elementos para una Teoría de la Ciudadanía”. Ponencia presentada al Vº
Congreso Nacional de Ciencia Política de la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP);
Universidad Nacional de Río Cuarto, 14 al 17 de noviembre de 2001

3.- Sobre este concepto, ver articulo de Marcos Roitman ¿Existe la Democracia de mercado? En
Rebelión 04 – 01 - 2005 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=9560

4.- En lo que refiere a la mediocracia se sugiere consultar el texto de Luis Britto García “Venezuela
Golpeada. Mediocracia contra democracia”. Editorial Hiru. http: www.hiru-ed.com

5.- Se ha recurrido a este término, separado silabicamente, para denotar el entramado, y su impacto
social, que opera en las TIC. Refiere, por tanto a la ciberactividad que se expande desde el
formidable desarrollo que va la fibra óptica hasta los dispositivos WiFi (redes inalámbricas), por
ahora.

6.- Sobre este significativo y delicado asunto se sugiere consultar el trabajo de Eva Golinger “La
Guerra Cibernética”, publicado en Aporrea.org el 29/06/08.

http://www.aporrea.org/tiburon/a59635.html
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

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* Ponencia presentada en el II Foro “Medios de comunicación en Venezuela: una mirada

interdisciplinaria”. Realizado por la Universidad de Los Andes-Trujillo.
En el Foro Bolivariano de Valera. Valera, Junio de 2011

** Facultad de Ciencias y Tecnología. Universidad de Carabobo – Venezuela

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