LA POLÍTICA, SEGÚN SÓCRATES, ES HACER BUENOS A LOS CIUDADANOS

PARA EL BIEN DEL PAÍS

LA POLÍTICA, SEGÚN SÓCRATES, ES HACER BUENOS A LOS CIUDADANOS

PARA EL BIEN DEL PAÍS
DE LA CRUZ MAYHUAY, P. A1.

RESUMEN
El ensayo, cuyo título es: La política, según Sócrates, es hacer
buenos a los ciudadanos para el bien del país. Los escollos del país y
de los terrícolas nos llevaron a Atenas, en la que, encontramos a
Sócrates, haciendo frente a la banalidad y al eclipse del vivir óptimamente.
Retirado de la función pública Sócrates, Filósofo de la ironía, se consagro a filosofar y
examinar a los políticos, poniendo énfasis en la formación de los ciudadanos y de los
futuros gobernantes del país, sobre todo, afirmando: Conócete a ti mismo y cuídate de ti
mismo, presupuesto indispensable para gobernar y hacer sabios a los ciudadanos.
Palabras claves: Filosofía, ironía, sabiduría, conocer, cuidar, virtud, bien.

RESUME
L'essai, dont le titre est: La politique, selon Socrate, est de rendre les citoyens bons pour
le bien du pays. Les roches du pays et les terriens nous ont emmenés à Athènes, où, nous
trouvons Socrate, face à la banalité et à l'éclipse de vivre de façon optimale.
Retiré de la fonction publique Socrate, philosophe de l'ironie, s'est consacré à philosopher
et à examiner les politiciens, en insistant sur la formation des citoyens et des futurs
dirigeants du pays, en affirmant avant tout : Apprenez à vous connaître et prendre soin
de vous-même indispensable pour gouverner et les citoyens font le budget sage.
Mots-clés : Philosophie, ironie, sagesse, savoir, bienveillance, vertu, bien.

INTRODUCCIÓN
Los escollos del país y de los terrícolas, nos llevaron a Atenas, en la que, encontramos a
Sócrates, haciendo frente a la banalidad y al eclipse del vivir óptimamente. Razón por lo
cual, nos hemos propuesto como objetivo volver a las fuentes para encontrar lo fascinante
del quehacer político, estudiando: ¿Por qué interrogar a Sócrates?, ¿Para qué interrogar a
Sócrates?, Conócete a ti mismo y cuídate de ti mismo, Hacer buenos a los ciudadanos para
el bien del país y, por último, Perspectiva filosófica del bien. Los políticos deben aprender
del Filósofo de la ironía para el bien del país y, no la maldad como se viene implementado,
en la actualidad. Mejor es hacer siempre el bien, haciéndose buenos espléndidamente.
1
.- Lic. Educación: Filosofía – Historia. Filósofo y Abogado. Con Maestría en Historia e Investigación. Ex
docente de la Universidad Nacional de Ancash “Santiago Antúnez de Mayolo”; Universidad Los Ángeles de
Chimbote, “La Católica”; Universidad Alas Peruanas; Escuela Superior de Formación Artística de Ancash; ex
Director General del Instituto Superior Pedagógico No Estatal “Juan Diego”, ex docente del Instituto de
Educación Superior Pedagógico Particular “Don Bosco”. Ex docente de la Institución Educativa de Marcará,
de Yúngar y de la G.U.E. “Mariscal Toribio de Luzuriaga” Actual docente del Instituto de Educación
Superior Pedagógico Público “Huaraz”. Abogado litigante y ensayista.
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1.- ¿Por qué interrogar a Sócrates (Σωκράτης)?

La vida política del país, en la que observamos, el eclipse de los valores, la confusión
entre lo privado y lo público, lo particular y lo universal, la inmoralidad y la moralidad,
ilegalidad y legalidad, injusticia y justicia; estamos Más allá del bien y del mal, como
afirmaba en su tiempo Nietzsche, en el Prólogo, escrito en junio de 1885, se pregunta: ¿de
dónde procede esa enfermedad que aparece en la más bella planta de la Antigüedad, en
Platón?, ¿es que la corrompió el malvado Sócrates?, ¿habría sido Sócrates, por tanto, el
corruptor de la juventud?, ¿y habría merecido su cicuta? – Pero la lucha contra Platón o,
para decirlo de una manera más inteligible para el “pueblo”, la lucha contra la opresión
cristiano-eclesiástico durante siglos – pues el cristianismo es platonismo para el “pueblo”
– ha creado en Europa una magnífica tensión del espíritu, cual no la había habido antes en
la tierra: con un arco tan tenso nosotros podemos tomar ahora como blanco las metas más
lejanas” 2 Observa la conducta de los cristianos en decadencia y nimiedad. Jean Paul
Sartre, en su novela a Puertas cerradas, consignaba: “No hay placer alguno en jugar en
un mundo en el que todos hacen trampas”3. No hay interés por la reputación, el honor, ni
solicitud por la verdad ni la sabiduría, como manifestaba, setenta veces siete, Sócrates a los
jóvenes atenienses, en la democracia libertina de los gobernantes sin episteme de la
República.

Atenas es el núcleo cultural de Grecia, razón por lo cual, José Solana Dueso, en su texto
El pensamiento político de Sócrates, consigna: “Atenas es, entre otras muchas cosas, la
ciudad de la retórica. Libanio, mejor que nadie, ha expresado la
particular relación entre Atenas y la palabra: Por esta razón
Atenas es un espectáculo bello y en extremo agradable, y de
todas partes, por tierra y mar, llegan gentes a visitarla: algunos
permanecen y otros de mala gana se marchan, no porque
superemos a Síbaris en la excelencia de nuestras mesas ni
porque nuestra tierra sea pródiga en trigo – todo lo contrario,
atenienses, nos alimentamos con lo que importamos del exterior -, sino porque la ciudad es
una factoría de palabras (lógon ergastérion). Uno hacía preguntas, otro contestaba, uno
aprendía, otro enseñaba. Podrías ver a uno que elogia algo de lo dicho en el pasado, a
otro que critica y a otro que refuta una opinión no buena” (Defensa de Sócrates 74-
75;2013, p. 66)

2
.- Nietzsche, F. (1983) Más allá del bien y del mal .Ediciones Oribis, S. A. Págs. 18-19
3
.- Sanmar, Ben. “Sartre: testigo estridente de nuestro siglo” en: TAU. Año III – Mayo – junio 1980. N° 13.
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Sócrates es el mejor maestro heleno que enseña preguntando, con ironía, para pensar. El
Filósofo de la ironía, hijo del escultor Sofronisco y de la obstetra Fenareta, vivió entre
470 a 399 a. C. Formado en literatura, música, gimnasia, astronomía, matemáticas; escuchó
las lecciones de Arquelao, discípulo de Anaxágoras de Clazomenes; familiarizado en
retórica y dialéctica de los sofistas, en la visión filosófica de los jonios y testigo viviente del
siglo de Pericles.

Posiblemente, trabajo con su padre, en la ejecución de las estatuas de las tres Gracias,
que se conservó en la entrada de la Acrópolis hasta el siglo II a. C. La rivalidad entre
Corcira y Corinto, en el año 431, apoyadas por Atenas y Esparta, se desató la guerra del
Peloponeso. Sócrates participa en la defensa de la patria, como soldado de infantería
durante diez años, actuando en las batallas de Potidea (432), salvando la vida de Alcibíades;
en el desastre de Delión (424), evitó la muerte de Jenofonte; en la retirada de Antípolis
(422) falleció Cleón, general del ejército ateniense (Fraile, 1982, p. 238).

Defender a la patria, es defenderte a ti mismo y a los suyos; es afirmar tu soberanía

personal y de los compatriotas, es decir, tener derecho a la vida de todos y para todos en
plena libertad.

En el año 421 a. C., finalizó la primera etapa de la guerra del Peloponeso; aunque, se
reanudaron por dos veces, hasta que la marina ateniense fue destruida en la batalla de Egos
Pótamos (404) por Lisandro; en seguida aconteció el declive de Atenas, agudizada por la
crisis política de los años 411 a 403; la democracia pierde atracción y fascinación,
oportunidad para que los cuatrocientos conquisten el poder político de Atenas, en la noche
oscuro del caos gubernamental cinco mil se hacen dueños del Estado; finalmente,
usurparon el poder los treinta tiranos oligárquicos apoyados por Esparta, ocho meses de
sangrienta dictadura. Felizmente, los que gobiernan al margen y contra de la ley, fueron
derrotado por Tasíbulo; los cabecillas fueron condenados a la pena capital como Critias y
Cármides, familiares de Platón.

En el año 403, se restableció la democracia con Euclides, pero reinaba la desconfianza y

la animosidad entre los atenienses; de estos hechos fue testigo directo Sócrates. La crisis
gubernamental y la devaluación de la gestión de gobierno estuvieron causados por los
mismos gobernantes y las consecuencias repercutieron en los gobernados; los cuáles, se
evidenciaron, en la corrupción generalizada, el imperio de la violencia cruenta, pobreza y
miseria. Los traficantes de la verdad, conocidos como los sofistas, agudizaron la crisis,
porque enseñaban transformar la verdad en falsedad, la falsedad en verdad; la legalidad en
ilegalidad, la ilegalidad en legalidad; el bien en el mal y el mal en el bien; la inmoralidad en
moralidad, la moralidad en inmoralidad; la justicia en injusticia y la injusticia en justicia.

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Atenas, camina hacia el precipicio sin retorno. Sócrates se da cuenta de la tragedia y

buscará, a su estilo, la salvación de su país. Fraile, con mucha inteligencia, escribe:
“Sócrates lleva en su alma todo el dolor y la tragedia de Atenas, derrotada y en trance de
disolución” (1982, p. 241)

Con sus preguntas y repreguntas buscaba, que los atenienses, despertasen del sueño
hedonístico promovido por el progreso material y la visión consumista de la sociedad; en la
que, los bienes materiales, como en nuestra época, son los rectores de la vida política del
país, reina del olvido, del despreció a la virtud y a la sabiduría. Razón por lo cual,
interrogaba a tiempo y destiempo, en las calles y plazas. Ante la abundancia, Sócrates
exclamó: “¡Cuánto es lo que no necesito!” (Fraile, 1982, p 241). Vivía y vestía muy
pobremente; andaba descalzo, en el verano como en invierno, llevaba una existencia austera
y se esforzaba, a tiempo y destiempo, en saber vivir bien.

2.- ¿Para qué interrogar a Sócrates (Σωκράτης)?

Para acrisolar a las conciencias enajenadas por el sistema mercantilista y consumista, por
las ideologías marxistas-leninistas-maoístas. Se ha disipado los valores sociales y políticos,
transformando al Estado para beneficio propio y generando pobreza para los gobernados.

Sócrates llegó ser presidente del Consejo de la pritanía, entre 406-405, ejerció la
jefatura, ciñéndose estrictamente a su conciencia y a las leyes del país. Evidenció,
autonomía y soberanía de la autoridad; defendió a los ocho generales acusados de
negligencia en la expedición de las islas Arginusas para salvar a Conón, en que perecieron
dos mil ciudadanos atenienses entre los años 404-403. Se enfrentó a los Treinta tiranos, que
intentaban dar muerte a León de Salamina (Fraile, 1982, p.242). En la historia de la
actuación de los magistrados, por lo general, los jueces se doblegan ante el poder
avasallador del ejecutivo, como se patentiza en algunos sistemas jurídicos
latinoamericanos. ¿Qué es el poder judicial? La sierva y la esclava del Ejecutivo en los
sistemas totalitarios como lo hicieron en contra del ciudadano más honorable de Atenas,
Sócrates.

Entre los años 400-399 a. C., el sistema judicial fabricó testigos falsos, como en nuestro
tiempo, se compran testigos para imputar por la comisión del delito a los ciudadanos
acreditados, faena que cumplieron con astucia: el comerciante Anytos, el poeta Meletos y el
orador Lycón, acusando a Sócrates por el delito de Asebeía, es decir, de impiedad y
negación de los dioses, introducir nuevos dioses y corromper a los jóvenes atenienses. El
sistema jurídico-político, a los que hacen reclamos para dar vida a los derechos
fundamentales, los declara fuera de la ley y en contra de la ley, como se hace en los
gobiernos dictatoriales y totalitarios. Fraile, recoge los textos de Diógenes Laercio,

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Apología y Memorables de Jenofonte, sintetiza: “Meleto, hijo de Meleto pitheuense,

contra Sócrates, hijo de Sofronisco alopecense; delinque Sócrates por no honrar a los dioses
que honra la ciudad, por introducir nuevos demonios; delinque también por corromper a los
jóvenes. Pena de muerte” (Fraile, 1982, p. 242).

En base a la declaración testimonial de tres testigos sobornados, se transformó al

ciudadano más honorable de Atenas, en un vil delincuente y los magistrados que
administran justicia a nombre de la Nación, en la primera votación: 281 jueces
confirmaron, Sócrates es un vil delincuente; 220 jueces afirmaron la inocencia y la
honorabilidad del Filósofo de la Ironía. Con serenidad y majestad, reiteró, que es inocente
y merece ser mantenido en el Pritaneo a costa del Estado ateniense. Se hizo la segunda
votación: 368 jueces ratificaron, a nombre de la Nación, que Sócrates es un vil delincuente
y está condenado a la pena capital, como tal, debe beber la cicuta; pero 141 magistrados
dieron su voto por la inocencia y la honorabilidad del Maestro de la ironía.
VOTACIÓN SÓCRATES ES VIL SÓCRATES ES INOCENTE
DELINCUENTE Y HONORABLE
Primera 281 220
Segunda 368 141
Variación 87 votos aumentaron 79 votos disminuyeron

De los 220 jueces que, en la primera votación, manifestaron: Sócrates es inocente y

honorable, cambiaron su voto 87 magistrados, sumándose a los 281 jueces, haciendo un
total de 368 juristas, llegaron a la convicción fehaciente que Sócrates es un vil delincuente.
De los 220, únicamente 141 ratificaron como convicción solemne que Sócrates es inocente
y honorable, disminuyendo 79 jueces, es decir, cambiaron sus votos.

El Filósofo de la ironía, tiene 70 años y su esposa Xanthippé (Ξανθίππη)4, todavía está

amantando, en sus brazos, a su hijo Lamprocles, además atiende a los hijos de Mirto y
Sócrates, como son Menexeno y Sofronisco5. Xanthippé, matrona ateniense, de carácter
fuerte y decidida, segura de sí misma, lo acompaño hasta el último instante de su vida al
Filósofo, que pensaba por sí mismo y, invitaba a los ciudadanos a reflexionar, hablar y
obrar por sí mismo, a ser genuino. Dal Maschio, recoge las palabras de Diógenes Laercio,
referente a la actitud de Sócrates sobre Xanthippé: “Sócrates decía vivir con una mujer de
un carácter terrible, como los jinetes con caballos briosos. ‘Pues, así como los jinetes, tras
haber domado a aquellos, pueden con facilidad lidiar con cualquier caballo, así también

4
.- Jantipa. Ξανθίππη, Xanthippé, significa: caballo rubio. ξανθός xanthós, rubio y ἵππος híppos, caballo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jantipa.
5
.- Dal Maschio, E. A. (2015) Platón. La verdad está en otra parte. España, Editorial Bonalletra Acompas,
S. L. p.23
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yo, acostumbrado a tratar con Jantipa, no he de tener dificultad en habérmelas con las
demás personas’” (2015, p.22)

Efectivamente lidió, con grandeza y majestad, con los demócratas decadentes,

enceguecidos por la mentalidad crematista, hedonista, ideologizados por los demagogos,
como en nuestro tiempo, prefirieron silenciar, a la voz de la verdad y de la decencia. Fue
conminado a la autoinculpación, la que rechazó por ser inocente y honorable; invitado una
y otras vez, incluso con llantos, aceptar la multa y salvar la vida, se negó porque era una
ofensa a la existencia jurídica distinguida que hilvanó durante 70 años; sus discípulos
prepararon la fuga, comprando los alcaides y, negociando con los Estados vecinos para ser
acogido como exiliado, se negó, porque era darles razones a los 368 magistrados y
reconocer su culpabilidad de no honrar a los dioses que honra la ciudad, de introducir
nuevos demonios y corromper a los jóvenes.

No honrar a los dioses. El Filósofo de la coherencia, era el más religioso y obraba

siempre con la inspiración de la divinidad: “Muchas veces me habéis oído decir en muchos
lugares, que sobre mí siento la influencia de algún dios y de algún genio – a lo cual como
oísteis, aludió Meleto en una jocosa acusación -: se trata de una voz que comenzó a
mostrárseme en mi infancia, la cual, siempre que se deja oír, trata de apartarme de aquello
que quiero hacer y nunca me incita a ello” (Apología de Sócrates, 31 b/32 c). Es la voz de
la conciencia de hacer siempre el bien y nunca del mal, insiste en el coloquio, Sócrates con
Critón: “no se debe devolver injusticia por injusticia ni hacer daño a hombre alguno, ni
aun en el caso de recibamos de ellos un mal, sea cual fuere” (Critón, 49 c/50 d) ¿Cuánta
falta nos hace, las personalidades públicas como el Filósofo de la ironía que obren con la
convicción de hacer siempre el bien y nunca el mal?

Los nuevos demonios, no son tan nuevos ni novedosos, sino que son añejos y están ahí,
lo que sucede es que las personas no se dan cuentan, se habituaron a lo trillado, hacen el
mal y obran la maldad con naturalidad. Darse cuenta, conocerse a sí mismo, examinarse por
sí y en sí mismo, es complicado, siempre vamos por fuera, no queremos vernos por dentro,
tal como somos. Sócrates es un maestro que nos invita al autoconocimiento, tiene como
criterio de vida: ¡Conócete a ti mismo!, postulado recogido por Jenofonte (Memorables,
IV, 2) y la vida sin examen no merece ser vivida (Apología de Sócrates 38 c) El
autoconocimiento nos lleva al autogobierno, a ser presidente, estadista de sí mismo,
requisito indispensable para de ser un Señor Presidente.

Corruptor de los jóvenes. Durante su existencia filosófica enseñó ser virtuoso, buscar
la verdad y vivir con sabiduría; inculcaba a los jóvenes atenienses: “el mayor bien para el
hombre consiste en hablar día tras día acerca de la virtud y acerca de las restantes

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cuestiones con relación a las cuales me oís discurrir y examinarme a mí mismo y a los
demás, y que, en cambio, la vida sin tal género de examen no merece ser vivida, eso me lo
creeréis todavía menos” (Apología, 38 c), se interesa por elevar la calidad moral de los
atenienses que andan en un mar de inmoralidad, igual que en la sociedad actual; tiene la
conciencia clara que debe cuidar la ciudad y a los ciudadanos, tarea que Dios le ha
encomendado, de tal manera que, no puede obrar de otro modo: “Tened presente que yo no
puedo obrar de otro modo, ni aunque se me impongan mil penas de muerte; con este
pensamiento, haced caso a Anito o no se lo hagáis, absolvedme o no me absolváis”
(Apología, 29 e).

Vivió coherentemente, llevó sus enseñanzas hasta la tumba y sepultura, sus últimas
palabras, fueron: “Yo ahora partiré de aquí condenado por vosotros a la pena de muerte,
estos marcharán acusados por la verdad de maldad e injusticia. Yo quedaré sujeto a la
pena que se me ha impuesto y ellos a la suya. Tal vez era preciso que ello sucediera así, y
creo que está bastante bien” (Apología, 38 c/ 39 e) Los 368 magistrados y los tres
acusadores, pensaron que hicieron una maldad al Filósofo de la ironía, se hicieron daño a sí
mismo y pasaron a la historia como los malévolos y buhoneros de la justicia. Sócrates se
pone de pie y observa con majestad, serenidad y paz infinita del alma, pronuncia: “Yo veo
claro que el morir ya y quedar libre de trabajos era mejor para mí (…) yo, por mi parte, no
estoy en absoluto irritado contra los que han votado en contra mía ni contra mis
acusadores (…) Y ahora he aquí lo único que les pido: cuando mis hijos lleguen a la
mayoría de edad, castigadlos afligiéndoles del mismo modo que yo os afligía: si os parece
que se cuiden de la riqueza o de alguna otra cosa antes que de la virtud, y si creen ser algo
no siendo nada, reprochádselo como yo os reprochaba, diciéndoles que no se cuiden de lo
que deben y que creen ser algo a pesar de no valer nada. Si obráis así, tanto yo como mis
hijos habremos recibido de vuestras manos una justa merced. Y no digo más, porque es
hora de partir; yo he de marchar a morir, y vosotros a vivir. ¿Sois vosotros, o soy yo quien
va a una situación mejor? Eso es oscuro para cualquiera, salvo para la divinidad”
(Apología, 40 e / 42 a) El Paradigma de la vida jurídica, nunca solicito indulto ni gracia
presidencial6, porque era una persona inocente y honorable, bienhechor de los ciudadanos
y de la ciudad; ahora vive en el Pritaneo de las conciencias sabias y acreditadas.

6
.- El Ingeniero Alberto Fujimori F. que gobernó el país de 1990 a 2000, por la corrupción generalizada, los
crímenes de La Cantuta, Barrios Altos y Pativilca, huyó y desde Brunéi, renunció a la presidencia y se
refugió en Japón. Retorno vía Chile, pero fue extraditado, procesado y condenado por el Secuestro y asesinato
de 9 estudiantes y 1 docente de la Universidad Nacional de Educación “Enrique Guzmán y Valle”, La
Cantuta y, por la masacre en Barrios Altos, a la pena privativa de 25 años. Pedro Pablo Kuczynski y Kenyi
Fujimori Higuchi, negociaron la no vacancia presidencial y, el presidente concedió indulto y derecho de
gracia por razones humanitarias, mediante Resolución Suprema N° 281-2017-JUS. Sigue vigente la avaricia
insaciable de los gobernantes y con ella el eclipse de la virtud y de la sabiduría, vivimos en un mar de
corrupción como en los tiempos del Filósofo de la ironía
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3.- “Conócete a ti mismo” (Γνῶθι σεαυτόν) y ten “cuidado de sí mismo” (ἐπιμελείας

ἑαυτ).
El Conócete a ti mismo (Γνῶθι σεαυτόν =gnosthi seuthon), traducido al latín es: temet
nosce o bien, nosce te ipsum y al español: Conócete a ti mismo.

En el frontis del famoso templo de Delfos, según los estudiosos, estaba escrito: “Te
advierto quien quiera que fueres, ¡oh! Tú que deseas sondear los arcanos de la Naturaleza,
que, si no hallas dentro de ti mismo, aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera.
Si tu ignoras las excelencias de tu propia casa, ¿cómo pretendes encontrar otras
excelencias?
¡En ti se halla el tesoro de los tesoros, oh! Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al
Universo y a los Dioses”7.

¿Qué es lo más excelente entre todas las excelencias humanas? La propia casa que está
dentro de ti. El tesoro de los tesoros es la conciencia de sí y por sí mismo, en la que, uno se
escucha a sí mismo; te observas, tal como eres, en tanto que eres. En la que, no hay
posibilidad de engañarse a sí mismo, porque te ves, en tu desnudez radiante. Los tiempos de
Sócrates, como nuestra época, vivimos en el enmascaramiento, distorsión,
deshumanización y nihilización de la conciencia. No quieres verte a ti mismo ni encontrarte
contigo mismo, sino que, prefieres estar en el mundo banalizado haciéndote banal, entre las
oleadas de los impersonales.

El adagio, fue citado por Pausanias y, según Plinio, estaban escritas con letras de oro,
como tal, reflejaban radiantemente y quedaban impresas en la mente de los visitantes8,
sintetizadas en forma de adagio: “Conócete a ti mismo” (Γνῶθι σαυτόν=gnosthi sauthon)
y “Nada en demasía” (Μηδέν άγαν= meden agan). ¿Los seres humanos nos conocemos,
en toda nuestra plenitud, a nosotros mismos? El saber de nosotros mismos es falible y
relativo, no es total ni absoluto, es limitado y, por ello, el proverbio heleno afirma: Nada en
7
.- Aguirre, Francisco. Inscripción en el frontispicio del templo de Apolo en Delfos,
http://psicologos.mx/templo-de-apolo-delfos.php. Apolo es el dios de la adivinación, de las purificaciones, de
las curaciones, de la peste, de la música y de las artes, de la belleza masculina, de los jóvenes y del deporte.
Igual que Atenea, simboliza el ideal del orden, justicia, armonía, sabiduría y perfección; es dios de la verdad y
de la profecía, de la ambigüedad y del proverbio: conócete a ti mismo. Se le representa con el arco, la fecha y
la lira. Dio muerte a la serpiente Pitón; no tuvo suerte en el amor, Dafne no quiso ser su esposa, prefirió ser
laurel; Marpesa, prefirió casarse con un mortal; Coronis, lo traicionó; Casandra, logró el don de la adivinación
por intervención de Apolo, luego lo abandonó, https://sarafres.files.wordpress.com/2011/01/apolo1.pdf.
Δελφοί, Delfoi, latín: Delphi, se ubica en la meseta del Parnaso, es un haz de peñascos altísimas que son
radiantes al recibir el sol. Era la sede de las peregrinaciones griegas, fuente de consulta obligatoria para
las decisiones históricas, que realizaban las personalidades a las sacerdotisas.
8
.- Conócete a ti mismo, http://es.antiquitatem.com/conocete-socrates-platon-filosofia. Eran las
enseñanzas de los siete sabios helenos: Cleóbulo de Lindos, Solón de Atenas, Quilón de Esparta, Bías de
Priene, Thales de Mileto, Pitaco de Mitilene, Periando de Corinto y de los poetas gnómicos. El adagio es
atribuido a Heraclio, Esquilo, Heródoto y Píndaro.
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demasía. Sócrates, al mandato délfico lo llevó a su cenit, haciendo de su existencia una

sabiduría vivencial, visión consignada a modo de reflexión por Jenofonte y Platón.

Jenofonte9, en las Memorables, Sócrates, pregunta: “¿quién te parece que se conoce a

sí mismo: ¿el que sólo sabe tu propio nombre, o aquél que se ha examinado como examina
a un caballo quien desea comprarlo…?, o sea que se ha examinado ¿en qué condiciones se
halla con respecto al oficio al que está destinado el hombre, y que ha conocido sus propias
fuerzas? (IV, 2). ¿Quién se conoce a sí y por sí mismo? El que se examina a sí y por sí
mismo; el que hace una radiografía de lo que es tanto que es, aquel que se evalúa y se
encuentra consigo mismo, percibe sus grandezas y miserias, sus talentos y limitaciones. El
que sabe distinguir entre lo indispensable y superfluo, entre el bien y el mal, la verdad de la
falsedad, la legalidad de la ilegalidad, la justicia de la injusticia, la sabiduría de la necedad.
Las personas y las sociedades atenienses, como la nuestra, tienden, llenarse de un haz de
ropajes para aparentar y, llegar a la convicción que el vestido es mejor que la desnudez, es
creer que la ilusión es una realidad, la mentira es mejor que la verdad, como se justifican,
ficticiamente, los que viven en la mentalidad trillada.

Platón, en la Apología, sobre todo en Alcibíades, enlaza el binomio del “Conócete a ti

mismo” (Γνῶθι σεαυτόν= gnosthi seuthon) con el “cuidado de sí mismo” (ἐπιμελείας
ἑαυτ= ephimeleias eaut), ocuparse de sí mismo, cada persona sea médico de sí mismo.

Si usted, revisa un diccionario griego, encuentra:

Γνῶθι σεαυτόν (gnothi seauthon), “conócete a ti mismo”, es una frase sustantivada.
Γνῶθι, es la segunda persona del singular aoristo activo imperativo del γῐγνώσκω
(ghignosko), verbo que se traduce: conocer, llegar a conocer, reconocer. Es la εξ'
ἀρχής λόγος (ex arjes logos): razón primordial, originaria de la filosofía occidental.
Postulado que, con su propio estilo, San Agustín y Renato Descartes explicitaron en
sus diversos escritos.
ἐπιμελείας ἑαυτ (ephimeleias eaut), “cuidado, solicitud, diligencia, dirección,
administración, gobierno, estudio, ciencia de sí mismo”. Inquietud de sí mismo,
ocuparte de ti mismo. Visión actualizada por Martín Heidegger en Ser y el Tiempo,
por Michael Foucault en El gobierno de sí y de los otros.

9
.- Jenofonte, historiador, militar y filósofo griego que vivió entre 431 – 354 a. C. Contemporáneo de Platón,
pupilo de Sócrates. El mejor homenaje al Maestro está plasmado en la obra Recuerdos de Sócrates y Apología
de Sócrates al jurado (conocida como Apología de Jenofonte). En la hora de la muerte del gran Maestro no
presencia porque estaba en la expedición de los Diez mil, como mercenario peleaba al lado de Ciro el Joven
que buscaba el trono de Persia, ejercido por aqueménida Artajerjes II Memnón.
https://es.wikipedia.org/wiki/Expedici%C3%B3n_de_los_Diez_Mil
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Alcibíades o de la Naturaleza del hombre, probablemente redactado, cuando Platón se

encontraba en Mégara, recordaba a Sócrates y
Alcibíades en un coloquio, siendo un día luminoso
y acariciado por las brisas suaves del Mar Egeo,
Sócrates y Alcibíades, recuerda las ideas claves,
la que reproduce en el diálogo que lo tenemos a la
vista. El sueño eterno del político, como lo fue
para Alcibíades, es “constituir un Imperio, bajo la
dirección única de Atenas, sobre el mundo griego
de Oriente y Occidente, y hacer de él la primera
potencia en el Mediterráneo”10, sueño eterno del político de hacerse del poder para brillar e
iluminar el mundo social. El maestro Sócrates, le manifiesta primero debe aprender a
conocerse a sí y por sí mismo para cuidarse de sí mismo, son las condiciones
indispensables para dedicarse al gobierno de los hombres.

El problema de ayer, de hoy y de mañana es: ¿Ciertamente, nos conocemos a sí y por sí

mismo? Con honradez y decencia, valentía y grandeza, ¿sabemos cuidarnos de nosotros
mismos? ¿Eres médico de ti mismo? ¿Sabes, con claridad meridiana, lo que te conviene y
lo que no te conviene, para poseer buena salud? ¿Posees la ciencia de la salud personal y
social? Señores y señoras, jóvenes y señoritas, cuando examinas atentamente, a los
mandatarios del país, ¿son reconocidos y admirados por los compatriotas y por los
extranjeros? Realmente, ¿los Estadistas, son los paradigmas o estigmas para todos?

Alcibíades debe ser más honorable que Pericles, el más poderoso en Grecia, incluso
entre los bárbaros (Alcibíades 104 e/106 d), el mejor de los mejores. Sócrates, con un haz
de preguntas a Alcibíades, le lleva del saber al no saber; el joven, pensaba que estaba listo
para gobernar y se da cuenta que carece de episteme para orientar el destino a los helenos,
razón por lo cual, le manifiesta: “¿Y cómo, pues, querido Alcibíades, no te has dado cuenta
de que no sabías eso? ¿O es que se me pasaba inadvertido tu aprendizaje en el ir y venir
con frecuencia a un maestro que te enseñaba a distinguir lo justo de lo injusto? ¿Y quién es
ese maestro? (Alcibíades 109 b/110 d). Insiste Sócrates: ¿Y no se ha dicho con respecto a
lo justo y a lo injusto que el hermoso Alcibíades, hijo de Clinias, estaba en la ignorancia,
pero se creía sabio, y que se encontraba dispuesto a ir a la asamblea para aconsejar a los
atenienses sobre aquellas cosas que él ignoraba?”, añade: “guardas en el pensamiento
intentar una empresa alocada, esto es, querido, querer enseñar lo que no sabes y ni
siquiera procuras aprender” (Alcibíades 113 c/114 e). El pupilo predilecto, responde:

10
.- Alcibíades o de la Naturaleza del hombre. Traducción del griego preámbulo y notas por José Antonio
Miguez en (1974) Obras completas de Platón. Madrid, Editorial Aguilar. Pág. 235
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¡Por Zeus, Sócrates, que no sé qué responder! (Alcibíades 110 d/ 112 a) Sócrates, fija su
mirada, directamente a los ojos de Alcibíades y, insiste con su interrogación: “¿no es claro
que no solo ignoras la mayor parte de las cosas dichas anteriormente, sino que, aun no
sabiéndolas, crees que las sabes?”, recalca: “Porque tú convives, querido, con la peor de
las ignorancias (…), te lanzas a la política antes de recibir la debida instrucción”.
(Alcibíades 118 d/ 120 b) En los tiempos de Sócrates, como en nuestra época, abundan los
ignorantes, en la ciencia del gobierno de los hombres, aun no sabiendo de la ciencia del
gobierno, creen saber gobernar y nos están llevando al colapso político del país.

¿Qué hacer para superar la peor de las ignorancias políticas? Vincular el binomio:
“Conócete a ti mismo” (Γνῶθι σεαυτόν) con el “cuidado de sí mismo” (ἐπιμελείας ἑαυτ),
así llegar a ser mejores, como tal, reconocidos en el país y fuera del país. La máxima de
Delfos: “Conócete a ti mismo” (Alcibíades 123 e) y “nada en demasía”, es decir, examínate
a ti mismo, sé tu propio espejo y evalúate, en toda tu desnudes luminosa, descubrirás tus
talentos y tus limitaciones, no llegues a la soberbia. Ser soberbio es hacerse un dios, sin ser
dios. La altanería ciega la mente y lleva a la terquedad de la voluntad, haciéndote esclavo
de tu ilusión, te constituyes en un necio.

En griego se utiliza la palabra ανόητος, insensato, necio; no aprehensible por la

inteligencia; que no entiende, que no piensa o no razona; es lo que no puede entenderse o
concebirse11. Asimismo, se usa la palabra παράλογος, inesperado, imprevisto; error de
cálculo, sorpresa, desengaño. ¿Qué es una persona que no entiende, ni piensa ni razona?
Cómo no entiende, ni piensa ni razona, no se conoce a sí mismo y; si no se conoce a sí
mismo, entonces no se cuida a sí mismo ni sabe obrar bien.

Cuidado de sí mismo” (ἐπιμελείας ἑαυτ), ἐπιμελείας se traduce: cuidado; diligencia;

solicitud, interés, esmero; vigilancia, custodio; remedio; sagaz; administración, dirección,
gobierno de la realidad privada o pública. ¿Por qué y para qué cuidarse de sí mismo?
Porque somos personas humanas y para ser mejores para uno y para nuestro entorno.
Sócrates, el cuidado del cuerpo no significa cuidarse de sí mismo (Alcibíades 131 c/ 132 e);
muchas veces cuidamos a las cosas que poseemos (la hacienda) y en esa medida, nos
alejamos del cuidado de sí mismo y, como tal, no se ama a sí mismo ni ama a los demás; si
no te amas a ti mismo ni te cuidas de ti mismo, entonces no conoces ni sabes cuidar a los
demás: “si desconoces lo ajeno, ignora así mismo lo que se refiere a los asuntos de la
ciudad” (Alcibíades, 134 a/135 b) y con facilidad ingresas al mar infinito de la corrupción
y finalizar en vergüenza (Alcibíades, 133 a /134 a), haciéndose hombre malévolo y causar
desgracias (Alcibíades, 135 b/135 e). En consecuencia, si no te conoces ni cuidas de ti

11
.- Bonazzi, Benedetto (1938) Dizionario greco-italiano. Roma, Societá Editrice Internazionale. Pág.101.
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PARA EL BIEN DEL PAÍS

mismo, entonces causas perversidad como el esclavo; pero, si te conoces a ti mismo y

cuidas de ti mismo, entonces causas sabiduría como el hombre libre (Alcibíades, 135 e)12.

4.- Hacer buenos a los ciudadanos para el bien del país.

¿Por qué los ciudadanos se hacen malos y hacen la maldad? Al leer atentamente, Emilio
o La Educación, redactado por Jean Jacques Rousseau, encontramos la respuesta: “Todo
está bien al salir de las manos del Autor de la naturaleza; todo degenera en manos del
hombre” (1970, p.17) Algunos ciudadanos maleados por el poder, inducen a otros hacerse
malévolos, como se observa en el devenir de la historia personal y colectiva de los países
que han pasado al museo de la historia.

Desde la óptica de Sócrates el ciudadano es malo y hace acciones que degradan al

hombre por ignorancia: “¿Qué otra conclusión, sacar de ello, sino que nadie tiende por
propio gusto y voluntad hacia lo que es malo o lo que él cree malo, que incluso parece
contrario a la naturaleza del hombre buscar lo que cree malo con preferencia a los
buenos, y finalmente, que, si es inevitablemente preciso escoger ente dos males, nadie va a
preferir el mayor cuando le sea posible quedarse con el menor? (Protágoras, o los
Sofistas, 358 a) Por ignorancia, el ciudadano, incurre en actos contrarios a la dignidad
humana, es decir, hace la injusticia y en esa medida se hace injusto. ¿Qué hacer, para que
los ciudadanos se conozcan a sí mismos y sepan cuidarse de sí mismos para el bien del
país? Los ciudadanos que se conocen a sí mismo y se cuidan de sí mismos, ¿son los más
aptos para hacer el bien al país? Sí. El problema está, en que, sabiendo a ciencia cierta, se
hacen malos y malean sus acciones para darse, sin límites, a la intemperancia. Sócrates
afirma: “si tú quisieses volver los ojos hacia las riquezas, el lujo, las vestiduras y los

12
.- El cuidado de sí mismo, fue retomado por Martín Heidegger, consignado en el capítulo VI, Primera
parte del Ser y el Tiempo. Posteriormente Michel Foucault, lo retoma en su obra (1987) Hermenéutica del
Sujeto. Madrid: Las Ediciones de La Piqueta. Con mucha amargura y tristeza, infinita indignación,
observamos la renuncia presidencial de Pedro Pablo Kuczynski. El Congreso de la República, aceptó la
renuncia de PPK con 105 votos. Por lo tanto, Martín Vizcarra asumirá la presidencia del Perú. El día martes
20 de marzo se evidenciaron los negocios malévolos de Kenji Fujimori, Guillermo Bocángel y Bienvenido
Ramírez, llamados “Avengers” y la grabación de Moisés Mamani (Fuerza Popular). El expresidente PPK, el
21/03/18, presentó al Congreso su Carta de Renuncia; el vicepresidente Martín Alberto Vizcarra Cornejo,
disolvió el Congreso, convocó a elecciones parlamentarios, una vez instalado, después de unos meses declaró
la vacancia presidencial por incapacidad moral; asumió la presidencia Manuel Arturo Merino de Lama, por
las protestas de los zurdos renunció a la presidencia, siendo reemplazado por Francisco Rafael Sagasti
Hochhausler, quien convocó a elecciones, siendo elegido José Pedro Castillo Terrones, asumiendo la
presidencia el 28 de julio de 2021; por falta de estudio y meditación, fallidamente y soberbiamente disolvió el
Congreso, intervino el Poder Judicial, Ministerio Público, Consejo Nacional de Magistratura y el Tribunal
Constitucional el 07/12/22. Las FF. AA y la PNP, manifestaron que obedecen a la Constitución y, son
contrarios a la decisión presidencial; el Congreso declaró la vacancia por incapacidad moral, ahora está en
Piedras Gordas por hacer tabula rasa de la Constitución; reemplazado por la Señora Ercilia BoluarteZegarra.
Las personas que no se conocen a sí mismo ni se cuidan de sí mismo, llevando a los gobernados a la
involución y finalizan con pena privativa de Libertad.
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mantos, los ungüentos de esencias, el numeroso cortejo de servidores y todo el restante

esplendor de los persas, tú mismo te avergonzarías de lo baja que queda tu propia
condición. Pero incluso si quisieses considerar la prudencia, la moderación, la destreza, el
buen temple, la grandeza de espíritu, la disciplina, el valor, la perseverancia, la
laboriosidad, sentido de emulación y de la honra de los lacedemonios, te estimarías a la
altura de un niño en todas estas cosas” (Alcibíades, 123 e). Hay un contraste infinito entre
la existencia hedonística y la vida ascética; el primero nos lleva a la esclavitud y a la
degradación humana, el segundo nos conduce a la libertad y al ascenso humano en
dignidad; el primero es vivir en el mar del vicio sin sabiduría y el segundo es vivir en el sol
de la virtud con sabiduría.

La Virtud, en griego utilizamos la palabra ἀρετή, excelencia, mérito, perfección;

inteligencia, pericia; fuerza, vigor; valor; virtud; nobleza de ánimo, alteza, generosidad;
honor, gloria; prosperidad, dicha. La ἀρετή se conquista por el aprendizaje y, se transforma
en un hábito permanente de la vida personal y social, por la práctica asidua. ¿Cuáles son las
virtudes que recomienda Sócrates para hacer mejores a los ciudadanos? En el párrafo
anterior están enunciados las virtudes; pero resaltamos:

La sabiduría, en griego es Σoφíα y se traduce: “habilidad, destreza, experiencia;

prudencia, ingenio, cordura; agudeza, sagacidad, perspicacia, astucia; sabiduría, ciencia,
erudición, saber, instrucción, arte; filosofía”13(Urbina, 1999, p.540). Al que posee a la
sabiduría se adjetiva sabio, σοφός, se traduce: hábil, diestro, experto; prudente, cuerdo;
astuto, agudo, ingenioso; sabio, instruido; sutil, profundo; oscuro, abstruso, recóndito. En
Protágoras, Sócrates, recalca: ¿Tú también opinas semejante cosa respecto a ella, o bien
dieces que la ciencia es una bella cosa, capaz de dominar al hombre, por lo cual, si uno
conoce lo que es el bien y lo que es el mal, no podrá ser superado por nada ni obrar de
manera distinta a lo que la ciencia le ordene, sino que basta la sola sabiduría para
socorrer al hombre? (Protágoras. 352)

Desde la óptica del Filósofo de Ironía, se incurre en maldades por ignorancia, porque no
sabe lo que es malo, hace la maldad; pero quién posee la episteme y la Sofía, jamás debes
incurrir en la falsedad, ni en la maldad, ni en la ilegalidad ni en la injusticia.

La temperancia (Ηρεμία) es el autocontrol en todas las circunstancias de la vida.

Jenofonte en sus Memorias, recuerda las palabras de Sócrates: Entonces los intemperantes
sirven a la peor de las esclavitudes. – Así me parece - ¿Y no te parece que la intemperancia
aleja a los hombres de la sabiduría, que es el máximo de los bienes, y los arroja hacia su

13
.- Pabón S. de Urbina, José M. (1999) Diccionario Manual griego-español. Barcelona: Vox. Pág. 540
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PARA EL BIEN DEL PAÍS

contrario? (…) ¿Qué diferencia existe entre el intemperante y el animal más incapaz de
ciencia? (…) Sólo a los temperantes es dado ver lo mejor que hay en cada cosa, y
distinguiendo las cosas de acuerdo a su género, escoger las buenas y abstenerse de las
malas (Jenofonte, Memorias, IV, 5). La temperancia es aquello que se hace sin
exageración, justo a la medida y para saber lo que es el término medio, es indispensable
utilizar la inteligencia epistémica y tomar la decisión por lo que es mejor para gobernarnos.
Elección de los discípulos, en la vida social, uno de los escollos es que no sabemos elegir
al personal que va cooperar con nosotros, elegimos mal y, la consecuencia, es el desastre
social como se patentiza en los gobernantes, que, están con pena privativa de libertad
(presidio). Platón, citando a Sócrates, en Teeteto afirmaba: Mi demonio me impide
conversar con algunos; con otros, en cambio, me lo permite (Teeteto, 151). ¿Sabes escoger
al personal calificado para hacer el mayor de los bienes? Observa, atentamente tu entorno, a
las parejas de esposos, a los dirigentes y a los gobernantes que han caído en desgracia por
hacer tabula rasa de las leyes de la República.

La justicia, los actos humanos en todas las circunstancias debe llevar el sello de la
justicia, lo que significa que la conducta es santa. En consecuencia, hay equivalencia entre
justicia y santidad como lo afirma Platón en Protágoras: la justicia es santa y que la
santidad es justa (Protágoras, 329-30, 332, 361)

Conquista de la virtud, sólo con estudio y asiduo esfuerzo. Ninguna persona arriba a
la vida social virtuoso, sino que se hace virtuoso; todo hombre está llamado al
perfeccionamiento personal y social, pero lo hace a través de la renuncia y sacrificio,
libertad y buena voluntad, con la conciencia refleja y la perseverancia, en breve: pasión por
ser feliz. Jenofonte, en Memorables, recoge las palabras de Sócrates: Atenienses, nunca he
aprendido de nadie la medicina, ni he buscado jamás tener a un médico como maestro (…)
Esto, no obstante, nombradme vuestro médico: trataré de aprender el arte mediante la
práctica experimentando sobre vosotros (Jenofonte, Memorables, IV, 2) Usted, señorita y
joven, se hace virtuoso, adquiere una segunda naturaleza que le permite ganancia en su
hacienda ontológica y la consecuencia es la felicidad.

5.- Perspectiva filosófica del bien.

Jenofonte, uno de los discípulos de Sócrates, en sus Memorables, consigna las palabras
del maestro: Viven óptimamente los que estudian para hallar el mejor modo de llegar a ser
óptimos, y viven muy felices los que tienen más viva la conciencia de su continuo
mejoramiento (Jenofonte, Memorables, IV, 8). La perfección se obtiene por el
autoconocimiento y el cuidado de sí mismo, por la elección sabia de los placeres y de los
dolores: Y así debéis convenir que quien peca en la elección de los placeres y dolores, es
decir, de los bienes y de los males, yerra por falta de ciencia, (…) la acción equivocada por
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falta de ciencia, se cumple por ignorancia (Platón, Protágoras, 352-7), la ciencia nos
permite hacer buen uso de la fortuna. Razón por lo cual, es indispensable:
La libertad, realidad bella y sublime, vivencia que se evidencia en la temperancia.
Lo contrario, la esclavitud es lo más feo y vil, praxis que se traduce en la
intemperancia. Por ello, Jenofonte en sus Memorables escribe: los intemperantes
sirven a la peor de las esclavitudes (Jenofonte, Memorables, IV, 5)
Liberación de las necesidades superfluas. Las personas y las familias atenienses
priorizaban la vida hedonista y de los placeres degradantes, en la actualidad estamos
atados al mercantilismo, la conciencia monetarista y avarienta, es paradigma en la
vida social-política vigente. Prescindir del consumismo y del materialismo es casi
imposible; pero Sócrates, como lo afirma Jenofonte en Las Memorables,
manifestaba: que la felicidad consiste en renunciar a las necesidades superfluas y
contentarse con lo indispensable: tener lo menos posible es lo que más acerca a lo
divino: ahora bien: lo divino es lo óptimo, y lo que más se acerca a lo divino es lo
que más se acerca a lo óptimo (Jenofonte, Memorables, I, 6)
Hacer el bien y amar a los hermanos atenienses, es la ley que debe primar entre
todos los compatriotas, principio del progreso; lo contrario, hacer el mal y odiar a
los hermanos atenienses, es lleva al hundimiento al país: Demostrar que eres
hombre de bien y amoroso hacia tu hermano; si el hermano (el hombre) de mal
corazón, entonces es indigno de los beneficios (Jenofonte, Memorables, II, 3). Los
nacionalismos radicales e irracionales, en la historia, no han hecho otra cosa que
promover el odio mortal entre los países y llevarnos al salvajismo de la guerra,
negación de la dignidad humana.
Hacer el bien a todos y nunca la maldad. Platón, en la República, recoge dos
postulados excluyentes, pero han marcado historia en el destino humano. Es justo
hacer el bien al amigo y daño al enemigo; (…)agregarse que es justo hacer bien al
amigo que es bueno, y daño al enemigo que es malo (…) Por lo tanto, concluye,
Sócrates en su diálogo con Polemarco: no es obra del justo hacer daño ni a un
amigo ni a ningún otro, sino de su contrario, del injusto (Platón, República, I, 335)
Es el principio de la paz y de la concordia nacional e internacional, postulado que se
consigna en la Carta de la ONU: a practicar la tolerancia y a convivir en paz como
buenos vecinos, a unir nuestras fuerzas para el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales, a asegurar, mediante la aceptación de principios y la
adopción de métodos, que no se usará; la fuerza armada sino en servicio del interés
común.14 Después de más dos mil años y de las dos irracionalidades del primer y
segundo mundo, aprendimos amar la paz e hilvanar el destino terrícola a tono con la
dignidad humana.

14
.- Carta de las Naciones Unidas. Recuperado de https://www.oas.org/36ag/espanol/doc_referencia/Carta_NU.pdf.
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No cometer injusticia de ninguna manera. A una irracionalidad no se debe

responder con otra irracionalidad, hacerlo es ubicarse en la misma condición del
injusto. Platón, en Critón, recuerda las palabras del Filósofo de la ironía: No se debe
devolver a nadie injusticia por injusticia, mal por mal, cualquiera que sea la injuria
que hayas recibido (Platón, Critón, X, 49). Con facilidad incurrimos a la venganza,
incluso en mayor intensidad, tanto personal, familiar, colectivo, nacional e
internacional, actitud que debe superarse fundado en el derecho nacional e
internacional. Por lo tanto, más feo y malvado es abofetearme y herirme
injustamente, a mí y a mis cosas, y robarme y hacerme esclavo y violar mi casa: en
suma, cualquier acto injusto dirigido en contra mío y en contra de las cosas que yo
poseo, es más feo y malvado para quien comete la injusticia, que para mí que soy
su víctima (Platón, Gorgias, 508).
Por lo tanto, nunca debemos incurrir en actos injustos y malévolos porque reducen
al hombre a la condición de homo habilis, como lo hicieron Hitler, Mussolin,
Hirohito, Stalin, Pol Pot y otros tiranos. Mejor es la sabiduría y la justicia, el amor y
la paz. Es oportuno consignar las palabras del joven Hegel: Sentido de lo sagrado
está unido a la esperanza de que algún día mis remotos descendientes vivirán en
una civilización global en la que el amor será con creces la única ley (citado por
Castillo, 2015, p.14)15, en esa tarea estamos comprometidos los pupilos de Sócrates.

CONCLUSIONES
1.- ¿Por qué preguntar a Sócrates? Para darnos cuenta de lo que somos en tanto que
somos; interrogante que nos lleva a la evaluación de nuestro entorno socio-político, en la
que, se descubre las patologías socio-políticas, implementados por los gobernantes y; las
cuáles se resuelven, con una existencia jurídica, a tono con la dignidad humana.

2.- ¿Para qué preguntar a Sócrates? Al examinar nuestro entorno socio-político, nos
encontramos frente a los implementadores de las enfermedades socio-políticas y, éstas
utilizan todos los medios para eclipsar la voz de la verdad y de la decencia, como lo
hicieron con Sócrates. Razón por lo cual, hay que defender, incluso con actos heroicos,
el buen gobierno y la dignidad humana.

3.- Conócete a ti mismo y cuídate de ti mismo. Uno de los escollos históricos de los
gobernantes, empezando por uno mismo y de ti mismo, es que no nos conocemos a sí
mismo y como consecuencia, no sabemos cuidarnos de sí mismos y, la consecuencia es

15
. - Del Castillo, R. (2015) Rorty y el giro pragmático. España, realización editorial: Bonalletra Alcompas,
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la tragedia. Por lo tanto, es indispensable conocerse a sí mismo y cuidarse de sí mismo,

binomio inseparable y condición necesaria para ser feliz.

4.- Hacer buenos a los ciudadanos para el bien el país. Por la educación, en la virtud,
logramos que los ciudadanos sean buenos y, cuyas acciones se patentizaran en el
bienestar de los ciudadanos del país. Hay que ejercitarse, asiduamente en las virtudes de
la prudencia, destreza, buen temple, grandeza de espíritu, disciplina, valor,
perseverancia, laboriosidad, sentido de emulación, sabiduría y verdad, justicia y paz.

5.- Perspectiva filosófica del bien. Se vive óptimamente haciendo el bien y nada más que
el bien, presupuesto para el florecimiento del bienestar para todos y de todos. El bien es
el mejor sello de la libertad, tan sublime y tan bella, porque hace a los ciudadanos
auténticos dioses y herederos del Filósofo de la ironía.

REFERENCIA BIBIOGRÁFICA
1.- Bonazzi, B. (1938) Dizionario greco-italiano. Roma: Societá Editrice Internazionale.
2.- Fraile, G. (1982) Historia de la Filosofía. I. Grecia y Roma. Madrid: BAC.
3.- Mondolfo, R. (1983) El pensamiento antiguo. Historia de la filosofía greco-romana.
1. Desde los orígenes hasta Platón. Buenos Aires, Editorial Losada, S. A.
4.- Platón (1974) Defensa de Sócrates, Protágoras, o Los sofistas, Alcibíades, o de la
Naturaleza del hombre en Obras completas. Madrid: Editorial Aguilar.
5.- Pabón S. de Urbina, J. M. (1999) Diccionario manual griego-español. Barcelona: Vox.
6.- Solana Dueso, J. (2013) Más allá de la ciudad. El pensamiento político de Sócrates.
Zaragoza: Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C)
file:///H:/FILOSOFÍA/FILÓSOFOS/SÓCRATES/ELPENSAMIENTOPOLÍTICODESÓ
CRATES.pdf.
7.- Del Castillo, R. (2015) Rorty y el giro pragmático. España, realización editorial:
Bonalletra Alcompas, S. L.

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