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PLATÓN

Teoría de las
ideas
y antropología
PLATÓN
LA TEORÍA DE LAS IDEAS Y SU
DIMENSIÓN ANTROPOLÓGICA
PROBLEMÁTICA PROPIA DE ESTE TEMA:
Siguiendo la línea de investigación acerca de la naturaleza del hombre y de las cosas que empezaron
los Solistas y Sócrates, este autor profundiza en el tema, llegando a construir una teoría original sobre
las Ideas. Las preguntas que Platón se hace responden a tres problemas fundamentales:
-Metafísica: ¿Cuál es la esencia de las cosas? Las realidades sensibles ¿son reales, o son copia de la
auténtica realidad? ¿Dónde está la verdadera realidad? ¿Es posible conocerla? ¿Está capacitado el
hombre para conocer la realidad? ¿Qué tipo de conocimiento es el verdadero? ¿Por qué?
-Antropología: ¿En qué consiste la esencia del hombre? ¿Es inmortal? ¿Cuál es su comportamiento
ético, su virtud?
-Política: ¿Cómo debería ser la sociedad? ¿Tiene alguna relación con el hombre individual? ¿Debe ser
clasista la sociedad?
ESQUEMA
1. Situación histórica de Grecia en tiempo de Platón;
2. Trayectoria personal, política y filosófica de Platón.
3. El Mundo de las Ideas:
3.1. El por qué del mundo de las ideas.
3.2. Su primera formulación.
3.3. Dos fuentes de conocimiento: sentidos y razón.
3.4. La Realidad del Mundo de las Ideas.
3.5. La jerarquía de las Ideas.
3.6. El conocimiento de las Ideas se explica por la reminiscencia.
4. La Antropología platónica:
4.1. El Hombre es un conjunto de dos realidades distintas: cuerpo y alma (dualismo platónico.)
4.2. Partes o clases de almas.
4.3. La inmortalidad del alma, argumentos.
4.4. La transmigración de las almas.

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4.5. La virtud del alma: ética y política:
4.5.1. En qué consiste la virtud del alma.
4.5.2. Relación entre alma, virtud y clases sociales.
4.5.3. El origen de la sociedad.
4.5.4. Las clases sociales.
4.5.5. Formas de gobierno.
5. Claves de interpretación del texto oficial de la República.

1. Situación histórica de Grecia, en tiempo de Platón: 427-347 a.C.


Recordemos los períodos históricos anteriores:
1) Guerras médicas: 490-479: triunfo de Atenas.
2) Periodo intermedio: 479-431: imperialismo ateniense, época de esplendor; siglo de Pericles.
3) Guerras del Peloponeso: 431-404: derrota de Atenas y el triunfo de Esparta.
La vida de Platón se sitúa en el tercer período, aunque participa del período de esplendor, propiciado
por Pericles.
1.1. El siglo de Pericles: 495-429
Después del triunfo de Atenas, se instaura la Democracia; y es precisamente este estadista el que la
consolida firmemente.
Esta Democracia fue fundada en sus principios esenciales por Clístenes, hacia principios del siglo VI.
Clístenes es un estadista ateniense que junto con Solón y Pisístrato edificaron el régimen democrático
de Atenas, lo perfilaron Efialtes y Pericles.
Pericles es hijo de un político importante, hombre de fina y delicada cultura, que puso al servicio de
todas sus ideas políticas: aristócrata de aspecto y de gustos, demócrata por convicción. Determina
gobernar al pueblo por el espíritu y hacer de su patria la Escuela de toda Grecia.
Al morir asesinado Efialtes, jefe del partido demócrata, se pone al frente de los demócratas. Fue
elegido 15 veces consecutivas como Jefe de Gobierno, y así este largo período le permitió ser el
continuador y consolidador de la democracia ateniense.
Fue el que dio esplendor a la Cultura de Atenas, buen estratega, empleó medios pacíficos y levantó
obras culturales y sociales de gran importancia: en Atenas se daban cita arquitectos, historiadores
(Herodoto, Jenofonte), escultores (Fidias), literatos (Sófocles, Esquilo, Eurípides), en su tiempo

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vivieron los filósofos (Anaxágoras), los sofistas y Sócrates. Por otra parte, tanto Platón como
Aristóteles y Tucídides estaban en la oposición por sus ideas anti democráticas.
En la Guerra del Peloponeso se adoptó el plan que él proponía: guarecerse y encerrarse en las murallas
de Atenas (ésta es fuerte en el mar, pero no en tierra) y fortificar el Puerto del Pireo. Pero, viene la
peste a la ciudad (430) y le echan la culpa a él, y le deponen; ante el avance peloponésico, le vuelven a
elegir, pero ya es tarde, le alcanza la peste y muere como otros tantos atenienses en el año 429.
1.2. Las guerras del Peloponeso
Fundamentalmente, son las guerras entre dos estados-ciudades: Atenas y Esparta, por el liderazgo de
Grecia.
Atenas es la representante de la Democracia; la expansión ateniense después de las Guerras Médicas
fue marítima, propia de su vocación geopolítica, un imperialismo marítimo que llegó a ser hegemónico
(egueomai = conducir). Hizo una Alianza con todas las ciudades del Mar Egeo, orientada por
Temístocles; pero el que la organiza es Arístides, un magnifico general, se llamó la «Liga de Delos ».
Las ciudades que fueron liberadas del yugo persa (Lesbos, Chios, Samos, Icaria, Delos —conjunto de
islas—, Mileto, Eritrea, etc.) formaron parte de esta Liga. Pericles transformó poco a poco esta Liga en
un Imperio, lo que pretendían era protegerse en común del peligro persa. (Algo parecido a la OTAN).
Esparta es la representante de la Aristocracia, los espartanos son guerreros por educación y procedencia
de familias ricas, que dominaban por la fuerza de las armas y la fuerza del dinero. Esparta debe su larga
eficacia a la dominación oligárquica de las familias ricas, y a su legendaria estabilidad militar de sus
guerreros, mantienen un inmovilismo obstinado. Una gran parte de la fuerza espartana reside en su red
de alianzas con los peloponésicos. También establecen la Liga del Peloponeso, con los aliados de los
Estados de la península (Megara, Tebas, Delfos, Queronea, Corinto, Mantinea, Olimpia) y de fuera de
la península (Laconia, Etolia, Argos.) Se trata de una Federación de Estados, de tipo militar defensivo.
1.3. Rivalidades entre Esparta y Atenas:
Es la lucha entre dos bloques, entre dos formas de entender la sociedad; es la lucha entre la Democracia
y la Aristocracia. La lucha de la tierra contra el mar.
Atenas pretendía propagar la democracia entre sus aliados; Esparta era considerada por todos como la
protectora natural de las aristocracias; Corinto y Megara eran potencias marítimas, y muy ricas, aliadas
de Esparta y celosas contrincantes de Atenas; la enorme fortuna de Corinto fue el principal enemigo de
Atenas.
Por una aparente paradoja, la libre y democrática Atenas representaba a estas alturas un imperialismo
brutal y avasallador, mientras que Esparta pretendía defender la autonomía y libertad de las ciudades.

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En un Congreso Peloponésico, celebrado el 432, reunido en Corinto, Esparta presenta a Atenas unas
reclamaciones tan inaceptables en el fondo como en la forma, eran las viejas rencillas de hace muchos
años que ahora toman realce, la gota que rebosa el vaso. Entonces, Atenas se prepara para la guerra,
con la idea de saldar definitivamente esa cuenta pendiente desde hacía ya mucho tiempo. Atenas
aparece como la más fuerte, con el genio de Pericles; pero Esparta es tenaz y dispone de un vasto
territorio de aliados capaces de actuar también en el mar. En conjunto, los griegos no soportaban ya
más el imperialismo de Atenas y hacen la guerra en nombre de la Libertad.
La Guerra duró casi 30 años, y acaba con la victoria de Esparta sobre Atenas. En abril de 404 tras
haber soportado grandes sufrimientos, los atenienses acabaron por aceptar la derrota, y estar en paz.
Gracias a Esparta, por esta vez clarividente, Atenas escapó de la destrucción total, que reclamaban
Corinto y Tebas. Atenas perdió su flota, su imperio y sus fortalezas.
Esparta había ganado; venció la aristocracia a la Democracia. Pero, Esparta no estaba preparada para
gobernar las ciudades griegas, este triunfo hace replantearse la nueva orientación política de Atenas.
Los Treinta Tiranos: a raíz del fracaso de Atenas, Esparta quiere gobernar a Atenas de modo peculiar,
aparentemente democrático, es elegido un grupo reducido de ciudadanos presionado por los vencedores
espartanos, para formar un Consejo, destinado a sustituir a la Democracia tradicional. Este grupo estaba
formado por 51 ciudadanos: 10 se quedan en el Pireo (el puerto fundamental y centro industrial), 11 en
Atenas para el funcionamiento municipal, y 30 se ponen al frente del Gobierno General, son los
Treinta Tiranos. Llevan una política reaccionaria que se termina en un año, gracias al descontento de la
gente en general, y a la revuelta popular, liderada por Trasíbulo que se apodera de nuevo de Atenas, y
restablece la Constitución Democrática.
2. La trayectoria personal, política y filosófica de Platón
La vida y obras de Platón se pueden resumir así:
a) Nace en los comienzos de la Guerra del Peloponeso, el 427; su verdadero nombre es Aristocles, pero
le llamaron así por lo ancho (Platys) de sus hombros o de su frente. Pertenece a una familia
aristocrática, por parte de su padre, Aristón, tuvo por antepasados al Rey Codro, a su vez descendiente
del dios Neptuno; por parte de madre, Perictione se llamaba, tiene unos orígenes que se remontan al
legislador Solón, a su vez descendiente de los dioses (Neleo y Neptuno.) Haciéndose descendientes de
los dioses, los aristócratas pretenden asegurar su superioridad y el carácter «natural» de su excelencia,
o virtud. Platón, siempre en la cúspide de los regímenes aristocráticos y oligárquicos. Su madre se casó
por segunda vez con el multimillonario Pirilampes.

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b) Su formación es la de un privilegiado: conoce a Sócrates en el año 407 a.C. a sus 20 años, del que se
hace su discípulo incondicional; aprende toda clase de materias, según aparece en su obra De
República, como geometría, aritmética, música, gimnasia, arte, dialéctica, etc. A Sócrates es al hombre
que más admira en su vida, contempla cómo le quieren imputar un crimen que no cometió, y tiene que
ver condenado al hombre «más bueno y justo que jamás existió. » Este hecho, ocurrido durante la
democracia , influirá profundamente en su vida política.
c) El Gobierno de los Treinta Tiranos: en este grupo participan Cármides y Crítias, que eran tíos suyos.
Se lleva una desilusión al creer que iban a sacar a la ciudad de la injusticia y gobernarla correctamente.
En su tiempo llevan a los tribunales a su maestro Socrates y le condenan a beber la cicuta, acusándole
falsamente.
d) Relación con Siracusa (ciudad de Sicilia): a sus 40 años hace su primer viaje a esta ciudad con el
ánimo de intervenir en la política con sus proyectos de reforma. Allí conoce a Dión, que es el cuñado
de Dionisio I, el tirano de Siracusa; este Dión es ferviente admirador de las doctrinas de Platón. Muere
el tirano y le sucede su hijo Dionisio II; sigue Dión en la corte y con gran influencia sobre el nuevo
tirano; hay grandes sospechas y revueltas y hace a Platón desistir de este intento.
Hizo 3 viajes (en los años 388, 367, 361) y comprueba que no tienen éxito sus doctrinas políticas. Entre
su primero y su segundo viaje, escribe su libro De República.
e) Influencias filosóficas: hay una serie de filósofos anteriores que ejercen una cierta influencia en
Platón: Heráclito del que toma el sentido de la dialéctica; de Pitágoras la geometría (a la entrada en su
Academia, escribió: Que no entre nadie en esta Academia que no sepa geometría); Sócrates del que
tomó gran parte de sus doctrinas y a quien dedicó casi todos sus Diálogos; Parménides en todas sus
teorías sobre las Ideas y la realidad del ser, los cultos órficos, etc. Le preocupará sobre todo la antítesis
Heráclito-Parménides para llegar a una síntesis en la doctrina del conocimiento.
f) En resumen: la preocupación principal de Platón era la Política, su pretensión es fundamentar la
Polis, el Hombre y el Estado en el orden eterno del ser; esto solo lo puede realizar el filósofo, o el Rey,
en cuanto llegue a ser filósofo, esto sería alcanzar el buen gobierno de la ciudad. Así lo refleja en su
Carta VIII: «vi que el género humano no llegaría nunca a liberarse del mal si primariamente no
alcanzaban el poder los verdaderos filósofos, o los rectores del Estado no se convertían por azar
divino en verdaderos filósofos. » Al fracasar su vocación política, intenta hacer coincidir la Filosofía
con el Poder. Dice él: «Me vi obligado a reconocer, en alabanza de la verdadera Filosofía, que de ella
depende el obtener una visión perfecta y total de lo que es justo, tanto en el terreno político como en el
privado» (carta VII.) Desde entonces buscará el poder de la enseñanza de la sabiduría con la que se
podría dominar la polis.
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Sus obras. Se pueden observar cuatro períodos distintos:
• Período socrático: en sus escritos refleja el pensamiento y la personalidad de Sócrates. Escribe: «La
apología de Sócrates», y una serie de Diálogos, Critón, Lisis, Protágoras, Laques, Cármides y
Eufitrón.
• Período de transición: en éste se refleja el pensamiento pesimista sobre el hombre, la belleza, los
mitos, emergen influencias órfico-pitagóricas, se critica a los sofistas y empiezan las teorías sobre el
conocimiento. Escribe: Hipias, Gorgias, Menón, Crátilo,
• Período de madurez: se desarrollan las famosas teorías sobre las Ideas, su epistemología y
organización del Estado y la dialéctica. Escribe: El Banquete, Fedón, Fedro y La República.
(385-370 a.C.)
• Período de vejez: repasa algunas de sus teorías y las corrige o explica, como Las Leyes, Cartas
(autobiografía), Filebo, el Político, Timeo, Crítias, Teeteto, Parménides, Sofista, El Timeo.
3. El Mundo de las Ideas
3.1. El por qué del mundo de las ideas
Platón enlaza con la problemática de los Filósofos anteriores, a la vez que intenta dar solución a sus
planteamientos:
• Protágoras: Había afirmado la relatividad del conocimiento (no existe verdad absoluta: cada uno tiene
su propia verdad.)
• Heráclito: Las realidades están en un permanente cambio, en un constante fluir, todo es mutable.
• Parménides: La realidad es el ser, un ser estático, inamovible, contrapuesto radicalmente al ser de
Heráclito.
• Sócrates: Es necesario un concepto estable que haga posible la definición y el entendimiento entre los
hombres.
Platón, que hará la primera síntesis de la historia de la Filosofía (síntesis entre Heráclito y Parménides)
se ve obligado a afirmar los conceptos estables, las realidades permanentes al mismo tiempo que las
realidades cambiantes que da el conocimiento sensitivo, en definitiva, una doble realidad (el mundo de
las ideas y el mundo sensible) y un doble conocimiento (el sensitivo y el racional.)
3.2. Su primera formulación de la teoría de las Ideas
Aparece ya en el período de madurez: ¿Qué es lo que dice allí? Hablamos, pensamos y nos parece que
hay algunas cosas que son “Buenas”, “justas”, o “bellas”, pero, también existe el Bien, la Justicia y la
Belleza, en sí mismas, al margen de las cosas concretas que vemos, sentimos o pensamos.

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Es decir, además de las cosas existen las Ideas eidos, del verbo griego eidein= ver, mirar, o también los
aspectos, los semblantes, las formas.
Las Ideas no son simplemente conceptos, son Realidades que existen con independencia de las cosas.
Más aún: son la misma Realidad, cada idea es única, eterna, inmutable e inalterable, y sólo es captable
por la inteligencia, se trata de una Realidad inteligible, no sensible, no captada por los sentidos. Por
ejemplo, una cosa es bella, gracias a la Idea de Belleza. Así, Platón duplica el Mundo:
— el mundo inteligible y real de las Ideas (universal);
— el mundo sensible, de las cosas (particular, devenir).
3.3. Dos fuentes de conocimiento: sentidos y razón
Así opinaron los filósofos anteriores:
1. Parménides: lo que da consistencia y seguridad, lo único, es el Ser; para él ser y pensar es lo mismo;
solo hay un ser, el ser que es, es el ser que piensa; pero, a costa de las cosas particulares, reales.
2. Sofistas: todo es relativo, no puede haber nada fijo ni universal; cada uno con su criterio, el hombre
es la medida de todas las cosas. Prevalece lo particular.
3. Sócrates: tiene la convicción de que la Ética se fundamenta en un conocimiento permanente y
consistente. Busca algo esencial y fijo en las cosas, los objetos. Y mediante el diálogo llega al concepto
universal.
4. Platón afirma que el hombre puede conocer verdaderamente lo universal. Busca lo consistente, la
conexión entre la diversidad (cada cosa tiene un modo de ser distinto) y lo esencial o absoluto.
Relación entre lo permanente y lo mudable.
Hay dos maneras de conocer la Verdad (finalidad de todo filósofo): por los sentidos y por la razón.
Intelección y opinión, son dos cosas distintas. Cada una de estas fuentes del conocer tiene un objeto
distinto y propio. El objeto de los sentidos es lo concreto, particular, mudable; el objeto del
entendimiento es lo universal, lo estable, lo eterno, consistente. Por los sentidos se llega a la opinión,
por la razón llega a la ciencia. (República, 476) Cfr. (Clave de interpretación del texto «mito de la
cueva»).
Los sentidos se localizan en el cuerpo; la razón es propia del alma. Solamente el alma es capaz de
llegar a conocer las Ideas, a contemplar el Mundo de las Ideas.

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ABISMO (jorismos)

S Objetos materiales Creencia Opinión


E Mundo sensible
N (cosas, animales)
T Apariencias
I
D Imágenes Imaginación Sensaciones
O El devenir
Lo particular
S

3.4. La Realidad del Mundo de las Ideas:


Nos podemos preguntar si las Ideas que nosotros tenemos en la mente responden a una realidad o son

Objetos Conocimiento Resultados


producto de mi
imaginación. Lo que
R -Mundo inteligible Ideas Inteligencia pura Ciencia
vemos, palpamos,
A (objetos inteligibles)
oímos, etc. son cosas
Z -El Ser Principios formas Conocimiento
Ó Entidades Razón discursiva Verdad particulares, concretas;
N -La Esencia matemáticas Reflexión Lo universal ¿cuál es la esencia de
esas cosas particulares y concretas: del árbol, de la casa, del libro?
Platón responde: lo que hace que el libro sea libro, que la casa sea casa, etc. Es la Idea de Libro, la Idea
de Casa, etc. Las cosas no son más que copias, fotografías de la Realidad, son meras apariencias; lo que
es real es la Idea, que es la que da el ser a las cosas. La Idea no es el mero acto de pensar o saber, no es
un conocimiento que se adquiere con el esfuerzo de la reflexión; las Ideas son preexistentes, algo que
ya se tiene; la Idea es algo real, no es nada físico, ni psíquico, es una Idea real, o una Realidad ideal.
La Idea, en Platón, es la auténtica Realidad, es el «ontos on» (el ser que es), el ser de los seres, la
entraña de todas las cosas, el 'ser' del árbol, el «ser» de la casa, del libro. Son Ideas eternas, es decir, a-
temporales, van mucho más allá de toda realidad temporal o material.

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Sólo el entendimiento es capaz de captar esa Realidad que hay dentro de cada cosa concreta. Una
puesta de Sol es un espectáculo bello, pero porque es una copia, una reproducción de la Idea de Belleza
que está más allá de toda cosa bella.
Existe una separación profunda, clara, entre el Mundo de las Ideas y el Mundo de los sentidos; entre lo
visible y material, y lo invisible e ideal; Entre conocimiento sensible y conocimiento racional, hay un
abismo (jorismos).
El mundo inteligible es el propio de la mente (kosmos noetós); y el mundo de los sentidos sólo llega a
lo concreto (topos oratos) lo que se ve, lo que se mueve, lo mudable. (Fedón, 75 b)
3.5. La jerarquía del Mundo de las Ideas
Según Platón, no todas las Ideas tienen el mismo valor: hay ideas subordinadas a otras. Ideas inferiores,
que dependen de otras superiores, las cuales les sirven de soporte y fundamento. Y esas superiores, a su
vez, dependen de otras más elevadas hasta llegar a la cumbre de la pirámide que es la «Idea de las
ideas», de la que dependen todas las demás. Es el absoluto que es de otra naturaleza, que es por sí
misma, y se sitúa más allá del ser, es la Idea del Bien en sí.
a) Ideíllas, eidola:
En el conocimiento sensible, las sensaciones, las percepciones que tenemos de las cosas, son solo
instrumentos, materiales, para el conocimiento.
Las cosas que veo del mundo sensible, el árbol, el agua, el hombre, etc. no son tales cosas, sino
apariencias, semejanzas, imitaciones, formas de las cosas, lo que percibo en realidad no es el árbol,
sino la forma de árbol (algo arboriforme) la apariencia de árbol. Todo esto son 'copias' de la Realidad
son «eidola», ideíllas, ideas en pequeño (diminutivo de 'eidos').
El conocimiento sensible no puede ser fuente de Verdad, no es un conocimiento verdadero, porque los
sentidos son inseguros, nos engañan (un remo en el agua creemos que está partido, por ejemplo), son
mudables; y como este conocimiento viene de los sentidos, y los sentidos se encuentran alojados en el
cuerpo, la verdad que encuentra el filósofo no puede estar en el cuerpo, porque para alcanzarla tiene
que morir o tiene que purificarse de todo lo material, sensible, para poder llegar a la contemplación del
Mundo de las Ideas, que es donde está la verdad.
b) Ideas, eidos:
Si cuando veo el árbol, lo que en realidad percibo no es el árbol en sí, sino su apariencia, entonces
¿dónde está la esencia del árbol? El eidos del árbol, la Idea de árbol, es lo que le da su consistencia, es
el Ser del árbol; el eidos es, pues, el ser de las cosas, el «ontos on». La Realidad del mundo sensible
está en las Ideas. El mundo sensible tiene Realidad, consistencia, en cuanto participa del Mundo de las
Ideas.
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El conjunto de las Ideas, del eidos, lo constituye el «cosmos noetós», el mundo conocido, inteligible,
por la razón, por la «noesis». El eidos es una Realidad permanente, inimitable, eterna, que no puede
existir en este mundo mudable, inseguro, engañoso de los sentidos.
Los eidos son entes universales, arquetipos, modelos eternos, formas insuperables, que se encuentran
en el mundo suprasensible, al lado de los dioses. La tarea de los filósofos es sacar a los hombres del
mundo de las apariencias y conducirlos al verdadero ser de las cosas, al Mundo de las Ideas, el Mundo
de la Verdad, el Mundo que Es.
El eidos es la Idea de la Realidad y tiene una entidad ontológica, es el Ser de la cosa; pero, también
tiene una entidad epistemológica: el eidos es lo que capta el entendimiento; y entonces se da la fusión
de lo ontológico con lo epistemológico; la unión del ser con el pensar.
c) Ideas:
Por encima de los eidos, del ser de las cosas, están las «supremas realidades», que son absolutamente
consistentes, inabarcables, indefinibles. Son las IDEAS con mayúscula, y solamente son tres: el Bien,
la Belleza, la Justicia. Pero, en la idea de Bien se sostienen todas las demás, y de ella reciben las otras
su consistencia. Es el Ser por excelencia: de él dimana todo, incluso la Belleza y la Justicia. Platón lo
compara con el Sol: es como la Luz que nos hace ver los objetos sensibles, con el Bien todo se hace
visible y comprensible. Es la Idea de las Ideas: es la cumbre de la pirámide.
La Idea en sí misma, el Bien en sí, es lo supremo; para cualquier otro ser se necesita un fundamento;
esta Idea del Bien es un ser por sí mismo, tiene consistencia en sí mismo, es de otra naturaleza, se sitúa
por tanto, más allá del ser.
La Belleza es la que baña en luz y claridad al mundo de las realidades físicas, a las cuales,
envolviéndolas, las vuelve bellas. (Banquete, 212)
La Justicia es la que regula las relaciones entre las partes del alma individual que son tres
(concupiscible, irascible y racional), junto con el cuerpo social (pueblo, militares y gobernantes) y las
tres virtudes singulares y colectivas (fortaleza, templanza y prudencia).
En la posesión de estas tres Ideas reside la Sabiduría.
3.6. El conocimiento de las Ideas se explica por la reminiscencia
Se podría hacer esta pregunta: ¿Cómo llega el hombre a conocer estas ideas? Las ideas, dice Platón, no
las adquiere por medio de la razón, tampoco son fruto de pensamientos, o reflexiones. El alma ya tenía
antes esos conocimientos: las Ideas (la idea del ser, la idea del Bien, la idea de la belleza, la idea de la
justicia, etc.) las hemos contemplado en periodos anteriores a nuestra existencia: en la pre-existencia
del alma, allá junto a los dioses, en el Olimpo...

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Y ahora el hombre despierta a otro mundo. Como el alma está encerrada en un cuerpo material, se pone
en contacto con la realidad material, con el espacio y con el tiempo, y es en este momento cuando «cae
en la cuenta» de esas Ideas, cuando nos «acordamos» de ellas; pero, esas ideas ya estaban en nosotros.
Este recordatorio es lo que llama Platón «anámnesis».
Todos los conocimientos que tenemos son, pues, a priori, es decir, antes o con independencia de
nuestra experiencia; antes de que intervengan los sentidos, ya teníamos esas ideas; lo que pasa es que al
ponernos en contacto con la realidad sensible, el árbol, la casa, el libro, etc. he recordado que la idea de
árbol, casa, libro, etc. ya estaban en mí, que yo ya tenía antes de que tuviera esa experiencia sensible.
(Menón 81)
Estas ideas, por tanto, no se adquieren con la experiencia, ni con el esfuerzo de la reflexión o el estudio.

4. La antropología platónica

4.1. El Hombre es un conjunto de dos realidades distintas


El concepto de hombre en Platón es muy rico y complejo, y ha tenido una extraordinaria influencia en
la antropología occidental, sobre todo la cristiana.
Para este autor, el hombre es una especie de unidad formada de cuerpo y alma, es una unidad difícil de
entender. Se trata de una unión accidental, algo así como el jinete está unido a su caballo, o la nave está
unida con el timonel.

El cuerpo:
— es la cárcel del alma, como la concha que lleva dentro la ostra; (Fedro, 250 D)
— es un mal, por las necesidades que crea al alma y porque le impide buscar la verdad; como las
enfermedades, deseos, temores, pasiones, sentidos, etc.
— es una pesada carga de la que tiene que liberarse poco a poco, de la que tiene que purificarse, para
poder acceder a la contemplación de las Ideas;
— es el que fuerza al alma a tener posesiones materiales, a ambicionar cosas de este mundo sensible, es
el que impulsa al hombre a las guerras y toda clase de violencias. (Fedón, 66)
El alma:
— es completamente superior al cuerpo;
— es lo que en definitiva constituye nuestro Yo;

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— es el auténtico Hombre, el cuerpo es solo una sombra, una apariencia, el alma lo es todo en el
hombre; es el propio y verdadero ser de cada uno de nosotros; — el alma racional ha sido creada
directamente por el Demiurgo tomando como modelo las Ideas eternas. (Timeo, 41)
— el alma toma todos los conocimientos, todas las Ideas de esta primera existencia. (Fedro, 245)

Esta unión es algo difícil de entender, puesto que el alma creada directamente por los dioses, desciende
en un carro alado a la tierra, al mundo sensible, y se une a un cuerpo accidentalmente. El cuerpo
pertenece a una naturaleza más o menos depravada, lo que vale es el alma; ¿es posible una unión entre
dos naturalezas tan distintas? una tan superior y otra tan de rango inferior?
Platón traslada su teoría de las Ideas a la realidad del hombre y establece una dicotomía entre alma y
cuerpo, la unión del elemento material y del elemento espiritual; el uno, bueno, es capaz de llegar a la
verdad, el otro, malo, es el que impide hacer llegar a la verdad al alma. Ha abierto un abismo entre el
mundo del espíritu y el mundo de los sentidos; materialismo y espiritualismo en confrontación
dialéctica. Esta división ha destrozado la concepción unitaria del hombre.
4.2. Partes o clases de alma: (Timeo)
No está claro en Platón si habla de varias almas o de una sola que tiene tres partes:
— alma racional o espiritual: el puro pensar y la contemplación suprasensible de la Verdad; de
naturaleza divina y situada en el cerebro;
— alma irascible: fuente de pasiones nobles (valor, ira, esperanza, ambición), situada en el tórax e
inseparable del cuerpo, y por tanto, mortal;
— alma concupiscible: fuente de pasiones «innobles», como el instinto de conservación y el sensual,
situada en el abdomen y también mortal.
También esta teoría es dualista, al poner una parte del alma como inmortal y las
otras como mortales. Estas partes del alma tienen estrecha relación con la vida individual ética y la
concepción política de la sociedad.
4.3. La inmortalidad del alma: (Fedón)
Los argumentos que da Platón para intentar demostrar la inmortalidad del alma, no son muy
convincentes; veamos:
a) La anámnesis: el alma recuerda las ideas tenidas anteriormente, significa que es capaz de pasar de
un estado a otro, de una pre-existencia a una existencia unida a lo material del cuerpo. Y luego lo
natural es que vuelva de nuevo al estado que tuvo anteriormente y pase de esta existencia terrena a la
pura contemplación del mundo de las ideas; es decir, la existencia de este alma, va más allá de la
existencia terrena (Fedón, 72)
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b) La simplicidad: el alma es simple, y solamente se corrompe lo que está compuesto de partes; como
el alma es el lugar del conocimiento de las Ideas, y las ideas son simples, el alma se identifica con ellas,
también es simple. Y como lo simple no puede corromperse, luego, no puede morir, es inmortal.
(República, 608)
c) El automovimiento: alma quiere decir vida, principio de movimiento; pero, este movimiento no
proviene de nada exterior al alma sino de su naturaleza, luego, por sí misma siempre estará en
constante movimiento, siempre tendrá vida, luego, es inmortal. (Leyes, 895)
4.4. La transmigración de las almas
Las almas salen de las manos del Demiurgo, todas iguales, eternas y atemporales; y van a parar a algo
material: cada una se encarna en un cuerpo concreto, sometido a las coordenadas del tiempo y el
espacio. Esta es la primera encarnación.
Después de la muerte, el alma está peregrinando durante unos mil años, en los que se encarna
sucesivamente en varios cuerpos, eligiendo su destino. En la encarnación de un nuevo cuerpo, se elige
un nuevo género de vida, y en esta elección reside un enorme peligro para el hombre: muchos eligen un
destino que les parece radiante, y luego, pueden comprobar que es algo terrible. Somos nosotros los
que elegimos tal destino, no son los dioses; ellos no tienen la culpa de que el hombre haya elegido un
destino que le aparte de la Verdad. Lo importante es que la Razón domine lo irracional, las pasiones,
los sentimientos y deseos, y así pueda en sucesivas reencarnaciones llegar a la contemplación de la
Verdad. (Así lo explica Platón con el Mito del Carro alado, en Fedro, 386)
Platón establece una jerarquía de valores en las sucesivas transmigraciones: el hombre irá eligiendo
encarnarse en el cuerpo de cada uno de estos personajes, según el grado de virtud que quiera para él:
1. Filósofo;
2. Rey;
3. Hombre de Estado, padre de familia o comerciante;
4. Gimnasta, o artista o médico;
5. Profeta o sacerdote;
6. Poeta;
7. Obrero artesano, o labrador;
8. Sofista o demagogo (adulador del pueblo);
9. Tirano.
¿Qué sentido tiene este mito?: La libertad y la responsabilidad son las dos ideas centrales que contiene
el mito; los modelos de vida que se eligen y en los que forzosamente uno permanece, no son otra cosa
que la esencia y el carácter de cada hombre Cada uno ha de permanecer en su propio camino de vida,
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elegido libremente por cada hombre. Por otra parte, esta escala de valores representa un claro clasismo
antropológico, en la que se nota una marcada preferencia por la aristocracia, y su nostalgia por la
política y un claro desprecio por los trabajadores.
4.5. La virtud del alma: ética y política
4.5.1. ¿En qué consiste la virtud del alma?
No hay un concepto estable de virtud en la filosofía platónica, sino diversos conceptos:
 Sabiduría como virtud: el que llegue a poseerla supone que ha llegado al conocimiento del
Bien, la Belleza y la Justicia. Es la cumbre del alma humana, ha llegado a la plenitud: reunifica
todas las virtudes en el Bien.
 Purificación: el hombre virtuoso es el que purifica su alma de todas las pasiones y se desprende
del cuerpo para tener acceso al mundo de las ideas. En un Diálogo (Filebo) admitirá que la vida
buena y virtuosa tiene una vida .mixta en la que hay que aceptar el placer con moderación.
 Armonía es el equilibrio perfecto que es capaz de armonizar lo interno con lo externo. Es capaz
de llegar a una síntesis de las virtudes propias de cada parte del alma: la prudencia (propia de
los gobernantes), la fortaleza (propia de los guardianes) y la templanza (propia de los
artesanos). El hombre virtuoso es el que es capaz de equilibrar la parte racional con lo irascible
y concupiscible de su organismo.
4.5.2. Relación entre alma, virtud y clases sociales:

3. Cuerpo 4. Alma

Inteligencia Valentía Laboriosidad

1.Política: Gobernantes 1. Política: Guardianes 1. Política: Artesanos


Dirigir Defender Producir
2 Ética: Prudencia 2. Ética: Fortaleza 2. Ética: Templanza
3. Cuerpo: Cabeza 3. Cuerpo: Tórax 15 3. Cuerpo: Vientre
4. Alma: Racional 4. Alma: Irascible Extremidades.
4. Alma: Concupiscible
ORO PLATA BRONCE

4.5.3. El origen de la sociedad


Para los griegos, ética y política no son dos conceptos o realidades separadas: la ética no es
independiente de la política. El hombre no es sólo un individuo, sino que junto con eso, es un
ciudadano; y es precisamente, en la polis, la ciudad, donde adquiere las virtudes éticas, propias de todo
hombre honrado, de todo buen ciudadano.
Esta responde a las necesidades humanas: ningún hombre se basta a sí mismo, sino que necesita de
muchas cosas: «La primera de ellas es la provisión de alimentos para mantener la existencia y la vida».
Todos nos necesitamos mutuamente, cada uno aporta su especialidad a la comunidad. Y se pregunta
Platón: « ¿Y cómo atenderá la ciudad a la provisión de tantas cosas? ¿ no habrá alguno que sea
labrador, otro albañil, y otro tejedor?»
A partir de estas necesidades establece Platón la división del trabajo, esta división es la propia de tres
tipos básicos de actividades, y entonces, las disposiciones naturales de cada ciudadano determinan las
distintas actividades sociales para proveer a la ciudad:
— artesanos, actividades productivas;
— guardianes o guerreros, actividades de defensa;
— gobernantes, actividades de gobierno.
Y esto da origen a las clases sociales. Platón hace coincidir la Filosofía con el Poder: en la cumbre
social se encuentran los Gobernantes (poder) y los únicos que lo hacen bien son los filósofos, se trata
del Rey Filósofo (propio de un sistema aristocrático y no democrático; el Filósofo es él, Platón);
debajo, a sus órdenes se sitúan los guerreros o guardianes de la ciudad; y más abajo los artesanos, los
que producen bienes y servicios a la ciudad.
4.5.4. Las clases sociales
a) La clase de los artesanos, o productores:
Es la que ofrece los recursos suficientes para satisfacer necesidades básicas (alimentos, etc.), mediante
un trabajo productivo: bienes y servicios. (Lo que no dice Platón es por qué es «natural» que unos
tengan que ser servidores de la ciudad y otros beneficiarse de ellos... etc.)
b) Los guardianes o guerreros:
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Es una clase especial para defender la ciudad de los invasores, «extranjeros» o bárbaros. Y también de
defender internamente de cualquier conflicto entre los ciudadanos.
Es la más importante, puesto que de ella saldrán los gobernantes (los mejores de entre los guardianes).
En su libro de la República trata abundantemente de la educación de esta élite, así como la clase de los
gobernantes, porque de estos grupos dependerá todo el buen funcionamiento de la ciudad.
Tienen un régimen especial de vida: se alojarán en viviendas separadas del resto de los ciudadanos; no
poseerán riquezas propias, ni vivienda privada, ni familia, ni mujeres. Entre los 20 y 30 años se les
somete a una formación científica muy especial.

c) La clase de los Gobernantes:


Son los árbitros absolutos de la vida política, la única justificación válida para llegar a ser gobernante
es la de ser más sabio, esto requiere una selección de entre los mejor dotados; Proceden de los
guardianes perfectos. Y son los que llegan a ser al final de su formación, Filósofos casi perfectos, para
que pongan como fundamento del Estado, la Verdad y el Bien. 'Pues no tendrán fin las calamidades de
los pueblos, mientras los filósofos no sean reyes o los reyes se hagan filósofos'.
4.5.5. Formas de gobierno
Platón hace coincidir el orden del saber con el poder político; relaciona saber con el arte de gobernar.
Se trata, pues, de una especie de aristocracia basada en la capacidad intelectual y preparación científica.
Platón era un decidido oponente a la Democracia.
Entre las formas de gobierno, éste es el orden preferido de Platón:
• Aristocracia: (de aristós = mejor; crateo = mandar). Es el gobierno de «los mejores», tanto si manda
uno como varios. Es la forma mejor de gobierno.
• Timocracia: (timé = honor). Es el gobierno de los que tienen cierta renta y honor. No mandan los
mejores sino los más ambiciosos. Están hechos más para la guerra que para el buen gobierno.
• Oligarquía: (oligós= pocos). Mandan los explotadores, los que están a la caza de puestos, y ésto
impide el buen gobierno.
• Democracia: (demos = pueblo). Es el gobierno del pueblo. Predomina la libertad sobre todo en el
hablar, no hay una autoridad rígida que domine a los demás, todos son iguales. Platón, como enemigo
de la democracia, dice que es la perversión del orden y de la fuerza.
• Tiranía: Es la degradación de la política. La peor forma de gobierno. Es la consecuencia de la
democracia, el no saber usar de la libertad obliga a que alguien coja el poder y domine, se necesita un
líder, y ese es el tirano. Es el que se embriaga de poder por culpa de la democracia.
Resumen:
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La República no es un libro que exprese una utopía socialista, como ha llegado a decirse, sino una
propuesta reaccionaria de sujeción de toda la comunidad a una clase gobernante aristocrática. Así lo
expresa él en la jerarquía de valores: «Al formaros, los dioses hicieron entrar oro en la composición de
cuantos están capacitados para mandar; plata en la composición de los auxiliares (guardianes o
guerreros); bronce y yerro, en la de los labradores y demás artesanos».
Platón dice que todos serán felices en la ciudad, si cada uno procede conforme a la naturaleza propia,
cuando cada cual realiza su tarea, lo suyo; y nos preguntamos, ¿por qué es 'lo suyo' el que unos labren
la tierra, y otros gobiernen, o sean filósofos, y otros sean guardianes? ¿ lo da eso la naturaleza? ¿ es el
gobernante justo y prudente por naturaleza? ¿ hay una naturaleza que le haga ser agricultor? Hacer cada
uno lo suyo es un ideal de Justicia: no lo que cada cual quiere hacer, sino lo que 'debe' de hacer.
Para Platón, la cuestión política es a la vez cuestión ética: cada ciudadano debe de practicar aquellas
virtudes que corresponden al grupo social al que pertenece, y en eso consiste la Justicia. ¿Quién decide
la pertenencia a un determinado grupo social?
Parece ser que Platón tiene una concepción estática de la sociedad, basada en un determinismo rígido;
¿dónde se quedan las ideas griegas de libertad, democracia, participación de los ciudadanos, etc.?
Muchas de estas ideas las corrigió Platón en su libro «De leyes», ya en su vejez, y reconoce que esto es
un ideal, pero que de hecho es impracticable.

5. Claves de interpretación del texto oficial de «La República»


1. Clave de lectura de los capítulos del Libro VII:
Cap. 1: El mito de la caverna;
Cap. 2: La salida de la caverna: varias hipótesis progresivas para salir de la caverna.
Cap. 3: Es preferible pasar de la tiniebla a la Luz; aplicación de la alegoría a los Filósofos-
gobernantes.
Cap 4: La educación de los mejores: una conversión al mundo de la verdad; la educación no
proporciona ciencia, sino que activa la que ya reside en el alma.
Cap. 5: El gobierno como deber; la educación es una responsabilidad para el buen gobierno.
Cap. 6: La formación del filósofo-gobernante debe partir de lo sensible para alcanzar lo inteligible;
pasando por una serie de estudios:
Cap. 7: Las matemáticas;
Cap. 8: Los números;
Cap. 9: La geometría;

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Cap. 10: La astronomía;
Cap. 11: La astronomía;
Cap. 12: La música;
Cap. 13: El estudio de la dialéctica lleva a la Verdad;
Cap. 14: En qué consiste el método dialéctico;
Cap. 15: Condiciones para el estudio de la dialéctica;
Cap. 16: Condiciones pedagógicas; grados educativos; el sistema educativo de niños y jóvenes.
Cap. 17: Casos concretos de educación;
Cap. 18: El regreso a la caverna: el fin de la educación es el buen gobierno de la ciudad.

PALABRAS, IMÁGENES SENSACIONES CONCEPTOS IDEAS

2. Claves de interpretación del texto de Platón:


Nota: El texto de Platón, el libro VII de la República, tiene múltiples interpretaciones. A modo de
ejemplo, se pueden ver estos tres temas:
A) El mundo de las ideas:
1. Qué es: Es la filosofía propia de Platón; el ensamblaje del conocer y del ser; la unión de su ontología
con su epistemología. El Mundo, la Realidad, está en la Idea.
2. Finalidad: Para llegar a la Sabiduría, para llegar a conocer profundamente el ser de las cosas, hay
que conocer el Bien, la Idea Suprema, fuente de todo ser.
3. Medios: Para llegar a este fin. Platón propone una serie de medios: se trata de un «viaje» desde
dentro hacia afuera de la caverna, de todo un proceso de conocimiento que tiene varias expresiones:
— pasar de las tinieblas a la Luz, al Bien, al Sol;
— salir de la cueva, para ver el sol cara a cara;
— pasar del mundo sensible, al mundo suprasensible;

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— subir de la opinión a la verdad;
— liberarse de los sentidos.
4. Método: Es la dialéctica, ciencia suprema que revela la verdad del mundo de las ideas (arte del
diálogo), operación personal del pensar; diálogo del hombre consigo mismo, investigación racional
propia del pensar.
5. Utilidad: La meta de todo proceso lento es liberarse de los sentidos para poder llegar al mundo de las
ideas, a conocer la verdad; y esto es la garantía de un buen gobierno, y así salvar el Estado.
B) La Educación:
1. Qué es: Es el arte de conducir al Hombre hacia la verdad, hacia el mundo de las ideas; salir de la
cueva hacia la claridad del sol.
2. Finalidad: Es doble: inmediato: formar hombres capaces de gobernar; profundo: llegar a descubrir la
verdad
3. Medios: Es todo un proceso lento y largo, para llegar a la Luz, al Bien, desde niños, hasta hombres
de 50 años.
Características propias:
— excluye la educación de la clase artesana;
— sólo se ocupa de ciertos guardianes;
— su único objetivo: formar la clase dirigente, el gobierno de los 'sabios'; Propone tres ciclos:
— elemental: niños hasta 20 años;
— segundo: de los 20 a los 30; selección progresiva;
— tercero: de los 30 a los 50 años.
4. Método: La dialéctica: el arte del diálogo, saber preguntar y saber responder sobre un tema; una
investigación en común —profesores y alumnos— (hipótesis, análisis y síntesis). Esto es lo que crea
Ciencia: su contenido son las entidades trascendentales del mundo ideal que está por encima de los
sentidos; con él se llega al grado supremo del Ser, y por tanto le corresponde el grado supremo de
conocimiento.
C) El Buen Gobierno:
1. Qué es: Es el arte de crear la ciudad perfecta y feliz.
2. Finalidad: Hay que seleccionar hombres justos que sean capaces de llevar la Ciudad a una vida feliz.
Platón construye una filosofía ideal (¿realizable?) del buen gobierno, para salvar a la Ciudad de los
desastres de su tiempo (los Treinta Tiranos).
3. Medios: Una buena educación de los guardianes seleccionados, se trazan las notas características del
buen gobernante.
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El Buen gobernante es el «buen pedagogo»: el arte de gobernar es el arte de conducir a los ciudadanos
a una vida feliz.
Selección constante de hombres, mediante pruebas que nadie sabe de dónde salen ni quién las impone;
Es indispensable la tarea del filósofo en la selección; Proceso para llegar a ser hombres justos, sin
ansias de mandar; esto se hace por medio de la dialéctica.

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