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Todo ello nos quedaba lejos pero cuál fue mi sorpresa al constatar que aquellos
que discutían tanto y tan apasionadamente no estaban mucho más cerca del fenómeno
político que nosotros. Yo no sabía que era ser liberal, ni socialista, mucho menos marxista
o comunista y menuda cosa se me ocurrió hacer cuando empecé a preguntar. A todos los
que pregunté sabían decir el vocablo socialismo, la mayoría podían deletrear esta palabra,
muchos te decían que eso era cosa de izquierdas, unos pocos reproducían una sola
consigna periodística (¡Eso es defender los intereses de los trabajadores!) y nadie supo
decirme algo más que eso. En esto consistía mi sorpresa pues yo cursaba COU y cualquiera
1
de las respuestas que obtuve hubiera condenado, de manera inapelable, a todos los
encuestados a repetir curso (digamos que hoy, el sistema educativo tiende a ver con
indulgencia e incluso cierta simpatía la ignorancia supina). En resumidas cuentas, buena
suerte para encontrar una definición mínimamente iluminadora de capitalismo, socialismo,
liberalismo y tantos otros –ismos que causaban la ira de propios y ajenos.
¿Es que nos habíamos vuelto locos? ¿Es que aquí todos se decían a sí mismos
demócratas (otro palabro sobre el que es mejor no preguntar), estaban ansiosos por votar y
un 98% de los votantes no sabía lo que votaba? Absolutamente no a la primera y
rotundamente sí a la segunda. Alguno podría pensar que exagero o que simplemente
pregunté a un universo reducido de personas poco informadas… 22 años después os puedo
decir que, efectivamente, algo ha cambiado: las consignas periodísticas que se reproducen
son un poco más originales pues incluyen expresiones como fascistas, ultraderecha,
comunistas o liberticidas, entre otras consignas que, para el común de los mortales, siguen
siendo igual de opacas que las que yo escuchaba a mis 19 años.
Ahora bien, que este elogio a la pereza sea racional no hace que sea
razonable. Conocemos a nuestros políticos y sus programas igual o peor que conocemos a
Leo Messi, con la diferencia de que este no gestiona nuestro dinero ni toma decisiones a
diario que afectan a nuestra vida. Y lo que es peor, ni tan solo estamos en condiciones de
saber si un hipotético aumento de las pensiones prometido en campaña electoral es viable o
2
no, si es pan para hoy y hambre para mañana o no, o a costa de qué puede darse, si se da.
No digamos entender esto en clave ideológica y es que nos esforzamos mucho más en
saber qué producto compramos cuando compramos un Smartphone que en orientar
seriamente nuestro voto.
¿Por qué motivo? Jason Brennan, muy en la línea de Downs, apunta que el
votante no tiene incentivos para informarse y votar mejor porque considera que su voto
vale poco o no es significativo en el juego político (literalmente dice que la calidad de los
políticos refleja la calidad del electorado que, a su entender, es muy baja en términos de
cualificación para votar)1. Pero el tema es muy complejo. Hay una larga lista de estudios
que demuestran que el votante directamente se deja influir por el denominado efecto
Bandwagon (seguir a la mayoría o subirse al carro), ya sea en el momento que presta su
voto a la opción mayoritaria cuando ve encuestas de intención de voto muy diferenciadas o
polarizadas2 o cuando la propaganda insiste en presentar una opción política como la
popular, la que cualquier persona defendería por ser moderada, de sentido común y/o
moralmente superior3. Otros ven en esta desidia del votante el efecto del denominado sesgo
de confirmación, es decir, el votante comulga con aquella información que concuerda con
sus creencias previas sin considerar ni la información ni sus creencias previas de manera
crítica4. Este es el hooligan, el votante fanático. Bryan Caplan, en su libro El mito del
votante racional, ve todo esto y mucho más, por ejemplo, el efecto Dunning-Kruger en
virtud del cual los individuos incompetentes tienden a sobreestimar su capacidad (y los
competentes a subestimar su capacidad) creando un sentimiento de superioridad ilusoria
que les lleva a defender a capa y espada ideas políticas y programas que ni remotamente
entienden, en un ejercicio de esnobismo sin límites.
1
Brennan, Jason. Contra la democracia, Deusto, Barcelona, 2018.
2
Glynn, C. J., Ostman, R. E. & Mc Donald, D. G. (1995). Opinions, perception, and social reality. En T.
L. Glasser & C. T. Salmon (Eds.), Public opinion and the communication of consent (pp. 249-280).
Nueva York: The Guilford Press. Ver también Koole, S. L., Jager, W., Van den Berg, A. E., Vlek, C. A.
J. & Hofstee, W. K. (2001). On the social nature of personality: Effects of extraversion, agreeableness,
and feedback about collective resource use on cooperation in a resource dilemma. Personality and Social
Psychology Bulletin, 27(3), 289-301.; y Mutz, D. C. (1998). Impersonal influence. Cambridge:
Cambridge University Press.
3
Duhachek, A. & Iacobucci, D. (2005). Consumer personality and coping: Testing rival theories of
process. Journal of Consumer Psychology, 15(1), 52-63; Kassarjian, H. H. (1971). Personality and
consumer behavior: A review. Journal of Marketing Research, 8(4), 409-418; Nairn, A. & Berthon, P.
(2003). Creating the customer: The influence of advertising on consumer market segments – Evidence
and ethics. Journal of Business Ethics, 42(1), 83-100.
4
Lazer, D. M., Baum, M. A., Benkler, Y., Berinsky, A. J., Greenhill, K. M., Menczer, F.,... & Schudson,
M. (2018). The science of fake news. Science, 359(6380), 1094-1096.
https://doi.org/10.1126/science.aao2998; McIntyre, L. (2018). Posverdad (Post-Truth). Madrid: Cátedra.
3
Mirad, bajo el prisma de estos autores (especialmente Brennan y Caplan) no
sólo es irresponsable ejercer el derecho a voto en estas condiciones sino que es deshonesto
y profundamente insolidario. Yo aplico este argumento al aprendizaje de la historia
contemporánea (la que nos ocupa). Difícilmente pueden entenderse mínimamente los
siglos XIX y XX sin saber qué es el socialismo, el marxismo, el capitalismo, el
liberalismo, la democracia, el fascismo y muchos otros conceptos básicos que me esforzaré
por ir introduciendo progresivamente de la manera más divulgativa posible. Son básicos
pero hay ríos de tinta escritos sobre cada uno. Mi labor es presentar una síntesis explicativa
crítica, es decir, que no sólo presente un punto de vista y que discuta posibles ventajas e
inconvenientes de cada concepto sin caer en el enciclopedismo.
4
considera directamente un sinvergüenza y un criminal por más que el propio Stedman lo ve
más cercano a la socialdemocracia europea de la segunda mitad del siglo XX que a
cualquier forma de despotismo. Y suma y sigue, un personaje que levanta pasiones y odios
a partes iguales.
HEAVEN
La amistad entre Marx (llamado por sus amigos el Moro) y Engels (alias el
General) es un hecho central en su vida. Engels será, en buena medida, el compañero y el
continuador de la obra de Marx. Sin él, no se hubiera podido acabar El Capital (1867), obra
cumbre de Marx y el análisis más completo del sistema capitalista hasta ese momento. Se
trata de una obra sin parangón, por más que, a día de hoy, muchas de sus tesis estén
refutadas y su análisis no se corresponda con la complejidad actual del sistema capitalista.
5
Hay que recordar que tras el fracaso de la revolución de 1848, el gobierno
alemán presionó para que Marx fuera expulsado de Francia y se vio obligado a seguir el
camino del exilio, que lo llevó a Londres donde vivirá prácticamente toda su vida
entregado al estudio y a la organización revolucionaria. Allí fundó la Asociación
Internacional de los Trabajadores (AIT, 1864-1876) -Primera Internacional Obrera- en
polémica siempre con el líder anarquista ruso Bakunin. ¡Ojo! Esto no es cosa menor.
Ignacio Sotelo, catedrático de Teoría del Estado de la Universidad Libre de Berlín, sostiene
que la izquierda europea halla su origen y su orientación programática en el pensamiento
que va de Rousseau a Kant5 pero no son pocos los que consideran que la influencia de
Marx en la izquierda es muy superior por los siguientes motivos:
1) Primero, por la fundación de esta organización sindical que será la base y la estrella
polar de todo movimiento sindical (actitud que está en el corazón de la izquierda)
posterior en el mundo desarrollado (por cierto, de esos movimientos sindicales
saldrían muchos de los partidos socialistas actuales);
2) Segundo, porque su visión de la historia y su programa de transformación social
fueron adoptados por cerca de 60 países durante el siglo XX. Es decir, el
pensamiento de Marx cuando no ha dado forma a regímenes políticos completos, ha
influido, en mayor o en menor medida, en los regímenes políticos en los que no ha
sido hegemónico;
3) Tercero, porque, en sentido moderno, primero fue el marxismo y luego el
socialismo mixto. Es decir, el primer sistema político, bien estructurado y
programático capaz de articular amplias mayorías a su alrededor en la órbita de la
izquierda fue el marxismo (socialismo6 para ser exactos). El socialismo mixto7
propiamente surge, en muchos países (como España), por desgaste o reformulación
de las ideas marxistas y, dicho esto, nadie niega que el socialismo mixto es hoy
hegemónico en su forma de socialdemocracia (en la órbita europea, por ejemplo) o
que el socialismo mixto hoy pueda ser una etiqueta mucho más amplia que el
marxismo.
5
Sotelo, Ignacio. El Estado social. Antecedentes, origen y declive, Trotta, Madrid, 2010, pp. 54-58.
6
Socialismo puro, ortodoxo, clásico, el que formula Karl Marx y definiremos a partir de la página 34 de
este trabajo.
7
Socialismo mixto, postmarxista, heterodoxo, aquel que deriva de las ideas de Marx y fue ganando
protagonismo a partir de la segunda mitad del siglo XIX. Su forma mejor acabada es la socialdemocracia
de la que hablaremos en otros capítulos.
6
Hablamos entonces de una persona preparada, con iniciativa, con gran capacidad
de influencia y que consiguió cristalizar obras y organizaciones que tendrán su eco (un
gran eco) en la posteridad. Esto ya es mucho más de lo que pueden decir la inmensa
mayoría de sabios de la historia de la humanidad.
HELL
Y es que a este gran teórico del dinero nunca le salieron bien las cuentas
como nos recuerda Franz Mehring en su biografía sobre Marx 9. Prueba de ello es la carta
que su padre le manda preguntándole cómo era posible que, durante su primer año en
la capital alemana, se gastara 700 tárelos, tres o cuatro veces más que cualquier otro
estudiante de su edad. «Más que los jóvenes millonarios», le escribía su padre. Era
casi lo que ganaba un concejal del ayuntamiento de Berlín. «A veces me hago a mí
mismo amargos reproches por haberte aflojado demasiado la bolsa y he aquí el
resultado: corre el cuarto mes del año judicial y tú ya has gastado 280 táleros. Yo no
he ganado todavía esa cantidad durante todo el invierno », añadía su padre en otra
carta recogida por Antonio Cruz en su obra Sociología: una desmitificación 10.
Esta fue la tónica habitual en su vida. Trabajó poco, muy poco. Trabajó
como periodista, por ejemplo, para el New York Daily Tribune cuando llegó a
Londres entre el 21 de agosto de 1852 y el 15 de febrero de 1861, en el que escrib ió
algo más de 500 artículos a dos libras por artículo, teniendo en cuenta que en sus
8
Colomer, Eusebi. El pensamiento alemán de Kant a Heidegger, Herder, Barcelona, 2000, p. 120.
9
Mehring, F. Carlos Marx:. La historia de su vida, Grijalbo, Barcelona, 1968, p.14.
10
Cruz, Antonio. Sociología: una desmitificación, Clie, Barcelona, 2002, pp. 231-268.
7
mejores años (1853, 1854, 1858, 1859) pudo llegar a escribir hasta 70 artículos y en
sus peores 18 (1856) 11. Y poca cosa más que no fuera efímera. Aquí la cuestión es
que en julio de 1856 alquiló el 9 de Grafton Terrace, una amplia y elegante residencia
que hoy acoge a varias familias y, en ese mismo año, alquilaran el número 1 de
Maidland Park Road, también conocido como Villa Módena, con unos gastos
mensuales de 35 libras al mes, es decir, 420 libras anuales para un sueldo de 140
libras anuales en el mejor de los casos (precisamente, ese año cobró 36 libras) 12. Marx
usaba monóculo, vestía trajes a medida, apreciaba los buenos vinos, veraneaba en
balnearios de lujo, nunca dejó de ir a burdeles, tuvo dos sirvientas y pagó clases de
piano, dibujo, canto, buenas maneras e idiomas a sus hijas. Digamos que el propio
Marx estimó sus gastos anuales entre 400 y 500 libras (más alquiler). Teniendo en
cuenta que un minero escocés cobraba 5 libras al mes (60 al año), el nivel de vida de
nuestro personaje no estaba nada mal 13.
¿Con que dinero se pudo permitir Marx hacer gala de sus hábitos burgueses?
Con el de los demás. Y es que decir que Marx vivió desahogadamente es forzar más allá
de lo razonable lo que sucedió. La mayor parte del tiempo vivió en la pobreza por su
mala gestión del dinero y aunque tuvo grandes inyecciones pecuniarias que le hubieran
permitido, a él y a su familia, vivir holgadamente dilapidó absolutamente todo el dinero
del que dispuso.
11
https://www.marxists.org/archive/marx/works/subject/newspapers/new-york-tribune.htm
12
Colomer, Eusebi. Op. Cit, p. 129.
13
Raddatz, F: Karl Marx. A political biography, Little, Brown and company, Boston, 1979, p.144.
8
Sin movernos de la familia, Marx supo sacar tajada de Lion Philips, abuelo de
los fundadores de la todopoderosa Philips Electronics y tío del propio Karl Marx por parte
de madre. Philips le ayudó económicamente en el momento en que fue desheredado por su
madre. Philips le facilitó pingües subsidios a la muerte de su padre y le dio, nada menos,
que 7000 florines a la muerte de su madre aunque Philips era dado a ofrecer extras a Marx,
según sabemos por las catorce cartas que se enviaron y por la carta del 7 de mayo de 1861
que Marx dirige a Engels explicándole que le ha sacado 160 libras a su tío.
Dedicado a mi inolvidable amigo, valiente, fiel, noble luchador adelantado del proletariado, Wilhelm Wolff.
Nacido en Tarnau el 21 de junio de 1809. Muerto en el exilio en Manchester el 9 de mayo de 1864.
14
Ha pasado a la historia por su filosofía y por su crítica al sistema capitalista pero, probablemente, lo que
mejor se le daba era aprender idiomas. Estimulado por Heine y Georg Weerth, estudió la historia de
España y su actualidad de 1852 a 1854 para completar sus estudios de economía, comprobar la
decadencia de la monarquía y explorar el acervo revolucionario de España. Esto dio como resultado siete
artículos sobre España publicados en el Tribune en 1854, para los cuales había leído a 30 autores y más
de 40 obras de las cuales 13 estaban en español. En 1852 le pidió a su amigo Wolf una gramática
española y en 4 meses ya estaba leyendo directamente a autores españoles. Esto está en Ribas, Pedro
(editor). Karl Marx y Friedrich Engels. Escritos sobre España. Extractos de 1854, Trotta, Madrid, 1998,
p.19. Una anécdota similar recoge Antonio Escohotado sobre la facilidad con la Marx aprende ruso
cuando sus ideas empiezan a ser leídas y creídas en el ámbito eslavo.
15
Colomer, Eusebi. Op. Cit, p. 129.
9
pusieron el nombre de Friedrich. Engels se vio obligado a aceptar la paternidad por más
que Jenny acabaría sabiendo la verdad y corriendo un velo de silencio sobre el tema hasta
el final de sus días16. También se vio Engels involucrado en un delito de falsificación de
cheques cometido por Marx que casi lo lleva a la cárcel. Lo más sorprendente quizás sea
que fue Engels el encargado de escribir los tres volúmenes de El Capital y muchas otras
obras de Karl Marx, pues su letra era imposible, era incapaz de seguir el hilo de un
argumento demasiado tiempo y mientras dicta sus apuntes hace digresiones constantes que
le impiden sistematizar lo que dice (una de sus digresiones favoritas es insultar ferozmente
a todo autor que menciona pues, en ese sentido, era extremadamente ágil y ocurrente como
Quevedo o Aristófanes). Quien pone estructura y ordena los apuntes de Marx es Engels. Y
más aún cuando Marx decide que no quiere saber nada del segundo y el tercer volumen de
El Capital y Engels tiene que escribirlos a partir de los apuntes de Marx. Jenny von
Westphalen y su hija Laura Marx ayudaron en tareas de redacción y, especialmente,
traducción al francés de la obra del filósofo alemán17.
Punto y aparte merece la historia de sus hijos. Laura, había comentado que: Si
en vez de escribir El Capital, se hubiera dedicado a hacer un capital, nos habría ido
bastante mejor.18 Pasó épocas de una miseria feroz hasta el punto que dos de sus hijos,
Franziska y Guido, murieron de hambre, frío y hacinamiento antes de cumplir un año y
otro, Edgard, murió a los ocho años por lo mismo justo en la época que Wolff le ofrecía
trabajo en la academia de lenguas. Estuvo a punto de ir varias veces a prisión por deudas y
por lo menos una vez fue detenido, junto con Engels, por apedrear, en estado etílico
subido, la vidriera de un banco. Intentó conseguir trabajo en la administración de
ferrocarriles... pero no lo consiguió porque tenía mala letra19. Y así sucesivamente. De
hecho, durante los años en Inglaterra, Marx se dedicó a leer en la Biblioteca Británica hasta
elaborar una teoría general sobre el capitalismo. Marx vivió para ver como su hija Jenny
moría de cáncer a los 38 años (enero de 1883) pero no llegó a ver como Eleanor se
envenenó a los 43 al descubrir que su compañero, el socialista Edward Aveling, se
16
La referencia es Blumenberg, Hans. Karl Marx en documentos propios y testimonios gráficos, Salvat,
Barcelona, 1984.
17
El hilo de este argumento se puede seguir a partir de una entrevista que Antonio Escohotado concende
en 2018. https://www.youtube.com/watch?v=5tTa0Pla3wo
18
Todo lo dicho sobre los detalles de la vida de Marx lo sabemos por la monumental correspondencia que
mantuvo en vida con sus allegados. Aunque Engels quemó casi un millar de cartas, Hans Magnus
Enzensberger ha recopilado en una obra monumental lo que ha quedado. Enszenberger, H. M.
Conversaciones con Marx y Engels, Anagrama, Madrid, 2009.
19
Otero, M & Giménez, S. El club de los execrables, Ediciones B, Barcelona, 2018.
10
había casado en secreto con una amante, ni como Laura se quitó la vida junto a su
esposo, Paul Lafargue, cumpliendo la promesa que se hicieron de suicidarse cuando
la edad no les permitiera gozar de autonomía vital, cosa que sucedió a los 60 años de
Laura.
2. MARXISMO
Hay que empezar diciendo que el marxismo es a la vez una filosofía y una
ideología, es una perspectiva teórica que trata de fundamentar cómo la sociedad debiera ser
y, a la vez, un análisis socioeconómico concreto de la realidad y la historia. Ambas
dimensiones del marxismo entienden el conflicto y el cambio social a través de parámetros
materialistas de desarrollo histórico y adoptan una visión dialéctica de la transformación
social en base al análisis crítico del sistema capitalista 20. El marxismo es
fundamentalmente obra de Karl Marx y no se agota en él. Ha sido revisado, redefinido y
reinterpretado a lo largo del siglo XX por autores como Bernstein, Plejanov, Trotsky,
Lenin, Stalin, Rosa Luxemburgo, Gramsci, Lukács o Luois Althousser entre muchos otros,
siendo hoy, probablemente, la ideología más influyente del siglo XX.
20
Es una definición sincrética, mezcla de las muchas definiciones (no demasiado sistemáticas) que es
posible encontrar en la bibliografía al uso. De hecho, me baso en dos diccionarios, a saber: el Diccionario
de filosofía de José Ferrater y Mora (Gredos) y el Diccionario crítico de ciencias sociales que edita
Román Reyes y desarrollan, fundamentalmente, profesores de ciencia política de la Universidad
Complutense de Madrid con la colaboración de especialistas internacionales. Ambos diccionarios tienen
más de una entrada para marxismo y el reto está en dar con una definición más o menos funcional.
11
El marxismo nació de la conjunción de dos factores: el proyecto intelectual de
Karl Marx y una concreta situación socioeconómica caracterizada por la incipiente
industrialización y el ascenso correlativo del movimiento obrero en el siglo XIX. En lo
relativo al mapa intelectual del marxismo diría que como filosofía viene después de Hegel
y Feuerbach, como movimiento cultural se incardina en la ilustración y el romanticismo,
como movimiento social en las luchas obreras del siglo XIX y como pensamiento
económico se sitúa justo después de Adam Smith y Ricardo21.
Para explicar los conceptos clave del marxismo analizaremos sus principales
influencias para establecer el camino teórico que lleva a Marx a hablar de materialismo,
dialéctica, tasa de explotación, plusvalía, dictadura del proletariado y tantos otros
conceptos fundamentales de su pensamiento.
Marx fue una persona extremadamente culta, muy leída y, por tanto, no es
fácil establecer todo factor que ayudó a Marx a establecer sus teorías pero si podemos
apuntar los principales factores o, mejor dicho, las principales influencias que tuvo. Dice
Kolakowski que hay tres22: tuvo influencia del antropocentrismo23, de la ilustración y del
romanticismo. Tomando las clases del profesor Miguel Anxo Bastos, entiendo que su
antropocentrismo surge de su interpretación de Hegel y Feuerbach, que su impulso
ilustrado se concreta en su lectura de Adam Smith y David Ricardo y que la influencia
romántica se concreta (fundamentalmente pero no únicamente) en su lectura de los
socialistas utópicos franceses (Babeuf y Fourier entre otros)24.
21
Colomer, eusebi. Op. Cit. pp. 117-118.
22
Kolakowski, Leszek. Main currents of marxism. Oxford University Press (Omnibus), London, 2005,
pp. 335-341.
23
Kolakowski no utiliza esta palabra sino el término motivo faústico- prometeico que he decidido adaptar
por motivos de claridad expositiva. Ver en Kolakowski, Leszek. Op. Cit. p. 337.
24
https://www.youtube.com/watch?v=J1fil2hqVDM&t=2681s. 42:11- 48:53.
25
Doctrina epistemológica que entiende que el hombre es la medida y el centro de todas las cosas, que es
el protagonista del devenir social y su propia historia.
12
autorealizarse y escribir la historia a través del trabajo y su fuerza creadora 26. Es decir, el
hombre crea sus propias condiciones de existencia. En Marx, esta una noción se liga al
colectivismo no al individualismo, se trata de pensar en el bien que puede hacer la
comunidad al mundo y no en el interés particular de cada persona. El motor de la historia
ya no será Dios, el Estado, la Nación o cualquier ente abstracto de orden superior, los seres
humanos serán los protagonistas de la historia.
13
iglesia (intérprete de la palabra de Dios) y será la autoridad religiosa quien te diga cómo te
tienes comportar, que está bien y que está mal. Esto es la alienación, un proceso de pérdida
de ti mismo, de tus facultades y de tu capacidad para actuar. Acabar con ella supone la
recuperación de la esencia del hombre.
La tesis materialista
29
Colomer, Eusebi. Op. Cit. p. 154.
30
Giddens, Anthony. Capitalismo y moderna teoría social. Un análisis de los escritos de Marx,
Durkheim y Weber, Idea Books, Barcelona, 1998, p. 62.
31
Es posible encontrar el desarrollo de este razonamiento en el escrito de Marx Tesis sobre Feuerbach.
32
Giddens, Anthony. Op. Cit. p. 63.
33
Morrison, Ken. Marx, Durkheim, Weber. Las bases del pensamiento social moderno, Editorial Popular,
Madrid, 2010, p. 75. Este razonamiento también es posible encontrarlo en Marx, Karl & Engels,
Friedrich. The German Ideology, International pub, New York, 1947, p. 16.
14
La segunda premisa es que los seres humanos, a diferencia de los animales,
son conscientes de la naturaleza pues tienen que manipularla para producir lo que
necesitan. Esto nos lleva a la tercera y última premisa, muy importante: el modo en que
existimos y vivimos tiende a coincidir con lo que producimos y como lo hacemos.
Además, la naturaleza de los individuos depende de las condiciones materiales que
determinan su producción. Dicho de otro modo, lo que nos dice Marx es que la manera que
tenemos de producir bienes da lugar a todos los aspectos políticos, sociales y culturales de
nuestra sociedad (Somos según producimos). Hay aquí un determinismo34 tecnológico de
fondo que puede resumirse en la siguiente fórmula: la tecnología disponible para producir
bienes y el trabajo que se organiza en base a ella, da lugar al tipo de sociedad en la que
vivimos hasta el punto de definir la cultura de los habitantes de esa sociedad. Las
sociedades son según su base tecnológico-productiva35.
Infraestructura y superestructura
34
Hablaremos de ello con mayor detenimiento cuando expongamos los errores del marxismo. En pocas
palabras, el determinismo es una doctrina filosófica que defiende que la vida y el desarrollo social están
determinadas por circunstancias que escapan al control humano y al azar. En ciencias sociales esto
significa que existen principios y leyes pertenecientes a un ámbito determinado que fundamentan todo lo
que es. Por ejemplo, el determinismo económico dirá que todo lo que pasa en sociedad depende del
funcionamiento de los sistemas económicos. Marx cree en este tipo de determinismo pero también en el
determinismo tecnológico aquí apuntado: las fuerzas técnicas son las que determinan todo lo establecido
en sociedad y cualquier tipo de cambio social y cultural.
35
De ahí que Marx diga “El molino de mano nos da así a un señor feudal; el molino de vapor, una
sociedad con el capitalista industrial”. Marx, Karl. La miseria de la filosofía, Edaf, Barcelona, 2004, p.
109.
36
Según Marx cualquier cosa en el mundo externo que se utiliza para obtener los sustentos, producir
ingresos y satisfacer las necesidades materiales (tierra, animales, herramientas, maquinaria...)
37
Las relaciones de producción consisten en los vínculos entre la manera que tiene una sociedad de
producir y los roles asociados a los individuos en el proceso de producción. Hablamos de como
organizamos y gestionamos el trabajo en sociedad.
38
Fuerzas productivas es un concepto mal definido por Marx. Su interpretación es demasiado ambigua y
abierta. Según lo que dejó escrito sobre ello tiendo a pensar que las fuerzas de producción incluyen los
medios de producción, la fuerza de trabajo y las fuentes de energía (aire, gas, carbón, petróleo...).
15
producción39. Las fuerzas productivas de una sociedad más sus relaciones de producción
nos dan el modo de producción de una sociedad.
39
Morrison, Ken. Op. Cit. p. 87.
40
Harnecker, Marta. Los conceptos elementales del materialismo histórico, Siglo veintiuno editores,
México, 1972, p.88.
41
Harnecker, Marta. Op. Cit. p.87. Es posible seguir esta línea argumental en Engels, Friedrich. Anti-
Dühring: la revolución de la ciencia por el señor Eugen Dühring, Grijalbo, México, 1964, p. 12.
16
Para Marx el asunto es claro, los cambios sociales se dan a nivel
infraestructural no a nivel superestructural con lo que Marx cae en otra forma de
determinismo y no será la última. La economía está en el centro de la sociedad, todo se
articula alrededor de ella (política, cultura, religión, arte…) y cuando una sociedad cambia,
se transforma, lo hace porque su base económica se ha transformado. Por ello dedica Marx
buena parte de su vida a estudiar el sistema capitalista pues conocer su naturaleza es
equivalente a conocer la sociedad.
Así llegamos a otro concepto central del marxismo, la clase social. Marta
Harnecker es clara al respecto y es que Marx murió antes de que pudiese redactar el
capítulo de El Capital dedicado a este tema42. Por tanto, en Marx no encontramos una
definición de clase y lo peor del caso es que, en el desarrollo de sus teorías, no para de
hablar de clases y de que el motor de la historia es la lucha de clases. Marx lo expresa así
en el Manifiesto Comunista43:
La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases.
Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una
lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las
clases beligerantes.
En las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa división de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de
condiciones sociales. En la antigua Roma hallamos patricios, caballeros, plebeyos y esclavos; en la Edad Media, señores feudales, vasallos, maestros, oficiales y siervos,
y, además, en casi todas estas clases todavía encontramos gradaciones especiales.
La moderna sociedad burguesa, que ha salido de entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose,
cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado.
42
Harnecker, Marta. Op. Cit. p. 165.
43
Marx, Karl & Engels, Friedrich. El Manifiesto Comunista, Nórdica, Madrid, 2012, p. 2.
17
¿Pero una clase social qué es? No lo sabemos. Dice Harnecker que la
interpretación clásica consiste en definir la clase en función de la posesión o no de los
medios de producción44. Es decir, el proletariado será aquella clase social que se
caracteriza por no poseer los medios de producción y los burgueses serán los que,
precisamente, poseen los medios de producción. Harnecker niega que esta interpretación
sea aceptable porque no incluye a las relaciones de producción en la ecuación. Para ella la
definición que vale es la que da Lenin:
Las clases sociales son grupos sociales antagónicos en que uno se apropia
del trabajo del otro a causa del lugar diferente que ocupan en la estructura económica de
un modo de producción determinado fundamentalmente por la forma específica en que se
relaciona con los medios de producción45.
44
Harnecker Marta. Op. Cit. pp. 167-168.
45
Harnecker, Marta. Op. Cit. p. 168.
46
https://www.youtube.com/watch?v=5tTa0Pla3wo.
18
cometer el error a sabiendas en beneficio de la agitación de masas (y de la estabilidad de su
edificio teórico) que llevaría a la tan ansiada Revolución.
El segundo error garrafal está en que Marx sí escribió alguna vez algo sobre
las clases sociales, precisamente, el día antes de morirse. En un cuadernito nuevo que se
conserva escribe como quince líneas donde lo que dice es que si consideramos que lo que
define a la clase social es la forma de ingreso, entonces no la podemos definir porque son
tantas las formas de ingreso que saldría una miríada de clases sociales. Dicho de otra
manera, se desdice del concepto dual de clase que ha estado utilizando toda la vida, dice
que son una miríada y que no puede sostenerse. Como Engels no supo qué hacer con esas
líneas, las colocó como capítulo 52 del tercer volumen de El Capital y eso es todo lo que
Karl Marx sistematizó sobre las clases sociales47.
En cualquier caso, su idea de dos clases antagónicas de cuya lucha surgen los
cambios históricos lo llevan a formular una periodización del tiempo histórico basada en
los modos de producción, es decir, establece épocas históricas en base al orden social que
surge del juego entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción48. Presentamos
un cuadro comparativo de los diferentes modos de producción que han conformado el
desarrollo histórico:
47
Idem.
48
Morrison, Ken. Op. Cit. pp. 89-93.
19
Vemos que el concepto modo de producción en Marx se acerca mucho a lo
nosotros entenderíamos por sociedad. Para nosotros sería un concepto más amplio pero
para Marx, cualquier otra esfera de la sociedad (política, religiosa, social, cultural…) se
define en función de la económica (determinismo económico) y lo que realmente describe
a las sociedades es su modo de producción hasta el punto de casi identificarse con él. La
expresión de la lucha de clases está en la categoría denominada “Situación de las clases
sociales” que sería equivalente a relaciones de clase y, como veis, hay un modo de
producción posterior al capitalismo denominado socialismo. De esto hablaremos en breve.
49
Es posible encontrar el desarrollo de las ideas que expondremos en su producción escrita entre 1875 y
1886. Concretamente en el Anti-Dühring, Ludwig Feuerbach y la Dialéctica de la naturaleza.
20
La dialéctica es una idea antigua que Engels y Marx adquieren de Hegel. De
hecho, cogerán la idea y la adaptarán a su materialismo. Engels entiende por dialéctica el
estudio de toda forma de movimiento y actividad en la naturaleza, en la historia y en el
pensamiento50. Ojo que la definición es bastante más ambiciosa de lo que pudiera parecer a
simple vista. Cuando digo “el estudio” no me refiero a que puedan haber otras formas de
entender la realidad “otros estudios”, es mucho más que eso. La dialéctica es la manera que
tenemos de pensar y actuar la cual es un reflejo del funcionamiento de la naturaleza que
también es dialéctico51. No es que sea una manera de entender la realidad, es que no hay
otra, es la única.
Hegel dice que estos procesos de cambio están gobernados por tres leyes:
afirmación, negación y negación de la negación54. Esto habitualmente se ha denominado
tesis, antítesis y síntesis. La afirmación es aquel momento en que captamos la realidad (la
semilla desvinculada de todo lo que la rodea y condiciona), la negación se da durante el
proceso de cambio de la realidad y es contradictorio (de aquí que se llame negación a este
momento) porque siendo lo de antes ya es diferente55. Es una negación porque deja de ser
lo que era aunque lo contenga. La negación de la negación es ese tercer momento en que se
afirma una nueva realidad, el cambio se ha hecho efectivo (la semilla se ha vuelto fruto),
50
Kolakowski, Leszek. Op. Cit. p. 317.
51
Idem.
52
Colomer, Eusebi. Op. Cit. p. 216.
53
Idem.
54
Morrison, Ken. Op. Cit. pp. 212-214.
55
Kolakowski, Leszek. Op. Cit. p. 320.
21
ha desplegado sus características, ha cambiado pero incorpora los momentos anteriores (de
aquí que con frecuencia se hable de síntesis)56. Hasta aquí lo que Engels y Marx adoptan
de Hegel. Ahora veamos como nuestros autores adaptan este pensamiento a su teoría
materialista del desarrollo histórico (seguro que algunos ya veis por dónde van los tiros).
56
Colomer, Eusebi. Op. Cit. p. 216.
57
Morrison, Ken. Op. Cit. pp. 218-219.
22
que demostrar que el burgués perjudica enormemente al proletario o que incluso vive a
costa del proletario. A demostrar esto dedicará la parte económica de sus escritos y, más
concretamente, su magnum opus, El Capital. En ella desmenuzará el sistema capitalista,
entenderá sus potencialidades y sus contradicciones revelando la lógica perversa que hay
en él y cuyo efecto es sumir en la pobreza al proletario (explotados) en beneficio de unos
pocos (explotadores). A ello dedicamos el siguiente punto.
58
Kolakowski, Leszek. Op. Cit. p. 339.
59
Idem.
60
Definición propia de Baruch Spinoza entre muchos otros autores anteriores y posteriores a él.
61
Kolakowski, Leszek. Op. Cit. p. 340.
23
Este análisis a fondo se lleva a cabo en El Capital y Marx aprovechará todo
su aprendizaje de economía para justificar científicamente su teoría social y sus propuestas
de actuación. Esto es clave en la teoría marxista pero no vamos aquí a abordar todos los
puntos relevantes de su gigantesca obra, nos quedaremos con la teoría del valor absoluto, la
plusvalía, la explotación y el funcionamiento básico del sistema capitalista. Con estos
conceptos nos habremos introducido, aunque sea de manera sucinta, al cuerpo doctrinal del
marxismo.
62
Marx, Karl. El capital (4 vols), Gredos, Madrid... Volúmen I, 9.
63
Aquí Smith enunciará su famosa paradoja según la cual los objetos con enorme valor de uso
acostumbran a tener un escaso valor de cambio y viceversa. Puso como ejemplos el agua y los diamantes.
64
Marx, Karl. El capital (4 vols), Gredos, Madrid... Volúmen I, 14.
24
Veamos que significa la expresión trabajo socialmente necesario. Harnecker
lo describe en los siguientes términos65:
Todo aquello que no sea fruto del trabajo humano (aire, suelo, sol…) o no
satisfaga las necesidades de otros (un bocadillo que hago para mí) no será tenido en cuenta
como mercancía y no será tratado por la teoría del valor-trabajo.
65
Harnecker, Marta. Op. Cit. p. 261
66
Idem.
25
2.2.2 Teoría de la plusvalía
En esa teoría, Marx explora la fuente de ganancia que los capitalistas obtienen
de sus capitales y su explicación se basa en las tesis de Ricardo y Rodbertus67. Lo curioso
del caso es que el capitalista desembolsa un dinero inicial en su negocio, a la práctica
convierte ese dinero en mercancías y luego convierte estas mercancías en más dinero del
que desembolsó inicialmente. A este incremento o beneficio Marx lo llamará plusvalía y,
para él, la noción no puede ser más problemática:
Está claro pues que, para Marx, nunca en la vida el beneficio del empresario
(plusvalía) puede salir del intercambio de mercancías según su valor de cambio. Marx tiene
claro de donde sale el beneficio empresarial, de la fuerza de trabajo siempre y cuando la
entendamos como una mercancía más, una fuente más de la que extraer valor. El valor de
cambio del trabajador es su salario y si yo, como empresario, soy capaz de hacer producir
al trabajador por encima de lo que le pago, saco beneficio. Dicho en términos exactos, si el
trabajador produce mayor valor de cambio del que él mismo tiene, eso generará una
plusvalía para el empresario69.
67
Johann Karl Rodbertus (1805-1875) fue un economista alemán defensor de la teoria del valor-trabajo y
del socialismo de Estado. Fue ampliamente leído por Karl Marx y su influencia es obvia en los escritos
económicos de Marx.
68
Marx, Karl. Op. Cit. I, 150.
69
Sigo el argumento de Eugene von Boehm-Bawerk que en capítulo XII del primer volumen de su obra
Capital e interés refuta la teoría de la explotación de Marx. Esta en forma de artículo en Huerta de Soto,
Jesús. Leturas de economía política. Volumen III, Unión editorial, madrid, 2020, p. 103.
70
Huerta de Soto, Jesús. Op. Cit. pp. 113-117.
26
trabajador produzca mucho más de lo que vale. Ese es el origen de la plusvalía, de que el
valor de cambio de la fuerza de trabajo y el valor de cambio de lo que produce la fuerza de
trabajo no están relacionados.
71
Huerta de Soto, Jesús. Op. Cit. pp. 144-149.
72
Esto viene directo, expresado en estos términos, de Rodbertus. Huerta de Soto, Jesús. Op. Cit. p. 114.
27
los trabajadores cuyo único objetivo no es satisfacer las necesidades de los demás sino
crear beneficio. En una sociedad justa, no guiada por el afán de lucro, un obrero debería
percibir el producto íntegro de su trabajo pero el capitalista se apropia de una parte de la
producción del trabajador, le aliena una parte de su trabajo. Eso es gracias a que el
trabajador mismo se convierte en mercancía y adquiere valor de cambio, por tanto, el valor
de cambio debe desaparecer73.
1) Alienación respecto del producto mismo del trabajo. Debemos distinguir dos
poderosos argumentos: la teoría de la reificación y la pauperización del obrero. En
primer lugar, es obvio que aquello que produce el trabajador no le pertenece y que,
73
Idea que aparece en el primer volumen de El Capital.
74
Colomer, Eusebi. Op. Cit. p.188. Si se quiere ir a la fuente original hay que consultar los Manuscritos
Económico-Filosóficos de 1844.
75
Colomer, Eusebi. Op. Cit. p.189.
76
Idem.
28
el trabajador mismo, se convierte en mercancía que se produce (en la academia o
fruto del aprendizaje laboral) y se vende como cualquier otra (su precio es el
salario). Esto es la reificación o cosificación del trabajador (se convierte en
mercancía). Por otra parte, cuanto más produce el trabajador y más tiempo trabaja
más se enriquece el capitalista y más se empobrece el trabajador al cual se le roba
parte del fruto de su trabajo, de su salario y de su tiempo (teoría de la
pauperización).
2) Alienación respecto del acto mismo de producir. La actividad productiva no ofrece
satisfacciones personales que hagan posible que el trabajador desarrolle libremente
sus energías físicas y espirituales, ya que el trabajo viene impuesto por la fuerza de
circunstancias externas. El trabajo así entendido no dignifica, sino que castra la
creatividad del ser humano de manera que su ámbito de realización personal está
fuera del trabajo.
3) Alienación respecto de la esencia del ser humano. Si algo distingue la vida
humana de la vida animal, esto es que las facultades, capacidades y gustos humanos
son moldeados por la sociedad. No hay ser humano que no haya nacido dentro de
una sociedad en proceso de desarrollo y no haya sido moldeado por ella. Un
ejemplo claro es que producimos ya no de manera forzada (que también) sino de
forma perpetua, no por necesidad personal, sino porque el sistema social (sociedad)
lo impone. La vida viene marcada por la sociedad y no por nuestras decisiones
personales. En cambio, los animales producen parcialmente por las necesidades e
instintos inmediatos propios de su constitución biológica, actúan según su
naturaleza, nosotros nos desnaturalizamos.
4) Alienación respecto de los hombres entre sí. Las relaciones laborales generan
relaciones sociales desiguales. El dinero fomenta la racionalización de las
relaciones sociales de manera que, no sólo unos hombres se subordinan a otros sino
que la consideración humana de cada persona se mide, exclusivamente, por su
poder adquisitivo y por su rol dentro del mercado del trabajo.
29
que el hombre es un ser habilidoso e imaginativo, las propensiones naturales se ven
desestimadas y negadas por el carácter represivo del capitalismo. Por otro lado, tenemos la
interpretación de István Mészáros (Marx’s Theory of Alienation, 1970) que piensa que la
interpretación de Meyer es inadecuada, fruto de una lectura demasiado romántica de los
Manuscritos de Marx. La idea es justamente la contraria, es decir, Marx sostendría que la
enorme fuerza productiva del capitalismo da lugar a unas posibilidades de desarrollo
futuras del hombre sin precedentes. El problema es que la producción capitalista se
administra desde el egoísmo de los capitalistas (el afán de lucro debido al gusto por la
propiedad privada) y la opresión del proletariado de manera que desaprovecha las
posibilidades originadas históricamente. Así, el carácter del trabajo alienado no expresa
una contradicción entre el hombre natural (no alienado) y el hombre social (alienado), sino
la contradicción entre un potencial producido por una forma específica de organización
social (capitalismo) y la escasa realización de este potencial. En todo caso, se trata de la
frustración de unas expectativas quizá poco realistas77.
77
El hilo de esta argumentación se puede seguir en Giddens, Anthony. Capitalismo y moderna teoría
social. Un análisis de los escritos de Marx, Durkheim y Max Weber, Idea Books, Barcelona, 1998, p. 52.
78
El hilo de esta argumentación se puede seguir en Giddens, Anthony. Op. Cit. pp. 97-117.
30
empresario paga poco. La mayoría de esferas de producción se expanden y esto provoca la
contratación de más trabajadores. A medida que se produce beneficio, éste se reinvierte en
nueva maquinaria o nuevos espacios que favorezcan o una producción más barata o un
transporte de la manufactura más barata, o ambas cosas. En esta fase la demanda del
producto que se hace es mayor que la oferta que existe.
31
capitalista, comprar en el mercado más barato posible y vender en el mercado más caro
posible.
32
en el conflicto entre las fuerzas productivas (dinámicas) y las relaciones de producción
(estáticas). Son las siguientes79:
79
Esta explicación mucho más detallada, compleja y con ejemplos se encuentra en el capítulo XXIII del
primer volumen del capital. Autores como Colomer resumen estas leyes en tres (ley de tendencia a la baja
de la cuota de beneficios, ley de proletarización creciente y ley de las crisis periódicas). En Colomer,
Eusebi. Op. Cit. p. 198.
33
revolucionario, es decir, allí donde las desigualdades sociales sean máximas por la propia
naturaleza del sistema capitalista será donde estalle una revolución proletaria que nos lleve
a un mundo mejor.
Lo que hay que tener en cuenta es que Marx considera que el fin del
capitalismo es inevitable, implosionará fruto de sus contradicciones internas. Aún más,
Marx considera que la historia del ser humano lleva necesariamente al modo de producción
capitalista y a su superación. En su forma de pensar dialéctica Marx divide la historia de
los humanos en tres etapas (con sus modos de producción consiguientes). Inspirado por los
estudios del antropólogo norteamericano Henry Lewis Morgan80, Marx nos presenta una
primera etapa en la que el hombre no conocía la propiedad privada y la vida era comunal.
Aquí hombre y naturaleza están en armonía. A continuación viene la segunda etapa
histórica, caracterizada por el dolor y la infelicidad. Es el reino de la alienación que se
concreta en el régimen de la propiedad privada y en la consecuente división de la sociedad
en clases antagónicas (del esclavismo al capitalismo). Finalmente, el tercer estadio
consistirá en la supresión de la alienación y en el restablecimiento de la unidad entre
hombre y naturaleza a un nivel más alto (comunismo).
80
El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado: a la luz de las investigaciones de Lewis H.
Morgan es el título completo de un tratado divulgativo sobre materialismo histórico escrito por Friedrich
Engels, que vio la luz en 1884. Está basado parcialmente en las notas de Karl Marx sobre el libro La
sociedad antigua del antropólogo estadounidense Lewis Henry Morgan y en la lectura que Engels hizo
del mismo. Como bien indica el título, vemos como Marx se basa en el libro Ancient Society (1877) de H.
L. Morgan para diseñar su teoría sobre el origen de la familia, la propiedad privada y el Estado.
34
3. Romanticismo: el pasado y la comunión con la naturaleza como
fuentes de inspiración.
A esto Marx lo llamó alienación. De hecho, es uno de sus muchos aspectos y lo que
se busca es el retorno a la perfecta armonía, donde cada uno se debe a sí mismo y a las
personas, recupera lo que de ser natural hay en él, que es todo. Hay que alejarse de la
sociedad que es una creación artificial que parte de la base de la maldad del hombre (por
eso es necesario un Estado que monopolice la violencia, para no matarnos en un supuesto
estado natural de todos contra todos) y nos protege de nosotros mismos. Para los
románticos el destino natural del hombre es vivir en comunidad, pero no bajo la base
negativa del interés y el egoísmo sino a través de la espontánea e independiente necesidad
de comunicarnos los unos con los otros para colaborar. En tal estado de cosas la coerción y
el control no son necesarios82.
81
Kolakowski, Leszek. Op. Cit, p. 335.
82
Kolakowski, Leszek. Op. Cit, p. 336.
35
o vivir en un primitivismo tribal83. Su unidad con la naturaleza no consiste en vivir o
fusionarse con ella, sino en la búsqueda de la libertad a través de su dominio. El desarrollo
tecnológico sin las ideas perversas que alienan al hombre (la propiedad privada, el
nacionalismo, el Estado…) llevarán a la sociedad perfecta del mañana.
Estas ideas Marx las recibe vía Rousseau y utópicos franceses. Marx leyó a François
Babeuf84, Fourier, Saint-Simon, Cabet como principales Fuentes de inspiración para su
sociedad socialista y comunista.
83
Kolakowski, Leszek. Op. Cit, p. 337.
84
Probablemente también a Filippo Buonarroti y los que quisieron implantar una sociedad comunista en
la Revolución francesa. Babeuf lo explica en un libro llamado La conspiración de los iguales explica
como derrocar al directorio e implantar una sociedad donde la igualdad sea perfecta a decir de Soboul.
También fue un movimiento revolucionario de 1796 que acabó con Babeuf guillotinado un año después.
Este argumento se encuentra en Soboul, Albert. Utopía y Revolución Francesa, (1984) [1976], pp. 333-
335. Y en Droz, Jacques (dir.), ed. Historia general del socialismo. De los orígenes a 1875, Destino,
Barcelona, pp. 263-264.
85
La opción bibliogràfica que recomiendo es Owen, Robert. A New View of Society, Or, Essays on the
Principle of the Formation of the Human Character, and the Application of the Principle to Practice, The
Avalon Project. Documents in Law, History and Diplomacy. Lillian Goldman Law Library, Yale Law
School, 2008.
86
Mumford, Lewis. Historia de las utopías, Pepitas de calabaza, La Rioja, 2013, p. 119.
87
Mumford, Lewis. Op. Cit. p. 147.
36
toda vez que Marx murió antes de poder definir en detalle la sociedad comunista y que el
concepto leninista de centralismo democrático es cabetiano de principio a fin88.
Llegados a este punto nos disponemos a definir dos conceptos cruciales como son
socialismo y comunismo. Forman parte de la teoría marxista y sin lo dicho anteriormente,
difícilmente podemos comprender estos conceptos clave. Dedicaremos a explicar estos
conceptos un mimo especial para que de ahora en adelante, nadie confunda socialismo con
socialdemocracia (que es lo que tenemos hoy), comunismo con marxismo o socialismo con
comunismo.
3. SOCIALISMO
88
Mumford, Lewis. Op. Cit. p. 151.
37
ortodoxo empieza a ser definido por Karl Marx en 1848 en su libro El Manifiesto
Comunista aunque no de manera completa pues en otras publicaciones posteriores
desarrollará y matizará lo que él entiende por socialismo o, mejor dicho, fase socialista 89.
Voy a entender por socialismo heterodoxo todas las variaciones que surgen en el momento
en que las teorizaciones de Marx se intentan llevar a la práctica. Lo que tienen en común
estas maneras de entender el socialismo es que son universalistas (son modelos para
grandes sociedades y con pretensiones globalizadoras, mundializadoras, con excepción del
Estalinismo), han tenido y tienen gran resonancia histórica y, además, tienen una base
teórico-filosófica consistente y sistemática toda vez que todo socialismo postmarxista
puede encontrar un fundamento filosófico en el marxismo (aunque pueda no ser el único).
38
socialismo no marxista? Sí, pero a partir de 1848 todo socialismo es marxista o derivado
del marxismo. El anarquismo es otra cosa.
92
He tomado varias referencias para llegar a esta definición de socialismo. Cuesta mucho encontrar en la
bibliografía clásica una definición acabada y sistemàtica de socialismo o fase socialista, más bien hay un
desarrollo del concepto. Mis fuentes principales han sido Harnecker, Marta, Los conceptos elementales
del materialismo histórico, Siglo veintiuno editores, México , 1972, pp. 136-155; Reyes, Román (Ed.).
Diccionario crítico de ciéncias sociales, Plaza y Valdés, Madrid, 2009, pp. 2876-2879; Ha sido de gran
ayuda el curso que sobre socialismo y capitalismo dio el profesor Miguel Anxo Bastos Boubeta en
https://www.youtube.com/watch?v=hCsvlVtgGzA&t=1392s
93
¿Por qué no se reparte el producto igualitariamente y ya está? ¿Por qué tiene que ser en función del
rendimiento de cada uno? Marx considera muy eficiente en la producción de recursos al sistema
capitalista pero no ha generado sobreabundancia; la maquinaria y los procesos productivos no generan
aún inmensas cantidades de producto de manera que no sería justo que a quien más produzca se le quite
una parte para dársela a otro que no ha trabajado tanto en un contexto de escasez. Cuando los procesos
productivos se desarrollen al punto de generar sobreabundancia en la sociedad, entonces y sólo entonces,
será posible pedir de cada cual según sus posibilidades y dar a cada cual según sus necesidades.
94
Colomer, Eusebi. Op. Cit, p.202.
39
Una sociedad sin ningún tipo de propiedad donde todo, incluido los bienes de
consumo básico (o todos), es colectivo (se comparte) y se asigna por el Estado
prácticamente no se ha dado en la historia más que a nivel muy restringido, local y muy
poco tiempo (quizás los kibutz en los que ni tan solo las camisas te pertenecían).
1) Sustitución progresiva del Estado burgués (el Estado está por encima del
pueblo) por un Estado proletario (participación democrática real y
consciente del proletariado a través de las Comunas).
2) Eliminación del ejército permanente (al servicio del Estado burgués) por el
pueblo armado.
3) La policía se pone al servicio de la Comuna y rompe sus antiguas lealtades
políticas.
4) Hay representantes del pueblo y son elegidos por sufragio universal. Son
revocables en cualquier momento.
5) Supresión de los privilegios ligados a los cargos público (un funcionario
cobra lo mismo que un obrero).
6) Destrucción del parlamentarismo burgués. Las instituciones representativas
del pueblo se vuelven “corporaciones de trabajo”, legislativas y ejecutivas al
mismo tiempo.
95
Harnecker, Marta. Op. Cit, p. 119.
96
Marx, Karl. El manifiesto comunista, Península, Madrid, 2019, p. 42.
40
5) Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional
con capital del Estado y régimen de monopolio.
6) Nacionalización de los transportes.
7) Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción,
roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo.
8) Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos
industriales, principalmente en el campo.
9) Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir
borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.
10) Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo
infantil en las fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la
educación con la producción material, etc.
Aquí se plantean dos problemas básicos que obligan a que esta fase sea
transitoria, uno técnico y otro ideológico97.
97
Harnecker, Marta. Op. Cit, pp. 129-131.
41
El problema técnico (estructural, en terminología marxista) consiste en que
los propietarios de los medios de producción son los proletarios pero que la propiedad de la
fábrica y las máquinas sean del trabajador no hace que sepa hacerlas producir
eficientemente o que sepa manejar una empresa… el colectivo de proletarios necesita
tiempo para asimilar la propiedad de los medios de producción y lo deben hacer todos
(debe desaparecer la división manufacturera del trabajo), todos deben aprender a hacer
todo dentro de la empresa. Eso requiere tiempo, un cuerpo de técnicos que guíe al
proletariado y un Estado que planifique mientras el proletario aprende a ser dueño de sí
mismo. Como veis, no es cuestión de eliminar el capitalismo sino de convertirlo en algo
justo. Por otro lado, deben existir funcionarios que gestionen los impuestos al trabajo que
plantea Marx.
98
Marx, Karl. Crítica del programa de Gotha, Ricardo Aguilera Editor, Madrid, 1971, p. 23.
99
Marx, Karl. Obras escogidas (vol. 1), Quinto Sol, México, 1985 (3 volúmenes), pp. 23-35.
42
¿Qué inconvenientes presenta el socialismo ortodoxo? Apuntaré
tres inconvenientes básicos aunque desarrollaré este punto a fondo cuando hablemos de los
inconvenientes del marxismo, exponiendo más argumentos que, en algunos casos, podrían
añadirse al caso del socialismo ortodoxo:
43
Estado de salud de las economías familiares entre muchas otras cosas. En ausencia
de precios, ningún órgano de planificación central puede asignar los recursos
adecuadamente. Está condenado a la ruina económica.
2) Incentivos: Este problema se genera a medida que lo que percibe el trabajador por
su trabajo deja de depender de su rendimiento y pasa a ser dictado o planificado por
una autoridad que reparte de manera igualitaria. Puedes ser un gran trabajador que
acabarás percibiendo lo mismo que un mal trabajador si vuestra situación vital es
similar. El socialismo, a medida que avanza y se vuelve más igualitarista suprime el
incentivo del trabajador a trabajar más y mejor si va a cobrar siempre lo mismo lo
haga mejor o peor.
3) ¿Libertad? ¿Como un sistema planificador se compatibiliza con la libertad?
¿Puede un régimen socialista ser libre? La libertad humana tiene un fuerte
componente de libertad económica o de uso de bienes de producción y de consumo
a voluntad. La planificación central por definición elimina esa libertad. Nuestra
conducta no puede desarrollarse como nosotros queremos sino según la voluntad
del planificador. De hecho, el mismo Marx define el período socialista, en tanto que
período de revolución permanente, como totalitario pero no por lo que supone de
falta de libertad para el pueblo, sino por las medidas violentas y de terror jacobino
que recomienda para reprimir a la burguesía100.
4. COMUNISMO
Estamos ante otro concepto complejo, lleno de matices y apreciaciones. Una vez
más tomaré el concepto original de Comunismo, tomando para ello las tesis de Karl Marx
cosa que añade dificultad a la tarea. Eso es así porque Marx caracterizó levemente el
Comunismo pero no dejó ni una definición completa ni un programa de actuación o
desarrollo del propio Comunismo. Entonces, ¿Por qué nos referimos a los brevísimos
apuntes de Marx sobre el tema como definición de Comunismo? Porque a partir de Marx
el fenómeno comunista se internacionaliza, deja de circunscribirse a experiencias locales
100
Engels, F & Marx, Karl. De la autoridad, Marxists internet archive, 2000, p. 16.
44
o utópicas y pasa a ser la referencia de todo Comunismo futuro, que será un Comunismo
adaptado a las circunstancias históricas de aquella región o país donde se lleve a cabo.
Así, no es lo mismo hablar de Marxismo-leninismo que de Estalinismo, Maoismo o
Castrismo. Todos ellos son desarrollos concretos, interpretaciones históricas, de una
teoría demasiado general y vaga de la que, necesariamente, se alejaran.
Por otra parte, aunque el vocablo surge hacia 1839 en París, existieron un
conjunto de concepciones colectivistas de organización social, basada en la comunidad de
bienes y en la propiedad colectiva de los instrumentos de producción y de la riqueza
producida, a los que, a posteriori, también se les ha denominado comunismo (comunismo
primitivo, igualitario y utópico) por más que estos conceptos han sido frecuentemente
confundidos con formas de protosocialismo. En cualquier caso, estas formas de
comunismo nunca tuvieron el eco histórico y la capacidad de propagación que el
comunismo científico de Marx tuvo.
Vamos a analizar punto por punto que quiso decir Marx con su formulación del
Comunismo:
101
Referencias a esta definición se encuentran dispersas en la obra de Marx, concretamente, en El
Manifiesto Comunista, La ideología alemana y los Manuscritos filosófico-económicos.
102
Reyes, Roman. Op. Cit, p. 496.
45
horizonte final y debiera pasar por una fase de transición llamada fase
socialista. Esto era para Marx, inevitable, la evolución natural del sistema
capitalista, un destino escrito;
2) Inexistencia de propiedad privada: la etapa anterior al comunismo, la
dictadura del proletariado, se encargó de la abolición de la propiedad privada
de los medios de producción. En la sociedad comunista la propiedad es del
conjunto de la sociedad; el modo concreto de realizar esta idea no está claro,
pero parece que sólo mediante organismos o instituciones (esto no está nada
claro) que distribuyan los beneficios y den a cada cual en función de sus
necesidades y exijan de cada cual en función de sus posibilidades. Los medios
de distribución no se definen.
3) Sociedad sin clases: por no existir la propiedad privada no existe la división
social en clases sociales, ni la explotación del hombre por el hombre; el
hombre ya no es un mero instrumento para la producción, una cosa más que se
puede vender y comprar en el mercado, sino un fin en sí mismo, una entidad
con realidad propia;
4) Abolición de Estado: cuando Marx propone la abolición del Estado deja un
dilema en el aire: a algunos les pareció que se refería al Estado en la medida
en que éste es un instrumento para el domino de un grupo sobre otro, no tanto
al Estado entendido como conjunto de instituciones que organizan la vida
social (derecho, educación, sanidad, orden social...), que se acepta porque en
la sociedad comunista, no ya como expresión de las ideologías sino como un
simple medio o servicio estadístico para la racionalización de la vida
comunitaria. Con la desaparición del Estado burgués desaparece igualmente la
política entendida como el ámbito de discusión de opciones económicas,
sociales y morales distintas; desaparece la política y entran en juego sólo las
discusiones de índole técnica relativas a la mejora de la comunidad;
5) Desarrollo ilimitado de las fuerzas productivas: tal cual suena. Tanto los
medios de producción como el propio pueblo encargado de gestionarlos
alcanzarán tal nivel de perfeccionamiento que conseguirán producir de manera
que existirán recursos sobrados para todo el mundo. Correrán a chorro lleno
los manantiales de la riqueza colectiva, escribía Marx en el Manifiesto
Comunista..
46
No hay más, los desarrollos posteriores más notables de la teoría marxista
corresponden a Nikolai Bujarín, Evgeny Preobrazhenski y Vladimir Ilich Ulianov Lenin.
Marx siempre fue mucho mejor criticando que construyendo conocimiento. Marx
escribe contra la explotación, la alienación, las desigualdades sociales derivadas de estos
factores y contra toda forma de dominación que el hombre ejerza sobre el hombre. Para
ello elaboró un sistema filosófico, económico y político muy complejo que tenía los pies
de barro. Es decir, quiso justificar su visión del mundo, aquello que todos podemos llegar
a intuir e incluso a vivir, a través de teorías erradas. La escuela más crítica con las teorías
de Marx fue la escuela austríaca con Eugen von Boehm-Bawerk y Ludwig von Mises a la
cabeza. Obras como Capital e Interés103 o El socialismo104 allanaron el camino para que
otros autores como Friedrich Hayek105 o Jesús Huerta de Soto106 subrayaran la idea que
planea sobre todos ellos, a saber: que Marx primero fue comunista y luego hizo su teoría.
Es decir, Marx no se aproximó con mirada científica a la realidad de su tiempo y de ese
ejercicio sacó su teoría, más bien tenía una idea preconcebida de cómo funcionaba la
realidad en la que vivía y forzó la realidad a base de datos erróneos y teorías endebles
para que está confirmará lo que él pensaba previamente. Estos autores hablan del
marxismo como si sus lineamientos teóricos fueran una gigantesca pero elegante falacia
post hoc ergo propter hoc o una falacia del francotirador en la que el susodicho primero
dispara y luego dibuja la diana alrededor del agujero que ha dejado en la pared.
103
Boehm-Bawerk, Eugen von. Capital e interés, Innisfree, Londres, 2015. Siendo esta la referencia
principal también cabe mencionar la siguiente obra: Boehm-Bawerk, Eugen von. La conclusión del
sistema marxiano, Unión editorial, Madrid, 2000.
104
Mises, Ludwig von. El socialismo. Análisis economic y sociológico, Unión editorial, Madrid, 2019. No
puedo dejar de mencionar el libro clásico de Mises como puntal de la crítica al sistema marxista: Mises,
Ludwig von. La acción humana. Tratado de economía, Unión editorial, Madrid, 2021.
105
En este sentido son obras clave: Hayek, Friedrich. Camino de la servidumbre, Alianza editorial,
Madrid, 2011; o Hayek, Friedrich. La fatal arrogancia: los errores del socialismo, Unión editorial,
Madrid, 2010.
106
Habiendo citado sus Lecturas de economía política en 3 volúmenes deb ser también citada su obra
clave: Huerta de Soto, Jesús. Socialismo, cálculo económico y función empresarial, Unión editorial,
Madrid, 2020. Esta sería su sexta edición.
47
Vamos a seguir la estela de los economistas austríacos para identificar los
problemas de la teoría marxista. No es mi intención hacer una exposición detallada al
respecto pues el tema es muy complejo y requeriría de un argumentario excesivamente
abstracto y abigarrado, lejos de la claridad que necesita y agradece todo lector novel en
estas lides. Expondré las críticas clásicas a la dimensión económica, filosófica y política
de la teoría de Marx.
Como podemos ver, estructuraré la crítica económica del marxismo en base a los
tres puntos mencionados en el título. Es difícil presentar los tres puntos por separado pues
están íntimamente relacionados pero al final de la exposición haré un esfuerzo por
sintetizar los argumentos principales en una suerte de párrafo concluyente. Será mucho
más sencillo para seguir los argumentos presentarlos en forma de problema, de pregunta
que requiera de una respuesta no especialmente extensa.
Para Marx, los bienes tienen valor en función de las horas de trabajo incorporadas
pero existen múltiples bienes que incorporando una cantidad idéntica de horas de trabajo
107
Huerta de Soto, Jesús. Socialismo, cálculo económico y función empresarial, Unión editorial, Madrid,
2020, p. 185. Huerta de Soto, Jesús. Lecturas de economía política III, Unión editorial, Madrid, 2020, p.
101.
48
tienen valores de cambio muy diferentes. Por el ejemplo el vino joven y el vino añejo 108.
Este punto lo desarrollaremos a propósito del valor objetivo de las mercancías.
108
Idem.
109
Esta costumbre nefasta de vincular el valor de una mercancía al trabajo de manera exclusiva la hereda
Marx de Smith y Ricardo. Es decir, los economistas anglosajones vienen de un entorno cultural
protestante de influencia calvinista en virtud del cual el trabajo es una condición sine qua non para
determinar si uno está predestinado a la salvación o no. Esa idea calvinista de que todos estamos
condenados desde el nacimiento salvo unos pocos predestinados la salvación dio lugar a una deificación
del trabajo como forma para saber si uno está en el grupo de los predestinados o no. Esa ética del trabajo
protestante dio lugar a esos patrones victorianos avaros, ahorradores, austeros, que buscan producir para
generar bienes que la gente desee sin hace ostentación alguna de riqueza, más bien todo lo contrario. Esto
lo explica bien Max Weber en su libro La ética protestante y el espíritu del capitalismo y autores de la
escuela austríaca, como Boehm-Bawerk o el mismo Jesús Huerta de Soto, rastrean esos orígenes
culturales de los economistas clásicos británicos y nos explican que de ese entorno cultural es hasta lógico
que surgiera una teoría en la que el valor de la mercancía fuera fruto íntegro del trabajo. Boehm-Bawerk
explica que esta teoría da lugar a la teoría de la explotación que adquiriría tintes revolucionarios de la
mano de autores como Proudhon, Lassalle o Marx. Las referencias bibliográficas podrían ser múltiples
pero dejo una y un enlace web de utilidad: Huerta de Soto, Jesús. Lecturas de economía política III,
Unión editorial, Madrid, 2020, pp. 101-144.
El enlace web sería https://www.youtube.com/watch?v=cPrBhM5leX4&t=1083s
49
sólo depende del trabajo. Aunque parezca contraintuitivo, es la perla la que da valor al
trabajo y no el trabajo el que da valor a la perla110.
110
Miguel Anxo Bastos lo explica en https://www.youtube.com/watch?v=J1fil2hqVDM&t=4790s
111
Idem.1h 01’-1h 29’.
50
beneficio no depende exclusivamente de esa tierra, esa electricidad o ese trabajo. No hay
una relación directa pues, en este caso, su beneficio depende de su alerta empresarial112.
No deja de repetir Marx que solo el trabajo genera valor ¿Y si mejora la estructura
productiva del trabajo? ¿Mejores máquinas? ¿Mejores métodos de trabajo? ¿Mejor
organización del trabajo? Pues para Marx eso no genera valor, solo lo genera el proletario
con el sudor de su frente. No es de extrañar que si el empresario se embolsa unos buenos
beneficios solo puede ser a costa del trabajador toda vez que sólo él produce valor.
Recordemos que Marx afirma que el rango de mercancía un objeto lo alcanza sólo
si es útil para alguna otra persona. Además, dos mercancías sólo pueden ser
intercambiables en base al factor que tienen en común, es decir, el trabajo que ha costado
producirlas (y reproducirlas). Eso es lo que tendrían en común una tonelada de trigo y
200 docenas de huevos según el ejemplo que pusimos en puntos anteriores113. Esto Marx
lo da por supuesto y es falso.
112
Idem.
113
Los ejemplos y el curso de razonamiento viene de Juan Ramón Rallo, joven economista austríaco y
director del instituto Juan de Mariana en Madrid. Su desarrollo sobre la crítica a la teoría del valor-trabajo
51
Por ejemplo, las mercancías pueden tener en común sus propiedades naturales:
peso, volumen, densidad… de esta manera podríamos articular una teoría valor-peso
según la cual el valor de cambio de las mercancías dependa de su peso. También
podríamos decir que dos mercancías pueden tener en común que son fruto de la energía
que puede haber sido canalizada a través de los humanos o no. Aquí entra la teoría valor-
trabajo, una posible teoría valor-joules, otra que fuera valor-watts entre muchas otras. La
escasez respecto de las necesidades de consumo de las personas podría ser otro parámetro
válido para asignar valor a las mercancías cosa que está implícita en la teoría de Marx,
toda vez que considera que una mercancía lo es si satisface necesidades ajenas. ¿Por qué
obvia todo esto? ¿Por qué escoge el trabajo como medida del valor de una mercancía
cuando hay muchos otros parámetros comunes a las mercancías? Marx no lo explica, da
supuesto que el trabajo es lo único que tienen en común las mercancías, sin más. Lo
afirma gratuitamente. Aún diría más, si leemos el fragmento en el que expone esta idea
veremos que admite que las mercancías tienen muchas cosas en común pero que salta a
la vista que su valor de uso es lo que define realmente a la mercancía y que, entonces, si
dejamos a un lado la utilidad de las mercancías sólo nos queda el trabajo como única
medida del valor de la mercancía.
y de la explotación de Marx saldrá próximamente al mercado en forma de libro. Hoy podemos encontrar
un pequeño avance en https://www.youtube.com/watch?v=-2yuOyI_ugQ&t=4151s
52
La teoría del valor-trabajo es un despropósito. Lo fue en Adams y Ricardo, que la
heredaron prácticamente sin cuestionamiento y lo mismo le pasó a Marx, con una
salvedad. Cuando hagamos la crítica a la teoría de la explotación, que está estrictamente
vinculada a esta, veremos que Marx descubre, en el transcurso de sus investigaciones,
que está equivocado114. Y no rectifica porque el error que descubrió hundía su teoría de la
explotación y le llevaría a admitir la insostenibilidad de la teoría valor-trabajo. Dicho de
otra manera, la realidad no se ajustaba a su visión del mundo pero se empecinó en
continuar afirmando cosas que el mismo se encargaría de contradecir en tantas páginas
como tiene su obra. Se contradice sobre la teoría valor trabajo, se contradice en su teoría
de la explotación, se contradice en su definición de clase social y en tantas otras pero tira
para adelante corriendo un tupido velo de afirmaciones gratuitas o ignorando la cuestión.
Respondamos la pregunta ya: eligió el trabajo por encima de cualquier otro parámetro
porque solo así podía seguir justificando que el patrón explota al trabajador, que se
enriquece a costa de él, y que, por ello, el socialismo es inevitable115.
Por ejemplo, supongamos que un granjero tarda 5 horas en producir 200 docenas
de huevos y un cirujano tarda 5 horas en una complejísima operación de cirugía cerebral.
El trabajo de ambos dura lo mismo pero, ni remotamente, supone el mismo nivel de
114
Problema 7, página 56 de este trabajo.
115
Ojo, aquí no hay que olvidar lo comentado anteriormente. Hay cuestiones culturales implícitas en la
teoría del valor-trabajo como la herencia protestante-calvinista, el influjo de los economistas clásicos
ingleses o las tesis del propio Rodbertus. Digamos que estos factores dan un entorno cultural y una inercia
teórica que no es fácil discutir. Hay que ser un pensador muy fino y muy valiente para descubrir las
mutaciones perjudiciales de tu ADN cultural y encontrar una fórmula que recombine ese ADN hacía
posturas menos dañinas. Es decir, es muy difícil no ser hijo de tu tiempo.
116
https://www.youtube.com/watch?v=-2yuOyI_ugQ&t=4151s
53
preparación ni la misma intensidad en el proceso. ¿Cómo podemos equiparar el producto
del trabajo del granjero y el del cirujano? Marx dice que hay que establecer una paridad,
una proporción en virtud de la cual las horas del personal altamente cualificado que
trabaja intensivamente se equiparen a las horas de trabajo del personal menos cualificado
de trabajo poco intenso. Por ejemplo, que las 5 horas del cirujano equivalgan a 100 horas
del granjero117.
Este es el primer problema que Marx soslaya pero es que él mismo se da cuenta
de un segundo problema. En el tercer volumen de El Capital, Marx nos dice que los
precios no son fiables para establecer proporciones entre profesiones heterogéneas porque
los precios de sus productos oscilan demasiado, suben y bajan con tal rapidez en el
mercado que es imposible establecer un cálculo en tiempo real del precio hora comparado
del valor del trabajo de cada profesión según la tecnología del momento. Con esto vuelve
a caer en una contradicción: se basa en un concepto como el tiempo de trabajo
socialmente necesario para establecer su teoría valor-trabajo y su teoría del plusvalor
para, más adelante, acabar negando que ese concepto sea tan siquiera cuantificable
cuando hay que establecer el valor de dos productos intercambiables de dos profesiones
de diferente nivel de intensidad y preparación.
117
Idem.
54
Marx nunca reconocerá esta contradicción, ahí la deja, en dos trozos separados
por miles de páginas entre el tomo 1 y 3 de El Capital. No es la única en este sentido, en
otras partes de su obra dirá que la demanda del mercado influye sobre el precio de las
mercancías y, por tanto, una mayor o menor salida del stock de mercancías en el mercado
nos puede indicar si ha habido tiempo de trabajo socialmente necesario superfluo o no (si
los obreros han holgazaneado o no) en la elaboración de esas mercancías. Esto es
equivalente a decir que la valoración subjetiva de los consumidores influye en el precio
de las mercancías de manera que su valor no es objetivo sino dependiente de otros
parámetros.
Todas estas contradicciones dan al traste con la teoría del valor-trabajo y la teoría
de la explotación. No obstante, esto no supone negar que la explotación exista o que
exista el plusvalor, supone reconocer que Marx no supo explicarlos, que él no pudo
demostrar científicamente su existencia, que su teoría no describió la sociedad tal como
fue.
Para Marx está claro que sí. El valor de cambio de lo que el trabajador produce
debiera ser íntegramente para él. No obstante, Marx olvida que el proceso de producción
requiere tiempo, que producir una máquina puede ser cuestión de años y que el trabajador
no querrá esperar X años a percibir el valor íntegro de la máquina cuando esta se venda
en el mercado. El trabajador querrá el salario al final de la primera semana o del primer
mes de proceso de producción y así cada semana o cada mes.
Aquí entonces hay dos opciones: o bien el trabajador percibe la parte proporcional
del valor de lo que produce ahora con los precios de hoy (el precio actual de la máquina
que produce) o espera X años a percibir el valor completo de lo que produce con los
precios del futuro. Pero no, Marx dice que el trabajador debe percibir ahora todo el valor
futuro de lo que produce. Pongamos un ejemplo concreto.
55
Supongamos, para hacerlo fácil, que un obrero produce una máquina de vapor
durante 5 años. El valor de cambio obtenido de la máquina terminada será de 5.500
florines. ¿Qué salario le corresponde al obrero? Para Marx, 5.500 florines. ¿Cuándo debe
cobrar ese salario? En buena lógica, debiera percibirlos al final del encargo, es decir, al
cabo de 5 años pero el obrero no puede esperar 5 años a cobrar. Por tanto, querrá una
remuneración parcial de su trabajo repartida en un año (en forma de salario mensual o
semanal). Boehm-Bawerk explica que si esto es así, al trabajador habrá que retribuirle
con lo que ha trabajado hasta ahora, si en un año ha producido un montón de hierro se le
paga por ese montón de hiero producido para la máquina. Supongamos que ese montón
de hierro supone la producción de una quinta parte de la máquina ¿Cuánto deberá percibir
en forma de salario? Según Marx, 1.100 florines, una quinta parte de 5.500118.
Lo que estamos diciendo es que querer percibir hoy el valor futuro de un bien que
tiene que acabarse, por ejemplo, en 5 años es no entender que el valor de los bienes se
modifica a lo largo del tiempo (normalmente a la baja) y que el propio valor de la moneda
cambia (normalmente al alza) a lo largo del tiempo. Esto se llama tasa de preferencia
temporal y si el empresario no la tiene en cuenta, incurrirá en pérdidas. Por eso el
proletario no puede cobrar el valor íntegro de su trabajo si quiere su sueldo aquí y ahora y
no quiere esperar a percibirlo (también puede hacerse autónomo y el problema se acaba).
118
Huerta de Soto, Jesús. Lecturas de economía política III, Unión editorial, Madrid, 2020, pp. 125-126.
119
Huerta de Soto, Jesús. Op. Cit, p. 127.
56
PROBLEMA 6 – ¿EL VALOR DEL TRABAJO PUEDE BASARSE EN EL
VALOR DE LAS MERCANCÍAS?
No hace falta ser un lince para ver que Marx, igual que su predecesor Rodbertus,
caen en un razonamiento circular. El valor de las mercancías depende del valor del
trabajo y el valor del trabajo depende del valor de las mercancías. Un absurdo lógico.
Este razonamiento implica que Marx no sabe como determinar el valor del trabajo ni sabe
como determinar el valor de las mercancías lo cual, una vez más, da al traste con la teoría
del valor-trabajo y con la teoría de la explotación.
120
Huerta de Soto, Jesús. Socialismo, cálculo económico y función empresarial, Unión editorial, Madrid,
2020, p. 185. También puede consultarse su clase magistral sobre la crítica a la teoría de la explotación
marxista en https://www.youtube.com/watch?v=cPrBhM5leX4&t=1083s
57
trabajador no puede corresponderle el valor íntegro de su trabajo por pura lógica
mercantil… ¿Cómo es posible conocer la tasa de explotación? ¿Cómo puedes
cuantificarla sin saber en qué se basa el valor del trabajo, el de la mercancía o las
proporciones de intercambio entre mercancías? Es imposible. El plusvalor no es un
número si seguimos las tesis de Marx y vemos sus errores de base, es incuantificable con
lo que Marx nos da (la tasa de explotación tiene su expresión matemática pero
sencillamente es errónea).
Dije en el problema 2 que Marx llegó a darse cuenta de que su teoría del valor-
trabajo no funcionaba. Había un error muy grave y lo descubrió a medida que avanzó en
sus investigaciones económicas. Fue una contradicción que nunca llegó a resolver y que,
a día de hoy, sigue sin poderse resolver. Tiene que ver con la teoría de la explotación de
Marx y su formulación mejor acabada la tenéis en la pregunta que formula para este
problema en el título.
121
Esto lo explica Antonio Escohotado tanto en el tomo III de su obra magna Los enemigos del comercio
y en la siguiente entrevista concedida al canal cultural de youtube de Libertad Digital (LdCultura) en el
siguiente link https://www.youtube.com/watch?v=5tTa0Pla3wo&t=407s
58
Para Marx habrá explotación siempre que el valor de cambio de la mercancía sea
superior al valor de cambio del trabajador. El trabajador debiera percibir el valor íntegro
de lo que produce y esto debiera ser lo necesario para cubrir todas sus necesidades
básicas y las de su prole. Si la mercancía genera un valor superior en el mercado, eso es
plusvalor y supone explotación, un robo del burgués al trabajador.
Ahora debemos recordar que en El Capital Marx nos dice que la tasa de
explotación depende de la composición orgánica del capital, es decir, de la relación entre
capital y trabajo. A su vez, nos dice Marx que todos los sectores productivos tienden a
tener la misma tasa de ganancia. Eso es así, no puede ser de otro modo y Marx lo
interpretó correctamente.
Imaginad diversos sectores productivos, los que sea, y que uno de ellos ganase
mucho, otro muy poco y los demás estuvieran equilibrados en un punto medio ¿Qué
pasaría? Los inversores huirían del sector menos productivo, venderían el capital, e
invertirían sus fondos en el sector más productivo, generando competencia y repartiendo
los beneficios hasta equilibrarse con los demás. Cualquier sector que de beneficios
extraordinarios pronto se llena de inversores que quieren un pedazo de ese gran pastel
haciendo que las ganancias se repartan por pura ley de competencia y coexistencia. No es
que todos los sectores tengan el mismo beneficio, es que tienden a tener beneficios muy
similares por unidad de capital invertida. Hoy los más ricos del mundo hacen cosas tan
dispares y tan contrastadamente valoradas como coches, ropa o paquetes de
mensajería122.
Bueno, Marx sabía bien que no todos los sectores productivos tiene la misma
composición orgánica del capital, es decir, no todos los sectores tienen la misma relación
entre capital y trabajo. Por ejemplo, una central eléctrica o una central nuclear son muy
intensivas en capital y muy poco en trabajo, es decir, hay mucha maquinaria funcionando
y muy poco trabajador haciéndola funcionar. En cambio, en el sector de los seguros hay
muy poco capital y mucho trabajo, es decir, muy poca inversión en maquinaria o bienes
de capital i/o de producción y muchas personas trabajando. La pregunta cae de cajón
122
Anxo Bastos en https://www.youtube.com/watch?v=J1fil2hqVDM&t=4790s
59
¿Cómo puede ser que con tasas de explotación diferentes, todos los sectores productivos
tiendan a la misma tasa de beneficio? ¿Cómo puede ser? No puede ser porque el
beneficio no depende de la explotación o no depende exclusivamente de la explotación
del trabajador123. Ya hablamos en el problema 2 de muchos de los parámetros que
generan valor independientemente del trabajo y, por ende, de la explotación del
trabajador.
Esta contradicción Marx la vio pero la deja ahí, como una excepción, como una
rareza del sistema. Es mucho más que eso, es la demostración de que su análisis
económico falló.
No puede, ese es uno de los grandes errores del socialismo124 y lo explica Hayek
con gran claridad125. Marx asume que una autoridad central es capaz de adquirir y
gestionar todo el conocimiento disponible. Ignora que la sociedad moderna produce un
volumen de información ingestionable ya no por una sola mente, tampoco por un órgano
de planificación central porque el conocimiento se produce just in time (aquí y ahora) de
manera dispersa y descentralizada. El equilibrio económico de las sociedades
globalizadas y mundializadas depende de la interacción de millones de personas que ni
tan sólo saben que están interactuando.
60
elementos previos que han sido necesarios para la elaboración de todo lo dicho hasta
ahora, para que tú tengas el lápiz con el que escribes en la libreta126. No existe un solo
órgano de planificación central que pueda determinar todos estos procesos a la vez en la
economía contemporánea. Para Hayek pensar lo contrario es un acto de jactancia, de
arrogancia intelectual, toda vez que el socialismo es técnicamente imposible.
A día de hoy, no es posible registrar toda interacción (física o no) implicada en los
procesos de producción a nivel mundial, no sería posible actualizar tal cantidad de
información en tiempo real y menos aún presentarla de manera contextualizada.
126
Esta es una referencia a la famosa historia de un lápiz que explica Milton Friedman para ilustrar este
punto o, más bien, defender la lógica del libre mercado como instrumento mucho más preciso y justo que
cualquier órgano de planificación central https://www.youtube.com/watch?v=QURApUD2ncM&t=65s
127
Cockshott, Paul & Nieto, Maxi. Ciber-comunismo. Planificación económica, computadoras y
democracia, Editorial Trotta, Madrid, 2017.
128
A falta del esperado libro de Juán Ramón Rallo sobre la crítica al sistema marxista, podemos ver su
argumento en https://www.youtube.com/watch?v=whQy6xOZyuU
61
CRÍTICA DE LA FILOSOFÍA MARXISTA – DETERMINISMO MESIÁNICO,
MATERIALISMO Y COLECTIVISMO.
129
Popper, Karl. El universo abierto. Un argumento en favor del indeterminismo. Post Scriptum a la
Lógica de la Investigación Científica, Vol II, Tecnos, Madrid, 1986, p.25.
62
las culturas humanas y las decisiones individuales. Además, las condiciones sociales
prácticamente no tienen impacto en el desarrollo cultural .
63
Este tipo de razonamiento es erróneo por motivos diversos. En líneas generales,
podríamos argumentar con Karl Popper que la sociedad no está condicionada, no está
cerrada sino abierta. En su obra La miseria del historicismo argumenta que la historia es
la historia de la acción humana y que su evolución depende de nosotros y no de supuestas
leyes intrínsecas a la historia que están por encima de la voluntad humana. El futuro es
difícilmente predecible, dependerá de lo que quiera el ser humano y no hay ley natural ni
positiva que rija el proceso de desarrollo histórico de los seres humanos. Popper apunta a
una contradicción básica de la tesis materialista de Marx: Marx también pensaba que la
historia era la historia de las acciones humanas lo cual entra en contradicción con la idea
de que la historia tiene sus propias leyes al margen de la acción o voluntad humana. El
mismo niega su tesis materialista. Buena prueba de ello es que ninguna de las
predicciones que hizo (basadas en las leyes de movimiento) sobre la base de su
materialismo histórico científico se cumplió.
Otro problema habitual tiene que ver con el simplismo que implica todo
razonamiento determinista: sólo hay un motivo dominante en la historia, la economía en
el caso de Marx. No se tiene en cuenta que detrás de cada acontecimiento histórico hay
miles de factores, que pueden ser importantes, vanos, fútiles, etcétera. El curso de la
historia cambia muchas veces por intrigas personales, odios, celos, ambición de poder,
orgullo, rivalidad, o simplemente por un somnífero: Hitler lo había tomado el día del
desembarco de los aliados en Normandía dando la orden de que nadie ni por nada se le
despertase, cosa que cumplieron sus subordinados, incluido su propio asistente el general
Alfred Jodl, que posteriormente firmaría la rendición incondicional de Alemania.
Recordemos que las Panzer no podían avanzar ni un metro sin la autorización expresa de
Hitler, con lo que el desembarco fue relativamente más fácil al no encontrarse de repente
con las temidas y terribles divisiones acorazadas. Muy probablemente Hitler hubiera
perdido igualmente la guerra, lo que intento decir es que la acción humana no es
unidimensional y que, por ende, no lo es la historia que protagoniza. ¿Qué hubiera sido
del comunismo si Marx no hubiera nacido? Nadie tiene ni tuvo la bola de cristal.
Con esto tampoco quiero decir que el determinismo sea una perspectiva de
análisis social inútil, como no lo es el posibilismo en geografía, el estructuralismo en
sociología o el formalismo en literatura. Muy probablemente a nivel microsocial haya
64
pequeñas poblaciones estrictamente determinadas por el medio y su base material, que
eso lleve a una concepción de la vida única y que una innovación tecnológica suponga un
cambio radical a todos los niveles en ese microentorno social. Siguiendo el hilo
argumental de Hayek cuando habla de la imposibilidad técnica del socialismo, diría que
es casi un acto de arrogancia intelectual suponer que todo proceso histórico local,
regional, nacional, global, mundial se rige en base a una lógica determinista, como si la
inmensa complejidad del tejido social fuera aprehensible, a diferentes escalas y en su
interacción continua, en una sola categoría de pensamiento.
65
capitalistas y obreros que valga para todos los casos en todo momento? No es posible
pero Marx dice que sí porque los holiza, los colectiviza, los homogeniza en una categoría
muy simplista que no da fe de la complejidad de fenómeno obrero ni del fenómeno
burgués. ¿Es Messi un explotado? Para Marx sí porque no posee los medios de
producción. Muy probablemente el concepto de clase esté mal definido.
66
perspectiva las predicciones políticas de Marx tras un siglo de intentos de implantación
del marxismo en el mundo.
67
3) La tercera predicción tiene que ver con la imposibilidad de aparición de un
Estado y mucho menos de un dictador en un régimen comunista.
4) La cuarta predicción aseguraba la irradiación mundial del fenómeno
comunista.
68
PROBLEMA 13 – ¿EL COMUNISMO SE DESARROLLÓ SOBRE LA BASE DE
LA ABUNDANCIA?
Marx y Engels habían previsto que el marxismo arraigaría a un país como Alemania.
Basaban sus esperanzas en la industrialización, en la expansión de las ciudades, en los
obreros de las fábricas y los mineros explotados; de una manera natural confiaban en que
las economías más avanzadas les proporcionarían partidarios políticos para satisfacer sus
ambiciones. Si la industrialización era plena, la explotación y la alienación también
debían serlo y, desde este estado de opresión, surgirían los revolucionarios marxistas para
imponer la dictadura del proletariado y caminar hacía el comunismo que prometía
sobreproducción y abundancia.
Pero a principios del siglo XX, el marxismo revolucionario no era, ni mucho menos,
predominante en Alemania o Inglaterra, las grandes regiones industriales europeas, ya
que la libertad civil y el bienestar material conseguido a través de la lucha obrera
actuaron como antídoto contra el extremismo político. El advenimiento de la clase media
fue el camino hacia un mundo supuestamente mejor y no el proyecto social-
revolucionario.
Al final resultó que la pobreza y la opresión constituían el mejor terreno para que
creciera el marxismo. La Revolución de Octubre en Rusia supuso un revés a las
expectativas marxistas. Rusia, a finales del siglo XIX era una autocracia, no había
partidos ni sindicatos legales, no existía parlamento, la censura del debate político era
estricta, no había educación pública, la pobreza entre los campesinos era brutal, la
corrupción de la burocracia era la norma general y la iglesia ortodoxa era
extremadamente reaccionaria. A pesar de que en 1917 el movimiento revolucionario ruso
estaba muy desarrollado y la industrialización se había iniciado, Rusia continuaba siendo
un país la estructura social y productiva era prácticamente feudal.
La caída del Zar Nicolás II (1917) implicó la llegada al poder del gobierno
provisional de L’vov y el movimiento revolucionario ruso se movilizó rápidamente para
iniciar la revolución por más que las discusiones sobre si la revolución triunfaría en una
región de industria tan profundamente atrasada y tan campesina seguían muy vivas.
Meses después la revolución fue una realidad, pero la dictadura del proletariado se iba a
69
desarrollar en un contexto no imaginado por Marx y Engels, lejos de las condiciones
ideales que propugnaron inicialmente.
De hecho, Lenin tenía muy claro que la Revolución no podía sobrevivir en un país
pobre y subdesarrollado por eso defendía una revolución mundial a cualquier precio.
Muchos críticos actuales del comunismo ruso defienden que precisamente este inicio
impropio de la revolución hizo que el comunismo estuviera destinado al fracaso.
Defienden que las ideas de Marx eran válidas pero no en ese contexto, por lo que durante
todo el siglo XX los defensores del marxismo se han esforzado mucho por hacer entender
que el comunismo ruso y el marxismo son cosas diferentes pues el fracaso del primero no
implicó el abandono de las tesis del segundo.
70
necesidades de cada uno estarían cubiertas por defecto y nos podríamos dedicar a hacer
un poco de todo cada día sin estrecheces que dieran lugar a fenómenos de alienación y
explotación. No existía eso en su momento, era una proyección, ni existió en tiempos de
Lenin tal grado de desarrollo tecnológico. Ningún régimen comunista supo desarrollar
tanto la tecnología y eso suponía la cronificación del órgano de planificación central, el
Estado era imprescindible, porque dejar la producción en manos de las comunas sin una
tecnología súper desarrollada implicaba volver a un marco de desigualdades pues no
todas las comunas trabajan igual, ni producen igual ni se organizan de igual manera.
Asimismo, Milovan Djilas, líder del partido comunista yugoslavo entre 1953 y
1954, redactó su famoso libro La Nueva Clase (1957) donde denunciaba la aparición de
toda una clase de privilegiados que conformaban un verdadero Estado dentro del
comunismo. Eran los funcionarios y burócratas del Estado, que gozaban de privilegios y
riqueza mientras el resto del pueblo sufría limitaciones, incluso severas, de todo tipo.
71
Las políticas del último líder soviético, Mikhail Gorbachov, reposaban sobre la
base de la admisión del atraso soviético y pivotaban alrededor de tres lemas: uskoréniye
(aceleración en base a la ciencia y la técnica, la modernización de la industria pesada,
teniendo en cuenta el factor humano a través de la llamada a la responsabilidad de los
funcionarios de Estado (apparatchiks), glasnost (liberalización del sistema político,
transparencia y apertura) y perestroika (libertad de empresa y laissez faire). Todas estas
políticas derivaron en una crisis económica muy profunda y en tensiones político-sociales
insostenibles que dieron lugar a un golpe de Estado fracasado a principios del 1991 y la
disolución definitiva de la URSS el 25 de diciembre de 1991. En 2019 quedan 5 países
declaradamente comunistas.
A MODO DE SÍNTESIS
A) Porque asume que sólo el producto elaborado a través del trabajo humano es
catalogable como mercancía como si los recursos naturales en estado salvaje,
entre muchas otras cosas, no tuvieran valor.
B) Porque asume que el valor del trabajo y de las mercancías es objetivo y depende
exclusivamente del trabajo como si las preferencias espacio-temporales de los
compradores, entre muchas otras cosas, no fueran fuente de valor.
C) Porque asume que es posible valorar mercancías en base al tiempo socialmente
necesario para producirlas, un concepto rocambolesco en base al cual es
imposible determinar ni el precio del trabajo ni el de las mercancías por caer en
una suerte de razonamiento circular, que no permite la equiparación entre
productos diferentes.
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D) Porque asume que el plusvalor es cuantificable o más bien, lo que el empresario
roba al trabajador, es cuantificable lo cual es imposible siguiendo los parámetros
de Marx.
E) Porque asume que el trabajo es un parámetro correcto para valorar las mercancías
producidas por ser lo que tienen en común todas ellas, ser fruto del trabajo.
Principio arbitrario donde los haya como si fuera este el único parámetro que
tienen en común las mercancías.
F) Porque asume que el plusvalor es robo al proletario sin tener en cuenta la función
empresarial o la demanda en la formación de plusvalor.
G) Porque asume que al trabajador le corresponde el producto íntegro de su trabajo
demostrando una incomprensión total sobre las tasas de preferencia temporal en el
mercado (disminución del precio de los productos en el tiempo y variaciones en el
tipo de interés).
H) Porque no puede explicar de ninguna manera porque para cualquier sector
económico la tasa de beneficio por unidad invertida tiende a ser la misma que en
cualquier otro sector con tasas de explotación diferentes.
I) Porque asume que un órgano de planificación central puede dar cuenta de manera
actualizada y contextualizada de todos los movimientos e interacciones que el
mercado pone en juego en la elaboración de productos y formación de precios, lo
cual es imposible a día de hoy.
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sentimiento de pertinencia e identidad compartido. Es decir, lo que en tiempos pudo ser
un enfoque sociológico aceptado como forma de análisis y acción social, hoy es más un
truco de manipulación de masas que un enfoque serio de análisis social. Determinismo y
colectivismo como errores intelectuales.
Hechas las salvedades al inicio de este punto en concreto del trabajo que aquí se
presenta, cabe concluir que la experiencia política de cualquier forma de comunismo
hasta el día de hoy es nefasta. Está muy lejos de ser el paraíso de libertad y riqueza que
Marx prometía. Los indicadores macroeconómicos, los indicadores de desarrollo
humano, su lugar en el concierto político mundial nos dice poco y malo de lo que estos
países (un poco más de 60) han conseguido a lo largo del siglo XX.
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