Está en la página 1de 4

Dicroce, Carlos Alberto

Didáctica de las Ciencias Sociales II.


Teorías con prácticas. Aisenberg,
Beatriz y Alderoqui, Silvia (Comp.),
Buenos. Aires, 1998, Paidós Educador

Clio & Asociados

1999, nro. 4, p. 221-223

Dicroce, C. (1999). [Reseña de] Didáctica de las Ciencias Sociales II. Teorías con prácticas.
Aisenberg, Beatriz y Alderoqui, Silvia (Comp.), Buenos. Aires, 1998, Paidós Educador. Clio &
Asociados (4), 221-223. En Memoria Académica. Disponible en:
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.10239/pr.10239.pdf

Información adicional en www.memoria.fahce.unlp.edu.ar

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons


Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
https://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
Jornadas, comentarios, reseñas de libros

Aisenberg, Beatriz y Alderoqui, Silvia (Comp.). Didáctica de las


Ciencias Sociales II. Teorías con prácticas, Buenos. Aires, 1998,
Paidós Educador.

La obra que reseñamos tiene la especial contenidos, otorgándoles significatividad y


característica de reunir a un grupo de do- relevancia en tanto establece la articulación
centes, investigadores provenientes de distin- con otros temas, alternativa que permite su-
tos campos disciplinares y a una especialista perar el tratamiento esquemático, simplifi-
en didáctica, que se ocupan de cuestiones de cado y estereotipado que han tenido, y tie-
aprendizaje y de enseñanza de las ciencias so- nen, aún, estos temas en el aula.
ciales y humanas. La convergencia de mira- Beatriz Aisenberg explica y analiza un
das disciplinares diversas ha permitido a lo proceso concreto de elaboración de conteni-
largo de estos últimos años constituir un dos a enseñar sobre “gobierno nacional”, fun-
equipo interdisciplinario en el campo de la dado en una concepción didáctica crítico-
didáctica de lo social. Éste es el segundo de constructivista. A partir de un riguroso estu-
los volúmenes aparecidos, dato que permite dio sobre los conocimientos previos de los
ir reconstruyendo un camino de aportes de alumnos, las características del proceso de
herramientas teóricas para la comprensión y aprendizaje y los aportes de las disciplinas
el mejoramiento de las acciones referidas a de este campo específico van recortando
la enseñanza en este ámbito. aquellos contenidos más pertinentes para el
Este libro reúne una serie de trabajos que sexto año de la EGB. La propuesta es válida
abordan el complejo problema de la selec- pues permite trascender criterios muy con-
ción y elaboración de contenidos escolares solidados a la hora de seleccionar conteni-
del área de las ciencias sociales para la Edu- dos como aquéllos, que los organizan sola-
cación General Básica. mente teniendo en cuenta las lógicas de lAs
El artículo de Perla Zelmanovich “Se- distintas disciplinas.
leccionar Contenidos para el primer ciclo. En este mismo sentido el trabajo de Silvia
Un falso dilema: ¿Cercanía o Lejanía?” cons- Alderoqui y Adriana Villa nos muestra cómo
tituye un aporte para el tratamiento de los se pueden seleccionar contenidos escolares —
llamados “temas clásicos” de este nivel —fa- en este caso referidos al espacio urbano— cru
milia, barrio, escuela, ciudad-campo, efemé- zando conceptos disciplinares con ideas de
rides—. La articulación de teorías psicoana- los alumnos. Así los conceptos de ciudad vi-
listas del juego y de la narrativa permite a la vida y ciudad como objeto de conocimiento
autora la difícil tarea de ir recuperando estos ejemplifican la necesidad de tener en cuen-

221
Clío y Asociados. La Historia Enseñada / Número 4

ta, a la hora de construir contenidos escola- orientan. Las distintas propuestas se organi-
res, las ideas de los alumnos, los marcos teó- zan en torno de presupuestos básicos, tales
ricos de las disciplinas y los conocimientos como: la necesidad de realizar un trabajo so-
que forman parte del capital cultural de la bre las ideas intuitivas de los alumnos, con-
sociedad. siderando que los mismos son sujetos que
Los trabajos de Silvia Gojman y Analía portan significados previos, con los cuales se
Segal sobre la sociedad colonial en el siglo deben negociar los nuevos; la preocupación
XVII, así como el de Silvia Finocchio y Silvia que se focaliza, más que en enseñar nuevos
Gojman sobre la relación trabajo-adolescen- conceptos, en la idea que hay que cambiar
cia, y el de Raquel Gurevich sobre el pro- los que ya poseen los alumnos, produciendo
yecto minero de Bajo de la Alumbrera de la el llamado “conflicto cognitivo”; la inclusión
provincia de Catamarca, son ejemplos cla- de la perspectiva psicogenética para el cono-
ros e ilustrativos de cómo armar una secuen- cimiento de los alumnos e ir avanzando en
cia didáctica, qué criterios privilegiar a la el de “sentido común”; la necesidad de re-
hora de seleccionar contenidos a enseñar, y construir la trama de significados partiendo
la necesidad de definir espacios y tiempos siempre del conocimiento o resonancia de
particulares para dar cuenta de modelos ex- la vida cotidiana; la enseñanza debe produ-
plicativos y poder así llegar a comprender cir una “toma de conciencia” y la construc-
hechos y problemas reales. ción de sentidos; se reconoce que, en la prác-
Finalmente, el artículo de Alicia R.W. tica, los docentes nunca dejan de enseñar
de Camilloni aborda problemáticas más valores y actitudes; en la construcción del co-
globales acerca del aprendizaje de las cien- nocimiento se sugiere siempre la necesidad de
cias sociales como los propósitos de la ense- problematizar ya sea ideas o hipótesis; en casi
ñanza de este área del conocimiento, las todos los casos se propone, para la selección
nociones de cambio, la construcción de con- de los contenidos, contar con los marcos teó-
ceptos y la importancia de las opiniones, ricos que aportan las distintas disciplinas.
creencias y valores en el aprendizaje. Sus Si bien las variadas propuestas tienen
aportes permiten la construcción de pro- marcos conceptuales disímiles y referentes es-
puestas áulicas y la programación de las mis- pacio-temporales también diferentes, la pre-
mas teniendo en cuenta un proyecto didác- sencia en ellas de los aspectos arriba señala-
tico global para la escuela. dos hacen que resulten producciones signi-
El conjunto de trabajos reunidos en este ficativas. Los distintos trabajos evidencian un
volumen muestra una serie de coincidencias rechazo a las fórmulas generales y esquemá-
y fenómenos equivalentes que nos permi- ticas que pretenden plantear criterios “uni-
ten rastrear algunas “ideas-fuerzas” que los versales” para la elaboración de propuestas

222
Jornadas, comentarios, reseñas de libros

didácticas. Y sobre todo a la hora de selec- sociales (o de las disciplinas que hoy inte-
cionar temas no hay “fuente” o “sumatoria gran ese área), relacionándolas con sus pre-
de fuentes” de donde se deriven contenidos, supuestos científicos, filosóficos e ideológi-
sino que los mismos son resultado de una cos, así como con el contexto de su surgi-
ardua construcción que supone una compleja miento y de su impacto en el sistema esco-
tarea específicamente didáctica, centrada en lar; finalmente, incorporarse al aula como
una preocupación educativa. agente de innovación, no para constituir una
Puede apreciarse, también, que ellas re- disciplina, sino todo lo contrario, para evi-
presentan el producto de un “diálogo” entre tar la creciente tendencia a disciplinar lo que
los especialistas en los distintos campos, y los pertenece al debate sociopolìtico, es decir,
aportes de corrientes actuales de la psicología para contrarrestar las fuerzas que tienden a
cognitiva y de otras conceptualizaciones. restringir el pluralismo, la confrontación, la
Las ideas que se desprenden de esta se- deliberación y, en definitiva, la democracia,
gunda entrega de la didáctica de las ciencias mediante la entrega a los expertos de parce-
sociales son que este campo no puede ser con- las que no pueden ser disciplinadas. La obra
siderado como una tecnología sino que se que reseñamos contribuirá, sin duda, al de-
trata más bien de una práctica del orden éti- bate señalado.
co y sociopolítico. Participar en la elabora-
ción de propuestas para la enseñanza de esta
área, no sólo es dilucidar el tipo de conteni- Carlos A. Dicroce
dos, su secuenciación, las actividades a reali- Universidad Nacional de La Plata
zar, o cualquier otro elemento didáctico, sino
que supone al mismo tiempo motorizar di-
ferentes concepciones del mundo, filosofías,
creencias, ideologías, intereses, que consti-
tuyen la base del pluralismo de nuestra so-
ciedad.
Trabajar en el campo de la enseñanza de
ciencias sociales requiere, en primer lugar,
hacerse cargo de las diferencias y situarse para
un debate que debe avivarse racional y de-
mocráticamente; en segundo término, cono-
cer las variaciones conceptuales y
procedimentales que se han hecho a lo largo
de la historia de la didáctica de las ciencias

223

También podría gustarte