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Índice

Índice.....................................................................................................................................1

Introducción.........................................................................................................................2

Dedicatoria...........................................................................................................................3

Mal uso del Internet...........................................................................................................4

A que zonas geográficas afecta.......................................................................................15

Quienes son responsables del mal uso del internet...................................................28

A quienes afecta................................................................................................................36
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Introducción

Con el presente trabajo se pretende dar a conocer algunos conceptos


fundamentales sobre el uso incorrecto del internet y de sus efectos en las personas
que lo utilizan, así como también algunas medidas que se pueden tomar para
evitar el mal uso de esta herramienta tecnológica que es de gran utilidad para
todos.

Como ya lo mencionamos esta herramienta tecnológica es de gran ayuda para


todas las personas y la finalidad de este trabajo es dar a conocer y de esta forma
reducir daños por un mal uso de Internet, consideramos que es necesario fomentar
la educación, tanto en la familia como en el centro escolar e instituciones que
formen a menores en el uso de las tecnologías de información y comunicación,
haciéndoles entender de que no todo lo que hay en Internet es verdadero ni
beneficioso.
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Dedicatoria

El presente trabajo está dedicado a todos los alumnos del Instituto Nacional de
Santiago de María, para que por medio de él puedan conocer y evitar el Mal uso
del internet y sus repercusiones en nuestra sociedad.
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Mal uso del Internet

Son indiscutibles las numerosas posibilidades y ventajas que ofrece el uso de


internet en todos los ámbitos. Sin embargo, no se deben ignorar los peligros y
riesgos que puede conllevar el hacer un mal uso del mismo.
Hay que tener cuidado como usar internet sobre todo en sectores de la población
especialmente influenciables o vulnerables como pueden ser los niños, los
adolescentes o las personas con determinados problemas psicológicos.
El uso de internet por parte de los adolescentes suele centrarse principalmente en
establecer contactos y vinculaciones con grupos de iguales, superando la distancia
física. Este medio les permite poder expresarse y hablar de determinados temas
que podrían resultarles difíciles de tratar en relaciones directas, a la vez que puede
convertirse en una forma de intentar superar estados de aburrimiento o
monotonía, al permitirles encontrar información sobre temas que les resultan
estimulantes.
A grandes rasgos, el uso que hace un
adolescente de internet puede ser problemático
cuando el número de horas de conexión afecta
al correcto desarrollo de su vida cotidiana,
causándole, por ejemplo, estados de
somnolencia, alteraciones en su estado de
ánimo o una reducción significativa de las
horas que dedica al estudio o a otras
obligaciones. Además, una escasa atención por
parte de los padres puede dejarles vía libre
para acceder, sin ningún control ni vigilancia, a
determinadas páginas inadecuadas para su nivel de madurez.
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Si disponen de ordenador en casa y éste no tiene activados los filtros que limiten el
acceso a determinadas páginas de información, los niños y adolescentes pueden
encontrarse, accidental o intencionadamente, contenidos, servicios y personas no
siempre fiables ni aptos para su edad.
Los principales riesgos asociados a un mal uso de internet son:
El acceso a contenidos no contrastados, poco fiables o falsos.
Una sobreestimulación, dispersión de la atención o dedicación de excesivo tiempo
para buscar una determinada información.
La facilidad de acceso a páginas con información peligrosa o nociva, por ejemplo, a
imágenes de contenido sexual, pornográfico o violento o a textos y relatos que
pueden incitar al consumo de drogas o medicación, así como al seguimiento de
ideologías de tipo racista, sexista o, incluso, a la afiliación a determinadas sectas.
La recepción por correo electrónico de determinados mensajes de propaganda no
deseada, el contenido de la cual puede proponer negocios ilegales o contener virus.
La participación en chats, foros o determinadas redes sociales puede facilitar
contactos indeseados con personas que pueden utilizar identidades falsas,
buscando, por ejemplo, víctimas para actos sexuales, violentos o delictivos.
Asimismo, la recepción de mensajes personales cuyo contenido puede resultar
ofensivo puede también propiciar la posibilidad de entrar en discusiones, recibir
amenazas o, incluso, encontrarse involucrado en situaciones de abuso o acoso a
través de la red. Hay que tener en cuenta que el anonimato que proporciona
internet puede facilitar el atrevimiento de determinados comentarios o actitudes
que difícilmente se expresarían en las relaciones directas con otras personas.
La pérdida de intimidad que conlleva la cumplimentación de formularios de
acceso a algunas páginas, facilitándose información personal a individuos o
empresas desconocidas.
Los menores pueden verse influenciados por una publicidad
engañosa o abusiva, que les incite a realizar compras por
internet sin la autorización de sus padres. Los
datos personales y los códigos secretos de las tarjetas de
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crédito que se facilitan en las compras pueden convertirles en víctimas de estafas o


robos en páginas web poco fiables o controladas por terceros.

El desarrollo de trastornos psicológicos como la adicción a internet que pueden


surgir cuando confluyen determinados factores, como problemas en la autoestima,
la sociabilidad o dificultades familiares, unidos a la vulnerabilidad típica de esta
edad y a la cantidad de estímulos atractivos y sensaciones placenteras que puede
proporcionar internet.
Un adolescente puede haber desarrollado una adicción a internet cuando de
manera habitual es incapaz de controlar el tiempo que permanece conectado,
relega sus principales obligaciones, evita o abandona otras actividades
importantes, pierde contactos sociales, reduce las horas de sueño, descuida hábitos
de alimentación, salud, higiene personal y actividad física y tiende a mostrarse
irritable. Existen diferentes modalidades específicas de adicción a internet, como la
necesidad de buscar información constantemente, la de la búsqueda de
determinadas sensaciones, la de frecuentar entornos sociales, anhelando conocer
gente nueva con personalidades ficticias, la adicción al juego o a la compra
compulsiva, entre otras.
¿Cómo actuar?
Los padres deben estar atentos al uso que sus hijos hacen de internet, controlando
el tiempo que éstos pasan conectados, la frecuencia con la que lo hacen, los
motivos por los que dicen que se conectan, la reacción que tienen cuando se les
interrumpe y la actitud que muestran mientras están navegando por la red.
Es importante enseñarles progresivamente a seleccionar contenidos y fuentes de
información fiables, desarrollando la capacidad de ser críticos con las mismas. Este
proceso educativo debe pasar por alertarles del peligro que conlleva facilitar datos
personales en la red, entablar relación con personas desconocidas o el intercambio
de archivos y mensajes en un entorno no seguro.
Al mismo tiempo, se les debe ayudar a evitar la dispersión, concretando los
términos según la información buscada y delimitando a la vez el tiempo destinado
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a la conexión a internet en función del objetivo que se persiga: trabajos escolares,


juegos, contactos con amigos, etc. Un buen recurso es también la instalación de
programas de protección en los ordenadores que limiten el acceso a determinadas
páginas web.

El desarrollo de las nuevas tecnologías de


información y comunicación ha cambiado la
forma de relacionarse las personas, sobre todo en
los adolescentes y jóvenes, facilitando la
comunicación, el aprendizaje cooperativo, el
desarrollo de nuevas habilidades y formas de
construcción del conocimiento, el acceso a la
información y entretenimiento.
Internet es un medio de comunicación masivo al que cada vez más, se tiene acceso
desde los hogares. Ello permite a los menores hacer un uso regular de las
herramientas y servicios disponibles: búsqueda de información, descarga de
juegos, vídeos, música o imágenes, publicar cualquier tipo de contenido,
comunicarse con cualquiera, realizar compras, etc.
Según un estudio sobre conductas adictivas en Internet financiado por la Comisión
Europea y realizado en 7 países europeos (Grecia, Alemania, Holanda, Islandia,
Polonia, Rumania y España), el 21,3% de los adolescentes españoles presentan
indicios de desarrollar una conducta adictiva a Internet debido al tiempo que
pasan en la Red, frente al 12,7% de media europea.
Según los autores del estudio la conducta adictiva a Internet es ”un patrón de
comportamiento caracterizado por la pérdida de control sobre el uso de Internet.
Esta conducta conduce potencialmente al aislamiento y al descuido de las
relaciones sociales, de las actividades académicas, de las actividades recreativas, de
la salud y de la higiene personal”.
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El excesivo o mal uso de Internet puede tener


consecuencias para la salud física y psicológica. Los
daños físicos van unidos al sedentarismo. Los riesgos de
tipo psicológico hacen mención al aislamiento, falta de
habilidades sociales, visión distorsionada de la realidad,
cambios en su conducta y adicción o fuerte
dependencia.
Algunos de los riesgos que se pueden producir por un mal uso de Internet y que a
veces los adolescentes y jóvenes desconocen son el grooming (contactar con
extraños a través de la red), exposición a contenidos sexuales o ciberbulling (acoso
online).
En el estudio se dice que un 13,9% de la muestra presenta Conducta disfuncional
en Internet (CDI). En el documento se indica que esta conducta está formada por
población que presenta Conducta Adictiva a Internet (CAI) y población En riesgo
de CAI.
Según los datos, España, Rumania y Polonia presentan una mayor prevalencia de
CDI, mientras que Alemania e Islandia presentan la menor prevalencia.

También se destacan los juegos de azar con apuestas online (5,9% del total de la
muestra apuesta online), el uso de redes sociales (92% total de la muestra son
miembros de al menos una Red Social) y los juegos de ordenador (61,8% de la
muestra son jugadores) como actividades que realizan los jóvenes y adolescentes e
inducen al desarrollo de una CDI. Otras actividades como la visión de
vídeos/películas y hacer los deberes/búsqueda de información no están asociadas
a una CDI.

Se considera que los adolescentes que usan las redes sociales durante más de 2
horas, juegan más de 2,6 horas al día y realizan apuestas tienen más riesgo de
manifestar una CDI.
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Otro de los factores de riesgo para el desarrollo de una CDI es el fortalecimiento.


Algunos adolescentes carecen de habilidades sociales y es de forma online donde
encuentran un alto grado de fortalecimiento al experimentar situaciones positivas
como pueden ser: sentirse aceptado o valorado, aumentar la destreza en los juegos,
tener un sentimiento de igualdad y ocupación de horas libres, etc.

Las oportunidades que nos brinda Internet para facilitar muchas de las actividades
humanas y contribuir al desarrollo personal de los usuarios son indiscutibles, pero
también conlleva riesgos.

FUENTE: FLICKR- KARAPOLANCO. ARBOL-TIC. EL NUEVO ÁRBOL DE LA


COMUNICACIÓN

En el caso de los niños y adolescentes, la falta de una adecuada atención por parte
de los adultos les deja aún más vía libre para acceder sin control a Internet. Si el
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ordenador o la tableta no dispone de filtros que limiten el acceso a las páginas


inadecuadas, de forma accidental o buscando nuevos amigos y estímulos se irán
encontrando allí con toda clase de contenidos, servicios y personas, no siempre
fiables ni convenientes para todas las edades. Y lo que empieza por curiosidad
puede acabar en una adicción ya que los niños y los adolescentes son fácilmente
seducibles. Por desgracia hay muchos adultos que no son conscientes de estos
peligros, que ya se daban en parte con la televisión y los videojuegos y que ahora
se multiplican en Internet, cada vez más omnipresente y accesible a todos en las
casas, escuelas, cibercafés, smartphones…

Todas las funcionalidades de Internet (navegación por las páginas web,


publicación de weblogs y webs, correo electrónico, mensajería instantánea, foros,
chats, gestiones y comercio electrónico, entornos para el ocio…) pueden comportar
algún riesgo, al igual que ocurre en las actividades que realizamos en el «mundo
físico». En el caso de Internet, destacamos los siguientes riesgos:

-Relacionados con la información.

 Acceso a información poco fiable y falsa.


 Dispersión, pérdida de tiempo.
 Acceso de los niños a información inapropiada y nociva para su edad.
 Acceso a información peligrosa, inmoral, ilícita (pornografía infantil, violencia,
racismo, terrorismo,…)

-Relacionados con la comunicación

 Bloqueo del buzón de correo.


 Recepción de “mensajes basura”.
 Recepción de mensajes ofensivos.
 Pérdida de intimidad.
 Acciones ilegales: difundir datos de terceras personas, plagiar, amenazar,…
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 Malas compañías.

-Relacionados con las actividades económicas.

 Estafas.
 Compras inducidas por publicidad abusiva.
 Compras por menores sin autorización paterna.
 Robos.
 Actuaciones delictivas por violación de la propiedad intelectual.
 Realización de negocios ilegales.
 Gastos telefónicos desorbitados.

-Relacionados con las adicciones.

 Adicción a buscar información.


 Adicción a frecuentar las Redes Sociales.
 Juego compulsivo.
 Compras compulsivas.

DE INTERES
Siempre es aconsejable buscar la ayuda profesional de un psicólogo si se detectan
señales de un mal uso de internet por parte de niños o adolescentes o se sospecha
de una posible adicción a la red.

Ante la lógica preocupación que despierta todo este asunto para padres con niños
o hijos adolescentes, desde *Solutia queremos ofrecer una serie de consejos para
un buen uso de Internet:
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1. Conocer Internet y saber cómo funciona

Es imprescindible que los padres conozcan y aprendan cómo funciona Internet,


para qué sirve y qué nuevas tecnologías están asociadas a él. Sólo así se podrá
educar a los hijos de una manera correcta, a ayudarles a elegir las opciones
adecuadas, y así evitar que accedan a páginas o contenidos inapropiados o
maliciosos para ellos.

2. Establecer una comunicación abierta con nuestros hijos

Deben saber que estamos dispuestos a ayudarles, a resolver sus dudas y a


aconsejarles, de manera que se establezca una relación de confianza en la que ellos
se sientan cómodos y nos cuenten cualquier problema en Internet. Los padres
deben interesarse por lo que hacen sus hijos en la Red, pero sin interrogatorios,
respetando su intimidad.

3. Evitar prohibir su utilización

Prohibir al acceso a Internet puede ser contraproducente, en especial en el caso de


los adolescentes. Los niños deben aprender los hábitos de un buen uso de Internet
a través de los padres, con sus lecciones e indicaciones, de forma que se conviertan
en un ejemplo a seguir. Sólo de este modo contribuiremos a hacer un uso
responsable de la Red por parte de nuestros hijos.

4. Adoptar unas normas de uso

Siempre es bueno adoptar unas normas de uso de Internet apropiadas para los
niños según su edad (horarios, tiempo de uso, contenidos), lo que ayudará a
mantener un equilibrio con sus otras actividades ordinarias. Un uso exagerado
puede ser perjudicial, mientras que restringir su utilización en horas de comida o
por las noches pueden ser buenas medidas. Es recomendable evitar el uso de
ordenadores en los dormitorios.
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5. Supervisar sus acciones

Es importante interesarse por las actividades de los hijos en Internet. Preguntarles


qué es lo que hacen, qué páginas web visitan, conocer sus amigos en las redes
sociales. Una buena estrategia es también ubicar el ordenador en un espacio
transitado de la casa, como el salón, de manera que controlemos el tiempo de
conexión y que se convierta en un uso a la vista de toda la familia, evitando
también que personas con intereses maliciosos puedan comunicarse online con
nuestros hijos.

6. Acompañarlos en el uso

Hay que acompañar a los hijos a la hora de navegar por Internet. Tanto en el
sentido de acompañarlo en el aprendizaje gradual acerca de su uso, de una manera
positiva, como de avanzar con él en los conocimientos digitales que se vayan
adquiriendo, para evitar que se produzca una brecha digital entre padres e hijos.

7. Educar con responsabilidad

Enseñe a sus hijos a usar Internet y las TICs con responsabilidad, con respeto hacia
los demás y hacia uno mismo, de manera que sepan en todo momento las
consecuencias de sus acciones. Internet debe ser un espacio de convivencia
positiva, donde se comporten educadamente y se eviten situaciones conflictivas
(acoso escolar, etc.). Inculcarles estas pautas de comportamiento es fundamental.

8. Concienciar de los peligros de la Red

Los padres deben conversar con sus hijos sobre los peligros de Internet, y explicar
qué tipo de información no es conveniente proporcionar a través de ella. Cuidando
los datos personales, de contacto, imágenes, etc. se salvaguarda la privacidad de
ellos y toda la familia. También es conveniente informar de las actividades ilegales
en la Red (descargas audiovisuales, ciberbulling, etc.).
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9. Asegurar el no acceso a contenidos negativos

Existen herramientas que contribuyen a evitar el acceso a contenidos negativos y


ofensivos para nuestros hijos. Filtros de páginas web, cortafuegos, bloqueo de
ventanas emergentes, sistemas de control parental, motores de búsqueda para
niños y jóvenes, etc. De este modo, mejoramos la seguridad de nuestros niños y
jóvenes en Internet.

10. Aceptar la realidad digital

Hay que aceptar la realidad del entorno digital, ya que está presente en nuestra
sociedad y tarde o temprano tendremos que afrontarlo con nuestros hijos. Por ello
es mejor hacerlo con naturalidad, desde el conocimiento de la Red y sabiendo que
existen herramientas para ayudarnos a educarlos responsablemente, y también
para ayudar a los padres en ese aprendizaje.
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A que zonas geográficas afecta.

Los países en los que la gente pasa más tiempo en las redes sociales (y los líderes
en América Latina)

A nivel global el tiempo dedicado a las redes sociales ha aumentado en promedio


casi un 60% en los últimos siete años.
La firma de investigación con sede en Londres GlobalWebIndex analizó datos de
45 de los mercados de internet más grandes del mundo y estimó que el tiempo que
cada persona dedica a los sitios o aplicaciones de redes sociales pasó de unos 90
minutos por día en 2012 a 143 minutos en los primeros tres meses de 2019.
Pero existen grandes variaciones de uso a nivel regional y nacional.
En América Latina, por ejemplo, donde estánlos mayores usuarios de redes
sociales del mundo, la media de tiempo de pantalla diario es de 212 minutos.
En qué países de América Latina es más caro usar internet en el celular (y dónde
cuesta menos)
Mientras que el promedio regional más bajo proviene de América del Norte, con
116 minutos.
Uso de redes sociales
Tiempo de pantalla diario en minutos
Filipinas, por su parte, es el país donde los usuarios pasan más tiempo en las redes
sociales: 241 minutos al día, lo que contrasta con los 45 minutos diarios de
promedio en Japón.
Pero dos países latinoamericanos —Brasil y Colombia— completan el podio de los
más enganchados a las redes sociales, con 225 y 216 minutos diarios de promedio,
respectivamente.
Mientras que Argentina —que con 207 minutos ocupa el quinto lugar mundial—
y México —que con 190 minutos llega en octavo puesto— completan un top 10 con
marcado acento latinoamericano.
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Así canalizamos nuestras obsesiones en las redes sociales (y por qué se nos puede
ir de las manos)
Promedio diario de tiempo de pantalla
Lo más sorprendente del estudio, sin embargo, tal vez sea que la encuesta
practicada a unos 1,8 millones de personas también reveló que el tiempo de
pantalla se mantuvo igual o disminuyó en casi la mitad de los países estudiados
GlobalWebIndex dice que los datos sugieren que "muchos usuarios de internet
tienen una mejor conciencia del tiempo que pasan mirando las pantallas".
"Los usuarios de internet ahora pasan más de seis horas en línea por día, y un
tercio de ese tiempo se dedica a las redes sociales", le dijo a la BBC Chase Buckle,
gerente de tendencias de la compañía, a la BBC.
"El alcance de la presencia de las redes sociales en nuestra vida cotidiana se ha
convertido en un tema candente por causa del continuo escrutinio en torno a los
incidentes de privacidad de alto perfil y las responsabilidades de moderación de
contenido", explicó Buckle.
"¿Cuáles son tus cuentas de redes sociales?": la polémica pregunta que EE.UU. le
empezó a hacerles a algunos de sus visitantes
"La cantidad de tiempo que pasamos a diario en las redes sociales es uno de los
indicadores más visibles de su presencia, y el crecimiento de las herramientas de
bienestar digital en los teléfonos inteligentes solo ha aumentado la visibilidad de
esta presencia", agregó.
Los países que bajan
De las naciones encuestadas, Tailandia obtuvo la mayor caída en el uso diario de
las redes sociales: su tiempo promedio de pantalla cayó de 194 minutos a 171
minutos entre 2018 y 2019.
En Vietnam, el uso diario cayó 10 minutos en comparación con el año pasado.
Indonesia, Bélgica, Ghana y Estados Unidos también mostraron fuertes
reducciones.
7 minutos ocupa, el quinto lugar mundial.
La tendencia, sin embargo, no parece haber llegado a América Latina.
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En México el tiempo de pantalla solo se redujo en cuatro segundos durante los


primeros tres meses de 2019 en comparación con 2018.
Y durante el mismo período el tiempo dedicado a las redes sociales aumentó en
Brasil, Colombia y Argentina (en seis, dos y 10 segundos respectivamente).
¿Por qué hay empresas que están abandonando las redes sociales?
De hecho, el uso de redes sociales está en aumento en la mayoría de los países
encuestados. Y en algunos de ellos ha aumentado significativamente.
El usuario promedio en China, por ejemplo, ahora pasa 139 minutos al día en las
redes sociales: 19 minutos más que en 2018.
Mientras que el uso diario aumentó en 14 minutos en Arabia Saudita y 13 en
Turquía.
Superaplicaciones
Según Buckle, parte de este aumento tiene que ver con el hecho de que en Asia el
panorama de las redes sociales "es bastante único".
"Las 'superaplicaciones', aplicaciones de redes sociales que van mucho más allá del
rol de una plataforma de redes sociales en el sentido occidental, son muy
populares", explica.
del mundo que más tiempo pasa conectado a las redes sociales: más de cuatro
horas diarias en promedio.
"Les permiten a los usuarios no solo conectarse con sus pares, sino también hacer
todo tipo de cosas, desde pagar facturas de servicios públicos a reservar
restaurantes, pedir taxis y hacer compras", detalla.
Y como ejemplo ofrece a WeChat, que en China domina el panorama de las redes
sociales.
Cómo la aplicación china WeChat puso mi imagen y voz en alguna base de datos
biométrica de personas problemáticas
"Cada vez más actividades migran constantemente a la aplicación, dando a los
consumidores más y más razones para utilizar las redes sociales para navegar en
su vida cotidiana", le dice a la BBC.
Impulso juvenil
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El aumento del tiempo dedicado a las redes sociales parece estar impulsado por su
uso por parte de un grupo demográfico específico: personas de 16 a 24 años.
Ellos son los que pasan más tiempo por día en línea: GlobalWebIndex registró su
uso diario de redes sociales en poco menos de 180 minutos en promedio en 2018.
Y los jóvenes argentinos de los 16 a 24 años tienen el promedio de uso más alto del
mundo: nada menos que 257 minutos diarios conectados al día.

Internet ha revolucionado muchos ámbitos y especialmente el de las


comunicaciones de una manera radical hasta el punto de llegar a convertirse en un
medio global de comunicación hoy día cotidiano en nuestras vidas. Lo utilizamos
para casi todo, desde compartir un momento con un amigo enviando una foto a
través de mensajería instantánea hasta pedir una pizza o comprar un televisor.
Antes, si queríamos leer un periódico debíamos comprar una edición local en
papel cuando abría el quiosco de prensa con las noticias del día anterior. Hoy, con
un solo clic no solo podemos leer nuestro periódico local, sino también el periódico
de cualquier parte del mundo, con una actualización permanente de contenidos.

Ya no era solo una red de intercambio de información, se llegó a convertir en una


herramienta de trabajo multidisciplinar, una sofisticada herramienta de escape de
la realidad y, sobre todo, una importante herramienta de generación de contenidos
y de comunicación entre individuos. Hoy tenemos la posibilidad de enviar
información de un lugar del mundo a otro en segundos, realizar
presentaciones online, compartir nuestras vidas a través de fotos, vídeos, sonidos y
textos, vivir en un mundo paralelo como nos proponen algunos juegos, pero, sobre
todo, compartir nuestra vida real, nuestra identidad auténtica. De esta manera,
historias personales se convirtieron en públicas y temas locales se convierten en
globales.

El desarrollo de internet ha puesto en marcha un debate sobre el modo en el que la


comunicación a través de internet afecta las relaciones sociales. Internet libera al
individuo de las restricciones geográficas y une a las personas en torno a nuevas
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comunidades de interés que no están atadas a un lugar concreto. Vivimos en una


nueva sociedad en red y globalizada, unida a través de las nuevas tecnologías.
Internet es nuestra herramienta de interacción relacional y plantea también nuevos
retos para la privacidad y la seguridad.

Así pues, las tecnologías de la información han forjado cambios fundamentales en


toda la sociedad posibilitando el paso de la era industrial a la era de redes. Vivimos
en una sociedad en la que las redes de información global resultan infraestructuras
esenciales, pero ¿cómo han afectado estos cambios a las relaciones humanas?
Internet ha cambiado el comercio, la educación, el gobierno, la salud e incluso la
forma de relacionarnos afectivamente; podría decirse que está siendo uno de los
instrumentos principales de cambio social en la actualidad.

Es especialmente importante cómo ha afectado a la propia comunicación social. No


hay duda de que cada día las nuevas tecnologías siguen ganando terreno y
transformando nuestros hábitos y posibilidades de comunicación, y lo han hecho
especialmente entre el público joven, aunque a día de hoy todavía haya lugar para
las herramientas analógicas en determinados sectores. Con internet no existen ya
fronteras para la comunicación. A través de internet las barreras tradicionales de
tiempo y espacio desaparecen, como he comentado antes, y las posibilidades
comunicativas se amplían. Se ha llegado incluso a hablar de «la nueva democracia
de la comunicación» gracias al impacto de las herramientas sociales.

Hoy en día la instantaneidad y la movilidad se vuelven predominantes en la


evolución de internet. El internet móvil vuelve a revolucionar, una vez más, esta
joven historia. No hay duda de que nos enfrentamos a una realidad que es cada
vez más móvil, con conectividad total a internet a través de smartphones y tabletas
en todos los ámbitos posibles. Una realidad en la que todo está en la nube sin
depender de un dispositivo concreto.
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La tendencia de uso de internet de los usuarios ya no es pasar horas conectados


delante de un ordenador después de las clases o de trabajar, sino estar conectados
en todo momento y en cualquier lugar a través de dispositivos móviles.

El cambio de tendencia es radical y quien no lo esté asumiendo está perdiendo una


oportunidad.

Oportunidades de comunicación que ha traído internet

Internet está totalmente integrado en nuestra vida diaria, en todos los ámbitos, y
esto ha tenido una repercusión en la forma en la que interactuamos con los demás.

Internet y la educación

Es evidente que internet ha tenido un notable impacto en todos los niveles de la


educación, proporcionando un aprendizaje sin fronteras, sin límites. Creo que el
futuro de la educación está conectado en red. En internet las personas pueden
colaborar para crear y compartir conocimientos, y desarrollar nuevas maneras de
enseñar y aprender que capten la atención y estimulen la imaginación de los
estudiantes en cualquier momento y lugar, mediante cualquier dispositivo.
Además, al conectar y habilitar a los estudiantes y los educadores, podemos
acelerar el crecimiento económico y mejorar el bienestar social en todo el mundo.
Debemos trabajar juntos, en red, para construir la sociedad del aprendizaje global.

La red de redes es una fuente inagotable de información y ha hecho que el


consumidor de la información pase de tener el papel de receptor pasivo de un
mensaje con los medios de comunicación tradicionales, a tener un papel activo,
donde él selecciona qué información desea recibir, cómo y cuándo. Incluso el
propio receptor decide si quiere mantenerse informado o no.

Hemos pasado de un sistema de comunicación de masas regadera a un sistema de


selección de información proactivo por parte del consumidor de información.
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Además, internet permite a los estudiantes trabajar en colaboración y de manera


interactiva con otros estudiantes, eliminando las barreras espacio-temporales y los
impedimentos materiales. Considero que algunas de las ventajas que nos brinda
internet en el ámbito de la educación a día de hoy son la posibilidad de utilizar
internet como fuente y archivo de conocimiento intercambiable, pues tenemos
acceso a bibliotecas, enciclopedias, pinacotecas, hemerotecas y demás bases de
datos desde cualquier parte. La red es un recurso formidable para enriquecer el
proceso de construcción de conocimientos.

Creo también que internet es una gran herramienta para mejorar el conocimiento y
práctica de otros idiomas, una eterna tarea pendiente en muchos países como el
nuestro y que se hace imperioso mejorar en un mundo globalizado.

Ligado a la comunicación, internet se ha convertido en una herramienta esencial


para intercambiar información y ampliar formación: utilizamos internet no solo
como fuente de información o como espacio para la publicación de resultados, sino
también como canal de comunicación y cooperación con otras personas y grupos
que trabajan en proyectos o ámbitos de formación similares.

Internet y la privacidad y seguridad

Siguiendo el hilo de la educación, lo siguiente que viene a mi cabeza cuando


pienso en internet es el ámbito de privacidad. Creo que la privacidad en la red es
un factor realmente importante a tener en cuenta. Es una parte fundamental de
nuestras vidas y la mayoría de los usuarios de internet cada día son más
conscientes de ello. La privacidad ha venido ganando importancia a medida que se
ha extendido la toma de conciencia sobre las implicaciones de la participación en
redes sociales. Sin embargo, su uso se ha extendido muy habitualmente antes que
el conocimiento de su uso adecuado y, en no pocas ocasiones, el aprendizaje ha
llegado a través del método ensayo-error, de traspiés, accidentes y fracasos.
Ejemplos del uso desafortunado de las redes sociales han sido noticia diaria en los
últimos tiempos. Famosos con comentarios inadecuados en sus perfiles o fotos o
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vídeos no deseados difundidos masivamente, actitudes arrogantes de perfiles


corporativos frente a los usuarios o incluso, desgraciadamente, casos de delitos
cometidos comercializando datos personales o usando las redes sociales como
instrumento.

En este contexto, se ha evidenciado la importancia, a menudo descuidada por


desconocimiento, de la seguridad y la privacidad online, que, en mi opinión, aún
ganará más importancia en el futuro. Cuidar de la privacidad es algo común a los
intereses de cualquier usuario, pero especialmente importante y sensible cuando
hablamos de menores edad, que, a pesar de la labor de concienciación y
sensibilización desarrollada, aún tienen conductas despreocupadamente
inconscientes de las consecuencias que puede tener su actividad digital.

Yo he sido siempre muy consciente de ello, y en Tuenti todos los usuarios tienen
activado por defecto el máximo nivel de privacidad y protección de sus datos e
información personales. Solo aquellas personas que el usuario haya aceptado como
amigo pueden acceder a su información personal, así como ver sus números de
teléfono o descargar sus fotos. Es decir, por defecto no se permite el acceso a la
información de los usuarios por parte de terceros usuarios. Además hay
mecanismos de reporte y denuncia a disposición de todos los usuarios. Cualquiera
puede reportar perfiles y fotos inadecuadas, abusivas o que incumplen las
condiciones de uso y se actúa de inmediato. Las consultas de seguridad y
privacidad se resuelven en un plazo máximo de 24 horas.

Sin embargo, el cuidado por la privacidad es muy diferente entre unas y otras
herramientas en internet. Algunas son totalmente abiertas y públicas y no tienen
medidas para garantizar la protección de la información personal e indexan todos
los perfiles en buscadores en internet.

Por otro lado, considero que el debate de la edad de entrada en redes sociales no
tiene del todo sentido cuando la mayoría de herramientas a nivel global no tiene
ningún tipo de limitación al respecto. El marco normativo europeo difiere
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enormemente del americano o el asiático. Las empresas europeas deben cumplir


con una estricta política al respecto de la privacidad o la participación de menores
en redes sociales, lo que puede convertirse en una desventaja competitiva si las
reglas del juego no son las mismas para todos, compitiendo con herramientas
americanas o japonesas que no tienen limitaciones, por ejemplo, a la edad de
acceso.

Más allá de la industria o los reguladores, es elemental que los propios usuarios
cuiden y se preocupen por la privacidad de sus datos. Creo que la información es
propiedad del usuario y, por tanto, es el usuario el único con derecho a controlar la
recogida, uso y revelación de cualquier información sobre sí mismo. Algunas redes
sociales parecen haberlo olvidado cuando comercializan datos, hacen imposible
borrar un perfil o limitan el acceso a la información privada con métodos
complejos de gestión. Todo debería ser mucho más sencillo y transparente.

Las redes sociales pueden seguir trabajando intensamente en el desarrollo de


sistemas de autorregulación y directrices en este nuevo entorno de convivencia
digital que garanticen la seguridad de los usuarios para hacer de internet un
espacio de libertad pero también de confianza. La educación es la principal baza
para generar la adecuada participación en este entorno; aunque la educación no
servirá de nada, si no se exige al mismo tiempo el respeto más absoluto a la
privacidad del individuo como un valor universal.

Internet y la cultura

Al igual que ocurre en el ámbito de la educación, es un hecho que el desarrollo de


las tecnologías de la información y la comunicación, así como el alcance de la
globalización, están cambiando nuestra propia naturaleza y también el significado
de la identidad cultural. Vivimos en un mundo complejo, donde la comunicación y
los flujos culturales traspasan cada vez más las fronteras. Conceptos como el
espacio, el tiempo y la distancia pierden su significado tradicional. Así nace la
24

globalización cultural y se desarrolla una difusión global de acciones e iniciativas


en este ámbito.

De nuevo encontramos enormes oportunidades para la cultura gracias a las


herramientas digitales. Las posibilidades de dar a conocer una propuesta, una obra
de arte o un conocimiento se multiplican. Frente a los que son pesimistas sobre el
impacto negativo que internet puede tener en la cultura, yo soy radicalmente
optimista. Internet posibilita que la cultura esté al alcance de más personas, de
forma más sencilla y rápida, y a la vez posibilita el desarrollo de nuevos canales de
expresión para el arte y de divulgación del conocimiento. Incluso se ha llegado a
considerar que internet no es solamente una tecnología, sino que es una
producción cultural en sí misma.

Además de este efecto en sentido más estricto sobre la cultura, tiene efectos muy
importantes sobre la innovación, que es lo que permite el avance en todos los
órdenes, y, por tanto, sobre el avance del conocimiento, de la sociedad, de la
creación de bienes y servicios, de ideas o de bienestar.

Internet y las relaciones afectivas

Internet también ha cambiado la manera de relacionarnos en el plano afectivo. En


este sentido, ahora todos estamos comunicados con todos de una manera más
accesible, inmediata y sencilla, acercando nuestras relaciones personales y
sentimentales a la pantalla del ordenador, el teléfono móvil o la tableta.

Las ventajas de tener acceso a esta disponibilidad inmediata y estar siempre


conectado son muy importantes. Por ejemplo, hoy en día no podría concebir una
relación a distancia con mi pareja o mi familia sin las herramientas de
comunicación que nos proporciona la red de redes. Puedo estar viviendo en
Madrid y mantener una relación cercana con mi hermano en California. Para mí,
esa es la principal ventaja de internet: estar conectado con la gente que realmente
me importa.
25

Como vengo señalando, se trata de una revolución no solo en el plano tecnológico,


sino también en el plano individual y de la estructura de la sociedad. Internet
permite que un número ilimitado de personas pueda comunicarse fácil y
libremente, sin barreras.

Impensable hace un siglo. De hecho, cada vez son más las parejas que se crean,
mantienen o rompen con la ayuda, o como consecuencia también, del uso de las
herramientas de comunicación social. Incluso determinadas aplicaciones y redes
sociales están especialmente centradas en el ámbito específicamente sexual.

Es verdad que frente a la comunicación en persona, existen limitaciones para la


comunicación digital, al contar con menos recursos sensoriales (se estima que entre
el 60% y 70% de lo que comunicamos los humanos lo hacemos por medios no
verbales), lo que a veces ha dado lugar a malentendidos o situaciones
embarazosas, y no son pocas las relaciones que han terminado como consecuencia
de ello. Creo que la clave es ser auténtico, honesto, real en todo momento,
utilizando cualquiera de las herramientas y aprovechando sus ventajas. El que es
mentiroso o infiel lo es independientemente de internet.

Internet y el activismo social y político

Ya antes de la existencia de las redes sociales, hubo experiencias pioneras en este


ámbito como Essembly, proyecto en el que estuve involucrado. Empezamos a crear
algo para facilitar la comunicación, con un enfoque político, para canalizar causas
sociales y políticas, pero aún no existían las plataformas sociales que han permitido
después impulsar, de un modo nuevo, el activismo.

Varios estudios señalan que los jóvenes que hablan sobre sus opiniones políticas en
internet son más propensos a participar en los asuntos públicos. Cuanto más
informado está un ciudadano, más probabilidades hay de que participe en las
elecciones y lo hará de forma más libre. Internet ha sido una herramienta de
comunicación decisiva en las últimas contiendas electorales y, gracias a internet,
causas sociales, solidarias, ideológicas o políticas han conseguido lograr el apoyo
26

de otros ciudadanos que compartían la misma visión y hacer de altavoz de las


mismas, no en pocos casos con resultados reales sobre la toma de decisiones de los
gobiernos.

Internet y los hábitos de consumo

Las nuevas tecnologías aumentan la velocidad de transferencia de información, lo


que hace posible el consumo a la carta. Las ventajas que ofrece internet son infinitas
tanto en el consumo de contenidos, de ocio, de información, etcétera, como en las
innumerables ventajas derivadas del comercio online, que hoy en día se ha
convertido en un canal de enorme relevancia para la distribución de productos y
servicios. Podemos ir al supermercado de manera virtual, adquirir un billete de
avión o comprar una camiseta en Australia. Las nuevas aplicaciones permiten
realizar transacciones económicas de forma segura y proporcionan nuevas
oportunidades para el comercio.

El usuario, el consumidor, gana poder en este escenario y se quiebran las reglas y


metodologías clásicas de la distribución y el marketing. El acceso a la información
por parte de los consumidores se multiplica y las opiniones de los mismos sobre
sus experiencias cobran un nuevo protagonismo. El acceso a todo tipo de
comparativas y listas de productos, opiniones y valoraciones de usuarios,
recomendaciones de bloggers reconocidos, etcétera, configuran un nuevo escenario
para el consumo, el comercio y la economía.

Internet y la economía

Internet es uno de los factores clave de dinamización de la economía en la


actualidad. Nadie se puede permitir el lujo de quedarse rezagado. Además, en un
entorno macroeconómico difícil, internet puede actuar como impulsor del
crecimiento de la economía y este crecimiento viene acompañado de mejoras
también en la productividad y la competitividad.

Internet ofrece oportunidades y ventajas para fortalecer la economía, la cuestión es


cómo sacar el máximo provecho de ello. Creo que en Europa y España se están
27

haciendo esfuerzos para aprovecharlo al máximo y potenciar su impacto, pero hay


cosas que se pueden mejorar enormemente. Europa tiene un importante reto al
respecto y el riesgo que se asume es muy grande si se pierde el tren frente a
Estados Unidos. La Comisión Europea ha lanzado Startup Manifesto, una
propuesta que busca que el viejo continente sea más amigable con los
emprendedores y que está respaldada por empresas como Spotify o Tuenti.
Europa no tiene los conocimientos adecuados, debe mejorar en ámbitos como la
financiación y la protección de datos, superando la normativa vigente (ya
anticuada), apostando por un continente mejor conectado con un único mercado
para las conexiones móviles 4G o facilitando la contratación de talentos fuera del
país.
28

Quienes son responsables del mal uso del internet

Los riesgos del mal uso de internet por menores

Los padres tienen que fijarse en el contenido y tiempo que pasan sus hijos cuando
navegan por Internet con el objetivo de evitar problemas que podrían aparecer tras
su consumo, como adiciones, obesidad, situaciones desagradables o trastornos
picológicos, ha señalado el doctor Ariel Melamud, responsable de Redes Sociales
de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE).

Este experto ha explicado a Europa Press que "hay que tener una actitud
preventiva" con los niños que utilizan Internet, al igual que se tiene en otros
campos, haciendo referencia a la prohibición de hablar con extraños, leer ciertos
textos o administrar vacunas.

Hasta ahora, los padres no se daban cuenta de que el mismo nivel de


supervisión que asumen para que no abran la puerta o hablen con desconocidos
deben utilizarlo cuando los hijos se conecten a Internet. De hecho, todavía existe
un alto número de niños que no son supervisados nunca por un adulto de forma
directa", ha argumentado.
29

En su opinión, el hecho de pasar mucho tiempo frente a la pantalla se traduce


en problemas musculares derivados de malas posiciones, trastornos visuales e,
incluso, adiciones a las redes sociales. Además, ha hecho referencia a estudios que
apuntaban a que los niños más obesos pasaban más tiempo frente a la pantalla del
ordenador que el resto de menores.

Con todo, este experto ha lamentado que "la sociedad perciba el riesgo cuando
aparecen las consecuencias" y ha advertido de que, en la adolescencia, es más
complicado remediar la situación, ya que los jóvenes saben más que sus padres.

Según la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación, un 30 por


ciento de los menores de 5 años y un 60 por ciento de entre 8 y 13 años usa
Internet. Entre los 15 y 17 años, su consumo asciende hasta un 75 por ciento.

"Tenemos el dato real de menores de cinco años que están conectados a Internet,
si lo hacen es porque sus padres se lo permiten, ya que el menor no tiene la
capacidad técnica", ha señalado. No obstante, de darse este hecho, a juicio de este
experto, los padres y pediatras tienen que procurar que los menores tengan una
"navegación segura" y, para ello, los tutores tienen que supervisar los contenidos.

Sin embargo, esta supervisión varía en función de la edad del menor. Así, en la
etapa inicial (de 2 a 4 años), los padres pueden mostrar fotos o utilizar la cámara
web. "Los niños a esta edad tienen una capacidad de atención limitada para las
actividades en línea, pero las imágenes pueden estimular su imaginación e
incorporarse a sus experiencias", ha precisado este experto.

A los cinco años comienzan a hacerlo por sí solos, por lo que los expertos
recomiendan que los padres orienten a sus hijos para que naveguen de forma
segura. Después, entre los 9 y 12 años, los niños comenzarán a buscar información
para proyectos escolares, para descargar música o jugar en línea, y hay que seguir
supervisándolos.
30

Conexiones Cortas

Según estudios, la mitad de los menores se conecta a diario (48%); el 26,5 por
ciento lo hace varias veces por semana; el 14,5 por ciento, una vez cada siete días y
solo el 10,5 por ciento, con menor frecuencia. Sin embargo, los períodos de
conexión suelen ser cortos.

De este modo, según los últimos datos recogidos por el Defensor del Menor,
prácticamente las tres cuartas partes de los usuarios jóvenes se conecta menos de 5
horas semanales. Mientras que un 19,5 por ciento navega entre 5 y 10 horas y un 15
por ciento lo hace más de 10 horas a la semana.

Por último, las horas de conexión aumentan con la edad. En una primera etapa, los
más pequeños tienen un contacto esporádico de menos de 2 horas semanales,
siendo los preadolescentes quienes realizan un uso más intensivo de la Red,
alcanzando las 5 horas a la semana.

‘Cibercooperantes’: los voluntarios contra el mal uso de Internet

Cientos de particulares en
España enseñan a jóvenes,
profesores y padres cómo hacer
un uso responsable de la Red

“En Internet hay contenido


muy bueno y otro que no es
apropiado”. Con esta frase
arranca Iván Rico, de 42 años,
su intervención ante la treintena de alumnos de 2º de la ESO del Instituto
Villablanca, en Madrid. Salvo algún comentario por lo bajo y alguna risa tan
nerviosa como tímida, los estudiantes raramente apartan la mirada del ponente.
Esto no es una clase de matemáticas, ni de historia. Rico es uno de los 140
31

cibercooperantes con los que cuenta en la región el Instituto Nacional de


Ciberseguridad (Incibe). Un ejército de voluntarios que dedican su tiempo libre a
enseñar a niños, adolescentes, padres, madres y educadores cómo usar Internet y
las redes sociales con responsabilidad.

“¿Alguno de vosotros ha buscado su nombre en Google?”. Rico lanza la pregunta,


a pesar de que intuye la respuesta. Lleva más de una veintena de charlas a sus
espaldas y las reacciones de los alumnos a determinadas cuestiones no varían
demasiado: el aula es un mar de manos alzadas. La cuestión sirve para introducir a
los jóvenes en el concepto de la identidad y la reputación digital. “Yo he hecho
procesos de selección para trabajos y he descartado a gente por sus perfiles en las
redes sociales”, alerta a los alumnos, que aún son completamente ajenos al
mercado laboral. La sesión continúa con ejemplos sobre fraudes y bulos,
privacidad y algunos toques de atención sobre el exceso de uso. De vez en cuando
se observa alguna cara de sorpresa ante las explicaciones, pero en general todos se
muestran familiarizados con el uso de las redes sociales e Internet, tanto a través
del ordenador como del teléfono. “Yo ya ni pregunto si tienen móvil”, confiesa
Rico. Sus cálculos no fallan. Según la última encuesta del INE sobre Tecnologías de
la Información y la Comunicación, el 69,1% de los niños y adolescentes de entre 10
y 15 años poseen móvil. Este porcentaje asciende al 92,8% a los 14 años.

Rico, durante la charla en el Instituto Villablanca, en Madrid. ÁLVARO GARCÍA

Antes de explicarle a decenas de chavales de Madrid, Guadalajara y Toledo cómo


relacionarse en la Red, Rico —padre de tres hijos de ocho y siete años—ya
acostumbraba a dar indicaciones a amigos y familiares. De hecho, aunque son las
menos, Rico también imparte talleres a padres, en los que aboga principalmente
por el diálogo con los hijos y por llegar a un equilibro entre los límites y la
permisividad. “La irrupción de las nuevas tecnologías les ha atropellado, están
muy perdidos. Se ponen la etiqueta de ‘no lo entiendo’, pero aunque haya
diferencia generacional se puede hablar”, argumenta el cooperante desde la
experiencia. Rico tiene tres hijos de siete y ocho años y en su móvil no faltan las
32

aplicaciones que controlan, por ejemplo, el uso de la videoconsola. A pesar de las


precauciones, insiste: “Hay contenidos que son educativos y ese tipo de cosas no
puedes penalizarlas”.

Uso excesivo

La presencia de Rico en el Instituto Villablanca no es casual. Con alrededor de


1.700 alumnos matriculados —entre presenciales, no presenciales y duales, turno
diurno y vespertino—, los educadores del centro saben que enseñar a los alumnos
a usar de manera equilibrada y saludable las redes e Internet es tan importante en
la actualidad como aprender matemáticas o lenguaje, aunque siempre hay que
adaptar los contenidos de las charlas a cada etapa. Mientras en la ESO los talleres
versan sobre aspectos como el ciberacoso, el abuso de las nuevas tecnologías, la
privacidad y la identidad digital, en el Bachillerato se centran en las relaciones
personales en la Red y se abordan prácticas como el sexting —envío de mensajes
sexuales a través del móvil— y el grooming —adultos que se hacen pasar en la Red
por menores para ganarse su confianza—, según detalla la orientadora del centro,
Bella Marcelo. “Sabemos que son nativos digitales y el impacto que eso tiene en su
vida”, esgrime.

En el Villablanca, la utilización del teléfono móvil está prohibida, también durante


el recreo. Pero los desafíos que plantea el uso de las nuevas tecnologías van más
allá de los muros del edificio. “Estamos notando que no se concentran porque usan
el móvil con exceso”, explica Tomás Díaz, profesor de matemáticas de 2º de la ESO,
que recuerda cómo una alumna, después de cuatro horas sin usar el teléfono
recibió más de 700 mensajes instantáneos. “No tienen límites”, concluye el docente.
Pese a las precauciones y límites, la orientadora Bella Marcelo subraya: “Internet es
una gran herramienta de trabajo, solo hay que saber cómo usarla”.

La iniciativa de Incibe contempla ocho temáticas diferentes para las charlas que
van desde la protección ante virus y fraudes hasta herramientas de control
parental, aunque no todas tienen la misma demanda. Según asegura la responsable
33

del proyecto, Ángela María García, la titulada como Uso seguro y responsable de
las TIC, que trata de manera condensada todas las restantes, y la de ciberacoso
escolar son las que más se piden. “Se están dando a conocer más casos y los
profesores y educadores sienten la necesidad de tratar el tema”, asegura García, en
referencia al ciberbullying.

Más de 500 voluntarios

La iniciativa de los colegios e institutos fue clave para la creación del programa que
celebra su segundo aniversario este año. Así lo cuenta García, que define el
proyecto como un puente entre las demandas de los centros y las personas con
conocimientos sobre ciberseguridad. “Recibimos solicitudes de centros que
buscaban formación en ciberseguridad y decidimos ponerles en contacto con gente
que pudiera dársela”, recuerda García.

Desde 2016, la progresión del plan ha sido imparable, tal y como se refleja en las
cifras. La iniciativa ha conseguido sobrepasar la barrera de los 500 voluntarios, que
han impartido 1.049 charlas por toda España hasta la fecha. A pesar de la buena
acogida, García señala que hay regiones donde la presencia de cooperantes aún es
escasa como Guipúzcoa, Lugo, Ciudad Real, islas Baleares y Lleida. En ellas, los
voluntarios apenas llegan a la decena. Por el contrario, la Comunidad de Madrid,
Barcelona y la Valencia son las regiones donde más personas se han inscrito al
programa.

Los requisitos para seguir los pasos de Rico son simples: facilidad para hablar en
público, conocimientos sobre ciberseguridad, ser mayor de edad y no tener
antecedentes penales ni de delitos sexuales. “No existe un perfil en concreto,
tenemos gente de todas las edades, en paro, estudiantes, con empleo... incluso
gente que no tiene una formación técnica como por ejemplo, periodistas”, explica
García. Es el caso de Yolanda Corral, que trabaja como periodista, pero en sus ratos
libres da charlas en la Comunidad Valencia principalmente. “Por mi profesión he
tratado el tema de la ciberseguridad y he intentado hacer el lenguaje específico
34

comprensible para los usuarios básicos”, explica. Corral posee además un canal de
Youtube —Palabra de Hacker— con este propósito. Ella ocupa el sexto lugar en el
top de los 20 mejores cibercooperantes.

Al igual que Rico, Corral subraya la necesidad de que los padres tomen conciencia.
Miembro del programa casi desde sus inicios, la colaboradora considera que uno
de los principales problemas es que los padres creen que como sus hijos son
nativos digitales no necesitan ayuda. “La educación es necesaria desde la primera
vez que se les deja un smartphone, pero la mayoría se dan cuenta de que en ese
momento no han estado ahí y no les han enseñado a utilizarlo igual que como
cuando les enseñan a caminar”, puntualiza. La voluntaria, reconoce que, al menos,
los progenitores que acuden a las charlas lo hacen porque ya han puesto algún
límite y se han preocupado. “El problema son los padres que ni siquiera piensan
que es necesario ir”, sentencia.

Internet Seguro y Responsable en Educación

Hoy en día, buscamos un libro en PDF o


en una biblioteca virtual antes que
dirigirnos a la de nuestro barrio. Los
periódicos y periodistas, tienen que
reinventarse a diario para competir con
las Redes Sociales como fuente primera de información de lo que está ocurriendo.
Cualquier evento cultural, político o social cuenta con un hashtag, unos cuantos
blogs y cientos de miles de opiniones.
En definitiva, la información es fundamental en cualquier ámbito. Y más aún en el
docente por la enorme responsabilidad que conlleva la labor de la enseñanza.
Internet permite al docente actualizar y ampliar sus conocimientos, y con la
aplicación de las tecnologías al proceso de enseñanza, pueden adaptar los
contenidos a la realidad del alumnado.
35

Sin embargo, varias veces hemos reconocido que la información no implica


aprendizaje ni conocimiento. La consideración de la información como un recurso
educativo de valor pasa por proporcionar a nuestros alumnos los medios
necesarios para el acceso a la información. Y a su vez, fomentar unas actitudes en
los jóvenes y proporcionar unas pautas que ayuden de manera eficiente en el
uso seguro y responsable de las TIC, así como en su educación integral.
Porque Internet no es bueno o malo. Depende más bien de los objetivos que
persigas y del uso que hagas. Pero lo que sí podemos asegurar, es que no es una
red segura.
Los jóvenes de hoy forman parte de las primeras generaciones que utilizan la
tecnología de manera natural. Pero es erróneo considerar que son nativos digitales.
Cualquier herramienta tecnológica está pensada para que sea intuitiva y de fácil
manejo. No es que los niños sean suspicaces de entenderlas sin leer instrucciones,
sino que precisamente por no necesitar instrucciones son fácilmente
comercializables. Un menor de poca edad también sabe manejar un cuchillo o unas
tijeras. ¿Quién no se ha cortado el flequillo jugando? Pero no se las ofrecemos sin la
supervisión y la guía de un adulto porque somos conscientes del peligro que
esconden.
Esa es también la manera correcta de proceder con cualquier otra herramienta
conectada a Internet: la educación. Una educación combinada entre la escuela y la
familia. Pues ya existen sentencias de padres condenados por omitir esa educación
a sus hijos en circunstancias donde las consecuencias de un mal uso han dañado a
otros compañeros, como casos de ciberacoso por ejemplo.
Desde un punto de vista educativo, los riesgos a los que nos enfrentamos en
Internet pueden ser principalmente por el uso que los jóvenes hacen de Internet.
En primer lugar, lo utilizan para estar conectados con su grupo de amistades.
Luego para descargar juegos. Y por último, para buscar información relativa a sus
estudios.
Como docentes, tendríamos que enseñar:
36

A quienes afecta.

El 96% de los jóvenes usa internet, la mayoría a diario, y el 83% utiliza redes
sociales
El 96 por ciento de los jóvenes usa internet, la mayoría a diario y principalmente
para entretenerse y formarse, si bien para informarse opta por la televisión,
seguida "muy de cerca" por internet. Además, el 83 por ciento utiliza las redes
sociales, lo que le convierte en el segundo medio más usado por detrás del
teléfono, según los datos del nuevo informe de la serie 'Retratos de juventud'
referente al uso de la juventud ante los medios de comunicación.
El estudio ha sido presentado este lunes por el director de Gabinete de Prospección
Sociológica del Gobierno vasco, Víctor Urrutia, y el director de Juventud, Natxo
Rodríguez, en el Observatorio Vasco de la Juventud en Bilbao y recoge las
opiniones de 1.272 jóvenes de 15 a 29 años y otras 1.696 personas mayores de esa
edad.
Entre sus principales conclusiones, Urrutia ha destacado "la brecha" existente entre
los jóvenes y los adultos en el uso de internet, además de las diferencias detectadas
dentro del grupo de jóvenes entre los adolescentes y los mayores de 18 años. De
este modo, ha explicado que, a medida que avanza su edad, los jóvenes van
"integrando" otros medios tradicionales.
El informe permite concluir que el uso de internet establece "una frontera clara"
entre la generación de jóvenes y la de adultos, de manera que los jóvenes "se
apoyan de manera mayoritaria" en internet para desarrollar las funciones
tradicionales de los medios de comunicación, en relación a los mayores de 29 años.
En función de los datos del estudio, el 53 por ciento de los jóvenes prefiere internet
para entretenerse, frente al 16 por ciento de los adultos. Las diferencias son
mayores en el caso de la formación, para la que red es elegida por el 70 por ciento
de los jóvenes y el 35 por ciento de los adultos. Además, el 41 por ciento de los
jóvenes elige internet para informarse, frente al 16 por ciento de los mayores.
37

El 66 por ciento de la población de entre 15 y 29 años optaría por internet si sólo


pudiera tener acceso a un medio de comunicación, mientras que los mayores de 29
años se decantaría en un 47 por ciento por la televisión.
El 81 por ciento de los jóvenes que se conectan a internet lo hace todos o casi todos
los días, un hábito que sólo comparte el 68 por ciento de los mayores.
El estudio evidencia, además, una menor preocupación por los temas de
actualidad entre los jóvenes. Tanto este colectivo como el de adultos prefiere la
televisión para informarse, aunque en el caso de los jóvenes le sigue muy de cerca
internet (con porcentajes del 43% y del 41%, respectivamente). Sin embargo, la
prensa escrita es usada sólo por el 10 por ciento y la radio por el 3 por ciento.
Además del mayor uso, los jóvenes tienen una actitud "más abierta y positiva"
hacia la red, que utilizan sobre todo para entretenerse y comunicarse, mientras que
los más mayores la usan para informarse y entretenerse.
Por otro lado, el uso de las redes sociales por parte de los jóvenes es generalizada,
con un 83 por ciento de usuarios, frente al 21 por ciento de usuarios adultos. Entre
los primeros, el 78 por ciento usa Facebook y el 73 por ciento Tuenti, mientras que
en el segundo grupo el 90 por ciento de los usuarios de redes sociales opta por
Facebook y sólo el 19 por ciento por Tuenti.
A pesar de ello, el medio más usado para comunicarse sigue siendo el teléfono
también en el caso de los jóvenes, aunque la encuesta no precisa de qué forma se
utiliza.
Diferencias intrageneracionales
El estudio aborda también las diferencias intrageneracionales en el uso de los
medios de comunicación, de manera que el consumo más precoz es el de internet
pero, a medida que avanza la edad de los encuestados, "internet deja de ser el
medio de comunicación para pasar a ser uno de ellos".
Un 42 por ciento de los jóvenes asegura que nunca o casi nunca lee periódicos en
papel y un 23 por ciento, por el contrario, lo hace todos o casi todos los días. Sin
embargo, a medida que avanza la edad aumenta el consumo y, entre los
38

encuestados de 26 a 29 años, el porcentaje de quienes no leen diarios es un tercio.


El 49 por ciento de los jóvenes internautas lee las ediciones digitales.
Del mismo modo, mientras que un 37 por ciento del conjunto de los jóvenes dice
no escuchar la radio nunca o casi nunca y un tercio la oye a diario, en la franja de
edad de 26 a 29 años el porcentaje de radiooyentes se eleva al 42 por ciento.
Con el aumento de la edad, crece la tasa de jóvenes que utilizan tres o cuatro
medios para informarse sobre la actualidad. Un 19 por ciento de los menores de 18
años no ven informativos en la televisión nunca o casi nunca y la población más
joven busca en la televisión sobre todo entretenimiento.
Cuanto más jóvenes, mayor es el porcentaje de quienes mencionan las redes
sociales como el canal principal para comunicarse con sus amigos.
De este modo, el informe concluye que el segmento de jóvenes de 15 a 17 años
constituye "un colectivo bastante diferenciado del resto" de jóvenes, que "busca
sobre todo el entretenimiento, lee muy pocos periódicos, se interesa mucho menos
que el resto por la información de actualidad y dentro de ella sobre todo se
interesan por la información deportiva", y tiene en las redes sociales un canal de
comunicación "fundamental" para sus relaciones sociales.

10 principales amenazas que enfrentan niños y adolescentes en Internet

Detallamos cuáles son las principales amenazas en Internet que afectan a niños y
adolescentes, según un informe elaborado por la OEA y el Instituto Interamericano
del Niño, Niña y Adolescentes (IIN).

Todos sabemos las múltiples ventajas que supone Internet, sobre todo quienes
nacieron en los años noventa o antes. Sin embargo, de la misma forma en la que
encontramos beneficios, como pasa en todos los escenarios donde tiene
participación el ser humano, también se presentan peligros.

A principio de año, la Organización de los Estados Americano (OEA) a través de


su organismo especializado en la niñez y adolescencia, el Instituto Interamericano
39

del Niño, la Niña y Adolescentes (IIN), publicó el informe regional denominado


“Lineamientos para el empoderamiento y la protección de los derechos de los
niños, niñas y adolescentes en Internet en Centroamérica y República
Dominicana”. Si bien el estudio se centra en el análisis de las amenazas en la
región, la información puede ser utilizada para intentar hacer de Internet un
espacio cada vez más seguro, a partir de conocer los peligros en las redes y, sobre
todo, aprender cómo evitarlos o sobrellevarlos.

Y aunque estas amenazas pueden afectar a cualquier usuario de Internet sin


distinguir condiciones, lo preocupante es que también los menores de edad se
han convertido en objetivo de atacantes. Por eso y porque como miembros del
equipo de Educación e Investigación de ESET intentamos concientizar a los
distintos públicos sobre la importancia del uso seguro de Internet y de utilizar las
nuevas tecnologías de una forma más consciente, responsable y segura, en esta
oportunidad detallamos cuáles son las principales amenazas que enfrentan niños y
adolescentes en Internet, según el informe de la OEA.

Es importante destacar que algunas de las amenazas fueron extraídas de los


trabajos de “End Child Prostitution and Trafficking” (ECPAT). La redacción de las
definiciones ha sido modificada ligeramente para la presente publicación, sin
cambiar su esencia.

Abuso sexual de niñas, niños y adolescentes en línea

Esta amenaza hace referencia a todas las formas de abuso sexual facilitadas por las
tecnologías de la información y/o difundidas por medios en línea, donde la
explotación, el acoso y el abuso sexual tienen cada vez más lugar a través de
Internet.

Ciberbullying / Ciberacoso

Se trata de una forma de hostigamiento y agresión que se produce entre pares,


teniendo como medio las nuevas tecnologías, con la intención de propagar
mensajes o imágenes crueles, de modo que sean visualizados por más personas. La
40

rápida propagación y su permanencia en Internet potencian la agresión hacia la


víctima. Según cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la
Fundación Telefónica, el 55% de los jóvenes latinoamericanos ha sido víctima de
ciberacoso.

Explotación sexual de niñas, niños y adolescentes en línea

Incluye todos los actos de naturaleza sexual cometidos contra una niña, niño o
adolescente por intermedio de la utilización de Internet como medio para
explotarlos sexualmente. También incluye el uso de las TIC, lo que da como
resultado imágenes o materiales que documentan la explotación sexual con la
intención de producir, difundir, comprar y vender.

Exposición a contenidos nocivos

Se refiere al acceso o exposición de niñas, niños y adolescentes, de forma


intencionada o accidental, a contenido violento, de índole sexual o generador de
odio, siendo perjudicial para su desarrollo.

Grooming

El término se refiere a las estrategias que realiza un adulto para ganar la confianza
de un niño, niña o adolescente, a través de Internet, con el propósito de abusarlo o
explotarlo sexualmente. Un adulto es quien siempre ejerce el grooming.

Existen dos tipos de grooming: el primero es cuando no existe la fase previa de


relación y generación de confianza pero el acosador logra obtener fotos o videos
sexuales del menor para extorsionar. El segundo es cuando existe una fase previa
donde el acosador busca generar confianza, logrando que los menores entreguen
material sexual por sí mismos para volverlo objeto de chantaje. Suele hacerse pasar
por un menor, manipular a través de los gustos y preferencias de la víctima y
utilizar el tiempo para fortalecer el vínculo.
41

Materiales de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes generados de forma


digital

Es la producción artificial, a través de medios digitales, de todo tipo de material


que represente a niñas, niños y adolescentes participando en actividades sexuales
y/o de forma sexualizada, para aparentar que los hechos que se encuentran
representados son reales.

Publicación de información privada

Se refiere a la publicación de datos sensibles en línea. Por ejemplo, en las redes


sociales.

Paliza feliz/Happy slapping

Es una forma de ciberbullying que se presenta cuando una o varias personas


golpean a un individuo mientras el incidente es grabado para ser difundido en las
redes sociales. El objetivo es burlarse de la víctima.

Sexteo/Sexting

Se ha definido como la autoproducción de imágenes sexuales, con el intercambio


de imágenes o videos con contenido sexual, a través de teléfonos y/o Internet
(mensajes, correos electrónicos, redes sociales). También puede considerarse como
una forma de acoso sexual en la que una niña, niño y adolescente puede ser
presionado a enviar una foto a su pareja, quien después la distribuye sin su
consentimiento.

Sextorsión (sextortion)

Es el chantaje hacia niños, niñas o adolescentes, mediante mensajes intimidatorios


que amenazan con difundir imágenes o videos sexuales generados por las propias
víctimas; la intención del extorsionador es continuar con la explotación sexual y/o
mantener relaciones sexuales.
42

Seguridad de menores en Internet, esfuerzos compartidos

Los esfuerzos para hacer de Internet un espacio cada vez más seguro para niños,
niñas y adolescentes “requiere un abordaje integral e intersectorial”, aseguró en el
informe el Secretario de Acceso a Derechos y Equidad, Mauricio Rands. Desde la
perspectiva de los gobiernos se necesita del desarrollo de marcos normativos y la
creación de políticas públicas que fomenten la cultura ciberseguridad, tal como se
plasma en el informe.

Además, no se debe dejar de lado la importante tarea de los adultos en el


desarrollo seguro de habilidades de los menores en Internet, especialmente
cuando no se tiene el conocimiento sobre las amenazas y el uso de la tecnología.

El desconocimiento de la tecnología no inhibe la capacidad de cuidado de los adultos, sino


que implica una mayor responsabilidad y esfuerzo para actualizarse.

Finalmente, desde la iniciativa privada los esfuerzos se enfocan principalmente en


ofrecer herramientas de protección, además del desarrollo de campañas de
educación en temas de ciberseguridad. En ESET hemos impulsado iniciativas para
concientizar sobre los peligros en Internet contra menores, a través de charlas y
otras actividades educativas. Resaltando la necesidad de comenzar a tratar estos
temas desde los niveles básicos de educación.

Desde 2008 en San Diego se ha desarrollado la iniciativa Securing Our eCity, a


partir de 2010 contamos con Argentina Cibersegura, y desde 2014 con México
Ciberseguro; todas estas organizaciones comparten un objetivo: crear un espacio
digital seguro, a través de actividades de concientización y educación destinadas a
distintos públicos de interés, especialmente niños, niñas y adolescentes.

Mal uso de redes sociales afecta a niños y adolescentes

Agredir a una persona por su apariencia, personalidad, posición económica y


demás, al punto de afectar su autoestima, es lo que se conoce como bullying.
Cuando esta agresión se da a través de las redes sociales entre jóvenes de la misma
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edad se convierte en cyberbullying, según Diego Jaramillo, docente de la


Universidad de los Hemisferios en Quito, quien dio una conferencia hace un par
de semanas, para docentes de colegios en la Universidad de Especialidades
Espíritu Santo.

Él considera que la existencia de redes sociales y el desarrollo de la tecnología no


son el problema, sino el mal uso de estas herramientas que ponen en riesgo la
integridad de los adolescentes que no se dan cuenta que están exponiendo su
intimidad y seguridad. “Cada vez se registran en Google alrededor de 2,7 billones
de búsquedas, lo que significa que los niños tienen acceso a un sinnúmero de
información y a cada instante, por lo que tanto padres como docentes deben estar
alerta”, indicó Jaramillo.

Este experto materializó la idea de lo vulnerables que están los niños que tienen
cuentas en redes sociales sin seguridad a la privacidad, a través de la proyección
de una campaña mediática en Reino Unido que se realiza actualmente.

Esta muestra a una niña de unos 9 años que sale de su casa con un letrero que
simula ser la página de perfil de Myspace, con una foto de ella y su información
personal, la coloca afuera de su casa y deja abierta la puerta principal. Luego un
hombre mayor pasa por su casa y se interesa por la información, ve la puerta
abierta e ingresa hasta su cuarto para saber más de ella.

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