Ensayo Sobre la Contaminación

Introducción
Las fuentes de agua como pueden ser los ríos, los embalses, las lagunas, las aguas
subterráneas están constantemente expuestas a contaminantes de diferentes tipos: metales
pesados, hidrocarburos, detergentes, pesticidas o exceso de nutrientes vegetales, etc. La
contaminación del agua puede generar desde problemas serios a la salud de las personas,
como pueden trastocar los ecosistemas, matar a especies de peces, causar la proliferación de
plantas y algas, o acumularse en las cadenas tróficas, con los efectos tóxicos que esto conlleva.

Es importante analizar los principales contaminantes que podemos encontrar en las aguas,
para así poder disminuir el impacto que la explosión del uso de compuestos químicos en las
industrias, la minería, el uso de pesticidas y combustibles, han tenido sobre el medio
ambiente. Afortunadamente, se ha hecho uno buena gestión para que a través de la normativa
muchos de los compuestos más tóxicos se prohíban o se establezcan límites a la presencia de
estos contaminantes, que algunos casos bastan trazas o cantidades de ppm para causar
efectos perjudiciales. Así como también se hace una excelente labor siguiendo y estudiando los
diferentes contaminantes, y clasificándolos de acuerdo con escalas de toxicidad, como puede
ser la dosis letal 50 (DL50) etc.

Cuerpo
Respecto a la contaminación por metales es un tema que debe tomarse muy enserio debido
especialmente a que Perú es un país minero y el cuarto productor de Plomo en el mundo, y
tenemos que aledañas a los relaves mineros se encuentran asentadas comunidades, así
también las minas en el interior del país suelen estar cerca de ríos y lagunas que comparten
con la población. Así se debe exigir a las minas que cumplan con toda la normativa
medioambiental, para evitar la contaminación con plomo, por ejemplo, en niños menores de
10 años en Quiulacocha, Champamarca y Pasco, (Astete, y otros, 2008) se encontró que el
84.7% tenían intoxicación por plomo, encontrándose consecuencias como la desnutrición
crónica en el 55.8%, anemia en el 23.0%, y otras consecuencias como retraso mental en menor
proporción 5.9%.

En la contaminación por metales, tenemos principalmente la contaminación por metales

pesados, como el cadmio, el plomo y el mercurio. El mercurio principalmente se ingiere por el
consumo de pescado contaminado de aguas en las que las industrias han arrojado compuestos
con mercurio. La intoxicación por mercurio causa desde irritabilidad, temblores y alteraciones
psíquicas, a convulsiones y estado de coma en sus estados severos. El cadmio se encuentra
principalmente en el aire ambiental como producto de contaminación de las industrias del
hierro, acero, carbón y aceite. Otras fuentes de cadmio pueden ser el humo del cigarro, tubos
de escape, pinturas y tuberías. El cadmio puede causar hipertensión y arterosclerosis, así como
anemia y daño renal severo para concentraciones 10 veces más altas a las normales. El plomo
se encuentra principalmente en los gases de escape de automóviles, cuando se utiliza
gasolinas con plomo que se encuentran prohibidas actualmente, y las pinturas, también
prohibidas. La intoxicación por plomo puede causar anorexia, vómitos, irritabilidad entre otros,
así como afecciones a los sistemas renales, sistema nervioso y al sistema hematopoyético.

Por otro lado tenemos la contaminación por bionutrientes llamada Eutrofización , esta se da
por dos elementos el nitrógeno y el fósforo, principalmente por origen humano
(antropogénico), elementos que llegan a los ríos, lagunas y embalses a través de las aguas
residuales domésticas y la escorrentía de zonas urbanas formando parte de diferentes
compuestos y sirven de nutrientes a las plantas y algas, cuando existe un exceso en estos
elementos, puede ocasionar la proliferación de plantas y algas en el agua, causando que esta
se enturbie y el agotamiento del oxígeno disuelto en las capas profundas, afectando a la fauna,
como a los peces que necesitan el oxígeno. Es importante, por lo tanto, establecer límites de
estos elementos en vertidos procedentes de instalaciones de tratamiento de aguas residuales
urbanas, en especial en zonas dónde se puede presentar la eutrofización.

La contaminación por policlorobifenilos que tienen gran persistencia en el ambiente y tienen

gran bioacumulación en organismos acuáticos, y las dioxinas y furanos, que pueden generarse
en la síntesis de pesticidas y en la combustión de compuestos organoclorados. Las dioxinas y
furanos se encuentran entre los productos químicos más tóxicos, siendo cancerígenos,
mutagénicos y teratogénicos.

En la contaminación por detergentes con componentes tensoactivos, coadyuvantes entre

otros, tenemos principalmente el alto contenido de fósforo que genera eutrofización, se puede
rastrear el origen del 50% del fósforo en aguas residuales en los detergentes, que pueden
llegar a ser incluso del 70% en algunas zonas. Así mismo los componentes tensoactivos pueden
dañar a los peces al causar problemas en las branquias al inhibir la captación de oxígeno. Una
alternativa son los detergentes ecológicos.

Respecto a los pesticidas tenemos el problema de la toxicidad, la persistencia y la

bioacumulación. Donde la toxicidad se expresa en términos de la Dosis Letal 50 (DL50) son los
mg de plaguicida por kg de peso del animal, necesarios para provocar la muerte del 50% de
individuos de una especie determinada. Se define la persistencia como el tiempo necesario
para que pierda el 95% de su actividad ambiental y la bioacumulación se denomina a la
acumulación en las grasas de los animales que viven en el agua contaminada, que supera a las
concentraciones del agua y son transferidas por la cadena trófica a sus predadores. Entre las
alternativas que tenemos para los pesticidas, podemos usar variedades de plantas más
resistentes a los insectos, el empleo de depredadores naturales, o el control genético
introduciendo individuos estériles en los insectos, entre otros.

En la contaminación por hidrocarburos y derivados del petróleo, tenemos principalmente la

contaminación por los derrames de petróleo en el océano. El petróleo vertido al mar puede
evolucionar a través de varios procesos: expansión y deriva, evaporación, dispersión, emulsión,
disolución, sedimentación, fotooxidación o biodegradación. Entendemos por expansión y
deriva al ensanchamiento de la marcha de petróleo producto de las corrientes y de la fuerza
del viento, teniendo en cuenta que el petróleo tiende a formar una fina capa en la superficie
del agua. La evaporación se da en los componentes más volátiles del petróleo, que pueden
llegar a ser del 20% al 50% de todo el derrame. En la dispersión el petróleo se dispersa en
gotas cada vez más pequeñas, hasta concentraciones tan bajas como partes por millón o
incluso partes por billón. Los componentes más pesados del petróleo, después de la
evaporación, pueden sedimentarse, causando toxicidad en las especies que habitan el suelo
marino. Así para tratar los vertidos de petróleo tenemos dos fases, una de contención del
vertido y otra de limpieza y eliminación. Para la contención podemos usar diferentes tipos de
barreras, como pueden ser las químicas, con la gelificación o la solidificación por aditivos, las
barreras de burbujas de aire o los botalones flotantes. Para la limpieza y la eliminación se
pueden utilizar bombas de aspiración, o el empleo de sorbetes, como paja o también cabello,
como se utilizó en el derrame producido en playas de Lima recientemente.

En la contaminación de las aguas subterráneas, cobra principal relevancia ya que el 99% del
agua dulce de la tierra es subterránea. El agua subterránea se utiliza principalmente para
regadíos, esta representa un gran porcentaje del suministro público (agua potable) y de la
extracción a través de sistemas domésticos, a través de los pozos. Las aguas subterráneas se
encuentran a más de 1 km de profundidad por lo general, en la zona saturada libre de aire. El
agua subterránea, aunque en un principio está más protegida que el agua de lagunas y ríos,
también es más difícil de limpiar y se ve contaminada por filtraciones de las escorrentías de las
zonas agrícolas que llevan pesticidas y de las aguas sin tratar, como pueden ser provenientes
de pozos sépticos y granjas. Entre las substancias que contaminan principalmente las aguas
subterráneas tenemos los nitratos y los percloratos. Los nitratos pueden causar el síndrome
del bebé azul, metahemoglobinemia, ya que el nitrato oxida el hierro de la hemoglobina
impidiendo su adecuado funcionamiento en transportar el oxígeno, así el bebé puede sufrir
fallos respiratorios causando el característico color azul en la piel. Debido a esto se impuso un
límite a los niveles de nitratos de 10 ppm. Los percloratos por otra parte se utilizaban en
fertilizantes, explosivos, fuegos artificiales y en propulsores de cohetes, siendo muy solubles
en agua, pudiendo a altas dosis afectar la tiroides ya que compite con el ion yoduro.

Conclusiones
El aumento de la población humana nos enfrenta a una situación que es el adecuado
tratamiento de los subproductos o desechos de la actividad humana que llegan al agua que
consumimos y que es base para la vida de muchos ecosistemas. Sin un estricto control de
cómo contaminamos, la contaminación se irá acumulando, ocasionando graves cambios en los
ecosistemas. No se puede dejar un problema de magnitud mayor a las generaciones
siguientes, se debe actuar a través de las normativas, así como también a través del uso de
nuevas tecnologías y compuestos menos tóxicos, menos bioacumulables y menos persistentes.
Los suministros de agua son especialmente sensibles a la contaminación, debido a su
naturaleza el agua fluye llevando consigo los contaminantes a lugares distantes o profundos,
como a aguas subterráneas. La amenaza de su escasez en el futuro debe llevarnos a valorar
este recurso, y a garantizar que se mantenga sin contaminantes. Como se ha demostrado a
través de los episodios trágicos, el ser humano es capaz de aprender de sus errores, y estamos
en el deber de utilizar la experiencia adquirida, para mejorar el control y el manejo de las
sustancias contaminantes en el agua.