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AUDREY MAYERLY MUÑOZ ESQUIVEL 100232512 ; JORGE ANDRES ANGEL VEJARANO 100236825; LIZETH ROCIO
NAVARRETE MARTINEZ 10023556, BLANCA YASMIN CANTOR RODRIGUEZ 921020189; KARIME YASBLAIDY
TILAGUY BERMEO 100240844; NATALY SARMIENTO ROMERO 1000657041
Resumen
El objetivo de esta investigación es realizar un análisis de los principales indicadores del
subsector cafetero en Colombia y su importancia para la economía del país. Con esta
intención se ha recopilado información relevante que permitirá conocer de primera mano el
contexto actual del producto con base en la perspectiva de diferentes variables como el
proceso de producción, indicadores económicos, aspectos ecológicos, legales, el entorno
social y político. Además, de variables del mercado como la rivalidad entre competidores
tradicionales y nuevos, productos sustitutos, poder de negociación de clientes y
proveedores. Para tal efecto se recurrió a la metodología de investigación de PESTEL y
PORTER. Con el análisis de los resultados de dicha investigación se busca destacar la
importancia de este producto y comprender de mejor forma el dinamismo del subsector con
base en las oportunidades y amenazas, para ello se tendrá en cuenta su importancia en la
historia nacional, el contexto de pandemia entre otros factores
Palabras clave: Indicadores del subsector cafetero en Colombia; contexto actual del
producto; proceso de producción; la metodología de investigación;
Abstract
This research paper aims to analyze one of the main indicators from the coffee-growing
subsector in Colombia and its importance to the Country economy. Important information
has been collected to get to know first-hand the current context of the product based on
different variables such as production, economic indicators, legal and ecological aspects, as
well as social and politic ones. Also, market variables such as rivalry between new and old
competitors, substitute products, customers bargaining power, and suppliers´ information is
included. PESTEL and PORTER research methodologies were used for this purpose. Based
on the analysis of results, it is pretended to highlight the importance of coffee, and to have a
1
Diagnóstico Empresarial-Politécnico Grancolombiano
better understanding about the dynamism of this subsector considering opportunities and
threats. For this purpose, the importance of coffee in national history, and the COVID 19
pandemics context, among other factors will be contemplated.
Key words. Indicators of coffee growing subsector in Colombia current context of the
product coffee production Research methodology.
Introducción
Aunque en la actualidad el café no es el producto más exportado del país, sigue siendo el
cultivo nacional por excelencia, en el 2020 el sector cafetero cerro en $9.000 billones, una
cifra superior a la del 2019, Siendo uno de los sectores con mayor exportación del sector
agrícola con exportaciones cercanas a los 12,6 millones de sacos de café verde según cifras
del Ministerio de Agricultura. Por otra parte, la dirección de investigaciones económicas de
la Federación indica que el sector cafetero agrícola representa en la actualidad cerca del 1%
del Producto Interno Bruto (PIB) del país, teniendo a 545 mil familias rurales dependientes
de esta actividad y generando más de 2,5 millones de empleos directos e indirectos.
Sin embargo, actualmente la economía cafetera se enfrenta a grandes amenazas entre las
cuales se cuentan el cambio climático, el relevo generacional, la estabilidad financiera y la
participación en el mercado mundial
A treves del análisis PESTEL se investigaron las principales variables del entorno en los
factores político, económico, socio cultural, tecnológico, ecológico y legal. Mediante el
análisis PORTER se indagaron las variables del mercado que marcan la rentabilidad del
sector. Entre las cuales están el poder de negociación de los clientes, el poder de
negociación de los proveedores, amenazas de los nuevos competidores entrantes, amenazas
de los nuevos productos sustitutos y la rivalidad entre competidores. Los resultados
recogerán la ponderación de los indicadores enunciados anteriormente con el fin de mostrar
el estado actual e integral del subsector, basados en las cifras consultadas y de esta manera
realizar una posible solución al problema. Teniendo claro los límites de la investigación
Marco de referencia
Según Palacios (2002). La economía de finales de siglo XIX y comienzos del siglo XX no
era muy diferente a la del periodo colonial debido al poco desarrollo industrial colombiano.
A causa de las sucesivas confrontaciones internas que llevaron al país a una inestabilidad
política y por supuesto económica. No obstante, para 1880 la agricultura cafetera logró
integrar diferentes regiones como Cúcuta, Santander, Cundinamarca y Tolima siendo la
mayor parte de esta producción proveniente de las fincas de grandes hacendados,
ampliándose con el fenómeno de la colonización antioqueña en las primeras décadas del
siglo XX (Kalmanovitz, 2015, p75/246). Así mismo, el cultivo de café creció de la mano
del consumo lo que favoreció la industria y la sociedad comenzó a organizarse alrededor de
la cultura del café. La investigación de Villar & Esguerra (2005) hacen notar que como
consecuencia de la guerra de los mil días y la caída de los precios internacionales en el paso
del siglo XIX al XX las exportaciones del país decayeron sustancialmente, recuperándose
sólo hasta finales de la primera década del nuevo siglo, esta situación propició que el
cultivo ya no estuviese en manos de grandes hacendados (terratenientes), sino por el
contrario permitió que pequeños productores colonos de nuevas tierras generaran la
producción cafetera y en 1927 se agremiaron para fundar la Federación Nacional De
Cafeteros. (Historia del café en Colombia)
Investigadores como Ocampo (2000). Indican que Desde 1905 el desarrollo exportador de
Colombia se sustentó en la economía cafetera, esto fue posible gracias a la expansión de los
cultivos de café, pues las poblaciones iniciales que se ubicaron en tierras altas de clima frío,
poco a poco se fueron desplazando hacia las faldas de las cordilleras en las cuales
encontraron climas ideales para el cultivo de café. A este fenómeno se le conoce como la
colonización antioqueña. En el periodo de 1910 a 1950 la caficultura estuvo a cargo de
pequeños y medianos productores campesinos, En la década de los años treinta el estado
intervino el mercado cafetero (con intervención de López Pumarejo en el Comité Nacional
de Cafeteros) y desde entonces participa en la política cafetera . En los años 20, las ventas
del grano superaban el 70% del valor total exportado por Colombia, también aumento la
actividad industrial y urbana internas. No en vano, para distinguir al país se le denominaba
la nación cafetera. ( Villar, L. & Esguerra, P, 2005).
A partir de 1960 la economía cafetera paso a ser netamente de los empresarios. En tal
sentido en 1962 se creó el Fondo Nacional del Café, encargado de considerar la
negociación de un Convenio en el que participasen tanto los países exportadores como los
importadores. Lo que se llamaría luego el pacto de cuotas y serviría para regular el
mercado. Era tal el éxito de la economía cafetera que pudo diversificar sus inversiones y
participó en la creación de compañías como La Flota Mercante Gran Colombiana (1946-
1996 ) y Bancafé, fundado con el objetivo de apoyar la producción y exportación de café
(1978-2006). Además, emprendió novedosas estrategias de mercadeo con la creación de la
marca Juan Valdez (actual), y se posicionó la imagen de las chapoleras en la recolección
del grano como distintivo del país ante el mundo.
De acuerdo con Machado, A. (1982). Durante la década de los años ochenta el café
colombiano sustituía los faltantes dejados por Brasil, primer productor mundial, dado que la
potencia suramericana tenía dificultades por cuenta del clima. Sin embargo, esta bonanza
llegó a su fin en 1989 cuando por iniciativa de los países compradores (poder de
negociación de los clientes) se terminó el pacto de cuotas regulado en el Acuerdo
Internacional del Café. Regresando así a la ley de oferta y demanda y en breve las pérdidas
ya eran millonarias. Pues de representar el 37.42% de las exportaciones totales del país en
el intervalo de (1985 a 1989), pasó al 18.60% en el intervalo (1990-1994).
Durante lo corrido del siglo XXI el café sigue siendo el cultivo nacional por excelencia a
pesar de que el área sembrada ha disminuido de 948 mil hectáreas en 2014 a 854 mil
hectáreas en 2019, lo que muestra una reducción de aproximadamente 10% en un periodo
de 5 años. En contraste con lo anterior en el periodo de 2009 a 2019 la producción cafetera
aumento un 65% con 14.7 millones de sacos. Según datos tomados del Informe de la
economía cafetera en Colombia (2020). No obstante en 2020 la producción cayó a 13.9
millones de sacos de 60 kg de café verde, es decir un 6% menos, lo cual era predecible
como consecuencia de la situación sanitaria mundial.
Figura 1
Con estos datos se puede observar que Colombia exportó en promedio en los dos últimos
años el 92% del café que produce, dejando sólo el 8% para el consumo interno.
Adicionalmente el Ministerio de Agricultura en su informe Cadena Café (2020) ha
referenciado que en los últimos cuatro años las importaciones han venido creciendo debido
al aumento del consumo interno de café, actualmente según la Federación Nacional De
Cafeteros las ventas de café para el consumo doméstico se estiman en 2.1 millones de sacos
de 60kg de los cuales el país importa de Ecuador y Perú más de 800.000 sacos de café de
mala calidad conocido como café pasilla,. La estrategia de la Federación en el 2020 para
incentivar la cultura del café es impulsar el consumo de café 100% colombiano mediante
medios virtuales como el portal educativo llamado Real Academia del Café en donde los
usuarios pueden realizar diferentes cursos relacionados con el café.
Aunque se recuerda con nostalgia el tiempo en que la economía del café financiaba
proyectos de infraestructura, la situación sanitaria del 2020 le vino bien al sector, pues
según datos institucionales alcanzó un valor de cosecha de 9 billones el mayor en 20 años.
Lo que se explica por el precio internacional del café (Arábico lavado), el diferencial por
calidad y la fluctuación del dólar
Además en la cadena de producción y suministro los tostadores reciben el valor más alto y
los campesinos el menor, mientras el precio del café sigue al alza en el contexto
internacional e interno con valores que en promedio alcanzan los 2.136.000 por carga de
125 kg (de pergamino seco), según datos de la Federación Nacional De Cafeteros, la
tendencia no siempre ha sido favorable para los productores, debido a esto el Informe De
La Misión De Estudios Para Competitividad De La Caficultura En Colombia expresa una
preocupación por la calidad de vida de los campesinos cultivadores.
Figura 2
Porcentaje de personas en condición de
pobreza en Colombia
40
30
20
10
0
El mismo informe indica que el 70% de los cultivadores de departamentos tradicionales del
viejo Caldas y Antioquia estaban (según el último censo) clasificados como pobres,
mientras que dicha clasificación en los departamentos del sur (Cauca, Nariño, Huila) era
del 94%. Este contexto se ha convertido en caldo de cultivo de otro problema más grande y
complejo. El microtráfico que encontró un buen mercado entre más de 40 mil recolectores
de café, que en su gran mayoría son itinerantes, los cuales trabajan a destajo alrededor de
cuatro meses, recibiendo en promedio 1.200.000 pesos mensuales. Sin embargo, el pago
puede subir si el trabajador recoge más café.
Otra problemática que surge en el horizonte y no menos importante tiene que ver con el
cambio climático, según Climate Institute (2017) “si no se reducen las emisiones de dióxido
de carbono, el cambio climático producirá una disminución del 50% en la producción de
café en el 2050 y en 2080 la planta se extinguirá”. Esta afirmación del instituto de
investigación que se dedica única y exclusivamente a estudiar los efectos del cambio
climático y sus consecuencias es realmente alarmante para los países productores de café y
en particular para Colombia donde ya los caficultores de algunas zonas del país han
comenzado a sentir tales efectos. Los caficultores (del Quindío entrevistados en el
documental del colectivo DESARRAIGO ,2020) recuerdan que hace 40 años podían
demarcar ciclos estacionales que denominaban “invierno” (hacen referencia al ciclo de
lluvias) y “verano” (altas temperaturas), que servían para organizar los periodos de siembra
y recolección del grano. Por el contrario, en la actualidad las lluvias se extienden por varios
meses seguidas de oleadas de calor, lo que cambia todos los ciclos del cultivo, las malezas
y plagas (Roya y Apical).
Esto conlleva a que municipios tradicionalmente cafeteros estén dejando de sembrar porque
los cultivadores están migrando a tierras más altas en donde ahora encuentran las
temperaturas adecuadas para el grano. Ahora bien, se debe tener en cuenta que dicha
migración traerá problemas derivados de los cultivos como la deforestación y la erosión de
los suelos consecuencias de la adaptación de los suelos para el cultivo del grano , esto
permitirá que el carbono almacenado en la tierra sea liberado acelerando las emisiones
contaminantes . Cabe apuntar que esta perspectiva no esta incluyendo perturbaciones
meteorológicas como los fenómenos del Niño y la Niña. Anualmente se eliminan de 1000 a
1200 hectáreas de café al año según cifras de la federación nacional.
La mayoría de los países productores han hecho tránsito a modelos de gestión más
abiertos y competitivos. Colombia, por el contrario, ha mantenido la misma
arquitectura institucional (..oligopólica..) y ha cedido en cerca de una década más
de la mitad de su producción histórica a favor de Vietnam, Brasil y otros
productores.
A pesar de las buenas expectativas comerciales del café, existen corrientes a nivel mundial
que desestiman los efectos benéficos de su consumo, y lo culpan de generar algunos efectos
nocivos para las personas que los consumen. Así por ejemplo, promueven el consumo de
Té, chocolate, bebidas energéticas, jugos y hasta gaseosas. Sin embargo, las nuevas
generaciones cada vez más aprecian los cafés especiales y se interesan por el origen y
contexto del producto. Lo que describe perfectamente el éxito que han tenido en Colombia
tiendas como Starbucks, OMA , Juan Valdez y Café Quindío entre otras (una cuestión de
moda). Así mismo la industria a incluido a los jóvenes dentro de su mercado objetivo
desarrollando productos que apuntan a sus intereses y requerimientos.
En contraste con lo anterior, muy pocas personas saben cual es la cadena de producción del
producto antes de llegar a la mesa; como ya se ha mencionado en el panorama general del
sector en este proceso de suministro los tostadores reciben el valor más alto y los
campesinos el menor, más aún a los campesinos cultivadores les corresponde una mínima
parte de lo que produce el negocio. Dejando un estrecho margen a la negociación en parte
por la estructura de la Federación Nacional De Cafeteros, quien es la entidad que compra el
grano a los caficultores. Aun así según datos de la federación se importaron entre el 2020 y
lo corrido del 2021 en promedio 1,7 millones de sacos para cubrir la demanda interna. Esto
sucede debido a que el ciudadano promedio no está en capacidad de pagar lo que realmente
cuesta un kilo de café de exportación, o no se ha forjado totalmente la cultura de valorar el
trabajo de los campesinos nacionales. Cabe anotar que generalmente el grano importado es
de baja calidad (conocido como pasilla).
Metodología
La metodología de investigación utilizada en este proyecto se realizó bajo un estudio
cualitativo y cuantitativo, en la cual se recogió información relevante del subsector, en este
caso el sector cafetero y su importancia en la economía nacional. Para tal efecto se
consultaron diversas fuentes, tales como páginas oficiales de la Federación Nacional de
Cafeteros (FNC), informes estadísticos generados por el ministerio de agricultura y
desarrollo rural (MADR), diarios oficiales, bases estadísticas entre otros.
Con estas fuentes se obtuvieron variados datos que se clasificaron mediante las matrices de
Pestel y Porter, analizando 15 aspectos en cada una, dando una calificación de cero a tres
para cada aspecto, donde tres corresponde a una magnitud de impacto alto, dos medio, uno
bajo y cero nulo. Luego de calificar cada aspecto se ordenan en un ranking que va de 1 a
15, siendo 1 el de mayor impacto y 15 el de menor impacto. La ponderación se hace en
función de la sumatoria por tipo de factor, en donde las amenazas se están identificadas con
signo negativo y las oportunidades con signo positivo.
Si el promedio en la ponderación en cada matriz es mayor a cero significa que la posición
del macroentorno (Pestel) y el microentorno (Porter) es positivo para la industria. Del
análisis de las dos matrices obtenemos una ponderación general del entorno del subsector.
De tal manera que el enfoque que se da es cuantitativo con proceso deductivo, debido a que
sirve para comprobar y explicar las generalidades del sector.
Mediante el análisis PORTER se indagaron las variables del mercado que marcan la
rentabilidad del sector. Entre las cuales están el poder de negociación de los clientes, el
poder de negociación de los proveedores, amenazas de los nuevos competidores entrantes,
amenazas de los nuevos productos sustitutos y la rivalidad entre competidores.
A treves del análisis PESTEL se investigaron las principales variables del entorno en los
factores político, económico, socio cultural, tecnológico, ecológico y legal. Analizando
aspectos internos como las exportaciones del sector cafetero, la falta de mano de obra, el
beneficio económico del sector, los daños ambientales, entre otros. Esta estrategia propone
entender el sector identificando factores como el entorno del sector cafetero, enfocándose
en los elementos: Políticos, Económicos, Sociocultural, Tecnológicos, Ambientales y
Legales.
Análisis de Resultados
PESTEL:
En el análisis que se realizó sobre el grafico PESTEL, se puede identificar que el sector
cafetero tiene grandes oportunidades en el factor económico (16.0), tecnológico (4.5) y
político (3.8),
A pesar de los altibajos que ha tenido la producción del café en los últimos tiempos, según
la federación de cafeteros ha mostrado un repunte y muy a pesar de la emergencia sanitaria
que afecto la economía del país, para el 2020 se logró un aumento en el ingreso del 20%
respecto al año anterior.
En el factor económico se encuentra la mayor oportunidad al ser el café un producto líder
en el sector agrícola y al ser el segundo producto más costoso a nivel mundial solo
superado por el petróleo que deja un aporte importante en el PIB nacional, gracias a que es
un producto con gran cantidad de exportaciones y de este depende la relación económica
con múltiples países.
Por otro lado, el análisis PESTEL arroja desventajas en los factores social (-3.8), ecológico
(-4.5) y legal (-0.3). Dichos indicadores son consecuencia evidente de la desventaja que
presentan los nivelas inferiores en la cadena de producción del café, en tanto no tienen
poder de negociación debido a la estructura oligopólica de la federación nacional que a su
vez negocia con las cooperativas. En tal sentido a pesar de que el café representa un papel
importante en la economía del país y en la sociedad de las zonas en las cuales se cultiva ya
que genera un alto índice de empleabilidad, se encontró en la revisión de diferentes fuentes
que los costos de producción del café son bastante elevados y existe una problemática
social de trasfondo que incluye la falta de interés de los jóvenes por el campo y la pobreza
en la cual viven muchos de los pequeños productores de café.
El cambio climático como factor ambiental refleja que al pasar el tiempo se han prolongado
las épocas de verano e invierno en el país como consecuencia del calentamiento global y
los fenómenos meteorológicos. Esta tendencia ambiental ha hecho que zonas que antes eran
óptimas para la producción del café por su temperatura media gracias a su altura sobre el
nivel del mar ya no lo sean por el incremento de esta. Lo cual ha disminuido la cantidad y
calidad del producto en zonas que anteriormente eran típicamente cafeteras. Un claro
ejemplo es el departamento del Quindío, que actualmente es promocionado turísticamente
como zona cafetera pero que en cuanto a producción real de café ha ido disminuyendo
significativamente.
Debido a esto los productores han ido en busca de nuevas tierras (más altas) donde
encuentran la temperatura ideal. No obstante, este desplazamiento ha producido un impacto
negativo en el medio ambiente ya que las tierras que se usan para el cultivo y producción
erosionan y se genera deforestación, hoy en día se busca con más fuerza construir
conciencia sobre este aspecto para que los cultivos sean orgánicos y generen el menor
impacto ambiental posible.
En el análisis realizado sobre las cinco fuerzas de PORTER se identificó como fortaleza el
poder de negociación con los clientes (6), poder de negociación con proveedores (6) y
rivalidad entre competidores (4).
Aunque Colombia compite con grandes productores se encuentra bien posicionado y sigue
siendo un referente en el mercado cafetero logrando exportar cantidades significativas que
hacen del café colombiano uno de los más importantes y conocidos entre compradores y
consumidores, además de ello el país es privilegiado por sus condiciones climáticas y la
fertilidad de sus suelos, generando un alto volumen de producción y ventas.
Como consecuencia de la fluctuación del dólar además del impacto climático que vive
Brasil como primer productor a nivel mundial, el mercado para Colombia sigue al alza
ocasionando un impacto en las finanzas del sector , beneficiando a los cafeteros. Sin
embargo, el país está lejos de atravesar una nueva bonanza cafetera.
Como amenazas en el análisis de las cinco fuerzas de PORTER, son relevantes la entrada
de nuevos competidores (-6) y el surgimiento de nuevos productos sustitutos ( -1).
En la actualidad los países desarrollados se preocupan cada vez más por la salud, en tal
sentido el mercado mundial constantemente busca diferentes productos sustitutos del café
considerando que existe una corriente que indica que este producto puede causar problemas
de salud por el exceso de cafeína, principal constituyente del café. Por tal motivo productos
como el té y el cacao entre otros, han encontrado un espacio comercial en las cafeterías
tradicionales
Por otro lado, a nivel interno el café nacional pierde terreno frente a cafés importados por
diferentes variables, entre las cuales están el precio que está dispuesto a pagar el
consumidor nacional y la no cultura de valorar el costo intrínseco de los cafés especiales y
de mejor calidad, esta situación les ha abierto las puertas a cafés extranjeros y de menor
calidad.
Fuente: Elaboración propia (Basado en el análisis Porter)
Discusión
Este documento tiene como finalidad realizar un análisis de los principales indicadores del
sub sector cafetero en Colombia y su importancia para la economía del país, luego de
revisar los resultados obtenidos después de aplicar la metodología Pestel y Porter se
evidencia que para el sector las mayores oportunidades se encuentran enfocadas en el factor
económico, dicho indicador concuerda con lo expresado por el gerente de la federación
nacional de cafeteros Roberto Vélez Vallejo (en el portal de noticias Portafolio, Abril de
2020) “En estos momentos, el café es la única buena noticia que tiene Colombia, vuelve a
ser el motor de la economía” , en tal sentido el subsector cafetero está dinamizando la
reactivación económica luego de la aguda crisis sanitaria, convirtiéndose en un gran
generador de empleo y oportunidades para los colombianos y para la población migrante
proveniente principalmente de Venezuela que ha encontrado una oportunidad de generar
ingresos.
Sin embargo, a pesar de que los datos económicos del último año a nivel internacional
favorecen ampliamente al sector y se han alcanzado niveles históricos en la cotización
interna, dicha situación está lejos de ser una bonanza. Es la perspectiva actual de Roberto
Vélez Vallejo (según el portal de noticias Bloomberg, Noviembre de 2021).
Según datos tomados del Informe de la economía cafetera en Colombia (2020), tanto la
producción como las exportaciones presentaron una reducción con respecto al 2019, por lo
tanto el éxito de precios actual puede llegar hacer un espejismo. Ya en 2012 el prestigioso
economista y político Carlos Gustavo Cano Sans indicaba que el país presenta una caída
acelerada en su productividad como consecuencia de diferentes variables, entre las cuales
enunciaba falta de utilización de nuevas tecnologías, empobrecimiento y envejecimiento de
los cultivadores y la pérdida de calidad del grano. Entre otras
Por otro lado se logra establecer que el gobierno y los diferentes entes gubernamentales,
además de la federación de cafeteros han descuidado el factor ambiental en el sector, puesto
que el mal manejo de la sostenibilidad en cuanto a los cultivos de café ha contribuido en el
impacto ambiental, dado que los diferentes productos que se utilizan para la producción y el
cuidado del grano son contaminantes.
Así mismo, no se cuenta con una estructura política de sostenibilidad en las fincas
cafeteras, las malas prácticas de los desechos generan gran contaminación tanto atmosférica
como de las fuentes hídricas haciendo notorio la falta de capacitación que tienen los
caficultores colombianos. En este sentido el informe de la Coordinadora Estatal De
Comercio Justo (Plataforma española, 2019) destaca que la desigualdad de la industria
cafetera no es un problema únicamente de Colombia, en tanto el sector cafetero a nivel
mundial produce más de 200.000 millones de ingresos a los países productores, solamente
superado por la industria petrolera, sin embargo el ingreso para los cultivadores
(aproximadamente 25 millones de personas en todo el mundo) es mínimo, creando
desigualdad y pobreza. Por otro lado dicho informe concluye que la cadena de producción
no es sostenible en términos ambientales y humanos reflejando la gran vulnerabilidad que
presenta la base de la cadena (los cultivadores), igualmente aclara que de no cambiarse la
practica hasta ahora utilizada en la producción cafetera las tierras aptas para el cultivo se
reducirán a la mitad en 2050
Conclusiones
● Por otra parte a pesar de que el café aporta una parte importante en la economía del
país tiene una problemática social de trasfondo bastante compleja debido a que los
pequeños caficultores se ven afectados por los precios bajos que se ofrecen para la
compra versus los altos costos de producción. Esto se traduce en que los jóvenes
hijos de caficultores ya no quieran seguir con los cultivos y estén migrando a las
grandes urbes a buscar mejores oportunidades, lo que pone en riesgo los cultivos ya
que los caficultores envejecen y no hay quien siga con el legado.
Referencias
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