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ANÁLISIS DE LOS PRINCIPALES INDICADORES DEL SUB SECTOR CAFETERO

EN COLOMBIA Y SU IMPORTANCIA PARA LA ECONOMÍA DEL PAÍS

AUDREY MAYERLY MUÑOZ ESQUIVEL 100232512 ; JORGE ANDRES ANGEL VEJARANO 100236825; LIZETH ROCIO
NAVARRETE MARTINEZ 10023556, BLANCA YASMIN CANTOR RODRIGUEZ 921020189; KARIME YASBLAIDY
TILAGUY BERMEO 100240844; NATALY SARMIENTO ROMERO 1000657041

Resumen
El objetivo de esta investigación es realizar un análisis de los principales indicadores del
subsector cafetero en Colombia y su importancia para la economía del país. Con esta
intención se ha recopilado información relevante que permitirá conocer de primera mano el
contexto actual del producto con base en la perspectiva de diferentes variables como el
proceso de producción, indicadores económicos, aspectos ecológicos, legales, el entorno
social y político. Además, de variables del mercado como la rivalidad entre competidores
tradicionales y nuevos, productos sustitutos, poder de negociación de clientes y
proveedores. Para tal efecto se recurrió a la metodología de investigación de PESTEL y
PORTER. Con el análisis de los resultados de dicha investigación se busca destacar la
importancia de este producto y comprender de mejor forma el dinamismo del subsector con
base en las oportunidades y amenazas, para ello se tendrá en cuenta su importancia en la
historia nacional, el contexto de pandemia entre otros factores
Palabras clave: Indicadores del subsector cafetero en Colombia; contexto actual del
producto; proceso de producción; la metodología de investigación;

Abstract
This research paper aims to analyze one of the main indicators from the coffee-growing
subsector in Colombia and its importance to the Country economy. Important information
has been collected to get to know first-hand the current context of the product based on
different variables such as production, economic indicators, legal and ecological aspects, as
well as social and politic ones. Also, market variables such as rivalry between new and old
competitors, substitute products, customers bargaining power, and suppliers´ information is
included. PESTEL and PORTER research methodologies were used for this purpose. Based
on the analysis of results, it is pretended to highlight the importance of coffee, and to have a

1
Diagnóstico Empresarial-Politécnico Grancolombiano
better understanding about the dynamism of this subsector considering opportunities and
threats. For this purpose, the importance of coffee in national history, and the COVID 19
pandemics context, among other factors will be contemplated.

Key words. Indicators of coffee growing subsector in Colombia current context of the
product coffee production Research methodology.

Introducción

En el desarrollo de esta investigación se considera la importancia que ha tenido el café en el


desarrollo económico del país, por lo cual se hace un breve recorrido por la historia de la
caficultura desde 1850 a comienzos de la república hasta la actualidad. En tanto esta
actividad representó el mayor motor de la economía colombiana, sustituyendo a productos
como el tabaco, el algodón, la quina y el añil. Autores como Cataño (2011) plantean que la
agricultura cafetera logró unir las regiones del país y consolidar la economía colombiana
dado que incentivó la construcción de caminos, el ferrocarril se extendió y animó el
comercio de otros productos. Según estadísticas de la Federación nacional de Cafeteros
(publicadas en La Historia del Café de Colombia) para finales del siglo XIX la producción
había pasado de 60.000 sacos a más 600.000, Así mismo investigaciones como la de
Ocampo (1981) muestran que ya después de 1920 Colombia participaba con el 10% en la
producción mundial de café y para 1930 la participación era del 20%. representando
aproximadamente el 80% de la exportación nacional.

Aunque en la actualidad el café no es el producto más exportado del país, sigue siendo el
cultivo nacional por excelencia, en el 2020 el sector cafetero cerro en $9.000 billones, una
cifra superior a la del 2019, Siendo uno de los sectores con mayor exportación del sector
agrícola con exportaciones cercanas a los 12,6 millones de sacos de café verde según cifras
del Ministerio de Agricultura. Por otra parte, la dirección de investigaciones económicas de
la Federación indica que el sector cafetero agrícola representa en la actualidad cerca del 1%
del Producto Interno Bruto (PIB) del país, teniendo a 545 mil familias rurales dependientes
de esta actividad y generando más de 2,5 millones de empleos directos e indirectos.
Sin embargo, actualmente la economía cafetera se enfrenta a grandes amenazas entre las
cuales se cuentan el cambio climático, el relevo generacional, la estabilidad financiera y la
participación en el mercado mundial

El propósito de esta investigación es realizar un análisis de los principales indicadores del


subsector cafetero en Colombia y su importancia para la economía del país. En tal sentido
se recurrió a las metodologías de PESTEL y PORTER.

A treves del análisis PESTEL se investigaron las principales variables del entorno en los
factores político, económico, socio cultural, tecnológico, ecológico y legal. Mediante el
análisis PORTER se indagaron las variables del mercado que marcan la rentabilidad del
sector. Entre las cuales están el poder de negociación de los clientes, el poder de
negociación de los proveedores, amenazas de los nuevos competidores entrantes, amenazas
de los nuevos productos sustitutos y la rivalidad entre competidores. Los resultados
recogerán la ponderación de los indicadores enunciados anteriormente con el fin de mostrar
el estado actual e integral del subsector, basados en las cifras consultadas y de esta manera
realizar una posible solución al problema. Teniendo claro los límites de la investigación

Marco de referencia

Según Palacios (2002). La economía de finales de siglo XIX y comienzos del siglo XX no
era muy diferente a la del periodo colonial debido al poco desarrollo industrial colombiano.
A causa de las sucesivas confrontaciones internas que llevaron al país a una inestabilidad
política y por supuesto económica. No obstante, para 1880 la agricultura cafetera logró
integrar diferentes regiones como Cúcuta, Santander, Cundinamarca y Tolima siendo la
mayor parte de esta producción proveniente de las fincas de grandes hacendados,
ampliándose con el fenómeno de la colonización antioqueña en las primeras décadas del
siglo XX (Kalmanovitz, 2015, p75/246). Así mismo, el cultivo de café creció de la mano
del consumo lo que favoreció la industria y la sociedad comenzó a organizarse alrededor de
la cultura del café. La investigación de Villar & Esguerra (2005) hacen notar que como
consecuencia de la guerra de los mil días y la caída de los precios internacionales en el paso
del siglo XIX al XX las exportaciones del país decayeron sustancialmente, recuperándose
sólo hasta finales de la primera década del nuevo siglo, esta situación propició que el
cultivo ya no estuviese en manos de grandes hacendados (terratenientes), sino por el
contrario permitió que pequeños productores colonos de nuevas tierras generaran la
producción cafetera y en 1927 se agremiaron para fundar la Federación Nacional De
Cafeteros. (Historia del café en Colombia)

Investigadores como Ocampo (2000). Indican que Desde 1905 el desarrollo exportador de
Colombia se sustentó en la economía cafetera, esto fue posible gracias a la expansión de los
cultivos de café, pues las poblaciones iniciales que se ubicaron en tierras altas de clima frío,
poco a poco se fueron desplazando hacia las faldas de las cordilleras en las cuales
encontraron climas ideales para el cultivo de café. A este fenómeno se le conoce como la
colonización antioqueña. En el periodo de 1910 a 1950 la caficultura estuvo a cargo de
pequeños y medianos productores campesinos, En la década de los años treinta el estado
intervino el mercado cafetero (con intervención de López Pumarejo en el Comité Nacional
de Cafeteros) y desde entonces participa en la política cafetera . En los años 20, las ventas
del grano superaban el 70% del valor total exportado por Colombia, también aumento la
actividad industrial y urbana internas. No en vano, para distinguir al país se le denominaba
la nación cafetera. ( Villar, L. & Esguerra, P, 2005).

A partir de 1960 la economía cafetera paso a ser netamente de los empresarios. En tal
sentido en 1962 se creó el Fondo Nacional del Café, encargado de considerar la
negociación de un Convenio en el que participasen tanto los países exportadores como los
importadores. Lo que se llamaría luego el pacto de cuotas y serviría para regular el
mercado. Era tal el éxito de la economía cafetera que pudo diversificar sus inversiones y
participó en la creación de compañías como La Flota Mercante Gran Colombiana (1946-
1996 ) y Bancafé, fundado con el objetivo de apoyar la producción y exportación de café
(1978-2006). Además, emprendió novedosas estrategias de mercadeo con la creación de la
marca Juan Valdez (actual), y se posicionó la imagen de las chapoleras en la recolección
del grano como distintivo del país ante el mundo.
De acuerdo con Machado, A. (1982). Durante la década de los años ochenta el café
colombiano sustituía los faltantes dejados por Brasil, primer productor mundial, dado que la
potencia suramericana tenía dificultades por cuenta del clima. Sin embargo, esta bonanza
llegó a su fin en 1989 cuando por iniciativa de los países compradores (poder de
negociación de los clientes) se terminó el pacto de cuotas regulado en el Acuerdo
Internacional del Café. Regresando así a la ley de oferta y demanda y en breve las pérdidas
ya eran millonarias. Pues de representar el 37.42% de las exportaciones totales del país en
el intervalo de (1985 a 1989), pasó al 18.60% en el intervalo (1990-1994).

Durante lo corrido del siglo XXI el café sigue siendo el cultivo nacional por excelencia a
pesar de que el área sembrada ha disminuido de 948 mil hectáreas en 2014 a 854 mil
hectáreas en 2019, lo que muestra una reducción de aproximadamente 10% en un periodo
de 5 años. En contraste con lo anterior en el periodo de 2009 a 2019 la producción cafetera
aumento un 65% con 14.7 millones de sacos. Según datos tomados del Informe de la
economía cafetera en Colombia (2020). No obstante en 2020 la producción cayó a 13.9
millones de sacos de 60 kg de café verde, es decir un 6% menos, lo cual era predecible
como consecuencia de la situación sanitaria mundial.
Figura 1

Gráfica comparativa producción vs expor-


tación de café en Colombia
15
14.5
14
13.5
13
12.5
12
11.5
11
2019 2020

Producción en millones de sacos Exportación en millones de sacos


Fuente: Elaboración propia (Datos tomados del Informe de economía cafetera 2020)

Con estos datos se puede observar que Colombia exportó en promedio en los dos últimos
años el 92% del café que produce, dejando sólo el 8% para el consumo interno.
Adicionalmente el Ministerio de Agricultura en su informe Cadena Café (2020) ha
referenciado que en los últimos cuatro años las importaciones han venido creciendo debido
al aumento del consumo interno de café, actualmente según la Federación Nacional De
Cafeteros las ventas de café para el consumo doméstico se estiman en 2.1 millones de sacos
de 60kg de los cuales el país importa de Ecuador y Perú más de 800.000 sacos de café de
mala calidad conocido como café pasilla,. La estrategia de la Federación en el 2020 para
incentivar la cultura del café es impulsar el consumo de café 100% colombiano mediante
medios virtuales como el portal educativo llamado Real Academia del Café en donde los
usuarios pueden realizar diferentes cursos relacionados con el café.

Aunque se recuerda con nostalgia el tiempo en que la economía del café financiaba
proyectos de infraestructura, la situación sanitaria del 2020 le vino bien al sector, pues
según datos institucionales alcanzó un valor de cosecha de 9 billones el mayor en 20 años.
Lo que se explica por el precio internacional del café (Arábico lavado), el diferencial por
calidad y la fluctuación del dólar

Sin embargo, las perspectivas para labriegos, sembradores, trilladores o comercializadores


del grano no son tan optimistas en tanto desde hace ya varios años, acusan diferentes
problemas como la falta de garantías para desempeñar su labor pues no cuentan con
prestaciones sociales haciendo que la actividad laboral sea informal

Como consecuencia de esta inestabilidad laboral se ha generado una falta de relevo


generacional, en la actualidad la edad promedio de los caficultores es de 56 años, los
jóvenes no quieren trabajar en el campo y por tal motivo la mano de obra es itinerante. No
obstante, Sólo el 6% de los jóvenes rurales continúa la educación postsecundaria y tan sólo
36 de cada 10.000 alcanza un título universitario. Desarraigo (2020).

Además en la cadena de producción y suministro los tostadores reciben el valor más alto y
los campesinos el menor, mientras el precio del café sigue al alza en el contexto
internacional e interno con valores que en promedio alcanzan los 2.136.000 por carga de
125 kg (de pergamino seco), según datos de la Federación Nacional De Cafeteros, la
tendencia no siempre ha sido favorable para los productores, debido a esto el Informe De
La Misión De Estudios Para Competitividad De La Caficultura En Colombia expresa una
preocupación por la calidad de vida de los campesinos cultivadores.

A pesar de que históricamente los departamentos cafeteros mantuvieron buenas condiciones


de vida ya no se puede decir lo mismo, debido a la perdida de rentabilidad del café, el
deterioro del precio y a la perdida de hectáreas de cultivo por acción del clima, factores
complementados por la poca intervención del estado y por el desplazamiento del cultivo a
departamentos más pobres, como Huila, Cauca y Nariño

Figura 2
Porcentaje de personas en condición de
pobreza en Colombia
40
30
20
10
0

Fuente: Elaboración propia (Datos DANE)

El mismo informe indica que el 70% de los cultivadores de departamentos tradicionales del
viejo Caldas y Antioquia estaban (según el último censo) clasificados como pobres,
mientras que dicha clasificación en los departamentos del sur (Cauca, Nariño, Huila) era
del 94%. Este contexto se ha convertido en caldo de cultivo de otro problema más grande y
complejo. El microtráfico que encontró un buen mercado entre más de 40 mil recolectores
de café, que en su gran mayoría son itinerantes, los cuales trabajan a destajo alrededor de
cuatro meses, recibiendo en promedio 1.200.000 pesos mensuales. Sin embargo, el pago
puede subir si el trabajador recoge más café.

Otra problemática que surge en el horizonte y no menos importante tiene que ver con el
cambio climático, según Climate Institute (2017) “si no se reducen las emisiones de dióxido
de carbono, el cambio climático producirá una disminución del 50% en la producción de
café en el 2050 y en 2080 la planta se extinguirá”. Esta afirmación del instituto de
investigación que se dedica única y exclusivamente a estudiar los efectos del cambio
climático y sus consecuencias es realmente alarmante para los países productores de café y
en particular para Colombia donde ya los caficultores de algunas zonas del país han
comenzado a sentir tales efectos. Los caficultores (del Quindío entrevistados en el
documental del colectivo DESARRAIGO ,2020) recuerdan que hace 40 años podían
demarcar ciclos estacionales que denominaban “invierno” (hacen referencia al ciclo de
lluvias) y “verano” (altas temperaturas), que servían para organizar los periodos de siembra
y recolección del grano. Por el contrario, en la actualidad las lluvias se extienden por varios
meses seguidas de oleadas de calor, lo que cambia todos los ciclos del cultivo, las malezas
y plagas (Roya y Apical).

Esto conlleva a que municipios tradicionalmente cafeteros estén dejando de sembrar porque
los cultivadores están migrando a tierras más altas en donde ahora encuentran las
temperaturas adecuadas para el grano. Ahora bien, se debe tener en cuenta que dicha
migración traerá problemas derivados de los cultivos como la deforestación y la erosión de
los suelos consecuencias de la adaptación de los suelos para el cultivo del grano , esto
permitirá que el carbono almacenado en la tierra sea liberado acelerando las emisiones
contaminantes . Cabe apuntar que esta perspectiva no esta incluyendo perturbaciones
meteorológicas como los fenómenos del Niño y la Niña. Anualmente se eliminan de 1000 a
1200 hectáreas de café al año según cifras de la federación nacional.

En este sentido el 27 de septiembre de 2021 el gobierno colombiano presentó el documento


CONPES (Consejo nacional de política económica y social), en el cual adopta la política
para la sostenibilidad de la caficultura colombiana, la estrategia está encaminada a
garantizar la sostenibilidad de la actividad cafetera en el largo plazo. El objetivo del
gobierno es reducir la incertidumbre y dependencia de los caficultores a programas sociales
y transferencias monetarias. Algunas de las temáticas que se dispone a abordar son: el
limitado acceso de los caficultores a los activos productivos, altos costos de producción, la
baja inversión en infraestructura para el manejo de la post cosecha, intermitencia en los
procesos de renovación de cafetales, gestión del recurso hídrico y adopción de sistemas
agroforestales. En consecuencia con la política pública la Federación Nacional De
Cafeteros como representante de los intereses de los caficultores en su informe de gestión
(2020), informó que lideró la aprobación de la ley 2046 del 2020 “por la cual se establecen
mecanismos que favorecen la participación de la agricultura campesina, familiar y
comunitaria en los mercados de compras públicas de alimentos”. Con la cual se pretende
incluir a los pequeños y medianos campesinos en la formalidad del negocio.

Otro rasgo de la economía cafetera es el contexto internacional al que actualmente se


enfrenta el país, sobre todo después de la ley de cuotas la cual como ya se ha comentado
ampliamente afecto en gran medida las finanzas colombianas. En tal sentido ya no jugamos
solo contra Brasil como históricamente sucedió, sino que ahora aparecieron otros
competidores entre los que se encuentra Vietnam que ahora ocupa el segundo lugar en la
clasificación de países exportadores de café desplazando a Colombia a un tercer lugar
(conforme a estadísticas oficiales). Como lo señala la Misión De Estudios Para
Competitividad De La Caficultura En Colombia (2015)

La mayoría de los países productores han hecho tránsito a modelos de gestión más
abiertos y competitivos. Colombia, por el contrario, ha mantenido la misma
arquitectura institucional (..oligopólica..) y ha cedido en cerca de una década más
de la mitad de su producción histórica a favor de Vietnam, Brasil y otros
productores.

La demanda también ha aumentado debido al incremento de personas que adquieren el


producto en países emergentes como China, lo cual ha presionado un incremento en el
precio. Lo que explica el resultado en el valor de la cosecha del 2020.

Al mismo tiempo el aumento de precios a motivado la incursión de nuevos competidores


(productores de café) que han visto en la oferta de precios bajos una ventaja competitiva
respecto a los productores tradicionales como Colombia. La organización mundial del
comercio (2019) ya destacaba a países como Indonesia exportando 660.000 toneladas al
año representando el 7,46% del total en exportaciones mundiales, actualmente ocupa el
cuarto puesto en la clasificación de países productores después de Brasil, Vietnam,
Colombia.

En dicha clasificación (reportada por diferentes Ranking especializados) aparecen Etiopia,


Honduras, Perú, India, Uganda y Guatemala. El caso del Perú es notorio debido a que como
lo indica el portal especializado (Revista fórumcafé), inicialmente se comercializó como
substituto puntual de cafés colombianos, hoy en día gracias a la apuesta por la calidad en el
proceso aumentó el buen nombre de su marca y es apreciado en Estados Unidos, Europa y a
varios países asiáticos

A pesar de las buenas expectativas comerciales del café, existen corrientes a nivel mundial
que desestiman los efectos benéficos de su consumo, y lo culpan de generar algunos efectos
nocivos para las personas que los consumen. Así por ejemplo, promueven el consumo de
Té, chocolate, bebidas energéticas, jugos y hasta gaseosas. Sin embargo, las nuevas
generaciones cada vez más aprecian los cafés especiales y se interesan por el origen y
contexto del producto. Lo que describe perfectamente el éxito que han tenido en Colombia
tiendas como Starbucks, OMA , Juan Valdez y Café Quindío entre otras (una cuestión de
moda). Así mismo la industria a incluido a los jóvenes dentro de su mercado objetivo
desarrollando productos que apuntan a sus intereses y requerimientos.

En contraste con lo anterior, muy pocas personas saben cual es la cadena de producción del
producto antes de llegar a la mesa; como ya se ha mencionado en el panorama general del
sector en este proceso de suministro los tostadores reciben el valor más alto y los
campesinos el menor, más aún a los campesinos cultivadores les corresponde una mínima
parte de lo que produce el negocio. Dejando un estrecho margen a la negociación en parte
por la estructura de la Federación Nacional De Cafeteros, quien es la entidad que compra el
grano a los caficultores. Aun así según datos de la federación se importaron entre el 2020 y
lo corrido del 2021 en promedio 1,7 millones de sacos para cubrir la demanda interna. Esto
sucede debido a que el ciudadano promedio no está en capacidad de pagar lo que realmente
cuesta un kilo de café de exportación, o no se ha forjado totalmente la cultura de valorar el
trabajo de los campesinos nacionales. Cabe anotar que generalmente el grano importado es
de baja calidad (conocido como pasilla).

A pesar de esto existen emprendimientos cafeteros que acceden a certificaciones gracias al


manejo de procesos de calidad en toda la cadena de producción, lo cual favorece sus
condiciones a la hora de negociar con las cooperativas encargadas del acopio. Esto a su vez
eleva la calidad que buscan los compradores externos y permite que los agricultores
obtengan estímulos de la federación al hacer parte del segmento especial del grano y esto
aumenta los ingresos de los productores. En contraste con los campesinos (proveedores del
negocio) el margen de negociación de los consumidores (clientes del negocio) es grande,
debido a la sobre oferta y superávit del producto. “Los grandes importadores de café en el
mundo son Estados Unidos, Alemania y Japón sus principales proveedores son Brasil,
Colombia, Indonesia, Guatemala, Etiopia y Vietnam quienes representan más del 80% del
mercado”. (Arias. F, et all 2018).

Metodología
La metodología de investigación utilizada en este proyecto se realizó bajo un estudio
cualitativo y cuantitativo, en la cual se recogió información relevante del subsector, en este
caso el sector cafetero y su importancia en la economía nacional. Para tal efecto se
consultaron diversas fuentes, tales como páginas oficiales de la Federación Nacional de
Cafeteros (FNC), informes estadísticos generados por el ministerio de agricultura y
desarrollo rural (MADR), diarios oficiales, bases estadísticas entre otros.

Con estas fuentes se obtuvieron variados datos que se clasificaron mediante las matrices de
Pestel y Porter, analizando 15 aspectos en cada una, dando una calificación de cero a tres
para cada aspecto, donde tres corresponde a una magnitud de impacto alto, dos medio, uno
bajo y cero nulo. Luego de calificar cada aspecto se ordenan en un ranking que va de 1 a
15, siendo 1 el de mayor impacto y 15 el de menor impacto. La ponderación se hace en
función de la sumatoria por tipo de factor, en donde las amenazas se están identificadas con
signo negativo y las oportunidades con signo positivo.
Si el promedio en la ponderación en cada matriz es mayor a cero significa que la posición
del macroentorno (Pestel) y el microentorno (Porter) es positivo para la industria. Del
análisis de las dos matrices obtenemos una ponderación general del entorno del subsector.

De tal manera que el enfoque que se da es cuantitativo con proceso deductivo, debido a que
sirve para comprobar y explicar las generalidades del sector.

Mediante el análisis PORTER se indagaron las variables del mercado que marcan la
rentabilidad del sector. Entre las cuales están el poder de negociación de los clientes, el
poder de negociación de los proveedores, amenazas de los nuevos competidores entrantes,
amenazas de los nuevos productos sustitutos y la rivalidad entre competidores.

A treves del análisis PESTEL se investigaron las principales variables del entorno en los
factores político, económico, socio cultural, tecnológico, ecológico y legal. Analizando
aspectos internos como las exportaciones del sector cafetero, la falta de mano de obra, el
beneficio económico del sector, los daños ambientales, entre otros. Esta estrategia propone
entender el sector identificando factores como el entorno del sector cafetero, enfocándose
en los elementos: Políticos, Económicos, Sociocultural, Tecnológicos, Ambientales y
Legales.

Los resultados recogerán la ponderación de los indicadores enunciados anteriormente con


el fin de mostrar el estado actual e integral del subsector, a través de las cifras consultadas y
de esta manera proponer una posible solución al problema.

Análisis de Resultados
PESTEL:

En el análisis que se realizó sobre el grafico PESTEL, se puede identificar que el sector
cafetero tiene grandes oportunidades en el factor económico (16.0), tecnológico (4.5) y
político (3.8),

A pesar de los altibajos que ha tenido la producción del café en los últimos tiempos, según
la federación de cafeteros ha mostrado un repunte y muy a pesar de la emergencia sanitaria
que afecto la economía del país, para el 2020 se logró un aumento en el ingreso del 20%
respecto al año anterior.
En el factor económico se encuentra la mayor oportunidad al ser el café un producto líder
en el sector agrícola y al ser el segundo producto más costoso a nivel mundial solo
superado por el petróleo que deja un aporte importante en el PIB nacional, gracias a que es
un producto con gran cantidad de exportaciones y de este depende la relación económica
con múltiples países.

A nivel tecnológico Colombia es un país que ha implementado diferentes estrategias en la


producción del café, como plantar semillas mejoradas que ofrece Cenicafe, el uso de
maquinaria para la siembra y la selección de los granos. Por lo cual, se evidenció que tiene
una oportunidad en esta área ya que la recolección de las cosechas en muchas ocasiones
aún se hace de forma artesanal, lo cual si bien es bueno para la comunidad que se lucra de
esta actividad para los productores es un costo adicional.

Igualmente es evidente que el sector contribuye en gran medida a la generación de empleo


y ha sido un factor importante en el marco del posconflicto como una alternativa para
campesinos, jóvenes y víctimas de la violencia, gracias a la oportunidad de generar
conocimiento sobre este sector con lo cual se producen ingresos para las familias y se
aporta crecimiento del sector.

Los cafeteros han crecido en conocimiento y esto ha propiciado que la siembra y


recolección del grano tenga cada vez mayor eficiencia en costos y tiempos, el sector está
recobrando su histórica importancia y actualmente se puede decir que las familias cafeteras
son cruciales en la toma de decisiones de índole político.

Por otro lado, el análisis PESTEL arroja desventajas en los factores social (-3.8), ecológico
(-4.5) y legal (-0.3). Dichos indicadores son consecuencia evidente de la desventaja que
presentan los nivelas inferiores en la cadena de producción del café, en tanto no tienen
poder de negociación debido a la estructura oligopólica de la federación nacional que a su
vez negocia con las cooperativas. En tal sentido a pesar de que el café representa un papel
importante en la economía del país y en la sociedad de las zonas en las cuales se cultiva ya
que genera un alto índice de empleabilidad, se encontró en la revisión de diferentes fuentes
que los costos de producción del café son bastante elevados y existe una problemática
social de trasfondo que incluye la falta de interés de los jóvenes por el campo y la pobreza
en la cual viven muchos de los pequeños productores de café.
El cambio climático como factor ambiental refleja que al pasar el tiempo se han prolongado
las épocas de verano e invierno en el país como consecuencia del calentamiento global y
los fenómenos meteorológicos. Esta tendencia ambiental ha hecho que zonas que antes eran
óptimas para la producción del café por su temperatura media gracias a su altura sobre el
nivel del mar ya no lo sean por el incremento de esta. Lo cual ha disminuido la cantidad y
calidad del producto en zonas que anteriormente eran típicamente cafeteras. Un claro
ejemplo es el departamento del Quindío, que actualmente es promocionado turísticamente
como zona cafetera pero que en cuanto a producción real de café ha ido disminuyendo
significativamente.

Debido a esto los productores han ido en busca de nuevas tierras (más altas) donde
encuentran la temperatura ideal. No obstante, este desplazamiento ha producido un impacto
negativo en el medio ambiente ya que las tierras que se usan para el cultivo y producción
erosionan y se genera deforestación, hoy en día se busca con más fuerza construir
conciencia sobre este aspecto para que los cultivos sean orgánicos y generen el menor
impacto ambiental posible.

Fuente: Elaboración propia (Basado en el análisis Pestel)


PORTER:

En el análisis realizado sobre las cinco fuerzas de PORTER se identificó como fortaleza el
poder de negociación con los clientes (6), poder de negociación con proveedores (6) y
rivalidad entre competidores (4).

Aunque Colombia compite con grandes productores se encuentra bien posicionado y sigue
siendo un referente en el mercado cafetero logrando exportar cantidades significativas que
hacen del café colombiano uno de los más importantes y conocidos entre compradores y
consumidores, además de ello el país es privilegiado por sus condiciones climáticas y la
fertilidad de sus suelos, generando un alto volumen de producción y ventas.

Como consecuencia de la fluctuación del dólar además del impacto climático que vive
Brasil como primer productor a nivel mundial, el mercado para Colombia sigue al alza
ocasionando un impacto en las finanzas del sector , beneficiando a los cafeteros. Sin
embargo, el país está lejos de atravesar una nueva bonanza cafetera.

Como amenazas en el análisis de las cinco fuerzas de PORTER, son relevantes la entrada
de nuevos competidores (-6) y el surgimiento de nuevos productos sustitutos ( -1).

En la actualidad los países desarrollados se preocupan cada vez más por la salud, en tal
sentido el mercado mundial constantemente busca diferentes productos sustitutos del café
considerando que existe una corriente que indica que este producto puede causar problemas
de salud por el exceso de cafeína, principal constituyente del café. Por tal motivo productos
como el té y el cacao entre otros, han encontrado un espacio comercial en las cafeterías
tradicionales

Por otro lado, a nivel interno el café nacional pierde terreno frente a cafés importados por
diferentes variables, entre las cuales están el precio que está dispuesto a pagar el
consumidor nacional y la no cultura de valorar el costo intrínseco de los cafés especiales y
de mejor calidad, esta situación les ha abierto las puertas a cafés extranjeros y de menor
calidad.
Fuente: Elaboración propia (Basado en el análisis Porter)

Discusión

Este documento tiene como finalidad realizar un análisis de los principales indicadores del
sub sector cafetero en Colombia y su importancia para la economía del país, luego de
revisar los resultados obtenidos después de aplicar la metodología Pestel y Porter se
evidencia que para el sector las mayores oportunidades se encuentran enfocadas en el factor
económico, dicho indicador concuerda con lo expresado por el gerente de la federación
nacional de cafeteros Roberto Vélez Vallejo (en el portal de noticias Portafolio, Abril de
2020) “En estos momentos, el café es la única buena noticia que tiene Colombia, vuelve a
ser el motor de la economía” , en tal sentido el subsector cafetero está dinamizando la
reactivación económica luego de la aguda crisis sanitaria, convirtiéndose en un gran
generador de empleo y oportunidades para los colombianos y para la población migrante
proveniente principalmente de Venezuela que ha encontrado una oportunidad de generar
ingresos.
Sin embargo, a pesar de que los datos económicos del último año a nivel internacional
favorecen ampliamente al sector y se han alcanzado niveles históricos en la cotización
interna, dicha situación está lejos de ser una bonanza. Es la perspectiva actual de Roberto
Vélez Vallejo (según el portal de noticias Bloomberg, Noviembre de 2021).
Según datos tomados del Informe de la economía cafetera en Colombia (2020), tanto la
producción como las exportaciones presentaron una reducción con respecto al 2019, por lo
tanto el éxito de precios actual puede llegar hacer un espejismo. Ya en 2012 el prestigioso
economista y político Carlos Gustavo Cano Sans indicaba que el país presenta una caída
acelerada en su productividad como consecuencia de diferentes variables, entre las cuales
enunciaba falta de utilización de nuevas tecnologías, empobrecimiento y envejecimiento de
los cultivadores y la pérdida de calidad del grano. Entre otras

Por otro lado se logra establecer que el gobierno y los diferentes entes gubernamentales,
además de la federación de cafeteros han descuidado el factor ambiental en el sector, puesto
que el mal manejo de la sostenibilidad en cuanto a los cultivos de café ha contribuido en el
impacto ambiental, dado que los diferentes productos que se utilizan para la producción y el
cuidado del grano son contaminantes.

Así mismo, no se cuenta con una estructura política de sostenibilidad en las fincas
cafeteras, las malas prácticas de los desechos generan gran contaminación tanto atmosférica
como de las fuentes hídricas haciendo notorio la falta de capacitación que tienen los
caficultores colombianos. En este sentido el informe de la Coordinadora Estatal De
Comercio Justo (Plataforma española, 2019) destaca que la desigualdad de la industria
cafetera no es un problema únicamente de Colombia, en tanto el sector cafetero a nivel
mundial produce más de 200.000 millones de ingresos a los países productores, solamente
superado por la industria petrolera, sin embargo el ingreso para los cultivadores
(aproximadamente 25 millones de personas en todo el mundo) es mínimo, creando
desigualdad y pobreza. Por otro lado dicho informe concluye que la cadena de producción
no es sostenible en términos ambientales y humanos reflejando la gran vulnerabilidad que
presenta la base de la cadena (los cultivadores), igualmente aclara que de no cambiarse la
practica hasta ahora utilizada en la producción cafetera las tierras aptas para el cultivo se
reducirán a la mitad en 2050

Conclusiones

● La investigación reveló que el factor concluyente en el subsector es el económico,


guiado en gran medida por el auge en los precios internacionales, que además han
jalonado la cotización interna, logrando en los últimos meses cifras récord en valor.
Sin embargo esto no puede ocultar que las exportaciones han bajado fruto de una
mayor oferta internacional gracias a que más países entraron a la competencia por el
mercado y la producción a disminuido.
● Aunque la ponderación final de la investigación indica que el sector muestra una
tendencia positiva, no se deben dejar de lado otras variables que pueden incidir en el
futuro, tales como un repunte de la pandemia, el valor del peso colombiano en
referencia con la fluctuación del dólar, el precio del petróleo y el cambio climático

● Por otra parte a pesar de que el café aporta una parte importante en la economía del
país tiene una problemática social de trasfondo bastante compleja debido a que los
pequeños caficultores se ven afectados por los precios bajos que se ofrecen para la
compra versus los altos costos de producción. Esto se traduce en que los jóvenes
hijos de caficultores ya no quieran seguir con los cultivos y estén migrando a las
grandes urbes a buscar mejores oportunidades, lo que pone en riesgo los cultivos ya
que los caficultores envejecen y no hay quien siga con el legado.

● La metodología utilizada permitió realizar una caracterización integral del sub


sector cafetero, en tanto se realizó una investigación del microentorno y
macroentorno, lo que posibilita la realización de una propuesta de valor que tenga
en cuenta el mercado y sus adversidades, siendo congruente, diferente e innovadora

● La caficultura ha sido un producto muy importante en la historia de Colombia al ser


el café un producto emblema nacional, con el que es reconocido internacionalmente
por exportar un producto de excelente calidad. Sin embargo, a lo largo de la historia
este producto ha tenido altas y bajas a pesar de que nunca ha dejado de aportar
significativamente en la economía del país siendo un producto con un aporte
importante en el PIB del sector agrícola.

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