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Cangrejos azules: una especie que sigue

luchando por sobrevivir


Durante la temporada de lluvia se da el proceso migratorio de la especie en la
Circunvalar II.
En el asfalto solo se observan las manchas que dejan al ser aplastados por los
carros y algunas de sus pequeñas pinzas enredadas en las tiras de sacos —
colocados a la orilla de la carretera—, precisamente para evitar su brutal muerte.
La fauna de la Ciénaga de Mallorquín continúa en peligro por el número de
cangrejos azules que mueren diariamente en la vía de cuarta generación —
construida hace cuatro años— y que aún no cuenta con una medida funcional que
les permita transitar hasta su hábitat natural.

El problema de la especie se relaciona con la ubicación del separador ubicado entre


Las Flores y el corregimiento de La Playa, que interrumpe el proceso migratorio de
los animales durante su época de desove, como lo ha venido registrando desde
2019 EL HERALDO en varios artículos y reportajes.
Samuel Casseres, biólogo de la Universidad del Norte, explicó la importancia de
estos crustáceos para el medio donde habitan.
“Uno de los principales beneficios que tiene esta especie es que consume de las
hojas que caen al manglar, se alimenta de esas plantas y eventualmente transmuta
esa energía y materia a la siguiente etapa de la cadena trófica”, dijo.
Además, hizo hincapié en que este cangrejo es considerado como un alimento
importante para muchas especies como el mapache manglero o zorra patona.

En un ecosistema sano se pueden encontrar hasta 18 mil individuos por hectárea.


También es considerado como un animal semiterrestre por construir cavidades en el
suelo que llegan hasta donde está el agua, logrando mantener oxigenado el
manglar, a través de estos orificios generando un soporte a nivel de mejoramiento
del suelo y abono al ecosistema.

“Al momento de construir esta vía no tuvieron en cuenta la biodiversidad que


habita en ese sector y lamentablemente el cangrejo azul es una especie migratoria y
necesita la salinidad del mar para que sus huevos eclosionen”, puntualizó Casseres.

“Estamos vigilantes de lo que sucede”

La licencia para intervenir la segunda calzada en este tramo de la vía fue otorgada
por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) a la Ruta Costera en
2018.
Se entiende que cuando un proyecto u obra requiere licencia ambiental,
dependiendo la magnitud de la intervención, es de competencia de las autoridades
ambientales intervenir e imponer las obligaciones o permisos que la norma les exija.

Al encender las alarmas por la muerte masiva de estos crustáceos, la Corporación


Autónoma Regional del Atlántico (CRA) dijo a este medio que “en lo que va de
2021 se han presentado algunos inconvenientes en la zona, pero estos se
detectaron posterior a la construcción de la vía, ya que previo a la intervención se
hicieron las medidas de mitigación y corrección frente al impacto que la actividad iba
a realizar”.

En el caso puntual de los cangrejos, a pesar de que ya se tenían valorados los


impactos que se iban a ocasionar con esa construcción, la CRA le exigió a Ruta
Costera –en virtud de las quejas que se presentaron por parte de las comunidades,
ambientalistas e investigadores– realizar medidas adicionales para mitigar el
impacto. También les exigió la realización de un estudio que duró un año, en el que
explicaban el comportamiento biológico de la especie en ese sitio y qué sucede con
ella en temporada seca y de lluvia, permitiéndole a la Ruta Costera reforzar las
medidas que inicialmente había diseñado para la protección del cangrejo.
Afectaciones en el ecosistema
Cuando se hace cualquier intervención en zonas consideradas de importancia
ecológica, al ser el hábitat de especies de fauna silvestre, estas pueden traer
consigo un impacto negativo.
“Biológicamente, cualquier alteración en este ecosistema afecta al individuo, no solo
cangrejos sino reptiles como babillas”, apuntó Casseres.

Entre los impactos negativos de esto está la disminución de fauna o presión sobre
una especie como el cangrejo azul que está categorizada como altamente
vulnerable por la destrucción de su hábitat, caza indiscriminada –es usada como
alimento–, destrucción de zona de anidamiento y contaminación del agua. Estos son
factores que obligan a la especie a emigrar.
Ante este panorama se están tomando las acciones correctivas por parte de Ruta
Costera, dueña de la licencia, que tiene la responsabilidad de garantizar y disminuir
los impactos negativos frente a la fauna silvestre de ese tramo.
“Se está haciendo el trabajo de forma manual con personal que tienen en la zona
recogiendo los cangrejos que mueren en ella. También hicieron una abertura en el
muro que está en la carretera para que cuando el cangrejo llegue ahí se desplace
hasta encontrar el orificio. A Ruta Costera se le ha exigido que debe colocar
señalización en los que se les diga a las personas que disminuyan la velocidad para
evitar tener un accidente”, expuso Joe García, biólogo de la Corporación
Autónoma Regional del Atlántico (CRA).

¿Cuáles son las medidas?


Desde la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) y Ruta Costera se
implementaron estrategias encaminadas a la conservación de la fauna, en especial
del cangrejo azul (Cardisoma guanhumi) como parte de su compromiso por
proteger la biodiversidad y el medio ambiente.

Luego de culminar el estudio contratado por el concesionario con la Fundación


Omacha se comenzaron a desarrollar las acciones, logrando identificar el
comportamiento de la especie y definir las medidas prioritarias para su preservación,
esas que buscan proteger la biodiversidad, siendo una oportunidad para el
desarrollo de infraestructura sostenible que mitiga y evita los impactos y posibles
atropellamientos de fauna.

Entre las medidas están la construcción de tres pasos de fauna ubicados entre los
kilómetros 34 y 35 de la Circunvalar de la Prosperidad, donde fue evidenciada la
mayor densidad poblacional del cangrejo azul, y la instalación de un nuevo
cerramiento perimetral, con una estructura curva en fibra de vidrio en ambas
calzadas, que permitirá encauzarlos de forma segura a las estructuras hidráulicas
existentes y los nuevos pasos de fauna, y evitará que los cangrejos trepen la barrera
y lleguen hasta la vía.

Desde el mes de agosto se adelantan monitoreos nocturnos para el rescate y


reubicación de los individuos, mientras se culminan las obras.

Ruta Costera y la ANI reiteraron que estas actividades se seguirán realizando


periódicamente.

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