Está en la página 1de 1

CREDO DEL PRINCIPIANTE

Soy un principiante.
Estoy entrando en un nuevo juego del cual no sé nada.
Todavía no sé cómo moverme en este juego.
Veo a muchas otras personas participando en este juego ahora.
Este juego comenzó muchos años antes de mi llegada.
Soy un nuevo recluta que llega aquí por primera vez.
Veo valor para mí si aprendo a navegar en este campo.
Tengo mucho que aprender:
• La terminología básica
• Las reglas básicas
• Las acciones y movimientos básicos
• Las estrategias básicas
Mientras aprendo estas cosas podría sentir varias reacciones negativas:
• Abrumado por lo mucho que hay que aprender
• Inseguro al no saber qué hacer
• Inadecuado al sentir que me falta la capacidad para hacer esto
• Frustrado y desanimado al ver que avanzo tan lentamente
• Enojado porque no he recibido suficiente orientación
• Preocupado de no cumplir nunca con expectativas de las cuales depende mi
carrera
• Avergonzado de que todos puedan ver mis errores
Pero estos estados de ánimo son parte de ser un principiante. No le sirve a mi meta ni
a mi ambición quedarme pensando en ellos. Más bien,
• Si cometo un error, me preguntaré qué lección me enseña.
• Si hago un descubrimiento, voy a celebrar mi momento ¡ahá!
• Si me siento solo, recordaré que tengo muchos amigos dispuestos a ayudarme.
• Si estoy atrapado, pediré ayuda a mis maestros.
Con el tiempo, cometeré menos errores.
Ganaré confianza en mis habilidades.
Necesitaré menos orientación de mis maestros y amigos.
Ganaré familiaridad con el juego.
Podré tener conversaciones inteligentes con otros jugadores.
No fallaré debido a promesas que no puedo cumplir por falta de competencias.
Tengo la ambición de hacerme competente, quizás hasta perito o experto en este
juego.
Pero por ahora, Soy un principiante

También podría gustarte