Está en la página 1de 3

TÉRMINOS DEL GLOSARIO (selección)

Pasiva refleja

Oración pasiva construida con un VERBO TRANSITIVO, la forma pronominal “se” y un SUJETO
PACIENTE (complemento directo en la oración activa correspondiente) que concuerda con el
verbo en número y persona. Como las pasivas perifrásticas, las pasivas reflejas son estructuras
intransitivas formadas a partir de verbos transitivos.

Al igual que las oraciones activas y las pasivas perifrásticas, las pasivas reflejas pueden tener
SUJETOS TÁCITOS: Busqué este material en varias tiendas, pero ya no se fabrica Ø. A diferencia
de las pasivas perifrásticas, las pasivas reflejas rechazan generalmente la presencia del
COMPLEMENTO AGENTE, con ciertas excepciones, especialmente en el lenguaje jurídico y
administrativo (La prueba se aceptó por el juez instructor).

Las pasivas reflejas tienen en común con las impersonales con “se” el hecho de que en ambas
construcciones queda oculto un argumento del verbo. Concretamente, en “Se revisó el
documento” (pasiva refleja) y en “No se le trató adecuadamente” (impersonal con “se”), se
omite el AGENTE. Conviene resaltar que la primera oración no posee un sujeto tácito (el sujeto
paciente es aquí “el documento”), sino un agente tácito.

Las oraciones impersonales con “se” admiten complementos definidos de persona (Aquí se
admira mucho a ese actor), que a su vez se rechazan como sujetos de las pasivas reflejas (Este
actor se admira mucho: reflexiva, no pasiva refleja). Los complementos de cosa son naturales
en las pasivas reflejas, pero tienden a rechazarse en las impersonales con “se”. Se ha observado
que en otros contextos la alternancia puede extenderse como en “Errores que se puede
(impersonal con “se”) / pueden (pasiva refleja) encontrar fácilmente a lo largo del proceso”.

Ej: Los plátanos se comen sin piel; No se permite fumar; Se decidió adelantar la votación; etc.

Perífrasis verbal aspectual

Perífrasis verbal en la que el verbo auxiliar aporta un significado relativo al tiempo o al aspecto
expresado en una situación, en particular a su inicio, su término, su interrupción, su desarrollo,
su cese, su reinicio o su inminencia. Entre las perífrasis verbales que pertenecen a este grupo
están las siguientes:

● “dejar de” + infinitivo: significa el cese, la interrupción o el abandono de un estado de


cosas o de una actividad: “Dejó de nevar; Ya habían dejado de leer”.
● “ponerse a” + infinitivo y “empezar a” + infinitivo: indican el inicio de una acción o un
proceso (significado incoativo o ingresivo), como en “Se puso a dar gritos”.
● “soler” + infinitivo (casi siempre en tiempos de aspecto imperfectivo): expresa
frecuencia o hábito, como en “Solía venir por las tardes”.
● “volver a” + infinitivo: expresa reiteración o repetición, como en “Volverán a cometer
el mismo error”.
● “acabar de” + infinitivo y “llegar a” + infinitivo: indican el término de una acción
(significado terminativo). En “Acabo de hablar con María” se expresa la inmediatez de
una acción reciente; en “Llegó a hablar francés como un hablante nativo”, se indica que
cierta acción se sitúa al final de un proceso.
● “ir a” + infinitivo: expresa lo inminente de una acción “Voy a contestar la carta”, pero
esta perífrasis también se usa como futuro perifrástico en la mayor parte de los países
americanos.
Otras perífrasis tempoaspectuales presentan las situaciones en su desarrollo (“estar / andar” +
gerundio) o manifiestan que cierto estado de cosas prosigue (“llevar / seguir / continuar” +
gerundio).

Las perífrasis “estar” + participio designa el estado resultante de una acción o proceso, como
en “La solicitud está presentada”. Según se observa en el ejemplo, el participio concuerda con
el sujeto. En cambio, en otras perífrasis de participio, el verbo auxiliado establece la
concordancia con el complemento directo, como en “Tengo preparados los bocetos” o en
“Lleva escritas tres novelas”.

Ej: Andaba saludando a todos los invitados; Comenzarán a publicar los folletos en dos meses;
Empezó escribiendo novela; Están practicando desde ayer; Lleva leídas cuatro páginas; Se puso
a llamar a sus amigos; Seguiremos intentándolo; Terminó de estudiar en 2004; Volvió a hacer el
mismo itinerario; etc.

Perífrasis verbal modal

Perífrasis verbal en la que el auxiliar es un verbo modal que expresa diversas nociones;
fundamentalmente, capacidad (Puede hablar chino), probabilidad (Debe de ser un rumor) y
obligación (Tienes que acabar hoy). Expresan informaciones referidas a la actitud del hablante
sobre lo enunciado.

Se suelen distinguir dos tipos de perífrasis modales: de modalidad radical y de modalidad


epistémica. Las perífrasis de modalidad radical expresan capacidad, obligación o voluntad.
Muchas perífrasis pueden dar lugar a una doble interpretación, solo discernible mediante el
contexto o la situación. Así, “Ana no pudo estar ayer en la boda de su prima” significa, si
“pudo” es modal radical, que Ana no fue capaz de estar presente ayer en dicha boda, pero, si
“pudo” tiene una interpretación epistémica, significa que no puede ser cierto que Ana
estuviera ayer en la boda de su prima.

Ej: Debería participar más; Habrá de tomar precauciones; Parece haber algún impedimento;
Podemos comer de todo; Puede ocurrir cualquier cosa; Tiene que haber sido un despiste;
Tienen que presentar el pasaporte; Ya debe de ser muy tarde; etc.

Pluralia tantum

Se aplica tradicionalmente este término (literalmente, “solamente plurales” en latín), junto en


el de “plural inherente”, al conjunto de nombres que se construyen únicamente en plural.

Algunos candidatos potenciales a formar parte de este grupo se usan también en singular,
aunque sea con frecuencia menor y en ciertos contextos particulares: bienes, andurriales,
preparativos, etc.

Ej: adentros; afueras; agujetas; albricias; alrededores; anales; andadas; arras; celos;
comestibles; entendederas; exequias; expensas; fauces; gárgaras; nupcias; ojeras; represalias;
víveres; etc.

Queísmo

Fenómeno sintáctico que consiste en la omisión de algunas preposiciones (especialmente


“de”) ante las subordinadas sustantivas que las requieren de acuerdo con el sistema
gramatical español. El queísmo, al igual que el DEQUEÍSMO, es un fenómeno rechazado por
la norma. Sin embargo, se considera una anomalía menos desprestigiada que el dequeísmo y
se atestigua más que este en los registros formales.

Se da a menudo queísmo con algunos verbos de apoyo o en determinadas LOCUCIONES


VERBALES: “No se dio cuenta que (por de que) tenía que desconectar la alarma; No me cabe
duda que (por de que) actuará con imparcialidad”.

No se da necesariamente queísmo cuando la conjunción “que” encabeza una oración


(subordinada) sustantiva de sujeto. Así, con el verbo de apoyo “dar” en construcción con
sustantivos que expresan “reacción anímica” (miedo, pena, vergüenza, etc.) se admiten las
dos variantes, ya que la oración subordinada puede interpretarse como sujeto en una de
ellas. Es lo que sucede en “Le da miedo que se pierda”, donde “miedo” es complemento
directo y la subordinada es sujeto. En cambio, en “Le da miedo de que se pierda”, la oración
subordinada es el término de la preposición “de” y el sintagma preposicional es el
complemento del sustantivo “miedo”. Por tanto, la oración no tiene sujeto y es impersonal.

Son igualmente posibles las dos opciones cuando la variante preposicional está introducida
por un “verbo pronominal”: “Me sorprendo de que digas eso > Me sorprende que digas eso”.

Ej: Era consciente que se enfrentaba a la opinión de la mayoría; Da la impresión que oculta
algo; Insistió que teníamos que volver a casa; Tomé conciencia que debía cambiar de actitud;
Se olvidó que tenía que mandar un mensaje.

Rema (o información nueva)

Segmento de un enunciado que contiene la información que el emisor presenta como nueva
o relevante informativamente, en relación con el TEMA (información consabida). Así, el
tramo subrayado en “El profesor de matemáticas ha suspendido la clase del martes” se
considera rema porque aporta cierta información relativa a un individuo que es presentado
como conocido, o al menos identificable, por parte del destinatario del mensaje.

El orden de palabras y el realce en la curva de entonación son rasgos que permiten detectar
el rema. En efecto, la posición final es la ubicación característica de los segmentos de
información remática. Así, a la pregunta “¿Quién respondió a tu llamada?”, podría
responderse con un enunciado que solo aportase información nueva (Isabel), pero también
con un enunciado que incluyera la información ya mencionada, en el cual la posición final del
segmento subrayado permitiría identificarlo como el segmento remático (Respondió Isabel).
Los remas preverbales suelen requerir un acento enfático que los identifique como tales
(ISABEL respondió).

En oposición al TEMA, los segmentos de información remática no admiten la elisión, ni la


sustitución por pronombres átonos. Así, a la pregunta “¿A quién le interesa ese asunto?”,
serían adecuadas las respuestas “Me interesa a mí”; “A mí”; “A mí me interesa”; pero
resultaría inadecuada la respuesta “Me interesa”, ya que la información remática, que no
puede ser átona, corresponde aquí al pronombre “me”.

Ej: Mamá dice que volvamos temprano; El hijo de Luis es muy rebelde; La propuesta que hizo
fue rechazada por todos los socios; En 1995 firmaron un contrato.

También podría gustarte