Está en la página 1de 11

Analfabetismo

Introducción
El analfabetismo en México se define como la incapacidad de las personas
mayores de 15 años para leer y escribir aunque también hace referencia a
los individuos que son ignorantes o que carecen de instrucción elemental
en alguna disciplina.
A partir de este concepto se busca identificar las causas y consecuencias
de esta problemática que enfrenta la sociedad, así como de igual manera
cuales serian algunas soluciones para que el numero de casos con
alfabetización en México disminuya.
Analfabetismo
El analfabetismo es la incapacidad de leer y escribir que se debe generalmente a la falta de
enseñanza de las mismas capacidades.
A partir de su nacimiento en 1946, la UNESCO ha delineado diversas medidas de
política educativa para “erradicar el analfabetismo”; en países como Rusia, México,
Cuba o Nicaragua las campañas de alfabetización han sido mitificadas como un
signo de desarrollo y del compromiso social de sus gobiernos.
Desde comienzos del siglo pasado —pero
sobre todo en los últimos setenta años—
el analfabetismo se ha convertido en uno
de los principales enemigos sociales de los
programas educativos alrededor del
mundo.

En el caso de México, palabras como “analfabetismo” o “analfabetas”


comenzaron a circular en la prensa en las últimas décadas el siglo XIX
Gráfica. Aparición de las palabras “analfabetas” y
“analfabetismo” en la Hemeroteca Nacional Digital de Una de las razones principales que llevó a la identificación
México de 1880 a 1940 del analfabetismo como un problema fue el surgimiento de
información estadística sobre educación en el país.
El dato sobre el número de personas que no sabían leer y
escribir comenzó a consolidarse como un elemento estándar
de los censos nacionales alrededor del mundo a partir de
1840.
En el caso de México, el primer censo moderno fue
publicado en 1898, por lo que antes de esa fecha no existía
una noción clara sobre el número personas que no sabían
leer o escribir, aunque sí se hicieron varios conteos del
número de escuelas que había en el país.
Los datos de los primeros censos nacionales fueron evidencia
fundamental para la primera política gubernamental que
buscaría explícitamente la “erradicación” del analfabetismo: la
Ley de Escuelas de Instrucción Rudimentaria de 1911.

Esta ley —promovida por el secretario de instrucción Jorge


Vera Estañol— instituyó escuelas en las que se enseñaba
exclusivamente a leer, escribir y ciertas nociones básicas de
aritmética. Dichas instituciones estaban orientadas a atender
poblaciones que la educación obligatoria de cuatro años no
había sido capaz de integrar, especialmente indígenas y
campesinos.
Con la fundación de la Secretaría de Educación Pública y con la cruzada
educativa de José Vasconcelos fue que la campaña contra el
analfabetismo de 1920 a 1924 hizo de éste su concepto central.. Así, la
idea de analfabetismo tomó una carga mucho más ideológica.

Las políticas educativas en México asumirían desde entonces el


analfabetismo como problema central y se llevarían a cabo diferentes
campañas hasta 1972, cuando el Instituto Nacional para la Educación de
los Adultos (INEA) se convirtió en el organismo central de las políticas en
la materia.
El INEA estuvo muy influenciado por las ideas de Paulo Freire, quien, a
pesar de introducir reflexiones novedosas sobre las implicaciones
políticas de la alfabetización, asumió como válidos una serie de
presupuestos sobre el poder de la palabra escrita como fuente de
liberación en sí misma.

Por ejemplo, entendía que “el analfabetismo constituye una profunda


injusticia que acarrea graves consecuencias, tales como la incapacidad
de los analfabetos de tomar decisiones por sí mismos.
Reducir el analfabetismo
Implementar el refuerzo escolar, así los estudiantes tienen la
oportunidad de tener más horas al día de educación, incluyendo:
cursos de informática, Inglés, deportes y más.

Participación de los padres


Se reconoce el papel tan importante que
Formación de maestros juegan los padres de familia en el desarrollo
Con formación de calidad, los maestros están preparados para ser de sus hijos. Para asegurar que los estudiantes
agentes de cambio en sus comunidades. Los programas de formación reciben apoyo en el hogar, se promueve la
docente responden directamente a las necesidades de los profesores “Escuela de Padres”. A través del voluntariado
en las zonas vulnerables. Cuando los maestros cuentan con una de los padres y los talleres, motiva a las
formación integral, se multiplica su impacto y garantiza una educación familias a pasar más tiempo leyendo juntos.
de calidad a más niños y jóvenes.

También podría gustarte