Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
By: RosasRojas
Pronto debía irse a la universidad, por lo que Akane decidió revivir un poco
de su niñez ¿Y qué mejor manera que trabajar en el campamento de verano
al que había asistido de niña? Todo parecía perfecto, hasta que, no sólo
medio curso tomó su iniciativa, sino también Ranma Saotome, el chico al
que mas odiaba. Ahora solo debía sobrevivir ocho semanas, nada podía salir
tan mal [LEMON]
Status: complete
Published: 2022-09-04
Words: 18540
SINGLE CHAPTER
Tenia ocho años la primera vez que asistió, siendo apenas una
infante, un poco retraída, luego de la muerte de su madre.
Akane lo odiaba.
Lo odiaba tanto.
-¿Podrías, por favor, moverte de una vez? - hastiada, dejó caer la
escoba a un lado.
-Llevas sentado ahí desde hace veinte minutos ¿Es que acaso
comes pescado?
-¿Entonces piensas que soy un galán? - alzó una ceja con una
sonrisa prepotente.
¡Como lo odiaba!
-No lo harías.
-¿Tu crees? - sonrió suavemente.
-Bruja.
-Idiota.
-Pesada
-Inútil.
-¡Ranma!
Sabía que para que ella estuviera ahí, algo realmente malo había
sucedido. No era alguien que buscara el peligro por cuenta propia,
de hecho, era la chica más estricta y recta que jamás había
conocido. Nunca la imaginó entrando a la cueva de un lobo.
O lobos hambrientos.
Si, era una segura patada en los sagrados y, algunas veces, tenía la
tentación de envolver las manos entorno a su delicado cuello, y no
en un sentido sexual. Ella era en realidad todo lo que en algún
momento había odiado en su vida.
Porque por más que señalará cada uno de los defectos que tenia y
saltaban a la vista, eran quizás todos estos los que la hacían tan
malditamente atractiva a sus ojos.
-¿De qué tipo? - tomó la toalla y se secó las puntas del cabello. No
ignoró para nada la manera en la que la mirada castaña siguió el
movimiento de sus músculos en exhibición.
-Tú…
-C-claro que no… te estoy diciendo que, que le jugaron una broma a
las chicas con unos animales. Ninguna de ellas quiere dormir ahora
en la cabaña por miedo a que una rana les salte encima.
-Talvez sea un príncipe azul - comentó Ranma divertido.
Y todos rieron.
Aun así, lo que era en verdad irritante, era su propia reacción hacia
él, porque aunque quería ignorarlo, su cuerpo estaba plenamente
sensible a su presencia. Ella podía sentirlo a su lado incluso antes
de verlo, podía percibir cuando su mirada -odiosamente atrayente-
la recorría, era tan consciente de él como hombre y de su atractivo
masculino que, sólo le hacía sentirse frustrada.
Lo odiaba mucho.
Akane chasqueó los dientes, sin mucha más opción que seguir sus
instrucciones y se acercó a su grupo. Las chicas empezaron a
quejarse una a una, pues estaban bastante renuentes a trabajar con
quienes les habían hecho pasar un mal momento unos días atrás.
-Muy bien… - aplaudió -. Vean esto como un reto, los chicos tienen
mucha más fuerza que nosotros, pero somos más inteligentes,
entonces debemos usar esto a nuestro favor. No estamos cediendo,
ni mucho menos. Los utilizaremos para ganar los puntos de la
actividad ¿Estamos de acuerdo?
-Ustedes también.
-¿Será que nos toca juntas esta vez? - Akari, que estaba sentada a
su lado, la tomó de la mano, apretando con fuerza.
-Se que has estado de lo más feliz porque te tocó con Ryoga
durante las primeras semanas.
No fue difícil dar con él, pues estaba hablando con Ranma. Ambos
parecían muy entretenidos. Sabía que se llevaban muy bien, eran
casi tan buenos amigos como Akari y ella.
Ranma pareció sentir su mirada de alguna manera, pues volteó y la
observó directamente a los ojos. Aunque instintivamente quiso quitar
la mirada, sabía que era lo peor que podía hacer, por lo que se limitó
a fruncir el ceño y luego voltear el rostro, con una expresión
falsamente indignada.
-Parece que sigues llevándote mal con Ranma ¿no? -Akari estaba
muy pendiente de sus reacciones, por lo que rodó los ojos y se
cruzó de brazos.
-¡Eso es una tontería! - Akane se irguió con rapidez, con las mejillas
furiosamente sonrojadas.
-Es así.
-Siempre que no tengan que ver con orientación, talvez tengan una
oportunidad.
-Eso parece… solo espero que esta vez si me ayudes con las
tareas.
-Creí que quedaría contigo esta semana. Es una lástima que Hinako
hubiera dejado los grupos de esa manera ¿no crees?
Akane negó, mientras las chicas empezaban a pelear una vez más.
Apresuró el paso dejando al trío atrás hasta que una mano la asió
del brazo.
-¡Akari!
-Lo siento mucho Kuno, pero tengo que robarte a Akane, tenemos
que hablar una cosa de chicas, ya sabes…
Aunque habría deseado refutar sobre eso, no quería que los chicos
se preocuparan, por lo que optó por seguir sus instrucciones, hasta
que notó que pasaban por un árbol que resultó particularmente
conocido.
Ranma había negado, diciendo que todos se veían igual, pero ella
no podía quitarse de la cabeza, que estaban dando vueltas en
círculos, sin ir a ningún lado.
-Entonces tienes que recordar que fui la mejor guía del 2012.
-¡Estas loco!
Akane negó y volteó hacía las chicas. Su grupo rondaba desde los
ocho hasta los quince años. Hasta el momento habían resultado
jovencitas muy activas y agradables, aunque mas de una podía
llegar a ser rebelde. Aún así, se había encariñado con rapidez de
cada miembro de su cabaña, por lo que, al observar sus rostros
cansados, sólo pudo sentir como se le apretaba el corazón.
-Si, estas tonta si piensas que puedes vagar sola por el bosque.
Todos vamos a permanecer juntos, claro que si.
-No conocía esta faceta tuya Ranma, casi parece que te preocupas
por mi - las mejillas del moreno se enrojecieron.
-Akane…
Bajar la pendiente que había escalado supuso todo un reto, aun así
lo logró. Llevaba su brújula a mano, por lo que solo le quedaba
seguir la dirección en la que estaba tan segura.
¿Su orgullo había sido tanto que se había dejado cegar por la
rivalidad que existía entre Ranma y ella?
Una pequeña barra finalmente apareció justo cuando dio otro paso
adelante, no obstante, la pisada a ciegas sólo le valió para que
perdiera el equilibrio y terminara casi de frente al suelo. Estaba en
una pequeña elevación, lo que la hizo deslizarse y caer de trasero
en un bulto húmedo de lodo.
Al menos no tenía una fractura, pues podía mover el pie sin mayor
dolor, pero en cuanto intentaba apoyarse, su tobillo protestaba y
rápidamente se hizo evidente que tenía un esguince.
Aun así, no era tan grave o al menos no debía serlo, pues luego de
unos pasos pudo moverse mejor, aun así era bastante molesto y
mientras más caminaba, mas sentía que le dolía, seguramente por
el sobreesfuerzo.
Empezaba a oscurecer cuando finalmente se dejó caer contra un
árbol, derrotada. Estaba agotada, el tobillo le dolía y sus manos
ardían por las cortadas. No tenía mas agua, la batería de su teléfono
finalmente se había agotado y tenía ganas de llorar.
-Pero…
-Pero yo…
-¡Sube Akane!
-¿Cómo te sientes?
Y la sensación no se iba.
-Lo siento, solo estoy un poco molesta por esto… Las chicas ahora
están a cargo de Ranma y…
-Él está haciendo un trabajo excelente, no deberías menospreciarlo.
-¿En serio?
-Si, parecía casi asustado, creo que nunca lo he visto actuar así…
fue él quien decidió ir a buscarte, porque faltaba poco para que
anocheciera. Yo solo lo acompañe.
-¡¿Qué?! ¡Nooo!
-Y el duende, el duende.
-Dime Hikari.
Cuando tocó su turno, Akane reunió a sus chicas y les repitió el plan
una vez más. Ranma y su grupo parecían listos y muy confiados por
sus expresiones.
Akane se acercó a Hinako cuando ella les llamó. Eran los guías
quienes debían ir por la bandera y solo cinco minutos después se
daba inicio al juego.
Su bandera era rosa, mientras las del equipo contrario era azul,
seguramente para hacer diferencia de género.
-¿Es un reto?
-¿Y tu?
-Acepta tu derrota.
-No, dámelo - ella se inclinó aún más.
-Akane…
-Akane…
-Que me lo…
-Ven aquí Mika - Akane se agachó y abrió los brazos para que la
niña corriera a ellos. Mika era la mas pequeña de su grupo con
apenas seis años.
-No lo hice.
-¡Eso es trampa!
-No lo es.
-Me engañaste, preparaste todo para que pareciera que tenias la
bandera en tu brazo.
-No es así.
-Si, lo es… y luego la cambiaste por esa cosa que las niñas se
ponen en la cabeza.
-Si lo es.
-No, no lo es.
-Que si…
-¡SIIIIIII!
-Vamos señorita Akane, por favor - Mika la miró, con sus enormes
ojos de cachorro al igual de Aoi y Hana, quien les seguía en edad.
-Pero…
-Por favor.
-Verdad.
-O el consejero Taro.
-Tienes razón.
-Es por eso que pasa tan pendiente del celular, esta chateando
siempre con su novio ¿No es cierto?
-Y usted mintió
¡Mierda!
-Pero Akane.
Era la última vez que se permitía envolverse por algo tan tonto.
En cuanto los chicos terminaron de desayunar, Akane se puso de
pie y se encaminó al armario de limpieza que estaba en una
esquina.
Y le gustaba.
-Vaya, gracias.
Akane negó con la cabeza, sabiendo que no podía hacer nada para
sacarlo de su pensamiento.
-Ya casi.
-Bastante.
-No lo fue.
-¿Ranma?
- Espera Shampoo…
-Él no puede, nadie es tan fuerte como tu ¡Vamos Ranma! Por favor.
Como la odiaba.
La cascada seguía el camino del río Tome y era una belleza natural,
sin igual. De agua dulce y una numerosa vida marina, el agua tenía
un tono azul verdoso y era transparente, tanto que podían
vislumbrar el fondo. Aunque la orilla era superficial, casi cerca de la
caída de agua, la profundidad alcanzaba los tres metros y era una
de las razones por las que el campamento había dejado de
encontrarlo como destino de actividades a menos de que todos los
guías y supervisores estuvieran presentes.
-No lo se.
Incluso las niñas eran hábiles en aquello, lo cual la dejaba como una
boba. Aún así, era divertido y que todos se rieran, lejos de apenarla,
le causó gracia.
-No soy tan mala… ¿cierto? - hizo un movimiento con la caña para
demostrarlo y el anzuelo salió disparado hacia el estanque. Todas
las chicas se rieron.
-Ahhh bueno…
-Bien hecho, eres una buena alumna - alabó el guía con una
atractiva sonrisa.
-Dime…
-Azumi no está.
-¿Tu campista?
-Si, ella… Las chicas la vieron por última vez con Keichi, el chico de
tu grupo. Al parecer han estado muy cariñosos últimamente y ella
lleva sin aparecer hace una hora.
-Eso no, no es… ¿Por qué siempre piensas que eso es…
-Déjalos ser.
-Bien ¿Y ahora?
-¡Mierda!
-Es bueno escucharlo - y ahí estaba, otra vez, esa sonrisa sensual.
Akane desvío la mirada con falsa indiferencia.
-Bien, vamos.
-No seas mojigata… tuvo que haber sido vergonzoso para los chicos
y tu regaño fue tan sublime.
-Entonces…
-A mi igual.
-No hay mucho que decir tampoco, pero ¿Qué tiene que ver eso con
el campamento?
-Nada… así como nada tiene que ver que le gustes a Ranma.
-Si, así es… debiste haber visto su rostro cuando ese chico… Akiro,
te enseño a pescar.
-Pero lo insinuaste.
-Como sea…
-Akari…
-¿Te gusta?
El sonido de su teléfono logró sobresaltarla. Akane se soltó del
agarre de su amiga y tomó el aparato rápidamente.
-Mi papá, te dije que estaba hablando con él - le confío -. Voy a salir
un momento, vuelvo luego.
-Vas a empezar con eso - Ranma rodó los ojos - Por favor ¿Cómo
podría gustarme una chica tan mandona y problemática?
-¡A mi tampoco!
-Púdrete tu.
-¡Te odio!
-¡Yo igual!
-Quitándome la ropa.
-¿Ahh si?
-¡Pervertido!
-Ranma…
Él se inclino y sus labios se acariciaron, mientras el aliento de
ambos quedaba atrapado entre sus cuerpos.
-Lo se…
-Tu gritabas…
-Si, si… como si fueras tan callado - Akane rodó los ojos con un
puchero en los labios.
Akane era sin duda la mujer mas hermosa que jamás había
conocido. No sólo era su rostro tan bello y simétrico, sino también
sus ojos enormes que adornaban todo aquello que adoraba
observar, el cabello azabache, suave y liso, y también su cuerpo, tan
curvilíneo en todas las partes correctas.
Tenía unos pechos tan perfectos que cabían en toda su mano y sus
caderas era suficientemente anchas para darle cabida cuando
quería meterse entre sus gruesos y atléticos muslos, claro que su
parte favorita era su trasero, tan redondo, firme y abundante.
-Nadie querría venir en su sano juicio a este lugar… es por eso que
me citaste aquí no - la tomó de la cadera con una mano mientras
deslizaba la otra a través de su abdomen hasta sopesar el peso de
uno de sus senos -. También querías verme ¿cierto? - mordió el
lóbulo de su oreja y Akane se estremeció -. También extrañabas
nuestros encuentros ¿no es así?
Fue todo lo que necesitó para desatar su lujuria. El rostro de Akane
era la viva imagen de la pasión. Tenía los labios hinchados por sus
besos y las pupilas dilatadas por el deseo. Casi temblaba entre sus
brazos y sentirla ahí, solo hacia que la convicción de que era
completamente suya, se arraigara dentro de su pecho.
-Se que es tu color favorito - ella le dirigió una mirada tímida que
tuvo la capacidad de enternecerlo y excitarlo al mismo tiempo.
¡Mierda!
-Necesito probarte…
-¡Eres un pervertido!
Akane gimió y apretó los hombros del chico, enterrando las uñas en
su carne.
Akane gimió, casi cerró los ojos y meneó la cadera, intentando que
penetrara aún más dentro de su cuerpo. Ranma tenia esa capacidad
casi insoportable de calentarla hasta que ella debía suplicarle que le
hiciera el amor de una vez.
Sabía que ella era muy sensible cuando le acariciaba los pechos y
era justo la razón por la que lo dejaba de último, sin embargo, en
esa ocasión y dado que estaba demasiado excitado, lo mejor era
hacer sucumbir a Akane de manera en que pudieran terminar juntos.
Tan deliciosa.
Y luego dejándose caer de golpe, con tanta fuerza que bien podría
ver las estrellas.
-Akane…
-Ranma…
Ella sonrió y fue como el maldito sol. Era tan hermosa, tan perfecta.
-Es lo mismo.
-Lo mejor es que me vaya… estoy muy molesto ahora - intentó dar
media vuelta. Akane lo tomó del brazo con rapidez.
-Te amo mucho… mucho mas de lo que creí que fuera capaz. Tanto
que ni siquiera se como actuar contigo algunas veces.
-Sabes que eso fue una actuación - Ranma volteó, mucho más
calmado y la tomó de los hombros.
-¿Es así?
-Claro que si. Yo no espere que me gustaras, pero fue así y cuando
empezamos esta relación… te dije que iba en serio.
-Lo siento.
-Yo ya lo hice.
-No empieces.
-No es lo mismo.
-Bueno… ¿Y ahora?
FIN
Y finalmente terminó.
Hola mis bellas, muchas gracias si llegaron hasta aquí, espero que
el relato haya sido de su agrado y como pudieron observar fue un
Enemy to Lovers un tanto engañoso.
Sigo sin recibir sus notificaciones, pero aunque tarde, quiero que
sepan que las leo, por lo que aún sin contestación de mi parte por
todo el problema que tiene FF con mi cuenta, atesoro cada uno sus
comentarios y de antemano, muchas gracias por estos.
También gracias por leer hasta aquí y por el apoyo constante que
me dan, recuerden que tienen una parte de mi corazón.
03/09/22